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Excusados en la expresión “salvo por causa de fornicación” de Mateo 5:32 y 19:9 los
pastores, con el pleno apoyo de sus congregaciones, aceptan la formación de segundos y
terceros matrimonios (y más si se presenta el caso) de divorciados aduciendo expresiones
de la Biblia, sacadas de su contexto, como “no es bueno que el hombre este solo” o “es
mejor casarse que quemarse”. Cuando Dios en su misericordia me confronto con su
Palabra en unas pocas horas estudiando con oración sincera todos los pasajes de la Biblia
sobre el tema, estas falacias cayeron pulverizadas. La parte más difícil no fue entenderlo
teóricamente pues las evidencias escriturales son contundentes. Lo más desafiante fue
decidir practicar y predicar estas verdades en vez de resistirme y empezar a defender lo
indefendible. Antes de traer al público este tema confronte de forma privada a pastores
de gran trayectoria académica y experiencia, algunos de ellos jubilados, como también
debatí en grupos con ancianos de iglesia y otros líderes de amplia experiencia. Los
resultados me asombraron. Había pensado que me iban a disuadir de mis ideas pues tuve
(y sigo teniendo) una mente abierta al análisis profundo y a seguir la verdad cualesquiera
sean las consecuencias. Abrir y mantener en público este polémico tema no ha sido tarea
fácil. Pero si una mucho más bendecida y prospera de lo que jamás espere. Me ha
resultado sorprendente que ni en privado ni en público alguien ha presentado evidencias
coherentes de que el divorcio y re casamiento de personas cuyos cónyuges aún están
vivos sea una práctica bíblica aceptada o bendecida por Dios. Sin excepción los divorcistas
están basados en la frase “salvo por causa de fornicación” como una licencia abierta al re
casamiento las veces que a la gente les venga en gana, ignorando todas las demás
evidencias que demuestran que el matrimonio es un pacto que solo la muerte puede
disolver.
Hoy, a menos de 2 años de abrirla, nuestra página llega a casi 10 mil seguidores fieles.
Hemos hecho 135 publicaciones alcanzando cientos de miles de personas y recibido
decenas de miles de reacciones y comentarios positivos. Estos logros ameritan el hacer un
alto para dar gloria a Dios por su bendición. No salgo de la sorpresa al ver la inmensa
cantidad de personas que están dispuestas a aceptar la Palabra de Dios respecto a este
tema tan difícil de sobrellevar. Han sido cientos las personas con quienes he tenido
oportunidad de platicar en privado e incluso por teléfono. Muchos en los comentarios y
en privado confiesan, como yo lo hago hoy, que habían pasado su vida entera ignorantes
de estas verdades que son tan claras en la Biblia. Pero lo que más me impresiona es saber
de las múltiples decisiones que muchos han expresado ya sea de mantenerse solos luego
de haber sido abandonados por sus parejas o bien deshacer relaciones que no son
aprobadas por Dios de acuerdo a su santa Palabra. Con sinceridad confieso que nunca
pensé que pudiera ver tan positivos resultados. La Gloria sea para Dios.
Honestamente no sé cuándo ni cómo eso vaya a ocurrir, pero lo tengo en manos de Dios y
el abrirá el camino a su realización. Ya Él me ha dado suficientes evidencias tanto en mi
vida personal como en este ministerio, de que va adelante en este proyecto. Debemos
solamente mantener oración constante y eso es lo que estoy pidiendo a mis seguidores
por este medio. También propongo a todos dar sus aportes sobre el tema. Cuando
empecé a encontrar las razones bíblicas para rechazar que la frase “Salvo por causa de
fornicación” sea autorización al divorcio y re casamiento pensé que tal vez llegaría a unas
10. Pero poco a poco el Señor me ha dado tantas que ya el número se acerca a las 40. Me
gustaría que aquellos buenos estudiantes de la Biblia que encuentren alguna otra que no
se haya mencionado la anoten ya sea en los comentarios o bien en privado. Una sola de
estas razones no resuelta echa por tierra la falsa doctrina de los re casamientos. Este
conjunto de razones y el libro que las contenga para su mayor difusión se deben constituir
en la punta de lanza de este ministerio. Por eso no quiero ir tan rápido que el trabajo
quede mal hecho sino paso a paso para que quede completo y contundente.
Si fueran 40 razones y cada uno tomara 3 páginas ya tendríamos 120 páginas. Otro tanto
dedicaremos a contestar otro tipo de excusas, la inmensa mayoría basadas en el
humanismo, que la gente esgrime de manera irracional para justificar sus nuevos
matrimonios. De hecho ese es el siguiente proyecto de la página: Presentar respuesta
precisa a esas excusas.
¡Esto sí que es un desafío! No cualquiera quiere dar la cara al público en este delicado
tema donde de manera tan fácil resultan detractores. Tal vez por eso cuando veo todo
alrededor en el internet no encuentro a nadie que de manera coherente, ordenada y
sostenida presente todos los temas sobre este tópico en forma hablada. Hay algunos
ministros que presentan temas de cuando en cuando, pero no profundizan como aquí se
está tratando de hacer en forma escrita hasta ahora. Es mi intención, es mi sueño y visión
tener los temas presentados en la página pero en forma hablada, en seminarios, sermones
o clases que sean una fuente permanente de orientación al pueblo de Dios respecto a este
vital tópico.
3. IMPARTIR SEMINARIOS EN IGLESIAS ALREDEDOR DEL MUNDO
Esto suena inalcanzable, pero lo ponemos en manos de Dios. Si él desea que así sea nadie
lo podrá detener. Esta sería una tercera fase en el orden que la estamos mencionando
pues antes de ello debemos tener el libro listo y estar presentando los temas en video en
internet. ¿Cuánto tiempo esto nos puede tomar? Solo Dios lo sabe. Pero después de
pensarlo varios meses decidí que hacer pública mi intención puede ser el punto de partida
para lograrlo. En primer lugar por estar poniendo en orden las ideas, pero también, y lo
más importante, por poder contar con las oraciones de todos los hermanos que me están
leyendo. En el nombre de Cristo les pido todo el apoyo que puedan dar. Primero en
oración y segundo haciendo planes de comprar el libro cuando este salga, lo cual puede
llegar a ser clave para poder tener los recursos para viajar y ayudar en vivo a muchas
parejas que así lo estén requiriendo.
Las razones son muchas y de variados índoles pero todas son bíblicas. Aunque usaremos
lógica y metodología interpretativa ninguna de estas razones tiene como base el mero
humanismo. Una vez más exhortamos a quienes dejan comentarios que lo hagan con
alguna base en la Biblia. Discutir sobre opiniones, filosofía, psicología, sociología y las
demás ciencias y experiencias humanas es altamente desgastante. Si usted desea discutir
este tipo de razones humanistas este no es el sitio adecuado. Esta es una página bíblica y
por más sin sentido o fanáticos que le parezcan los conceptos aquí vertidos nos
sostenemos en que son los mejores disponibles. No nos apartaremos de ellos pues
provienen de la mayor fuente de sabiduría existente: La mente de Dios.
RAZON NUMERO UNO: Decir que Dios autoriza el divorcio y re casamiento en mateo 5:32
19:9 sería una contradicción con el resto de la biblia
Otra cosa es decir que Dios en su infinita misericordia perdona el pecado. Pero eso no es
validarlo. No es dar una licencia para seguirlo haciendo. El arrepentimiento conlleva dolor
por los actos pecaminosos y determinación a apartarse de ellos. No hay ninguna
excepción a esto en toda la Biblia. Un análisis del capítulo 51 de Salmos nos lleva a la
conclusión que Dios perdona los más graves pecados, como los que allí confiesa David.
Pero también describe un vehemente deseo de no practicar más el pecado:
Esconde tu rostro de mis pecados, Y borra todas mis maldades. Crea en mí, oh Dios, un
corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí. No me eches de delante de ti, Y
no quites de mí tu santo Espíritu. – Salmos 51:9-11
Hay muchos pasajes de la Biblia que presentan el matrimonio como un PACTO hasta la
muerte de los cónyuges. Aquí algunos de ellos:
Génesis 2:23,24
Malaquías 2:14-16
Mateo 19:4-6
Mateo 19:8
Marcos 10:10-12
Romanos 7:1-3
1ª Cor. 10:10-11
Efesios 5:31-32
Gálatas 3: 15
Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el
cual no hay mudanza, ni sombra de variación. –Santiago 1:17
RAZON NUMERO DOS: Seria una contradicción al relato completo de Jesús en mateo 19:3-
12
Mateo 19:3-12 es el relato más claro en toda la Biblia sobre la voluntad de Dios para el
matrimonio. El problema del divorcismo es que ignoran el relato completo y se van directo
a las palabras “salvo por causa de fornicación” usándola como frase mágica para liberarles
del pacto matrimonial y autorizarles a conseguirse otra pareja.
Los fariseos habían venido ante Jesús para tentarle como lo hicieron con el tributo que se
pagaba a César. Si Jesús contestaba que no era lícito divorciarse, estaría en peligro de ser
encarcelado por el Tetrarca Herodes Antipas y acusarían a Jesús de contradecir a Moisés.
Si el contestaba que era lícito divorciarse, le acosarían de haber mentido al declarar que su
evangelio era de una moralidad superior que el de los fariseos, quienes abogaban por la
legitimidad del divorcio y re casamiento. Pues Jesús había declarado, “Porque os digo que
si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino
de los cielos.” -Mateo 5:20
¿Cuál sería la moralidad superior, esa justicia mayor que la de los fariseos que sostenía y
predicaba Jesús con respecto al matrimonio y el divorcio? Entre los fariseos habían dos
escuelas de interpretación: La de Hillel y la de Shammai. La escuela de Shammai mantenía
que el divorcio únicamente era lícito por causa de inmoralidad o infidelidad, tales como
fornicación, prostitución u otra ofensa sensual en contra de la castidad. La escuela de
Hillel sostenía que el divorcio se debía obtener por cualquier razón sin tener que ver
necesariamente con alguna ofensa sensual o infidelidad.
Las dos escuelas permitían el re casamiento después que la persona obtenía un divorcio.
Solo diferían en la causa legítima para obtener el divorcio. Es decir, los fariseos de la
escuela de Shammai permitían el divorcio apoyándose en la cláusula “por haber hallado
en ella “alguna cosa indecente” y especialmente en el término “indecente”. Pero los
fariseos de la escuela de Hillel se apoyaban en la cláusula “si no le agradara por haber
hallado en ella alguna cosa” y especialmente en las palabras “alguna cosa”.
Encontramos pues que el mundo en ese entonces era altamente divorcista igual que el de
hoy. En nuestros días tenemos hijos de la escuela de Shammai entre nosotros, pues
desean mantener la justicia de los fariseos con respecto al divorcio por infidelidad,
disolviendo el matrimonio y sustentando el re casamiento. Dicha justicia no sobrepasa la
moralidad que Jesús anunció en el Sermón del Monte como parte de su evangelio.
La respuesta de Jesús:
“El [Jesús], respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y
hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y
los dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo
que Dios juntó, no lo separe el hombre.” - Mateo 19:4-6.
Jesús les responde a los fariseos que regresen al principio divino, al libro de Génesis. Les
redarguye indirectamente y de la manera más sabia según la costumbre judía. Les indica
dejar las tradiciones de sus escuelas humanistas e ir al plan original. Jesús les citó Génesis
1:27 y 2:24 para apoyar su posición edénica. Jesús dijo que al principio, en el libro de
Génesis, el ideal de Dios y el principio divino era que el matrimonio sería para toda la vida,
sin la necesidad del divorcio. Este fue el deseo y la voluntad del mismo Creador quien hizo
a la primera pareja.
2. Lo que Dios junto no lo separe el hombre:
Jesús dijo que el matrimonio es un pacto divino y “lo que Dios juntó, no lo separe el
hombre.” Mateo 19:6. El hombre, ni la corte, ni el estado tiene el derecho divino a
intervenir y separar al concederle un divorcio a los que Dios juntó en santo matrimonio.
Aquí Jesús se pronuncia en contra del divorcio declarando que lo que Dios hace, lo hace
para siempre. Jesús declara que el matrimonio es un pacto con Dios ante el cual el hombre
no tiene potestad de disolver.
“He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni
de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres.” -
Eclesiastés 3:15.
Esto es dicho en Mateo 5:32 y 19:9 pero ya había sido dicho aun con más claridad:
Marcos 10:10-12 En casa volvieron los discípulos a preguntarle de lo mismo, y les dijo:
Cualquiera que repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra ella; y si la
mujer repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio.
Lucas 16:18 Todo el que repudia a su mujer, y se casa con otra, adultera; y el que se casa
con la repudiada del marido, adultera.
“Porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras éste vive; pero si el
marido muere, ella queda libre de la ley del marido. Así que, si en vida del marido se
uniere a otro varón, será llamada adúltera; pero si su marido muriere, es libre de esa ley,
de tal manera que si se uniere a otro marido, no será adúltera”. – Romanos 7:2-3
Los versículos 11 y 12 son el cierre de los argumentos del Maestro de Maestros. Si fuera
un sermón estas son las aplicaciones prácticas y el llamado.
“No todos son capaces de recibir esto, sino aquellos a quienes es dado”.- Mateo 19:11
Cuan real y exacto es eso hoy. La oposición al plan del matrimonio establecido por Dios es
abrumadora. Del relato completo de Cristo nadie quiere saber. Todos alivian sus
conciencias adjudicándole a esas cinco palabras el significado que les conviene. Todos hoy
al igual que hacían los seguidores de las escuelas fariseas presentan razones humanistas
porque si van a la Biblia saben que Dios es más que claro en el sentido que el matrimonio
es indisoluble y que casarse de nuevo estando viva su pareja legitima les hace adúlteros. Y
eso es grave porque resulta que los adúlteros no entraran al reino de los cielos: 1 Corintios
6:9. A menos que se arrepientan y dejen su pecado.
Es tan grave esa situación que Cristo en el versículo 12 dice que “hay eunucos que a sí
mismos se hicieron eunucos por causa del reino de los cielos”. Esta expresión no puede
aislarse del relato. Este es el llamado de Cristo y la aplicación práctica a toda su enseñanza
que empieza en el versículo 3.
En síntesis les dijo y nos dice: El matrimonio verdadero es el de Génesis y esa ley de
divorcio injusta y de origen pagano la cual incluía esclavitud, poligamia y divorcio ya no
está vigente. Por eso divorciarse y re casarse conlleva el pecado de adulterio. Y si por
desdicha tenemos que ser víctimas del divorcio de nuestra pareja nuestra única
alternativa si queremos estar en el reino de Dios es quedarnos solos.
“Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no
se separe del marido; y si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; y que
el marido no abandone a su mujer”. -1ª Corintios 10:10-17
“Por boca de dos o tres testigos se decidirá todo asunto.” -2 Corintios 13:1.
El punto es: La doctrina o práctica tan aceptada y difundida entre los cristianos está
basada en una frase. Ni siquiera en un versículo! El versículo mismo tiene muy diversas
formas de interpretarse y ha dado origen a diversas interpretaciones. Todo depende de
cómo se traduzca y que significado se le dé a una palabra de la frase: “FORNICACION”
Así que podemos concluir que al final esta doctrina se basa en una palabra! Y ni siquiera es
la palabra del idioma original en el cual se escribió que fue el hebreo.
Las palabras usadas en una traducción de la Biblia en cualquier idioma, no representan
necesariamente el sentido exacto de las palabras del texto original. Tampoco siempre
incluyen todo lo que las palabras del texto bíblico significaban en el idioma original.
Algunas personas han dicho que sin un conocimiento amplio de los idiomas bíblicos, nadie
debe considerarse intérprete de la Biblia. Aunque esta afirmación es claramente una
exageración, encierra una verdad importante: Es preciso entender el significado de las
palabras originales.
En realidad la palabra que tendríamos que estar tratando de entender entonces sería la
palabra que fue escrita en el idioma original, o sea el hebreo. Jesús nunca pronuncio la
palabra “porneia” (Fornicación en griego, de donde tenemos la mayoría de manuscritos).
Estaremos presentando un artículo sobre este punto.
PORQUE COMPLICARSE TANTO CON ESTE TEXTO, ESTA FRASE Y ESTA PALABRA COMPLEJA
CUANDO HAY OTROS TEXTOS CLAROS EN LA BIBLIA SOBRE EL MISMO TEMA?
Esta es la pregunta más importante si usted desea llegar a la verdad sobre lo tratado:
Matrimonio, divorcio y re casamiento.
Génesis 2:23-24
Malaquías 2:14-16
Mateo 19:4-6
Mateo 19:8
Gálatas 3:15
1ª Corintios 7:10
Romanos 7:2 – 3
Efesios 5:31-32
Los textos donde Dios prohíbe que una persona se case de nuevo sin que haya muerto su
cónyuge legítimo son:
LUCAS 16:18
MARCOS 10:11
ROMANOS 7:2-3
1 CORINTIOS 7:39
EXODO 20:14
Proverbios 2:17
Todos esos textos son supremamente claros. Hay varios otros que tratan el tema y
también son claros. Dios no ha dejado a su pueblo a oscuras. Cristo no vino a cambiar con
una expresión todo lo que ya ha establecido firmemente como verdad respecto a estos
asuntos. Dios no cambia ni se contradice.
RAZON NUMERO CUATRO: Cada palabra solo puede tener un significado fijo en relación
con el pasaje
La conclusión general es que la problemática que a través de los siglos hay con la clausula
de excepción es sobre como traducir la palabra “fornicación”. Entonces es allí donde
debemos concentrar nuestro esfuerzo si queremos saber la voluntad de Dios sobre este
tema que caprichosamente el mundo divorcista ha querido hacer depender de este
controversial pasaje ignorando todos los otros que son claros sobre el mismo tema. O sea,
estar en esta discusión fuera irrelevante e innecesario con solo un poco de sentido común:
No se puede hacer doctrina de un solo pasaje cuando hay otros claros sobre el mismo
tema.
Cuando una palabra tiene dos o tres significados el intérprete debe valerse de todas las
ayudas, sobre todo de la luz que arroja sobre cualquier pasaje su contexto a fin de conocer
el verdadero significado del término que se usa. No tenemos libertad de determinar, al
azar, estos significados técnicos, o de acuerdo con opiniones preconcebidas.
Cada palabra solo puede tener un significado fijo, en conexión con el pasaje. Ocurre con
frecuencia que todas las significaciones que tiene una palabra abstracta le son atribuidas
en cualquier pasaje en que ocurren. Tal modo de proceder debe ser condenado como
puramente arbitrario.
“Mateo – nos dicen los más antiguos escritores eclesiásticos – después de haber
predicado el evangelio a los hebreos y antes de dirigirse a otras naciones, escribió un
evangelio para los judíos en lengua aramea” - Tal es el testimonio de Papias (Eusebio, III
39), de Ireneo (EusebioV 8), de Orígenes (Eusebio VI 25), y de Eusebio mismo ((Eusebio III
24).
Ireneo repite en varias ocasiones que Mateo escribió su evangelio para los hebreos y en
lengua hebrea, “a fin de probar a su pueblo que el Mesías había nacido de David”.
Orígenes dice de este libro:” El primer evangelio escrito es el evangelio según Mateo que
fue primero publicano, luego apóstol de Jesucristo; el dio este evangelio a aquellos de
entre los judíos que habían creído, componiéndolo en lengua hebrea.
Jerónimo dice: “Mateo publicó en Judea un evangelio en lengua hebrea, sobre todo para
aquellos de entre los judíos que habían creído en Jesús.
ZENUTH
“ Mas Yo os digo, quien repudia a su mujer, salvo el caso de una unión inválida, y se casa
con otra, comete adulterio”(Mat.19:9). Criterio que es compartido por los traductores
protestantes de La Biblia de Estudio “Dios Habla Hoy”, que traducen Mateo 5:32 del modo
siguiente:
“Pero yo les digo que si un hombre se divorcia de su esposa, a no ser en caso de una unión
ilegal, la pone en peligro de cometer adulterio. Y el que se casa con una divorciada comete
adulterio”
El pasaje de Mateo 19:9 lo traducen como sigue:
“Yo les digo que el que se divorcia de su esposa, a no ser en el caso de una unión ilegal, y
se casa con otra, comete adulterio”
CONCLUSION
Si Jesús quisiera referirse al adulterio en esos pasajes ¿Por qué utilizó la palabra
fornicación (porneia) y no la palabra adulterio (moichea)? Jesús da buena evidencia en
Mateo 19:9 y Mat 5:32, de que Él conocía perfectamente las dos palabras, fornicación
(πορνεία) y adulterio (μοιχεία).
De hecho, Él usa las dos palabras en el mismísimo pasaje, pero es evidente que las usa
intencionadamente de forma separada. Entonces, si las usa separadamente ¿quiénes
somos nosotros para cambiar fornicación por adulterio si el mismo Hijo de Dios no lo
hace?
Existe cierto grado de significado común entre las palabras “fornicación” y “adulterio”
porque ambos son pecados sexuales, pero también hay suficiente diferencia entre ellas en
su uso neotestamentario para concluir con toda seguridad que NO se puede
intercambiarlas. No se puede sustituir la palabra “fornicación” por “adulterio”, ni se puede
sustituir la palabra “adulterio” por “fornicación”.
Jesús distingue como pecados diferentes la fornicación y el adulterio. Ello está claro en la
citas de Mateo 5:32, Mateo 15:19, Mateo 19:9 y Marcos 7:21, por ejemplo en Mateo
15:19 dice: “Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los
adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias”.
Si aplicamos en el pasaje de Mateo 5:32 el intercambio de la palabra fornicación por la
palabra adulterio, como hacen los divorcistas, el resto del versículo pierde sentido y a su
vez se contradice.
Fijémonos en Mateo 19:9 o Mateo 5:32, y empecemos por la última parte de estos
versículos donde dice: “…quien se casa con una (inocente) repudiada (divorciada) comete
adulterio…” así que, surge la siguiente pregunta:
¿Cómo podría el Señor Jesús decir en el mismo pasaje dos cosas opuestas?:
1. Que una persona inocente, puede divorciarse por adulterio (como dicen los divorcistas)
pero al final del texto, el Señor mismo dice que…
Por otro lado el final del verso, estaría impidiéndolo y, ¿todo esto dicho en el mismo
versículo?
Imposible tal contradicción, iría contra las leyes de la Hermenéutica y la lógica. Dios no se
contradice.
Otra cosa: la frase, “…quien se casa con una repudiada (divorciada) comete adulterio…”,
se repite 7 veces en, los dos pasajes de Mateo (5:32 y 19:9, en Marcos 10:11 y en Lucas
16:18; con lo cual los evangelios advierten hasta 7 veces la misma, repetida e importante
idea que:
1. …"el que se casa siendo divorciad@ comete adulterio y…
En 25 casos del N. T. en que aparece porneia, ninguno se traduce por adulterio. Qué razón
habría para que de manera caprichosa se haga en la clausula de excepción?
PRUEBA #1
PRUEBA #2
La fornicación es un pecado contra el cuerpo de uno mismo (1 Cor 6:18), pero el adulterio
es un pecado contra el cónyuge, los hijos y la institución misma del matrimonio. La
exhortación de Pablo a abstenerse de la fornicación (1 Cor 6:13- 7:2) no menciona una
esposa ofendida. Es que los corintios solteros habían estado practicando la “fornicación”
con prostitutas, una costumbre aceptada por la cultura griega, no sabiendo que esto es un
pecado muy serio. “No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré,
pues, los miembros de Cristo y los haré miembros de una ramera? De ningún modo. ¿O no
sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos
serán una sola carne?” (1 Corintios 6: 15-16.)
PRUEBA #3
Pablo dice que a causa de las fornicaciones (de los solteros), cada uno tenga su propia
mujer (esposa). “pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada
una tenga su propio marido.” (1 Cor 7:2) El casarse permite que se satisfaga el deseo
sexual de una manera santa. Pero el “adulterio” no se puede evitar por medio de casarse.
De hecho, ¡no se puede cometer el adulterio hasta que uno esté casado! Claramente, el
apóstol Pablo no igualaba la “for- 5 nicación” con el “adulterio”. Ni Jesús tampoco.
PRUEBA #4
PRUEBA #5
Los judíos en el Nuevo Testamento eran de la opinión que la mujer adúltera fuera
apedreada (Juan 8: 3-5). Ellos no preguntaron a Jesús si fuera posible que esa mujer
pudiera ser divorciada. El adulterio fue castigado con la muerte bajo la ley de Moisés
(Deut 22:22-24): “Si fuere sorprendido alguno acostado con una mujer casada con marido,
ambos morirán, el hombre que se acostó con la mujer, y la mujer también; así quitarás el
mal de Israel... los apedrearéis, y morirán...” El castigo para la fornicación era mucho
menos. La fornicación entre personas no casadas (y no comprometidas) era castigada con
una multa de 50 piezas de plata, pagada al padre de la muchacha. Entonces la pareja tenía
que casarse (Deut 22: 28-29). Eran muy celosos de la Ley los fariseos que preguntaron a
Jesús, “¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa?” (Mat 19:6) Ellos
estaban preguntándole si el divorcio era permitido por ofensas menores, ya que el
adulterio tenía pena de muerte. Jesús no pudo haber estado refiriendo al adulterio
(infidelidad conyugal) como justificación para el divorcio en Mateo 19:9 porque él no vino
para rebajar el castigo de la Ley (muerte), sino para pagarlo él mismo. Nunca hubiera
sugerido a los fariseos que una adúltera fuera divorciada en vez de apedreada. La única
manera en que Jesús pudo defender la vida de la mujer en Juan, capítulo 8, fue decir, “El
que de vosotros esté sin pecado sea el 6 primero en arrojar la piedra contra ella.” Al oír
esto, los judíos empezaron a salir, uno por uno. ¡Qué absurdo creer que Jesús estuviera
permitiendo el divorcio a base de “infidelidad conyugal”! La Nueva Versión Internacional
ha cometido un grave error en su traducción de la palabra PORNEIA en Mat 19:9 y Mat
5:32. Antes de vivir con José, la madre de Jesús casi fue dejada “por causa de fornicación”
porque estaba embarazada. De acuerdo a la Ley de Moisés un hombre podía divorciar a
una mujer si él encontraba que ella no era virgen cuando se casó con ella (Deut 22:13-22).
El hombre podía anular el pacto nupcial “por causa de fornicación”, o sea, porque la mujer
ya había fornicado con otro hombre ANTES de casarse con él. Pero esto no es igual al
adulterio DESPUES del matrimonio.
PRUEBA #6
“Adúltero” y “adúltera” son las palabras correctas para los que cometen adulterio, no la
palabra “fornicario”. Santiago llama “adúlteros” a los cristianos infieles porque aman al
mundo y no son fieles a Cristo, su cabeza (Stg 4:4). Pablo dice que una mujer que es infiel
a su marido se llama “adúltera” (Rom 7:3). No se llama “fornicaria”. Las rameras se
llamaban “fornicarias” porque no tenían marido. (Vean Apoc 17:1-4 acerca de la gran
ramera.) “Ramera” es la traducción de la palabra griega PORNE. Noten que PORNEIA es
“fornicación” y PORNE es “ramera”. La fornicación, pues, no es igual a “infidelidad
conyugal”, y la Nueva Versión Internacional conduce a los lectores a creer que la puerta al
divorcio permisible es mucho más ancha que lo que realmente es. Cuando Jesús dijo, “Y yo
os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa
con otra, adultera”, estaba cerrando la puerta al divorcio casi totalmente para sus
discípulos. “...no seáis desleales para con la mujer de vuestra juventud. Porque Jehová
Dios de Israel ha dicho que aborrece el repudio...” Malaquías 2:15-16
“Así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera; pero si su
marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera que si se uniere a otro marido, no será
adúltera”
Eso es exactamente lo mismo que ha dicho Cristo en Mateo, Marcos y Lucas.
CONCLUSION
Concluimos que no podemos dar a la palabra porneia de la cláusula de excepción todas las
significaciones abstractas que tiene la palabra. Respetando las reglas hermenéuticas de la
interpretación contextual deberíamos considerar como adulterio principalmente el
concepto definido en Romanos 7:3, lo cual excluye categóricamente darle a porneia el
significado de adulterio porque si Jesús que distinguía ambos términos, hubiese querido
señalar el adulterio, habría utilizado la palabra correcta y dicho “salvo por causa de
adulterio”. Por otro lado esto concuerda con las reglas de la lingüística y del manejo del
lenguaje, ya que cuando nos expresamos utilizamos los términos específicos y técnicos
correspondientes
No hay duda que estamos en los tiempos finales. La destrucción del hogar, base de la
sociedad y cuyo fundamento es el matrimonio es una de las señales del fin:
“Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque como en los
días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento” -
Mateo 24: 37-38
El divorcio alcanza cada vez nuevos records en todos los países del mundo. La gente
piensa en su felicidad y para conseguirla están “casándose y dándose en casamiento”. Así
como el comer y beber en su debida medida no constituye pecado pero el hacerlo en
exceso constituye el pecado de la glotonería, el divorciarse y re casarse constituye el
pecado de adulterio.
¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto
el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Así
que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el
hombre. –Mateo 19:4-6
Romanos 7:1-3 ¿Acaso ignoráis, hermanos (pues hablo con los que conocen la ley), que la
ley se enseñorea del hombre entre tanto que éste vive? Porque la mujer casada está
sujeta por la ley al marido mientras éste vive; pero si el marido muere, ella queda libre de
la ley del marido. Así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será llamada
adúltera; pero si su marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera que si se uniere a
otro marido, no será adúltera.
Caso 1: ¿Le permite Dios a un hombre divorciarse de su esposa y casarse con otra mujer?
¿O a una mujer divorciarse de su marido y casarse con otro hombre?
Respuesta: “Cualquiera que repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio
contra ella; y si la mujer repudia a su marido y se casa con otro, comete
adulterio”(Mr.10.11-12).
Caso 2: ¿Le está permitido a una mujer que ha sido repudiada casarse con otro? (Cabe la
misma pregunta en el caso de un hombre repudiado por su mujer).
Respuesta: “El que repudia a su mujer a no ser por causa de fornicación, hace que ella
adultere; y el que se casa con la repudiada adultera”.(Mt.5.32). O como dice la Biblia de
Jerusalén,“la expone a cometer adulterio”
Caso 3: ¿Permite el Señor que alguien se case con una persona divorciada?
Respuesta: “y el que se casa con la repudiada, adultera” (Mt.5.32;19.9; Lc.16.18).
Causa 4: Ya hemos visto que si un hombre se divorcia de su mujer y se casa con otra,
adultera. Pero, ¿su adulterio libera a su primera mujer para casarse con otro?
Respuesta: “Todo el que repudia a su mujer y se casa con otra, adultera; y el que se casa
con la repudiada del marido adultera” (Lc.16.18).
Lo grave de esta condición es que mientras las personas continúen con esa relación ilícita
siguen estando en adulterio. Jesús, cuando se encontró con la mujer samaritana que
estaba en esta situación, le dijo: “Cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu
marido” (Jn. 4.17-18).
“Le dijeron: ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio, y repudiarla?
El [Jesús] les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras
mujeres; mas al principio no fue así.” Mateo 19:7,8.
Es importante notar la diferencia entre los fariseos y Jesús con respecto a “la carta de
divorcio” que aparece en la Torah o el Pentateuco--los libros de Moisés. Los fariseos
dijeron que Moisés “mandó” a dar la carta de divorcio. Jesús dijo que Moisés “permitió” la
carta de divorcio. Moisés solo dio la posibilidad del divorcio en Deuteronomio. Jesús aclara
que fue permitido por la obstinación de los judíos. Dijo, “por la dureza de vuestro corazón
Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres.” Mateo 19:8.
La legislación permitida por Moisés “fue adaptada a la condición moral imperfecta del
pueblo [judío], lo cuales todavía no estaban listos para un código moral más alto.
"En las edades pasadas él [Dios] ha dejado a todas las gentes andar en sus propios
caminos.” Hechos 14:16.
Dios toleró o bien pasó por alto esa Innumerable lista de costumbres paganas y Egipcias
arriba mencionadas que formaban parte de un pueblo que recientemente había salido de
la esclavitud. Pero los judíos abusaron aun de la tolerancia y misericordia de Dios llevando
a un extremo cada una de las excepciones concedidas en la Torah, incluyendo el divorcio.
Por consiguiente, la carta de divorcio era un permiso temporario debido a las
circunstancias reinantes en Israel. Jesús estaba reintroduciendo una mejor ley, una
moralidad más alta, por la cual la ley Mosaica había preparado el camino y serviría de
sombra.
La carta de divorcio formaba parte de la ley ritual o ceremonial de Moisés, la cual nos era
contraria y quedó abolida en la cruz del Calvario. San Pablo nos dice que todo ese código
de ordenanzas que nos era contrario quedó clavado en la cruz del Calvario.
La Biblia misma declara que dicho código nos era contrario en Deuteronomio 31:26.
Moisés dijo: “Tomad este libro de la ley, y ponedlo al lado del arca del pacto de Jehová
vuestro Dios, y esté allí por testigo contra ti.”
"Anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria,
quitándola de en medio y clavándola en la cruz.” Colosenses 2:14.
Jesús vino en su triple misión de profeta, sacerdote y rey para reformar las cosas,
incluyendo el matrimonio como institución divina. Al morir en la cruz, él asumió el
sacerdocio de Melchizedek y ratificó un nuevo pacto que se asemejaba al pacto original
del Edén antes que el hombre pecara. El viejo pacto incluía la ley ceremonial que nos era
contraria y que fue abrogada en la cruz del calvario para dar lugar a un mejor pacto,
establecido sobre mejores promesas.
¿De qué manera nos era contraria y enemiga la carta de divorcio incluida en la ley
ceremonial?
La ley del divorcio estaba escrita de tal manera que solo los hombres podían dar carta de
divorcio. Una mujer no tenía el derecho de solicitar legalmente la carta de divorcio. Los
que pretenden usar la ley de divorcio del Antiguo Testamento tendrían que acogerse a
esta práctica discriminatoria lo cual no sucede. Hoy es todo lo contrario. En la mayoría de
países el divorcio es mayormente solicitado por las mujeres y los hombres están a la
defensa en las cortes.
"Si un hombre contrae matrimonio con una mujer y con ella es consumado; si ella no
encuentra favor en sus ojos porque él halló algo libidinoso en ella, él ha de escribir un
documento de severación y colocarlo en la mano de ella y despedirla de su casa”
Deuteronomio 24:1
Por lo tanto, la carta de divorcio era emitida por el hombre y no la mujer. El tenía el
derecho de despedir a su esposa antes de o al consumar el matrimonio y no después.
2. Era injusta, pues permitía el recasamiento legal del culpable. La culpable y divorciada
quedaba libre para volverse a casar sin ser tildada de adúltera.
La mujer repudiada tenía el derecho legal de volverse a casar. Aun siendo ella culpable de
“algo indecente,” ella podía casarse con otro hombre según estaba estipulado en la Torah.
“Y salida de su casa, podrá ir y casarse con otro hombre.” Deuteronomio 24:2. Como
veremos más adelante, Jesús en su alta moralidad matrimonial, la cual estaba basada en el
Génesis y la cual era mayor que la justicia de los fariseos, no concedió ni el derecho de
divorcio y ni el derecho que el inocente o el culpable se casaran de nuevo
De un punto de vista, el divorcio aun hoy se asemeja a la poligamia, pues un hombre llega
a tener varias esposas lo que solo una a la vez en los países occidentales. No existe la
esclavitud ni la poligamia según la ley civil en nuestros países del occidente, pero si
permite el divorcio y el re casamiento cuantas veces lo deseen los esposos cónyuges. En la
poligamia, un hombre tenía varias mujeres a la vez y con el divorcio y el re casamiento
también puede llegar a tener muchas mujeres lo que cada una por turno. Qué triste.
Los investigadores sugieren que el divorcio y el re casamiento una vez iniciado en una
familia forma un ciclo vicioso que afecta el número posterior de nupcias contraídos por los
divorciados. Los cónyuges que se divorcian y se re casan, tienen una mayor probabilidad
de volver a disolver su siguiente matrimonio y re casarse otra vez.
Lo que fue perjudicial entonces lo sigue siendo hoy. Debemos reflexionar muy bien: Si el
divorcio es la solución, porque los primeros matrimonios se divorcian en una tasa de 50%
y los segundos en una tasa aun mayor al 70%?
Una de las razones más contundentes para saber que la versión de la enseñanza de Cristo
sobre divorcio y re casamiento que las iglesias promueven hoy no es la correcta es que
todo mundo la recibe gustoso. La mayoría de iglesias acepta el divorcio y re casamiento
entre sus miembros sin mayor dificultad e incluso lo promueven.
Es eso lo que dijo Cristo con su enseñanza respecto a esos temas en Mateo 19:3-12?
Ciertamente no lo es. Los fariseos quedaron contrariados por la novedad de esa versión
contrastante con las tradicionales que ellos representaban. Los discípulos quedaron
sorprendidos por lo mismo. Ante esas actitudes Cristo cierra sus argumentos en los
versículos 11 y 12:
“Entonces él les dijo: No todos son capaces de recibir esto, sino aquellos a quienes es
dado. Pues hay eunucos que nacieron así del vientre de su madre, y hay eunucos que son
hechos eunucos por los hombres, y hay eunucos que a sí mismos se hicieron eunucos por
causa del reino de los cielos. El que sea capaz de recibir esto, que lo reciba”.
Si se lee con honestidad estos dos versículos y se comparan con la situación relajada sobre
la práctica del divorcio y re casamiento que hay en las iglesias hoy se tiene que llegar a la
conclusión que ciertamente las mayorías no son las que están descritas aquí. En cambio si
se contabilizan aquellos que se oponen al divorcio y re casamiento esos números si
cuadran a la perfección: Son muy pocos.
Predicar que el matrimonio es para toda la vida y que si alguien tiene la desdicha de pasar
por un divorcio debe quedarse solo es muy impopular. Tanto que las mayorías trataran a
esos predicadores de retrogradas, legalistas, injustos e insensibles.
El que alguien se pueda divorciar de su esposa por causa de inmoralidad sexual y luego
casarse con otra es cosa fácil de recibir, hasta los pecadores lo reciben. Ahora, decir que
no hay salida alguna del matrimonio, no importando si existe el adulterio, es cosa que no
todos pueden recibir, sino SOLO AQUELLOS A QUIENES ES DADO. Así que es mejor, según
Cristo, volverse “eunuco por el reino de Dios” o “quedarse solo” como también dice el
Apóstol Pablo en vez de re casarse en estado de adulterio, o sea estando el cónyuge
legitimo vivo.
Cada día los divorcistas dejan sus comentarios adversos a la posición edénica bíblica sobre
el matrimonio. Quienes ya se encuentran en una situación de re casamiento son tal vez los
más violentos. A Algunos de ellos se les ha tenido que bloquear por sus actitudes
altamente belicosas. Muy pocos traen argumentos bíblicos. Todos traen ideas humanistas.
Enfatizamos que tendremos cero tolerancias hacia esas actitudes.
El hecho que una doctrina sea popular y practicada por multitudes no la hace verdadera.
La verdad debe ser probada por la Biblia solamente.
No se enojen con nosotros por favor. Aquí no juzgamos a nadie. Solo presentamos la
verdad para salvación de quienes la quieran recibir. Sabemos que el juicio final será con
base a lo que Dios ha dejado revelado en la Biblia. Lo que hagamos con la verdad bíblica
determina nuestra salvación o condenación en el juicio final.
A quienes están ya re casados no les podemos decir algo que no está la Biblia. Es cierto
que cada caso Dios lo ve dependiendo del grado de conocimiento que las personas tenían
al tomar sus decisiones. Y también es cierto que la conversión verdadera implica cambios
reales en la vida. Dios no podrá tomar por inocente al culpable por el hecho de que
muchos practican determinado pecado (Números 14:18). Si lo hiciera en un asunto tendría
que hacerlo en todos. Si Dios valida matrimonios ilícitos de heterosexuales tal vez sin duda
los homosexuales pedirán ese mismo derecho. Y eso es lo que hacen! La idea falsa de que
Dios entiende y tiene misericordia con ellos ha tomado mucha fuerza. Muchas iglesias ya
han cedido a ello. Y la lista seguirá.
1. La fornicación de solteros
En la carta apostólica, los apóstoles y ancianos decretaron que los gentiles debían
apartarse de la “fornicación.” Hechos 15:20,29; 21:25. Dicha fornicación se refería a la
fornicación entre solteros. Recordemos que el Torah no condenaba a muerte a dos
jóvenes vírgenes sin compromiso legal que fornicaban, tenían relaciones sexuales
prematrimoniales. La Torah obligaba que los tales tenían que casarse sin derecho a
divorcio o recasamiento (Deuteronomio 22:28,29).
2. La fornicación de esponsales.
El Torah también consideraba las relaciones sexuales durante el período de los esponsales
o el compromiso legal como fornicación. Era la relación sexual entre un hombre
comprometido legalmente o una mujer comprometida legalmente con alguien que no era
su esposo o esposa y ocurría antes de celebrar la segunda fase del matrimonio judío: la
boda o el Nisuin. Los culpables recibían la pena de muerte según la ley ceremonial
(Deuteronomio 22:20-21). José y María como ellos estaban desposados, eran marido y
mujer, pero todavía no se habían juntado, no habían celebrado la boda. Ella aparentaba
haber sido infiel pues estaba en cinta. El intentó despedirla con una carta de divorcio pues
parecía culpable de fornicación. María no podía ser culpable de adulterio porque todavía
no había cumplido con la segunda fase del matrimonio judío o el Nisuin. Nunca había sido
casada con otro hombre, pues era virgen. No era divorciada ni viuda. Solo podía ser
culpable de fornicación en el sentido cultural judío. Solo por fornicación, podría José
repudiar a su esposa de acuerdo a la mayor moralidad presentada por Jesús. (Mateo 1:19)
Varios autores del Nuevo Testamento usaron la palabra “porneia” para referirse a la
prostitución o una ramera. Tanto Santiago como San Pablo usaron “porneia” para
referirse a Rahab, la ramera de Jericó. “Asimismo también Rahab la ramera...” Santiago
2:25. “Por la fe Rahab la ramera no pereció juntamente con los desobedientes...” Hebreos
11:31. Y San Juan usó “porneia” para describir a la gran ramera de Babilonia.
Pero todo esto estaba prohibido y tipificado en la Ley Judía, en Levítico 18:6-18 como
incestuoso, ilegítimo e inválido, es decir, fornicación. Todos ellos constituyen uniones o
"matrimonios" aceptados por los hombres, pero no aceptados por Dios porque son "
uniones inválidas" ante Él; es decir, son fornicación. Por lo tanto, Jesús pudo referirse en
Mateo 5:32 y 19:9 a esos "matrimonios o uniones inválidas" como única razón válida de
divorcio.
También el apostol Pablo usó la palabra “porneia” para referirse al incesto al escribirle a
los Corintios. “De cierto se oye que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni
aun se nombra entre los gentiles; tanto que alguno tiene la mujer de su padre.” 1
Corintios 5:1. El mandó que el culpable de incesto debía ser excluido de la iglesia.
5. La fornicación espiritual
La apostasía y la rebelión son fornicación espiritual. Óseas dice: “...porque la tierra fornica
apartándose de Jehová.” Oseas 1:2. “...Porque espíritu de fornicaciones lo hizo errar, y
dejaron a su Dios para fornicar.” Oseas 4:12.
¿Qué significa “salvo por causa de fornicación “en Mateo 5:32 y 19:9?
Nos equivocaríamos si aplicáramos a este texto todos los significados que tiene la palabra
“fornicación” en toda la Biblia. Eso sería romper las reglas de la hermenéutica. Cada
palabra se aplica en un determinado pasaje de acuerdo a su contexto específico.
Sería un error de interpretación hacer una suma total de los diferentes significados y
aplicarlo a casa versículo de la Biblia donde aparece el término “mundo”.
Lo mismo sucede con la palabra “carne” (“sarx”, en griego). A veces significa la carne
física, el cuerpo; otras veces, la humanidad; en otras, la fragilidad humana; y en otras
ocasiones se refiere a nuestra naturaleza pecaminosa.
DESCARTANDO ADULTERIO
Cristo afirma en Lucas 16.18 que “ todo aquel que repudia a su mujer y se casa con otra,
adultera; y el que se casa con la repudiada del marido, adultera”. Observemos que el
adulterio cometido por el hombre no libera a su esposa inocente para poder casarse con
otro.
El mismo texto de Mateo 19.9, si lo leemos con cuidado, nos impide darle a la palabra
“fornicación” en este pasaje el significado de adulterio, pues aunque el marido haya
cometido adulterio al divorciarse y casarse con otra mujer, Cristo nos advierte que la
mujer repudiada e inocente adultera si se casa con otro.
Los dos únicos sentidos posibles para traducir “fornicación” sin romper las reglas de
interpretación en el contexto específico de la clausula de excepción y sin contradecir lo
que el resto de la Biblia dice sobre el mismo tema son:
Esto explicaría lo dicho por Moisés: “Cuando alguno tomare mujer y se casare con ella, si
no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa indecente le escribirá carta de
divorcio...”.El hombre al casarse, ¿qué puede encontrar en la mujer que sea indecente? El
sentido más probable es que encuentre que su mujer no es virgen. Cuando aparecía este
tipo de situación al casarse existían, según la ley, des procedimientos a seguir: Si había en
la pareja litigio, el marido podía encarar un JUICIO PÚBLICO. Si la cosa fuera sin litigio, y él
no la quisiera como esposa, debería redactar una CARTA DE REPUDIO Y DESPEDIRLA
DEFINITIVAMENTE.
2. Estar en una unión ilícita, la que debe ser disuelta.
Pero todo esto estaba prohibido y tipificado en la Ley Judía, en Levítico 18:6-18 como
incestuoso, ilegítimo e inválido, es decir, fornicación. Todos ellos constituyen uniones o
"matrimonios" aceptados por los hombres, pero no aceptados por Dios porque son "
uniones inválidas" ante Él; es decir, son fornicación. Por lo tanto, Jesús está hablando en
estos pasajes, solo de "matrimonios o uniones inválidas" como única razón válida de
divorcio.
Ahora sí encajan las piezas en esos versículos de Mateo; encaja la palabra fornicación,
referida a uniones matrimoniales invalidas y encaja la clásica palabra adulterio y así todo
el verso de Mateo 5:32 y 19:9 tiene armonía.
Cuál de los dos sentidos aplicar? Estudiosos se inclinan por uno u otro. Cualquiera de los
dos da sentido a todo el contexto sin contradecir el resto del contenido bíblico sobre el
tema.
Resumiendo, en los versículos de Mateo 5:32 y 19:9 el Señor enseña dos cosas:
1. Que los "matrimonios" de uniones inválidas (incesto, bigámico, homosexuales, etc) sí
son divorciables.
“Yo les digo que el que se divorcia de su esposa, a no ser en el caso de una unión ilegal, y
se casa con otra, comete adulterio”.
En otras palabras, ¡la cláusula de la excepción fue dada para que los hombres y las
mujeres que están involucrados en un matrimonio o una relación en la cual sería
pecaminoso continuar puedan disolver semejante relación! A continuación ofrecemos
algunos ejemplos donde un hombre puede repudiar a su mujer porque de continuar
viviendo con ella estaría en “fornicación”:
Ejemplo 1: Un hombre comete el pecado de fornicación al casarse con tres mujeres al
mismo tiempo (poligamia). Él debe repudiar a dos de ellas (o a las tres, si ninguna es su
verdadera mujer) para no seguir en fornicación.
Ejemplo 2: Un hombre se casa, luego se divorcia de su primera mujer y se casa con otra.
Para salir de su fornicación, él debe repudiar a su segunda mujer (si la primera aún vive)
de acuerdo con Romanos 7.1-3.
Ejemplo 3: Un hombre es homosexual y vive con su “cónyuge” (ya que en muchos lugares
reconocen semejante unión como equivalente al matrimonio). O tal vez está cohabitando
con alguien que no es su mujer. De cualquier manera, el tal debe repudiar a su pareja para
no seguir en fornicación.
Ejemplo 5: Una pareja viven juntos pero no se han casado, están en concubinato. Eso
constituye fornicación y deben separarse o entrar en el pacto del matrimonio para hacer
valida su unión ante la sociedad lo cual Dios reconoce y bendice. 1 Corintios 6:18
“Pero yo les digo que quien repudia a su mujer –salvo en caso de concubinato–la induce a
adulterio, y quien se case con una divorciada comete adulterio”. (Mat 5:32 BNP)
“Les digo que quien se divorcia de su mujer – (si) no es en caso de concubinato–y se casa
con otra, comete adulterio”. (Mat 19:9 BNP)
El matrimonio es una relación de por vida. Esto está comprendido dentro de la institución:
un hombre y una mujer se convierten en una sola carne. Debido a que el matrimonio es
una unión efectuada por Dios, el hombre no puede ni debe "separarse." Solamente Dios
debe y solamente Dios puede dividir lo que El ha unido. Dios hace esto con la muerte
"Porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras este vive; pero si el
marido muere, ella queda libre de la ley del marido. Así que, si en vida del marido se
uniere a otro varón, será llamada adúltera; pero si su marido muriere, es libre de esa ley,
de tal manera que si se uniere a otro marido no será adúltera" (Rom. 7:2-3). I Cor. 7:39
enseñan la misma cosa: "La mujer casada está ligada por la ley mientras su marido vive;
pero si su marido muriere, libre es para casarse con quien quiera, con tal que sea en el
Señor." Por una buena razón, en los papeles de matrimonio (hasta ahora último), hacían
que la pareja haga el voto de tomar el uno al otro como esposa o esposo "hasta que la
muerte los separe."
En armonía con la verdad del matrimonio, las Escrituras prohíben el divorcio. El divorcio es
pecado. La infidelidad de un hombre o de una mujer, por ejemplo, el odio por su pareja
produce rebeldía hacia el Dios que los ha unido en matrimonio. Esta es la doctrina radical
de Cristo en Mateo 19. Cuando los Fariseos le preguntaron si un hombre debería repudiar
a su mujer por cualquier causa, su respuesta fue: ¡No, al divorcio! "¡Que el hombre no los
separe!" La tolerancia al divorcio por Moisés fue debido al corazón duro de los Israelitas y
el divorcio no deberá ser permitido por más tiempo. El pecado que un hombre comete
cuando se divorcia de su esposa es que él hace que su esposa se vuelva adúltera (Mat.
5:32). El la expone a ella a una relación adúltera con una tercera persona.
Aún la separación está prohibida. Una esposa no debe dejar a su esposo (I Cor. 7:10) ó el
esposo a su esposa, ni siquiera aún cuando su pareja sea no creyente (I Cor. 7:2-12ff.). El
matrimonio es una comunión: los dos deben vivir juntos, no solamente deben vivir juntos
bajo un mismo techo, pero deben vivir juntos sexualmente: "Dejar que el marido cumpla
con su esposa el deber conyugal (literalmente, "la deuda"): asimismo, la mujer con el
marido. La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido, ni tampoco
tiene el marido potestad sobre su cuerpo, sino la mujer: no os neguéis el uno al otro ..." (I
Cor. 7:3-5).
Guardando la doctrina del matrimonio así como la prohibición del divorcio, la Palabra
también prohíbe casarse nuevamente mientras uno de los esposos (el original) aún vive.
Esta es la implicación de la institución del matrimonio. Un hombre y una mujer están
unidos por Dios como una sola carne, por vida. Sólo Dios disuelve esta unión y eso lo hace
con la muerte. Mientras los dos viven en esa unión, no dá lugar para una tercera persona.
Cuando las iglesias hoy en día dan ejemplos de permisos para casarse de nuevo a través
de la historia de la iglesia, nos preguntamos con toda seriedad "¿Qué significaba la regla
de en el principio?"
El Nuevo Testamento hace explícita la enseñanza que está implicada en la institución del
matrimonio. Esto ya está señalado en los pasajes anteriormente citados de Rom. 7 y I Cor.
7: Las personas casadas están unidas la una a la otra por vida; sólo la muerte termina este
lazo, de manera que se puedan casar con otro. El matrimonio con otra persona, antes de
la muerte de su pareja produce un adúltero o adúltera.
Otros tres pasajes nos hablan directamente del nuevo matrimonio (Marcos 10:11-12;
Lucas 16:18; I Cor. 7:10-11). Los dos primeros pasajes están absolutamente calificados
para condenar el nuevo matrimonio como adulterio: Todo el que repudia a su mujer y se
casa con otra, adultera, y el que se casa con la repudiada del marido, adultera (Lucas
16:18). En I Cor. 7:10-11 después de que Pablo le dice a la esposa que no deje a su esposo,
él ve la posibilidad de que ella lo tenga que dejar de cualquier manera; en tal caso él dice:
"Que se quede sin casarse o reconcíliese con su marido."
Las Escrituras simplemente esbozan los límites. El matrimonio es una unión por vida; el
divorcio está prohibido. El casamiento de nuevo está prohibido hasta que la muerte los
separe. Estas líneas hacen un camino angosto al Reino, para hombres y mujeres en lo que
respecta al matrimonio y no es ninguna sorpresa que sólo pocos lo encuentren. Pero éste
es el camino hacia el Reino; ningún adúltero podrá entrar. Esto es lo que la iglesia tiene
que predicar en público y en privado, y cuando lo hacemos, estamos defendiendo al
matrimonio de todos los asaltos al mismo hoy en día.
Es también odio hacia la pareja de uno y a sus hijos. En lugar de dejar al esposo por otro
hombre, sería mejor que una esposa lo mate a él y a sus niños. El divorcio causa cruel
sufrimiento, es la destrucción de la pareja y de la familia. Dios lo llama deslealtad, en
Malaquías 2: "Y no seáis desleales para con la mujer de vuestra juventud" (v. 15). Un
hombre vive con su esposa por años, ella le dá niños, cuida de él y sufre con él en los
momentos duros de la vida. Luego cuando ambos son mayores él la deja a ella por una
mujer más joven y bonita. Esto es deslealtad. El pecado en contra de la pareja cometido
por el hombre o mujer que se divorcia o abandona es que está exponiendo a la otra
persona a la tentación del adulterio. Esta es la condenación de Cristo hacia el divorcio en
Mat. 5:32: "Quien repudia a su mujer ... hace que ella adultere ..." Nosotros fuimos hechos
con necesidades; necesidades sexuales y de compañía; el hombre que se divorcia de su
esposa es responsable de ponerla a ella en circunstancias en las que ella pueda pecar,
haciendo así que vaya hacia la amenaza de la condenación. Este no es el comportamiento
del amor.
CONCLUSION
Lo que Cristo tenía en mente cuando hizo la “excepción” por causa de fornicación no
puede contradecir todo lo que el mismo ha enseñado y lo que los demás autores bíblicos
dicen sobre el tema. Porque? Porque Dios no cambia ni se contradice. Lo que Dios
establece queda establecido para siempre. Los que dicen que la excepción es la infidelidad
o adulterio deberían darse cuenta que de ser así no es excepción porque la mitad de la
gente se está divorciando. La excepción no puede convertirse en la regla.
Cuando se toma toda la Biblia correctamente dividida, la Iglesia permanece firme en su
respaldo a las palabras de Jesús. El ideal absoluto es un hombre (esposo) para una mujer
(esposa), unidos en santo matrimonio, para ser una sola carne y permanecer en este
estado hasta que la muerte los separe, sin importar la acción que tome alguna corte
terrenal; ese es el criterio bíblico concerniente a esta enseñanza contra el divorcio y el re
casamiento.
11. La enseñanza de la Biblia es que debemos perdonar todas las faltas todo
el tiempo
CUANTAS VECES DEBO PERDONAR A MI ESPOSO/A?
Hay cosas muy difíciles de perdonar en las relaciones humanas. Pero el mandato de Dios
es perdonar como El nos perdona.
Las heridas emocionales provocadas por acciones como faltas de respeto graves, juicios
injustos, violencia verbal o física, maltrato, traición, engaños y cosas por el estilo, son
frecuentes en muchos matrimonios y son a la vez muy difíciles de perdonar.
Los agresores frecuentemente no miden la intensidad de sus agresiones y las pueden ver
como algo común o que no es en realidad tan grave. Esa inconsciencia genera aún más
resentimiento en la víctima.
La verdad es que la gran mayoría de matrimonios sin distingo del nivel espiritual somos
susceptibles a conflictos y heridas emocionales que afectan sus relaciones. Una persona
víctima de violencia doméstica agresiva, debe buscar ayuda de inmediato e incluso llamar
a las autoridades respectivas.
I Pedro 3:9 dice: ” No devolváis mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el
contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados a heredar bendición” . Muchos
dicen: “Pero yo ya le perdoné; lo que pasa es que no quiero ni verlo(a) más”!
Tenemos que tomar la decisión de renunciar a nuestra actitud pecaminosa al tener un
espíritu no perdonador. Solo hay dos maneras de vivir: De acuerdo a lo que Dios dice en
su palabra o de acuerdo al mundo donde el egoísmo es la base.
Que tal que Dios te dijera a ti: “OK, te perdono tus pecados, pero no quiero que te vuelvas
a acercar a mi!” Como te sentirías? Nosotros no hicimos nada para merecernos el perdón
de Dios, pero algunos si exigen que su pareja se gane su perdón de él o ella! Dios no nos
pone condiciones para darnos su perdón, ni nos exige una garantía de que no volveremos
a pecar en el futuro.
En cambio nos dice que: "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar
nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad". 1 Juan 1:9.
Usted probablemente ha sido una veces ofensor(a) y otras veces víctima. La mayoría
piensan siempre que han sido más veces víctima que ofensores. Pero a pesar de que es
una percepción muy subjetiva, la realidad es que no importa cuántas veces ha sido
ofensor o víctima, lo importante es reconocer que también hemos ofendido y lastimado a
nuestro cónyuge y necesitamos pedir perdón y perdonar con humildad y mansedumbre.
En el Nuevo Testamento hubo un hombre que presento a Cristo esa misma duda. De
modo que hizo a Jesús esa pregunta. Veamos como la respondió Jesús. La historia se
relata en Mateo 18:21-22 donde dice:
“Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que
peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta
veces siete.”
Bueno, Pedro, quiso aparentar ser más generoso y pensó que se debería perdonar hasta
siete veces a un hermano que peque contra él. Seguramente Pedro esperaba que Jesús le
felicite por su generosidad, pero Jesús corrigió la forma de pensar de Pedro diciéndole: No
te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.
Esto no significa que debemos perdonar a la misma persona que nos ofende hasta 490
veces, porque setenta por siete es 490. Lo que está diciendo Jesús es que debemos
perdonar las veces que sean necesarias, sin ningún límite. Esto queda corroborado por lo
que dice Lucas 17:4 donde leemos:
“Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al día volviere a ti, diciendo: Me
arrepiento; perdónale.”
El perdón es sin límite, porque así es como nos perdona Dios a nosotros en Cristo. ¿Qué le
parecería si Dios nos hubiera dicho: Te perdono de todo lo malo que hasta aquí has hecho,
pero no vuelvas a hacer nada de malo, porque si lo vuelves a hacer ya no te perdonaré
más?
Si fuera así, ninguno de nosotros podría sentirse realmente perdonado. De modo que
debemos perdonar a nuestro cónyuge las veces que sean necesarias, las veces que nos
pida perdón.
Levítico 19:18 dice que para amar y perdonar a otros debo amarme a mí mismo, entonces
recién puedo comenzar a trabajar sobre la frase “ama a tu prójimo”, y allí entra en juego 1
Corintios 13
Al pasar mi amor por el cedazo de este pasaje, ¿Cuánto queda de él? Tal vez nos estamos
quedando con las manos vacías? Y es en este momento, cuando cobra valor la frase: “no
puedo perdonarte, porque simplemente no puedo amarte”…
¿Cómo hago para amar? Tengo que mirar a mi hermano, a través de los ojos de Jesús,
porque si lo hago a través de los míos, entonces lo más probable es que nunca pueda
concretar el perdón.
“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en
forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se
despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando
en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte,
y muerte de cruz. “ (Filipenses 2:7-9)
Jesús siendo Dios mismo se humilló a sí mismo por amor, por mí y por mi hermano
también. Entonces debo mirar a mi hermano a través de la cruz, no puedo ignorar que
ambos estamos en igualdad de condiciones ante Dios.
Cuando haya “reparado” mi amor hacia el otro, entonces recién puedo retomar el trabajo
del perdón. Tanto amar como perdonar, tienen que ser puestos en oración, imposible
lograrlos solos, dependemos si o si de Dios para guiarnos.
No existe “no puedo perdonar” en realidad es “no quiero perdonar”, “cuando me sienta
mejor, perdono” debe ser sustituido por “ahora comenzaré el proceso del perdón”, y
“perdono pero no olvido”, por “perdono, de igual manera que Dios me perdono primero a
mí.” Por supuesto que el proceso del perdón es extenso, y demanda mucho de nosotros, a
veces no perdonamos porque es más fácil mantenernos igual, bajo la excusa del no poder
por plena comodidad.
Tanto el amor, como el perdón, tienen 4 características que los vuelven más importantes y
difíciles aún:
1. No pueden lograrse solos, dependen de un tiempo de oración y búsqueda de Dios para
poder llevarlos a cabo.
2. Si no son logrados provocan lo que conocemos como raíces de amargura que dañan el
corazón de múltiples maneras y harán inviable cualquier relación.
3. Sólo los podemos dar por superados cuando son puestos a prueba.
4. Una vez superados, son signos de crecimiento y madurez espiritual, y estaremos listos
para nuevos desafíos en el camino del Señor.
El matrimonio es una herramienta usada por Dios para prepararnos para su reino de
gloria. Al renunciar a sus principios estamos alejándonos de Dios y de su reino.
“Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y
poniéndola en medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto
mismo de adulterio. Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tu, pues,
¿qué dices?” Juan 8:3-5.
Es cierto, la ley de Moisés mandaba que se apedrearan los culpables de adulterio. Con la
muerte del cónyuge culpable, el viudo quedaba naturalmente libre para casarse. Es una
razón mas para saber que la clausula de excepción no autoriza un nuevo matrimonio. Solo
la muerte lo autoriza en ese contexto.
Pero Jesús había venido con el evangelio proclamando la validez del perdón y el poder del
nuevo nacimiento para evitar la repetición de la trasgresión de la santa ley de Dios. Jesús
le dijo a la mujer:
Deben los cónyuges hacer menos de lo que hace Dios? ¿Acaso no deberían los esposos
perdonarse y sobrellevarse y no condenarse sino ayudarse mutuamente a no pecar más?
Mateo Enrique dice, “No habrá ocasiones para los divorcios, si nos sobrellevamos los unos
a los otros, y nos perdonamos los unos a los otros, en amor, como aquellos que son, y
esperan ser perdonados y hallan que Dios no se propone repudiarlos”.
“¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun... el que también intercede
por nosotros. ¿Quién nos separará del amor de Cristo?” Romanos 8:34,35.
Si estamos en Cristo no existe ninguna condenación para nosotros. Si estamos en Cristo
tendremos el perdón de Dios. Si estamos en Cristo tenemos el amor de Dios. De igual
manera, ¿no deberían los esposos evitar el divorcio y la condenación de sus cónyuges
como Dios lo hace a diario con nosotros? No dijo Jesús, “Perdónanos nuestras deudas,
como también nosotros perdonamos...” Mateo 6:12. ¿Si Jesús perdonó a la mujer
adúltera, no deberíamos nosotros también? El la perdonó y le dijo, “Vete y no peques
más.” Juan8:11.
Naturalmente no será fácil perdonar y evitar el divorcio, pero si será más favorable para el
inocente, el culpable, los hijos, las familias, la iglesia, y la sociedad en general a largo
plazo. Y lo es también para la parte afectada pues quedarse solo le pone en peligro de
casarse con otra persona lo cual claramente es definido como adulterio y hacer adulterar
a la persona con quien se case. (Lucas 16:18)
Jesús proclamó no solo una “justicia... mayor que la de los... fariseos,” (Mateo 5:20) sino
un evangelio de paz, misericordia y amor. El dijo entre lo más importante de la ley, que
incluye toda ley de matrimonio, estaba: “la justicia, la misericordia, y la fe.” Mateo 19:23.
La justicia de Cristo que nos cubre de todo pecado confesado y abandonado. La
misericordia de perdonar a los demás que no merecen nuestro perdón. La fe de que Dios
ayudará para que todo lo que suceda sobreabunde para bien. Donde abundó el pecado
del adulterio en el matrimonio, sobreabunde ahora la gracia con el poder de Jesucristo y
su evangelio. Romanos 5:20
San Pablo siguiendo el ejemplo de Jesús le escribió a los cristianos que estaban
considerando la separación o el divorcio que se reconciliarán con sus cónyuges. Dijo,
“reconcíliese con su marido.”
“Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el
ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo,
no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra
de reconciliación.” II Corintios 5:18,19.
“¿Cuál de los dos hizo lo que su padre quería? --El primero --contestaron ellos. Jesús les
dijo: --Les aseguro que los recaudadores de impuestos y las prostitutas van delante de
ustedes hacia el reino de Dios” - Mateo 21:31
Puede haber alguien más inmoral que una prostituta? Ellas rompen todas las reglas de
moralidad establecidas en el ámbito sexual. Son fornicarias pues muchas de ellas sin ser
casadas cada día mantienen relaciones sexuales con múltiples parejas. Son adulteras pues
muchas de ellas siendo casadas se prostituyen. Hacen adulterar y fornicar a sus clientes.
Como puede ser que Cristo diga que ellas tienen más opciones de entrar al reino de Dios
que los fariseos celosos de la ley y de conductas aparentemente intachables?
Si usted habla con cualquier divorciado que se ha excusado en el adulterio de su pareja
para conseguirse una nueva puede estar seguro que tiene las características de un fariseo.
Se niega a perdonar a su pareja y habla cosas horribles de esa persona. Al mismo tiempo
exalta su propia intachable moralidad. Es eso realmente cierto? No tendrá esta persona
que analizar los pecados que tenían esos fariseos a los que Jesús puso más distantes que
las prostitutas como candidatos al reino de Dios? No cabe duda que dichos pecados no
son tan escandalosos como los de las impúdicas mujeres. Cuáles son los pecados de un
fariseo?
Los fariseos se enorgullecían de su manera estricta de evitar el pecado obvio y externo.
Pero se negaban a ver dentro de ellos mismos y a reconocer la presencia de pecado
interno que no se encontraba dentro de los límites de sus reglas hechas por hombres.
Jesús sabía que a pesar de su obsesión con la perfección externa, se resistían con
terquedad a ser conscientes de su corrupción interna y de su necesidad de gracia:
¡ Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque limpiáis lo de fuera del vaso y del
plato, pero por dentro estáis llenos de robo y de injusticia. ¡Fariseo ciego! Limpia primero
lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea limpio. ¡Ay de vosotros,
escribas y fariseos, hipócritas! Porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por
fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de
hipocresía e iniquidad (Mateo 23:25-28).
En esta situación están reflejados los divorcistas “moralistas” que dejan a sus parejas por
faltas obvias pero cuyos corazones están repletos de orgullo, vanagloria, egoísmo, altivez,
carencia de amor, carencia de perdón, falsedades, simulación, rencor, ira, enojo, envidia,
engreimiento, injusticia, chismes, celos, altanería, etc.
Por muy inmoral que un cónyuge sea pocos serán como una prostituta. Aunque con toda
seguridad los que los divorciaron en su fariseísmo dirán que son peores.
Si Cristo dijo que las prostitutas van delante al reino de los cielos comparadas con los
fariseos, es casi seguro que esto aplique a cada caso divorcista moralista que se cree más
que su con cónyuge para así justificar el conseguirse una nueva pareja. Habrá pocas
excepciones donde la situación es insalvable y alguno tendrá que quedar solo tal como lo
dice la Palabra de Dios a través del apóstol Pablo. Hay excepciones, la regla es que a través
del perdón los matrimonios se pueden restablecer.
Queda así a través de la Palabra de Dios demostrado que el adulterio por grave que sea no
es ni el más grave de los pecados ni mucho menos un pecado imperdonable.
Todo buen consejero, incluso los seculares, saben que detrás de todo adulterio
generalmente hay problemas de otra índole en la pareja que de ser resueltos permiten
que los pecados morales desaparezcan y el matrimonio se conduzca en términos
normales. Si hay un lugar donde un moralismo fariseo y recalcitrante no debe tener cabida
es en el ámbito matrimonial. Cuando un cónyuge se cree en libertad de juzgar y condenar
a su pareja por un acto inmoral generalmente se convierte en un manipulador de la
relación. Se cree en posición de menospreciar constantemente al otro y hacerle menos.
Creyéndose “libre” de divorciarle en cualquier momento pues según él la iglesia y la
sociedad le avalan se convierte constantemente en un tirano de su pareja. Esa situación
en si misma es lo que acaba con el matrimonio y no el acto de inmoralidad. Súmemele a
eso que también el “inocente” casi por regla general en esta situación no tendrá el mismo
desempeño sexual con su pareja, ejerciendo presión negativa a la posibilidad de nuevos
fracasos morales por parte del “culpable” y asi un problema que empezó simple se
convierte en uno crónico.
CONCLUSION
“El que esté libre de pecado que arroje la primera piedra” Juan 8:7
Es posible que Dios haya dejado en su Palabra una enseñanza o doctrina que solo tenga
frutos o resultados negativos? Hay alguna otra doctrina en la Biblia cuya práctica resulte
solo en desdicha, dolor, sufrimientos, traumas, maledicencia, fracaso, vicios, violencia,
etc?
Cuál es el fruto de esta enseñanza sin base bíblica sobre el divorcio? Nuestro Señor Jesús
declaró: «Por sus frutos los conoceréis» (Mateo 7:20). Estas estadísticas convalidan de
manera abrumadora la destrucción causada por el divorcio y nuevo casamiento. Sin
embargo, la tragedia mayor es que la iglesia actual ha sobrepasado a la población que no
asiste a la iglesia en el porcentaje de divorcios y nuevos casamientos. Considere lo
siguiente:
DIVORCIO:
La mitad de todos los niños será testigo de la ruptura del matrimonio de un padre
Los hijos pequeños del divorcio llegan a sus años adultos, y les cuesta crear relaciones
íntimas sólidas y confiadas
Solo el 12% de las parejas divorciadas tienen la capacidad de crear relaciones amistosas y
de bajo conflicto después del divorcio.
En varones hijos de divorciados se divorcian 35% más que en el caso de hijos varones
provenientes de familias intactas.
ECONOMICO
Los niños cuyos padres se divorcian tienen casi el doble de probabilidad de caer en
pobreza después del divorcio.
El niño promedio de una familia de clase media sufrirá una caída del 50% en los ingresos
tras el divorcio.
SALUD MENTAL
Los índices anuales de depresión en el caso de mujeres divorciadas son 2,7 veces mayores
que en las mujeres casadas y en las mujeres que nunca se han divorciado.
La probabilidad de padecer de cualquier trastorno siquiátrico a lo largo de la vida resulta
significativamente menor para las personas que forman parte de un matrimonio lícito.
Los niños que viven con madres divorciadas reciben ayuda profesional para problemas
emocionales o de conducta 3,25 veces más que los niños que viven con ambos padres
naturales.
Los niños que viven con madres y padrastros reciben ayuda profesional para problemas
emocionales o de conducta 2,44 veces más que los niños que viven con ambos padres
naturales.
El índice de ayuda profesional para problemas de conducta y sicológicos que recibían los
niños que vivían con mamá y papá era la mitad del de los niños que no vivían con ambos
padres biológicos.
Diez años después del divorcio de sus padres, casi la mitad de los niños «se mostraba
preocupada, no lograba el máximo de su potencial, era autocrítica y a veces tenía ira
Serios problemas emocionales y de relación persiguen a los hijos de divorcio hasta la
adultez.
Resulta casi dos veces más factible que las personas divorciadas padezcan de cualquier
enfermedad mental que las que están casadas.
Comparadas con las personas casadas, resulta de seis a diez veces más factible que las
personas divorciadas hagan uso de los establecimientos de internación siquiátrica, y de
cuatro a cinco veces más factible que sean clientes en clínicas ambulatorias.
Resultaba cuatro veces más factible que los hijos de divorcio dijeran que tenían problemas
con sus pares y amigos, en comparación con los hijos de familias intactas.
Los hijos de familias divorciadas se aíslan más que los hijos de matrimonios estables.
Dependen más de maestros, consejeros y de niñeras para apoyo a la vez que perciben a
dichos “intrusos” como fuentes de conflicto familiar. Los hijos de familias divorciadas
también se sienten menos satisfechos con el apoyo que reciben de parte de amigos.
Los hijos de divorcio eran más agresivos que los hijos cuyos padres permanecían casados.
Ninguna reducción en la conducta antisocial del niño se relaciona con la adquisición de un
padrastro.
Resultaba factible que los niños cuyos padres se habían divorciado padecieran de
problemas emocionales tales como depresión o ansiedad hasta los veintitantos años
largos o hasta los treinta y tantos años.
Resulta tres veces más factible que los individuos divorciados cometan suicidio que los
que están casado.
SALUD FISICA
Resulta más de nueve veces más factible que mueran de tuberculosis los hombres
divorciados y más de cuatro veces más factible que mueran de diabetes que sus
homólogos casados. Resulta 3,4 veces más factible que un hombre divorciado muera de
cualquier causa que un hombre casado, y dos veces más factible que una mujer divorciada
muera de cualquier causa que su homóloga casada.
Ser divorciado y no fumador resulta levemente menos peligroso que fumar un paquete o
más de cigarrillos por día y permanecer casado.
Tanto mujeres como hombres divorciados sufren en grado mucho mayor que las personas
casadas de muerte precoz por causa de cáncer, patología cardiovascular, ataques
cerebrales, neumonía, hipertensión y suicidio.
Las personas casadas disfrutan de mayor longevidad que los no casados y generalmente
hacen menor uso de las prestaciones médicas.
Son 8-17% más factibles las curas de cáncer para los casados, y también pasan menos días
en cama por causa de patologías agudas.
Las personas casadas tienen los índices más bajos de morbilidad, mientras que los
divorciados presentan los más elevados.
Es más probable que los niños que provienen de familias divorciadas sean de estatura más
baja. Hay un vínculo entre el estrés y el hipocampo y las hormonas de crecimiento, el
aprendizaje y la memoria.
ALCOHOLISMO
Los individuos separados y divorciados constituyen el setenta por ciento de todos los que
tienen problemas crónicos de bebida, mientras que los bebedores casados solo
constituyen el quince por ciento.
Resulta tres veces más probable que los hombres solos mueran de cirrosis hepática que
los hombres casados.
Los índices de alcoholismo en el caso de individuos divorciados o separados son 1,8 veces
más elevados que los que tienen matrimonios intactos. Los índices de alcoholismo en el
caso de los que se han divorciado más de una vez aumentan a 2,7 veces más que los que
tienen matrimonios intactos.
DELINCUENCIA
Desde 1973 hasta 1993, las mujeres divorciadas fueron víctimas de crímenes violentos
más de 4 veces más que las mujeres casadas.
EDUCACION
Resulta casi dos veces más probable que los niños de hogares destruidos abandonen la
escuela que los que viven con ambos padres naturales.
ILEGITIMIDAD
Resulta más de 2,5 veces más probable que las mujeres jóvenes de raza blanca criadas en
hogares destruidos tengan ellas también hijos fuera del contexto del matrimonio.
Resulta mucho más probable que los hijos de divorcio se involucren en relaciones
extramatrimoniales, y tengan hijos fuera del contexto del matrimonio durante la
adolescencia y siendo adultos jóvenes.
RELIGION
Los hijos de padres católicos divorciados tienen una probabilidad 2,2 veces mayor de
apostatar (abandonar la fe).
Los hijos de protestantes moderados divorciados tienen una probabilidad 2,2 veces mayor
de rechazar toda religión.
Los hijos de protestantes conservadores divorciados tienen una probabilidad 2,7 veces
mayor de abandonar el cristianismo.
El sesenta y seis por ciento de los que asistían asiduamente a servicios religiosos al
momento del divorcio de sus padres informaron que nadie, ni del clero ni de la
congregación, intentó ministrarles.
SEGUNDAS FAMILIAS
El vivir en una familia con madre/padrastro produce un efecto tan negativo como el vivir
en una familia con madre sola.
¿Acaso representa algo de esto, de alguna manera, el «fruto del Espíritu»? ¿Alguna de
dichas estadísticas manifiesta, de manera alguna, el estilo de vida puro de Jesucristo?
¿Debiera alguno de estos resultados estar presente en la vida de los que profesan a
Jesucristo como Señor y Salvador? Sin embargo, este es el horrible fruto de la enseñanza
actual en cuanto a divorcio y nuevo casamiento en la mayoría de las iglesias. Dicha
enseñanza distorsionada que se propugna ha causado que el índice de divorcio y nuevo
casamiento en nuestras iglesias se remonte por encima del nivel que se da en la población
que no asiste a la iglesia y los pastores y sus esposas constituyen ahora uno de los
segmentos más elevados de nuestra sociedad que están experimentando divorcio y nuevo
casamiento. Hermanos y hermanas, estas cosas no deben de ser. Hay un caballo de Troya
en la iglesia y solo se le puede hacer frente cuando el pueblo de Dios lo reconozca y haga
batalla en su contra.
“Le dijeron sus discípulos: Si así es la condición del hombre con su mujer, no conviene
casarse.” Mateo 19:10.
Algo así como decir: “El riesgo sería demasiado grande, el prospecto de felicidad
demasiado incierto; mejor sería quedarse sin casar que entrar en una unión que no puede
ser disuelta”
Ellos no se hubieran sorprendido si lo que Jesús presento apoyara las dos corrientes
populares:
1. Divorcio solo por infidelidad o adulterio
2. Divorcio por diversas razones
A los apóstoles les pareció la nueva ley de Cristo sobre el matrimonio como una unión “sin
posibilidad de salida” y como una conexión indisoluble demasiado “severa e intolerable”.
Si Jesús hubiese dado a entender que se podían divorciar por causa de fornicación y
tendrían derecho de re casarse, estaría entonces apoyando la posición de la escuela de
Shammai, y esto no les hubiera parecido a los apóstoles como algo difícil de sobrellevar o
acatar. Sencillamente, la escuela de Hillel estaba equivocada y la escuela de Shammai esta
acertada. Pero de acuerdo a la reacción inmediata y alterada de los apóstoles, ellos
entendieron que Jesús se había pronunciado en contra de las dos escuelas populares de
los fariseos condenando el re casamiento como adulterio. Los apóstoles sabían muy bien
que la ley de los diez mandamientos prohibía el adulterio y que los adúlteros no entrarían
en el reino de los cielos.
Jesús gentilmente les dijo a los apóstoles que no todos los hombres serían capases de
mantenerse solteros. Enseñó que tanto el matrimonio como el celibato son un regalo o
don de Dios. Cada uno individualmente debe identificar cuál de los dos dones le ha sido
concedido por la gracia de Dios.
“Entonces él [Jesús] les dijo: No todos son capases de recibir esto, sino aquellos a quiénes
es dado. Pues hay eunucos que nacieron así del vientre de su madre, y hay eunucos que
son hechos eunucos por los hombres, y hay eunucos que a sí mismos se hicieron eunucos
por causa del reino de los cielos. El que sea capaz de recibir esto, que lo reciba.” Mateo
19:11, 12.
En el principio Dios instituyó el primer matrimonio y todo lo que hizo fue perfecto y sirve
como modelo ideal para imitar hasta el fin del tiempo, así lo dice la Biblia y así lo enseñó
Jesús en Perea.
“Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera” Génesis
1:31.
Jesús trató de restablecer la santidad del matrimonio como pacto divino e indisoluble, y
censuró a los fornicarios y adúlteros. Incluyó a los divorciados re casados entre los
adúlteros.
CONCLUSION:
Si la enseñanza de Cristo en Mateo 5:32 y 19:9 fuera que el divorcio es posible por
adulterio o infidelidad como el mundo divorcista lo hace ver hoy, los discípulos jamás
hubieran tenido esta reacción de sorpresa porque eso ya era una costumbre del tiempo
en que Vivian.
Quien presenta una tesis, sermón, disertación o discurso sabe que hay un orden en los
elementos de su presentación. Tal vez el más importante de todos es el cierre o
conclusión. En un sermón la conclusión incluye aplicaciones prácticas y un llamado a hacer
cambios. Mateo 19:3-12 contiene la mejor disertación de Cristo sobre el matrimonio,
divorcio y re casamiento en toda la Biblia. El relato contiene todos los elementos
didácticos propios del mejor Maestro de la Historia humana. Después de presentar sus
argumentos y contestar las preguntas Cristo concluye en el versículo 12:
“Pues hay eunucos que nacieron así del vientre de su madre, y hay eunucos que son
hechos eunucos por los hombres, y hay eunucos que a sí mismos se hicieron eunucos por
causa del reino de los cielos. El que sea capaz de recibir esto, que lo reciba”.
HERRAMIENTAS DE ESTUDIO
He leído cada disparate para explicar este versículo. Y la razón básica porque no lo
entienden es por aislarlo del relato completo. Al estudiar un texto bíblico debemos tener
en cuenta todos los elementos de análisis. No mencionaremos exhaustivamente todo lo
que formaría parte de una exegesis pero resumimos diciendo que debemos contestar al
menos estas preguntas al analizar un versículo o pasaje:
1. “Cuándo”: ¿Cuándo fue escrito, cuándo ocurrió el evento, y/o en qué ocasión fue dado
el discurso/mensaje mencionado?
2. “Dónde”: ¿Dónde se escribió o se dijo? El lugar histórico y qué ocurrió allí pueden jugar
un papel clave en la comprensión del mensaje bíblico
4. “Por qué”: ¿Por qué fue escrito o dicho? El propósito o intención del autor revela el
propósito principal del mensaje.
5. Qué: ¿Qué fue escrito o dicho? Resumir el mensaje en una frase o un párrafo corto
ayuda a descubrir el contenido, el mensaje básico, la enseñanza esencial, y las ideas
principales.
El versículo 12 debe ser analizado contestando estas preguntas lógicas. No se puede aislar
pues es la conclusión o cierre como también constituye el llamado o aplicación práctica de
la enseñanza presentada. Recapitulemos:
1. Los fariseos le presentan el tema del divorcio a Cristo con el fin de entramparlo
(Versículo 3)
2. Cristo Defiende con claridad el matrimonio como fue al principio y para ello cita el libro
del Génesis agregando la expresión “por tanto lo que Dios junto no lo separe el hombre”
(Versículos 4-6)
3. Los Fariseos le preguntan por qué Moisés mando dar carta de divorcio a lo que Cristo
contesta que él no mando sino que permitió por la maldad o dureza del pueblo.
(Versículos 7-8)
5. Los discípulos se sorprenden pues esta posición es novedosa a la época donde según las
dos principales escuelas de interpretación el divorcio si era permitido por adulterio
(Escuela de Shammai) o por diversas razones (Escuela de Hillel) (versículo 10)
6. Jesús les contesta que no todos pueden sobrellevar esta enseñanza, que no es nada
fácil ir contra la corriente social para sostener los principios de su reino, donde el divorcio
y re casamiento eran muy comunes.
7. Jesús nos llama a ser fieles hasta el punto que si somos víctimas de un divorcio es
necesario quedar célibes o eunucos con tal de no perder el reino de los cielos pues
casarnos sin que haya muerto nuestro cónyuge nos constituye en adúlteros. (Versículo 12)
La primera palabra en el versículo es “pues”. Indica una vinculación con lo dicho en las
sentencias previas. En otras palabras: No es fácil sobrellevar esta enseñanza (V. 11) pues
implica la posibilidad de tenerse que quedar solo, célibe o eunuco, si nos toca un cónyuge
duro de corazón o rebelde que se divorcia de nosotros.(V.12)
En las clases de eunucos mencionados esta sería una categoría especial y novedosa: Los
que a si mismo se hacen eunucos o célibes por el reino de los cielos. Las otras dos eran
conocidas, es decir los que nacen así y los que los hombres hacían eunucos para labores
especiales.
Amigos divorcistas: Para saber la voluntad de Dios sobre el tema del divorcio y re
casamiento no podemos usar solo una expresión aislada en el versículo 9 y darle el
significado que se nos acurra para que cuadre con nuestra conveniencia de buscarnos una
segunda pareja cuando las cosas se ponen difíciles en nuestro matrimonio. Hay que
estudiar cada sentencia del pasaje que cubre desde los versículos 3 al 12. Todo es
importante y visto el pasaje completo, en armonía con el resto de las escrituras respecto
al mismo tema, tenemos al menos estas 6 enseñanzas:
2. Lo que Dios junto no lo puede separar ningún ser humano y eso incluye las cortes. (V.6)
3. El permiso temporal de divorcio termina cuando vino Cristo, es ley que nos era
contraria por ser injusta, machista y permitir poligamia y esclavitud. (V.8)
4. Quien se casa estando viva su pareja legítima comete adulterio y hace adulterar a su
nueva pareja.(V.9)
6. Si tuviéramos que quedar solos por ser víctimas de un divorcio por amor al reino de los
cielos debemos quedar célibes. V.12)
CONCLUSION
RAZON NUMERO 16: El matrimonio es un pacto que solo la muerte puede romper
Dios no cambia ni se contradice. Mateo 19:9 no contradice a Mateo 19:6. Jesús dijo que el
matrimonio es un pacto divino y “lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.”(Mateo 19:6).
El hombre, ni la corte, ni el estado tienen el derecho divino a intervenir y separar al
concederle un divorcio a los que Dios juntó en santo matrimonio. Aquí Jesús se pronuncia
en contra del divorcio declarando que lo que Dios hace, lo hace para siempre. Jesús
declara que el matrimonio es un pacto con Dios ante el cual el hombre no tiene potestad
de disolver.
“He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni
de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres.”
Eclesiastés 3:15.
El añadirle al matrimonio sería la poligamia y el disminuirle sería el divorcio, estos dos
extremos son prohibidos por Dios mismo. Aunque hayan sido tolerados por él en tiempos
de ignorancia en el Viejo Testamento, nunca fueron su ideal, ni son el ideal para un pueblo
a punto de regresar al Edén.
EL MATRIMONIO ES UN PACTO
Jesús declara que el matrimonio es una institución divina y parte del pacto sagrado de
Dios. El matrimonio es un pacto ante Dios, con Dios y como tal no puede ser alterado. El
divorcio sería una deslealtad hacia Dios y en contra del pacto divino del matrimonio. Así
como la ley de Dios que es un pacto, ni una jota ni una tilde puede ser alterada mientras
los dos estén sobre la tierra y debajo del cielo. Lo que dijo Jesús de la ley de Dios sería
aplicable también al pacto del matrimonio ya que es parte del séptimo mandamiento.
“No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas... Porque de cierto os digo
que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley...” Mateo
5:17,18.
Dios aborrece el divorcio y el re casamiento. El profeta Malaquías quien vivió 300 años
antes de Cristo, registró las palabras de reprensión contra aquellos que se decían pueblo
de Dios pero practicaban el divorcio. “...Porque Jehová ha atestiguado entre ti y la mujer
de tu juventud, contra la cual has sido desleal, siendo ella tu compañera, y la mujer de tu
pacto... Porque Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el repudio, y al que cubre
de iniquidad su vestido, dijo Jehová de los ejércitos. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y
no seáis desleales.” Malaquías 2:14,16.
Salomón también menciona como el matrimonio es un pacto con Dios y el que abandona
a su esposo, viola el pacto de su Dios.
CONCLUSION
“El hombre infringe la regla primitiva cuando se divorcia de su esposa. Se opone a Dios y
actúa contra la naturaleza. El y su esposa son uno; no pueden ser separados el uno del
otro así como uno no puede ser separado de sí mismo. Si consideramos el lenguaje del
Señor en este pasaje sin prejuicio, y sin leer en él las nociones modernas, tenemos que
considerar que él aquí decreta la indisolubilidad de la liga del matrimonio. Sus oyentes
claramente lo entendieron así, pues vemos la objeción que presentaron”.
RAZON NUMERO 17: La muerte y no el divorcio era el castigo por el pecado de adulterio
“Si un hombre comete adulterio con la mujer de otro hombre, (que cometa adulterio con
la mujer de su prójimo), el adúltero y la adúltera ciertamente han de morir” –Levíticos
20:10
“Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y
poniéndola en medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto
mismo de adulterio. Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues,
¿qué dices? Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia
el suelo, escribía en tierra con el dedo. Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y
les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella.
E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. Pero ellos, al oír esto,
acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los
postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. Enderezándose Jesús, y no
viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban?
¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno;
vete, y no peques más." – Juan 8:3-11
Jesús no dijo que ella debía recibir como consecuencia de su acto el divorcio. La ley era
clara que debería morir. No invalido la ley sino que les dijo a sus acusadores: “El que de
vosotros este sin pecado sea el primero en arrojar la piedra”.
Se requería que los testigos no fueran culpables del mismo pecado de que acusaban al
inculpado. Todos se retiraron indicando que ellos en efecto eran también adúlteros,
inmorales, prostitutos.
De modo que toda vez que se menciona la pena por el adulterio esta nunca fue ni es el
divorcio sino la muerte del culpable. Así que el divorcio no rompe el vínculo del
matrimonio sino que este es disuelto solamente con la muerte.
“Porque la mujer que está sujeta a marido, mientras el marido vive está obligada a la ley,
mas muerto el marido, libre es de la del marido. Así que, viviendo el marido se llamara
adúltera si fuere de otro varón; mas si su marido muriere, es libre de la ley; de tal manera
que no será adúltera si fuere de' otro marido". Romanos 7:2,3)
Jesús no atenúa la gravedad del pecado de adulterio en su reino de gracia. Es más, al igual
que con los demás pecados, lo enfatiza, eleva su gravedad, extiende su marco de
influencia:
“Ustedes han oído que se dijo: “No cometas adulterio”. Pero yo les digo que cualquiera
que mira a una mujer y la codicia ya ha cometido adulterio con ella en el corazón. Por
tanto, si tu ojo derecho te hace pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder una sola parte
de tu cuerpo, y no que todo él sea arrojado al infierno. Y, si tu mano derecha te hace
pecar, córtatela y arrójala. Más te vale perder una sola parte de tu cuerpo, y no que todo
él vaya al infierno” -Mateo 5:27-30
Por eso que los fariseos acusadores de la mujer adúltera se fueron uno a uno cuando Jesús
escribía en la tierra pecados que ellos tenían y que les hacían ver su estado de
inmoralidad.
Según la ley de Cristo el adultero va a morir, la muerte eterna en el infierno, a menos que
esté dispuesto a quitar de si mismo por la gracia de Dios ese miembro de su cuerpo que le
está llevando al adulterio. Tal vez sus ojos que le llevan a la codicia o la lascivia por medio
de la pornografía o cualquier otro medio de que promueva la inmoralidad. Es un asunto
entre cada persona y Dios. Solo Dios conoce el corazón, la mente, los afectos. Tal vez sus
oídos que le llevan a escuchar lo que le lleva a la sensualidad. Tal vez deban disciplinar su
cuerpo, su mente, cambiar sus hábitos, ingresar en terapias, mudarse de lugar, someterse
plenamente a Dios y respetar todos sus principios. Cualquier cosa que sea necesaria bien
vale la pena que sea hecha para salvarse eternamente.
La ley de Cristo sobre el adulterio va más allá de los actos físicos que los fariseos
perseguían en otros aunque ellos mismos eran unos corruptos moralmente. Hay cónyuges
que son como estos fariseos. Viven detrás de sus parejas buscándoles faltas morales
cuando ellos están podridos en muchas de ellas.
Por maldecir a los padres - "Igualmente el que maldijere a su padre o a su madre, morirá"
(Éxodo 21:17).
Por practicar la hechicería - "A la hechicera no dejarás que viva" (Éxodo 22:18).
Por adivinar el futuro y tratar de ponerse en contacto con los muertos (Levítico 20:27).
Por cometer secuestro - "Asimismo el que robare una persona y la vendiere, o si fuere
hallada en sus manos, morirá" (Éxodo 21:16).
“Por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón
a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos”. Hechos 17:31
Quienes usan como escusa el adulterio para divorciarse y conseguirse otra pareja deben
saber que es Dios quien juzga a los adúlteros: “Porque a los inmorales y a los adúlteros los
juzgará Dios”. (Heb 13:4)
Quien así piensa no entiende el evangelio, la ley de Dios sobre el matrimonio y vive un
legalismo farisaico que juzga sin mirar dentro de si las faltas verdaderas que pueden estar
ocasionando el tener un matrimonio disfuncional el cual tarde o temprano conllevara al
adulterio.
Los más primitivos padres de la iglesia son los «hombres fieles» a los que se refería Pablo;
muchos de los cuales fueron fieles hasta el martirio. Eran portadores de la verdad más
pura proveniente directamente de «otros hombres fieles», de modo que sus enseñanzas
debieran brindarnos una idea clara de lo que ellos creían que Jesús y Pablo habían
enseñado acerca de dicho tema.
«Entonces, señor, ¿qué debe de hacer el esposo, si su esposa continúa con sus prácticas
depravadas?» Y él contestó: «El esposo debe dejarla de lado, y permanecer solo. Pero si
deja de lado a su esposa y se casa con otra, él también comete adulterio». Y le inquirí:
«¿Qué pasa si la mujer que fue dejada de lado se arrepiente, y desea regresar a su esposo;
acaso no debería el esposo tomarla nuevamente?» Y él me contestó: «Ciertamente. Si el
esposo no la toma nuevamente, peca, y trae sobre sí gran pecado; pues debería aceptar
nuevamente a la pecadora que se ha arrepentido… En esta cuestión hombre y mujer
deben ser tratados exactamente de la misma manera» (El pastor 4:1–10)
Quienquiera se case con una mujer que se ha divorciado de otro esposo comete adulterio.
«En cuanto a la castidad, Jesús manifiesta lo siguiente: “si alguien mira a una mujer para
codiciarla, ya adulteró con ella delante de Dios en su corazón”. Y “Quienquiera se case con
una mujer que se ha divorciado de otro esposo, comete adulterio”. Según nuestro
maestro, así como son pecadores los que contraen segundas nupcias, aun cuando se
realice de acuerdo con la ley humana, también son pecadores los que miran con codicia a
una mujer. Él repudia no solo al que en verdad comete adulterio, sino incluso al que desea
hacerlo; pues no solo nuestras acciones le son manifiestas a Dios, sino que también lo son
nuestros pensamientos» (Primera Apología 15)
Así como una mujer es adúltera, aun cuando parezca estar casada con un hombre,
mientras un ex marido aún está vivo, también un hombre que parece casarse con una que
se ha divorciado no se casa con ella, sino, según la declaración de nuestro Salvador,
comete adulterio con ella» (Comentarios sobre Mateo 14)
La mujer que vive con un adúltero es una adúltera en todo momento. «El hombre que ha
abandonado a su esposa y va en pos de otra es, él mismo, un adúltero porque hace que
ella cometa adulterio, y la mujer que vive con él es una adúltera, porque ha causado que
el esposo de otra mujer venga a estar con ella … La mujer que vive con un adúltero es una
adúltera en todo momento. La mujer que ha sido abandonada por su esposo, debería, a
mi entender, permanecer como está. El Señor dijo: “Si alguna deja a su esposa, salvo por
causa de fornicación, él hace que ella cometa adulterio, por consiguiente al calificarla de
adúltera, la excluye de tener relaciones sexuales con otro hombre. Pues ¿cómo puede el
hombre, siendo culpable de haber causado el adulterio, y la mujer, quedar libres de culpa,
cuando el Señor la llama adúltera por tener relaciones sexuales con otro hombre? El
hombre que se casa con la mujer de otro hombre, la cual ha sido quitada de dicho
hombre, será culpado de adulterio» (Amphilochius 199)
“Si está unido a una esposa no procure el divorcio”, pues no se le permite, mientras vive
su esposa, que se case con otra» (Abraham 1:57:59)
«Por lo tanto, deshechas a tu esposa como si tuvieras derecho de hacerlo, y sin que se la
culpe de mal obrar; y supones que es correcto que así obres porque ninguna ley humana
lo prohíbe; pero la ley divina lo prohíbe. Cualquiera que obedece a los hombres debiera
presentarse ante Dios con temor reverente. Oye la Palabra del Señor, a la que deben
obediencia incluso los que proponen nuestras leyes: “Lo que Dios ha unido, ningún
hombre lo separe”» (Comentario sobre Lucas, Sex. 8:5)
“Está visto que el pacto del matrimonio no se acaba aunque se interponga un divorcio,
dado que siguen siendo personas casadas el uno con el otro, aun después de la
separación, y cometen adulterio con las personas con las que se unen, aun después de su
propio divorcio, tanto la mujer con un hombre, como el hombre con una mujer”.
«Por lo tanto, un cónyuge es repudiado legalmente por causa de adulterio, pero las leyes
de castidad siguen vigentes. Por esa razón un hombre es culpable de adulterio si se casa
con una mujer que ha sido repudiada incluso por esta misma razón de adulterio».
«Una mujer no puede empezar a ser esposa de un marido posterior, a menos que haya
dejado de ser la esposa de uno anterior. Sin embargo, dejará de ser la esposa de uno
anterior si dicho esposo muere, no si dicho esposo comete adulterio». (Matrimonios
adúlteros)
El casamiento es vitalicio. No importa lo que resulte ser un cónyuge ni cómo pueda
comportarse, sea lo que fuere que haga o deje de hacer, o los pecados que cometa, el
pacto permanece en plena vigencia. Un nuevo casamiento mientras un ex cónyuge sigue
vivo, no constituye matrimonio bajo ningún concepto, sino adulterio pecaminoso. Dios no
separa la relación de una carne, salvo por causa de muerte física (Hermas, Clemente,
Orígenes, Basilio, Ambrosio, Jerónimo, Agustín).
CONCLUSION:
Pues bien, ahora recuerde: Esto es lo que enseñaba la iglesia neo testamentaria.
Si somos personas razonables, tendríamos que decir que los maestros del primer al tercer
siglo eran más puros e intransigentes en sus enseñanzas, dado que estaban tan cercanos a
la fuente de toda nuestra verdad: el Señor Jesús y los apóstoles Pablo y Juan el amado.
Estos Padres de la Iglesia primitiva aún eran parte integral de las prácticas iniciadas por el
apóstol Pablo. Nuevamente nos vienen a la memoria las instrucciones de Pablo al
escribirle a Timoteo: «Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a
hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros» (2 Timoteo 2:2). La
enseñanza en aquel entonces aún era pura, no había sido contaminada por la corrupción
denominacional ni por las tradiciones humanas en desarrollo. Los Padres de la iglesia
entendían con claridad la pura verdad: un hombre, una mujer, para toda la vida.
La permanencia del pacto de matrimonio fue la enseñanza unánime de la iglesia primitiva,
y se mantuvo básicamente inconmovible durante quince siglos. Estas citas no fueron,
como sugerirían algunos, sus propias opiniones individuales, sino sus profundas
convicciones basadas en su “interpretación” adecuada de la palabra de Dios.
No hay en la Biblia algún texto que autorice el divorcio con fines de re casamiento. Cuando
una persona es víctima de un divorcio debe buscar la reconciliación con su legitimo
cónyuge o quedarse solo (1 Corintios 7:10-11)
“Una cuidadosa investigación de los centenares de manuscritos escritos por los líderes de
Iglesia de los primeros cinco siglos, ha revelado que con sólo una excepción (Ambrosiaster,
un escritor latino del cuarto siglo) los Padres de la Iglesia eran unánimes en su
entendimiento que Cristo y Pablo enseñaron que si uno debía sufrir la desgracia del
divorcio, el volverse a casar no era permitido, independientemente de la causa. Este
permaneció como el punto de vista de la Iglesia hasta el siglo dieciséis cuando Erasmo
sugirió una idea diferente que fue asumida por los teólogos.
Todos estos cuatro puntos de vista de la primera iglesia concluyen que la Biblia enseña
que el matrimonio es para toda la vida, y que divorciarse y casarse con otra persona,
mientras el primer esposo todavía vive, es prohibido y constituye adulterio.
5. La opinión erasmiana: La quinta opinión histórica, no se escribió sino hasta el siglo
dieciséis, y se llama la opinión erasmiana (o la protestante tradicional). Enseña que la
parte inocente se le permite divorciarse y subsiguientemente se le permite casarse con
otro en caso de adulterio, deserción, o cualquier “impureza moral”. Hoy en día a este
punto de vista se le llama a la teoría de la Excepción de Mateo y Paulina, o la opinión
Protestante Tradicional.
Literato y filósofo holandés, considerado el más grande humanista del renacimiento, que
nunca rompió con la Iglesia de Roma, tuvo una postura muy liberal con respecto al
divorcio y re casamiento. Aparentemente todos los reformadores fueron influidos por su
postura con respecto a este tema.
La pregunta es, “¿A quién le creeremos? ¿Le creeremos a Erasmo, el hereje inmoral
humanístico, cuyas enseñanzas sobre el matrimonio y el divorcio contradicen todas las
enseñanzas de nuestros primeros padres del cristianismo y atropella lo que Pablo y
Jesucristo enseñaron claramente? ¿O le creeremos al Apóstol Pablo y a nuestro Señor
Jesucristo mismo?”
Recuerden que cualquier doctrina construida sobre una premisa falsa es una doctrina
falsa, y causa que los que la reciben que se muevan de una respuesta bíblica a “sus
propias ideas equivocadas” (2 Timoteo 4:4, La Biblia Viva).
Esta doctrina erasmiana falsa, se debe recordar, que era sólo una de cinco posiciones
históricas. Muchos reformistas y teólogos actualmente, han ignorado las otras cuatro
posiciones completamente y han adoptado la opinión de Erasmo. Al hacer esto, están
causando que se cumpla la misma escena que Jesús describió con respecto a los últimos
días.
Mateo 24:37-38 Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre.. .
estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento,...
En una de sus argumentaciones teológicas Erasmo decía: “Si uno de los cónyuges
cometiera adulterio sería, según el Antiguo Testamento, apedreado hasta morir. Por tanto
se presumía que el cónyuge culpable de adulterio era “como muerto a los ojos de Dios”,
dejando al otro inocente en libertad para casarse de nuevo.
Según los reformadores esta idea estaba detrás de la cláusula de excepción de Jesús y, por
ello, el cónyuge inocente estaba libre para divorciarse y casarse de nuevo en caso de
inmoralidad. Esto se ha difundido hasta el presente.
Este es un proceso de INFERENCIA. Es decir: "Lo importante no es lo que el texto dice sino
lo que yo entiendo del texto"
La verdad es que la persona está bastante viva, y una muerte supuesta no puede obviar el
matrimonio. Sin embargo, esta es la clase de razonamiento que popularizó la doctrina de
Erasmo.
Falso de toda falsedad pues Cristo fue claro en el trato con la mujer adultera que la
respuesta al adultero arrepentido es el perdón y la gracia. Quienes viven en las leyes del
antiguo testamento pretenden hacer justicia por si mismos cuando en realidad tal vez,
como los fariseos acusadores, tienen faltas morales aun mayores que aquellos a quienes
acusan. No hay pena de muerte en el nuevo testamento. Se ha designado un día de juicio
final donde Dios administrara justicia.
Los proponentes de este enfoque se esfuerzan para convencer al público evangélico que
solo muy pocos estudiosos mantienen otros puntos de vista, pero eso no es verdad, es el
único enfoque de los cinco clásicos que admite el nuevo casamiento después del divorcio.
Además la popularidad de una postura no es un criterio para determinar su veracidad.
Es preocupante como la iglesia se compromete con esta tendencia. La iglesia anda mal
cuando deja de contrariar las actitudes erróneas de la cultura de su alrededor. El divorcio
y re casamiento es un problema de grandes dimensiones, la sociedad está sensibilizada a
este flagelo como nunca antes. Ya que el mundo no reconoce valores absolutos, está
sujeto a las ocurrencias y a la naturaleza caprichosa del hombre.
20. Cristo dijo que los divorcios ocurren por la dureza del corazón y no por
adulterio
RAZON NUMERO 20: Cristo dijo que los divorcios ocurren por la dureza del corazón y no
por adulterio
La gente que busca el divorcio para conseguirse otra pareja aduce que Dios permite el
divorcio por la dureza del corazón. Esto es totalmente incorrecto. Que algo pase no lo
hace correcto. Dios “permite” porque El no obliga a nadie. Hay algo que Dios no puede
hacer y es violar nuestro libre albedrio. Por eso Dios “permitió” a Moisés conceder el
divorcio en el antiguo testamento.
Cuando los Fariseos querían llevar a Jesús a discutir sobre las razones validas para el
divorcio El no entro en esa discusión sino que dijo que las verdaderas causas del divorcio
fueron y siguen siendo la dureza del corazón humano. Lo peor que un predicador puede
hacer es enseñar que eso significa que Dios rebaja sus leyes e incluso las cambia para
complacer al ser humano. No podemos fabricar un dios a nuestra manera o conveniencia.
“Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta”.
(Números 23:19) Ser duros de corazón no complace a Dios. Dios no condesciende con
gente dura de corazón.
Según la Biblia, la dureza de corazón que Dios más desprecia tiene que ver con oír y
rechazar su Palabra.
“El hombre que, al ser reprendido, se vuelve terco, de repente y sin remedio será
quebrantado.” (Proverbios 29:1).
Jesús dijo que hay mas esperanza para quienes practican pecados “escandalosos” como
las prostitutas que para los que escuchan continuamente la Palabra de Dios y no la
obedecen y se convierten en fariseos juzgones y condenadores de los demás. (Mateo
21:31)
Estas son las 5 cosas que un divorcista practica. La palabra Endurecido: Es la voz griega
poroo, que significa “petrificar”, “formar callos”, “hacerse duro e insensible”. Además es
“ceguera y sordera espiritual” y “perder la capacidad de entender”.
El divorcio es dureza del corazón porque va en contra de la voluntad de Dios. El Señor dice
en su Palabra: “Mas diréis: ¿Por qué? Porque Jehová ha atestiguado entre ti y la mujer de
tu juventud, contra la cual has sido desleal, siendo ella tu compañera, y la mujer de tu
pacto. ¿No hizo él uno, habiendo en él abundancia de espíritu? ¿Y por qué uno? Porque
buscaba una descendencia para Dios. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis
desleales para con la mujer de vuestra juventud. Porque Jehová Dios de Israel ha dicho
que él aborrece el repudio, y al que cubre de iniquidad su vestido, dijo Jehová de los
ejércitos. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales” (Malaquías 2:14-16). Y
Sin embargo, pueden más las razones, los argumentos, el egoísmo que la Palabra de Dios y
por eso vemos más y más divorcios.
Pecar, es definido como errar al blanco y se yerra porque se aparta la mirada del Dios de
Amor y se centra en uno mismo. La Biblia dice que endurecer el corazón es volverse sabio
en su propia opinión:
“Pero mi pueblo no oyó mi voz, E Israel no me quiso a mí. Los dejé, por tanto, a la dureza
de su corazón; Caminaron en sus propios consejos” (Salmo 81:11-12).
“Y no oyeron ni inclinaron su oído; antes caminaron en sus propios consejos, en la dureza
de su corazón malvado, y fueron hacia atrás y no hacia adelante” (Jeremías 7:14).
Cuando nos obstinamos en nuestros razonamientos, por muy justificados que nos
parezcan, pero si van en contra de la voluntad de Dios, entonces es pecado.Quien es
sabio en su propia opinión, siempre se equivocará. Dice la Biblia: “... el que confía en
Jehová prosperará. El que confía en su propio corazón es necio…” (Proverbios 28:25-26).
“Y suceda que al oír las palabras de esta maldición, él se bendiga en su corazón, diciendo:
Tendré paz, aunque ande en la dureza de mi corazón, a fin de que con la embriaguez quite
la sed” (Deuteronomio 29:19).
Muchas personas se engañan a sí mismas pensando que les irá bien aun cuando saben
que están haciendo las cosas mal. ¡Qué necedad! En el libro de Job encontramos una
interesante pregunta: “¿Quién se endureció contra él, y le fue bien?” (Job 9:4).
Hay quienes piensan que por tener bendiciones materiales o ausencia de problemas sus
matrimonios en adulterio están siendo bendecidos. La verdad es que la bendición
verdadera esta en obedecer a Dios pues solo ello trae resultados para la eternidad.
CONCLUSION:
Dios permite que el ser humano haga su terca voluntad porque no puede forzarlo a hacer
la suya. Por eso Dios permitió el divorcio en el antiguo testamento. Pero nunca cambio sus
leyes porque eso es contario a su carácter. La ley del matrimonio definida y validada por
Cristo es la dada en el Edén: Un hombre y una mujer unidos por Dios hasta la muerte
(Mateo 19:4-6)
“Por eso yo también les di estatutos que no eran buenos, y decretos por los cuales no
podrían vivir”.( Ezequiel 20:25)
Todos los argumentos esgrimidos por quienes desean hacer su voluntad por buscar su
felicidad, huir a la responsabilidad, evitar las inconveniencias de convivir con su pareja, no
sufrir el carácter del otro, conseguirse alguien más atractivo o con mas recursos
materiales y toda cuanta argucia se mencione, no son más que frutos de la dureza del
corazón humano. Síntomas de rebeldía, obstinación, terquedad, incredulidad y
desobediencia a Dios.
“EL HA CEGADO SUS OJOS Y ENDURECIDO SU CORAZON, PARA QUE NO VEAN CON LOS
OJOS Y ENTIENDAN CON EL CORAZON, Y SE CONVIERTAN Y YO LOS SANE” Juan 12:40
Significa que quienes desprecian la Palabra de Dios no pueden ser sanados por El
La primera de las posturas sostiene que no hay base bíblica para el divorcio ni para un
nuevo casamiento. Considera que la Biblia se opone al divorcio y al nuevo casamiento (Gn.
2: 24; Dt. 24: 1-3; Mal. 2: 16; Mt. 19: 6; y Mr. 10: 2-9, Lc. 16: 18) y que el divorcio siempre
constituyen pecado de adulterio, y que, por lo tanto, no se justifica el divorcio ni el nuevo
casamiento pues genera pecado de adulterio.
ANALISIS:
Sostiene que sí hay base bíblica para el divorcio, aunque no para el nuevo casamiento
(véanse, p. ej., Dt. 24: 1-4; Esd. 9-10; Mt. 19: 9; 1 Co. 7: 15) , mientras uno de los cónyuges
viva (véanse Ro. 7: 2, 3; 1 Co. 7: 39).
ANALISIS:
Hace uso de la inferencia para establecer que hay un “inocente y un culpable”. Eso ya en si
mismo representa un desafío pues los seres humanos de naturaleza son manipulativos.
Aun si uno de los cónyuges alega “infidelidad” el otro puede tener una versión distinta y
será siempre problemático establecer la verdad. Hay innumerables maneras de manipular
y conseguir un divorcio “legal” para poderse conseguir otra pareja. Haremos un tema
sobre esto pues prácticamente todos pueden conseguir ser vistos como inocentes si saben
el arte de la manipulación.
Esta postura afirma que hay evidencia bíblica para el divorcio y el re casamiento, cuando
ha existido un acto de adulterio o de abandono por parte de uno de los cónyuges (véanse,
p. ej., Dt. 24: 1-4; Mt. 19: 9; 1 Co. 7: 12-16; simbólicamente de Dios en relación con Israel
en Jer. 3: 8).
ANALISIS:
Para llegar a la conclusión que Dios acepta el divorcio y re casamiento en base a una
palabra se requiere ser ciegos al resto de las escrituras bíblicas sobre los mismos temas,
que en este caso son muy abundantes.
Con relación al caso de abandono por parte de un cónyuge incrédulo es aun más simple
de refutar pues la idea de un divorcio no está en el texto, mucho menos la de un re
casamiento. Una vez mas para llegar a esa conclusión hay que introducir al texto ideas
preconcebidas tal como se ha analizado ya.
ANALISIS:
Es una postura humanista no bíblica. En esta más que en ninguna quien la practica trae
todas sus ideas convenientes y las pone por encima de un cumulo de evidencia bíblica.
Algunas de ellas:
• “Dios no puede ser injusto y permitir el sufrimiento, por eso el hace excepciones a sus
reglas”
• “Dios desea nuestra felicidad por encima de sus leyes”
• “La misericordia de Dios es más grande que sus leyes y eso nos permite romperlas”
• “Dios dijo: No es bueno que el hombre este solo. Por tanto si hay divorcio y no tenemos
el don de continencia debemos casarnos de nuevo cuantas veces sea necesario”
• “No hay que ser legalistas” (Confunden legalismo con obediencia)
• “No hay que ser extremistas” (Confunden extremismo con lealtad y firmeza)
• “Es indigno perdonar y permanecer con alguien que es abusivo o inmoral” (La dignidad
esta en ser obedientes a Dios. Mejor sería hacer un análisis exhaustivo y honesto sobre la
relación matrimonial y hacer los ajustes necesarios)
• Etc, Etc, Etc. Hay decenas, cientos y hasta miles de argumentos humanos para justificar
los re casamientos.
Esta es una posición subjetiva y no objetiva o textual. Es la practicada por las inmensas
mayorías. Incluso quienes sostienen las posturas dos y tres Siempre echan mano de estos
relativismos subjetivos para justificar el divorcio y re casamiento. Tratándose de mantener
felices a sus feligreses y no afectar sus membrecías y finanzas los líderes religiosos
conceden en la mayoría de los casos el re casar a todo mundo basados en la supuesta
“misericordia de Dios”. Esa es la realidad con relación a este tema en el mundo cristiano.
En esta postura manipular las circunstancias del matrimonio es aun mas fácil. Basta con
lograr que el cónyuge me golpee y listo. Eso es relativamente muy fácil de lograr. Pero hay
cientos y hasta miles de maneras más que una persona puede usar para lograr su objetivo
de deshacerse de un cónyuge que por una u otra cosa no le simpatiza.
CONCLUSION:
4. Quienes sostienen las posturas número dos y tres generalmente son inconsistentes,
contradictorios y confusos. y quienes se abocan a la número cuatro son anti bíblicos.
5. Quienes sostienen la postura numero uno están desafiados a ser firmes contra viento y
marea. Al hacerlo son tildados de retrogradas, legalistas, extremistas, inhumanos,
inmisericordes, necios, etc, etc.
22. Las relaciones sexuales con el cónyuge legítimo protegen del adulterio y
toda forma de inmoralidad sexual
RAZON NUMERO 22: Las relaciones sexuales con la pareja legitima es el medio provisto
por Dios para protegernos del adulterio y toda forma de inmoralidad sexual
1. Porque no es solo un acto de pecado sino que es rebelión contra la ley de Dios del
matrimonio.
2. Porque desune lo que Dios ha unido lo cual es prohibido expresamente (Mateo 19:6)
4. Porque es engaño pues las personas re casadas con sus cónyuges vivos pretenden tener
alguna bendición de Dios cuando solo les alcanzan las maldiciones que conlleva la rebelión
y desobediencia: Maldición contra ellos mismos, contra sus familias, contra toda la
sociedad.
“Pero al que haga tropezar a uno de estos pequeñitos que creen en mí, mejor le sería que
le colgaran al cuello una piedra de molino de las que mueve un asno, y que se ahogara en
lo profundo del mar”. (Mateo 18:6)
A quien se divorcia aplica esta advertencia pues está exponiendo a su cónyuge al pecado
al destruir el único medio que Dios ha dejado para ser moralmente puro (Sexualmente
puro) el cual es el matrimonio legítimo. No le concierne juzgar a su cónyuge si le ha sido
infiel. Todo juicio le corresponde a Dios. Aun si el adulterio es reiterativo las alternativas
de acuerdo a lo que Dios dice en su palabra no incluyen el divorcio sino el perdón. Aun si
tuviese por razones extremas separarse temporalmente de su cónyuge por adulterio
reiterado o por haberse juntado a vivir permanentemente con otra persona, la alternativa
no es el divorcio y mucho menos re casarse con alguien más antes de la muerte de su
cónyuge. Las dos alternativas Bíblicas son: Quedarse solo o reconciliarse con su cónyuge
legitimo. (Ver 1ª Corintios 10:10-17)
La persona que se casa por segunda vez no sólo comete adulterio al momento de casarse,
sino que entra a una relación adúltera. Esto se ve en Romanos 7.3 donde dice que la mujer
casada "si en vida del marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera". Además,
Jesús dijo en Marcos 10.11-12 que el hombre que se divorcia de su mujer y se casa con
otra comete adulterio contra ella; es decir, contra su mujer. No dice cometió adulterio en
la ceremonia, sino "comete", es decir, ahora está cometiendo adulterio al tener relaciones
sexuales con quien él o ella no está casado a la vista de Dios.
Esto es cierto debido a que su primera esposa es su mujer verdadera, porque Dios los ha
unido en uno (véase Mateo 19.6). Y según Romanos 7.2-3 la única cosa que rompe esa
unión es la muerte. El adulterio que se comete contra el cónyuge verdadero consiste en la
relación adúltera que se mantiene viviendo en las segundas nupcias.
LA NUEVA RELACION NO ES MATRIMONIO LEGÍTIMO, SINO PECADO REAL Y CONTINUO
Cuando el hombre y la mujer se casan, dejan de ser de sí mismos. Delante de Dios son
"una sola carne" y el cuerpo del hombre y la mujer no le pertenece a el mismo sino a su
cónyuge Es decir cuando una pareja se casa sus cuerpos pasan a ser de su esposo o esposa
mutuamente...
1ª Corintios 7:4 “La mujer no tiene potestad de su propio cuerpo, sino el marido: e
igualmente tampoco el marido tiene potestad de su propio cuerpo, sino la mujer”.
Así que siendo esta unión tan fuerte, tan santa y tan importante, lo único que permite a
un hombre o una mujer tener un nuevo matrimonio es la muerte:
1a Corintios 7:39 “La mujer casada está atada á la ley, mientras vive su marido; mas si su
marido muriere, libre es: cásese con quien quisiere, con tal que sea en el Señor”
"Todo el que se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio; y el que se casa
con la que está divorciada del marido, comete adulterio." Lucas 16:18
Se podría parafrasear lo que dijo Jesús en Lucas de la siguiente manera: Si alguno alguna
vez, por cualquier motivo, se divorcia de su esposa o esposo y se casa con otro/a, dicha
persona comete adulterio, sin excepción\ alguna y sin ambigüedades. Recuerde que, sin
excepción, esto es lo que creían todos los padres primitivos de la iglesia.
Las primeras palabras a destacar en este versículo son «Todo el que». Esta expresión es la
misma que se halla en Juan 3:16 y se aplica a toda la humanidad.
EJEMPLO PRÁCTICO:
A fin de ilustrar lo que expresó Jesús con gran claridad, podríamos decir:
Si Juan y María están casados y Juan se divorcia de María y se casa con Susana; el nuevo
matrimonio no es en realidad un matrimonio, sino que constituye adulterio a los ojos de
Dios.
Si el adulterio equivale a relaciones sexuales fuera del vínculo matrimonial con otra
persona que no es su cónyuge original, lo que dice Jesús es que la acción de Juan de
divorciarse de María y casarse con Susana no ROMPIÓ el vínculo original del pacto
matrimonial; solo lo violó. La mayoría de las personas en la actualidad diría que Juan se
divorció de María, y ahora está casado con Susana. En la actualidad esto se consideraría
un típico divorcio con nuevo casamiento. Es necesario que veamos dichas acciones a
través de los ojos de Dios, porque Jesús dijo que Juan y María seguían siendo una sola
carne y, por lo tanto, al casarse Juan con Susana, «cometen adulterio», según las palabras
de Jesús en Lucas 16:18. Esto revela claramente que Juan tenía relaciones sexuales con
alguien que no era su esposa, María, y la nueva relación se denomina «adulterio»
Cuando se considera este versículo (Lucas 16:18) al pie de la letra, nos dice que Dios oye,
honra y sobrenaturalmente actúa sobre los primeros votos matrimoniales que se hacen
entre sí cualquier hombre y mujer que previamente no se habían casado con nadie,
uniéndolos como «una sola carne» para toda la vida. Al hacerlo, Dios considera carente de
validez cualquier divorcio futuro o los certificados múltiples de matrimonio. Están
completamente prohibidos y son totalmente irreconocibles e inaceptables a sus ojos
ES ASUNTO DE SALVACION
Si usted se considera cristiano, y no hace caso a esta advertencia que el casarse otra vez es
adulterio, quiero que usted se dé cuenta de que usted no será salvo. Cristo va a negar
públicamente que lo conozca porque usted, llamándose “cristiano”, niega su palabra ante
los hombres y busca su propia felicidad antes que la voluntad de Dios.
Si Cristo vive en usted, y usted es un verdadero discípulo, él le dará la habilidad de ser
reconciliado con su cónyuge o de quedarse solo. Si su cónyuge ya se ha casado con otra
persona, la única opción es quedarse solo hasta que su cónyuge se muera, permaneciendo
fiel a la promesa que usted hizo delante de Dios de serle fiel a esa persona,
indisolublemente, hasta la muerte.
CONCLUSION:
Lucas 16:18 tanto como Marcos 10:10-12 y Romanos 7:2-3 no dejan duda alguna sobre la
única manera como tener relaciones sexuales no constituye pecado de adulterio: La
pureza moral se logra solamente a través del matrimonio legítimo entre un hombre y una
mujer que no esten casados con alguien mas. Jesús apoyo también este principio en
Mateo 19:4-6 al decir “lo que Dios unió no lo separe el hombre” y en donde además hace
aun más claro el concepto que quien se casa con un divorciado comete adulterio. Misma
cosa que repite en Mateo 5:32. Toda excepción queda descartada en las palabras de Jesús
y en el contexto de todas las sagradas escrituras. La expresión “salvo por causa de
fornicación” no se refiere de ninguna manera a deshacer matrimonios legítimos
La pregunta es: Porque los cristianos se divorcian en una tasa mayor que los incrédulos?
La respuesta es: Por una incorrecta comprensión de lo que Cristo quiso decir en Mateo
5:32 y 19:10.
Son muchas las razones para decir esto. De hecho ya hemos analizado 22 y seguimos
contando.
La pretensión del divorcismo es que Cristo al decir “porneia” está liberando del pacto
matrimonial a todos los que alguna vez cometa algún pecado de inmoralidad sexual. Por
eso es que lo que fue dado como una excepción ha perdido ese sentido para convertirse
en regla. Si se aplica ese significado prácticamente todos los matrimonios califican para un
divorcio pues los seres humanos todos tarde o temprano en acción o intensión cometen
algún pecado de inmoralidad sexual. Esto incluye pero no se limita a, por ejemplo:
Masturbación, Lascivia, Fornicación, Codicia, Homosexualidad, Prostitución, Fantasías,
Abortos, Poligamia, Sodomía, Incesto, Adulterio, Bestialidad, Obscenidad, Promiscuidad,
Concubinato, Lujuria, Sensualidad, Concupiscencia, Deseo, Impureza, Depravación,
Desenfreno. Indecencia, etc, etc.
Quien nunca ha cometido en intensión o acción alguno de estos pecados podría tal vez
calificar para ser juez. Aunque aún le quedaría analizar otras listas más extensas y
complejas. Nadie califica!
Jesús no condena. Él repetía: "No juzguen y no serán juzgados". Sabe que todos somos
pecadores ante Dios. Y quiere que todos nos sintamos pecadores.
Jesús busca que los fariseos se pongan en el lugar de la pecadora, reconozcan sus propios
pecados y se arrepientan. Para ello les da tiempo, y se pone a escribir sobre la tierra (v.6),
como hacían algunos jueces romanos que escribían la sentencia en la tierra.
Pero los fariseos le acosan para que se defina. Entonces Jesús se levanta y les encara: "El
que esté sin pecado, que tire la primera piedra" (Mt 7,1-5). E inclinándose otra vez, siguió
escribiendo.
Ellos, al oírlo, se fueron escabullendo uno a uno, empezando por los más viejos, hasta el
último. Con esta huida reconocen que son pecadores, pero no se arrepienten de ello.
Jesús condena el adulterio, tanto del hombre como de la mujer. Pero va aún más lejos
pues está estableciendo una justicia superior a la de los fariseos, por eso dice: "El que mira
a una mujer con lujuria ya ha cometido adulterio en su corazón" (Mateo 5,28). Con esto
queda descartado que haya algún inocente. Lo que enfatiza es que todos hemos de
sentirnos culpables para sentir necesidad de la gracia divina y no convertirnos en jueces y
verdugos de los demás, que es lo que hacen los divorcistas.
Quien no perdona se condena a sí mismo. Eso fue lo que dijo Cristo constantemente. Dios
nos pide perdonar todos los pecados todo el tiempo. Porque? Porque todos somos
pecadores y requerimos el perdón de Dios todo el tiempo. Eso nos inhabilita para ser
jueces de nuestros hermanos, incluyendo nuestros cónyuges.
Erasmo Desiderio (real autor de esta postura) enseña que todos los versículos bíblicos
referidos a matrimonio y divorcio debían interpretarse a la luz de Mateo, capítulos 5 y 19.
Sin embargo, las reglas correctas de hermenéutica para la interpretación de las Escrituras
declaran lo opuesto. No podemos hacer caso omiso a la necesidad de comparar las
Escrituras con las Escrituras, a la vez que siempre recordamos que los versículos simples
son los versículos principales. «Todos los versículos que resulten poco claros y
aparentemente contradictorios deberán someterse a los pasajes que son claros y
concisos. En la mayoría de los casos, lo que es poco claro quedará esclarecido por lo que
es claro, y podrá presentarse un veredicto sólido».
Lo que creemos no significa nada a menos que todas las Escrituras concuerden.
Cuando los «pasajes bíblicos de la excepción» se comparan legítimamente con los pasajes
claros, que no contienen excepciones, dan la impresión de contradecir los pasajes claros.
Si hemos de edificar una base verdaderamente bíblica para este tema, es imprescindible
que comprendamos primeramente lo que establecen los pasajes claros, para luego
compararlos con los versículos que parecen ser contradictorios, los cuales Erasmo
«reinterpretó».
Cuando analizamos texto por texto todo el contenido de la Biblia sobre el tema del
matrimonio no podemos hallar ni el menor indicio de que la voluntad de Dios sea que el
matrimonio termine por ninguna causa. Hemos hecho ese análisis e invitamos a quien aún
no lo hace que se avoque a nuestros temas para hallar esa claridad que requiere. Las
conclusiones de la Biblia sobre este asunto es la misma y se resume en el relato de Cristo
en Mateo 19:3-12:
2. La ley del divorcio del antiguo Testamento queda descartada por ser machista e incluir
poligamia y esclavitud. (Mateo 19:3-6)
4. Es preferible quedar “eunuco” o célibe a formar una unión ilegitima en caso que
seamos víctimas de un divorcio. (Mateo 19:11-12). Es una manera clara de prohibir el re
casamiento, cosa que ya se ha hecho en el versículo 9, en Mateo 5:32, en Lucas 16:18, en
Marcos 10:10-12 y en Romanos 7:1-3
El Nuevo Testamento, fue escrito en el idioma griego, inicialmente Mateo fue escrito en
hebreo y luego traducido al griego; la expresión porneía, se refería a:
Al comenzar este pasaje, Jehová habla a Moisés, y a través de él, Dios da una ordenanza
para el pueblo de Israel, la cual decía que no debían practicar las inmoralidades que se
hacían en Egipto, donde ellos estuvieron mucho tiempo, ni tampoco como lo hacían en
Canaán, a donde ellos se dirigían, a partir de allí menciona una larga lista de relaciones
ilegitimas, o inmorales, entre ellas, relaciones incestuosas, e inmundas, tales como el
homosexualismo y el lesbianismo, (1 Timoteo 1:8 – 10); hay muchos pasajes que hacen
alusión a este asunto, entre ellos, (Levítico 20:13; Levítico 20:17 – 21; Levítico 20:19 – 20;
Deuteronomio 22:30; Deuteronomio 27:20 – 23).
CONCLUSION
Los cristianos de divorcian en una tasa mayor que los incrédulos porque creen que Dios les
autoriza divorciarse. Piensan que si se presentan problemas en la relación (Y eso sucede
con todas) hay una salida. Y es ahí donde el elemento manipulativo humano aflora. Son
los problemas de dureza del corazón humano los que conducen al adulterio e inmoralidad.
Esos son frutos de una relación rota por ira, enojo, rebeldía, desamor, falta de
comunicación, dureza, enojo, celos, condenación mutua, juzgarse, chismes, etc, etc. y
luego se toma esa “inmoralidad sexual” como excusa para conseguirse otra pareja. La
Biblia de ninguna manera autoriza el divorcio y re casamiento. Por el contrario claramente
prohíbe el re casamiento y dice que cuando una persona es víctima de un divorcio por la
dureza del corazón de su cónyuge debemos quedarnos solos si la reconciliación no fuese
posible.
QUE ES INFERENCIA?
“La inferencia es la acción y efecto de inferir, en otras palabras, deducir algo, sacar una
consecuencia de otra cosa, conducir a un nuevo resultado. La inferencia nace a partir de
una evaluación mental entre distintas expresiones, que al ser relacionadas como
abstracciones, permiten trazar una implicación lógica.”
QUE NO DICE MATEO 5:32 Y 19:9 Y QUE HA SIDO DEDUCIDO POR INFERENCIA:
4. Que la expresión “salvo por causa de fornicación” es una autorización para el divorcio y
re casamiento:
El texto no dice tal cosa. Eso es una conclusión, una inferencia forzada que se introduce al
texto en base a prejuicios humanistas y no usando los conceptos contenidos en el mismo
texto y en el resto de pasajes que hablan sobre el mismo tema en toda la Biblia.
5. Que el inocente de una infidelidad o adulterio puede casarse de nuevo y el culpable no:
El texto no lo dice y el resto de la Biblia tampoco. Esto contradice el principio básico del
plan de redención que es la base misma del cristianismo. Si Dios perdona y redime en base
a su amor y misericordia no tienen porque los seres humanos tratarse entre ellos de
manera distinta. El culpable se convierte en inocente en cuanto se arrepiente y es
perdonado por Dios.
En el texto mismo ni en ninguna parte de la Biblia dice tal cosa. El adulterio es un pecado
grave pero no es imperdonable. No hay ningún ejemplo de ello en la Biblia ni tampoco
enseñanza alguna al respecto. Hay por el contrario en la Biblia toda clase de casos de
inmoralidad pero ningún caso de divorcio. Llegar a esa conclusión es fruto de la mente
humana y no de la revelación.
No hay absolutamente ninguna manera de probar con la Biblia que el acto de adulterio o
cualquier forma de inmoralidad sexual rompe el pacto del matrimonio y da origen a uno
nuevo. En la Biblia siempre en el concepto de pacto está involucrada la muerte y es lo que
se especifica en Mateo 19:6 con relación al matrimonio.
Inferir conceptos de textos no muy claros es a veces necesario. Pero no podemos hacerlo
caprichosamente. No podemos hacerlo en base a prejuicios. No podemos hacerlo para
acomodar las enseñanzas bíblicas a las conveniencias humanas por buenas que nos
parezcan. No podemos al hacerlo poner el concepto del texto en contradicción con el
resto de las escrituras sobre el mismo tema.
Tenemos que venir a la Biblia para ser enseñados por ella y no para verter sobre ella
nuestros conceptos. Por tanto si hay un texto que resulta complejo la manera de llegar a
una conclusión sobre su significado es usando los textos sobre el mismo tema que si son
claros. Inferimos en base a toda la revelación dada por Dios. No debemos inferir en base a
ideas humanas.
Con los textos bíblicos debemos hacer lo que se conoce como exégesis.
La palabra exégesis significa “extraer el significado de un texto dado”. La exégesis suele
ser contrastada con la eiségesis, que significa “insertar las interpretaciones personales en
un texto dado”. En general, la exégesis presupone un intento de ver el texto
objetivamente, mientras que la eiségesis implica una visión más subjetiva.
La situación con este texto críptico, con la expresión “salvo por causa de fornicación” y
con el tema mismo del divorcio y re casamiento implican tantas situaciones complejas que
los humanistas, empezando con Desiderio Erasmo, establecen la idea de que los seres
humanos podemos interpretar lo que mejor nos parece no para satisfacer las reglas
hermenéuticas bíblicas sino para complacer nuestras conveniencias personales. Es así
como a cada divorciado le escucharemos contar una historia extrema de dolor y
sufrimiento en su matrimonio que convence a cualquiera que su caso amerita un divorcio
pues es literalmente imposible llevarse bien con su cónyuge. Y que es “injusto” y contrario
al principio de la “felicidad” humana quedarse solo en la vida por lo tanto y
consecuentemente volver a casarse es lo más lógico, justo y necesario.
Los que son honestos en el uso de la Biblia saben que esta expresión “salvo por causa de
fornicación” no se puede usar para establecer tantos conceptos contradictorios. Es el caso
de la Iglesia Adventista del Séptimo Día que en su manual de iglesia dice expresamente:
“No hay una enseñanza directa en las Escrituras con relación a un nuevo casamiento
después del divorcio” (Página 162)
El párrafo es claro. La sentencia es directa: No hay texto bíblico ni enseñanza que avale un
re casamiento.
Veamos:
“Hay, sin embargo, una clara inferencia al respecto en las palabras de Jesús, registradas en
Mateo 19: 9, que aprobaría el nuevo casamiento de la persona que ha permanecido fiel a
los votos matrimoniales, y no aprobaría el nuevo casamiento del cónyuge que fue infiel a
esos votos”. (Página 162)
“El cónyuge que violó el voto matrimonial y se divorcia no tiene el derecho moral de
volver a casarse mientras el cónyuge que fue fiel a dicho voto se mantenga con vida y
permanezca sin casarse y casto”. (Página 164)
Aquí ni siquiera mencionan que haya alguna “inferencia” para entender de algún lado que
el supuesto culpable también se puede casar de nuevo. Pero en términos prácticos es tan
inconveniente dejar a uno de los cónyuges en ese limbo de soltería y soledad que sin
explicación bíblica sencillamente dicen que no mas tiene que esperar a que su “ex pareja”
caiga de la castidad o bien contraiga nuevas nupcias para quedar en plena libertad de re
casarse también. Así pues todos, “culpables e inocentes” se pueden divorciar y volver a
casar las veces que quieran sin que haya ni siquiera consecuencias en sus privilegios pues
al estar en su estado de re casados terminan las “disciplinas” y todo vuelve a la
“normalidad”. Se ha sabido de casos de ancianos de iglesia que se divorcian, se re casan y
en el lapso de menos de dos años retoman sus puestos ya sea en la misma iglesia o en
otra de la misma ciudad.
CONCLUSION
Meter nuestros conceptos al texto bíblico no solo es apostasía de la verdad sino que
genera al ser humano todas las maldiciones que la misma Biblia dice tienen los que
añadan o quiten a su contenido. Cuando estudiamos el último capítulo del Apocalipsis, el
termina con una grave advertencia:
“Yo testifico a todos los que oyen las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añade
a ellas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro”
“Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del
libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.”
Apocalipsis 22:18-19.
“No añadiréis a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para que guardéis los
mandamientos de Jehová vuestro Dios que yo os ordeno.” Deuteronomio 4:2
Las maldiciones anunciadas no se dejan esperar. Tal como fue presentado en otro tema, el
divorcio y re casamiento solo pueden ser considerados lacras de la sociedad que dejan a
su paso desdicha, dolor, traumas, sufrimiento y perdida. Quienes permiten y a través de
apartarse de la verdad bíblica promueven estas prácticas no cristianas, según el texto
citado “Dios quitara su nombre del libro de la vida”. No es esto suficientemente aterrador
como para que las iglesias revisen con oración sus formulaciones doctrinales y hagan los
ajustes necesarios para estar apegados a la Palabra de Dios?
25. Los cristianos usan la expresión “salvo por causa de fornicación” para
manipular y conseguirse así otra pareja
RAZON NUMERO 25: Los cristianos usan la manipulación para conseguirse otra pareja
Adán y Eva quisieron manipular a Dios buscando alguien en quien poner la culpa de su
desobediencia. Desde entonces el ser humano es manipulador por naturaleza. (Ver
Génesis 3:12-13)
Todos los que apoyan la postura anti divorcio y nuevo casamiento coinciden que son
pocos sus seguidores. Jesús mismo lo dijo en Mateo 19:11: “Entonces él les dijo: No todos
son capaces de recibir esto, sino aquellos a quienes es dado”.
Para lograr mantener sus templos llenos los religiosos han acomodado el texto bíblico
relativo al matrimonio, divorcio y re casamiento a las conveniencias de sus feligreses.
Hemos dado 25 razones para demostrarlo. Hay más y en el futuro continuaremos la
cuenta. Es muy llamativo que hasta ahora nadie presenta una respuesta concreta y
documentada bíblicamente contra estas razones. Hemos tenido conversaciones con
líderes religiosos de gran altura académica y ninguno ha podido rebatir lo presentado.
Todos insisten en presentar argumentos extra bíblicos para defender sus posturas. Hemos
leído las posturas pro divorcio y re casamiento y todas ellas de una u otra manera rompen
las reglas de interpretación y dan relevancia a intereses humanistas. La postura pro
divorcio y re casamiento no es bíblica. Es humanista y nació en el siglo 16. Jesús fue
claramente anti divorcio, la iglesia apostólica y los padres primitivos también lo fueron.
Jesús dijo que la única explicación del divorcio es la dureza del corazón humano. (Ver
Mateo 19:8). Eso se traduce en toda forma de maldad.
“Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?”
(Jeremías 17:9).
Para un cristiano es fácil divorciarse y re casarse porque siempre y cuando haya un acto de
inmoralidad por parte de su pareja la sociedad cristiana le apoya.
Un buen terapista de pareja procura llegar al fondo, a la raíz de los hechos. No solo de lo
que está ocurriendo en esa relación sino en lo que ha ocurrido en la vida de esas dos
personas aún desde su niñez. A base de ese análisis y muchas veces con solo escuchar las
dos versiones de las problemáticas en la pareja la conclusión es que detrás de ese acto de
“inmoralidad sexual” hubo cantidad de situaciones que no se quisieron resolver porque ya
sea uno o ambos decidieron que el camino de su felicidad es más seguro a través de una
nueva pareja. Demostrar el “Acto de inmoralidad” para justificar ante la sociedad (Iglesia y
familia) llega a ser incluso un fin, disfrazado en todos los casos, por supuesto.
En la mente de alguien que realmente quiere cambiar de pareja porque se convenció que
no puede ser feliz con la que tiene la mal llamada “cláusula de excepción” de Mateo 5:32 y
19:9 llega a ser su aliada. Hay muchas estrategias manipuladoras que puede seguir. Tal vez
no es consiente que está manipulando. Se ha auto convencido a tal punto que la condición
de su matrimonio es tan “insalvable” que sencillamente se rinde y ya no actúa para el
matrimonio sino para el divorcio. Generalmente incluso empieza a fantasear sobre su
nueva pareja. Lo cierto es que a este punto las posibilidades que ocurra una “infidelidad”
son muy elevadas pues la relación íntima de esa pareja es en la mayoría de los casos
inexistente. Incluso hay quienes están tan motivados a conseguir su objetivo final de tener
“derecho” a una nueva pareja que deliberadamente se niegan a cohabitar sexualmente
con su cónyuge como medida de presión y aduciendo la “dignidad”, el hecho que “Se
acabó el amor” o cualquier otro motivo razonable.
A decir verdad hay infinidad de maneras de manipular una relación para llevarla a su final
cuando hay la convicción que Dios permite el divorcio y re casamiento.
Hay infinidad de situaciones y “razones” para llegar a este punto de “no retorno”. Pero en
su inmensa mayoría la convicción religiosa de que si su pareja le es infiel puede divorciarse
sin que sus propias falencias sean si quiera analizadas es una prioridad en el divorcista.
Si la “excepción” no existiera en la mente de esos dos cristianos y fueran conscientes que
de divorciarse su única opción sería permanecer el resto de su vida solos no hay duda que
manejarían de una manera distinta su relación y sacarían adelante su matrimonio.
Pero el mundo cristiano en su mayoría avala a quien logra “demostrar” que su cónyuge le
fue infiel, lo acoge de manera cálida e incluso le aconseja y asesora a “rehacer su vida”. La
mayoría de iglesias hace esto no solo con la parte “inocente” pero con todos y las veces
que sea necesario por la felicidad del individuo. Es así como la comunidad cristiana rompe
records en divorcios en nuestro mundo actual.
CONCLUSION
Pues bien, de acuerdo a la realidad de lo que la Biblia presenta estas parejas que no
luchan por sus matrimonios no solo pagan el precio que el divorcio y re casamiento
representan y que ha sido documentado, sino que también perderán la vida eterna si se re
casan en desobediencia a Dios y se convierten en adúlteros. Ver Marcos 10:10-12, Lucas
16:18, Mateo 5:32 y 19:9, Romanos 7:2-3, 1 Corintios 6:9
Fácil de entender para quien tiene su mente en sintonía con el cielo a través de la Palabra
de Dios. Imposible de entender para quien vive su vida teniéndose a sí mismo o a la
sociedad secular actual como punto de referencia. Ver Mateo 19:10-12
¿Es esto algo simple y cabe dentro del evangelio de la gracia de Dios? ¿Podemos
establecer en las iglesias tribunales para juzgar, condenar y castigar solo a una categoría
de pecadores?
Eso es lo que hay. Y así es como los cristianos han llegado a estar en la cabeza de las
estadísticas de divorcios y re casamientos en el mundo. ¿Es eso correcto, bíblico y
coherente? Analicemos.
La Biblia dice: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo
conocerá?” (Jeremías 17:9).
Hay miles de escenarios, diríamos incluso que hay tantos como seres humanos en el
mundo. Veamos:
Caso # 1:
Caso # 2
Una pareja esta al punto del divorcio. El marido entra a la casa sin que lo sepa su mujer
quien está muy entretenida en una llamada telefónica. Habla con su hermana y al saber el
tema de la conversación el hombre se esconde y escucha. Entre las más burlescas
carcajadas esta esposa describe con detalles las intimidades de su relación conyugal y sus
conceptos sobre su matrimonio. Revela que la única razón por la que se casó fueron
conveniencias pero que siente asco por su marido a quien considera feo físicamente. A
ese punto este marido empieza a entender las verdaderas razones por las que su
matrimonio es un caos repleto de hipocresías. Luego comprobara que su mujer aunque no
se le pudo probar un adulterio si mantenía este tipo de confesiones con hombres y
finalmente se divorcia y se casa con uno de esos confidentes que se constituyeron en el
caballo de Troya que acabo con ese matrimonio. El chisme llego a ser peor que el
adulterio pues rompió la intimidad involucrando decenas de otros en la relación. Esta
mujer a través de tácticas muy calculadas, de un proceso de descuido total de su relación
incluso en lo sexual, consiguió que al final fuera su esposo el que cometiera algún acto
inmoral y ella quedo como la inocente.
Podríamos describir cientos de situaciones. Quienes alguna vez han visto o leído novelas
de romances prohibidos saben que hay miles de posibles escenarios para este tipo de
chantajes y manipulación. La gente realmente practica el dicho que en el amor como en la
guerra todo está permitido. La vida misma en este mundo usurpado por satanás y
manejado mayoritariamente por los demonios es una burda novela que promueve toda
forma de maldad.
Hay miles de excusas que se esgrimen para dejar de luchar genuinamente en una relación
matrimonial y usar el chantaje y la manipulación para hacer caer al cónyuge y luego
conseguirse otra pareja. Esto es aún más cierto y común cuando se trata de conseguir una
separación o divorcio por violencia o abuso. Una mujer puede ser altamente violenta y
abusiva con su pareja y provocarle al exceso durante años. Si logra que ese hombre una
sola vez explote en violencia física solo uno o dos puñetazos a su mujer lo pondrán tras las
rejas y a ella en el altar con otro hombre. Sucede mucho más de lo que pensamos.
Así de sencillo es salir de una mala relación según la teoría divorcista. Si alguien sabe fingir
y engañar puede quedar ante todos como un verdadero inocente cuando en realidad no lo
es. Aun en la justicia regular establecer un inocente y un culpable es un proceso muy
complejo y hay muchos inocentes pagando por faltas que nunca cometieron.
“Y enfurecido su señor, lo entregó a los verdugos hasta que pagara todo lo que le debía.
Así también mi Padre celestial hará con vosotros, si no perdonáis de corazón cada uno a su
hermano”. (Mateo 18:34-35)
Que hayan inocentes que pueden recibir un premio y culpables que estén “muertos” o
merecen una cadena perpetua en la soledad no está por ninguna parte en Mateo 5:32 y
19:9. Eso es una muy deshonesta inferencia que el mundo divorcista ha impuesto en el
texto la cual es que es contraria al evangelio de la gracia y está llevando a millones a
divorciarse para conseguirse otras parejas violando la orden Divina de no desunir lo que
Dios dijo que Dios unió. (Mateo 19:6)
Si a la palabra “fornicación” hay que darle todos sus significados posibles en Mateo 5:32 y
19:9 como aducen los divorcistas, entonces y de acuerdo a Cristo todos se pueden
divorciar:
“Pero yo os digo que todo el que mire a una mujer para codiciarla ya cometió adulterio
con ella en su corazón” (Mateo 5:28)
¿Habrá algún hombre o mujer que en lapso de su vida nunca cometió un pecado de índole
moral aunque sea en su mente?
Toda la Biblia en términos generales establece que todos los somos culpables ante Dios:
“Ciertamente no hay hombre justo en la tierra que haga el bien y nunca peque”.
(Eclesiastés 7:20)
“Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda, No hay quien
busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno,
no hay ni siquiera uno” (Romanos 3:10-13)
Esta clase de ser humano es el que se cree tan justo que puede usar pretextos para
pretender deshacer lo que Dios ha unido y así poderse conseguir una nueva pareja. Eso no
tiene ni la menor posibilidad de ser válido ni aceptado por Dios.
Ante Dios todos somos culpables y nuestra única manera de ser inocentes es a través de lo
que Jesucristo ha hecho por nosotros en la cruz del calvario, lo cual no puede ser aplicado
a nuestras vidas a menos que tengamos esa misma disposición de amor y perdón con
nuestro prójimo.
El problema de esto es muy grave pues los textos son muy claros: Si alguien bajo la excusa
que sea se casa mientras aún vive su pareja legitima se convierte en un adultero.
“Cualquiera que repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra ella.”
Marcos 10:11.
“Todo el que repudia a su mujer, y se casa con otra, adultera.” Lucas 16:18.
Noten la vehemencia con que esto se presenta. Se usan dos palabras. En marcos 10:11 se
usa CUALQUIERA y en Lucas 16:18 TODO. Eso no deja a nadie por fuera. No hay
excepciones.
Culpable de adulterio por volverse a casar y culpable de adulterio por haber contribuido a
que su esposa se vuelva a casar. Y si no se casa estará vulnerable a caer en pecado de
adulterio pues la única persona con quien puede tener relaciones sexuales no
pecaminosas es con su cónyuge legítimo.
EL VERDADERO INOCENTE:
El único y verdadero sentido en que alguien es inocente en esta trama es el que no tiene
la capacidad de entender. Es inocente en el sentido de su torpeza o ignorancia en la
palabra de Dios. Este peca de inocente pero no podrá ser tenido como tal en el tribunal
del cielo pues su inocencia o ignorancia es un chantaje.
Se aduce que hay inocentes por ignorancia pues no habían conocido el evangelio.
¿Realmente? La Biblia dice que aun a los ignorantes de su Palabra Dios les habla por
medio de su conciencia:
“Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley,
éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, mostrando la obra de la ley escrita en
sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus
razonamientos” (Romanos 2.13-15)
Tanto la naturaleza como la Biblia enseñan que la conciencia opera en todo nuestro ser en
relación con los problemas de carácter moral. La conciencia como la voz de Dios en el
alma humana, una convicción divinamente implantada que señala lo que es correcto o
incorrecto.
El amor de Dios implantado en cada corazón humano hace que este se una a esa otra
persona y que se juren amor comprometido hasta la muerte. Lo que significa “hasta que la
muerte los separe” es algo que aun el más ignorante puede entender. Incluso quienes no
tuvieron la oportunidad de estudiar estos temas tienen suficiente responsabilidad ante
Dios por deshacer lo que Dios ha unido. Es muy difícil que engañemos a Dios a través de
nuestras excusas.
ACLARACION FINAL
Hay que hacer diferencia entre los que buscan el divorcio con fines de casarse y quienes
son víctimas de divorcio. Una víctima de divorcio es quien hizo todo lo posible por evitar el
divorcio pero tuvo un cónyuge rebelde que no entendió razones, generalmente porque ya
tenía planes con otra persona. Esta víctima es un inocente y se mantendrá así a menos
que desobedezca la orden Divina de quedarse solo o buscar una reconciliación (1 Corintios
7:10-11).
¿Podría ser que Dios haya dejado una enseñanza de la cual no hay ni un solo ejemplo o
algún caso registrado en la Biblia de alguien que fue obediente a esa enseñanza?
Tome un tiempo para buscar si eso ocurre en toda la Biblia. Si Dios pidió algo a sus hijos la
obediencia a ese mandato o enseñanza siempre quedo registrada. El hecho de que no se
registren casos de re casamientos entre los hijos de Dios indica que sencillamente dicha
enseñanza no existe.
Desafiamos a los lectores a presentar algún texto bíblico que muestre el caso de divorcio y
posterior re casamiento mientras su anterior cónyuge aun vivía, de algún hijo de Dios fiel.
Al haber estudiado este tema así de seguros estamos que dicho caso no existe.
(La poligamia fue una práctica pagana que Dios soporto a sus hijos en el Antiguo
Testamento y aun en esas circunstancias los hijos de Dios respetaban los principios de la
Familia y no se divorciaban).
¿Entonces como puede ser que actualmente hasta más de la mitad de los cristianos se
están divorciando y volviendo a casar? En Mateo 15:8-9 ha quedado registrada la
respuesta a esta pregunta:
“ESTE PUEBLO CON LOS LABIOS ME HONRA, PERO SU CORAZON ESTA MUY LEJOS DE MI.
MAS EN VANO ME RINDEN CULTO, ENSEÑANDO COMO DOCTRINAS PRECEPTOS DE
HOMBRES”.
El divorcio y re casamiento es una tradición humana de origen pagano derivada desde los
antiguos pueblos de la Mesopotamia que recibió los juicios de Dios. El pueblo de Dios en
el Antiguo Testamento fue sacado de en medio de ese paganismo y este fue un proceso
de mucho tiempo. En ese proceso Dios tuvo muchísima misericordia, paciencia y
tolerancia con ellos. A veces para evitar destruirlos Dios les hizo concesiones. Para no
forzar sus voluntades, pues eso es ajeno a su carácter, Dios los dejo ir tras sus
terquedades. Ezequiel 20:19 dice “les di leyes que no eran buenas y decretos que no
daban vida”. Les mando bandadas de codornices cuando pidieron carne en desprecio del
mana, pan del cielo. Les concedió tener reyes en desprecio a Él como su único Soberano.
Les permitió por muchos siglos la poligamia y la esclavitud. Pero todo el tiempo marco
para ellos el camino correcto y las consecuencias de la desobediencia, obstinación,
terquedad y dureza de corazón. Pero esos tiempos de la ignorancia de los que habla
Hechos 17:30 terminaron cuando la luz plena alumbro a la humanidad en la presencia de
Cristo el Mesías prometido. El vino a establecer las leyes de su nuevo reino. En el Nuevo
Testamento se dice que esas leyes de ordenanzas que nos eran contrarias quedaron
clavadas en la cruz:
“Anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria,
quitándola de en medio y clavándola en la cruz” (Colosenses 2:14)
Quienes justifican el divorcio por la carta de Moisés, que fue desestimada por Cristo en
Mateo 19:4-6, deberían también promover la poligamia y la esclavitud pues esas prácticas
estaban incluidas en dicha carta de divorcio.
Para quienes sostienen que el divorcio es una enseñanza Bíblica también extendemos el
desafío. Un análisis honesto muestra que ningún hijo de Dios en toda la Biblia se divorció.
En el antiguo testamento hay poligamia envuelta. Eso hizo que los matrimonios tuvieran
aún mayores problemas que los que vemos hoy en los matrimonios monógamos. Y aun así
no hay divorcio en ningún lugar en el Antiguo Testamento entre los patriarcas. Todos
perduraron. Todos atravesaron los problemas y prevalecieron para preservar los principios
de la familia y respetar el pacto hecho ante Dios. Debe ser alentador para los matrimonios
de hoy ir a la parte más compleja de la Biblia que es al antiguo testamento y analizar caso
por caso en cada matrimonio y ver que ninguno termina en divorcio.
Estas cosas fueron escritas justo antes del cautiverio babilónico que empezó en el año 605
a.C.
Fue mas bien el pueblo quien se divorció de Dios. Dios fue víctima de un divorcio como
muchos cristianos lo somos hoy. ¿Y cuál fue su actitud? Dios nos da ejemplo aun en eso.
Todo el tiempo siguió amando y buscando a su esposa rebelde. Nunca la dejo de amar.
Más tarde, Dios hablo sobre un nuevo pacto que haría con Israel. Él dijo que no sería como
el pacto antiguo que ellos habían roto cuando Él les era por esposo. Él dijo que con este
nuevo pacto Él les perdonaría sus maldades y no se recordaría de sus pecados ya más, y
nunca los volvería a rechazar (Jeremías 31:31-37). Esto solamente podrá ser posible
después de que reconozcan a Jesús como su Mesías y se vuelvan a Él para ser perdonados.
Zacarías 12:10 y Joel 3:20-21 describen eso.
Así que Dios, al final, nunca se divorcia de su pueblo. Hay separaciones: ella se va en exilio
a Babilonia. Y existe un lenguaje tipo de divorcio. ¡Tienes que ser cuidadoso en Jeremías!
Dice que le dio carta de divorcio, pero no realmente. Él la echó y luego va y dice, "¡Mi
corazón se enternece por ti. Te volveré a tomar!" Y entonces, Oseas ilustra eso con ir y
casarse con una prostituta.
CONCLUSION
Si ni siquiera se puede probar con la Biblia que haya casos de divorcios entre los hijos de
Dios, mucho menos se puede probar que haya re casamientos.
Decir que Mateo 5:32 y 19:9 enseña el divorcio y re casamiento rompe todas las reglas de
la hermenéutica bíblica y esta es una de ellas. No hay una aplicación práctica en la vida de
los creyentes de esta supuesta enseñanza en toda la Biblia
La gente piensa que la práctica del divorcio actual fue autorizada por Dios en la Biblia.
Deben saber que están del todo equivocados. Hoy como antes Dios tiene este mensaje
para ellos: “Mi pueblo es destruido por falta de conocimiento”. (Oseas 4:6)
Hay dos cosas que los cristianos deben saber sobre el divorcio del que habla la Biblia.
I. EL DIVORCIO BIBLICO NO FUE DADO PARA QUE LO PRACTICARAN LOS FIELES SINO LOS
REBELDES
Cristo les dijo a los fariseos que la práctica del divorcio permitida por Moisés en el antiguo
testamento fue a causa de la dureza de corazón, lo cual implica a los pecadores y no a los
fieles. A ese mismo pueblo obstinado y rebelde una vez Dios les mando durante un mes
codornices cuando despreciaron el mana (Números 11). También les permitió tener reyes
cuando despreciaron su soberanía sobre ellos. El mensaje del profeta Samuel a ellos fue:
“No te han rechazado a ti, sino a mí, pues no quieren que yo reine sobre ellos” (1 Samuel
8:6). Y así hay muchos ejemplos más de prácticas nefastas por parte de ese pueblo
rebelde que finalmente rechazo y mato al Mesías.
Con el divorcio fue igual. El divorcio no fue una enseñanza positiva y buena de parte de
Dios. El matrimonio sin divorcio ni re casamiento es lo que Dios siempre ha querido para
sus hijos. Esta concesión del divorcio no fue un plan permanente ni contenía algún
beneficio sino que era un paliativo, una alternativa que en su misericordia Dios tolero por
causa del machismo imperante y por misericordia de las mujeres que ellos echaban de sus
casas dejándolas indefensas en la sociedad pues imperaba también la poligamia. Los
hombres se casaban con tantas mujeres como podían mantener (Deuteronomio
21:10,11).
Absolutamente nada de eso puede un cristiano ver como correcto en el nuevo pacto.
II. EL DIVORCIO QUE PRACTICAN LOS CRISTIANOS HOY NO ESTA EN NINGUNA PARTE DE LA
BIBLIA
Veamos punto por punto en que son diferentes el divorcio que la Biblia describe y el
actual.
1. El divorcio de Moisés lo practicaban solo los hombres. Esa ley machista está en
Deuteronomio 24:1-2. El versículo 2 es el que más esgrimen los actuales cristianos para
practicar el re casamiento sin darse cuenta que esa concesión fue hecha solamente para
solventar el problema en que quedaban las mujeres despedidas de sus casas por los
varones. Fue un permiso temporal por causa del machismo imperante lo cual no ha sido
nunca la voluntad de Dios.
En el nuevo pacto se restablece el plan original donde varón y mujer tienen los mismos
derechos delante de Dios y la sociedad como también distintos papeles o roles como fue
al principio, en la creación.
2. El divorcio se daba antes del matrimonio y no después. El hombre podía por esa ley
divorciarse de su esposa si hallaba “algo indecente” en ella al contraer matrimonio. El
hombre no tenía otra opción sino despedir a la mujer recién casada por haber hallado en
ella “algo indecente.” Esto corrobora lo que registra San Mateo de lo que dijeron los
fariseos. Por lo tanto, la carta de divorcio era emitida por el hombre y no la mujer. Él tenía
el derecho de despedir a su esposa antes de o al consumar el matrimonio y no después. El
texto parece implicar que la carta de divorcio debía ser emitida inmediatamente que él
tuviese evidencia de “algo indecente” en su nueva reciente esposa. El “algo indecente”
según los rabinos era una “mal conducta sexual” o “lascivia” o comportamiento algo
“libidinoso”. Según la escuela de Hillel, podía también referirse a cualquier “defecto
corporal” o “deformidad” en su mujer que no conocía hasta consumar el matrimonio. No
era simplemente por cualquier razón o en cualquier momento que él podía emitir una
carta de divorcio y despedirla. Los rabinos judíos consideraban el divorcio como mandato
de Dios en caso de lascivia o indecencia sexual en la mujer antes de o al consumarse el
matrimonio.
Todo esto los divorcistas actuales lo quieren ignorar a su conveniencia. No tiene el menor
parecido a los divorcios modernos donde tanto el hombre como la mujer someten
divorcios aduciendo diversas razones y en cualquier momento del matrimonio. Y tienen el
descaro de citar Deuteronomio 24:1-2 para justificarse totalmente fuera de contexto.
El matrimonio actual está en el contexto del nuevo pacto habiendo sido erradicado por
completo ese mal al venir el Mesías, quien restableció lo que Dios había dejado como su
voluntad “al principio”. Cristo en Mateo 19:4-6 lo explica muy bien citando Génesis 2:24 y
añadiendo “por tanto lo que Dios junto no lo separe el hombre”
Así pues, ese divorcio basado en la poligamia no tiene nada que ver con los cristianos en el
nuevo pacto.
Es decir, que si el esposo al tomar más de una mujer legalmente, le disminuía el alimento
o el vestido o aun del deber conyugal a una de sus esposas esclavas, ella quedaría libre
para separarse o bien salir de su esclavitud y del matrimonio contraído y quedaría libre
para volverse a casar.
Ese divorcio como parte de esas prácticas paganas degradantes no puede ser defendido
por los verdaderos cristianos en el nuevo pacto. Solo los distraídos, ignorantes y perezosos
para estudiar los contextos de las declaraciones bíblicas pueden esgrimir Deuteronomio
24:1-2 para justificar sus divorcios y re casamientos.
El divorcio hoy es como la poligamia, pues un hombre llega a tener varias esposas, solo
que una a la vez. No existe la esclavitud ni la poligamia según la ley civil en nuestros países
del occidente, pero si permite el divorcio y el re casamiento cuantas veces lo deseen los
esposos o cónyuges. En la poligamia, un hombre tenía varias mujeres a la vez y con el
divorcio y el re casamiento también puede llegar a tener muchas mujeres con tal que sea
una por turno. Qué triste es que los cristianos sigan en esa práctica degradante y de
origen netamente pagana hoy en día, defendiendo algo que no tiene una sola ventaja a la
familia, la sociedad ni la iglesia.
LA LEY DEL DIVORCIO QUEDO ABOLIDA EN EL NUEVO PACTO
"Anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria,
quitándola de en medio y clavándola en la cruz.” Colosenses 2:14.
"Porque cambiado el sacerdocio, necesario es que haya también cambio de ley.” Hebreos
7:12.
"... Es medidor de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas. Porque si aquel
primero hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera procurado lugar para el
segundo." "Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y
se envejece, está próximo a desaparecer.” Hebreos 8:6, 7, 13.
“Lo cual es símbolo para el tiempo presente... ya que consiste sólo de... ordenanzas acerca
de la carne, impuestas hasta el tiempo de reformar las cosas.” Hebreos 9:9,10.
Todos estos textos nos dicen que Jesús vino en su triple misión de profeta, sacerdote y rey
para reformar las cosas, incluyendo el matrimonio como institución divina. Al morir en la
cruz, él asumió el sacerdocio de Melchizedek y ratificó un nuevo pacto que se asemejaba
al pacto original del Edén antes que el hombre pecara. El viejo pacto incluía la ley
ceremonial que nos era contraria y que fue abrogada en la cruz del calvario para dar lugar
a un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas.
CONCLUSION
La práctica del divorcio actual no puede tener base alguna en la Biblia pues esa ley dada
por Moisés como una concesión tuvo un propósito específico en vista de la abundancia de
males reinantes en aquellos “tiempos de la ignorancia” en los que Dios “paso por alto”
muchas cosas. Ver Hechos 17:30.
En el nuevo testamento Dios restablece el matrimonio como fue al principio sin divorcio ni
re casamientos el cual fue esbozado en Mateo 19:3-12:
1. Lo que Dios une no lo puede separar nadie
2. Quien se case estando viva su pareja legitima es un adultero y hace adulterar su nueva
pareja
3. Quien sea víctima de un divorcio debe quedar solo y célibe a menos que se pueda
reconciliar con su cónyuge legítimo. Esto fue también corroborado por el apóstol Pablo en
Romanos 7:2-3
"Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán
una sola carne.
Pablo lo expresa como un gran misterio, una verdad profunda que no podía ser
descubierta por la sabiduría humana y que no es otra que el significado místico del
matrimonio como símbolo de la unión de Cristo con la Iglesia.
Jamieson, Fausset y Brown dicen en sus comentarios sobre Efesios 5:31, pagina 489 :
“La propagación de la Iglesia de parte de Cristo, como la Eva de Adán, es el fundamento de
la unión espiritual entre Cristo y la Iglesia. El matrimonio natural, cuando deja el hombre a
su padre ya su madre, y se allega a su mujer, no es la cosa principal indicada aquí, sino el
matrimonio espiritual, representado por aquél y sobre el cual se apoya, que tuvo efecto
cuando Cristo dejó el seno del Padre para tomar para sí la iglesia de entre un mundo
perdido; el V. 32 prueba esto. A su madre terrenal como tal, él la tiene en consideración
secundaria como comparada con su esposa espiritual (Lucas2: 48-49; 8:19-21; 11: 27-28).
Y nuevamente dejará la morada del Padre para completar la unión (Mateo 25: 1-10,
Apocalipsis 19:7). Y serán dos en una carne. En el matrimonio natural, el esposo y la
esposa combinan los elementos del ser humano perfecto; siendo el uno incompleto sin la
otra. Así Cristo, Dios hombre se complace en hacer de la iglesia, el cuerpo, un adjunto
necesario a él, quien es la cabeza. Él es el arquetipo de la Iglesia, de quién y según quién,
como modelo ella es formada. Él es su cabeza, así como el esposo es cabeza de la esposa
(Romanos 6:5; 1 Corintios 11:3; 15:45). Cristo nunca permitirá que poder alguno le separe
a él de su esposa, pues están unidos indisolublemente (Mateo 19:6; Juan; Juan 10: 28-29;
13:1). Este misterio grande es”.
El Antiguo Testamento, ejemplifica una relación similar entre Jehová e Israel, claramente
expresada por el Libro de Oseas. Ver Oseas capitulos 3 al 5. La vida del profeta se convirtió
en el mensaje. Dice al respecto la Biblia de estudio Plenitud: “Oseas se casaría con una
mujer impura (una mujer adultera), la amaría de verdad y tendría hijos con ella, e iría tras
ella y la haría regresar cuando se extraviara. En suma, Oseas debía mostrar, a través de su
amor por Gomer, la clase de amor que Dios sentía por Israel.
Dios es el único ejemplo perfecto de amor. Cuando Dios contrae matrimonio con su
pueblo, hace votos de fidelidad, ofrece una relación ordenada, un trato justo, amor
verdadero, ternura, seguridad y continúa revelándose a sí mismo.
En casos de adulterio el cónyuge inocente debería seguir el ejemplo del Señor, tal cual lo
ejemplifica Oseas y si no es posible la reconciliación; quedarse sin casar, hacerse eunuco
por causa del Reino de los cielos en una ofrenda y martirio viviente, a fin de sostener la
Ley Moral y honrar el significado místico del matrimonio.
EL MATRIMONIO ES SIMBOLO DE LA GRACIA
En este matrimonio real, un Hombre, Cristo y Su esposa, la iglesia elegida, están tan
unidos por la maravillosa gracia del Espíritu Santo que dos se vuelven uno: Cristo es la
Cabeza y nosotros somos el cuerpo. Existe una unión inseparable, irrompible. Cristo nunca
se divorcia de nosotros, mucho menos toma a otra. Por el poder de su amor tan eficaz, la
iglesia nunca lo deja, se dá así misma a El y lo desea solamente a El. Su canción de amor
es: “Solo Cristo”. Por la gracia de Dios este pacto se caracteriza por la fidelidad, fidelidad
que nace del amor y sirve a los intereses del amor.
CONCLUSION:
Mateo 5:32 y 19:9 No pueden autorizar divorcios y nuevos matrimonios con parejas
distintas antes que muera el cónyuge legítimo porque eso destruiría el símbolo perfecto
de la relación salvífica a través de la gracia entre Cristo y su iglesia. Las personas que
practican el divorcio y re casamiento sencillamente no han nacido de nuevo en el reino de
Dios y por esa razón les es imposible entender este misterio.
Dios no se contradice
En esta serie de temas hemos estado analizando las razones porque es literalmente
imposible que la expresión “salvo por causa de fornicación” registrada en Mateo 5:32 y
19:9 sea una autorización al divorcio y re casamiento.
La razón número 30 es la más crucial de todas: Los principios y prácticas del divorcismo y
re casamiento atentan contra la doctrina más importante del cristianismo la cual es la
gracia de Dios. Dicho en otras palabras es un atentado a la doctrina de la justificación por
la fe, la cual descansa en el hecho de ser perdonados inmerecidamente por Dios y así
llegar a ser salvos. Requisito fundamental para que ese proceso se pueda dar es que
nosotros tengamos la actitud de perdonar a nuestros semejantes de la misma manera
como hemos sido perdonados. Cristo, tanto en su ejemplo y enseñanzas como en sus
ilustraciones o parábolas fue muy claro en enseñarlo. Nos concentraremos en dos tópicos
de los evangelios para entender mejor el tema: La parábola de los dos deudores y el
evento en el que Cristo perdona a la mujer adúltera.
En esta parábola registrada en Mateo 18:23-35 encontramos tal vez la reacción más
ridícula de alguien que dice conocer de la gracia de Dios y haber sido perdonado. Y esa
ridiculez se refleja de manera categórica en el divorcismo y re casamiento. Una persona
perdonada de una deuda que nunca en su vida podría pagar sale de la corte del rey que le
perdono y al encontrarse con un consiervo que le debía una mísera cantidad “lo ahogaba,
diciendo: Págame lo que me debes”. Al no recibir su paga echo a la cárcel a ese
desdichado. Esperamos que lean con detenimiento la historia y la analicen.
No es exactamente eso el divorcismo? Hay algún cónyuge que sea tan bueno que no tenga
una deuda impagable delante de Dios? Si alguien contesta positivamente es porque no ha
entendido los rudimentos mínimos de lo que es el cristianismo. Nuestra deuda es tan
inmensa al ser pecadores que por nosotros mismos es imposible que tengamos la más
mínima posibilidad de ser salvos. Nuestra deuda es tan inmensa que requirió que Dios
mismo se hiciera hombre y la pagara por nosotros en la cruz del calvario. Y luego
pretendemos hacer miles y miles de historias para “demostrar” que nuestro cónyuge es
tan malo que no merece nuestro perdón. O inventamos atajos a los que significa el
perdón. Constantemente a los divorcistas que buscan justificar sus segundos matrimonios
se les escucha decir: “Yo si lo perdone pero no puedo vivir a su lado”; “una cosa es el
perdón y otra muy distinta volver con él”. La base misma de la justificación a los segundos
matrimonios, la cual es predicada desde los pulpitos es: “Si te fue infiel tienes la opción de
perdonarlo y volver con él o bien re hacer tu vida casándote con otra persona”. Los oímos
agrandar las faltas de sus parejas para justificar sus nuevos matrimonios. Les vemos llamar
a familiares y amigos para contarles cuan malos sus cónyuges son. En todas estas
actitudes vemos reflejado el deudor que fue perdonado de una deuda impagable y que
luego está “ahogando” literalmente de su cuello a su consiervo para que le pague algo que
comparado es una miseria.
En esto tal vez estén las respuestas a la pregunta más constante que hacen los divorcistas
y re casados: Puede Dios perdonar mi pecado del divorcio y re casamiento? Estas personas
deben contestar honestamente preguntas que resultan al analizar como Dios perdona a
todo pecador. Perdona Dios a quien no está dispuesto a perdonar a su prójimo sino que
más bien emprende una campaña de desprestigio, odio y venganza contra quien le
ofendió? Esa es una imposibilidad la cual vemos por toda la Biblia. Cuando los divorciados
y re casados hablan de sus ex parejas reflejan su actitud y condición. No he leído un solo
comentario donde un divorciado o re casado hable de las cualidades de su ex pareja. Muy
pocos son los que hablan de sus propios errores cometidos en el matrimonio fallido. La
mayoría pasara el resto de su vida tratando de demostrar que esa persona es tan pero tan
mala que era imposible vivir a su lado. Todos pretenden hacer creer que se divorciaron y
se consiguieron otra pareja porque sus vidas estaban en peligro mortal y ya habían hecho
todo de su parte para salvar la relación, por tanto ahora merecen una segunda (o tercera
o cuarta) oportunidad “de ser felices”. Lo más ridículo es que casi siempre se casan con
una persona dejada por alguien de la cual piensa exactamente lo mismo. Por eso es que
las estadísticas no mienten: De los primeros matrimonios la mitad se divorcia y de los
segundos un 70%. Una ridiculez tras otra. Porque? Porque se rompió el principio base de
la convivencia humana enseñado por Cristo: La gracia de Dios qua transforma los seres
humanos dándoles las mismas capacidades de convivencia que tuvo nuestro Salvador
cuando estuvo en la tierra.
Hay que leer el padre nuestro (Mateo 6:9-13) y 1 Corintios 13 para saber cómo es ese
amor (AGAPE) que Dios implanta en el corazón humano al convertirse. Quienes no pueden
tratar a sus semejantes de la manera como Dios la trata sencillamente no son conversos.
Siempre debemos preguntarnos “Que hubiera hecho Cristo en mi lugar”? Pues bien esa
respuesta específica la tenemos en los Evangelios.
Pretenden los divorcistas que todo lo enseñado en toda la Biblia sobre el matrimonio, el
perdón y la gracia misma debe sujetarse al supuesto hecho que Cristo en Mateo 5:32 y
19:9 autoriza que es opcional perdonar el pecado de adulterio o cualquier inmoralidad
sexual. Realmente? Como se ha dicho con claridad: Cristo no dijo: “por causa de
adulterio”, “por causa de infidelidad”, “por causa de inmoralidad sexual” como lo
traducen muchas Biblias. Cristo dijo “por causa de fornicación”. Y en el mismo texto tanto
en Mateo 5:32 y 19:9 establece el adulterio que estaba previniendo: Quien se divorcia y se
casa estando su cónyuge vivo comete adulterio (Ver también Marcos 10:11-12; Lucas
16:18). Lo dijo 7 veces! Pablo lo entendió y así lo enseno claramente en Romanos 7:2-3, 1
Corintios 7:10-12, etc.
Cuando analizamos la historia del encuentro (o los encuentros) de Cristo con la mujer
adúltera vemos los dos mismos grupos que en la parábola de los dos deudores. Los
fariseos que hacen hasta lo imposible por demostrar la culpabilidad de la pobre mujer
“sorprendida en el mismo acto de adulterio” y los justicieros fariseos que en realidad
estaban ante Dios mucho peor que ella. Cristo se lo demostró al escribir sobre la tierra sus
pecados. Por eso una vez fue claro en decir que las prostitutas van delante de los fariseos
al reino de los cielos (Mateo 21:31). Estas son las profundidades de la gracia de Dios y la
base para entender la manera como Dios salva. En este contraste vemos ejemplificada la
diferencia entre el adulterio como infidelidad y el adulterio de casarse abandonando el
pacto del matrimonio. Quienes caen en una infidelidad generalmente están arrepentidos y
tienen el mejor deseo de mejorar sus relaciones y casar adelante sus matrimonios y
hogares. En cambio quienes desean conseguirse otras parejas hacen esfuerzos de toda
clase para demostrar cuan malos son sus cónyuges y cuan buenos ellos mismos son, al
punto de presentar toda clase de malabares con el texto bíblico para hacerlo autorizarles
un “derecho a la felicidad” consiguiéndose otras parejas y haciendo ver a Dios como
injusto si no les concede tal supuesto derecho.
La única actitud valida ante un cónyuge que ha fallado en cualquier área ha de ser la
misma de Cristo: “Vete y no peques más” y estar dispuestos a hacerlo 70 veces siete
(infinita cantidad de veces). Pero más que esto la pareja debe hacer un análisis minucioso
de lo que está pasando en su relación y los ajustes que son necesarios mutuamente para
hacer que su matrimonio sea exitoso.
No hay en toda la biblia el más mínimo indicio de apoyo a la versión divorcista que
perdonar la infidelidad es opcional y que quien es víctima de adulterio está en libertad de
conseguirse otra pareja.
Quienes sostienen, enseñan y practican esta doctrina que destruye la base misma de la
sociedad que es el matrimonio no han entendido lo que es la gracia de Dios y están ciegos
a entender correctamente su Palabra. Triste es decirlo pero la mayor parte de las
denominaciones e iglesias están en esa condición.
Hoy como cuando Cristo lo dijo los adúlteros y fornicarios con un corazón dispuesto al
arrepentimiento y la reconciliación con las parejas a quienes ofendieron van delante al
reino de los cielos comparados con los justicieros divorcistas que les levantan de sus
cuellos sometiéndolos al escarnio público para cobrarles sus errores. Hoy como cuando
Cristo contó la parábola a menos que se arrepientan los divorcitas y re casados solo les
espera una sentencia y es ser “echados en la cárcel” hasta que paguen por ellos mismos la
deuda que rehusaron a Cristo perdonarles por su actitud de no perdonar a sus cónyuges.
Esa cárcel es la eterna separación de Dios porque el pecado, un solo pecado, es una deuda
imposible de pagar humanamente y condena al pecador a la muerte eterna (Romanos
6:23)
Cuando tenemos un texto complicado debemos entenderlo usando textos que son claros
sobre el mismo tema y teniendo en cuenta todos los pasajes en la Biblia que hablan al
respecto. Ningún comentarista bíblico serio pone en duda que la expresión “salvo por
causa de fornicación” en Mateo 5:32 y 19:9 es compleja de entender. En especial porque
el divorcismo se ha empeñado en ver en ella una permisión para el divorcio y re
casamiento por parte de los matrimonios legítimos, lo cual es contradictorio al resto de
pasajes de la Biblia que hablan sobre el mismo tema. Uno de los textos con los cuales más
claramente se demuestra que hacer eso es una falacia, un engaño y un vicio interpretativo
es 1 Corintios 7:2
La base del engaño de entender caprichosamente que Cristo con la expresión “Salvo por
causa de fornicación” da un permiso al divorcio y re casamiento radica en intercambiar la
palabra fornicación por adulterio. Ese error se ve reflejado en las versiones de la Biblia en
donde esa frase se lee “salvo por causa de adulterio”. Cuando el lector distraído y en
especial aquel necesitado de terminar su matrimonio problemático lee de esa manera
encuentra la salida conveniente para poder divorciarse de su pareja y conseguirse otra si
“logra demostrar” que le ha sido infiel. Eso no es más que perversión al texto bíblico. Es
introducir a la Biblia un concepto no existente en ella para solucionar el principio que la
Biblia claramente presenta de enfrentar los desafíos del matrimonio hasta el final, hasta la
muerte de uno de los cónyuges.
El texto dice:
“Pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su
propio marido.” (RVR60)
“Mas para evitar fornicaciones, cada varón tenga su propia esposa, y cada mujer tenga su
propio marido”. (RVG)
Es el estar casado lo que permite que se satisfaga el deseo sexual de una manera santa. El
texto no dice que el “adulterio” se puede evitar por medio de casarse. De hecho, ¡no se
puede cometer el adulterio hasta que uno esté casado! El texto dice que es a través del
matrimonio como se pueden evitar las fornicaciones. Claramente, el apóstol Pablo no
igualaba la “fornicación” con el “adulterio” como tampoco Jesús lo hizo.
La esencia de esta expresión en 1 Corintios 7:2 tiene plena armonía con la frase “Salvo por
causa de fornicación” en Mateo 5:32 y 19:9. El matrimonio LEGÍTIMO es la única
salvaguardia a todas las formas pervertidas de tener sexo. El sexo es perversión cuando se
practica fuera del matrimonio legítimo. Eso incluye:
2. Sexo entre personas del mismo sexo, conocido como homosexualismo (Romanos 1:26-
28)
4. Sexo entre una persona divorciada cuyo cónyuge está vivo con cualquier otra, conocido
como adulterio (Mateo 5:32, 19:9; Marcos 10:10-11; Lucas 16:18; Romanos 7:2-3)
5. Sexo entre hombres y animales, relación conocida como bestialismo (Levítico 20:15)
La conclusión tanto en 1 Corintios 7:2 como con la expresión “salvo por causa de
fornicación” de Mateo 5:32 y 19:9 es que toda práctica sexual fuera del matrimonio
legítimo entre hombres y mujeres, solteros o viudos, es ilícita, ilegitima, ilegal, perversa o
FORNICARIA. Dicho de otra manera: La única forma de practicar el sexo para los seres
humanos, de acuerdo a Dios o legítimamente es entre un hombre y una mujer solteros o
viudos y dentro del PACTO matrimonial.
Si bien es cierto la infidelidad entre esposos legítimos también es definida como adulterio,
no hay en la Biblia el menor indicio de que esta rompa el pacto del matrimonio. Muy por
el contrario en Mateo 5:32, 19:9 y sus textos paralelos de Marcos 10:10-11 y Lucas 16:18,
Cristo está definiendo como ADULTERIO el intento de los cónyuges de desobedecer la ley
del matrimonio desuniendo lo que Dios unió. También eso fue entendido por el apóstol
Pablo y la iglesia apostólica lo practicó. Vea Romanos 7:2-3 y 1 Corintios 7:10-11 y 39. Si
alguien de divorcia y se casa con otra persona comete adulterio, hace adulterar a aquel
con quien se case y pone en peligro de adulterar aquella persona de la que se divorcia. El
divorciarse es pues un pecado de increíbles consecuencias y gran trascendencia para toda
la sociedad. Lógicamente si alguien resulta divorciado no habiendo generado el divorcio
sino siendo víctima de el no es culpable de ese pecado pero igualmente si se casa antes
que su cónyuge muera estará en adulterio. Tal víctima de divorcio debe quedar sola y
célibe como lo indica 1 Corintios 7:10-11 y Mateo 19:12.
¡La Biblia se explica a si misma! Un pasaje complejo como parece ser Mateo 5:32 y 19:9 se
entiende a la luz de lo que el resto de la Biblia dice sobre el mismo tema.
La cláusula “salvo por causa de fornicación” no es de excepción para librarse de un
matrimonio legitimo en lo absoluto. Es mas bien una CLAUSULA DE EXCLUSIÓN para que
cualquier forma de “matrimonio” ilegitimo se divorcie de inmediato. Es una salvedad de
toda forma pervertida de practicar el sexo para proteger el matrimonio legítimo cuya
permanencia hasta la muerte de uno de los cónyuges es la base de la sociedad.
Pretender intercambiar caprichosamente la palabra fornicación por adulterio en la
expresión “salvo por causa de fornicación” genera toda clase de contradicciones, vicios
interpretativos, incongruencias y todo tipo de problemas que rompe con la sana doctrina
sobre el matrimonio. Desde que esa filosofía humanista se introdujo los divorcios en la
sociedad cristiana se han disparado llevando a los cristianos a estar a la cabeza de todas
las estadísticas tanto de divorcios como re casamientos.
La palabra manipulación resume y describe muy bien lo que el mundo cristiano ha hecho
con el tema del divorcio y re casamientos, con el concepto del matrimonio. Los teólogos y
clérigos han manipulado los textos bíblicos dando pie a que las parejas manipulen las
situaciones en su relación y hacerlas coincidir con el supuesto mensaje de Dios. Así
obtienen el salvoconducto a un nuevo matrimonio el cual las iglesias bendicen y aplauden.
Nuestro objetivo en este ministerio es enfrentar todas estas manipulaciones basados
100% en la Santa Biblia.
¿Sobre qué o quién recae lo que muchos llaman excepción y que según un análisis más
justo es exclusión contenida en Mateo 5:32 y 19:9?
EXCEPCIÓN Y EXCLUSIÓN:
¿Qué exceptúa o excluye la frase “salvo por causa de fornicación? ¿Excluye de la regla o
ley del matrimonio a una de las personas, a las dos o a una clase de matrimonio? Son 3 las
opciones específicamente:
1. Hay quienes piensan que la cláusula es una excepción para que uno de los cónyuges, o
sea el supuesto inocente de un caso de adulterio, se pueda divorciar y volver a casar. El
supuesto culpable estaría condenado a mantenerse solo.
2. Hay otros que entienden que la cláusula de excepción se aplica a ambos cónyuges
porque el adulterio de uno de los dos rompe el pacto del matrimonio. En tal caso basta
con serle infiel a la pareja para tener derecho pleno a conseguirse una nueva.
¿Cuál de estas tres opciones concuerda más con lo revelado por Dios sobre el tema en la
Santa Biblia?
Hemos dado evidencias para sostener que de acuerdo a todos los contextos aplicar las
numero uno o la numero dos establece una serie increíble de contradicciones,
inconsistencias, incongruencias, descontextualizaciones, manipulaciones y violaciones a
las reglas de hermenéutica bíblica.
Ahora nos referiremos al aspecto gramatical. ¿Cuál opción podemos escoger cuando se
analiza la gramática del texto?
“Cualquiera que repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra ella; y si la
mujer repudia a su marido y se casa con otro, comete Adulterio” Marcos 10: 2-12
“Todo” y “cualquiera” son palabras contundentes. No hay duda alguna en estos textos de
que absolutamente todo quien se divorcia y se casa de nuevo es adultero. O igual es decir
que nadie bajo ninguna circunstancia puede divorciarse y conseguirse una nueva pareja
sin quedar en estado de adulterio. Lo mismo entendió el apóstol Pablo y así lo expresa en
Romanos 7:2-3. Igual es en 1 Corintios 7:10-11 y 7:19. ¿Porque habría de ser distinto en
Mateo 5:32 y 19:9? ¿Se contradice Dios? De ninguna manera.
Estos textos no dan base a interpretaciones, son muy específicos, son contundentes en su
mensaje. Su gramática es sencilla y nadie la pone en duda. Aun así son ignorados por
aquellos que quieren hacer su voluntad y no la de Dios.
Habiendo hecho una correcta interpretación de la frase “salvo por causa de fornicación”
estos dos pasajes son aún más contundentes que los de Marcos y Lucas. Así que lo
primero es quitar de la mente el prejuicio de que hay una autorización al divorcio por
causa de adulterio pues eso Cristo no lo dijo nunca.
Luego debemos usar una traducción correcta. Cristo uso una palabra para fornicación y
otra para adulterio en ambos versos de Mateo 5:32 y 19:9:
“Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación
(porneia), y se casa con otra, adultera (moicheia); y el que se casa con la repudiada,
adultera (moicheia).” Mateo 19:9
¿Cómo podría el Señor Jesús decir en el mismo pasaje dos cosas opuestas? o sea: Primero
decir que una persona inocente, puede divorciarse por adulterio (como dicen los
divorcistas) y a continuación al final del texto, el Señor mismo decir que esa divorciada
inocente comete adulterio si se re casa… SERIA UNA CONTRADICCION EN EL MISMO
VERSICULO porque por un lado Jesús estaría permitiendo el divorcio y por otro lado
impidiéndolo.
“Pero yo os digo que cualquiera que repudiare a su esposa, salvo por causa de fornicación,
hace que ella adultere; y el que se casa con la divorciada, comete adulterio”.
El hombre de la primera parte del versículo no puede dejar a su esposa porque la pone en
peligro de adulterar siendo el su único cónyuge legítimo, o sea que ella no puede tener
relaciones sexuales con nadie más sin convertirse en adúltera. Y la mujer en cualquier
instancia que se una con otra persona también estará en adulterio continuo. Esto no
excluye a ninguno de los dos de la ley del matrimonio. Pretender ver en este versículo tal
cosa requiere imaginación perversa para torcer la Sagrada escritura.
Si “porneia” o fornicación debe ser traducido como ‘adulterio’, entonces, cuán absurdo
sería la declaración de Jesús. Él habría dicho: “Cualquiera que repudie a su mujer, salvo
por causa de adulterio, hace que ella adultere”. En otras palabras, se divorció de ella por
el pecado de adulterio, y hace que cometa otra vez el mismo acto por el que se divorció
de ella. ¡ESO NO TENDRÍA SENTIDO!”
Decir que Jesús consideró el ADULTERIO como causa de divorcio introduce CONFUSIÓN y
representa lo que Jesús dijo como algo RIDÍCULO.
Es mucho más claro de entender si se hace un análisis en el idioma en que tenemos la más
antiguas copias del nuevo testamento, o sea el griego. Lamentablemente mucha de la
hermandad no sabe griego, y mucho menos algo de gramática. A duras penas se conoce el
propio idioma. Es entonces sumamente complejo esperar que los hermanos que reciben
ideas erróneas de la mayoría de comentaristas, puedan discernir entre lo correcto y lo
incorrecto sobre este tema. Más bien vienen al texto con su mente llena de prejuicios,
conceptos falsos y desesperados por salir de sus matrimonios problemáticos.
Existen diversos ángulos alrededor del texto que muchos sectarios y hermanos usan para
no sujetarse a la verdad. Intentan objetar la verdad, de que, el adúltero de Mateo 19:9,
que repudia a su mujer, y se casa con otra, vive en adulterio. Esta verdad está claramente
expresada en el tiempo y el modo del verbo griego "moichao" (adultera). El tiempo de
este verbo es "presente" del modo "indicativo", lo cual expresa acción continua, es decir,
que el sujeto que lleva a cabo la acción en cuestión, sigue cometiendo adulterio mientras
viva unido a una mujer que no le es lícito tener por no ser su legitima esposa.
Tanto el hombre como la mujer que se divorcien y se casen con otra persona estarán en
adulterio continuo a menos que se separan o divorcien. Por eso podemos concluir que al
hacerlo entran en una relación ilícita, que junto a otras condenadas por la ley del
matrimonio como el incesto, la homosexualidad, la bigamia y la poligamia, son fornicación
y que incluso sobre ellas recae la cláusula de exclusión y deben divorciarse.
He aquí la necesidad de la hermenéutica, pues gracias a esta ciencia sabemos que toda
palabra debe ser interpretada según el contexto, así como el sentido de la frase en que se
encuentra. Toda palabra sacada del sentido que le rodea, así como del contexto, sin duda
alguna nos llevará a interpretaciones erróneas. En Mateo 5:32 y 19:9: Porneia es un
término amplio referido a cualquier relación ilícita. En cambio Moicheia es específico para
el adulterio.
La interpretación de este texto debe ser acorde al contexto. Si la unión entre un hombre y
una mujer fuera ilícita, ilegal y reprobada por Dios, o sea que estuvieran en porneia, la
separación es necesaria y ese matrimonio debe deshacerse, separarse o divorciarse. Pero
un matrimonio genuino, autentico, legal y aprobado por Dios forma un pacto hasta la
muerte de uno de los dos cónyuges. Dios prohibió explícitamente que algún ser humano
los separe o desuna (Mateo 19:6).
Un breve resumen de lo que los divorcistas ven y que no están en el texto: Que
fornicación significa adulterio, que hay un inocente y un culpable, que hay un permiso al
divorcio, que hay un inocente que se puede volver a casar, que Dios bendice segundos
matrimonios.
CONCLUSIÓN
Mateo 5:32 y 19:9 son una exclusión del evangelio de Mateo, dirigida a los Fariseos
inicialmente, para dejar claro que el matrimonio legítimo es indisoluble pero los ilícitos o
ilegítimos pueden y deben divorciarse de inmediato. La construcción gramatical tanto
como el análisis hermenéutico nos permiten llegar a esa conclusión.
La traducción DHH (Dios Habla Hoy) vierte el sentido correcto de lo dicho por El Señor:
“Yo les digo que el que se divorcia de su esposa, a no ser en el caso de una unión ilegal, y
se casa con otra, comete adulterio”. Mateo 19:9
“Pero yo les digo que si un hombre se divorcia de su esposa, a no ser en el caso de una
unión ilegal, la pone en peligro de cometer adulterio. Y el que se casa con una divorciada,
comete adulterio”. Mateo 5:32
La única manera de aplicar la frase “salvo por causa de fornicación” como un derecho a
deshacer los matrimonios legítimos es trocando esa frase en SALVO POR CAUSA DE
MANIPULACIÓN. Y es eso lo que el mundo divorcista hace. El divorcista es un manipulador
por excelencia. Manipula los hechos de su matrimonio para hacerse ver inocente y a su
cónyuge como un monstruo incorregible. Lo más interesante es que luego se casa con
alguien de quien la persona que lo divorcio opina exactamente igual. Pero el colmo del
divorcista es que manipula la Biblia a su favor. ¡Pretende manipular a Dios mismo! En eso
los líderes religiosos son especialistas. Abunda la literatura y seminarios donde se le
enseña a los cristianos a manipular la Biblia a su favor para poderse divorciar y conseguir
nuevas parejas, al punto de llevar a los cristianos a estar a la cabeza de todas las
estadísticas de divorcios y re casamientos en el mundo, aun en mayor medida que los
ateos. Una verdadera vergüenza para el cristianismo. Apostasía anunciada por la Palabra
de Dios. En los días últimos de la historia la gente estaría “casándose y dándose en
casamiento” o sea divorciándose y volviéndose a casar (Mateo 24:38). ¡Cristo viene muy
pronto!
“Mas yo os digo, que el que repudiare á su mujer, fuera de causa de fornicación, hace que
ella adultere; y el que se casare con la repudiada, comete adulterio”. (Mateo 5:32)
Tanto aquí como en Mateo 19:9, Marcos 10:10-11 y Lucas 16:18 El Señor establece que el
adulterio es desobedecer el mandato divino dado sobre el matrimonio desde el Génesis y
restablecido por Cristo en Mateo 19:5-6, es decir una pretensión humana de desunir o
divorciar lo que Dios ha unido. El mandamiento fue claro: “por tanto lo que Dios ha unido
NO LO SEPARE EL HOMBRE”. De acuerdo a Cristo el adulterio resultante de casarse de
nuevo es un atentado contra el matrimonio. La única manera de practicar el sexo de
manera licita es estando legítimamente o lícitamente casados, es decir un hombre soltero
o viudo con una mujer soltera o viuda. Por contraste en el mismo contexto dice que la
fornicación es lo contrario, es decir el sexo ilegal o ilícito, es decir toda forma de practicar
el sexo fuera del matrimonio de acuerdo al plan de Dios, o sea en uniones ilícitas,
ilegítimas o no de pacto.
Pablo también entendió estos como dos pecados distintos. En Romanos 7:2-3 hace ver
con toda claridad que la ley del matrimonio establecida por Dios desde el Génesis une a
los esposos legítimos hasta la muerte de uno de los dos y que si uno de ellos en vida de su
cónyuge se une a otra persona DEBE SER LLAMADA ADULTERA, no fornicaria. Eso es
repetido en 1 Corintios 7:39
“Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del
cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca”.
Gálatas 5:19-21 “Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación,
inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas,
disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a
estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que
practican tales cosas no heredarán el reino de Dios”.
Efesios 5:3 “Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre
vosotros, como conviene a santos…”
1. Cuando se tiene sexo entre solteros o sea entre personas que aunque son del mismo
sexo no han establecido un pacto matrimonial. Aun si estas personas viven muchos años
juntos y procrean hijos, eso no valida o establece legalidad a su unión. Normalmente a eso
se le llama concubinato y no es matrimonio de pacto.
2. Sexo con prostitutas. La palabra fornicación se origina del latín fornix, (bóveda),
aludiendo a los locales donde ejercían las prostitutas. Practicar sexo con una prostituta es
fornicar y de acuerdo al apóstol Pablo une los cuerpos pues mientras lo practican los hace
“una sola carne” (1 Corintios 6:16) pero no es matrimonio, no rompe el pacto de la
persona casada. El matrimonio es una unión que Dios establece en PACTO, el cual se
rompe solo con la muerte de uno de los cónyuges. Es lo que la Biblia enseña.
3. La Fornicación es cuando ocurre un intercambio sexual íntimo entre dos personas que
no están casadas de acuerdo al plan de Dios, aun si las leyes mundanas les conceden una
licencia matrimonial, por ejemplo: Homosexuales, bígamos, polígamos, relaciones
incestuosas, re casamientos y cualquier otra unión donde las personas están unidas y
teniendo sexo fuera del plan de Dios para el matrimonio.
Ninguna de estas prácticas está dentro del PACTO del matrimonio como es concebido en
la Biblia desde el Génesis. Aunque el mundo llame a algunas de estas prácticas
matrimonio, no lo son para Dios y por tanto deben terminar. La cláusula de exclusión de
Mateo 5:32 y 19:9 por el contrario de destruir los matrimonios legítimos los protege
dejando por fuera o excluyendo toda forma ilícita de practicar el sexo.
No hay ni un solo caso en la Biblia donde se mencione que Dios no haya perdonado a un
adultero o fornicario cuando este se arrepiente sinceramente y le entrega su vida a Él. El
Rey David es tal vez el ejemplo más clásico de alguien que cayó en todas las formas de
pecado y fue perdonado. Su relato se registra en 2 Samuel 11 e incluye: Lascivia, codicia,
pornografía, seducción, engaño, mentira, asesinato, adulterio como infidelidad y también
como re casamiento. Aun así encontramos que Dios en su amor y misericordia le envió su
Palabra por medio del profeta Natán para ayudarlo a llegar al arrepentimiento y dolor por
sus pecados. Por eso en el Salmo 51 encontramos el modelo de rendición sincera a Dios
más hermoso de la Biblia.
Aunque la infidelidad conlleva actos fornicarios similares a los cometidos por el rey David
y tiene efectos muy negativos en las relaciones matrimoniales legítimas de quienes los
cometen, no hay el más mínimo indicio en la Biblia de que estas acciones rompan el pacto
del matrimonio. No se registra en la Biblia el caso de algún divorcio y posterior re
casamiento de esa persona mientras su cónyuge aun vivía. Si una persona siente que su
matrimonio es inmanejable por causa de una mala relación que conlleva a desordenes de
índole sexual, debe pensarlo muy bien antes de separarse o divorciarse pues su único otra
opción de acuerdo a la Biblia seria quedar solo. Si se divorcia y vuelve a casar estará en
adulterio.
La única alternativa para practicar el sexo puro es dentro del matrimonio DE PACTO. Los
esposos deben promover su pureza y santidad manteniéndose juntos en cuerpo y espíritu,
siendo un apoyo constante frente a las tentaciones a fijarse en otras personas ya sea de
hecho o de maneras virtuales o incluso de pensamiento. No deben “negarse” el uno al
otro: 1 Corintios 7:3-5. Deben satisfacerse plenamente.
EL RE CASAMIENTO ES MUY GRAVE PORQUE DESTRUYE EL CONCEPTO BÍBLICO DEL
MATRIMONIO
Lo grave del re casamiento es que rompe con el concepto bíblico del matrimonio. Es una
legitimización del pecado. Cuando el divorcio y re casamientos se introdujeron también
quedo abierta la puerta para otras formas de matrimonios ilícitos. Hace menos de un siglo
la sociedad entendía que divorciarse y volverse a casar atentaba contra la misma sociedad
y por eso era ilegal divorciarse. Cuando eso cambio se estableció el camino para otras
formas ilícitas de matrimonio que ya hoy en día se aceptan legalmente en muchos países,
como los matrimonios homosexuales, bígamos, polígamos y otros aún mas aberrantes.
El argumento clave de los divorcistas es que la expresión “salvo por causa de fornicación”
de Mateo 5:32 y 19:9 libera a una persona de la ley del matrimonio si su cónyuge comete
adulterio. Luego concluyen que esa persona no comete pecado si se casa de nuevo.
Eso es claramente negado por Cristo en Lucas 16:18. Es como que Jesús contemplaba la
posibilidad de que la gente iba a reclamar una cláusula de excepción y aquí la rechaza.
Lucas 16:18 dice, "Todo el que se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete
adulterio; y el que se casa con la que está divorciada del marido, comete adulterio.
El versículo tiene dos partes ligadas la una a la otra. La primera parte presenta la situación
de un hombre que se ha divorciado de su esposa y se ha casado con otra. Es decir, ha
abandonado a su esposa y se ha marchado con otra y formado una nueva relación marital.
Dice el Señor que por hacer eso ha cometido adulterio contra su primera esposa y la ha
dejado "divorciada." Si el punto de vista tradicional sobre la cláusula de excepción de
Mateo 5:32 y 19:8 fuera correcto, entonces la mujer estaría libre de volver a casarse.
Pero Jesús dice justamente lo contrario en la última mitad de Lucas 16:18. Dice que la
mujer de la que se divorciaron no es candidata a volverse a casar, porque si un hombre se
casa con ella, comete adulterio. El texto deja claramente establecido que el adulterio de
uno de los cónyuges no libera al otro de la ley o pacto del matrimonio ni mucho menos le
da derecho a casarse con otra persona, aun siendo inocente.
Así queda destruida con evidencia bíblica clara la posibilidad de que el adulterio rompa el
pacto del matrimonio.
¿Pueden divorciarse y volverse a casar personas en el nuevo pacto? No, por mandato
claro del Señor Jesucristo.
¿Cómo llama Cristo a los que desobedecen su mandato y se vuelven a casar estando su
cónyuge legítimo vivo? Adúlteros.
¿Y qué ocurre con los adúlteros que no se arrepienten y no dejan el adulterio? Que no
heredarán el Reino de Dios (1ª Corintios 6,9-10). Es decir, se condenarán.
Mateo 5:32 dice igualmente que divorciarse de la esposa la expone a cometer adulterio y
quien se casa con un divorciado se convierte en adultero
Mateo 19:9 Repite la misma verdad. Tanto en 5:32 como en 19:9 Mateo introduce la frase
“salvo por causa de fornicación” la cual en lo absoluto se puede entender como
autorizando un divorcio y nuevo matrimonio pues eso sería contradictorio tanto al
contenido del mismo versículo como al contexto del pasaje completo y de lo que el resto
de la Biblia dice sobre el mismo tema. Dicha excepción se aplica ya sea a la fornicación de
esponsales (como fue el reclamo de José quien se iba a divorciar de su comprometida
María por ella haber quedado en embarazo por una aparente fornicación) o a
matrimonios ilegítimos como la traduce la versión Dios Habla Hoy.
Marcos 10:11-12 contiene la misma verdad: Todos los que participan de un divorcio y se
vuelven a casar se convierten en adúlteros.
Los 3 evangelios, Mateo, Marcos y Lucas usan las palabras TODO Y CUALQUIERA, términos
muy categóricos e inclusivos, indicando que no hay ninguna excepción.
La Honesta Interpretación de la Biblia implica que los textos claros establecen la doctrina o
enseñanza respecto a cualquier tema. Hay muchos textos en la Biblia que parecen enseñar
cosas que son contradictorias al resto de lo que la Biblia dice sobre el mismo tema y sobre
lo que es el carácter de Dios mismo. Dichos textos deben ser entendidos en su contexto
correcto y descartados como base de dicha enseñanza especifica. Esta manera errada de
leer la Biblia es usada por los infieles para justificar sus prácticas erróneas. Los esclavistas
encuentran en Pedro 2:17-19 y muchos pasajes más razones para justificar el tener
esclavos. Los homosexuales citan 2 Samuel 1:26 y otros textos forzados para justificar su
pecado. Muchos encuentran en la Biblia amplios pasajes para apoyar que la poligamia no
es pecado y los cristianos la pueden practicar. Los divorcistas de la misma manera
pretenden, usando una frase fuera de su contexto correcto e ignorando el resto de las
escrituras sobre el mismo tema, establecer que nos podemos divorciar y conseguirnos
otras parejas las veces que queramos. Por eso una y otra vez debemos insistir que dicha
práctica de hacer doctrina de textos aislados es la base misma de la apostasía.
Cristo dijo 7 veces que quienes se divorcian y se casan de nuevo se convierten en
adúlteros y hacen adúlteros a quienes se casan con ellos: Mateo 5:32; 19:9, Marcos 10:10-
11, Lucas 16:18. El apóstol Pablo enseño lo mismo en Romanos 7:2-3 y lo repitió en 1
Corintios 7:19. También en 1 Corintios 7:10-11 prohíbe el divorcio y establece que si por
alguna razón este se diera los cónyuges divorciados tienen dos opciones: Reconciliarse con
su cónyuge legítimo o quedar solos. Toda la Biblia tanto en el antiguo como en el nuevo
testamento establece que el matrimonio es un pacto (no un contrato de conveniencias)
hasta la muerte de uno de los cónyuges. No hay en la Biblia ningún caso de reclamo al
divorcio “por causa de fornicación”. No hay en la biblia ningún caso de re casamiento por
causa del adulterio del cónyuge. Esta enseñanza no está en la Biblia ni en teoría ni en
práctica.
Si ponemos en el lado de una balanza todos los textos claros presentados en la Biblia
sobre el matrimonio como una institución indisoluble y en el otro lado la frase polémica
“salvo por causa de fornicación”, no tenemos dudas hacia cual lado se inclinara dicha
balanza.
Dios no cambia de parecer. Dios no se contradice nunca. Sus leyes están establecidas
firmemente y sus hijos fieles permanecemos en la verdad. (Isaías 40:8)
En Mateo 5:32 y 19:9 las palabras fornicación y adulterio (Del griego PORNEIA Y
MOICHEIA) son presentadas en contraste para que sepamos que Cristo tenía en mente
que en el contexto que las presento son dos conceptos distintos. En ambos pasajes el
adulterio del que hablo lo constituye el casarse de nuevo mientras el cónyuge legítimo
aún vive. Y ¿qué quiso decir con la palabra PORNEIA, traducida al castellano como
fornicación?
Una prueba más de esto es Juan 8:41 donde los líderes Judíos acusan a Jesús de ser nacido
de PORNEIA (fornicación). En otras palabras, como no aceptan el nacimiento virginal,
asumen que María había cometido fornicación y Jesús era el resultado de ese acto. En el
versículo 19 le hacen una acusación de ser hijo ilegitimo de María al preguntarle: “¿Dónde
está tu Padre?”. En su odio le trajeron esa malévola insinuación de que no era hijo
legítimo sino un bastardo de María concebido antes de su matrimonio con José.
Dicho registro del nacimiento de Jesús y de cómo quiso terminar su compromiso con
María a través del divorcio, está en Mateo 1:18-20.
El escritor, o sea Mateo, tiene claro en su mente que PORNEIA se refiere a un acto sexual
ilícito o fuera del matrimonio y lo aplica a la posible relación extramarital de María, que a
ese punto estaba comprometida o desposada con José pero no convivía con él pues la
boda aún no se había realizado.
Tal vez el hecho mismo no tenga tanta relevancia pues en nuestra sociedad actual el
periodo de compromiso en un noviazgo no tiene las mismas implicaciones que en ese
entonces. Pero si nos ayuda a entender el uso de la palabra “fornicación” en el evangelio
de Mateo. Cuando Mateo menciona las palabras dichas por Cristo en los capítulos 5:32 y
19:9 en su mente es bien claro que son distintas: Usa la palabra PORNEIA para fornicación
y MOICHEIA para adulterio.
La cláusula exceptiva de Mateo 5:32 y 19:9 tiene que ver con la fornicación y no con el
adulterio. Si Cristo se hubiera referido al adulterio como causal de divorcio no tendría por
qué haber usado la palabra PORNEIA (fornicación) sino MOICHEIA (adulterio). MOICHEIA
(adulterio) la uso para referirse al hecho de divorciarse y casarse con otra persona
mientras el cónyuge legitimo aún vive.
Solo hay otro texto en el libro de Mateo donde se menciona la palabra fornicación. Es
Mateo 15:19. Y providencialmente, para que entendamos que en la mente de su autor
fornicación y adulterio son dos conceptos distintos, ¡esa mención está al lado de la
palabra adulterio!
“Porque del corazón salen los malos pensamientos, homicidios, adulterios, fornicaciones,
hurtos, falsos testimonios, blasfemias”. (Mateo 5:19)
CONCLUSIÓN:
Con la expresión “salvo por causa de fornicación” Cristo dijo que las personas en uniones
ilícitas o que no corresponden a la definición bíblica de matrimonio deben separarse o
divorciarse. Ellos en realidad son solteros ante Dios y sus actos sexuales son fornicación, o
bien son casados que pretenden ser solteros para volverse a casar. Si lo hacen están en
pecado y deben “divorciarse” y volver con su cónyuge legítimo si es que no quieren
quedarse solos: 1 Corintios 7:10-11, Mateo 19:12
Los casados legítimamente deben permanecer juntos hasta la muerte de uno de los
cónyuges. Si cometen un acto sexual fuera de su matrimonio deben arrepentirse y
abandonar su pecado.
Esa es la verdad de acuerdo a todos los textos sobre este tema en la santa Biblia.
Con este tema hemos completado 35 razones contundentes por las que es imposible
aceptar que Mateo 5:32 y 19:9 autoricen el divorcio y un nuevo matrimonio para los hijos
de Dios.
36. Lo que Dios junto no lo puede separar el hombre. La fornicación,
adulterio, infidelidad, abusos, cortes, jueces, abogados, procesos legales,
son de hombres y no terminan el matrimonio. Solo un acto de Dios, la
muerte, termina el pacto del matrimonio.
“LO QUE DIOS UNIÓ QUE NO LO SEPARE EL HOMBRE” (Marcos 10:9, Mateo 19:6)
Esta no es una sugerencia, no es una alternativa ni una opción. Es una orden, un mandato,
una ley directa de parte del Creador del universo y también de la institución del
matrimonio: Dios mismo. Cristo cuando fue preguntado acerca del matrimonio repitió lo
que dice Génesis 2:24 restableciendo así lo que era “desde el principio”. Y para que no
quedara duda alguna sobre la permanencia e indisolubilidad del pacto matrimonial
añadió: “Por tanto lo que Dios unió que no lo separe el hombre” (Mateo 19:4-6).
Para los divorcistas la expresión “salvo por causa de fornicación” significa “si tienes un
matrimonio problemático puedes ser adultero o forzar a tu pareja a cometer adulterio y
quedaras libre para conseguirte otra pareja, y otra y las que sea necesario”. Luego
manipularan usando mil excusas para justificarse acusando a sus parejas de “tener la
culpa” y hacerse ver a sí mismos como “inocentes”. De esa manera las iglesias cristianas se
están llenando de re casados en adulterio. En algunos países las estadísticas dicen que
hasta más de la mitad de los cristianos se divorcian y vuelven a casar. Ignoran los textos
claros que establecen la verdad sobre el matrimonio como un pacto hasta la muerte de
uno de los cónyuges y se van directo a esa frase la cual sacan de su contexto e
interpretación natural y así manipulando las escrituras van a perdición eterna.
“Lo que Dios unió, que no lo separe el hombre” (Marcos 10:9 y Mateo 19:6). Esta es la ley
del matrimonio “desde el principio”.
CONCLUSIÓN
Con esta completamos 36 razones por las que de acuerdo a la Biblia es imposible que con
la palabra “fornicación” usada por Cristo en Mateo 5:32 y 19:9 se puedan deshacer los
matrimonios entre los cristianos y darles vía libre a casarse con nuevas parejas
desuniendo así lo que Dios unió, destruyendo el hogar que es base de la iglesia y la
sociedad misma.
Como todo el andamiaje del mundo divorcista se ancla en esa palabra si no pueden dar
una respuesta bíblica a estas 36 graves incongruencias, contradicciones y errores
interpretativos, su doctrina queda descartada.
Una sola de estas razones en sí misma, si no es resuelta con la Biblia, es suficiente para
desestimar el divorcismo actual. Quien seriamente se proponga demostrar que casarse de
nuevo mientras el cónyuge legitimo vive, deberá resolver cada una de ellas usando
argumento bíblico solamente.
Si hay alguien que debió haber aclarado el supuesto enredo que produjeron las palabras
“salvo por causa de fornicación” es el apóstol Pablo. El más que nadie en el nuevo
testamento enfrento problemas de PORNEIA o sea fornicación o inmoralidad sexual en las
iglesias que fundó y pastoreo.
Escribiendo a los Romanos y a los Corintios, Pablo muestra que él está en perfecta
armonía con las declaraciones en Marcos y Lucas. Él enfatiza especialmente la ley del
matrimonio, que tuvo su origen en Edén, sin divorcio ni mucho menos re casamientos.
“¿Ignoráis, hermanos, (porque hablo con los que saben la ley) que la ley se enseñorea del
hombre entre tanto que vive? Porque la mujer que está sujeta a marido, mientras el
marido vive está obligada a la ley; mas muerto el marido, libre es de la ley del marido. Así
que, viviendo el marido, se llamará adúltera si fuere de otro varón; mas si su marido
muriere, es libre de la ley; de tal manera que no será adúltera si fuere de otro marido”.
Romanos 7:1-3.
Muchas personas, con la intención de justificar el nuevo casamiento, dicen que Pablo no
se refería al matrimonio en Romanos 7:2-3. Semejante interpretación no tiene asidero
bíblico, contextual ni exegético. Pablo hacía una comparación de cómo la Ley (Decálogo)
se aplicaba a cualquier persona hasta la muerte de la misma manera que el pacto o ley del
matrimonio sigue en vigencia hasta que uno u otro de los cónyuges muere. Pablo enseña
claramente en este pasaje que el matrimonio es de por vida, y declara que cualquiera que
se vuelve a casar mientras su cónyuge sigue con vida se considera una adúltera o un
adúltero. Por si quedara alguna duda cuando Pablo hablo extensamente sobre el tema del
matrimonio dijo exactamente la misma verdad en 1 Corintios 7:39:
“La mujer casada está atada a la ley, mientras vive su marido; mas si su marido muriere,
libre es: cásese con quien quisiere, con tal que sea en el Señor”.
“Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no
se separe del marido; y si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; y que
el marido no abandone a su mujer” (1 Corintios 7:10–11).
Nuevamente, Pablo enseña claramente que una mujer debe reconciliarse con su esposo o
vivir sola. Ni siquiera sugiere que ella encuentre otro esposo. También expresa que un
hombre no debe siquiera considerar divorciarse de su esposa. Debe destacarse aquí que
este pasaje es aplicable a la inversa. De la misma manera que una esposa no debiera
divorciarse de su esposo y si un esposo deja a su esposa, también debiera permanecer sin
casarse, o bien reconciliarse con su esposa. Esta responsabilidad doble proviene de la
enseñanza del Señor en Marcos 10:11–12.
San Pablo aclara de una manera prominente las palabras de Cristo en Mateo 19:9. Noten
como San Pablo dice que es un mandato del Señor y no del apóstol San Pablo. “Mando, no
yo, sino el Señor.” ¿Qué manda el Señor Jesús? “Que la mujer no se separe del marido; y si
se separa, quédese sin casar.” Repetimos, el Señor manda que “si se separa” la mujer del
marido, “quédese sin casar” I Corintios 7:11.
¿Por qué deben quedarse sin casar los divorciados? Porque quizás el culpable se
arrepiente y se convierte y quiere luego regresar a su cónyuge. Si ninguno de los dos se ha
recasado, aunque se hallan divorciado, la reconciliación es posible. Al quedarse sin casar,
la puerta queda abierta para un posible cambio para bien y en cumplimiento al
mandamiento del Señor.
El matrimonio, tal como lo estableció Dios, es un pacto divino. Cuando uno entra en dicho
pacto, permanece vigente hasta que uno de los cónyuges muere. Es un pacto vitalicio, sin
excepciones. El matrimonio es un pacto divino que puede ser violado, pero ninguna de las
partes, ni ambas partes de común acuerdo, pueden romperlo, y no deben confundirse
pensando que solo se trata de un acto pecaminoso. Es una condición de pecado que
únicamente se resuelve apartándose de ella.
1. Quedándose solo
En ninguna parte de la Biblia hay una tercera opción o indicación que incluya la mínima
posibilidad de contraer nuevas nupcias con otra persona. Quien lo hace, tanto para Cristo
como para Pablo, se convierte en adultero.
Podemos hacer votos de matrimonio delante de cortes, pastores, y jueces de paz muchas
veces, pero solo tiene validez el primer voto de pacto matrimonial ante Dios.
Reiteradamente, San Pablo enfatizó que los cristianos, especialmente los obispos, los
ancianos y los diáconos, debían ser esposos de una sola mujer. Con dicha especificación y
requerimiento para una posición de liderazgo estaba censurando la poligamia, el divorcio
y re casamiento, y levantando en alto la posición edénica de un solo hombre para una sola
mujer y la indisolubilidad de la institución matrimonial. Los ancianos y diáconos debían ser
ilustres y ejemplares en el matrimonio, sin ser divorciados ni recasados:
"Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio,
prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar.” I Timoteo 3:2.
"...Y establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé; el que fuere
irreprensible, marido de una sola mujer, y tenga hijos creyentes...” Tito 1:5,6.
Ninguna persona que se casó de nuevo mientras su cónyuge legítimo aún vive tiene
autorización de parte de Dios para ser líder ni predicador. Dichas personas son adúlteros
delante de Dios y deben arrepentirse y apartarse de su pecado antes de pretender un
cargo de liderazgo o enseñanza.
CONCLUSIÓN: