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Debate

II. El futuro de la religión


entre el fundamentalismo y la modernidad

Claude Geffré, O.P. *

El futuro del mundo es una vez mentalismo de identidad. Las religio-


más una página en blanco. Aunque nes vivieron la modernidad casi siem-
una opinión pública, cada vez más pre como una amenaza. El objeto de
extendida, intente convencernos de mi exposición será mostrar que la
que el terrorismo es la amenaza prin- modernidad, entendida como razón
cipal que pesa sobre el siglo XXI, crítica y como razón democrática, es
somos cada vez más los que denun- una ocasión para el futuro de las reli-
ciamos los graves peligros de una glo- giones mismas al mismo tiempo que
balización que engendra una pobreza para la civilización mundial. Antes que
creciente para los tres cuartos de la profetizar el fin de la religión, sería
humanidad y que daña los equilibrios preferible hablar acerca de lo religio-
básicos de nuestro medio ambiente. so de otro modo.
Nuestra responsabilidad de teólo- Previamente procuraré situar el
gos nos obliga a testificar que “otro escenario de lo religioso en el tiempo
mundo es posible”. de la globalización. Después recor-
En este contexto, querría hacer daré la tentación permanente del fun-
una pregunta sobre el futuro de las damentalismo que siempre se origina
religiones. Se trata de saber si las de una sacralización indebida de la
religiones pueden contribuir a huma- verdad. Es otra manera de reflexionar
nizar la globalización. Creo poder sobre las conexiones entre la religión
decir que pronunciarse sobre el futu- y la violencia. Así podremos finalmen-
ro de la religión en el mundo actual, te evocar las oportunidades de la
es lo mismo que preguntarse si las modernidad y, en concreto, la nove-
religiones pueden afrontar el desafío dad del diálogo interreligioso y la res-
de la modernidad o, por el contrario, ponsabilidad histórica de las religio-
sólo pueden replegarse en un funda- nes para hacer posible otro mundo.

* Profesor emérito del Instituto Católico de París.

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Claude Geffré

El escenario de lo religioso plejas a las que pertenece una deter-


en el tiempo de la globalización minada doctrina o práctica, el criterio
de la verdad y, por lo tanto, la elec-
Cuando uno trata de redefinir el ción consiste en la autenticidad de la
escenario de lo religioso en el mundo experiencia subjetiva en la búsqueda
de hoy, conviene distinguir la plurali- de una salvación, entendida primor-
dad de los nuevos movimientos reli- dialmente en términos de bienestar y
giosos y la pluralidad de las grandes de la máxima plenitud. Esta atracción
religiones históricas aún vivas. Y, en por lo religioso en todos sus estados
cada caso, se puede verificar el coincide con el descrédito de las ideo-
impacto de la globalización en el plu- logías y utopías modernas; y la pro-
ralismo religioso. funda incultura religiosa de nuestros
contemporáneos, empezando por los
1. Especialmente en Occidente, se
mismos cristianos; favorece un brico-
asiste a la proliferación de nuevas
lage, a menudo sorprendente, entre
religiosidades que reclutan cada vez
creencias separadas de sus lugares de
más seguidores y que no hay que
origen. Las creencias flotan y sus
confundir con las sectas propiamente
fronteras son tan fluidas que pueden
dichas. Su éxito está en la conexión
coexistir o fusionarse sin preocuparse
directa con el fenómeno de la globali-
por su incompatibilidad. Ésta es la
zación. La comunicación audiovisual
ocasión de reasumir la fórmula feliz
tiende a borrar la frontera entre el
de la socióloga inglesa Grace Davie:
mundo de la realidad y el mundo vir-
“creyendo sin pertenecer” (believing
tual: ella privilegia la experiencia vivi-
without belonging).
da frente a las normas de orden doc-
Conviene reconocer por fin que el
trinal o ético; favorece un gran
éxito de esta pluralidad de corrientes
relativismo en cuanto a contenidos de
sincretistas de inspiración neopagana,
la verdad y favorece la consideración
especialmente en Europa, coincide
de que las varias riquezas de tipo reli-
con la pérdida de la credibilidad, si no
gioso son simples objetos de consu-
del mismo cristianismo, sí al menos
mo. Se asiste, por consiguiente, tan-
de las Iglesias oficiales. Frente a las
to al nacimiento de un supermercado
desilusiones de una modernidad bajo
de lo religioso, que oferta a los con-
el signo del secularización, de una
sumidores, cada vez más numerosos,
racionalidad puramente técnica e ins-
los múltiples productos de las religio-
trumental y de un desfase entre un
nes vivas e incluso de las muertas
mundo cada vez mas artificial y el
(mitos, símbolos, doctrinas, técnicas
mundo vivido, se discierne una aspi-
mentales y ascéticas variadas) como
ración confusa a descubrir de nuevo,
útiles para la experiencia espiritual y
más allá de las fragmentaciones, un
para la curación del alma y del cuer-
reencantamiento verdadero, es decir,
po.
una unidad esencial entre el hombre,
El rasgo dominante en estos nue-
el universo y Dios.
vos movimientos religiosos es la ten-
dencia al sincretismo. Sin tener en 2. Sea lo que sea de esta multipli-
cuenta las tradiciones religiosas com- cidad de religiosidades, si hoy se

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El futuro de la religión entre el fundamentalismo y la modernidad

habla de pluralismo religioso, se pone ciente del budismo en Europa occi-


la atención sobre todo en las grandes dental y en toda Norteamérica. Su
religiones históricas aún vivas. Las impacto religioso es muy superior a la
grandes religiones monoteístas evi- cantidad de seguidores. Se asiste así
dentemente, pero también las dos a una especie de inversión del mode-
grandes religiones orientales como el lo misionero anterior. Mientras la
hinduismo y el budismo, sin olvidar las expansión misional siguió los caminos
sabidurías chinas como el taoismo y el de la conquista colonial del Norte
confucianismo. Estas religiones del hacia el Sur, hay que hablar ahora de
Este son mejor conocidas por el gran una nueva impregnación de las tradi-
público y muestran una vitalidad nue- ciones religiosas del Este en el mundo
va. El cristianismo sigue siendo la pri- occidental.
mera religión del mundo con más de 2) Gracias a la facilidad de los
dos mil millones de fieles. Pero el intercambios dentro de la aldea pla-
Islam ya cuenta más de mil millones netaria, las religiones reclutan otra
de fieles; y las religiones como el hin- vez seguidores en el territorio de las
duismo y el budismo, que mantienen otras religiones. La pluralidad externa
su predominio en millones de asiáti- de las religiones está acompañada,
cos, tienen también millares de miem- por lo tanto, de una pluralidad interna
bros en Europa y en Norteamérica. dentro de cada una de ellas. Esta pro-
Acerca de este escenario de lo religio- paganda religiosa se puede hacer
so en este principio del siglo XXI, me suavemente, sin proselitismo agresi-
permito hacer tres observaciones. vo, porque muchos hombres y muje-
1) Debido a la globalización, a la res pueden combinar sin conflicto
rapidez de las comunicaciones y a los varias pertenencias. Ya he hablado de
grandes flujos migratorios de las una creencia sin pertenencia. Se pue-
poblaciones, la pluralidad externa de de hablar de igual manera de una per-
las religiones se ha modificado. No se tenencia sin creencia: pertenecer sin
puede tan fácilmente como en el creer (belonging without believing).
pasado distinguir las religiones misio- De hecho, la pertenencia a una reli-
neras con pretensión universal y las gión oficial no prejuzga el número de
religiones locales ligadas necesaria- creencias que acepta. Así, la globali-
mente a sus raíces étnicas y cultura- zación engendra una fragmentación
les. La mayor parte de las sociedades creciente de las grandes religiones
se han hecho plurirreligiosas. Esto es históricas y de las Iglesias. En conti-
verdad en un continente como Europa nentes como África e Iberoamérica,
donde, junto a la herencia judeo-cris- se nota que el mismo mensaje evan-
tiana, es necesario ya tener en cuen- gélico está en el origen de nuevas
ta un Islam europeo de más de 15 Iglesias o incluso sectas cristianas
millones de fieles, sin tener en cuenta que toman deliberadamente su dis-
la probable entrada de Turquía en la tancia con respecto a la Iglesia católi-
Unión Europea. Hay que estar tam- ca y anteriores denominaciones pro-
bién muy atento a la presencia cre- testantes.

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Claude Geffré

3) Finalmente, no se puede evocar La tentación del fundamentalismo


el impacto de la globalización en el o la sacralización de la verdad
pluralismo religioso sin mencionar el
resurgimiento del fundamentalismo e Cuando uno lanza una mirada
incluso del fanatismo. Eso puede ser atrás en la larga historia de lo religio-
una reacción contra una globalización so, se percata de que el balance es
antisocial e injusta. Pero también es profundamente ambiguo. Las religio-
una protesta en nombre de tal o tal nes han atizado con demasiada fre-
identidad creyente contra el relativis- cuencia la violencia de la historia. No
mo generalizado de toda verdad de se puede menos que evocar la tesis
orden religioso y contra la permisivi- de René Girard sobre la connivencia
dad moral de las sociedades moder- secreta entre lo sagrado y la violen-
nas. Uno piensa evidentemente en la cia. La historia de lo religioso es con
deriva terrible del islamismo dentro demasiada frecuencia la historia de la
del mundo musulmán. Pero también intolerancia, del fanatismo, de la
observa las corrientes fundamentalis- exclusión, de prácticas a veces inhu-
tas y neofundamentalistas dentro del manas y de abusos del poder sobre
judaísmo, el catolicismo y las diversas las conciencias. Pero es necesario
Iglesias protestantes en los Estados subrayar la conexión especial entre la
Unidos. sacralización de la verdad y la legiti-
Se siente la tentación de hablar mación de la violencia. En el nombre
del famoso “conflicto de civilizacio- de lo absoluto de una verdad religio-
nes”, como si existiera por un lado el sa, lo que Emmanuel Lévinas designa
Occidente, es decir, el primer mundo como “el sabor áspero del absoluto”,
rico y capitalista permeado de la se puede justificar una guerra santa
herencia judeo-cristiana y, por el que lleva a la matanza de vidas ino-
otro, la civilización islámica, que pre- centes. Es el famoso triángulo antro-
tendería confundirse con las personas pológico del que habla con gusto el
más desaventajadas del planeta. Ver- musulmán Mahoma Arkoun: violencia
daderamente, desde el punto de vista – sagrado – verdad.
geopolítico, las cosas son mucho más
complejas. Acerca del fundamentalis- Los prejuicios que hay que evitar
mo es cierto, como veremos más ade-
lante, que las tres religiones mono- Conviene evitar un primer prejui-
teístas se han ganado su reputación cio: creer que las verdades de orden
de intolerancia y que está en relación religioso son más intolerantes que las
directa con una verdad revelada que ideologías ateas. La historia reciente
procede del mismo Dios. Pero la histo- del siglo XX nos muestra que las reli-
ria nos enseña que todas las religio- giones no tienen el monopolio del
nes, incluso las religiones paganas, fanatismo. Los peores genocidios los
pueden engendrar el fanatismo. Está provocaron ideologías ateas como el
ahí toda la cuestión sobre la relación nazismo y el comunismo soviético. Y
entre lo sagrado y la violencia. se podría mencionar también el terro-

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El futuro de la religión entre el fundamentalismo y la modernidad

rismo masivo practicado por China y conciencia de ser un pueblo elegido


por Camboya. sobre los otros. Y aún hoy, desde la
El otro prejuicio que hay que evi- creación del Estado de Israel, las
tar, es el que llevaría a pensar que las autoridades religiosas del judaísmo
religiones llamadas reveladas o, me- tienen mucha dificultad en hacer
jor dicho, las religiones que reclaman compatible la tensión entre la justicia
para sí mismas una verdad revelada inherente al mensaje de la Torá y el
por un Dios personal, es decir, en con- derecho al uso de la violencia que
creto los tres monoteísmos, son más todo Estado se atribuye para su pro-
intolerantes que las religiones paga- pia defensa. Si se hace referencia al
nas, los diversos politeísmos o las destino del cristianismo, nunca hay
religiones sin Dios como el budismo. que olvidarse de las consecuencias
La historia nos enseña que todas las desastrosas del fenómeno de cristian-
religiones pueden engendrar el fana- dad que empieza a principios del siglo
tismo cuando son manejadas por el IV y que comportaba una ideología
poder político para defender una cau- unitaria. Se produjo la confusión
sa, una raza, una etnia, una clase entre el poder espiritual y el poder
social. En vez de apaciguar la violen- temporal. Y cuando la política de los
cia espontánea que se ejerce contra emperadores favoreció la unidad y la
todos los que son diferentes o minori- expansión de la iglesia, los jefes reli-
tarios, sucede a menudo que la reli- giosos encontraron del todo natural
gión no hace sino avivarla. utilizar el brazo secular lo mismo con-
tra los infieles no cristianos que con-
La intolerancia tra los herejes y los cismáticos. En el
de las religiones monoteístas caso del islam, se debería sin duda
meditar en la manera típicamente fun-
Sigue siendo verdad que las tres damentalista con la que se alude a las
religiones monoteístas se han ganado circunstancias históricas del nacimien-
su reputación de intolerancia y que to de la religión del profeta para legi-
ésta tiene una conexión directa con lo timar el uso de la violencia en un con-
absoluto de una verdad de la que el texto del todo diferente. Me refiero a
mismo Dios es garante. No es nece- la transformación de la Djihad, com-
sario hacer un largo elenco de las bate espiritual contra sí mismo, en
intolerancias que deberían cargarse combate armado contra los enemigos
en la cuenta del judaísmo, del cristia- del islam. Lo que había tenido induda-
nismo y del islam. Cada una de estas blemente su legitimidad en el momen-
tradiciones religiosas tiene una histo- to de la reconquista de La Meca tien-
ria muy compleja y las causas de into- de a reproducirse y encontrar su
lerancia son múltiples. justificación siempre que el islam se
Yo sólo debo advertir que en el encuentra amenazado por los infieles.
caso del judaísmo, si ha podido pecar Pero más allá de la originalidad
por intolerancia, se debe menos a que propia de cada monoteísmo, yo
reclamaba para él mismo una verdad querría tratar ahora de discernir la
revelada por Dios que porque tenía la tentación específica de las religiones

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Claude Geffré

monoteístas. Es una tentación de ido- ¿Por qué la adhesión a una verdad


latría que consiste en conferir a un absoluta por haber sido revelada por
pueblo, a una Iglesia, a una comuni- Dios puede llevar a la intolerancia, al
dad, a un Libro la unicidad exclusiva fundamentalismo y al proselitismo
que pertenece sólo a Dios. Un Padre militante? Porque se ha absolutizado
de la iglesia del siglo IV pudo hablar esa verdad sin articularla con los
de un deslizamiento de la fe hacia una derechos de la persona. Se cae así en
“idolatría del Dios verdadero”. Y mien- la trampa de la verdad obligatoria
tras Abraham, el Padre de todos los bajo el pretexto que se trata de una
creyentes en el único Dios, es una verdad divina y salvadora. Todos los
figura marcada por el signo de la hos- medios son por lo tanto buenos para
pitalidad hacia el extranjero que viene forzar a los otros a pertenecer a esta
de lejos, existe esta idolatría muy comunidad que se presenta como la
específica que podría explicar las riva- única arca de salvación. Hablando en
lidades y los conflictos permanentes sentido estricto, ni la verdad ni el
entre los hijos de Abraham. error, tomados en abstracto, tienen
derechos. Es siempre la persona indi-
El estatuto de la verdad vidual, la conciencia, la que tiene
de orden religioso derechos. En su Declaración sobre la
libertad religiosa, la Iglesia del Vatica-
Si uno quiere conciliar la fidelidad no II mostró que esta libertad se basa
a su verdad limpia y la hospitalidad en la dignidad de la persona humana.
con respecto a otros en el diálogo Se trata de un derecho civil y univer-
interreligioso, es muy de desear refle- sal. En otros tiempos, y en varios paí-
xionar sobre el estatuto de la verdad ses europeos, sólo los católicos tuvie-
de orden religioso especialmente en ron el derecho a esta libertad religiosa
el caso una verdad revelada. En la era que incluye también la libertad de cul-
moderna no son suficientes, de to, de opinión y de expresión.
hecho, los actos de arrepentimiento
por las intolerancias del pasado, en De la tolerancia al diálogo
conformidad con la valiente invitación
del papa Juan Pablo II. Es necesario Al final del siglo XIX, la Iglesia
acometer todo un trabajo de discerni- romana pasó del anatema a la tole-
miento y preguntarse sobre la falsa rancia cuando reconoció la legitimidad
legitimación del proselitismo en nom- de una sociedad civil pluralista y laica
bre de los derechos absolutos de la fundada en el contrato social y no
verdad revelada con desprecio de los directamente en la autoridad de una
derechos de la libertad de conciencia. trascendencia divina. Pero dio un
Fue mérito en concreto de la Declara- paso mucho más considerable cuando
ción sobre la Libertad religiosa del reconoció, a mitad del siglo XX, la
concilio Vaticano II el haber afirmado libertad religiosa como un derecho
con fuerza que “la verdad sólo puede fundamental que pertenece a todo ser
imponerse por la fuerza propia de la humano, y cuando emitió un juicio
verdad”. positivo sobre las religiones no cristia-

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El futuro de la religión entre el fundamentalismo y la modernidad

nas. Se pasó entonces de una tole- mejor que un compromiso hecho de


rancia condescendiente a un verdade- tolerancia mutua.
ro diálogo que respeta y estima a los Como teólogo cristiano yo puedo
que profesan verdades religiosas dife- entonces, por ejemplo, iniciar un diá-
rentes. logo con los representantes del
Un diálogo como éste no conduce judaísmo porque tengo la convicción
al relativismo y a la renuncia a la ver- de que la plenitud del judaísmo en el
dad de cada uno si se entiende el cristianismo no borra el carácter irre-
estatuto propio de una verdad de ducible que tiene la elección del pue-
orden religioso. Es necesario desmiti- blo elegido por Dios. Igualmente, yo
ficar la falsa evidencia del famoso puedo hablar con el islam, porque si
lema: “La verdad es única y el error es verdad que considero a Cristo
es múltiple”. Esto sería confundir la como la plenitud de la revelación, eso
verdad de orden religioso que surge no me impide reconocer semillas de
siempre de un testimonio con una verdad en la revelación coránica. Yo
verdad matemática o científica. La vuelvo con gusto a la visión profunda
verdad revelada que recibo gratuita y del pensador judío Franz Rosenzweig
libremente de Dios es, por supuesto cuando escribe en su libro La estrella
única; pero yo la poseo siempre de de la redención: “Nosotros sabemos
una manera plural e inadecuada en que la esencia de la verdad es ser
una determinada interpretación. Éste compartida y que una verdad que no
es exactamente el drama de todos los fuera compartida por nadie no sería
fundamentalismos: identificar la letra en absoluto una verdad; la verdad
de los textos fundadores con la mis- entera es la verdad porque ella es
ma Palabra de Dios o, a la manera de parte de Dios”. La esencia de la ver-
los musulmanes, como el Libro in- dad es ser compartida porque la ver-
creado que existe con Dios. dad más sagrada, más absoluta,
El fundamentalismo escriturista, siempre se expresa en la contingencia
sea el de una cierta ortodoxia musul- de un idioma histórico. Eso no condu-
mana o el de cierto neofundamenta- ce al relativismo, pero testifica sim-
lismo protestante, siempre tiene su plemente el carácter inaccesible de la
origen en una sacralización del texto verdad completa que coincide con el
sagrado y en la ausencia de una lec- misterio de Dios.
tura hermenéutica que tome en serio El misterio de Aquél a quien llama-
la contingencia histórica de todo tex- mos Dios desborda las fronteras y los
to. Así, la verdad de orden religioso cauces de cualquier tradición religio-
no acepta la lógica del principio de sa. Ésta es la razón por la que hay
contradicción. Yo puedo adherirme a que superar la mentalidad de propie-
la fe y a la verdad de mi tradición reli- tario de la verdad. Citaré aquí la pala-
giosa aún reconociendo que mi ver- bra de Pedro Claverie, obispo de
dad no es ni exclusiva ni siquiera Orán, víctima del islamismo argelino:
inclusiva de cualquier otra verdad de “Soy creyente, creo que hay un Dios,
orden religioso. Es la base misma del pero yo no tengo la pretensión de
diálogo interreligioso que es mucho poseer a ese Dios, ni por Jesús, ni por

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Claude Geffré

los dogmas de mi fe; uno no posee a 1. Ninguna religión debe ejercitar


Dios”. su hegemonía sobre las otras de una
manera autoritaria, como si ella tuvie-
Las oportunidades ra el monopolio exclusivo de la verdad
de la modernidad sobre el Absoluto y en qué debe con-
para el futuro de la religión sistir la vida buena en la complejidad
de los destinos individuales.
En la búsqueda de un encuentro 2. Sin embargo, so pretexto de eli-
entre las religiones que escape a la minar todo sentimiento de la superio-
vez de las crispaciones del fundamen- ridad, no debe decretar que todas las
talismo y de las ilusiones de un ire- religiones valen lo mismo. Bajo la
nismo blando, debemos tomar con- apariencia de un liberalismo genero-
ciencia de la ocasión que nos ofrece so, llegaríamos a un relativismo com-
nuestra posición histórica bajo el sig- pleto que sería la negación de todo
no de la modernidad. El diálogo de las juicio del valor. Hay que mantener por
religiones tal como ya existe en este encima de todo la libertad del juicio
principio del siglo XXI es una novedad para denunciar en nombre de la con-
que coincide con la edad planetaria de ciencia universal la manera como
la humanidad y con la conciencia de algunas religiones han legitimado y
que vivimos en una casa común, en santificado tal o cual práctica total-
nuestra aldea planetaria. mente inhumana.
Esto es una suerte para el cuerpo 3. Es difícil establecer una jerar-
de la comunidad mundial y lo es para quía entre las religiones. Pero aunque
las mismas religiones. Por primera sea con sus límites, con sus imperfec-
vez, gracias a los progresos fantásti- ciones e incluso con sus perversiones,
cos de la ciencia y la tecnología, el todas las religiones dignas de este
destino del planeta Tierra y de la nombre tienen la ambición de trabajar
especie humana depende de la con- en la salvación y en la curación del
ducta responsable del hombre. Frente hombre en su totalidad.
a esta precariedad extrema, las varias A la luz de estos principios, yo
tradiciones religiosas descubren que, querría insistir en dos indisociables
en vez de estar al servicio de sí mis- factores de la modernidad que pue-
mas, tienen una responsabilidad den favorecer la buena gestión del
histórica respecto al tipo de hombre y diálogo de las religiones al servicio de
a las condiciones de una vida humana la comunidad mundial. En primer
en la tierra. En una palabra, en lugar lugar, las religiones deben tener en
de competir siempre entre ellas, las cuenta a ese tercer ausente que es el
religiones son invitadas a la conver- hombre no religioso. En segundo
sión. Frente a un pluralismo religioso lugar, la laicidad bien entendida pue-
insuperable, recordaré algunos princi- de ser un espacio favorable para la
pios que nos deben permitir evitar de tolerancia mutua entre el Estado y la
una vez el fundamentalismo y el rela- autoridad religiosa y para la conviven-
tivismo: cia entre las religiones.

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El futuro de la religión entre el fundamentalismo y la modernidad

1. La apertura de las religiones como una ocasión para su transfor-


al testimonio de la conciencia mación y su futuro. No es una cues-
universal tión de simple oportunismo. Las reli-
giones son invitadas a hacer la prueba
Las religiones no pueden conten- de que ellas pueden ser más fieles a
tarse con dialogar entre ellas mismas, lo mejor de sí mismas y a su genio
ignorando el diálogo con los testigos propio con la reinterpretación creado-
de la conciencia universal. Las varias ra de sus textos fundadores, de sus
tradiciones religiosas deben estar a la tradiciones doctrinales, morales y
escucha del mensaje cada vez más jurídicas a la luz de un cierto número
claro de una ética global que se ha ido de adquisiciones que son objeto del
formando en torno al bien común de consenso de la conciencia universal
las éticas seculares y que encuentra humana. Baste evocar la igualdad del
su expresión oficial en la Carta de los hombre y la mujer, el carácter inviola-
derechos humanos. Esto es justa- ble de la conciencia, el valor de la vida
mente el desafío de la modernidad de aquí abajo sea lo que sea de la
que todas las religiones están llama- esperanza de otra vida, el derecho al
das a afrontar. trabajo, a la salud y a un cierto bie-
Si por modernidad se entiende la nestar humano.
implantación de la razón critica y de la Tenemos que determinar muy bien
razón democrática, entonces toda el contenido de lo verdaderamente
religión digna de este nombre debe humano, el vere humanum del que
estar en condiciones de confrontarse habla la Constitución Gaudium et spes
con ella. Se trata de la buena moder- del Vaticano II. Pero sabemos cada
nidad cultural y social que pertenece vez mejor lo que atañe a lo auténtica-
para siempre a todas las civilizaciones mente humano. Nuestra era tiene el
y que no hay que confundir con la triste privilegio de haber definido des-
modernidad occidental que engendró de el punto de vista judicial lo que es
el colonialismo y un imperialismo cul- absolutamente intolerable, dándole el
tural. Nuestra época por desgracia nombre de crimen contra la humani-
testifica no sólo la permanencia sino dad. Yo me inclino a afirmar que las
el recrudecimiento de los diversos religiones que, sea en sus doctrinas,
fundamentalismos e incluso de un sea en sus prácticas, hieren grave-
fanatismo religioso verdadero. Pero mente lo verdaderamente humano,
sería fácil demostrar que muy a que es el objeto del consenso ético,
menudo se ha hecho abortar la inicia- tienen necesariamente que transfor-
da negociación con la modernidad. La marse si no quieren verse condena-
historia reciente muestra en efecto, das a decaer lentamente. No se trata
especialmente en el caso del cristia- de coquetear con la modernidad y
nismo, que esta modernidad que se ponerse a remolque de las estadísti-
puede vivir al principio como una cas de las costumbres sino de discer-
amenaza para la identidad de las reli- nir la llamada que sale a chorros de la
giones, puede llegar a verse después conciencia humana universal.

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Claude Geffré

Al recomendar la necesidad de cepción cósmica del hombre no des-


salir de la cápsula de lo intrarreligioso cuida la responsabilidad propia de
para escuchar el testimonio de la con- cada ser humano en el universo. No
ciencia secular, no quiero caer en la hay que olvidar la famosa sabiduría
trampa que consistiría en pensar que budista de la “compasión”. Se trata de
ha pasado el tiempo de las tradiciones no causar el sufrimiento a otros. La
religiosas y que deben dejar el sitio a bondad, el compartir el sufrimiento y
la casi religión de los derechos huma- la alegría, la serenidad son actitudes
nos o incluso a la religión del huma- básicas que deben inspirar toda con-
nismo. Pienso todo lo contrario, que la ducta humana. Y en las tradiciones
razón ética dejada a sí misma tiene chinas como el taoísmo y el confucia-
más que nunca necesidad del estímu- nismo, el ideal religioso por excelen-
lo de los recursos morales de las cia es la sabiduría, es decir, la bús-
grandes tradiciones religiosas. Y para queda de la vida recta y de la bondad,
el futuro de una civilización mundial, el famoso Re que corresponde a lo
yo confío mucho en el intercambio que llamamos lo auténticamente
recíproco de las morales religiosas y humano. Con relación al Tao, se ha
las éticas seculares. llegado a hablar de un humanismo de
A pesar del chirriante desajuste la santidad.
entre el ideal y sus realizaciones prác- En las sociedades modernas cada
ticas, no se puede infravalorar la vez más secularizadas, muchos se
vocación ética de las grandes religio- preguntan seriamente qué puede
nes del mundo. Es el caso de las reli- añadir una creencia religiosa a los
giones proféticas que nunca disocian imperativos de la conciencia de todo
el contenido esencial de la Torá, a hombre honesto. La regla de oro que
saber, el doble mandato del amor de se encuentra ya en el código de Ham-
Dios y del prójimo. El hombre creado murabi: “No hagas a otros lo que tú
a imagen de Dios tiene un valor no quieres que ellos te hagan a ti”, se
sagrado y violar los derechos funda- orienta hacia el bien común de
mentales del ser humano, es lesionar muchos hombres y mujeres de buena
los mismos derechos de Dios. voluntad. Pero en la búsqueda de una
Pero, al contrario de lo que algunos sociedad más amistosa y más solida-
creen, sería equivocado pensar que ria, la ética de los derechos humanos
las religiones orientales llamadas mís- y una simple cultura de la justicia no
ticas descuidan el aprecio de la digni- bastan. Es necesario utilizar las leyes
dad del hombre y no tienen preocu- no escritas de la conciencia a las que
pación ética. En el hinduismo, por ya apelaba Antígona. Más allá de la
ejemplo, el concepto de ashima o no equidad de la justicia distributiva, hay
violencia está en el corazón de su una ley de superabundancia que hace
visión del mundo. Nos invita a preser- inclinarse el plato de la balanza a
var toda forma de la vida y a no hacer favor del más desposeído. En un
daño a la integridad del mundo. Tam- mundo que se arriesga más a sacrifi-
bién el budismo declara que una con- car lo social a lo económico, es nece-

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El futuro de la religión entre el fundamentalismo y la modernidad

sario hacer sitio al respeto hacia el Es responsabilidad del Estado res-


extranjero tan propio de la tradición petar los derechos de todos los ciuda-
bíblica, a la misericordia del Sermón danos, sea la que sea su moral y sus
en la montaña, a la ley musulmana de convicciones religiosas, ya sean cris-
la hospitalidad, a la compasión budis- tianos, judíos, musulmanes, budistas
ta y a la escuela de desenseñoramien- o sin religión. Hay una conexión
to del Tao chino. estrecha entre el principio de laicidad
y el respeto de la libertad religiosa de
2. La laicidad como factor cada uno. La laicidad debe favorecer
de tolerancia entre las religiones normalmente la paz no sólo civil sino
la paz entre las varias comunidades
Continuando la exploración de las religiosas. La libertad religiosa, como
oportunidades de la modernidad para todo lo que procede de la autonomía
el futuro de la religión, aún querría de la conciencia, escapa a la compe-
decir que una laicidad bien entendida tencia del Estado. Éste no puede
no sólo es un factor de tolerancia reclamar una competencia directa ni
mutua entre el estado y las instancias indirecta en las convicciones religio-
religiosas sino también de tolerancia sas de las personas; no puede apro-
entre las religiones mismas. Asistimos piarse el derecho de imponer ni prohi-
en los países de la Unión Europea a la bir la profesión y la práctica pública
búsqueda de una nueva laicidad que de la religión de una persona o de una
no sólo no sea antirreligiosa sino que comunidad. Pero, por supuesto, el
supere una neutralidad pasiva o una Estado se reserva el derecho de apre-
indiferencia religiosa. Según la fórmu- ciar cuándo la libre expresión de una
la feliz del filósofo francés Regis convicción religiosa individual o colec-
Debray, es de desear el paso de un tiva corre el riesgo de alterar el orden
laicidad de incompetencia a una laici- público.
dad de inteligencia. Sería deseable
superar un concepto puramente jurí- La paradoja del diálogo
dico de laicidad y comprenderla como interreligioso
un cierto vivir-juntos de los ciudada-
nos. Esto es una exigencia tanto para Hemos intentado estudiar la
el estado cuanto para la religión que modernidad como una oportunidad
predomina en un país dado. Esta lai- para el futuro de las religiones en el
cidad nueva podría ser a la vez la mundo. Querría de nuevo, en esta
mejor garantía de libertad religiosa y última parte, insistir en la paradoja
el mejor garante de la democracia del diálogo interreligioso y en la res-
contra toda forma del fanatismo reli- ponsabilidad histórica de las religio-
gioso. Esa laicidad invita al Estado a nes en la hora de la globalización.
renunciar a la laicidad militante. Pero La paradoja del diálogo de las reli-
invita también a las autoridades reli- giones, es conciliar el compromiso
giosas a dejar de ejercitar una domi- absoluto con su propia verdad (“el
nación directa o indirecta sobre la sabor áspero del absoluto”) con una
sociedad civil. actitud de apertura, de respeto y de

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Claude Geffré

estima respecto a las convicciones de llegado a ser una urgencia histórica


los fieles de otras religiones. Pero es frente a los escollos de una globaliza-
importante entender que el diálogo de ción cuyo motor oculto es el imperia-
las religiones no tiene por meta bus- lismo de la ley del mercado. El siste-
car una unidad mítica entre los miem- ma que gobierna nuestra “aldea
bros de las varias religiones como si planetaria” es un generador de mise-
se tratara de constituir un frente ria para las tres cuartas partes de la
común de todos los hombres y muje- humanidad, sin hablar de la gravísima
res religiosos frente a la multitud degradación de nuestro medio am-
inmensa de los que no profesan nin- biente. Pero otro mundo es posible.
guna creencia religiosa. Ésta es la convicción común de la
No hay que confundir por tanto el mayor parte de las grandes religiones
diálogo interreligioso con el diálogo del mundo. Y en concreto, el objetivo
ecuménico que practican las Iglesias de la Conferencia Mundial de las Reli-
cristianas desde hace varias décadas. giones por la Paz (WCRP) fundado en
Aquí se trata, en efecto, de buscar Kyoto en 1970. Ella no busca primor-
una unidad visible de los cristianos dialmente una confrontación de orden
más allá de las rupturas históricas ideológico. En conjunto con otras ins-
que dieron origen en el curso de los tancias morales y espirituales, ella se
siglos a las Iglesias separadas. El propone promover la justicia y la paz
nuevo diálogo entre religiones del que utilizando los recursos éticos y espiri-
estamos siendo testigos al principio tuales de cada tradición religiosa. No
del siglo XXI no tiene como objetivo intenta borrar el valor de nuestras
conseguir una unidad ilusoria entre diferencias, sino que practica un dis-
los miembros de las varias religiones. cernimiento para ver en qué nuestras
Esta búsqueda de un tipo de gran- diferencias nos pueden enriquecer a
religión mundial supondría el sacrifi- fin de responder mejor a las urgencias
cio de riquezas religiosas y culturales del mundo.
propias de cada tradición religiosa. El
diálogo de las religiones mantiene ¿Cuál será el futuro
todo sentido como intercambio de de las religiones en el mundo?
palabras y escucha mutua en pie de
igualdad de los creyentes de cada tra- El cristianismo y el islam son las
dición religiosa. El resultado de ese dos primeras religiones del mundo.
diálogo es a la vez e inseparablemen- Ambas anuncian una salvación eterna
te un mejor conocimiento de los otros para el hombre. Pero al mismo tiem-
en su diferencia, una mejor inteligen- po, basándose en las revelaciones
cia de su propia tradición y una emu- bíblica y coránica, ambas tienen una
lación recíproca en el servicio de la dimensión ética y profética que puede
comunidad mundial. contribuir a dar un rostro humano a la
Como ya se ha podido ver, el diálo- historia. Ambas no pueden justificar
go de las religiones no es un lujo que su pretensión a lo universal si no asu-
estaría sólo de acuerdo con el espíritu men las causas universales del hom-
de la tolerancia de la era moderna. Ha bre de hoy. El islam en concreto debe

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El futuro de la religión entre el fundamentalismo y la modernidad

dar pruebas de que puede distanciar- hijos de Abraham saben en efecto que
se respecto a un islamismo radical el plan de Dios es el éxito de la crea-
que legitima un terrorismo mucho ción y el logro de la vocación del
más interesado en desestabilizar el hombre como administrador del mun-
Occidente que de remediar las dife- do que se le confió. A condición de
rencias e injusticias del mundo con- que no se deslumbre con las nuevas
temporáneo. proezas técnicas para dominar la tie-
Ante las graves amenazas que se rra y aprenda a ir disminuyendo en
ciernen sobre el mismo futuro de la algo el señorío sobre ella.
especie humana, nosotros sabemos Así, finalmente, en la fidelidad a lo
bien que no basta defender los dere- mejor de la tradición bíblica las tres
chos humanos si no respetamos al religiones que proceden de Abraham
mismo tiempo los derechos de la tie- deben ser instancias de sabiduría. Lo
rra (Cf. Michel Serres). En virtud de la mismo que Dios descansó el séptimo
fe en el Dios creador, la vocación pri- día, el hombre y la mujer del tercer
vilegiada de las tres religiones mono- milenio deben descubrir el secreto de
teístas consiste en ofrecer un funda- una sabiduría sabática, es decir, de la
mento radical a nuestra confianza en alabanza y el asombro ante la crea-
el futuro, en la vida y en el ser. Los ción.

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