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MORAL SEXUAL

IDEOLOGÍA DE GÉNERO
G. Del Missier, “Cuestiones de género”: MORALIA 39 (2016), 181-203.

LA CORPOREIDAD SEXUADA: UN TEMA DIFÍCIL

COMPLEJIDAD DEL TEMA


- “La dificultad está ligada a la inevitable co-implicación del sujeto en el argumento tratado:
cuando se habla de identidad sexual o de género no es posible abstraerse de la propia
experiencia personal que es llamada inevitablemente en causa, construyendo como una nota de
fondo de cada elaboración teórica nuestra.”
- “Hablar de la corporeidad significa siempre hacer referencia a la modalidad fundamental de
nuestro ser-en-el-mundo, de nuestra experiencia más íntima y singular, del cuerpo viviente que
somos, atravesado por emociones, deseos y proyectos (leib); no como un simple dato biológico
natural (korper).
- “La identidad corpórea sexuada presenta particular resistencia a la representación racional, en
cuanto que resulta sumamente difícil tomar conciencia de todo el espesor existencial ligado a la
corporeidad.”
- “Los estudios de género han tenido el mérito indudable de llamar la atención sobre una cuestión
central, pero ampliamente descuidada, la de la corporeidad sexuada y de la identidad personal,
de la atracción erótica, de los papeles sociales y de las variables contextuales que contribuyen a
estructurar las construcciones mentales y los discursos sociales compartidos sobre ser hombre
o mujer, más allá de la simple determinación biológica del sexo.”

 Identidad de género: la percepción de sí que precede al desarrollo tanto del rol como de la
orientación.
 Expresión y rol de género: todo aquello que una persona manifiesta para indicarse a sí
misma o a otros su propia identidad.
 Orientación sexual: referencia al objeto del deseo erótico

GÉNERO: NACIMIENTO Y DESARROLLO DE UNA CATEGORÍA


HERMENÉUTICA

1. CATEGORÍA DE GÉNERO (GENDER), ÁMBITO MÉDICO


ESTADOUNIDENSE. AÑOS 50.
“Frente a la ambigüedad que a veces presenta la naturaleza, se comenzó a superar un paradigma
exclusivamente biológico a favor de una comprensión más amplia de la identidad sexual, resultado
de más variable, entre los cuales asumieron cada vez mayor relieve las dimensiones psicológicas,
sociales y culturales. Se llegó, por lo tanto, a comprender que la identidad de género no se acuerda
exclusivamente en base a característica anatómicas (nature), sino que interviene la educación
(narture).”

Nos tenemos que hacer humanos.

Dos consideraciones
- “La identidad sexual, central para el equilibrio del sujeto, se sitúa inevitablemente en el cruce
entre naturaleza y cultura: esos dos elementos están siempre inexorablemente entrelazados, por
lo que la identidad no es nunca sólo algo dado (sex), sino siempre también un “hacerse”
(gender).”
- “Porque la realización de tal proyecto implica la libre intervención de más factores, su éxito es
dramático; es decir, no puede darse por descontado, ni ser pre-ordenado, está expuesto a la
posibilidad de fracaso, pues las modalidades de apropiación individual de lo femenino y
masculino son tantas como seres humanos concretos. En otros términos, no existe el hombre y
la mujer, sino mujeres y hombres reales, con su propia historia, que viven en un mundo habitado
por otros seres humanos concretos, cada uno de los cuales encarna su propio ser sexuado según
modalidades únicas, originales e irrepetibles.”

2. CATEGORÍA DE GÉNERO LIGADA AL FEMINISMO RADICAL DE LOS


AÑOS 60/70 DEL SIGLO PASADO.
“A través de la deconstrucción de los estereotipos sociales que tácitamente imponen roles y valores
culturales definidos, aunque interpretados normativamente como datos naturales, el movimiento
denunciaba la lógica del poder patriarcal y la opresión de las mujeres.”

Es aquí donde se asocia género con feminismo.

“Las diferencias y roles de género, dados por supuesto, a menudo presentados como necesarios
e inmutables, están por el contrario siempre contextualizados en una cultura determinada; y se
reconoce que tienden a vehicular y reforzar una mentalidad impregnada de prejuicios, que en la
tradición occidental tienen un carácter fuertemente machista. La contestación feminista
(prescindiendo de tonos excesivos y violentos que pueda haber asumido), trataba justamente de
desarraigar tales presupuestos y de limitar el poder masculino, para crear espacios sociales
accesibles a la mujer, finalmente reconocida en su dignidad de persona-sujeto-libre- y no como un
ser deficitario –sujeta al poder de los otros-, potencial protagonista en todos los sectores e la
actividad humana.”

3 consideraciones
- “En cuanto que niega inalienable dignidad personal, la opresión de la mujer, ejercida de
múltiples formas, se configura como una verdadera estructura de pecado presente en la
historia de la humanidad y capaz de desfigurar el proyecto de Dios sobre la mujer, la pareja y el
mundo.”
- El pecado estructural debe ser denunciado proféticamente, para ser finalmente contrastado
y trasformado en estructuras de salvación.
- “El proyecto de transformación personal y social requiere una colaboración activa entre el
hombre y la mujer”.

3. TERCER FASE EN EL DESARROLLO DE LA CATEGORÍA DE GÉNERO


Lleva al extremo las consecuencias que el feminismo de los años 80 había afirmado: la negación de
la existencia de una base natural de la diferencia sexual a favor de una connotación
exclusivamente socio-cultural.
“Si de hecho el cuerpo resulta ser sólo una expresión sociocultural, es fácil pensar en la posibilidad
de una decontrucción total del género para promover una sociedad finalmente liberada de todo
estereotipo sexual y de todo tipo de discriminación (Judith Butler). Este desarrollo ulterior puede
llamarse post-gender entendiendo como tal la disolución de toda posible referencia a esquemas
sociales, y educativos, relegando la cuestión de la identidad personal a las solas opciones del
individuo, incontestables y simpare reversibles.”
2 consideraciones
- La pretendida desencarnación del sujeto y la desmaterialización de la corporeidad, la
negación el cuerpo sintiente y de la dimensión espiritual (auto-trascendencia), típica del
humano, dejan entrever el peligro real de someter totalmente el sujeto a las fuerzas sociales.
- La negación de las diferencias corre el riesgo e vaciar de significado toda experiencia
existencial y relacional, favoreciendo el repliegue del individuo sobre sí mismo y disminuyendo
el valor que porta la alteridad

Occidente tiene un pensamiento binario (varón-mujer, biología-cultura). Lo que se dice de Butler es


que hay que hacer una deconstrucción tanto de la dimensión biológica como de la dimensión
cultura. Entonces se puede hablar de un post-gender, donde se superan estas categorías.
La categoría biológica es también una construcción. No niega la biología, pero la categoría que le
da el humano hay que deconstruirla. Vivimos una etapa de decontrucción total donde la cultura ya
no dice lo que nosotros somos.
El deseo, tiene una parte que es incontrolable. Nos queda claro que, desde la psicología, el deseo lo
puede impulsar el humano cuando quiere, pero el objeto de deseo no lo construimos nosotros
conscientemente. Hay algo en nosotros que nos lleva a tener ese deseo.
Si la sexualidad es una expresión de nuestra identidad, somos sexuados y en ello expresamos quiénes
somos, y somos individuos, también la sexualidad es única e irrepetible. La vivencia de la
heterosexualidad es personal. Nosotros tenemos clasificar, pero las clasificaciones terminan
encerrando y considerando que la heterosexualidad se vive de una determinada manera.
La decontrucción viene para visibilizar lo que no se visibiliza. Tiene que ver con una visibilización de
la cultura, para visibilizar lo que no se está viendo.
Cuando hablamos de ideología es un riesgo. Pero podría faltarnos a nosotros reconocer que el deseo
no es algo que se pueda arreglar con una terapia psicológica. Si existe personas que desean lo que
la cultura no reconoce, y en eso hay una fidelidad, una decisión de amor.

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