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El hombre a diferencia del resto de seres vivos es racional. Esto quiere decir que busca entender
su entorno, ir más allá en su conocimiento (Corzo). A lo largo de la historia se ha visto como el
hombre es un ser organizacional, evolucionando y empezando a explicar su comportamiento
dentro las organizaciones. De esta manera surge el estudio de la administración, el cual ha encarado
una serie de problemas que se relacionan con el carácter científico de su estudio. ¿Es el
conocimiento logrado en el estudio de las organizaciones motivo de estudio científico? ¿Los
avances logrados en administración no aportan a la sociedad por no tener carácter de ciencia?
El problema de las ciencias sociales radica en que todos los hombres tienen su propia manera
de actuar, por lo que la capacidad de predicción de las ciencias sociales es mucho menor que el de
las ciencias naturales, sin embargo, no debería hablarse de una falta de predictibilidad de las
ciencias sociales, sino que existe un menor grado de fiabilidad en las predicciones (Solans, 1998,
pág. 12) por lo que en las ciencias sociales no se debe tratar de sacar conclusiones inductivas, o
tratar de formular los comportamientos de las personas, sino tratar de comprender el fenómeno
que se está presentado, a esto se refiere con más profundidad Mardones (1991) cuando afirma: “La
ciencia social es fundamentalmente comprensiva, trata de comprender el significado de la acción
social. Por esta razón su metodología no puede ser la misma que la de las ciencias naturales”
(Mardones, 1991, pág. 272).
Así desde este concepto Marín Idárraga (2012) elabora un cuadro exponiendo esta idea, en el
que llega a la conclusión de que las ciencias naturales se enfocan en la formulación de leyes, y las
sociales se enfocan en explicar hechos particulares (Marín Idárraga, 2012, pág. 43).
La administración se puede incluir dentro de este estudio, a pesar de que su valor como ciencia
sea muy discutido entre las personas, esto se debe a que, como afirma Marín Idárraga (2012):
“la falta de acuerdo acerca de su objeto de estudio y la poca claridad respecto al método más apropiado para la
construcción del saber que le es propio tornan endeble la calificación de la administración como una ciencia social.
Se añade que también por ser la administración un campo de conocimiento relativamente joven, aún no ha logrado un
estado de maduración teórica, con consistencia de objeto y método, que permitan de manera categórica reconocerla
como una ciencia social en su entera manifestación” (Marín Idárraga, 2012, pág. 48).
La administración es una ciencia joven; a pesar de que el hecho de administrar viene encarnado
desde la razón misma, el estudio de la administración ha sido un trayecto muy corto en
comparación con otras ciencias que se han venido estudiando desde hace más tiempo y se ha visto
mayor dedicación en estas, como es el caso de la física. En 200 años de progreso, en los siglo XVI
y XVII no se había generado el espeso currículo que la física tiene actualmente. Einstein buscó
unificar las fuerzas fundamentales a través de una teoría por más de 35 años, además la física no
tiene el problema de tratar con un objeto de estudio social (Hopp, 2014, pág. 5).
El objeto de estudio en la administración ha sido ampliamente discutido, para algunas personas
este objeto de estudio es el empresario, aquella persona que coordina los esfuerzos en la
organización, otras piensan que son las teorías de la empresa y otras la empresa (Salinas, 1997,
pág. 2).
El empresario como objeto de estudio hablaría sobre el actuar de la persona, por lo que la
administración sería vista como un tipo de psicología. La teoría de la empresa como objeto de
estudio de la administración no tiene mucho sentido porque el estudio de las teorías hace parte del
estudio epistemológico de una ciencia, “la epistemología es como una teoría sobre teorías, su
objeto de estudio son las teorías” (Carvajal, 2007, pág. 8), y por otro lado el estudio de una ciencia
se hace con el fin de elaborar teorías, por lo que examinar la teoría misma no tendría sentido,
debido a que la teoría que va a ser estudiada debe tener un objeto de estudio al cual se dirija; se
concluye entonces que el objeto de estudio de la administración debe ser la empresa, y en sí las
organizaciones, Silva afirma: “un objeto de estudio definido: el mundo de las organizaciones y
todos sus agregados” (Silvia, 2004, pág. 8).
Sin embargo esto es solo el comienzo de los problemas de la administración, otros problemas
se pueden identificar, como lo son:
La administración y en general las ciencias sociales no son de una predicción fiable, como se
había mencionado antes, esto no quiere decir que el planteamiento de modelos, por ejemplo
estadísticos, no pueda dar respuesta a ciertas incógnitas en management, pero claramente se debe
tener en cuenta que el hecho de tratar de matematizar el comportamiento humano es poco exacto;
sin embargo, aún si el management se matematizara, el paradigma de un management subjetivo y
cualitativo lo retendría cierto tiempo (Solans, 1998, pág. 10). Los softwares estadísticos han sido
un claro avance en la ciencia, la cual se vale de análisis cuantitativos y cualitativos, de esta manera
se erradican los pensamientos de un management netamente cualitativo o cuantitativo. Afirmar
que lo cuantitativo y lo cualitativo prevalece uno sobre lo otro es descartar posibles predicciones
e ignorar una parte del análisis empresarial (Salinas, 1997, pág. 12). También los métodos de
investigación cuantificables, desprendidos desde la sistémica han ayudado a la administración,
integrando los adelantos de teoría de juegos y teoría de decisiones con el fin de dar un carácter
más formal a la administración (Pulido, pág. 7).
También en las ciencias sociales como en la economía se utilizan supuestos que ayudan a
comprender de una mejor manera las teorías que se usan en esta ciencia. La racionalidad
económica es un concepto normativo porque supone que los individuos deben ser racionales, pero
esta teoría económica no opera con una teoría sustancial de racionalidad, no se puede determinar
las preferencias de cada individuo, puede existir preferencias irracionales, pero la teoría económica
está basada en las acciones individuales para determinar el resultado de una acción económica
(Rendtorff, 2013, pág. 1367). Todas las ciencias han usado supuestos para poder entender de mejor
manera los fenómenos que estudian y como dice Mardones (1991): “Una ciencia sin supuestos, es,
por consiguiente, una ilusión. Y, en el caso de las ciencias humanas y sociales, equivale a decretar
su desaparición” (Mardones, 1991, pág. 265).
La idealización requiere cerrar un sistema, lo que funciona en las ciencias naturales pero no en
las ciencias sociales, debido a que estas visiones se tornan irreales (Solans, 1998, pág. 14); la
idealización de una ciencia social puede ayudar a su comprensión, que es en sí la finalidad de la
que habla Marín Idárraga (2012), el verstehen del que habla Weber.
Mientras las ciencias naturales explican leyes universales de la naturaleza, en las ciencias
sociales se entiende el significado del fenómeno de acuerdo a la realidad social. En efecto, se puede
decir que el punto de partida de la filosofía de la administración trata de entender las
organizaciones y los seres humanos en las organizaciones. Se debe tener muy en cuenta que en la
teoría organizacional el entendimiento es bajo explicación, donde las leyes universales necesitan
ser entendidas en la perspectiva de una búsqueda hermenéutica del significado de su contexto
histórico y situacional (Rendtorff, 2013, pág. 1367).
“Desde tiempos antiguos se ha creado varios criterios de cooperación grupal que permita la dirección […] En este
sentido, la administración es un fenómeno universal intangible que agrega valor cognoscitivo-pragmático a la
dirección eficaz de todo tipo de organizaciones; lo que no implica necesariamente que todas se administren de la
misma manera y con los mismos criterios” (Sepúlveda, 2009, pág. 104).
Se debe también tener en cuenta que en las ciencias en general se darán sesgos, y no se puede
asegurar una completa comprensión del objeto de estudio por factores como la observación misma
del objeto y la subjetividad del científico, Solans afirma: “La ciencia sería lo que hacen los
científicos, personas al fin y al cabo con genio y sesgos” (Solans, 1998, pág. 6)
Las metáforas tienen el peligro evidente de extraer conclusiones a partir de enunciado principal
de ésta (Salinas, 1997, pág. 15). Carvajal (2007) afirma:
“El uso de analogías, plantea la debilidad y la poca claridad que existe frente al concepto de organización, se
recurre a teorías de otros objetos que aparecen más claros que el de la misma organización [...] Se diría entonces
olvidando las metáforas, así suene trivial: veamos a las organizaciones como organizaciones; como lo que
ontológicamente es su naturaleza y no otra” (Carvajal, 2007, pág. 4).
Así las metáforas en administración son de carácter explicativo, no se pueden volver la totalidad
del problema administrativo.
1Salinas en base al planteamiento de Lakatos llama así a las disciplinas que ayudan a la administración.
administración, un conocimiento nuevo en administración se considera como una ventaja
competitiva, por lo que ese know how difícilmente va a darse a conocer de una manera rápida, lo
que hace que la administración se atrase en su estudio (Solans, 1998, pág. 18). Por otro lado están
los científicos que cada vez están más hostigados por la necesidad de publicar, el “Publish or
Perish”2 pone en duda si la finalidad del investigador es la búsqueda de la verdad o simplemente
permanecer en el entorno investigativo, de acá que en ocasiones no se publique investigación sino
simples opiniones (Solans, 1998, pág. 11)
Muchas veces, los trabajos en administración se aceptan más por el prestigio de quien los
realiza, que por el aporte que se hace a la ciencia en sí misma, por lo que existen personas que
buscan lucrarse a través de su prestigio y no hacer un aporte considerable a la administración
(Solans, 1998, pág. 16). Relacionado con esto nacen las modas administrativas, nuevos enfoques
que estudian de forma reducida el fenómeno organizacional, así Marín Idárraga (2012) afirma:
“La administración se destaca por su proclividad antes los nuevos enfoques que a diario aparecen de manera
indiscriminada y acrítica, condensando un campo de alto impacto conocido como las “modas” administrativas, las
cuales se caracterizan por su reduccionismo en el análisis del fenómeno administrativa-organizacional” (Marín
Idárraga, 2012, pág. 40)
Bédard considera que la organización, y en sí sus componentes sociales, están constituidos por
4 dimensiones, praxiológicas, epistemológicas, axiológicas y ontológicas. Estas 4 dimensiones las
comparó con un iceberg, la punta del iceberg, que sobresale de la superficie del mar, es la práxis,
lo que vemos, el actuar de la organización y las personas, esta práxis se sustenta en dos pilares, la
epistemología, que es el proceso crítico que se usa para validar un conocimiento y la axiología,
que consiste en la legitimación de los valores, estos pilares son subjetivos y por esto necesitan de
una base fundamental y general de los actos, esta es la ontología, comprendida por los principios
fundamentales, la razón de ser (Bédard, 2003, págs. 78-86).
Lombana, Cabeza, Castrillón y Zapata(2014), toman las ideas de Renée y las aplican en la
formación de competencias gerenciales, afirman que si un gerente no tiene un correcto desarrollo
de las competencias ontológicas, sus competencias epistemológicas, axiológicas y, por ende, la
puesta en práctica de las mismas va a ser pobre, estas competencias no son separadas, son aspectos
únicos de una sola realidad, la ontología fundamenta, la epistemología y la axiología vigilan, para
así poner en práctica (Lombana, Cabeza, Catrillón, & Zapata, 2014, pág. 312).
De esta vigilancia de la que se encarga la epistemología, afirma Carvajal que: “La formación
en epistemología de la administración nos permitiría juzgar que conjuntos de enunciados son
teorías y cuáles no; cómo diferenciar entre la teoría y la técnica, cómo lograr diferenciaciones entre
descripciones y explicaciones” (Carvajal, 2012, pág. 9). Por otro lado la axiología es más subjetiva,
pero al manejar las teorías éticas se torna más de aceptación social, así la ética se vuelve pública.
“Una característica distintiva de una buena razón en ética es que ésta sea capaz de resistir el análisis y la crítica de
otras personas razonables […] la bondad de una buena razón ética es pública en el sentido de que está abierta a la
inspección evaluación por parte de más de una persona” (Frederick, 2001, pág. 87).
Así la ética asegura que las organizaciones no solo deben buscar el lucro, sino también trabajar
a favor de la sociedad, el conocimiento que no se usa en desarrollo de la sociedad no tiene un
sentido social (Hernández, y otros, 2010, pág. 63).
Renée También estructura la organización sobre 3 pilares o funciones, cada una de estas
funciones están íntimamente relacionadas y son necesarias para la composición de la organización,
asimismo estas funciones tienen subdivisiones dentro de ellas, los 3 pilares son: 1. Producción y
creación, trata de los procedimientos y la puesta en realidad de la organización, además de la
innovación y aquellos factores que distinguen la organización, su carácter único 2. Protección y
seguridad, vela por la protección de las personas en la organización, así como las relaciones
internas y externas y el patrimonio colectivo de la misma y, 3. Gobierno e interés social, se encarga
de la justicia, la política y lo sagrado, lo que se valora en la organización, también hace valer los
principios de equidad y vela porque en la organización se trabaje en mejora de ella misma y sus
componentes (Bédard, 2004, págs. 95-101).
CONCLUSIONES
1. El carácter científico de la administración es un problema que puede considerarse
poco trascendental en tanto a los aportes que se generan en el estudio de las organizaciones,
el hecho de que la administración no sea una ciencia no quiere decir que los aportes que
genera su estudio sean inservibles para aplicarse en las organizaciones.
3. Las ciencias sociales y las ciencias naturales son diferentes en su metodología y sus
objetivos, tratar de considerar las ciencias sociales como ciencias naturales sería desmeritar
los avances de las primeras. Las ciencias sociales se deben enfocar en generar la
comprensión del objeto de estudio, no en formular leyes de aplicación universal, el hecho
de que un fenómeno sea social hace que la predicción de este sea poco precisa, sin embargo
una compresión del mismo puede llevarnos a entender los cambios que se presentan entre
los resultados reales y los predichos.
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