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MEMORIA FAMILIAR

La Adultez

La Adultez es una transiciones de la vida, la cual muchos autores como Erick Erikson la
describen como etapas secuenciales del desarrollo del Yo. Sin embargo, esta etapa por
los diferentes cambios, crisis y roles sociales asumidos, se divide en tres fases: Adultez
temprana, medía y tardía o mayor. La primera va de los 21 a los 40 años, la Adultez
media de los 40 a los 60 años y la última fase desde los 61 años en adelante.

En este trabajo se relatada la historia de vida de dos personas de mi familia. La primera


de ella se encuentra en la Adultez media, la cual Erickson denominó Generatividad Vs
Estancamiento, debido a que surge la preocupación por la siguiente generación. Y la
segunda historia de vida se ubica en la Adultez mayor, denominada Integridad Vs
Desesperación. En cada una de estas historias se relatan características muy
particulares teniendo en cuenta la época, cultura y Contexto.

En el presente trabajo se describirá los patrones culturales entre dos generaciones


familiares para conocer y comparar prácticas y modelos sociales acordé a cada época.
Para ello se realizó una entrevista a una mujer de 57 años de edad, la cual es mi madre.
La otra generación es sobre mi abuela que tiene 93 años de edad. A medida que narre
la vivencia de estas generaciones, expresarse las diferencias en nuestra época actual,
acorde a mi experiencia de vida.

HISTORIA DE VIDA DE MI MADRE (Primera Generación)

Mujer de 57 años de edad, es madre de tres hijos, que se encuentra en la etapa adulta.
Yo soy su hija menor de 27 años. Tengo una hermana de 36 años y hermano de 29
años. Sus tres hijos son profesionales y se encuentra trabajando, algunos se encuentra
en etapa de formación de estudios en posgrado.

Mi madre convive con sus dos hijas en la ciudad de Cartagena, Colombia en una casa
propia, estrato socioeconómico 3. Hace aproximadamente 3 años su único hijo varón se
radico en la ciudad de Bogotá, Colombia. Actualmente mi madre está a la espera de su
primer nieto por parte de su único hijo varón.

Mi madre cuando era niña vivía con un familias extensa con su madre, cinco hermanos,
primos, tíos. Las condiciones de la vivienda eran desfavorables. Los recursos
económicos eran insuficiente. Sin, embargo las diferentes familias construían para su
mantenimiento. Por lo anterior la calidad de vida no eran muy buenas.
Los adultos distribuían las tareas algunos trabajaban, otros se encargaban de las
labores domésticas y el cuidado de los niños. En su gran mayoría los adultos eran
mujeres y se encargaban de realizar esas actividades. No habían diferencia entre
géneros para el cumplimiento de estas. Las actividades que realizaban lolass mujeres
adultas eran comerciales, como vender productos en el mercado de toda índole, otras
eran empleadas domésticas. De esta manera contribuían en la satisfacción de
necesidades.

Los adultos comenzaban a conformar pareja desde los 20 años de edad en adelanté. Y
desde los 25 años comenzaba a tener sus hijos. Incluso alguno desde edades
anteriores. Por la enseñanza y la época de aquel entonces, el hombre debía ser
respetado y se ubicaba en la cima del triángulo de jerarquización. Sin importar, si
cumplía su rol o no, como padre, esposo debían siempre dirigirse con respeto y
reverencia.

En su casa, mi madre no vio ejemplo de matrimonio, las mujeres eran encargadas de


las decisiones, funciones y distribución y administración del dinero.

No refiere de manera especifica en la entrevista, como era la transición a la maternidad


y paternidad porque se crió con mujeres cabeza de hogar, por lo tanto los nuevos roles
y actividades eran asumidas por ellas mismas, con el apoyo de la familia. Normalmente,
los padres están muy desvinculado de la crianza de sus hijos en todos los sentidos,
tanto en vínculos afectivos y sustento económico de estos.

Las madres trasmitían afectó a través del cuidado que le daban a sus hijos, muy poco
era a través del uso de palabras o manifestaciones afectivas, su amor y cariño era a
través de acciones hacia ellos. Mi madre refiere que en ese entonces los padres eran
muy poco abiertos a comunicarse con sus hijos. Por lo tanto la comunicación era poco
fluida, no brindaban consejos, enseñanzas, ese tipo de asuntos creían que debía ser
responsabilidad de los colegios en decirles.

Realmente en la actualidad son muchas las diferencias con la generación anterior ya


mencionadas. Ahora, en cuanto a mi experiencia de vida. Los adultos tanto mujeres y
hombre trabajan y se distribuyen las actividades del hogar, para equilibrar las cargas.
Ambos se preocupan por la crianza y brindar recursos económicos para la satisfacción
de necesidades. Las relaciones entre padre e hijos son muy estrecha, existe
comunicación y confianza.
Los adultos en mi familia desde los 25 años construyen parejas y desde los 27 años
tienen hijos. Sin embargo, en mi familia hay muchas mujeres cabeza de hogar.
Asimiento más funciones y roles por el cuidado de sus hijos.

Cuando algún adulto inicia su proceso de maternidad hay una mujer con mayor
experiencia que la acompaña en los primeros meses para su recuperación y para el
cuidado de los hijos, y otras apoyan la maternidad y paternidad cuidando a los niños
mientras los padres laboran. En mi casa, los hijos eran cuidado siempre por un familiar,
no lo dejaban a cargo del cuidado de desconocidos.

Las mujeres cabezas de hogar tiene mayor apoyo social a través de nuevas leyes y
normativas que las ampara y exige a los padres aportar para el cuidado de los niños.

De lo anterior, se puede enmarcar diferentes prácticas y estilos de vida en dos


generaciones en relación a las transiciones y crisis de la Adultez media.

LA DE VIDA DE MI ABUELA (Segunda Generación)

Mi abuela actualmente vive con dos de sus hijos, en la ciudad de Cartagena. Siempre ha
vivido en un contexto urbano. Refiere que su familia en su niñez tenía muy bajos
recursos, la economía no era muy buena, y en ocasiones no bastaba para la satisfacción
de necesidades básicas. Las condiciones de vida, y habitabilidad eran de mucha pobreza.
Por eso desde la adolescencia, las mujeres, al ser mayoría, eran preparada desde muy
temprana edad para trabajar y así poder salir adelante.

Cuando mi abuela era niña, vivió con sus padres, hermanos y tías. Refiere que sólo fue
muy cercana a su abuela materna, la cual tomó como referencia para responder a las
preguntas, de como vivía un adulto mayor en esos tiempos.

Relata que su abuela materna vivía con otros miembros de la familia, como sus
hermanas, hijos y nietos. Siempre estaba rodeada de estos, los cuales colaboraban para
su cuidado y brindarle la atención que necesitaba. Normalmente su abuela pasaba todo
el tiempo en casa, y de acuerdo a sus habilidades y destrezas colaboraba en actividades
del hogar, principalmente cocinar. Ha medida, que sus habilidades disminuían por la
vejez, quedaba al cuidado total de los miembros de su familia y supervisaba que las cosas
se hicieran bien. Refiere que una de las características en los familiares que ella conocía
de la tercera edad, solían gozar de buena salud, no habían tanta enfermedades como en
la actualidad y la vejez no era dolorosa, en ese sentido.

En ese tiempo las personas de la tercera edad no participaban de ningún programa


especial para ellos, mi abuela dice que no existían programas para adultos de la tercera
edad como en la actualidad, que reciben sus atenciones médicas y controles desde casa,
o programas de ejercicio para favorecer su movilidad y vitalidad. En su época por los
escaso recursos sus abuelos no contaban con un servicio médico, dice en lo que recuerda
que tampoco lo necesitaban por la vitalidad que ellos tenían, muy poco se enfermaban.
Cuando lo hacían, personas de la comunidad los ayudaban. Sien embargo, en ese tiempo
no había tantas medicinas como ahora, y la mayoría de las veces los tratamientos eran
caseros, por lo cual desde casa era manejado.

Durante la vejez ellos mantenían mucho contacto con sus familia, se preocupan por
como estaban los otros. Desde sus posibilidades se esforzaban en apoyar y aconsejar a
sus generaciones.

Refiere que sus abuelos no tenían prácticas religiosa, poco se interesaban por este tipo
de asuntos. No se festejaban cumpleaños, ni fechas especiales por el nivel
socioeconómico que tenían. Pero la familia se reunía constantemente sin necesidad de
una fecha especial, en cualquier día, momento y hora.

En la entrevista mi abuela refiere que no había diferencias entre las actividades que
hacían los ancianos y ancianas. Sólo que las mujeres continuaban en las actividades de
la casa y los hombres ya dejaban de trabajar y pasaban más tiempo en casa. Algo
característicos es que aunque ya no podían hacer lo que hacían antes, mantenían el
mismo ritual de levantarse temprano como si un día muy largo los estuviera esperando.
Se sentaba cerca de la puerta en las tardes y saludaban a todos los que pasaba por las
calles. Cada vez tenían mas nietos, pues los niños del barrio se encariñaban con ellos, y
ellos les regalaban dulces o confites.

Ahora, desde mi experiencia hay aspectos del estilo de vida que se mantiene en la
actualidad. Para hablar de esto, comentare sobre mi abuela que es la persona que refirió
la historia anterior.
Mi abuela vive con sus familiares, vive con dos de sus hijos, los cuales nunca
abandonaron el hogar, estos no formaron familia. Sin embargo, la mayor parte de la
familia vive en el mismo sector. Por eso todos los días, recibe visita de sus hijos, nietos
y primos. Nunca esta sola, siempre esta bajo el cuidado de algún familiar. A diferencia
de su abuela, ella cuenta con un sistema de salud domiciliario y especializado donde
rigurosamente debe asistir a constantes chequeos, controles y seguimientos para el
control de su salud. Tiene acceso, pero no le gusta asistir a los programas para personas
de la tercera edad, prefiere estar en casa. Ella ha perdido el interés de salir a pasear,
comer en cualquier otro lugar que no sea su casa. Los lugares que ellas más visita es su
casa, hospital e iglesia.

La familia normalmente en eventos como cena, cumpleaños, y otras fechas especiales


la realizamos en la casa de mi abuela para que ella pueda participar.

Cabe resaltar, que aún en medio de su vez, ella es autónoma en tomar decisiones
referente al manejo del dinero y actividades de la casa. Ella se encarga de la distribución
para la satisfacción de necesidades y verifica que la casa se mantenga en un buen estado.

En cuanto a como ha experimentado las pérdidas: se queja constantemente de las cosas


que no puede comer, se afecta emocionalmente, se entristece y le da miedo, cuando se
le dificulta caminar, moverse por si misma. Ha presentado durante este período de la
vejez, crisis nerviosas cuando se enferma y a requerido hospitalizaciones, por miedo a
morir. Se ha enfrentado a perdida por fallecimiento de hermanos, primos y demás seres
queridos de su generación. Le afectó mucho cuando ya no podía salir sola de su casa a
los lugares que ella frecuentaba ir porque se caía, se mareaba o se cansaba muy rápido
de caminar, por lo tanto tenía que salir siempre con un miembro de la familia.

Son muchos los cambios, atenciones de un adulto mayor hace 90 años y uno de la
actualidad. Sin embargó, ambos pasan por perdidas, momentos de estrés, se enfrentan
nuevos miedos y se preocupan más por sus generaciones, como lo expresa Mary Pipher
en su libro Un país desconocido. Pero la familia se convierte en una cuente de apoyo y
superación, permitiendo que la persona se adapten a estos nuevos cambios y sobre todo
en brindarle el sentimiento de hacerle sentir especial y parte importante de nosotros.

Shirly Paola Avendaño Palencia


Especialización en Neuropsicología infantil
Universidad Javeriana, Cali

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