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LAS 7 FORMAS DE COMUNICACIÓN DE LA FASCIA:

El sistema fascial posee varias herramientas para comunicar dentro y fuera del cuerpo. Estas comunicaciones
permiten una adaptación rápida de las funciones corporales, desde la postura hasta la función metabólica, desde
la expresión vocal hasta la percepción del dolor, afectando la salud y el bienestar de la persona.

Las 7 herramientas de comunicación conocidas hasta a día de hoy:

Electricidad: La fascia utiliza la actividad eléctrica, se sabe que el sistema fascial distribuye pulsaciones eléctricas
CON O INDEPENDIENTEMENTE del sistema nervioso tanto central como periférico.

Líquidos: La fascia utiliza los líquidos para comunicar a través de conductos conocidos como los conductos de
Bonghan, una red que lleva la información a todas las partes del cuerpo e independiente del sistema circulatorio y
linfático.

Comunicación celular química: Herramientas metabólicas sintetizadas por via paracrina y autocrina por la
fascia ponen el cuerpo entero en comunicación consigo mismo gracias a diferentes moléculas capaces de
modificar el comportamiento tisular, muscular, visceral, óseo, y neurológico

Comunicación celular física: Las células del sistema fascial como los fibroblastos o las telócitas (células
intersticiales) son capaces de comunicar físicamente con las células próximas y distantes a través de puentes
creados temporalmente por ellas para transportar información orgánica.

Presión: la presión ocasionada por la contracción y elongación del sistema miofascial permite a las células
deformarse y adaptarse, un fenómeno básico de la mecanotransducción. La presión es una herramienta muy
potente de comunicación dentro de todo el sistema.

Emisión de luz: La fascia emite luz, no visible para el ojo, son biofotones, una característica que podría
transformarse en una herramienta de diagnóstico en un futuro ya que las emisiones varían según el estado de
salud. Queda muchísimo por comprender de esta forma de comunicación, sobre todo su origen, que podría ser el
campo electromagnético presente en nuestro ADN.

Emisión de sonido: el sonido de la fascia, identificado por primera vez en 1665, ha sido aun poco estudiado. Se
sabe que es rítmico y tiene un patrón de transmisión oscilatorio. Tanto luz como sonido tienen claro que es un
idioma de la fascia repleto de información sobre lo que ocurre en el cuerpo.

Fuente: Traducción por Florence Cohen del artículo:


Emission of Biophotons and Adjustable Sounds by the Fascial System: Review and Reflections for Manual
Therapy
Bruno Bordoni, PhD DO , Fabiola Marelli, PhD DO, Bruno Morabito, PhD DO ,
Beatrice Sacconi, MD
First Published February 1, 2018
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