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VALORACIÓN JURÍDICA DE LA ACCIÓN DE LESIVIDAD EN COLOMBIA

Pedro Agustín Triana Martínez1

Introducción

El derecho que les asiste a las autoridades para demandar sus propios actos ante la jurisdicción

contenciosa administrativa ha sido denominado por la doctrina como la Acción de Lesividad. Esta

figura jurídica propiamente no existe como un medio de control en el procedimiento contencioso

administrativo en Colombia, su finalidad es reafirmar el privilegio de autotutela estableciendo un

trato diferencial a la administración, como recurso para garantizar el control judicial efectivo

respecto de sus propias actuaciones, otorgando para ello términos excepcionales para demandar

sus propios actos y privilegios en el procedimiento administrativo para la aplicación del mecanismo

procesal de la revocatoria directa de los mismos.

El presente ensayo busca proponer un repensar en la aplicación de esta figura en el actual Código

de Procedimiento Administrativo y Contencioso Administrativo en Colombia (Ley 1437 de 2011),

y evaluar el desarrollo que ha tenido en nuestro ordenamiento jurídico, haciendo un estudio

comparado con algunos aspectos en la aplicación de la acción de lesividad en España, para

determinar si existe la necesidad de implementar de un nuevo procedimiento que desarrolle mejor

esta figura jurídica en el derecho administrativo colombiano, contribuyendo de esta forma al campo

del conocimiento ya existente en la materia.

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Abogado Especialista en Derecho Administrativo y Magister en Derecho Administrativo, Docente Universitario en
las cátedras de derecho Administrativo General, Administrativo Colombiano y Procesal Administrativo en la
Corporación Universitaria Americana y Catedrático en la Escuela de Postgrados en la Especialización de Derecho
Administrativo en la Universidad Simón Bolívar de Barranquilla. Asesor y Litigante en la Materia.
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MECANISMOS JURÍDICOS CON QUE CUENTAN LAS AUTORIDADES PARA

RECURRIR SUS PROPIOS ACTOS

Dentro del género de los actos jurídicos, el acto administrativo es el mecanismo de actuación más

conocido, por medio del cual las autoridades en ejercicio de funciones administrativas manifiestan

su voluntad. De esta forma se crean o modifican situaciones jurídicas de carácter particular y

concreto que generan efectos en el ámbito del derecho cobijados por presunción de legalidad.

Pero al igual que los particulares yerran en sus actuaciones, también el Estado lo hace en la emisión

de su voluntad. De esta forma puede llegar a expedir actos no conformes a la Constitución o a la

Ley, al interés público o que atenten contra él, e incluso causar agravios injustificados a una persona

(Marsiglia, 2016). Para contrarrestar esta situación y garantizar la indemnidad del ordenamiento

las autoridades cuentan con dos mecanismos procesales: uno en sede administrativa y otro ante la

jurisdicción contenciosa administrativa. Estos mecanismos buscan restablecer el derecho que se

halla protegido en una norma jurídica y que ha vulnerado la administración con la expedición de

su propio acto.
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LA REVOCATORIA DIRECTA

La revocatoria directa de los actos administrativos es un primer recurso a favor de las autoridades,

tendiente a lograr la inmunidad del ordenamiento jurídico y que en este no prevalezcan actos

administrativos que contraríen las disposiciones superiores (Cerra 2006). La disyuntiva para la

autoridad inicia con el requisito de procedibilidad de obtener; el consentimiento previo, expreso y

escrito del respectivo titular. Si la autoridad no obtiene dicha autorización no podrá revocarlo,

aunque éste haya tenido lugar por medios ilegales o fraudulentos. A las luces del artículo 97 de la

Ley en comento, solo podrá acudir a la jurisdicción contenciosa administrativa a demandar su

propio acto.

Nader Orfale (2014) señala que la posición adoptada por el legislador en la Ley 1437 de 2011 en

relación con lo establecido en el Decreto 01 de 1984, se debió al cambio constitucional. Según

dicho autor, en la Constitución de 1991 lo más importante son las garantías de los administrados,

fundamento bajo el cual el actual código procesal adopta una posición inflexible con la

administración en lo atinente a la aplicación de la revocatoria. Se da una prevalencia absoluta de

los derechos consolidados a favor de los particulares.

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LA ACCIÓN DE LESIVIDAD EN COLOMBIA

En el año 2007 el Gobierno Nacional creó la comisión para la reforma a la jurisdicción contenciosa

administrativa y estableció el Decreto 4820 de 2007. Debía presentarse ante el Congreso de la

República un proyecto de reforma al anterior Código Contencioso Administrativo, era la

oportunidad para incorporar un medio de control autónomo como la Lesividad y repensar esta

figura en el contexto de la globalización y su impacto sobre la normatividad que hoy acaece y las

nuevas formas de concebir el Derecho Administrativo.

Al expedirse la Ley 1437 de 2011, se simplificó el procedimiento y se determinó que las

autoridades deberán demandar sus propios actos en igualdad de condiciones que los particulares.

Desde ese entonces las autoridades pueden hacerlo: a través del medio de control de Nulidad y

Restablecimiento del Derecho, en un término no mayor a cuatro meses posteriores a su publicación

o comunicación; por Nulidad Electoral, en un término no mayor a treinta días después de la elección

si esta se declara en audiencia pública; en los demás casos de elección y en los de nombramientos

a partir del día siguiente al de su publicación, so pena de que se configure la Caducidad.

El nuevo Código ha constituido un cambio al paradigma establecido por el fallo Blanco del tribunal

de conflictos francés, consistente en que la administración debe regirse por normas especiales

diferentes de las aplicables a las relaciones entre los particulares. En este punto, se puede sostener

que el derogado Decreto 01 de 1984 daba un trato diferencial a las autoridades en el procedimiento

al establecer excepciones: en sede administrativa se permitía la revocatoria directa del acto si éste
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fue expedido por medios ilegales o fraudulentos y la acción de Lesividad se podía interponer con

un término de caducidad diferenciado de dos años.

Con la nueva Ley procesal, las autoridades han perdido la oportunidad de acudir a la Jurisdicción

Contenciosa Administrativa para instaurar el correspondiente medio de control y de esta forma

desvirtuar la legalidad del acto administrativo lesivo a la administración. El operador judicial de

oficio o a solicitud de parte deberá rechazar la demanda, por haber fenecido el término de caducidad

del medio de control. De tal manera que actos abiertamente en contraposición a las disposiciones

superiores y violatorios del principio de legalidad quedan incólumes en el ordenamiento jurídico.

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CONCLUSIONES

La acción de lesividad como facultad de la administración pública para controlar judicialmente su

propia actividad, debe ocupar un lugar privilegiado dentro de la legislación colombiana. A pesar

de ello, la ley 1437 de 2011 le resto eficacia cuando no estipulo normas distintivas para que la

administración la ejercitara.

En oposición a lo que sucede en Colombia, España cuenta con un sistema normativo que le permite

a la administración el control de su propia actividad de una mejor manera. La existencia de

conceptos sustanciales y procedimentales como: la presunción de legalidad relativa, la nulidad de

pleno derecho, anulabilidad de sus actos administrativos y la existencia de un proceso

administrativo de lesividad, que culmina con una declaratoria que activa los términos judiciales

para demandar el acto declarado lesivo y la admisión de términos judiciales especiales para

pretender la nulidad de su propio acto.

Es pertinente iniciar una investigación jurídica que proporcione alternativas para atenuar la

afectación del interés público lesionado, bien sea por errores inducidos por los particulares o por

las autoridades en la expedición de sus actos administrativos. Es necesario plantear un nuevo

escenario procesal, que optimice y concilie la protección de los intereses particulares y el principio

de legalidad de los actos administrativos. Tomando como patrones ordenamientos jurídicos

pioneros en el sistema de lesividad, y de esta forma determinar si la institución de la lesividad debe

tener aplicación absoluta en nuestro ordenamiento jurídico como medio de control autónomo.
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Referencias Bibliográficas

Cerra Betancur, Germán. La Revocación Directa De Los Actos Administrativos. ¿Mecanismo

Excepcional De Impugnación O Especial Prerrogativa De La Administración? Bogotá.

2006. 122 P. Tesis (Derecho). Pontificia Universidad Javeriana, Facultad De Ciencias

Juridicas

Marsiglia Hernández, C. R. (2016). Sobre La Revocatoria Directa De Actos Administrativos: Un

análisis comparado C.C.A (Decreto 01/84) C.P.A.C.A. (Ley 1437 de 2011). Derecho y

Sociedad, 1, 11-18.

Nader Orfale (2014). Advocatus Volumen 11 No. 23: 39 - 47, 2014 | Universidad Libre Seccional