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1. ANESTESIA GENERAL
Permiten una inducción más suave y rápida que la mayor parte de los agentes inhalables.
Las sustancias para inducción de acción corta y administración IV (p. ej., tiopentona,
propofol) inducen un sueño agradable, y la anestesia se mantiene durante el
procedimiento quirúrgico mediante el uso de una combinación de oxígeno, óxido nitroso
y agentes inhalables volátiles (p. ej., sevoflurano). (Brown y Edwards, 2007).
Agentes inhalables
Los agentes anestésicos inhalables volátiles y gaseosos siguen siendo populares para el
mantenimiento de la anestesia, y pueden utilizarse para inducirla en pacientes pediátricos
con el objetivo de evitar la necesidad de canalizarlos, lo cual puede ser traumático para
un niño.
Las sustancias inhalables incluyen óxido nitroso, que es incoloro, en esencia inodoro, y
el único gas anestésico inorgánico que tiene uso clínico. Aunque posee algunas
propiedades analgésicas, no mantiene la narcosis. La adición de un agente inhalable
volátil permite mantener al paciente en un estado de inconsciencia.
a) Inducción anestésica
Durante este periodo es importante que el medio se mantenga tan silencioso como sea
posible, a fin de que la inducción sea tranquila.
Una vez que se induce la anestesia, el paciente pasa a través de una serie de fases. La
colocación de una vía aérea se convierte en ese momento en una prioridad. Según el tipo
de procedimiento que se lleva a cabo, la historia clínica del paciente y su condición.
Las vías respiratorias se dividen en dos porciones, la superior y la inferior, cuyo límite
físico sen encuentra en el nivel del cartílago cricoides (Chipas et al., 2005).
Las vías aéreas artificiales incluyen vías aéreas bucofaríngeas o cánulas de Guedel, que
se utilizan para pacientes cuya lengua obstruye la vía aérea. Esto puede ocurrir cuando el
individuo pierde el tono muscular de las vías respiratorias superiores, lo cual hace que la
lengua y la epiglotis cuelguen hacia atrás y se apoyen sobre la pared posterior de la
faringe. Las cánulas de Guedel pueden usarse junto con otras maniobras, tales como el
levantamiento del mentón y la tracción de la mandíbula. También se dispone de vías
aéreas nasofaríngeas, que requieren lubricación antes de introducirse a través de la nariz
del paciente (Smith et al., 2007).
- Intubación
Es posible establecer una vía aérea segura con el objetivo de proporcionar anestesia y
lograr el control urgente de las vías respiratorias mediante la inserción de una Cánula
Endotraqueal (CET). Esto implica que el anestesiólogo pase una sonda, bajo visión
directa obtenida con el uso de un laringoscopio, entre las cuerdas vocales y hacia el
interior de la tráquea. Esta cánula se conecta con el sistema de suministro de anestesia.
Se infla un manguito (globo) que se ubica en el extremo distal de la CET, para facilitar la
ventilación mediante presión positiva e impedir que el contenido del estómago se aspire
hacia los pulmones del paciente, fenómeno que puede provocar complicaciones
pulmonares graves.
Las indicaciones para la intubación incluyen:
Pacientes en riesgo de broncoaspiración que requieren protección de la vía aérea (p.
ej., tiempo de ayuno desconocido, traumatismo, obesidad, obstrucción intestinal,
cesárea)
Colocación de un paciente en posición para una cirugía en la que resulta vital
asegurar la vía aérea; posición sedente o prona.
Procedimientos quirúrgicos específicos; oído, nariz y garganta, cara, cirugía
plástica o dental; en los que la vía aérea debe protegerse de la hemorragia en el sitio
quirúrgico, y también para facilita el acceso a éste.
Cirugía abdominal que requiere relajación muscular y ventilación mecánica
Cirugía torácica que requiere control específico de la ventilación, y en ocasiones
ventilación de un solo pulmón
Pacientes con calificación de Mallampati clase III o IV, en quienes se anticipa una
vía aérea difícil (Fell y Kirkbride, 2007)
Es una técnica que sirve para asegurar la vía aérea con rapidez para reducir el riesgo de
broncoaspiración pulmonar del contenido gástrico.
El asistente del anestesiólogo realiza la maniobra de Sellick, usa los dedos para aplicar
presión sobre el cartílago cricoides, para desplazarlo con firmeza hacia atrás sobre los
cuerpos vertebrales cervicales que se ubican detrás y ocluir así el extremo superior del
esófago, lo cual previene la broncoaspiración del contenido gástrico (DeLamar, 2007).
Los pacientes deben ser advertidos de que sentirán presión sobre el cuello al tiempo que
se está induciendo la anestesia. Una vez que se establece la vía aérea, el paciente se coloca
en posición y se le coloca equipo adicional, como aparatos para calentamiento y
monitoreo.
b) Mantenimiento de la anestesia
Una vez que se induce al paciente y se asegura la vía aérea, la anestesia debe mantenerse
durante todo el procedimiento quirúrgico con la administración de una combinación de
oxígeno, gas de óxido nitroso y agentes volátiles (p. ej., sevoflurano). Los narcóticos y
los antieméticos son coadyuvantes que también pueden administrarse.
c) Recuperación de la anestesia general
El tubo se retira siguiendo su eje curvo. Es posible que se requiera aspiración adicional
antes de que se coloque una mascarilla de oxígeno o puntas nasales. Después de esto se
transfiere al paciente desde la mesa quirúrgica hacia la camilla o la cama. Es posible
colocarlo en la posición lateral, a menos que el anestesiólogo esté convencido de que esto
no es necesario. El paciente se gira hacia un lado, con la pierna en la parte superior
flexionada y la que queda abajo en extensión; la cabeza se coloca de lado, de tal manera
que la lengua sea atraída hacia adelante por la gravedad, lo que evita la obstrucción de la
vía respiratoria (Fell y Kirkbride, 2007). Esta posición se conoce como posición para
recuperación.
2. ANESTESIA LOCAL
Grupo de procedimientos que implica la aplicación local de anestésicos (p. ej., lidocaína,
bupivacaína) para bloquear las vías sensoriales nerviosas, lo que permite la cirugía sin
dolor y sin pérdida de la conciencia. Estas técnicas incluyen la anestesia epidural y la
subaracnoidea, los bloqueos nerviosos periféricos, la infiltración local, la aplicación de
anestésicos locales en aerosol sobre las cuerdas vocales antes de la intubación, y el uso
local de geles anestésicos, que con frecuencia se usan antes de canalizar a los pacientes
pediátricos.
Estas técnicas son en particular útiles para pacientes con afecciones comórbidas que
contraindiquen el uso de la anestesia general. En muchos casos, pueden aplicarse junto
con la anestesia general, con lo que permiten cierto grado de alivio del dolor
posoperatorio.
En ambas técnicas, los pacientes se colocan con la espalda arqueada para formar una letra
C, a fin de incrementar al máximo el espacio entre los procesos espinosos y facilitar el
acceso para la introducción de las agujas subaracnoideas o epidurales. Esta posición es
semejante a la que se utiliza para la punción lumbar (Williams, 2005). Para los pacientes
con discapacidad física, esta posición resulta difícil y es posible que se les siente en
posición erecta.
Una vez aplicado el bloqueo, el paciente debe vigilarse en forma estrecha para descartar
cualquiera de las complicaciones mencionadas. La eficacia de bloqueo también debe
evaluarse antes de que inicie la cirugía.
El paciente debe recibir explicaciones y reafirmación todo el tiempo. Los pacientes deben
comprender que si bien la anestesia regional bloquea los estímulos dolorosos, aún podrán
sentir la presión que se ejerce sobre el área del procedimiento quirúrgico. También se les
administrarán fármacos (p. ej., midazolam) para mantenerlos somnolientos y no perciban
toda la actividad que ocurre en torno a ellos. Es posible la administración de oxígeno
mediante una mascarilla de Hudson o de puntas nasales. El personal quirúrgico y de
anestesia deben estar alertas para no producir ruido innecesario. Durante el
procedimiento, la enfermera puede sentarse a la cabecera del paciente y utilizar
comunicación verbal y no verbal para reducir la ansiedad de aquél. Es importante que el
personal de anestesia mantenga un monitoreo hemodinámico estrecho para detectar
cualquier complicación o efecto indeseable de la anestesia regional.
* Infiltración local
* Anestesia regional
Las técnicas para la anestesia regional (con frecuencia denominada ‘bloqueo periférico’)
implican la inyección de fármacos en cualquier punto a lo largo de un nervio, lo cual
produce anestesia en la región distal del cuerpo sin pérdida de la conciencia (DeLamar,
2007). La anestesia regional puede administrarse mediante:
• Dosis única
Los bloqueos regionales, que pueden inducirse mediante el uso de anestésicos locales (p.
ej., bupivacaína, lidocaína), incluyen:
• Extremidad superior; bloqueo del nervio axilar para cirugía de codo, antebrazo y mano