Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
SALMO 91
1 Habito al abrigo del *Altísimo y moro a la sombra del
*Todopoderoso. 2 Digo al Señor:
«Tú eres mi refugio, mi fortaleza, el Dios en quien
confío.» 3 Sólo él puede librarme de las trampas del
cazador y de mortíferas plagas, 4 pues me cubrirá con sus
plumas y bajo sus alas hallare refugio. ¡Su verdad es mi
escudo y mi baluarte!
5 No temo el terror de la noche, ni la flecha que vuela de
día, 6 ni la peste que acecha en las sombras ni la plaga que
destruye a mediodía.7 Podrán caer mil a mi izquierda, y
diez mil a mi derecha, pero a mí no me afectará. 8 No
tendré más que abrir bien los ojos, para ver a los impíos
recibir su merecido. 9 Ya que he puesto al Señor por mi
refugio, al Altísimo por mi protección, 10 ningún mal
habrá de sobrevenirme, ninguna calamidad llegará a mi
hogar. 11 Porque él ordenará que sus ángeles me cuiden
en todos mis *caminos. 12 Con sus propias manos me
levantarán para que no tropiece con piedra alguna. 13
Aplastare al león y a la víbora; ¡hollare fieras y serpientes!
Y así dice el Señor: 14 «Yo lo libraré, porque él se acoge a
mí; lo protegeré, porque reconoce mi *nombre.15 Él me
invocará, y yo le Responderé; estaré con él en momentos
de angustia; lo libraré y lo llenaré de honores. 16 Lo
colmaré con muchos años de vida y le haré gozar de mí
*Salvación.»
Confesión de FÉ.
Señor Jesús yo creo firmemente que tú eres el Hijo de
Dios. Tú eres el Cristo, el Mesías que vino
a deshacer toda obra del diablo, toda obra de maldad.
Diste tu vida en la cruz por mis pecados y resucitaste de
entre los muertos. Te confieso que he andado por malos
caminos, he sido rebelde, he sido desobediente, he tenido
malos pensamientos y malas intenciones y he hablado
cosas perversas. Me arrepiento de todo lo malo que he
hecho, pido perdón y me vuelvo a tí Santo de Israel.
Lávame, limpia mi conciencia con tu Sangre. Creo que tu
Sangre me limpia ahora de toda maldad, de todo pecado.
Saca, destruye, arranca de mí todo lo que impida que TÚ
bendigas y gobiernes mi vida. Quiero ser guiado,
dominado solo por Tí Padre Santo Altísimo. Te pido que
te quedes conmigo, en mi corazón y seas dueño y Señor de
mi vida. Recibo ahora a Cristo Jesús en mí corazón, lo
invoco, lo llamo para que venga y haga morada en mí.
Señor Jesús: Te confieso como mi único y verdadero
Dios. Apártame para servirte, amarte, obedecerte. Dedico
y consagro a Tí mi vida. Gracias por redimirme, por
limpiarme, por
justificarme y santificarme, muchas gracias. TE AMO
PADRE SANTO. Amén.