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Maria Roxana Mateus Tarazona

U00115727

RELATORIA N1
(Método, sorpresa, subjetividad, verdad y saber)
El método en el psicoanálisis como teoría y praxis tiene afinidad con el sujeto, la sorpresa,
las variables propias de la subjetividad y la construcción de un saber que se opone a la
repetición y a la erudición. Si el sujeto no está dispuesto a dejar un lado sus creencias y
prejuicios que impiden la disposición de la sorpresa, no podrá ser paciente, si se trata de
la experiencia del análisis, ni podrá formarse como investigador investigando.
Tanto el método cualitativo como el método psicoanalítico tiene un modo de proceder
sistemático, con un orden de cada paso que da, a demás de ello es debatido, justificado
con argumentos y profundamente reflexionado. Sin embargo, el método psicoanalítico se
opone al afán del tiempo cuando se trata de los asuntos de la psique humana en su
relación con lo social; también, da lugar al discernimiento y la determinación en favor a
una probabilidad sobre otra, pero no a la improvisación. Además de ello, el método
psicoanalítico es flexible, Se va construyendo y ajustando a medida que avanza, y debe
estar abierta a la modificación de la misma en la medida que se incorporen nuevos datos.
Tanto en el método cualitativo como en el método psicoanalítico, los investigadores tienen que
dejar huella en su trabajo, explicando como se llevo a cabo la investigación, en que consistió la
pregunta inicial y como esta se fue transformando y reformulando de acuerdo a los hallazgos
realizados y las contradicciones encontradas. Las investigaciones psicoanalíticas que se han hecho
anteriormente son como guías de inspiración y orientación para posibles futuras investigaciones.
Cada investigación debería quedar con un detalle nuevo y se espera un reconocimiento o que
alguien le dé un sello único, dándole importancia al trabajo y recorrido realizado. Además de ello
cada investigador debe encontrar su propio método sin dejar de apoyarse en guías que otros
investigadores realizaron. Las investigaciones psicoanalíticas parten de incertidumbres
representadas por un sujeto que no esta gobernado por la razón sino por el inconsciente y
la pulsión. En cambio, en las investigaciones cuantitativas el sujeto cartesiano, se acoge a
la razón y el sujeto de la investigación cualitativa se acoge de un sujeto actor-social, donde
su realidad social puede ser observada y transformada de acuerdo a su vida cotidiana en
un contexto histórico y cultural.
Algo muy importante es que para el psicoanálisis oponerse a los excesos de las pasiones
pulsionales es cuestión de responsabilidad, y esta misma se define como la posibilidad que
tiene un ser de lenguaje de responder a lo que viene del otro. También es importante
evitar que la experiencia no se convierta en un efecto parasito de la invención, porque si
llega a ser más de lo mismo podría aburrir la investigación. Hay que poner en suspenso el
saber de la experiencia que podría hacer perder el contacto con la sorpresa y lo
impredecible.
A la investigación psicoanalítica le interesa establecer los índices de la subjetividad y del
inconsciente que no es equivalente a lo oculto y latente, sino el lugar donde en rigor se
intenta leer lo que marca significativamente. Para este método es importante localizar el
decir del sujeto y al localizarlo facilita la introducción del sujeto en el inconsciente. Sin
embargo, existe muchas críticas de la investigación psicoanalítica por ser un método no
verificable, bastante cuestionable y dudosa.
El mejor método para lograr los fines propuestos en una investigación que incluya algo de
invención es que solo exista reposo aparente del lado del pensamiento, pues hay una fase
de trabajo inconsciente que conduciría a la solución buscada. Para no perder lo
indispensable del inconsciente es necesario que el investigador esté presente y realice
preguntas que faciliten el despliegue de la palabra; las preguntas del entrevistador tienen
una función de ayudar a despejar el campo hacia donde deberá orientarse la búsqueda
que permita la producción de un saber. Al analizar por medio de los sueños se podría
orientar al individuo con respecto a su real más íntimo, ya sea orientarlo hacia una
elección, un avance objetivo o permitir precisar la ubicación de su angustia.
Lacan considera la clínica psicoanalítica como la clínica de las preguntas; no hay
investigación ni análisis sin pregunta porque para él, el deseo es la pregunta. El deseo
tiene una dialéctica, se transforma, permite modificaciones, cambios, soporta
contradictores y se constituye en relación con el otro. Por el contrario, el goce es
imperativo, confunde y desorienta, el goce constituye una inercia; si el deseo es del otro,
el goce es de uno. En el psicoanálisis, método deseo e investigación se oponen al goce,
imperativo y estandarización.
Las afirmaciones científicas justamente son científicas porque la verdad que revela tendrá
siempre un valor preliminar, es fiable y susceptible de cuestionamiento. La comisión
definió como verdad objetiva la referida a las pruebas sobre lo efectivamente sucedido.
Existen cuatro nociones de la verdad, pero todas con gran validez. La verdad forense, se
llega por medio de recolección de pruebas a partir de la verificación en el lugar de los
acontecimientos, estos adquieren un gran valor para el juez que inculpara a los
responsables. La verdad narrada, es la verdad que se permite contar retroactivamente a
las víctimas, y tiene un valor de un acto de restitución de la memoria histórica. La verdad
social es la que surge de la interacción y debate entre los involucrados, a partir de
distintas visiones. Por último, está la verdad curativa que coloca los hechos y su significado
en el contexto de las relaciones humanas, tanto entre los ciudadanos como entre el
estado y los ciudadanos. La comisión hizo hincapié en el reconocimiento y esta es la
afirmación de que el dolor de una persona es real y merece ser entendido.

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