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LEON

(Panthera leo)
El león (Panthera leo) es un mamífero carnívoro de la
familia de los félidos y una de las cinco especies del
género Panthera. Los leones salvajes viven en
poblaciones cada vez más dispersas y fragmentadas
del África subsahariana y una pequeña zona del
noroeste de India habiendo desaparecido del resto de
Asia del Sur, Asia Occidental, África del Norte y la
península balcánica en tiempos históricos.
Hasta finales del Pleistoceno, hace aproximadamente
10 000 años, de los grandes mamíferos terrestres, el
león era el más extendido tras los humanos. Su
distribución cubría la mayor parte de África, gran
parte de Eurasia, desde el oeste de Europa hasta la
India, y en América, desde el río Yukón hasta el sur de
México.

Si sobreviven a las dificultades de la infancia, las


leonas que viven en un hábitat seguro pueden llegar a la edad de 12-14 años, mientras que los leones raramente viven
más de ocho años. Sin embargo, se conocen casos de leonas que han vivido hasta veinte años en estado salvaje. En
cautiverio, tanto los machos como las hembras pueden vivir más de veinte años. Suelen vivir en sabanas y herbazales,
aun cuando pueden entrar en zonas arbustivas y boscosas. Los leones son animales especialmente sociales en
comparación con otros félidos. Una manada de leones se compone de hembras que tienen una relación familiar, sus
crías y un número reducido de machos adultos. Las leonas suelen cazar juntas, en grupo, atacando principalmente a
grandes ungulados. El león es un superpredador y clave, pese a que puede tener un comportamiento carroñero si
tiene la oportunidad. Aun cuando los leones, normalmente, no cazan humanos de manera selectiva, algunos de ellos
pueden convertirse en antropófagos y buscar presas humanas.

El león es una especie vulnerable y, en su ámbito de distribución africano, a lo largo de las dos últimas décadas ha
sufrido un declive de las poblaciones, posiblemente irreversible, de entre un 30 % y un 50 %; las poblaciones no son
viables fuera de las reservas delimitadas y los parques nacionales. Aunque la causa de este declive no es del todo
comprendida, la pérdida del hábitat y los conflictos con humanos son actualmente los motivos de preocupación más
importantes. Se han tenido leones en cautividad desde los tiempos de la Antigua Roma, y desde finales del siglo XVIII
han sido una especie muy buscada y exhibida en zoológicos por todo el mundo. Los propios zoológicos están
colaborando en programas de reproducción para proteger la amenazada subespecie asiática.
Los machos son muy fáciles de distinguir gracias a su melena, que hace de su cabeza uno de los símbolos animales
más ampliamente conocidos de la cultura humana. Aparece muy a menudo en la literatura, la escultura, la pintura, en
banderas nacionales, y en películas y literatura contemporáneas.

Morfología
El peso de los leones adultos varía generalmente entre 160-260 kg en los machos y 120-182 kg en las hembras; los
leones tienden a tener un tamaño diferente según el medio ambiente y la zona que habitan, algo que resulta en una
gran variedad de pesos registrados. La longitud de la cabeza y el cuerpo es de 205 a 334 cm en los machos y 180 a
270 cm en las hembras; la altura al hombro alcanza los 125 cm en los machos y las hembras alcanzan 107 cm. La cola
mide de 90 a 105 cm en los machos y 70 a 100 cm en las hembras. Los leones en cautividad suelen ser mayores que
los salvajes —el mayor león jamás documentado es un macho en un zoológico que pesó 454 kg.
Tanto en los machos como en las hembras, el final de la cola tiene una mata de pelos a modo de brocha. En algunos
leones, la mata oculta una «espina» o «espuela» de unos 5 mm de largo, formada por la fusión de las secciones finales
del hueso de la cola. El león es el único félido que tiene una cola con una mata de pelos —se desconoce la función de la
mata y la espuela—. La mata está ausente en el momento del nacimiento, pero se desarrolla a partir de los 165 días de
vida y ya es fácilmente observable a los 7 meses.

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Melena
La melena del león macho, única entre los félidos, es uno de los rasgos más
característicos de la especie. Hace que el león parezca más grande, causando
una excelente intimidación, lo que ayuda al león en los combates contra
otros leones contra la principal especie competidora de los leones en África,
la hiena manchada.

Los ejemplares con una melena más oscura pueden tener una vida
reproductiva más larga y una mayor proporción de supervivencia de las
crías, aunque sufren en los meses más calurosos del año. 2 En los grupos
dominados por una coalición de dos o tres machos, es posible que las leonas
tiendan a querer aparearse más con los leones que tienen una melena más densa.

Biología y comportamiento
Los leones pasan gran parte del tiempo descansando y están inactivos durante
unas 20 horas al día.43 Aunque pueden ser activos a cualquier hora, su actividad
suele tener su punto álgido en el ocaso, con un periodo de socialización, lamida y
defecación. Se producen periodos intermitentes de actividad durante las horas
nocturnas hasta el amanecer, que es cuando los leones cazan con más frecuencia.
Pasan una media de dos horas al día caminando y 50 minutos comiendo.

Organización de los grupos


Los leones son predadores carnívoros con dos tipos de organización social. Algunos son residentes que viven en
grupos llamados manadas. El grupo suele consistir en aproximadamente cinco o seis hembras emparentadas, sus crías
de ambos sexos y uno o dos machos conocidos como la «coalición», que se aparean con las hembras adultas (aunque
se han observado grupos extremadamente grandes de hasta treinta individuos). La coalición de machos de un grupo
suele consistir en dos machos, pero puede aumentar hasta cuatro y después volver a bajar. Los machos son
expulsados de su grupo materno cuando alcanzan la madurez.
El otro tipo de organización social es el de los «nómadas», que se mueven por grandes territorios bien solos o bien en
parejas.45 Las parejas son más frecuentes entre machos emparentados. Hay que
remarcar que un león puede cambiar de estilo de vida; los nómadas se pueden
convertir en residentes y viceversa. Los machos tienen que pasar por este estilo
de vida y algunos nunca son capaces de unirse a otro grupo. Una hembra que se
convierte en nómada tiene muchas más dificultades a la hora de unirse a un
nuevo grupo, ya que las hembras de un grupo están emparentadas y rechazan la
mayoría de los intentos de otras hembras no emparentadas de unirse a su grupo
familiar.

La zona que ocupa una manada recibe el nombre de «área de la manada», mientras que la que ocupa un nómada es
denominada «territorio». Los machos asociados a una manada tienden a permanecer en los límites del área,
patrullando su territorio. los miembros que no cazan y que se dedican al cuidado de la prole reducen la ingesta de
calorías per cápita. La salud de las cazadoras es la necesidad principal
para la supervivencia de la manada, por lo que son las primeras en
devorar la presa en el mismo lugar donde ha sido cazada. Otros
beneficios incluyen la posible selección de parentesco (es mejor
compartir alimentos con un león emparentado que con un extraño),
la protección de las crías, el mantenimiento del territorio y una
seguridad mutua en caso de lesiones y hambre.

Las leonas realizan la mayor parte de la caza de su manada, siendo


más pequeñas, veloces y ágiles que los machos, además de no poseer
la voluminosa y visible melena, que causa un exceso de calor durante
los esfuerzos físicos. Actúan como un grupo coordinado para

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aumentar el éxito de sus cacerías. Sin embargo, los machos tienen una tendencia a dominar la caza una vez que las
leonas han atrapado la presa (de hecho, suelen compartir más la caza con los cachorros que con las leonas) y
raramente comparten aquello que han cazado ellos mismos. Las presas más pequeñas son consumidas en el lugar
donde se las ha cazado, de forma que son compartidas entre los cazadores; cuando la presa es más grande, a menudo
se la arrastra al territorio de la manada. Se comparten más a menudo las presas grandes, pese a que los miembros de
la manada con frecuencia continúan actuando de manera agresiva entre ellos, intentando comer tanto como puedan.
Tanto los machos como las hembras defienden la manada de los intrusos. Algunos leones a menudo encabezan la
defensa contra los intrusos, mientras que otros se quedan atrás, proporcionando otros servicios al grupo. Una
hipótesis alternativa es que existe alguna clase de recompensa asociada al hecho de ser el líder que expulsa a los
intrusos. El macho o los machos con frecuencia defienden el grupo de machos ajenos que intenten apropiarse de la
manada. Las hembras forman una unidad social estable y no toleran hembras ajenas; la composición femenina de un
grupo solamente cambia con el nacimiento o la muerte de las leonas, aun cuando algunas hembras dejan la manada y
pasan a ser nómadas. En cambio, los machos subadultos abandonan la manada en cuanto alcanzan la madurez, a la
edad de unos 2-3 años.

Caza y dieta
Pese a que una leona como esta tiene una dentadura muy afilada, con frecuencia mata a sus
presas estrangulándolas.
Los leones son animales potentes que suelen cazar en grupos coordinados y sitian la presa
elegida. Sin embargo, no tienen una Resistencia al correr particularmente elevada Así pues,
a pesar de que las hembras pueden alcanzar una velocidad punta de unos 59 km/h, sólo lo
pueden hacer en rápidas pero cortas aceleraciones, de forma que han de estar cerca de la
presa antes de iniciar el ataque. Aprovechan factores que reducen la visibilidad; la mayoría
de las presas son cazadas cerca de algún lugar que oculte a las leonas, o durante la noche.
Acechan a la víctima sin ser detectadas, hasta que se encuentran a una distancia de
aproximadamente 30 metros o incluso menos. Generalmente, varias leonas trabajan en equipo y rodean a las posibles
presas desde diferentes puntos. Una vez han rodeado al grupo, suelen atacar a la presa más débil. El ataque es corto y
potente, intentando atrapar a la víctima con una aceleración rápida y un salto final. La presa suele morir por
estrangulación o por asfixia, en la que el león tapa la boca y la nariz de su presa, aunque
las presas más pequeñas pueden matarlas con un simple golpe dado con las patas.

Las presas de los leones son principalmente mamíferos grandes, con una preferencia por
ñus, impalas, cebras, búfalos y facóqueros en África, y nilgós, jabalíes y diversas especies
de ciervos en la India. Los leones también cazan muchas otras especies según la
disponibilidad, Los leones que cazan en grupo son capaces de abatir a la mayoría de
animales, incluso a adultos sanos, pero raramente atacan a presas muy grandes como
jirafas adultas, ya que corren el riesgo de herirse.

Como las leonas cazan en espacios abiertos donde las presas pueden verlas fácilmente, cazar en manada aumenta las
probabilidades de una caza exitosa, siendo el caso más particular el de las presas más grandes. El trabajo en equipo
también les permite defender su caza de manera más sencilla ante depredadores como las hienas, que pueden
resultar atraídas por la presencia de buitres desde kilómetros de distancia en la sabana abierta. Las leonas se
encargan de gran parte de la caza. En la caza típica, cada leona tiene una posición preferida en el grupo, acechando a
las presas por los laterales y después atacando, o bien moviéndose a una distancia más
corta en el centro del grupo y atrapando a las presas que huyen de otras leonas.
Los machos de un grupo no suelen participar en la caza, excepto cuando se trata de
presas grandes como jirafas y búfalos. Los machos sin grupo se ven forzados a cazar en
solitario, aunque también se han dado casos de machos que cazan en grupos.
Las crías empiezan a presentar comportamiento de caza a la edad de unos tres meses,
aunque no participan en la caza hasta que ya tienen casi un año. Empiezan a cazar de
manera efectiva cuando se acercan a los dos años de edad.

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Reproducción y ciclo vital
Durante el período de apareamiento, una pareja puede copular entre veinte y
cuarenta veces al día durante unos cuantos días.
La mayoría de las leonas ya se han reproducido a los cuatro años de edad. Los leones
no se aparean en ninguna época particular del año y las hembras tienen numerosas
fases de estro cada año. Se reproducen con mucha facilidad en cautividad.
El periodo de gestación dura una media de 110 días y la hembra da a luz a una
camada de entre una y cuatro crías en una madriguera aislada,. Las hembras
frecuentemente cazan por sí solas mientras las crías todavía están indefensas,
permaneciendo relativamente cerca de la madriguera donde se encuentran las crías.
Las crías nacen ciegas y no abren los ojos hasta aproximadamente una semana
después de su nacimiento. Pesan entre 1200 y 2100 g al nacer y se encuentran prácticamente indefensas. La leona
mueve las crías a un nuevo lugar numerosas veces al mes, llevándolas una por una cogidas por la piel de la nuca. Este
movimiento tiene como objetivo impedir que se vaya acumulando su olor en el mismo lugar y así evitar la atención de
posibles depredadores.
En general, la madre se reintegra al grupo con sus crías cuando estas tienen
entre nueve y diez semanas.80 Sin embargo, a veces esta introducción a la vida
en manada se produce antes, especialmente si otras leonas han dado a luz en
la misma época. las leonas de un grupo suelen sincronizar su ciclo
reproductivo con el fin de cooperar en la cría y el amamantamiento de los
cachorros (una vez que estos han pasado la fase inicial de aislamiento con su
madre), la sincronización de los nacimientos también es ventajosa en que,
como los cachorros tienen un tamaño muy similar, tienen las mismas
probabilidades de sobrevivir. Si una leona da a luz a una camada de cachorros
un par de meses después de otra leona, por ejemplo, entonces las crías más
jóvenes encuentran dificultades para alimentarse, ya que suelen ser dominadas por las mayores. Por lo tanto, la
muerte de hambre es más común entre las crías jóvenes.

Además de morirse de hambre, los cachorros también corren otros muchos peligros como, por ejemplo, ser cazados
por chacales, hienas, leopardos, águilas marciales y serpientes. En total, hasta un 80 % de los cachorros mueren antes
de llegar a los dos años de edad.
La tolerancia de los machos hacia los cachorros varía. Pese a ello, es más probable que compartan comida con ellos
que con las leonas.
El destete tiene lugar a los seis o siete meses de edad. Los machos logran la madurez a los tres años de edad y con
cuatro o cinco años ya son capaces de desafiar y desbancar al macho adulto de otra manada. Empiezan a envejecer y
debilitarse a más tardar entre los diez y quince años de edad, si no han sido ya gravemente heridos defendiendo su
manada. Por lo tanto, en cautiverio un león puede llegar a vivir treinta años; pero en su hábitat silvestre solo llega a
vivir hasta los doce años los machos y dieciséis las hembras. Cuando el macho dominante es expulsado por su rival,
raramente recupera su estatus dentro de la manada viéndose obligado a exiliarse. Cuanto antes empiecen a procrear,
una vez toman el control de una manada, más éxito reproductivo tendrán antes de llegar a la vejez y ser desterrados
por leones más jóvenes. Las leonas a menudo intentan defender fieramente a los cachorros ante un macho usurpador,
pero raramente tienen éxito.

Aunque los leones adultos no tienen depredadores naturales, los indicios sugieren que la mayoría sufren una muerte
violenta causada por humanos o por otros leones. Esto es particularmente cierto en el caso de los machos, que, como
principales defensores de la manada, tienen más probabilidades de interactuar agresivamente con machos rivales. De
hecho, pese a que un león macho puede lograr una edad de quince o dieciséis años si consigue no ser expulsado por
otros machos, la mayoría de machos adultos no viven más de diez años. Este es el motivo por el cual en estado salvaje
la longevidad media de los leones tiende a ser significativamente inferior a la de las leonas. Sin embargo, los
miembros de ambos sexos pueden resultar heridos o incluso muertos por otros leones cuando entran en conflicto dos
manadas con territorios concurrentes.

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Comunicación
Frotarse y lamerse son comportamientos sociales comunes en la manada.
Los gestos pacíficos más comunes son el de frotarse la cabeza y los lametones
sociales, Frotarse la cabeza, utilizando el hocico para acariciar la frente, la cara
y el cuello de otro león, parece ser una clase de saludo, ya que se observa a
menudo cuando un animal ha estado separado del resto o tras un combate o
conflicto. Los machos tienden a frotar a otros machos, mientras que los
cachorros y las hembras frotan a otras hembras. Su repertorio de
vocalizaciones también es amplio; las variaciones en la intensidad y la altura
de los sonidos, en vez de las señales visuales, parecen formar la base de la
comunicación. Los sonidos de los leones incluyen respingos, roncos, siseos,
toses, maullidos, ladridos y, por supuesto, rugidos. Los leones tienden a rugir
de manera muy característica, empezando con unos cuantos rugidos graves y
largos, que conducen a una serie de rugidos más cortos. Suelen rugir por la
noche; el sonido, que puede ser escuchado desde una distancia de 8 km, sirve
por anunciar la presencia del animal. Los leones tienen el rugido más potente de entre los félidos.

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