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GOBIERNO REGIONAL AMAZONAS

DIRECCIÓN REGIONAL DE
EDUCACIÓN AMAZONAS

EL PODER
DE LA LECTURA
Conversatorio - Recital
Autores Participantes
Alondra Oviedo Rabanal
Licenciada en sociología por la
Universidad Nacional Mayor de San
Marcos con la tesis: Entre la Pureza y el
Peligro. El individuo dentro del
Movimiento Misionero Mundial. Se
desempeñó como asistente de investiga-
ción en la Universidad Nacional Mayor
de San Marcos y en la Ponticia Universidad Católica del Perú.
Asimismo, se desempeñó como pre-docente en la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos de los cursos: Sociología de género,
Sociología política y Sociología latinoamericana. Ha publicado
artículos académicos en revistas de ciencias sociales como Discursos
del sur y Quehacer. Sus temas de interés son: la sociología de la
religión, sociología del individuo y la sociología de las instituciones.

Luis Miguel Portilla


Nació en Perú, en la ciudad de
Chachapoyas capital de la región de
Amazonas, el 15 de enero de 1986. A muy
temprana edad se inicia en el mundo del
arte, destacando en la pintura y en la
música. Abandona su carrera de
Ingeniería e ingresa en la sede de la
Escuela de Bellas Artes de Chachapoyas.
El año 2012 su pintura sufre una gran transformación después de un
viaje a la selva peruana, donde se queda un tiempo para aprender
técnicas ancestrales junto a las culturas Aguarana y Wampis.
El año 2016 es invitado a exponer en México, en la Galería Agua
Fuerte y meses después en el museo de arte latinoamericano en
California EE.UU.; al año siguiente viaja a exponer en Francia en el
castillo de Saint Auvent y en diferentes galerías.
Su obra se basa en la deshumanización del hombre, la separación del
ser humano con la naturaleza, la pérdida de identidad y la amnesia
colectiva de la humanidad ante lo esencial de la vida. Su pintura
encierra ese grito contenido durante cientos de años, que busca por n
ser escuchado.
Jamilton Loja Maldonado
Nació en el distrito de Cheto, provincia
de Chachapoyas, en 1970. Es profesor de
lengua y literatura. Ha publicado: "No
una, sino muchas voces / La narración en
Chachapoyas" (1998), "Extramuradón"
(relatos, 2000), "(Des)encuentros / La
poesía erótica en Amazonas" (2001), "Los días y los sueños"
(novela, 2003), "Érase una vez en Amazonas / Mitos, cuentos y
leyendas provenientes de la tradición oral" (2005), La pampa y la
culebra / Veinte relatos de magia y encanto provenientes de la
tradición oral" (2006), "Cuentos y Leyendas de Luya " (2012),
"Extramuración y otros relatos de Augusto Monte Negro"
(2015) y "Cuentos de más antes" (2017)

José Santillán Salazar


Nació en Chachapoyas. Exalumno del
Centro escolar de varones 131. Exalumno
del Colegio San Juan de la Libertad. Cursó
estudios superiores en la Escuela Normal
Mixta, de profesor de Educación Básica.
En la Universidad Nacional Enrique
Guzmán y Valle, La Cantuta, egresó
como licenciado en Lengua y literatura.
En la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, cursó
Actualización y perfeccionamiento en Didáctica del lenguaje y la
literatura. Además, en la Ponticia Universidad Católica, estudió
Tratamiento curricular e investigación. Cuenta con una maestría
en Docencia Superior por la Universidad Nacional Pedro Ruiz
Gallo y otra maestría en Administración y Gestión Educativa, por
la Universidad Nacional Toribio Rodríguez de Mendoza. Se
desempeñó como docente en los colegio César Vallejo de
Magdalena, San Juan de la Libertad en Chachapoyas. Laboró como
docente de IESPP Toribio Rodríguez de Mendoza, donde actual-
mente desempeña el cargo de Director General.
Textos Seleccionados
POR QUÉ LA AVISPA TIENE LA CINTURA TAL
DELGADITA
Había fiesta en el pueblo.
1
La huccha , tremenda fiestera, quería irse a bailar;
pero no sabía qué hacer porque tenía un hijo bebito.
¿Irse con su cría, sólo a ver cómo otros se divierten? Ni
pensarlo. Tampoco podía dejarle solito; no, no era de
esas mamás desalmadas que se van de parranda
abandonando a sus hijos.
De tanto pensar se acordó de su vecina la avispa.
Sin pérdida de tiempo corrió a verla y le planteó su
pedido.
-Está bien, doña María. Entre vecinas y cuando se
puede, estamos para ayudarnos –dijo comprensiva la
avispa, sin hacerse de rogar.
La avispa era de palabra. Y cuando llegó la noche,
puntual se presentó en la casa de la huccha.
Sin esperar más, ese mismo ratito la huccha
arrancó para la fiesta.
Pero al instante regresó. Y le dijo a la avispa:
-Si llora mi hijo, me llamas y yo vengo rapidito.
María Citiringa es mi nombre. ¡Cuidadito con decirme
María Huccha, no me gusta ese nombre!
Luego salió como una bala.
El hijo de la huccha dormía y la avispa se sentía
más que aburrida. Para distraerse, le picó en la trompita
al bebé. Y éste se despertó asustado, llamando a su
mamá.
-No está tu mamita –le avisó la avispa.
-¿No está? -preguntó el hijo de la huccha y
rompió a llorar.
-Ha ido a la fiesta. Yo te voy a acompañar.
Pero el hijo de la huccha no quería ni mirarla.
Lloraba con más fuerza.
- Vamos a jugar –ofreció la avispa.
-¡No quiero jugar! –gritó el hijo de la huccha, sin
parar de llorar.
Viendo que era imposible hacerle callar, la avispa
voló a la fiesta; en la puerta del salón de baile se puso a
gritar:
-¡María Citiringa, María Citiringa, llora tu cría!
La huccha sólo tenía oídos para la música.
La avispa volvió a gritar varias veces, llamándole.
Mas la huccha sólo quería escuchar la música y bailar,
bailar rico, hasta las últimas consecuencias.
Entonces, desesperada y llena de rabia, la avispa
le gritó de este modo:
-¡María huccha, llora tu cría!
Ahí todavía salió la huccha, molestísima.
-¿Qué dices, so disparate? –reventó su cólera en
un grito.
-¡Te digo que llora tu cría, María Huccha!
–respondió la avispa.
Y ahí fue cuando ya no pudo contenerse la
huccha.
-¡María Citiringa es mi nombre, no María
Huccha! –gritaba rabiosa, mientras le golpeaba.
Y le golpeó tanto, tanto, que casi le troza su
cintura; sólo quedó un hilito entre la cabeza y el
abdomen de la pobre avispa.
Dicen que por eso la avispa tiene la cintura bien
delgadita como un hilo.

1
Huccha (palabra quechua): ratón. “Nuestros indios bautizaron a los ratones con el nombre de hucuchas,
esto es, salidos del mar”, nos dice don Ricardo Palma en su tradición “Los ratones de fray Martín”.
Como el tamalito
Chunlla1 estaba la noche en el pueblo. La luna,
con la cara llena, brillaba contenta en lo alto. Un
viento frío corría a su antojo.
El Joshé y la Dula estaban apoyados al viejo nogal
de la huerta, abrazados estrechamente.
-¡Abrázame, Joshé! –decía ella, con gemido sin
dolor.
El pobre Joshé apretaba sus brazos de lampero
recio.
-¡Abrázame más, más Joshé! –exigía la Dula.
Y el Joshé, que la estrechaba con ganas, pero
tenía miedo de quebrarle si apretaba más sus brazos en
torno a ese cuerpo cimbreante y tibio, dijo:
-Pero si te estoy abrazando bien fuerte…
-¡No así, Joshé!
-Cómo, Dula, cómo entonces…
Y la Dula, entonces, gimió con urgencia:
-¿Así como el tamalito no pué, Joshé? ¡Así quiero
que me abraces!
-¿Cómo el tamalito? –preguntó aún el pobre
Joshé.
-Sí, pero con su carnecita adentro.

Jamilton Loja Maldonado

1
Chunlla: callado, silencioso, ausente.
ENTRE LA PUREZA Y EL PELIGRO: EL INDIVIDUO
DENTRO DEL MOVIMIENTO MISIONERO MUNDIAL

Resumen

En sociedades denominadas “individualistas” como la


norteamericana u europea, la aparición y el modo de
funcionar de lo que Lewis Coser (1978) denomina
“instituciones voraces” resulta un hecho excepcional.
Ello debido a que la tendencia es que el individuo se
halle inscrito en una red de filiaciones de grupo que no
reclaman su adhesión absoluta. Sin embargo, en
sociedades desiguales jerárquicas y no individualistas
como la nuestra, la aparición de estas “instituciones
voraces” no sería algo eminentemente excepcional,
pues, estas parecen reproducir dentro de sí un orden
más global que atañe o es transversal a toda la sociedad
en su conjunto. Teniendo en cuenta este contexto, la
presente investigación explora cómo se forma un
individuo dentro de una institución religiosa pentecos-
tal a la que, siguiendo lo anterior, catalogamos de
voraz por cuanto sus demandas para con sus fieles son
“omnívoras”. Para dar cuenta de ello proponemos una
exploración etnográfica que analiza cinco dimensiones
de la religiosidad: dimensión ritualista, dimensión de la
experiencia religiosa, dimensión ideológica, dimensión
intelectual y la dimensión de las consecuencias de las
convicciones religiosas. De dicha exploración conclui-
mos que el Movimiento Misionero Mundial logra
captar el tiempo y la energía de sus miembros, exclu-
yendo posibles focos competidores, a la vez que
configura la visión que estos tienen de sí mismos, del
mundo, sus pares y los extraños; constituyéndose, así,
en la fuente más importante en la que se funde la
personalidad de sus fieles.

Alondra Oviedo Rabanal

LÍRICA BREVE-LA LUNA NUEVA


Rabindranaz Tagore

7
EL PRINCIPIO
-¿De dónde venía yo cuando tú me encontraste?- pre-
guntó el niño a su madre.
Ella, riendo y llorando, le respondió apretándolo con-
tra su pecho: “Tú estabas en mi corazón, como su ansia,
amor mío. Estabas con las muñecas de juguete de mi in-
fancia; y cuando cada mañana hacía yo la imagen de mi
dios con barro, a ti te hacía y te deshacía. Estabas en el
altar con el dios de nuestra casa; al adorarlo a él te ado-
raba a ti. Estabas en todas mis esperanzas y en todos mis
cariños. Tú has vivido en mi vida y en la vida de mi madre.
Tú fuiste viniendo, siglo tras siglo, en el seno del espíritu
inmortal que rige el hogar nuestro. Cuando yo era una
muchacha y mi corazón abría sus hojas, tú flotabas en fra-
gancia a mi alrededor. Tu tierna suavidad floreció antes
en mis carnes juveniles, como el color en el oriente antes
de salir el sol. Primer amor del cielo, hermano gemelo de
la luz del alba, bajaste al mundo en el río de la vida y al
fin te paraste en mi corazón…
¡Qué embeleso me sobrecoje al mirarte a ti, hijo, que
Siéndolo todo te has hecho mío; y qué miedo de perderte!
¡Así, bien apretado contra mi pecho! ¡Ay!, ¿qué poder
májico ha enredado el tesoro del mundo a mis débiles brazos?

32
EL FIN
Me voy, madre; es mi hora… Cuando en la oscuridad
clareante de la madrugada solitaria tiendas tus brazos bus-
cando a tu niño por tu cama, yo te diré: “¡ El niño ya
no está!”…Madre, me voy.

Me convertiré en un aire delicado para acariciarte; seré


las onditas del agua cuando te bañes, y te besaré y te be-
saré sin descanso. En las noches de huracán, cuando la
lluvia rumoree en las hojas, oirás desde tu cama mi susu-
rro, y mi risa brillará con el relámpago por tu ventana
abierta

Si, pensando en tu niño, te pasas las horas de la no-


che desvelada, yo te cantaré desde las estrellas; “ Duerme,
madre, duerme.” Vendré en el rayo de luz y me pasaré
suavemente a tu cama y echaré en tu pecho mientras
duermes. Me haré un ensueño y por las rajitas de tus pár-
pados me hundiré en lo más hondo de tu descanso; y
cuando te despiertes sobresaltada y mires alrededor, sal-
dré volando con un temblor de mariposa a la oscuridad.

En la fiesta grande de Puja, cuando vengan a jugar a


casa los niños del vecino, fluiré yo derretido en la música
de la flauta y latiré todo el día en tu corazón. Tía traerá
regalos de la feria, y preguntará: “¿Y el niño, hermana,
dónde está?” Madre, y tú le dirás dulcemente: “Esta en
las niñas de mis ojos, está en mi cuerpo, está en mi alma.”

leído por Alondra Oviedo


CARTAS A UN JOVEN POETA
Rainer María Rilke.

Las obras de arte son soledades infinitas y con nada son menos
alcanzables que con la crítica. Solo el amor puede comprenderlas,
celebrarlas y ser justo con ellas. Dese siempre a usted mismo y a su
sentimiento toda la razón frente a cualquier polémica, discusión o
introducción; y si usted estuviera equivocado, el crecimiento
natural de su vida interior le conducirá lentamente y con el tiempo
hacia otros conocimientos. Deje que sus juicios tengan su desarro-
llo propio, tranquilo e ininterrumpido, que, como todo progreso,
debe venir, profundo, de dentro, y por nada puede ser presionado
ni precipitado. Todo es gestar y después parir. Permitir que llegue a
madurar cada impresión, cada germen de un sentimiento por
completo en sí mismo, en lo oscuro, en lo indecible, en lo incons-
ciente, en todo lo inalcanzable para el propio entendimiento, y
aguardar con profunda humildad y paciencia la hora del parto de
una nueva claridad; sólo así se vive artísticamente, tanto en la
comprensión como en la creación.

El tiempo del aprendizaje es siempre largo y hermético. De este


modo, amar será durante mucho tiempo y a lo largo de la vida,
soledad, recogimiento prolongado y profundo para aquel que
ama. Amar, sobre todo, no es nada que signifique evadirse de sí
mismo, darse y unirse a otro, porque ¿Qué sería la unión de unos
seres aún turbios, incompletos, confusos? Amar es una sublime
oportunidad para que el individuo madure, para llegar a ser algo
en sí mismo. Convertirse en un mundo, transformarse en un
mundo para sí por amor a otro, es una pretensión grande y
modesta a la vez, algo que elige y que da vocación y amplitud.

leído por Luis Portilla


TODO ME LLEVA…

Todo me lleva hacia ti:


los caminos de la tarde,
los vientos huracanados,
el costillar de Rocinante.

Me arrastran tus ojos;


me jala tu mano, tu boca
inasible y magnética;
sin que nadie lo sepa.

Aunque estás distante,


eres mi bálsamo de amor
en mi soledad desértica.

Todo me lleva hacia ti


a lo largo de la cordillera,
pero tú…, te alejas de mí.

CHACHAPOYAS

Estoy mirándote de la colina.


El tiempo pasa, pocos tejados.
Ya no eres la ciudad antigua,
orlada de árboles y prados.

Chachapoyas, ciudad de paso.


Los arrieros iban y venían
por El Molino o por El Atajo,
con harina o sal de La Mina.

El futuro llega muy rápido,


abro los ojos y ya es pasado,
y dejo mi canto nostálgico.
Quiero soñar que serás un día
una ciudad ordenada y limpia.
Llena de música, danza, poesía…

ADIÓS

Me agarro
de tu voz
y navego
hacia tu corazón
con mis pobres remos.
Voy sobre las olas
Inicia el ansiado sueño.
Pero me clavas
el acero
de un implacable ADIOS, y otra vez naufrago.
Ahogándome
en el mar
de la pasión
te veo que te alejas:
te vas y te vas,
te vas como una gaviota
con la caída del sol
hacia un puerto celestial
a donde mi barca
nunca llegará.
¡Oh Dios!
¿Por qué mi corazón sólo tiene que sangrar?

José Santillán Salazar


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