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La Cruz y la Honda.
Resumen:
Este texto pretende establecer un diálogo con otras ‘voces’, que han sido recluidas
en el olvido por muchos investigadores sociales; voces silenciadas por las formas y
metodologías de investigación social.
El diálogo con otras voces, y otras miradas sobre la realidad, busca valorar la
participación de las mujeres en los distintos procesos organizativos que
emprendieron las comunidades desplazadas para rehacer los derechos de los
cuales fueron despojadas.
Las luchas colectivas pueden permitirles a las mujeres influir en instituciones tales
como el hogar, el mercado y el Estado. La condición social, que experimentan las
mujeres de la comuna 3 —barrios la Cruz y la Honda— y en especial las vinculadas
a algún tipo de organización o grupo, las capacita como mujeres que siempre
buscan la participación, sin desconocer su pertenencia a un grupo social en
particular. Ellas asumen la ciudad como referente de construcción de civilidad,
recreando y rescatando lo femenino, lo simbólico, la subjetividad, la estética, la
creatividad y la solidaridad en los procesos individuales y sociales. Las estrategias
de interacción de las mujeres con otros actores sociales y políticos las establecen
por medio de alianzas, procesos comunicativos, educativos, organizativos,
producción de conocimiento y acciones políticas y públicas.
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Desplazamiento forzado: Estrategias para entrar y salir de un ‘mundo rural’
al complejo ‘mundo urbano’ de la ciudad de Medellín.
La llegada a la ciudad de
pobladores venidos de Foto: Barrio La Honda. Fuente: Milton Espinosa.
distintos lugares,
especialmente del campo, 4
ocupando un territorio marginal en la ciudad, ha derivado en una ―ruralización de
las ciudades—. Es decir, que en las ciudades se ha dado una recomposición no
Las desplazadas hacen memoria del lugar que habitaban, como algo distinto al que
habitan ahora, porque sienten que no están en un lugar digno, puesto que la
situación que se vivía en el campo es distinta a la que se vive en un nuevo lugar de
habitación: la ciudad.
El sentimiento de
protección, de
certidumbre y
seguridad que les
brindaba el territorio,
El tener que huir del lugar de arraigo, de su referente cultural y territorial, por la
hostilidad constante y la amenaza a la vida por parte de grupos armados; siempre
ha sido una experiencia traumática y dolorosa. Este momento de salida forzada, de
huida es narrado por una desplazada10:
Como vemos la salida siempre es forzada, obligada por la coacción de los grupos
armados ilegales, que quieren controlar el territorio e imponer nuevas reglas de
convivencia, de estar, de habitar un lugar. La huida, la salida, es el punto de ruptura
con la permanencia que posibilitaba el arraigo; y se comienza el largo camino por
los procesos de desarraigo11.
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Cuando llegan a Medellín las personas desplazadas se ubican generalmente en
asentamientos de desplazados, familiares o amigos cercanos. Una característica es
Este caso narrado por una mujer, nos presenta el recorrido que hace por distintos
espacios y contextos sociales y culturales de la ciudad de Medellín. Su llegada fue
primero al barrio Robledo, luego de contactos con distintas organizaciones sociales
de desplazados y derechos humanos, se sitúa finalmente en la Honda.
La llegada, casi siempre esta precedida por una larga y penosa caminada de pueblo
en pueblo, de barrio en barrio, en busca de un lugar, de un territorio para sembrar
su morada. O como dice Donny Meertens “prefiero no hablar de lugares de
recepción de los desplazados en Colombia, porque nadie los recibe, las familias se
insertan ‘a la brava’, o como puedan, en los medios urbanos, y éstos son, por lo
menos inicialmente, simples sitios de llegada”
La lucha que pasaron las desplazadas de la Honda y la Cruz por encontrar un nuevo
lugar, fue un largo proceso. En estas luchas, se inicia un proceso cultural de arraigo,
que comienza con esta narración:
“De ahí nos mantenían echando vainas. Una amiga mía. Me dijo que iban a
coger unos lotes allá. Y que eso era de yo no sé quién; y que yo no sé qué
organización lo iba a negociar. Entonces yo arranque y me vine. Y ahí
hicimos 70 viviendas. En Bello Oriente, en las faldas de Bello Oriente. Y ya
nosotros estábamos ahí hacia 15 días teníamos los plásticos con la maderita,
los asientos, los solarcitos ya organizados cuando vino la policía y nos sacó.
Desbarato los primeros ranchos. Bueno se fueron. Y Nosotros a los tres días 10
volvimos a armar. Entonces, ya vinieron y ya fue, que quemaron la madera.
La señora narra, la férrea lucha por encontrar un lugar donde asentarse. La lucha
por ganarse un lugar en la ciudad. Sin embargo, fueron desalojadas por la policía
en varias ocasiones de los sitios que ocupaban. Pero la persistencia —tal vez su
resistencia—, les permitió no desistir en la lucha por tener un pedazo de tierra donde
plantar allí un rancho…
Pues yo ahorita, que ya tengo esta huerta aquí, también, tengo que comer.
Tengo, cebolla, cebolla de rama, de huevo, tengo pimentón, tengo repollo,
tuve maíz, ya lo cogí; tuve alverja, ahorita tengo otra vez alverja, frijol. Ya
estoy trasplantando el repollo otra vez. Remolacha, zanahoria, ya se me
olvido. No me acuerdo como es que se llama eso ahorita… ¡Lechuga!, la
lechuga, tengo papa, tengo lulo, tengo aromáticas, tengo yerbabuena. Hay
otras ramitas, como es que se llama, el tal tomillo, por ahí, tengo varias
cositas. Pues, ahorita, tuve tomate de árbol, ya se secó, tengo maticas de
guineo, que también me ha servido.
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Estas acciones sobre un territorio muchas veces se superponen a la memoria
dolorosa del territorio dejado por la fuerza y la coacción.
“Es que eso es la discriminación que yo siento en este momento. Lo que los
desplazados, hemos sentido, y que en este momento, tenemos muchas
historias. Hemos sufrido, unos han sufrido un dolor por un lado y nosotros
sufrimos dolores por toda parte. Pero a nosotros nadie nos reconoce eso.
Porque a nosotros el estado, el gobierno nos promete muchas cosas pero no
nos las cumple.
Y un día estábamos haciendo la fila, y se paró un señor gordo, blanco, así en
las escalas, y dijo: esta es mucha hijueputa tanda de desplazados. Para tirar
una bomba para acabar con todos estos hifueputas. Así nos dijo.
El señor que nos daba nos dejó de repartir. Y él nos dijo que era que se lo
habían prohibido. Pero que hemos llevado, hemos llevado. Pero la
discriminación, nunca se nos olvida. Porque la discriminación a nosotros
nunca… vayan a creer que la vamos a olvidar. Los que nos la hacen no echan
de ver, nosotros echamos de ver. Somos mucha gente, seamos lo que seamos,
pero echamos de ver eso”.
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En el momento en que las personas hacen conciencia de su sufrimiento, vuelven
sobre él, con otra mirada, esta nueva manera de abordar el dolor implica ver el
Una de las principales tareas sociales adaptativas que realizan las comunidades
desplazadas en los ‘nuevos lugares’ de asentamiento, es la recomposición de las
relaciones sociales interrumpidas, en un contexto al que se llega con la carga de la
imposible. Los anteriores lazos de cercanía y unidad familiar compartida que vivían
en una región tradicional de la que salieron, es muy difícil recomponerlas. Sin
Es muy complejo el acomodo en una ciudad como Medellín, que no solo no los
recibe sino que los relega a los lugares más pobres y marginales; a los barrios o
asentamientos periféricos, de difícil acceso; geográfica y socialmente ubicados en
sitios muy adversos y hostiles —de ‘invasión’—; y además, con la carga simbólica
que tienen estos barrios de ‘no-lugar’, de estigma, discriminación e invisibilidad.
También hicieron conexiones desde un acueducto comunal, que aún surte de agua
a unas ochenta casas de la Honda.
Hay sectores de la Cruz y la Honda donde el agua solo llega a determinadas horas
del día, estos sectores se sitúan en la parte alta, como el sector los 'Alticos'. El agua
aún sigue siendo una necesidad sentida por la comunidad. Además, el acueducto
aún permanece de forma artesanal en muchos sectores del barrio. Y esas aguas
residuales, casi siempre salen por los caños de las carreteras, senderos o caminos.
Es decir, que no hay una conducción adecuada —aséptica— de las aguas
residuales, ni se cuenta con un saneamiento ambiental.
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Esto influye directamente en la calidad de vida de los habitantes, sobre todo en la
salud de las poblaciones más vulnerables como los niños y adultos mayores.
Sin embargo, la gente inventa o crea otras formas de llegar a los lugares, a través
de otras señales, puesto que esa simbología de calles, carreras, avenidas… es muy
compleja para manejar en la estructura mental del recién llegado, que apenas se
está adaptando a ese mundo incierto e inseguro que es la ciudad; además esta
nueva simbología de orientación es una cuestión no solo compleja sino difícil de
asimilar en todas sus dimensiones.
Pero esta participación fue de alguna manera, activa porque las personas tenían
unos conocimientos acumulados y una experiencia que los capacitaba para que las
organizaciones nacientes tuvieran un fundamento sólido: “en Urabá. Yo fui concejal
también allá. Yo fui directiva Corpraur, y allá nosotros teníamos 4 organizaciones.
Asopaba, como es, Asproan, Asproba, la otra, no me acuerdo como se llamaba, la
una era en Vajirá. La otra en San Pedro… en San José, en San José...
¿En san José de qué? En San José de Apartado. Y la otra en Necoclí. Pero la otra
no me acuerdo donde era. Son cuatro. Y nosotros trabajamos muy legalmente,
gracias a dios. Todo el mundo nos valoró, muy bueno. Fui presidente de la Junta de
Acción comunal 10 años. Yo fui muy reconocida”.
Como se dijo, los lugares de llegada tienen un carácter siempre provisional; y ahora,
las comunidades después de años de estar asentadas en la Honda y la Cruz, ven
amenazada su permanencia en el lugar. En este momento comienzan los procesos
duros de lucha contra el gran monstruo del Parque Arví19, un megaproyecto que 18
pone en riesgo su estadía en el lugar. Pues, las instituciones del municipio, entre
ellas planeación, están interesadas en ‘relocalizar’ las comunidades de la Honda y
Los pobladores de la Honda y la Cruz han creado sus propias formas organizativas,
a través del contacto con organizaciones populares como la ACA, Andas, Mosda,
Acnur; y por supuesto, que son muy importantes sus propias experiencias
organizativas personales y colectivas. Estas han sido de gran apoyo para reconstruir
o reelaborar nuevos procesos organizativos y restablecer los derechos de los que
han sido despojados.
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Consideraciones
El texto da cuenta del diálogo que establecen las personas desplazadas con su
propio mundo —conocimientos, tradiciones y costumbres— y con los otros del
mundo urbano y sus especificidades sociales y culturales. Es decir, que se da un
diálogo también con otros saberes, otros conocimientos y otra tradición —la
modernidad o mejor el mundo modernizante—.
Adorno nos decía que era muy importante darle la voz a los que sufren, creo, que
el texto va más allá: dialoga con personas sin esperanza, porque todo lo han
perdido; sin embargo, “sólo gracias a aquellos sin esperanza nos es dada la
esperanza” (Marcuse: 286:1969).
La codificación de las notas de campo, está constituida por las letras (NC) que hace 22
referencia a Notas de Campo, seguida de un número (1,2…) separada por una diagonal ( / );
luego, iniciales de letras que hacen referencia al título de las Notas de campo; seguidamente
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1.2 Códigos de identificación de los documentos
Nota:
Las voces de las mujeres que van señaladas entre comillas. Son tomadas de las
fundamentalmente de las entrevistas 2, 6, 7. Pero teniendo en cuenta que muchas
de estas apreciaciones coinciden o son semejantes a las otras entrevistas.
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Bibliografía
Este texto de Heidegger fue expuesto por primera vez en Darmstadt, en 1951. En aquella
época Alemania pasaba por una aguda carencia de viviendas, ya que innumerables
construcciones habían sido destruidas por los bombardeos aliados durante la Segunda
Guerra Mundial. El escrito, en buena medida, es una reflexión sobre esas horribles
construcciones masivas que hoy sirven de vivienda a millones de personas en nuestras
grandes ciudades. Y sigue siendo actual porque, aún en nuestros días, en muchos lugares,
la construcción de viviendas masificadas sigue destruyendo la base misma de la
habitabilidad. 1)- En el alemán actual, "wohnen" significa habitar; "Wohnung" es vivienda. (N.
del T.) 2)- En inglés actual "thing" significa, efectivamente: "cosa" (N. del T.). 3)- Huis. En el
alemán actual "Haus" significa "casa". (N. del T.). 4)- hervorbringen = hacer surgir, hacer
aparecer. (N. del T.).
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Notas Bibliográficas