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2015

ESTUDIO SOBRE EL PERDÓN

JONATHAN ESTEBAN CASTRO


TERAN
IGLESIA DE CRISTO QUITO SUR
ESTUDIO SOBRE EL PERDÓN
Por el contrario, sean buenos y compasivos los unos con los otros, y perdónense, así como Dios los perdonó a
ustedes por medio de Cristo.

Efesios 4:32 TLA

INTRODUCCIÓN

Un predicador fue llamado a la cabecera de un hombre moribundo. Era un hombre que nadie apreciaba. Era duro,
amargado y hosco.

“Mi odio ha convertido mi vida en un infierno”.

Vivía en una cabaña destartalada en las afueras de la ciudad. Cuando iba a la ciudad dejaba en claro que no quería
hablar con nadie y tampoco que nadie le hablara. Hasta los niños huían de él.

La gente se preguntaba por qué se había vuelto tan amargado y malo. Algunos pensaban que tenía alguna culpa
secreta. Otros estaban seguros de que había cometido algún crimen horrible y que era un fugitivo de la justicia. Pero
todos estaban equivocados.

La sencilla verdad era que, cuando joven, un amigo le había ocasionado un daño grave. Estaba tan furioso que dijo: “Lo
recordaré hasta el día de mi muerte”. Y así lo hizo.

Le contó al pastor que se sentaba junto a su lecho: “lo he recordado cada mañana y he pensado en ello cada noche.
He maldecido a ese hombre cien veces al día”.

Luchando para respirar, continuó: “y ahora veo que mi amargura me ha comido el alma. Mi odio no ha lastimado a
nadie más que a mí mismo. Y Dios sabe que esto ha convertido mi vida en un infierno”.

Es por ello que lo que sigue es una serie de estudios sobre el perdón con un enfoque bíblico, que puede ser usado
individualmente o como material para estudio en grupo. Contiene el desarrollo de cada uno de los puntos importantes
del perdón, así como de hojas de trabajo para la aplicación práctica de los temas estudiados.

El perdón es un proceso que puede ser doloroso y a veces parece interminable. Cualquiera que sea nuestro dolor,
cualquiera que sea nuestras situación, no podemos asirnos de un espíritu que no perdona ni un día más. Tenemos que
involucrarnos en el proceso de perdonar a otros y descubrir lo que quiere decir ser verdaderamente libre, porque si el
Hijo los libera, serán ustedes verdaderamente libres. (Juan 8:36 NVI). El perseverar y fijar los ojos en Aquel que nos
perdonó, será una fuerza liberadora como ninguna otra cosa que hayamos experimentado.

Espero que Dios actúe en su vida como ha actuado en la mía y que el Espíritu Santo sea quien nos guíe en esta travesía.

Jonathan Castro Terán 1 jonacastrot@gmail.com


LECCIÓN I: ¿QUÉ ES EL PERDÓN?
ACTIVIDAD DE INICIACIÓN:

Reparte de tres a cinco cartas y pide que escriban ejemplos de situaciones donde alguien ha sido ofendido o se le ha
hecho molestar a él o a un miembro de la familia. Recógelas y entrega a cada uno una carta. Divide al grupo en
pequeños equipos y lean las cartas juntos. Los participantes compartirán con el grupo si perdonarían a esa persona y
por qué, o por qué no. Discute cada si situación sería fácil o difícil de perdonar y porqué el perdón es más fácil en
algunas situaciones que en otras.

DESARROLLO:

A. ¿QUÉ NO ES EL PERDÓN?
1) No es un asunto de emociones. No tenemos que esperar sentir alguna simpatía por el ofensor, para poder
perdonarle.
2) No es excusar. No significa aprobar lo que hizo esa persona. No necesitamos estar de acuerdo con el ofensor
ni tenemos que buscar excusas por su comportamiento.
3) No significa confiar nuevamente en el ofensor. Esto es particularmente importante cuando el ofensor no se
arrepiente (y esto es un caso muy frecuente). El perdón, en este caso, no significa que la relación personal
sea restaurada. La relación es restaurada solamente cuando el ofensor se arrepiente sinceramente, pide
perdón y hace restitución.
4) No es olvidar. Algunos piensan que no han perdonado realmente porque siguen sintiéndose heridos y no
pueden olvidar la ofensa. El “olvidar” de Dios significa que El ya no recordará estos pecados “en contra de
nosotros” (Salmo 79:8), o sea, ya nos utilizará para acusarnos.

B. ¿QUÉ ES EL PERDÓN?
1) Cristo compara el perdón con cancelar una deuda.
i. Mateo 18:21-35
a) (24) Un talento valía más de 15 años de trabajo. El hombre de la parábola debía 150 000 años
de trabajo al rey (cantidad que era imposible pagar). El otro siervo debía aproximadamente 100
días de trabajo. (Pecados que cometemos contra Dios.
b) (28) Cien talentos es menos de la diezmilésima parte de los diez mil talentos. Se refiere al pecado
que comete un hermano contra otro hermano.
c) (31) Si no perdonamos al hermano que peca contra nosotros los demás hermanos se entristecen
y pueden presentar este asunto ante el Señor.
ii. Cada persona que ofende queda en deuda con el ofendido.
a) Somos muy buenos para mantener cuentas. (Algunas pagan a tiempo, algunas pagan después
de mucho tiempo y otras simplemente no pagan)
b) Cuando perdonamos a alguien, él no nos debe nada porque su cuenta queda pagada y
cancelada.
2) Perdonar es soltar, dejar (gr. ἀφίημι - afíemi) Mateo 18:27
i. Es la misma palabra que se usa en:
a) Juan 4:28
b) 1 Corintios 7:11
ii. Esto debemos hacer con cualquiera de los sentimientos de rencor o venganza hacia quienes pecan
contra nosotros.
iii. Es necesario soltar/dejar:
a) A la persona que nos ofendió: pensamos mucho en la persona que nos ofendió.
b) El incidente que causó la herida: repasamos una y otra vez el incidente, casi sin querer. (Esposa
“histórica”)
c) El dolor: nos gusta sentir ese dolor y a veces nos sentimos con la obligación de seguir adoloridos.
d) El derecho de tomar represalias, el deseo de vengarse: No podemos hacer justicia. (Romanos
12:17,21)
Jonathan Castro Terán 2 jonacastrot@gmail.com
3) El perdón es una actitud y un proceso en muchos casos.
i. El perdón se da aunque la otra persona no se arrepienta.
ii. El perdón nos puede incomodar pero la recompensa es grande. (Lucas 6:37)

CONCLUSIÓN:

A. Tenemos ideas equivocadas sobre el perdón.


B. El perdón según la Biblia es:
1) Cancelar una deuda
i. Una ofensa es una deuda que se debe pagar
2) Soltar – Dejar
i. La persona ofendida
ii. El incidente
iii. El dolor
iv. El deseo de venganza
C. Debemos tener la disposición para perdonar como Cristo nos manda.

Jonathan Castro Terán 3 jonacastrot@gmail.com


HOJA DE TRABAJO LECCIÓN I
¿QUÉ ES EL PERDÓN?
1) ESCRIBA UNA SITUACIÓN DONDE USTED HAYA SIDO OFENDIDO O SE LE HA HECHO MOLESTAR A ÉL O A UN
MIEMBRO DE LA FAMILIA, Y QUE LE HAYA SIDO DIFÍCIL PERDONAR.

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2) DISCUTA EN GRUPO LA SITUACIÓN DE ARRIBA Y COMPARTA AL GRUPO SI PERDONARÍAN A ESA PERSONA Y POR
QUÉ O POR QUÉ NO. DISCUTIR SI LA SITUACIÓN SERÍA FÁCIL O DIFÍCIL DE PERDONAR Y PORQUÉ EL PERDÓN ES MÁS
FÁCIL EN ALGUNAS SITUACIONES QUE EN OTRAS.

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3) ESCRIBA TRES IDEAS DE LO QUE NO ES PERDONAR.

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4) ESCRIBA TRES VERSÍCULOS QUE NOS HABLEN SOBRE EL PERDÓN.

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3) _______________________________________________________________________________________

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Jonathan Castro Terán 4 jonacastrot@gmail.com


LECCIÓN II: ¿POR QUÉ NO PERDONAMOS?
ACTIVIDAD DE INICIACIÓN:

Repartir la hoja de trabajo para responder en base al versículo señalado lo que Dios dice acerca de las “Frases que
impiden perdonar”. Luego discutir en grupo y socializar las respuestas.

DESARROLLO:

A. ESTAMOS OFENDIDOS POR OTRA PERSONA (Mateo 18:15)


1) No podemos perdonar porque nosotros no fuimos los ofendidos. (Génesis 34 – Dina, Siquem, Simeón y Leví)
i. Una madre por sus hijos
ii. Una esposa por su cónyuge
iii. Un hermano por su hermana
iv. Un amigo por su amigo

B. NEGACIÓN DE LA OFENSA
1) Somos seres humanos y tenemos sentimientos. (Efesios 4:26-27)
i. Nos sentimos ofendidos pero decimos “No siento nada”, “No importa”.
ii. “Hacemos de tripas corazón” para protegernos del dolor y no sentir las ofensas.
iii. Pensamos que si negamos la ofensa vamos a recuperar lo perdido

2) “El buen cristiano no debe sentirse mal o enojarse”


i. Por eso tratamos de ser “buenos cristianos”
ii. (20) José perdonó a sus hermanos, pero sin negar el pecado que habían cometido (Génesis 50:15-21)
iii. Es necesario aceptar esos sentimientos para poder perdonar.

C. PERDÓN GENERALIZADO
1) Hacemos una declaración de perdón global, pero no enfrentamos las ofensas específicas que nos molestan.
i. Se debe ser específico en lo que se pide perdón y en lo que se perdona. (Hechos 7:59-60)

D. EL “SENTIMIENTO DEL PERDÓN”


1) “No siento perdonar”
i. El perdón no es un sentimiento, es un mandamiento de Cristo (Colosenses 3:13)
ii. El “sentir perdón” viene después.
iii. Dios no quiere el sentimiento del perdón, Él quiere obediencia y sinceridad.

E. TEMOR DE LA REPETICIÓN PARA EVITAR MÁS DOLOR


1) No perdonamos porque queremos hacerle “mejor” a la otra persona
i. No perdonamos porque nos pueden volver a hacer lo mismo.
ii. No perdonamos porque no queremos exponernos a más heridas.
iii. Cristo nos dice que demos la otra mejilla (Mateo 5:39) y que perdonemos siempre (Mateo 18:22)1

F. LA GRAVEDAD DE LA HERIDA
1) Pensamos que no podemos perdonar porque la ofensa fue muy muy grave.
i. Dios nos perdonó TODOS nuestros pecados, sin importar la gravedad, nosotros debemos hacer lo
mismo. (Efesios 4:32)

G. EL DESEO DE HACER JUSTICIA Y VENGANZA


1) Creemos que si llegamos a hacer justicia por nuestra propia mano, el mal va a ser reparado.

1
Debemos ser humildes y soportar pero también confrontar (poner límites), tenemos dos ejemplos de Jesús que confrontó con
la verdad, pero sin ofender a los demás. JUAN 2:14-17; JUAN 18:23
Jonathan Castro Terán 5 jonacastrot@gmail.com
2) Queremos que la otra persona sufra lo que nosotros sufrimos.

3) El juicio le pertenece a los jueces civiles, a los líderes de la iglesia. (Lucas 6:37 TLA)
i. El juicio que se condena es el que se basa en el odio, la envidia y la venganza.

CONCLUSIÓN:

A. Existen algunos obstáculos o razones por las que no queremos perdonar.


1) Éstas son sólo excusas y no son válidas ante lo que Dios quiere.
2) Si ponemos obstáculos para perdonar a alguien no somos obedientes. (Colosenses 3:13)
B. Simplemente debemos perdonar porque es un mandamiento de Cristo. (Efesios 4:32)
1) Debemos tener presente que Cristo nos perdonó, para poder perdonar.

Jonathan Castro Terán 6 jonacastrot@gmail.com


HOJA DE TRABAJO LECCIÓN II
¿POR QUÉ NO PERDONAMOS?
A CONTINUACIÓN SE PRESENTAN FRASES SON OBSTÁCULOS PARA PERDONAR. JUNTO CON CADA FRASE HAY UN
VERSÍCULO. ¿QUÉ NOS DICE ESE VERSÍCULO RESPECTO DE LA FRASE?

1) NO PUEDO PERDONAR PORQUE ME SIENTO OFENDIDO POR LO QUE LE HICIERON A MI AMIGO


MATEO 18:15
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2) NO SIENTO NADA - NO IMPORTA
EFESIOS 4:26-27
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3) TE PERDONO POR “TODO” LO QUE ME HAS HECHO
HECHOS 7:59-60
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4) NO SIENTO QUE DEBO PERDONAR – EN MI CORAZÓN NO HAY EL SENTIMIENTO DE PERDONAR
COLOSENSES 3:13
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5) SI LE PERDONO ME VA A VOLVER A HACER LO MISMO
MATEO 18:22
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6) LO QUE ME HIZO ES MUY GRAVE QUE NO PUEDO PERDONAR
EFESIOS 4:32
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7) TIENE QUE SUFRIR LO QUE YO SUFRÍ PARA QUE APRENDA LA LECCIÓN
LUCAS 6:37
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Jonathan Castro Terán 7 jonacastrot@gmail.com


LECCIÓN III: ¿POR QUÉ DEBO PERDONAR?

ACTIVIDAD DE INICIACIÓN:

Las siguientes preguntas deberán ser respondidas personalmente, y con sinceridad.

1. ¿Cuántos de ustedes tienen en este momento a una persona o personas que no puedan perdonar?
2. ¿Puede hablar de ese dolor sin enojarse, sin sentir resentimiento, sin la mínima idea de venganza?
3. ¿Está dispuesto a aceptar parte de la culpa por lo que pasó?
4. ¿Puede agradecer a Dios por las lecciones que aprendió durante el dolor?
5. ¿Puede volver a visitar la escena o a la persona involucrada en su dolor sin experimentar una reacción
negativa?
6. ¿Puede hacerles bien a los que le lastimaron?

DESARROLLO:

A. PERDONAMOS PORQUE JESÚS NOS ORDENA PERDONAR (Mateo 18:21,22)

1) Los rabinos decían que se debía perdonar hasta tres veces.


i. Pedro creía que él era muy generoso diciendo “hasta siete”.
ii. Jesús enseña que sus discípulos deben estar siempre dispuestos a perdonar

2) Debemos obedecer los mandamientos de Cristo para ser mejores.


i. Debemos obedecer los mandamientos de Cristo con alegría. (Juan 14:15)

B. NO SEREMOS PERDONADOS SI NO PERDONAMOS (Mateo 6:12, 14-15)

1) Si nos negamos a hacer nuestra parte nos desconectamos de lo que Dios nos puede dar.
i. Si no perdonamos es como una refrigeradora que se desconecta de la fuente eléctrica, contiene los
alimentos pero no hace su función completa.
ii. Antes de pedir el perdón de Dios debemos perdonar a TODOS nuestros hermanos (Lucas 11:4)

2) Parábola de los dos deudores (Mateo 18:35)

3) Debemos perdonar por medio de la oración (Marcos 11:25)

C. DIOS NOS PERDONÓ (Efesios 4:32)

1) Cuando entendemos que Dios nos perdonó, nosotros vamos a perdonar.


i. Debemos perdonar como Dios perdona. (Mateo 18:32,33)
ii. Jesús enseña que sus discípulos deben estar siempre dispuestos a perdonar.

2) Dios nos perdonó TODO, sin excusas con un amor incondicional.

D. DEBEMOS MOSTRAR EL AMOR DE CRISTO (Juan 13:35)

1) El amor es la única característica que Satanás no puede falsificar.


i. Los creyentes se deben caracterizar por el amor

2) Nuestras acciones hacia otros cristianos confirman nuestra relación con Jesús (Colosenses 3:14-15)
i. El amor es el mejor lazo de unión.
Jonathan Castro Terán 8 jonacastrot@gmail.com
CONCLUSIÓN:

A. Existen algunas razones por las que debemos perdonar.


1) Jesús nos ordena a perdonar (Mateo 18:21,22)
2) Si no perdonamos el Padre no nos perdonará (Mateo 6:12, 14-15)
3) Debemos recordar que Dios nos perdonó (Efesios 4:32)

B. El perdón es una de las muestras más grandes de amor hacia nuestros hermanos. (Colosenses 3:14)

Jonathan Castro Terán 9 jonacastrot@gmail.com


LECCIÓN IV: EL RENCOR, LA AMARGURA Y EL CRISTIANO
ACTIVIDAD DE INICIACIÓN:

Desafiar a alguien a que coja un carbón caliente y lo intente lanzar a alguien más.

“Aferrarse a la ira es como agarrar un carbón caliente, con la intención de tirarlo a alguien más. Tú eres el que se
quema.”

DESARROLLO:

A. ¿QUÉ ES EL RENCOR Y LA AMARGURA?


1) Rencor: El resentimiento tenaz y arraigado contra algo o alguien que nos ha causado algún daño en el pasado.
(Marcos 6:17-19)
i. Puede ser durar poco tiempo.
ii. Puede durar hasta la muerte.

2) Amargura: Sentimiento duradero de frustración, resentimiento o tristeza, especialmente por haber sufrido
una desilusión o una injusticia.

B. CONSECUENCIAS DEL RENCOR-AMARGURA


1) Consecuencias Físicas
i. Problemas digestivos (gastritis).
ii. Cardíacos (hipertensión arterial).
iii. Molestias como dolores de cabeza, indigestión, tensión muscular y calambres.

2) Consecuencias Emocionales
i. Crisis nerviosas
ii. Depresión
iii. Baja autoestima

3) Consecuencias Sociales
i. Una persona rencorosa afecta a quienes le rodean; su forma de pensar de hablar o reaccionar, termina
influyendo negativamente a los demás.
ii. El rencor deteriora las relaciones con los demás; genera un deseo de venganza o de hacer daño.

4) Consecuencias Espirituales
i. El rencor impide que la persona entienda los verdaderos propósitos de Dios en determinada situación.
Job no tenía la menor idea de que, por medio de su sufrimiento, el carácter de Dios estaba siendo
vindicado ante Satanás. Somos muy cortos de vista.

ii. El rencor contamina a otros. (Hebreos 12:15).


a. Si no la detenemos puede llegar a contaminar a toda una familia o a toda una congregación.
b. Al desherbar un terreno cada pedazo de raíz debe extraerse por completo, ya que de cada
pequeña raíz aparecerían nuevos brotes.

iii. El rencor hace que perdamos la perspectiva. (Salmos 73:21,22)


a. La persona amargada toma decisiones filtradas por su profunda amargura. Tales decisiones no
provienen de Dios y generalmente son legalistas. Cuando la amargura echa raíces y se convierte
en norma de vida, la persona ve, estima, evalúa, juzga y toma decisiones según su espíritu
amargo.
b. Job en su amargura culpó a Dios de favorecer los designios de los impíos (Job 10:3).
c. Hasta lo encontramos a aborreciéndose a sí mismo (Job 9:21; 10:1).

Jonathan Castro Terán 10 jonacastrot@gmail.com


iv. La amargura se disfraza de sabiduría o discernimiento (Santiago 3:14-15)
a. Santiago trata principalmente de maestros, el punto es que algunos hermanos maestros tenían
celos, los unos de los puestos de enseñanza de otros, y subsecuentemente contendían entre sí
respecto a esos puestos o posiciones.
b. Se jactaban de ser maestros sabios y entendidos, pero su jactancia expresaba más bien una
mentira, porque ¡no lo eran! Profesar ser maestro sabio y entendido, mientras uno tiene celos
amargos y contención, es una mera jactancia; es una mentira contra la verdad del caso.

v. La amargura y el rencor da lugar al Diablo (Efesios 4:26,27)


a. Una persona que se acuesta herida, se levanta enojada; se acuesta enojada, y se levanta
resentida; se acuesta resentida, y se levanta amargada.
b. El diablo está buscando a quien devorar y emplea cualquier circunstancia para dividir el Cuerpo
de Cristo.

CONCLUSIÓN:

A. La amargura y el rencor es un sentimiento dañino contra algo o alguien.


B. Acarrean consecuencias físicas, emocionales, sociales pero lo más grave son las consecuencias espirituales
C. Dios quiere que “Dejemos de estar tristes y enojados. Que no gritemos ni insultemos a los demás. Que dejemos
de hacer el mal. Que por el contrario seamos buenos y compasivos los unos con los otros, y que nos PERDONEMOS,
así como Dios nos perdonó por medio de Cristo.2 (Efesios 4:31-32 TLA)

2
Énfasis del autor.
Jonathan Castro Terán 11 jonacastrot@gmail.com
HOJA DE TRABAJO LECCIÓN IV
EL RENCOR, LA AMARGURA Y EL CRISTIANO

Respondamos las siguientes preguntas para revisar si ha brotado la raíz de la amargura en nuestra vida.
Recomiendo que, en oración, medite y responda cada pregunta.

El corazón conoce la amargura de su alma;


Proverbios 14:10a RV 1960

1) ¿Existe una situación en su vida que aparece frecuentemente en la mente o le despierta durante la noche?

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Nunca ——————————————————————————————————— Frecuentemente

2) ¿Está maquinando maneras de vengarse si tan sólo tuviera oportunidad de hacerlo?

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Nunca ——————————————————————————————————— Frecuentemente

3) ¿Recuerda los más ínfimos detalles de un evento que sucedió hace tiempo?

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Nunca ——————————————————————————————————— Frecuentemente

4) ¿Se siente ofendido y, debido a que usted estima que es la víctima, está justificando el resentimiento?

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Nunca ——————————————————————————————————— Frecuentemente

5) ¿Hay explosiones desmedidas en cuanto a incidentes que de otra manera tendrían menor importancia?

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Nunca ——————————————————————————————————— Frecuentemente

6) ¿Le sucede que al leer la Biblia casi inconscientemente aplica la Escritura a otros en vez de a sí mismo?

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Nunca ——————————————————————————————————— Frecuentemente

7) Por lo general ¿usa usted expresiones que incluyen “ellos” o “todo el mundo” para apoyar sus argumentos?

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Nunca ——————————————————————————————————— Frecuentemente

8) Cuando se refiere a su iglesia local, ¿habla de “ellos” en lugar de “nosotros

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Nunca ——————————————————————————————————— Frecuentemente

Jonathan Castro Terán 12 jonacastrot@gmail.com


LECCIÓN V: COMBATIENDO LA AMARGURA
ACTIVIDAD DE INICIACIÓN:

Analizar las frases:

A. Si amas a alguien ORA POR ÉL Si regresa es de Cristo. Si no, SIGUE ORANDO…


B. No juegues a ser cristiano pues el diablo no juega a ser diablo.

DESARROLLO:

A. MANERAS NO BÍBLICAS DE TRATAR CON LA AMARGURA


1) Vengarse: Desquite contra una persona o grupo en respuesta a una mala acción percibida
i. Dos cosas pasan cuando deseo vengarme:
a. Complica la situación: La venganza provoca más problemas, más enojo, envenena a otros y a mí
mismo.
b. Me pongo en lugar de Dios: La venganza le pertenece a Dios. La venganza es usurpar el derecho
que sólo a Él le pertenece con una actitud de orgullo. (Romanos 12:19)
ii. Tomar venganza por nuestras propias manos es un pecado contra Dios.
2) Minimizar el pecado de la amargura: Un pecado se minimiza cuando por algún motivo puedo justificarlo.
i. Existen por lo menos tres maneras de minimizar el pecado de la amargura:
a. Llamarlo por otro nombre: Debilidad, enfermedad, desequilibrio químico, o porque “todo el
mundo lo hace”.
b. Disculparse por las circunstancias y así justificar la amargura: Cuando decimos “En estas
circunstancias Dios no me condenaría por guardar rencor en mi corazón” estamos diciendo que
existen ocasiones en que los recursos espirituales no sirven y somos obligados a pecar. 1ª Juan
1:10 nos dice que “Si afirmamos que no hemos pecado, lo hacemos pasar por mentiroso y su
palabra no habita en nosotros.
c. Culpar a otro(s): Es la manera más frecuente de eludir la responsabilidad bíblica de admitir que
la amargura es pecado. Culpamos a los demás o a veces culpamos a Dios “No sé por qué Dios
me hizo así”
3) Desahogarse: Desahogarnos no sanará la herida, sin embargo Pablo nos exhorta a “sobrellevar los unos las
cargas de los otros” esto quiere decir que (basándonos en el versículo 1) ayudar al hermano o hermana para
que pueda vencer sus debilidades. Cuando esto no sucede puede:
i. Esparcir la amargura y contaminar a muchos (Hebreos 12:15)
ii. Minimizar el pecado de la amargura (“Tú tienes derecho a …”)
iii. No considerar la amargura como pecado contra Dios
4) Una disculpa de parte del ofensor: El asunto no termina cuando el ofendido pide disculpas al ofendido (esto
es una parte importante según Mateo 5:23-25), pero la amargura es un pecado contra Dios. Por eso la
solución radica en la relación horizontal (con otro ser humano) como en la vertical (con Dios)

B. SOLUCIÓN BÍBLICA PARA LA AMARGURA


1) Establecer la santidad y la paz como una meta en nuestra vida (Hebreos 12:14)
i. Asumir un compromiso con Dios para ser santo (puro) pase lo que pasare.
a. He hecho un pacto con Dios a fin de ser santo, como Él es Santo. A pesar de que la otra persona
tenga la culpa, entregaré la situación en manos de Dios, perdonaré al ofensor y buscaré la paz.
2) ¿Qué hacer cuando estamos amargado?
i. Ver la amargura como un pecado contra Dios.
a. Si nos fijamos en las palabras de Pablo en Efesios 4:31, la Biblia no otorga a nadie el derecho
de amargarse.
ii. Perdonar al ofensor:
a. Querer perdonar (Mateo 6:9-15): ¿Cuál es el estado de nuestra voluntad?
1. Una vez que hemos reconocido ciertos rencores y resentimientos ¿queremos
resolverlos eficaz y definitivamente?
Jonathan Castro Terán 13 jonacastrot@gmail.com
2. ¿Quiero perdonar?
3. ¿Estoy dispuesto a dar los pasos que me pueden llevar al perdón de mis ofensores o
de quien considero que me ha herido?
b. Responder las siguientes preguntas
1. ¿Cuál es mi voluntad actual respecto de las ofensas recibidas y de las heridas del
pasado?
2. ¿Me considero capaz de perdonar? ¿Creo que es posible? ¿Lo considero
impracticable en mi caso? ¿Pienso que es posible pero muy difícil?
3. Si veo en mi corazón demasiada dificultad para perdonar, ¿al menos estoy dispuesto
a hacer lo posible?
4. ¿Estoy dispuesto a intentarlo?

CONCLUSIÓN:

A. Existen maneras no bíblicas de combatir la amargura.

B. La manera correcta de combatir la amargura es:


1) Establecer la paz y santidad como una meta en nuestra vida.
2) Ver la amargura como un pecado contra Dios.
3) Perdonar al ofensor.

Jonathan Castro Terán 14 jonacastrot@gmail.com


LECCIÓN VI: LA PAZ DEL PERDÓN
ACTIVIDAD DE INICIACIÓN:

Pedir a los participantes que hagan una lista de las cosas que deben LLEVAR y otra lista de las cosas que deben DEJAR
para: (1) Un viaje con la familia a la playa y (2) Asistir un servicio dominical de la iglesia; con el objetivo de entender
que en el proceso del perdón existen cosas que se deben dejar y otras que son importantes tener presente.

DESARROLLO:

A. ENTENDER QUE DIOS NOS PERDONÓ Y NOS MANDA A PERDONAR Y RECORDAR QUE EL PERDÓN NO ES
1) Justificar, entender o explicar por qué la persona actuó hacia usted en la forma que lo hizo.
2) Olvidarse de la ofensa y dejar que el tiempo se haga cardo de eso.
3) Pedir a Dios que perdone a la persona que le ha ofendido.
4) Pedir a Dios que lo perdone a usted por estar enojado o resentido contra la persona que lo ofendió.
5) Negar que fue herido, porque después de todo hay otros que han sufrido más que usted.
6) Reconciliación, porque no somos responsables de las respuestas del otro, y que no siempre perdón implica
reconciliación. (Romanos 12:18)

B. LIBERAR A LA PERSONA DE LA DEUDA: Este paso consiste en tres aspectos:


1) Liberación Mental: Dejar de pensar en esa persona y en lo que nos hizo.
i. Muchas veces reconocemos el dolor, pero no hemos enfrentado la causa.
ii. ¿Qué sucedió?, ¿Quién lo hizo?; ¿Qué efectos tuvo sobre mí?
2) Liberación Emocional: Identificar lo que hemos sentido y reconocer de dónde se generan los sentimientos
i. Miedo: generalmente hay muchas situaciones que nos marcaron cuando fuimos niños, por lo que en
la edad adulta es natural que todo lo relacionado con eso que nos hicieron, nos cause miedo;
ii. Culpa y vergüenza: tendemos a culparnos por cosas que no hemos hecho o sentirnos avergonzados de
quienes somos;
iii. Ira: cuando nos enfrentamos con lo que nos ha causado el dolor, la ira sale a la superficie; el enojo, la
rabia, se asoman y esto lo trasladamos a todas las áreas, a nuestra vida laboral, personal, de pareja,
en familia, es una reacción de haber sido dañados.
3) A veces liberación Física3: Esto funciona cuando las ofensas o agresiones son físicas, sexuales o psicológicas
y que puedan llegar a tener consecuencias dramáticas en nuestras vidas.

Se logra de dos maneras:

i. Enfrentando a la persona cara a cara


ii. Usando un sustituto (“Método de la silla vacía”): En caso de que la persona haya muerto, viva lejos o
es totalmente inalcanzable.
Ambos métodos funcionan igualmente bien, pero uno puede ser más apropiado que el otro. A veces no es
sabio perdonar cara a cara. Esto tal vez haga que la otra persona se sienta “humillada” y lo hace a usted
sentirse “muy santo”.
Sea cual fuere el método se debe:
1) Escoger un tiempo donde pueda estar solo.
2) Ore y pídale a dios que le traiga a la mente a la persona y los hechos por los cuales necesita perdonarlas
3) Haga una lista de todas las cosas que vienen a su mente, aun cuando parezcan sin importancia. (No se
precipite en este paso; permita que dios use el tiempo necesario para ayudarle en este paso.
4) En el caso de que se emplee el método de la silla vacía, coloque dos sillas, una frente a la otra. Siéntese en
una de ellas. Si el perdonar es cara a cara, cite a la persona en un lugar neutral para los dos, y explíquele qué
es lo que usted pretende con esa reunión.
5) Ore, poniendo en las manos de Dios aquella situación y qué el actúe sobre usted y la otra persona.

3
Se entiende como liberación física la separación o distanciamiento hacia la persona que me ha ofendido.
Jonathan Castro Terán 15 jonacastrot@gmail.com
6) Hable todo lo que pueda recordar acerca de lo que la persona ha hecho para herirlo. No reprima lágrimas ni
las emociones que acompañan las confesiones. (Si el método es la Silla Vacía, imagínese a la otra persona
sentada en la otra silla)
7) ESCOJA POR UN ACTO DE VOLUNTAD, PERDONAR A ESA PERSONA DE UNA VEZ Y PARA SIEMPRE. Puede ser
que no sienta que está perdonando. Hágalo, y los sentimientos seguirán después. Dios se hará cargo de eso.
No dude de que lo que ha hecho es real y válido.
i. Haga estos tres compromisos:
a. No me detendré en este incidente (no pensaré mal)
b. No volveré a mencionar este incidente para usarlo contra ti (no lastimar)
c. No hablaré a otros acerca de este incidente (nunca chismear)
d. No dejaré que este incidente se interponga entre nosotros o entorpezca nuestra relación
(Siempre guardar la amistad)
8) Libere a la persona de la deuda que usted siente que le debe por la ofensa. Dígale: “Usted es libre y está
perdonado”

C. ACEPTE A LA PERSONA COMO ES


1) Liberarlos de cualquier responsabilidad para satisfacer nuestras necesidades. (Personas que dependen de
otras para hacer de su día excelente o arruinado)
2) Debemos aceptar a la otra persona sin querer cambiarle aspectos de la personalidad o del comportamiento.
i. Evitar decir: “Te perdono pero no lo vuelvas a hacer”, “Te perdono pero si aceptas que tuviste la culpa”,
“Te perdono pero debes cambiar”, “Te perdono pero has perdido mi confianza”

D. VER A LOS DEMÁS COMO INSTRUMENTO DE CRECIMIENTO


1) Tenemos que ver a los que hemos perdonado como instrumento en nuestra vida para ayudarnos a
comprender la gracia de Dios.
2) Sólo podremos entender la gracia de Dios una vez que perdonamos de la manera correcta. Lo que se aprende
acerca del Padre Celestial no se cambia por todo el oro del mundo.

E. RECONCILIARSE
1) Esto depende de cada situación (Romanos 12:18)
i. Todo creyente debe procurar estar en paz con todos. Nuestro llamado es a hacer todo lo que esté en
nuestras manos para procurar la paz en nuestras relaciones. Un detalle importante en este verso: “en
cuanto dependa de ustedes”. Necesitamos recordar que no somos responsables de las respuestas del
otro, y que no siempre perdón implica reconciliación. Pero en cuanto a nosotros dependa, debemos
procurar agotar todos los recursos que tengamos en nuestras manos para procurar la paz.
2) Cuando hayamos completado nuestro perdón, será más fácil la reconciliación.
3) Orar por la persona a la que ha perdonado, y ponga esa relación en las manos de Dios.

F. ¿QUÉ PASA SI SUCEDE OTRA VEZ?


1) ¿Qué pasa si la persona que hemos perdonado nos vuelve a herir? ¿Qué pasa si vuelve a ocurrir lo mismo?
¿Hará que el perdón sea menos real?
2) Al principio, sin duda, sentiremos dolor, amargura o ira, o talvez las tres. Satanás nos recordará nuestras
heridas pasadas. Puede ser que seamos tentados en desperdonar (el deseo de quitarle el perdón).

Cuando esto pase debemos recordar que:

1) El perdón es costoso y lleva un doble riesgo, yo tengo la obligación de pedir perdón, pero no puedo obligar
a la otra persona a perdonarme. Tengo la obligación de perdonar, pero no puedo obligar a nadie a aceptar
mi perdón.
2) El perdón no depende de mis deseos, sino de un acto de la voluntad. El perdón no depende de los méritos
del perdonado, sino de una necesidad del perdonador. No perdono porque la otra persona lo merezca, sino
porque yo necesito ser libre de mis resentimientos.

Jonathan Castro Terán 16 jonacastrot@gmail.com


3) La nueva ofensa se puede perdonar cada vez que ocurre sin relacionarla a las ofensas pasadas, que hayan
sido perdonadas.
4) El comportamiento de la otra persona quizá nunca cambie. Es asunto de Dios, no de nosotros, cambiar a
esa persona. Es nuestra responsabilidad ser liberados de la presión y del peso de una actitud que no
perdona.

G. ¿CÓMO SABER SI HE PERDONADO?


1) Desaparecen nuestros sentimientos negativos. Estos sentimientos son reemplazados por sentimientos de
solicitud, compasión o empatía.
2) Hallamos mucho más fácil aceptar a la gente que nos hiere sin sentir la necesidad de cambiarla; estaremos
dispuestos a aceptarla como es.
3) Nuestra preocupación por las necesidades de los demás excederá nuestra preocupación por lo que nos
hicieron. Podremos concentrarnos en ellos, no en nosotros o en nuestras necesidades.
4) Podemos responder a estas preguntas afirmativamente:
i. ¿Puede hablar de ese dolor sin enojarse, sin sentir resentimiento, sin la mínima idea de venganza?
ii. ¿Está dispuesto a aceptar parte de la culpa por lo que pasó?
iii. ¿Puede agradecer [a Dios] por las lecciones que aprendió durante el dolor?
iv. ¿Puede volver a visitar la escena o a la persona involucrada en su dolor sin experimentar una reacción
negativa?
v. ¿Puede hacerles bien a los que le lastimaron?

CONCLUSIÓN:

A. El perdón es una decisión riesgosa pero que conlleva muchos beneficios.

B. Para perdonar debemos:


1) Entender qué es el perdón.
2) Poner la situación en las manos de Dios por medio de la oración.
3) Buscar la reconciliación con la otra persona (Romanos 12:17-18)
4) Aceptar a la persona como es.
5) Estar dispuestos a perdonar nuevamente.

Jonathan Castro Terán 17 jonacastrot@gmail.com


HOJA DE TRABAJO LECCIÓN VI
LA PAZ DEL PERDÓN

PASOS PARA PERDONAR A OTROS


Estos pasos se han incluido para facilitar la aplicación personal de la lección VI.

1) Entender que Dios nos perdonó y nos manda a perdonar y recordar que el perdón no es:
i. Justificar, entender o explicar por qué la persona actuó hacia usted en la forma que lo hizo.
ii. Olvidarse de la ofensa y dejar que el tiempo se haga cardo de eso.
iii. Pedir a Dios que perdona a la persona que le ha ofendido.
iv. Pedir a Dios que lo perdone a usted por estar enojado o resentido contra la persona que lo ofendió.
v. Negar que fue herido, porque después de todo hay otros que han sufrido más que usted.
vi. Reconciliación, porque no somos responsables de las respuestas del otro, y que no siempre perdón implica
reconciliación. (Romanos 12:18)
2) A veces no es sabio perdonar cara a cara. Esto tal vez haga que la otra persona se sienta “humillada” y lo hace a
usted sentirse “muy santo”.
3) Escoger un tiempo donde pueda estar solo.
4) Ore y pídale a dios que le traiga a la mente a la persona y los hechos por los cuales necesita perdonarlas
5) Haga una lista de todas las cosas que vienen a su mente, aun cuando parezcan sin importancia. (No se precipite
en este paso; permita que dios use el tiempo necesario para ayudarle en este paso.
6) En el caso de que se emplee el método de la silla vacía, coloque dos sillas, una frente a la otra. Siéntese en una
de ellas. Si el perdonar es cara a cara, cite a la persona en un lugar neutral para los dos, y explíquele qué es lo que
usted pretende con esa reunión.
7) Ore, poniendo en las manos de Dios aquella situación y qué el actúe sobre usted y la otra persona.
8) Hable todo lo que pueda recordar acerca de lo que la persona ha hecho para herirlo. No reprima lágrimas ni las
emociones que acompañan las confesiones. (Si el método es la Silla Vacía, imagínese a la otra persona sentada
en la otra silla)
9) ESCOJA POR UN ACTO DE VOLUNTAD, PERDONAR A ESA PERSONA DE UNA VEZ Y PARA SIEMPRE. Puede ser que
no sienta que está perdonando. Hágalo, y los sentimientos seguirán después. Dios se hará cargo de eso. No dude
de que lo que ha hecho es real y válido.
10) Libere a la persona de la deuda que usted siente que le debe por la ofensa. Dígale: “Usted es libre y está
perdonado”
11) Es el momento de aceptarla sin querer cambiarle aspectos de la personalidad o del comportamiento.
12) Dé gracias al Señor por usar a cada persona como instrumento en su vida para profundizar el conocimiento de la
gracia de Dios.
13) Orar por la persona a la que ha perdonado, y ponga esa relación en las manos de Dios, para promover la
reconciliación.
14) ¿Qué pasa si sucede otra vez?
i. El perdón es costoso y lleva un doble riesgo, yo tengo la obligación de pedir perdón, pero no puedo obligar
a la otra persona a perdonarme. Tengo la obligación de perdonar, pero no puedo obligar a nadie a aceptar
mi perdón.
ii. El perdón no depende de mis deseos, sino de un acto de la voluntad. El perdón no depende de los méritos
del perdonado, sino de una necesidad del perdonador. No perdono porque la otra persona lo merezca, sino
porque yo necesito ser libre de mis resentimientos.
iii. La nueva ofensa se puede perdonar cada vez que ocurre sin relacionarla a las ofensas pasadas, que hayan
sido perdonadas.
iv. El comportamiento de la otra persona quizá nunca cambie. Es asunto de Dios, no de nosotros, cambiar a esa
persona. Es nuestra responsabilidad ser liberados de la presión y del peso de una actitud que no perdona.

Jonathan Castro Terán 18 jonacastrot@gmail.com


LECCIÓN VII: TAMBIÉN DEBEMOS PEDIR PERDÓN

ACTIVIDAD DE INICIACIÓN:

Pedir a los asistentes que hagan una lista de las palabras más difíciles de decir. Al final, escribir en letras grandes la
palabra PERDÓNAME, para reflexionar sobre la importancia de pedir perdón a quienes hemos ofendido.

DESARROLLO:

A. ESTUDIO DE MATEO 5:21-26. Si queremos presentar una ofrenda a Dios, una vida espiritual verdadera, o un acto
de adoración a Dios debemos analizar:
1) Si alguien está enojado con nosotros
i. Si es así, es porque esa persona o personas han sido ofendidas o se sienten que las hemos ofendido.
2) Un requisito para ofrecer culto (adoración a Dios) es reconocer las faltas y pedir disculpas al hermano
ofendido.
3) Jesús nos dice: “deja la ofrenda delante del altar, ve de inmediato a reconciliarte(cambiar completamente –
mentalmente) con esa persona”
i. ¿No es el culto a Dios lo primero y lo principal?
ii. Sí, pero existe un requisito para ello, es decir, primero debo buscar la reconciliación con el hermano.
4) No dice “Espera hasta que tu hermano venga”
i. El que ofende a otro, debe buscarlo cuanto antes. El culpable debe tomar la iniciativa. Debe encontrar
al hermano ofendido para pedirle perdón.
B. AUTOEXAMEN
1) ¿Cuántos hermanos ofrecen culto a Dios semana tras semana sin recordar esto?
2) ¿Cuántos hermanos ofrecen culto a Dios y ni siquiera quieren saludarse unos a otros, mucho menos
reconciliarse unos con otros?
3) ¿Creemos, quizá, que Dios hará acepción de personas porque nosotros somos "la iglesia verdadera"?
4) La triste verdad es que hay muchas otras personas que practican esta enseñanza más que algunos de
nosotros.
C. SIETE ELEMENTOS PARA PEDIR PERDÓN: El pedir perdón no es símbolo de debilidad, y el saber perdonar es una
característica de quien acepta al prójimo tal y como es. Hay que saber pedir perdón.
Tal vez resulte difícil disculparse porque esta actitud requiere que tengamos un espíritu humilde para admitir
nuestro error, lo cual no brota de nosotros naturalmente. Pero asumir la responsabilidad del daño que hicimos
en una determinada situación puede sanar una relación y restaurarla.
1) Diríjase a todos los afectados.
i. No habremos confesado plenamente un pecado o delito hasta que nos hayamos dirigido a todos los
afectados. Si la situación ocurrió entre dos personas, entonces los dos involucrados deben hablar. Si
ofendí a alguien ante un grupo, debo dirigirme al grupo.
2) Evite las expresiones “si”, “pero” y “tal vez”.
i. Estas son palabras mágicas que realmente borran la disculpa. Cambian la culpa o anulan la disculpa.
“Si no lo hubieras hecho…” “Yo no habría hecho ____, pero tú...” “Tal vez las cosas habrían sido
diferentes si…, pero ...”. Los que han sido heridos o agraviados no sienten esto como una disculpa
sincera.
3) Reconozca específicamente lo que hizo mal.
i. Declaraciones generales de “lo siento” sin identificar el mal hecho dan la impresión de que no somos
realmente conscientes de lo que hemos hecho, o que no estamos dispuestos a hacernos responsables
de ello. Cuanto más específica sea la disculpa, será más auténtica.
4) Reconozca cuánto ha lastimado a otros.
i. A veces dejamos de lado este paso. Por momentos, enfrentar el daño puede abrumar al culpable. Pero
hasta no mostrar cierta empatía y compasión, diciendo: “Mis palabras deben haberte hecho sentir
menospreciado… avergonzado… o enfurecido”, entonces no hemos reconocido plenamente la

Jonathan Castro Terán 19 jonacastrot@gmail.com


humanidad de aquel al que hemos lastimado. Reconocer el dolor causado ayuda mucho a reparar el
daño.
5) Acepte las consecuencias.
i. A veces queremos que un “lo siento” borre todas las consecuencias. Podemos utilizar las disculpas
como una tarjeta del juego Monopolio para “salir libre de la cárcel”. “He dicho que lo siento; ¿qué más
quieres?” indica que nuestro arrepentimiento es incompleto. Pero una verdadera confesión admite
que puede haber consecuencias después de la confesión. Debemos aceptar que es posible que
tengamos que pagar por algunos bienes dañados, perder una amistad por nuestra transgresión, o
aguantar una mala reputación. En cualquier caso, actuamos como adultos y aceptamos el resultado
de nuestro mal, sea cual sea.
6) Cambie su comportamiento.
i. No estaremos verdaderamente arrepentidos hasta que no hagamos esto. Y no hacer esto socava
nuestras disculpas y cualquier confianza que estemos tratando de reconstruir.
7) Pida perdón.
i. Pídalo realmente. “¿Me perdonas?”. Debemos dar a la persona que hemos dañado la dignidad de
procesar su dolor y responder con honestidad. Es posible que tengamos que esperar mucho tiempo
antes de que llegue el perdón. No debemos suponer que todo puede ser ignorado instantáneamente.
Así que, cuando nuestra confesión es genuina, pedimos perdón y esperamos una respuesta.

CONCLUSIÓN:

A. Nuestra adoración a Dios no será efectiva y recibida si no hemos pedido perdón a quienes hemos ofendido.
B. ¿Cometiste un error? Trágate el orgullo y da el primer paso… aunque no puedas encontrar una tarjeta que te
ayude a decirlo.

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LECCIÓN VIII: PONIENDO EN PRÁCTICA

ACTIVIDAD:

El siguiente taller es con el fin de poner en práctica todos y cada uno de los aspectos perdón. Se han seleccionado
cinco historias reales que deben ser analizadas desde el punto de vista del ofensor y del ofendido. Procurando
identificarnos con cada uno de los personajes para poder empezar el proceso del perdón.

HISTORIAS

1. Una mujer joven le llama por teléfono y le dice: mi esposo no está trabajando. Se queda en casa durante el
día durmiendo de la borrachera de la noche anterior. Me pega todos los días y yo tengo que ser la que trae el
dinero a la casa. Tenemos tres hijos menores de edad y no quiero que mi matrimonio fracase.

2. Luego de que Julia se enterara de que su marido le fue infiel, ésta reaccionó de la peor manera, agarró un
cuchillo y apuñaló a su marido tres veces en el estómago. Por suerte su marido no murió.

3. María siente resentimiento y dolor hacia su padre porque los abandonó a ella y a su madre cuando era
pequeña, los abandonó por otra mujer. El padre de María, nunca se preocupó por ellos y él ahora quiere
reestablecer la relación con María.

4. Pedro ha pasado 39 años en injustamente prisión ya que Carlos testificó falsamente en contra de Pedro. Pedro
fue acusado por el asesinato de un hombre en una tienda de abarrotes, el jurado basó su sentencia en el
testimonio de un niño de 11 años de edad.

5. Sara y Daniel, madre e hijo, tuvieron una fuerte discusión en su casa. Daniel intentó asesinarla. Él fue arrestado
por estrangular a su madre hasta el desmayo. Cuando Sara se despertó, encontró a su hijo desangrándose en
la tina.

Para cada una de las historias responder:

1. ¿Cuál es el conflicto?
2. ¿Quién es el ofendido?
3. ¿Por qué está ofendido?
4. ¿Qué haría el ofendido para perdonar a su ofensor?
5. ¿Quién es el ofensor?
6. ¿Por qué actuó de esa manera?
7. ¿Qué haría el ofensor para pedir perdón?
8. ¿La relación luego del perdón volverá a ser la misma?

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PARA CERRAR…

Perdonar es liberar, pero a veces es doloroso. Es liberar porque nos deshacemos de la pesada carga de la culpabilidad,
la amargura y la ira que hemos albergado en nuestro corazón. Es doloroso porque es difícil tener que confrontarnos a
nosotros mismos, a Dios, y a otros con nuestros fracasos. Parece más fácil echarles la culpa a los demás y continuar
defendiendo nuestra posición de estar en lo cierto, aunque continuamos dolidos. Pero el veneno de un espíritu que
no perdona nos separa de Dios y de nuestros amigos. Es devastador para nuestro bienestar espiritual y emocional, y
para nuestra salud.

¿Ha habido algún tiempo en su vida cuando luchó con su rebelión contra Dios, cuando reconoció su necesidad de
perdón, y confió en Cristo como su Salvador personal? ¿Está arreglando las cuentas con Dios? Es decir, cuando usted
le desobedece, ¿lo confiesa inmediatamente y continúa caminando en su Espíritu, gozando de comunión con Él?

¿Es todavía incapaz de perdonar a alguien que le ha herido profundamente y aún lleva cicatrices? ¿Por cuánto tiempo
permanecerá prisionero de su propio espíritu no perdonador? Recuerde que tiene dentro de usted el poder de
perdonar, de ser sanado y de ser liberado para vivir plenamente.

Antes de cerrar este libro, perdona al que lo ha herido, tal como su Padre celestial lo ha perdonado a usted, y ¡sea
verdaderamente libre!

Jonathan Castro Terán 22 jonacastrot@gmail.com


ÍNDICE
INTRODUCCIÓN 1
LECCIÓN I: ¿QUÉ ES EL PERDÓN? 2
HOJA DE TRABAJO LECCIÓN I 4
LECCIÓN II: ¿POR QUÉ NO PERDONAMOS? 5
HOJA DE TRABAJO LECCIÓN II 7
LECCIÓN III: ¿POR QUÉ DEBO PERDONAR? 8
LECCIÓN IV: EL RENCOR, LA AMARGURA Y EL CRISTIANO 10
HOJA DE TRABAJO LECCIÓN IV 12
LECCIÓN V: COMBATIENDO LA AMARGURA 13
LECCIÓN VI: LA PAZ DEL PERDÓN 15
HOJA DE TRABAJO LECCIÓN VI 18
LECCIÓN VII: TAMBIÉN DEBEMOS PEDIR PERDÓN 19
LECCIÓN VIII: PONIENDO EN PRÁCTICA 21
PARA CERRAR… 22
ÍNDICE 23
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 24

Jonathan Castro Terán 23 jonacastrot@gmail.com


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Anyabwile, T. (10 de Enero de 2004). COLAICIÓN POR EL EVANGELIO. Obtenido de


http://www.thegospelcoalition.org/coalicion/article/como-confesar-y-extender-el-perdon

CHÁVEZ, A. (2008). GUÍA DE ESTUDIO BASADA EN EL LIBRO LA LIBERTAD Y EL PODER DEL PERDÓN.

Chistoph Arnold, J., & Segarra Palmer, J. (2012). Setenta Veces Siete. New York: Plough Publishing House Rifton.

CRISTO PARA TODAS LAS NACIONES. (2010). PERDONAR ES... DAR Y RECIBIR. Missouri: Liga Internacional de Laicos
Luteranos.

Fuentes, M. Á. (2008). TERAPIA DEL PERDÓN. Mendoza: Ediciones del Verbo Encarnado.

HOPE FOT THE HEART. (2008). EL PERDÓN. Dallas: Hope fot the Heart.

IGLESIA DE CRISTO DF. (s.f.). TIENES QUE PERDONAR.

Maldonado, G. (2009). LOS PELIGROS DE NO PERDONAR. MIAMI: ERJ Publicaciones.

Mirón, J. (25 de Noviembre de 2011). ESTUDIOS BÍBLICOS DEL PASTOR CHUY OLIVARES. Obtenido de
http://casadeoracionmexico.com/blog/?p=926

rbclatino. (10 de Mayo de 2012). REFELXIONES. Obtenido de http://reflexiones.midiariocristiano.com/pedir-


disculpas

Stanley, C. (1991). LA PAZ DEL PERDÓN. Nashville: EDITORIAL CARIBE.

Jonathan Castro Terán 24 jonacastrot@gmail.com

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