Sei sulla pagina 1di 3

Alicia Fernanda Soberón Elizondo 1611633 Grupo: 126

Capitulo 5. Entrevista inicial con los padres.

Cuando los padres deciden consultarnos sobre el problema o enfermedad de un hijo les pido una entrevista,
advirtiéndoles que el hijo no debe estar presente pero si informado de la consulta.
La entrevista es reveladora del funcionamiento del grupo familiar en la relación con el hijo.
Los datos que nos dan los padres suelen ser inexactos, deformados o muy superficiales, suelen vivirla como un
enjuiciamiento.

No consideramos conveniente finalizar la entrevista sin haber logrado los siguientes datos básicos que
necesitamos conocer antes de ver al niño:
a) motivo de consulta; b) historia del niño; c) como se desarrolla un día de su vida diaria, un domingo o feriado
y el día de su cumpleaños; d) como es la relación de los padres entre ellos, con sus hijos y con el medio familiar
inmediato.
Una vez terminada la entrevista, si los padres han decidido hacer solamente un diagnóstico, se les comunicará
el día y la hora de la entrevista con el niño así como su duración. Si en cambio aceptan un tratamiento se les
dará las indicaciones generales en las que éste se llevará a cabo, condiciones que detallaremos más adelante.

El material del juego y el cajón individual


Material estándar de la caja del juego: cubo, plastilina, papel, lápices, pegamento, algunos muñecos, trapitos,
piolín, autos, platitos, tazas, cubiertos, tijeras. (Hasta 4 o 5 años o más con alguna modificación)
La primera acción que realiza el niño, y el tiempo que transcurre hasta que la inicia, nos dice mucho sobre su
actitud frente al mundo. También se verá en la 1ª sesión cual es la fantasía inconsciente de enfermedad y de
curación, y como acepta o rechaza el papel del terapeuta.
Freud descubrió que el juego es la repetición de situaciones traumáticas con el fin de elaborarlas; y que al hacer
activan lo que el niño ha sufrido en forma pasiva, el niño consigue adaptarse a la realidad. La inhibición para
jugar se entiende por tanto como un índice grave de neurosis. Un niño que no juega no elabora situaciones
difíciles de su vida diaria, y las canaliza patológicamente en síntomas e inhibiciones.
Al finalizar la hora de juego con el niño. Guardamos los juguetes en su cajón y le señalamos que ese material le
pertenece y el cajón permanece cerrado con llave, y que todo lo que pasó durante la sesión será mantenido en
reserva absoluta.
El cajón individual que se le ofrece al iniciar el tratamiento se constituye en el símbolo del secreto profesional.
Alicia Fernanda Soberón Elizondo 1611633 Grupo: 126

Melanie Klein - La técnica psicoanalítica del juego: su historia y significado.

Este análisis fue el comienzo de la técnica psicoanalítica del juego, porque desde el principio el niño expresó sus fantasías y
ansiedades principalmente jugando, y al aclararle consistentemente su significado, apareció material adicional en su juego. En
esencia, se usó con este paciente el método de interpretación característico de la técnica de Klein. Este enfoque corresponde a un
principio fundamental de psicoanálisis, la libre asociación. Al interpretar no solo palabras del niño, sino también sus actividades en
los juegos, aplicó este principio básico a la mente del niño, cuyo juego y acciones (y toda su conducta) son medios de expresar lo que
el adulto manifiesta predominantemente por la palabra.
Otros dos principios del psicoanálisis, establecidos por Freud, que sirvieron de guía: la exploración del inconsciente como tarea
principal del procedimiento psicoanalítico y el análisis de la transferencia como medio de lograr este fin.
Precondición para el psicoanálisis de un niño es comprender e interpretar las fantasías, sentimientos, ansiedades y experiencias
expresadas por el juego o, si las actividades del juego están inhibidas, las causas de la inhibición.
El psicoanálisis no debiera llevarse a cabo en la casa del niño. La situación de transferencia solo puede ser establecida y mantenida
si el paciente es capaz de sentir que la habitación de consulta o pieza de juegos (y todo el análisis) es diferente a su vida diaria del
hogar. Solo en estas condiciones puede superar sus resistencias a experimentar y expresar pensamientos, sentimientos y deseos que
son incompatibles con las convenciones usuales, y que siente que están en contraste con mucho de lo que se le ha enseñado.
La técnica psicoanalítica del juego no depende enteramente de una selección particular de material de juego. A menudo los niños
llevan espontáneamente sus propios objetos y el juego con ellos entra como cosa natural en el trabajo analítico. Pero Klein cree que
los juguetes provistos por el analista debieran ser en general simples, pequeños y no mecánicos.
Muchas actividades del niño se efectúan en el lavatorio, equipado con recipientes. A menudo dibujan, o asignan roles a si y al
analista.
Es esencial permitir que el niño deje salir su agresividad, pero lo que cuenta más es comprender por qué en este momento particular
de la situación de transferencia aparecen impulsos destructivos y observar sus consecuencias en la mente del niño.
Klein expresaba (en general) a los niños que no tolerarían ataques a sí misma. Esta actitud protege al psicoanalista y tiene
importancia para el análisis. Si tales asaltos son mantenidos dentro de límites, pueden despertar excesiva culpa y ansiedad
persecutoria en el niño y por lo tanto agregar dificultades al tratamiento.
Debe permitirse que el niño experimente sus emociones y fantasías tal como ellas aparecen. Es parte de la técnica no ejercer
influencia educativa o moral, sino restringirse al procedimiento psicoanalítico que consiste en comprender la mente del paciente y
transmitirse que es lo que ocurre en ella.
La variedad de situaciones emocionales que pueden ser expresadas por las actividades del juego son ilimitadas.
Si la interpretación se relaciona a puntos salientes en el material, ellos son perfectamente comprendidos por el niño. Si al analista
traduce en palabras simples los puntos esenciales del material que le ha sido presentado entra en contacto con las emociones y
ansiedades que son más activas en ese momento; la comprensión consiente e intelectual del niño es a menudo un proceso
posterior.
Uno de los puntos importantes en la técnica del juego ha sido siempre el análisis de la transferencia. En la transferencia con el
analista el paciente repite emociones y conflictos anteriores. La experiencia enseñó que podemos ayudar al paciente
fundamentalmente remontando sus fantasías y ansiedades en nuestras interpretaciones de transferencia a donde ellas se originaron
(particularmente en la infancia y en relación con sus primeros objetos). Pues re experimentando emociones y fantasías tempranas y
comprendiéndolas en relación con sus primeros objetos él puede, por decirlo así, revisar estas relaciones en su raíz y de esa manera
disminuir efectivamente sus necesidades.
El superyó aparece en una etapa mucho más temprana que la que Freud supuso. El superyó tal como él lo concebía es el efecto de
un desarrollo que se extiende por años. Como resultado de mayores observaciones Klein afirma que el superyo es algo que el niño
siente operando internamente de una manera concreta, que consiste en una variedad de figuras construidas a partir de sus
experiencias y fantasías y que se deriva de las etapas en que se introyectó a los padres.
Ha de considerarse el uso de los símbolos de cada niño en conexión con sus emociones y ansiedades particulares y con la situación
total que se presenta en el análisis, meras traducciones generalizadas de símbolos no tiene significado.
El análisis del juego había mostrado que el simbolismo permitía al niño transferir no solo intereses, sino fantasías ansiedades y
sentimientos de culpa a objetos distintos de las personas. De ese modo experimentaba un gran alivio jugando y este es uno de los
factores que lo hacían tan especial para el niño.
En los niños, una severa inhibición de la capacidad de formar y usar símbolos, y así, de desarrollar la fantasía, es señal de una
perturbación seria.
Alicia Fernanda Soberón Elizondo 1611633 Grupo: 126

Potrebbero piacerti anche