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N.º 65 - 2.

º CUATRIMESTRE - 2007

OGASUN ETA HERRI DEPARTAMENTO DE HACIENDA


ADMINISTRAZIO SAILA Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

Eusko Jaurlaritzaren Argitalpen Zerbitzu Nagusia


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Donostia-San Sebastián, 1 - 01010 Vitoria-Gasteiz

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Fotokonposaketa: RGM, S.A.


Fotocomposición: Padre Larramendi, 4 - 48012 Bilbao

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Impresión: Padre Larramendi, 4 - 48012 Bilbao

Lege Gordailua: BI - 2017-85


Depósito Legal:

ISSN 0213-3865
SUMARIO
PRESENTACIÓN

RESPONSABILIDAD SOCIAL DE LA EMPRESA. Coordinador:


Más allá de la sabiduría convencional José Miguel Rodríguez Fernández

Responsabilidad social corporativa y análisis


12 José Miguel Rodríguez Fernández
económico: práctica frente a teoría

Responsabilidad social de la empresa: una revisión


50 Domènec Melé
crítica a las principales teorías

Economía del gobierno empresarial orientado a


los interesados: el caso de la empresa intensiva 68 Vicente Salas Fumás
en conocimiento

La responsabilidad social dentro del sector público 84 Mónica Melle Hernández

Promoción pública de la responsabilidad social


108 Josep María Lozano
empresarial

Condiciones para la eficacia de los códigos internos Marta de la Cuesta González


128
de responsabilidad social de la empresa Carmen Valor Martínez

Análisis empírico de la información emitida por las


Orencio Vázquez Oteo
empresas del IBEX 35 en materia de responsabilidad 150
Carlos Cordero Sanz
social corporativa

Arantza Echaniz Barrondo


Experiencia práctica de ámbito regional: el impulso
Jone Gurrea Iza
a la responsabilidad social empresarial en 184
Jorge Berezo Díez
el País Vasco
Olga Gómez Gerbolés

Responsabilidad social y organizaciones


208 Carmen Marcuello Servós
no lucrativas

Sonia M. Rodríguez Parada


El compromiso social de la banca alternativa 228
M.a José Cabaleiro Casal

Cómo medir la actuación de los grupos de interés:


métodos y enfoques generales de evaluación 260 Stuart Cooper
económica

El marco de la información sobre responsabilidad


284 José Mariano Moneva Abadía
social de las organizaciones

Incidencia de la GRI-2002 en las emisiones de Igor Álvarez Etxeberria


318
memorias sostenibles Ainhoa Garayar Erro
OTRAS COLABORACIONES

Valoración de la garantía de los planes de pensiones


342 José Manuel Chamorro Gómez
en España

Cómo afectan los cambios estructurales a


362 María Mendiluce Villanueva
la intensidad energética en España
7

PRESENTACIÓN

En su obra Mon coeur mis à nu: journal intime, de 1887, Charles Baudelaire no dudó en afir-
mar que el comercio es, por esencia, satánico, añadiendo que representa la forma más baja y
vil del egoísmo humano. Para quien se dedica a ello, la honradez es en sí misma una especula-
ción lucrativa, aun cuando concedió que el menos infame de todos los comerciantes es el que
dice: «Seamos virtuosos para ganar mucho más dinero que los necios que son viciosos».
Estas afirmaciones siempre me recuerdan algunos de los rasgos que hoy caracterizan la
práctica de la responsabilidad social empresarial. No faltan quienes, desde el triunfalismo y
animados por los nuevos gurús en la materia, sólo perciben toda suerte de acciones bené-
ficas en el comportamiento de la mayoría de las empresas más conocidas. Frente a ellos,
una parte significativa de la opinión pública vislumbra más bien lo contrario y quizá hasta
llegase a suscribir tal cual las duras descalificaciones del poeta parisino.
Sin embargo, probablemente, no existen razones sólidas para generalizar y dar por bue-
na una u otra visión. Ahora bien, en lo que sin duda parecen estar de acuerdo en el mundo
de los negocios y hasta en determinados círculos del conjunto de la sociedad es en dar por
bienvenida la responsabilidad social de las compañías siempre que no modifique realmente
las bases del statu quo. Puesto que el actual sistema económico debe considerarse el me-
nos malo de los posibles, es decir, una «realidad dada» y un punto de partida no discutible en
ningún análisis, habrá de aceptarse que resulta lógico e incluso suficiente circunscribir la res-
ponsabilidad social de las compañías sólo a ganar el máximo dinero de una forma ética. Es la
virtud al servicio de la cuenta de resultados. Un proceder que, al fin y al cabo, ya conseguía
suavizar la severa reprobación inicial de Baudelaire; y un enfoque muy propio de una época
en la que se nos ha intentado convencer del advenimiento del «fin de la historia».

Eppur si muove… En algunos ámbitos sociales surge la sensación de que esto último si-
gue siendo una forma de desbordamiento del oikos —la esfera mercantil— sobre el ágora
—la esfera del debate político—, aunque sea un desbordamiento contenido por la necesi-
dad de favorecer la legitimación, reputación e imagen de las empresas mediante el respeto
de determinados principios éticos, la aplicación de algunos compromisos en el plano social
o de los derechos humanos y la preocupación por la sostenibilidad medioambiental. De aquí
que algunos sectores de la opinión pública continúen equiparando la tan propagada res-
ponsabilidad social corporativa con un refinado ejercicio de relaciones públicas y marketing
en pro de aumentar los beneficios financieros. Por tanto, emergen voces a favor del debate.
Y, además, cada vez con mayor frecuencia aparece en escena quien reclama una reflexión
que tenga en cuenta categorías políticas, en el sentido más noble de la expresión. De este
modo, se amplía el ángulo de la discusión. Algunos de los protagonistas adoptan una pers-
pectiva multidisciplinar, engarzando sus inquietudes con el estudio de la reforma de la em-
presa —un viejo tema—, así como de las consecuencias socioeconómicas derivadas de las
reglas propias del vigente sistema y de la conducta de su establishment. ¿Por qué no imagi-
nar una empresa verdaderamente ciudadana y unos auténticos ciudadanos en la empresa?

En dicho contexto, las páginas siguientes pretenden ofrecer al lector pistas para ir más
allá de la presente sabiduría convencional en materia de responsabilidad social de las firmas,
hasta situarle ante nuevos interrogantes. A la vez, se presentan aportaciones que enlazan la
cuestión con las Administraciones públicas, el sector no lucrativo o la banca alternativa.

El primer artículo, de José Miguel Rodríguez Fernández, ante todo repasa en el tiempo
algunas de las distintas interpretaciones que ha ido mereciendo o recibe hoy esa responsa-
bilidad social, un concepto maleable y lábil. Es un intento por sistematizar las grandes orien-
taciones que se detectan al respecto, para poder confrontar a continuación algunas de las
visiones prácticas con un enfoque normativo avanzado e integral de la empresa ciudadana,
estructurado sobre varios ejes: vincular dicha responsabilidad con el gobierno de las com-
pañías y participar en la decisiones; otra forma de evaluar los resultados alcanzados por la
firma, con referencia a la creación de rentas o cuasi-rentas económicas para los diferentes
implicados en la organización; una verificación externa e independiente de los referidos re-
sultados; y finalmente un replanteamiento de los incentivos para los directivos o gerentes.

Por su parte, un especialista en ética económica y de los negocios como Domènec


Melé sintetiza el «estado del arte» en cuanto a las teorías de la responsabilidad social de la
empresa, analizando sus fundamentos y consecuencias normativas. De entrada, se ocupa
de la teoría comúnmente denominada del comportamiento o actuación social de las com-
pañías (corporate social performance), para luego revisar el enfoque del valor para el accio-
nista. Después de ocuparse de la teoría de los grupos de interés (stakeholder theory), de-
semboca finalmente en la «ciudadanía empresarial» (corporate citizenship).

Desde la perspectiva económica, Vicente Salas Fumás se centra en el análisis del cono-
cimiento y el capital humano específico como activos estratégicos en las empresas actuales,
al proporcionarles ventajas competitivas. Desde el momento en que el conocimiento está in-
corporado en las personas y éstas no pueden ser objeto de compraventa, el control último
sobre ese conocimiento reside en la persona que lo posee, independientemente de quien lo
haya pagado. Los costes de transacción —derivados de la incertidumbre— impiden regular
el intercambio entre trabajador y empresa dentro de un esquema de «contratos completos» y
es preciso recurrir a los «contratos incompletos». Éstos incorporan mecanismos de decisión
para dar respuesta a las contingencias no previstas en el momento de redactar el contrato.
Y, en tal contexto, al elegir el mecanismo de gobierno es preciso tener en cuenta la singulari-
dad del conocimiento incorporado en las personas como recurso estratégico. El autor termi- 9
na mostrando los resultados de la contratación bajo los diferentes supuestos planteados.
Tras estos primeros trabajos de carácter general, Mónica Melle Hernández perfila la res-
ponsabilidad social en el sector público. Sugiere algunos principios al respecto y describe
los grupos de interés relevantes en las Administraciones públicas, para luego apostar por
un nuevo enfoque en los procesos de adopción de decisiones, con un papel más activo de
los citados stakeholders o partes interesadas. Por último, expone las iniciativas concretas
más importantes desarrolladas por esas Administraciones en materia de responsabilidad
social y desarrollo sostenible, junto con las perspectivas de futuro que ofrecen dichas ma-
terias en los sistema de gestión del sector público.
El siempre debatido asunto de la promoción pública de la responsabilidad social corpora-
tiva se aborda por Josep Maria Lozano Soler, situando previamente esta última dentro de
un concepto de empresa relacional e interdependiente. La gestión del impacto social de las
firmas es, de hecho, la gestión del impacto de sus actuaciones dentro de un entramado de
relaciones con sus stakeholders. Al mismo tiempo, la realidad implica concebir estas relacio-
nes de manera bidireccional; una empresa que no solamente sea capaz de actuar, sino que
también tenga capacidad de escucha. En este sentido, el diálogo con los diversos stake-
holders se convierte en un elemento vertebrador del uso de esas relaciones. Tras perfilar el
marco general de las políticas públicas sobre responsabilidad social empresarial, realiza un
análisis comparado al respecto en el ámbito europeo y destaca los principales esquemas
aplicados, resultando relevante en cada caso el modelo de empresa e, incluso, de país.
Seguidamente, Marta de la Cuesta González y Carmen Valor Martínez se aplican en el
estudio de los códigos de responsabilidad social corporativa de carácter interno, también
denominados de tercer nivel: esto es, aquellos elaborados, supervisados y controlados en
el seno de la propia firma y a instancia suya. Hoy proliferan como alternativa o complemen-
to frente a la regulación en sentido estricto, por lo que proceden a analizar los requisitos
para su eficacia desde una doble perspectiva, interna y externa; la primera alude a las con-
diciones que deben cumplirse para que el código consiga conductas éticas por parte de
los empleados; la segunda atañe al potencial y a las limitaciones de los códigos para servir
de alternativa a la regulación tradicional. Terminan con una breve referencia al estado de la
cuestión en las empresas españolas.
La información contenida y difundida en los informes anuales de sostenibilidad o res-
ponsabilidad social corporativa es objeto de una investigación empírica para el caso con-
creto de las empresas españolas incluidas en el índice bursátil IBEX-35. Corre a cargo de
Orencio Vázquez Oteo y Carlos Cordero Sanz, quienes sintetizan los resultados alcan-
zados al respecto en el último estudio efectuado por el Observatorio al que pertenecen.
Para ello, presentan una larga lista de indicadores orientados a evaluar la calidad de la in-
formación transmitida por cada una de las compañías concretas de dicho índice, y ponen
de manifiesto en último término las notables diferencias detectadas al respecto entre fir-
mas y el importante camino que les falta todavía por recorrer.
Jone Gurrea Iza, Arantza Echaniz Barrondo, Jorge Berezo Díez y Olga Gómez Ger-
boles ofrecen otra perspectiva empírica mediante un estudio específico relativo a la Comu-
nidad Autónoma de Euskadi (CAE). Ante todo, destacan las peculiaridades de la sociedad
vasca y de su entramado empresarial, las cuales pueden explicar una aproximación a la
responsabilidad social de las firmas distinta a la observada en otros contextos geográficos.
A continuación, resumen las percepciones de las empresas vascas en esa materia, a la vez
que describen las correspondientes preocupaciones de los grupos de interés. Y más tarde
ofrecen un pausado recorrido por las distintas iniciativas y agentes que apoyan el desarro-
llo de esa responsabilidad social en la CAE, destacando especialmente una de ellas, la he-
rramienta Xertatu, puesta en marcha por la Diputación Foral de Bizkaia.
Las organizaciones no lucrativas merecen una atención detallada que el trabajo de
Carmen Marcuello Servós cumple plenamente. Por su origen, fines y funcionamiento
muestran unas características particularmente idóneas para incorporar y poner en práctica
en su propia gestión el contenido básico de la responsabilidad social corporativa. Sin em-
bargo, la autora da un paso más allá y se pregunta si eso es suficiente para que tales orga-
nizaciones sean consideradas socialmente responsables. Debido a que en muchos casos
desempeñan una función como proveedoras de bienes públicos y generadoras de benefi-
cios colectivos, ¿deberían cumplir con obligaciones y condiciones más exigentes?; o más
bien, ¿las condiciones exigidas a la empresas sobre responsabilidad social corporativa de-
berían ser las mismas que para dichas organizaciones no lucrativas? El artículo finaliza con
una referencia a dos escenarios especiales: las organizaciones no gubernamentales inter-
nacionales y el mercado de los donantes.
También Sonia Margarita Rodríguez Parada y María José Cabaleiro Casal se sitúan en
un marco de estudio muy definido cuando abordan el estudio de la banca alternativa o so-
lidaria y su compromiso social. Mediante la comparación entre esta banca y la tradicional
intentan discernir el verdadero grado de compromiso social en la actividad de intermedia-
ción. A estos efectos, identifican las características distintivas entre ambos tipos de ban-
ca, entre las que destacan su objetivo empresarial, perfil de clientela, cartera de productos
ofertada y estilo de gestión. Una vez sugeridos y analizados varios indicadores, considera-
dos relevantes para medir ese grado de compromiso social adquirido en la intermediación,
introducen algunas reflexiones sobre la necesidad de evaluar con criterios distintos a los
habituales el rendimiento, no exclusivamente monetario, de la banca alternativa.
En el marco del problema general de la evaluación de los resultados empresariales,
Stuart Cooper nos recuerda la reciente incorporación a la legislación del Reino Unido del
modelo accionarial ilustrado o matizado, en el cual los grupos de interés distintos de los
accionistas constituyen instrumentos con el fin de potenciar el valor para estos últimos. Los
citados participes no accionariales devienen así relevantes, siendo, pues, importante ges-
tionar y medir su rendimiento. Para dicho propósito, se cuenta con dos enfoques genera-
les, uno con base monetaria y otro de base no monetaria. En el artículo se analiza su apli-
cación a dos categorías de stakeholders concretas: los empleados y el medio ambiente. El
autor concluye subrayando las dificultades tanto éticas como operativas afrontadas en el
cálculo de los valores económicos generados para los diferentes partícipes o implicados; y
por ello prefiere adoptar una perspectiva multi-dimensional en esta cuestión.
Cuando se desea conocer las prácticas actualmente más difundidas acerca de la elabo-
ración y difusión de las informaciones sobre responsabilidad social corporativa, es obligado 11
referirse a los modelos de informes de sostenibilidad sugeridos por la Global Reporting Ini-
tiative (GRI). De ello se encarga José Mariano Moneva Abadía, quien de entrada realiza un
estudio histórico de la evolución y fundamentos de la información social y medioambiental,
para luego situar el foco en las propuestas de la GRI. Así, explora el marco actual para la
elaboración de los mencionados informes y explica las orientaciones proporcionadas, junto
con su aplicación práctica y los principales rasgos de lo publicado. El artículo termina plan-
teando los retos fundamentales a los que deberá hacerse frente en este campo.
La GRI está también presente en la aportación de Igor Álvarez Etxeberria y Ainhoa Ga-
rayar Erro, en la que contrastan empíricamente el impacto de la GRI en su versión 2002 a la
hora de publicar memorias de sostenibilidad en las empresas españolas, las cuales duran-
te los últimos años han multiplicado sus esfuerzos al respecto. Así, en el sector bancario,
al igual que en el sector eléctrico se observa un rápido proceso de difusión de este tipo de
memorias, mediante una especie de imitación entre entidades. Lo mismo ocurre en el ámbi-
to de las cajas de ahorros. Por otro lado se advierte una falta de comparabilidad y continui-
dad en las memorias publicadas, de lo que puede inferirse que el objetivo de éstas parece
relacionarse más con intentos de mejorar la reputación que con esfuerzos por favorecer la
comunicación con los grupos de interés y transmitir información útil para la adopción de de-
cisiones.
Por lo que atañe a la parte no monográfica del presente número, José Manuel Chamo-
rro Gómez profundiza en su artículo acerca de las consecuencias de algunas posibles al-
ternativas al actual sistema de pensiones de la Seguridad Social que refuercen la viabilidad
futura del mismo. En estos nuevos sistemas se invita, e incita, a los individuos a contribuir
a planes de pensiones individuales de aportación definida. Partiendo de esta premisa, en
este trabajo se analizan dos tipos de garantía mínima sobre el rendimiento de una mues-
tra representativa de planes de pensiones del sistema privado de pensiones español como
forma de incentivar la suscripción a este tipo de planes.
Para finalizar, María Mendiluce Villanueva analiza cómo afectan los cambios económi-
cos estructurales a la intensidad energética en España e identifica los factores clave que
permiten explicar por qué su evolución sigue un camino distinto al de otros países euro-
peos. Se utiliza el método de desagregación de índices y se compara con la UE-15. Este
estudio se complementa con un resumen descriptivo de la evolución de la intensidad ener-
gética en los distintos sectores económicos y en el sector residencial.
Responsabilidad social corporativa y
análisis económico: práctica frente a teoría

12
El objetivo fundamental del artículo es doble. Primero, subrayar determinados interrogantes ori-
ginados por el trasfondo latente en las actuales prácticas de responsabilidad social corporativa.
Segundo, apuntar nuevas perspectivas para alcanzar una visión más avanzada en la materia.
Para ello, de entrada, un repaso histórico de las interpretaciones dadas al concepto en diversas
etapas permite detectar su carácter cambiante y maleable. Más tarde, se presenta un esquema
con los cuatro enfoques principales que pueden distinguirse al respecto en términos académicos.
Finalmente, el análisis se centra en resaltar detalladamente las diferencias entre: a) la práctica es-
tratégica e instrumental, ahora de moda; y b) una teoría normativa derivada del análisis económico
de un modelo integral de empresa pluralista o stakeholder. Se hace hincapié en la importancia de
articular un gobierno corporativo global o ampliado —pluralista y participativo—, así como generar
riqueza para todas las partes interesadas. Por tanto, sin la primacía a priori de una parte (los ac-
cionistas) sobre las restantes en cuanto a capacidad de decisión y creación de valor.

Artikulu honek bi helburu nagusi ditu. Batetik, enpresen gizarte-erantzukizunaren egungo praktiken
oinarriak berak eragindako hainbat zalantza azpimarratzea. Bestetik, ikuspegi berriak ezagutzera
ematea, gaiari buruzko ezagutza sakonagoa izateko. Horretarako, lehendabizi, kontzeptuak hainbat
etapatan izan dituen interpretazioen errepaso historikoa egiten du artikuluak, eta horrek agerian
jarriko digu kontzeptuaren aldakortasuna eta malgutasuna. Ondoren, arlo akademikoan gaiaren in-
guruan bereizten diren lau ikuspegi nagusien eskema azaltzen du. Azkenik, analisiak arreta berezia
jartzen du honako hauen arteko desberdintasunak azaltzen: a) praktika estrategikoa eta instrumen-
tala, orain modan dagoena; eta b) enpresa pluralistaren edo interes-taldearen eredu integralaren
analisi ekonomikotik eratorritako teoria normatiboa. Gobernu korporatibo global edo hedatu bat
—pluralista eta parte-hartzailea— artikulatzeak eta alde interesdun guztientzat aberastasuna sor-
tzeak daukan garrantzia azpimarratzen du. Horrenbestez, ez zaio nagusitasunik aitortzen alde bati
(akziodunei) a priori, erabaki-ahalmenari eta balorea sortzeko ahalmenari dagokionez.

The present article has a double aim. First, to highlight some questions arising from the latent background
in current practices of Corporate Social Responsibility. And second, to point out new perspectives to
achieve a new and more advanced view in the subject. With that purpose, a historical review of the given
interpretations for such a concept in different phases enables us to detect its changing and malleable
nature. Further it will introduce an outline with the four main approaches in academic terms. Finally, the
analysis will focus on highlighting in detail the differences between: a) the strategic and instrumental
practice, now in fashion; and b) a normative theory derived from the economic analysis of an integral
model of a pluralist or stakeholder company. It will also stress the importance when organizing a global or
enlarged —pluralist and participatory— corporative governance, as well as generating wealth for all the
stakeholders. Therefore, without a primacy a priori of one part (the shareholders) over the remaining with
regards to the decision making and value creating capacity.

Ekonomiaz N.o 65, 2.o cuatrimestre, 2007


José Miguel Rodríguez Fernández*
Universidad de Valladolid

ÍNDICE

1. Introducción
2. El pasado de la responsabilidad social: evolución de enfoques e interpretaciones 13
3. ¿Responsabilidad social estratégica o avanzada?
4. Consideraciones finales
Referencias bibliográficas
Palabras clave: responsabilidad social corporativa estratégica, neopaternalismo, legitimación social empresarial,
teoría stakeholder, gobierno corporativo ampliado.

N.o de clasificación JEL: G34, M14.

Muy bien dijo Platón: […] la ciencia que está co-especulativo, no una ciencia deductiva
apartada de la justicia debe llamarse astucia ni inductiva (Foley, 2006). Quizá por ello, y
más que sabiduría. al igual que es lógico en cualquier teolo-
Marco Tulio Cicerón gía, esa economía convencional tiende a
considerar sus leyes como naturales, es
decir, conforme al «orden de la naturale-
1. INTRODUCCIÓN za» y, por tanto, de acuerdo con el plan
del Creador.
En su reciente obra La falacia de Adam,
Tal vez eso explique que, también en
D.K. Foley, perspicaz experto en histo-
el campo de la microeconomía, el mo-
ria del pensamiento económico y pro-
delo de empresa todavía más difundido
fesor en la New School for Social Re-
sea heredero del presunto «orden natu-
search de Nueva York, ha subrayado que
ral» subyacente en el individualismo pose-
el discurso sobre la economía derivado de
sivo y propietarista articulado por el inglés
Adam Smith es más bien un asunto de fe
J. Locke y el escocés D. Hume durante
—creencias— que de ciencia. En conse-
los siglos XVII-XVIII. Se supone que los se-
cuencia, tiene un alto contenido teológico,
res humanos, libres, autónomos, repletos
en el sentido de que, en su nivel más abs-
de necesidades y demandas, se enfrentan
tracto e interesante, es un relato filosófi-
a un mundo de penurias, de limitaciones
naturales. En dicho marco, la asignación
de los recursos escasos del conjunto de
* El autor agradece la ayuda financiera de la Secre-
taría de Estado de Universidades e Investigación del la sociedad exige la definición y atribución
Ministerio de Educación y Ciencia (proyecto SEJ2006- de unos derechos de propiedad para utili-
08317/ECON) y del Departamento de Ciencia, Tecno-
logía y Universidad del Gobierno de Aragón (proyecto
zar esos recursos. Es la propiedad privada
PM049/2006). como dato o «situación de la naturaleza»,

Ekonomiaz N.o 65, 2.o cuatrimestre, 2007


José Miguel Rodríguez Fernández

protegida por un derecho sagrado, invio- Así, la empresa es vista como una mercan-
lable e imprescriptible, del mismo carácter cía más dentro del tráfico comercial, lo que
e importancia que la libertad. A su vez, la de inmediato tiene consecuencias en la
delimitación de derechos introducida por formulación y aplicación de sus decisiones,
la propiedad requiere del mercado, ins- sean estratégicas o tácticas. Según ha ar-
titución natural que actúa como espacio gumentado M. Novak, cualquier alejamien-
de coordinación y de reasignación de re- to del objetivo de maximizar la riqueza de
cursos, de intercambio y de apropiación: los accionistas, para tener en cuenta algu-
todo es comercializable, real o potencial- na visión más amplia, deriva de una teolo-
mente. gía equivocada (Novak, 1981).
Organizada conforme a un esquema je- Por tanto, la corriente principal o con-
rárquico, la empresa queda ahí perfilada vencional del pensamiento económico im-
como un ente cuya esencia es una estruc- plícitamente ha consagrado siempre como
tura contractual, un entramado de contra- definitivo el modelo de empresa jerárqui-
tos que rige las relaciones entre sus miem- ca dominado por el capital financiero («en-
bros. En consecuencia, es sólo una ficción foque accionarial o financiero»), bajo una
(¿?) legal, una entidad jurídica que sirve aparente neutralidad ideológica —la firma
como nexo para articular las relaciones apolítica—. No en balde, llama la atención
entre individuos, no una institución social. que, el mismo Adam Smith que ensegui-
Tras poner énfasis en los acuerdos volunta- da se olvida del taller de alfileres con cuya
rios y en las fuerzas del mercado, se supo- división del trabajo abre su obra cumbre,
ne que existe una negociación justa entre más tarde se detiene a advertir del «proble-
todas las partes afectadas. De ello se deri- ma de agencia» entre los propietarios o ca-
va la exigencia del menor intervencionismo pitalistas y los directivos en las compañías
legal o gubernamental posible, salvo para por acciones. Está dando por sentada una
proteger los derechos de propiedad, faci- muy determinada visión jurídica, económi-
litar la realización de contratos y obligar al ca y política de la firma.
cumplimiento de los mismos.
Sin embargo, ya desde la época de la
Al mismo tiempo, algunas aportaciones Ilustración se detecta la contraposición
de —por ejemplo— la denominada Nueva entre dos liberalismos. De una parte, el
Economía Institucional aluden a la especifi- arriba perfilado, conservador e individua-
cidad de las inversiones materiales,1 la po- lista, así como respetuoso con las tradi-
sibilidad de sufrir un expolio y la asunción ciones y origen de un cierto capitalismo
de riesgos residuales para explicar por qué benevolente, compasivo y filantrópico —la
asignar al capital financiero la propiedad de Ilustración escocesa—. Por otro lado, el
la firma, el derecho a percibir el excedente inspirado en la Ilustración francesa, inte-
o renta residual y la facultad de vender su resado por la regeneración de la humani-
correspondiente participación accionarial. dad, la justicia distributiva, la igualdad real
y la voluntad general —representada por
1 Un activo o una inversión se califica como «es- un sujeto colectivo resultante de un pac-
pecífico» o «idiosincrásico» cuando su valor depende to, orientada al bien común y que no es
positiva y significativamente de la continuidad de su
empleo en el marco de una determinada relación con-
la simple suma de las voluntades indivi-
tractual. duales—. Esta segunda perspectiva libe-
Responsabilidad social corporativa y análisis económico: práctica frente a teoría

ral se combina con la algo diferente Ilus- mercados incompletos2 y la limitada capa-
tración alemana y su idealismo, atención cidad de la regulación para mitigar los efec-
al devenir histórico, perspectiva orgánica tos externos («externalidades») de carácter
y preocupación por la identidad colectiva. negativo generados por las empresas.
Como se verá, en último término, a lo lar-
Se acaba de citar así la expresión clave a
go del análisis y la discusión que siguen
efectos de lo que aquí nos atañe: la respon-
subyace la contraposición entre ambos li-
sabilidad social corporativa o empresarial.
beralismos.
En la actualidad, empresarios y ejecutivos
Por ello, no es extraño que la mencio- influyentes la impulsan con fuerza, lo cual re- 15
nada teología económica convencional ha percute en las firmas: reorientación de es-
visto como, en el exterior de su templo, tructuras organizativas y de estrategias; nue-
acampan periódicamente disidentes e in- vas políticas de comunicación y relaciones
cluso herejes, quienes —en lo que aquí nos públicas; cambios en las prácticas de ges-
atañe— ponen en duda de forma recurren- tión; introducción del triple reporting (eco-
te varias cosas: la naturaleza de la empre- nómico, social y medioambiental), etcétera.
sa convencional; su función y consiguiente Por su parte, se multiplican los consultores
objetivo general; la primacía de los propie- especializados en la materia, hasta constituir
tarios-accionistas frente a otros stakehol- una auténtica y rentable «industria».
ders, partícipes o grupos de interés (acree- Además, en algunas cuestiones especí-
dores, empleados, clientes, proveedores, ficas dentro de este ámbito, empresarios,
comunidad local, medio ambiente,…); la ejecutivos y consultores parecen haber to-
asignación de los derechos de adopción mado la delantera, arrastrando después
de decisiones; la forma de distribuir del ex- tras de sí a numerosos académicos. Es-
cedente logrado, etcétera. Probablemente, tos últimos han comenzado a instruir sobre
esta corriente de pensamiento comparte la materia, sabiendo que todavía se care-
la creencia de que, como apuntó Lange ce de una respuesta sólida para varios de
(1966, p. 11), la economía hace referencia los interrogantes que el asunto plantea; y,
más bien a leyes sociales, no tanto a leyes a veces, su exceso de entusiasmo les hace
naturales. perder la necesaria distancia para estudiar
De ahí que una y otra vez, en casi cada con frialdad el fenómeno en sí mismo, en
generación —en torno a unos treinta su realidad y práctica. A todo ello se añade
años— resurja el debate al respecto. Hace la gran atención que prestan al asunto los
poco tiempo, Stiglitz (2004) ha subraya- medios de comunicación, las organizacio-
do que maximizar la riqueza para los ac- nes no gubernamentales o los líderes políti-
cionistas no necesariamente conduce a la cos, por ejemplo. La responsabilidad social
eficiencia económica ni alcanza otros ob- corporativa llega a ser así «un movimiento»,
jetivos tales como la justicia social, la pro- el cual, a decir de un preocupado The Eco-
tección del medio ambiente o el respeto a nomist (edición de 22 de enero de 2005),
los derechos humanos. Aunque las Admi- está ganando la batalla de las ideas.
nistraciones públicas pueden paliar o resol-
2 Son situaciones en las cuales, de hecho, los mer-
ver algunos fallos del mercado, se necesita
cados privados no suministran un determinado bien o
la responsabilidad social corporativa para servicio aunque los demandantes están dispuestos a
compensar la información imperfecta, los pagar un precio superior a su coste de producción.
José Miguel Rodríguez Fernández

Pese a tantos protagonistas e instancias do, se intenta sistematizar y situar dentro de


involucradas en el ámbito de la responsabi- unos grandes ejes los principales arquetipos
lidad social empresarial, parece observarse o modelos de responsabilidad social empre-
hoy una relativa convergencia de enfoques sarial que cabe deducir de dicha trayectoria;
y experiencias al respecto en el mundo de así, en último término, se comparan los dos
los negocios, incluyendo a consultores, enfoques más de actualidad, uno por serlo
académicos, periodistas o políticos próxi- en la práctica y otro por presentarse como
mos a él. Ahora bien, en el exterior de ese referencia de lo normativo, de lo que al me-
mundo se detecta una línea de pensamien- nos debería ser. Algunas consideraciones fi-
to que, con diversos argumentos, se pre- nales ponen fin a estas páginas.
gunta si la responsabilidad social desarro-
llada en ese contexto es verdaderamente
tal, cuestiona su alcance e intencionalidad
2. EL PASADO DE
y sugiere dar algunos pasos más allá del fo-
LA RESPONSABILIDAD SOCIAL:
mento de la reputación y buena imagen de
EVOLUCIÓN DE ENFOQUES
las compañías. No falta quien llega a ver a
E INTERPRETACIONES
los impulsores de la actual y «real» respon-
sabilidad social corporativa como vendedo-
Si bien la expresión «responsabilidad so-
res de humo; o quien habla del mito exis-
cial corporativa» se ha difundido a partir del
tente en torno a esa responsabilidad.
último tercio del siglo XX, la preocupación
Justamente, el objetivo de las páginas latente tiene una amplia trayectoria. Desde
siguientes es resaltar las diferencias entre la antigüedad, la humanidad ha afrontado
las prácticas habitualmente aplicadas en la el problema de cómo armonizar la preser-
materia y algunas sugerencias más avan- vación de los recursos naturales, humanos
zadas derivadas del análisis económico del y sociales con la satisfacción de las nece-
modelo de empresa pluralista o stakehol- sidades de la población. Pese a mayores o
der. En último término, constituye un in- menores altibajos, a lo largo de la historia se
tento de suscitar algunos interrogantes y detectan distintos ejemplos que hoy tendrían
apuntar nuevos caminos para los actores sus equivalentes en varias de las prácticas
e investigadores dedicados a la cuestión, observadas. Así, el código de Hammurabi
con el fin de empezar a distinguir entre el recomendaba proteger a los esclavos; los
trigo y la paja —sea ésta en forma de bue- monasterios medievales intentaban la sos-
nas intenciones o de simple retórica—. tenibilidad ecológica, al mantener un equili-
brio agro-silvo-pecuario; y la realización de
Con este propósito, el presente artículo se
obras de caridad parece haber sido siempre
estructura en dos grandes bloques de similar
muy bien vista, hasta el punto de que, se-
extensión. En el primero, queda perfilada una
gún la leyenda inmortalizada en un lienzo de
corta trayectoria práctica e histórica de un
El Greco, el señor de la Villa de Orgaz mere-
fenómeno tan maleable como es la respon-
ció por ello el premio de ser depositado en
sabilidad social corporativa, yendo desde el
el sepulcro por dos santos de postín, mien-
paternalismo clásico al neopaternalismo mo-
tras su alma subía al cielo.
derno, con especial énfasis en los últimos
treinta años, los efectos de la ola neoliberal Ahora bien, esto mismo permite entre-
y las ambigüedades actuales. En el segun- ver que la responsabilidad social corpora-
Responsabilidad social corporativa y análisis económico: práctica frente a teoría

tiva ha sido, en la práctica, una idea «elás- mo material, político y moral a cargo de los
tica», un concepto «nómada» y maleable: empresarios-patronos, probablemente tan-
su alto valor simbólico lo somete al riesgo to por razones económicas o de calculada
de verse reducido a una serie de principios búsqueda de paz social como por compro-
muy generales, que permitan su posterior misos éticos o religiosos.
reinterpretación con unos fines concretos o
En esa dirección se orientó el socio-eco-
desde la perspectiva de intereses específi-
nomista francés Frédéric Le Play, campeón
cos. Máxime cuando las definiciones habi-
de construir una sociedad respetuosa del
tualmente más difundidas al respecto son 17
Decálogo entregado a Moisés y bajo el rei-
poco precisas. Por ejemplo, la Comisión
nado de la autoridad paterno-patronal (Le
de la Unión Europea señaló en su momen-
Play, 1855). Su visión no sólo queda ejem-
to que es «un concepto con arreglo al cual
plificada en la actuación de algunos empre-
las empresas deciden voluntariamente con-
sarios galos, sino que también al otro lado
tribuir al logro de una sociedad mejor y un
del Canal de la Mancha encontramos a los
medio ambiente más limpio»; de modo que
Cadbury, los Lloyd, los Truman o los Will
se asienta en la «integración voluntaria, por
realizando acciones similares. En la Espa-
parte de las empresas, de las preocupa-
ña de la misma época, el paradigma pudo
ciones sociales y medioambientales en sus
ser el segundo marqués de Comillas, Clau-
operaciones comerciales y sus relaciones
dio López Bru.3 De esta manera, el pater-
con sus interlocutores» (Comisión de las
nalismo constituyó una forma implícita de
Comunidades Europeas, 2001, pp. 4 y 7).
Y algo similar afirma AECA (2004, p. 9),
cuando dice que consiste en «el compro- 3 Véase Pensado (1954), un panegírico poco reca-

miso voluntario de las empresas con el de- tado que también está disponible electrónicamente en
http://www.filosofia.org/mon/tem/es0083.htm. Seña-
sarrollo de la sociedad y la preservación del la con detalle diversas políticas y prácticas empresaria-
medio ambiente, desde un comportamien- les del citado marqués López Bru, para demostrar su
carácter de ejemplar patrono industrial, terrateniente y
to responsable hacia las personas y grupos
amo de casa. Heredero de una fortuna en parte pro-
sociales con quienes se interactúa». veniente del tráfico de esclavos en el Caribe, entre sus
muchas iniciativas es conocido que llevó a su término
Veamos un breve repaso histórico de la el apoyo financiero inicialmente comprometido por su
trayectoria práctica del citado concepto. padre para la fundación por la Compañía de Jesús del
Seminario Pontificio de Comillas en 1892, más tarde
Universidad del mismo nombre. Además, junto a su pa-
trocinio de los círculos católicos de obreros y otras or-
2.1. Del paternalismo al pionero Clark ganizaciones análogas, promovió la creación en 1895
de la Asociación General para el Estudio y Defensa de
los Intereses de la Clase Obrera, que publicó sus pro-
Con el advenimiento de la primera revo- yectos de reforma social en 1899 y constituyó a la vez
lución industrial, la miseria de los obreros una entidad benéfica y un motor —por el lado conser-
pronto suscitó acusaciones sobre el cinis- vador— de las primeras leyes sociales españolas. En la
nota necrológica publicada por El Siglo Futuro en abril
mo e inmoralidad de las empresas, tanto de 1925, poco días después de su muerte, se le calificó
por parte del catolicismo social como por como el «limosnero mayor de España en el pasado y en
el presente siglo». Y el general Franco, en la carta pos-
el socialismo. Sin entrar ahora en las di-
tulatoria dirigida en 1954 al papa Pío XII para acelerar el
versas experiencias empresariales de los proceso de su beatificación, manifestó: «A él deben, en
socialistas utópicos y el arranque del mo- gran parte, su origen las primeras leyes sociales de Es-
paña. Mucho antes que el Estado las promulgase, ya
vimiento cooperativista, la respuesta más las tenía él implantadas en sus empresas, siendo en to-
general a esa situación fue el paternalis- das estas el ejemplar del patrono católico».
José Miguel Rodríguez Fernández

entender la responsabilidad social corpora- empresarial fue por delante de la reflexión


tiva, que en algunos casos se prolongó a lo propiamente académica al respecto, ha
largo de todo el siglo XIX y hasta mediados de señalarse que, hacia los mismos años,
del siglo siguiente (Bry, 2006). en Alemania los juristas Von Jhering y Von
Gierke polemizaron en torno a la naturale-
De modo tal vez algo más explícito, en Es-
za legal de la personalidad otorgada a las
tados Unidos el movimiento en pro de la res-
compañías por el Derecho de sociedades.
ponsabilidad social de los negocios emergió
Al hilo de ello, el primero entendía las mis-
a finales del siglo XIX, como consecuencia de
mas como asociaciones privadas en bene-
las actuaciones de las grandes empresas de
ficio exclusivo de sus accionistas, mientras
aquel momento y las críticas que suscitaron
el segundo consideraba que tenían un ob-
por su excesivo tamaño, su gran poder y sus
jetivo general propio y distinto a los intere-
prácticas contrarias a la libre competencia.
ses de éstos. En cierto modo, más tarde,
Algunos líderes del campo de los negocios
llegados los años treinta del siglo XX, esa
—como, por ejemplo, A. Carnegie, autor
controversia se reflejó en el debate mante-
de El evangelio de la riqueza (1889)— reac-
nido en Estados Unidos entre los también
cionaron dedicando una parte de su riqueza
juristas A.A. Berle y E.M. Dodd. El primero,
privada en provecho de la comunidad, sobre
por razones prácticas, era reacio a apartar-
todo de los más desfavorecidos. Más o me-
se de la visión clásica, según la cual los ad-
nos confusamente, los buenos sentimientos
ministradores de las compañías son fidu-
se entremezclaban con un intento de mejo-
ciarios sólo de los accionistas; el segundo
rar la reputación e imagen de las compañías,
entendía que han de servir como fiducia-
evitar el deterioro de sus beneficios y reducir
rios de todos los stakeholders. Constituyen
la amenaza de una mayor intervención del
dos modelos de empresa muy diferentes
Estado en tal campo. Fue también el mo-
(véase Rodríguez Fernández, 2006a).
mento en que nacía el movimiento del So-
cial Gospel entre los cristianos protestantes, Además, en esta época es obligado re-
para aplicar los principios del Evangelio a la ferirse al artículo pionero de Clark (1916).
solución de los problemas sociales. Aunque no sé si con buena capacidad
de predicción, lo cierto es que Clark no
Más tarde, se pasó de esa filantropía in-
dudó en vaticinar que se estaba en el ini-
dividual a una filantropía empresarial, a me-
cio de una revolución, yendo del individua-
dida que los recursos financieros más im-
lismo hacia el sentido de la solidaridad y
portantes se situaron sobre todo en las
la preocupación social, para soslayar las
compañías y no tanto en los «capitanes de
consecuencias de un sistema irresponsa-
industria». A partir de esto, se puede ha-
ble: esto es, basado en una economía del
blar en Estados Unidos de una «perspec-
laissez-faire y un modelo mercantil cons-
tiva gerencial» de la responsabilidad so-
truido en torno al «libre contrato», fiel al
cial de las firmas, la cual influyó de modo
lema «los negocios son los negocios». Para
importante en los años posteriores; salvo
Clark, asumir unas responsabilidades eco-
excepciones, fue desarrollada más bien al
nómicas —incluyendo las ecológicas— era
margen de la teoría del management.
una tarea urgente. Estas responsabilidades
Aun cuando parece que ya en esa épo- económicas no deberían considerarse una
ca la práctica de la responsabilidad social especie de acción caritativa o social, sino
Responsabilidad social corporativa y análisis económico: práctica frente a teoría

unas obligaciones que, más allá de la ley o (cita en concreto a accionistas, empleados,
la costumbre, han de tener como fin pro- clientes y público en general).
teger todos los intereses en juego, habida
Pero es un economista keynesiano de
cuenta de que las regulaciones del Estado
la época, H.R. Bowen, quien aparece hoy
no pueden llegar tan lejos en la práctica.
como el padre de la responsabilidad social
Diez años más tarde, en su libro Social corporativa. Su libro al respecto (Bowen,
control of business (Clark, 1926), volvió so- 1953), en buena medida no ha sido su-
bre la cuestión, enumerando una larga lis- perado y sigue siendo de actualidad —in-
ta de fallos del mercado, con algunas alu- cluso alude a la necesidad de administrar 19
siones hoy muy de actualidad: pobreza, los recursos naturales teniendo en cuenta
desplazamientos de personas por rápidos a las generaciones futuras, es decir, lo que
cambios económicos o tecnológicos, ca- hoy llamaríamos desarrollo sostenible—.
rencia de igualdad de oportunidades, gas- Redactado por encargo de un conjunto de
tos de la carrera de armamentos, falta de instituciones religiosas ortodoxas y, sobre
ética en la competencia, dificultades de in- todo, protestantes de Estados Unidos, lle-
formación, efectos externos negativos so- va por título Responsabilidades sociales
bre terceras partes, olvido de los intereses del hombre de negocios. Define estas úl-
de las generaciones futuras, otras discre- timas como la obligación de aplicar políti-
pancias entre la contabilidad privada y la cas, adoptar decisiones y seguir líneas de
contabilidad social, etcétera. acción deseables desde la perspectiva de
los objetivos y valores de la sociedad. Acla-
ra que sinónimos de responsabilidad social
2.2. Del keynesiano H.R. Bowen
son responsabilidad pública, obligaciones
al Estado del bienestar
sociales o moral de empresa.4

Dejando aparte otras diversas aportacio- Con una fuerte inspiración en la ética re-
nes académicas en este campo durante la ligiosa protestante, el acento lo pone en
primera mitad del siglo XX, el arranque de hacer el bien como culminación de la res-
la «era moderna» en la materia se sitúa tras ponsabilidad individual, con el propósito
la Segunda Guerra Mundial. Las empresas de subsanar los principales fallos del siste-
estadounidenses, que habían perdido su re- ma y reparar o resarcir en la medida de lo
putación y la confianza del público durante posible los perjuicios que el mismo ocasio-
la crisis de 1929 y la Gran Depresión, vieron na. Recuerda que, en esa tradición ética,
la oportunidad de recuperar ambas aprove- el concepto de propiedad no otorga unos
chando el impacto emocional positivo deri- derechos absolutos ni incondicionales, sino
vado de su cooperación con el Gobierno y que debe estar al servicio del conjunto de
su esfuerzo a lo largo de los años de dicho la comunidad, en el contexto de unos va-
conflicto. Diversos dirigentes empresariales lores de dignidad humana, justicia y re-
salieron a escena para hablar de la respon-
sabilidad social en el marco de ese clima fa- 4 Pese a la ambigüedad que puede suscitar par-
vorable. Por ejemplo, Abrams (1951) señaló te de estos términos, Bowen (1953) precisa que pro-
que se debería mantener un equilibrio equi- pone una responsabilidad social de carácter volunta-
rio. No obstante, veinticinco años después, hizo notar
tativo y operativo o factible entre las deman- que hacer operativa esa responsabilidad puede exigir
das de los grupos directamente interesados una cierta orientación más coactiva (Bowen, 1978).
José Miguel Rodríguez Fernández

parto del poder. Precisamente, se ve con tuación leal—, el cual, en este caso concre-
preocupación la fuerte concentración del to, sugiere que los directivos de una firma
poder en manos de los directivos, de don- se vean a sí mismos como administradores
de surge una oposición al paternalismo de fiduciarios de los intereses del conjunto de
numerosos dirigentes empresariales, nada la comunidad: realizan un «servicio públi-
dispuestos a permitir la intervención en la co» en el marco de un contrato implícito en-
adopción de decisiones por parte de los tre la empresa y la sociedad. Sin embargo,
grupos de interés relevantes. en contraste con dicha teoría, los dirigentes
de las compañías hacen más hincapié en
A partir de ahí, Bowen entiende que la li- que lo relevante son las reglas referentes a
bertad de empresa que caracteriza a la eco- las relaciones entre individuos, para corre-
nomía de mercado sólo cabe justificarla si gir las conductas inadecuadas e inmorales,
beneficia al bienestar global, más allá de sin coartar la libertad personal con regula-
las preferencias de directivos y accionistas, ciones públicas al respecto. Su concepto de
en el marco de un sistema económico mix- empresa sigue dando prioridad a las vincu-
to que alcance un equilibrio razonable entre laciones contractuales y, en especial, a la re-
el interés privado y el público. Inspirándose lación entre accionistas (principales) y direc-
en Abrams (1951) y otras aportaciones rela- tivos (agentes de ellos). En consecuencia,
cionadas, su esquema conceptual sobre la promueven la responsabilidad social corpo-
empresa responde plenamente a lo que hoy rativa sobre todo con el fin de lograr legitimi-
llamamos un modelo pluralista o stakehol- dad a los ojos del público, responder a sus
der, aunque no utilice estas palabras, popu- presiones, reducir riesgos y fortalecer los be-
larizadas muy posteriormente. Y se esfuer- neficios de la firma. Además, no suele entrar
za en resaltar la necesidad de desarrollar y en su enfoque la redistribución del poder en
llevar a la práctica la responsabilidad social la empresa, es decir, dar pie a una verdade-
mediante: a) nuevas instituciones, para in- ra participación de los grupos de interés re-
troducir otras formas de cooperación entre levantes en la adopción de decisiones. De
las partes interesadas y definir mejor el in- hecho, prestan más bien poca atención a
terés social; b) mayor presión de los merca- las vías para conseguir transformar de forma
dos y del conjunto de la sociedad; c) avan- clara, coherente y completa las formulacio-
ces del conocimiento en el ámbito de la nes teóricas en las versiones prácticas de la
economía y el management; y d) atención a responsabilidad social empresarial.
los fundamentos éticos de las decisiones.

Esta visión ha influido en la perspectiva Estas contraposiciones y diferencias ob-


norteamericana de la responsabilidad so- servadas por Bowen siguen estando vigen-
cial corporativa, pero manteniéndose unas tes. Se ha avanzado muy poco en intentar
ciertas contraposiciones —ya detectadas solventarlas y, en realidad, continúan sien-
por Bowen— entre la teoría de la ética pro- do el meollo de la actual divergencia entre
testante y la práctica de la actuación efec- teoría y práctica. De paso, ha de hacerse
tiva de los dirigentes empresariales. notar que, a mitad de los años sesenta, to-
davía se seguía hablando con la termino-
Es verdad que ambas, esa teoría y dicha logía de Bowen —«responsabilidad social
práctica, coinciden en unir altruismo y cari- del hombre de negocios»—. Debe espe-
dad con el «principio de mayordomía» —ac- rarse a 1967 para encontrar una obra de
Responsabilidad social corporativa y análisis económico: práctica frente a teoría

C.C. Walton que ya se titula Responsabili- comportamiento administrativo aludieron a la


dades sociales corporativas.5 importancia de las contribuciones de los di-
versos partícipes empresariales —no sólo los
A finales de la década de los cincuenta y
accionistas—, construyendo la bien conoci-
comienzos de la siguiente, desde la Univer-
da «teoría del equilibrio de la organización»
sidad de Harvard, Carl Kaysen hablaba de la
(March y Simon, 1961). Por su parte, Gal-
«corporación con sentimientos», para referir-
braith (1967) dibujó las corporaciones mo-
se a una gran empresa donde la gerencia no
dernas en manos de una tecnoestructura,
fuese ya el agente de unos propietarios que
cuyos objetivos son múltiples y complejos. 21
buscan maximizar el rendimiento de la inver-
Y, precisamente por el poder de mercado de
sión, sino que: a) se viese a sí misma como
esas corporaciones y su impacto social, se
responsable ante accionistas, empleados,
requiere una Administración pública y unas
clientes y público en general; b) más impor-
organizaciones sociales que actúen como un
tante todavía, percibiera a la firma como una
«poder compensador» (Galbraith, 1952).6
institución (Kaysen, 1957). Por otra parte,
de nuevo varios directivos empresariales im- Hacia esos mismos años cincuenta y se-
portantes de diferentes países expusieron senta del siglo XX, el concepto de respon-
en foros o publicaciones sus ideas a favor sabilidad social en el mundo de la econo-
de tener en cuenta esas responsabilidades, mía y los negocios no estaba formalmente
desde su condición de profesionales del muy difundido en Europa. 7 Ello no obsta
mundo de los negocios. Uno de ellos, el es- para que existieran iniciativas de filantro-
tadounidense R. Eells, introdujo la expresión pía clásica por parte de empresarios y fir-
«gobierno de la empresa» (corporate gover- mas, en buena medida por impulsos religio-
nance), entendiéndolo como «la estructura sos —en España, Acción Social Empresarial
y funcionamiento del sistema político [poli- existe desde 1952—; o para que Rhenman
ty, con t] corporativo» (Eells, 1960, p. 108) (1968) desarrollara en Suecia y difundiera en
en un contexto de: a) orientación de la com- toda Escandinavia el concepto de empresa
pañía hacia la rentabilidad a largo plazo; como «comunidad orgánica de intereses».
b) completa toma en consideración de sus De alguna manera, la responsabilidad social
compromisos con la sociedad; y c) recono- corporativa estaba sobre todo subyacente
cimiento de que distintos grupos contribu- en términos indirectos e implícitos, a través
yen con sus aportaciones a la buena mar-
cha de las empresas y constituyen a la vez
6 Entrando más tarde en la polémica, Samuelson
«partes acreedoras» (claimants) —es decir,
(1971) remachó que las grandes empresas no sólo
lo que ahora denominamos partes interesa- pueden comprometerse con su responsabilidad so-
das o stakeholders—. cial, sino que sin duda deben intentar hacerlo así.
7 En España, un repaso a los fondos catalogados

En paralelo, dentro de la teoría de la or- en la Red de Bibliotecas Universitarias (REBIUN) per-


mite detectar que la expresión «responsabilidad so-
ganización, los enfoques gerenciales y del cial» figura por primera vez en el título de una publica-
ción de 1959, Libertad económica y responsabilidad
social. Se trata de una conferencia pronunciada por el
5 Véase Carroll (2006), quien ofrece un recorrido histórico catedrático de Economía Valentín Andrés Ál-
histórico de los últimos cincuenta años en torno a la varez y Álvarez en el Colegio Mayor San Pablo de Ma-
bibliografía, definiciones, conceptos relacionados y te- drid, con motivo de la clausura del curso académico
mas de investigación en el campo de la responsabili- 1958/59. Y sólo dos veces más aparece hasta 1970
dad social corporativa, desde la perspectiva académi- en relación con la empresa y utilizada por autores es-
ca de Estados Unidos. pañoles, es decir, dejando aparte una traducción.
José Miguel Rodríguez Fernández

de: a) el cumplimiento por parte de las em- bargo, esa ola de neoliberalismo, ha impli-
presas de determinadas regulaciones públi- cado una nueva orientación desregulado-
cas de carácter económico, social, laboral, ra de los poderes públicos y recortes en
mercantil (derecho de sociedades inclui- el Estado del bienestar, con la subsiguien-
do), etcétera, así como sus compromisos te reducción de su cobertura para diver-
con el mantenimiento del empleo —ejem- sas prestaciones sociales. Ello, junto con la
plo, el «contrato de por vida» en Japón— actual «sociedad del riesgo» y los fraudes
y el pago de unos salarios mínimos vitales; empresariales o los escándalos financie-
b) las apreciables contribuciones de las fir- ros, ha tenido un efecto de rebote: la ma-
mas en forma de impuestos y cotizaciones yor preocupación de la opinión pública por
sociales. Estas aportaciones, administrados la responsabilidad social corporativa, a ve-
por un Estado del bienestar que comenzaba ces ya bajo la denominación de «empresa
a desarrollarse con fuerza, implicaban que ciudadana» o «ciudadanía corporativa».8
la función explicita e individual de la empre-
De este modo, el concepto de respon-
sa en el ámbito de la responsabilidad social
sabilidad social empresarial emerge de for-
pasaba a un segundo plano.
ma expresa y se difunde con rapidez en el
Así, durante los treinta años de fuerte viejo continente. También por razones aná-
crecimiento que precedieron a la crisis eco- logas resurge con fuerte impulso en Esta-
nómica de mediados de los años setenta dos Unidos, siempre con sus particularida-
del siglo XX, el modelo de empresa tayloris- des de enfoque y salvando las distancias
ta y fordista imperante se desentendió en en lo que lo que a la evolución del Estado
buena medida de asumir y compensar los del bienestar se refiere. En pocas palabras,
«efectos colaterales» negativos derivados se percibe que a mayor libertad empresa-
de sus actividades. Fue más bien el Estado rial, mayor responsabilidad de las compa-
providencia quien intentó repararlos de algu- ñías. Y, así, de regreso del «fin de la histo-
na manera en las esferas económica, social ria», volvemos a empezar…
y medioambiental, tanto en el plano macro
Para comprender este fenómeno, ante
como meso o incluso microeconómico.
todo es preciso situarse por un momento
en los años setenta y ochenta del siglo pa-
2.3. Del ‘fin de la historia’ sado. En esa época, determinados econo-
al ‘volver a empezar’ mistas estadounidenses insistieron en que
la crisis de competitividad de la economía
Una vez agotado ese modelo de creci- de su país radicaba en el escaso control
miento económico de los treinta años glo- de los accionistas sobre los directivos y la
riosos, en las décadas de los ochenta y falta de incentivos de éstos para ajustar
posteriores, la ola de neoliberalismo y la sus actuaciones en interés de aquéllos. Ve-
caída del muro de Berlín llevó a algunos a nían subrayando desde hacía tiempo su in-
considerar que, al igual que en otras áreas
del sistema económico, también en este 8 A estos efectos, esas expresiones tan en boga se
terreno se había alcanzado el «fin de la his- refieren a una visión amplia de la responsabilidad social
toria»: es decir, el triunfo definitivo del mo- corporativa, al menos en Europa. En Estados Unidos
muy frecuentemente se utilizan en un sentido distinto,
delo de empresa financiero o accionarial
más limitado, pues se identifican con la mera filantropía
(Hansmann y Kraakman, 2001). Sin em- o acción empresarial externa, altruista y voluntaria.
Responsabilidad social corporativa y análisis económico: práctica frente a teoría

quietud por la falta de respeto a la propie- ros en contra de los segundos, centrando
dad privada y al libre funcionamiento de los el debate en asuntos en los que sea más fá-
mercados, lo que consideraban inevitable- cilmente aplicable una política maniquea de
mente conducente a una pérdida de liber- contraposición del bien absoluto frente al
tad y a una crisis de la democracia.9 mal más completo.
Con el paso del tiempo, este enfoque ter- Por tanto, durante unos largos años fue
minó imponiéndose en el debate intramuros bastante evidente que se había impuesto el
del establishment norteamericano, pese a modelo de empresa propugnado explícita-
que, hacia la misma época, la literatura acer- mente por F.A. Hayek ya desde 1960, cuan- 23
ca de la estrategia empresarial ya aludía a la do propuso centrar a las firmas en el obje-
responsabilidad social corporativa y existían tivo básico de maximizar el rendimiento a
los admiradores del management japonés largo plazo del capital confiado a los direc-
o alemán, con sus compromisos sociales. tivos por parte de los accionistas, para evi-
No en vano el entorno ideológico general sin tar los probables efectos indeseables deri-
duda había comenzado a ser propicio para vados de «la moda» —sic— de guiarse por
el triunfo de tal enfoque: ha de recordarse el consideraciones sociales (Hayek, 1960a).11
auge del neoliberalismo —a veces con plan-
teamientos extremos— desde la época de la 11 En una línea similar, Friedman (1962) aseguró que

Administración Reagan en Estados Unidos la única responsabilidad social de las compañías es in-
crementar sus beneficios, dentro del respeto a las reglas
(1981-1988) y el Gobierno de M. Thatcher
de juego, es decir, en el marco de una competencia li-
en Gran Bretaña (1979-1992).10 Se suma bre y abierta, sin engaño ni fraude. En consecuencia,
a ello la aplicación del «principio de la clari- identifica dicha responsabilidad con la creación de va-
lor económico para los accionistas. Es verdad que in-
dad moral», tan defendido por el neoconser- corpora esas casi obvias limitaciones a la búsqueda del
vadurismo norteamericano y hoy de moda, beneficio; pero, si se realiza una interpretación sistemá-
orientado a distinguir radicalmente entre los tica de su planteamiento en esta obra de 1962, la con-
clusión habitual es que no incluye aquellas restricciones
amigos o partidarios —obviamente, únicos propiamente «sociales» o de tipo stakeholder aludidas
titulares de la razón, e incluso de la virtud— en los enfoques más matizados o «ilustrados» poste-
riormente comentados. Ni siquiera parece que esté en
y los enemigos o adversarios. Su finalidad es su ánimo incluirlas en la medida en que, de hecho, po-
introducir tensión en la sociedad, para mo- drían contribuir a la generación de beneficios por razo-
vilizar de continuo y con fervor a los prime- nes instrumentales de favorecer la reputación o análo-
gas. Da la impresión de que no piensa en ello, según
se deduce cuando, de modo expreso —en el epígra-
fe que dedica a la responsabilidad de los negocios en
9 Para evitar una larga enumeración de referencias el cap. 8 del libro ahora citado— considera totalmen-
bibliográficas, remitimos al lector a la página electró- te inapropiadas las contribuciones o donaciones em-
nica http://www.people.hbs.edu/mjensen/pub2.html. presariales para actividades caritativas y universidades.
Ahí encontrará numerosos trabajos publicados duran- No es muy extraño, habida cuenta del conjunto de su
te esos años por M.C. Jensen, autor clave en esta co- pensamiento económico. Opta por un Estado mínimo
rriente de opinión, muchas veces en colaboración con en cuanto a regulaciones y peso económico. Dentro
otros académicos también destacados al respecto. de este marco, si el Estado hubiese de afrontar algunos
Es el caso de W.H. Meckling, E.F. Fama, R.S. Ruback, posibles y limitados problemas sociales, ya dispone de
K.J. Murphy, C.W. Smith (Jr.), J.B. Warner, J.L. Zim- la recaudación tributaria; por tanto, no hay necesidad
merman, G.P. Baker, etcétera, gran parte de ellos por de recurrir a la acción social empresarial. No se olvide
entonces profesores en la Universidad de Rochester que considera fundamentalmente subversiva la doctri-
(Estado de Nueva York), al igual que el propio Jensen. na de la responsabilidad social—es literal—, porque los
10 Para lo que aquí interesa, el neoliberalismo es directivos de las firmas no pueden decidir lo que son in-
concordante con lo que se conoce como «liberismo», tereses sociales: si los accionistas desean hacer dona-
es decir, liberalismo puramente económico, sin hacer ciones, ya las realizarán por sí mismos, al margen de la
referencia a otras esferas de la vida social. firma. Resulta razonable imaginar su conformidad con
José Miguel Rodríguez Fernández

De este modo, este economista austro-bri- Por una parte, en línea con un sentimiento
tánico, por entonces profesor en la Univer- detectable durante el siglo XIX en T.R. Malthus
sidad de Chicago, trasladaba a la empresa y J. Stuart Mill, hace ya unas décadas Boul-
de forma coherente el programa de políti- ding (1966) nos llamó la atención sobre la
ca macroeconómica articulado en su obra contraposición insostenible entre la «nave es-
La constitución de la libertad. Un programa pacial Tierra» —recursos limitados— y nues-
que hoy nos suena a algo conocido por su tra «economía del cow-boy» —explotación
relación con las habituales recomendacio- de llanuras inmensas—, a la vez que seis
nes de los organismos financieros interna- años después el Informe Meadows del Club
cionales con sede en Washington, es decir, de Roma nos advertía sobre los límites del
el denominado «Consenso de Washington»: crecimiento económico. En 1987, la Comi-
desregular, privatizar, reducir los programas sión Brundtland introdujo un término hoy ha-
de seguridad social, recortar los subsidios bitual: desarrollo sostenible, entendido como
al desempleo, eliminar las subvenciones a la aquel desarrollo que satisface las necesida-
vivienda y el control de los alquileres, abolir des del presente, sin comprometer la capa-
los sistemas de intervención en los precios y cidad de las generaciones futuras para aten-
la producción de la agricultura y, finalmente, der las propias. Este concepto ha tenido una
limitar el poder sindical (Hayek, 1960b).12 amplia acogida, sobre todo en Europa. En
los años siguientes, la inquietud ante el de-
Sin embargo, al ir avanzando en los pasa-
terioro ecológico se amplió y pasó a abarcar
dos años ochenta y noventa, surgió la reac-
también los problemas de exclusión social y
ción contra semejante programa económico
de falta de respeto a los derechos humanos.
y retornó al primer plano de la escena la dis-
En su conjunto, es lo que hoy se recoge ha-
cusión sobre la empresa y sus actuaciones.
bitualmente bajo el rótulo de preocupación
por la «sostenibilidad», si bien hay razones
lo que más tarde escribieron dos autores situados por para poner en duda que sea apropiado y
entonces ambos en su línea: «Responsabilidad social
esté justificado este uso tan general del tér-
es un comodín normativo, algo que cada uno de noso-
tros es probable que defina de modo muy diferente […]. mino «sostenible», aparte de los abusos en
El término responsabilidad social […] disimula lo que su utilización dentro de ciertos contextos.
realmente se tiene en mente, esto es, que los directivos
deberían adoptar de manera deliberada acciones que Por otro lado, los renovados esfuerzos
afectan negativamente a los inversores, para benefi-
ciar a otros individuos» (Meckling y Jensen, 1983, p. 8). por reinstaurar en su mayor pureza el mo-
De ahí que la posición de M. Friedman en 1962 pueda delo accionarial o financiero de empresa le-
considerarse «accionarial pura» y claramente alejada del vantaron fuertes críticas desde la perspec-
sentir actual sobre la responsabilidad social corporativa,
por no decir directa negación de ésta (véase Sparkes, tiva estrictamente económica, críticas que
2006, p. 40). Distinto es que, en escritos posteriores, de continúan en la actualidad.
1970 y 2005, fue matizando su opinión hasta equiparar-
se con los enfoques ilustrados antes aludidos. Así, en su reciente libro El capitalismo
12 El título de un libro de S. Halimi, El gran salto ha-

cia atrás, parafrasea con ironía la conocida máxima desatado, A. Glyn, uno de los más presti-
maoísta, para entrar luego a analizar los orígenes, ob- giosos especialistas británicos en econo-
jetivos, contenidos y técnicas de difusión e implanta- mía política, ha efectuado un resumen lapi-
ción de ese tipo de programas, con frecuencia califi-
cado como «fundamentalismo de mercado». A la vista dario de la situación a la que se ha llegado
de las similitudes que detecta entre V. Lenin y F.A. Ha- durante las últimas décadas (Glyn, 2007).
yek y sus seguidores neoliberales, cree que también
es posible denominarlo «bolchevismo o leninismo de
Afirma que, desde el comienzo de los años
mercado» (véase Halimi, 2005). ochenta, se observa en los países de la
Responsabilidad social corporativa y análisis económico: práctica frente a teoría

OCDE un crecimiento muy suave de los sa- sido pisoteados. Determinados directivos
larios reales y unas tasas de beneficios con han acumulado enormes fortunas perso-
sustancial recuperación. Alcanzado el año nales gracias a los incentivos —por ejem-
2000, los precios de las acciones habían plo, opciones sobre acciones— recibidos
recuperado todas sus pérdidas previas de para maximizar la riqueza de los accio-
posiciones relativas frente a los salarios; nistas (véase Erturk y otros, 2004). No
este escenario sólo se deterioró de nuevo parece que para ello hayan introducido
a comienzos del siglo XXI, tras la explosión auténticas innovaciones empresariales u
de la burbuja bursátil de las compañías organizacionales; más bien han aplicado 25
tecnológicas (véase gráfico n.o 1, donde «innovaciones administrativas», debidas a
se utilizan datos medios de diez países). determinados académicos y consultores:
Además, no hay que olvidar que las huel- reestructuraciones repetidas, reducciones
gas laborales se han ido reduciendo hasta de la plantilla de personal, subcontratacio-
la insignificancia, un dato que, por menos nes, fusiones, etcétera.
conocido, no me resisto a dejar de reflejar
Las consecuencias han sido la dualización
en el gráfico n.o 2. En pocas palabras, el
de los empleados —unos, grandes perdedo-
capital financiero ha ganado los desafíos a
res de todo el proceso; otros, ganadores sin
los que fue sometido en los poco boyantes
límite aparente—; la pérdida de su motiva-
—para él— años precedentes. El retorno
ción, lealtad y sentido del compromiso; talle-
de las fuerzas del mercado puede ser visto
res en el Tercer Mundo con condiciones de
como una reafirmación de los fundamentos
trabajo y salariales deplorables; proveedores
de la economía capitalista y una nueva ver-
cuya supervivencia está amenazada; clientes
sión del viejo liberalismo del laissez faire.13
espantados ante unos precios que aumen-
Además, los importantes efectos so- tan tan pronto como los competidores más
cioeconómicos negativos del modelo finan- débiles han salido del mercado; gobiernos
ciero o accionarial han sido reconocidos que se encuentran con cierres de factorías o
incluso por sus partidarios, quienes aho- instalaciones después de gastarse importan-
ra insisten en entender la creación de valor tes recursos públicos en subvenciones para
para los accionistas como una meta a lar- atraer empresas y crear puestos de trabajos;
go plazo y reprueban ciertas prácticas muy un poder económico cada vez más concen-
vinculadas a la religión del «sanear, cerrar o trado; pérdida de legitimidad por parte de
vender» predicada por Jack Welch, el es- las grandes compañías, con la consiguiente
pléndidamente jubilado presidente de Ge- desconfianza de la opinión pública; poten-
neral Electric. ciación de los movimientos anti-empresaria-
les y anti-globalización,…
Así, Kennedy (2000, sobre todo capí-
tulos 4-10) ha afirmado que los intere- También se admite ahora que muchos
ses de los partícipes no accionariales han directivos establecen la estrategia de su
firma y elaboran los correspondientes es-
13 A primera vista, esto puede guardar relación y
tados financieros previsionales con la fina-
ser coherente con la reducción del peso de los sa- lidad de satisfacer el «consenso» vigente
larios en la renta nacional durante los últimos años, al respecto en los mercados de capitales.
un asunto muy comentado recientemente tras publi-
carse las Perspectivas del empleo-Edición 2007 de
Es poner el carro delante de los bueyes.
la OCDE. Como consecuencia, tales directivos que-
José Miguel Rodríguez Fernández

Gráfico n.o 1
Índice de precios de acciones comparado con índice de salario medio
con base en año 2000 = 1 y media de diez países, según datos del FMI
(1950-2002)

1.00

0.75

0.50

0.25

0.00
1950 1960 1970 1980 1990 2000

Fuente: Glyn (2007).

Gráfico n.o 2
Huelgas en 16 países de la OCDE.
Días anuales de huelga por 1.000 trabajadores, en media de 5 años
(1953-2000)

600

500

400

300

200

100

0
1950 1960 1970 1980 1990 2000

Fuente: Glyn (2007).


Responsabilidad social corporativa y análisis económico: práctica frente a teoría

dan cautivos de un juego con elevadas Tras el reciente cambio de siglo, han
apuestas y el fenómeno está teniendo in- de añadirse a la escena los efectos sobre
negables efectos perjudiciales, para las la opinión pública de las debacles ocurri-
compañías y para la sociedad en su con- das en, por ejemplo, Enron, WorldCom o
junto. En un deseo de cumplir las previsio- Parmalat —junto a sus derivaciones por
nes externas, se daña el desarrollo a largo el caso Andersen—, con sus prácticas de
plazo de la firma o se recurre a falsear la in- «contabilidad creativa» y «gestión de las
formación sobre sus logros. Al final, existe ganancias». Así, se han multiplicado las
un incremento en los «costes de agencia» precedentes dudas acerca del enfoque 27
por vías distintas a las tradicionales en la meramente accionarial o financiero y la efi-
relación accionistas-directivos: ahora au- cacia de los muchos códigos convencio-
mentan por «contabilidad creativa», «ges- nales de buen gobierno corporativo reco-
tión de las ganancias» y sobrevaloración mendados de forma insistente durante los
artificial de las acciones (véase Jensen, pasados años. Sabedoras de ello, las em-
2004; Efendi y otros, 2007). presas han potenciado los esfuerzos para
mejorar su imagen e incrementar la con-
Como ya se ha sugerido antes, la socie- fianza entre el público, utilizando instru-
dad civil parece reaccionar ante este esta- mentos tangibles o simbólicos. Intentan
do de cosas. Refuerza sus presiones para presentarse como solución de recambio
lograr el respeto a los derechos humanos ante un Estado del bienestar en declive y
y sociales, prevenir la marginación econó- unos organismos internacionales que no
mica, defender a los consumidores, prote- terminan de llegar a acuerdos para afron-
ger la salud, preservar el medio ambiente, tar los grandes problemas del planeta y
fomentar el desarrollo en los países del Sur, salvaguardar los bienes públicos mundia-
etcétera. Tal tipo de cuestiones ha adquiri- les —paz y seguridad, equidad y justicia,
do entre nosotros singular relieve durante educación e información, sanidad y salud,
los últimos tiempos por la paradójica situa- eficiencia de los mercados y estabilidad fi-
ción en que nos movemos: una «sociedad nanciera, medioambiente y patrimonio cul-
del riesgo» en que, habiéndose reducido la tural, etcétera, según lo que suele citarse
capacidad para aceptar éste, sin embargo hoy en documentos de la ONU—.
se multiplican las transformaciones amena-
zadoras —al menos para la mayoría— en
un marco de incertidumbre generalizada, 2.4. En búsqueda de la legitimación
inseguridad social, precarización crecien- social
te y cultura de la creación de valor a favor
del capital financiero. Esta última lleva im- Las compañías se animan, pues, a dar
plícita la búsqueda continua de un benefi- un paso adelante para demostrar su bue-
cio extraordinario o puro, es decir, de una na «ciudadanía empresarial», pretendiendo
«superrentabilidad», pues la mencionada presentar pruebas —o, al menos, realizar
creación de valor exige, finalmente, que los un discurso— acerca de su enraizamien-
accionistas alcancen unas rentas económi- to y compromiso con la sociedad en la que
cas —un rendimiento superior al coste de actúan, aun cuando simultáneamente su
oportunidad o rentabilidad mínima exigida internacionalización favorezca el desarraigo
a su inversión—. territorial. Eso sí, a la vez, la literatura sobre
José Miguel Rodríguez Fernández

dirección estratégica les ha enseñado que ciones repetidas y habituales. Su propósi-


no sólo deben intentar controlar su entorno to es alcanzar una justificación de los com-
estrictamente económico sino también su portamientos que convierta a la firma en
medio ambiente político y social, incluso in- aceptable a la vista de la opinión pública:
terviniendo de algún modo en la elabora- una «empresa con alma», con su credibili-
ción de las leyes, en la «flexibilización» de dad buscada a través de diversas prácticas
los mercados de trabajo, en la gestión de- —códigos éticos y de conducta, mecenaz-
sarrollada por los poderes públicos o has- gos y patrocinios, certificaciones sociales
ta en las instancias sociopolíticas interna- y medioambientales, triple reporting y me-
cionales. morias de sostenibilidad, auditorías socia-
les, recepción de premios por todo ello,
La lógica de tales comportamientos re-
etcétera—, dentro de un «mercado de la
sulta evidente. Como sugieren las teorías
virtud» (Vogel, 2006). Claro está, como ya
sociológicas neo-institucionales, los direc-
antes se ha insinuado, a la vez las compa-
tivos de las compañías tienden a asegu-
ñías intervienen para dar forma a esa opi-
rar la legitimidad social de su organización
nión pública, proponiéndole compartir una
mediante la adopción de estrategias de re-
muy determinada visión del mundo, de cu-
putación, imagen y conformidad simbólica
yas bondades le desea convencer.
o efectiva con los valores dominantes en
el contexto social, a fin de obtener o me-
De esta suerte, transmitir la imagen de
jorar su «licencia para operar». El uso de
una conducta socialmente responsable y
términos como transparencia, compromi-
anunciar el respeto a unos principios éti-
so o desarrollo sostenible y, desde luego,
cos —al menos los esenciales— puede
la difusión de las propias expresiones «res-
representar una estrategia racional e im-
ponsabilidad social corporativa» y «empre-
prescindible a efectos de crear valor para
sa ciudadana» pueden interpretarse como
los accionistas, dado el actual entorno so-
la emisión de señales positivas desde la fir-
cio-económico. Una compañía convenien-
ma. Estas señales, canalizadas por los me-
temente legitimada está en mejores con-
dios de comunicación, contribuyen a la for-
diciones para alcanzar un aumento de su
mación de la opinión pública, en un marco
valor económico sin necesidad de some-
de información asimétrica o desigual entre
terse a una evaluación precisa y basada en
la dirección de la compañía y su entorno;
criterios objetivos e intrínsecos. Y, una vez
además, influyen a su vez en las expectati-
que se ha ganado la fama de actuar con-
vas de las diversas partes interesadas.
forme a unos valores sociales compartidos,
En tal sentido, la legitimidad viene a ser la realidad puede ser diferente de la apa-
la «impresión compartida de que las ac- riencia, máxime en contextos en los cuales
ciones de la organización son deseables, resulta difícil computar adecuadamente los
convenientes o apropiadas en relación con resultados o efectos de los comportamien-
el sistema socialmente construido de nor- tos empresariales (Meyer y Rowan, 1977).
mas, valores o creencias sociales» (Such- Así, la responsabilidad social corporativa
man, 1995, p. 572). Y, así, tal institucionali- alcanza la categoría de representación y
zación de la legitimidad sustituye la presión tiende a generar reputación, cuya impor-
evidente por los enfoques compartidos y tancia como activo intangible justifica muy
que parecen naturales, con ayuda de ac- bien los esfuerzos por lograrla y explica el
Responsabilidad social corporativa y análisis económico: práctica frente a teoría

miedo a su pérdida —obsérvese lo mu- ocasiones, no se observa una sufi-


cho que se habla hoy en la empresa de los ciente conexión entre la responsabili-
«riesgos de pérdida de reputación»—. dad social y la estrategia empresarial.

Por tanto, como es obvio, no se trata — Se enuncian las restricciones que pe-
de poner en duda la legitimidad del bene- san sobre la dirección y gestión de la
ficio para los accionistas sino de redefinirla compañía, a la vez que figuran aspec-
en un cierto sentido: esto es, para presen- tos más voluntaristas y se utiliza un
tarla en línea con el bien público o interés léxico ético que da la ilusión de com-
general —como también se dice, el interés promiso sin responder a la realidad. 29
«ilustrado»—. Constituye una forma de hu-
— Se observan disparidades entre los
manizar la actuación de las compañías per-
elementos objetivos, simbólicos y nor-
cibida por la sociedad, mediante un mayor
mativos de la responsabilidad social
compromiso de los directivos con las moti-
empresarial.
vaciones éticas, sociales y ecológicas.
— Junto a la retórica de la responsabili-
A este respecto, Attarça y Jacquot (2005)
dad, basada en argumentos econó-
han analizado las cartas o mensajes de los
micos, sociales y medioambientales,
presidentes de las compañías que dan co-
existe un discurso ideológico vincula-
mienzo a los informes anuales en 85 firmas
do con el intento de aparecer como
europeas. Es una forma significativa de
«representantes de la polis» y encar-
identificar las motivaciones, preocupacio-
gados de difundir valores humanistas
nes y visiones de esos dirigentes empresa-
y universales, además de opiniones
riales. Aplicando técnicas de lexicometría y
sobre la situación política nacional o
análisis temático cualitativo, los citados au-
internacional.
tores detectan que:
En definitiva, se está ante un decir que es
— Sobre la base clásica y común que
un legitimar y, a veces, hasta un encandilar.
era de esperar (alusiones a temas
económicos, legales, éticos,…), se ¿Nada nuevo bajo el sol? Puede aceptar-
hace más hincapié en unos u otros se que las formas aplicadas no son las mis-
asuntos en función de la importancia mas que en el siglo XIX: se mantiene al me-
relativa de cada grupo de interés, se- nos un diálogo con los stakeholders, aun
gún la lógica interna de la compañía. cuando de hecho suele ser menor de lo que
se aparenta o de lo deseable. Sin embargo,
— Se utiliza un léxico vinculado a las ra-
no falta quien sugiere la hipótesis de que es-
chas de la moda, lo mismo que ocurre
tamos ante una especie de neopaternalismo.
en los discursos académicos en la ma-
Éste va «orientado a definir e imponer cua-
teria, de modo que va variando la se-
dros normativos en los cuales insertar a los
lección de temas abordados y todavía
individuos; cuadros normativos que tienen
no existe un vocabulario estable.
ya sus “sumos sacerdotes” y su liturgia en
— El lenguaje busca transmitir una ima- los discursos promocionales de la respon-
gen valorizada de la firma, con ten- sabilidad social de la empresa» (Capron y
dencia a ocultar las limitaciones, di- Quairel-Lanoizelée, 2007, p. 10), tras haber-
ficultades o elementos negativos. En se convertido en una religión (Porter, 2003).
José Miguel Rodríguez Fernández

Y todo ello encaminado hacia lo que cabe los intereses de los propietarios legales de la
denominar un utilitarismo estratégico de las compañía, centrándose en la teoría estándar
empresas, las cuales se sirven de la respon- de la agencia (relación única accionistas-di-
sabilidad social corporativa como vía o ins- rectivos) y buscando la creación de «valor
trumento para mejorar su competitividad y accionarial». O, por el contrario, es posi-
crear valor para los accionistas. Esto hace ble que responda a una relación de agencia
temer que esa responsabilidad social pue- múltiple (varios partícipes en interacción con
da ser «selectiva», en el sentido de que no los directivos), estando abierto equilibrada-
se atiendan las demandas sociales si entran mente también a las preferencias y deman-
en conflicto con los intereses fundamentales das de otros stakeholders y encaminándose
de los accionistas. Máxime cuando numero- hacia la generación de riqueza neta total: es
sos altos dirigentes de las compañías siguen decir, para el conjunto de todos ellos y com-
siendo hoy titulares del control de hecho putando los efectos externos positivos y ne-
de las mismas (Boyer, 2005; Erturk y otros gativos derivados de las actividades empre-
2004); y parece que con frecuencia conti- sariales («valor partenarial»). De otro lado,
núan manteniendo unos valores, una cultu- existe una vertiente institucional, relativa a la
ra, unos comportamientos y unas actuacio- forma concreta de poner en marcha el mo-
nes acordes con su tradicional posición en el delo de dirección y gestión desde la pers-
vértice de la pirámide de poder del establish- pectiva del gobierno corporativo: esto es,
ment, como nos advirtió Papandreou (1973, con mayor o menor «voz» e intervención en
p. 119) hace ya más de tres décadas. No en las decisiones por parte del conjunto de las
vano, Perrow (1997) entiende que, en último diversas partes interesadas relevantes, no
término, irónicamente o no, esa responsabi- sólo los accionistas.
lidad social corporativa es una herramienta
destinada a reposicionar la empresa a fin de Debe insistirse en que tal modo de clasi-
explotar mejor su entorno. Pero esto mere- ficar los diferentes enfoques de la responsa-
ce ya entrar en un análisis complementario bilidad social empresarial deriva de la pers-
como el que sigue. pectiva que aquí interesa. No es obstáculo
para que, en el sustrato de dichos enfo-
ques, encontremos lo que debería ser una
3. ¿RESPONSABILIDAD SOCIAL preocupación común a todos ellos y que no
ESTRATÉGICA O AVANZADA? se analizará en estas páginas: la obligación
de satisfacer los principios de la ética de los
Desde la perspectiva del análisis econó- negocios y cumplir las leyes, con la consi-
mico y la teoría del management, dos di- guiente atención a la aplicación práctica es-
mensiones clave subyacen en lo hasta aho- pecífica de unos y otras en cada firma. En
ra expuesto y resumen los grandes ejes mi opinión, no es apropiado identificar direc-
dentro de las cuales podemos situar los di- tamente la ética de los negocios con todos
versos contenidos dados al concepto de los ricos contenidos teóricos, económico-
responsabilidad social corporativa en su tra- financieros, de management e instituciona-
yectoria histórica. Por una parte, existe una les de esa responsabilidad social. Más aún
vertiente de «orientación empresarial», referi- cuando, según hemos visto en las definicio-
da a un cierto modelo de dirección y gestión nes reproducidas en una página anterior, di-
de la firma. Éste puede otorgar la primacía a cha responsabilidad social por lo general se
Responsabilidad social corporativa y análisis económico: práctica frente a teoría

considera que tiene un carácter voluntario y 3.1. Cuatro arquetipos de responsabilidad


se atiene a unas prácticas contingentes, lo social en perspectiva económica
cual casa mal con la naturaleza normativa
y universal de la ética. Sin embargo, ello no Con el fin de sistematizar mejor en térmi-
resulta óbice —muy al contrario— para que, nos teóricos lo dicho en las páginas prece-
en la correspondiente pirámide de respon- dentes, el cuadro n.o 1 recoge los dos gran-
sabilidades, yendo de abajo a arriba y de des ejes antes citados y permite percibir
mayor a menor en el orden de prioridades, las coordenadas correspondientes a cada
la ética de los negocios y el cumplimiento una de las cuatro principales orientacio- 31
de las leyes se perfilen justo como impres- nes que pueden distinguirse en el ámbito
cindible basamento de la esfera económica, de la responsabilidad social de la empresa
gerencial y de gobierno incluida en esa res- —aparecen también algunas referencias bi-
ponsabilidad. Son así asuntos parcialmente bliográficas y fechas de actuaciones signifi-
relacionados o superpuestos, pero no coin- cativas por parte de personas o entidades,
cidentes por completo. sólo como ejemplos entre otras varias posi-

Cuadro n.o 1
Coordenadas de la responsabilidad social corporativa (RSC)

Modelo de empresa
multi-agencia o pluralista
(valor partenarial)

Paternalismo, acción social, Teoría stakeholder normativa


filantropía con argumentos éticos, sociales,
y altruismo clásicos: políticos y económicos:
RSC convencional RSC avanzada
Le Play (1855) Evan y Freeman (1988)
Carnegie (1889) Bowie (1998)
Marqués de Comillas (1899) Rodríguez Fernández (2003)
Acción Social Empresarial (1952) Sacconi (2005)

Participación/diálogo con los Participación/diálogo con los


stakeholders menos amplio stakeholders más amplio

Teoría tradicional de los Teoría stakeholder instrumental,


derechos de propiedad, costes filantropía estratégica y valor
de transacción y agencia: accionarial "ilustrado":
RSC igual a valor accionarial RSC estratégico-instrumental
Hayek (1960)/Friedman (1962) Ansoff (1965)/Andrews (1971)
Alchian y Demsetz (1972) Burke y Logsdon (1996)
Meckling y Jensen (1983) Porter y Kramer (1999)
Williamson (1985) Jensen (2001)

Modelo de empresa
mono-agencia o financiero
(valor accionarial)

Fuente: Elaboración propia.


José Miguel Rodríguez Fernández

bles—. Tres de esas orientaciones se dedu- rectivos (Meckling y Jensen, 1983). Desde
cen fácilmente de la exposición realizada en hace unos pocos años, parece que ya no
el epígrafe precedente —la flecha de bloque tiene tanto impacto en la práctica, debido
del cuadro n.o 1 señala su evolución crono- a la tendencia de encaminarse hacia el en-
lógica, ya indicada en el texto— y la cuarta foque que sigue.
será objeto de atención en lo que sigue.
En tercer lugar, en el cuadrante inferior
Ante todo, en el cuadrante superior iz- derecho aparece una responsabilidad so-
quierdo figura la visión convencional, ba- cial corporativa de carácter estratégico e
sada en el clásico paternalismo decimonó- instrumental, hoy de moda, como ya se in-
nico, extendido hasta el siglo XX y nunca sinuó en el subepígrafe 2.4. Con una im-
desaparecido por completo de la escena. portante influencia de un punto de vista de
Se caracteriza por aplicar una buena dosis procedencia anglosajona y, en particular,
de despotismo ilustrado: la preocupación norteamericana, da prioridad a la creación
por la suerte de los stakeholders no accio- de valor económico a largo plazo para los
nariales —muy en especial, los empleados accionistas; pero tiene en cuenta las restric-
de la empresa y los menos favorecidos de ciones impuestas por la necesidad práctica
la comunidad— lleva a la realización volun- de satisfacer en una medida «razonable» las
taria de acciones sociales, filantrópicas y demandas de las otras partes interesadas
altruistas; pero dentro del «orden» más es- —con el consiguiente diálogo con éstas, el
tricto del liberalismo político-económico y cual en teoría podría ser muy amplio, aun-
sin dar un suficiente grado de participación que de hecho no suele serlo tanto—. Res-
e intervención a esos partícipes no acciona- ponde a las actuales necesidades de legi-
riales en las decisiones de la firma. timación de las empresas ante la opinión
pública y, por ello, tal vez quepa entender-
En segundo término, una perspectiva
la ahora como «políticamente más correc-
cuando menos limitada, consistente fun-
ta» que la descrita en el párrafo precedente.
damentalmente en identificar la responsa-
Burke y Logsdon (1996) utilizan directamen-
bilidad social de la empresa con el incre-
te la expresión strategic corporate social
mento de los beneficios y la generación de
responsibility. Y no cabe duda de que es
valor económico para sus propietarios le-
objeto de mucha atención dentro de la pre-
gales (cuadrante inferior izquierdo). Es el
sente dirección estratégica de la empresa,
modelo financiero o accionarial en estado
fundamentándose —por ejemplo— en la
puro, muy presente durante las pasadas
teoría basada en los recursos y capacida-
décadas de los setenta y ochenta. Apare-
des o en la teoría conductista o del compor-
ce asociado típicamente con las ya citadas
tamiento de la firma (Bowen, 2007).
posiciones de F.A. Hayek y M. Friedman,
pero también con otros muchos defenso- De hecho, dentro de este perpetuo revi-
res y seguidores, en particular con las pri- val, viene a ser la recuperación de un punto
meras aportaciones de los académicos de vista ya vigente en algunas de las prime-
vinculados a la teoría tradicional de los de- ras obras sobre estrategia empresarial pu-
rechos de propiedad (Alchian y Demsetz, blicadas en los años sesenta y setenta del
1972), la economía de los costes de tran- pasado siglo; por ejemplo, las muy conoci-
sacción (Williamson, 1985) y la teoría de das de H.I. Ansoff o de K.R. Andrews. Así,
la agencia en versión sólo accionistas-di- siendo el objetivo general de la firma maxi-
Responsabilidad social corporativa y análisis económico: práctica frente a teoría

mizar la rentabilidad a largo plazo del capital vos, quienes han de actuar con honradez,
propio, se alude también a unos objetivos diligencia y transparencia en sus relacio-
sociales de la compañía, pero señalando nes con los stakeholders relevantes, para
que tienen una influencia secundaria, mo- salvaguardar los intereses a largo plazo de
dificadora y restrictiva del comportamien- cada uno de ellos y garantizar la supervi-
to de los directivos (Ansoff, 1965). Por su vencia de la firma (véase Evan y Freeman,
parte, dentro de los elementos integrantes 1988; Bowie, 1998). La base argumen-
de la estrategia, Andrews (1971) alude a las tal puede descansar sobre razonamientos
obligaciones aceptadas con los segmentos éticos o sociales —en sentido amplio, in- 33
de la sociedad distintos de los accionistas. cluyendo los políticos—; pero también es
Probablemente, no es casual que sea hoy posible añadir aportaciones efectuadas
M. Porter, uno de los grandes expertos en desde el análisis económico, como se verá
estrategia empresarial, el que adopta este a continuación.
enfoque en su bien difundida propuesta de
una correcta e inteligente integración de la Puesto que los dos últimos enfoques
filantropía al servicio de esa estrategia y su parecen ser los más importantes en el
rentabilidad. Además, con el cambio de si- momento presente —uno por su difusión
glo, Jensen (2001) ha suavizado su opinión, práctica, otro por ofrecer un «deber ser»
para readaptarla convenientemente en esta digno de atención—, se explican con un
línea, dentro de lo que se ha dado en de- poco más de detalle en lo que sigue.
nominar «modelo accionarial matizado, en-
riquecido o ilustrado», el cual enseguida se
explicará con más detalle.14 3.2. Estrategia práctica: el modelo
accionarial ilustrado
Por último, el enfoque integrador o
avanzado de la responsabilidad social
Según se ha apuntado ya, la responsa-
—cuadrante superior derecho— sigue la
bilidad social corporativa estratégica e ins-
senda abierta por Abrams (1951), hasta
trumental guarda relación con el modelo
llegar a articular una teoría normativa ba-
financiero o accionarial en su versión mati-
sada en principios como los siguientes:
zada, enriquecida o «ilustrada» (enlightened
a) legitimidad corporativa, según el cual
shareholder value model). Aquí el término
la empresa toma como guía la creación
«ilustrado» se corresponde bien con éclai-
de riqueza neta total; b) participación, de
ré, es decir, simplemente aporta el sentido
suerte que la firma articula ciertas formas
de esclarecido/aclarado, sin implicar trans-
efectivas de diálogo comprometido e in-
tervención en la dirección y gestión de la formaciones profundas en la idea del valor
compañía, al menos para los principales accionarial, como ahora veremos. Los ac-
grupos de interés; y c) responsabilidad fi- cionistas conservan su primacía y tienen
duciaria de los administradores y directi- en sus manos el control del gobierno cor-
porativo y de la orientación última de los
14 Naturalmente, la orientación estratégico-instru- negocios. Sin embargo, entienden que las
mental ahora comentada puede incluir en la práctica demás partes interesadas son medios o
una variante: estar de hecho al servicio de las propias
preferencias de los directivos o gerentes y no tanto en
instrumentos imprescindibles para alcanzar
función de los intereses últimos de los accionistas. un mayor valor económico de modo sos-
José Miguel Rodríguez Fernández

tenible y a largo plazo para los propios ac- les, adoptar una política de «marketing con
cionistas.15 causa», involucrarse en actividades socia-
les e inversiones filantrópicas dentro de
Tal es el enfoque que late en muchos de
una estrategia bien formulada, efectuar al-
los informes o códigos de buen gobierno
gunas consultas a los stakeholders, et-
corporativo aprobados en instancias nacio-
cétera, pueden contribuir al logro de los
nales o internacionales durante los años
objetivos convencionales (competitividad,
más recientes: Informe Norby de 2001 en
crecimiento, rentabilidad, generación de
Dinamarca; Informe King II de 2002 en Su-
valor para los accionistas,...). Constitu-
dáfrica; Informe Hofstetter de 2002 en Sui-
yen líneas de acción que se nos presentan
za; Código Tabaksblat de 2003 en Holan-
como convenciones sociales dirigidas a ar-
da; Principios de Gobierno Corporativo de
ticular un consenso acerca del comporta-
2004 de la OCDE; o, tal vez de forma más
miento empresarial «correcto» entre todas
confusa, Código Unificado de 2006 en Es-
las partes interesadas, en un marco en el
paña. Sin olvidar la clara redacción en ese
que entran en juego dinámicas de interac-
mismo sentido del art. 172, parágrafos 1
ciones entre éstas, procesos de aprendi-
y 2, de la Ley de Sociedades de 8 de no-
zaje y construcciones sociales ambiguas
viembre de 2006 en el Reino Unido.
(véase Persais, 2007).
A partir de ahí, se enlaza con una respon-
sabilidad social de la empresa percibida en Como consecuencia, este modelo ac-
términos de reciprocidad. Así, se sugiere la cionarial ilustrado conduce a un enfoque
conveniencia de establecer unas relaciones de la responsabilidad social corporativa
empresa-sociedad mutuamente beneficio- donde se combinan cuatro vertientes: ser
sas para ambas partes, incluso articulan- rentable; cumplir las leyes —algo que sue-
do un diálogo con los diversos grupos de le destacarse como imprescindible, pese a
interés, para conocer sus opiniones y de- resultar un requisito obvio—; respetar los
mandas, establecer algunas colaboracio- principios de la ética de los negocios, así
nes específicas, etcétera —en la práctica, como la autonomía, la dignidad y los dere-
suele hacerse dentro de determinados lími- chos humanos; y «ser bueno» (acción filan-
tes—. Eso sí, a decir verdad, con frecuencia trópica). Se sigue, pues, una jerarquía de
se detectan ciertas resistencias frente a los prioridades donde ante todo esa respon-
compromisos que deberían asumirse en re- sabilidad social viene a ser una cuestión de
lación con los stakeholders internos (Deakin rentabilidad (business case), de modo que,
y Hobbs, 2007); y se pone más énfasis en entrando en detalles, se adopta y se ve im-
conseguir reputación hacia el exterior y, en pulsada para lograr:
definitiva, legitimación social.
— La creación de nuevos productos, en-
Tener presentes en cierta medida los trada en otros mercados, diferencia-
intereses de los partícipes no accionaria- ción comercial y vinculación emocio-
nal de los distintos stakeholders, sobre
15 El resultado es análogo en caso de proceder en todo de los clientes (véase Gardberg y
sentido contrario: partir del modelo de empresa como Fombrun, 2006).
asociación de grupos de interés y, no obstante, seña-
lar también como objetivo de tal modelo la maximiza-
ción a largo plazo de la riqueza de los accionistas. Es — Una generación y acumulación de in-
lo que se califica de teoría stakeholder ilustrada. tangibles a través de la confianza, la
Responsabilidad social corporativa y análisis económico: práctica frente a teoría

buena imagen comercial y la reputa- recursos críticos, como es el caso de


ción (por ejemplo, en sectores muy proveedores.
intensivos en publicidad o en entida-
des financieras). Es decir, conseguir y — Una menor regulación pública de las
mantener una «licencia» para funcio- actividades económicas y una mayor
nar y crecer. autorregulación de las empresas («re-
gulación soft»), al insistir en el com-
— La reducción de costes de explota- promiso social y el comportamiento
ción, retrasos y riesgos por conflictos ético de los negocios. En determina-
con los grupos de interés (por ejemplo, dos países, incluso se utiliza la res-
35
en la industria química o eléctrica). ponsabilidad social empresarial para
influir más fácilmente en los poderes
— Atraer inversores y recursos financie- públicos o en determinadas institucio-
ros, gracias a su esperado impacto nes sociales (actividades de lobbyng
positivo sobre la rentabilidad financie- o cabildeo), así como con el fin de im-
ra y bursátil (véase, por ejemplo, Or- pulsar en la opinión pública posicio-
litzky y otros, 2003; Dam, 2006).16 nes ideológicas a favor de la propie-
— La captación y retención de buenos dad privada y el libre mercado.
empleados, con talento, motivación y — En algunos casos, ver facilitado el ac-
capacidad para innovar, atraídos por ceso a la financiación de proyectos.
los valores asociados con la respon- Por ejemplo, el Banco Mundial y el
sabilidad social corporativa. Algo simi- Banco Europeo para la Reconstruc-
lar podemos afirmar respecto a otros ción y el Desarrollo tienen en cuenta los
riesgos sociales y medioambientales al
analizar las solicitudes de préstamo.
16 No obstante, debe subrayarse la existencia de

problemas metodológicos que dificultan llegar a con-


clusiones claras y definitivas en los estudios empíricos
El modelo accionarial matizado o ilus-
realizados en torno a la relación entre responsabilidad trado incorpora contrastes evidentes en
social corporativa y algún tipo de rentabilidad em- relación con la responsabilidad social em-
presarial. Téngase presente que no es fácil estable-
cer indicadores fiables y prácticos para contrastar los presarial más convencional, situada en las
efectos de una dirección empresarial tipo stakeholder coordenadas del mero altruismo clásico y
frente a los rendimientos de un enfoque orientado ha-
la «filantropía de talonario». Al mismo tiem-
cia los accionistas —aparte que en el mundo real las
firmas pueden aplicar un modelo que no se corres- po, puede representar un avance por su
ponde exactamente con uno de esos dos—. En tal esfuerzo en lograr que las leyes realmen-
sentido, se detectan limitaciones en la definición con-
ceptual y operativa de las variables manejadas para
te se cumplan, los principios básicos de
medir la responsabilidad social en esta clase de es- la ética de los negocios se apliquen, haya
tudios; de hecho, difícilmente cabe entender que re- un compromiso mínimo efectivo en pro de
flejan de modo apropiado la creación de riqueza neta
total a la que se alude en varias ocasiones a lo largo los derechos humanos, la sostenibilidad
del presente artículo. Además, sigue abierto el debate medioambiental o el desarrollo social de la
en torno al procedimiento de estimación a aplicar; se
comunidad, etcétera. Sin embargo, ¿pre-
observan determinadas carencias a la hora de con-
trolar correctamente el efecto de otras posibles va- senta tantos rasgos por completo despe-
riables explicativas; y es posible que las estimaciones gados del enfoque accionarial puro como
se vean dificultadas por problemas econométricos de
endogeneidad entre resultado económico-financiero y para considerarlo de naturaleza muy dife-
responsabilidad social. rente a éste? Me parece que no. Veamos.
José Miguel Rodríguez Fernández

En el esquema puro, se da por cierto un Al mismo tiempo, recuérdese que en di-


mundo de informaciones completas, com- cho modelo accionarial ilustrado los stake-
petencia perfecta y efectos externos —«ex- holders no accionistas son considerados
ternalidades»— prácticamente irrelevantes, estrictas restricciones secundarias y reci-
de modo que el óptimo privado coincide ben una consideración estratégico-instru-
con el óptimo social (Rodríguez Fernán- mental. Ello difícilmente puede casar con
dez, 2003, pp. 72-78). Por tanto, la mejor un principio ético tan básico como no utili-
contribución empresarial al bienestar co- zar a los stakeholders en cuanto «medios»
lectivo consiste simple y directamente en sino entenderlos cual «fines en sí mismos».
incrementar sus beneficios, con el único lí- Además, no es fácil imaginar en la práctica
mite del respeto a las leyes y a la ética de a los restantes stakeholders trabajando sin
la competencia leal, como se dijo. La visión inconvenientes en favor de la creación de
ilustrada, sigue creyendo también prácti- la mayor riqueza posible para los accionis-
camente en ese mundo perfecto e ideal, tas, de suerte que no va a verse afectada
así como en la «mano invisible» que con- su motivación. ¿Realmente lo harán, con-
duce del interés privado al bienestar co- vencidos de que ello redunda en su propio
lectivo (véase Jensen, 2001). Al respecto, interés?
el matiz sólo reside en que esto último se
Por otra parte, aunque se insiste repe-
conseguirá gracias a unos responsables
tidamente en que maximizar la riqueza a
empresariales que trabajen con una pers-
largo plazo para los accionistas implica
pectiva económica a largo plazo. Pero ello
de por sí, como automática consecuen-
lleva a preguntarse qué se entiende por
cia, maximizar el bienestar para las restan-
largo plazo en dicho contexto. Un geren-
tes partes interesadas, son evidentes dos
te oportunista podría hacer todo tipo de in-
cosas. Primera, en términos de formali-
terpretaciones en su provecho y diferirlo ad
zación analítica, no es lo mismo, por una
calendas græcas. ¿No es esto un horizonte
parte, maximizar la generación neta total
temporal ciertamente indefinido e impreci-
de riqueza para el conjunto de los stake-
so? Parece que ese «largo plazo» se fija en
holders y, por otro lado, maximizar la crea-
términos tautológicos, como tantas otras
ción de valor para los accionistas sujeta a
veces en economía: el periodo necesa-
ciertas restricciones impuestas por las res-
rio para que se cumpla lo que se afirma, lo
tantes partes interesadas. Segunda, no te-
cual, por cierto, soslaya la necesidad cientí-
nemos evidencia empírica válida y amplia
fica de especificarlo a priori y sólo exige una
para asegurar dicha equivalencia, aunque
buena dosis de fe —además de evitar re-
sólo sea por las limitaciones prácticas con
cordar la predicción keynesiana sobre dón-
las que hoy se trabaja a la hora de intentar
de estaremos todos a largo plazo…—.17
medir y evaluar correctamente la creación
de riqueza para los stakeholders no accio-
17 Sin perder de vista el problema de fondo en sí
nariales.
mismo, común a las perspectivas pura e ilustrada: su En último término, estamos inmersos
creencia de que la búsqueda del interés personal pri-
vado beneficiará finalmente al conjunto de la sociedad en una controversia que parece perenne.
—de acuerdo con unas leyes económicas entendidas De una parte se sitúan cuantos sugieren
como naturales, universales e invariables—, no ha sido
demostrada rigurosa y sólidamente ni por A. Smith ni
que la maximización del valor accionarial
por sus sucesores (Foley, 2006). también maximiza, de modo automático y
Responsabilidad social corporativa y análisis económico: práctica frente a teoría

como corolario, la creación de valor para 3.3. Propuesta teórica: la responsabilidad


los restantes grupos de interesados. De social avanzada
otro lado encontramos a quienes no tie-
nen tanta fe en la benéfica actuación de la Según lo hasta aquí apuntado, podemos
«mano invisible»; incluso piensan que, en dar un paso más allá y perfilar una respon-
realidad, el valor para los accionistas tal sabilidad social corporativa avanzada, deri-
vez no siempre sea «creado», pues puede vada de un modelo completo y coherente
ser maximizado simplemente a través de de empresa pluralista o stakeholder. Aquí
la apropiación del valor correspondiente a la responsabilidad social asume que cada 37
otros partícipes y con el consiguiente per- grupo de partícipes o partes interesadas
juicio para éstos —incluyendo entre ellos a merece consideración por lo que en sí mis-
ese stakeholder «mudo» denominado me- mo representa, no sólo por su capacidad
dio ambiente—. para ser un medio o instrumento útil a al-
gún otro grupo. Es decir, los intereses de
Es posible admitir que, en el «mundo
cada stakeholder son legítimos y tienen un
real», con información imperfecta y racio-
valor intrínseco. En consecuencia, esta vi-
nalidad limitada, seguramente no estamos
sión exige:
en condiciones de «maximizar» ninguna
función objetivo. Y, en este caso, no fal- a) Un gobierno corporativo global, am-
ta quien, como Blair (2003), modifica en pliado e inclusivo —no excluyente—,
cierta medida su anterior defensa del mo- articulado en torno a una participación
delo stakeholder e intenta acortar distan- plural y efectiva en las decisiones.
cias entre ambos lados de la discusión:
b) Una generación de riqueza neta total
llega a aceptar ahora que, en la práctica,
a largo plazo, sostenible en el tiem-
las actuaciones requeridas con el fin de
po y preservando el capital medio-
aumentar a largo plazo el valor accionarial
ambiental general y el capital físico,
son probablemente indistinguibles de las
financiero e intelectual de la organi-
exigidas para generar riqueza en favor de
zación.
todos los partícipes. Sin embargo, a con-
tinuación se pregunta por qué no abando- c) Unos administradores y directivos fi-
nar entonces un lenguaje innecesariamen- duciarios de los partícipes y encar-
te conflictivo como es el asociado con el gados de rendir cuentas a la comuni-
modelo financiero —incluso en su versión dad, con transparencia y verificación
«ilustrada»— y su defensa de la prima- externa.
cía de los accionistas. Un lenguaje de ese
Se da por supuesto que la firma habrá
tipo puede enfrentar a los diferentes gru-
de realizar o alcanzar todo ello en un con-
pos de interés, fomentar un ambiente no
texto previo o paralelo de cumplimiento de
cooperativo en la empresa y hasta susci-
las leyes, adhesión a la ética de los nego-
tar comportamientos carentes de ética.
cios y de la competencia leal, respeto de
Claro está, cabe responder a Blair que no
los derechos humanos, preocupación por
se abandona ese lenguaje porque —para-
la sostenibilidad medioambiental, etcétera.
fraseando su propia hipótesis— tales ac-
tuaciones son ¡probablemente distingui- Para encontrar fundamentos a dicho en-
bles!… foque avanzado, puede recurrirse a cono-
José Miguel Rodríguez Fernández

cidos argumentos éticos (moral case) o so- ganización que en un control desde
ciales (social case), en un sentido amplio, el mercado.
de modo que se incluyen también razo-
nes que otros denominarían políticas o in- — El hecho de que, en función de lo an-
tegradoras.18 Pero, además, aquí interesa terior, parece vislumbrarse una mane-
subrayar que existen razones económicas ra distinta de la tradicional a la hora
(economic case), distintas de las utilizadas de apreciar quiénes realmente sopor-
en lo que se ha denominado business case tan riesgos residuales (específicos).
y derivadas de:19 Lo hacen diversos grupos de interés,
los cuales, por tanto, están probable-
— La relevancia de los contratos implíci- mente legitimados para participar de
tos, la confianza y la reputación den- algún modo en el control de la direc-
tro de las actuales economías, en un ción y gestión de la empresa y para
entorno en que el «capital social» o defender un sistema de gobierno cor-
relacional de las compañías ayuda a porativo orientado hacia la creación
mantener su competitividad y es pre- de riqueza neta total.
ciso adoptar una visión «multi-agen-
cia», más amplia que la simple co- — La existencia de efectos externos
nexión accionistas-directivos. o sobre terceros generados por las
corporaciones y que éstas han de
— La importante función que tienen las acostumbrarse a «internalizar» —in-
inversiones específicas, los activos teriorizar o tener en cuenta—e n sus
coespecializados y las redes de co- cálculos, según nos enseña la eco-
nocimientos, elementos fundamen- nomía del bienestar, dentro de un
tales para fomentar la innovación contexto en el cual ha de valorarse la
y respecto a los cuales la nueva (o sostenibilidad en el uso de los recur-
«moderna») teoría de los derechos de sos disponibles y no parece creíble
propiedad y el enfoque cognitivo de la existencia de un «orden espontá-
la organización nos han abierto otras neo» conducente al óptimo bienestar
perspectivas. La supervivencia de la social.
empresa exige incentivar a los stake-
holders para efectuar inversiones es- Como consecuencia de lo apuntado,
pecíficas y mantenerse dentro de ese podemos aprovechar la interrelación de la
entramado de activos y personas co- teoría stakeholder con la responsabilidad
especializados. A su vez, el aprendi- social corporativa, habitual en los debates
zaje organizacional puede requerir un sobre modelos de empresa y sistemas
sistema de gobierno corporativo ba- de gobierno. Y, desde ahí, cada empre-
sado más en un control desde la or- sa debería articular su respuesta social en
torno a dos grandes pilares: la implanta-
ción de un gobierno corporativo «global»
18 No procede aquí entrar en su desarrollo. Véase
o «ampliado» y otro modo de entender y
Garriga y Melé (2004) o, más brevemente, Rodríguez
Fernández (2006c). realizar la evaluación de los resultados al-
19 Véase Sacconi (2005). Asimismo, en extenso,
canzados por la firma. Ambos son la lógi-
Rodríguez Fernández (2003, 2006a). Un primer y más
sintético análisis al respecto apareció en Rodríguez ca plasmación de los dos grandes ejes ya
Fernández (2002), en esta misma revista Ekonomiaz. utilizados en el cuadro 1 para diferenciar
Responsabilidad social corporativa y análisis económico: práctica frente a teoría

las posiciones de cada uno de los prin- — Identificación objetiva de las partes in-
cipales enfoques existentes en el ámbi- teresadas. Distinción entre partícipes
to de la responsabilidad social empresa- primarios, contractuales o directos y
rial: por un lado, la «voz» o participación complementarios, contextuales o indi-
(el gobierno de la firma); de otra parte, la rectos, todos ellos con derechos, pero
creación de valor que tiene prioridad (los también con responsabilidades. Los
resultados para el accionista o para el primeros efectúan inversiones especí-
conjunto de los partícipes). ficas en la empresa, asumen riesgos
residuales y su colaboración es estra- 39
En relación con el primer pilar citado,
tégicamente importante para la super-
conviene subrayar algunos principios fun-
vivencia, competitividad y éxito a largo
damentales para la puesta en práctica ins-
plazo de aquélla. Los segundos son
titucional de ese buen gobierno corporati-
fundamentalmente aquellos que expe-
vo global. Constituyen una vía para añadir
rimentan efectos externos positivos o
la responsabilidad social avanzada a las
negativos, sin una previa inversión vo-
características básicas de cualquier buen
luntaria directa, más algunos otros de-
gobierno empresarial (disciplina, transpa-
rivados de razonamientos éticos.
rencia, independencia, rendición de cuen-
tas, responsabilidad e imparcialidad). Al — Responsabilidad fundamental de los
fin y al cabo, conviene aplicar la sugeren- administradores y altos ejecutivos.
cia de Mitchell (2007, p. 280): «El camino Creación de valor a largo plazo y de
más probable para que los proponentes modo sostenible para las partes in-
de la responsabilidad social corporativa al- teresadas. A estos efectos, será re-
cancen sus objetivos es convertir estos te- levante la riqueza neta total creada,
mas en temas de gobierno corporativo», en cuanto diferencia entre el valor de
sin perjuicio de que—como se ha subra- oportunidad de los outputs y el cos-
yado—la primera va más allá del segundo, te de oportunidad de los inputs, pre-
es decir, incluye otros asuntos (Sparkes, servando el capital medioambiental y
2006, p. 65). Pues bien, desde una visión el capital físico, financiero e intelectual
vinculada al análisis económico y el mana- de la organización.
gement, algunos de los principios genera-
— Obligaciones fiduciarias de los directi-
les más relevantes al respecto pueden ser
vos. Asignación a los administradores
(véase Rodríguez Fernández 2006c):
y gerentes de una obligación fiduciaria
— Incorporación de la responsabilidad para atender, gestionar prudentemente
social corporativa en la organización. e intentar buscar el consenso entre las
Ha de hacerse en su misión, valo- demandas de los partícipes, en ocasio-
res, visión estratégica, gobierno de nes potencialmente contrapuestas. El
la empresa, políticas de gestión, cri- propósito es hacer compatibles incen-
terios de remuneración y sistemas tivos y posiciones diversas, convencer
o procedimientos operativos, invo- y generar adhesiones, basándose en
lucrando a los grupos de interés re- criterios de razonabilidad y satisfacción
levantes y consiguiendo el compro- de acuerdo con las contribuciones rea-
miso de los administradores y altos lizadas y los riesgos asumidos por las
ejecutivos. diversas partes interesadas.
José Miguel Rodríguez Fernández

— Organización, dirección y gestión par- tados, etcétera), sobre la base de la


ticipativas. Utilización de mecanismos transparencia y la verificación externa
que faciliten de manera continua e e independiente.
institucionalizada la participación y el
En relación con los posibles «contratos
diálogo efectivo con los stakeholders
de gobierno» aludidos dentro del principio
—al menos los más relevantes—. Se
orientado a facilitar la participación, he aquí
puede elegir dentro de toda una am-
varios ejemplos al respecto: asignación de
plia gama de posibles «contratos de
derechos de propiedad o control formales,
gobierno», de acuerdo con un enfo-
como es el caso de las acciones u otros tí-
que contingente, es decir, en función
tulos análogos; presencia directa o indirecta
de las circunstancias, por lo general
en el consejo de administración; posibilidad
diferentes en cada organización. El
de veto mediante la intervención en algún
cambio de las reglas de juego en este
comité de supervisión y control; capacidad
ámbito ha de ser consensuado con
para designar, proponer, recomendar u opo-
las partes interesadas.
nerse al nombramiento de un cierto número
— Negociación justa. Asignación de la de miembros del consejo de administración
riqueza creada mediante un proceso o de un órgano análogo; organización de
de negociación con ausencia de fuer- paneles, foros, asambleas, encuestas pe-
za, fraude o manipulación y en el cual riódicas u otros canales análogos —en su
los partícipes deben ser tratados de caso, electrónicos o virtuales— para apli-
acuerdo con sus respectivas contri- car procedimientos de información y con-
buciones, costes y riesgos, no nece- sulta con el fin de entrar en una posterior
sariamente iguales. negociación; asignación de derechos resi-
duales sobre la renta alcanzada, con retri-
— Equilibrio en la distribución. Cada stake-
buciones en función del excedente empre-
holder ha de obtener al menos el re-
sarial; percepción de compensaciones en
embolso de las inversiones específicas
ciertas circunstancias; recepción de garan-
realizadas para generar la riqueza o ex-
tías de calidad y certificados de sostenibili-
cedente empresarial.
dad medioambiental; alianzas, proyectos e
— Interiorización de externalidades. Es- iniciativas multi-stakeholder, etcétera.
fuerzo por evitar o, llegado el caso,
Por tanto, en función de las circunstan-
computar y resarcir los efectos exter-
cias, la clave es que se adopte alguna me-
nos negativos sobre terceras partes.
dida de compromiso efectivo con los stake-
— Transparencia y rendición de cuen- holders no accionariales, tradicionalmente
tas. Acceso periódico de los partíci- más «fuera de juego» al respecto, conside-
pes a la información relevante, con rando previamente también el grado en que
garantía de fiabilidad y en el momen- esos stakeholders tienen protegidos sus in-
to oportuno (políticas aplicadas en las tereses por contratos expresos, normas pú-
relaciones con los stakeholders y en blicas o mecanismos de cobertura externos
la presentación de cuentas; amplitud a la empresa. Puede tomarse como base la
de las obligaciones; objetivos, princi- escalera de doce peldaños propuesta por
pales decisiones adoptadas, sistemas Friedman y Miles (2006, pp. 160-177) para
de evaluación y publicación de resul- reflejar las posibles etapas en las relaciones
Responsabilidad social corporativa y análisis económico: práctica frente a teoría

con los partícipes. No obstante, parece con- A partir de estos principios generales,
veniente introducir algunas modificaciones y se está en disposición de perfilar sus con-
acomodar los términos para adaptar mejor secuencias concretas por lo que atañe a la
su contenido a la perspectiva de las presen- especificación de las correspondientes res-
tes páginas. Así se llega a las etapas enu- ponsabilidades estratégicas, organización
meradas a continuación, referidas a las re- estructural y formas de funcionamiento del
laciones de los directivos con los grupos de consejo de administración de las compa-
interés no accionariales. Yendo de abajo ha- ñías; la información a difundir a las par-
cia arriba, el objetivo habrá de ser subir más tes interesadas, etcétera (véanse las reco- 41
allá de los seis primeros peldaños dentro mendaciones al respecto que incluimos en
de los doce que siguen: 1) manipular a los AECA, 2007).
grupos de interés; 2) intentar «curar» la pre-
Llegados a este punto, se plantea una
sunta ignorancia e ideas preconcebidas de
pregunta clave, que afecta al citado se-
éstos; 3) facilitar información; 4) dar explica-
gundo pilar de la responsabilidad social
ciones, 5) buscar el apaciguamiento de los
corporativa avanzada. Si la firma ha de
stakeholders («oír sin necesariamente escu-
estar al servicio de la creación de riqueza
char»); 6) realizar simples consultas; 7) en-
neta total —es decir, para todos los par-
trar en negociaciones; 8) alcanzar compro-
tícipes que proceda y computando los
misos mutuos; 9) establecer colaboraciones
efectos externos positivos o negativos—,
específicas; 10) constituir un «partenariado»
¿pueden servir los métodos tradicionales
o asociación con los partícipes; 11) efectuar
de evaluación de los resultados empresa-
alguna delegación de poder a favor de és-
riales? ¿Se requieren nuevos enfoques?
tos, otorgándoles una cierta representación
Se sabe que, en buena medida, la iden-
en los procesos de decisión; y 12) llegar a
tificación y cálculo de costes y beneficios
un control por parte de los stakeholders re-
responde a «construcciones sociales». Sea
levantes, gracias a su mayor representación
por las dificultades para medirlos de algu-
en dichos procesos.20
na manera, sea por la «entendible» incli-
nación hacia el cómputo sólo de costes
20 La participación de los grupos de interés sir- y benefi cios fácilmente cuantifi cables en
ve precisamente para eludir un peligro latente en una unidades monetarias, lo cierto es que he-
mayor responsabilidad social empresarial en paralelo
a recortes en el Estado del bienestar: la posible apari- mos de preguntarnos si no se excluyen del
ción de núcleos de importante poder privado sin nin- cálculo muchos «efectos colaterales». La
gún tipo de control social. Y también para soslayar la aplicación práctica del modelo pluralista
eventual reticencia de quienes creen que, si el Estado
no siempre conoce bien las necesidades sociales y integral, y de su correlato de responsabi-
adopta las decisiones apropiadas, mucho menos po- lidad social corporativa, depende en gran
drán hacerlo las empresas. Al fin y al cabo, dado que
nuestras economías suelen confiar de forma clara en
parte de la capacidad para proponer nue-
el sistema de precios descentralizado para alcanzar vos enfoques contables y de valoración.
buenas asignaciones de recursos, parece razonable
tener igualmente la esperanza de que unos mecanis-
mos descentralizados de diálogo entre stakeholders
empresariales y fomento de la participación de los
3.4. La creación de riqueza para
cuerpos intermedios de la sociedad pueden conducir las partes interesadas
a decisiones colectivas no muy equivocadas. Se otor-
ga así fuerte protagonismo a la dimensión pública de
los actores sociales, sin caer en el error de identificar
Sin duda, lo prioritario es comprender
lo publico con lo estatal. qué es la creación de riqueza neta total
José Miguel Rodríguez Fernández

Cuadro n.o 2
Creación de riqueza: suma de excedentes

Riqueza Riqueza
privada + colectiva
= =

Excedente Excedente Efectos


de los del externos
consumidores productor netos

Excedente Excedente
Excedente Excedente
de los de los
de los de los
accionistas directivos y
acreedores proveedores
trabajadores

Fuente: Elaboración propia.

(Rodríguez Fernández, 2003; Salas Fumás, Estamos, pues, ante un conjunto de ren-
2004). Como ya se apuntó antes, al hilo tas y cuasi-rentas económicas percibidas
de uno de los principios generales para el por los distintos partícipes.21 Así, el exce-
buen gobierno corporativo global, la rique- dente de los clientes será la diferencia en-
za neta total creada viene dada por la dife- tre el valor de oportunidad de los bienes y
rencia entre el valor de oportunidad de los servicios comprados y el precio satisfecho
ouputs y el coste de oportunidad de los in- en la adquisición; y cada uno de los com-
puts. A su vez, esta riqueza neta total crea- ponentes del excedente del productor ven-
da será la suma de una riqueza privada drá dado por la diferencia entre el corres-
—para partícipes directos— y una riqueza pondiente precio pagado por la empresa y
pública —para partícipes indirectos—, pu- el coste de oportunidad experimentado por
diéndose desglosar para apreciar los ex-
cedentes correspondientes a cada partí- 21 Recuérdese que se denomina renta económica

cipe más relevante (Rodríguez Fernández, a la retribución por encima del importe necesario para
2006b). Un esquema sencillo se recoge lograr que un factor de producción acepte participar
en una actividad, realizando nuevas inversiones con el
como simple ejemplo ilustrativo en el cua- fin de ofertar cantidades adicionales de bienes y ser-
dro n.o 2, donde los efectos externos netos vicios. Cuasi-renta económica es la retribución que
supera el nivel indispensable para inducirlo a que se
son la diferencia entre los positivos y los mantenga en su actividad actual, considerando que
negativos. las inversiones requeridas ya han sido efectuadas.
Responsabilidad social corporativa y análisis económico: práctica frente a teoría

el respectivo stakeholder. En consecuen- nicas de valoración económica que se han


cia, y a diferencia de la responsabilidad so- propuesto para lograr la deseada moneti-
cial estratégica e instrumental, el objetivo zación.
básico no es sólo crear valor —rentas eco-
Sobre la base más o menos explícita y
nómicas— para los accionistas, sino a fa-
directa del enfoque inicialmente adoptado
vor de diversos partícipes, pues son varios
por Brandenburger y Stuart (1996), den-
los que pueden efectuar inversiones espe-
tro de la economía financiera y la dirección
cíficas y asumir riesgos residuales (especí-
estratégica de la empresa existen algunos
ficos), según lo ya señalado. Post y otros 43
intentos de cuantificar valores y costes de
(2002, p. 36) apuntan de forma muy gráfi-
oportunidad para los partícipes directos (ri-
ca que las compañías generadoras de más
queza privada), ajustando las tradicionales
riqueza «pueden pagar salarios más altos
cuentas de resultados con ciertos datos
y ofrecer mejores oportunidades de ca-
del mercado de capitales y del corres-
rrera profesional, asumir mayores riesgos,
pondiente sector de actividad empresarial
proporcionar mayores prestaciones a los
—tomado como referencia—. Se alcan-
clientes, responder mejor a la adversidad,
zan estimaciones aproximadas muy grosso
proporcionar más valor a los accionistas,
modo, con fuertes hipótesis subyacentes y
y mantener mejores relaciones con otros
que todavía han de ser objeto de múltiples
partícipes».
refinamientos adicionales.
Este enfoque implica que la creación de
Por su parte, los especialistas en econo-
valor y su reparto son dos procesos indiso-
mía medioambiental y ecológica y los ex-
ciables. Charreaux y Desbrières (1998) ad-
pertos en contabilidad de impacto total o
miten las dificultades para aplicar esa me-
de costes ecológicos completos sugieren
dida en la práctica, por las estimaciones
la aplicación de una serie de métodos de
que requiere al intervenir costes de opor-
valoración que podemos resumir en tres
tunidad. Pero hacen notar que no menos
grandes enfoques:
discutible es el cálculo del coste del capi-
tal propio en el que se basa el modelo fi- — Enfoque de ouputs y costes a través
nanciero de empresa, pues también es un del mercado convencional («real»).
coste de oportunidad.
— Enfoque de «utilidad» con preferen-
Por esta vía se intenta una valoración cias reveladas (mercado complemen-
económica en términos monetarios de la ri- tario, relacionado, sustitutivo o implí-
queza neta total creada, con el objetivo de cito).
alcanzar una medida de naturaleza análo-
— Enfoque de «utilidad» mediante prefe-
ga a la creación de valor para el accionis-
rencias declaradas (mercado simula-
ta en el modelo financiero. Por ejemplo, tal
do, ficticio o hipotético).
ha sido el proceder de numerosos análisis
económicos que giran en torno a determi- En el primero de estos enfoques, se in-
nar la disposición a pagar por lograr una tenta utilizar los precios directos de los
ganancia de bienestar o evitar una pérdida mercados convencionales; o una valoración
y la disposición a aceptar compensación de efectos físicos basada en los costes in-
por asumir un daño o renunciar a un bene- curridos o en modelos de «dosis-respues-
ficio. En este sentido, son diversas las téc- ta», orientados a analizar los cambios en
José Miguel Rodríguez Fernández

la productividad o en la renta. En el segun- tica la creación de riqueza neta total en el


do caso, el valor se deduce de lo que reve- marco del modelo stakeholder, yendo más
la el comportamiento de los actores eco- allá de un determinado «caso» empresa-
nómicos, con técnicas como los precios rial. Por tanto, resulta ineludible continuar
o salarios hedónicos, los costes de viaje o recurriendo a la utilización de «indicado-
desplazamiento y las consecuencias del res» cualitativos y cuantitativos, monetarios
comportamiento precavido —gastos pre- y no monetarios, presuntamente correla-
ventivos o defensivos y costes evitados—. cionados tanto con la creación o destruc-
En el tercer enfoque, se pregunta directa- ción de valor para los grupos de interés
mente para obtener declaraciones de pre- como con el necesario y obvio respeto de
ferencias, aplicando métodos como la va- los derechos humanos, la ética de los ne-
loración contingente, el análisis conjunto, gocios, etcétera; con frecuencia, han de
etcétera. En la práctica, muchas veces es- completarse con informaciones de carác-
tas técnicas se aplican de forma sucesiva ter inevitablemente narrativo (afirmacio-
y complementaria (véase, por ejemplo, Ru- nes, hechos, intenciones). No olvidemos
sell, 2001; Bontems y Rotillon, 2007). que intentar aplicar de modo inexcusable
criterios de monetización puede introdu-
También las nuevas orientaciones en
cir sesgos muy subjetivos en las valoracio-
la evaluación de activos intangibles y de-
nes. Y, así, cualquier esquema aplicable en
más componentes del valor sustancial de
esta materia requiere calcular y evaluar di-
la empresa, abren otras perspectivas para
ferentes resultados económicos, sociales
afrontar el desafío que se tiene planteado.
y medioambientales. Propuestas metodo-
De hecho, Post y otros (2002) hablan de
lógicas tan completas como las ofrecidas
que el enfoque stakeholder de la empresa
por GRI (Global Reporting Initiative) presen-
se orienta a la creación de «riqueza organi-
tan un importante desglose y muchos ma-
zacional». Definen ésta como una medida
yores detalles al respecto.
sintética de la capacidad de la firma para
generar a largo plazo ventajas o presta- No obstante, incluso en el marco de la
ciones a favor de todos y cada uno de sus utilización de indicadores, es posible ofre-
partícipes, de modo que —en una visión cer ya unas informaciones más elaboradas
tipo stock o acumulativa en vez de tipo flu- y fiables sobre «la respuesta social de la
jo por periodo— citan como sus compo- empresa». Por ejemplo, apoyándonos en:
nentes principales: valor de mercado de
los activos físicos y financieros, restadas — El empleo de indicadores razonable-
las deudas; valor de los activos intangibles mente mejor correlacionados con la
individualizables, como las patentes, licen- creación o destrucción de valor para
cias y capital humano específico; y valor de los partícipes.
los activos relacionales externos e internos
— La comparación de los resultados al-
(vinculaciones, colaboraciones, procesos,
canzados en los indicadores con los
elementos de reputación).
correspondientes niveles medios del
Ahora bien, todavía no parece fácil tra- sector o los logrados por una em-
ducir todos estos enfoques en esquemas presa líder de referencia. Es un modo
metodológicos completos, operativos y ge- aproximado de tener en cuenta la idea
neralizables para evaluar de forma sistemá- de valor o coste de oportunidad, es
Responsabilidad social corporativa y análisis económico: práctica frente a teoría

decir, el correspondiente a un uso al- ello, cabe preguntarse si este viejo conti-
ternativo de los recursos para un nivel nente, dados sus valores y sus tradiciones,
de riesgo similar. no podría promover una reflexión y un es-
fuerzo para situarse en una fase más avan-
— La aprobación de un informe anual de
zada de la forma de entender la responsa-
responsabilidad social corporativa, de
bilidad social empresarial. En mi opinión,
acuerdo con un modelo generalmente
desde Europa deberíamos ser capaces de
aceptado y previo informe de la repre-
ir «tomando distancias», para dejar claras
sentación de los trabajadores y, en su
algunas apuestas básicas: a) frente al fun- 45
caso, de los foros organizados para
damental interés estadounidense por fa-
otros partícipes.
vorecer la reputación de la compañía y el
— Dar prioridad a la verificación externa valor accionarial, comprometernos en una
e independiente de ese informe, sin perspectiva que vislumbre la responsabili-
perjuicio de animar el esfuerzo por al- dad social como parte integral de los valo-
canzar una certificación en materia de res y la cultura de la organización, intentan-
responsabilidad social corporativa. do crear riqueza de modo equilibrado para
todas las partes interesadas; b) ante una
Por último, parece factible avanzar en la
respuesta social empresarial entendida con
construcción de índices sintéticos de indi-
gran frecuencia en función de determina-
cadores, recurriendo a la aplicación de téc-
das demandas consideradas externas, op-
nicas de análisis multicriterio y métodos de
tar por una dirección y gestión de la firma
estadística multivariable.
que perciba mejor la importancia de la in-
tervención efectiva de los stakeholders re-
levantes en las decisiones; c) en contrapo-
4. CONSIDERACIONES FINALES
sición a una relación de agencia reducida
al nexo accionistas-directivos, encaminar-
En Estados Unidos gran parte de las de-
nos hacia una visión «multi-agencia» entre
cisiones de los altos dirigentes empresaria-
las diversas partes interesadas y los direc-
les a favor de la responsabilidad social de
tivos; y, en definitiva, d) en vez de un enfo-
sus compañías parecen consistir en actua-
que estratégico-instrumental, una perspec-
ciones instrumentales al servicio final del
tiva institucional-normativa.
valor accionarial, de acuerdo con el mode-
lo financiero ilustrado y la también de moda
En consecuencia, parece necesario que
«filantropía estratégica». Con esa finalidad
en Europa los responsables políticos, juris-
última, se busca mejorar la imagen comer-
tas, economistas, empresarios, trabajado-
cial y fortalecer la reputación de la compa-
res, movimientos y organizaciones socia-
ñía, con la consiguiente acumulación de
les, etcétera, reflexionen acerca de cómo
activos intangibles, diferenciación ante la
articular la participación efectiva en la em-
clientela, motivación del personal, reduc-
presa de los diversos grupos de interés re-
ción de conflictos con el entorno, etcétera.
levantes; y cómo abrir el camino para un
Tal modelo de responsabilidad social modelo de compañía menos contractualis-
corporativa predominante en Estados Uni- ta-accionarial y más pluralista. Las solucio-
dos está instalándose también en la prácti- nes al respecto pueden ser diversas, exis-
ca al respecto desarrollada en Europa. Por tiendo la posibilidad de que sea la propia
José Miguel Rodríguez Fernández

firma la que elija según sus circunstancias. pondientes al conjunto de los mismos. Es
No se olvide que, hoy por hoy, los adminis- tanto como decir repensar las vías para in-
tradores de las compañías puede ser que centivar a esos directivos de suerte que se
reconozcan las implicaciones éticas y so- conviertan en auténticos fiduciarios de las
ciales de sus decisiones, pero consideran diversas partes interesadas y, así, verdade-
que el actual derecho de sociedades les ramente, de toda la sociedad, superando
exige maximizar el valor accionarial, si bien las simples buenas intenciones o una retó-
haciéndolo dentro de los propios cauces rica más o menos ad hoc.
legales (Rose, 2007).
Finalmente, si la responsabilidad social
Además, habrían de perfilarse nuevos avanzada aquí sugerida parece una aven-
instrumentos prácticos para estimar el con- tura intelectual sin éxito posible o se perci-
junto de la riqueza neta total generada por be como una propuesta que requiere exce-
la empresa. Probablemente, ello obliga a sivo coraje, tal vez pueda tomarse ejemplo
reconsiderar lo que se entiende por cos- de la audacia aconsejada por F.A Hayek
tes y beneficios, para no excluir del cálcu- para promover la defensa e implantación
lo muchos «efectos colaterales» que aho- de su propia utopía neoliberal, con muy
ra con tanta frecuencia omitimos. También buenos resultados por lo que se ha visto:
implica requerir que la elaboración y la di- «Necesitamos líderes intelectuales […] dis-
fusión de informaciones sobre responsa- puestos a trabajar por un ideal, aunque sus
bilidad social respondan a criterios bien perspectivas de rápida realización sean es-
definidos, sean transparentes y creíbles, casas. Deben estar dispuestos a aferrarse
resulten evaluables y, sobre todo, puedan a los principios y batirse por su completo
ser verificadas externamente por un ter- cumplimiento, aun cuando parezca lejano
cero reputado e independiente. Para ello […]. Quienes se han ocupado exclusiva-
los economistas de diversas ramas nece- mente de lo que parecía realizable […], se
sitamos colaborar para diseñar modelos han encontrado constantemente con que
de evaluación de la responsabilidad social incluso eso devenía políticamente imposi-
corporativa progresivamente más comple- ble, por la evolución de una opinión pública
tos y detallados, sirviéndonos tanto de los a la que no habían hecho nada por guiar
habituales indicadores como de métodos […]. Si recuperamos esta fe en el poder de
de valoración monetaria utilizados desde las ideas […], la batalla no está perdida»
hace tiempo. (Hayek, 1949, pp. 432-433).
A su vez, debería avanzarse en el diseño Tal vez así podamos superar el estadio
de mecanismos para inducir a los adminis- del homo economicus —aunque sea ilus-
tradores, directivos y gerentes a interiori- trado— y alcanzar los sueños del homo sa-
zar el bienestar de todos los stakeholders piens, una especie más evolucionada que
pertinentes, de forma que tiendan a maxi- todavía no habita el territorio de la ciencia
mizar la suma de los «excedentes» corres- económica.
La economía
Responsabilidad
de la contaminación
social corporativa
difusa: aspectos
y análisis espaciales
económico:e práctica
información
frente
asimétrica
a teoría

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Responsabilidad social de la empresa: una
revisión crítica a las principales teorías

50
Se revisan críticamente cuatro teorías actuales de responsabilidad social empresarial, atendiendo
a sus fundamentos filosóficos y sus implicaciones normativas. En primer lugar, la teoría común-
mente denominada «actuación social de la empresa» que tiene un enfoque procedente de la teoría
social. En segundo lugar, la teoría denominada del «valor para el accionista» y también teoría del
«capitalismo fiduciario», próxima a la teoría económica neoclásica. A continuación, la teoría de los
grupos implicados, basado en teorías filosóficas y éticas de corte racionalista. Finalmente, la teo-
ría de la «ciudadanía empresarial», que parte de una metáfora tomada de la filosofía política y utili-
za un enfoque próximo a de los estudios políticos. Considerando las limitaciones de esas teorías,
parece necesario desarrollar una teoría de la responsabilidad social empresarial más global, que
vaya más allá de los enfoques tomados de ciencias sociales particulares (psicología, economía y
estudios políticos) y superando también el racionalismo ético de algunas propuestas actuales.

Enpresen gizarte-erantzukizunari buruzko egungo lau teoriaren azterketa kritikoa egiten du, oinarri
filosofikoak eta inplikazio normatiboak kontuan hartuta. Lehenik eta behin, teoria sozialaren ikuspe-
gia duen teoria aztertzen du, «enpresaren jokabide soziala» izenekoa. Bigarrenik, «akziodunen ba-
lioaren teoria», eta, halaber, «kapitalismo fiduziarioaren» teoria, teoria ekonomiko neoklasikotik gertu
dagoena. Hirugarrenik, talde inplikatuen teoria, teoria filosofiko eta etiko arrazionalistetan oinarritua.
Azkenik, «herritar enpresarien» teoria: filosofia politikotik hartutako metafora bat du abiapuntu, eta
ikasketa politikoetan erabiltzen den ikuspegitik gertu dago. Teoria horien mugak kontuan izanda,
badirudi beharrezkoa dela enpresen gizarte-erantzukizunari buruzko teoria osoagoa garatzea, gizar-
te-zientzia jakin batetik (psikologia, ekonomia eta ikasketa politikoak) hartutako ikuspegiez haratago,
eta, halaber, egungo proposamen batzuen arrazionalismo etikoa gaindituz.

This article critically reviews four current theories of Corporate Social Responsibility (CSR) by
considering their philosophical foundations and their normative implications. Firstly, the theory
commonly known as «Corporate Social Performance», a model that stems from the social theory.
Secondly, the «Shareholder Value Theory», or «Fiduciary Capitalism», which is closely related with
neoclassic economics. Thirdly, the «Stakeholder Theory» based on rationalist philosophical and
ethical theories. Finally, «Corporate Citizenship» which derives from a metaphor from political
philosophy and which uses an approach similar to that of political studies. Considering the limitations
of these theories, it seems necessary to develop a more global theory of CSR, one that goes beyond
the approaches taken from social sciences (sociology, economics, and political studies) and that
surpasses the rationalistic ethics of some current propositions.

Ekonomiaz N.o 65, 2.o cuatrimestre, 2007


Domènec Melé
IESE Business School
Universidad de Navarra

ÍNDICE

1. Introducción 51
2. Teoría de la actuación social de la empresa
3. Teoría del valor para el accionista o capitalismo fiduciario
4. Teoría de los grupos implicados
5. Teoría de la ‘ciudadanía empresarial’ (corporate citizenship)
6. Conclusión
Referencias bibliográficas

Palabras clave: responsabilidad social empresarial, corporate citizenship.

N.o de clasificación JEL: M14

1. INTRODUCCIÓN RSE. Carroll (1999) ha revisado hasta vein-


ticinco propuestas distintas de RSE, de las
Mucho se ha discutido sobre si la res- cuales, no todas pueden considerarse ver-
ponsabilidad social empresarial (RSE) con- daderas teorías. En ocasiones, estas pro-
tribuye a unos beneficios sostenibles y puestas no pasan de ser nociones bastante
sobre modos concretos de llevar a cabo di- vagas o escasos fundamentos conceptua-
chas responsabilidades. Pero, cuando uno les. Sin embargo, existen también algunas
trata de buscar razones profundas que jus- propuestas en las que subyace una visión
tifiquen si las empresas deben o no deben consistente de la empresa y de la sociedad,
asumir un conjunto de responsabilidades con bases filosóficas mucho más sólidas.
en la sociedad y el ámbito y prioridades de Contar con unos buenos cimientos raciona-
esas responsabilidades, sorprende la esca- les resulta especialmente importante cuan-
sa atención prestada a los fundamentos fi- do la RSE se presenta no como una mera
losóficos que lo justifiquen. Parece olvidar- hipótesis para explicar la que se está ha-
se que el «deber ser» de la responsabilidad ciendo, sino como una teoría normativa.
empresarial requiere unas bases racionales
Aquí nos proponemos revisar crítica-
sólidas y convincentes.
mente cuatro teorías actuales de RSE,
Por otra parte, en los últimos años ha analizando sus fundamentos e implicacio-
proliferado la literatura sobre RSE, ya sea nes normativas. En primer lugar, nos ocu-
describiendo actuaciones, argumentando paremos de la teoría comúnmente denomi-
sobre su necesidad o presentando modos nada de «actuación social de la empresa»
de entender la RSE. Se han propuesto nu- (Corporate Social Performance). En segun-
merosas definiciones o descripciones de do lugar, revisaremos la teoría denomina-

Ekonomiaz N.o 65, 2.o cuatrimestre, 2007


Domènec Melé

da del «valor para el accionista» o simple- 2. TEORÍA DE LA ACTUACIÓN SOCIAL


mente «teoría del accionista» (Shareholder DE LA EMPRESA
Theory) y también teoría del «capitalismo
fiduciario». A continuación nos ocupare- En este enfoque, la idea de la respon-
mos de la teoría de los grupos implicados sabilidad social surge al considerar que la
(Stakeholder Theory). Finalmente, revisare- empresa en su actuación en la sociedad
mos la teoría de la «ciudadanía empresa- produce no sólo efectos económicos, sino
rial» (Corporate Citizenship). Terminaremos también sociales. Desde esta perspectiva,
sintetizando el «estado del arte» en teorías se habla de «actuación social de la empre-
de RSE y apuntando posibles desarrollos sa» para significar «el comportamiento em-
cara al futuro. presarial orientado a producir menos daño
y unos resultados más beneficiosos para la
Como punto de partida para el análisis
gente y la sociedad» (Wood, 1991a, p. 68).
que nos proponemos presentar aquí distin-
guiremos cuatro elementos que aparecen, Los orígenes de esta teoría datan de
al menos de modo implícito, en las teorías mediados del siglo XX, cuando en la lite-
de RSE1 y que, de algún modo son inter- ratura académica surgió el concepto de
dependientes: responsabilidad social de los directivos de
empresa, como preámbulo de lo que des-
— Legitimidad, entendida como conjun-
pués se llamaría responsabilidad social de
to de ideas y valores con los que se
la empresa o responsabilidad social em-
trata de justificar el modo de entender
presarial. Entre esos pioneros se encuentra
la responsabilidad social.
Howard R. Bowen (1953, p. 6), quien defi-
— Orientación, o criterio fundamental nió la RSE como «la obligación que tienen
propuesto en una teoría para tomar los directivos empresariales de establecer
decisiones en la dirección y gobierno políticas, tomar decisiones o seguir líneas
de la empresa para que aquellas pue- de acción que sean deseables de acuerdo
dan considerarse socialmente respon- con los objetivos y valores de nuestra so-
sables. ciedad».
— Regulación, concebida como normas Concretamente, Ackerman (1973) y Se-
o criterios a aplicar para concretar la thi (1975) añadieron a esta idea la noción
RSE. de «receptividad empresarial» (Corporate
Responsiveness), subrayando la necesidad
— Actuación, esto es, acciones y reac-
de que la empresa se adaptara y atendie-
ciones de la empresa hacia su entor-
ra necesidades y demandas sociales es-
no social.
pecíficas, incluso anticipándose a peticio-
En las siguientes secciones analizaremos nes concretas, esto es, siendo «proactiva».
las cuatro teorías mencionadas tomando Carroll (1979) introdujo el concepto de «ac-
como marco para su análisis estos cuatro tuación social de la empresa» (Corporate
elementos o dimensiones mencionados. Social Performance) uniendo responsabili-
dad social empresarial y receptividad em-
presarial con la consideración de aspec-
1 Estos cuatro elementos, propuestos aquí por pri-

mera vez, están inspirados en la sociología relacional


tos sociales específicos que la empresa
desarrollada por Donati (2002, 2006). debía afrontar (Social Issues). Retomando
Responsabilidad social de la empresa: una revisión crítica a las principales teorías

este concepto y apoyándose en el posterior res sociales más allá de los requerimien-
desarrollo realizado por Wartick y Cochran tos técnicos, llegan a ser instituciones so-
(1985), Wood (1991b, p. 693) definió la ciales.
actuación social de la empresa como: «la
En las teorías de RSE siempre subyace
configuración en una organización empre-
una concepción específica de la relación
sarial de principios de responsabilidad so-
entre empresa y sociedad. En este modelo,
cial, procesos de receptividad social y po-
Wood, siguiendo a Preston y Post (1975),
líticas, programas y resultados observables
sugiere que empresa y sociedad son dos
asociados a las relaciones de la empresa 53
sistemas «interpenetrados». Al propio tiem-
con la sociedad». Este es el modelo más
po subraya la interdependencia entre las
completo de la teoría aquí considerada. instituciones sociales, en lugar de conside-
rar, como en otros enfoques, que en la so-
ciedad existe especialización funcional. Si
2.1. Legitimidad hay interdependencia institucional, las em-
presas tienen que ser socialmente respon-
La teoría de actuación social de la em- sables porque operan en un entorno com-
presa basa su legitimidad en la aceptación partido, y del cuál dependen.
social de su actuación. La sociedad, en
cierto modo, concede «licencia para ope- La interdependencia existe también en-
rar» a la empresa y la empresa existe por tre la empresa y grupos implicados con
esa legitimidad social. En este sentido, des- ella. Estos grupos, que afectan o son afec-
de hace años, se viene afirmado que «las tados por la empresa, son los que se en-
instituciones empresariales deben mover- cargan en gran medida de hacer efectiva la
se decididamente hacia la integración de legitimidad social o, por el contrario, la re-
los valores sociales en los mecanismos de tiran. Lo hacen concediendo credibilidad,
toma de decisiones. Las empresas que va- reputación y disposición a colaborar con
cilen o prefieran no entrar en la terreno de la empresa (Mahon y Wartick, 2003) o, en
la responsabilidad social puede encontrarse sentido inverso, negándose a proporcionar
que paulatinamente naufraguen en el mar los beneficios derivados de la interdepen-
de la desaprobación publica.» (Davis, 1973, dencia, o incluso tomando represalias con-
p. 321; ver también Wood, 1991b). En otras tra prácticas cuestionables desarrolladas
palabras, se argumenta que si las empre- por la empresa (Collins, 1989). La existen-
sas ignoran las expectativas y demandas cia de esta interdependencia social es tam-
bién apoyada por la creciente conciencia
sociales probablemente perderán el control
de la finitud de los recursos de la Tierra y la
sobre la toma de decisiones interna y sobre
dependencia reciproca de sus pobladores.
las relaciones externas (Sethi, 1979).

Se ha señalado también que la legitimi-


dad de la empresa le viene por asumir su 2.2. Orientación
condición de institución social, actuando
con interdependencia con otras institucio- Wood (1991b) se apoya en la propuesta
nes y sin abusar de su poder. Desde esa de Preston y Post (1975) que propone la
perspectiva, Selznick (1957) afirmaba que «responsabilidad pública» como referencia
sólo cuando las empresas adoptan valo- para la responsabilidad social en la em-
Domènec Melé

presa. De acuerdo con esta idea, los eje- sa, como ubicar y construir instalaciones,
cutivos deberían tomar decisiones refor- buscar proveedores, captar y seleccionar
zando lo establecido por la ley, siguiendo trabajadores y llevar a cabo el proceso pro-
las direcciones que marcan las encuestas ductivo y distributivo de sus productos. La
de opinión y los temas sociales más can- «implicación secundaria» se refiere a as-
dentes. pectos sociales derivados de la implicación
primaria, como la contaminación genera-
Es, pues, el principio de responsabilidad
da en la producción o el avance profesio-
pública, y no los directivos empresariales,
nal de los trabajadores contratados. Los
el que define las responsabilidades sociales
directivos deberán averiguar en cada mo-
que la empresa ha de asumir. Dicho de otro
mento los contenidos de estas «implicacio-
modo, «el principio de responsabilidad pú-
nes» y tomar decisiones en cada situación
blica no permite que la responsabilidad so-
particular, asumiendo su responsabilidad
cial de la empresa sea definida por los capri-
como actores morales.
chos, preferencias o contactos sociales de
los altos ejecutivos de la empresa» (1991b,
p. 698), sino por las demandas sociales del
2.4. Actuación
entorno de la empresa. Sin embargo, los di-
rectivos tienen cierto papel en la concreción
Esta teoría incluye, además de principios
de aquella. Wood señala que «los directivos
de responsabilidad social, algunas pautas
son actores morales, y dentro del dominio
de actuación. Entre estos últimos se en-
de la RSE están obligados a ejercer su crite-
cuentran, por una parte, los procesos de
rio en lo que está a su alcance para conse-
receptividad social empresarial y, por otra,
guir unos resultados socialmente responsa-
los impactos sociales, programas y políti-
bles.» (Wood, 1991b, p. 698).
cas de responsabilidad social (resultados
de la actuación).
2.3. Regulación Los procesos de receptividad social in-
cluyen: valoraciones del entorno, gestión
Como se ha señalado, la empresa ha de grupos implicados (Stakeholder Mana-
de adaptar su actuación a los valores so- gement) considerando quiénes son, cómo
ciales existentes en cada momento y lugar, son y qué clase de relaciones e influen-
pero eso es demasiado genérico. De modo cias se mantienen con ellos y, por último,
más específico, Word, siguiendo de nue- la identificación, análisis y respuesta a dar
vo a Preston y Post (1975), considera dos ante asuntos sociales específicos.
ámbitos de responsabilidad empresarial
Hacer operativa la responsabilidad so-
que concretan la «responsabilidad pública»
cial tiene un coste económico, pero con él
y proporcionan una expresión reguladora
se evitan riesgos derivados de incumplir la
de la responsabilidad social. Las denomi-
legalidad social. La RSE puede verse tam-
nan respectivamente «implicación primaria»
bién como una inversión para crear reputa-
e «implicación secundaria» (Wood, 1991b,
ción empresarial de la que se espera cier-
p. 697).
to retorno a largo plazo. Sin embargo, esta
La «implicación primaria» se refiere a las teoría no pone el acento en calcular los
tareas económicas esenciales de la empre- costes y beneficios económicos ocasiona-
Responsabilidad social de la empresa: una revisión crítica a las principales teorías

dos por el ejercicio de la responsabilidad ciales y a las sensibilidades éticas de cada


social, por otra parte difíciles de determi- tiempo y lugar. Aunque estos valores y
nar. Se limita a asumir las responsabilida- sensibilidades pueden coincidir con ciertas
des sociales hasta un coste razonable sin exigencias éticas, la teoría carece de racio-
mayores preocupaciones por conocer los nalidad ética. La intencionalidad inherente
beneficios que puedan aportar. a la normatividad presentada no es actuar
bien, que es lo propio de la ética, sino ex-
clusivamente evitar riesgos y procurar bue-
2.5. Comentarios na reputación. La perspectiva adoptada es, 55
pues, completamente utilitarista.
Este modelo recoge los más valiosos
Por otra parte, al exigir ajustarse a la
desarrollos en la concepción clásica de la
«responsabilidad pública», se relativizan las
responsabilidad social desde 1950 a 1991.
responsabilidades sociales. En la práctica,
Añade preocupación y sensibilidad acer-
eso puede significar seguir los vaivenes de
ca del impacto social de la actividad em-
grupos de presión, presiones ideológicas
presarial, advierte de la repercusión de una
de los medios de comunicación y adaptar-
conducta responsable para evitar riesgos y
se a lo «políticamente correcto» en cada si-
crear reputación corporativa y busca legiti-
tuación, en lugar de hacer lo debido. Esto
midad social a la actuación de la empresa.
puede llevar también a peligrosas contra-
Junto a estos aspectos positivos, esta dicciones si se actúa en un ámbito global,
teoría tiene también muchas limitaciones. ya que la sensibilidad social varía de un lu-
Su enfoque está inspirado en una sociolo- gar a otro. Mientras en un país puede ser,
gía que analiza el poder y las tensiones so- por ejemplo, muy sensible en materia de
ciales creadas por el abuso de poder. Su medioambiente, otro puede no serlo tanto.
enfoque es próximo al neoinstitucionalis- Lo mismo podría decirse en materias relati-
mo, una escuela de teoría social focaliza- vas a derechos humanos y corrupción.
da en el modo en que las instituciones in-
Por último, y no por ello menos impor-
teractúan y sus efectos en la sociedad. Los
tante, la RSE tal como aquí se entiende no
pensadores de esta escuela sostienen que
es algo intrínseco a la actividad empresa-
la interacción entre instituciones y la in-
rial, sino que se separa netamente lo social
fluencia de la sociedad es decisiva para ex-
y lo económico.
plicar por qué muchas empresas terminan
teniendo la misma estructura organizativa
(isomorfismo) aunque su desarrollo es di-
3. TEORÍA DEL VALOR PARA
verso y cómo las instituciones conforman
EL ACCIONISTA O CAPITALISMO
el comportamiento de los individuos que
FIDUCIARIO
forman parte de ella. Desde esta perspecti-
va, la libertad y la responsabilidad personal
Es el enfoque presentado por Fried-
del directivo quedan muy mermadas. Es un
man, M. (1962, 1970) y, más recientemen-
enfoque en el que parece no contar para
te, por Michael Jensen (Jensen y Mecling,
nada la conciencia moral del directivo.
1976; Jensen 2000), entre otros. Estos au-
Además, presenta una concepción so- tores no ven más responsabilidad social en
ciológica de la ética reducida a valores so- la empresa que maximizar el valor para el
Domènec Melé

accionista. Cualquier otra actuación social A diferencia de la teoría anterior, en la


será aceptable si, y sólo si, contribuye a teoría del capitalismo fiduciario subyace una
este objetivo económico, ya que, para los idea funcional de la sociedad. Cada gru-
defensores de esta teoría, éste es el único po social tendría una única función a cum-
fin de la empresa. plir. La escuela estaría para educar, la fami-
lia para criar a los hijos y la empresa para
generar riqueza. Eso es todo. El impacto
3.1. Legitimidad social producido por la actividad empresa-
rial no sería, en modo alguno, responsabili-
Milton Friedman basa la legitimidad de dad de la empresa, sino del Estado. Dentro
su propuesta en lo que considera propio de de esta visión monofuncionalista, el Estado
una sociedad libre, que incluye libertad de ha de ocuparse de resolver los problemas
empresa, libertad de mercado y propiedad sociales que se presentan en la sociedad,
privada. Las leyes establecidas apoyan y también los ocasionados por la empresa.
articulan estos ideales, permitiendo contra- Lo hace promulgando leyes que limiten el
tar y despedir libremente, comerciar en un daño social de la actividad empresarial y
mercado libre y dotando a los titulares de la estableciendo políticas sociales. Los indivi-
propiedad privada el derecho a usar dicha duos, en uso de su libertad, pueden realizar
propiedad, usufructuarla y disponer de ella obras benéficas, pero no las empresas, a
a su antojo, sin más limitaciones que las menos que lo decidan sus propietarios.
señaladas por la ley. Se señala también que
los directivos contratados por las empresas En esta teoría subyace un modelo de
se deben totalmente a quienes los han con- hombre con deseos y preferencias. Tie-
tratado y tienen la obligación de servir leal- ne también derecho a la libertad, a la vida
mente a sus intereses sin más restricciones y a la propiedad. La sociedad se entiende
que las señaladas por la ley. como una agrupación de individuos uni-
dos por un hipotético «contrato social» que
La teoría de la agencia (Ross, 1973; permite a cada uno perseguir sus preferen-
Jensen y Meckling, 1976), muy popular cias vitales. La empresa es vista como una
en el mundo académico y en muchas em- «persona artificial», una mera creación de la
presas, está en esta línea. Se apoya en la ley (Friedman, 1970), y no como una insti-
relación fiduciaria entre directivos y pro-
tución social. Las relaciones empresariales,
pietarios, presentando a los accionistas
tanto internas como externas son conside-
(propietarios del capital) como principales y
radas como una red de contratos, y nada
los directivos como agentes.
más. La esfera de actuación de la empresa
Siguiendo a Adam Smith en su metáfora es plenamente autónoma y privada, limita-
de la «mano invisible», se considera tam- da solamente por la esfera pública admi-
bién que la búsqueda del interés privado nistrada por el Estado.
y un Estado mínimo es el mejor modo de
crear riqueza y, por consiguiente, de au-
mentar la capacidad de inversión en nue- 3.2. Orientación
vas empresas, creando puestos de trabajo
y haciendo más accesibles al público bie- La toma de decisiones debe orientar-
nes y servicios (Jensen, 2000). se indefectiblemente hacia el interés de los
Responsabilidad social de la empresa: una revisión crítica a las principales teorías

propietarios de la empresa, que supuesta- a posteriores beneficios. La posibilidad de


mente es conseguir el máximo retorno del conseguir beneficios de la responsabilidad
capital invertido. social fue ya apuntada por Peter Drucker
(1984, p. 62), hace más de veinte años,
Aplicando la teoría de la agencia, la
al señalar que «la “responsabilidad social”
orientación hacia los intereses de los ac-
apropiada de la empresa es “domesticar al
cionistas en la toma de decisiones suele
dragón”, esto es, convertir un problema so-
estar reforzada por incentivos que se otor-
cial en oportunidades económicas y de be-
gan en función de los beneficios o del valor
neficio económico, en competencia huma- 57
de las acciones. De este modo, se preten-
na, en trabajos bien pagados y en riqueza.»
de alinear los intereses económicos de los
directivos con los de los accionistas. De un modo explícito Jensen (2000), sin re-
nunciar a la búsqueda del valor económico
como único objetivo de la empresa, acep-
3.3. Regulación ta asumir ciertas demandas sociales de
grupos implicados si éstas pueden contri-
Según Milton Friedman, «la única res- buir a maximizar los beneficios a largo pla-
ponsabilidad de la empresa hacia la socie- zo. A este enfoque Jensen lo denomina:
dad es la maximización de los beneficios «maximización ilustrada del valor».
para los accionistas, dentro del marco le- En el capitalismo fiduciario, la regulación
gal y las costumbre éticas del país.» (Fried- de la RSE viene, pues, determinada por:
man, 1970). Los directivos, en virtud de la 1) los deberes fiduciarios de los directivos
relación contractual con los accionistas, hacia los accionistas, 2) la búsqueda de la
tiene hacia éstos unos deberes fiduciarios: maximización del valor para el accionista,
han de servir a sus intereses y mandatos. 3) el cumplimiento de las leyes y normas
Friedman asume, pues, que la empresa no del libre mercado, que pueden ampliarse
tiene más responsabilidad social que la de- con costumbres éticas locales y 4) la asun-
rivada de su responsabilidades económi- ción de aspectos sociales si, y sólo sí, se
cas y legales, esta última ampliada, si aca- estima que conducirán a maximizar el valor
so, por algunas otras normas derivadas de de la acción a largo plazo.
las «costumbres éticas de país» (aspecto
en el que Friedman no profundiza).
Friedman no afirma que la empresa sólo 3.4. Actuación
puede desarrollar actividades directamente
orientadas a los beneficios, sino que la em- Como se ha indicado, en los últimos
presa sólo puede emprender actividades años, y sin cambiar su filosofía fundamen-
orientadas al beneficio. Aunque, por diver- tal, muchos defensores de esta teoría su-
sas razones, Friedman era contrario a que gieren prestar atención y emprender ciertas
la empresa se implicara en la solución de actividades sociales si proporcionan venta-
problemas sociales, generados o no por jas competitivas a la empresa (p.e., Porter
su actividad, parece que no habría de ex- y Kramer, 2002, 2006) y, en consecuencia,
cluir del planteamiento Friedmaniano cier- beneficios a largo plazo. En este sentido,
tas actividades de la empresa directamen- Burke y Logsdon (1996, p. 496) ha presen-
te sociales si indirectamente pueden llevar tado el concepto de «responsabilidad so-
Domènec Melé

cial empresarial estratégica» (Strategic Cor- Otra crítica a esta teoría es el reduccio-
porate Social Responsibility) para referirse nismo que supone dirigir empresas exclusi-
a políticas, programas y procesos que rin- vamente según la racionalidad económica,
den «sustanciales beneficios económicos cuando ésta es sólo una parte del concep-
a la empresa, especialmente los apoyados to más amplio de racionalidad humana. La
en actividades centrales de la empresa, racionalidad humana incluye también con-
que así contribuyen a la efectividad de la siderar los fines de la acción y aspectos
empresa en el cumplimiento de su misión». humanos, éticos y sociales no estrictamen-
te económicos.
El cálculo coste-beneficio obviamen-
te es clave en esta teoría. Se comprende, Por otra parte, el modelo de hombre y
por tanto, que pueda hablarse de un nivel de sociedad que subyace en esta teoría es
«ideal» de RSE determinable por un análisis muy incompleto y, por tanto, erróneo. La
coste-beneficio (a largo plazo) dependien- persona humana es mucho más compleja
te de varios factores (McWilliams y Siegel, que la simplificación adoptada aquí, que no
2001). es otra que del homo economicus, que re-
duce al hombre a un ser de intereses (eco-
nómicos) y preferencias.
3.5. Comentarios
Es también muy cuestionable la concep-
A diferencia de la teoría anterior inspi- ción funcionalista, individualista y atomista
rada en la teoría social, la teoría del va- de la sociedad implícita en esta teoría. La
lor para el accionista tiene sus raíces en la multiplicidad de fines de las instituciones
teoría económica neoclásica. La aplicación sociales y la interdependencia entre em-
de esta teoría ha llevado, sin duda, a crear presa y sociedad son hoy ampliamente re-
riqueza. Los defensores de esta teoría, su- conocidos. En este sentido, si bien la crea-
brayan que los aspectos sociales ya que- ción de riqueza es primordial entre los fines
dan cubiertos con las debidas restriccio- de la empresa, la contribución de la em-
nes legales y una adecuada política fiscal y presa al bien de la sociedad no se limita a
social. Aunque la empresa se desentiende este fin. La empresa crea empleo, suminis-
de su responsabilidad social más allá de la tra bienes y servicios con eficiencia, es un
creación de valor para el accionista, el Es- cauce para inversiones rentables, difunde
tado puede limitar posibles abusos empre- valores, etc.
sariales y mitigar, al menos parcialmente,
La defensa de las libertades es acorde
los impactos sociales negativos ocasiona-
con la libertad del hombre pero la libertad
dos por algunas empresas.
necesita un marco ético-legal para evitar
Crear riqueza es importante, pero la abusos en nombre de la libertad por parte
creación de riqueza no es suficiente para de los poderosos. También el derecho de
lograr una buena sociedad. Se puede propiedad es importante, pero es muy dis-
crear riqueza al tiempo que se degrada a cutible que sea un derecho absoluto. Des-
las personas en su humanidad, se erosio- de una perspectiva ética muchos defien-
na la convivencia social, se agotan recur- den que la propiedad tiene funciones tanto
sos naturales y se contamina el medio am- individuales como sociales, que han de ser
biente. armonizadas.
Responsabilidad social de la empresa: una revisión crítica a las principales teorías

Las bases éticas son también insuficien- 4.1. Legitimidad


tes. Las leyes suelen concretar exigencias
éticas, pero la ética es más amplia que las Algunos argumentan que actuar de
leyes. Las leyes no pueden cubrir todas las modo responsable con los implicados con-
exigencias normativas y, con frecuencia, lle- duce a los mejores resultados a largo plazo
gan tarde. Por otra parte, aunque cierta- para todos, también para los accionistas.
mente existen unos deberes fiduciarios del Se crea valor porque los implicados pueden
directivo hacia los accionistas, estos debe- satisfacer conjuntamente sus necesidades y
res morales y legales no son los únicos que deseos por medio de acuerdos voluntarios 59
el directivo debe asumir. Hay derechos hu- de unos con otros. Aunque tal propuesta
manos que exigen ser respetados aunque parece no salir de la racionalidad económi-
no estén incluidos en las leyes vigentes, así ca, para que los acuerdos sean sostenibles
como otros deberes de justicia que pueden en el tiempo, como señala Freeman (1994),
estar en contradicción con los deberes fidu- deben incluir algún tipo de equidad.
ciarios, si estos se interpretan como la obli-
Otros autores acuden abiertamente a
gación de buscar el interés del accionista a
teorías éticas para justificar obligaciones
toda costa. Los diversos deberes éticos de-
gerenciales hacia los grupos implicados,
ben ser considerados al mismo tiempo por
defendiendo que los directivos, de modo
el directivo, armonizándolos y, si es necesa-
explícito o tácito, tienen relaciones fidu-
rio, priorizándolos con sabiduría práctica.
ciarias con todos los grupos implicados
y también con la empresa como entidad
abstracta (Evan y Freeman, 1988). Desde
4. TEORÍA DE LOS GRUPOS
otra perspectiva, se afirma que los grupos
IMPLICADOS
implicados tienen intereses que han de ser
respetados en virtud de su autonomía, y
A diferencia de la teoría anterior, la idea
que la empresa ha de crear valor para to-
clave de la teoría de los grupos implica-
dos los grupos implicados, y no sólo para
dos (stakeholders) o simplemente teoría
los accionistas. Se argumenta también que
de implicados, es que la empresa, y en su
los derechos de propiedad deben subor-
nombre los directivos y quienes la gobier-
dinarse a principios de justicia distributiva
nan, tienen responsabilidades hacia todos
(Donaldson y Preston, 1995). Otros, desde
los grupos constituyentes de la empresa,
una perspectiva liberal, invocan la libertad
y no sólo hacia los accionistas. Entre es-
y la necesidad de asumir la responsabili-
tos grupos de implicados se encuentran
dad empresarial por las consecuencias de
los empleados, los accionistas, los clientes
sus acciones sobre terceros. Añaden que,
y consumidores, los proveedores y la co-
cuando una tercera parte es damnificada,
munidad local. En algunos casos, también
debe ser compensada o se debe negociar
pueden considerarse grupos implicados al-
un nuevo acuerdo con las partes afectadas
gunas organizaciones cívicas, medios de
(Freeman y Phillips, 2002).
comunicación y otros grupos sociales. Hay
muchas variantes de esta teoría y muchas La relación entre empresa y sociedad se
interpretaciones que no podemos recoger ve, sobre todo, como una relación de in-
aquí. Nos limitaremos, por tanto, a las pro- terdependencia entre grupos sociales. La
puestas más difundidas. libertad y la libre competencia se aceptan
Domènec Melé

como valores fundamentales. Los grupos y, sobre todo, suscita la cuestión de cómo
implicados tienen, por tanto, opciones; en- resolver intereses en conflicto. Se ha pro-
tre ellas la posibilidad de cooperar con la puesto equilibrar intereses en conflicto de
empresa, y viceversa. De esta cooperación los grupos implicados, utilizando diversas
con los implicados emerge la competición teorías éticas (Freeman 1994), mediante
entre las empresas. El Gobierno (Estado), diálogo con los grupos implicados buscan-
en lugar de ser visto como limitador de los do consenso y también atender a criterios
intereses económicos de los empresarios, de legitimidad, urgencia y poder (Mitchell et
es considerado como un grupo implicado al., 1997).
más, en interdependencia con la empresa.

4.4. Actuación
4.2. Orientación
En relación con el modo de actuar en la
La orientación fundamental para las de- aplicación de la teoría de grupos implica-
cisiones empresariales es que éstas deben dos, se han señalado, entre otros, los si-
beneficiar a todos los implicados y a la em- guientes criterios para directivos2:
presa en su conjunto. Se debe, pues, diri-
gir y gobernar la empresa a favor de todos 1. Reconocer y seguir activamente las
los grupos implicados y para la continuidad preocupaciones de todos los legíti-
de la empresa (Evan y Freeman, 1988). mos grupos implicados.

2. Escuchar y comunicarse abiertamen-


te con los implicados.
4.3. Regulación
3. Adoptar procesos y modos de com-
La toma de decisiones, según Evan y portamiento sensibles a las preocu-
Freeman (1988), ha de adecuarse a los si- paciones y capacidades de cada uno
guientes criterios: de los grupos implicados.

1. Buscar y asegurar el beneficio de to- 4. Reconocer la interdependencia de


dos los grupos implicados. esfuerzos y compensaciones entre
grupos implicados e intentar conse-
2. De algún modo, los grupos implica-
guir una equitativa distribución de be-
dos deben participar en las decisio-
neficios y cargas entre ellos, teniendo
nes que substancialmente afecten a
en cuenta sus respectivos riesgos y
su bienestar.
vulnerabilidades.
3. La dirección debe actuar en inte-
rés de los grupos implicados como 5. Trabajar en cooperación con otras
su agente y también en interés de la entidades, públicas y privadas, para
empresa para asegurar la superviven- asegurar que los riesgos y daños deri-
cia de ésta y salvaguardar la implica-
ción de cada grupo a largo plazo. 2 The Carson Center for Business Ethics, Toronto

(1999). Reproducidos en Business Ethics Quarterly,


Este enfoque normativo plantea el pro- 2002, Vol. 12, pp. 257-264. Ver también en: http://
blema de determinar los grupos implicados www.mgmt.utoronto.ca/%7Estake/Principles.htm.
Responsabilidad social de la empresa: una revisión crítica a las principales teorías

vados de la actividad empresarial son pora un lenguaje que pone de manifiesto


minimizados y, si no se pueden evitar, que la empresa no es sólo una sociedad
son debidamente compensados. de capitales, sino que está formada por va-
rios constituyentes.
6. Evitar actividades que puedan po-
ner en peligro derechos humanos in- Junto a estos aspectos positivos, la teo-
alienables (p.e., el derecho a la vida) ría de los implicados tiene también sus li-
o generar riesgos que, si son clara- mitaciones y ha sido objeto de diversas
mente entendidos, resultan manifies- críticas. Una de ellas, procedente de los
tamente inaceptables por grupos im- defensores de la teoría del valor para el ac- 61
plicados relevantes. cionista, argumenta que la atención a to-
dos los grupos implicados elimina las ven-
7. Reconocer los conflictos potenciales
tajas de un objetivo básico para evaluar las
entre el papel del directivo como gru-
actividades empresariales (Jensen, 2000).
po implicado y sus responsabilidades
Efectivamente, actuar y evaluar la actua-
morales y legales por los intereses de
ción directiva a partir de una función obje-
los implicados. Estos conflictos han
tiva de carácter económico tiene ventajas
de resolverse con una comunicación
operativas, pero esto no significa que sea
abierta, una información apropiada,
lo correcto desde el punto de vista ético.
sistemas de incentivos y cuando sea
Por otra parte, si cooperar con grupos im-
necesario con la revisión de una ter-
plicados es fuente de valor a largo plazo, la
cera parte.
atención a estos grupos podría no oponer-
se al objetivo económico aunque sea difícil
de cuantificar y, más aún, de incluir en una
4.5. Comentarios
función objetivo.
Con relación a la teoría de la actuación Algunas teorías de implicados suponen
social de la empresa, la teoría de los gru- que el directivo tiene deberes fiduciarios
pos implicados permite concretar el modo con todos los grupos, lo cual está poco
de determinar responsabilidades especí- fundamentado. Pero no todos los partida-
ficas de la empresa hacia cada grupo de rios de esta teoría lo sostienen. También es
implicados. Además, conecta los aspectos cuestionable que sea una exigencia ética la
estratégicos de la empresa con las perso- participación de implicados en la toma de
nas afectadas. decisiones en asuntos que les afecten, a
menos que se matice mucho el sentido de
La teoría de los grupos implicados mejo-
la participación.
ra algunas limitaciones de la teoría del valor
para el accionista. Así, toma en conside- Otra dificultad no menor está en la cues-
ración no sólo la libertad, sino también los tión de atender los intereses de los grupos
legítimos intereses y derechos de los gru- implicados. Algunos autores hablan sólo de
pos implicados en un sentido más amplio; intereses, sin más, y eso carece de justifica-
la propiedad está moderada por la justicia ción. Otros, más serios, hablan sólo de legí-
distributiva y las obligaciones del directivo timos intereses. Aquí la pregunta es cómo
no están restringidas a los deberes fiducia- determinar qué son intereses legítimos.
rios hacia los accionistas. Además, incor- Queda también en suspenso qué teoría
Domènec Melé

ética se debe utilizar para resolver conflic- dida, contribuyó a ello una declaración fir-
tos de intereses. Algunos, como Freeman mada por 34 directores ejecutivos de las
(1994), aceptan que cualquier teoría ética mayores empresas del mundo dentro del
será válida para resolverlos, lo cual da lugar World Economic Forum de 2002, celebrado
a cierto relativismo ético. Esto es relevante, ese año en Nueva York en lugar de Davos
dado que la teoría de implicados empezó (Suiza), donde habitualmente tiene lugar. En
su andadura apoyándose en principios éti- esta declaración del World Economic Fo-
cos universales, frente a quienes se limitan rum se afirma que «la ciudadanía empre-
a cumplir las leyes, para justificar el reco- sarial se refiere a la contribución que una
nocimiento y respeto a los implicados. Este compañía hace a la sociedad a través de
relativismo en la elección de teorías, conlle- sus actividades empresariales nucleares, su
va el riesgo de que haya directivos que eli- inversión social y programas filantrópicos y
jan la teoría que más convenga para justifi- su implicación en políticas públicas.»3
car lo que previamente ya se ha elegido.

5.1. Legitimidad
5. TEORÍA DE LA
Se considera que la empresa es parte
‘CIUDADANÍA EMPRESARIAL’
de la sociedad y ha de participar en la vida
(CORPORATE CITIZENSHIP)
social contribuyendo en alguna medida y
voluntariamente al desarrollo y bienestar de
El término «ciudadanía empresarial» (Cor-
la sociedad más allá de la creación de ri-
porate Citizenship) es relativamente antiguo,
queza. Esta visión de la relación entre em-
pero la teoría de la «ciudadanía empresa-
presa y sociedad difiere de las anteriores
rial» es reciente y aún no completamente
teorías (interprenetación, monofuncional,
desarrollada. La expresión aparece en Es-
interdependencia con grupos4).
tados Unidos en la década de los ochen-
ta, o quizá antes, sobre todo en la práctica Para la mayoría de autores, el concep-
empresarial para designar acciones filantró- to de «ciudadanía empresarial», inspirado
picas empresariales para contribuir a solu- en la filosofía política, tiene afinidad con la
cionar determinados necesidades sociales noción de ciudadano, es decir, alguien que
de la comunidad donde opera la empresa. forma parte de una nación-estado y está
«La empresa —se afirmaba— ha de ser una dotado de deberes y derechos. Pero la no-
buena ciudadana» y, si hay ciudadanos que ción de ciudadano expresa exactamente el
se preocupan y ayudan a resolver proble- modo de entender la ciudadanía empresa-
mas o necesidades sociales, las empresas, rial, ya que las empresas multinacionales,
sobre todo las grandes, con sus inmensos
recursos, no pueden ser menos.
3 http://www.weforum.org/en/initiatives/corporate-

La idea de que las empresas tienen que citizenship/index.htm Acceso realizado el 26 de febre-
preocuparse por las comunidades que las ro de 2007.
4 Algunos autores ven la noción de ciudadanía
acogen, más allá del pago de impuestos, referida a la relación que la empresa establece con
se extendió progresivamente con las pro- sus grupos implicados (Waddock y Smith, 2000).
Sin embargo, esta idea no parece lo más genuino de
testas antiglobalización a finales del siglo esta teoría, ya que si fuera así, apenas se distinguiría
pasado y principios del actual. En gran me- de la teoría de los grupos implicados.
Responsabilidad social de la empresa: una revisión crítica a las principales teorías

primariamente aludidas en esta teoría, no nía. Uno, propuesto por Wood y Logsdon
están circunscritas a un ámbito de sobera- (2002) se basa en la aplicación de dere-
nía política ni están limitadas por un rígido chos humanos universales y un núme-
listado de derechos y deberes ciudadanos. ro limitado de normas éticas universales
Por el contrario, la ciudadanía empresarial (hipernormas), al tiempo que se respe-
suele referirse a un ámbito global y es cru- tan las normas locales consistentes con
cial el sentido de voluntariedad en coope- éstas y se buscan modos de conciliarlas
rar al bien de la sociedad. cuando no son consistentes y se implan-
tan procesos sistemáticos de aprendiza- 63
El concepto de ciudadanía empresarial
je en beneficio de la organización, de los
se apoya en la noción de «participación cí-
grupos implicados locales y de la comu-
vica», la cual enlaza con la tradición aris-
nidad global.
totélica que considera la sociabilidad hu-
mana que busca la cooperación en todos Otra perspectiva es la propuesta por
los ámbitos. Según Aristóteles, las econo- Matten y Crane (2005) que ven el papel de
mías domésticas participan y contribuyen la empresa en administrar ciertos derechos
al bienestar de la ciudad (polis). La ciuda- de los grupos implicados en la empresa en
danía empresarial se encuadra en esta vi- países dónde los gobiernos han dejado de
sión de la sociedad en la cual todas las administrar derechos cívicos, dónde no los
partes integrantes de la misma han contri- han administrado todavía y dónde la admi-
buir al bien de la sociedad en su conjunto. nistración de derechos cívicos van más allá
de lo que alcanza el gobierno de una na-
En definitiva, la legitimidad se fundamen-
ción-estado.
ta en la necesidad de cooperación social y
en la participación responsable de la em-
presa en lograr una buena sociedad.
5.4. Actuación

Articular la ciudadanía empresarial, tal


5.2. Orientación
como la entienden Logsdon y Wood (2005),
requiere:
La empresa ha de actuar a modo de
«buen ciudadano» y todo que se pueda re- 1. Establecer un conjunto de valores
conocer como tal ha de orientar una ac- fundamentales e incorporarlos en el
tuación social responsable. Esto incluye las código de conducta y en las políticas
contribuciones de la empresa a la sociedad empresariales que reflejen normas
a través de sus actividades propias, la rea- éticas universales.
lización de algunas inversiones sociales y
2. Puesta en marcha por toda la organi-
programas filantrópicos y ciertas implica-
zación con una atenta vigilancia para
ciones en políticas públicas.
conocer dónde el código y las políti-
cas encajan bien y dónde pueden no
encajar con las expectativas de los
5.3. Regulación
grupos implicados.
Hay, al menos, dos modos de entender 3. Analizar y experimentar cómo tratar
cómo la empresa concreta su ciudada- casos concretos.
Domènec Melé

4. Llevar a cabo un proceso de apren- Aparte del anterior aspecto semánti-


dizaje sistemático para comunicar in- co, el modelo de «ciudadanía empresarial»
terna y externamente los resultados entraña un concepto de empresa y de re-
de la implantación y las experimenta- lación empresa-sociedad que va más allá
ciones. del estrecho concepto funcional implícito
en el modelo de valor para el accionista.
La actuación puede también incluir aso-
Aquí, al igual que el modelo de los grupos
ciaciones entre el sector público y privado
implicados, la empresa no es considera-
para realizar obras de interés social.
da únicamente como un agente econó-
Por su parte, Matten y Crane (2005) mico. Amplía también la visión de «inter-
piensan que las empresas administran de- penetración» empresa-sociedad y va más
rechos cívicos (sociales, civiles y políti- allá también de reducir la relación empre-
cos) de tres modos: proporcionado medios sa-sociedad a la interdependencia entre
para el ejercicio de derechos sociales (p.e., empresa y grupos implicados, aunque la
educación y servicios médicos), haciendo puede incluir. La empresa es vista, sobre
posible derechos civiles (p.e., promovien- todo, como un actor social dentro la so-
do libertad frente a abusos e interferencias ciedad.
de terceras partes) y erigiéndose en cau-
ce para el ejercicio de derechos políticos Dentro de la perspectiva global, el con-
(p.e., siendo un conducto para el ejerci- cepto de ciudadanía empresarial, cuando
cio de los derechos políticos de los indivi- es sinceramente aplicado, evita riesgos,
duos). La propuesta de estos autores no proporciona reputación y puede mejorar
es normativa, sino descriptiva de lo que se los resultados a largo plazo.
está haciendo en algunos lugares. Así mis- Este modelo, como las anteriores, no
mo, ponen el relieve los riesgos políticos está tampoco exento de algunas críticas.
que supone asumir tareas tradicionalmen- Una es que se trata de un concepto vago
te asignadas al gobierno y controladas por y difícil de articular. También se han criti-
mecanismos democráticos. cado los fundamentos conceptuales, to-
davía muy incipientes y sujetos a contro-
versia (Moon et al., 2005, Van Oosterhout,
5.5. Comentarios 2005).

El nombre de «ciudadanía empresarial» La crítica probablemente más impor-


en algunos lugares resulta más atractivo tante se refiere a la legitimidad de la em-
que el de responsabilidad social. Da idea presa de asumir funciones que tradicional-
de que la empresa es parte activa de la so- mente ha realizado el Estado y la cuestión
ciedad y no sólo una entidad con respon- del control social que muchas actividades
sabilidades exigidas por otros. No olvide- de ciudadanía empresarial deberían tener.
mos que éste fue el término elegido por los Se teme que dado el poder económico
altos directivos firmantes de la citada de- de las grandes multinacionales, su acción
claración del World Economic Forum. Sin «ciudadana» pueda terminar en una intro-
embargo, en Europa, hoy por hoy, sigue misión en la soberanía de países con go-
siendo más popular hablar de responsabili- biernos débiles o con poca capacidad de
dad social de la empresa. regulación.
Responsabilidad social de la empresa: una revisión crítica a las principales teorías

6. CONCLUSIÓN sarial). La teoría de los grupos implicados,


que trata de situarse en una perspectiva
La distinción analítica que aquí hemos ética, lo hace desde una perspectiva ra-
introducido nos ha permitido revisar con cionalista. Está apoyada en presupuestos
cierto detalle cuatro elementos claves, em- filosóficos de autores como Kant (Evans y
pezando por las condiciones de legitimi- Freeman, 1988), Rawls y Nozick (Freeman
dad de la RSE en cada teoría. La revisión y Phillips, 2002), entre otros. Esto presen-
efectuada, tras señalar las limitaciones de ta los problemas propios del racionalis-
cada teoría, permite concluir que las actua- mo. El racionalismo, al menos en su for- 65
les teorías de RSE, aunque cada una apor- ma más radical, apela a la razón encerrada
ta aspectos interesantes, en general, son en sí misma como única fuente de cono-
deficientes. Necesitan, por tanto, serias cimiento y justificación. Los principios éti-
mejoras o incluso nuevos enfoques que re- cos racionalistas se suponen evidentes en
visen sus fundamentos conceptuales. sí mismos y ajenos al bien del hombre y de
la consideración de la naturaleza humana,
No cabe duda de que el concepto que
que suponen incognoscible. Esto da lugar
se tenga de RSE depende de los concep-
a una multitud de teorías, dependiendo del
tos subyacentes asumidos de empresa
principio básico elegido (Kantianismo, Utili-
y sociedad. Una visión mecanicista de la
tarismo, etc.).
empresa, reducida a un mero instrumen-
to económico conduce a una visión de la
A mi juicio, podría mejorarse la teoría
RSE completamente distinto de otra que
de RSE adoptando una visión más global,
vea la empresa no sólo como un instru-
que considere simultáneamente las pers-
mento económico, sino también y sobre
pectivas económica, sociológica, política
todo como una realidad humana. Ver la
y ética, y una filosofía realista. Sin embar-
empresa como una comunidad de perso-
go, en la situación actual, falta todavía mu-
na que actúa y sirve a una comunidad más
cha investigación y desarrollo hasta po-
amplia no sólo creando riqueza sino tam-
der presentar una teoría más sólida de la
bién proporcionado trabajo, bienes y servi-
RSE. Entretanto, las teorías vigentes, con
cios e impactando sobre el medio ambien-
las pertinentes modificaciones y con ayuda
te y la sociedad de diversos modos, puede
del sentido común, pueden proporcionar
ayudar a vislumbrar un modo distinto de
una orientación normativa para formular e
entender la empresa y sus responsabilida-
implantar políticas empresariales de res-
des en la sociedad.
ponsabilidad social. Confiamos en que al-
Quizá el problema principal de las teo- gunos de los comentarios incluidos en este
rías expuestas es que se han desarrolla- trabajo puedan ayudar a un correcto dis-
do sobre teorías procedentes de ciencias cernimiento. También la experiencia prácti-
particulares: la sociología (teoría de la ac- ca, que con frecuencia precede a la teoría,
tuación social de la empresa), la economía puede proporcionar elementos de reflexión
(teoría del valor para el accionista) y la teo- que ayuden a enriquecer lo futuros desa-
ría política (teoría de la ciudadanía empre- rrollos teóricos.
Domènec Melé

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pp. 677-681. pp. 59-94.
Economía del gobierno empresarial
orientado a los interesados: el caso
de la empresa intensiva en conocimiento
68

Compartir poder de decisión entre accionistas y trabajadores en la empresa puede llegar a ser la
consecuencia natural de una evolución en las características de los activos productivos que, como
el conocimiento y el capital humano que resulta del mismo, son cada vez más importantes en sus
estrategias competitivas. Comprender las limitaciones a las que se enfrenta el gobierno corporati-
vo orientado a los accionistas en estas circunstancias es imprescindible para calibrar cuál puede
ser el futuro de la nueva empresa orientada a todos los interesados que se propugna desde dife-
rentes ámbitos, incluido el propio de la responsabilidad social corporativa.

Enpresetan akziodun eta langileen artean erabakitzeko ahalmena banatzea aktiboproduktiboen


ezaugarrietan eboluzio baten ondorio naturala izatera hel daiteke. Gainera, banatze horren ondorioz
ezagutza eta gizarte soziala sortzen dira. Ondorio hauek gero eta garrantzi gehiago daukate be-
raien lehiakortasuneko estrategietan. Akziodunerantz zuzendutako gobernu korporatiboak egoera
hauetan aurre egin dizkien zailtasunak ulertzea beharrezkoa da enpresa berrien etorkizuna zein izan
daitekeen neurtzeko, zeinak arlo desberdinatik bultzatzen duen, erantzukizun enpresa sozialatik ere
barne.

Sharing the decision making power between shareholders and employees within the company may
be a natural consequence of an evolution in the characteristics of the productive assets which, like
knowledge and human capital resulting from it, are more and more important in firms’ competitive
strategies. The investigation of the constraints faced by shareholders oriented mode of corporate
governance when applied to knowledge intensive firm, will help us to understand the future
developments of the stakeholders’ oriented mode of the corporate governance recommended by
commentators from fields such as Corporate Social Responsibility.

Ekonomiaz N.o 65, 2.o cuatrimestre, 2007


Vicente Salas Fumás
Universidad de Zaragoza

ÍNDICE

1. Introducción
2. Elementos del problema de contratación 69
3. Resultados del proceso
4. Conclusiones
Referencias bibliográficas

Palabras clave: conocimiento, eficiencia estática, eficiencia dinámica, gobierno corporativo

N.o de clasificación JEL: M14, L31, D21

1. INTRODUCCIÓN resultan de la nueva relación (Handy, 2002,


Davis, 2005, Porter y Kramer, 2006). Ac-
El amplio debate sobre cómo mejorar tuar de forma socialmente responsable en
el gobierno corporativo está motivado, en la dirección propuesta no perjudicará a los
su mayor parte, por las crisis de confianza beneficios de la empresa ni a la riqueza de
entre los accionistas minoritarios a raíz de los accionistas, sino todo lo contrario: Pri-
escándalos y abusos detectados en em- mero, porque la RSC crea más riqueza y,
presas cotizadas en los mercados financie- aunque una parte de ella se comparte con
ros más desarrollados. Los diagnósticos, otros grupos de interés, los accionistas
recomendaciones e iniciativas legislativas también participan del reparto; segundo,
y auto-reguladoras (códigos de buen go- porque la RSC promueve una nueva ética
bierno) para dar seguridad a los inversores en los negocios debido al carácter incom-
financieros, se entremezclan con las pro- pleto del contrato que se suscribe entre la
puestas desde la responsabilidad social empresa y los grupos de interés, el cual se
corporativa (RSC), en las que se reclama basa necesariamente en la confianza mu-
una nueva estrategia de las empresas que tua entre la empresa y cada unos de los
reconozca y gestione adecuadamente la colectivos que se relacionan con ella, in-
relación de interdependencia entre la em- cluidos los accionistas.1
presa y la sociedad de que forma parte. En
la formulación y puesta en práctica de la
nueva estrategia social se recomienda a las 1 Aglieta y Reberioux (2005) y Rodríguez Fernández
empresa que suscriban un nuevo contra- (2003) exponen las limitaciones del modelo financiero
to con todos los grupos de interés, incluida de gobierno corporativo y ofrecen justificaciones, adi-
cionales a las que se presentan en este trabajo, sobre
la sociedad en general, a través del cual se porqué es necesario un gobierno orientado a los in-
comparten los beneficios adicionales que teresados.

Ekonomiaz N.o 65, 2.o cuatrimestre, 2007


Vicente Salas Fumás

El optimismo entre quienes defienden la de ventajas en la sociedad industrial dejan


RSC como modelo de gestión en cuanto a paso a otros activos de naturaleza intangi-
transformar la empresa en una forma de or- ble entre los que destaca el conocimiento.
ganización y gobierno con objetivos múltiples También se inspira en la dirección estratégi-
e igualmente ponderados, que además inte- ca, que desde hace algún tiempo insiste en
riorice los efectos externos de las decisiones que la empresa debe organizarse y gober-
orientadas a maximizar los beneficios (Tirole, narse buscando adquirir, retener y proteger
2001), contrasta con la escasez de análisis conocimiento y competencias valiosas para
rigurosos donde se demuestra la coherencia la organización (Grant, 1996, Kogut y Zan-
interna del argumento y se demuestra que, der, 1996, Teece et al., 1997). Sin embargo,
efectivamente, las propuestas llevan a una los trabajos sobre la «nueva empresa» y so-
solución de ganancia (win, win) para todos. bre la «empresa basada en el conocimiento
Nada se dice, por ejemplo, sobre las carac- y las competencias» no han formalizado el
terísticas que debe tener ese nuevo contra- problema de diseño del sistema de gobier-
to y si deben ser las mismas en los contra- no corporativo para esta nueva empresa ni
tos que suscriben con todos los grupos de han diferenciado entre la problemática que
interés. Tampoco se clarifican los beneficios se plantea cuando son los accionistas quie-
y costes en juego en la nueva relación, espe- nes financian la inversión en conocimiento o
cialmente lo que ganan y pierden los actua- cuando son los trabajadores.2
les accionistas que ocupan los puestos de
A modo de resumen, el razonamiento
poder en las empresas existentes en el trán-
que inspira este trabajo se sintetiza en los si-
sito hacia el nuevo modelo de empresa.
guientes términos: El conocimiento que pro-
El objetivo de este trabajo es resumir los porciona ventajas competitivas es específico
principales resultados de una investigación a la organización; el conocimiento está in-
más amplia (Salas Fumás, 2007) sobre el di- corporado en las personas; las personas no
seño de sistemas de gobierno corporativo se compran ni se venden por lo que el con-
en empresas orientadas a los interesados, y trol último sobre el conocimiento está en la
de modo especial en empresas donde la re- persona que lo posee, independientemente
lación singular entre la empresa y los grupos de quien lo haya pagado (esto le distingue
de interés incluye entre estos últimos a los de la situación donde el conocimiento está
trabajadores cuyo capital humano incorpo- incorporado en máquinas o procesos que
rado específico a la empresa es el resultado sí se pueden comprar y poseer en propie-
de inversiones previas en conocimiento. dad); los costes de transacción (debido a
la incertidumbre sobre cómo van a transcu-
La investigación arranca en las aporta-
rrir las transacciones en el futuro entre los
ciones de Rajan y Zingales (2002) y Zinga-
trabajadores y quienes les emplean) impi-
les (2000) donde se señala que la necesi-
den regular el intercambio entre trabajador y
dad de cambio en los modelos de gobierno
corporativo tienen su origen en la emergen-
cia de una «nueva empresa». Esta nueva 2 La ausencia de formalización es también la carac-
empresa es consecuencia de cambios en el terística general de los trabajos que han relacionado
entorno competitivo y de nuevas fuentes de la teoría de los derechos de propiedad y los contratos
con el problema de gobierno en la empresa orientada
ventajas competitivas sostenibles, de mane- a los interesados, Asher y otros (2005), Coff (1999),
ra que los activos físicos, que son la fuente Grandori (2005), Osterloh y Frey (2006).
Economía del gobierno empresarial orientado a los interesados: el caso de la empresa intensiva en conocimiento

empresa bajo los contratos completos y es tal humano. El capital humano está incor-
preciso recurrir a los contratos incompletos; porado en los trabajadores y puesto que
los contratos incompletos incorporan meca- las personas no se pueden comprar y ven-
nismos de decisión para dar respuesta a las der la propiedad del capital humano no es
contingencias que no han sido anticipadas transferible aunque sí se pueden contratar
en el momento de redactar el contrato ini- los servicios del trabajo que prestan los tra-
cial; al elegir el mecanismo de gobierno es bajadores. En cambio, la propiedad del ca-
preciso tener en cuenta la singularidad del pital físico es transferible sin restricciones.
conocimiento incorporado en las personas Cada unidad de capital físico y cada unidad 71
como recurso estratégico. de conocimiento requieren una unidad de
El resto del trabajo se organiza como inversión monetaria de manera que K uni-
sigue. En el siguiente apartado se descri- dades de capital físico y H de capital huma-
ben los elementos que componen el marco no requieren un desembolso de K y H uni-
conceptual de la contratación entre accio- dades monetarias, respectivamente.
nistas y trabajadores. El apartado segundo La inversión en conocimiento que dará
muestra los resultados de la contratación lugar a capital humano productivo no es
bajo los diferentes supuestos planteados. información verificable y por ello no puede
Las conclusiones resumen los mensajes formar parte de contratos explícitos y de-
que se extraen del ejercicio analítico. fendibles delante de tribunales de justicia3.
Además los activos tienen una vida útil pro-
ductiva que se prolonga en el tiempo pero
2. ELEMENTOS DEL PROBLEMA en el momento de hacer la inversión resulta
DE CONTRATACIÓN imposible anticipar todas las contingencias
que pueden ocurrir a lo largo de la relación
Supongamos una situación de produc- productiva. Todo ello implica que los con-
ción conjunta en la que intervienen servicios tratos entre accionistas y trabajadores se-
de trabajo y servicios de capital los cuales, rán contratos necesariamente incompletos
combinados bajo una determinada tecno- y requerirán de un mecanismo de gobier-
logía producen un bien o servicio que se no (es decir, de un mecanismo para decidir
vende al mercado final en condiciones de qué hacer cuando ocurra una contingencia
competencia. Los activos necesarios para no prevista en el contrato inicial).
la producción deben proveerlos entre unos
La secuencia temporal de decisiones a
agentes que genéricamente llamamos ac-
tomar se representa esquemáticamente en
cionistas y otros que se identifican como
el cuadro n.o 1.
trabajadores. Se excluye la posibilidad de
que los trabajadores financien las inversio- En el momento inicial, tiempo 0, se de-
nes en activos humanos y no humanos, cide quien financia cada inversión, la que
capital físico, mientras que los accionistas da lugar al capital físico y la que da lugar al
tienen suficiente capacidad financiera para
proveer los dos. Otra combinación factible 3 Arrow (1973) y Teece (1987) profundizan en las

es que los accionistas financien la inversión peculiaridades de la información y el conocimiento


como bienes económicos y la dificultades que plan-
en capital físico y los trabajadores la inver- tean los contratos para el intercambio de información
sión en conocimiento que da lugar al capi- y la protección del valor del conocimiento.
Vicente Salas Fumás

Cuadro n.o 1
Distribución temporal de las decisiones

Tiempo 0 Tiempo 1 Tiempo 2 Tiempo 3

Se decide sobre Se decide sobre Se decide sobre Se compite en


quién financia la el volumen de la asignación de el mercado de
inversión inversión trabajo y capital producto

Fuente: Elaboración propia.

capital humano. Suponemos que la inver- cificidad del capital humano decimos que es
sión en capital físico siempre la financian λ, entre 0 y 1, esto significa que la inversión
los accionistas de manera que la duda está H en conocimiento que se realiza inicialmen-
en quién financia la inversión en conoci- te tiene un valor en el mercado, fuera de la
miento, los trabajadores o los accionistas. relación productiva, igual a λH. De manera
En el tiempo 1 se decide sobre la canti- que cuando λ = 0 el valor del capital huma-
dad de inversión a realizar, asumiendo que no fuera de la relación es igual a cero (activo
la decisión corresponde a quien financia el totalmente específico), mientras que si λ = 1
activo. Con la dotación de activos dispo- el capital humano es general.
nibles según las inversiones anteriores, en
Definimos por U = F(K,H) la utilidad, en
el tiempo 2 accionistas y trabajadores ne-
forma de disposición a pagar de los com-
gocian las condiciones del intercambio y la
pradores por el bien o servicio producido
colaboración que dará como resultado una
en el tiempo 2. La utilidad/disposición a pa-
producción y una riqueza creada (valor me-
gar crece con las cantidades de capital físi-
nos coste). Esta riqueza determina la forta-
co y capital humano empleadas aunque el
leza competitiva de la empresa en el tiem-
crecimiento ocurre a tasa decrecientes (ren-
po 3 cuando compite con otras empresas
dimientos marginales positivos pero decre-
en el mercado de producto.
cientes). La riqueza creada por la empre-
Se supone que el capital físico es de uso sa es igual a la disposición a pagar menos
general mientras que el capital humano pue- el coste de oportunidad de producción, es
de tener diferente grado de especificidad a decir W = F(K,H) – K – λH. Esta riqueza se
la relación productiva. El carácter general determina en términos de coste de opor-
del capital físico significa que su valor fuera tunidad, es decir valor de los recursos in-
de la relación productiva que ha justificado vertidos en usos alternativos, no en térmi-
la inversión inicial es siempre al menos igual nos de costes de producción, pues la parte
al coste de la inversión. Por tanto si se ha de coste totalmente hundido no tiene valor
invertido por un coste K, el valor en el mer- de oportunidad. Los consumidores del pro-
cado del activo es K (nadie paga más por ducto tienen dos alternativas entre las que
un activo que se puede comprar en el mer- elegir que corresponden a la oferta de la
cado a su coste de producción). Si la espe- empresa y la de otra empresa competidora.
Economía del gobierno empresarial orientado a los interesados: el caso de la empresa intensiva en conocimiento

La riqueza creada por la empresa rival P*, se obtiene, P* = U – Ub + Cb. Por tanto,
viene dada por Wb = Ub – Cb, donde Ub es la utilidad neta del consumidor (excedente)
la disposición a pagar y Cb es el coste de es U – P*= Wb mientras que la empresa ob-
producción. Se supone que W > Wb, es tiene una cuasi renta, QR, igual a,
decir la empresa de referencia crea más ri-
queza que la empresa rival. Una forma de QR = P* – K* – λH* = (U – K* – λH*) –
justificar esta relación es a través de la es- – (Ub – Cb) = W – Wb = F(K*,H*) –
pecificidad de los activos en capital huma- – K* – λH* – Wb (2)
no. El capital humano H de la empresa de 73
referencia representa sólo λH unidades de Los asteriscos indican ahora que la em-
capital para la empresa rival debido a que es presa ya ha decidido previamente las can-
específico a la actividad que aquella realiza. tidades de recursos que utiliza en la pro-
De esta forma Wb = F(K, λH) – K – H. Pues- ducción.
to que λ < 1, entonces por las propiedades En el tiempo 2 accionistas y trabajado-
de la función de producción U > Ub para un res negocian para repartirse la cuasi renta.
valor de H dado y, por tanto, W > Wb. Nóte- La negociación transcurre bajo las reglas del
se que si el capital humano fuera totalmente proceso / solución que propone Nash en su
general con λ = 1 entonces las dos empre- modelo, de manera que en la solución de
sas crean la misma riqueza. equilibrio cada parte negociadora consigue
En el periodo 3, cuando compiten en el una contrapartida que incluye lo que puede
mercado de producto, las empresas utilizan conseguir rompiendo la colaboración y des-
el precio para atraer a los compradores a tinando el recurso bajo su control a usos al-
que compren su producto. Si P y Pb son los ternativos, más una participación en la rique-
precios de cada empresa, la utilidad neta del za que se crea continuando la colaboración;
consumidor si compra el producto de la pri- esta participación es proporcional a su po-
mera o si compra el producto de la segunda der negociador.4 Respectivamente para ac-
será, respectivamente, U – P y Ub – Pb. Los cionistas y trabajadores la contrapartida que
consumidores compran el producto que les obtienen en esa negociación viene dada por
proporciona mayor utilidad y las empresas (con las variables de recursos en las cantida-
des que hacen máxima la riqueza total):
deciden el precio con el objetivo de maximi-
zar el beneficio. En el equilibrio, cuando los
G(K*, H*) = K* + (1 – α) (F(K*,H*) –
consumidores no quieren cambiar de empre-
– K* – λH* – Wb) (3)
sa y una empresa no quiere cambiar su pre-
cio si la otra tampoco lo hace, se cumple: S(K*,H*) = λH* + α (F(K*,H*) –
– K* – λH* – Wb) (4)
U – P* = Ub – Pb* y Pb* = Cb (1)
Siendo α (valores entre cero y uno) el pa-
Los asteriscos indican precios de equili- rámetro que mide el poder negociador re-
brio. En el equilibrio las dos empresas ofre- lativo de los trabajadores ((1 – α) para los
cen la misma utilidad neta a los comprado-
4 Zingales (1998) propone una defi nición de go-
res y la empresa b fija el precio más bajo
bierno corporativo en términos de disputa de las cua-
posible para evitar pérdidas (precio igual a si rentas de la empresa al que se acerca el modelo de
coste de oportunidad). Resolviendo para negociación que subyace en nuestro modelo.
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accionistas). Nótese que los trabajadores renta o beneficio ex post igual a W – Wb, la
obtienen un pago por su valor humano igual empresa de referencia y un beneficio igual
a λH* tanto si financian ellos la inversión en a cero la empresa b.
conocimiento como si la financian los accio-
nistas. Esto es así por la hipótesis de que La Proposición 1 resume el resultado de
los accionistas no pueden apropiarse del la competencia en el tiempo 3 cuando las
capital humano incorporado en los trabaja- empresas se disputan la disposición a pa-
dores (no es posible la esclavitud). gar de los consumidores y estos aprove-
chan la competencia entre las empresas
A partir de estos pagos en el tiempo 2, para capturar una parte de la riqueza crea-
los accionistas y trabajadores ya conocen la da. Como ya se adelantó en la descripción
ganancia neta por la inversión que realizan del proceso de contratación, la empresa
en el tiempo 1 en función de su participación obtiene un beneficio ex post positivo en
en la financiación de la misma. Por ejemplo cuanto crea más riqueza que las empresas
si los accionistas financian el capital físico y competidoras. Por tanto la riqueza creada,
los trabajadores la inversión en conocimien- diferencia entre valor y coste de oportuni-
to entonces los pagos netos respectivos se- dad, es la medida de fortaleza competitiva
rán G(K*, H*) – K* y S(K*,H*) – H*. Las can- ex ante que permite valorar las oportunida-
tidades que se invierten en los respectivos des de beneficio ex post.
recursos son las que hacen máxima la ga-
nancia neta en cada caso. A partir de la so- La riqueza creada (fortaleza competiti-
lución se obtiene la riqueza creada cuando va) no es suficiente para conocer la venta-
los accionistas financian todo, capital físico ja competitiva porque ésta depende de la
y conocimiento, y cuando los accionistas fi- riqueza propia y de la riqueza de las em-
nancian el físico y los trabajadores el conoci- presas competidoras. Es decir, la diferencia
miento. Comparando la riqueza creada total de riqueza creada con la empresa compe-
en cada caso es posible determinar la solu- tidora determina la ventaja competitiva que
ción a la pregunta en el tiempo cero sobre está correlacionada positivamente con el
quién interesa que financie la inversión en beneficio ex post.
conocimiento.
Cuando las dos empresas ofrecen pro-
ductos que son percibidos como sustitutos
perfectos por los compradores, entonces la
3. RESULTADOS DEL PROCESO disposición a pagar por ellos será la misma
y cualquier ventaja competitiva tendrá que
Evitaremos los detalles de las soluciones ser en forma de menores costes. Si aumen-
y resumiremos los resultados principales en tar el valor del bien para el comprador su-
forma de proposiciones. pone incrementos en los costes para que la
empresa no pierda ventaja competitiva ten-
drá que ocurrir que el incremento en valor
3.1. Eficiencia estática sea al menos igual al incremento en coste.
Las variables de valor y coste están dadas
Proposición 1.—En el equilibrio compe- a corto plazo y la variable de decisión de
titivo los consumidores obtienen un exce- las empresas es el precio que se determina
dente igual a Wb, y las empresas una cuasi por las condiciones de la competencia.
Economía del gobierno empresarial orientado a los interesados: el caso de la empresa intensiva en conocimiento

El resultado tiene relevancia para la RSC condiciones ideales (suponemos que los
porque a veces dentro de ella se discu- consumidores conocen las ofertas sin cos-
te sobre si la maximización del beneficio tes relevantes y pueden pasar de comprar
es o no la función objetivo de la empresa una u otra sin que haya costes por haber
que lleva a resultados socialmente eficien- cambiado la decisión de compra) la me-
tes. De la exposición anterior se deduce jor defensa de los intereses de los consu-
que el beneficio es la recompensa que la midores es a través de la competencia. La
empresa recibe a cambio de su superiori- parte de riqueza creada que esperan con-
dad competitiva en forma de riqueza crea- seguir las empresas en el proceso compe- 75
da por encima de la riqueza creada por las titivo servirá de estímulo para otros grupos
demás empresas rivales. La empresa debe de interés que tendrán expectativas de re-
orientar sus esfuerzos de gestión a aumen- cibir una parte de la misma. Sobre esas
tar la riqueza creada ex ante porque éste expectativas se tomarán las decisiones de
es el medio más eficaz de mejorar la re- inversión ex ante que darán como resulta-
compensa/beneficio ex post, cuando el do la dotación de recursos, capacidades
proceso competitivo haya concluido. Por y competencias sobre las que se asienta
supuesto la empresa se preocupa de la ri- la riqueza creada ex post. Para valorar so-
queza creada porque quiere conseguir el cialmente estas decisiones la creación de
máximo beneficio. El objetivo (fin) de la em- riqueza se analiza como parte de la eficien-
presa es el beneficio, mientras que crear cia dinámica.
riqueza (posicionarse en el mercado con
una oferta atractiva de relación valor-coste)
es la estrategia (medio) para conseguirlo. 3.2. Eficiencia dinámica
En ausencia de efectos externos la riqueza
creada es la medida de desempeño mejor Proposición 2.—En general la solución
correlacionada con el bienestar social. Por donde los accionistas financian la inversión
tanto la competencia alinea el interés de la en capital físico y la inversión en conoci-
empresa (el beneficio) con el interés de la miento da lugar a una riqueza creada infe-
sociedad (la riqueza creada) si no existen rior a la riqueza potencial, excepto cuando
efectos externos importantes. se cumple α = λ = 0.
Proposición 3.—En general la solución
La riqueza creada es un indicador de
en la que los trabajadores financian la in-
bienestar previo a cualquier propuesta de
versión en conocimiento y los accionistas
reparto. La competencia, al fijar los pre-
financian la inversión en capital físico da lu-
cios de equilibrio, determina el reparto de
gar a un nivel de riqueza inferior a la rique-
la riqueza creada entre las empresas y los
za potencial, excepto cuando α = 1 o λ =1.
consumidores. Cuánto más parecida es la
fortaleza competitiva (riqueza creada) de Proposición 4.—Para hacer máxima la
las empresas que compiten en el mercado, riqueza creada, los trabajadores deben fi-
mayor es la parte de riqueza creada que nanciar la inversión en conocimiento cuan-
capturan los consumidores. En la explica- do se cumple que α ≥ αc= (1– λ)/(2 – λ); en
ción del párrafo anterior los consumidores caso contrario es preferible que la inversión
capturan toda la riqueza cuando la venta- en conocimiento sea financiada por los ac-
ja competitiva es nula, es decir W = Wb. En cionistas.
Vicente Salas Fumás

Las ventajas de diversificar riesgos ha- jadores quienes financian la inversión en


cen recomendable que, en entornos de in- conocimiento (ignorando los efectos sobre
certidumbre, fáciles de incorporar al entor- su utilidad de asumir riesgos o, si se quie-
no productivo que se acaba de describir, re, suponiendo que son neutros al riesgo).
sean los accionistas quienes financien las La proposición 3 establece que, en general,
inversiones que soportan los retornos in- también en este caso la riqueza creada será
ciertos. No obstante, en los entornos don- inferior a la potencial y sólo cuando el ca-
de existe un grado imperfecto de apro- pital humano que resulta de la inversión en
piación de las rentas de la inversión, la conocimiento es totalmente general o cuan-
financiación por parte de los accionistas do los trabajadores tienen todo el poder ne-
lleva a resultados subóptimos en términos gociador y capturan íntegramente las cuasi
de riqueza creada (Proposición 2). La apro- rentas, la decisión de que sean ellos quie-
piación total de las rentas que conlleva la nes financian la inversión en conocimiento
inversión en conocimiento por parte de los lleva a decisiones óptimas en términos de
accionistas ocurre cuando el capital huma- máxima riqueza creada. Puesto que los tra-
no es totalmente específico, y por tanto su bajadores se apropian íntegramente del va-
valor fuera de la relación es nulo y, además, lor de oportunidad del capital humano incor-
los trabajadores tienen un nulo poder ne- porado, una condición suficiente para que
gociador para disputar las cuasi rentas de inviertan en conocimiento la cantidad que
la relación. Por esta razón, las condiciones maximice la riqueza creada es que el capital
que crean los incentivos adecuados entre humano generado resultante de la inversión
los accionistas para que sus decisiones de sea de carácter general, es decir, manten-
inversión en capital humano y en capital fí- ga un valor de oportunidad igual al coste de
sico sean socialmente eficientes, son aqué- la inversión. Cuando el capital humano es
llas donde el capital humano tiene un valor parcial o totalmente específico la condición
nulo fuera de la transacción y además los para que los trabajadores inviertan en co-
trabajadores no tienen poder negociador nocimiento la cantidad socialmente óptima
para disputar las cuasi-rentas que asigna es que en la negociación ex post los traba-
a la empresa la competencia (ventaja com- jadores capturen todas las cuasi rentas que
petitiva) en el mercado de productos.5 concede a la empresa el proceso competiti-
vo en el mercado de producto.
Puesto que en condiciones generales
los accionistas toman decisiones subóp-
La proposición 4 es continuación natu-
timas de inversión cuando financian la in-
ral de los dos anteriores y establece con-
versión en conocimiento, resulta de interés
diciones lógicas en los dos parámetros del
conocer qué ocurre cuando son los traba-
modelo (el poder negociador de los traba-
jadores y la empleabilidad de su capital hu-
5 Si la inversión específica se materializa en activos mano) sobre quién debe asumir la decisión
materiales el problema de hold up se puede evitar a de financiar la inversión en conocimiento,
través de la propiedad única de todos los activos, es los trabajadores o los accionistas, con el
decir soluciones de integración vertical, como ha de-
mostrado la teoría de los costes de transacción (Willi- fin de hacer máxima la riqueza creada (en
mason, 1985). La singularidad del problema de inver- los entornos de óptimo de segundo rango).
sión en conocimiento que da lugar a capital humano
específico incorporado en las personas es que la so-
Como era de esperar la recomendación
lución de integración vertical no es factible. de que sean los accionistas (trabajadores)
Economía del gobierno empresarial orientado a los interesados: el caso de la empresa intensiva en conocimiento

quienes financien la inversión en conoci- accionistas a dar más poder a los trabaja-
miento aparece cuando menor (mayor) es dores y/o a aumentar la empleabilidad de
el poder negociador de los trabajadores y los trabajadores, en aras a lograr una ma-
más específico (general) es el capital hu- yor competitividad. La transición desde la
mano asociado a ese conocimiento. sociedad industrial a la sociedad del co-
nocimiento se realizará desde una empre-
La exposición deja claro que, en entor-
sa donde el poder de decisión está con-
nos donde el conocimiento es un recurso
centrado principalmente en los accionistas
importante para la producción, la compe-
que, además, parten con un alto poder ne- 77
titividad (riqueza creada) depende de fac-
gociador frente a los trabajadores. Por tan-
tores del entorno institucional y económico
to, es razonable preguntarse por el interés
de las empresas, en cuanto que ese entor-
de los accionistas, desde la propia lógica
no determina condiciones de empleabilidad
del beneficio privado que ello les reporta,
del capital humano, determina el poder ne-
por facilitar la transición de un modelo de
gociador de los agentes que colaboran en
economía (empresa) a otro.
la producción y facilita o entorpece que las
decisiones de financiación del conocimien- Proposición 5.—Cuando los accionis-
to recaigan en quien consigue crear más tas financian la inversión en conocimiento,
riqueza. Por ejemplo, la empleabilidad del su beneficio se maximiza cuando el poder
capital humano estará relacionado con el negociador de los trabajadores es mínimo
número de empresas en el mercado que (α = 0). Cuando son los trabajadores quie-
ofrezcan oportunidades alternativas de em- nes financian la inversión en conocimiento
pleo; el poder negociador de los trabajado- entonces está en el interés de los accio-
res varía en entornos donde los sindicatos nistas dar poder negociador a los trabaja-
tienen una fuerte organización o las leyes dores, tanto más, cuanto más específico
establecen mecanismos de participación es el capital humano que resulta de esa in-
de los trabajadores en los órganos de go- versión.
bierno de las empresas (cogestión). Final-
Como era previsible, los accionistas ven
mente el desarrollo de los mercados finan-
reducirse el beneficio que obtienen de la
cieros influirá en las oportunidades de los
colaboración con los trabajadores si finan-
trabajadores para encontrar los fondos que
cian la inversión en conocimiento y, al mis-
se requieren para financiar la inversión en
mo tiempo, tienen que compartir las rentas
conocimiento.
de la inversión con los trabajadores porque
Pero además, para un entorno institucio- estos tienen poder negociador. Si está en
nal dado, dentro de las propias empresas sus manos, los accionistas tratarán de ha-
se toman decisiones que afectan a la natu- cer mínimo el poder negociador de los tra-
raleza de los activos productivos emplea- bajadores, aunque lógicamente el poder
dos y a la asignación o reparto del poder negociador de los trabajadores depende
entre capital y trabajo, influyendo por todo también de factores institucionales. Otra
ello en las oportunidades de crear riqueza lectura de este resultado es que si el po-
y, finalmente, en la competitividad. En este der negociador de los trabajadores, por al-
contexto, la investigación que se está des- guna razón, aumenta en el tiempo, los ac-
cribiendo incluye otras preguntas de inte- cionistas disminuyen su interés en financiar
rés como por ejemplo la disposición de los inversión en conocimiento, lo cual significa
Vicente Salas Fumás

una pérdida de competitividad y de rique- por factores internos de la empresa, es la


za creada. especificidad del capital humano que se re-
coge a través del parámetro λ (en realidad
Por el contrario, cuando son los trabaja-
el parámetro aproxima la empleabilidad de
dores quienes financian la inversión en co-
los trabajadores pues su capital humano
nocimiento entonces está en el interés de
se hace más general a medida que λ se
los accionistas crear condiciones internas
acerca a 1). Rajan y Zingales (2002) expli-
en la empresa para que los trabajadores
can cómo la globalización de los mercados
tengan más poder negociador en el mo-
y el desarrollo de las TIC han desmembra-
mento en que se disputarán las cuasirentas
do verticalmente las industrias aumentando
que genera el capital humano específico
la especialización y aumentando el número
que resulta de la inversión. La especificidad
de competidores en cada fase de la cade-
reduce la capacidad de ejercer la opción de
na de valor. Por otra parte, la dirección de
salida para proteger las rentas de la inver-
la empresa define planes de carrera profe-
sión en conocimiento que realizan los tra-
sional, define puestos y organiza el traba-
bajadores. Para mantener los incentivos a
jo de manera que la empleabilidad futura
la inversión y acercarla a la que hace máxi-
de los trabajadores se verá afectada en un
mos los beneficios que les corresponde en
sentido o en otro. Finalmente la empleabili-
el reparto, los accionistas tienen interés en
dad de los trabajadores tendrá consecuen-
dar más poder a los trabajadores, lo cual se
cias sobre la competitividad de la empresa
traduce en más participación de estos en
en la medida en que detrás de ella se en-
las cuasirentas ex post. La opción de salida
cuentre un conocimiento y unas compe-
pierde eficacia como salvaguarda del va-
tencias más fáciles de imitar por los com-
lor de la inversión que se realiza en el tiem-
petidores; en este sentido está justificado
po 1 a medida que el capital humano es
el supuesto de que la riqueza creada por
más específico. Para mantener los incenti-
el competidor b aumente a medida que el
vos a la inversión entre los trabajadores, el
parámetro λ se acerque a la unidad (Wb(λ)
poder que los accionistas están dispues-
crece con λ). La siguiente proposición re-
tos a compartir aumentará con la especifi-
sume la actuación previsible de los accio-
cidad del capital humano. No hay altruismo
nistas en relación a la empleabilidad de sus
alguno en la disposición de los accionistas
trabajadores desde el punto de vista de su
a dar más poder a los trabajadores; su dis-
beneficio particular.
posición a actuar de ese modo es un me-
dio para aumentar los incentivos de los tra-
Proposición 6.—Cuando son los accio-
bajadores a invertir en el conocimiento que
nistas quienes financian la inversión en co-
financian y acercar así la inversión al valor
nocimiento su beneficio se hace máximo
que maximiza el beneficio que finalmente
para un mínimo nivel de empleabilidad de
obtienen los accionistas de la colaboración.
los trabajadores; es decir, si está en sus
Actuando de este modo los accionistas
manos, los accionistas eligen λ = 0 (capi-
también crean más riqueza total y hacen a
tal humano totalmente específico). Cuan-
la empresa más competitiva.
do son los trabajadores quienes financian
Otro factor relevante para la creación la inversión en conocimiento entonces los
de riqueza, que también es susceptible de accionistas eligen un nivel de empleabili-
cambiar bien por factores externos o bien dad positivo.
Economía del gobierno empresarial orientado a los interesados: el caso de la empresa intensiva en conocimiento

Puesto que los accionistas no se pueden con λ) entonces los accionistas y los traba-
apropiar del capital humano, impidiendo la jadores tendrán interés en determinar una
salida de los trabajadores de la empresa, empleabilidad óptima es decir elegir aque-
cuando financian la inversión en conoci- lla que maximiza la diferencia entre la rique-
miento una forma de retener el capital hu- za creada por la empresa y la riqueza crea-
mano en la empresa es a través de redu- da por las empresas rivales. Trabajadores y
cir la empleabilidad de los trabajadores. Por accionistas tienen intereses comunes en la
ello, si está en sus manos, los accionistas elección de λ porque está en juego la com-
prefieren financiar la inversión en conoci- petitividad de la empresa. 79
miento cuando el capital humano resultante
es específico. Alternativamente, cuando los La elección de las condiciones de traba-
accionistas financian la inversión en cono- jo que determinan el grado de empleabi-
cimiento procurarán que el capital humano lidad ex post de los trabajadores influyen
que resulta sea lo más específico posible. en la decisión ex ante sobre la inversión
Otra implicación de este resultado es que en conocimiento y en la riqueza finalmente
si factores externos, como cambios en la creada. El ejercicio supone que la elección
tecnología, aumentan la empleabilidad del de la empleabilidad de los trabajadores por
capital humano existente en la empresa los parte de los accionistas es una decisión
accionistas disminuirán su interés en finan- comprometida que los accionistas no va-
ciar la inversión en conocimiento porque riarán unilateralmente ex post, una vez los
disminuye la rentabilidad privada de esa in- trabajadores ya han realizado la inversión
versión. En cualquier caso, si al aumentar la en conocimiento. ¿Es creíble el compromi-
empleabilidad del capital humano aumenta so? ¿Existen incentivos de los accionistas
la riqueza creada por las empresas compe- a variar ex post el grado de empleabilidad
tidoras, la empresa disminuirá las cuasiren- de los trabajadores?
tas y con ellas disminuirán tanto la compen- En el periodo 2, cuando los trabajado-
sación a los trabajadores como el beneficio res ya han realizado la inversión en cono-
para los accionistas. cimiento, el benefi cio de los accionistas
varía con el valor de λ en una magnitud
Cuando son los trabajadores quienes fi- igual a – (1 – α)H*. Cambiado de signo,
nancian la inversión en conocimiento, para este es el incremento ex post en el bene-
un poder negociador dado, los accionistas ficio que obtienen los accionistas al dismi-
maximizan su beneficio con un nivel de em- nuir marginalmente el valor de λ cuando
pleabilidad positivo para el capital huma- los trabajadores han realizado la inversión
no porque actúa como incentivo para que en conocimiento.
los trabajadores inviertan en conocimiento:
la empleabilidad ex post dará a los traba- Mientras mantengan un poder negocia-
jadores una mayor recompensa en la ne- dor positivo los accionistas tienen incentivos
gociación con los accionistas y ante esa ex post a hacer más específico el capital
expectativa aumentará la inversión ex ante humano de los trabajadores. Es de espe-
que están dispuestos a financiar. Cuan- rar que los trabajadores anticipen este po-
do se tiene en cuenta que la empleabili- sible comportamiento oportunista ex post
dad afecta también a la competitividad de de los accionistas y, como la ganancia de
la empresa en su conjunto (Wb(λ) aumenta los accionistas al reducir la empleabilidad es
Vicente Salas Fumás

la misma que la pérdida de los trabajadores ses comunes para avanzar y conseguir los
ante tal eventualidad, los incentivos ex ante objetivos buscados aunque no son indife-
de los trabajadores a invertir en conocimien- rentes a la forma de repartir la riqueza crea-
to se reducirán. da y capturada en competencia con otras
empresas. La competencia y la colabora-
Para que los trabajadores realicen una
ción van a seguir dominando el panorama
inversión en conocimiento que maximiza
de la competencia estratégica también en la
el beneficio de los accionistas éstos tie-
sociedad del conocimiento como lo ha he-
nen que garantizar a los trabajadores que,
cho también en la sociedad industrial, aun-
a posteriori, mantendrán el valor de λ que
que bajo modelos de propiedad y gobier-
maximiza la competitividad de la empresa.
no más equilibrados en cuanto al reparto de
Una forma de conseguir esa credibilidad
poder entre trabajadores e inversores finan-
es compartiendo poder con los trabaja-
cieros. También debemos esperar más em-
dores sobre aquellas decisiones que pue-
presas con propiedad y control directo de
den afectar seriamente a la empleabilidad.
los trabajadores, sin la intervención de inver-
Compartir poder con los trabajadores ya no
sores financieros, en sectores y actividades
es sólo una opción que mejora los incenti-
donde la inversión en capital físico no es im-
vos a invertir en conocimiento cuando son
portante, como ya ocurre en las empresas
los trabajadores los que lo financian; con
de servicios profesionales cualificados.
ello se busca también ofrecer una salva-
guarda a los trabajadores de que, ex post,
desde los órganos de poder y gobierno de
la empresa no se tomarán decisiones que 4. CONCLUSIONES
busquen alterar la empleabilidad con el úni-
co propósito de transferir rentas desde los La RSC presenta la gestión orientada a
trabajadores a los accionistas.6 todos los interesados como alternativa a la
gestión orientada a maximizar el beneficio
Las complicaciones para la apropiación
de los accionistas, que actualmente repre-
privada de las rentas que genera el capi-
sentan el grupo de interés privilegiado en
tal humano basado en el conocimiento y el
las relaciones de la empresa con los mer-
carácter necesariamente incompleto de los
cados y con la sociedad en general. Este
contratos debido a los altos costes de tran-
trabajo muestra algunos condicionantes
sacción, obligan a innovar en los modelos
de la eficiencia estática y de la eficiencia
de propiedad y gobierno de la empresa para
dinámica que surgen en la empresa orien-
conseguir acercarse a la riqueza potencial y
tada a los interesados cuando uno de los
con ella maximizar la competitividad. Los
recursos productivos que utiliza la empre-
trabajadores y los accionistas tienen intere-
sa es el capital humano incorporado en las
personas que resulta, a su vez, de decisio-
6 Blair y Stout (1999) justifican un mayor equilibrio
nes previas de inversión en conocimiento.
en la distribución de poder entre accionistas y trabaja- A modo de síntesis final estas son algunas
dores en la empresa como un mecanismo que prote- de las lecciones que se desprenden del
ge el valor de la inversión e incentiva ex ante para que
análisis realizado.
esta se produzca. Sin embargo no distinguen entre la
problemática diferente que plantea que sean los ac-
cionistas o que sean los trabajadores quienes finan-
a) El problema de gobierno corporativo
cien las inversiones específicas. (asignación de derechos residuales
Economía del gobierno empresarial orientado a los interesados: el caso de la empresa intensiva en conocimiento

de decisión en la empresa) se mani- la riqueza creada. El beneficio que


fiesta en entornos donde los contra- obtiene ex post cuando el proce-
tos completos y con respaldo legal so competitivo determina las varia-
tienen elevados costes de transac- bles de ajuste, por ejemplo los pre-
ción y es preciso recurrir a contratos cios de venta, refleja el premio a esa
incompletos que inducen riesgos de competitividad ex ante. La motiva-
expropiación ex post de las rentas ción de maximizar el beneficio obli-
que corresponden a inversiones ex ga a las empresas a crear cada vez
ante. Es recomendable que el estu- más riqueza como el medio efi caz 81
dio económico de la empresa orien- para conseguirlo. Cuando la rique-
tada a los interesado se inicie con za creada por la empresa (defini-
una exposición detallada de las con- da como la diferencia entre el valor
diciones de información bajo las que que otorgan los consumidores a los
transcurre la colaboración entre los bienes y servicios que produce y el
grupos de interés alrededor del nexo coste de oportunidad de los recur-
común de la empresa y, concreta- sos empleados) es un buen indica-
mente, de los costes de transacción dor de bienestar social entonces no
en que se incurre con cada alternati- existe conflicto entre el objetivo de
va contractual. maximizar el beneficio y el de maxi-
mizar la riqueza.
b) La decisión sobre el sistema a utili-
zar en el gobierno de los contratos
d) Los efectos externos y las consi-
incompletos afecta a la riqueza crea-
deraciones distributivas producen
da en la colaboración y con ello a la
una brecha entre la riqueza directa
competitividad de la empresa en el
que crea la empresa y el bienestar
mercado de producto. Por tanto las
social en sentido amplio. La RSC,
decisiones sobre el modelo de go-
para diferenciarse de la «buena ges-
bierno corporativo son decisiones
tión» del negocio, debería señalar
que deben tomarse en el marco de
a las externalidades y a la distribu-
la formulación y puesta en práctica
ción de la riqueza como las inefi-
de la estrategia competitiva de la em-
ciencias a corregir, en coordinación
presa. Una empresa que opte por la
con la actuación del Estado cuan-
ventaja competitiva en costes con
do sea necesario. Dentro de la pro-
recursos de carácter general, que
pia empresa, los grupos de interés
se compran y venden fácilmente en
más vinculados regularmente a ella
los respectivos mercados, afronta un
como son los trabajadores y los ac-
problema de gobierno corporativo di-
cionistas o inversores financieros,
ferente de aquélla que apuesta por la
tienen razones interesadas para go-
diferenciación, la especificidad y, por
bernar la colaboración con meca-
tanto, la difícil sustitución entre los
nismos que contemplen, a la vez,
recursos internos y los recursos ex-
maximizar la riqueza creada con los
ternos.
recursos disponibles y crear incenti-
c) La ventaja competitiva ex ante de vos para invertir en nuevos recursos
la empresa está determinada por productivos. Esto es así especial-
Vicente Salas Fumás

mente cuando entre los recursos se guir la dotación eficiente de los ac-
encuentra el conocimiento y otros tivos deseados y será preciso refor-
intangibles para los cuales los con- zarla con nuevas formas de reparto
tratos completos y formales dan lu- del poder de decisión, al más alto
gar a costes de transacción muy nivel, entre trabajadores e inversores
elevados. En estos entornos la con- financieros. Llegados a este punto la
fianza mutua (contratos relacionales) empresa orientada a los interesados
puede ser insuficiente para conse- alcanzará su plena expresión.
Economía del gobierno empresarial orientado a los interesados: el caso de la empresa intensiva en conocimiento

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La responsabilidad social
dentro del sector público

84
El compromiso hacia la responsabilidad social (RS) por parte de las Administraciones públicas se
relaciona con la responsabilidad social corporativa (RSC) y constituye el objeto de este artículo.
El buen gobierno «global» de la Administración pública incluye no sólo disciplina, transparencia,
independencia, rendición de cuentas y sentido del deber e imparcialidad, sino también participa-
ción y diálogo con los stakeholders, compromiso ético y respeto hacia la diversidad e igualdad de
oportunidades. Implica cambios en los procesos de toma de decisiones públicas, con un papel
más activo de los stakeholders. Se resumen las principales actuaciones que integran los enfoques
de RS y de los principios del desarrollo sostenible en los sistemas de gestión de lo público.

Administrazio publikoek gizarte-erantzukizunarekin duten konpromisoa enpresen gizarte-erantzu-


kizunarekin lotu ohi da, eta horixe da artikulu honen aztergaia. Administrazio publikoaren gobernu
«global» egokiak diziplina, gardentasuna, independentzia, kontuak ematea, egin beharraren zen-
tzua eta inpartzialtasuna bildu behar ditu; baina, horrez gain, baita bere interes-taldeen parte-
hartzea eta elkarrizketa, konpromiso etikoa, aniztasunarekiko errespetua eta aukera-berdintasuna
ere. Horrek erabaki publikoak hartzeko prozesuan aldaketak egin beharra dakar, interes-taldeei
eginkizun aktiboagoa emanez. Bestalde, artikulu honetan esparru publikoaren kudeaketa-sisteme-
tan gizarte-erantzukizunaren ikuspegia osatzen duten jarduera nagusiak eta garapen iraunkorraren
printzipioak laburbiltzen dira.

The compromising towards the Social Responsibility (SR) by the Public Administrations relates with
the Corporate Social Responsibility (CSR), and is the aim of this article. The good «global» government
of the Public Administration includes not only discipline, transparency, independence, accountability
and sense of duty and impartiality, but also participation and dialogue with stakeholders, ethical
compromising and respect of the diversity and equality of opportunities. It implies changes in the
processes of public decision making, with a paper of more active stakeholders. This article resumes
the main actions integrating the SR and the principles of the sustainability, developed by the systems
of public management.

Ekonomiaz N.o 65, 2.o cuatrimestre, 2007


Mónica Melle Hernández
Universidad Complutense de Madrid

ÍNDICE

1. Introducción
2. Responsabilidad social de las Administraciones públicas 85
3. Los grupos de interés relevantes en la Administración pública
4. Nuevo enfoque del proceso de toma de decisiones
5. Algunas iniciativas desarrolladas por las Administraciones públicas en materia de
responsabilidad social
6. A modo de conclusión: futuro de la responsabilidad social en las Administraciones
públicas
Referencias bibliográficas

Palabras clave: responsabilidad social corporativa, Administración pública, gobierno global, stakeholders

N.o de clasificación JEL: M14, H11, H83

1. INTRODUCCIÓN En el ámbito europeo, la Comisión Eu-


ropea promueve la formulación y puesta
La responsabilidad social corporativa en práctica de políticas nacionales de RSC
(RSC) es un proceso que se refiere a la en consonancia con las políticas comunita-
gestión de la actividad empresarial en su rias y las normas y códigos internacionales.
relación con los grupos de interés tanto in- Así, entre los objetivos de la Cumbre Euro-
ternos como externos. Un proceso de ges- pea de Lisboa del año 2000, destaca el de
tión que, de hecho, comporta también un estimular las «prácticas idóneas en relación
nuevo modo de gobierno de las externali- con la formación continua, la organización
dades empresariales en lo económico, lo del trabajo, la igualdad de oportunidades,
social y lo medioambiental. El estableci- la integración social y el desarrollo sosteni-
miento de los límites o fronteras dentro de ble». En esa misma línea, la Agenda Social
los cuales han de gestionarse estos cos- Europea de la Cumbre de Niza, en diciem-
tes y beneficios externos atañe a la políti- bre de 2000, propone «apoyar las inicia-
ca y la estrategia de la firma; pero también tivas relativas a la RSE y a la gestión del
concierne a los poderes públicos. Por otra cambio, por medio de una Comunicación
parte, en la medida en que la RSC supone de la Comisión». Posteriormente, el Libro
la aparición de retos y oportunidades que Verde de la responsabilidad social empre-
afectan al espacio público, se plantea a las sarial de julio de 2001 y la ulterior Comuni-
administraciones públicas la necesidad de cación de la CE La responsabilidad social
definir una propuesta política en relación de las empresas: una contribución em-
con esta materia. presarial al desarrollo sostenible definen la

Ekonomiaz N.o 65, 2.o cuatrimestre, 2007


Mónica Melle Hernández

RSE como «la integración voluntaria, por circunscribirse a la difusión y promoción de


parte de las empresas, de las preocupa- la RSC.
ciones sociales y medioambientales en sus
La segunda corriente hace notar que,
operaciones comerciales y en sus relacio-
aun cuando el carácter voluntario de la RS
nes con sus interlocutores» (Comisión Eu-
es un elemento básico, las Administracio-
ropea, 2001).
nes públicas deben establecer un marco
La promoción de la RSC se ha inclui- de referencia específico para potenciar y
do también en la Agenda Social Europea, defender este nuevo concepto de empre-
presentada por la Comisión en febrero de sa. La generalización de la RS se conside-
2005: «La Comisión proseguirá fomentan- ra un asunto de Estado, que ha de preo-
do la responsabilidad social de las empre- cupar y ocupar a las instancias públicas,
sas. Para potenciar la eficacia y la credi- siendo un objetivo importante de su políti-
bilidad de estas prácticas, la Comisión, en ca económica. Ahora bien, con frecuencia
cooperación con los Estados miembros y se apuesta porque las medidas normativas
los protagonistas, presentará iniciativas di- se circunscriban a ordenar las vertientes de
rigidas a mejorar más aún el desarrollo y la transparencia y verificación externa e inde-
transparencia de la responsabilidad social pendiente, fundamentalmente.
de la empresas».
Frente a esta dicotomía «voluntariedad-
De esta manera, la RSC ha entrado en regulación» se sitúa la autorregulación, que
la agenda política de la mayoría de gobier- constituye también una herramienta útil
nos europeos y de otros países. Los go- de gestión de la RSC. Puede plantear-
biernos se enfrentan, pues, a un desafío se en clave de empresa individual, en el
social importante: están dando respuesta marco del sector de actividad o de zo-
al nuevo papel de la empresa en el actual nas territoriales e, incluso, en el ámbito de
proceso de desarrollo económico y a los situaciones específicas compartidas. La
consiguientes retos sociales y medioam- autorregulación sectorial, promovida por
bientales que se plantean. las asociaciones empresariales que tienen
un conocimiento concreto de sus miem-
Se observan en la actualidad dos enfo-
bros y de sus operaciones, puede redu-
ques diferentes acerca de la función que
cir la necesidad de que actúe el legislador,
deben realizar las Administraciones públi-
atenuando las posibles distorsiones deriva-
cas en lo referente a la RSC: por una par-
das de la intervención de éste en los mer-
te, se propone la incentivación de prácticas
cados.
empresariales voluntarias en este ámbito;
de otro lado, se sugiere la introducción de Más en detalle, el Banco Mundial identi-
regulaciones al respecto. fica cuatro posibles funciones de las Admi-
nistraciones públicas en materia de RSC:
Desde el primer punto de vista, intro-
obligar, facilitar, colaborar y promocionar.
ducir elementos de obligatoriedad en las
políticas de RSC supondría su desnatura- En la vertiente de «obligar», las instan-
lización, pues, en el fondo, la RSC comien- cias gubernamentales pueden definir las
za allí donde acaban las exigencias de las pautas de la actuación empresarial den-
normativas. En consecuencia, se entiende tro del marco legal. Por ejemplo, estable-
que el papel de los poderes públicos debe ciendo estándares mínimos y control de
La responsabilidad social dentro del sector público

su cumplimiento, exigiendo transparencia mación e intercambio de buenas prácticas


y memorias de gestión o legislando en el para empresas, y facilitar el buen desarrollo
ámbito laboral conforme a la RSC (igual- del proceso de diálogo entre empresas y
dad de género, medidas de conciliación de partes interesadas de la sociedad.
vida laboral y personal, inserción de perso-
En el plano de la práctica, muchos go-
nas con discapacidad, y tantos otros as-
biernos europeos han comenzado a po-
pectos).
ner en marcha políticas y actuaciones en
El sector público también está en dis- relación con la RSC. En general, aunque
posición de «facilitar», «colaborar» y «pro- con alguna significativa excepción, no han 87
mocionar», de manera que se incentiven, adoptado pautas de obligatoriedad. Más
posibiliten y difundan actuaciones y com- bien han apostado por animar, facilitar y di-
portamientos socialmente responsables de namizar la aplicación de modelos y estrate-
las empresas. En este sentido, las institu- gias empresariales que favorezcan la RSC,
ciones públicas pueden estimular la impli- el desarrollo de estándares y prácticas de
cación de actores clave en la agenda de la información en la materia y la creación de
RSC de múltiples modos: animando a las espacios de diálogo y patrocinio («parte-
empresas; aportando fondos para la inves- nariado»). En este marco, las administra-
tigación; poniendo en marcha campañas ciones públicas desempeñan un papel fun-
de concienciación ciudadana, de forma- damental, difícilmente sustituible. Además,
ción o de recopilación y diseminación de dado el ámbito transnacional de actuación
informaciones; promocionando y fomen- de bastantes empresas, cabe que exis-
tando el consumo socialmente responsa- tan vacíos legales o normativas laxas, que
ble; introduciendo fórmulas voluntarias de puede ser preciso cubrir a través de inicia-
etiquetado de productos, bancos de bue- tivas multilaterales e internacionales de los
nas prácticas y guías para los sistemas de diferentes gobiernos.
gestión o de reporting de las empresas; fo-
Por lo hasta aquí apuntado, no pare-
mentando la convergencia y transparencia
ce viable proponer la introducción de nor-
de prácticas e instrumentos de RSC; esta-
mativas detalladas y extensas de obligado
bleciendo un marco fiscal y de financiación
cumplimiento en materia de RSC. Aho-
favorable a la RSC; incluyendo en los plie-
ra bien, existen dos dimensiones específi-
gos públicos de compras y contrataciones
cas y cruciales del gobierno y RSC de las
elementos que primen la RSC; desarrollan-
compañías que cabe regular desde nuevas
do los conocimientos para introducir efecti-
perspectivas. Por una parte, la información
vamente criterios de RSC en las empresas
de las empresas en el ámbito de la RSC,
o vías de información para los diferentes
asegurando la calidad y verificación exter-
actores sociales sobre la RSC; o promo-
na e independiente de las memorias de
cionando los valores de ésta en la educa-
RSC publicadas con destino a las partes
ción a todos los niveles.
interesadas y a la sociedad en general. De
Asimismo, los poderes públicos pue- otro lado, perfeccionar la legislación sobre
den fomentar medidas de autorregulación sociedades mercantiles, aprovechando la
empresarial sectorial, impulsadas por las ocasión para abrir dentro de la misma ma-
asociaciones empresariales sectoriales, yores posibilidades para el desarrollo de la
promover acciones de sensibilización, for- RSC (Rodríguez, Melle y Sastre, 2007).
Mónica Melle Hernández

Además, en una Administración públi- las políticas de responsabilidad social en la


ca descentralizada como la española, pa- Administración pública.
rece lógico que se coordinen las políticas
Después de esta breve introducción,
públicas de RSC en los diferentes planos
este artículo se estructura en cinco aparta-
de la Administración. Y, a la vez, se ten-
dos más que analizan, primero desde una
ga presente la importante función que jue-
perspectiva más teórica, los principios de
gan las organizaciones intermediarias entre
responsabilidad social de las administra-
Gobiernos y empresas. Son instituciones
ciones públicas, los grupos de interés re-
de distinto tipo en cada país, pero que, en
levantes en la Administración pública y el
cualquier caso, generan materiales, fomen-
nuevo enfoque del proceso de toma de
tan espacios de encuentro, proporcionan
decisiones. Pasar después a exponer las
oportunidades de verificación de las actua-
iniciativas concretas más importantes de-
ciones empresariales y facilitan proyectos
sarrolladas por las Administraciones públi-
comunes, entre otros cometidos.
cas en materia de RS, y concluye con las
perspectivas de futuro que ofrece la res-
Dentro de las posibles actuaciones
ponsabilidad social en las administraciones
de los poderes públicos en materia de
públicas.
RSC, pero desde otro ángulo, cabe alu-
dir al compromiso hacia ella por parte de
las propias Administraciones públicas, en
2. RESPONSABILIDAD SOCIAL DE
cuanto organizaciones que prestan servi-
LAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS
cios a la ciudadanía. Este es precisamen-
te el objeto de este artículo que se centra
Las Administraciones públicas, cada vez
en el análisis del desarrollo de actuaciones
en mayor medida, integran los principios de
socialmente responsables por parte de las
responsabilidad en sus propios sistemas de
Administraciones públicas. El Estado debe
gestión y en las relaciones con terceros, con
liderar el impulso de pautas de conduc-
el fin de proteger, entre otros, los derechos
ta responsable en todas sus actividades
de los consumidores, no permitir las agre-
económicas, empresas públicas y organis-
siones a los derechos humanos, alcanzar la
mos públicos. La Administración pública,
máxima observancia de estándares labora-
como actor económico, es susceptible de
les dignos y no discriminatorios, respetar el
ser examinada como un empleador más,
medio ambiente y erradicar cualquier tipo
y tendrá que tener diseñadas sus propias
de corrupción, así como cualquier otro as-
políticas de transparencia y reporte, de re-
pecto en el que se identifique una despro-
laciones laborales, de integración de mi-
tección de los derechos básicos.
norías, de gestión de los fondos públicos
(fundamentalmente, el fondo de reserva de Las Administraciones públicas deben in-
la Seguridad Social). La estructura guber- tegrar los enfoques de RSC y de los princi-
namental interna de dicha responsabilidad pios del desarrollo sostenible en los siste-
social se puede instrumentar vía la crea- mas de gestión de lo público, impulsando
ción de un consejo o comité de RSC en dentro del Estado, en todas sus activida-
el pertinente nivel administrativo; o de una des económicas, empresas públicas y or-
agencia interdepartamental para la coordi- ganismos públicos, y en las relaciones con
nación técnica y el fomento y desarrollo de terceros, las mismas pautas de conducta
La responsabilidad social dentro del sector público

responsable. En este sentido, en el caso bierno stakeholder en las administraciones


de aprovisionamientos públicos, implica, públicas.
por ejemplo, la exigencia de determinados
requisitos en términos de RSC a aquellas Según el cuarto de los Principios de
empresas que aspiren a contratar con la gobierno corporativo enunciados por la
Administración. OCDE, en su versión última del año 2004,
«El marco del gobierno corporativo debe
Asimismo, las Administraciones tratan de reconocer los derechos de los grupos de
combinar los acuerdos, tanto en el marco interés establecidos legalmente o acorda-
del diálogo social como en el desarrollo de dos mutuamente y promover activamente
89
consensos de bases más amplias que im- la cooperación entre las empresas y dichos
plican a otros actores sociales, con nuevas grupos para la creación de riqueza, pues-
obligaciones normativas y medidas legisla- tos de trabajo y la sostenibilidad de empre-
tivas de regulación de la actividad econó- sas financieramente sanas».
mica. Así, en España y de acuerdo con la
legislación comunitaria en materia de con- Adaptando a la Administración pública
tratación pública, en la futura ley de con- los criterios de dirección stakeholder que
tratos del Sector Público se han recogido señala Bowie (1998): 1) La Administración
cláusulas de naturaleza social y ambiental, pública debe considerar los intereses de
como la creación de empleo, la contrata- todos los stakeholders afectados en cual-
ción de personas con especiales dificulta- quier decisión que adopte; 2) esta consi-
des de inserción laboral o los compromisos deración implica obtener contribuciones
medioambientales de las empresas adjudi- (inputs) de todos los stakeholders afecta-
catarias. La Ley Orgánica para la igualdad dos; 3) no debe darse el caso de que los
efectiva de mujeres y hombres recoge tam- intereses de un solo stakeholder tengan
bién políticas de estímulo e incentivos junto prioridad en todas las decisiones; 4) cada
con nuevas obligaciones como la necesi- Administración pública debe establecer
dad de incorporar en los convenios colec- procedimientos diseñados para garantizar
tivos la negociación de Planes de Igualdad. que las relaciones entre los stakeholders
Asimismo, la Administración pública debe sean gobernadas mediante reglas justas,
ser ejemplarizante en sus actuaciones para establecidas de acuerdo con los tres crite-
con sus empleados, integrando a personas rios precedentes y respaldadas por todos
con discapacidad e incorporando planes los stakeholders.
de igualdad.
Un buen gobierno «global» de la Admi-
La aplicación de principios de RSC a las nistración pública incluye las característi-
Administraciones públicas implica la im- cas básicas del buen gobierno de la Ad-
plantación de mecanismos de buen go- ministración, que se resumen en disciplina,
bierno corporativo «global»; esto es, con transparencia, independencia, rendición de
una perspectiva integradora de las distin- cuentas, sentido del deber e imparcialidad.
tas partes interesadas. En primer término Pero a todo ello añade la responsabilidad
es preciso perfilar la debatida cuestión de social (King Committee on Corporate Go-
identificar a los grupos de interés, para en vernance, 2002) cuyos principios generales
un segundo lugar, apuntar los diversos me- aplicables a la Administración pública son
canismos existentes para articular un go- los siguientes:
Mónica Melle Hernández

— Que la organización de la propia ins- se garantice la libertad de los diferen-


titución incorpore la responsabilidad tes stakeholders para comunicar sus
social, esto es, en sus políticas de informaciones acerca de eventuales
gestión, criterios de remuneración y prácticas ilegales o contrarias a la éti-
sistemas o procedimientos, involu- ca, incluso a través de los órganos de
crando a las partes interesadas rele- representación en los que participen
vantes y consiguiendo el compromiso y sin ver por ello comprometidos sus
de los puestos directivos. derechos.
— Que se lleve a cabo una identificación — Adopción de códigos formales de
objetiva de las partes interesadas, responsabilidad social, que incluyen
distinguiendo entre partícipes prima- criterios para establecer políticas al
rios y complementarios; todos ellos respecto, articulan el diálogo con los
con derechos, pero también con res- stakeholders y elaboran, difunden y
ponsabilidades. verifican las informaciones pertinen-
tes, desarrollando así los principios
— Que la organización, dirección y ges-
generales señalados.
tión sean participativas. Se deben
usar mecanismos que faciliten de
manera continua e institucionalizada
la participación y el diálogo con los 3. LOS GRUPOS DE INTERÉS
stakeholders. RELEVANTES EN
LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
— Transparencia y rendición de cuentas.
Los partícipes deben tener acceso pe-
Los partícipes, grupos de interés, par-
riódico a la información relevante, con
tes interesadas o stakeholders de la Admi-
garantía de fiabilidad y en el momento
nistración Pública son los grupos sociales
oportuno sobre la base de la transpa-
e individuos afectados de una u otra forma
rencia y la verificación externa e inde-
por la existencia y acciones de la Adminis-
pendiente. A través del control parla-
tración, con un interés legítimo, directo o
mentario es posible llevar a cabo una
indirecto, por la marcha de ésta, que influ-
evaluación de la responsabilidad so-
yen a su vez en la consecución de los ob-
cial de las administraciones públicas.
jetivos marcados.
— Compromiso ético, respeto hacia la
Pueden distinguirse dos niveles básicos
diversidad e igualdad de oportunida-
de stakeholders que, para el caso especí-
des. Como complemento a los prin-
fico de las Administraciones públicas, se
cipios de buen gobierno corporativo
concretan en:
asumidos, las administraciones públi-
cas deben dotarse de códigos éticos — Partícipes primarios, contractuales o
generales, en los cuales, además de directos, que asumen riesgos no di-
las reglas habituales sobre respeto a versificables y determinan estratégica-
los derechos humanos y comporta- mente el grado de eficiencia y eficacia
miento honrado e íntegro, se aprecie de las políticas públicas. Se distingue
de modo específico el valor de la di- entre internos (los altos cargos polí-
versidad—en todas sus vertientes—y ticos —que en este caso asumen el
La responsabilidad social dentro del sector público

rol de los accionistas o propietarios— tar igualmente involucrados en el conjunto


y los empleados públicos, incluyen- de procesos y decisiones. Lo relevante es
do directivos y no directivos) y exter- delimitar bien las facultades y las respon-
nos (ciudadanos —son los «clientes» sabilidades, de modo que cada partícipe
para la Administración pública—, pro- cuente con información, incentivos, poder
veedores, acreedores financieros, y y capacidad para actuar. Como regla gene-
otras administraciones públicas loca- ral, un stakeholder tiene menor necesidad
les o territoriales cuando se desarro- de «voz» a medida que se reduce su coste
llan convenios para llevar a cabo ac- de «salida» de la relación. Precisamente, es 91
tuaciones conjuntas). el mantenimiento y protección de su «inver-
sión específica» o el problema de los efec-
— Partícipes complementarios, contex- tos externos lo que justifica que deba es-
tuales o indirectos, ya estén afecta- cuchársele.
dos por efectos externos positivos o
negativos, sin una previa inversión vo- Por tanto, en la orientación pluralista
luntaria directa (sociedad y público en cabe elegir dentro de una extensa red o
general, generaciones futuras...), o ya «cartera» de mecanismos de gobierno,
sean instituciones o grupos que inten- complementarios entre sí, que deben in-
tan influir y condicionar las actuacio- tentar extenderse a los proveedores, con-
nes de la Administración (agentes e tratistas, ciudadanos y empleados. De es-
interlocutores sociales, agentes eco- tos principios generales y buenas prácticas
nómicos y empresariales, organiza- en materia de RSC, cabe citar:
ciones no gubernamentales, medios — Presencia directa o indirecta en los
de comunicación…). comités y órganos de dirección y go-
Los stakeholders relevantes pueden va- bierno de las Administraciones pú-
riar en función de cada Administración. blicas.
También pueden ir cambiando a lo largo — Posibilidad de veto a través de la pre-
del tiempo en una misma Administración sencia en algún comité de supervisión
pública, pues la identificación y la impor- y control.
tancia de esos partícipes vienen determi-
nadas por variables como la justificación, — Organización de paneles, foros, asam-
la factibilidad, la legitimidad y la urgencia bleas u otros canales análogos —en
de sus demandas (Boatright, 1999; Mit- su caso, electrónicos o virtuales—
chell et al., 1997). Es responsabilidad de para aplicar procedimientos de infor-
los órganos de gobierno de la Administra- mación y consulta.
ción identificarlos adecuadamente en cada — Encuestas periódicas para cada Ad-
momento. ministración pública y en comparación
con otras organizaciones similares.
De hecho, según Donaldson y Pres-
ton (1995) no resulta conveniente tratar a — Asignación de derechos residuales
todos los stakeholders por igual, ya que sobre los resultados alcanzados, me-
se deben sopesar sus respectivas con- diante retribuciones en función de la
tribuciones, costes y riesgos. Asimismo, eficiencia y resultados de las actua-
no necesariamente todos ellos deben es- ciones.
Mónica Melle Hernández

— Recepción de garantías de calidad y 2. Hacer un seguimiento de las opinio-


certificados de sostenibilidad medio- nes de los stakeholders. La comuni-
ambiental. cación es unilateral de los stakehol-
ders hacia la Administración pública.
— Alianzas, proyectos e iniciativas multi-
Existe un seguimiento en los medios
stakeholder.
y en Internet, así como informes de
Es posible dar protagonismo a todos otros stakeholders.
los partícipes construyendo redes de inte-
3. Informar o educar a los stakeholders.
reses y aplicando estrategias de colabora-
La comunicación es también unilate-
ción, reforzando la supervisión mutua (de
ral, pero en este caso va de la Admi-
cada stakeholder sobre las actuaciones de
nistración pública a los stakeholders
los demás) como solución típica ante los
a través de boletines, cartas, folle-
problemas de interdependencia e incerti-
tos, informes, sitios en Internet, dis-
dumbre.
cursos, conferencias, presentaciones
Una estructura de gobierno de las Admi- públicas, comunicados y conferen-
nistraciones públicas que anima la «voz» y cias de prensa y publicidad en los
la participación, no sólo facilita la «interna- medios. La relación con los stakehol-
lización» de los efectos externos sobre los ders puede ser a corto o largo plazo
diversos partícipes. También multiplica la («Le mantendremos informado»).
transferencia mutua de mejor y más abun-
4. Realizar transacciones, esto es traba-
dante información entre la Administración
jar juntos en una relación contractual
pública y los grupos de los que depen-
entre la Administración pública y los
de. Se articula una especie de «cámara de
stakeholders. La comunicación es bi-
compensación» de las informaciones, don-
lateral, aunque limitada, establecida y
de éstas se reúnen, comparten, analizan y
controlada según las condiciones del
difunden. Ello favorece la adopción de de-
contrato.
cisiones, el control, la mejora de los resul-
tados de las actuaciones de la Administra- 5. Consultar para obtener información
ción y, en definitiva, la eficiencia dinámica y opiniones de los stakeholders para
del sistema de gobierno aplicado. fundamentar las decisiones internas
de la Administración pública. La co-
Los diferentes mecanismos de gobier-
municación es bilateral, aunque limi-
no para la Administración pública pluralista
tada porque la Administración pre-
pueden agruparse en diversos niveles po-
gunta y los stakeholders responden a
sibles de compromiso entre aquélla y sus
través de encuestas, reuniones per-
partes interesadas, que se concretan de
sonales y públicas, talleres, foros de
menor a mayor nivel del compromiso asu-
asesoramiento, foros online, sondeos
mido en los siguientes:
de opinión, en una relación que pue-
1. Permanecer pasivo: No hay meta ni de ser a corto o largo plazo («Les
relación con los stakeholders. No hay mantendremos informados, escu-
comunicación activa. Las inquietudes charemos sus inquietudes, conside-
de los stakeholders se plantean a tra- raremos sus opiniones y explicare-
vés de protestas, cartas, o Internet. mos nuestras decisiones»).
La responsabilidad social dentro del sector público

6. Participar y trabajar directamente Cada vez en mayor medida prestan par-


con los stakeholders para asegurar ticular atención al seguimiento de las opi-
la comprensión y consideración de niones de los ciudadanos y resto de stake-
sus inquietudes en los procesos de holders, la organización de paneles, foros y
toma de decisiones. La comunica- asambleas, la realización de encuestas, o
ción es bilateral o multilateral entre el logro de certificados de sostenibilidad.
la Administración pública y los stake-
Asimismo, en la actualidad se perci-
holders a través de foros de múlti-
be por parte de determinadas Administra-
ples stakeholders, paneles de aseso- 93
ciones públicas españolas un intento de
ramiento, procesos de creación de
avanzar hacia una mayor comprensión y
consenso y procesos participativos
consideración de las inquietudes de los
de toma de decisiones. El aprendiza- stakeholders en los procesos de toma de
je es bilateral, las relaciones pueden decisiones. Se tiende también hacia una
ser puntuales o a largo plazo y los comunicación bilateral o multilateral entre
stakeholders actúan de forma indi- la Administración pública y los stakehol-
vidual. ders a través de foros de múltiples stake-
7. Asociarse o convocar a una red de holders, paneles de asesoramiento, proce-
stakeholders para desarrollar con- sos de creación de consenso y procesos
sensos y planes de acción conjuntos. participativos de toma de decisiones.
La comunicación es bilateral o multi-
lateral entre la Administración pública
y los stakeholders. El aprendizaje y la 4. NUEVO ENFOQUE DEL PROCESO
toma de decisiones son bilaterales. DE TOMA DE DECISIONES
Los stakeholders actúan de forma
conjunta y la relación entre la Admi- La incorporación de la RS en las ad-
nistración y los stakeholders es a lar- ministraciones públicas implica tener en
go plazo, a través de proyectos con- cuenta a los ciudadanos y a los demás
juntos e iniciativas voluntarias de dos stakeholders en la organización, lo cual
o más stakeholders. requiere cambios en los procesos de toma
de decisiones. Tradicionalmente, en di-
8. Delegar las decisiones sobre un chos procesos la Administración toma uni-
tema determinado a los stakehol- lateralmente las decisiones que posterior-
ders. Implica nuevas formas organi- mente se comunican a los stakeholders.
zacionales de rendición de cuentas, Sin embargo, el cada vez más importante
en las que los stakeholders tienen buen gobierno «global» de la Administra-
un rol formal en el gobierno de la ción pública implica un papel más activo
institución o las decisiones se les de los stakeholders en la toma de decisio-
delegan. La relación entre la Admi- nes públicas. Esto supone un cambio fun-
nistración pública y los stakeholders damental en la cultura de las administra-
es a largo plazo. ciones públicas.
En la práctica, las Administraciones pú- En muchas ocasiones, la presión por in-
blicas han ido pasando por las distintas volucrar a los stakeholders en los proce-
etapas o niveles señalados anteriormente. sos de decisiones públicas surge, no tan-
Mónica Melle Hernández

to del debate sobre los principios éticos seguridad y salud pública. Estas iniciati-
de legitimidad democrática, sino de la cri- vas suponen un cambio evolutivo de los
sis de confianza en los Gobiernos por los procesos tradicionales de toma de deci-
casos de corrupción. La incorporación de siones, que aparece representado en el
los stakeholders al proceso de decisiones gráfi co n. o 1, hacia un modelo inclusivo
se presenta entonces como una forma de de toma de decisiones (representado en
mejorar la relación entre la Administración el gráfico n.o 2).
pública y el público en general.
Generalmente, las legislaciones empie-
Frecuentemente, el primer paso con- zan a otorgar poder a los grupos públicos
siste en aumentar la transparencia, pro- pero no obligan a incorporar a los stake-
porcionando a los ciudadanos un mayor holders en el proceso de toma de deci-
acceso a la información sobre las decisio- siones. Con frecuencia, la aplicación del
nes públicas. Asimismo, también se suele modelo inclusivo es voluntaria, de ahí que
poner énfasis en mejorar la calidad de los exista una gran diversidad entre las diver-
servicios públicos incluyendo una mayor sas administraciones y las diferentes Co-
audiencia para los usuarios. En este sen- munidades Autónomas, respecto al uso y
tido algunas medidas pueden concretarse la calidad de integración y participación.
en el desarrollo de oficinas de relaciones La legislación, por tanto, no ha sido efec-
públicas en cada Administración para faci- tiva para promover el cambio cultural ha-
litar información y recogida de quejas, y en cia la aplicación del diálogo y a compartir el
el uso de encuestas que permitan medir el poder entre las instituciones públicas y los
grado de satisfacción de los usuarios para stakeholders.
evaluar las percepciones de los ciudada-
La OCDE, por su parte, define tres ni-
nos sobre la calidad de los servicios.
veles de participación de los stakeholders
Estos nuevos procesos de toma de de- en las políticas y actuaciones desarrolladas
cisión derivados de la incorporación de por las administraciones públicas:
RS en la Administración pública, se intro-
1. Informar o comunicar a los grupos de
ducen también para reducir los potencia-
interés afectados.
les conflictos que se generan en aquellas
decisiones que pueden tener un impacto 2. Consultar a los grupos de interés
significativo sobre la mayoría de los gru- mencionados, con la finalidad de
pos de interés. De ahí que sea cada vez buscar retroalimentación, opiniones y
más frecuente que numerosas leyes, tan- sugerencias.
to estatales como autonómicas, introduz-
3. Implicar a tales grupos de interés,
can el requerimiento de consultar a los
colaborando y decidiendo juntos.
stakeholders relevantes en planifi cación
urbana y en iniciativas de desarrollo local. La experiencia española está sobre todo
Las iniciativas de implicación y participa- concentrada en los dos primeros niveles.
ción de los stakeholders se usan también La implicación real de los stakeholders en
para gestionar potenciales áreas de con- los procesos de toma de decisiones es to-
flictos relacionados con proyectos de de- davía muy poco frecuente, aunque se per-
sarrollo polémico, especialmente relacio- ciben avances sustanciales en ese ámbito
nados con medioambiente y asuntos de durante los últimos años.
La responsabilidad social dentro del sector público

Gráfico n.o 1
Modelo tradicional de toma de decisión

Se producen
retrasos en poner
en marcha
la decisión
95

La decisión es
Políticos, La decisión es La Administración bloqueada y no
funcionarios y anunciada defiende su decisión se toma ninguna
expertos toman otra acción
una decisión

Algunos
Se retira
grupos de
la decisión y
stakeholders
el proceso empieza
se oponen
de nuevo
a la decisión

Fuente: Elaboración propia.

Gráfico n.o 2
Modelo inclusivo de toma de decisión

Los que toman


Se define un Se identifican las decisiones Se toma
problema o área los stakeholders escuchan todas una decisión
de intervención relevantes las consideraciones

Fuente: Elaboración propia.


Mónica Melle Hernández

5. ALGUNAS INICIATIVAS familiar y laboral, como la flexibilización de


DESARROLLADAS POR los horarios de trabajo, permisos, exceden-
LAS ADMINISTRACIONES cias, fórmulas de adaptación del teletraba-
PÚBLICAS EN MATERIA DE jo a la Administración y protección de las
RESPONSABILIDAD SOCIAL empleadas públicas víctimas de violencia
de género, entre otras medidas. Para evitar
En España, durante los últimos años, la exclusión social de las personas con dis-
se han desarrollado diversas actuaciones capacidad, la Administración pública hace
que integran los enfoques de RSC y de los efectiva la reserva legal del 5% de empleo
principios del desarrollo sostenible en los público a personas con discapacidad, fa-
sistemas de gestión de lo público. En el voreciendo así su plena integración y un
ámbito de las relaciones de la Administra- sector público sin barreras.
ción pública con los empleados públicos Respecto a las relaciones con los pro-
y los altos cargos, destaca el Estatuto Bá- veedores, la nueva legislación que regula
sico del Empleado Público, que establece los contratos de las administraciones pú-
los derechos y deberes de todos los em- blicas y el resto de entes del sector público
pleados públicos, entre los que se incluye se aplica en todos los contratos, indepen-
el derecho a la negociación colectiva y un dientemente de su modalidad (de obras,
sistema de retribuciones ligado a la evalua- de concesión de obra pública, de gestión
ción objetiva del desempeño del puesto de de servicios públicos, de suministro, de
trabajo, con el fin último de lograr una Ad- servicios, de colaboración entre el sector
ministración de calidad centrada en el ser- público y el sector privado, mixtos, otros
vicio a los ciudadanos. El Código para el vinculados al giro o tráfico de la administra-
Buen Gobierno, que recoge los principios ción contratante, privados). Esta Ley trans-
éticos y de conducta que rigen las actua- pone la Directiva 2004/18/CE de contratos
ciones de los altos cargos en el desempe- del sector público sobre procedimientos de
ño de su función, la Ley de regulación del adjudicación de los contratos públicos de
conflicto de intereses de los altos cargos y obras, suministros y servicios; y además
el código de comportamiento ético de los de promover la transparencia en la con-
empleados públicos fomentan la vocación tratación pública, introduce criterios socia-
de servicio público como un valor esencial les, de paridad y medioambientales en di-
en la actuación de los empleados de la Ad- cha contratación. De esta forma, a través
ministración, que ha de basarse en los si- del aprovisionamiento público se promueve
guientes principios: eficacia, austeridad, el empleo de personas con especiales difi-
imparcialidad, dedicación, primacía del in- cultades de inserción en el mercado labo-
terés público, y transparencia. ral, se eliminan las desigualdades entre el
hombre y la mujer, se facilita la formación
También en el ámbito de las relaciones
en el centro de trabajo y se da cumplimien-
con los empleados públicos, se han de-
to a determinadas condiciones de carácter
sarrollado planes de actuación dirigidos a
medioambiental.
lograr la igualdad entre hombres y muje-
res, con el establecimiento de comités de En relación con la implicación de los ciu-
selección de personal paritarios, y con me- dadanos y la sociedad, las Administracio-
didas que facilitan la conciliación de la vida nes públicas, en sus niveles local, regional
La responsabilidad social dentro del sector público

y estatal, han puesto en marcha iniciativas nicación, la Oficina de Atención Ciudada-


participativas, facilitando la intervención de na, los medios de comunicación locales,
los ciudadanos en la toma de decisiones la página Web municipal y el correo elec-
sobre los asuntos públicos. Así, destacan trónico ciudadano, y la guía de trámites);
las cartas de derechos de los ciudadanos, el sistema de defensa y protección de los
los presupuestos participativos, la creación derechos ciudadanos; los órganos de par-
de la Agencia de Evaluación de los Servi- ticipación (consejo de ciudad, consejos te-
cios y Políticas Públicas y la adopción de la rritoriales, los consejos sectoriales, consejo
Agenda 21 de las Naciones Unidas. de niños y niñas, consejo de equipamien- 97
to, Comisiones específicas); y los derechos
El compromiso de las administraciones
de los ciudadanos, entre los que destacan
publicas locales ante los ciudadanos para
los derechos a la participación, a la infor-
fomentar la participación democrática y la
mación, a hacer peticiones o solicitudes al
transparencia en los asuntos públicos lo-
gobierno, de audiencia, a la iniciativa ciu-
cales, ha dado lugar a la constitución de
dadana, a presentar quejas, reclamaciones
las cartas de derechos de los ciudadanos,
y sugerencias, de intervención en las se-
de acuerdo con el ordenamiento constitu-
siones públicas municipales, a la consulta
cional (artículo 23 de la Constitución Espa-
popular o referéndum, a una política mu-
ñola) y conforme a los principios que inspi-
nicipal de fomento de las asociaciones, al
ran la Carta Europea de Salvaguarda de los
acceso y utilización de las tecnologías de
Derechos Humanos a las ciudades (Saint
la información y comunicación, de reunión,
Denis, 2000). Una Carta de derechos ciu-
y la promoción efectiva de los derechos de
dadanos es un conjunto de instrumentos
participación.
(normas jurídicas, proyectos, programas,
planes de actuación), dirigidos a favore- Además del Reglamento, las Cartas de
cer el ejercicio de los derechos ciudadanos derechos de los ciudadanos incorporan
para la participación (que incluye además planes de información y comunicación, de
del derecho a la participación, el de infor- promoción del asociacionismo, de usos de
mación, reunión y asociación, así como el los equipamientos municipales, para la me-
sistema de garantías para su ejercicio). jora de la convivencia o el civismo, regla-
mentos de funcionamiento de los órganos
Estas Cartas surgen para facilitar la par-
territoriales y de los órganos sectoriales,
ticipación ciudadana, arbitrar instrumentos
procedimiento de elección/selección de los
de carácter organizativo, interno, para po-
representantes del consejo de ciudad, y
ner la Administración al servicio de los de-
sistema de defensa de los derechos ciuda-
rechos ciudadanos y establecer sistemas
danos. Finalmente, obvio es decir que para
de garantía y protección de los mismos. La
la elaboración de las Cartas deben utilizar-
creación de estas Cartas no debe realizar-
se métodos participativos.
se en un único acto, sino de construcción
gradual permitiendo una mayor interven- El cuadro n.o 1 resume las diversas fór-
ción social y una mejor adecuación a las mulas de participación ciudadana que se
necesidades y a los cambios. Incorporan han desarrollado en los gobiernos locales
un reglamento de participación ciudadana, durante la última década (Gomà y Font,
que incluye la forma de organización (Sis- 2001). Para establecer esta tipología se to-
temas de Información, Atención y Comu- man en consideración dos criterios: la base
Mónica Melle Hernández

Cuadro n.o 1
Tipología de fórmulas participativas

Base asociativa Base personal


Base
mixta
Sectorial Territorial Intensiva Extensiva

En el Fórums Consejos Planes Fórums Asambleas


diagnóstico y mesas consultivos estratégicos temáticos Audiencias
sectoriales de barrio, Teledemocracia
distrito, Procesos Círculos de
ciudad participativos estudio
temáticos
(Agenda 21, Conferencias
Planes de consenso
educativos de
ciudad, etc.)

En las Consejos, Consejos Consejos Presupuesto Referéndum


decisiones comisiones municipales territoriales participativo Consultas
y ponencias de barrio o mixtos populares
sectoriales distrito Jurados Teledemocracia
Jurados ciudadanos
Planes ciudadanos
integrales mixtos Paneles
ciudadanos

Encuestas
deliberativas

En la Gestión Gestión Gestión Gestión por Coproducción


gestión asociativa asociativa compartida voluntariado personalizada de
de servicios de centros de servicios de servicios servicios
cívicos o programas
municipales

Fuente: Gomà y Font (2001: 70).

de la participación y la fase del proceso de una base personal (cuando los ciuda-
actuación pública sobre la que se proyecta danos pueden participar a nivel indi-
la experiencia participativa: vidual) y una base mixta (cuando se
combinan las dos anteriores). Por otro
— Respecto de la base de la participa- lado, la participación de base asocia-
ción, se distingue entre una base aso- tiva puede dividirse entre aquella que
ciativa (cuando se canaliza a través de responde a una lógica sectorial y aque-
grupos organizados de ciudadanos), lla que atiende a una lógica territorial;
La responsabilidad social dentro del sector público

mientras que la participación de base pación en la fase de la gestión de progra-


personal puede ser intensiva (cuando mas y servicios municipales, mientras que
exige a un grupo de ciudadanos una la capacidad de los ciudadanos para incidir
fuerte dedicación al proceso participa- en el diseño de las políticas es escasa. En
tivo) o extensiva (cuando involucra a un el conjunto de España, alrededor del 35%
amplio número de personas pero sin de los municipios con más de 100.000 ha-
exigir una participación intensa). bitantes han iniciado procesos de planifi-
cación estratégica. Cataluña ha jugado un
— En cuando al segundo criterio, se dife-
papel impulsor en este terreno y, en conse- 99
rencia entre aquella participación que
cuencia, cuenta con unos porcentajes su-
se dirige al diagnóstico de los proble-
periores de presencia de este tipo de ins-
mas y a la formación de la agenda lo-
trumentos que se sitúan en torno al 60%
cal, aquella que se ocupa de incidir
(Castañer et al., 1999).
en las decisiones y en la formulación
de políticas, y aquella que se concen- Asimismo, además de la participación
tra en la gestión de los equipamientos ciudadana, para las Administraciones pú-
y los servicios. blicas resulta en la actualidad objetivo prio-
ritario que su gestión sea eficaz y eficiente,
Los instrumentos de participación ciu-
y que esté enfocada al logro de resultados
dadana municipal utilizados con mayor fre-
que han de medirse y auditarse en todo
cuencia en el caso español son, en primer
momento, en aras a cubrir principalmente
lugar, los de base asociativa tradicional y,
los intereses de los ciudadanos. Precisa-
en segundo lugar, las experiencias mixtas
mente, en España entre los principios del
que se han popularizado a través de la in-
Código de Buen Gobierno, no sólo se ase-
troducción de planteamientos estratégicos
gura la transparencia y la austeridad, sino
y de mecanismos como las Agendas Loca-
que se garantiza la atención continua a
les 21. La participación de base personal
las demandas de la sociedad y se fomen-
tiene una presencia limitada y de carácter
ta la participación de los ciudadanos en la
experimental. A finales de los años ochen-
gestión de lo público. La creación de una
ta un 70% de los ayuntamientos españoles
Agencia Estatal de Evaluación de la cali-
de más de 100.000 habitantes ya habían
dad de los servicios y las políticas públi-
dado un primer paso con la redacción de
cas pretende la implantación de sistemas
sus Reglamentos de Participación Ciuda-
de información y evaluación y rendición de
dana. En la actualidad, algo más del 65%
cuentas, a través del diseño de indicado-
de los municipios han organizado sus con-
res, evaluación de objetivos o programas
sejos desde una perspectiva estrictamente
de seguimiento.
sectorial y, en consecuencia, no han abor-
dado el diseño de sus estructuras partici- España se ha insertado plenamente en la
pativas desde un planteamiento global de corriente evaluadora de lo público que prima
democracia local de consejos. Si bien, más en los países de su entorno y en los princi-
de un 67% de los ayuntamientos hacen pales organismos supranacionales (con el
un uso intensivo de la cogestión o la ges- referente inmediato de la UE). Una corriente
tión concertada de servicios municipales que ha venido desarrollándose en dos ám-
(Brugué y Jarque, 2002). En definitiva, se bitos distintos: el de la exigencia ciudada-
detecta cierta concentración de la partici- na, y el de la necesidad política de gestión
Mónica Melle Hernández

de calidad de los servicios públicos en un los clientes sobre los proveedores a través
marco de transparencia y ética institucio- de diversos tipos de voz institucionalizada.
nal. Una Administración pública moderna y
Sin embargo, en perspectiva internacio-
eficiente debe apostar por la calidad de los
nal comparada, los servicios de atención
servicios públicos que presta y por la mejora
al cliente de las administraciones públicas
de la capacidad de gestión del Estado para
españolas figuran aún entre los peor valo-
potenciar su función reguladora y dinamiza-
rados por los ciudadanos (Accenture, 2007).
dora. Sin embargo, según el último informe
Como muestra el gráfico n.o 7, España se
de competitividad mundial del IMD referido
sitúa en el puesto decimonoveno de una lis-
al año 2006, España figura todavía entre los
ta de 22 países, sólo por delante de Brasil,
países desarrollados en los que sus Admi-
Polonia o Sudáfrica. Los españoles siguen
nistraciones públicas son menos transpa-
opinando que no están suficientemente in-
rentes (gráfico n.o 3), sus servicios públicos
formados sobre los servicios que prestan
son menos independientes del poder políti-
las administraciones públicas del país.
co (gráfico n.o 4), la contratación en el sec-
tor público no está suficientemente abierta a El compromiso de las Administraciones
ofertas del exterior (gráfico n.o 5) y mantie- públicas con la sociedad y el desarrollo sos-
nen aún puestos intermedios en el ranking tenible está internacionalmente muy acepta-
de sobornos y corrupción en sus adminis- do (World Comisión of Environment and De-
traciones públicas (gráfico n.o 6). velopment —WCED—, 1987). Sin embargo,
y a pesar de su relevancia, su implantación
La «voz» y la satisfacción de los ciuda- real está todavía en fase muy incipiente. La
danos constituyen los pilares de la eficien- adopción de la Agenda 21 de las Naciones
cia de los servicios públicos (Costas Co- Unidas por las administraciones públicas
mesaña, 2007). Es posible identificar tres supone un paso crucial hacia una auténtica
tipos de mecanismos a utilizar para ajustar aplicación de la filosofía del desarrollo sos-
la calidad de los servicios a las preferen- tenible. La Agenda 21 es un plan de traba-
cias de los consumidores: 1) Mecanismos jo de ámbito mundial que propone una se-
de mercado («salida» o «elegibilidad» de rie de políticas sobre áreas relacionadas con
los consumidores) a través de la compe- el desarrollo sostenible (Naciones Unidas,
tencia entre proveedores; 2) Mecanismos 1992) que fue adoptado en la Cumbre de
de «voz» y autorregulación de la calidad del la Tierra (Río de Janeiro —Brasil—, 1992).
servicio por parte de las propias empresas Este plan de acción, suscrito por numero-
proveedoras; y 3) Regulación pública de sos países, pretende transformar el mode-
estándares de calidad del servicio. El dise- lo de desarrollo actual en un nuevo modelo
ño e institucionalización de mecanismos de que satisfaga las necesidades de las gene-
voz permiten a los ciudadanos hacer lle- raciones actuales sin comprometer la ca-
gar a las administraciones sus preferencias pacidad de las generaciones futuras, esto
y valoraciones sobre la calidad de los ser- es, en un modelo de desarrollo sostenible
vicios que ofrecen; y a las administracio- —duradero en el tiempo, eficiente y racio-
nes disponer de mecanismos que informen nal en el uso de los recursos y equitativo en
de sus compromisos de calidad con sus los beneficios—; mediante nuevas formas
usuarios. Le Grand (2003) recomienda que de implicación y cooperación entre las Ad-
las políticas públicas aumenten el poder de ministraciones públicas (Pellizzoni, 2001),
La responsabilidad social dentro del sector público

Gráfico n.o 3
Transparencia de las Administraciones públicas

101

Fuente: IMD World Competitiveness Yearbook 2006.

Gráfico n.o 4
Independencia política de los servicios públicos

Fuente: IMD World Competitiveness Yearbook 2006.


Mónica Melle Hernández

Gráfico n.o 5
Apertura al exterior de la contratación en el sector público

Fuente: IMD World Competitiveness Yearbook 2006.

Gráfico n.o 6
Soborno y corrupción en las Administraciones públicas

Fuente: IMD World Competitiveness Yearbook 2006.


La responsabilidad social dentro del sector público

Gráfico n.o 7
Ranking de madurez del servicio al cliente 2007

103

Fuente: Accenture (2007). Leadership in Customer Service: Delivering on the Promise.

persiguiendo mejoras en la calidad de vida 4) escasa participación de los stakeholders


(Meister y Japp, 1998). y, en consecuencia, 5) poca conexión con
los problemas reales. Asimismo, además
Sin embargo, la Agenda 21 no se ha in-
de priorizar la puesta en marcha, es preci-
corporado a las estrategias y planes de ac-
so tener en cuenta las singularidades que
ción de muchas Administraciones públicas
existen en cada territorio y crear los instru-
hasta finales de los años noventa y princi-
mentos necesarios para cada finalidad. La
pios del 2000, y en muchas de ellas toda-
Agenda 21 reconoce la relevancia del fac-
vía existen diferencias entre la planificación
tor geográfico y de ahí surgen las Agendas
y la implantación efectiva de las acciones
Locales 211, ya que las administraciones
contempladas en los planes. Dalal-Clayton
y Bass (2000) identifican cinco problemas
1 Entre los objetivos más importantes de la Agen-
básicos en los planes de la Agenda 21
da 21 Local destacan: proteger espacios libres y bio-
adoptados por las Administraciones públi- diversidad; defender espacio público de calidad; me-
cas: 1) predominio del foco medioambien- jorar la movilidad; conseguir niveles óptimos de calidad
tal sobre aspectos sociales y económicos, ambiental; preservar los recursos naturales y promo-
ver el uso de renovables; reducir la producción de resi-
2) el aspecto burocrático está más prepa- duos y fomentar la reutilización y el reciclaje; incremen-
rado para el diseño de los planes que para tar la cohesión social, potenciar la actividad económica
orientada hacia un desarrollo sostenible; progresar en
emprender activamente los procesos, 3) ig-
la cultura de la sostenibilidad mediante educación y co-
norancia sobre las necesidades futuras, municación; y promover la cooperación internacional.
Mónica Melle Hernández

públicas de ámbito local emergen como el 6. A MODO DE CONCLUSIÓN: FUTURO


nivel de gobierno más adecuado para po- DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EN
ner en práctica estas acciones, no sólo por LAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS
su proximidad a los ciudadanos, sino por la
capacidad de los directivos públicos y polí- En la actualidad, en las Administracio-
ticos para adaptar sus organizaciones a los nes públicas se está produciendo un mo-
nuevas tendencias de gestión y a las nue- vimiento hacia una mayor implicación de
vas demandas sociales (Krueger y Agye- los stakeholders en la definición e informa-
man, 2005). ción de los resultados de los servicios pú-
blicos. Además, el énfasis en la implicación
En la actualidad, más de 5.000 ciuda- de los stakeholders y la comunidad en la
des de todo el mundo están elaborando planificación y los proyectos de desarrollo
sus Agendas Locales 21, mediante me- local, obligatoria para financiaciones de la
canismos de participación de la comu- UE, está condicionando cada vez más las
nidad local, a fin de establecer objetivos prácticas administrativas.
compartidos para contribuir localmente al
desarrollo sostenible de la sociedad pla- Las Administraciones públicas están
netaria, reconociendo la responsabilidad empezando a incorporar los principios de
de las Administraciones públicas locales, la responsabilidad social en su gestión,
especialmente del mundo occidental, en fundamentalmente en el ámbito de sus re-
la actual situación (por concentración de- laciones con los empleados públicos y sus
mográfica; por consumos de bienes, ser- proveedores. El desarrollo sostenible tam-
vicios, energía y territorio). Sin embargo, bién comienza a formar parte de las agen-
subsisten dificultades en su implantación das de las administraciones públicas, que
real (Echebarria et al., 2004; Houghton, entienden que este gran reto depende de
2005), derivadas de la dimensión requeri- una serie de requisitos:
da para proporcionar los recursos econó- — que todos los actores puedan partici-
micos, humanos y de conocimiento reque- par de manera informada y cualifica-
ridos para desarrollar el proceso. De ahí la da en los procesos de toma de deci-
necesidad de desarrollar Agendas 21 Re- siones;
gionales como instrumentos complemen-
tarios a poner en marcha por las admi- — que se estructure un sistema de rela-
nistraciones públicas de ámbito regional. ciones intergubernamentales que sea
Estas Agendas 21 Regionales deben en- ágil y eficiente pasando de una políti-
tenderse como procesos de colaboración ca centralizada a otra multicéntrica;
entre el sector público y privado en los
— coordinación de numerosas políticas
que la Administración pública autonómi-
sectoriales, porque la sostenibilidad
ca proporcione el liderazgo, la motivación,
no puede ser una cuestión que sola-
el conocimiento, los recursos y su capa-
mente se trate desde ministerios, de-
cidad de reunir a todos los stakeholders y
partamentos o concejalías de medio
en los que las Administraciones públicas
ambiente;
locales trabajen como una red ahorrando
recursos y compartiendo conocimiento y — la aplicación de un amplio e innovador
buenas prácticas. abanico de instrumentos de políticas;
La responsabilidad social dentro del sector público

— cambios en la cultura administrati- 2002). Se trataría de trasladar a las Admi-


va, que tendrá que orientarse a la efi- nistraciones públicas la estructura de un
cacia y eficiencia, dando prioridad a comité de dirección ejecutiva y un conse-
la transparencia, la información y el jo de supervisión o vigilancia, junto con un
rendimiento de cuentas, teniendo en «congreso» o varias asambleas de stake-
cuenta los intereses generales y tam- holders. En las Administraciones públicas
bién el derecho a la calidad de vida el consejo de supervisión lo conforman
de las futuras generaciones; los parlamentos o plenos municipales. La
creación de foros de proveedores, asam- 105
— un alto grado de participación de los
bleas de empleados y paneles de clientes,
diversos elementos de la sociedad,
a englobar, en su caso, en un «congreso»
que no consiste en procesos puntua-
de stakeholders resultan estructuras bási-
les de consulta pública (por ejemplo
cas para contar con información fiable e in-
a través de encuestas de opinión o
dependiente acerca de la actuación de las
referendos puntuales) sino que hace
administraciones públicas.
falta una cultura política participativa
que permita la adopción de decisio- Sin embargo, la evolución hacia un buen
nes consensuadas; gobierno «global» de la Administración pú-
blica, sobre la base de una Administra-
— que los individuos actúen como ciu-
ción plenamente ciudadana, es probable
dadanos social y ambientalmente
que requiera en la práctica de un proce-
responsables, porque las creencias,
so de maduración a través de diferentes
los valores y las normas que guían las
etapas, en las que las administraciones
actitudes, las decisiones y los com-
deben procurar ir modificando paulatina-
portamientos de la sostenibilidad
mente su estrategia, incorporando en su
sean reglas permanentes para el con-
gestión los principios de responsabilidad
junto de actores de la sociedad; y fi-
social (transparencia completa, rendición
nalmente,
de cuentas, sostenibilidad medioambiental,
— que la sociedad disponga de un cier- diálogo stakeholders, alianza con múltiples
to nivel de capital social, es decir, de grupos de interés).
conductividad, comunicación, con-
Los comités de dirección de las Admi-
fianza, reciprocidad, y sentimiento de
nistraciones públicas, por su parte, de-
pertenecer a una comunidad.
ben asumir una serie de responsabilidades
El gran reto que tienen las Administracio- acordes a los principios de responsabilidad
nes públicas en materia de responsabilidad social. Entre las responsabilidades estra-
social consiste en la implicación de los dife- tégicas a asumir destacan la de mantener
rentes stakeholders en el proceso de deci- un diálogo fluido con los stakeholders, para
siones. Una posible forma de participación fortalecer la confianza mutua y potenciar la
podría producirse a través de la creación acumulación de conocimientos, el aprendi-
de comités diversos, para evitar la concen- zaje y la innovación en el marco de la ins-
tración de poder y articular contrapesos titución; reducir los conflictos mediante la
que faciliten el arbitraje entre intereses dis- aplicación de criterios de equidad y el ar-
tintos, y de «redes» de confianza/coopera- bitraje entre intereses; establecer sistemas
ción y competencia (Turnbull, 1997, 2000, de retribución o compensación dando en-
Mónica Melle Hernández

trada al cumplimiento de objetivos en ma- Entre la información a difundir (United Na-


teria de RSC; fomentar la buena imagen y tions Conference on Trade and Develop-
reputación de la institución, así como in- ment, 2006), debe considerarse la relativa a
centivar el comportamiento ético en sus re- los mecanismos establecidos para prevenir
laciones internas y externas; y potenciar la los conflictos de intereses de los directivos
transparencia y la rendición de cuentas. frente a los stakeholders, las políticas esta-
blecidas en relación con la responsabilidad
Finalmente, cuando los grupos de inte- social, los sistemas concretos aplicados
rés participen en el proceso de gobierno para proteger los derechos de los stakehol-
de las Administraciones públicas deben te- ders, y los mecanismos adoptados para la
ner acceso regular y puntual a información participación específica de los empleados
relevante, suficiente y fiable (OCDE, 2004). en el buen gobierno de la Administración.

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Promoción pública de
la responsabilidad social empresarial

108
Las relaciones entre empresa y sociedad implícitas en el concepto de la responsabilidad social
empresarial (RSE), admiten múltiples puntos de vista que derivan de las variadas acepciones del
adjetivo «social» admitidas. De esta forma lo «social» puede entenderse como una relación en sí
misma con los stakeholders, como una posible dimensión de esa relación, como un compromiso
con objetivos, o también como un eje del discurso social y medioambiental frente al económico y
empresarial. De todas formas, en este artículo se plantea que independientemente de todas esas
perspectivas, la RSE debe estar enmarcada en un concepto más amplio de corresponsabilidad
con todas las organizaciones que le rodean. Estamos en una organización de redes donde el lide-
razgo, compromiso y convicción tanto en el ámbito empresarial como en el político y social son
claves para impulsar una competitividad responsable y sostenible.

Enpresen erantzukizun sozialaren kontzeptuak berezko ditu enpresaren eta gizartearen arteko ha-
rremanak, eta harreman horiek interpretazio ugari izan ditzakete, «sozial» adjektiboak onartzen di-
tuen adiera ugariak direla eta. Horrela, «soziala» interes-taldeekiko harremana bera izan liteke, edo
harreman horren dimentsio posible bat, edo hainbat helburu dituen konpromisoa, edo baita gizarte-
eta ingurumen-arloko diskurtsoen ardatza ere, diskurtso ekonomiko eta enpresarialari kontrajarrita.
Nolanahi ere, artikulu honetan bestelako proposamena egiten da: ikuspegi horietaz guztietaz hara-
tago, enpresen erantzukizun soziala kontzeptu zabalago baten barruan kokatu behar da, inguruan
dituen erakunde guztien erantzukizun partekatuaren barruan, hain zuzen. Sareen bidez antolatutako
erakunde batean gaude, eta konpromisoa eta uste sendoa giltzarri dira enpresa-esparruan eta poli-
tika- zein gizarte-esparruetan, lehiakortasun arduratsua eta iraunkorra sustatzeko.

The implicit relationships between society and business comprised within the Business for Social
Responsibility (BSR) concept admit multiple points of view deriving from the different meanings
of the adjective «social». This way, «social» can be understood as a relationship in itself with the
stakeholders, as a possible dimension of such relationship, as a commitment with the aims/
goals, or an axis/crux of the social and environmental speech against the economic and business
one. However, this paper suggests that regardless of all these perspectives, the company BSR
must be located within the framework of a wider concept of co-liability with all the organizations
which surround it. We find ourselves in a network organization where leadership, commitment
and conviction in the business, social and political fields are key factors to foster sustainable and
responsible competition.

Ekonomiaz N.o 65, 2.o cuatrimestre, 2007


Josep M. Lozano Soler
ESADE

ÍNDICE

1. Introducción
2. La responsabilidad social empresarial supone una empresa relacional 109
3. La responsabilidad social empresarial como resultado de nuevas formas de
interdependencia
4. Los gobiernos europeos y las políticas de responsabilidad social de la empresa
5. Las actuaciones de los gobiernos europeos en la responsabilidad social empresarial:
análisis comparado
6. Modelos de políticas públicas de responsabilidad social empresarial en Europa
7. Más allá de la relación bilateral gobierno empresas
8. Consideraciones finales
Referencias bibliográficas

Palabras clave: Estado de bienestar, sociedad del conocimiento, responsabilidad relacional

N.o de clasificación JEL: M14, L22, I31

1. INTRODUCCIÓN inherente a la relación con los stake-


holders, y que es necesario tomar en
Al preguntarnos por la responsabilidad so- consideración junto con otras dimen-
cial de las empresas (en adelante RSE), la siones o aspectos.
primera cuestión que se nos plantea es pre-
— Un compromiso y unos objetivos que
cisamente la imprecisión del adjetivo social,
van más allá de los específicos del
circunstancia que dificulta su traducción en
negocio, que son compartidos con
términos de gestión. La diversidad de usos
otros stakeholders, y que sitúan la
del vocablo social —especialmente en los
actuación de la empresa en un hori-
debates sobre la RSE— ha hecho que a me-
zonte de comprensión que se con-
nudo se empleen las mismas palabras para
vierte en un punto de referencia para
referirse a conceptos sustancialmente distin-
los demás.
tos. Así, la S de RSE se ha entendido como:
— El eje del discurso que legitima la RSE
— La relación de la empresa con deter-
(el aspecto social) frente a otros as-
minados stakeholders de su entorno
pectos del discurso sobre la empresa
social, normalmente no vinculados di-
(como el económico, el medioambien-
rectamente a su actividad empresarial.
tal, el directivo, el ético, etc.), contras-
— Una dimensión o un aspecto que, en tando con ellos y, a la vez, comple-
diversos grados e intensidades, es mentándolos.

Ekonomiaz N.o 65, 2.o cuatrimestre, 2007


Josep M. Lozano Soler

Así, no nos debe extrañar que algunos pide concebir estas relaciones de manera
malentendidos que surgen en los deba- unidireccional, únicamente desde la em-
tes económicos, políticos y sociales que presa hacia los stakeholders: la gestión de
abundan sobre el tema se deban, senci- la responsabilidad relacional requiere una
llamente, al hecho de que con las mismas empresa que no solamente sea capaz de
palabras se sostienen visiones distintas e actuar, sino que también tenga capacidad
incluso opuestas de lo que realmente está de escucha. En este sentido, el diálogo
en juego, así como las respectivas —y di- con los diversos stakeholders se convierte
versas— estrategias. en un elemento vertebrador del uso de es-
tas relaciones.
Además, la S de la RSE presenta tam-
bién dificultades de comprensión y co-
municación. Cabe recordar, entre otras
2. LA RESPONSABILIDAD SOCIAL
contrariedades, que alude a la vez a la to-
EMPRESARIAL SUPONE
talidad del concepto y a una parte del mis-
UNA EMPRESA RELACIONAL
mo; que facilita la contraposición entre el
aspecto social y el económico, o la curio-
Al abordar el tema de la RSE nos ale-
sa consideración de lo social como un fac-
jamos, pues, del debate sobre las relacio-
tor extraño, añadido a la empresa, en tanto
nes entre empresa y sociedad, dado que
que institución primariamente económica;
desde esta perspectiva el problema aho-
que difícilmente refleja de manera obvia los
ra es la conjunción «y». Aquello que debe-
aspectos ambientales, y que facilita la exis-
mos plantearnos es el papel y el propósito
tencia de un debate irresoluble sobre el al-
de la empresa «en» la sociedad. La empre-
cance y la concreción de lo que es social
sa no se entiende al margen de la socie-
en la práctica, o que no permite dilucidar
dad, como una organización que justifica
hasta qué punto la RSE es exigible.
por sí misma su existencia. Por consiguien-
Por otro lado, hablar de «responsabili- te, debemos preguntarnos si la perspectiva
dad social» parece plantear, en primer lu- desde la cual pensamos y desarrollamos la
gar, las consecuencias de las actuaciones orientación hacia los stakeholders sitúa la
empresariales. Por ello, a la hora de me- empresa en el centro o, por el contrario, la
dir el impacto de las actuaciones de la em- considera como un nodo en el sistema de
presa no hay que olvidar la S, pero tampo- relaciones. La capacidad de ver los retos y
co se debe simplificar todo a ella (a no ser las oportunidades en clave de sistema no
que esta S se refiera a la cuestión social es incompatible —sino todo lo contrario—
en un sentido tan genérico que, de hecho, con la necesidad de afrontar las relaciones
sea una especie de contenedor). Esto es con los stakeholders desde la perspectiva
así, entre otras razones, porque la empresa de la empresa, dado que esta perspectiva
no se relaciona directamente con la socie- es capaz de tener en cuenta el marco de
dad, sino con los stakeholders, por lo que referencia social. Sin embargo, una visión
la gestión del impacto social es, de hecho, de los stakeholders que únicamente se
la gestión del impacto de las actuaciones plantee desde la empresa centrada en sí
de la empresa en este entramado de re- misma, los subordina a una gestión de las
laciones. Al mismo tiempo, la realidad de relaciones incapaz de ver más allá de una
nuestro mundo interdependiente nos im- proyección de intereses empresariales.
Promoción pública de la responsabilidad social empresarial

En la actualidad, nos planteamos de en clave de interdependencia y, por consi-


una manera nueva si el mundo en el que guiente, de pasar de hablar de responsabi-
vivimos se puede convertir en un lugar lidad a hacerlo de corresponsabilidad. De
para todos (Barber) o si está desbocado hecho, esto es lo que justifica el cambio de
(Giddens). La necesidad de gobernanza de discurso, al pasar de la «responsabilidad
los procesos de globalización ya no involu- social de la empresa» a la «responsabilidad
cra solamente a los gobiernos y las institu- social de las organizaciones». El hecho de
ciones políticas: la alianza entre los diferen- dejar de considerar la empresa como cen-
tes actores se ha hecho indispensable, así tro del universo y de concebirla inmersa en 111
como su corresponsabilización, sobre todo relaciones de interdependencia en su red
en lo referente al establecimiento de acuer- de relaciones nos obliga a hablar de res-
dos básicos compartidos. ponsabilidades compartidas y nos lleva a
la necesidad de realizar una aproximación
Uno de los elementos que vertebran to- responsable a los stakeholders por parte
dos estos nuevos procesos sociales y em- de todas las organizaciones, sean priva-
presariales es el paso hacia la llamada «so- das, públicas o del sector social.
ciedad red» (Castells). Es precisamente su
emergencia la que justifica y hace necesa- Por eso creemos que tiene sentido no
rio que el enfoque de las relaciones con los limitarse a ver los stakeholders únicamen-
stakeholders deje de centrarse en la em- te como un conjunto de relaciones diádi-
presa y se plantee también desde una vi- cas que hay que gestionar. La visión de los
sión sistémica. stakeholders debe basarse en el concepto
de un sistema de redes y orientarse hacia
La red es el punto de referencia para en- procesos. Será en este marco donde cons-
tender la organización, y ésta pasa a ser un truiremos la confianza y los compromisos,
entramado de redes en las que se inserta, y será también en él donde afrontaremos
sin ser el centro, ya que una red no se defi- las diferencias y los inevitables conflictos
ne nunca a partir de un núcleo. Esto signi- que en la práctica configuran las relaciones
fica que las relaciones con los stakeholders con los stakeholders. Construir esta rela-
no se pueden plantear como conexiones ción compleja significa narrarla, explicitarla,
segregadas o diádicas, de uno en uno elaborarla, entenderla y darle significado. Y
—asunción que suele subyacer a muchas hacerlo tomando en consideración los inte-
teorías sobre los stakeholders—. La orga- reses, los valores y los principios que hay
nización no es el centro de la red. Por ello, en juego. Pero, por encima de todo, hacer-
el hecho de considerar su situación como lo sabiendo que es necesario construir —y
un elemento más en un sistema de relacio- cuidar— un espacio en el que sea posible
nes permite entender mejor cómo enfocar el diálogo, la confianza y, de una manera u
las interacciones con los diferentes stake- otra, la colaboración.
holders.
En la actualidad, el enfoque hacia los
Todo ello nos obliga a modificar nues- stakeholders es indispensable para analizar
tros asunciones. Ya no se trata solamente y entender la empresa y cualquier otra or-
de ver las relaciones con los stakeholders ganización. Ahora bien, nos estaríamos en-
desde el binomio consecuencialista «afec- gañando si creyésemos que cualquier dis-
tar-ser afectado», sino también de pensar curso corporativo se sustenta por sí solo.
Josep M. Lozano Soler

Hoy en día, no es posible hablar de los te unos interlocutores concretos, bien es-
stakeholders desde la perspectiva de una tablecidos y definidos: las patronales, los
organización centrada en sí misma, que sindicatos y los gobiernos, que realizaban
sólo sea capaz de ver el mundo a partir de a la vez una función facilitadora y promoto-
sí misma, bajo su prisma particular. La so- ra. El calificativo «social» se empleaba para
ciedad emergente es una sociedad red, acompañar a sustantivos como pacto, diá-
compuesta de interdependencias que exi- logo, acuerdo y otros parecidos. Los ac-
gen que los diferentes actores sean capa- tores de la relación eran estos tres interlo-
ces de verse a sí mismos y a sus prácticas cutores, y lo eran hasta el extremo de que
desde la perspectiva de este sistema de en algún momento del proceso hay quien
relaciones complejas. pudo haber tenido la tentación de pen-
sar que el vínculo entre «empresa» y «so-
cial» era únicamente su competencia, y
3. LA RESPONSABILIDAD SOCIAL que cualquiera que quisiera intervenir en
EMPRESARIAL COMO RESULTADO él era un intruso. Éste era un planteamien-
DE NUEVAS FORMAS DE to coherente con la sociedad industrial, en
INTERDEPENDENCIA la que «cuestión social» era casi sinónimo
de «cuestión obrera». Recordar estos fac-
Partir de la realidad de la interdepen- tores no responde a un prurito historicista,
dencia nos puede ayudar a entender me- sino más bien pretende ser un aviso: ha-
jor por qué la RSE ha adquirido tanta im- blar de RSE no debe ser de ningún modo
portancia en la actualidad. De hecho, uno una coartada para encubrir retrocesos en
de los comentarios recurrentes al analizar los logros sociales ni malas prácticas labo-
el desarrollo de la RSE ha sido que la RSE rales. Si esto fuese así, simplemente no es-
no es nada nuevo, que de ella se ha habla- taríamos hablando de RSE. Al razonar so-
do desde siempre y que, por lo tanto, nos bre la RSE no se analizan retrocesos, sino
encontramos ante el eterno retorno de una cambios que incluyen aspectos laborales
retórica que tiene un componente cíclico convencionales, pero que, a la vez, los su-
en el mundo empresarial. Esto podría ser peran para ir más allá. Los cambios en el
verdad —y sólo parcialmente— si formá- desarrollo de la RSE están ligados de ma-
semos parte de la larga lista de adictos a nera indisoluble a los procesos de la globa-
emplear conceptos terminologías y afirma- lización.
ciones fuera de contexto, como si tuviesen
Entre los distintos aspectos involucrados
vida propia. Nada más lejos de la realidad.
que es necesario tomar en consideración,
Los términos actuales en los que se plan-
cabe destacar dos: el desarrollo de las tec-
tea la RSE tienen un perfil propio, precisa-
nologías de la información y la globaliza-
mente porque son el resultado de un re-
ción de los mercados financieros, con la
corrido que, en pocos años, ha cambiado
consiguiente aparición y consolidación, en
el ecosistema de las relaciones del mundo
este último caso, de las inversiones social-
empresarial.
mente responsables. Y tras ambos aspec-
En el contexto del Estado de bienestar, tos, la aparición de un nuevo actor: la so-
al hablar de la «cuestión social» referida a ciedad civil global, con su infinita variedad
la actividad empresarial, se tenían en men- de ONG, organizaciones sociales, etc. La
Promoción pública de la responsabilidad social empresarial

redefinición del discurso sobre la RSE se empresariales convencionales, que se


ha visto propiciado por el encuentro —a hallan ante una cuestión que no res-
menudo conflictivo— entre las empresas ponde a la lógica de la actuación te-
globales, por un lado, y las organizaciones rritorial y que genera una reflexión y
de la sociedad civil global y los inversores unas exigencias globales sobre la em-
socialmente responsables, por el otro. Las presa y, a la vez, a una aproximación
organizaciones sociales se han movilizado que se plantea en clave de volunta-
para escrutar las prácticas empresariales riedad. Todo ello hace que, en un pri-
y denunciar públicamente aquellas actua- mer momento, las empresas adopten 113
ciones que consideran reprobables, lo que una actitud a la defensiva, sino abier-
supone un riesgo para la reputación de las tamente contraria —con honrosas
empresas. Al mismo tiempo, las organiza- excepciones—, entre otras razones
ciones sociales han estimulado las inver- porque ven en el proceso una ries-
siones socialmente responsables, que han go elevado de incremento de los cos-
dado lugar a la aparición de inversores ins- tes y las regulaciones. Paralelamente,
titucionales e índices especializados, con las empresas que han protagonizado
un impacto creciente tanto en la cotización el giro hacia la RSE crean nuevas re-
como, sobre todo, en el reconocimiento des de relaciones y espacios de en-
de las empresas. Todo ello ha propiciado cuentro específicos a fin de compartir
que las empresas hayan incorporado a sus propuestas y profundizar en las solu-
agendas retos de gestión con los que no ciones susceptibles de aplicarse en
estaban acostumbradas a enfrentarse, a la esta nueva tesitura. Además, apare-
vez que han aprendido a relacionarse con ce como una cuestión cada vez más
unos actores con los que no estaban habi- relevante la importancia de incorporar
tuadas a tratar. En un mundo global e inter- a las pymes a la RSE, pero en conso-
conectado, se modifican sustancialmente nancia con sus peculiaridades.
tanto la visión que se tiene de las empre- — A partir de las experiencias genera-
sas como las expectativas que se proyec- das por la nueva situación, las ONG
tan en ellas. solicitan desempeñar un papel más
Finalmente, y como consecuencia de to- relevante como interlocutores de las
das estas transformaciones, en los distin- empresas. La relación con el mundo
empresarial a veces es de confronta-
tos países se ha producido una redefinición
ción, y otras veces, de colaboración,
de los planteamientos, que nos han llevado
pero, en cualquier caso, lo que es in-
a la situación actual.
dudable es que las ONG han pasado
— En primer lugar, el discurso de la RSE a ser unos actores indispensables en
retorna a cada país bajo la forma de el nuevo escenario, lo que, en con-
nuevas prácticas y actividades em- secuencia, genera nuevas preguntas
presariales, a la vez que gana entidad y debates sobre la legitimidad de su
propia y pretende redefinir los pará- papel, de su manera de actuar y de
metros de la legitimidad empresarial. organizarse, y de sus pretensiones.
— En segundo lugar, dicho discurso ge- — En un primer momento, la RSE sig-
nera cambios en las organizaciones nificó para los sindicatos una aproxi-
Josep M. Lozano Soler

mación que cambiaba el discurso y sentido de que los gobiernos adopten


la agenda de la problemática «social» políticas de RSE.
de la empresa y, al mismo tiempo, su-
— Finalmente, cabe destacar que el
ponía una pérdida relativa de exclusi-
escenario en el que se establece la
vidad en las relaciones con la empre-
agenda, se produce el impacto y se
sa sobre cuestiones sociales. Pero,
desarrolla la RSE son los medios de
progresivamente, sobre todo por par-
comunicación, cuyo papel es decisivo
te de los sectores más lúcidos y más
en todos y cada uno de los aspectos
atentos a los procesos de cambio
de la RSE. Este hecho genera nuevas
económico y social, la RSE se ha ido
preguntas —a la vez que críticas—
viendo como una oportunidad —y a
sobre su propia responsabilidad en el
la vez como un reto— de ampliar tan-
proceso.
to la agenda de las preocupaciones
de la acción sindical como su alcance Es éste el marco en el que debemos si-
geográfico. tuar el lugar de las políticas públicas en re-
lación con la RSE.
— Los gobiernos se sintieron desplaza-
dos por varios motivos. El carácter
voluntario de la RSE no admite discu-
4. LOS GOBIERNOS EUROPEOS Y LAS
sión alguna; sobre esto —con mati-
POLÍTICAS DE RESPONSABILIDAD
ces— hay un consenso general. Pero
SOCIAL DE LA EMPRESA
la tentación de identificar la capacidad
de acción propia de los gobiernos
Así pues, hoy la RSE ha entrado en la
con la regulación no siempre se supe-
agenda política de la mayoría de gobiernos
ra y, en consecuencia, los gobiernos
europeos y de otros países. Los gobiernos
se hallan ante un planteamiento que
se enfrentan a un desafío social importan-
cuestiona el uso del instrumento con
te: están dando respuesta al nuevo papel
el cual se suelen sentir más a gusto:
de la empresa en el actual proceso de de-
la legislación. La RSE incorpora más
sarrollo económico y a los consiguientes
actores al diálogo con las empresas,
retos sociales y medioambientales que se
y las administraciones no siempre ven
plantean. Además, la Comisión Europea
con claridad qué papel deben desem-
pide que estas políticas nacionales de RSE
peñar estos nuevos protagonistas y
estén en consonancia con las políticas co-
qué relaciones deben establecer con
munitarias y los estándares y códigos inter-
ellos. La RSE representa un visión de
nacionales.
las actuaciones empresariales que no
conoce límites territoriales, y, en cam- Muchos gobiernos europeos han empe-
bio, los gobiernos y las administracio- zado a desarrollar y a diseñar acciones y
nes tienen un marco institucional cla- políticas gubernamentales en el marco de
ramente territorial. Consiguientemete, la RSE. En general, los gobiernos no han
con la excepción de algunas iniciati- adoptado políticas de obligatoriedad de la
vas con una capacidad de visión ex- RSE, sino que han potenciado la dinami-
traordinaria, no ha sido hasta hace zación, la facilitación de políticas que favo-
poco que se ha empezado a ver el rezcan la RSE, el desarrollo de estándares
Promoción pública de la responsabilidad social empresarial

y las prácticas de información que promue- la crisis y los cambios del Estado de bien-
van la RSE y la creación de espacios de estar; con la búsqueda de nuevas formas
diálogo y «partenariado». En estos roles, de gobernanza; con nuevas relaciones en-
los gobiernos y las administraciones pú- tre los gobiernos y otros actores sociales;
blicas tienen un papel fundamental, difícil- y con la emergencia de nuevas demandas
mente sustituible. sociales. Se trata de asumir que la gober-
nanza social en nuestro mundo interdepen-
En el contexto europeo, no hay duda de
diente pide, al mismo tiempo, una nueva
que el Libro Verde «Fomentar un marco eu-
visión de la contribución de las empresas 115
ropeo para la responsabilidad social de las
a la sociedad, una nueva relación entre los
empresas» y la ulterior Comunicación «La
actores políticos y los empresariales, y la
responsabilidad social de las empresas:
capacidad de desarrollar un diagnóstico
una contribución empresarial al desarro-
y una perspectiva compartidos acerca de
llo sostenible» publicados por la Comisión
cuáles son los principales retos de nues-
Europea se han convertido en referentes al
tras sociedades que permitan contextua-
enfocar esta cuestión.1 La Comisión Euro-
lizar esa visión y esa relación.
pea define la RSE como «la integración vo-
luntaria, por parte de las empresas, de las En la aproximación a la RSE que se hace
preocupaciones sociales y medioambien- en cada país se condensan varios elemen-
tales en sus operaciones comerciales y en tos: la estructura política e institucional; el
sus relaciones con sus interlocutores» (Co- estilo y la organización de los procesos po-
misión Europea, 2001). La manera como líticos; la estructura social; la intensidad con
la Comisión ha planteado esta cuestión su- que se asume la actitud de voluntariedad;
braya dos aspectos: el qué y el cómo. En lo la manera como se describe el papel de
que respecta al qué, ha puesto énfasis en el las empresas en el ámbito local y nacional;
hecho de que las empresas deben asumir el papel que juegan las ONG y las asocia-
compromisos sociales y medioambientales ciones ciudadanas en la sociedad; las ca-
en sus actuaciones; en cuanto al cómo, ha racterísticas del sistema educativo y de los
puesto el acento en la voluntariedad. valores que se transmiten en él; lo que se
espera de los líderes; las tradiciones históri-
Pero la acción de los gobiernos en rela-
cas. Todo ello hace que sea cada vez más
ción con la RSE es indisociable de su res-
necesario que las empresas y los países
puesta a algunos de los principales retos
tengan una clara conciencia de la necesi-
actuales. Porque, cada vez más, el auge
dad de elaborar su propia aproximación a la
de la RSE se vincula con los retos gene-
RSE. Esto hace que la RSE no se refiera ya
rados por la globalización económica; con
simplemente a las relaciones entre empre-
sa y sociedad, sino que se configure como
1 De todos modos, al hacer alusión a este docu- una manera de reflexionar sobre el papel de
mento, a menudo se olvida que previamente se for- la empresa en la sociedad, incorporando
muló el ambicioso objetivo estratégico de la Unión
Europea establecido en la Declaración final de Con- como elemento vertebrador una perspecti-
sejo Europeo de Lisboa (marzo 2000): «convertir la va de gobernanza y sostenibilidad.
Unión Europea en 2010 en la economía del conoci-
miento más competitiva y dinámica del mundo, ca- De todo lo expuesto hasta aquí, si a la
paz de crecer económicamente de manera sostenible
con más y mejor ocupación y con mayor cohesión
pregunta de cuál puede ser la política des-
social». de los gobiernos para impulsar la RSE, se
Josep M. Lozano Soler

Cuadro n.o 1
Estrategias Gobierno-Empresa. Políticas desarrolladas

Gobierno

Ausencia de
Fomentar la RSE
estrategia

Ausencia de Falta de Iniciativas públicas


estrategia iniciativas unidireccionales de control

Empresa Visión compartida


Contribuir Iniciativas
Iniciativas públicas de facilitación
al desarrollo empresariales
y combinación de recursos
desde la RSE individuales
(diálogo, «partenariado» y redes)

Fuente: Elaboración propia.

responde por éstos con el planteamien- ta muy significativo la aproximación pro-


to: legislación, ¿sí o no?», entonces el ra- puesta por el Banco Mundial. Los auto-
zonamiento es propio de un reduccionis- res describen la posible adopción, por
mo empobrecedor y estéril. La legislación el sector público de cuatro roles: obli-
no es más que un elemento posible, entre gar, facilitar, colaborar y promocionar.
otros, y, en muchas situaciones, ni siquie- El cuadro n.o 2 nos ofrece una visión de
ra el más útil ni el más importante. Lo que conjunto a partir de una combinación de ini-
hace falta es enmarcarla en una perspec- ciativas y roles.
tiva política. Especialmente si, al hablar de
RSE, tomamos como elementos de refe-
rencia las dos palabras clave que aparecen
5. LAS ACTUACIONES DE
en los subtítulos de los docu mentos de
LOS GOBIERNOS EUROPEOS
la Comisión Europea: fomentar (desde la
EN LA RESPONSABILIDAD
perspectiva de las instituciones políticas),
SOCIAL EMPRESARIAL:
y contribución (desde el mundo empresa-
ANÁLISIS COMPARADO
rial). Porque, en este punto, ni solo las em-
presas ni solo los gobiernos, cada uno por
En la Unión Europea existen distintos mo-
su cuenta, podrán tener éxito. Al contrario,
delos de aproximación desde las políticas
el éxito para empresas y gobiernos estriba
públicas a la RSE. Cada país ha ido orien-
en su progresiva capacidad para afrontar
tando la RSE hacia los temas sociales o
conjuntamente, cada uno desde su especi-
medioambientales más adecuados según su
ficidad institucional, el desarrollo de la RSE
proceso de desarrollo del estado del bienes-
(ver cuadro n.º 1).
tar, y en función de la relación existente entre
En lo que se refiere a los roles de los la empresa, el gobierno y la sociedad civil.
gobiernos para impulsar la RSE, resul- Es necesario resaltar, desde esta perspec-
Promoción pública de la responsabilidad social empresarial

Cuadro n.o 2
Funciones del sector público

Obligar Legislación de Regulación e Sanciones


obligación y inspección e incentivos
control legales y fiscales
117
Legislación Creación de Capacitación
facilitadora de incentivos
actuaciones
Facilitar
Apoyo financiero Aumento de la Estimulación de
concienciación mercados

Colaborar Combinación de Implicación de Diálogo


recursos stakeholders

Promocionar Apoyo político Difusión y


reconocimiento

Fuente: Banco Mundial.

tiva que la elaboración y puesta en marcha atendiendo a la difusión, los medios y


de políticas públicas de RSE no solo se en- los organismos utilizados.
tiende en la relación tradicional de la acción
— La incorporación de la RSE en la es-
de los gobiernos (administraciones públi-
tructura organizativa.
cas) hacia el sector privado (empresas) sino
que implica hoy a todos los actores sociales:
sector público, sector privado, sociedad, y
6. MODELOS DE POLÍTICAS PÚBLICAS
especialmente las intersecciones entre todos
DE RESPONSABILIDAD SOCIAL
ellos, en una perspectiva relacional.
EMPRESARIAL EN EUROPA
Así pues, para analizar las políticas pú-
blicas de RSE hay que tener en cuenta a La aplicación de esta aproximación rela-
los actores involucrados y sus contextos y, cional y estratégica nos ha permitido ana-
más en concreto: lizar las iniciativas gubernamentales.2 Este
análisis ha concluido con la identificación
— Los perfiles y modelos de actuación
adoptados por los gobiernos.
2 Hemos presentado con detalle el resultado de
— Los programas y políticas públicas. una amplia investigación sobre esta temática en LOZA-
NO, J.M.; ALBAREDA, L.; YSA, T.; ROSCHER, H.; MARCUC-
— Los discursos que los gobiernos han CIO, M. (2005): Los gobiernos y la responsabilidad so-
elaborado sobre el concepto de RSE cial de las empresas. Barcelona: Granica.
Josep M. Lozano Soler

Cuadro n.o 3
Modelos de actuación gubernamental en el ámbito del desarrollo de
políticas públicas de promoción de la RSE en la UE-15

Modelo Característica Países

Partenariado «Partenariado» como estrategia com- Dinamarca, Finlandia,


partida entre sectores para la resolu- Países Bajos, Suecia
ción de retos socio-laborales.

Empresa en la Políticas de soft intervention para fo- Irlanda, Reino Unido


comunidad mentar la implicación de la empresa
en los retos de gobernanza de la co-
munidad (enterpreneurship y volunta-
riado).

Sostenibilidad y Versión actualizada del acuerdo so- Alemania, Austria,


ciudadanía cial existente e importancia de una Bélgica, Luxemburgo,
estrategia de desarrollo sostenible Francia
regulador.

Ágora Creación de grupos de debate en los España, Grecia, Italia,


que participan los diferentes actores Portugal
sociales para proveer el consenso
público sobre RSE.

Fuente: Banco Mundial.

en los países de la UE-15 de cuatro mo- RSE propia de los países nórdicos y es-
delos de actuación gubernamental en el candinavos (Dinamarca, Suecia y Finlan-
ámbito del desarrollo de políticas públicas dia), a los que añadimos los Países Bajos.
de promoción de la RSE. Como resultado, Estos países cuentan con una larga expe-
proponemos una denominación que nos riencia en gestión ambiental, a la que se ha
puede dar una clave de lectura de cada añadido el componente de RSE, y una fa-
modelo. Cada denominación señala una vorable tradición histórica de negociación
perspectiva dominante, pero no excluyente social, en la que la relación entre Gobierno
de las demás (ver cuadro n.o 3). y empresa se contempla como positiva e
incluye aspectos de colaboración. El mo-
delo nórdico, que entronca con una dilata-
6.1. El modelo partenariado da trayectoria que muestra preferencia por
los acuerdos cooperativos y el consenso
Utilizamos la denominación de «partena- entre diferentes tipos de organización, se
riado» para referirnos a la forma de diseñar caracteriza, principalmente, por el empleo
y poner en marcha de políticas públicas de de la herramienta del «partenariado» y por
Promoción pública de la responsabilidad social empresarial

la creación de un ámbito público compar- dos casos, es inherente a su forma de ha-


tido. En última instancia, el impulso de la cer negocios. Las iniciativas sociales son,
adopción de «partenariados» público-pri- a menudo, puestas en marcha de manera
vados se puede interpretar como resultado informal, e incluso implícita, como respues-
de la cultura política escandinava, en la que ta a las expectativas y demandas locales.
múltiples proyectos de investigación ponen Los contextos nacionales definen un mar-
énfasis en la cooperación, el consenso y la co donde los actores públicos y privados
participación. se hallan directamente implicados en el
proceso de creación de políticas públicas y 119
Según la tradición política de la mayoría
establecen «partenariados» para la respon-
de los países nórdicos durante el pasado
sabilidad social. El «partenariado» es con-
siglo, los problemas sociales forman par-
siderado como una herramienta innovado-
te de las competencias fundamentales de
ra —y también la principal— para resolver
los gobiernos y, como tales, son conside-
problemas sociales difíciles. Asimismo, se
rados una cuestión básica que deben re-
implica en gran medida a los gobiernos lo-
solver sus políticas. Fruto de estos valores
cales, responsables de la canalización de
subyacentes a la vocación político-social,
la formación de «partenariados», favore-
estos países han desarrollado, a lo largo
ciendo de esta manera la idea de corres-
del siglo xx, un amplio y completo Estado
ponsabilidad social entre administraciones,
del bienestar. En este marco, las políticas
empresas y organizaciones sociales. El fo-
sociales se han dirigido, desde la década
mento de los «partenariados» se convierte
de 1950, al desarrollo de coberturas y ser-
así en el eje central de las políticas públi-
vicios sociales. Asimismo, en la última dé-
cas de promoción de la RSE en estos paí-
cada del siglo xx, los gobiernos empezaron
ses. De hecho, en el contexto danés, los
a considerar la importancia de los actores
«partenariados» locales intersectoriales son
económicos, sobre todo de las empresas,
prácticamente inseparables del concepto
en la dinamización y resolución de los pro-
de RSE.
blemas sociales. Por tanto, podemos afir-
mar que, para los gobiernos que se iden-
Una de las políticas comunes consiste
tifican con este modelo, el cambio hacia la
en poner el énfasis en una buena informa-
RSE implica, sobre todo, un cambio de ac-
ción sobre RSE por parte de las empresas,
titud por parte de los actores sociales (em-
respetando los principios de transparencia
presas, sindicatos y organizaciones socia-
sobre los aspectos sociales. Es el propio
les) para asumir su corresponsabilidad en
consumidor quien concede más importan-
el desarrollo de una sociedad más inclusi-
cia a la producción socialmente responsa-
va, con un mercado laboral dinámico e in-
ble; en los Países Bajos, por ejemplo, se
tegrador. Para estos gobiernos, todos los
aboga por la inclusión de una etiqueta para
actores se hallan implicados en la cons-
evitar la confusión. Otro factor diferencia-
trucción de nuevas políticas y acciones de
dor del modelo, es la asunción por las au-
RSE que favorezcan el desarrollo de una
toridades de que deben predicar con el
sociedad más equitativa.
ejemplo. En resumen, se plantean las po-
Por otra parte, para muchas empresas líticas públicas de RSE en el marco de los
ya involucradas en el contexto social, ser asuntos sociales y la inserción sociolabo-
socialmente responsables, en determina- ral. Se implica de forma muy importante a
Josep M. Lozano Soler

los gobiernos locales, que canalizan la for- todos los agentes sociales, sobre todo de
mación de «partenariados», favoreciendo el las empresas. De esta forma, se crearon
concepto de corresponsabilidad social en- redes empresariales y proyectos de «parte-
tre administraciones, empresas y organiza- nariado» público-privado que potenciaban
ciones sociales. la RSE. Se trataba de involucrar a las em-
presas en proyectos sociales de inversión
en la comunidad.
6.2. El modelo ‘Empresa en la comunidad’
El concepto del modelo «empresa en la
comunidad» responde a la idea de que las
En este modelo incluimos a los países an-
empresas tienen un papel fundamental en
glosajones: el Reino Unido e Irlanda. El mo-
el desarrollo económico de la comunidad
delo de «empresa en la comunidad» (busi-
en la que están implantadas y en la lucha
ness in the community) se refiere al modo
contra la exclusión social y el empobreci-
que tienen los gobiernos y las sociedades
miento. En el Reino Unido e Irlanda, los go-
que nos ocupan de entender el papel de la
biernos y las propias empresas usan ha-
empresa en la sociedad, en especial, en lo
bitualmente conceptos como «invertir en
referente a la resolución de los retos sociales
la comunidad», «implicación en la comuni-
y al papel de la empresa en el desarrollo co-
dad», «estrategias de regeneración de zo-
munitario. El gobierno británico ha sido uno
nas desfavorecidas» y «compromiso con
de los gobiernos más innovadores en el de-
la comunidad» para definir su aportación al
sarrollo de su política de RSE, en la medida
desarrollo social y comunitario.
que plantean la RSE como algo vinculado a
los principales retos de gobernanza social. La propuesta de responsabilidad empre-
sarial tuvo un impulso inicial en el marco de
La RSE se originó en el Reino Unido e Ir-
la contribución de las empresas al desarrollo
landa en las últimas décadas del siglo XX,
sostenible a través de nuevas políticas públi-
como respuesta a los déficit de gobernan-
cas de gobernanza social. En lo que se re-
za social que aparecieron tras las crisis
fiere a la gestión empresarial, los gobiernos
económicas que afectaron a la economía
parten de un enfoque de voluntariedad de la
de los países industrializados y que com-
RSE: las empresas pueden integrar iniciati-
portaron el cierre de empresas y, como
vas de RSE en su práctica comercial y en la
consecuencia, importantes problemas de
gestión empresarial de forma voluntaria, más
exclusión social. Ambas sociedades tuvie-
allá de los requerimientos legales. No obs-
ron que hacer frente a importantes proble-
tante, sobre todo en el caso del Reino Uni-
mas de exclusión social y empobrecimien-
do, el gobierno adopta políticas conocidas
to de centros urbanos y zonas rurales, así
como de leve intervención (soft intervention)
como a procesos de degradación medio-
para favorecer y promover la actuación de
ambiental. Además, la crisis económica
las empresas en el ámbito de la RSE.
repercutió en el Estado de bienestar y se
manifestó en un declive de los servicios so- Tanto en el Reino Unido como en Irlanda,
ciales ofrecidos por las administraciones la acción gubernamental se concibe como
públicas. Para responder a estos retos so- promotora, facilitadora e incentivadora de la
ciales, los gobiernos buscaron soluciones RSE, y fomenta los «partenariados» público-
innovadoras a través de la implicación de privados. Y en su papel como facilitadores,
Promoción pública de la responsabilidad social empresarial

estos gobiernos buscan mecanismos que la todo, en las empresas consideradas como
incentiven, ya sea mediante el desarrollo de «buenas ciudadanas». Los países incluidos
una mínima regulación (soft regulation) para en este modelo de RSE —Alemania, Fran-
favorecer acciones empresariales de RSE o cia, Austria, Bélgica y Luxemburgo— tie-
a través de medidas fiscales. nen, por lo general, experiencia en políticas
de desarrollo sostenible, y los gobiernos de
Otra idea importante en estos países
estos países se han aproximado a la RSE
con respecto a la actuación gubernamen-
simultáneamente a la publicación del Libro
tal en RSE es el desarrollo de proyectos
Verde de la Comisión Europea. Esta expe- 121
de «partenariado» entre el sector público
riencia, centrada básicamente en la década
y el sector privado, y también con el tercer
de los noventa, plantea las actividades de
sector. Se trata de resolver conjuntamente
RSE en el marco de la sostenibilidad a largo
problemas vinculados a la exclusión social,
plazo. De hecho, en estos casos la sosteni-
a la pobreza, a la falta de servicios sociales
bilidad es propiamente la clave del enfoque
y a la calidad de vida de áreas económica-
de los temas de RSE, más que la RSE pro-
mente desfavorecidas. Las empresas cola-
piamente dicha, lo que resulta comprensible
boran en proyectos de «partenariado» con
si tenemos en cuenta que se trata de paí-
los gobiernos locales en la formación de
ses con una cierta tradición en lo que atañe
sus trabajadores, la creación de empresas
a la preocupación por la sostenibilidad tanto
y en la inversión en áreas urbanas o rurales
desde los movimientos sociales como des-
desfavorecidas.
de los partidos políticos y los gobiernos.
Uno de los elementos más importantes
de este modelo ha sido, en el caso del Rei- El concepto de «ciudadanía corporativa»
no Unido, la institucionalización de un alto plantea que las empresas no solo deben
cargo gubernamental responsable de RSE: ser buenas ciudadanas mediante la trans-
el Minister for RSE. De esta forma, el Go- parencia de sus actividades y el cumpli-
bierno del Reino Unido ha sido el primero miento de sus deberes fiscales, sino que
en crear la función de un alto responsable deben ir más allá. Asimismo, hace referen-
político de RSE, un cargo que gestiona un cia al hecho de que la empresa debe tener
grupo importante de programas y proyec- un estrecho vínculo con su entorno local y
tos vinculados a la RSE que se ponen en contribuir a solventar problemas sociales
marcha desde diferentes ministerios. El se- mediante el «partenariado» con otros acto-
cretario de Estado para la RSE orienta los res de la sociedad. En este sentido, una de
programas vinculados a la RSE y los incor- las principales características del modelo
pora en una red transversal sobre RSE de «sostenibilidad y ciudadanía» es el valor que
políticas y proyectos del Gobierno británico. otorga a los comportamientos socialmen-
te responsables de las empresas, en tanto
que introducen indudables cambios socia-
6.3. El modelo ‘Sostenibilidad les. Por eso, se consideran muy positiva-
y ciudadanía’ mente los nuevos escenarios sociales que
generan las empresas al adoptar políticas
El modelo «sostenibilidad y ciudadanía» de RSE. En última instancia, la idea clave
(Sustainability and Citizenship) aborda la de este concepto estriba en que las em-
RSE desde una perspectiva centrada, sobre presas funcionan como verdaderos agen-
Josep M. Lozano Soler

tes sociales y que la ciudadanía corporati- que parece una orientación más típica del
va es la estrategia adoptada para respaldar Estado francés.
sus acciones en este ámbito.
En este modelo, la acción de los gobier-
6.4. El modelo ‘Ágora’
nos se basa ante todo en el fomento de
la RSE y en la creación de incentivos que
Utilizamos la denominación «Ágora» para
ayuden a las empresas a asumir su respon-
referirnos a la forma de desarrollar y aplicar
sabilidad social. No obstante, la aproxima-
las políticas públicas de RSE propias de
ción de los gobiernos a la RSE puede tener
los países mediterráneos, entre los que in-
un carácter voluntario —como en el caso
cluimos Italia, España, Portugal y Grecia.
de Alemania, Austria, Bélgica o Luxembur-
Se trata de países que se han interesado
go— o tener un mayor componente nor-
por esta materia recientemente, sobre todo
mativo, como es el caso de Francia.
desde la publicación del Libro Verde y de
Los países que forman parte del mode- la Comunicación. Los gobiernos de estos
lo «sostenibilidad y ciudadanía» disfrutan en países no habían participado en 2001 en
general de un Estado del bienestar relativa- el debate abierto por la CE a partir del Li-
mente sólido que, en la década de los no- bro Verde. Sin embargo, a partir de 2002,
venta, recibió el impacto de la crisis econó- la mayoría de ellos empezaron a incluir en
mica mundial, el incremento de los gastos la agenda política las acciones de RSE.
sociales y las consecuencias del envejeci- Aunque algunos aún se encuentran en una
miento de la población. etapa incipiente, otros, como es el caso
El concepto de «economía social de mer- de Italia, han empezado a consolidar re-
cado» responde también a ese principio, cientemente su proyecto de RSE.
pues combina la libertad económica y per- Hemos dado a este modelo el nombre
sonal con la justicia social, de manera que de «Ágora» por el hecho de que, en los paí-
incluye componentes de responsabilidad ses mediterráneos, la aplicación política de
social. Así, los debates sobre la RSE a me- la RSE nace de procesos de discusión en
nudo tienen su origen en las propias em- los que el Gobierno ha querido implicar a
presas, que aúnan esfuerzos y crean pla- empresas, organizaciones empresariales,
taformas para compartir experiencias y universidades, organizaciones sociales y
expresarse con una sola voz. sindicatos, que debaten en grupos de tra-
Entre los países que incluimos en este bajo, junto a los representantes políticos,
modelo, Francia requieren una atención las acciones que se pretenden empren-
especial. En Francia, la RSE está muy im- der. Este modo de proceder trata de bus-
plantada en las actividades relacionadas car el consenso para generar una acción
con el desarrollo sostenible, que han reci- gubernamental que incluya todas las voces
bido el impulso del gobierno francés. Tanto y perspectivas sociales. En el contexto es-
es así que estas actividades parecen estar pañol, por ejemplo, tenemos una muestra
—comparativamente— más dirigidas por significativa de este enfoque en la creación
el gobierno, lo que ha derivado en un enfo- del Foro de Expertos del MTAS y la Sub-
que en el que tienen un papel más relevan- comisión sobre RSE en el Congreso de los
te los aspectos normativos, acorde con lo Diputados.
Promoción pública de la responsabilidad social empresarial

Precisamente, la creación de comisiones son estas redes y organizaciones de la es-


o grupos de trabajo que incorporan un en- fera de la RSE las que están construyendo
foque multistakeholder para discutir el con- el discurso.
cepto de RSE y buscar soluciones consen-
Respecto a los temas que se vinculan a
suadas acerca del papel que corresponde
la RSE en cada país, se observa que lo co-
desempeñar al Gobierno es lo que carac-
mún en España, Grecia y Portugal se refie-
teriza a este proceso en los países medite-
re a los temas de carácter social. Es pre-
rráneos.3 En definitiva, el modelo «Ágora»
ciso destacar que todos los gobiernos,
consagra un espacio de debate con cier- 123
cuando presentan su discurso sobre RSE,
ta dimensión pública. A diferencia del Foro
inciden en que sus tejidos empresariales
Europeo Multistakeholder sobre RSE de la
están formados por pymes, de manera que
CE, estos grupos de trabajo o comisiones
uno de los elementos más destacados de
son creados por los gobiernos en los pri-
su estrategia es la promoción y el desarro-
meros pasos de la acción gubernamental,
llo de medidas e instrumentos de RSE ade-
antes incluso de haber definido sus marcos
cuados a esas empresas.
de acción.
Los países de este modelo, en general,
cuentan con estados del bienestar menos 7. MÁS ALLÁ DE LA RELACIÓN
desarrollados que los del norte de Euro- BILATERAL GOBIERNO EMPRESAS
pa, especialmente en lo que respecta a los
servicios sociales. Por otra parte, al igual En el estado actual de desarrollo de las
que el resto de los países europeos, han políticas de RSE en Europa, es convenien-
recibido el impacto de las crisis económi- te destacar los siguientes puntos. En primer
cas y del incremento del paro y la exclu- lugar, en el desarrollo de las políticas públi-
sión social. cas sobre RSE es muy relevante el contexto
social, cultural y político de cada país. Los
El origen del discurso sobre la RSE en
modelos de políticas públicas y RSE que
los gobiernos mediterráneos hay que bus-
hemos presentado suscintamente así lo co-
carlo en la CE y, en general, en las dife-
rroboran. El lector familiarizado con la litera-
rentes iniciativas internacionales, como las
tura sobre el desarrollo del Estado del bien-
líneas directrices para empresas multina-
estar en Europa habrá detectado similitudes
cionales de la OCDE, el Pacto Mundial
entre los modelos de políticas públicas y
o los índices de sostenibilidad. Paralela-
RSE que hemos identificado y las agrupa-
mente, las acciones de RSE empezaron a
ciones que suelen hacerse en el análisis de
ser promovidas por las grandes empresas
las distintas formas y experiencias del Es-
multinacionales. En todos estos países se
tado de bienestar. Esta semejanza no nos
han creado redes empresariales de RSE
sorprende, y menos aún si analizamos con
y centros de investigación que apuestan
detalle el itinerario que han seguido las pro-
por el desarrollo de la RSE y trasladan este
puestas de la Comisión Europea en el de-
concepto al marco nacional. En definitiva,
sarrollo de las políticas de RSE.
En segundo lugar, debemos destacar
3 En España, Grecia y Portugal se dan procesos si-
milares, a través de la creación de grupos de exper-
que mientras en unos países las políticas
tos, comisiones de trabajo o foros. de RSE se han definido partiendo de los
Josep M. Lozano Soler

temas sociales y generando una política el marco de las nuevas relaciones entre go-
pública independiente, en otros, la acción biernos, empresas y sociedad. Al hablar de
gubernamental para la RSE se ha incorpo- políticas sobre RSE estamos hablando, en
rado a la política nacional de sostenibilidad. último término, de unas políticas que no se
En este sentido, nos parece que la aproxi- refieren únicamente al modelo de empresa,
mación centrada en la sostenibilidad se en- sino también al modelo de país.
laza más en la tradición medioambiental,
de las políticas «verdes», centrando los te-
mas sociales bajo el concepto de desarro- 8. CONSIDERACIONES FINALES
llo sostenible. En cambio, en otros países,
la aproximación de RSE se enlaza más en Ahora bien, lo dicho hasta aquí no debe
la tradición empresa-sociedad y en la rela- hacernos olvidar que hablar de RSE es re-
ción entre estos actores sociales y las polí- flexionar sobre empresas y excelencia em-
ticas de negociación colectiva. Por lo tanto, presarial. En consecuencia, la RSE debe
la elaboración y el diseño sobre su postura gestionarse y debe poder ser gestiona-
sobre RSE no es solo una cuestión con- da. La clave consiste en lograr su adecua-
ceptual sino una opción política. da integración transversal en los procesos
empresariales, es decir, no se puede plan-
En tercer lugar, podemos apuntar que
tear como una fuente de nuevos proble-
existen ciertos elementos que deben te-
mas y tensiones para las pymes, ni como
nerse en cuenta en el momento de anali-
una estrategia de legitimación ideológica
zar y desarrollar los marcos gubernamen-
para las grandes empresas. La diversidad
tales para promover la RSE. La RSE no
de aspectos que cubre la RSE debe inte-
debe ser observada como un elemento
grarse en procesos de mejora e innovación
desvinculado de los grandes retos políti-
empresarial. Desde una visión de futuro, la
cos y económicos actuales, sino al con-
RSE debe plantearse como una cuestión
trario. De hecho, en algunos casos se pre-
ligada a la viabilidad y la supervivencia de
senta a la RSE como respuesta, y en otros
las empresas. Por eso es tan significativo,
como consecuencia, de los nuevos retos
por poner un ejemplo, que el Acuerdo Es-
generados por la globalización económica.
tratégico que se firmó en Cataluña no ha-
De esta forma, la RSE se presenta como
ble de RSE y, en cambio abogue por im-
respuesta a la crisis del estado de bienes-
pulsar una «competitividad responsable y
tar, como nuevo modelo de gobernanza o
sostenible».
como marco vinculado a la competitividad
nacional. Así planteamos que el debate so- Para ello se precisa liderazgo, compromi-
bre la acción gubernamental en la RSE no so y convicción, especialmente en el ámbi-
debe plantearse sólo como un debate so- to empresarial, pero sobre todo en los ám-
bre políticas públicas, sino que los gobier- bitos político y social. Es necesario crear un
nos deben incluirlo en un contexto mucho espacio público en el que sea posible com-
más amplio, como un debate sobre mode- partir, diseminar y reconocer experiencias
lo de gobernanza, en el marco de la crisis significativas; fortalecer una cultura empre-
del estado de bienestar y los nuevos retos sarial abierta al diálogo y al «partenariado»,
generados por la economía globalizada. y que la agenda de la RSE se concrete en
Además, el debate también se plantea en clave estrictamente empresarial.
Promoción pública de la responsabilidad social empresarial

La sociedad del conocimiento —orga- la clave para explicar si nos hallamos —o


nizada en redes— nos obliga a replantear no— ante una sociedad desmoralizada, en
la vinculación entre la ventaja competitiva el doble sentido de la expresión.
de las naciones y su riqueza ética. La bús-
queda de esta riqueza ética se plantea al Llegados a este punto, la RSE nos lleva
descubrir que son los valores los que po- a plantearnos si nuestro país es capaz de
sibilitan las prácticas y las acciones so- construirse como un espacio económico y
ciales, tanto si son económicas, profesio- social, dado que la RSE define la manera
nales, asociativas o políticas. Una nación en que las empresas y los países se posi- 125
es un espacio moral, donde debe ser po- cionan y se distinguen entre sí en un mun-
sible sobrevivir, convivir y vivir con sentido do interdependiente. Tal vez el reto con-
(o, al contrario, puede ser un espacio in- sista en que, en un mundo globalizado, el
moral, donde reine la corrupción, la injus- made in Spain se asocie no sólo a la cali-
ticia y la incivilidad). La responsabilidad de dad de nuestros productos y servicios, sino
su riqueza ética corresponde a todos los también a la responsabilidad, la credibilidad
actores sociales y depende de las prácti- y la sostenibilidad de nuestras empresas. Y
cas cotidianas. Por eso, el desarrollo de sobre estas cuestiones, algo pueden y de-
la riqueza ética de las naciones constituye ben hacer los gobiernos.
Josep M. Lozano Soler

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127
Condiciones para la eficacia de
los códigos internos de responsabilidad
social de la empresa
128

En el contexto del debate sobre la autorregulación como alternativa o complemento a la regu-


lación tradicional, proliferan en el mundo empresarial los códigos éticos o códigos internos de
responsabilidad social de la empresa (RSE): aquellos elaborados, supervisados y controlados en
el seno de la empresa y a instancia suya. Este artículo pretende conseguir dos objetivos: analizar
las condiciones para la eficacia interna de los códigos de tercer nivel y analizar la eficacia externa
de los mismos. El primer objetivo analiza las condiciones que deben cumplirse para que el código
consiga conductas éticas por parte de los empleados. El segundo objetivo lleva a analizar el po-
tencial y las limitaciones de los códigos para servir de alternativa a la regulación tradicional.

Autoerregulazioak tradiziozko erregulazioaren alternatiba edo osagarri izan behar lukeen eztabai-
datzen ari garen une honetan, enpresa-munduan ugaritu egin dira enpresen gizarte-erantzukizunari
buruzko kode etikoak edo barne-kodeak: enpresan bertan egiten direnak, enpresak berak eskatuta,
gainbegiratuta eta kontrolatuta. Artikulu honek bi helburu lortu nahi ditu: hirugarren mailako kodeen
barne-eraginkortasuna lortzeko bete beharreko baldintzak zein diren aztertzea, eta kode horien
kanpo-eraginkortasuna aztertzea. Lehenengo helburuak aztertzen du zein baldintza bete behar di-
ren kodeari esker langileek portaera etikoak izateko. Bigarren helburuak, berriz, kodeek erregulazio
tradizionalaren alternatiba izateko dituzten aukerak eta oztopoak aztertzen ditu.

There is a growing trend towards a preference for soft regulation or self regulation as a complement or
an alternative tool to legal regulation. As a consequence of this trend, there is an increasing number
of corporate «codes of ethics» or third-level Corporate Social Responsibility (CSR) codes, those
created within the firm. This paper aims to shed some light on the internal and external effectiveness
of «codes of ethics». Evaluating their internal effectiveness implies analysing the conditions to be
met so that employees maintain high ethical standards in their daily behaviour. Examining their
external effectiveness leads us to evaluate their potential and limitations of «codes of ethics» to be an
alternative tool to traditional regulation.

Ekonomiaz N.o 65, 2.o cuatrimestre, 2007


Marta de la Cuesta González
UNED
Carmen Valor Martínez
Universidad Pontificia Comillas

ÍNDICE
129
1. Introducción
2. Regulación y autorregulación en el contexto de la responsabilidad social empresarial
3. Códigos: tipos y alcance
4. Condiciones para la eficacia de los códigos
5. Estado de los códigos éticos en España: investigación exploratoria
6. Conclusiones finales
Referencias bibliográficas
Palabras clave: códigos éticos, regulación, autorregulación, eficacia, limitaciones.

N.o de clasificación JEL: M14, L22, M54.

1. INTRODUCCIÓN códigos internos, elaborados y aplicados


en el seno de la empresa, son objeto de
Los códigos éticos de conducta han co- verificación por agentes externos.
brado mayor importancia en los últimos
Los códigos han aumentado en núme-
años, como una de las herramientas de
ro y en alcance en los últimos años debi-
gestión de la responsabilidad social de la
do al contexto socio-político actual, mar-
empresa (RSE). Definimos código, siguien-
cado por la tendencia a la regulación suave
do a Leipziger (2003) como conjunto de re-
o autorregulación para el control de la em-
glas sobre las prácticas de negocio de
presa. Los códigos pueden usarse con dos
la de 300 códigos. Dentro del ámbito de la
fines principales: fomentar la reflexión éti-
RSE, cabe diferenciar entre tres tipos de
ca en la empresa (enfoque basado en va-
códigos: códigos de primer nivel, emitidos
lores) o asegurarse de que los empleados,
por organizaciones intergubernamentales
a nivel individual o departamental, cumplen
(ONU, OCDE, etc.); códigos de segundo
con determinadas normas (enfoque de re-
nivel, emitidos por asociaciones empresa-
sultados).
riales, ONG o entre varios stakeholders; y
códigos de tercer nivel, emitidos por em- Este segundo enfoque lleva a entender
presas individuales. Estos últimos, también los códigos como sistemas de control or-
llamados códigos éticos o códigos inter- ganizacional, ya que intentan ordenar y ha-
nos, representan el 84% del total del inven- cer predecible el comportamiento de los
tario de la OCDE (casi 200). Con todo, esta empleados (Weaber y Treviño, 1999). Este
distinción nítida que establece la OCDE se es el enfoque que prevalece en la práctica:
complica en la práctica, ya que algunos los códigos éticos son el principal mecanis-

Ekonomiaz N.o 65, 2.o cuatrimestre, 2007


Marta de la Cuesta González, Carmen Valor Martínez

mo utilizado para asegurar la toma de deci- las condiciones que determinan la eficacia
siones éticas (Business for Social Respon- de los códigos de tercer nivel. Por último,
sibility1; Doig y Wilson, 1998; Institute for se resumen las principales conclusiones y
Business Ethics2; Shwartz, 2001). Nueve sus implicaciones.
de cada diez empresas estadounidenses
dispone de un código ético. En Europa, las
cifras son menores: 31% en Francia y 51%
2. REGULACIÓN Y AUTORREGULACIÓN
de empresas alemanas (Malem, 2005).
EN EL CONTEXTO DE
El presente trabajo se centra en el estu- LA RESPONSABILIDAD
dio de los códigos de tercer nivel con enfo- SOCIAL EMPRESARIAL
que de resultados; esto es, se analizan los
códigos que utiliza la empresa para el con- Por responsabilidad social empresarial
trol de las actividades de misma y a instan- o corporativa (RSE o RSC) entendemos la
cias de la propia empresa. Habiendo anali- mayor implicación de la empresa en los re-
zado en otras publicaciones el estado de la tos y problemas económicos, sociales y
cuestión de los códigos de primer y segun- medioambientales de la sociedad actual.
do nivel (véase de la Cuesta y Valor, 2004; Esta sociedad, más exigente, demanda a
y Valor y de la Cuesta, 2005), este traba- la empresa una responsabilidad con to-
jo estudia las condiciones para la eficacia dos los grupos de interés con los que se
de los códigos de conducta de tercer ni- relaciona (empleados, clientes, accionis-
vel. Es decir, analiza en qué circunstancias tas, administraciones, sociedad en gene-
los códigos de tercer nivel pueden conse- ral, etc.), con el fin de contribuir al objetivo
guir el objetivo de controlar la actividad de común de un desarrollo más sostenible del
la empresa y los empleados. Escapa a los planeta.
objetivos de este trabajo analizar la eficien-
La RSE y su razón de ser pueden ex-
cia de los códigos de tercer nivel ya que no
plicarse desde diferentes puntos de vista.
vamos a examinar si este método de con-
Puede ser concebida como una herramien-
trol es más o menos costoso que las for-
ta de gestión más al servicio de la compe-
mas alternativas de control de la actividad
titividad empresarial y de la creación de va-
de la empresa.
lor a largo plazo para los propietarios de las
El artículo se estructura como sigue. En firmas; es decir, como una cuestión de ren-
primer lugar, se introduce al lector en el de- tabilidad, como un instrumento estratégico
bate sobre la regulación gubernamental y para lograr ventajas competitivas. También
la autorregulación (códigos o estándares es posible entenderla desde un punto de
voluntarios) en materia de RSE. En segun- vista normativo y sobre la base de unos ar-
do lugar, dentro del marco de la autorregu- gumentos éticos, morales o sociales. Des-
lación, se describe la tipología de códigos de una reflexión de carácter puramente
y su alcance. En tercer lugar, se examinan económico, tal y como señala Rodríguez
(2006) y AECA (2007), la razón económica
de la RSC se justifica por la necesidad de
1 http://www.bsr.org/CSRResources/IssueBriefDetail.
proteger los contratos implícitos y fomentar
cfm?DocumentID=395#recent
2 http://www.ibe.org.uk/ > publications > Ethical las inversiones específicas que los diferen-
business tes grupos de interés hacen en la empresa,
Condiciones para la eficacia de los códigos internos de responsabilidad social de la empresa

desarrollar la innovación y el aprendizaje de vista medioambiental y de respeto a los


de la organización, compensar los riesgos derechos humanos o con situaciones la-
no diversificables asumidos, interiorizar los borales aún sin resolver, como son la desi-
efectos externos y en definitiva, entender la gualdad entre hombres y mujeres, la esca-
empresa como espacio de cooperación y sa integración laboral de las personas con
legitimidad social. Si el propietario no bus- discapacidad o el incremento de la sinies-
ca ex ante motivación para que los grupos tralidad laboral, entre otros.
de interés hagan inversiones específicas
La presión social que haya en cada mo-
para generar excedente que pueda repar- 131
mento determinará la necesidad de pasar
tir equilibradamente entre dichos interesa-
de la voluntariedad a la exigencia legal. De
dos, existe el riesgo de que se produzcan
hecho, España ya cuenta con diferentes
a priori un nivel subóptimo de inversiones
iniciativas de los poderes públicos orien-
específicas y a posteriori conflictos o com-
tadas al reforzamiento de las regulaciones
portamientos desleales, al percibirse asi-
y los mecanismos de control de las prác-
metrías o desigualdades en la información
ticas de buen gobierno de las empresas,
que perjudicarán al final el bienestar colec-
como la Ley de Transparencia aprobada en
tivo.
España en julio de 2003; el Código Unifica-
Debido a que en una economía de mer- do de Buen Gobierno propuesto por la Co-
cado es muy difícil, y quizás en algunos misión Conthe en el año 2005 y aprobado
casos poco efectivo, regular todos y cada en el 2006; la Ley de Contratos del Sec-
uno de los aspectos que tienen que ver tor Público, aprobada en 2006 o la Ley de
con los compromisos y prácticas de RSE, igualdad efectiva entre hombres y mujeres,
tienen más cabida hoy procesos de auto- aprobada en 2007.
rregulación empresarial que responden a
La autorregulación o regulación no gu-
una visión voluntarista de la RSE y que van
bernamental a través de códigos o están-
más allá de las actuales exigencias legales.
dares viene, pues, a complementar la re-
Esto no significa que el poder legislativo
gulación pública y ambas deben tratar de
no pueda intervenir para revisar, actualizar
conseguir la máxima eficacia en favorecer
o crear, si así fuera necesario, nuevas nor-
las conductas responsables de los actores
mas que regulen las actividades empresa-
económicos.
riales o para reordenar las relaciones de las
empresas con sus distintas partes intere- En los últimos años, son cada vez más
sadas y con el conjunto de la sociedad, si las empresas que adoptan códigos de
la defensa del interés público así lo exigie- conducta, en parte porque la legislación se
ra. Así pues, aspectos de la RSE que hasta lo exige, como es el caso de empresas es-
estos momentos son voluntarios, podrían tadounidenses, y en parte porque se con-
transformarse en exigencias legales, incen- ciben como una buena práctica de gestión
tivos fiscales o nuevas sanciones. Esta di- respecto a grupos de interés internos y ex-
fusa frontera entre las responsabilidades ternos. También, las multinacionales con-
voluntarias y el desarrollo de nuevas nor- sideran los códigos de conducta como un
mas legales resulta inevitable en las socie- instrumento para guiar éticamente los pro-
dades complejas actuales, con problemas cesos de toma de decisión más allá de las
cada vez más acuciantes desde el punto diferencias en las normas éticas de em-
Marta de la Cuesta González, Carmen Valor Martínez

pleados pertenecientes a diferentes cultu- agencias estatales. También son métodos


ras (Adam y Rachman-Moore, 2004). más populares y atractivos para los gober-
nantes, ya que pueden potencialmente in-
Sin embargo, a pesar de su exigencia o
crementar el cumplimiento de estándares
supuesto valor como herramienta de ges-
sin necesidad de más presupuesto o per-
tión y del esfuerzo en dinero, formación, di-
sonal (Nadvi y Wältring, 2001).
seño, etc. que supone su implantación, al-
gunas empresas han demostrado con su La regulación no gubernamental puede
conducta poco ética que contar con có- aplicarse interna o externamente, a lo largo
digos de conducta no es suficiente garan- de la cadena de producción deslocaliza-
tía del éxito económico y de la legitimación da y terciarizada, regulando a las empresas
social de la empresa (Enron y WorldCom a lo largo de la secuencia de proveedores
son empresas que corroboran esta afirma- mediante estándares voluntarios, sistemas
ción). De hecho, el impacto negativo de la de seguimiento internos y externos y nue-
confianza e inestabilidad en los mercados vas sanciones e incentivos. Estas iniciativas
financieros de este tipo de prácticas no éti- implican a muchos actores en nuevos roles
cas y la falta de una regulación eficaz sobre y relaciones en los procesos de definición
transparencia informativa y control de los de los estándares, su control y comparabi-
órganos de gobierno han traído consigo lidad, su nivel de exigibilidad y cumplimien-
nuevas normas y complejos mecanismos to. Se trata de nuevas fórmulas de cola-
de control y seguimiento que devuelvan boración, nuevos papeles que se otorgan
la credibilidad a los inversores, el principal a las organizaciones no gubernamentales,
«interesado» en la empresa. Es el caso de nuevas responsabilidades a las empresas
la ley Sarbanes-Oxley de 2002 o la Ley es- y nuevas respuestas desde las autoridades
pañola de transparencia de 2003. locales y nacionales.

La mayoría de la literatura sobre regula- Estos nuevos sistemas de regulación


ción «privatizada», no gubernamental, suave, voluntaria son tan complejos como las ca-
regulación civil o autorregulación (estos son denas de procesos que en muchos casos
los términos más empleados), la concibe tratan de controlar, en las que se trata de
como una respuesta a dos tendencias co- crear una red de reguladores, involucrando
nectadas: la debilidad de los gobiernos na- a muchos agentes, a lo largo de la cadena
cionales, debido a la globalización, y el ma- global de proveedores.
yor poder de las multinacionales (Schmidt,
Mientras que la regulación gubernamen-
1995). Los Estados, apoyados por las em-
tal implica a los gobiernos nacionales, la
presas, están modificándose hacia una re-
no gubernamental involucra a ONG, sindi-
gulación más basada en el mercado y en la
catos, organizaciones de consumidores y
voluntariedad, como estrategia que suple-
empresas en la definición de estándares y
mente o se convierta en alternativa a la re-
su control de acuerdo con las pautas inter-
gulación tradicional.
nacionales de la Organización Internacio-
Algunos gobiernos ven en la regulación nal del Trabajo (OIT), de Naciones Unidas
no gubernamental mecanismos de regula- y de la regulación local. Las sanciones en
ción más flexibles y sensibles que pueden este caso residen en el mercado, a través
suplementar el trabajo de las desbordadas de campañas de denuncia y boicot pro-
Condiciones para la eficacia de los códigos internos de responsabilidad social de la empresa

movidas por organizaciones sociales y de do en terceros países en vías de desarrollo


consumidores, o mediante las decisiones (PVD) parte de su cadena de producción.
de prohibir transacciones comerciales entre Para otros autores (Doig y Wilson, 1998;
empresas. Mientras que la regulación gu- Kaye, 1996; Schroeder, 2002), estos có-
bernamental es vertical y jerárquica y con digos también se utilizan para evitar la re-
muchas ramas, la no gubernamental es si- gulación o atraer inversiones: por ejemplo,
milar a una red a múltiples niveles y con mu- siendo incluidos en índices éticos (García
chos actores. Realmente es una familia de de Madariaga y Valor, 2007), o con el fin de
estrategias diversas: control interno, exter- mejorar los resultados financieros. Estudios 133
no, verificación independiente, etc. recientes muestran que las empresas con
código obtienen mejores resultados finan-
Los defensores de la regulación no gu-
cieros. Por ejemplo, un estudio realizado
bernamental opinan que es más flexible,
por el Institute of Business Ethics (20033)
eficiente, democrática y efectiva que la re-
en el Reino Unido encontró que el ROCE
gulación tradicional y que incluso puede
(Return on common equity, rentabilidad de
suplementar y apoyar la regulación guber-
los recursos propios ordinarios) aumenta-
namental. Los detractores opinan que es
ba hasta un 50% en comparación con las
un intento más de las empresas para evitar
empresas sin código, y la volatilidad se re-
el control de la regulación estatal y de los
ducía. Sin embargo, el estudio añade que
sindicatos. Unos opinan que el control y la
estos beneficios se dan entre las empresas
certificación proporcionarán a los consumi-
con una firme voluntad de comportarse de
dores una falsa sensación de que los pro-
forma ética.
blemas están resueltos, apaciguando las
campañas de denuncia, mientras que otros Incluso la sociedad civil, ante la percep-
piensan que la información generada por la ción de los fallos de la regulación esta-
regulación no gubernamental es clave para tal e intergubernamental exige estas nue-
transformar los sistemas de producción y vas formas de rendición de cuentas de las
consumo y para regular en el ámbito inter- empresas. En especial, las organizacio-
nacional. Según O’Rourke (2003), la regu- nes de consumidores están en la raíz de
lación no gubernamental puede ser efecti- estos procesos. Los códigos de conduc-
va cuando el control y la puesta en marcha ta, su control y los sistemas de etiquetado
de soluciones son técnicamente rigurosos, han surgido como medio de proveer a los
públicamente transparentes, legitimados consumidores con la información necesa-
políticamente y se rinde cuenta a los stake- ria para poder comprar e invertir de acuer-
holders clave (consumidores y empleados do con sus niveles de exigencia social y
especialmente). para enviar señales a las empresas con el
fin de que mejoren sus prácticas (Freeman,
Las empresas, ante nuevas presiones
1994).
de activistas, están participando e inclu-
so liderando este nuevo sistema de regu- Algunas ONG lo consideran favorable
lación mediante códigos para mejorar sus para reforzar y complementar la regulación
resultados laborales, sociales y medioam- gubernamental en países donde esta últi-
bientales (la performance no financiera),
o para reducir el riesgo reputacional, es- 3 http://ecampus.bentley.edu/dept/cbe/research/

pecialmente cuando tienen subcontrata- surveys_32.html


Marta de la Cuesta González, Carmen Valor Martínez

ma es poco efectiva y alcanzar un punto — Se evitan los free-riders si va acom-


de equilibrio en las empresas que operan pañada de sanciones o regulación
globalmente (Conroy, 2001). Sin embargo, gubernamental complementaria. Ho-
otras ONG, sindicatos, consumidores e in- mogeniza, pues, las reglas de juego
cluso algunas empresas critican los actua- para la libre competencia.
les sistemas de estándares laborales, so-
— Al tratar de encontrar una regulación
ciales o medioambientales y su grado de
no gubernamental que sirva para todo
cumplimiento, por su opacidad, escaso al-
tipo de sectores se llega a algo tan
cance y cobertura, la débil capacidad de
genérico y amplio que su impacto so-
los reguladores y, en general, su falta de
bre el comportamiento real de las em-
eficacia (Navdi y Wältring, 2001).
presas es mínimo.
Por ejemplo, en el campo laboral, han
— La autorregulación sectorial es capaz
surgido un conjunto de iniciativas como
de proporcionar un complemento a
respuesta a las limitaciones de la regula-
la regulación directa gubernamental,
ción actual. Desde reforzar la capacidad
que normalmente se aplica a ese ám-
de los inspectores laborales locales has-
bito, para controlar procesos y com-
ta el desarrollo de sistemas internacionales
portamientos de forma más efectiva y
de regulación laboral que operen por enci-
eficiente en costes.
ma de los Estados nación. Desde el inten-
to de institucionalizar la cláusula social en La diversidad de los actuales códigos
la Organización Internacional del Comercio y sistemas de seguimiento de los mismos
hasta realizar esfuerzos para avanzar en la crea confusión y un debate sobre sus be-
fijación de estándares básicos mediante las neficios y costes. La regulación no guber-
declaraciones o convenciones de la OIT4. namental abarca desde las certificaciones
Los aspectos más o menos comunes a es- de fábricas hasta sistemas internos que las
tos estándares o códigos laborales se rela- filiales desarrollan para controlar a sus pro-
cionan con la salud y seguridad en el tra- veedores, desde iniciativas stakeholders
bajo, los salarios y las horas de trabajo, el en las que una organización externa acre-
trato a la mujer, la libertad de asociación y ditada inspecciona las fábricas hasta ins-
negociación colectiva, cláusulas de no dis- pecciones de ONG, o de éstas en coordi-
criminación, o salarios mínimos o vitales, nación con sindicatos. En definitiva, desde
entre otros. formas de «privatización» de la regulación
(sistemas de control internos) hasta mode-
Por su parte, autores como Hemphill
los más colaborativos o más sociales de
(1992) defienden la autorregulación sec-
regulación. En cualquier caso, el éxito de
torial frente a la autorregulación individual
los sistemas de autorregulación depende-
de cada empresa por los siguientes mo-
rá entre otros factores de: a) su legitimidad,
tivos:
es decir, si están o no implicados los stake-
4 Convenciones número 87 y 98 sobre negocia-
holders clave en todas las etapas de im-
ción colectiva y libre asociación; Convenciones nú- plantación, seguimiento y exigencia del có-
mero 29 y 105, sobre eliminación del trabajo forzoso; digo; b) su rigor; c) si el código profundiza
Convenciones números 111 y 100, sobre discrimina-
ción; Convenciones número 138 y 182 sobre traba- más allá o no de las leyes locales o están-
jo infantil. dares internacionales; d) si son medibles y
Condiciones para la eficacia de los códigos internos de responsabilidad social de la empresa

se pueden técnicamente controlar; e) si el mientras los primeros son específicos de


sistema de control y auditoría es indepen- una empresa o sector, los segundos son
diente y transparente; y f) de su grado de aplicables a una amplia gama de sectores
complementariedad con la regulación es- y regiones geográficas. Además, los códi-
tatal, es decir, si la apoya con el fin de me- gos están sujetos sólo a un escrutinio in-
jorar los estándares y métodos de control. terno, mientras que las empresas que se
Transparencia, rendición de cuentas y de- adhieren a estándares deben rendir cuen-
mocracia son claves para garantizar el éxi- tas a la sociedad. Los estándares gene-
to en la implantación de los códigos en la ralmente son fruto de un consenso entre 135
empresa. varios grupos de interés o stakeholders,
mientras que los códigos de conducta re-
quieren consenso interno y a veces alguna
consulta externa. Los distintos tipos de có-
3. CÓDIGOS: TIPOS Y ALCANCE
digo se resumen en el cuadro n.o 1.
Los denominados estándares y códigos A finales de los noventa, el inventario de
de conducta son la base de la autorregu- la OCDE (1999) encontró 233 códigos de
lación o regulación no gubernamental. Se- conducta. Como ya anticipábamos en la
gún Leipziger (2003), los códigos de con- introducción, los códigos de tercer nivel,
ducta difieren de los estándares en que, emitidos por empresas individuales, repre-

Cuadro n.o 1
Tipos de código

Por su enfoque — Centrado en procesos


— Centrado en resultados

Modo de desarrollo — Unilateral


— Bilateral
— Multilateral

Alcance — Derechos humanos


— Derechos laborales
— Medio ambiente
— Otros: conducta ética de empleados, corrupción, etc.

Enfoque stakeholder — Empleados


— Inversores
— Consumidores
— Multistakeholder

Fuente: Adaptado de Valor y de la Cuesta (2005).


Marta de la Cuesta González, Carmen Valor Martínez

sentan el 84% del total del inventario y son el más reciente Código Unificado de Buen
objeto de un escrutinio interno de la em- Gobierno (AECA, 2007).
presa más que de un control externo.
Los códigos de buen gobierno corpora-
Tradicionalmente, se han analizado los tivo recogen un conjunto de recomendacio-
códigos de conducta como instrumentos nes a modo de pautas de buena conducta,
para controlar las decisiones individuales de aplicación voluntaria en los consejos
de los empleados. Así, se entiende que los de administración de las empresas con el
códigos de conducta reflejan explícitamen- fin de mejorar el gobierno de las compa-
te los valores de la empresa, sirviendo a ñías, haciendo que los consejos de admi-
los empleados a la hora de justificar deter- nistración cumplan su función de mecanis-
minadas decisiones, en especial en situa- mo interno de supervisión y control. Entre
ciones de dilema entre valores personales sus recomendaciones suelen destacar las
y organizacionales (Coughlan, 2005). Se- que pretenden evitar la concentración de
gún este autor, los códigos de conducta todo el poder de la empresa en manos del
son efectivos en cuanto sirven para orien- primer ejecutivo, la revisión de su nom-
tar decisiones, no tanto en sus efectos so- bramiento al menos cada tres años, o la
bre la elección sino en la justificación dada constitución de una serie de comités que
a la decisión. Así pues, una forma de medir supervisen los nombramientos, los contra-
su efectividad y utilidad es a través del gra- tos y las remuneraciones de los directivos
do en el que los empleados se refieren a o las relaciones con los auditores. También
los valores del código a la hora de justificar suelen sugerir que se aporte información
sus decisiones o actuaciones. Los estudios completa sobre el conjunto de las retribu-
realizados no han llegado a evidencia con- ciones de cada consejero y una explica-
cluyente a este respecto. La mayoría de los ción clara de la política de remuneraciones
estudios ha encontrado que los códigos no de la empresa, la necesidad de integrar en
tienen mucho impacto en la toma de deci- los consejos de administración un número
siones de los empleados (Lere y Gaumnitz, razonable de consejeros independientes y
2003), aunque pueden haber servido para que la dimensión de los consejos esté en-
formar a los empleados en determinadas tre cinco y quince miembros. En todo caso,
cuestiones éticas (Chonko y otros, 2003). el buen gobierno de las empresas hace ne-
cesario el desarrollo de códigos de con-
En una segunda línea, se ha empezado
ducta específicos que autorregulen el com-
a utilizar códigos de buen gobierno corpo-
portamiento de los consejeros y eviten los
rativo, inspirados en los criterios de control
conflictos de intereses.
de los directivos y de sus retribuciones vi-
gentes desde hace tiempo en Japón y que Más recientemente, con la globalización
sirvieron de inspiración al movimiento ini- de los mercados y la deslocalización de la
ciado en Europa con el Informe Cadbury producción, se ha empezado a extender
(diciembre de 1992), o con los informes el uso de los códigos para el control de las
del American Law Institute (1992) y de la prácticas laborales, medioambientales y de
American Bar Association (Section of Bu- respeto a los derechos humanos a lo lar-
siness Law) (1994) en los Estados Unidos. go de toda la cadena de valor de la empre-
En esa misma línea se inscriben en España sa; especialmente, de aquéllas dirigidas al
el informe Olivencia, el informe Aldama y control del comportamiento de proveedo-
Condiciones para la eficacia de los códigos internos de responsabilidad social de la empresa

res y empresas contratistas. Este sistema 4. CONDICIONES PARA LA EFICACIA


de control de la cadena de valor se está ex- DE LOS CÓDIGOS
tendiendo desde la industria del juguete, a
la de zapatos y ropa, productos forestales, Los estudios realizados sobre la efica-
petróleo, gas, minería, química e incluso tu- cia de los códigos de primer y segundo ni-
rismo (Herrnstadt, 2001; Utting 2002). Las vel (véase de la Cuesta y Valor, 2004; Va-
empresas los prefieren a los sistemas de re- lor y de la Cuesta, 2005) encontraban un
gulación tradicional ya que son compatibles obstáculo clave para su eficacia: la fal-
con su estrategia de negocio multinacio- ta de sistemas de seguimiento y control 137
nal y global, subcontratando la producción de los códigos (enforcement). A continua-
(Wach y Nadvi, 2000). Los proveedores en ción analizamos las condiciones necesarias
países en vía de desarrollo (PVD) los ven para lograr la eficacia de los códigos de
como requisito previo para entrar en la ca- tercer nivel, agrupándolas en función de las
dena global de proveedores, ya que su fases por las que pasa el código hasta su
puesta en funcionamiento les facilitará el puesta en funcionamiento: 1) elaboración,
acceso al mercado, e incluso a veces, a 2) difusión, 3) seguimiento y 4) estableci-
conseguir mejores precios (Conroy, 2001). miento de sanciones.

Centrando la discusión en los códigos


internos o códigos de tercer nivel, se ob- 4.1. Elaboración del código
serva que el contenido de los mismos va-
ría en cada empresa. Sin embargo, en ge- Varios estudios, como los que mencio-
neral, los códigos suelen hacer referencia a naremos a continuación, han llegado a la
los siguientes asuntos: corrupción, pagos conclusión que el proceso utilizado para di-
ilegales o ilícitos, financiación de partidos señar el código determina la efectividad del
políticos, conflictos de intereses (que pue- mismo. Sin embargo, al hablar del proce-
den definirse de varias formas), respeto a so se diferencia entre dos variables esen-
la ley vigente y respeto a los derechos hu- ciales: el contenido del código y la cultu-
manos (especialmente, los derechos labo- ra empresarial que sirve de contexto a ese
rales), tanto dentro de la empresa como en proceso.
la cadena de valor. Los códigos que se ex-
tienden a proveedores pueden incluir tam- El contenido del código es una de las
bién criterios medioambientales y de segu- variables clave para explicar la efectividad
ridad. Por lo que se refiere a los derechos (Chen y otros, 1997): los códigos deben re-
laborales, aunque originalmente había mu- flejar y articular los ideales y principios éti-
cha diversidad, los códigos tienden a con- cos en los que creen los empleados (Ste-
verger alrededor de los estándares de la vens, 1999; Newton, 1995). La principal
OIT y de los principios básicos de seguri- ventaja de los códigos es que fomentan el
dad e higiene en el trabajo, salarios y horas debate en la empresa sobre cuestiones éti-
de trabajo o tratamiento de la mujer. Don- cas. Así, algunos autores concluyen que
de menos convergen es en temas de de- el verdadero valor de un código está en el
recho a la libertad de asociación, salarios proceso participativo y formativo que lle-
mínimos y cláusulas de no discriminación va a la creación del código (Newton, 1995:
(O’Rourke, 2003). 587). Otros autores (Coughlan, 2005; Rai-
Marta de la Cuesta González, Carmen Valor Martínez

Figura n.o 1
Condiciones para la eficacia de los códigos internos
de responsabilidad social corporativa

Proceso de determinación del contenido


Elaboración del código
Creación de un clima ético

Comunicación a los empleados y directivos


Difusión del código
Comunicación a stakeholders

Sistemas de inspección
Seguimiento del código Organización para el control
Denuncias anónimas

Establecimiento de castigos y premios


Establecimiento de sanciones
Revisión de los sistemas de compensación

Fuente: Elaboración propia.

born y Payne, 1990) destacan también que gos pasa por la formación de empleados
uno de los mayores beneficios de los códi- en cuestiones éticas. El momento de crea-
gos de conducta está en el proceso de de- ción y determinación del contenido es una
sarrollo y armonización de intereses dife- etapa esencial para ayudar a ejecutivos y
rentes. Lo importante es ese proceso y no empleados a avanzar en las etapas de ra-
tanto su resultado. zonamiento moral que proponía Kohlberg
(MacLagan, 1998).
Por su parte, MacLagan (1998) enfatiza
que, antes que medidas de control, los có- Sin embargo, los empleados creen que
digos deben ser utilizados para crear una los códigos no funcionan porque el con-
comunidad moral. Para ello, deben cen- tenido es demasiado vago o demasiado
trarse en los procesos de toma de decisio- simplista (Newton, 1995). Por ejemplo, los
nes éticas, y no deben ser considerados códigos sólo recogen los principios con-
como otra norma impuesta desde instan- tenidos en las leyes de un territorio sin
cias superiores. Aunque vayan a ser utiliza- ofrecer ningún tipo de guía para que los
dos como sistemas de control, el proceso empleados resuelvan sus dilemas éticos
de creación debe adoptar el enfoque cen- (Lere y Gaumnitz, 2003; MacLagan y Shell,
trado en valores. La eficacia de los códi- 1992). Además de dar guías para resol-
Condiciones para la eficacia de los códigos internos de responsabilidad social de la empresa

ver problemas éticos, los códigos deben correlación entre la conducta de los direc-
ser ambiciosos. La mayoría de los estudios tivos y el clima ético general en la empre-
concluyen que los códigos no ayudan a la sa. En realidad, cabría esperar pobres es-
toma de decisiones éticas (Lere y Gaum- tándares éticos en las empresas, ya que
nitz, 2003) porque los empleados creen otras encuestas muestran que los emplea-
que sus propios códigos de conducta son dos creen que sus directivos «no son per-
más importantes que los de la empresa sonas de gran integridad7». Según Newton
(Chonko y otros, 2003); más aún, creen (1995: 587), la paradoja es que los directi-
que sus estándares de conducta son más vos normalmente redactan el código (esto 139
elevados que los que la empresa recoge es, fijan las normas para los empleados),
en el código (Stevens, 1999). pero no se sienten obligados por el mis-
mo: «son perfectamente libres de ignorarlo
Además del contenido, la segunda varia-
o violarlo».
ble clave que determina la eficacia del có-
digo es la cultura empresarial. Para Adam Para Raiborn y Payne (1990), ésta es la
y Rachman-Moore (2004), la exigibilidad raíz del obstáculo principal para la eficacia
de un código depende tanto del contenido del código: la falta de credibilidad del códi-
del mismo como de la cultura de empresa; go. El código dicta reglas que no se cum-
esto es, la efectividad viene condicionada plen en la empresa o sugiere conductas que
por factores formales e informales. los directivos no adoptan. Los ejecutivos
son considerados el «centro de poder» en
Hay un acuerdo unánime entre los estu-
la empresa. Si no apoyan los códigos, ne-
dios sobre eficacia de códigos: para contro-
cesariamente serán ineficaces. El compor-
lar las conductas contrarias a la ética dentro
tamiento de estos ejecutivos es más indi-
de las empresas, el factor que más influye
cativo para los empleados del estándar de
es la cultura general de la organización y el
conducta que los propios códigos éticos,
ejemplo que se transmite desde los puestos
ya que su conducta les informa si el código
directivos. El grado de «enraizamiento» de
es la fuente superior de autoridad en lo que
un código en la cultura corporativa (McCabe
se refiere al comportamiento ético (Adam y
y otros, 1996) es la variable más importan-
Rachman-Moore, 2004). Si las violaciones al
te para explicar el razonamiento ético de los
código son frecuentes, y si los gestores le-
empleados. Tal como concluye un estudio
gitiman su propio comportamiento contrario
realizado entre empresas estadounidenses
al código (Jackall, 1988), los empleados no
(Arthur Andersen, 20005), los problemas de
utilizarán el código como modelo de con-
cultura corporativa son más relevantes que
ducta ni para resolver problemas éticos.
las características formales de cualquier sis-
tema ético empresarial. Por otro lado, la percepción que los em-
pleados tienen de la autoridad del códi-
Según el estudio de clima ético empre-
go depende también de cómo perciban
sarial en Estados Unidos (National Busi-
la motivación que llevó a crear el código8.
ness Ethics Survey, 20036), se observa una

5 http://ecampus.bentley.edu/dept/cbe/research/ 7 http://ecampus.bentley.edu/dept/cbe/research/

surveys_14.html surveys_19.html
6 http://ecampus.bentley.edu/dept/cbe/research/ 8 http://ecampus.bentley.edu/dept/cbe/research/

surveys_3.html surveys_14.html
Marta de la Cuesta González, Carmen Valor Martínez

Si creen que el programa responde a una de los códigos de buen gobierno. El deber
necesidad de mercado (mejorar la reputa- de diligencia debe instar a los administra-
ción, evitar regulación, atraer consumido- dores a oponerse a los acuerdos contra-
res9), entenderán que el código no es un rios al interés social, entendiendo por inte-
modelo último de conducta, ni siquiera una rés social el interés de la sociedad. El buen
restricción para el desarrollo de las opera- gobierno de las empresas significa exigir a
ciones empresariales, sino, más bien, un los administradores que garanticen «la con-
componente más de la política de reputa- tinuidad de la empresa a largo plazo, gene-
ción orientada al logro de objetivos econó- rando suficientes beneficios, cumpliendo
micos. las leyes y evitando toda actuación injusta,
incluso más allá de lo que la ley regula» (tal
Si los empleados perciben que el valor
y como recogía el Código Aldama).
único en la empresa es conseguir los ob-
jetivos de rentabilidad posiblemente no se En conclusión, el contenido del código
produzca la observancia del código. Como debe cumplir estas condiciones para que
señalan varios estudios, la principal razón sea eficaz: debe fomentar una reflexión éti-
ofrecida por los empleados para explicar ca entre empleados; debe estar orienta-
por qué no cumplieron con el código ético do a facilitar la toma de decisiones, dando
personal u organizacional es que esa re- orientaciones para resolver dilemas éticos;
gla moral perjudicaba los intereses econó- debe ser tan o más estricto que los prin-
micos de la empresa (Shwartz, 2001). Más cipios éticos de los empleados. Además,
aún, los transgresores sentían que, si ayu- debe insertarse en una cultura empresarial
daban a la empresa a cumplir los objetivos en la que se favorezca la ética y el interés
económicos, ésta les absolvería y les pro- social sobre el beneficio económico.
tegería (Gellerman, 1986). Reforzar la cre-
dibilidad y autoridad del código mediante
la creación de un auténtico clima ético en 4.2. Publicación y difusión del código
la empresa es la primera condición nece-
saria para la eficacia del código. Pese a la Otra variable clave para lograr un código
importancia crucial de este clima ético o eficaz es la publicación y difusión del mis-
cultura ética en la empresa, la mayoría de mo. Se evidencia que el grado de comuni-
las empresas multinacionales no explican cación del código es fundamental para ex-
cómo van a tratar de crear este ambien- plicar la efectividad (Chonko y otros, 2003;
te favorable ni del papel que deben jugar McCabe y otros, 1996). Cuanto más y me-
los ejecutivos, según el estudio de Kaptein jor se comunica el código, mayor es la efi-
(2004). cacia percibida del mismo. Obviamente, si
los empleados no han leído o no recuerdan
Se podría reducir la tensión entre lealtad
el contenido del código, éste no puede
e integridad entre los directivos mediante
ser eficaz. Sin embargo, algunos estudios
la inclusión del deber fiduciario respecto a
muestran que las empresas no comunican
la sociedad en la legislación o en las reco-
adecuadamente el contenido y alcance de
mendaciones sobre conducta empresarial
sus códigos éticos (Shwartz, 2001).

9 http://www.bsr.org/CSRResources/IssueBriefDetail. El código puede comunicarse mediante


cfm?DocumentID=395 manuales para empleados, programas de
Condiciones para la eficacia de los códigos internos de responsabilidad social de la empresa

formación o reuniones informales. También dos. No basta con indicar donde se puede
es útil crear espacios para la discusión, por encontrar el documento; es preciso asegu-
medio de «oficinas éticas» en las que el rarse de que llega la información. Por eso,
empleado exponga sus preocupaciones. los manuales, los programas de formación
Según Coughlan (2005) los empleados que éticos, las reuniones, las oficinas éticas son
frecuentemente piensan y hablan acerca las formas más eficaces para comunicar la
de aspectos éticos, estarán más predis- existencia y contenido del código.
puestos a actuar éticamente.

Con todo, la formación ética no será efi- 141


4.3. Sistemas de seguimiento
caz si no existe un clima ético en la empre-
sa, marcado por la conducta de los directi- Los sistemas de seguimiento y las san-
vos. Como muestra el estudio de McKendall ciones son la última condición necesa-
y cols. (2002, citado por Peppas, 2003) los ria para la eficacia de los códigos, tanto
códigos éticos y los programas de forma- para los códigos de primer y segundo ni-
ción ética no desembocaron en menores vel como para los códigos de tercer nivel.
violaciones de la regulación de salud y se- La empresa debe arbitrar sistemas internos
guridad en el trabajo. De hecho, los auto- de control y evaluación del seguimiento del
res sugieren que esos programas son una código. Esto pasa por determinar quién tie-
especie de cortina de humo, para distraer ne la autoridad última en el seguimiento y
la atención pública y desplazar la respon- cumplimiento, los procedimientos de eva-
sabilidad por actos ilegales dentro de la luación del seguimiento y el establecimien-
empresa. to de canales anónimos de denuncia.
En relación a la comunicación, es impor- En cuanto a la organización para el se-
tante que la empresa comunique la existen- guimiento, muchas empresas basan la de-
cia, contenido y sistemas de seguimiento a tección y las comunicaciones e informes de
la opinión pública, reportando de forma pe- dichas violaciones en miembros pertene-
riódica los resultados de los sistemas de cientes a diferentes niveles en lugar de en-
seguimiento (Van Tulder y Kolk, 2001). Ya cargar esta tarea a un departamento con-
que la mayoría de los códigos incluyen una creto (Nitsch y otros, 2005), mediante la
referencia a los compromisos de la empre- creación de comités pluridisciplinares, que
sa con sus stakeholders (Kaptein, 2004), deberían informar directamente a un miem-
es lógico que la empresa garantice la acce- bro del Consejo de Administración. La li-
sibilidad del código, de forma que, además teratura reitera las ventajas de contar con
de ayudar a restablecer la confianza en el un comité antes que un individuo (Raiborn
sistema empresarial (Bernardi y LaCross, y Payne, 1990). La comisión de Auditoría y
2005), la presión de los stakeholders ex- Control puede ser el último responsable
ternos (proveedores, clientes, sociedad en del seguimiento del código, introduciendo
general) y la de accionistas pueda ser un el cumplimiento del código en el informe
incentivo más para el cumplimiento, como anual sobre su gestión.
se explica en el último punto.
La existencia de sistemas de seguimien-
En conclusión, para que el código sea to o auditoría interna, son considerados
eficaz debe ser comunicado a los emplea- clave en la regulación estadounidense para
Marta de la Cuesta González, Carmen Valor Martínez

determinar que la empresa tenga un código Por ello, aunque pueden enviarse inspec-
ético efectivo (Adam y Rachman-Moore, tores de entre los propios empleados de
2004). Sin embargo, varios estudios han la empresa o contratar servicios a una em-
encontrado que la falta de sistemas de se- presa externa, esta independencia suele lo-
guimiento o las deficiencias en los proce- grarse con la participación de ONG locales
sos de auditoria y control explican la falta y expertos en derecho laboral locales, so-
de eficacia de los códigos (Esbenshade, ciólogos, activistas en derechos humanos,
2000; Kaptein, 2004). que se encargan de inspeccionar algunas
fábricas de proveedores y crear relaciones
Los sistemas de aseguramiento del
a largo plazo con los trabajadores.
cumplimiento o enforcement suelen ser
de carácter interno, como extensión de Para terminar, y aunque la literatura so-
los actuales sistemas de control de cali- bre denuncias anónimas (whistleblowing)
dad, ejecución de tiempos, precios, etc. es muy abundante y escapa a los objeti-
A veces, se desarrollan para determina- vos de este artículo revisarla en profundi-
dos tipos de códigos nuevos sistemas de dad11, los resultados de un estudio sobre
control y evaluación10. En los casos en los los sistemas de control y sistemas de pe-
que el código afecta a la cadena de pro- nalización realizados por Schwartz y Cragg
veedores, suelen combinarse la evaluación (2000) sobre un conjunto de empresas ca-
interna con la auditoría externa. Como re- nadienses, encontraron que la decisión de
sultado de ambos controles, se obtienen denunciar al infractor del código está de-
rankings de comportamiento de los pro- terminada por varios factores:
veedores que se hacen públicos entre los
mismos con el fin de que cada cual co- — Relativos al infractor: depende de
nozca su posición en el ranking. Los pro- quién se trate.
veedores con mejores comportamientos
— Relativos a la ofensa: su gravedad y el
recibirán mayores y más lucrativos encar-
grado de certeza de que la ofensa se
gos, mientras que los de peor puntuación
ha producido.
corren el riesgo de dejar de trabajar con la
empresa. — Relativos a las consecuencias para el
En otros casos, el control externo (inde- infractor: la probabilidad de que se to-
pendiente, con investigación, verificación y men acciones contra el que infringe el
certificación externa) puede ser una alter- código.
nativa eficaz para garantizar el éxito de un — Relativos a las consecuencias para el
código. La clave está en la independencia. denunciante: si el denunciante tiene
que seguir trabajando con el infractor
10 En el caso de algunas multinacionales, como o la posibilidad de ser puesto en una
Nike, crean departamentos y divisiones de cumpli- lista negra o tratado mal por otros, in-
miento interno, e incluso herramientas como el SHAPE
audit (Safety, Health, Attitude of Management, People,
cluido el infractor.
Investment and Enviroment) y su programa MESH
(Management, Environment, Safety y Health), que in-
troduce la evaluación de lo social y medioambiental 11 Entre la literatura sobre denuncia destacan los

en las prácticas de gestión y formación (Nike, 2002). trabajos de Miceli y James (1988, 1991), James
Nike cuenta con más de 80 empleados que controlan (1980), Larmer (1992), o el más reciente de Nitsch y
estas cuestiones. otros (2005).
Condiciones para la eficacia de los códigos internos de responsabilidad social de la empresa

Otras decisiones que la empresa debe nan la ética. Es preferible ofrecer directa-
tomar sobre las denuncias de infracciones mente acciones de la empresa. Este autor
son el nivel de credibilidad que se da a di- recomienda desvincular los presupuestos
chas denuncias y las posibles represalias del sistema de retribuciones y diseñar este
en caso de denuncias infundadas (Raiborn último de manera que la parte variable de
y Payne, 1990). la retribución se calcule de acuerdo con
una relación lineal entre resultados y retri-
bución. Así, cualquier variación en el es-
4.4. Penalizaciones en caso fuerzo y en la conducta tiene el mismo 143
de incumplimiento efecto marginal sobre las recompensas.

Para que el código sea eficaz debe ser Vistas las fases por las que debe pasar
exigible (Nitsch y otros, 2005; Raiborn y un código para su puesta en funcionamien-
Payne, 1990). Para garantizar la exigibi- to y analizadas las condiciones necesarias
lidad, deben especificarse las sanciones para garantizar su eficacia interna, conclui-
detalladas, con el fin de que el posible in- mos este apartado con unas referencias al
fractor conozca bien los riesgos y que el por qué de la exigibilidad pública o social
código sea efectivo. Las sanciones deben de dichos códigos, a pesar de constituir
completarse con un sistema positivo, de- una forma de autorregulación empresarial
nominado plan de compensación por cum- basada en el principio de la voluntariedad.
plimiento del código. Los empleados de- Tal y como señala Embid (2006, p. 72),
ben ser evaluados conforme al código; y, «los llamados códigos sobre RSC no cons-
en caso de observancia, ser compensa- tituyen auténticas normas jurídicas vincu-
dos, vía, entre otras, la conservación del lantes, sino que se inscriben en lo que se
empleo, las subidas y promociones, los viene a denominar regulación suave o soft
bonos, el reconocimiento público y la pu- regulation. Resultan obligatorios para sus
blicidad interna y externa. autores y para quienes los asuman como
El sistema de compensación y sancio- propios y pueden contribuir, como sucede
nes es clave para la eficacia del código. Sin con los códigos de buen gobierno, a facili-
embargo, como señala Verschoor (2002, tar la interpretación de las normas jurídicas
en Peppas, 2003), sólo 4 de cada 100 em- afectadas por la realización de actividades
presas estadounidenses disponen de un de RSC».
sistema de penalizaciones. Más aún, en
Según el autor, la idea de que la RSC
8% de las empresas entrevistadas, los que
sea voluntaria no significa que dependa en
habían infringido el código habían sido re-
última y exclusiva instancia de la decisión
compensados con ascensos.
de la propia empresa. Por una lado, la RSC
Por otro lado, determinados sistemas de puede entrar en el campo del Derecho
compensación pueden favorecer u obsta- por la vía de la costumbre. Por otro, exis-
culizar la eficacia del código. Así, Jensen te cierta vinculación para la empresa en el
(2001, en Salas, 2006) señala que las op- momento que hace pública su política de
ciones sobre acciones o retribución varia- RSC. Aunque aún no podemos afirmar que
ble no lineal son propicias para fomentar exista en la actualidad conciencia de que
comportamientos manipuladores que mi- la RSC sea un fenómeno obligatorio para
Marta de la Cuesta González, Carmen Valor Martínez

las empresas, derivado de la formación de mentado, la información pública sobre di-


una costumbre al respecto, no excluye que chos códigos es escasa. No obstante, un
pueda llegar a serlo, con las limitaciones e buen punto de partida para conocer hasta
imprecisiones que tiene esta fuente de De- qué punto las empresas españolas están
recho. Por otra parte, está el hecho de que empezando a utilizar estos sistemas de au-
la publicidad que hacen las empresas so- torregulación es analizar la información que
bre sus actividades de RSC puede formar ofrecen en sus memorias anualmente. Se-
parte, y de hecho forma parte de su dis- gún el último estudio del Observatorio de
curso comercial, que de ser incierto o falso la RSC12 referido a la información RSC de
implicará responsabilidades para la empre- las empresas del Ibex 35, en 2005, la infor-
sa. Es decir, una cosa es la voluntariedad mación pública disponible de dichas em-
de la empresa en la decisión de llevar a presas reflejaba que el 74% de las mismas
cabo políticas y prácticas de RSC y otra el dicen estar adheridas a códigos o estánda-
hecho de que su concreción y publicidad res (nacionales, internacionales o sectoria-
de las mismas resultarán vinculantes para les); pero sólo el 26% aporta información
su autor. Cada vez son más habituales las sobre algún sistema de seguimiento o eva-
actuaciones judiciales que ponen en cues- luación del cumplimiento de los estándares
tionamiento la veracidad del discurso co- a los que voluntariamente se ha adherido,
mercial de las empresas; y en base a ello independientemente del establecido por el
denuncian dichas actuaciones por los im- estándar.
pactos negativos que han tenido y tienen
Ese mismo porcentaje de empresas
en la salud o la seguridad de sus defendi-
(26%) refleja en sus informes datos de su
dos o en el medioambiente.
adhesión a códigos sectoriales (por ejem-
Como conclusión final, y siguiendo a plo: Principios de Ecuador (entidades finan-
Embid (2006), puede llegar a producirse cieras), Ethical Trade Initiative (industria tex-
en el terreno de la RSC lo mismo que en til y distribución) y algo más de una tercera
el gobierno corporativo: una obligación por parte afirma que participa o ha participado
parte de la empresa de cumplir con sus re- en foros internacionales donde se elaboran
glas internas de RSC o, de lo contrario, ex- estándares o códigos
plicar las razones por las que no se han
Respecto a códigos internos propia-
cumplido.
mente dichos, el 57% de las empresas in-
forman sobre el desarrollo de códigos de
conducta internos. Sin embargo, ninguna
5. ESTADO DE LOS CÓDIGOS ÉTICOS empresa dice quiénes han participado en
EN ESPAÑA: INVESTIGACIÓN la elaboración de estos códigos de con-
EXPLORATORIA ducta internos.
Casi la tercera parte informan sobre la
Una vez expuestas las condiciones que
existencia de sistemas de seguimiento del
pueden garantizar el éxito de la implanta-
cumplimiento de los códigos internos. Pero
ción de códigos de conducta internos, se-
ría oportuno aproximarnos a la realidad de
12 Esta información se ha extraído de datos sumi-
las empresas y, en concreto, de las empre- nistrados por el Observatorio en el análisis de las me-
sas cotizadas españolas. Como se ha co- morias del Ibex 35 2005, realizado durante 2006.
Condiciones para la eficacia de los códigos internos de responsabilidad social de la empresa

ninguna empresa señala si existen políticas acompañada de un proceso de reflexión


y mecanismos de incentivos y premios por ética. Este proceso incluye varias tareas:
el seguimiento de los códigos internos es- participación de los empleados en la ela-
tablecidos. boración del código, discusión sobre los
conflictos de interés y la conducta ética,
En cuanto a la formación y mejora con-
difusión del código, y actividades dirigidas
tinua, un 26% dicen que han desarrollado
a asegurar la correcta comprensión e in-
formación específica en ética, códigos de
terpretación del mismo (formación ética).
conducta, RSC o derechos humanos para
Si no se cumple esta primera condición, el 145
los empleados. Pero tan sólo un 3% da in-
código no será eficaz. Además de fortale-
formación sobre lecciones aprendidas de
cer la formación ética entre los empleados,
la implantación de los códigos externos e
internos en la empresa; y ninguna señala, la empresa debe asegurarse de que cuenta
entre las lecciones aprendidas, los riesgos con un clima ético en la organización. Este
y las buenas prácticas identificados en la clima ético está más determinado por las
implantación de los códigos. acciones de los ejecutivos que por la de los
empleados; esto es, los empleados atien-
den más al ejemplo dado por sus superio-
6. CONCLUSIONES FINALES res que a lo que dice el código. Por tanto,
la cultura corporativa creada, en este caso
La proliferación de estándares que han a partir de la conducta agregada de los di-
surgido en los últimos años, y las diferen- rectivos, es la condición fundamental para
cias existentes entre ellos, está generando la eficacia interna de los códigos.
una cierta confusión sobre lo que la socie- La segunda condición de eficacia radica
dad espera de las empresas, además de en los sistemas de inspección y control de
dificultar la comparación de resultados en- cumplimiento. Se debe evaluar de forma
tre compañías. El incremento en el núme- periódica la adecuación de la conducta de
ro de códigos lleva a que se multipliquen todos los empleados al código, incluidos
los procesos de control o auditorías que los directivos de todos los niveles. En el
sufren, especialmente, los proveedores, a mismo código debe establecerse qué pro-
veces por los mismos auditores pero por cesos se llevarán a cabo y quién será res-
encargo de distintas empresas. Este incre- ponsable de los mismos.
mento es todavía más notable, si incluimos
los códigos de conducta de tercer nivel, Por último, se deben fijar las sanciones
los que cada empresa individualmente di- y premios derivados del (in)cumplimiento
seña y pone en marcha. de los códigos. Aun cuando las otras dos
condiciones se cumplieran, si los emplea-
En este artículo se han analizado las
dos vieran que las violaciones del código
condiciones que deberían darse en la em-
quedan sin penalización, la eficacia interna
presa para que dichos códigos de tercer
del código sería prácticamente nula.
nivel sean eficaces en el ámbito interno,
entendiendo eficacia como la capacidad Por otro lado, en esta reflexión final, que-
del código para fomentar un comporta- remos exponer la eficacia externa de los có-
miento ético por parte de los empleados. digos éticos, esto es, evaluar la eficacia de
La creación de un código ético debe ir los códigos de tercer nivel en tanto instru-
Marta de la Cuesta González, Carmen Valor Martínez

mentos de auto-regulación. No hay duda confundir a los consumidores con la


que la creación de instrumentos de control proliferación de etiquetas y certifica-
internos permite a las empresas experimen- ciones y generar conflictos entre sin-
tar la regulación, preparándose y anticipán- dicatos y ONG por entender aquéllos
dose a una posible regulación gubernamen- que éstas están asumiendo sus fun-
tal. Sin embargo, aunque la regulación no ciones sin legitimidad suficiente ob-
gubernamental es más flexible y adaptable a tenida mediante procesos democráti-
las circunstancias y requerimientos de cada cos de representación en la empresa.
momento, presenta una serie de limitacio- Además, el hecho de que algunas
nes, al igual que la regulación gubernamen- ONG puedan ser a la vez auditoras y
tal. Estas limitaciones justifican la necesidad perceptoras de fondos de las empre-
de una adecuada combinación de regula- sas, es posible que ponga en duda
ción y autorregulación en materia RSE: el resultado de su labor, si ésta no
se hace de forma transparente y si
1. Los nuevos sistemas de regulación
no se publican los resultados de la
voluntaria son tan complejos como
misma, así como las soluciones pro-
las cadenas de procesos y provee-
puestas. Según los más críticos, las
dores que en muchos casos tratan
empresas, a través de estos proce-
de controlar, en las que se trata de
sos de autorregulación con participa-
crear una red de reguladores, involu-
ción social, pretenden acercar a las
crando a muchos agentes, a lo largo
ONG como socios y no como vigilan-
de la cadena global de proveedores.
tes, e incluso quitar fuerza a los sin-
La regulación no gubernamental im-
dicatos y a las leyes locales.
plica en muchos casos que las em-
presas, las ONG o las entidades pri- 3. La transparencia es clave ya que la
vadas que desarrollen la inspección regulación no gubernamental hace
asuman el coste de formación, se- recaer la fuerza en los consumidores.
guimiento e implantación. La capa- Sin embargo, la información pública
cidad de dichas organizaciones para sobre auditorías y métodos de segui-
sustituir la labor de los inspectores miento de los códigos, denuncias so-
laborales nacionales es limitada. Los bre comportamientos irregulares así
códigos pueden presentar pues los como los cambios en los resultados
mismos fallos que la regulación tradi- a lo largo del tiempo es escasa y no
cional, especialmente en lo referente permite analizar adecuadamente la
al control (cobertura de la inspección, eficacia de esos sistemas de autore-
corrupción, incentivos al control, for- gulación.
mación y capacidad de los inspecto-
Para que el mercado actúe como au-
res; evasión del control desplazando
téntico mecanismo de control, los
la producción a otras fábricas, etc.).
consumidores/inversores/trabajado-
2. Existen riesgos de cooptación y po- res deben tener a su disposición su-
sibles conflictos de intereses. La re- ficiente información para poder de-
gulación no gubernamental propor- cidir libremente. Es preciso que se
ciona réditos en cuestión de imagen expanda la transparencia en los mé-
pública a las empresas pero puede todos de control y los resultados de
Condiciones para la eficacia de los códigos internos de responsabilidad social de la empresa

los mismos y se creen mecanismos En resumen, la regulación no guber-


de comparación de los resultados, namental puede ser efectiva cuando
de los métodos y de los auditores y el control y la puesta en marcha de
así dar credibilidad a este sistema de soluciones son técnicamente riguro-
regulación. sos (son medibles y se pueden téc-
nicamente controlar garantizando la
4. No es fácil encontrar una regulación independencia), públicamente trans-
no gubernamental que sirva para parentes, legitimados políticamente
todo tipo de empresas y sectores. y se rinde cuenta a los stakeholders 147
La autorregulación global es algo tan clave (consumidores y empleados
genérico y amplio que su impacto especialmente). En definitiva, cuan-
sobre el comportamiento real de las do se complementa y apoya en la re-
empresas es mínimo. Por eso es re- gulación gubernamental, yendo más
comendable optar por la autorregu- allá de las leyes locales o estándares
lación sectorial, con el fin de poder internacionales con el fin de mejorar
controlar procesos y comportamien- los códigos y métodos de control.
tos de forma más efectiva y eficien- Transparencia, rendición de cuentas
te en costes y evitar free riders si se y democracia son claves para garan-
acompaña con sanciones o regula- tizar el éxito en la implantación de los
ción gubernamental complementaria. códigos en la empresa.
Marta de la Cuesta González, Carmen Valor Martínez

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Análisis empírico de la información
emitida por las empresas del IBEX 35
en materia de responsabilidad social
150 corporativa

La transparencia es básica para generar confianza entre los grupos de interés, y los informes
anuales de responsabilidad social corporativa (RSC) o sostenibilidad constituyen el vehículo me-
diante el cual la empresa trasmite al mercado y a la sociedad sus procesos de gestión y evolución
en materia de RSC. En el presente artículo se analizan los resultados de un estudio realizado por
el Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa, para comprobar la calidad de la informa-
ción trasmitida por las empresas integrantes del Ibex 35 en materia de RSC.

Gardentasuna oinarri-oinarrizkoa da interes-taldeen artean konfiantza sortzeko; horrenbestez,


enpresen gizarte-erantzukizunari edo iraunkortasunari buruzko txostenak baliatzen ditu enpre-
sak, merkatuari eta gizarteari enpresen gizarte-erantzukizunaren arloan dituen kudeaketa- eta
garapen-prozesuen berri emateko. Enpresen Gizarte Erantzukizunaren Behatokiak ikerketa egin
du Ibex 35eko kide diren enpresek enpresen gizarte-erantzukizunari buruz eman duten infor-
mazioaren kalitatea egiaztatzeko, eta ikerketa horren emaitzak aztertzen dira, hain justu, artikulu
honetan.

Transparency is basic to create confidence among the stakeholders, and annual reports on Corporate
Social Responsibility (CSR) or sustainability are the vehicles which enable the company to convey
their CSR development and management processes to society. In this paper, the results of a research
study carried out by the CSR Observatory will be analysed in order to check the quality of BSR
information reported by the IBEX 35 companies.

Ekonomiaz N.o 65, 2.o cuatrimestre, 2007


Orencio Vázquez Oteo
Coordinador del Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa
Carlos Cordero Sanz
Sustentia

ÍNDICE
151
1. Introducción
2. Objetivo y método
3. Resultados del estudio
4. Conclusiones
5. Reflexiones finales
Referencias bibliográficas
Palabras clave: RSC, empresas cotizadas, gobierno corporativo, indicadores, responsabilidad social

N.o de clasificación JEL: M14, M42, M50

1. INTRODUCCIÓN te y las crecientes tensiones sociales. El tí-


mido acercamiento desde la unilateralidad
El debate sobre responsabilidad social desempeñado desde el mundo empresa-
corporativa (RSC) parece dinamizarse en rial al concepto de responsabilidad con su
nuestro país: se han creado varios espacios entorno está demostrado que no es sufi-
públicos de debate, grandes campañas de ciente, o al menos evidencia la existencia
comunicación a favor de un desarrollo sos- de dos velocidades: la del debate y la de la
tenible, han surgido organizaciones espe- acción. Es necesario un verdadero ejercicio
cializadas en RSC impulsadas desde dife- de transparencia que desemboque en una
rentes agentes y cada vez hay un mayor rendición de cuentas por parte de la em-
número de artículos, líneas de investiga- presa en función de su nivel de impacto so-
ción, programas de doctorado y publicacio- bre la sociedad no solamente tomando en
nes especializadas. No obstante, al día de cuenta la dimensión financiera sino también
hoy no existe una base comúnmente acep- la social y medioambiental.
tada en torno a la RSC y los criterios y va-
lores sobre los que se soporta, ni se han La transparencia es uno de los valores o
generado herramientas de evaluación que criterios sobre los que se sustenta la RSC.
permitan medir su grado de desarrollo y La podemos definir como el proceso de
contribución a un desarrollo sostenible. La rendición de cuentas sustentado sobre la
tendencia negativa de determinados indica- relación con los grupos de interés y se re-
dores medioambientales y sociales permi- presenta a través de indicadores cuantita-
te visualizar la escasa flexibilidad de nues- tivos y cualitativos que permiten realizar un
tro actual modelo económico para paliar las seguimiento de las actuaciones de la em-
fuertes presiones sobre el medio ambien- presa y su progresión tanto temporal como

Ekonomiaz N.o 65, 2.o cuatrimestre, 2007


Orencio Vázquez Oteo, Carlos Cordero Sanz

espacial. En este sentido se inclina un re- Tomando como base la información faci-
ciente comunicado del Consejo Económico litada en materia de RSC por las empresas
y Social de la Unión Europea en el que se incluidas en el índice bursátil Ibex 35 a di-
establece que: ciembre de 2005 vamos a tratar de analizar
el nivel de desarrollo de la RSC por parte
La rendición de cuentas consiste en dar de las empresas cotizadas españolas.
cuenta, en un documento público, de la
manera en que la empresa asume el impac-
to económico, medioambiental y social de
2. OBJETIVO Y MÉTODO
sus actividades. De este modo, la empresa
admite que las partes interesadas tienen le-
gítimo derecho a plantearle cuestiones. 2.1. Objetivo

Una rendición de cuentas global responde, Este estudio se enmarca dentro de un


pues, a las cuestiones explícitas o implícitas
proyecto anual realizado desde el Observa-
planteadas por las partes interesadas. Es una
torio de Responsabilidad Social Corporativa
herramienta de dialogo y puede incluir siste-
en colaboración con Sustentia y cuyo objeto
mas interactivos de consulta o concertación.
A partir de un análisis detallado de los indica- es evaluar la calidad de la información sobre
dores, el informe anual destaca el rendimiento aspectos de RSC proporcionada en la do-
global de la empresa, es decir, su capacidad cumentación y en las memorias públicas y
para conciliar las exigencias con respecto a accesibles de las empresas que conforman
los resultados económicos, la eficacia social el IBEX 35. Con este fin se ha medido tan-
y el impacto en el medio ambiente. Expone to su grado de calidad técnica y coheren-
objetivos, los plazos y los medios empleados. cia, como los contenidos y los sistemas de
Representa una progresión global1. gestión descritos. El análisis se ha realizado
mediante un modelo basado en las cinco
El Foro de Expertos de RSE (2006) ha- herramientas descritas en el método.
bilitado por el gobierno español incide en
los tres documentos publicados a 31 de El estudio busca también evaluar el gra-
diciembre de 2006 en la necesidad de apli- do en el que las memorias de RSC son he-
car políticas de transparencia en el marco rramientas válidas para que la información
de actuación en materia de RSC por parte generada sea útil para la gestión y el control
de la empresa: interno de las propias empresas. Por lo tan-
to, pretende determinar el uso que las em-
Las políticas responsables emprendidas presas hacen de las memorias: puramente
desde la empresa generan unos resultados, informativo o como herramienta fundamental
medibles a través de indicadores, que deben para la rendición de cuentas, y la gestión y
ser verificados externamente y comunicados control internos de los procesos centrales de
de forma transparente. negocio de la compañía. No obstante, no es
(Foro de Expertos RSE, 2005) objeto de este estudio evaluar la veracidad
de los datos publicados, ni la implantación
real de las políticas y procesos identificados
1 Dictamen del Comité Económico y Social Euro-
por las empresas en sus informes.
peo sobre el tema «Instrumentos de información y
evaluación de la responsabilidad social de las empre-
sas en una economía globalizada» (2005/C286/04),
Con el fin de extraer conclusiones sig-
Diario Oficial de la Unión Europea. Noviembre 2005. nificativas que permitan conocer la calidad
Análisis empírico de la información emitida por las empresas del IBEX 35 en materia de responsabilidad…

de esta información y la situación actual — Integración de los diferentes aspectos


de la comunicación en materia de RSC de relativos a la RSC al máximo nivel de
las empresas españolas analizadas, se han detalle, teniendo en cuenta el amplio
trasladado las valoraciones cualitativas a va- espectro de conexiones entre la RSC y
loraciones cuantitativas mediante la meto- las operaciones de una gran empresa.
dología descrita en el «Modelo de Análisis».
— La garantía y la credibilidad que ofre-
cen herramientas relacionadas con la
2.2. Alcance del estudio RSC ampliamente aceptadas a nivel
nacional e internacional. 153
Por motivos de representatividad y rele-
— Posibilidad de transformar valoracio-
vancia se decidió tomar como muestra las
nes cualitativas en cuantitativas que
treinta y cinco empresas que a fecha 31
permiten dotar de objetividad a los re-
de diciembre de 2005 componían el índice
sultados, facilitan la comparabilidad
IBEX 35 del mercado español de valores.
de los mismos y permiten el segui-
El análisis se limita únicamente a la in- miento de su evolución en el futuro.
formación correlativa a las compañías de
— Minimización de la incertidumbre ge-
la muestra, no ampliándose a otros docu-
nerada en la evaluación, a través de
mentos adicionales publicados por empre-
la aplicación de criterios comunes,
sas participadas, filiales o pertenecientes al
así como de revisiones y comparacio-
mismo grupo empresarial.
nes de los resultados por parte de los
En los casos en los que el equipo de aná- analistas.
lisis lo ha considerado relevante para las
Para ello se utilizan cinco herramientas,
conclusiones del estudio, se ha incluido in-
que se presentan a continuación:
formación adicional facilitada tanto por las
empresas y algunos de sus stakeholders, — Global Reporting Initiative (GRI). In-
como otros documentos en materia de RSC cluye las diferentes secciones: índice
del mismo periodo, de carácter público y ac- y perfil GRI, indicadores GRI y prin-
cesible, elaborados por las propias compa- cipios GRI. Los indicadores adicio-
ñías (entregados en sus juntas generales de nales se han aplicado en todos los
accionistas, fundamentalmente). En concre- análisis, sin embargo únicamente se
to, en el análisis se incluye información re- han agregado al cálculo final cuando
levante sobre aspectos de gestión de RSC su inclusión implica una mejora en la
que pueda estar incluida en su informe anual, puntuación por aspecto. En el caso
memoria de sostenibilidad, memoria de RSC, de los sectores de Banca y Comuni-
memoria social, memoria medioambiental, in- caciones, se ha incluido el análisis de
forme de gobierno corporativo u otros. los indicadores GRI Sectoriales.
— Gobierno corporativo. Se han toma-
2.3. Modelo de análisis do en cuenta las recomendaciones
de buen gobierno recogidas en el Có-
El estudio se basa en un modelo de digo Aldama, determinados criterios
análisis que cumple con las siguientes ca- exigidos por la Ley Sarbanes Oxley y
racterísticas: las recomendaciones del Código Uni-
Orencio Vázquez Oteo, Carlos Cordero Sanz

ficado de Buen Gobierno de la CNMV el modelo de análisis definido y evaluando


(«Código Conthe»). la información contenida en ellos según los
indicadores/requisitos de las herramientas
— Naciones Unidas. Se han tenido en
empleadas.
cuenta las normas sobre las respon-
sabilidades de las empresas transna- Con objeto de facilitar el trabajo y el tra-
cionales y otras empresas comerciales tamiento numérico de los resultados, el
en la esfera de los derechos humanos modelo de análisis es una plantilla construi-
de Naciones Unidas; las Directrices de da en hojas de cálculo.
Naciones Unidas sobre la protección
Los criterios de valoración empleados
del consumidor; y la Convención de las
difieren en función de las herramientas, pu-
Naciones Unidas contra la corrupción.
diendo considerarse tres grandes grupos:
— AA1000 (AccountAbility). Incluyen-
i) Los indicadores/requisitos reflejados
do Requisitos AA1000 y Principios
en GRI, AA1000 y en las Normas de
AA1000.
Naciones Unidas sobre derechos hu-
— Modelo de New Economics Founda- manos para empresas multinacionales
tion (NEF). (Normas ONU). Se puntúan, depen-
diendo de la naturaleza de los datos
Los criterios establecidos en cada una
analizados, según las siguientes tablas:
de estas herramientas se han agrupado en
tres niveles:
Puntos Criterio
— Nivel 1: Categoría/principio (máximo 0 No hay evidencia cumplimiento
nivel de agrupación). 1 Cumplimiento anecdótico
— Nivel 2: Aspecto. 2 Cumplimiento parcial
— Nivel 3: Indicador/Requisito (máximo 3 Cumplimiento total
nivel de desagregación). El modelo de 4 Supera requisitos
análisis incluye un total de 500 indica-
dores/requisitos. Puntos Criterio

Las evaluaciones numéricas se han rea- No se menciona/no hay eviden-


0
cia documental
lizado al máximo nivel de desagregación
(nivel 3). Se declara compromiso públi-
co (convenios, acuerdos, trata-
1
Posteriormente, las puntuaciones se han dos, políticas y códigos de la
agrupado mediante las medias de los dis- empresa)
tintos niveles y de los distintos ejes de aná- Identifican responsables, proce-
lisis (contenido, sistema de gestión y go- 2 dimientos operativos y gestión,
sistemas, normas internas
bierno corporativo).
Describen el grado de implanta-
3
ción y/o plan de implantación
2.4. Análisis básico y valoración Describen sistemas y resulta-
dos de seguimiento, verificación,
4
Los documentos de cada empresa han evaluación y mejora del cumpli-
miento de las normas
sido estudiados por un analista utilizando
Análisis empírico de la información emitida por las empresas del IBEX 35 en materia de responsabilidad…

ii) Los indicadores/requisitos relativos a Los resultados que se presentan en el


gobierno corporativo. La valoración cuadro n.o 2 se enfocan en función de tres
se ha realizado en función de los si- ejes de análisis o conceptos a evaluar:
guientes criterios:
— Contenido: valora la concordancia de
Puntos Criterio la información suministrada con las re-
No se menciona/no hay eviden- comendaciones recogidas en Indica-
0
cia documental dores GRI y en las Normas sobre las
Se declara o informa sobre responsabilidades de las empresas
1
existencia de requisito transnacionales y otras empresas co- 155
2 Informa genéricamente merciales en la esfera de los derechos
Informa dando los principales humanos de Naciones Unidas (inclu-
3
procesos yen derechos humanos, derechos la-
Incluye o describe los procesos borales, medioambiente, desempeño
4
empleados
económico, desempeño social, dere-
iii) Los indicadores/requisitos basados en chos del consumidor, corrupción, etc.)
NEF. La puntuación se ha basado en — Sistemas de Gestión: analiza la infor-
el sistema de evaluación propuesto por mación relativa a los procesos y siste-
el propio modelo NEF, adaptándolo a mas de gestión implantados en mate-
una escala de 0 a 4 que permita ho- ria de RSC conforme a lo incluido en
mogeneizar estos resultados con los Índice y Perfil GRI, Principios GRI, Re-
obtenidos en el resto de herramientas. quisitos AA1000, Principios AA1000 y
Las puntuaciones por herramienta y la NEF.
puntuación total por empresa se obtienen — Gobierno Corporativo: evalúa la in-
mediante medias aritméticas de sus res- formación acerca de las prácticas de
pectivos componentes. Buen Gobierno, tal y como se ha ex-
Para facilitar la interpretación de los da- plicado anteriormente. Es volver a se-
tos, las valoraciones obtenidas se agrupan ñalar que en ningún caso estos resul-
en dos cuadros: el primero presenta el resul- tados deben ser interpretados desde
tado diferenciado por herramientas y están- la perspectiva de cumplimiento de la
dares (cuadro n.o 1). El segundo, presenta el legalidad vigente en este ámbito.2
resultado para cada eje de análisis conside-
Para facilitar la interpretación de las cali-
rado (cuadro n.o 2), que se explican poste-
ficaciones cuantitativas y cualitativas deriva-
riormente.
das del análisis se adjunta la siguiente tabla
En el cuadro n.o 1 se presenta la valora- de grados de calidad de la información (ver
ción obtenida en cada una de las cinco he- página sigiente).
rramientas, incluyendo en GRI y en AA1000
la valoración de las secciones que los com- 2 Las razones para que Gobierno Corporativo se

ponen. presente como un eje de análisis diferente son dos:


la primera es que es un área de la RSC sujeta a legis-
Las puntuaciones por herramienta y la lación por lo que los resultados alcanzados respecto
puntuación total por empresa se obtienen al nivel de buenas prácticas son muy homogéneos
entre empresas; la segunda es que es una disciplina
mediante medias aritméticas de sus res- dentro de la RSC diferenciada y con características y
pectivos componentes. grupos de interés muy particulares.
Orencio Vázquez Oteo, Carlos Cordero Sanz

Grados de calidad de la información

Información

Anecdótica Escasa Incompleta Completa

0 1 2 3 4
Inexistente Exhaustiva

Apenas se ha encontrado información relacionada


Inexistente con los aspectos evaluados en la documentación
analizada.

Se ha detectado información relacionada con al


menos el 25% de los aspectos evaluados, pero
0 Anecdótica ésta es mayoritariamente anacdótica y no relevan-
te frente al alcance de actividades, productos y/o
geográfico de la empresa.

Se ha detectado información relacionada con al


menos el 50% de los aspectos evaluados, pero
1 Escasa ésta es bastante limitada, y/o no es significati-
va frente al alcance de actividades, productos y/o
geográfico de la empresa.

Se ha detectado información relacionada con al


menos el 75% de los aspectos evaluados, pero
2 Incompleta ésta no se podría considerar todavía completa, y/o
no cubre completamente todo el alcance de activi-
dades, productos y geográfico.

Se ha detectado información relevante y descripti-


va relacionada con el 100% de los aspectos eva-
3 Completa
luados, cubriendo todos los alcances de la orga-
nización.

Se ha detectado información relevante, descripti-


va y detallada relacionada con todos los aspectos
4 Exhaustiva
evaluados, cubriendo todos los alcances de la or-
ganización.
Análisis empírico de la información emitida por las empresas del IBEX 35 en materia de responsabilidad…

Gráfico n.o 1
Número de empresas del IBEX-35 que presentan información relevante
sobre aspectos de RSC

157

Fuente: Elaboración propia.

3. RESULTADOS DEL ESTUDIO 3.2. Resultados por empresa

3.1. Resultados generales A continuación se muestran los resulta-


dos de la calidad de la información analizada
A continuación se presentan los resulta- (cuadro n.o 1), obtenidos por todas las em-
dos generales del estudio. presas incluidas en el alcance del estudio,
ordenadas por orden alfabético. Las pun-
Tal y como se observa en el gráfico
tuaciones muestran los resultados por eje de
n.o 1, en 5 de las 35 empresas que for-
análisis, indicándose la herramienta utilizada
man parte del alcance del presente estu-
en cada uno de ellos. Es importante recordar
dio no se puede considerar que presen-
que la puntuación que aparece en la columna
ten información relevante sobre aspectos
TOTAL es resultado de la media aritmética de
de RSC en los documentos analizados.
las 5 herramientas utilizadas (GRI, AA1000,
Estas 5 empresas ocupan las últimas
NEF, Normas ONU y Gobierno Corporativo) y
5 posiciones en el listado de puntuacio-
no la media de los tres ejes de análisis.
nes obtenidas tanto en Contenido, como
en Sistemas de Gestión, no alcanzando En el cuadro n.o 2 se muestra una or-
en ninguno de los casos la puntuación de denación de las 35 empresas del IBEX se-
0,5. Estas empresas son Acerinox, Ante- gún los resultados totales. Se observa que
na 3TV, Prisa, NH Hoteles y Sacyr Valle- 5 empresas, REE, BBVA, Telefónica, Iber-
hermoso. drola y Gamesa han alcanzado las mejores
Orencio Vázquez Oteo, Carlos Cordero Sanz

Cuadro n.o 1
Puntuación de las empresas del IBEX-35 en materia de RSC

Resultados 2005

Contenido Sist. Gestión


Gob.
Indicadores Normas AA1000 GRI Total*
NEF Corp.
GRI ONU Principios Indicadores Principios Perfil

ABERTIS 0,89 1,31 1,74 1,24


ACCIONA 0,95 1,32 1,57 1,19
ACERINOX 0,02 0,02 0,78 0,17
ACS 0,34 0,70 1,14 0,69
ALTADIS 0,67 0,83 1,92 0,96
ANTENA 3TV 0,09 0,15 1,37 0,35
ARCELOR 1,25 1,43 1,15 1,27
BANKINTER 0,94 0,78 1,99 1,01
BBVA 1,70 1,95 1,97 1,84
BCO POPULAR 1,02 1,11 1,44 1,10
BCO SABADELL 1,06 1,08 1,24 1,05
CINTRA 0,68 0,78 1,30 0,82
ENAGAS 0,49 0,83 1,58 0,85
ENDESA 1,11 1,53 1,83 1,45
FCC 0,40 0,52 1,57 0,65
FERROVIAL 1,06 1,17 1,99 1,25
GAMESA 1,60 1,88 1,80 1,72
GAS NATURAL 1,25 1,51 1,70 1,40
IBERDROLA 1,64 2,03 1,51 1,74
IBERIA 1,12 1,81 1,73 1,56
INDITEX 0,71 1,08 1,83 1,10
INDRA 0,71 1,04 1,91 1,06
METROVACESA 0,41 0,64 1,61 0,74
NH HOTELES 0,20 0,37 1,69 0,57
PRISA 0,09 0,31 1,12 0,39
REE 1,41 2,18 1,99 1,85
REPSOL YPF 1,00 1,60 1,99 1,51
SACYR VALL. 0,21 0,37 1,49 0,53
SCH 1,16 1,34 1,79 1,35
SOGECABLE 0,42 0,52 1,49 0,64
TELECINCO 0,47 0,78 1,65 0,82
TELEF. MOVILES 1,28 1,30 1,81 1,32
TELEFONICA 1,49 2,03 1,84 1,81
TPI 0,78 0,70 1,89 0,89
UNION FENOSA 1,20 1,43 1,77 1,34
MEDIA IBEX 35 0,85 1,10 1,63 1,09
(*) Media de herramientas de evaluación.
Fuente: Elaboración propia.
Análisis empírico de la información emitida por las empresas del IBEX 35 en materia de responsabilidad…

Cuadro n.o 2
Clasificación de empresas del IBEX-35 en materia de RSC

2005
Resultados globales
Punt. Posición

REE 1,85 1
BBVA 1,84 2 159
TELEFONICA 1,81 3
IBERDROLA 1,74 4
GAMESA 1,72 5
IBERIA 1,56 6
REPSOL YPF 1,51 7
ENDESA 1,45 8
GAS NATURAL 1,40 9
SCH 1,35 10
UNION FENOSA 1,34 11
TELEF. MOVILES 1,32 12
ARCELOR 1,27 13
FERROVIAL 1,25 14
ABERTIS 1,24 15
ACCIONA 1,19 16
BCO POPULAR 1,10 17
INDITEX 1,10 18
INDRA 1,06 19
BCO SABADELL 1,05 20
BANKINTER 1,01 21
ALTADIS 0,96 22
TPI 0,89 23
ENAGAS 0,85 24
TELECINCO 0,82 25
CINTRA 0,82 26
METROVACESA 0,74 27
ACS 0,69 28
FCC 0,65 29
SOGECABLE 0,64 30
NH HOTELES 0,57 31
SACYR VALL. 0,53 32
PRISA 0,39 33
ANTENA 3TV 0,35 34
ACERINOX 0,17 35
MEDIA IBEX 35 1,09

Fuente: Elaboración propia.


Orencio Vázquez Oteo, Carlos Cordero Sanz

Cuadro n.o 3
Resultados comparativos por sector

2005

Sistemas Gobierno
Contenido Total*
gestión corporativo

Bienes Consumo 0,69 0,96 1,88 1,03


Bienes Inversión 0,96 1,11 1,24 1,05
Comunicación y Sistemas de Información 0,67 0,85 1,64 0,91
Construcción 0,59 0,82 1,55 0,86
Energía 1,16 1,59 1,77 1,45
Sistemas Financieros 1,18 1,25 1,69 1,27
Sistemas Mercado 0,66 0,98 1,61 0,99
Media por sector 0,85 1,10 1,63 1,09
Fuente: Elaboración propia.

puntuaciones totales, con cierta diferencia de avance de su desempeño económico,


sobre el resto. social y medioambiental. Las conclusiones
sobre contenidos que surgen del presente
En el cuadro n.o 3 se presentan los resulta-
estudio, se agrupan en siete áreas esen-
dos obtenidos por cada uno de los sectores
ciales previamente identificadas, que cu-
en los que se han agrupado a las compañías,
bren los diferentes ámbitos de la RSC.
ordenadas de mayor a menor puntuación
obtenida en los resultados totales 2005. En dichas conclusiones se intercalan da-
Es interesante observar cómo en los re- tos cuantitativos sobre el desempeño de
sultados totales sólo los sectores de Ener- las empresas que miden algunos aspectos
gía y Servicios Financieros se sitúan por significativos relacionados con las diferen-
encima de la media. También hay que des- tes áreas de la RSC (información económi-
tacar que un sector con un impacto tan ca, ambiental, laboral, social, de derechos
importante en la sociedad, desde el pun- humanos, etc).
to de vista medioambiental, laboral, social
La valoración global obtenida sobre la
y económico, como el de la construcción,
calidad de la información en el Eje de Con-
obtenga los peores resultados.
tenidos no llega al valor de 1, de forma que
ha de ser considerada de acuerdo a los
4. CONCLUSIONES grados de calidad de la información propia
de este estudio, como de información ane-
4.1. Conclusiones del eje de contenidos cdótica. Este dato evidencia que, aunque
el hecho de publicar un Informe Anual de
Las empresas, mediante los contenidos RSC ya supone una actuación importante
relacionados con la RSC, exponen el grado de cara a dar pasos para mejorar su trans-
Análisis empírico de la información emitida por las empresas del IBEX 35 en materia de responsabilidad…

parencia, el contenido que se transmite ciones legales de naturaleza económico fi-


mediante información y datos sobre resul- nanciera. En el cuadro n.o 4 con los indica-
tados e impactos, es escasa y en muchos dores económicos más relevantes:
casos inexistente.
El modelo GRI incorpora varios indica-
Del análisis realizado se deduce que un dores sobre datos económicos que buscan
número importante de empresas han op- básicamente aportar el contexto económi-
tado por la fórmula de la autorregulación co en el que se desarrollan las operacio-
a través de Códigos Éticos o de Conduc- nes de la empresa y que dan una idea de
ta que recogen compromisos públicos en la magnitud e importancia de su impacto. 161
materia de derechos humanos, medioam- Esta información cobra más valor cuan-
biente, relaciones laborales, y políticas de to más desglosada se presenta (por país,
protección del consumidor. Sin embargo, región, producto, tipo de impuesto, etc.).
es habitual que éstos códigos estén cen- De hecho hay casos en que presentada de
trados en empleados, echándose en fal- manera agregada puede tener valor conta-
ta que vincule de alguna forma al resto de ble, pero carece de valor como instrumen-
partes interesadas, con especial conside- to para evaluar el desempeño. Cuando las
ración de los proveedores y subcontratas memorias de las empresas ofrecen un úni-
integrados en la cadena de suministro. co dato agregado, o bien, remiten a las
cuentas anuales para recoger indicadores
A continuación se muestran las conclu-
como gastos salariales, impuestos, sub-
siones en cuanto a la evaluación de conte-
venciones o costos de materias primas, la
nidos agrupadas en los diferentes aspec-
información apenas tiene relevancia desde
tos de la RSC.
el punto de vista de evaluación del desem-
peño.
Información sobre indicadores económicos
Esta misma circunstancia se da con la
De los resultados obtenidos se evidencia información referida a donaciones a la co-
que la información referida a temas econó- munidad. Generalmente resultan muy pro-
micos está especialmente enfocada a sa- fusas las descripciones de los proyectos
tisfacer las necesidades de información de en términos cualitativos, sin embargo, ape-
los accionistas y a cumplir con las obliga- nas se aporta información cuantitativa, tan-

Cuadro n.o 4
Indicadores económicos

Cod. Económicos N.o empresas %

I.C. 1 Empresas con presencia en paraísos fiscales 16 46


I.C. 2 Desglose de impuestos por país 8 23
I.C. 3 Desglose de subvenciones por país 4 11
Fuente: Elaboración propia.
Orencio Vázquez Oteo, Carlos Cordero Sanz

to en lo relativo a los costes económicos, das hace mención expresa a su política so-
como al número de beneficiarios y resulta- bre el uso de paraísos fiscales para opera-
dos alcanzados. ciones financieras.

La información sobre el pago de im- Como puede observarse en la tabla n.o 4,


puestos y recepción de subvenciones re- de casi la mitad de las empresas analiza-
sulta muy relevante para conocer las condi- das poseen empresas participadas en paí-
ciones en las que la empresa multinacional ses considerados como paraísos fiscales.
opera en un país concreto. Para ello se de- En concreto son estas empresas: Acciona,
bería presentar la información de impues- Acerinox, ACS, Altadis, Arcelor, BBVA, Ban-
tos con un desglose del tipo de impues- co Popular, Banco Sabadell, Banco Santan-
to en cada uno de los países (esto cobra der CH., Ferrovial, Gas Natural, Inditex, Pri-
especial relevancia en aquellos casos en sa, Repsol, Telefónica Móviles, Telefónica.
que las empresas están pagando impues- En el caso de ENDESA se desconoce si si-
tos especiales por la explotación de recur- guen manteniendo la propiedad de empre-
sos naturales). También se debería informar sas participadas en paraísos fiscales, al no
sobre el concepto y las cantidades que su- haber aportado la información completa, en
ponen las subvenciones recibidas en cada el Informe Anual del 2005, de las empresas
uno de los países donde opera. que consolidan en el grupo.
Esta información es muy relevante para La responsabilidad de las entidades
que los ciudadanos de los países donde bancarias en este aspecto es doble, una
operan las multinacionales puedan conocer en cuanto a sus propias actividades y la
las condiciones en las que sus gobiernos otra en la facilitación de estas operaciones
llegan a acuerdos con las empresas, y su- en paraísos fiscales a sus clientes. En este
pone un aporte muy importante de la em- sentido es importante resaltar que de los
presa en aras de su compromiso contra la 5 bancos incluidos en el alcance del estu-
corrupción. La transparencia de los acuer- dio, 4 presentan sociedades participadas
dos entre empresas y gobiernos (a través en paraísos fiscales.
de subvenciones o impuestos) redunda en
Por otra parte, no se ha podido recoger
beneficio del establecimiento de condicio-
la información de todas las empresas anali-
nes justas, puesto que permite conocer,
zadas ya que alguna no ha publicado el lis-
y de alguna forma expresarse, a todas las
tado completo de empresas participadas.
partes interesadas sobre las mismas. Ade-
más puede permitir la comparabilidad entre
acuerdos, o el uso de referencias de expe- Información sobre indicadores
riencias exitosas similares. medioambientales

Dado que a día de hoy el uso de paraí- La publicación de datos sobre el desem-
sos fiscales no es ilegal, la única manera peño medioambiental de las empresas, re-
de evitar que este tipo de comportamien- sulta muy desigual en los distintos sectores
tos se produzca es la decisión de la em- de actividad. En aquellos sectores cuya ac-
presa, motivada por su compromiso con tividad está más condicionada por norma-
la gestión de su responsabilidad social. Sin tiva medioambiental, como es el energéti-
embargo, ninguna empresa de las analiza- co, las empresas aportan más información
Análisis empírico de la información emitida por las empresas del IBEX 35 en materia de responsabilidad…

Cuadro n.o 5
Indicadores medioambientales

Cod. Medio ambiente N.o empresas %

I.C. 4 Principio de precaución medioambiental 5 14


I.C. 5 Principio de prevención medioambiental 13 37
I.C. 6 Multas y sanciones relativas a incumplimientos 163
asociados a medio ambiente 13 37
I.C. 7 Impactos ambientales significativos de los principales
productos y servicios 12 34
I.C. 8 Actuación de los proveedores en relación a los
aspectos medioambientales 16 46
I.C. 9 Asunción de responsabilidad por los efectos sobre
el medio ambiente y la salud humana de todas sus
actividades 5 14
Fuente: Elaboración propia.

de estos aspectos, independientemente de efectos sobre el medio ambiente y la salud


las diferencias en cantidad y calidad de la humana de todas sus actividades.
misma entre las empresas del mismo sec-
El principio de precaución (recogido en
tor. En el cuadro n.o 5 se exponen los indi-
la Declaración de Río fruto de la Conferen-
cadores económicos más relevantes:
cia sobre Medio Ambiente y Desarrollo de
De los resultados del estudio se deduce 1992) supone adoptar estrategias con en-
que aquella información referida a los im- foque preventivo aplicadas a la gestión del
pactos negativos de los productos y ser- riesgo para situaciones donde hay incerti-
vicios que ofrecen las compañías, cuando dumbre científica de los efectos que, sobre
se citan, son muy incompletos y, en gene- la salud o el medio ambiente, puede pro-
ral, se opta por una minimización e infra- ducir una actividad determinada. Frente a
valoración de los mismos. Por otra parte ello, la escasez de compromisos al respec-
no se aporta información sobre indicado- to parece poner en evidencia una actitud
res de impactos por país, por línea de ne- exclusivamente reactiva frente a un riesgo
gocio. De esta forma, la sola descripción y posible, salvo en el caso de empresas ali-
enumeración de medidas correctoras, o en neadas con el principio de prevención (pre-
el mejor caso, preventivas, no es suficiente venir o paliar los efectos deletéreos detec-
para evaluar el desempeño medioambien- tados en evaluaciones).
tal de las compañías, al no estar relaciona-
El compromiso con el principio de pre-
das con los impactos que producen.
caución se considera un criterio en la toma
Por otro lado, sólo 5 empresas estable- de decisiones de negocio y operaciones se
cen un compromiso corporativo expreso basa en un análisis de riesgos en el que los
de asunción de la responsabilidad por los resultados de alto riesgo por impactos re-
Orencio Vázquez Oteo, Carlos Cordero Sanz

levantes prevalecen sobre otros criterios de tipo de información sobre la actuación de


beneficio económico, buscando la garantía sus proveedores en materias medioambien-
de conservación medioambiental o social. tales (16 empresas). Sin embargo, y más
allá de las exigencias legales a las que es-
Por otra parte, la información que pro-
tén sometidas las actividades, en la mayoría
veen las empresas sobre multas y sancio-
de los casos en los que se aporta informa-
nes asociadas al medioambiente, es poco
ción, ésta es solamente cualitativa incluyen-
exhaustiva y generalmente se aportan im-
do menciones a la utilización de criterios de
portes agregados de todas las multas y
gestión medioambiental en la selección de
sanciones pagadas, pero no se detalla
proveedores, o realización de auditorías de
cuántas sanciones, dónde se produjeron
evaluación, pero sin aportar cifras de resul-
(país, actividad y proyecto), qué impactos
tados ni evoluciones temporales.
tuvieron y qué hace la empresa para paliar
sus efectos y evitar que se produzcan de Muchas de las compañías analizadas
nuevo en el futuro. en el alcance del presente estudio realizan
operaciones o producen impactos en áreas
Un problema que afecta directamente de hábitats con valor medioambiental y ri-
a la calidad de la información suministra- cos en biodiversidad. La información que
da, es la dificultad de interpretación de los se aporta al respecto es muy limitada, pues
datos aportados por las empresas sobre en muchos casos sólo constan áreas del
aspectos como emisiones a la atmósfera, entorno español, asociadas a la Red Natura
vertidos, consumo de agua, etc., cuando 2000, pero se obvian, o se argumenta no
no van acompañados de referencias, tan- tener datos sobre el resto de países. Esto
to internas (objetivos y comparativas del es especialmente grave cuando la compa-
desempeño de la propia empresa), como ñía realiza operaciones en áreas remotas
externas (límites normativos, recomenda- ricas en biodiversidad, donde el escrutinio
ciones de organismos, datos sectoriales, y el control del estado y sociedad civil son
etc.). Al tratarse de aspectos muy técni- mínimos y, por tanto, la responsabilidad
cos, la mera aportación de datos sin las de la empresa en la conservación de estos
consiguientes explicaciones o referencias bienes públicos globales (como las Reser-
hace que al lector no experto en la mate- vas de la Bioesfera) es mayor.
ria, no le sea posible evaluar el desempe-
ño de la compañía. Por otro lado, resultan
Información sobre indicadores laborales
importantes, tanto los datos relativos (p.e.
g CO2/Kwh) que informan sobre la eficien- En general las empresas del IBEX 35
cia de los procesos, como las cifras abso- aportan información acerca de los dere-
lutas (millones de toneladas de CO2) que chos laborales de sus empleados contra-
aportan una imagen del impacto real de tados por la casa matriz o radicados en
las actividades de la compañía. España. En el cuadro n.o 6 se exponen los
indicadores económicos más relevantes.
La responsabilidad medioambiental de las
empresas se extiende también por medio Se puede decir que, en general, las em-
de las actividades de sus subcontratistas presas del IBEX 35 aportan información
y proveedores. En este sentido, cada vez acerca de los derechos laborales de sus
son más las empresas que aportan algún empleados contratados por la casa matriz
Análisis empírico de la información emitida por las empresas del IBEX 35 en materia de responsabilidad…

Cuadro n.o 6
Indicadores laborales

Cod. Derechos laborales N.o empresas %

I.C. 10 % de empleados afiliados a sindicatos y cubiertos por


convenio colectivo. Información por regiones/ países 5 14
I.C. 11 Prevención del mobbing o acoso laboral 13 37 165
I.C. 12 Compromiso con el carácter justo y razonable de la
remuneración a los empleados 9 26
I.C. 13 Gastos salariales por países 9 26
I.C. 14 Información sobre cómo se respeta la libertad de
asociación de los trabajadores 18 51
I.C. 15 Reconocimiento expreso del derecho a la negociación
colectiva de los trabajadores 22 63
I.C. 16 Compromiso con los derechos de los trabajadores en
países que no garanticen los derechos a la libertad de
asociación sindical y la negociación colectiva 1 3
Fuente: Elaboración propia.

o radicados en España. Sin embargo, se general se informa del número de traba-


encuentran carencias importantes en la in- jadores en plantilla, los datos del tipo de
formación que se presenta sobre la situa- contratación se presentan muy rara vez,
ción de los trabajadores de terceros países sin encontrar en ninguna ocasión informa-
en los que operan, con ausencias destaca- ción relativa a trabajadores contratados por
das cuando dichos países están fuera de la medio de Empresas de Trabajo Temporal.
Unión Europea. Este aspecto coincide con
En contraposición, cada vez más em-
los países donde existe un riesgo mayor de
presas informan en sus memorias de pres-
vulneración de los derechos laborales.
taciones sociales a los empleados (ayudas
Como ejemplo de esta situación está asociadas a la sanidad, invalidez, mater-
la información sobre gastos salariales que nidad, educación, etc.) más allá de lo que
presenta un desglose de conceptos limita- exige la Ley. No obstante, esta información
do, la mayor parte de las veces, a sueldos raramente se da de los empleados que no
y, en su caso, pensiones, sin encontrarse están en España.
datos referidos a indemnizaciones por des-
Sólo la mitad de las empresas analiza-
pido. Pero, incluso con esta limitación, sólo
das informan de su compromiso con la li-
el 26 % de las empresas informan de estos
bertad de asociación y algo más (63%)
datos para países distintos de España.
respecto al derecho a la negociación colec-
Lo mismo sucede con la descripción del tiva. Sin embargo, cuando se indaga acer-
colectivo de trabajadores. Mientras que en ca de información concreta concerniente
Orencio Vázquez Oteo, Carlos Cordero Sanz

al desarrollo de esos derechos en terceros En algunos casos, el negocio de las em-


países, se evidencia que el 86% de las em- presas analizadas está relacionado con pro-
presas no informan del porcentaje de em- ductos o servicios que forman parte de las
pleados representados por organizaciones necesidades básicas de los ciudadanos,
sindicales independientes y del porcenta- consideradas como tales y por lo tanto pro-
je de empleados que están cubiertos por tegidas por convenios internacionales.
convenios colectivos, para todos los países
Como dato positivo se observa que
en los que operan. Cuando se informa, se
cada vez son más las compañías que asu-
proporcionan datos sobre España, y algún
men que la RSC es un concepto mucho
dato puntual de algún país de su área de
más amplio que el de Acción Social, y que
operaciones a modo de ejemplo.
la primera integra a ésta última. Sin embar-
En los últimos tiempos ha tenido un no- go, continúa produciéndose la confusión,
table impacto en los medios de comunica- en algunas de las memorias analizadas,
ción y, por ende, en la sociedad, la infor- entre ambos términos.
mación sobre casos llamativos de acoso
Es el caso, por ejemplo, de Sacyr Valle-
laboral o mobbing. Según datos de la Uni-
hermoso que mezcla en su Informe Anual
versidad de Alcalá de Henares en su es-
ambos conceptos. La sección de RSC (de
tudio sobre Violencia en el entorno labo-
la página 114 a 119) comienza estable-
ral (Piñuel y Zabala, 2004), el 15% de la
ciendo sus compromisos en RSC y una
población activa en España padece mob-
alusión a los valores que se quieren pro-
bing, o lo que es lo mismo, cerca de 2 mi-
mover. Esta información ocupa una página
llones de trabajadores. Habría que añadir
y media. Las restantes cuatro páginas de
que el Ministerio de Trabajo y Asuntos So-
la sección están dedicadas a describir las
ciales en su Encuesta de calidad de Vida
actividades de Acción Social (sociales, cul-
en el Trabajo afirma que entre el 50 y 60%
turales, deportivas) que realizan mediante
del absentismo laboral está relacionado
la donación de recursos a diferentes orga-
con el estrés. Estos datos parecen ser ig-
nizaciones sociales.
norados por más del 60% de las empre-
sas que no informan de compromisos en Además, se constata que, en gran parte
la línea de no tolerar el abuso físico o ver- de las empresas analizadas, los contenidos
bal en el lugar de trabajo. relativos a «relaciones con la comunidad»
muestran que no se pasa por un proce-
so integrador de diálogo continuo con ella,
Información sobre indicadores sociales
sino más bien, y en el mejor de los casos,
Las empresas analizadas presentan in- de menciones aisladas a proyectos finan-
formación escasa sobre el impacto de sus ciados o ejecutados por la compañía.
actividades en las comunidades en las que
operan y cómo, por tanto, afectan a las
Información sobre indicadores relacionados
partes interesadas. Cuando se proporcio-
con participación política y corrupción
na información sobre impactos suele estar
restringida a impactos medioambientales y Del análisis realizado se extrae que
no a los sociales, que quedan notablemen- 14 empresas incluyen algún tipo de infor-
te infravalorados. mación relacionada con la prevención del
Análisis empírico de la información emitida por las empresas del IBEX 35 en materia de responsabilidad…

Cuadro n.o 7
Indicadores relacionados con la corrupción

Cod. Corrupción N.o empresas %

I.C. 17 Códigos de conducta que incluyen aspectos de


corrupción y soborno 14 40
I.C. 18 Controles contables internos para prevenir y detectar 167
los actos de corrupción 8 23
I.C. 19 Información sobre cómo se lucha contra el blanqueo
de dinero en su esfera de actividad 5 14
I.C. 20 Políticas sobre contribuciones e instrumentos de
presión política 0 0
I.C. 21 Información sobre cómo se lucha contra el tráfico de
influencias 5 14
I.C. 22 Prevención de corrupción de funcionarios nacionales
e internacionales 7 20
I.C. 23 Prevención de corrupción y soborno entre empresas 7 20
I.C. 24 Prevención de malversación de fondos privados 6 17
Fuente: Elaboración propia.

soborno y la corrupción. Sin embargo, no tán sometidos a una legislación específica


en todos los casos se aporta información al respecto que les obliga a establecer con-
sobre si existen mecanismos de verifica- troles. En el resto de empresas, no se hace
ción del cumplimiento del código y el gra- ningún tipo de mención, ni siquiera un com-
do de implantación del mismo. promiso al respecto. Esto resulta especial-
mente grave en sectores tan sensibles a
Algunos mecanismos sobre los que se
este problema, como el de la construcción.
aporta información son el establecimiento
de un canal de denuncias para empleados, Ninguna de las empresas analizadas in-
aunque en pocas ocasiones se aportan da- forma haber hecho contribuciones a par-
tos cuantitativos y cualitativos sobre las de- tidos políticos u otros instrumentos de
nuncias, investigaciones y consecuencias. presión política. Pocas mencionan su com-
promiso más o menos explícito con no rea-
A partir de la información recogida en el
lizar este tipo de contribuciones, pero sin
cuadro n.o 7, indicador I.C. 19, se puede
aportar evidencias de la existencia de me-
observar que sólo 5 empresas informan so-
canismos que aseguren su cumplimiento.
bre medidas destinadas a impedir el blan-
queo de dinero en su esfera de influencia. Sólo 7 empresas aportan información so-
Las únicas empresas que informan coin- bre medidas destinadas a la prevención, en
ciden con los 5 bancos incluidos en el al- su esfera de actividad, de actos y decisio-
cance del estudio, que por otra parte es- nes que faciliten la corrupción de funciona-
Orencio Vázquez Oteo, Carlos Cordero Sanz

rios públicos nacionales e internacionales. memorias se limitan a informar de compro-


También son 7 las empresas que incluyen misos públicos en relación con un derecho
el concepto de corrupción entre empresas, determinado, normalmente fruto de la vin-
que son situaciones que, si bien en primera culación de la empresa con el Pacto Mun-
instancia perjudican directamente a la em- dial de Naciones Unidas, sin pormenores
presa pagadora, finalmente provocan unos sobre la existencia o no de algún sistema
mayores costes en la cadena de valor e in- de seguimiento de tales compromisos y re-
eficiencias de mercado y competitividad sultados verificables de los mismos.
que afectan a la sociedad en general.
Numerosas empresas del IBEX efectúan
operaciones, o directamente están instala-
Información sobre indicadores das, en países con entornos sociopolíticos
de Derechos Humanos inestables o en conflicto donde el respe-
to de los derechos humanos dista mucho
La información relacionada con los de-
de estar garantizado. Pese al riesgo exis-
rechos humanos (compromisos, acuerdos,
tente, son muy pocas las empresas que
políticas activas en la materia, procedi-
aportan información sobre procedimientos
mientos internos y otros) resulta anecdó-
implantados para garantizar el respeto de
tica en las memorias de sostenibilidad o
los derechos humanos por parte de dichos
RSC de las empresas del IBEX 35.
servicios de seguridad. El caso de Repsol
La información concerniente a los dere- YPF es paradigmático, pues, año a año, ha
chos humanos es, sin duda, la menos de- ido eliminando referencias que aparecían
sarrollada de toda aquella proporcionada en sus memorias sobre compromisos con
por las empresas. En los mejores casos las iniciativas internacionales. Así en la me-

Cuadro n.o 8
Indicadores sobre Derechos Humanos

Cod. Derechos humanos N.o empresas %

I.C. 25 Compromiso con la no utilización de trabajo forzoso u


obligatorio 16 46
I.C. 26 Compromiso con la no utilización del trabajo infantil 18 51
I.C. 27 Información sobre normas de seguridad e higiene
relacionadas con sus actividades locales 16 46
I.C. 28 Reconocimiento y respeto del principio de
consentimiento de los pueblos y las comunidades
indígenas a ser afectados por proyectos de desarrollo 0 0
I.C. 29 Políticas y procedimientos de no discriminación 9 26
I.C. 30 Control de proveedores en aspectos de derechos
humanos 6 17
Fuente: Elaboración propia.
Análisis empírico de la información emitida por las empresas del IBEX 35 en materia de responsabilidad…

moria del 2004 se eliminó toda referencia ble para medir el desempeño de la empre-
al UN Code of Conduct for Law Enforce- sa y su compromiso con la sociedad. So-
ment Officials (código de la ONU que se re- bre este aspecto, el número de empresas
fiere fundamentalmente a las prácticas de que afirma tener procedimientos concretos
los servicios de seguridad, propios o sub- para velar por el respeto y promoción de
contratados), mientras que en la memoria los derechos humanos en sus cadenas de
del ejercicio 2005 ha desaparecido la refe- suministro es de un 17% en 2005.
rencia a los US/UK Voluntary Principles on
Otro ejemplo de área con carencias es
Security and Human Rights (Principios vo- 169
la relacionada con los compromisos pú-
luntarios sobre seguridad y derechos hu-
blicos de no discriminación que afectan
manos promovidos por los gobiernos de
tanto a los trabajadores como a cualquier
los Estados Unidos y Reino Unido) que sí
otra parte que se relacione con la empresa
figuraban en el informe del año anterior.
(proveedores, clientes, etc). Pese a incluir
En un buen número de estos países las en bastantes casos compromisos públicos
operaciones de las empresas tienen lugar al respecto, en general, se observa cómo
en áreas donde viven comunidades indí- casi el 75% de estas empresas no infor-
genas, cuyos derechos están reconocidos man sobre si cuentan con políticas concre-
y protegidos por los convenios internacio- tas y con procedimientos en marcha para
nales, como los convenios 107 y 169 de garantizar la no discriminación. Esta infor-
la Organización Internacional del Trabajo mación se considera imprescindible para
(OIT). Sin embargo, ninguna empresa del calibrar el cumplimento efectivo por parte
IBEX 35 manifiesta reconocer y respetar el de las empresas de la normativa interna-
principio de consentimiento de los pueblos cional como por ejemplo la Convención In-
y las comunidades indígenas a ser afecta- ternacional sobre la eliminación de todas
dos por proyectos de desarrollo, incluidos las formas de Discriminación Racial.
aquellos que ellas están ejecutando.
Mención especial merece la discrimi-
El riesgo presente en las áreas o paí- nación a la mujer en las políticas labora-
ses donde operan se encuentra también, les (selección, contratación, remuneración,
de forma paralela, en muchos de los pro- etc). Los estadísticas propias del Instituto
ductos que estas empresas venden o pro- de la Mujer indican que en general, en las
ducen. Riesgo que no se encuentra exclu- empresas españolas, existen grandes dife-
sivamente en la actividad de la empresa rencias en los salarios entre ambos sexos
analizada sino en todas las empresas que y hay una escasa presencia de mujeres en
intervienen en las diferentes fases de su ca- los órganos de poder y decisión. Sólo una
dena de suministro. Así, cada una de estas de las empresas analizadas, Red Eléctrica
empresas puede producir impactos consi- de España, informa haber tomado medidas
derables en los derechos humanos, en los de acción positiva para la mujer.
derechos laborales o en el medioambiente.
En tales circunstancias, la información so-
Información sobre indicadores de
bre las prácticas, no ya sólo de la empre-
protección al consumidor
sa, sino del conjunto de los agentes que
intervienen en su cadena de suministro, se La protección de los derechos de los
convierte en un instrumento imprescindi- consumidores tiene un muy desigual trata-
Orencio Vázquez Oteo, Carlos Cordero Sanz

Cuadro n.o 9
Indicadores sobre consumo

Cod. Consumo N.o empresas %

I.C. 32 Observancia de la normativa nacional e internacional


sobre protección de los derechos de los consumidores,
en todos los países en que realizan operaciones. 4 11
I.C. 33 Renuncia a la comercialización basada en
afirmaciones falsas o capciosas. 12 34
I.C. 34 Renuncia a la utilización de prácticas contractuales
abusivas. 1 3
I.C. 35 Información sobre las resoluciones de quejas/
reclamaciones/ compensaciones, de los consumidores. 10 29
I.C. 36 Información sobre incumplimientos de las normativas
sobre salud y seguridad del cliente (sanciones y
multas impuestas) 5 14

Fuente: Elaboración propia.

miento por parte de las legislaciones de los En muchas ocasiones existen contex-
distintos países donde operan las empre- tos donde se establece una relación en-
sas multinacionales incluidas en el alcan- tre la empresa y el consumidor en la que
ce de este estudio. Según la información la primera tiene una situación de fuerza so-
analizada, sólo 4 empresas hacen mención bre el segundo. Esto es así especialmente
a un compromiso de respeto de la legisla- cuando las posibilidades de elección para
ción internacional en esta materia (ver cua- el consumidor son muy reducidas, por exis-
dro n.o 9, I.C.32). tir pocos oferentes, incluso sólo uno como
puede ser el caso en servicios públicos su-
Las estrategias de comercialización de ministrados por empresas. También se da
una empresa que se compromete con el este desequilibrio de fuerzas cuando la si-
respeto de los derechos del consumidor, tuación personal del consumidor le pone
deberían estar basadas en la honestidad en una situación de debilidad por no cum-
de los mensajes que lanza, en el sentido plir los requisitos establecidos en el merca-
más amplio del término. Es decir, que te- do, como puede ser la dificultad de acceso
niendo en cuenta el contexto y el público al al crédito de ciertos colectivos inmigrantes.
que va dirigido, el mensaje sea coincidente En este sentido, es muy llamativo que sólo
con la realidad que se ofrece, renunciando una empresa (BBVA) haga una mención ex-
a afirmaciones falsas o capciosas. Según presa a su compromiso corporativo con la
el indicador I.C. 33, son 12 las empresas renuncia a la utilización de prácticas con-
analizadas que incluyen este compromiso tractuales abusivas, tal y como señala el in-
en la información suministrada. dicador cuantitativo I.C. 34.
Análisis empírico de la información emitida por las empresas del IBEX 35 en materia de responsabilidad…

Un ejemplo de falta de compromiso de sus clientes. Las legislaciones de los dife-


empresas proveedoras de servicios a clien- rentes países están avanzando en la inclu-
te final, es la utilización de ciertas prácticas sión de normativas en este sentido, con,
comerciales abusivas que las asociacio- por supuesto, desiguales niveles de garan-
nes de consumidores vienen denuncian- tía en la protección del derecho. El mode-
do en los últimos años. No se observa in- lo GRI requiere información sobre número
formación sobre la renuncia al empleo de y tipo de multas y sanciones impuestas a
malas prácticas comerciales y de retención la empresa por incumplimientos de las nor-
como, por ejemplo: requerir procedimien- mativas sobre salud y seguridad del cliente. 171
tos más lentos, más caros y menos accesi- De la información analizada se desprende
bles en las bajas de servicios decididas por que sólo 5 empresas aportan información
el cliente, que en la comercialización del sobre este tema (I.C. 36).
mismo producto o servicio; no requerir per-
miso explicito a los clientes para el uso co-
mercial o venta de sus datos personales, y 4.2. Conclusiones del eje de sistemas
por el contrario, cuando el cliente no quiere de gestión
dar el permiso, exigir una comunicación de
prohibición expresa por fax, lo que puede La inclusión de contenidos en los infor-
convertirse en una barrera que haga desis- mes y memorias, de información sustantiva
tir al cliente en determinadas ocasiones. o de desempeño de RSC relevante, puede
estar sustentada sobre sistemas de gestión
Según la información analizada, 10 em-
eficaces implantados en la organización.
presas han establecido algún canal para
Entre los sistemas de gestión sobre los que
la resolución de quejas, reclamaciones y
se analiza la información presentada se
compensaciones. Sin embargo, la calidad
contemplan los relacionados con la gestión
de la información aportada es baja, ya que
de aspectos de la RSC. Estos sistemas in-
en muchos casos se encuentran sólo da-
cluyen elementos como compromisos cor-
tos agregados sobre el número de que-
porativos, políticas, procesos y procedi-
jas y contestaciones, sin que se expliquen
mientos, sistemas de medición, evaluación
los motivos más habituales de las mismas,
y mejora, auditoría y verificación, y rendición
las soluciones aportadas por la empresa
de cuentas, capaces de integrar criterios de
y las medidas adoptadas para evitar que
RSC en la gestión. Estos sistemas de ges-
se vuelvan a producir en el futuro. Tampo-
tión deben estar fundamentados en una re-
co se establecen objetivos en este sentido
lación incluyente de las partes interesadas a
para los siguientes periodos, que permitan
lo largo de los procesos.
evaluar lo acertado de las políticas implan-
tadas. Por otra parte no se aporta informa- En el análisis realizado la valoración glo-
ción sobre multas o sanciones impuestas a bal sobre este eje se sitúa en el estadio de
la empresa relacionadas con los derechos información escasa, obteniendo una pun-
del consumidor. tuación de 1,10 puntos.
Una de las mayores responsabilidades La evaluación realizada pone de mani-
de las empresas derivadas de su actua- fiesto la existencia de importantes debilida-
ción en el mercado son los impactos que des y carencias en el proceso de implanta-
pueden tener sobre la salud y seguridad de ción de los sistemas de gestión de RSC.
Orencio Vázquez Oteo, Carlos Cordero Sanz

Se considera que la piedra angular de formación focalizada en ciertas líneas de


un sistema de gestión de RSC es una ges- negocio, no aportando información rele-
tión inclusiva y sistematizada de la relación vante de otras que, tanto por su impacto
con partes interesadas, y no se están re- como por su presencia en el porcentaje de
gistrando avances significativos en la infor- negocio, se pueden considerar como muy
mación que se aporta en este campo por significativas, vulnerando los principios de
parte de la empresa. Se ha observado que Totalidad y Exhaustividad. Desde el punto
la inmensa mayoría de la información so- de vista del alcance geográfico, sigue exis-
bre las partes interesadas es anecdótica tiendo un anecdótico o escaso nivel de in-
refiriéndose a grupos genéricos. Esta situa- formación facilitado en relación a las ope-
ción tiene un reflejo en el hecho de que los raciones en terceros países. Esta situación
compromisos asumidos y políticas sobre se considera de extrema gravedad, llegan-
las que se informa, no vengan acompaña- do a casos en los que la información sig-
das de información sobre como han sido nificativa aportada sobre países distintos
implantados, como se han desplegado en a España es inexistente. Dado que un gru-
procesos, y qué resultados se han obteni- po importante de empresas del IBEX tienen
do. Esta situación imposibilita demostrar operaciones en países en desarrollo, este
que exista un enfoque de mejora continua. hecho tiene mayor relevancia, ya que exis-
A continuación se analizan de forma de- te un mayor riesgo de vulneración de dere-
tallada las debilidades y carencias de la in- chos humanos, sociales y medioambienta-
formación sobre sistemas de gestión pre- les en dichos países.
sentada por las empresas del IBEX 35. Es importante reseñar que para valorar
muchos de los contenidos de una forma
Definición del alcance integral, con el objeto de entender los im-
pactos globales de la RSC en un alcance
La correcta definición del alcance en las determinado, deben facilitarse las informa-
memorias de RSC continúa siendo una ca- ciones con un determinado nivel de des-
rencia de muchas de las memorias de las glose, cuestión que casi nunca ocurre en
empresas del IBEX 35. Una adecuada de- los alcances por país y área de actividad
finición del alcance de la información pre- de las empresas analizadas. Este tema es
sentada por la empresa, se considera una
de mayor relevancia para aspectos como
condición necesaria para una correcta co-
derechos laborales (sindicación, convenios
municación a las partes interesadas. Se
colectivos, datos sobre plantilla, seguridad
entiende que el alcance global que debe
e higiene), indicadores económicos (sub-
cubrir una empresa en su memoria, tiene
venciones, subsidios e impuestos) u otros
que incluir todas las actividades desarrolla-
como impactos e información relacionada
das por la empresa, así como todo el ám-
con biodiversidad.
bito geográfico en el que actúa (desde un
punto de vista comercial, de producción/
operaciones, o de aprovisionamiento). Participación de los grupos de interés

En el caso de alcance sobre las activi- Se considera que la piedra angular de un


dades, se han detectado numerosas em- sistema de gestión de RSC, es la inclusión
presas del IBEX 35 que presentan la in- y participación de las partes interesadas en
Análisis empírico de la información emitida por las empresas del IBEX 35 en materia de responsabilidad…

el mismo. En relación al estudio realizado «quiere decir». Además se desconoce con


se han encontrado escasas muestras so- frecuencia el destino que se da a la infor-
bre la existencia de una gestión inclusiva y mación recolectada y si alimenta las polí-
sistematizada de la relación con partes in- ticas de la empresa, o si se va a incluir la
teresadas, y de un tratamiento sistemati- opinión de sus partes interesadas en el si-
zado en la identificación de partes intere- guiente informe.
sadas concretas y reales, así como de sus
expectativas. No se encuentra en ningún
Despliegue de los sistemas de gestión
caso información sobre cómo estructura 173
y sistematiza la participación de las partes En el análisis realizado se observa, que
interesadas en el diseño, en la definición las empresas más avanzadas van inclu-
de objetivos, en la puesta en marcha, en yendo progresivamente información sobre
la verificación y en las posibles mejoras del compromisos, materializados en políticas
sistema. En este sentido es muy difícil en- y códigos de conducta relacionados con
contrar información concreta y objetiva so- aspectos de la RSC. Sin embargo, incluso
bre los resultados de la relación con alguna estas empresas más avanzadas, en muy
parte interesada, descripción de las nece- contados casos aportan información que
sidades identificadas, acciones y objetivos demuestre que existen sistemas de gestión
acordados, resultados obtenidos, evalua- y procedimientos que garantizan el cumpli-
ciones donde participaran, negociaciones miento de los compromisos asumidos.
y resolución de conflictos, denuncias o
Ejemplo de ello es la ausencia de infor-
cualquier dato o información que evidencie
mación respecto a estructuras organiza-
cuál ha sido la realidad de la relación con
tivas, procesos de gestión y evaluaciones
sus partes interesadas en el ejercicio en el
de su desempeño en torno a derechos hu-
que se informa.
manos, anticorrupción, utilización de fuer-
Respecto al proceso de retroalimenta- zas de seguridad y vigilancia, relación con
ción, en general, la mayoría de las memo- pueblos indígenas, ciertos derechos labo-
rias dan información de contacto y mani- rales y protección del consumidor. Se ob-
fiestan que la empresa está interesada en serva, en consecuencia, una desconexión
recibir opiniones sobre dichas memorias. entre los compromisos adquiridos y los
Alguna empresa desarrolla talleres con al- medios implantados para su consecución,
gunas partes interesadas para recoger sus con lo que las empresas entran en una si-
comentarios sobre las memorias publica- tuación de riesgo desde el punto de vista
das, como es el caso de Telefónica o de de la capacidad de cumplimiento, lo que
BBVA. En otros casos las memorias vienen podría generar desconfianza en las partes
acompañadas de cuestionarios a través de interesadas.
los cuales las partes interesadas pueden
manifestar sus opiniones. No obstante,
Integración y transversalidad
esos cuestionarios, en su mayoría, se re-
fieren a aspectos muy limitados de la políti- La RSC descansa sobre la base de as-
ca de comunicación de la empresa respon- pectos económicos, sociales y medioam-
diendo a aquello que la empresa «quiere bientales, y para obtener una visión com-
oir» y no a lo que el comunicante potencial pleta del desempeño de una empresa es
Orencio Vázquez Oteo, Carlos Cordero Sanz

necesario acceder a información relaciona- Gestión de la cadena de valor


da con estos tres ámbitos de la RSC. Las
La responsabilidad social y medioam-
empresas del IBEX 35 que presentan infor-
biental de la empresa se extiende a lo lar-
mación sobre los tres ámbitos, muestran
go de su cadena de valor afectando tanto
en general muy escasas conexiones entre
a proveedores y subcontratistas (cadena
las tres vertientes. En consecuencia no se
de suministro), como a los clientes en re-
ponen de manifiesto áreas de fricción o de
lación a la responsabilidad sobre produc-
complementariedad entre aspectos eco-
to y servicio. La implantación generalizada
nómicos, sociales y medioambientales. La
de los aspectos de RSC, medioambienta-
identificación de este tipo de información
les, sociales y de derechos humanos en el
transversal es de mucha utilidad tanto para
proceso de gestión de subcontrataciones
la propia empresa como para las partes in-
y compras, se considera altamente positi-
teresadas, con el objeto de entender las
va ya que transmite la protección y promo-
implicaciones y relaciones que tienen unos
ción de los aspectos más relevantes de la
ámbitos con otros.
responsabilidad social por medio la cade-
na de valor.
En consecuencia, entre las empresas
analizadas no es frecuente que se aporten Por cuestiones obvias relacionadas con
datos o informaciones sobre cómo se ges- la búsqueda de reducción de costes por
tionan los distintos aspectos de la RSC de parte de las empresas, los proveedores de
forma integrada en los procesos de gestión las empresas analizadas están ubicados,
y decisión que desarrollan las empresas, sus en muchas ocasiones, en países conside-
líneas de actividad o en las operaciones, ad- rados de riesgo, por ser países empobreci-
ministración y actividades comerciales. Esta dos donde los mecanismos del estado no
cuestión es muy relevante pues, para enten- siempre garantizan el respeto de los dere-
der la realidad de la gestión de la RSC de chos humanos y derechos laborales. Esta
una empresa, es necesario entender las re- cuestión debería tenerse en cuenta a la
laciones, las tensiones y los trade-offs entre hora de gestionar los aspectos de la RSC
los distintos aspectos que se gestionan. En en su relación con su cadena de suminis-
este sentido no se aporta información rele- tro. No obstante en la mayoría de los ca-
vante sobre cuáles son y cómo los gestio- sos apenas se aporta alguna información
nan. Algunos ejemplos de trade-offs, en los genérica sobre la relación con los provee-
que se puede hacer evidente la relación ten- dores, siendo casi siempre relacionada con
sa entre dos intereses y objetivos de la em- sistemas de gestión de calidad y medio-
presa, pueden ser: el de aumentar la pro- ambiente (16 de las empresas analizadas
ducción y disminuir la emisión de CO2; el de aportan algún tipo de información sobre la
aumentar las ventas y el de no vender pro- actuación de sus proveedores en materia
ductos que puedan ser utilizados para vul- medioambiental). En referencia a los dere-
nerar los derechos humanos; o el de prote- chos humanos, solamente un 17% de las
ger y promover los derechos laborales, de la empresas comunican haber establecido
mujer y de la infancia y un objetivo de exter- procedimientos internos relacionados con
nalización de la producción a proveedores el control de proveedores en materia de
en países donde dichos derechos no están derechos humanos. Pero en pocos casos
garantizados, entre otros. se aporta información relevante sobre la
Análisis empírico de la información emitida por las empresas del IBEX 35 en materia de responsabilidad…

descripción del contenido de tales procedi- parabilidad con empresas, sean del mismo
mientos, ni sobre el alcance de su implan- sector o diferentes.
tación, ni sobre los resultados obtenidos
en el ejercicio.
Mejora continua
Del análisis realizado, no se puede dedu-
Resultados e impactos de las operaciones
cir que las empresas incluidas en el alcan-
A lo largo del análisis realizado se ha ce del estudio estén presentando informa-
puesto de manifiesto que el enfoque de ción en sus memorias que muestren que 175
Rendición de Cuentas basado en los prin- trabajan en el marco de un proceso de me-
cipios de Transparencia, Receptividad ha- jora continua. Existen muy contados ejem-
cia las demandas de las partes interesadas plos de empresas que comuniquen objeti-
y Conformidad, no está siendo asumido vos de RSC medibles y cuantificables para
por las empresas en toda su extensión. Su un ejercicio o periodo concreto, y muchas
asunción completa implicaría que las em- menos que los comparen con los resulta-
presas explicaran o justificaran todos sus dos obtenidos para ese periodo, por lo que
actos, omisiones, riesgos y dependencias, resulta imposible el planteamiento de mejo-
de los que se hace responsable ante par- ra continua. En este sentido no se da infor-
tes con intereses legítimos, en relación a mación que permita valorar la lógica de los
aspectos de RSC. En el análisis realizado sistemas, al no aportarse información so-
la información sobre impactos generados bre la planificación de acciones de mejora,
es escasa, y cuando se aportan algunos ni si se ha cumplido con los objetivos mar-
resultados e impactos de la actividad de la cados. Esta situación se ve agravada por
empresa, la presentación de éstos mues- los temas anteriormente citados de infrava-
tra un desequilibrio a favor de los impac- loración de impactos negativos y de esca-
tos positivos con una infravaloración de los sa cuantificación del desempeño.
impactos negativos, con lo que se vulnera
el principio de Neutralidad en la comunica-
Verificación de la información
ción. Las empresas que presentan impac-
tos negativos de sus operaciones, centran La verificación de la información sobre
la información exclusivamente en impactos la RSC no alcanza todavía más que a un
medioambientales, normalmente asociados 46%, quedando limitado el alcance de la
a cifras de emisiones y vertidos. verificación a los contenidos de las me-
morias en relación con los requisitos de
estructura establecidos en la Guía 2002
Comparabilidad
de GRI. Desde el punto de vista de cohe-
Del análisis realizado y respecto a los re- rencia de resultados, se detecta una duda
sultados obtenidos en la gestión de aspec- razonable sobre la adecuación y eficacia
tos de la RSC, en general se observa un de los sistemas de verificación empleados
déficit de indicadores cuantitativos en la in- en la actualidad, ya que se puede eviden-
formación presentada por las empresas, lo ciar que el resultado reflejado en el infor-
que dificulta el proceso de fijación de obje- me de validación o verificación elaborado
tivos y de medición de resultados. Este as- por la entidad auditora, en muchos casos,
pecto dificulta en muchos casos la com- no se ajusta a las conclusiones del aná-
Orencio Vázquez Oteo, Carlos Cordero Sanz

Cuadro n.o 10
Indicador sobre verificación

Cod. Sistemas de gestión N.o empresas %

I.C. 37 Verificación externa de la información RSC 16 46


Fuente: Elaboración propia.

lisis individual de cada empresa de este nada con una evaluación o análisis del mis-
estudio, desconociéndose si se han teni- mo, ni sobre las acciones correctoras o de
do en cuenta informaciones por parte del mejora realizadas por parte de la empresa.
equipo de auditoria o verificación, distin-
tas a las observadas en los documentos
analizados en este estudio. Según se pue- 4.3. Conclusiones del eje de gobierno
de observar en el cuadro n.o 10, 16 em- corporativo
presas de las 35 del IBEX presentan algún
tipo de verificación de la información pre- Los resultados del estudio muestran que
sentada en RSC. la calidad de la información relacionada
con Gobierno Corporativo que facilitan las
empresas del IBEX 35 en 2005 es superior
Comunicación y neutralidad
a la información recogida por los otros dos
Como se apuntaba en apartados ante- Ejes de Análisis (Contenidos RSC y Siste-
riores, la información analizada no se pue- mas de Gestión). La nota media alcanza-
de decir que en general respete el principio da por las empresas del IBEX en Gobierno
de neutralidad en gran parte de la misma, Corporativo en 2005 es de 1,63. Se consi-
al prevalecer el enfoque narrativo, con un dera que la principal razón de estos mejo-
tono positivo, sobre los resultados e im- res resultados son las obligaciones legales
pactos que genéricamente se esperan y derivadas de la Ley de Transparencia de
sobre una aproximación más objetiva de las Sociedades Anónimas Cotizadas, que
rendición de cuentas. afectan a las empresas incluidas en el al-
cance de este estudio. Así mismo, la pre-
Es destacable observar que en ningu-
ferencia concedida a los inversores como
no de los casos en los que en el presente
destinatarios de la información corporativa
estudio se ha incluido información de fuen-
podría considerarse como otra razón que
tes externas a las empresas, proveniente
explique por qué los resultados son sensi-
de alguna de sus partes interesadas, rela-
blemente superiores.
cionada con una denuncia, un conflicto o
problema relacionado con un aspecto de la A continuación se exponen las princi-
RSC, se ha encontrado información sobre pales conclusiones relacionadas con Go-
el hecho del conflicto o denuncia. Tampo- bierno Corporativo en las empresas del
co se ha encontrado información relacio- IBEX 35.
Análisis empírico de la información emitida por las empresas del IBEX 35 en materia de responsabilidad…

Cuadro n.o 11
Indicadores de gobierno corporativo

Cod. Gobierno corporativo N.o empresas %

I.C. 39 Remuneración individual de los miembros del


consejo 7 20
I.C. 40 Relación entre la remuneración directiva y la 177
consecución de objetivos no financieros 7 20
I.C. 41 Mayoría de independientes y externos dominicales
en el Consejo de Administración. 35 100
I.C. 42 Existencia de un canal de denuncias (confidencial)
para empleados 11 31
I.C. 43 Los Presidentes de las Comisiones de Auditoría
y nombramientos y retribuciones son Consejeros
independientes 21 60
Fuente: Elaboración propia.

Sociedad, Grupo y administradores web no se recoge el modelo de informe ofi-


cial de la CNMV para sociedades cotizadas,
Existencia de Informe Anual de Gobierno
ni una adaptación del mismo, lo que viene
Corporativo
a contradecir su principio de transparencia
La totalidad de las empresas que cotizan informativa manifestado en los objetivos de
en el IBEX presentan durante 2005 un Infor- Gobierno Corporativo. La información en-
me de Gobierno Corporativo, de acuerdo contrada a través de este canal consiste en
a la exigencia de la Comisión Nacional del un resumen de diferentes aspectos relati-
Mercado de Valores (CNMV). Es destacable vos a Gobierno Corporativo, pero no recoge
el fácil acceso a la información, tanto en pa- toda la información relevante para evaluar su
pel, como en las páginas web de las compa- desempeño en esta materia.
ñías. No obstante, el formato utilizado para
hacerlo público por cada una de ellas varía,
Establecimiento de canal anónimo de
desde el formato oficial con el que comuni-
denuncias
can la información a la CNMV, hasta forma-
tos personalizados, algunos de ellos con Cerca del 30% de las empresas del
escasa información y enfocados más a los IBEX 35 cuentan con un sistema de ta-
inversores de la compañía que a la transpa- les características para empleados, mien-
rencia informativa al conjunto de la sociedad. tras que muy pocas informan que lo hayan
Es el caso de Indra que, al margen del mo- implantado para clientes y proveedores. El
delo oficial de la CNMV, presenta un modelo análisis realizado demuestra que durante
de Informe con notables carencias. También 2005 las empresas españolas están muy le-
es reseñable el caso de Arcelor, en cuya jos del cumplimiento de este requisito, in-
Orencio Vázquez Oteo, Carlos Cordero Sanz

cluso aquellas que operan en el mercado del voto con el fin de que los intermedia-
estadounidense, medida obligatoria desde rios financieros que aparezcan legitimados
agosto de 2005. como accionistas, pero actúen por cuenta
de clientes distintos, puedan emitir sus vo-
tos conforme a las instrucciones de éstos.
Sistema de riesgos: Gestión de riesgos
sociales
Aprobación de la política de retribuciones
En la documentación de Gobierno Cor-
porativo se indican las sistemáticas de ges- Las buenas prácticas de Gobierno Cor-
tión de riesgos utilizadas por las empresas. porativo aconsejan que la política de retri-
Sin embargo, la información suele enfocarse buciones sea informada a la Junta y so-
hacia los riesgos económicos, financieros, metida a votación con carácter consultivo
operativos y regulatorios. En pocos casos y como punto separado del orden del día,
se explicita la cobertura de riesgos medio- con el objetivo de que los accionistas pue-
ambientales (Repsol YPF, Unión FENOSA, dan conocer y opinar sobre lo que cobran
Gas Natural,...) o de calidad y seguridad del los gestores de su capital. No es frecuente
suministro para el cliente (REE). Ninguna que las empresas informen del cumplimien-
empresa incluye entre los riesgos cubiertos to de tal garantía.
por el sistema aspectos relacionados con
los derechos humanos. Consejo y consejeros
Representación de las mujeres
Cláusulas de blindaje en el Consejo
A pesar de que la mayor parte de los in- De la información analizada se evidencia
formes de Gobierno Corporativo presentan la casi nula presencia de mujeres en la alta
información acerca de medidas de blindaje, dirección de las compañías y, especial-
y en numerosos casos se ofrece el número mente, en el Consejo de Administración.
de beneficiarios, no se especifican las can- La proporción de consejeras es muy mi-
tidades concretas a favor de cada benefi- noritaria y no llega al 3% del total de con-
ciario. En la mayor parte de las ocasiones sejeros.
no se ha encontrado información que indi-
que que las cláusulas de garantía o blinda-
Consejeros independientes:
je a favor de los miembros de la Alta Direc-
protección y garantías
ción, incluyendo los Consejeros Ejecutivos,
sean comunicados a la Junta General de La mayor parte de las empresas están
Accionistas. lejos de ostentar mayoría de independien-
tes en el Consejo, aunque casi la totalidad
de las empresas analizadas cumplen con la
Junta General de Accionistas
exigencia de que éstos representen al me-
Fraccionamiento del voto nos un tercio del total de consejeros.
Se echa en falta en los informes ana- Sin embargo no es tan habitual encon-
lizados, el detalle de medidas concretas trar información sobre garantías específicas
tendentes a garantizar el fraccionamiento de que ningún consejero independiente sea
Análisis empírico de la información emitida por las empresas del IBEX 35 en materia de responsabilidad…

cesado antes del cumplimiento del período ferentes comisiones. Sin embargo, se des-
estatutario para el que hubiera sido nom- conoce en la mayor parte de los casos los
brado, salvo cuando concurra justa causa, criterios que van asociados al pago de las
previo informe de la Comisión de Nombra- retribuciones variables. Además, no siem-
mientos, o a resultas de Ofertas Públicas pre se desglosan estas cantidades por
de Adquisición, fusiones u otras operacio- concepto de remuneración (salarios en
nes societarias similares que supongan un metálico, especies, opciones sobre accio-
cambio en la estructura de capital de la so- nes, bonos, fondos de pensiones, provisio-
ciedad. Además, casi ninguna empresa es- nes sobre indemnizaciones, etc.) y en gran 179
tablece que los consejeros independientes parte de los casos, no se presentan datos
no permanecen como tales durante un pe- individuales de las remuneraciones de los
ríodo continuado superior a 12 años. Estos consejeros de la entidad.
incumplimientos afectan a la supervisión en
Es conveniente resaltar que sólo 7 em-
la administración de la compañía y al prin-
presas del IBEX informan de que la re-
cipio de representatividad de los accionis-
muneración que perciben los directivos
tas minoritarios en el Consejo.
guarda relación con la consecución de ob-
jetivos no financieros tales como cumpli-
Evaluación del desempeño del Consejo miento de objetivos medioambientales o
sociales, establecimiento de prácticas de
Son muy escasas las empresas que in-
buen gobierno, etc. De esas siete sólo una,
forman de evaluaciones anuales de manera
BBVA, precisa que entre los criterios para
que se garantice una dedicación y esfuerzo
remunerar se encuentra el cumplimiento de
suficientes, así como resultados positivos,
objetivos de RSC.
en la labor de administración de la empre-
sa y de las diferentes comisiones. Una de
las excepciones, por el grado de desarrollo Comisiones del Consejo
de la información, es Bankinter, empresa
Número de Comisiones
que realiza las tres evaluaciones (Consejo,
consejeros y Presidente) bajo la tutela de la Las prácticas de Buen Gobierno exigen
Comisión de Nombramientos y Retribucio- la presencia de varias comisiones: Comi-
nes y con el asesoramiento independiente sión Ejecutiva o Delegada, Comisión de
de una empresa externa. Auditoría y Control, Comisión de Nombra-
mientos o Retribuciones y Comisión de Es-
trategia e Inversiones.
Retribuciones
Es una práctica frecuente que, pese a
Remuneración de los Consejeros
que en la documentación sobre Gobier-
Las empresas suelen informar sobre las no Corporativo se explique la existencia de
cuantías de las retribuciones del Consejo todas ellas, la Comisión de Estrategia no
con mayor detalle, que de las políticas se- haya celebrado ninguna reunión durante
guidas para fijar dichas retribuciones. Así, el año o ni siquiera cuente con consejeros
es frecuente que aparezca la retribución designados para esta función. En tales ca-
agregada del consejo, o por tipología de sos, sus funciones suele desempeñarlas la
consejero o incluso desglosada por las di- Comisión Ejecutiva.
Orencio Vázquez Oteo, Carlos Cordero Sanz

Destaca, por escasez de comisiones, relevante, comparable y se presente de


Cintra que sólo dispone de dos de ellas: una forma clara, neutral y exhaustiva.
Auditoría y Control y Operaciones Vincula-
En la actualidad, y en lo que respecta a
das. No hay evidencia de la existencia de
la información pública sobre las políticas,
la Comisión Delegada ni la de Nombra-
estrategias y resultados de la gestión de la
mientos y Retribuciones.
RSC de las empresas, pese al incremen-
to de informes de RSC y sostenibilidad, la
Consejeros independientes en información ofrecida no es suficiente, y, en
las presidencias de la Comisión general no suele ser ni completa, ni deta-
de Auditoría y de la Comisión de llada, ni se ofrece con la necesaria periodi-
Nombramientos y Retribuciones cidad. En este sentido, prevalece el espíri-
tu del marketing sobre el de la rendición de
Resalta, en el análisis realizado, que un
cuentas en gran parte de los informes pu-
40% de las empresas del IBEX no cumplen
blicados sobre aspectos de la RSC.
con el requisito de que los Presidentes de
ambas comisiones sean consejeros inde- De acuerdo con las corrientes existentes,
pendientes. el futuro de la RSC descansa sobre los in-
centivos que el mercado y la Administración
Pública brinden a las empresas para que
adopten criterios socialmente responsables
5. REFLEXIONES FINALES
en su gestión. Si bien ésta es una variable
fundamental para una implantación plena
La transparencia es básica para gene-
de la RSC, los inversores, consumidores y
rar confianza entre los grupos de interés, y
la Administración deben contar con una in-
los informes anuales de RSC o sostenibili-
formación neutral y comparable que les per-
dad se constituyen en el vehículo a través
mita generar criterios sobre los cuales sus-
del cual la empresa trasmite al mercado y
tentar sus actos de consumo e inversión, y
a la sociedad sus procesos de gestión y
sus políticas de fomento e incentivo.
evolución en materia de RSC. No obstante,
para que estos informes se constituyan en Ante la ausencia de modelos de certifi-
una herramienta verdaderamente útil para cación en materia de RSC, es necesario un
la empresa y para la sociedad es necesa- marco normativo que regule los aspectos re-
rio que la información refleje el desarrollo lacionados con el reporting como instrumen-
de las políticas, estrategias y resultados de to de rendición de cuentas en materia social
la gestión de RSC y que la información sea y medioambiental por parte de la empresa.
Análisis empírico de la información emitida por las empresas del IBEX 35 en materia de responsabilidad…

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183
Experiencia práctica de ámbito regional:
el impulso a la responsabilidad social
empresarial en el País Vasco
184

La sociedad vasca y su entramado empresarial tienen particularidades específicas que pueden


hacer que el acercamiento a la responsabilidad social empresarial (RSE) difiera respecto al reali-
zado en otros contextos geográficos. En este artículo se presentan dichas particularidades en la
medida que pueden ser relevantes desde el punto de vista de la RSE. Se muestran, por tanto, las
iniciativas y agentes que apoyan el desarrollo de la RSE en la Comunidad Autónoma del País Vas-
co, incidiendo especialmente en una de ellas, Xertatu.

Euskal gizarteak eta bere enpresa-egiturak berezitasun espezifikoak dituzte, eta, hori dela-eta,
baliteke enpresen gizarte-erantzukizunari emandako trataera desberdina izatea, beste testuinguru
geografiko batzuetan erabili denarekin alderatuta. Artikulu honetan berezitasun horiek azaltzen dira,
enpresen gizarte-erantzukizunaren aldetik garrantzitsu izan litezkeen heinean. Horrenbestez, Euskal
Autonomia Erkidegoan enpresen gizarte-erantzukizunaren garapena bultzatzen duten ekimen eta
eragileak aurkezten dira, eta horietako bat azpimarratzen da bereziki: Xertatu.

The Basque society and its business network have specific features that may result in a different
approach to Business for Social Responsibility (BSR), compared to the ones carried out in other
geographic contexts. The present paper will show these features as they may be relevant from the
BSR point of view. Therefore it will suggest the agents and initiatives supporting the BSR development
in the Basque Country focusing on a specific one, Xertatu.

Ekonomiaz N.o 65, 2.o cuatrimestre, 2007


Arantza Echaniz Barrondo
Universidad de Deusto
Jone Gurrea Iza
Universidad del País Vasco. UPV/EHU
Jorge Berezo Díez
Diputación Foral de Bizkaia
185
Olga Gómez Gerbolés
Cluster del Conocimiento

ÍNDICE

1. Introducción
2. Las empresas vascas y la responsabilidad social empresarial
3. Iniciativas y agentes de apoyo al desarrollo de la responsabilidad social empresarial
en la Comunidad Autónoma del País Vasco
4. Xertatu: una apuesta compartida por la responsabilidad social empresarial en Bizkaia
5. Conclusiones y propuestas a futuro
Referencias bibliográficas
Palabras clave: responsabilidad social empresarial, empresas vascas, Bizkaia

N.o de clasificación JEL: M14

1. INTRODUCCIÓN que pueden hacer que el acercamiento a


la RSE difiera respecto al realizado en otros
Si el discurso de la responsabilidad so- contextos geográficos.
cial empresarial (en adelante RSE)1, tiende
A continuación se pretende exponer una
a instalarse en sectores cada vez más am-
somera radiografía del entramado empre-
plios del mundo empresarial, no hay razo-
sarial vasco con particular incidencia en
nes para pensar que algo similar no vaya
aquellos aspectos que puedan ser relevan-
a suceder en el tejido empresarial vasco.
tes para el diseño de estrategias de fomen-
No obstante, no se debe obviar que la so-
to de la RSE en la Comunidad Autónoma
ciedad vasca y su entramado empresarial
del País Vasco (CAPV) y, de igual forma,
cuentan con particularidades específicas
para una mejor comprensión de las per-
cepciones de las empresas vascas hacia
1 Se ha optado por utilizar el término Responsabi- un concepto ambiguo y complejo como
lidad Social Empresarial, a sabiendas de la discusión es, precisamente, la RSE.
que hay sobre el propio término (responsabilidad so-
cial de la empresa, responsabilidad social corporati- a) Notoria dependencia de las pymes.
va, etc.) Y teniendo en cuenta que en cada uno de los
En la CAPV se produce un acusa-
grupos aquí representados tiene su propio posiciona-
miento al respecto. do fenómeno de atomización del te-

Ekonomiaz N.o 65, 2.o cuatrimestre, 2007


Arantza Echaniz Barrondo, Jone Gurrea Iza, Jorge Berezo Díez, Olga Gómez Gerbolés

jido empresarial. El predominio de las ciedad de la información y el conoci-


pymes es mayor que en otras regio- miento.
nes europeas, particularmente res-
pecto de aquellas con un PIB per cá- d) Predominio de la industria, pero con
pita más elevado2. El tamaño medio tendencia a la terciarización. En tér-
de empresa se reduce si se consi- minos de empleo y aportación al PIB
deran únicamente las empresas con la industria sigue siendo el sector de
sede social en la CAPV. La presencia actividad más activo, aunque el cre-
mayoritaria de pymes (principalmente cimiento del sector servicios es pro-
empresas unipersonales o familiares) gresivo. El sector de automoción re-
conlleva una elevada fragilidad de las presenta una parte muy significativa
propias compañías, a la vez que im- del conjunto de la industria vasca,
plica una gran diversidad de activi- con la presencia de numerosas em-
dad, mercados y propiedad. presas que son proveedores en el
primer, segundo o tercer nivel de la
b) Identidad y ligazón al territorio. El fe- cadena de suministro para automo-
nómeno anterior tiene reflejo en una ción, con los retos asociados de in-
especial vinculación al territorio por ternacionalización, requisitos de cali-
parte de la propiedad y la gerencia dad o vulnerabilidad propios de dicho
de las empresas. En este sentido, la sector.
gran presencia de empresas fami-
liares es un factor importante para e) Tránsito hacia la sociedad del cono-
comprender ese sentido de identidad cimiento. Tras la intensa reconversión
de la empresa con el territorio, par- industrial en las décadas setenta y
ticularmente con su comarca o mu- ochenta, las empresas vascas están
nicipio. inmersas en el proceso de transito
desde el modelo industrial tradicional
c) Contexto formativo, político y social a la emergente sociedad del conoci-
favorable. En la CAPV se han elabo- miento. Los síntomas de este tránsito
rado estrategias desde las institucio- son evidentes: la economía vasca se
nes públicas que, en cooperación abre cada vez más a nuevos merca-
con el resto de agentes protagonis- dos, gran cantidad de empresas vas-
tas, tienen como objetivo un posicio- cas han penetrado de manera deci-
namiento adecuado para asegurar la dida en la cultura de la innovación, la
competitividad en los próximos años. calidad o la excelencia en la gestión
En este sentido, se ha producido una y la tecnología y el sistema integral
extensión del aparato formativo y de I+D+i juega un papel crecientemen-
capacitación profesional y se realizan te relevante en los procesos produc-
apuestas por el desarrollo sostenible, tivos. De igual modo, la formación
la innovación y la adaptación a la so- permanente constituye una de las
estrategias de adecuación al cambio
2 Las pymes de la CAPV de menos de 50 trabaja-
por parte de las empresas.
dores empleaban el 53,6% de la población ocupada
(Eustat, 2005), mientras que esta tasa se reduce al
f) El fenómeno cooperativo. Las em-
50,6% en el conjunto de Europa (Eurostat, 2003). presas de la denominada economía
Experiencia práctica de ámbito regional: el impulso a la responsabilidad social empresarial en el País Vasco

social presentan una muy particular tículo sobre el análisis del «caso vasco» del
distribución de capital y trabajo que impulso a la RSE. En concreto, se partirá
afecta a su modo de afrontar el reto de las conclusiones generales de distintos
de la RSE. En la CAPV las coope- estudios sobre la percepción de las empre-
rativas y sociedades laborales, per- sas vascas ante la RSE, para compararlo
sonalizadas en MCC 3, representan después con su desempeño real y dar al-
un porcentaje nada desdeñable del gunas claves para entender las iniciativas
tejido empresarial. Estas empresas, de fomento de la RSE. A continuación, se
además, han presentado histórica- ofrecerá un panorama general de las inicia- 187
mente un comportamiento más diná- tivas y agentes de apoyo al desarrollo de
mico que el resto de empresas, una prácticas socialmente responsables en las
gran solidez y crecimiento, un movi- empresas de la CAPV para, posteriormen-
miento cooperativo muy consolidado te, describir con detenimiento una iniciativa
y una reducción progresiva del colec- concreta, Xertatu, desarrollada en el ámbi-
tivo de socios en favor de asalariados to de Bizkaia pero que merece una aten-
eventuales. ción particular. En último lugar, se presen-
tará una serie conclusiones y propuestas a
g) La popularidad del modelo EFQM de
futuro para un avance relevante de la RSE
excelencia en la gestión. Por último,
en la CAPV.
cabe destacar la enorme popularidad
que el modelo EFQM de excelencia
en la gestión tiene entre las empre-
2. LAS EMPRESAS VASCAS Y
sas vascas. Éstas han copado buena
LA RESPONSABILIDAD SOCIAL
parte de los premios europeos de ca-
EMPRESARIAL
lidad, lo que se suma al creciente nú-
mero de las que han obtenido el dis-
2.1. La percepción de las empresas
tintivo Q de plata o de oro. El modelo
vascas ante la responsabilidad
EFQM incorpora numerosas cues-
social empresarial
tiones que pueden se pueden rela-
cionar con la RSE y, por tanto, está
Para presentar cuál es la percepción
siendo una palanca de impulso privi-
de las empresas vascas ante la RSE y po-
legiada de la RSE en las empresas.
derla comparar en el apartado siguiente
De lo anterior se deduce que hay carac- con el desempeño real del tejido empre-
terísticas en la CAPV que crean un contex- sarial vasco, se van a utilizar sendos es-
to particular para el acercamiento a la RSE tudios4 realizados en 2004 por Gizartek,
y que permiten afirmar que existe «terre- equipo de investigación del Departamento
no abonado» para que las empresas opten de Sociología de la Universidad del País
por orientar sus prácticas hacia la respon- Vasco. En uno de ellos se analizan em-
sabilidad con la sociedad y el entorno. presas principalmente de tamaño superior
El contexto presentado sirve de trasfon-
4 La referencia de ambos estudios aparece en la
do para el recorrido propuesto en este ar-
bibliografía. Ambos se basan en dos cuestionarios de
temática similar, aunque en el caso del estudio de las
pymes de Bizkaia, por las características propias de
3 MCC - Mondragón Corporación Cooperativa. las pymes, la extensión era menor.
Arantza Echaniz Barrondo, Jone Gurrea Iza, Jorge Berezo Díez, Olga Gómez Gerbolés

a 50 trabajadores/as de la CAPV5 y en el fuerzo de divulgación desde las entidades


otro con pymes de Bizkaia6, que cuenta públicas, aunque llama la atención el gra-
con una actualización parcial de sus datos do de conocimiento existente sobre algu-
desarrollado en 2005 por la Diputación nas de las recomendaciones relacionadas
Foral de Bizkaia7. con la RSE que se han venido difundiendo,
tales como el Libro Verde o el Informe Al-
El principal valor de ambos estudios es
dama.
que la información se obtuvo de fuentes
directas, se contactó y consultó de forma La opinión de las empresas participan-
personal a altos cargos de las empresas tes puso de manifiesto que donde más se
(presidentes, directores o directores de ca- hablaba de RSE era en los medios de co-
lidad en el caso de las grandes empresas, municación y en los círculos empresariales,
gerentes o encargados en el caso de las pero su presencia era muy poco relevan-
pymes de Bizkaia). te entre los agentes más vinculados con
la actividad empresarial, esto es, clientes,
proveedores y competidores.
2.1.1. Estudio de la RSE en el País Vasco
Respecto a la comprensión del térmi-
Para obtener una muestra representati-
no RSE por parte de las empresas, en el
va de la totalidad de las empresas vascas
gráfico n.o 1 se muestra el grado de iden-
se hizo una distribución de las variables
tificación de diferentes temas con dicho
tamaño, actividad y localización geográfi-
término. Se intuye por parte de las empre-
ca que fuese proporcional al universo to-
sas una visión amplia de lo que el concep-
tal del tejido empresarial vasco. En total
to RSE implica, aunque resulta llamativa la
participaron 172 empresas, de las cuales
escasa identificación por parte de las em-
más de la mitad pertenecían al sector in-
presas de la RSE con los sistemas de ca-
dustria.
lidad teniendo en cuenta la abundancia de
casos de empresas vascas que explicitan
Información y conocimiento de su apuesta RSE como una profundización
las empresas vascas sobre la RSE en el modelo EFQM.
Las empresas expresan claramente la
existencia de insuficiente información sobre
Posicionamiento de las empresas vascas
RSE. Sólo un 8,2% de las empresas con-
ante la RSE
sidera suficiente la información disponible
sobre RSE. De igual manera un escaso 6% No se puede afirmar que la RSE sea un
de las empresas estima suficiente el es- tema prioritario para las empresas, aunque
existe un número significativo de empre-
sas proclives a acercarse a ella. De hecho
5 Este estudio está financiado en un 90% por el
sólo un 46,4% de las empresas se mostra-
Departamento de Industria, Comercio y Turismo del
Gobierno Vasco y en un 10% por la Corporación IBV, ron bastante o totalmente de acuerdo con
el Grupo Arteche y Euskaltel. la afirmación de que la RSE no constituye
6 Este estudio está financiado por el Departamento
una prioridad para la empresa.
de Innovación y Promoción Económica de la Diputa-
ción Foral de Bizkaia.
7 Con el apoyo de Behatoki Estudios Sociológicos Sin embargo, las empresas aún sienten
y de Mercado S.L. poca presión por parte de sus grupos de
Experiencia práctica de ámbito regional: el impulso a la responsabilidad social empresarial en el País Vasco

Gráfico n.o 1
Acciones que las empresas vascas identifican con la RSE
(% de identificación para cada acción)

189

1. Preocupación prioritaria por un comportamiento empresarial ético.


2. Consideración de temas medioambientales.
3. Fomento del buen gobierno de las empresas.
4. Políticas de fomento de los derechos humanos de los trabajadores.
5. Avances en el campo de las relaciones laborales.
6. Atención a criterios responsables a la hora de invertir.
7. Colaboraciones y ayudas sin fines lucrativos.
8. Desarrollo de planes de calidad.
9. Relaciones con clientes/proveedores/competidores.
10. Actividades subvencionadas o incentivadas fiscalmente.

Fuente: Unceta y otros (2005, p. 53).

interés, tal y como muestra el gráfico n.o 2 ¿Por qué deben incluir las empresas
que contiene el grado de preocupación de entre sus objetivos aquellas responsabili-
los agentes vinculados a la empresa, se- dades que vayan más allá de las estricta-
gún el punto de vista de los empresarios. mente económicas? La mayoría de las or-
Además, esta percepción se daba por ganizaciones no percibía claramente los
igual en todo tipo de empresas, con inde- beneficios de las políticas responsables.
pendencia de su tamaño o sector de acti- Al menos no en la consecución de benefi-
vidad. cios económicos a corto plazo. Un 12,8%
Arantza Echaniz Barrondo, Jone Gurrea Iza, Jorge Berezo Díez, Olga Gómez Gerbolés

Gráfico n.o 2
Preocupación de los grupos de interés por la RSE.
Empresas de la CAE

Fuente: Unceta y otros (2005, p. 54).

de las empresas percibía la RSE como fac- Percepción sobre el impulso de la RSE
tor de ventaja comparativa y un 35% creía en la CAPV
que el desarrollo de acciones de RSE po-
Las empresas identifican a las entidades
día suponer una mejora para su negocio.
públicas y a las asociaciones empresariales
Sin embargo, cuando se preguntaba si la
como los agentes más adecuados para el
RSE podía contribuir a mejorar el clima la-
impulso de la RSE, ya que en ambos casos
boral, un 91% se mostraba total o bastante
un 86,7% de las empresas opina que la RSE
de acuerdo con ello.
debe ser recomendada por estos agentes.
Muchas de las actividades desarrolla-
das por las empresas vascas se corres-
Estudio de la RSE en las pymes de Bizkaia
ponden con ámbitos parcial o totalmente
regulados. Es decir, las disposiciones nor- El análisis está basado en empresas
mativas han condicionado más el desarro- cuyo tamaño de la plantilla oscila entre los
llo de este concepto empresarial que las 6 y 99 empleados, con una intencionada
propias iniciativas empresariales. Especial- orientación hacia las empresas de los sec-
mente regulados están los ámbitos referi- tores de industria y construcción. En total
dos al medioambiente o al buen gobierno participaron 354 empresas en 2004 y 188
corporativo. en 2005.
Experiencia práctica de ámbito regional: el impulso a la responsabilidad social empresarial en el País Vasco

— Información y conocimiento de las Las pymes de Bizkaia muestran una


pymes de Bizkaia sobre la RSE. Aun- creciente identificación de la RSE con
que se están produciendo avances numerosos aspectos relacionados
significativos, entre las pymes de Biz- con la gestión empresarial, indicando
kaia parece existir aún un cierto des- una percepción cada vez más amplia
conocimiento sobre el término RSE sobre el significado del término RSE,
ya que en 2005 un 55,3% (86,2% tal y como muestra el gráfico n.o 3.
en 2004) de las pymes no había oído
— Posicionamiento de las pymes de Biz-
hablar con asiduidad de RSE, y un 191
kaia ante la RSE. El 92,9% (73,3% en
86% (96,3% en 2004) opinaba que
2004) de las empresas participantes
no existía información suficiente so-
consideraba la RSE como un tema
bre este tema. Se debe resaltar que
importante.
las empresas del sector servicios y
aquellas cuya plantilla oscilaba entre Además, las pymes de Bizkaia co-
50-99 empleados confesaban mayor mienzan a notar la preocupación de
conocimiento sobre la RSE. las partes interesadas hacia este

Gráfico n.o 3
Acciones que las pymes de Bizkaia identifican con la RSE
(% respuestas afirmativas)

92
94,7
82,3
91,9
87,7
90,8
81
87,4
64,8
85,9
30,8
83,5
56,6
76,5
62,3
71,4
80,2
61,5
30,1
52,1

2005 2004

Fuente: Diputación Foral de Bizkaia (2005).


Arantza Echaniz Barrondo, Jone Gurrea Iza, Jorge Berezo Díez, Olga Gómez Gerbolés

Gráfico n.o 4
Preocupación de los grupos de interés por la RSE
(% respuestas negativas)

91,3
86,6 83,9
82,5 82,7

59,5
51,7
47,7 44,8 43,1

Fuente: Diputación Foral de Bizkaia (2005).

tema, con una evolución muy positi- a los poderes públicos y las asocia-
va desde 2004, tal y como muestra el ciones empresariales como los agen-
gráfico siguiente. tes idóneos para esta labor (88% y
61,4%, respectivamente), de observa
Respecto a los beneficios potencia-
un ligero cambio de opinión respecto
les de la RSE, el gráfico n.o 5 indica
a 2004 (80,7% y 79,8%).
que, en 2004, buena parte de las em-
presas relacionaba la RSE con la me-
jora de la imagen y de la relación con
2.2. El desempeño de las empresas
el entorno. Por el contrario el número
vascas en relación con
de empresas que atisba relación entre
su responsabilidad social
RSE y el incremento de los beneficios
económicos es muy reducido.
A modo de contraste con las percep-
— Percepción sobre el impulso de la ciones manifestadas por las empresas en
RSE en Bizkaia. Con relación a los los trabajos de investigación antes expues-
agentes que han de impulsar la reco- tos, se realiza ahora un pequeño ejercicio
mendación de la responsabilidad so- de recogida de datos respecto a la evolu-
cial, al igual que para el conjunto de la ción de algunos aspectos ligados a la RSE,
CAPV, las pymes de Bizkaia observan que permita reevaluar las impresiones que
Experiencia práctica de ámbito regional: el impulso a la responsabilidad social empresarial en el País Vasco

Gráfico n.o 5
Impactos potenciales de las acciones de RSE.
Pymes de Bizkaia

193

Fuente: Unceta y Gurrea (2005).

arrojan los resultados de dichas investiga- — Se detecta un aumento de la estabili-


ciones8. dad laboral en la CAPV en 2005 aun-
que el elevado índice de temporalidad
afecta de manera muy marcada a jó-
a) Empresa y empleo
venes y mujeres.
— En 2005 se ha registrado un des-
— El Salario Mínimo Interprofesional ha
censo decidido de la tasa de paro en
sufrido un incremento del 4,5%.
toda la CAPV situándose en el 5,7%.
— La evolución del paro de larga dura-
b) Aspectos laborales
ción en la CAPV es muy positiva, con
una fuerte reducción. Perspectiva de género
— Se produce un leve recorte en la dis-
8 Las afirmaciones recogidas en este apartado es- tancia existente entre las tasas de
tán basadas en el capítulo 5 de DIPUTACIÓN FORAL DE ocupación de hombres y mujeres.
BIZKAIA-DEPARTAMENTO DE INNOVACIÓN Y PROMOCIÓN ECO-
NÓMICA (2005). Se entiende que las conclusiones ex-
— La presencia de mujeres mayores de
traídas para Bizkaia son extrapolables al conjunto de
la CAPV. 45 años en la empresa es reducida.
Arantza Echaniz Barrondo, Jone Gurrea Iza, Jorge Berezo Díez, Olga Gómez Gerbolés

— El ascenso de mujeres a puestos di- para el conjunto de la Unión Europea,


rectivos continúa siendo una asigna- 3%. La contribución de las empresas
tura pendiente. a dicho gasto permanece estable en
torno al 65% del total.
Empleo y discapacidad — En la CAPV existe un número eleva-
do y creciente de empresas que han
— El colectivo de personas con discapa-
recibido certificaciones en sistemas
cidad presenta una tasa de actividad
de gestión medioambiental (EMAS,
muy inferior al resto de la población
ISO14001 o Ekoscan).
en edad laboral en la CAPV.
— La tasa de paro de las personas con
c) Otros aspectos
discapacidad es muy superior a la de
la población general: 33,3% frente al — En 2003 más de un 60% de las em-
13,7%. presas afirmaba realizar actividades
— Se ha producido un progresivo incre- de mecenazgo.
mento de la contratación de personas — En 2003 dos de cada tres pymes vas-
con discapacidad en los Centros Es- cas utilizaban mecanismos directos de
peciales de Empleo, en detrimento de conocimiento y medición de la satis-
su colocación en la empresa normal. facción del cliente, aunque raras veces
exploraban la satisfacción del cliente
Conflictividad laboral en términos específicos de RSE.

— La conflictividad laboral en 2005 re-


gistra valores inferiores a los alcanza- 2.3. Claves para entender las iniciativas
dos en el ejercicio anterior. de fomento de la RSE en la CAPV

Después de exponer brevemente las ca-


Siniestralidad laboral
racterísticas generales del tejido empresa-
— El ejercicio 2005 se ha caracterizado rial vasco, profundizar sobre la percepción
por el incremento generalizado de la y la receptividad de las propias empresas
siniestralidad en la CAPV. hacia la RSE, y contrastarlo con datos de
ámbito territorial sobre el impacto de las
empresas en la sociedad, parece conve-
Adaptación al cambio
niente resaltar algunas claves para com-
— En 2005 se incrementaron los inter- prender y analizar el abanico de iniciativas
cambios comerciales con el exterior, de promoción de la RSE en la CAPV que
con un aumento de las exportacio- va a ser el objeto este apartado.
nes, pero sobre todo de las importa-
Se ha observado que la variable tama-
ciones.
ño es fundamental entre las empresas vas-
— El gasto en I+D con respecto al PIB cas. El predominio de las pymes en el tejido
supera la media estatal, aunque aún empresarial vasco, unida a su falta de infor-
sigue lejos del objetivo establecido mación o formación sobre la RSE y la ob-
Experiencia práctica de ámbito regional: el impulso a la responsabilidad social empresarial en el País Vasco

via limitación de medios para acercarse a la cuados para llevar adelante las actividades
gestión de la RSE muestra la necesidad del de fomento de la RSE.
fomento de la sostenibilidad empresarial en-
Por último, la evidente falta de presión
tre el colectivo de las pequeñas empresas.
por parte de los grupos de interés de las
Las motivaciones de las empresas en su empresas a favor de un comportamiento
eventual apuesta por la RSE no parecen socialmente responsable hace intuir una
venir dictadas por el argumento de nego- evidente necesidad de promoción y forma-
cio ni por la presión de los grupos de inte- ción en este campo, que propicie cambios
rés. Bien al contrario, son conscientes de sociológicos favorables hacia una mayor 195
que ya tienen un camino avanzado y están exigencia a las empresas en relación con
desarrollando acciones de responsabilidad sus impactos sociales y medioambientales.
con la sociedad y el medioambiente, pero
estas acciones se producen casi por gene-
ración espontánea debido a la gran identi- 3. INICIATIVAS Y AGENTES DE
dad de las empresas con su territorio y a la APOYO AL DESARROLLO DE
transferencia de los valores de las perso- LA RESPONSABILIDAD SOCIAL
nas líderes o propietarias de las empresas. EMPRESARIAL EN LA COMUNIDAD
AUTÓNOMA DEL PAÍS VASCO
A pesar de la aparentemente alta mo-
tivación de las empresas hacia la práctica
Vistas las claves para comprender y ana-
de la RSE éstas no encuentran facilidades
lizar las iniciativas de fomento de RSE en la
para integrar la RSE en su estrategia y sis-
CAPV en este apartado se tratará de res-
temas de gestión. La RSE no cuenta con
ponder a la siguiente pregunta: ¿Qué en-
referentes metodológicos claros, aunque
tidades e iniciativas existen con una espe-
en este aspecto la popularidad del modelo
cialización en el tema de la RSE, que están
EFQM entre las empresas vascas hace po-
contribuyendo de forma determinante a la
sible que éste sea una vía de acceso natu-
creación y difusión de una cultura respon-
ral hacia la responsabilidad empresarial.
sable en el tejido empresarial vasco?
La falta de referentes implica también una
Para dar respuesta a esta cuestión se
diversidad de interpretaciones de aspectos
utilizará el estudio realizado por el Foro
ligados al término RSE y la utilización de ese
«Ética, RSE y Gestión»9 del Cluster del Co-
mismo término para publicitar actividades
que se desarrollan en algún campo particu-
lar de lo que se puede entender que englo- 9 Organizaciones que participan en el Foro: Beaz,

ba la responsabilidad de una empresa. Esto Eraginkor, Facultad de Filosofía y Ciencia de la Edu-


cación de la Universidad de Deusto, Fundación Leia,
tendrá también reflejo entre las iniciativas de Guk Consultores, Lan Ekintza, MB 45, Metro Bilbao,
promoción de este concepto. MIK, Ofita. Desde su formación, los miembros del
Foro han estado trabajando en tres ámbitos: 1) con-
Por otra parte, no se observa un lideraz- ceptualización y valor añadido de la RSE para las or-
go claro y reconocido por parte de las em- ganizaciones, en especial para la pyme; 2) identifica-
ción de herramientas tanto externas como internas
presas en este ámbito. Las empresas per- para desarrollar la RSE en empresas y organizacio-
ciben que las administraciones públicas y, nes así como identificación de buenas prácticas que
sirvan de elemento de referencia; 3) clarificación del
en menor medida, las asociaciones empre- mapa de agentes de apoyo y de recursos al desarro-
sariales pueden ser los agentes más ade- llo de la RSE en el entorno de la CAPV.
Arantza Echaniz Barrondo, Jone Gurrea Iza, Jorge Berezo Díez, Olga Gómez Gerbolés

nocimiento (2007). Los miembros de este este campo, ampliando progresivamente la


Foro pertenecen a diferentes organizacio- red de contactos por la transmisión del es-
nes socias del Cluster del Conocimiento y tudio mediante el «boca a boca» y en dife-
proceden de ámbitos tan diversos como la rentes encuentros promovidos por el Foro.
universidad, la consultoría, agencias de de-
El estudio recoge 43 organizaciones que
sarrollo y la empresa.
se prestaron a facilitar la información y los
Con la intención de facilitar orientación a datos solicitados. Dicho mapa no se con-
las empresas para avanzar y profundizar en sidera exhaustivo dado que el número de
RSE el Foro se propuso elaborar un mapa organizaciones contactadas fue más am-
de agentes y recursos10 en el entorno de la plio y la RSE atrae progresivamente nuevos
CAPV11 motivado por dos situaciones cla- agentes interesados, por lo que se conci-
ves. Por un lado, se constataba la presen- bió el mapa como un elemento dinámico
cia de multitud de iniciativas relacionadas más que como una «foto fija»12.
con la RSE de diversa índole y desde ám-
A continuación se presentan diferentes
bitos muy diversos, y que era conveniente
cuadros obtenidos a partir de la informa-
«ordenarlas» de algún modo para enten-
ción contenida en las 43 fichas de agen-
der el panorama general. Por otro lado, se
te recogidas13 para, ya en el apartado si-
detectó durante el proceso de clarificación
guiente, extraer las conclusiones que se
del mapa que, si bien existían algunas ex-
extraen de estos datos.
periencias de organizaciones trabajando
en cooperación, en ese momento no exis- El cuadro n.o 1 recoge todos los agen-
tía ninguna referencia sobre experiencias tes agrupados por territorios. Destaca el
de coordinación de agentes de apoyo a la número de agentes localizados en Bizkaia.
RSE en el ámbito de la CAPV. Sin embargo, hay que matizar que el do-
micilio social no siempre coincide con el
ámbito de actuación de los agentes. Éste
3.1. Caracterización y aproximación es el caso de Aclima y Cluster del Conoci-
al estado de la cuestión: mapa miento, que si bien están situados en Biz-
de los agentes kaia su ámbito de actuación se extiende a
toda la CAPV.
El mapa de agentes activos en la promo-
En el cuadro n.o 2 se presentan los agen-
ción de la RSE en la CAPV se elaboró entre
tes agrupados por tipo de organización y te-
2004 y 2005 mediante contactos persona-
rritorio. Destaca la presencia de consultoras,
les con las diferentes organizaciones de
10, y asociaciones empresariales y otras
las que existía constancia de su trabajo en
agrupaciones, 9, seguidas por ONG, 7, e

10 Dicho mapa, junto con las fichas de agentes de 12 Cabe la posibilidad de darse de alta como agen-

las que se hablará más adelante, se pueden consultar te de la «RED Ética, RSE y Gestión en el entorno de la
en la página Web del Cluster del Conocimiento: www. CAPV» rellenando un formulario en la Web del Cluster
portaldelagestion.com. del Conocimiento.
11 Se habla de «entorno de la CAPV» porque, aun- 13 Cada ficha tiene la siguiente estructura: datos de

que la mayoría de las organizaciones incorporadas la empresa; actividad; acciones relacionadas con la
pertenecen a los tres territorios vascos, también se RSE (estudios e investigaciones, difusión/sensibiliza-
ha contactado organizaciones de comunidades limí- ción, formación/capacitación, implantación / consulto-
trofes. ría, apoyos/ subvenciones).
Experiencia práctica de ámbito regional: el impulso a la responsabilidad social empresarial en el País Vasco

Cuadro n.o 1
Agentes agrupados por territorios

Territorio Organizaciones Total

—Cámara de Comercio e Industria de Álava


—Fundación Laboral San Prudencio. 4
ÁLAVA
—Fundación LEIA C.D.T. (9,30%)
—Zubizarreta Consulting, S.L. 197
—Aclima
—ASLE
—Asociación Cluster del Conocimiento en Gestión Empresarial
—Asociación Egiera Elkartea
—Asociación Teknobide
—BEAZ S.A.
—Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Bilbao
—CEBEK
—Diputacion Foral de Bizkaia - Xertatu
—Economistas sin Fronteras
—Egaratu Cooperatiba Elkartea
—EKA/OCUV
—Estrategia Empresarial
—EUSKALIT 29
BIZKAIA
—Foro Bizkaia de Responsabilidad Social Empresarial. Fundación Fiare (67,44%)
—Garapen
—Gizartek
—Grupo Orbere
—GUK Consultores
—IHOBE
—Inspección Auditoría y Certificación, Sl (IAC)
—Lan Ekintza-Bilbao
—Mancomunidad de la Merindad de Durango: Durangaldeko Behargintza
—MAS Business S.S.
—Novia Salcedo Fundación
—OBETO-BANPRO S.S.
—Pricewaterhousecoopers Jurídico y Fiscal S.L.
—Universidad de Deusto

—Diputación Foral de Gipuzkoa


—Emaús Fundación Social
—Foro RSE Gipuzkoa
—GAIA
—Ingurugiro Etxea Fundazioa 10
GIPUZKOA
—MIK S.COOP (23,26%)
—Mondragon Unibertsitatea
—OPE Consultores
—Soziolinguistika Klusterra
—Verbax Consultores de Comunicación

Total de organizaciones: 43

Fuente: Elaboración propia a partir de Cluster del Conocimiento (2006).


Arantza Echaniz Barrondo, Jone Gurrea Iza, Jorge Berezo Díez, Olga Gómez Gerbolés

Cuadro n.o 2
Agentes agrupados por tipos

CAE Bizkaia Gipuzkoa Araba

Nodos tractores 5 4 1
Instituciones públicas y otros organismos de apoyo 6 3 2 1
Universidad, centros de investigación y formación 4 2 2
Asociaciones empresariales y otras agrupaciones 9 7 2 2
Consultoras 10 7 2 1
ONG 7 4 2 1
Medios de comunicación 1 1

Fuente: Elaboración propia a partir de Cluster del Conocimiento (2006).

Cuadro n.o 3
Tipos de iniciativas y actuaciones

Número

Nodos tractores 4
Estudios e investigaciones 29
Difusión y sensibilización 32
Formación/capacitación 24
Implantación/ consultoría 19
Premios, reconocimientos, certificaciones 11
Financiación/recursos 4

Fuente: Elaboración propia a partir de Cluster del Conocimiento (2006).

Instituciones Públicas y otros organismos tán abriendo hueco como redes locales de
de apoyo, 6. Es digna de mención la figura apoyo al desarrollo de la RSE, que a su vez
de los nodos tractores14 que, si bien no es- están integradas por diferentes agentes.
tán constituidos como empresas o agrupa-
Los tipos de iniciativas y actuaciones
ción ni disponen de entidad jurídica, se es-
que los agentes manifestaban haber pues-
to en marcha en el periodo 2004 y 2005 se
14 Con el concepto nodos tractores se hace refe-

rencia a organizaciones o agrupaciones que impulsan,


incorporan en el cuadro n.o 3. Destaca de
promueven o reúnen a otros agentes. forma especial la puesta en marcha de ac-
Experiencia práctica de ámbito regional: el impulso a la responsabilidad social empresarial en el País Vasco

ciones de difusión y sensibilización, 32, se- Por último, el cuadro n.o 4 presenta los
guido de cerca por la elaboración de estu- enfoques y contenidos en los que las or-
dios e investigaciones, 29. También tienen ganizaciones declaran trabajar, así como
bastante fuerza las relacionadas con la for- las prácticas que promueven. Casi la tota-
mación y capacitación, 24, y las orientadas lidad de las organizaciones afirmaban lle-
a promover la consultoría y desarrollo de var a cabo acciones orientadas a promover
acciones de responsabilidad social, 19. la práctica de la RSE en su globalidad, 42.

199

Cuadro n.o 4
Ámbitos de iniciativas y actuaciones

Ámbito de iniciativas y actuaciones Número

Dinámicas Generales
Generales 42
Dinámicas de RSE ligadas al «buen gobierno»
Gobierno corporativo 1
Planes de relación con stakeholders 1
Transparencia 5
Comunicación sostenible 1
Memorias de RSE y sostenibilidad 1
Medición de la contribución empresarial a la comunidad 1
Verificación y aseguramiento de memorias de RSE y sostenibilidad 1
Dinámicas internas de RSE
Desarrollo de personas 14
Conciliación de la vida personal, familiar y laboral 1
Participación de los trabajadores en la empresa 15
Fomento de políticas no discriminatorias o de igualdad entre hombres y mujeres 13
Salud y seguridad laboral 7
Integración de colectivos desfavorecidos 10
Empleabilidad 1
Aspectos lingüísticos 7
Medio ambiente 17
Dinámicas externas de RSE
Consumo responsable 9
Inversión socialmente responsable 4
Cooperación al desarrollo 1
Planes de Fundraising (recaudación de fondos) 1
Agrupación/Asociacionismo 1

Fuente: Elaboración propia a partir de Cluster del Conocimiento (2006).


Arantza Echaniz Barrondo, Jone Gurrea Iza, Jorge Berezo Díez, Olga Gómez Gerbolés

En cuanto a los ámbitos concretos, predo- no existe una estrategia territorial con-
minan aquellos relacionados con la dimen- junta de promoción de la RSE.
sión interna de la RSE. Se comprueba que
— Se percibe compromiso y apoyo al
hay determinadas acciones que únicamen-
desarrollo de iniciativas de RSE en al-
te eran desarrolladas por agentes especia-
gunos entes locales, particularmente
lizados en dicho ámbito.
agencias de desarrollo local, centra-
dos en la difusión y sensibilización en-
tre las empresas de su comarca.
3.2. Discusión del mapa de agentes
— Por lo que respecta a las asociacio-
A la vista de la información facilitada por nes empresariales, excepto en el caso
los distintos agentes, se pueden extraer al- de CEBEK, que ha hecho explícito su
gunas observaciones o conclusiones sobre compromiso en el desarrollo de la RSE,
los agentes y las iniciativas de apoyo a la no se observan iniciativas al respecto.
RSE en el entorno de la CAPV.
— En el caso de asociaciones sectoria-
Sobre la distribución territorial: les como ASLE, ACLIMA y GAIA, se
— Bizkaia recoge un número de agentes constata, por medio de las actuacio-
activos y de iniciativas abordadas ma- nes que están poniendo en marcha,
yor que el resto de territorios tanto en un apoyo activo a la implantación de
cifras totales como en proporción con la RSE en las empresas que se en-
respecto a su peso económico y po- cuentran bajo su influencia. Las Cá-
blacional. maras de Comercio son activas en
cuanto a la difusión y sensibilización
— Como se ha apuntado, el domici- pero de forma prudente en cuanto al
lio social no siempre coincide con el impulso activo de la RSE entre sus
ámbito de actuación y de impacto de empresas asociadas.
algunos de los agentes. Es el caso
de los Cluster, consultoras y univer- — Los sindicatos no aparecen con un
sidades. papel activo en este debate, excep-
tuando CC.OO. de Euskadi, que par-
Sobre la presencia y compromiso de los
ticipa en Xertatu y que traslada el po-
diferentes tipos de agentes de apoyo:
sicionamiento de este sindicato en el
— Se observa que las instituciones vas- ámbito estatal.
cas se muestran a la expectativa, con
— Las empresas de consultoría están
presencia en diferentes iniciativas lle-
muy presentes. Se entiende que mo-
vadas a cabo por agentes pero sin
tivadas en buena medida por las ex-
formalizar un compromiso expreso.
pectativas de negocio que el de-
La excepción a esta observación es
sarrollo de la RSE puede suponer. Sin
el caso de la Diputación Foral de Biz-
embargo, dada la situación presen-
kaia15, aunque incluso en este caso
te del mercado, en la que la apues-
ta por la RSE se limita a las grandes
15 Esto se desarrollará en el siguiente apartado al empresas, y que está copado en bue-
presentar Xertatu. na parte por empresas de consultoría
Experiencia práctica de ámbito regional: el impulso a la responsabilidad social empresarial en el País Vasco

de gran tamaño, la actividad de la pe- realizadas por las consultoras princi-


queña empresa de consultoría vasca palmente.
se orienta más a la difusión y sensibi-
— La segunda línea de actuación en im-
lización, así como al apoyo en cursos
portancia es la de estudios e investi-
de formación y capacitación.
gaciones, desarrollada no sólo por las
— Las tres universidades vascas (Deus- universidades y centros de investiga-
to, Mondragón y UPV) mantienen lí- ción sino también por consultoras y
neas de investigación abiertas en esta asociaciones empresariales.
área. Además, se están haciendo es- 201
— Son escasas las iniciativas orientadas
fuerzos para integrar la RSE en los
a ofrecer a las empresas vías concre-
planes de estudios tanto de grado tas de llevar a la práctica la RSE de
como de postgrado. una forma integral (asesoramiento,
— Las grandes ONG no se hacen muy ayudas, etc.).
presentes en el debate. Algunas ONG — No son muy numerosas las acciones
parecen particularmente interesadas relacionadas con el reconocimiento
en las posibilidades de colaboración, y certificaciones en materia de RSE.
económica o de otro tipo, entre em- Esto, en parte, puede deberse a la fal-
presas y ONG. ta de difusión de las buenas prácticas
— El abanico de agentes e iniciativas es que se llevan a cabo en las empresas.
amplio, si bien aún se percibe disper- Además, tampoco existe presión para
sión y falta de coordinación. Existen que las empresas demuestren o certi-
algunos intentos por lograr esta coor- fiquen sus buenas prácticas en mate-
dinación (Xertatu, Foro RSE Bizkaia, ria de RSE.
Foro RSE Gipuzkoa, Red «Ética, RSE Por lo que respecta a los aspectos de
y Gestión en el entorno de la CAPV»); la RSE que se abordan en las diferentes
pero, en cualquier caso, no existe actuaciones e iniciativas se observa lo si-
una entidad a la que se le reconozca guiente:
(o que incluso ella solicite el reconoci-
miento) de liderazgo en este tema en — Si bien existen acciones de difusión
el conjunto de la CAPV. y sensibilización, éstas se acometen
desde un punto de vista teórico y con-
Por lo que respecta a la tipología de ac- ceptual. Es escasa la oferta de «mo-
tuaciones planteadas: delos» que incluyan la RSE de manera
transversal en toda la empresa.
— Casi la totalidad de los agentes rea-
lizan acciones de difusión y sensibili- — Tanto en el campo de la difusión y
zación, produciéndose en ocasiones sensibilización como en de la consul-
una sensación de saturación y sola- toría e implantación, hay un amplio
pamiento de dichas actividades tanto número de iniciativas y organizacio-
en fechas como en los agentes parti- nes especializadas en temas concre-
cipantes. Vinculadas con la difusión y tos, especialmente en lo que se refie-
sensibilización, se encuentran las ac- re a la RSE de carácter interno, como
ciones de formación y capacitación, son el fomento de la participación de
Arantza Echaniz Barrondo, Jone Gurrea Iza, Jorge Berezo Díez, Olga Gómez Gerbolés

las personas trabajadoras, el desarro- tir general de cierta incertidumbre y un de-


llo de personas, la igualdad de géne- seo de colaboración para dar respuestas
ro, la integración de colectivos desfa- conjuntas ante el reto de conseguir empre-
vorecidos, la normalización lingüística, sas más responsables en Bizkaia. Fruto de
así como las acciones orientadas a este esfuerzo, en junio de 2004 se puso en
procurar la mejora del medio ambien- marcha Xertatu Taldea, un foro en el que
te. Esto se puede deber a que en participaban algunas de las organizaciones
nuestro entorno hay cierta tradición más dinámicas en Bizkaia en el campo de
en el impulso de estos temas. la RSE y que dirige los pasos de la iniciati-
va Xertatu.
El objetivo primordial de Xertatu es que
4. XERTATU: UNA APUESTA las pymes de Bizkaia integren la RSE en su
COMPARTIDA POR LA cultura, su estrategia y su operativa diaria,
RESPONSABILIDAD SOCIAL basándose en el convencimiento que ma-
EMPRESARIAL EN BIZKAIA nifiestan sobre la bondad de este compro-
miso tanto para las empresas como para la
Después de analizar las iniciativas y agen- sociedad en su conjunto.
tes de la CAPV, se presenta una iniciativa
En Xertatu Taldea participan 17 organi-
concreta, Xertatu, desarrollada en el ámbi-
zaciones16 que representan diversos gru-
to de Bizkaia pero que merece una atención
pos de interés (empresas, asociaciones
particular por el alcance de la misma.
empresariales, ONG, sector público, uni-
versidades, sindicatos…). El Departamento
de Innovación y Promoción Económica de
4.1. Qué es Xertatu
la Diputación Foral de Bizkaia desarrolla las
labores de coordinación y secretaría técni-
Al igual que en el conjunto de la CAPV,
ca de esta iniciativa y ha proporcionado un
en Bizkaia desde finales de los años 90 nu-
importante apoyo económico a las activi-
merosas organizaciones iban dando pasos
dades desarrolladas dentro de la misma.
para dar a conocer la RSE entre las em-
presas y para facilitar el acercamiento de
éstas a prácticas de gestión ligadas a un
4.2. Adaptarse al contexto
comportamiento responsable. Las distin-
tas organizaciones desarrollaban dicha la-
El público objetivo preferente de Xerta-
bor de manera poco coordinada y, por ello,
tu son empresas entre 25 y 250 trabajado-
poco efectiva, debido en parte a la diversi-
dad de mensajes e interpretaciones emiti-
das sobre la RSE. 16 Organizaciones participantes en Xertatu Taldea:

Asociación Egiera; Asociación Izaite; Asociación So-


Por ello, a iniciativa de la Diputación Fo- ciedades Laborales de Euskadi; Bilbao Metrópoli 30;
ral de Bizkaia, por medio del Departamento Cámara de Comercio de Bilbao; Cebek; Comisiones
Obreras de Euskadi; Departamento de Innovación y
de Innovación y Promoción Económica, se Promoción Económica; Economistas sin Fronteras;
iniciaron contactos con numerosas organi- Euskalit; Foro RSE Bizkaia; Fundación Novia Salce-
do; Imagine, agencia de publicidad; Norbolsa, agen-
zaciones de Bizkaia activas en el campo de cia de valores; Tecoplas, calderería plástica; Universi-
la promoción de la RSE constando un sen- dad de Deusto; Urbegi, iniciativas sociales.
Experiencia práctica de ámbito regional: el impulso a la responsabilidad social empresarial en el País Vasco

res/as. Por ello, Xertatu ha tenido en cuenta • Distribución de la Carpeta Xertatu,


desde el principio: con documentos coleccionables
sobre distintos temas relaciona-
— Que se dirige a un colectivo muy nu-
dos con la RSE. Estos documentos
meroso de empresas.
son, en la mayoría de los casos, el
— Que sus necesidades y demandas resultado de los estudios, investi-
son, generalmente, muy diferentes a gaciones u otras actividades dentro
las de las grandes empresas. de Xertatu.
— Que hay que adecuar el esfuerzo a — Desarrollo de herramientas y ayudas 203
realizar por las empresas a su tamaño. para su implantación:
— Que pueden hacer muchas cosas • Quizá la actividad de mayor reper-
desde su proximidad y relación con el cusión dentro de Xertatu haya sido
entorno en el que se ubican. el desarrollo e implantación de me-
— Que las empresas, aún no siendo todologías de diagnóstico y mejora
conscientes de ello, ya están desa- continua en RSE, lo que se descri-
rrollando actividades socialmente res- birá en el siguiente apartado.
ponsables. — Compromisos y reconocimientos:
• Detección y publicación de buenas
4.3. Hacer propuestas claras prácticas en RSE.
• Publicación de un listado de em-
Tras tres años de recorrido Xertatu ha presas de Bizkaia comprometidas
demostrado estar claramente orientado a con la RSE.
la acción y ha desarrollado numerosas acti-
vidades, dentro de los planes de actuación — Capacitación-investigación:
anual que aprueba por consenso Xertatu • Se han realizado numerosos estu-
Taldea. A continuación se citan algunas de dios e investigaciones en torno a la
las acciones más significativas17: RSE, entre los que se pueden des-
— Divulgación: tacar tres investigaciones sucesivas
sobre la percepción de las pymes
• Desarrollo de una página web con hacia la RSE, un estudio sobre la
información sobre RSE y las activi- relación entre RSE y competitividad
dades realizadas en Xertatu, ade- o un trabajo de prospectiva me-
más de un boletín electrónico de diante la técnica de análisis de es-
noticias (www.xertatu.net). cenarios.
• Celebración de diferentes jornadas — Proyectos europeos:
y seminarios, incluyendo una cam-
paña de jornadas en distintas co- • Xertatu ha participado en las cua-
marcas de Bizkaia. tro ediciones del proyecto europeo
CSR Vaderegio de detección e in-
tercambio de buenas prácticas de
17 Todos los materiales resultado de estas activi-

dades están disponibles libremente en la web www. los gobiernos regionales en la pro-
xertatu.net moción de la RSE.
Arantza Echaniz Barrondo, Jone Gurrea Iza, Jorge Berezo Díez, Olga Gómez Gerbolés

4.4. Xertatu: ADI, una propuesta de opinión de la dirección extraída mediante el


diagnóstico y mejora continua cuestionario.
en RSE
A partir de ahí el proceso es el habitual
en sistemas de mejora continua: se elabo-
La mayoría de las herramientas exis-
ra el plan de acción anual, que es evaluado
tentes para ayudar a la gestión de la RSE
a fin de ciclo con el objetivo de aprender e
(códigos éticos, guías para redactar me-
incorporar lo aprendido a nuevas ediciones
morias de sostenibilidad, normas de cer-
del proceso. Xertatu:adi se complementa
tificación en RSE, etc.) no se adaptan de
con materiales para indagar en los valores
manera natural a las pymes y, además, no
y en la cultura de la empresa y con un guía
suelen ofrecer itinerarios metodológicos
para comunicar la RSE mediante memorias
suficientemente integradores que permi-
de sostenibilidad.
tan abordar la RSE desde su incidencia en
la cultura, en la estrategia y en la operativa Para hacer posible la implantación de
habitual de la empresa. estas herramientas en las empresas, y en
colaboración con ASLE, Egiera, GAIA y la
Por esta razón Xertatu se propuso el Fundación Novia Salcedo, se están de-
reto de desarrollar herramientas propias sarrollando pruebas piloto de implanta-
que, anclándose en los conceptos de me- ción de la metodología Xertatu:adi en más
jora continua y excelencia empresarial, per- de 90 empresas de Bizkaia, a fecha no-
mitiese a las empresas realizar un extenso viembre 2006, con la intención de llegar a
diagnóstico de su posición y desempeño 110 empresas antes de finales de 2006.
económico, social y ambiental, para pos-
teriormente iniciar un plan de mejora que, Las empresas disponen de un acompa-
a su vez, lograse interiorizar la responsabi- ñamiento gratuito durante todo el proceso.
lidad social e integrarla en su cultura, pa- En esta experiencia ASLE y GAIA utilizan, en
sando de las palabras a los hechos. un número limitado de empresas, una va-
riante de Xertatu:adi, de elaboración propia.
El conjunto de herramientas se articula
en una metodología que recibe el nombre Entre las empresas en las que se ha ini-
de «Xertatu:adi, metodología de diagnósti- ciado el proceso se puede mencionar, por
co y mejora continua en RSE». Xertatu:adi citar ejemplos de distintos sectores, a Ca-
propone a las empresas un itinerario de un fés Baqué, Fuchosa, Seguros Lagun Aro,
año de duración en el cual se sientan las Norbolsa, Precicast Bilbao o el Colegio Viz-
caya. En todas ellas se han detectado al-
bases para conocer los puntos fuertes y
gunas buenas prácticas parciales que se-
las áreas de mejora en RSE de la empresa
rían merecedoras de reconocimiento.
y elaborar y desarrollar un plan de actua-
ción y mejora.

El punto de partida es un diagnóstico, 5. CONCLUSIONES Y PROPUESTAS


en el que entran en juego tanto un cues- A FUTURO
tionario de evaluación de percepciones de
la dirección de la empresa como un con- Existe la enorme confusión existente en
junto de indicadores cuantitativos que per- torno a la RSE. Se ha generado una ma-
miten contrastar el desempeño real con la raña de conceptos, iniciativas, agentes ac-
Experiencia práctica de ámbito regional: el impulso a la responsabilidad social empresarial en el País Vasco

tivos, formulaciones, teorías, etc. que, sin ta clara por un modelo de empresa
embargo, no consiguen elaborar un len- más responsable con la sociedad y el
guaje común y fácilmente comprensible medioambiente.
por las empresas, particularmente por las
— La concreción del concepto. Es de-
empresas más pequeñas.
cir, hay que hacer de la RSE algo tan-
Y a pesar de este formidable laberinto, gible por parte de las empresas, me-
la RSE se está abriendo paso entre las em- diante la disposición de herramientas
presas. Cierto es que los pasos que se es- de gestión, modelos de referencia y
tán dando son más notorios en el terreno buenas prácticas empresariales que 205
de las palabras que en el de los hechos; permitan a las empresas y la ciudada-
pero también es cierto que la RSE pare- nía en general visualizar el camino a
ce que está dejando de ser el «tema de seguir por las empresas que se com-
moda» en los círculos empresariales para prometen con su entorno. En este
transformarse en una realidad que ha llega- sentido es particularmente importan-
do para quedarse. te ganar credibilidad y prestigio para
el propio concepto RSE que, dada su
Este fenómeno evidencia que la RSE es obtusa utilización por algunas empre-
un concepto en formación. Sobre RSE no sas y otros agentes sociales, se viene
existe un corpus teórico que suscite un am- identificando generalmente más como
plio acuerdo, ni se han desarrollado mo- una herramienta de marketing que
delos de praxis suficientemente aceptados como un verdadero cambio en la ma-
que permitan encaminar en una dirección nera de entender la empresa.
clara las actuaciones individuales de las
empresas. Pero lo que sí existe es un enor- — La identificación y posterior difusión
me interés desde todo tipo de agentes y or- de buenas prácticas en RSE en la
ganizaciones, porque se intuye que detrás CAPV, así como fuera de ella, tanto
de este concepto se sitúa un fenómeno de en el ámbito estatal como internacio-
más calado: un cuestionamiento de la rela- nal, serviría de modelo y acicate para
ción entre empresa y sociedad. las empresas preocupadas por su re-
lación con la sociedad.
Por tanto, los retos de futuro pasan
por tender hacia la institucionalización de — Facilitar el acercamiento de las em-
la RSE como una práctica comúnmente presas a la RSE, siendo conscientes
de que el camino a seguir será largo
aceptada y presente no sólo en el vocabu-
dado que implica no sólo un cambio
lario sino en la práctica diaria de las empre-
en la gestión de las empresas sino
sas vascas.
pasos hacia un verdadero cambio so-
Para ello existen algunos factores que ciológico sobre la percepción que la
se antojan muy importantes para que se ciudadanía tiene de las empresas y su
produzcan avances relevantes en nuestro papel en la sociedad.
entorno:
— Propiciar los cambios en los valores
— La presencia en el discurso de las ins- sociales que permitan la modificación
tituciones políticas, particularmente de las expectativas y exigencias de
del Gobierno vasco, de una apues- las personas hacia las empresas, me-
Arantza Echaniz Barrondo, Jone Gurrea Iza, Jorge Berezo Díez, Olga Gómez Gerbolés

diante campañas de sensibilización a una vez hecha la apuesta por parte de la


la ciudadanía y la incidencia en el ám- dirección es necesario trasladarla al con-
bito educativo. junto de la organización.
— Considerar las diferentes velocidades
El camino será largo y, obviamente, no
de aproximación y medios disponibles
será sencillo. Pero cabe ser razonablemen-
en función del tamaño de las empre-
te optimista a medio plazo, porque ya se
sas. Las empresas de menor tamaño
están dando algunos síntomas del crecien-
requieren herramientas adaptadas a
te interés por la RSE en todos los ámbitos.
sus circunstancias y un apoyo institu-
Cabe mencionar dos fenómenos que ali-
cional más firme para iniciar un cami-
mentan este moderado optimismo. Por un
no de no retorno hacia una empresa
lado, la presencia cada vez más palpable
responsable.
de la responsabilidad social en el discurso
Los factores mencionados anteriormen- político de la mayoría de las fuerzas de todo
te son fundamentales, pero no servirán de arco ideológico; y, por otro, la presencia de
nada sin el compromiso de los responsa- un buen «caldo de cultivo» entre el empre-
bles de las empresas con la RSE. Sin una sariado vasco para la puesta en marcha de
apuesta clara por la RSE por parte de la experiencias que ayuden a gestionar la res-
dirección de las empresas, difícilmente se ponsabilidad social con incidencia en la cul-
puede avanzar en este terreno. Además, tura y en la estrategia de las empresas.
Experiencia práctica de ámbito regional: el impulso a la responsabilidad social empresarial en el País Vasco

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

CLUSTER DEL CONOCIMIENTO (2006): Coordenadas UNCETA, A. y otros (2005): RSEPV: Responsabilidad
para la gestión ética en el entorno de la CAPV. Social Corporativa en el País Vasco. Eusko Jau-
Cluster del Conocimiento. Bilbao. laritza-Gobierno Vasco. Vitoria.
DIPUTACIÓN FORAL DE BIZKAIA-DEPARTAMENTO DE INNO- XERTATU:ADI (2006): Metodología de mejora con-
VACIÓN Y PROMOCIÓN ECONÓMICA (2005): Informe tinua en Responsabilidad Social Empresarial.
Económico. Bizkaia 2005. Bilbao. Departamento de Innovación y Promoción
UNCETA, A. y GURREA, J. (2005): RSEPYB: Respon- Económica de la Diputación Foral de Bizkaia.
Bilbao. 207
sabilidad Social Corporativa en las Pymes de
Bizkaia. Bizkaiko Foru Aldundia- Diputación Foral
de Bizkaia. Bilbao.
Responsabilidad social
y organizaciones no lucrativas

208
Las Organizaciones No Lucrativas (ONL) presentan rasgos que desde su origen, fines y funcio-
namiento están muy próximos a los que se consideran como básicos cuando se habla de la
responsabilidad social de la empresa (RSE). Pero ¿esto es suficiente para que las ONL sean con-
sideradas socialmente responsables?, o debido a su papel, en muchos casos, como proveedoras
de bienes públicos y generadoras de beneficios colectivos ¿deberían cumplir con «obligaciones»
y condiciones más exigentes?, o ¿las condiciones exigidas a la empresas sobre responsabilidad
social corporativa (RSC) deberían ser las mismas que para las ONL?

Irabazi-asmorik gabeko elkarteen bereizgarriak, jatorriari, helburuei zein funtzionamenduari dagokie-


nez, antz handia dute enpresen gizarte-erantzukizunari buruz jardutean oinarrizkotzat hartzen diren
ezaugarriekin. Baina aski al da hori irabazi-asmorik gabeko erakundeak sozialki arduratsu direla
ziurtzat hartzeko? Edo, beren eginkizuna dela-eta —kasu askotan ondasun publikoen hornitzaile
eta ondasun kolektiboen sortzaile baitira— «betebehar» eta baldintza zorrotzagoak bete beharko
lituzkete? Edo enpresei gizarte-erantzukizunaren inguruan eskatzen zaizkien baldintza berberak izan
beharko lituzkete irabazi-asmorik gabeko elkarteek ere?

Non profitable organizations (NPO) have several characteristics that from their own origin, purpose
and operation are very closed to those considered basic when it comes to Business for Social
Responsibility (BSR). But, is this enough to consider NPO socially responsible? or because of their
role of public goods and collective benefit providers, should they fulfill more demanding «duties» and
conditions? or should the BSR conditions requested to companies be exactly the same as to NPO?

Ekonomiaz N.o 65, 2.o cuatrimestre, 2007


Carmen Marcuello Servós1
Universidad de Zaragoza

ÍNDICE

1. Introducción
2. Las organizaciones no lucrativas: concepto y funciones 209
3. Responsabilidad social y organizaciones no lucrativas
4. Dos escenarios especiales: las organizaciones no gubernamentales internacionales
y el mercado de los donantes
5. Conclusiones
Referencias bibliográficas
Palabras clave: Responsabilidad social, Organizaciones no lucrativas, capital social

N.o de clasificación JEL: M14, L22, M54

1. INTRODUCCIÓN go, el tamaño de estas entidades debe en-


tenderse en un sentido más amplio. Es de-
El sector no lucrativo muestra una gran cir, la valoración del tamaño y la capacidad
complejidad y heterogeneidad originadas de crecimiento de las ONL deben ser con-
por diversos factores entre los que desta- siderados desde una visión más amplia y
can: las grandes diferencias en el tamaño evaluar a las entidades globalmente en el
de las Organizaciones No Lucrativas (en conjunto de redes a las que pertenece y
adelante ONL), la diversidad de las formas sea capaz de promover3.
jurídicas, el tipo de actividades y los grupos
En segundo lugar, las formas jurídicas
de interés.
que pueden incluirse dentro del sector no
Con respecto a las grandes diferencias lucrativo son también diversas. Las entida-
en el tamaño de las ONL se observa que en des tradicionales dentro de las organizacio-
el sector conviven entidades muy peque- nes sin fines de lucro son las asociaciones4
ñas de carácter local con unos pocos so- y fundaciones5. Asimismo, la normativa que
cios junto con organizaciones multinacio-
nales que operan en más de 50 países y de 2.500.000 personas de muy diferentes partes del
con varios millones de socios2. Sin embar- mundo son socias y colaboradores de esta entidad.
3 Por ejemplo, una asociación como ALCER Teruel

con solo 45 socios, a su vez, pertenece a la Fede-


1 Este trabajo se realiza dentro del marco del pro- ración de asociaciones a nivel nacional y ésta forma
yecto «Transparencia y Rendición de Cuentas en las parte de la red europea European Kidney Patients’
Organizaciones No Lucrativas» financiado por la Dipu- Federation formada por 21 federaciones nacionales.
tación General de Aragón (PM049/2006). 4 Las asociaciones están regidas por la Ley 1/2002
2 Movimiento Internacional de Médicos Sin Fronte- y aunque están regidas por otras normativas, eviden-
ras que trabaja en más de 70 países, con 2.500 vo- temente se incluyen partidos políticos, sindicatos, aso-
luntarios, 10.000 profesionales, cuyos ingresos en el ciaciones de consumidores, asociaciones juveniles.
año 2004 fueron de 458 millones de euros y cerca 5 Ley 50/2002.

Ekonomiaz N.o 65, 2.o cuatrimestre, 2007


Carmen Marcuello Servós

regula a las Cajas de Ahorros6 indica espe- bajadores bajo la condición de sin ánimo
cíficamente que estas son «ajenas al lucro de lucro9.
mercantil» al igual que las mutualidades7,
En tercer lugar, los «campos de activi-
mientras que las cooperativas presentan
dad» de las ONL abarcan un amplio abani-
unas características especiales. No hay
co de sectores predominando los servicios
duda en cuanto a las cooperativas de ini-
de carácter público o cuasi-público. Según
ciativa social, puesto que ya son definidas
la clasificación propuesta desde el Centro
sin ánimo de lucro,8 pero con respecto al
de Estudios de la Universidad John Hopkins
resto de tipologías de cooperativas su de-
(1992) los sectores de actividad de las ONL
finición como organizaciones no lucrativas
abarcan: los servicios de cultura, ocio, edu-
ha sido más discutida (Ruiz Olabuénaga
cación, sanidad, cooperación internacional,
2000; Barea y Monzón, 2006, Evers y La-
derechos civiles, desarrollo económico y so-
ville, 2004, Chaves y Monzón, 2001). En
cial, política, entre otros. Asimismo, también,
todo caso, en las cooperativas hay una li-
encontramos a ONL en actividades econó-
mitación del reparto del beneficio que se
micas tradicionales de mercado tanto en el
debe circunscribir a la actividad (trabajo/
sector agrario, industrial o de servicios.
participación) en la cooperativa y no so-
bre el capital aportado como en otras figu- Finalmente, el cuarto factor que justifi-
ras empresariales. Asimismo, las empresas ca la complejidad de estas entidades es
de inserción son otra realidad en proceso la «variedad de los grupos de interés» re-
de maduración que ya tienen experiencia lacionados con las ONL y que, en algunos
y han demostrado sus resultados. Estas casos, puede ser más compleja que para
entidades están pendientes de disponer la empresa. Esto se puede observar tan-
de una legislación estatal pero en la prác- to en una gran Organización No Guberna-
tica, mediante decretos y algunas leyes mental para el Desarrollo (ONGD), como en
de comunidades autónomas se exige que una pequeña empresa de inserción. Los di-
su forma jurídica sea sociedad limitada o ferentes grupos de interés en estos casos
cooperativa, sus promotores han de ser son los habituales de la empresa, clientes-
entidades no lucrativas y sus fines han de usuarios, trabajadores, socios (propieta-
ser la inserción social y laboral de los tra- rios), proveedores, comunidad local y so-
ciedad, a los que hay que añadir, donantes
6 Ley 31/1985, de 2 de agosto, de Regulación de
(particulares, empresas y administración
las Normas Básicas sobre Órganos Rectores de las pública), voluntarios (colaboradores pun-
Cajas de Ahorros. tuales, permanentes), organizaciones co-
7 En este caso incluimos las mutuas, y mutualida-

des de previsión social reguladas por Ley 30/1995,


laboradoras en la prestación de servicios
de 8 de noviembre de Ordenación y Supervisión de (contrapartes, otras ONL, empresas y ad-
los Seguros Privados. Para las mutuas a prima fija en ministraciones públicas).
el artículo 9.1 indica que «son entidades sin ánimo de
lucro» y para las mutualidades de previsión social en Partiendo de este universo complejo de
el artículo 64 3.a se indica que deben «carecer de áni-
mo de lucro». Asimismo, figuran las mutuas de acci- entidades, actividades y colectivos en este
dentes de trabajo y enfermedades profesionales de la
Seguridad Social, reguladas por la Ley General de Se-
guridad Social (texto refundido aprobado por Decreto 9 Finalmente, quedan algunos casos especiales y

2065/1974, de 30 de mayo —arts. 202 a 207—). de difícil ubicación como son las sociedades anóni-
8 Art. 106 Ley 27/1999, de 16 de julio, de Coope- mas no lucrativas creadas para actividades económi-
rativas. cas especiales.
Responsabilidad social y organizaciones no lucrativas

trabajo proponemos una reflexión sobre la tre sus miembros-promotores de la organi-


responsabilidad social de las ONL. Así las zación». Esta definición sirve de marco ge-
preguntas que se plantean es si: ¿podemos neral para la gran diversidad del sector que
considerar a las ONL socialmente respon- funciona de forma muy diferente a la em-
sables dados su origen, fines y funciona- presa y a las instituciones públicas.
miento?; o debido a su papel como provee-
En consonancia con esta definición, Rose-
doras de bienes públicos y generadoras de
Ackerman (1996, p. 701) recuerda que «el
beneficios colectivos ¿deberían cumplir con
altruismo no requiere la creación de organi-
obligaciones y condiciones más exigentes? 211
zaciones no lucrativas». El altruismo o la so-
o ¿las condiciones exigidas a las empre-
lidaridad no son patrimonio de las ONL, ya
sas deberían ser las mismas que para las
que podemos encontrar empresarios con
ONL? Para ello, a continuación, delimitamos
un fuerte compromiso social con sus clien-
el concepto de ONL y el papel que desarro-
tes, trabajadores y comunidad y, a cambio,
llan como organizaciones económicas y so-
observar a ONL que actúan exclusivamente
ciales. Posteriormente se reflexiona sobre la
bajo principios de maximización del bene-
responsabilidad social de estas entidades a
ficio aunque luego no repartan el exceden-
partir de las funciones que desempeñan. En
te entre sus miembros. Es decir, en el sec-
el apartado cuarto se proponen algunas si-
tor no lucrativo conviven entidades cuyos
tuaciones especiales y, finalmente, se des-
fines, orígenes y comportamientos se acer-
tacan las principales conclusiones.
can al sentido más puro del altruismo, junto
con entidades que tienen un amplio abanico
de comportamientos y objetivos. Una defini-
2. LAS ORGANIZACIONES
ción sin concesiones como la de Hansmann
NO LUCRATIVAS: CONCEPTO
desmitifica el sentido utópico que mayorita-
Y FUNCIONES
riamente se atribuyen a las ONL y así incluir
las múltiples facetas de estas entidades.
Dada la diversidad planteada en el apar-
tado anterior establecer una definición co- Asimismo, esta definición nos permite
mún a todas las ONL es una tarea com- considerar que las personas que deciden
pleja. Como en otras muchas realidades crear estas entidades no tienen como prin-
sociales sigue sin haber una definición cipal motivación obtener ganancias mo-
exacta y cerrada y, además, ésta requiere netarias mediante reparto del excedente.
una visión multidisciplinar. Así la definición No obstante, como cualquier otra organi-
de Economía Social y la de Tercer Sector zación las ONL «deben» tener beneficios
incluyen elementos que delimitan un sector mínimos o mejor dicho «no deben» tener
con matices diferentes. Sin embargo, en pérdidas para asegurar la supervivencia de
este trabajo consideramos que la definición la entidad. El ser no lucrativo afecta a las
propuesta por Hansmann (1980 y 1987) es expectativas de los miembros sobre el re-
una de las más interesantes, sirve de base parto del excedente, y se entiende que la
para englobar al conjunto del sector y per- organización responde a las motivaciones
mite establecer distinciones e incluir condi- consiguiendo los objetivos y obteniendo un
ciones. Según Hansmann (1980) las ONL resultado de la actividad positivo para ase-
son entidades privadas donde «el reparto gurar el futuro de la organización y el cre-
del beneficio está legalmente prohibido en- cimiento de la misma. Ahora bien, queda
Carmen Marcuello Servós

pendiente la reflexión sobre cuál es el be- nos descubren que son capaces de orga-
neficio razonable en las ONL10. nizarse para realizar proyectos con especial
interés para ellos y para la comunidad. Esto
Tomando como base esta definición la si-
es, propone la existencia de un nuevo para-
guiente cuestión a plantear en este aparta-
digma, de modo que las ONL tienen un pa-
do es delimitar el papel o las funciones que
pel fundamental en la gestión de determi-
las ONL desarrollan en una sociedad. Desde
nados bienes y servicios públicos y con una
la economía se ha tratado de dar una expli-
gran influencia en el proceso político públi-
cación a la existencia de este tipo de orga-
co. La base de este paradigma es que las
nizaciones y el papel que desempeña. Las
ONL se crean por una decisión «racional»
teorías económicas sobre las ONL justifican
de un grupo de personas con intereses co-
su existencia por los fallos del sector públi-
munes dónde la obtención de lucro perso-
co y los fallos del mercado. Esto es, se con-
nal no es la razón fundamental, y que tienen
sidera al sector no lucrativo como un sector
capacidad para influir en las decisiones de
residual que mitiga las ineficiencias de otros.
la utilización, conservación, asignación de
Así, las ONL surgen, por un lado, para pro-
recursos públicos, donde se generan redes
veer de bienes y servicios públicos lo que el
sociales que configuran normas, expectati-
Estado no produce en suficiente cantidad y
vas, reciprocidad, comunicación y confian-
diversidad —los servicios sociales y la edu-
za generalizada11. Asimismo, se considera
cación son un claro ejemplo en España—,
que la sociedad o una comunidad delega
y por otro, para resolver los problemas de
en un grupo de personas la gestión12 de
información asimétrica que se producen en
determinados recursos y bienes públicos
el mercado en la provisión de determina-
para que a través de sus decisiones y ac-
dos servicios y colectivos (Weisbrod (1975),
tuaciones se beneficie la comunidad13.
Ben-Ner, (1986) y Hansmann (1980) Mor-
ley (2006)). Es decir, estas teorías propo- Al destacar el término racional se pre-
nen que el papel de las ONL es ser princi- tende recordar que en la economía cuan-
palmente proveedoras de bienes y servicios do se hace referencia a las «expectativas
que los otros dos sectores (empresa y sec- racionales» de las personas también caben
tor público) no satisfacen por lo que se fun- las motivaciones que no necesariamen-
ción económica principal es la producción y te busquen solo «ganar» o conseguir una
provisión de servicios para colectivos y bie- compensación monetaria sino que como
nes específicos. ya recordaba Adam Smith, o como propo-
Sin embargo, Bryce (2006) realiza una
11 Bryce se apoya en la abundante bibliografía que
propuesta mucho más sugerente. El autor considera las ONL como uno de las bases de la crea-
plantea que en todas las comunidades-so- ción de capital social: Putnam (2000), Alesina y La Fe-
ciedades existen ONL, que no son creadas, rrara (2000), Offe y Fuchs (2003), Boix y Posner (2000),
Jordana (2000) y Newton (1999), entre otros.
solamente, porque el sector público o las 12 Se podría decir que delega en las ONL algunos

empresas fallan, si no porque los ciudada- «asuntos públicos» ya que lo público no es patrimonio
de las administraciones públicas.
13 El beneficio de la comunidad se produce direc-

tamente porque la ONL trabaja para toda la población


10 Charity Navigator realiza una clasificación muy o indirectamente, a través de las externalidades posi-
sugerente sobre las ONL atendiendo a los resultados tivas de los bienes públicos, mejora la cultura o el ni-
y clasifica negativamente a aquellas que mantienen vel educativo de un colectivo concreto y acaba favo-
beneficios altos www.charitynavigator.org reciendo a toda la sociedad.
Responsabilidad social y organizaciones no lucrativas

ne Bourdieu (1986) existe también la eco- que sus recursos pertenecen a la sociedad
nomía desinteresada14. La propuesta de en general y se delega la gestión de dichos
Bryce introduce una perspectiva comple- recursos entre los gestores, promotores-
mentaria a las teorías económicas previas miembros de estas organizaciones. Asimis-
enfatizando en las razones altruistas y los mo, la idea de propiedad colectiva está rela-
beneficios colectivos derivados de las ac- cionada con el destino del patrimonio en el
tuaciones de las ONL. momento de la disolución. Según el marco
legal a la hora de la disolución de la entidad,
A continuación se señalan algunos nexos
el patrimonio no puede ser repartido entre 213
de unión entre la propuesta de Bryce con
los promotores-miembros y debe destinarse
las teorías económicas tradicionales y con
a otras organizaciones con fines similares.
el contexto donde se desarrollan las ONL:
1) la cuestión de la propiedad colectiva de En segundo lugar, la prohibición del re-
las ONL; 2) la prohibición del reparto del parto del beneficio es una garantía para la
beneficio como un incentivo a la eficiencia; asignación eficiente de los recursos. Sin
y 3) las externalidades y beneficios públi- embargo, esta afirmación es contradicto-
cos de las ONL. ria con los supuestos tradicionales de la
economía, ya que, según estos, la búsque-
En primer lugar se aborda la cuestión de
da de beneficio personal es el motor de
la propiedad colectiva de las ONL. La pro-
la asignación eficiente de los recursos y si
puesta de Bryce consistente en que las
esta condición se ve modificada puede ser
ONL son el resultado de la delegación de
origen de ineficiencias por la falta de moti-
los recursos públicos de una comunidad/
vación de los miembros de la organización.
sociedad se ve reforzada desde la teoría de
Además la relación propuesta por Bryce
los derechos de propiedad. Según la teoría
de delegación de la sociedad en las ONL
de los derechos de propiedad en el caso
va a producir una relación de agencia16 en-
de las ONL, los tres derechos se encuen-
tre la sociedad (principal) y la ONL (agente)
tran atenuados o modificados. Es decir, la
de forma que la sociedad pierde capacidad
propiedad está limitada y puede entender-
de control en la gestión de sus recursos
se que no existen propietarios (Hansmann,
y bienes públicos. Simultáneamente, de-
1996). Por ello, no existen mercados en los
pendiendo del tamaño de la organización,
que vender la «propiedad» correspondien-
la separación entre promotores-miembros
te a los miembros de una asociación, o de
(principal)-directivos (agente) va ser similar
una fundación o de una caja de ahorros15.
a la de las grandes corporaciones (Fama y
Esto puede entenderse como que las Jensen, 1983a y 1983b) con una mayor re-
ONL no tienen propietarios particulares ya percusión en el caso de las ONL debido a

16 «La presente Ley reconoce la importancia del fe-


14 Bourdieu propone que la ciencia económica se nómeno asociativo, como instrumento de integración
ha quedado a medio camino en su desarrollo puesto en la sociedad y de participación en los asuntos pú-
que sólo se ha ocupado de una parte de la economía blicos, ante el que los poderes públicos han de man-
olvidando la economía «desinteresada» y así evitando tener un cuidadoso equilibrio, de un lado en garantía
llegar a ser una verdadera «ciencia general de la eco- de la libertad asociativa, y de otro en protección de
nomía». los derechos y libertades fundamentales que pudieran
15 Ha habido algunos cambios en las cajas de aho- encontrarse afectados en el ejercicio de aquélla» (Ex-
rros como la creación de las cuotas partícipes pero posición de motivos de la ley 1/2002 de Derecho de
que de momento no afectan a la propiedad. Asociación).
Carmen Marcuello Servós

la inexistencia de mercado de la propiedad puesto por Bryce es más positivo que las
que discipline a los equipos directivos y les teorías económicas tradicionales sobre las
haga gestionar eficazmente aunque en mu- ONL y se suma a otras propuestas que, en
chos casos no existen estándares externos términos generales, consideran que la par-
con los que comparar los resultados. Estos ticipación en ONL genera beneficios socia-
argumentos dificultan el que las ONL vayan les, incrementa el capital humano mediante
a ser eficientes. la transferencia de conocimientos, influye
positivamente en la confianza interpersonal
No obstante, a pesar de todas estas difi-
a través de la interacción entre los miem-
cultades los trabajadores, gestores, donan-
bros de la ONL y al mismo tiempo favore-
tes, miembros y voluntarios de estas orga-
ce la participación política. Entre otros au-
nizaciones presentan mayores incentivos y
tores, Hooghe (2003) argumenta que las
una elevada motivación a utilizar adecua-
asociaciones voluntarias tienen una impor-
damente los recursos y a controlar la asig-
tancia crucial en el establecimiento de una
nación eficiente de los recursos que en una
cultura democrática. Smith et al. (2004)
gran corporación (Williamson, 1983). De ahí
sugiere que la interacción social en las or-
que la propia motivación no lucrativa de los
ganizaciones voluntarias desarrolla en las
miembros de la entidad es uno de los sis-
personas asumir valores y actitudes coo-
temas de control específico de este tipo de
perativas y democráticas. En general, este
organizaciones, ya que esta situación difí-
conjunto de trabajos propone que el de-
cilmente puede reproducirse en la empresa
sarrollo, la prosperidad y la cohesión social
privada o pública donde las motivaciones
de una sociedad están directamente rela-
de los individuos integrantes son otras. Este
cionados con la naturaleza, vitalidad y den-
aspecto es resaltado por Alchian y Demsetz
sidad de la vida asociativa17. Se trata de las
(1972) al considerar que las ONL son espe-
aportaciones derivadas de las teorías sobre
cialmente apropiadas en entornos donde
el capital social18 donde una de las fuentes
el oportunismo no es deseado y como res-
que crea capital social son las ONL.
puesta en mercados cuya demanda no es
deseable para la empresa lucrativa. Hans- En resumen, se puede afirmar que las
mann (1980) reafirma esta idea al considerar ONL desarrollan dos funciones: 1) como
que las ONL se crean y sobreviven en sec-
tores donde los fallos del mercado les pro- 17 Con respecto a la exención de impuestos, la ac-

porcionan una ventaja comparativa frente tividad no lucrativa está exenta de la mayoría de im-
a otro tipo de organizaciones. Esta ventaja puestos y la actividad cooperativizada tiene también
un tratamiento muy favorable. Mientras, si la ONL rea-
comparativa se deriva de la atenuación de liza actividades de carácter lucrativo que no revierten
los derechos de propiedad, esto es, la con- en la actividad principal o se realiza actividades extra-
cooperativa el tratamiento fiscal es similar que para la
dición de no distribución de beneficios es el empresa. Es decir, desde el punto de vista impositi-
garante contractual de los usuarios de estas vo, las actividades propias de las ONL se reconocen
entidades en contextos de información asi- como actividades de interés general cuyos efectos
se distribuyen en la población o colectivos de espe-
métrica y elevados costes de control. cial interés, por lo que están exentas de la mayoría de
los impuestos aplicados a las actividades lucrativas-
En tercer lugar la generación de exter- empresariales. La empresa también recibe exencio-
nalidades y beneficios públicos por parte nes fiscales por realizar actividades de interés general
y por dedicar fondos o recursos a entidades sin fines
de las ONL es una cuestión reconocida por de lucro, Ley 49/2002.
la mayoría de los autores. El enfoque pro- 18 (Putnam, 2000, Coleman 1988).
Responsabilidad social y organizaciones no lucrativas

productoras y proveedoras de bienes y las forman. Igualmente, los medios para


servicios; 2) como gestoras de bienes y re- alcanzar los fines dependerán de los valo-
cursos públicos. Sin embargo, dada la gran res de los miembros y los consensos a los
diversidad y complejidad que hemos co- que lleguen. La coherencia entre los obje-
mentado al principio encontramos también tivos y los medios en este caso es funda-
una gran variedad de fines, comportamien- mental, ya que la credibilidad de una ONL
tos y resultados19. La diversidad de los fi- no solo se construye por tener unos fines
nes de las ONL es un reflejo del contexto aceptados y necesarios socialmente sino
social de donde surgen. Son creadas por porque los medios son coherentes con los 215
personas que reproducen en las entidades objetivos. Esta cuestión va a ser básica
las aspiraciones trabajar por un proyecto para el desarrollo del siguiente apartado.
común que beneficia al conjunto o de uti-
lizar a las entidades como un medio para
su propio beneficio, búsqueda de presti- 3. RESPONSABILIDAD SOCIAL Y
gio social, plataformas de poder simbóli- ORGANIZACIONES NO LUCRATIVAS
co o real… También, encontramos un aba-
nico de proyectos que incluyen: 1) desde Desde una gran parte de las entidades
las pequeñas a grandes entidades basa- no lucrativas y de la literatura académica,
das en la ayuda mutua donde básicamente se considera que la gran mayoría de las
son los socios-usuarios los decisores y los ONL nacen, crecen y se desarrollan asu-
beneficiarios; 2) los grupos de presión po- miendo como misión y objetivos «las pre-
lítica, entidades cuyo objetivo fundamental ocupaciones sociales, las preocupacio-
es influir en las decisiones políticas en be- nes medioambientales y el diálogo con los
neficio de sus socios o colectivos a los que grupos de interés» que promulga la res-
se dirige, aquí encontramos desde las aso- ponsabilidad social corporativa20. Es decir,
ciaciones empresariales, a entidades de- afirman que las ONL ya son responsables
dicadas las defensa de derechos civiles, socialmente y esto es una cuestión a exigir
ecologistas; y, 3) en otros casos, las orga- a las empresas. La responsabilidad social
nizaciones son básicamente proveedoras corporativa es una demanda o exigencia,
de servicios externos, con un equipo de según se mire, de los ciudadanos para que
gobierno-gestión y, con trabajadores y vo- las empresas asuman un modo diferente
luntarios que trabajan para «otros», como de convivencia y de relaciones.
ejemplos tenemos desde las ONG para
Si examinamos el marco legal que re-
el desarrollo y la mayoría de las entidades
gula a las ONL encontramos razones para
proveedoras de servicios sociales, cultura,
justificar su origen socialmente responsa-
etc. entre otras.
ble. En el caso de asociaciones y funda-
Es decir, la variedad de los fines de las ciones la ley indica que sus fines se han
ONL va a depender de las personas que

20 La definición propuesta de la Responsabilidad


19 Marbán Gallego (2000) realiza una interesante Social Corporativa en el Libro Verde de la Comisión
reflexión sobre las características, estructurales, eco- Europea (2001 p. 5): «la integración voluntaria, por
nómicas y funcionales de las entidades no lucrativas parte de las empresas de las preocupaciones sociales
entre las que incluye diferentes funciones sociales y y medioambientales en sus operaciones comerciales
económicas de las ONL. y sus relaciones con sus interlocutores».
Carmen Marcuello Servós

de circunscribir al interés general21. En las las ONL (a las cuales se les considera fuera
cooperativas, la Alianza Cooperativa In- de las duras leyes del mercado o paliadoras
ternacional exige que los valores que defi- de las consecuencias del mercado). Este
nen a las cooperativas son «la autoayuda, sistema de mercado, más bien sociedad
la auto-responsabilidad, la democracia, la de mercado, se expande con un elemento
igualdad, la equidad y la solidaridad. En extremadamente atractivo: el consumo. En
la tradición de sus fundadores, los socios este modelo económico hay ONL que se
cooperativos hacen suyos los valores éti- han visto obligadas a insertarse en él para
cos de la honestidad, la transparencia, la sobrevivir debido a la elevada competencia
responsabilidad y la vocación social». Y es- a la hora de obtener suficiente financiación.
tos principios deben guiar el trabajo diario Estas ONL se han visto obligadas a pactar
de las cooperativas de todo tipo de ámbi- con las reglas del mercado ya sea captan-
tos, agrícolas, industriales o de servicios, do fondos que a su vez fomentan el con-
de vivienda, de consumidores, de ense- sumo y/o aceptando fondos de empresas
ñanza22. Es decir, los principios coopera- con las que tal vez tienen poco en común.
tivos son señas de identidad que se man- La cuestión de la financiación va a ser un
tienen en el tiempo y que reflejan un modo elemento sustancial pero también el modo
de actuación propio del cooperativismo de posicionarse y reforzar las estrategias
en cualquier país. En este sentido Castro para afrontar los problemas y el desarrollo
(2006) generaliza que para todas las enti- de los objetivos de la ONL.
dades integrantes de la Economía Social
se promueve un modelo basado en la soli- Así, en un primer paso, un elemento a
daridad, cohesión, equidad e inserción so- tener en cuenta es que las ONL están en
cial muy cercano a lo que se puede deno- diálogo con las condiciones del sistema,
minar «responsabilidad social». son parte de él y en otros muchos casos
también se enfrentan. Por lo que, se reco-
No obstante, las ONL se crean por per- nocen tres posiciones de las ONL ante el
sonas que forman parte de un mismo sis- mercado (Bellostas et al. 2002):
tema social que tiene códigos de funciona-
miento diferentes para el mercado y para — Como paliadoras de los fallos del sis-
tema: atienden las situaciones socia-
les que la oferta ya no atiende. No se
21 «Fines de interés general: los de defensa de los formulan críticas, la tarea prioritaria es
derechos humanos, de las víctimas del terrorismo y poner parches al sistema, se trata de
actos violentos, los de asistencia social e inclusión
social, cívicos, educativos, culturales, científicos, de- mitigar y aliviar las consecuecias.
portivos, sanitarios, laborales, de fortalecimiento ins-
titucional, de cooperación para el desarrollo, de pro- — Son el resultado de un pacto con el
moción del voluntariado, de promoción de la acción sistema: se insertan en él, sin cues-
social, de defensa del medio ambiente, de promoción
y atención a las personas en riesgo de exclusión por tionar, ni paliar, es la arena en la que
razones físicas, económicas o culturales, de promo- se juegan su prestigio compitiendo
ción de los valores constitucionales y defensa de los
con otros. Pactan con las estructu-
principios democráticos, de fomento de la tolerancia,
de fomento de la economía social, de desarrollo de la ras socioeconómicas existentes, de
sociedad de la información, o de investigación científi- tal modo que se adaptan al statu quo
ca y desarrollo tecnológico». Artículo 3, Ley 49/2002.
22 Principios cooperativos en la Alianza Cooperativa generando una red que convive y asu-
Internacional http://www.coop.org/es/index.html me perfectamente las disonancias.
Responsabilidad social y organizaciones no lucrativas

— Como agentes transformadores: des- será porque la ONL: 1) asigna eficiente-


de una posición de control y crítica, mente de los recursos; 2) es eficaz en el
promueven acciones de intervención cumplimiento de sus objetivos; y 3) sus de-
estructural buscando la transforma- cisiones se toman a partir del diálogo con
ción del orden del sistema social. sus grupos de interés23.

Por otro lado, las teorías sobre el ca- Segundo, desde el papel de activos so-
pital social señalan que las ONL pueden ciales que generan beneficios sociales co-
ser creadoras de capital social. Si se sigue lectivos (Marcuello et al. 2007), habrá que
la línea argumental del Banco Mundial la valorar los fines y su funcionamiento de las 217
«confianza y buena voluntad para coope- ONL y su capacidad para ser socialmen-
rar permite a las personas formar grupos y te responsable. Desde el punto de vista de
asociaciones, con lo que facilita conseguir sus fines:
objetivos compartidos». Por lo que, es de 1. Sus objetivos y orígenes: habrá que
esperar que un modelo de gestión y funcio- distinguir si la organización es solo
namiento de las ONL donde se fomentan una mera productora de servicios o
relaciones, dentro y hacia fuera, basadas sus fines adoptan una posición que
en la confianza y la buena voluntad para transciende más allá de los servicios
cooperar hará que estas entidades alcan- e ideas y se propone la búsqueda de
cen los objetivos propuestos, esto es, ge- la justicia social. Esto es, diremos que
nerarán más capital social y cohesión so- una ONL será más socialmente res-
cial. Sin embargo, otro problema planteado ponsable cuando actúa en el sistema
es que, también, a través de los grupos y social para transformar a una mejor
las ONL es posible promover un capital so- sociedad con una visión a largo plazo.
cial negativo o perverso, es decir, un fuer-
te tejido social no es sinónimo de una so- 2. Sus promotores y destinatarios: si la
ciedad saludable cuando los vínculos que organización es un medio para ten-
«atan» a los miembros de una entidad sir- der puentes entre las necesidades y
ven para excluir y separarse de los «otros». las soluciones entre personas.
Esto es lo que han llamado conjunto de re- Desde el punto de vista de su funciona-
laciones entre pares —iguales— o conjun- miento y gestión:
to de relaciones que tienden puentes entre
los «diferentes», esto es, entre clases, entre 1. El alcance: desde los postulados ini-
razas, entre pobres y ricos. ciales y los resultados de sus activida-
des, será más beneficiosa socialmen-
Teniendo en cuenta las cuestiones an- te si repercuten en «otros» en lugar de
teriores diremos que una ONL es social- quedarse en un «para sí» cerrado.
mente responsable a partir de las dos fun-
ciones planteadas en el apartado anterior y
23 Desde su papel como proveedora de servicios
atendiendo a las siguientes condiciones. deben darse las mismas condiciones que para la em-
presa. La búsqueda de un desarrollo sostenible exi-
Primero, como condición necesaria, una ge a la ONL el diálogo con los grupos de interés y
ONL será socialmente responsable si utili- la incorporación de las preocupaciones, medioam-
bientales y sociales ya habituales: derechos huma-
za adecuadamente los recursos que dispo- nos, laborales calidad del producto (trabajo, mercado,
ne. La utilización adecuada de los recursos medioambiente y comunidad).
Carmen Marcuello Servós

2. La permeabilidad de la entidad: si es 3.1. Las organizaciones no lucrativas,


flexible y está atenta a las necesida- la empresa y la responsabilidad
des, carencias, propuestas y otras social corporativa
iniciativas de otros actores de la so-
ciedad. En la literatura sobre responsabilidad
social corporativa, en numerosas ocasio-
3. La profesionalización: una organiza-
nes se hace referencia a las ONL, princi-
ción formada únicamente por perso-
palmente, como mediadoras entre la em-
nal contratado no es una organiza-
presa y la sociedad, o dicho de otro modo,
ción más profesional ni genera más
como interlocutoras de los grupos de in-
beneficios sociales. Entendemos que
terés de la sociedad con la empresa. Por
una organización que mantiene un
otro lado, en la práctica y la teoría, las ONL
equilibrio sobre el número de em-
actúan como «vigilantes» (watchdogs)24 de
pleados remunerados y su base so-
las promesas de la empresa acerca de res-
cial (socios/voluntarios) y garantiza la
ponsabilidad social corporativa.
formación necesaria para el desem-
peño de las tareas de ambos colec- Estas dos situaciones no son algo nue-
tivos será una ONL más eficaz so- vo para las ONL y es otro de los pape-
cialmente y actúa bajo procesos de les a desempeñar por las ONL en el mar-
gestión planificados y evaluados. co de la responsabilidad social. De nuevo
se va a dar la relación propuesta de Bryce,
4. Sus fuentes de financiación: han de ya que la delegación de la sociedad en las
ser coherentes con su misión y de- ONL sobre la gestión de los bienes y recur-
ben asegurar la autonomía de la or- sos públicos (asuntos públicos) tiene tam-
ganización. bién asociado la representación de sus in-
5. Forma de decisión: si la organización tereses y la vigilancia de los acuerdos con
favorece tanto la toma de decisiones otros agentes de la sociedad.
democrática, con estructuras que fa- En el primer caso, si la empresa quie-
cilitan la comunicación interna, como re llevar adelante una gestión basada en
la participación plural y sea co-res- los grupos de interés tiene que buscar in-
ponsable en las tareas. terlocutores en la comunidad o sociedad.
Por lo general, la Administración Pública
6. Globalización/localización: indepen-
será la representante natural de los inte-
dientemente del tamaño de la organi-
reses de los ciudadanos y en el proceso
zación una entidad es «más grande»
de identificación de los grupos de interés
y socialmente más eficiente ya que
tiene identidad suficiente para formar un
promueve vínculos externos y partici-
grupo de interés propio. Sin embargo, las
pa en redes más amplias, desde pla-
ONL complementan a la Administración
taformas, federaciones, ya sean na-
Pública al aportar más pluralidad y pun-
cionales o internacionales.
tos de vista, de forma que, en ocasiones,
7. Transparencia: deben ser claros sobre la Administración Pública y las ONL son
sus actuaciones y una explicación de
los resultados conseguidos, de los fra- 24 Berger, Cunningham y Drumwright (2004) y Tien-

casos y de sus apuestas de futuro. ne, y Lewis (2005).


Responsabilidad social y organizaciones no lucrativas

casi una misma voz y, en otras, pueden relaciones con la empresa, ya sea como
estar representando intereses opuestos o interlocutora o como certificadora, se es-
complementarios. Un ejemplo es el caso tablezcan a partir de los intereses de la so-
de la política medioambiental de la empre- ciedad/comunidad y no de las necesida-
sa. El cumplimiento de la ley y disponer des financieras de la ONL.
de certificaciones externas puede no ser
suficiente para asegurar unas actuaciones
respetuosas con el medioambiente en de-
3.2. La confianza, la transparencia
terminados lugares. El diálogo con ONL 219
y las organizaciones no lucrativas
especializadas en ecologismo y defensa
del medioambiente locales puede garan-
El apartado anterior nos lleva a destacar
tizar un mayor equilibrio y mejoras para la
otro elemento sustancial: la confianza. Las
colectividad.
ONL necesitan para desempeñar su tarea
En el segundo caso, el papel que se que la sociedad, socios, donantes, colabo-
otorga a las ONL es de ser vigilantes e in- radores, instituciones públicas confíen en
cluso certificadoras de los compromisos de ellas. En algunos casos, es más que com-
la empresa. Aquí las relaciones estableci- plicado presentar cuantitativamente los re-
das son cuando menos complejas. Setem sultados obtenidos o incluso pueden pa-
a partir de su participación en la campaña recer tan escasos que es difícil justificar
internacional «Ropa Limpia» es una ONGD los recursos utilizados. En otros, como las
que ha actuado como vigilante de las po- ONG dedicadas a la Cooperación al De-
líticas de responsabilidad social corporati- sarrollo, los proyectos se realizan en otros
va en los talleres textiles que Inditex sub- países de modo que los costes de con-
contrata en Marruecos. El papel de Setem trol y evaluación de los resultados son muy
significa que representa tanto a los intere- elevados por lo que sólo queda confiar en
ses de los ciudadanos de España como a la ONGD.
los ciudadanos de Marruecos en el cum-
A pesar de estas desventajas, encon-
plimiento de compromisos de Inditex pero
tramos que en la mayoría de las encues-
con otras empresas.
tas en las que se pregunta por la confianza
En ambos casos la responsabilidad so- de los ciudadanos en diferentes institucio-
cial de las ONL va más allá de las cuestio- nes las ONG son las organizaciones mejor
nes exigidas en la responsabilidad social valoradas25 y esto ocurre tanto en Espa-
de las empresas. Los elementos plantea- ña como en otros países26. Las ONG son
dos en el apartado anterior de que la ONL
sea una entidad de proyección externa,
25 En el barómetro del CIS de octubre de 2006 en
permeable, participativa y transparente
la pregunta ¿En qué medida confía Ud. en cada tipo
son básicos. Y si pensamos en las fuen- de institución, en una escala de 0 a 10, en la que el 0
tes de financiación, la responsabilidad es significa «ninguna confianza» y el 10 «total confianza»?
mayor. Difícilmente es creíble una ONL que el valor dado a las ONG era de 5,9 frente al 4.3 de
las organizaciones empresariales, y la distribución del
«vigile» a la empresa que le paga, aunque los porcentajes con una valoración entre 7-10 era del
se esté haciendo con todas las posibles 37,9% para las ONG mientras que para las organiza-
ciones empresariales era de un 10,8%.
garantías. La independencia financiera de 26 Noviembre 2005 https://www.charity-commission.

la ONL es un valor necesario para que las gov.uk/Library/spr/pdfs/surveytrustrpt.pdf


Carmen Marcuello Servós

conscientes de que, en general, son insti- transparente y rendir cuentas. En el docu-


tuciones bien consideradas desde el punto mento se hace referencia a la transparen-
de vista de la confianza, pero también son cia e indican que:
conscientes que esta confianza es muy frá-
gil. La reputación, el saber hacer, la cerca- Nos comprometemos a ser abiertas, trans-
parentes y honestas en cuanto a nuestras
nía, los valores que defienden, la eficiencia
estructuras, políticas, actividades y a nues-
y la eficacia son elementos que sostienen la
tros objetivos. Estaremos en contacto con
confianza pero ésta puede desaparecer por nuestros grupos de interés para informarles
una información errónea o incluso por la sobre nuestra organización, poniendo, ade-
mala actuación de otras ONL. Asimismo, la más, informaciones a disposición de la opi-
sociedad y los colectivos que se relacionan nión pública.
o no con las ONL, cada día son más cons-
cientes de que no es suficiente una con- Mientras que en la rendición de cuentas
fianza «ciega» sino que las ONL han de ser dicen que:
«de confianza». Por ello la transparencia y la
Cumpliremos los requisitos pertinentes de
rendición de cuentas debe ser una seña de
gobierno, contabilidad financiera y rendición
identidad de las ONL.
de cuentas en todos los países en los que
Tal vez, la cuestión de la transparencia estemos establecidos o en los que conte-
y la rendición de cuentas tienen mayor de- mos con actividades. Al menos una vez al
sarrollo en el ámbito de la praxis desde las año presentaremos un informe sobre nues-
ONL que en el ámbito académico. Hay un tras actividades y resultados.
gran número de experiencias, tanto de re-
Podemos entender que estas entida-
flexión como de actuación, por diferentes
des proponen que la transparencia va más
instituciones no lucrativas. A nivel interna-
allá de la rendición de cuentas, puesto, que
cional destacan One World Trust, Indepen-
consideran que es una actitud y una dispo-
dent Sector, International Transparency,
nibilidad real de información tanto por inicia-
Global Reporting Initiative y a nivel nacio-
tiva de la ONL como por petición de agen-
nal, Fundación Lealtad y la Coordinadora
tes externos. En cambio, la rendición de
de ONGD-E, entre otras.27
cuentas supone la realización de informes
En junio de 2006 se firmó por 11 de las públicos sobre sus impactos, procesos, es-
ONG internacionales más grandes la «Carta tructuras de gobierno y fuentes de financia-
de Rendición de Cuentas de Organizaciones ción. Esto es, se entiende que la rendición
no Gubernamentales Internacionales» 28, de cuentas es una valoración y evaluación
donde todavía quedan pendientes de co- de la entidad tanto hacia los agentes in-
nocer los mecanismos de control y aplica- ternos como externos y más allá de las le-
ción, pero es un paso muy importante y un gislaciones de los países en los que traba-
referente para otras ONL. Esta carta sirve jan. Esta diferencia hay que valorarla, tal y
para introducir una breve reflexión entre ser como afirma para el caso de las fundacio-
nes el Aspen Institute Nonprofit Sector Stra-
27 Nonprofit Sector Strategy Group, (2002): «Foun- tegy Group (2002) «la experiencia ha mos-
dation Accountability and Effectiveness», The Aspen trado que las fundaciones son más eficaces
Institute, Statement for public discussion.
2 8 h t t p : / / n e w s . a m n e s t y. o r g / i n d e x / E N G P O L cuando operan abiertamente y rinden cuen-
306062006 tas». La apertura y la transparencia permi-
Responsabilidad social y organizaciones no lucrativas

ten que la ONL sea conocida por el conjun- sugiere la utilización de mecanismos inte-
to de la sociedad y no sólo por sus usuarios gradores y globales y la necesidad de ver
o partícipes favoreciendo la permeabilidad el proceso de rendir cuentas como un mo-
de la entidad y su capacidad de conocer y mento de aprendizaje para la entidad. Se-
atender a nuevas necesidades. La rendición gún Ebrahim el fin último de rendir cuentas
de cuentas es un acto de responsabilidad es aprender y mejorar.
en el que la ONL evalúa y comunica sus lo-
Así, de forma general, se puede enten-
gros, sus fallos y sus planes de mejora.
der la rendición de cuentas como un pro-
Si acudimos a la literatura académica el ceso en el cual la ONL debe decidir quié- 221
debate y la reflexión sobre la transparen- nes son los actores, tanto internos como
cia y la rendición de cuentas en el ámbi- externos, a los que debe rendir cuentas.
to de las ONL ha recibido gran atención29. Como ya hemos indicado al comienzo, los
Los enfoques son muy diversos pero todas grupos de interés de las ONL son nume-
parecen coincidir en definir la rendición de rosos en categorías y en número de per-
cuentas (accountability) como un concep- sonas afectadas por sus actuaciones. La
to relacional30 de modo que refleja las rela- ONL tendrá que establecer quiénes son los
ciones entre los actores de la organización responsables de llevar adelante el proce-
y el entorno social e institucional (Ebrahim, so y si se diseña permitiendo la participa-
2005). Así, se puede poner el acento en los ción de grupos de interés específicos. En
actores externos «la rendición de cuentas el cómo habrá que tener en cuenta si es un
son los medios por los que los individuos proceso de carácter interno/externo, cómo
y organizaciones informan a una autoridad se va a explicitar y si es un cumplimiento
reconocida (o autoridades) y se responsa- del marco legal, de la norma habitual o es
bilizan de sus acciones» (Edwards y Hulme, propio de la organización. Además, des-
1996, p. 967) o «proceso por el cual los ac- de un enfoque de responsabilidad social,
tores se responsabilizan de sus acciones» las ONL deberían facilitar la participación
(Fox y Brown, 1998, p. 12) mientras que de los grupos de interés, sobre todo, los
hay otro enfoque que propone que la ren- usuarios en la rendición de cuentas, dispo-
dición de cuentas tiene un carácter más in- ner de un proceso sistematizado y formali-
terno (Cornwall, Lucas y Pasteur, 2000). zado con proyección externa.
En todo caso, la rendición de cuentas
no puede reducirse solamente a la elabo-
ración de informes si no que es algo más, 4. DOS ESCENARIOS ESPECIALES:
es un proceso en el que hay que definir LAS ORGANIZACIONES
a quién rendir cuentas, quién lo hace y el NO GUBERNAMENTALES
cómo. Entre los diferentes textos destacan INTERNACIONALES Y EL
los de Ebrahim (2003) y (2005) como los MERCADO DE LOS DONANTES
más interesantes y clarificadores. El autor
Hasta el momento las cuestiones ante-
riores se han planteado de forma general
29 Brown y Moore (2001) Connolly y Hyndman
sobre el sector no lucrativo. En este apar-
(2004), Keating y Frumkin (2003), Najam (1996) y To-
rres y Pina (2003).
tado se van a destacar dos escenarios de
30 Ospina, Día y O’Sullivan (2002). actuación especiales:
Carmen Marcuello Servós

— Las organizaciones no gubernamenta- 10 años se ha pasado de alrededor de


les internacionales (INGO) cuyo número 13.000 INGO a más de 47.000. Además,
en los últimos diez años se ha multipli- 160 INGO de EE.UU operan en todos los
cado por más de tres y si lo compara- países en vías de desarrollo, y recaudan
mos con los datos de principios de si- 3 billones de dólares de contribuciones pri-
glo XX se ha multiplicado por mil; vadas y más de 1,5 billones de dólares de
subvenciones públicas cada año.
— El incremento de la competencia en el
mercado de las donaciones y la mer- Tanto por el crecimiento experimentado
cantilización de las ONL originada por en el número de INGO como por el incre-
la búsqueda de financiación. mento del volumen de recursos que ges-
tionan está claro que el papel de las INGO
no es una cuestión menor en el panorama
4.1. Organizaciones no gubernamentales internacional. Solamente las cifras de algu-
internacionales (INGO) nas entidades ya son respetables, el nú-
mero de socios de Amnistía Internacional
Según el informe de One World Trust es más de 1,8 millones y con colaborado-
(2003)31 las INGO «son organizaciones no res en más de 150 países32, Greenpeace
lucrativas con sedes nacionales en más tiene más de 3 millones de socios y Oxfam
de un país. Están formadas por organi- International trabaja en más de 100 países
zaciones no lucrativas nacionales que se y colabora con más de 3.000 organizacio-
estructuran como federaciones y confe- nes locales en los países en vías de de-
deraciones y las sedes nacionales tienen sarrollo33. El papel de las INGO en mate-
diferentes grados de autonomía. ria de cooperación al desarrollo tiene ya su
propia discusión, en este apartado sólo se
La INGO tradicional es una organización
proponen algunas preguntas relacionadas
que provee de servicios sociales a grupos
con la responsabilidad social y estas orga-
vulnerables, sin embargo, también pueden
nizaciones:
ser INGO grupos de presión que represen-
tan, por ejemplo, intereses de asociacio- 1. ¿Hasta dónde llega la influencia de al-
nes empresariales, sindicatos, y conferen- gunas INGO sobre gobiernos en paí-
cias internacionales». Asimismo, según el ses de desarrollo y qué debe exigirse
informe de One Word Trust (2005) el vo- a estas entidades? Se está dando la
lumen de ayuda al desarrollo que gestio- circunstancia de que hay INGO que
nan el conjunto de INGO es mayor que financian los programas públicos de
el que gestiona la ONU y en los últimos algunos servicios, como por ejemplo
educación o sanidad, de los gobier-
31 «International NGOs son organizaciones no lu-
nos en estos países. Se puede dedu-
crativas con sedes nacionales en más de un país. Es- cir que la capacidad para modificar
tán formadas por ONL nacionales que se estructuran las políticas, los objetivos o imponer
como federaciones y confederaciones y las sedes na- condiciones para la recepción de la
cionales tienen diferentes grados de autonomía. La
ONL tradicional es una organización que provee de ayuda es bastante amplia.
servicios sociales a grupos vulnerables. Sin embargo,
también pueden ser INGOs grupos de presión que re-
presentan, por ejemplo, intereses de asociaciones em- 32 www.amnestyinternational.org
presariales, sindicatos, y conferencias internacionales». 33 www.oxfam.org/
Responsabilidad social y organizaciones no lucrativas

2. Si se diera la circunstancia de que es una buena noticia y una necesidad. Es


unas pocas INGO son las que concen- un paso para la autorregulación del sec-
tran la mayor parte de la ayuda inter- tor aunque sólo se trate de once entida-
nacional que llega a un continente, se des aunque tal vez son las más preparadas
está produciendo una concentración para darlo y así poder crear una norma de
de poder similar al de las multinacio- convivencia para el conjunto de las INGO.
nales. ¿Por tanto, quién o mejor dicho
qué organismos tienen capacidad sufi-
ciente para evaluar y controlar la tarea 4.2. Donantes y organizaciones 223
desarrollada por estas entidades? no lucrativas
3. ¿La base social de las INGO tiene ca-
En los casos de ONL en los que los ser-
pacidad y herramientas suficientes para
vicios son gratuitos o a un precio inferior a
ejercer un control y participar en las de-
su coste, la ONL necesita disponer de una
cisiones de las INGO? O las burocra-
financiación suficiente y, a poder ser, esta-
cias que se han creado impiden la par-
ble que le garantice la prestación de los ser-
ticipación conscientemente y es una
vicios. Las subvenciones públicas son una
tarea extremadamente complicada.
opción y las donaciones de particulares y
Tal vez, la cuestión de la base social sea el empresas otra. Así, una parte importante de
punto fundamental que diferencia a las INGO las ONL no compiten por la prestación de
de la gran corporación. El modelo de estruc- los servicios a los usuarios (son más de los
tura organizativa de las INGO mayoritaria- que pueden atender) si no que se ven obli-
mente es federativo. Casi todas las grandes gadas a coordinarse y colaborar para po-
INGO se articulan a partir de grupos locales der llegar a más personas y así prestar un
que van teniendo representación en los dife- servicio más adecuado y ser más eficien-
rentes niveles. De forma, que la sede central tes. Para una parte importante de las ONL,
actúa como un sistema de autorregulación la competencia se produce para obtener fi-
y de fijación de los estándares de funciona- nanciación y recursos en general. Esta com-
miento, mientras que las sedes locales es- petencia, dado que las ONL han aumentado
tán formadas por la base social que deciden en número y tamaño, se ha incrementado
los proyectos a desarrollar, el destino de sus cada vez más. Las subvenciones públicas y
propios fondos, establecen la colaboración las donaciones privadas no han crecido con
con las contrapartes, etc. el mismo ritmo que las necesidades de las
ONL, por lo que la búsqueda de fondos es
Este modelo de funcionamiento descentra-
una cuestión de supervivencia. Las expec-
lizado mitiga los problemas derivados del ta-
tativas tanto para las entidades españolas
maño actual de algunas de estas entidades.
como para las europeas es que las subven-
Por otro lado, disponer de un gran tamaño
ciones públicas no van a aumentar34, mien-
les permite dialogar con grandes empresas,
tras que los costes fijos sí.
con gobiernos y organismos internacionales
en unas condiciones más equitativas.
34 En España se da la circunstancia de que se aca-
En este contexto, la iniciativa de la «Car-
ba de aprobar la ley de Dependencia que puede sig-
ta de las ONGD internacionales» sobre la nificar un incremento de la «subcontratación» de ONL
transparencia y la rendición de cuentas para la prestación de servicios sociales.
Carmen Marcuello Servós

En este contexto, las estrategias son va- gente del Sur como objetos de nuestra pena
rias, pero en la medida que las ONL requie- y no como socios en el trabajo conjunto de
ren de más fondos privados, el mercado de desarrollo.
las donaciones cada vez es más competitivo
y hay que acudir a estrategias de «mercado» Este Código adoptado por una mayoría
para convencer y atraer a los donantes. Es- ONGD en España trata muchos otros temas
tas estrategias pueden llevar a situaciones y nos lleva a destacar la importancia del de-
no deseadas: 1) el aumento de los gastos sarrollo de códigos de conducta en otros
para captar fondos por encima de los gas- sectores como forma de establecer mode-
tos destinados a proyectos; o, 2) el incre- los de referencia y autorregulación no sólo
mento de la venta de servicios comerciales para la captación de fondos, sino para ase-
destinados exclusivamente para financiar la gurar la coherencia entre los medios y los fi-
actividad no lucrativa (Weisbrod, 1998). nes mencionada en el apartado anterior.

En el segundo caso, ya ha habido apor-


taciones previas (Tuckman, 1998; Young, 5. CONCLUSIONES
1998) que señalan que la «mercantiliza-
ción» de las ONL, debido al incremento de La reflexión sobre la responsabilidad so-
las actividades comerciales, puede supo- cial de las ONL es un tema complejo dada
ner una pérdida de sus señas de identidad. la heterogeneidad de estas entidades y re-
De forma que la actividad comercial va ga- quiere una discusión tanto por: los prota-
nando importancia en la entidad en detri- gonistas, las propias ONL, las empresas,
mento de la actividad no lucrativa. y las personas responsables de desarrollar
El incremento de los gastos para captar políticas que afectan al sector35.
fondos se refiere tanto a los gastos de pu- En este trabajo se han presentado un
blicidad como a las actividades específicas conjunto de elementos que podrían ser te-
de captación de fondos. En algunas enti- nidos en cuenta este debate. Dada la di-
dades esta situación se agrava cuando los versidad de estas organizaciones conclui-
métodos publicitarios se adaptan a la pu- mos que la definición que engloba al sector
blicidad habitual de los bienes de consumo es aquella que considera a las ONL como
y se busca el impacto-respuesta inmedia- entidades privadas cuya característica prin-
ta, en lugar de la sensibilización y forma- cipal es que tienen prohibido el reparto del
ción de los destinatarios del anuncio. beneficio entre sus miembros-promotores
De esta forma, la Coordinadora de (Hansmann 1980).
ONGD-E aprobó en 1998 su código de Debido a su heterogeneidad tanto de
conducta con un apartado dedicado es- forma jurídica, actividad, grupos de interés,
pecialmente a «Pautas comunicativas, pu- como de tamaño, el argumento principal ha
blicidad y uso de imágenes» y dice entre sido justificar que las ONL responsables so-
otros muchos aspectos: cialmente son aquellas cuyo objetivo final es

Evitar los mensajes e imágenes catastrofis-


tas, idílicas, generalizadoras y discriminato- 35 No se ha hecho ninguna referencia explícita a los
rias. Mensajes e imágenes que expresan una partidos políticos que como tales también son Organi-
superioridad del Norte y/o que presentan a la zaciones No Lucrativas.
Responsabilidad social y organizaciones no lucrativas

mejorar el bienestar de las personas y de la De acuerdo con las preguntas plantea-


sociedad/comunidad en la que trabajan, das al comienzo queda todavía pendiente
mediante la provisión de bienes y servicios. de responder la tercera pregunta: ¿las ONL
De forma que las ONL tienen entre sus fun- deberían cumplir con «obligaciones» y con-
ciones asumir la gestión de determinados diciones de responsabilidad social similares
asuntos públicos (recursos y bienes) que la que para la empresa? Tal vez, para poder
sociedad/comunidad delega en ellas. responder la pregunta debe ser reformu-
lada de la siguiente forma: ¿las condicio-
Desde una perspectiva de capital social
nes planteadas en los apartados anteriores 225
se han propuesto una serie de condicio-
para hablar de responsabilidad social en el
nes para afirmar que una ONL es respon-
ámbito de las ONL deberían ser las mis-
sable socialmente. Para ello, se hace refe-
mas para la empresa?
rencia tanto a los fines como a los medios.
Sobre los fines, una ONL será socialmente Está claro que no es una respuesta sen-
eficiente si busca transformar las causas de cilla, aunque desde una posición idealista
los problemas sociales que prevé y planifi- sí. Si entendemos que la empresa es una
ca, en lugar de sólo paliar las consecuen- organización donde se suman las volun-
cias, avanzando hacia la justicia social. Y, tades, recursos y el esfuerzo de personas
además, que los medios utilizados sean que quieren llevar adelante un proyecto
coherentes con los fines, con un trabajo ha- en común, es decir, si se cumplen las si-
cia el entorno, para «otros», atenta a las ne- guientes condiciones: 1) si las empresas
cesidades actuales y futuras de las socie- son una expresión de la capacidad de or-
dad, con procesos de participación y toma ganizarse las personas y la sociedad, don-
de decisiones plurales y co-responsables, de cada partícipe contribuye a la acción
profesionales, con una base social amplia y colectiva con diferentes tipos de recursos,
participativa y cuyas fuentes de financiación financieros, conocimientos y habilidades
sean coherentes con sus objetivos y, todo con la espera de recibir una contrapartida
esto, desde la transparencia y la rendición explícita por su aportación a la acción co-
de cuentas. lectiva, y, 2) si las empresas requieren para
su funcionamiento la utilización de recursos
Esto no quiere decir que todas las ONL
públicos, y su actividad va a tener exter-
deben actuar así. Está claro que son en-
nalidades tanto positivas como negativas
tidades privadas y que sus miembros son
sobre la sociedad/comunidad en la que
los responsables últimos de las actuacio-
trabaja, entonces las empresas son orga-
nes de la entidad. Sin embargo, desde el
nizaciones económicas y sociales a la vez,
momento que reciben subvenciones pú-
con una función económica y social que
blicas o apoyos públicos mediante infra-
cumplir.
estructuras e incentivos fiscales nos debe-
mos preguntar en qué casos las entidades Así, la propuesta del Pacto Mundial de
tienen más responsabilidad social. Proba- las Naciones Unidas de 1999 es una buena
blemente no se producen las mismas cir- forma de responder a la pregunta. «El Pac-
cunstancias en una pequeña asociación to Mundial de las Naciones Unidas es una
filatélica, una fundación dedicada a la aten- iniciativa de compromiso ético y destinada
ción de discapacitados, una ONL interna- a que las entidades de todos los países
cional o una cooperativa de viviendas. acojan como una parte integral de su es-
Carmen Marcuello Servós

trategia y de sus operaciones, diez Princi- conciliación de los intereses y procesos


pios de conducta y acción en materia de de la actividad empresarial, con los valo-
Derechos Humanos, Trabajo, Medio Am- res y demandas de la sociedad civil, así
biente y Lucha contra la Corrupción. Su como con los proyectos de la ONU, Orga-
fin es promover la creación de una ciuda- nizaciones Internacionales sectoriales, sin-
danía corporativa global, que permita la dicatos y ONG36».

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El compromiso social
de la banca alternativa

228 De forma tradicional las entidades bancarias han asumido un compromiso económico frente a aho-
rradores e inversores, canalizando sus fondos hacia los destinos más productivos en términos mo-
netarios. Sin embargo, la actividad de intermediación puede también integrar un compromiso social,
e incluso priorizarlo frente a aquél. Esta alternativa poco convencional del negocio bancario (banca
alternativa o, también, banca ética, social o solidaria) minora la obtención de resultados económi-
cos, pero dinamiza la utilidad social de la intermediación, haciéndola particularmente atractiva para
ahorradores e inversores socialmente responsables y para aquellos prestatarios que permanecen al
margen de la financiación bancaria tradicional. Este artículo analiza las características que distinguen
a la banca alternativa de la banca tradicional, a partir de un desarrollo teórico de conductas de in-
termediación con consecuencias en la práctica bancaria. Se plantean algunos indicadores que con-
sideramos relevantes para medir el grado de compromiso social adquirido en la actividad de inter-
mediación. Por último, se introducen algunas reflexiones sobre la necesidad de evaluar, con criterios
distintos a los habituales, el rendimiento no exclusivamente monetario de la banca alternativa.
Tradizioz, banku-erakundeek konpromiso ekonomikoa hartu izan dute aurreztaile eta inbertitzai-
leekin, eta haien fondoak ekonomikoki emankorren diren xedeetara bideratu dituzte. Nolanahi,
bitartekotza-jarduerak konpromiso soziala ere barne har dezake, eta, are gehiago, baliteke horri
lehentasuna ematea ere, konpromiso ekonomikoaren gainetik. Banku-negozioan oso ohikoa ez
den alternatiba honek (Banku alternatiboa edo baita Banku etiko, sozial edo solidarioa ere) murriz-
tu egiten ditu irabazi ekonomikoak, baina, era berean, bitartekotzaren onura soziala dinamizatzen
du, eta bereziki erakargarri egiten du sozialki arduratsu diren aurreztaile eta inbertitzaileentzat, bai
eta banku-finantzaketa tradizionaletik kanpo dauden mailegu-hartzaileentzat ere. Artikulu honetan,
Banku alternatiboaren eta Banku tradizionalaren arteko aldeak aztertzen dira, bankuen jardunean
ondorioak dituzten bitartekotza-jokaeren garapen teorikotik abiatuta. Bitartekotza-jardueran har-
tutako konpromiso sozialaren maila neurtzeko garrantzitsuak iruditzen zaizkigun hainbat adierazle
proposatu ditugu. Azkenik, hainbat gogoeta egin ditugu Banku alternatiboaren etekinak —diruaz
haratago doazenak— ohiko irizpideez bestelakoak erabilita ebaluatzeko beharraz.
Traditionally, banking entities have engaged in an economic commitment with savers and investors
channelling their funds towards the most productive investments in the market. However, banking
intermediation can also include a social commitment which may even take priority over the economic
commitment. This alternative, atypical in banking (alternative banking, also known as ethical, social
or sustainable banking), narrows economic profit margins, while enhancing the social utility of the
intermediation, making it particularly attractive for socially responsible savers and investors. This article
analyses the major differences between alternative and traditional banking, based on a theoretical study
of the code of conduct which has consequences in banking practice. We introduce several indicators
to measure, specifically, the acquired degree of the social commitment in the banking intermediation.
Finally, we consider the necessity of evaluating the benefits of the alternative banking activity using
variables other than the habitual ones.

Ekonomiaz N.o 65, 2.o cuatrimestre, 2007


Sonia M. Rodríguez Parada
M.a José Cabaleiro Casal
Universidad de Vigo

ÍNDICE
229
1. El potencial económico y social de la intermediación bancaria
2. Banca alternativa frente a banca tradicional
3. Indicadores del compromiso social en la intermediación bancaria
4. Rentabilidad y utilidad social
5. Conclusiones
6. Anexos
Referencias bibliográficas

Palabras clave: responsabilidad social corporativa, banca alternativa, utilidad social

N.o de clasificación JEL: G21, M14

1. EL POTENCIAL ECONÓMICO Y otros, 2000), al que nos adherimos, sos-


SOCIAL DE LA INTERMEDIACIÓN tiene que lo verdaderamente importante no
BANCARIA es identificar el protagonismo del merca-
do bancario o del mercado bursátil como
La literatura económica proporciona di- factor de crecimiento económico en una
versos estudios teóricos y empíricos so- sociedad, sino asegurar que, en ella, se
bre la contribución del sector financiero al cumplen las condiciones necesarias para
crecimiento económico. Algunos autores suministrar los servicios financieros claves:
subrayan la influencia decisiva que tiene el
a) La evaluación ex ante de oportunida-
sistema bancario (Goldsmith, 1969; Vogel,
des de inversión, ejerciendo un con-
1979; Porter, 1992); otros, por el contrario,
trol corporativo ex post de las inver-
ensalzan los méritos del mercado bursátil
siones financiadas.
frente al bancario (Allen y Gale, 1999). Ale-
mania o Japón son exponentes de la pri- b) La gestión del riesgo, incluyendo el
mera tendencia; Estados Unidos o Reino de liquidez, mediante la distribución
Unido son los ejemplos más representati- del riesgo transversal, suavizándolo
vos de la segunda. intertemporalmente y facilitando, en
otros casos, su distribución interge-
Conviene resaltar, sin embargo, que la
neracional.
semejanza de PIB per cápita de los cua-
tro países citados relativiza la cuestión de c) La disminución de los costes de mo-
la preponderancia financiera mencionada. vilizar recursos de una pluralidad he-
Un tercer enfoque más reciente (Levine y terogénea de agentes excedentarios,

Ekonomiaz N.o 65, 2.o cuatrimestre, 2007


Sonia M. Rodríguez Parada, M.a José Cabaleiro Casal

canalizando su ahorro hacia las inver- cluyente, la captación de fondos del pú-
siones más productivas y reduciendo blico, que aplican, por cuenta propia, a la
asimetrías de información asociadas concesión de préstamos y a otras opera-
a la delegación del control del ahorro. ciones activas de similar naturaleza.
Por tanto, la relación de causalidad con En realidad, al recibir dinero de los agen-
el crecimiento económico se establece en tes excedentarios, bancos, cajas de aho-
términos de la calidad con que el sistema rros y cooperativas de crédito pasan a
financiero, en su conjunto, suministra a la detentar el control sobre su destino final.
sociedad los servicios financieros claves. Al Salas (2006) señala el carácter fungible
respecto, los análisis de datos de panel y del dinero y la discrecionalidad con la que
variables instrumentales muestran eviden- lo emplean las entidades, sobre todo, por
cia empírica suficiente de la idoneidad del la dificultad que tienen los prestadores de
mercado bancario para contribuir positiva- fondos para supervisar su uso. La tutela
mente a su provisión (Beck y otros, 2000). del ahorro y la capacidad de inversión les
Su contribución al desarrollo económico de son conferidas como entidades especiali-
una sociedad resulta incuestionable. zadas y, en buena medida, dicha atribución
se basa en la confianza que inspira tanto
Pero si su importancia económica es
su competencia profesional, como el cum-
evidente, con este artículo pretendemos
plimiento de las obligaciones contraídas.
subrayar la trascendencia social de la inter-
mediación bancaria, con relativa frecuencia En este sentido, el compromiso tradicio-
postergada ante su relevancia económica. nal que las entidades de depósito han asu-
Al mediar entre las unidades que desean mido frente a sus prestadores de fondos ha
ahorrar o invertir sus fondos y las unidades sido, exclusivamente, un compromiso eco-
que necesitan tomar fondos prestados, las nómico: el de canalizar el dinero hacia las
entidades bancarias influyen y se dejan in- inversiones más lucrativas del mercado, re-
fluir por la sociedad en la que interactúan. munerando a ahorradores e inversores de
De este modo, su contribución transcien- forma suficiente para mantener su preferen-
de lo simplemente económico y alcanza cia frente a otros destinos rentables.
una dimensión social. En particular, nos re-
Sin embargo, esta obligación contraída
feriremos a la actividad de intermediación
con ahorradores e inversores, sólo en térmi-
que desarrollan las entidades de depósito.
nos económicos, resulta incompleta y des-
Y ello por dos razones principales: a) la in-
fasada para un sector creciente de la socie-
tensa labor de intermediación que ejercen
dad actual, que promueve un movimiento
en el sistema financiero español1; b) tener
generalizado hacia una conciencia cívica y
reservada por ley, de forma exclusiva y ex-
social, y que incide en la economía, en el
comportamiento empresarial e, indudable-
1 Los 145 bancos, las 47 cajas de ahorros y las
mente, también en el uso del dinero.
83 cooperativas de crédito (datos a marzo de 2007) Si la sociedad en su conjunto valora de
que operan en España proporcionan el 96,14% de la
financiación total del sistema crediticio al sector pri- forma positiva el comportamiento ético del
vado residente y captan, a través de depósitos, el individuo y de sus organizaciones, la ópti-
99,74% de los recursos que el sector privado con-
cede al sistema crediticio español (datos a mayo de
ca de empresa se traslada, bien por con-
2007). Banco de España. Boletín estadístico. vicción, bien por presión social, hacia una
El compromiso social de la banca alternativa

concepción más weberiana que neoclá- nos frecuente que el compromiso única-
sica. Desde este enfoque, la labor de in- mente económico, como la contribución
termediación bancaria puede y debe in- más valiosa de la intermediación bancaria
tegrar también un compromiso social con a la responsabilidad social. No la única, por
los aportantes de fondos. Esta mayor exi- supuesto, pero sí la más singular y ambi-
gencia de responsabilidad social dirige los ciosa, por cuanto supone redefinir un ne-
fondos hacia destinos que buscan para el gocio tradicionalmente presidido por pará-
dinero un beneficio que trasciende lo ex- metros económicos.
clusivamente monetario, con cesión de 231
De la Cuesta (2004, 2006a) otorga a las
rentabilidad económica en favor de mayor
entidades de depósito un enorme poten-
utilidad social. Aspiraciones como equi-
cial de responsabilidad social y señala dos
dad, justicia, dignidad, desarrollo soste-
vertientes para su desarrollo: por un lado,
nible, inclusión, ecología, respeto, trans-
la búsqueda de la responsabilidad ambien-
parencia, personas,…, quedarían bajo el
tal y social en la gestión interna del banco,
amparo de esta obligación social que sólo
que impulsa, desde un punto de vista or-
algunas entidades bancarias contraen, de
ganizativo, iniciativas respetuosas con el
forma explícita, frente a sus aportantes de
medio ambiente (programas de recicla-
fondos. De cualquier modo, no es ésta la
je, ahorro energético, identificación y eva-
tendencia dominante en el escenario ban-
luación de riesgos medioambientales,...)
cario actual.
y con las personas y la cultura (patrocinio
de actividades artísticas, culturales, edu-
En un contexto de ciudadanía activa que
cativas, asistenciales, laborales, donacio-
sin duda le favorece, la reorientación cívi-
nes,...). La autora señala, además, una
ca del negocio bancario, todavía anecdó-
vertiente externa de responsabilidad social
tica, ofrece prometedoras perspectivas. El
en banca: la que se deriva de su propia
compromiso social que asuman las entida-
actividad de intermediación bancaria, «in-
des bancarias y la fuerza con la que sepan
corporando consideraciones ambientales y
transformar dicho compromiso en utilidad
sociales en el diseño de productos, la polí-
social serán, en nuestra opinión, factores
tica de créditos e inversión y, en definitiva,
tan determinantes de confianza y de pres-
en la estrategia del negocio y en la asun-
tigio bancario como lo son, actualmente,
ción de riesgos», que tiende a facilitar un
sus cuentas de resultados o sus califica-
acceso universal de los servicios financie-
ciones crediticias. Y lo que es más, los re-
ros, mediante su acercamiento por medio
sultados sociales de su intermediación y
de los diferentes canales de distribución.
la transparencia de su gestión, tradicional-
El compromiso social al que nos venimos
mente opaca, conferirán a las entidades de
refiriendo se situaría en esta segunda ver-
mayor valor social el privilegio de poder tu-
tiente. En nuestra opinión, su mayor com-
telar, por mérito propio, el destino final del
plejidad de desarrollo y el grado de convic-
dinero que le confía un segmento progresi-
ción que implica supone haber asumido,
vo de ahorradores e inversores socialmen-
de forma implícita, la primera de las ver-
te responsables, mucho más selectivos y
tientes indicadas.
exigentes con el uso de los fondos que el
cliente bancario tradicional. En realidad, in- Pero, ¿hasta dónde llega el grado de
terpretamos dicho compromiso social, me- compromiso social en la función de in-
Sonia M. Rodríguez Parada, M.a José Cabaleiro Casal

termediación? Y lo que es más impor- actividad de intermediación2. Con relativa


tante ¿hasta qué punto una entidad está frecuencia, el destino más productivo en
dispuesta a alterar las reglas del juego ban- términos monetarios no siempre es compa-
cario y renunciar a sus aplicaciones más tible con condicionantes éticos o sociales,
lucrativas con el fin de intensificar la utilidad que establecen límites al uso del dinero.
social que puede reportar su actividad de
Cabe, no obstante, plantear una com-
intermediación?
binación que pueda simultanear esta dua-
Intentar responder a estas preguntas lidad de compromisos, a través del par
nos lleva a comparar, en primer término, óptimo que defina las preferencias de aho-
los conceptos de banca alternativa y ban- rradores e inversores. La combinación ele-
ca tradicional. Con este objetivo, el trabajo gida se materializará, finalmente, en una
se estructura en los siguientes epígrafes: determinada política de crédito e inversión,
inicialmente se plantea un desarrollo teóri- en una política de riesgo y en una cartera
co de conductas extremas de intermedia- de productos y servicios bancarios, dise-
ción bancaria. A partir de él, se identifican, ñadas para dar efectivo cumplimiento a los
en términos comparativos, las característi- compromisos económicos y sociales (no
cas distintivas de la banca alternativa fren- necesariamente por este orden) asumidos
te a la banca tradicional, destacando su frente a los aportantes de fondos.
objetivo empresarial, su perfil de clientela,
En este contexto de elección, la entidad
la cartera de productos que ofrece al mer-
bancaria habrá de optar por una determi-
cado y el estilo de su gestión. A continua-
nada conducta de intermediación que, por
ción, sobre la base de su singularidad, se
sencillez expositiva, situaremos inicialmente
definen algunos indicadores que conside-
en torno a dos posiciones extremas:
ramos particularmente significativos para
medir el grado de compromiso social ad- — La maximización del compromiso eco-
quirido por una entidad bancaria en su la- nómico con ahorradores e inversores,
bor de intermediación. Por último, y de for- buscando para los fondos intermedia-
ma previa a las conclusiones del trabajo, dos aquellos destinos que permitan a
se formulan algunas variables que preten- la entidad obtener las ratios más ele-
den aproximarnos al intrincado pero apa- vadas de rentabilidad, a partir de un
sionante reto de evaluar el rendimiento, no determinado nivel de riesgo.
exclusivamente monetario sino también
— La maximización del compromiso so-
social, de la banca alternativa.
cial con ahorradores, inversores y la

2 Nuestra afirmación deja al margen, conscien-


2. BANCA ALTERNATIVA FRENTE
temente, planteamientos estratégicos o comercia-
A BANCA TRADICIONAL les que consideran el compromiso social de la in-
termediación bancaria como una oportunidad para
En el contexto bancario actual difícilmen- incrementar el beneficio económico de la entidad y no
como un fin en sí mismo. Y aunque desde tales enfo-
te es posible maximizar, de forma simul- ques podría ser factible la maximización simultánea
tánea, el compromiso económico (renta- de ambos compromisos (económico y social), su con-
sideración transciende el interés de este trabajo, al no
bilidad del dinero) y el compromiso social ser coherente con el concepto de banca alternativa
(utilidad del dinero) que puede reportar la que pretendemos transmitir al lector.
El compromiso social de la banca alternativa

sociedad en su conjunto, buscando mediación bancaria no negativa; as-


para los fondos intermediados aque- pecto que nos sitúa en el primer
llos destinos que permitan obtener las cuadrante del sistema de coordena-
cotas más elevadas de utilidad social, das cartesianas.
desde una perspectiva viable econó-
b) La necesidad de partir de un nivel
micamente.
mínimo de rentabilidad (Rm) que ga-
En el gráfico n.o 1, estas dos conductas rantice, a medio y largo plazo, la per-
extremas quedarían representadas, respec- vivencia del negocio bancario, su
tivamente, por los puntos «BT» (búsqueda sostenibilidad. Este requisito (cons- 233
de la máxima rentabilidad económica posi- tatado gráficamente por puntos con
ble en la actividad de intermediación) y «BA» ordenada mayor que cero) resulta in-
(búsqueda de la máxima utilidad social posi- eludible para permanecer y crecer
ble en la actividad de intermediación). empresarialmente. De este modo, di-
ferenciamos la actividad bancaria que
Obsérvese que hemos asumido las si-
elige priorizar el compromiso social
guientes premisas para ubicar los dos pun-
de otras actuaciones que, aunque
tos extremos identificados en el plano:
con un impacto social positivo indu-
a) El reconocimiento de una contribu- dable, se apartan de la racionalidad
ción económica y social de la inter- económica y de la lógica empresarial

Gráfico n.o 1
Conductas de intermediación bancaria

Fuente: Elaboración propia.


Sonia M. Rodríguez Parada, M.a José Cabaleiro Casal

(ONG, donaciones, mecenazgo, filan- otros destinos menos lucrativos para


tropía,...). los fondos, pero de mayor responsabi-
lidad social. En este contexto, rentabili-
c) La asunción de un compromiso so-
dad y riesgo son las variables críticas
cial mínimo (Sm) en la actividad de in-
de la decisión financiera.
termediación bancaria3. Este requisi-
to (reflejado gráficamente por puntos — El modelo alternativo, inspirado en la
con abcisa mayor que cero) hace re- conducta de intermediación bancaria
ferencia a la aportación benéfico-cul- que prioriza la utilidad social, sacrifi-
tural que, en la actualidad, realizan cando parte de la rentabilidad econó-
todas las entidades bancarias. Na- mica que podría llegar a obtener de
turalmente, con distinta intensidad y haber elegido un destino más lucra-
en diversas áreas de actuación (arte, tivo para el dinero. En este contexto,
educación, sanidad, participación en utilidad social (priorizada), rentabilidad
programas de ayudas y coopera- y riesgo son las variables determinan-
ción al desarrollo, auxilio en catástro- tes de la decisión financiera, de forma
fes,…), bien directamente, a través que parte de la rentabilidad potencial
de su obra social (cajas de ahorros), se invierte en utilidad social, eviden-
o mediante fundaciones de carácter ciando una renuncia monetaria que
social, anexas a firmas bancarias. respaldan los aportantes de fondos.
Entre estos dos paradigmas extremos de El primer modelo refleja la conducta
conducta de intermediación bancaria se en- convencional en banca. Representa a un
cuentran, como es lógico, múltiples combi- conjunto numerosísimo de entidades, que
naciones de pares ordenados. En términos agrupamos bajo la denominación genéri-
generales, cualquier combinación de com- ca de banca tradicional. Las firmas más
promisos pondrá de manifiesto una determi- competitivas, las que ocupan los primeros
nada prioridad en la dualidad económico-so- puestos en las listas mundiales y, en gene-
cial establecida. Esta prioridad nos permite ral, la gran mayoría de entidades de depó-
trazar una línea divisoria entre dos modelos sito que trabajan en el mercado bancario
de banca mutuamente excluyentes: obedecen a esta pauta de comportamiento
— El modelo tradicional, presidido por en la intermediación.
una conducta de intermediación ban-
El segundo modelo representa al conjun-
caria que prioriza la rentabilidad econó-
to reducido, pero sumamente heterogéneo,
mica, sacrificando parte de la utilidad
de entidades bancarias que están dispues-
social que podrían llegar a conseguir
tas a renunciar a una parte de la rentabili-
3 Conviene señalar, no obstante, que esta premisa
dad económica y financiera por ganar en
no supone omitir la existencia de determinadas con- utilidad social. Para ello, ofrecen alternativas
secuencias negativas que tienen su origen en el mo- reales de inversión y de ahorro socialmen-
delo tradicional de banca. Por ejemplo, la situación de
te responsables. Agrupamos este mode-
marginación o exclusión financiera que padecen de-
terminados colectivos de población en situación de lo bajo la denominación genérica de ban-
riesgo crediticio. El lector interesado podrá encontrar ca alternativa. Los términos «banca ética»,
una referencia amplia sobre el tema en la monografía
(2006) «Exclusión financiera», Perspectivas del Siste-
«banca social» o «banca solidaria» son afi-
ma financiero. N.o 84. FUNCAS, Madrid. nes y con frecuencia se utilizan para referir-
El compromiso social de la banca alternativa

se a la misma realidad bancaria. En nuestro España, por ejemplo, la progresiva banca-


desarrollo hemos elegido, conscientemen- rización de las cajas de ahorros es, al res-
te, la denominación banca alternativa por pecto, suficientemente expresiva. Habien-
varias razones: 1) por su clara alusión a un do mantenido su naturaleza fundacional y
modelo que se contrapone al convencio- su carácter de entidades sin ánimo de lucro,
nal y comúnmente aceptado entre los inter- con el paso de los años han ido perdiendo,
mediarios financieros formales; 2) porque el en términos comparados con su origen, el
término «banca ética» podría sugerir iden- protagonismo benéfico social en favor de
tificar al modelo tradicional como modelo una mayor relevancia económico-financiera. 235
«no ético», supuesto incorrecto; 3) porque
En el mapa bancario mundial, los ejem-
el término «banca social o banca solidaria»
plos más conocidos de Banca alternati-
podría inducir a pensar, ingenuamente, que
va proceden de economías en vías de de-
la actividad de intermediación no precisa de
sarrollo. Tal vez su iniciativa más popular
un mínimo de rentabilidad para garantizar
haya sido la que surgió hace treinta años
su supervivencia empresarial. En cualquier
en una aldea de Bangladesh, dando lugar
caso, el planteamiento de banca alterna-
al Banco de los pobres o Grameen Bank.
tiva al que nos referimos resulta singular y
Su trayectoria, no exenta de dificultades
anecdótico en un sector como el bancario,
operativas y organizativas, es una clara evi-
de fuerte convicción económica.
dencia de la contribución social que puede
Como es lógico, la adhesión a uno u reportar, en la vida cotidiana de miles de
otro modelo de banca dependerá, en gran personas, la actividad bancaria4. El profe-
medida, de las preferencias de inverso-
res y ahorradores, y de cuál sea el objeti- 4 Ofrecemos algunos datos (enero de 2007) para

vo empresarial pretendido con la actividad que el lector evalúe, por sí mismo, la utilidad social del
de intermediación. Pero también de otros Grameen Bank: salvo una mínima presencia estatal, el
95% del banco es propiedad de sus 6.908.704 pres-
factores que no se pueden obviar, como tatarios, mujeres en su mayoría (97%); el 100% de los
la forma jurídica que adopta la entidad o el préstamos concedidos se financian con fondos de sus
depósitos; no se exige ninguna garantía de devolución
origen de su actividad de intermediación. al prestatario, ni es preciso la firma en ningún documen-
Pensemos, por ejemplo, en el nacimiento to legal; el índice de devolución de los préstamos es del
de las cajas de ahorros en Europa, a par- 98,82%; cobra un tipo de interés menor que el gobier-
no por los microcréditos que concede, carentes de inte-
tir de los montes de piedad, creados espe- rés para mendigos e indigentes; sus depósitos ofrecen
cíficamente para luchar contra la usura. Su intereses remuneratorios; sus préstamos para vivienda
vocación social les llevó, en sus inicios, a han permitido construir, desde el inicio de su actividad,
641.096 viviendas; los préstamos a microempresas fi-
financiar a las capas más pobres de la po- nancian la adquisición de arados, bombas de riego,
blación europea, incluso con préstamos sin embarcaciones para transporte y pesca,…; a través
de sus 2.319 sucursales se suministran servicios finan-
interés; o en el origen de las cooperativas cieros a 74.462 localidades de Bangladesh; cada año,
de crédito, surgidas con la decidida inten- sus becas financian a casi 20.000 escolares (especial-
ción de contribuir al progreso rural. mente a niñas) y se conceden préstamos para cursar
estudios superiores a casi 10.000 estudiantes; más de
No obstante, tampoco existe una corres- 60.000 mendigos se han beneficiado de su programa
especial de ayuda; dota reservas para deudas de du-
pondencia exacta entre la forma jurídica que doso cobro; ha introducido un programa para la crea-
adopta una entidad y su mayor o menor in- ción de un fondo de pensiones para la tercera edad….;
más del 58% de las familias de los prestatarios del Gra-
clinación hacia el compromiso social de la meen Bank ha superado el umbral de la pobreza. Más
actividad de intermediación que realiza. En información en: www.grameen-info.org/bank.
Sonia M. Rodríguez Parada, M.a José Cabaleiro Casal

sor Yunus, su máximo referente, y el propio da, ASN Bank (1960), Oikocredit (1975) y
banco como institución, recibieron el Pre- Triodos Bank (1980); en Italia, Banca Po-
mio Nobel de la Paz 2006 «por sus esfuer- polare Etica (1989); en Noruega, Cultura
zos por crear desarrollo económico y social SpareBank (1996); en Suecia, JAK (1997)
desde abajo»5. En otros países de Asia, y Ekobanken (1998); en Suiza, Freire Ge-
África o América Latina se han desarrolla- meinschaftsbank BCL (1984) y Banque
do experiencias similares. El empleo de las Alternative Suisse (BAS) (1990); en Reino
microfinanzas en economías en vías de de- Unido: Unity Trust Bank (1984), Coopera-
sarrollo ha demostrado capacidad para pa- tive Bank (1992) y Charity Bank (2002); en
liar la pobreza, concibiendo las operacio- España, son ejemplos actuales de este en-
nes bancarias de pequeño importe como foque alternativo de banca: Colonya Caixa
un instrumento eficaz de desarrollo integral Pollença, Triodos Bank, desde su estable-
para la población más desfavorecida. cimiento en septiembre de 2004, y Banca
Popolare Etica, que opera desde abril de
Sin embargo, la idea de banca alter-
2005 a través de su agente Fiare, germen
nativa no es exclusiva del Tercer Mundo.
de una futura cooperativa de crédito pre-
También se desarrolla en economías in-
vista para el año 2010.
dustrializadas y en países ricos donde, pa-
radójicamente, es patente la exclusión fi- Hasta aquí, hemos delimitado el con-
nanciera de determinados colectivos. En cepto de banca alternativa como aquel
Estados Unidos, por ejemplo, South Sho- conjunto de entidades que, en su nego-
re Bank se ha especializado en la atención cio de intermediación financiera, prioriza el
bancaria a una población marginal que vive compromiso social respecto al económico,
en barrios de renta baja. En Europa su pre- sin que ello suponga dejar de ser rentable
sencia fue casi anecdótica hasta 1975, con en términos empresariales. Conviene in-
la existencia de tres instituciones pione- dicar, no obstante, que la adhesión a este
ras radicadas en Alemania y Holanda. En compromiso social admite rangos diversos.
la actualidad, sin embargo, las entidades
Y aunque, en sentido estricto, la banca
europeas de banca alternativa evidencian
alternativa a la que nos estamos refiriendo
mayor diversidad, crecimiento y buenas
compromete toda su actividad de interme-
perspectivas6. Sin pretensión exhaustiva,
diación a la prioridad social, la realidad nos
ni orden cronológico sino geográfico, cita-
demuestra que son mucho más numerosas
mos algunos ejemplos: en Alemania, Bank
las entidades que, bajo este enfoque, aun-
für Sozialwirtschaft AG (1923) y GLS Ge-
que no de forma integral, orientan una de-
meinschaftsbank (1974); en Bélgica, Credal
terminada parcela de su negocio bancario
(1985); en Dinamarca, Merkurbank (1985);
(parcela alternativa al negocio tradicional),
en Francia, LaNef (1988) y Caisse Solidai-
ofreciendo al mercado productos de alto
re Nord - Pas de Calais (1997); en Holan-
valor social añadido dentro de una cartera
más amplia que contempla otras opciones,
5 MjØs, O. D., Furre, B. R., RØnbeck, S. M., Yterr-
menos sociales y más especulativas para
horn, I. M. y Five, K. K. Comité Nobel Noruego. Oslo,
octubre 2006. la inversión y el ahorro. Éste es el caso,
6 Según se desprende del informe Avances de la
por ejemplo, de algunas cajas de ahorros
Inversión sostenible y responsable en los mercados
financieros internacionales elaborado por Sustainable
en España. A pesar del enfoque tradicio-
Asset Management (SAM). Marzo, 2005. nal de su negocio, han sido especialmen-
El compromiso social de la banca alternativa

te dinámicas en la concesión de microcré- De cualquier modo, priorizar el compro-


ditos desde el sector privado, ofreciendo miso social respecto al económico supone,
una alternativa de financiación a determi- para la entidad de depósito, respetar de-
nados colectivos excluidos de los circuitos terminados condicionantes en su labor de
tradicionales del crédito bancario. De este intermediación y, por tanto, en todas sus
modo, las cajas han retomado, en parte de decisiones de inversión y de financiación.
su negocio, su vocación originaria. Estos requerimientos sociales limitan eco-
nómicamente el objetivo empresarial de la
Sea como fuere, en su conjunto o en
actividad típica de intermediación bancaria 237
una parcela de su actividad, un aspecto
y actúan en un doble sentido, al exigirle:
determinante de la banca alternativa es,
en nuestra opinión, la vinculación directa al a) Captar fondos con el compromiso
negocio del resultado y riesgo de la inter- adquirido de emplearlos en destinos
mediación comprometida socialmente, de que, siendo viables económicamente,
forma que sus operaciones financieras se tengan un impacto social positivo8.
incorporan al balance y afectan a sus coe-
b) Rechazar destinos con un impacto
ficientes de solvencia. Sólo entonces, el
social negativo9.
compromiso social está realmente incardi-
nado en el negocio bancario y su prioridad En consecuencia, el objetivo básico de la
se asume, en términos empresariales, has- banca alternativa no es la rentabilidad de la
ta sus últimas consecuencias. intermediación en sí misma, sino la utilidad
social que esta actividad rentable pueda
conseguir. Por tanto, la función que realiza
2.1. Objetivo empresarial de
la banca alternativa contra la exclusión laboral, social y financiera; en el
Norte europeo, sin embargo, prevalece el objetivo
medioambiental y sociocultural.
La orientación que adopte la banca al- 8 Los criterios éticos positivos más habituales (Al-

ternativa está condicionada por el contex- sina, 2002) son la fabricación de productos medio-
ambientales y biológicos, control de polución, ahorro
to socioeconómico donde se desenvuelve, energético, utilización de energías renovables, respe-
con objetivos iniciales diferentes en países to a la biodiversidad, ayuda al desarrollo comunitario
en desarrollo y en países industrializados. local, igualdad de oportunidades de género, inclusión
social y financiera, transferencia de tecnología a paí-
Como indica De la Cuesta (2006b), la lu- ses pobres, apoyo al comercio justo y al consumo
cha contra la pobreza constituye el objetivo responsable, respeto a los derechos humanos, ocu-
prioritario en los primeros, asumiendo un pación laboral de discapacitados y colectivos en difi-
cultades, etc.
papel adicional de alfabetización financie- 9 Los criterios éticos negativos más usuales (Alsi-

ra entre la población; en países industriali- na, 2002) son la producción y venta de alcohol, ar-
mamento, tabaco, pornografía, explotación de trabajo
zados, donde centramos nuestro análisis, infantil, juegos de azar, suministro al ejército, pruebas
su objetivo básico ha consistido en la inclu- con animales, destrucción del medio ambiente, conta-
sión financiera de determinados colectivos minación del agua o del aire, agricultura intensiva, bio-
tecnología y manipulación genética, energía nuclear,
que permanecen al margen del mercado destrucción de la capa de ozono, pesticidas, tala de
bancario tradicional7. bosques tropicales, minería de alta contaminación y
residuos, explotación laboral y medioambiental en los
países del Sur, manipulación de los consumidores,
7 En Europa, en concreto, se aprecian plantea- apoyo a regímenes políticos dictatoriales, evasión de
mientos diferentes por áreas geográficas. Así, en la impuestos y paraísos fiscales, especulación financie-
zona mediterránea, el objetivo principal es la lucha ra, comercio de drogas y mafia, etc.
Sonia M. Rodríguez Parada, M.a José Cabaleiro Casal

no consiste en canalizar el ahorro hacia las mentarias entre sus clientes, que no son
inversiones más productivas económica- adecuadamente atendidas por la banca
mente, sino en desarrollar una intermedia- tradicional.
ción selectiva, dirigiendo el ahorro respon-
sable hacia las inversiones de mayor interés En realidad, el sector bancario conven-
social, según las convicciones y preferen- cional ha descuidado las expectativas de
cias de los aportantes de fondos (socios y algunos segmentos de ahorro y de inver-
ahorradores). Como es lógico, esta inter- sión emergentes, originando la exclusión
mediación selectiva y comprometida social- de determinados prestatarios, por su baja
mente define los objetivos específicos con calidad crediticia, y la autoexclusión de
los que se plantea la captación y la aplica- determinados ahorradores, que prefieren
ción de los fondos intermediados. confiar la tutela de sus depósitos a institu-
ciones financieras más sensibles al interés
Por una parte, la captación de fondos social y sin prioridad lucrativa.
que realiza la banca alternativa pretende
una progresiva sensibilización y desarrollo La clientela de pasivo de la banca alter-
de la cultura del ahorro socialmente respon- nativa demanda productos de ahorro que
sable, partiendo de que el sistema bancario se ajusten a sus requerimientos y exigen-
puede, y debe, contribuir a una renovación cias éticas en el uso del dinero intermedia-
social positiva y sostenible. Por otra, la apli- do. Éste es su principal rasgo diferenciador
cación de los fondos captados se gestiona y el motivo por el que un número creciente
con la máxima transparencia e información de ahorradores (aunque anecdótico en tér-
sobre el uso del dinero confiado, dirigien- minos globales de ahorro bancario) decide
do la inversión crediticia hacia la inclusión rebajar su aportación de los circuitos tradi-
financiera de determinados colectivos al cionales o, incluso, autoexcluirse de ellos,
margen de los circuitos bancarios clásicos. trasladando su dinero hacia otras opciones
Sus inversiones se convierten en créditos y bancarias y no bancarias que le garantizan
préstamos socialmente responsables, al in- un mayor valor social añadido.
tegrar factores medioambientales, sociales
La banca alternativa ofrece, en este sen-
y éticos en el uso del dinero confiado.
tido, una oportunidad real de ahorro res-
Si como indica la Comisión Europea ponsable. Es su principal atractivo, al dar
(2002), los criterios sociales intervienen cobertura a una necesidad financiera con
cada vez más en las decisiones financieras exigencia social explícita no satisfecha por
de los ciudadanos y de las instituciones, la la banca tradicional. Aún con ánimo de lu-
banca alternativa gozará, por su conduc- cro, no gestiona los fondos captados con
ta de intermediación, de una clara ventaja prioridad económica y discrecionalidad,
competitiva frente a la banca tradicional. sino con vocación social y desde la trans-
parencia que identifica el destino último del
dinero depositado. En nuestra opinión, este
2.2. Perfil de clientes aspecto constituye la principal fortaleza de
la banca alternativa frente a la tradicional.
La intermediación socialmente selecti- La confianza y buena reputación que pue-
va responde, en buena medida, a la exis- de generar su gestión transparente y so-
tencia de necesidades financieras comple- cialmente responsable le confieren mayor
El compromiso social de la banca alternativa

capacidad para fidelizar el ahorro a largo compensan la nula calidad crediticia que le
plazo y reducir asimetrías informativas en la atribuye la banca tradicional y que respal-
delegación de su control. No obstante, por dan su oportunidad de inclusión financiera
el momento, ambas bancas no operan en a través de la banca alternativa.
los mismos mercados, sin que se plantee,
En la mayoría de los casos analizados, la
inicialmente, una competencia directa por
captación del ahorro es el mecanismo que
el mismo segmento de ahorro.
financia la inversión crediticia de la ban-
En contrapartida, los clientes de activo ca alternativa. Y, aunque en algunos sis-
de la banca alternativa demandan una fi- temas financieros existe normativa estatal 239
nanciación que, sistemáticamente, les es que promueve el compromiso social de las
denegada por la banca tradicional. Su in- propias entidades bancarias10, considera-
versión crediticia representa una oportuni- mos que su principal motor es, sin duda, la
dad real de combatir el fenómeno todavía iniciativa ciudadana y su progresivo grado
presente de la exclusión financiera, por la de sensibilidad hacia el ahorro y la inver-
que determinados individuos y colectivos sión socialmente responsables. No obstan-
marginados, debido a limitaciones geográ- te, desde la iniciativa pública, una fiscali-
ficas, económicas o sociales, son incapa- dad favorable contribuiría eficazmente a su
ces de acceder a la adquisición y contra- dinamización.
tación de productos y servicios bancarios
(Sinclair, 2001. En Carbó y otros, 2005).
2.3. Cartera de productos
Desde esta perspectiva, la clientela de
activo responde a un perfil de prestatario
Las necesidades financieras del seg-
con riesgo elevado, que carece de garan-
mento de mercado al que atiende la banca
tías suficientes para ser admitido en el sis-
alternativa determinan una oferta de pro-
tema bancario tradicional, motivo que ar-
ductos y servicios con características dis-
gumenta su exclusión financiera. Sólo le
tintivas respecto a la cartera tradicional. En
avala un proyecto viable desde el punto de
cualquier caso, sus principales herramien-
vista económico y positivo desde el punto
tas fi nancieras de intermediación siguen
de vista social. Mujeres con un bajo nivel
siendo las formas clásicas: el depósito y
de formación, parados de larga duración,
el préstamo, aunque con personalidades
personas que viven en situación de pobre-
propias.
za y marginación social, inmigrantes, jóve-
nes y colectivos con dificultad para acce- Nos ceñimos a estas dos herramientas
der al mercado laboral constituyen, en los básicas de banca comercial por su rela-
países industrializados, una clientela acti- ción directa con la función de intermedia-
va, a priori, mucho más arriesgada que la ción, sin que ello suponga obviar la valiosa
tradicional, sin garantías reales ni de firma contribución de otras iniciativas bancarias
que avalen el cumplimiento de sus obliga- socialmente responsables: tarjetas solida-
ciones financieras, ni el retorno de la deu-
da. La capacidad emprendedora del pres-
10 Por ejemplo, en Estados Unidos, la Ley de Rein-
tatario y su habilidad para poner en marcha
versión en la Comunidad (Community Reinvestment
un proyecto empresarial viable, con im- Act, CRA), que fue aprobada en 1977 por el Con-
pacto social positivo, son los factores que greso.
Sonia M. Rodríguez Parada, M.a José Cabaleiro Casal

rias, emisión de empréstitos para financiar La rentabilidad de estos depósitos fina-


proyectos sociales a medio y largo pla- listas constituye su rasgo más innovador.
zo, gestión de fondos de inversión socia- Se identifican diversas modalidades para el
les (verdes, éticos o solidarios), fondos de depositante socialmente responsable:
pensiones, microseguro, promoción de ini-
— Remuneración combinada del depósi-
ciativas de accionariado crítico, capital ries-
to: una parte de interés recibida por el
go, etc.
ahorrador y otra blindada, que es au-
En el sector alternativo de banca comer- tomáticamente reinvertida en un pro-
cial apreciamos una relajación general de la yecto social seleccionado de forma
calidad crediticia que se exige al prestata- previa.
rio tradicional, y que se traduce en el acce-
so más universal a la financiación en con- — Autodeterminación del tipo de inte-
diciones dignas (no usureras). Se constata, rés remuneratorio por parte del depo-
además, una minoración en los tipos de in- sitante, entre un límite máximo fijado
terés pasivos, cuyo diferencial, respecto a por la entidad y un 0%, con reinver-
la banca tradicional, no permanece ocioso, sión social del diferencial al que re-
al ser reinvertido socialmente. nuncia el ahorrador.

Tal vez la iniciativa más novedosa de la — Cesión de una parte de los intereses
banca alternativa en productos de pasivo remuneratorios para un proyecto so-
sean los depósitos de ahorro finalista, di- cial, equiparándose a una subvención
rigidos hacia proyectos de desarrollo sos- privada.
tenible e impacto social positivo. En to- — Reducción porcentual del tipo de inte-
dos ellos se identifica, de forma clara, el rés pasivo sobre el tipo de interés ac-
proyecto al que el depositante destina sus tivo, que se aplica directamente para
fondos (destino social explícito). Otra fór- abaratar la financiación de un proyec-
mula empleada es dar la oportunidad al to social.
ahorrador de seleccionar entre varios pro-
yectos sociales alternativos, según sus — Depósitos sin remuneración econó-
convicciones y ética inversora. Bajo este mica.
diseño transparente se ofrecen, actual- También en los productos de activo exis-
mente, depósitos a la vista y a plazo, que ten rasgos distintivos. En primer lugar con-
se materializan en distintas cuentas de viene indicar que la banca alternativa no
ahorro y libretas de imposiciones. Un aná-
tiene clientes preferenciales, habituales en
lisis general de sus particularidades finan-
la banca tradicional. Dicho de otro modo,
cieras evidencia la ausencia de comisio-
todos sus clientes de activo son buenos
nes, inexistencia de franquicias, importes
prestatarios si sus proyectos tienen calidad
asequibles para el pequeño ahorro y renta-
social suficiente y son viables económica-
bilidades aceptables, a las que, en nuestra
mente.
opinión, se debe incorporar el interés so-
cial que se deriva del uso responsable del Los destinos más habituales de la inver-
dinero depositado, tal como se desarro- sión crediticia en países industrializados
lla analíticamente en el cuarto apartado de son los siguientes: promoción de empleo
este artículo. local y fomento del autoempleo generador
El compromiso social de la banca alternativa

de renta; promoción del trabajo en colec- va afecta a las garantías. Debido a que el
tivos con dificultades o en riesgo de ex- deudor no dispone de garantías patrimo-
clusión sociolaboral; vivienda social o eco- niales suficientes, el principal requisito que
lógica; cooperación al desarrollo en países se exige al prestatario es la calidad social
del Tercer Mundo; y respeto al medio am- del proyecto para el que solicita financia-
biente y a la naturaleza (energías renova- ción y la capacidad emprendedora para
bles, programas de reciclaje, ecología), afrontarlo. Algunas entidades de depósito
cultura, arte y prestaciones asistenciales disponen de sistemas internos de valora-
(actividades artísticas, educación, sani- ción que les permite definir un umbral de 241
dad, …). admisibilidad y categorizar solicitudes di-
versas. En otras ocasiones, se acepta la
El coste real de la financiación es acorde
garantía de las personas del entorno del
al perfil de prestatario, con plazos de amor-
prestatario y se crea un círculo por el que
tización que dependen de su finalidad y del
cada garante responde de una pequeña
importe solicitado, que es generalmente re-
parte de la deuda total, haciendo posible la
ducido. Se ofrecen préstamos de equipa-
concesión del préstamo. De forma paradó-
miento a medio y largo plazo, préstamos
jica, pese a atender a un segmento de ries-
a corto plazo, préstamos de tesorería a un
go, la experiencia demuestra que las tasas
año e incluso créditos puente. Los présta-
de morosidad de la banca alternativa son
mos para consumo son, en este contexto,
relativamente bajas.
excepcionales.
Conviene indicar, por último, que los
Según Gutiérrez (2006), la experien-
productos de pasivo y de activo que he-
cia de los microcréditos en países en de-
mos mencionado son específicos de la
sarrollo es optimista, al haber contribuido
banca alternativa, pero suelen ir acompa-
a la reducción de la pobreza. Sin embar-
ñados de otros productos de perfil más
go, como indica la autora, es todavía pron-
tradicional, con el fin de ofrecer una pres-
to para obtener resultados concluyentes en
tación bancaria completa al cliente. En par-
países industrializados, donde el principal
ticular, para su clientela activa, diseña ser-
objetivo no es la reducción de la pobreza,
vicios de asesoramiento técnico, financiero
sino la generación de autoempleo, que exi-
y de cualificación microempresarial. No en
ge autosuficiencia y sostenibilidad financie-
vano su capacidad para generar rentas fu-
ra. En España, en concreto, el microcrédito
turas constituye el elemento crucial para su
se ha concedido mayoritariamente a muje-
inclusión en los circuitos alternativos de fi-
res e inmigrantes, avalados por la viabilidad
nanciación bancaria.
de sus proyectos empresariales, con po-
sibilidades económicas alternativas, expe-
riencia laboral y estabilidad social. En este
2.4. Estilo de gestión
sentido, las cajas de ahorros y las coope-
rativas de crédito han sido las entidades de
Uno de los principales distintivos de la
depósito más dinámicas en su concesión
banca alternativa es la transparencia con
(De la Cuesta, 2006b).
que asume la labor de intermediación. Este
Otro aspecto característico de la finan- requisito resulta fundamental para vincu-
ciación que concede la banca alternati- lar a la inversión y al ahorro socialmente
Sonia M. Rodríguez Parada, M.a José Cabaleiro Casal

responsables. Es la clave de su confianza, ción de dar una visión más práctica a esta
que anima a delegar el control del ahorro reorientación social del negocio bancario,
en un sector tradicionalmente opaco e im- se realiza una propuesta de indicadores que
popular. evalúa el mayor o menor grado de compro-
miso social adquirido por las entidades de
Los aportantes de fondos disponen, en
depósito en su labor de intermediación.
todo momento, de información suficiente
sobre los criterios de elección de los pro-
yectos seleccionados y de los prestatarios
3. INDICADORES DEL COMPROMISO
a financiar. Así mismo, existe transparencia
SOCIAL EN LA INTERMEDIACIÓN
informativa sobre cuáles son los valores y
BANCARIA
principios que rigen la actividad de la ban-
ca alternativa. Es frecuente, en este senti-
La definición de indicadores que propo-
do, tanto la publicación de boletines perió-
nemos parte, como es lógico, de las ca-
dicos, en los que se informa con detalle de
racterísticas distintivas de la banca alterna-
la inversión crediticia realizada, como el se-
tiva ya analizadas. Por sencillez expositiva
guimiento de los proyectos financiados y los
y orden preliminar, estructuramos su singu-
principales logros sociales alcanzados, sin
laridad en cuatro dimensiones básicas que
omitir los fracasos. Por otra parte, las con-
cubren, en gran medida, el compromiso
diciones financieras y comerciales de su
social que puede asumir una entidad ban-
cartera de productos y servicios suelen es-
caria en su labor de intermediación. Estas
tar claramente especificadas, con suficien-
dimensiones, íntimamente relacionadas en-
te información sobre tarifas de comisiones,
tre sí, expresan el alcance y la profundidad
gastos repercutibles, normas de valoración,
con que se contrae dicho compromiso y
resolución de reclamaciones y demás nor-
son las siguientes:
mativa vigente de disciplina sectorial.
— Promoción del ahorro socialmente res-
Las entidades de banca alternativa dis-
ponsable.
ponen, además, de comités éticos que ve-
lan por la observancia de los valores que — Promoción de la inversión socialmen-
garantizan su actividad socialmente res- te responsable.
ponsable y el respeto a los principios de
— Transparencia.
una cultura de finanzas éticas. Además,
desde una concepción sólida de dirección — Gestión democrática.
participativa, se aplican mecanismos acti-
En su conjunto, representan el modo
vos de participación de socios, ahorrado-
funcional y organizativo que elige la banca
res, personal y colaboradores en las deci-
alternativa para materializar su obligación
siones bancarias estratégicas.
social, haciéndose responsable de su lo-
Hasta aquí, los principales rasgos distin- gro mediante los fondos confiados. Cada
tivos de la banca alternativa que recoge, de una de las cuatro dimensiones identifica-
forma sintética, el cuadro n.o 1, planteando das refleja una faceta propiamente banca-
un breve análisis comparado con la banca ria de responsabilidad social, al emanar de
tradicional mediante once criterios observa- su función más característica: la interme-
dos. En el siguiente epígrafe, con la inten- diación.
El compromiso social de la banca alternativa

Cuadro n.o 1
Análisis comparado banca tradicional frente a banca alternativa

Criterio comparado Banca tradicional (BT) Banca alternativa (BA)

Forma jurídica Bancos Bancos


Cajas de ahorros Cajas de ahorros
Cooperativas de crédito Cooperativas de crédito 243
Objetivo empresarial Maximizar el compromiso Maximizar el compromiso
económico contraído con social contraído con los
los aportantes de fondos aportantes de fondos

Prioridad de la Lucrativa Social, con rentabilidad


intermediación

Perfil de socio Sensible a la rentabilidad, Sensible a la utilidad social,


asumiendo riesgo asumiendo riesgo

Perfil de depositante Sensible a la rentabilidad Sensible a la utilidad social

Ahorro Lucrativo, sin preocupación Finalista, con destino


por el destino de los fondos socialmente responsable

Perfil de prestatario Suficiente calidad crediticia Suficiente calidad social

Inversión crediticia Genera exclusión financiera Promueve inclusión


financiera

Garantías exigidas Garantías reales o de firma Capacidad emprendedora


Avales técnicos
Círculos de garantía

Gestión del dinero Discrecional Transparente

Participación Decisiones bancarias no Socios, ahorradores y


compartidas empleados participan en
las decisiones bancarias

Fuente: Elaboración propia.

Por su parte, cada dimensión se concre- la práctica bancaria. En este sentido, la defini-
ta en varios indicadores de desempeño, que ción de indicadores permite medir y compa-
transcienden el plano meramente teórico que rar, cronológica y sectorialmente, el compro-
podría reducir su significado a un compendio miso social que asume una entidad financiera
de buenas intenciones, sin consecuencias en intermediando los fondos que recibe.
Sonia M. Rodríguez Parada, M.a José Cabaleiro Casal

Existen otras iniciativas (SPI-Finance, dores que consideramos relevantes para


2002)11 adaptadas al sector financiero que evaluar la calidad del compromiso social
definen indicadores para evaluar el desarro- asumido por medio de la actividad de in-
llo de la responsabilidad social. No obstante, termediación bancaria. En modo alguno el
dichos indicadores, cuantitativos y cualita- lector debe considerarla una relación ce-
tivos, se refieren en la mayoría de los casos rrada, sino ampliable y sucesivamente re-
al desempeño social de la entidad en su ver- visable. Por otra parte, cada indicador, for-
tiente interna, haciendo referencia a la políti- mulado de forma genérica en esta primera
ca y organización de la RSC, auditorías, có- versión de la propuesta, puede ser objeto
digos de conducta voluntarios, relación con de una definición más detallada dentro de
empleados, proveedores y clientes, marke- su categoría, dando lugar a una pluralidad
ting responsable, etc. Nuestra propuesta, de indicadores derivados de aquél. El cua-
sin embargo, se centra en la vertiente exter- dro n.o 2 recoge de forma sucinta las cua-
na de la responsabilidad social en banca, es tro dimensiones y los catorce indicadores
decir, la que se deriva de su actividad de in- que conforman nuestra propuesta inicial de
termediación. La juzgamos más relevante y medición. A continuación, definimos las va-
distintiva frente a otros sectores empresaria- riables seleccionadas, haciendo referencia
les. Su desarrollo significa un mayor grado a su naturaleza cuantitativa o cualitativa y a
de complejidad e implicación bancaria con el un breve comentario sobre las mismas.
compromiso social, porque afecta a la esen-
cia misma de su negocio, convirtiéndose en
su finalidad. Por este motivo, los indicadores 3.1. Promoción del ahorro socialmente
que a continuación se presentan aluden, ex- responsable
clusivamente, a esta vertiente externa de la
responsabilidad social, sin que ello suponga Consideramos cuatro indicadores que
obviar o desmerecer aspectos internos de evidencian, en la práctica, el compromiso
desempeño social, los cuales, por otra par- de promover el ahorro socialmente respon-
te, no difieren de forma significativa de los sable mediante la intermediación banca-
que pueden ser aplicados en cualquier otra ria. Todas las variables seleccionadas son
empresa, sea o no financiera. cuantitativas y se expresan en términos
porcentuales:
Teniendo en cuenta estas precisiones,
se define un conjunto de catorce indica- — La ratio α1 es la proporción de depó-
sitos (en unidades monetarias) con
destino social identificado sobre el
11 El SPI-Finance (Social Performance indicators for
total de depósitos de la entidad (en
the financial industry) es un grupo internacional integra-
do por representantes de entidades financieras de Ale-
unidades monetarias). Representa la
mania, Australia, Países Bajos, Reino Unido, Sudáfrica intensidad con la que la entidad finan-
y Suiza. En el año 2002 elaboró un suplemento sobre el ciera canaliza el ahorro hacia empleos
sector de servicios financieros, que se utiliza junto con
la Guía para la elaboración de Memorias de Sostenibi- socialmente responsables.
lidad del Global Reporting Iniciative (GRI). En concreto,
el SPI-Finance organiza los indicadores de desempeño Con idéntico planteamiento, se pue-
social para las entidades financieras en ochos aspec- den formular indicadores que consi-
tos principales: sistemas de gestión, desempeño inter-
no, proveedores, sociedad, banca minorista, banca de
deran las ratios correspondientes a
inversiones, gestión de patrimonios y seguros. otras opciones de ahorro alternativas
El compromiso social de la banca alternativa

Cuadro n.o 2
Indicadores del compromiso social asumido en la intermediación bancaria

Dimensiones Indicadores

Depósitos con destino social identificado


α1 =
Total depósitos
245
Depósitos con autodeterminación del interés
α2 =
Promoción Total depósitos
del ahorro
socialmente
N.o productos de pasivo socialmente responsables
responsable α3 =
N.o total de productos de pasivo

N.o de clientes de pasivo socialmente responsables


α4 =
N.o total de clientes de pasivo

Inversiones con valor social añadido


β1 =
Total inversiones

Financiación concedida sin garantías reales o patrimoniales


β2 =
Promoción de Total financiación concedida
la inversión
socialmente
Microcréditos
responsable β3 =
Total créditos y préstamos

N.o de clientes activos incluidos financieramente


β4 =
N.o total de clientes activos

γ1 → Código ético en política de inversión

γ2 → Boletín periódico con logros sociales


Transparencia

γ3 → Inclusión de variables sociales explícitas en los métodos de


selección de activos

δ1 → Forma jurídica

Gestión
δ2 → Participación de propietarios en la política de inversión
democrática

δ3 → Participación de ahorradores en la política de inversión

Fuente: Elaboración propia.


Sonia M. Rodríguez Parada, M.a José Cabaleiro Casal

a los depósitos tradicionales. El he- mente responsables (número de titu-


cho de que estos productos de pasivo lares de productos de ahorro con va-
(bonos, obligaciones, fondos de inver- lor social añadido) entre su clientela
sión, etc.) puedan ser comercializados total de pasivo. Refleja la propensión
por otro tipo de instituciones financie- social de la misma. Un bajo porcen-
ras distintas de la banca justifica que taje de esta ratio muestra un perfil de
nuestro planteamiento inicial se haya ahorrador especulativo, más sensible
centrado en el ahorro socialmente res- al interés económico que al interés
ponsable por medio de la fórmula tra- social que puede reportar su ahorro.
dicional de depósito bancario.

— La ratio α2 es la proporción de depósi-


3.2. Promoción de la inversión
tos (en unidades monetarias) que per- socialmente responsable
mite al cliente renunciar a parte o a la
totalidad del interés remuneratorio, a El impulso a la inversión socialmente
partir de un máximo predefinido por la responsable se concreta en cuatro indica-
entidad. Refleja la posibilidad de ofre- dores cuantitativos, que expresamos en
cer al depositante una participación términos porcentuales:
más activa en los proyectos financia-
dos que la simple elección del empleo — La ratio β1 es la proporción de finan-
de sus fondos, cediendo de forma vo- ciación concedida (en unidades mo-
luntaria, total o parcialmente, los inte- netarias) a proyectos con valor social
reses que su depósito pueda generar. añadido sobre la financiación total (en
Es, en definitiva, una clara muestra de unidades monetarias). Supone el apo-
confianza por parte de los depositan- yo monetario efectivo a iniciativas per-
tes en la competencia profesional de sonales o empresariales viables eco-
la entidad y en la credibilidad que ins- nómicamente, que la banca tradicional
pira su compromiso social. desatiende en favor de empleos más
lucrativos o que, directamente, resul-
— La ratio α 3 se obtiene por cocien- tan excluidas de su consideración por
te entre el número de productos de su baja calidad crediticia.
ahorro con valor social añadido y la
cartera total de productos de pasivo. — La ratio β2 es la proporción de la fi-
nanciación (en unidades monetarias)
Evidencia la amplitud o variedad del
que no exige, para su concesión, ga-
ahorro socialmente responsable en el
rantías reales o de firma, aunque sí la
conjunto de los fondos captados por
viabilidad económica y la calidad so-
la entidad. Las instituciones más di-
cial del proyecto financiado. Refleja la
námicas en la búsqueda de destinos
oportunidad de incluir financieramen-
sociales ofrecen distintos sectores de
te a prestatarios marginados de los
actividad para ser financiados, acor-
circuitos bancarios tradicionales. Es
des con las diversas exigencias y pre-
una clara evidencia, por parte de la
ferencias éticas de sus ahorradores.
entidad prestamista, de confianza en
— La ratio α4 es el resultado de dividir el su autonomía y en su capacidad em-
número de clientes de pasivo social- presarial.
El compromiso social de la banca alternativa

— La ratio β3 es el cociente entre el vo- logros sociales y las iniciativas más


lumen de microcréditos (en unidades recientes, con el fin de facilitar a los
monetarias) y el volumen total de crédi- prestadores de fondos la supervisión
tos y préstamos concedidos por la enti- del uso de su dinero. Representa la
dad (en unidades monetarias). Refleja el responsabilidad de informar sobre la
peso que representa la financiación de actividad integral de la entidad. Su
reducido importe, al ser una de las fór- existencia evidencia, además, el in-
mulas financieras más frecuentemente terés por difundir en la sociedad una
utilizadas por la banca alternativa. cultura financiera ética. 247
— La ratio β4 es el resultado de dividir el — La variable γ3 se refiere a la inclusión
número de clientes de activo que son de criterios sociales explícitos en los
incluidos financieramente (número de procedimientos de selección de los
prestatarios alternativos avalados por proyectos a financiar, que resultan tan
la calidad social de sus proyectos) en- determinantes como su propia viabili-
tre su clientela total de activo. Eviden- dad económica y técnica.
cia el perfil de prestatario que posee
la entidad. Un porcentaje bajo de este
indicador refleja una escasa contribu- 3.4. Gestión democrática
ción de la entidad a combatir el fenó-
meno de la exclusión financiera. Lograr una gestión más participativa y
democrática es también un componente
del compromiso social que asume la ban-
3.3. Transparencia ca alternativa. Integramos este aspecto por
medio de tres indicadores de naturaleza
Tres indicadores cualitativos expresan la cualitativa:
transparencia como requisito fundamental
— La variable δ1 considera la forma jurí-
del compromiso social adquirido frente a
dica de la entidad de depósito (banco,
los aportantes de fondos:
caja de ahorros o cooperativa de cré-
— La variable γ 1 hace referencia a la dito). Y aunque, como ya se indicó, no
existencia de un código deontológi- existe una clara correspondencia en-
co en política de inversión, que sue- tre la forma societaria que adopta una
le ser revisado por un comité ético de entidad y el compromiso social asumi-
supervisión de todas las actividades do en su labor de intermediación, es
bancarias. Representa la responsabi- evidente que existen formas jurídicas
lidad que tiene la entidad de garanti- más apropiadas que otras para con-
zar un uso adecuado (social) y trans- solidar dicho compromiso.
parente (no discrecional) del dinero
— La variable δ 2 hace referencia a la
aportado.
participación de los propietarios en
— La variable γ2 alude a la existencia de la política de inversión, con indicación
un boletín periódico que permita di- de aquellos sectores y proyectos que
fundir los principales datos relativos se consideran de interés social prefe-
a las financiaciones concedidas, los rente.
Sonia M. Rodríguez Parada, M.a José Cabaleiro Casal

— La variable δ3 significa un paso más rentabilidad/riesgo, que evalúa, de forma


en la democratización de las decisio- exclusiva, el grado de cumplimiento del
nes de la entidad, al incorporar, tam- compromiso económico contraído con los
bién, la participación de los ahorrado- aportantes de fondos. Dichas variables
res en la política de inversión. ofrecen una visión parcial (sólo el rendi-
miento económico) del rendimiento total
Conviene destacar, en esta línea, la ini-
(gráfico n.o 2) que puede llegar a alcanzar
ciativa recientemente emprendida por algu-
una entidad bancaria cuando asume un
na caja de ahorros española, que ha otor-
compromiso social explícito.
gado a sus clientes (titulares de cuentas) el
poder de decisión sobre la totalidad de su Si en el apartado anterior definimos un
obra social. La controvertida medida elimi- conjunto de indicadores representativos del
na eslabones en la cadena de intermedia- grado de compromiso social adquirido, en
ción bancaria y democratiza más que nun- este punto nos interesa medir el producto
ca las decisiones de inversión adoptadas que rinde dicho compromiso y que, en úl-
en este tipo de instituciones. timo instancia, se debe materializar en un
determinado nivel de utilidad social. A tra-
Por otra parte, muchas de las iniciativas
vés de un desarrollo analítico, trataremos
analizadas de banca socialmente respon-
de identificar diversas variables que nos
sable, asumidas desde una perspectiva in-
permitan valorar, en términos de intereses,
tegral del negocio bancario, se desarrollan
la utilidad del compromiso social que asu-
bajo la forma de sociedad cooperativa. En
me la entidad frente a sus socios, sus de-
este caso, la convicción de los aportantes
positantes y la sociedad en su conjunto.
de fondos es suficientemente sólida para
llegar a asumir riesgo en la financiación de La intermediación bancaria selectiva y
proyectos y participar, de forma simultá- comprometida socialmente que representa
nea, como socios y ahorradores. Sin em- el modelo de banca alternativa al que nos
bargo, cuando se trata, exclusivamente, venimos refiriendo tiene consecuencias di-
de parcelas alternativas al negocio tradi- rectas sobre la rentabilidad de su negocio,
cional es frecuente canalizar su desarro- al ceder protagonismo en favor de la utili-
llo a través de instituciones vinculadas sin dad social de la intermediación.
ánimo de lucro, como fundaciones o aso-
Por ser el más claro exponente de la ac-
ciaciones.
tividad típica de intermediación bancaria,
iniciamos el planteamiento analítico a par-
tir del primer escalón de la cuenta de resul-
4. RENTABILIDAD Y UTILIDAD SOCIAL
tados de una entidad: su margen financie-
ro. Ahora bien, los productos de su activo
En este cuarto apartado pretendemos
rentable y los costes de su pasivo onero-
aproximarnos a la medición del rendimien-
so proceden de la agregación de diversas
to, no sólo monetario sino también social,
partidas. De entre todas ellas, nos interesa
de la banca alternativa.
resaltar las rúbricas que incorporan un ma-
Las variables que habitualmente se em- yor potencial social en la intermediación, al
plean para medir el resultado de la ac- implicar directamente a su clientela activa y
tividad bancaria se basan en el binomio pasiva. Por esta razón, se define la variable
El compromiso social de la banca alternativa

Gráfico n.o 2
Rendimiento de la actividad bancaria

Entidad bancaria

249
Compromiso Compromiso
económico social

Rentabilidad/Riesgo Utilidad social

Socios Depositantes Socios Depositantes Sociedad

Fuente: Elaboración propia.

margen financiero crítico, que denotamos depósitos a la clientela con el volumen total
MF* y que, conceptualmente, refleja la di- de esta partida de pasivo, corregida con la
ferencia entre la rentabilidad media del cré- minoración del importe de aquellos depósi-
dito a la clientela y el coste medio que su- tos que se materializan en cuentas corrien-
pone el ahorro remunerado por medio de tes, por su escasa (cuando no nula) remu-
depósitos bancarios de la clientela. neración, es decir:

Para el cálculo de la rentabilidad me- Interés por depósitos a la clientela


ip* =
dia del crédito a la clientela, denominada Depósitos a la clientela – Cuentas corrientes
ia*, comparamos por cociente los intereses
por créditos a la clientela con el volumen Veamos cómo se comportan estas va-
total de esta partida de activo, es decir: riables cuando la intermediación bancaria
tiene prioridad económica (modelo tradi-
Interés por créditos a la clientela cional) o prioridad social (modelo alterna-
ia* =
Créditos a la clientela tivo). Esta simplificación intencionada de
la realidad bancaria, que sólo contempla
Por su parte, para calcular el coste me- dos escenarios extremos, es necesaria
dio del ahorro remunerado a través de de- para aproximarnos a las pretendidas va-
pósitos bancarios, denotado i p*, compa- riables de utilidad social. La posterior rela-
ramos por cociente los intereses de los jación de este supuesto de partida permi-
Sonia M. Rodríguez Parada, M.a José Cabaleiro Casal

tirá, en desarrollos posteriores, incorporar lectura de las distintas ratios calculadas


todas aquellas situaciones intermedias que debe realizarse con la cautela que acon-
las diversas conductas de intermediación seja la breve perspectiva histórica de que
bancaria, no siempre extremas, pueden se dispone en la actualidad y el hecho de
generar. Por ejemplo, considerar que una que no necesariamente las entidades anali-
determinada entidad priorice lo social en zadas representan a todas las instituciones
una parcela específica de su negocio ban- de banca tradicional o de banca alternativa
cario y no en su totalidad. que operan en España. De cualquier modo,
consideramos que este primer esfuerzo de
Para contextualizar el modelo tradicional
concreción con datos de la realidad ban-
de intermediación bancaria se ha elegido
caria actual es un inicio interesante, por su
como referencia los tres primeros bancos
novedad y pragmatismo, para depurar su-
españoles en función de sus recursos tota-
cesivos desarrollos.
les, propios y de clientes12, tomando como
fuente de información los informes audita- Enel cuadro n.o 3 se presenta, a partir
dos registrados en la Comisión Nacional de las cifras de balance y de cuenta de re-
del Mercado de Valores. Por su parte, para sultados de los dos últimos años, los datos
contextualizar el modelo alternativo de in- porcentuales de las variables ia*, ip* y MF*
termediación se ha tomado como referen- para las dos orientaciones comparadas del
cia un banco de implantación reciente en negocio bancario, así como sus respecti-
España, con más de dos décadas de ex- vos diferenciales: la intermediación banca-
periencia en Europa, que orienta su nego- ria motivada por una prioridad económica
cio desde la prioridad social13. Se ha opta- o por una prioridad social. Mientras que en
do por un banco alternativo y no una caja o el primer caso el dato de la tabla refleja el
una cooperativa de crédito para eliminar los porcentaje promedio de las tres entidades
sesgos adicionales que podrían derivarse seleccionadas de banca tradicional, en el
de comparar formas societarias distintas. segundo se muestra el porcentaje que co-
No obstante, respecto al contexto tradicio- rresponde a la entidad de banca alternativa
nal, se asume heterogeneidad en la fuente que hemos seleccionado.
de información de sus datos contables, ob-
Las cifras obtenidas evidencian un mar-
tenidos directamente de su página web.
gen financiero crítico muy superior en la in-
Los datos de balance y de la cuenta de termediación bancaria que se realiza con
resultados de los cuatro bancos analizados prioridad social. Aunque, inicialmente, puede
(tres de banca tradicional y uno de banca resultar paradójica esta circunstancia, el lec-
alternativa) corresponden a los ejercicios tor no debe olvidar el característico perfil de
cerrados el 31 de diciembre de 2005 y de clientela, activa y pasiva, de la banca alter-
2006, con el fin de disponer de información nativa: por un lado, prestatarios sin garantías
contable adaptada a las nuevas normas y reales o de firma, cuya menor calidad credi-
directamente comparable. Ahora bien, la ticia exige, en contrapartida, una prima de
riesgo mayor que la del deudor tradicional;
por otro, ahorradores dispuestos a renunciar
12 Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, S.A., Banco
a parte de la remuneración monetaria de su
Santander Central Hispano, S.A. y Banco Español de
Crédito, S.A.
depósito si se les garantiza que el diferencial
13 Triodos Bank. de interés se reinvierte socialmente.
El compromiso social de la banca alternativa

Cuadro n.o 3
Margen financiero crítico en dos orientaciones
del negocio bancario. 2005-2006
(en %)

2005 2006
Variables 251
Prioridad Prioridad Prioridad Prioridad
Diferencial Diferencial
económica social económica social

ia* 3,53 4,76 –1,23 4,04 4,45 –0,41

iP* 3,13 2,26 0,87 3,94 2,10 1,84

MF* 0,40 2,50 –2,10 0,10 2,35 –2,25

Fuente: CNMV. Auditorías registradas (BBVA, BSCH y Banesto). Página web Triodos Bank. Elabora-
ción propia.

Ahora bien, con el fin de ofrecer una vi- Si agregamos al citado margen el ren-
sión más tradicional de la influencia que, dimiento de otros productos ordinarios,
sobre los resultados empresariales, pue- se observa como la superioridad inicial se
da tener la prioridad con que se oriente el traslada también al siguiente escalón del
negocio bancario, se muestra en el cuadro resultado bancario. En efecto, el margen
n.o 4, de forma resumida y en cifras por- ordinario sobre balance es mayor en el mo-
centuales respecto a activos, la cuenta de delo alternativo, debido a la incidencia sig-
pérdidas y ganancias de ambos escenarios nificativa de las comisiones percibidas por
comparados productos de activo y servicios (gastos ad-
ministrativos repercutidos, remuneracio-
Como se puede observar, el margen fi-
nes de gestión, comisiones de garantía,…,
nanciero medido sobre activos totales de
etc). Nuevamente, el riesgo crediticio ele-
balance ha sido, en los dos últimos años,
vado del prestatario alternativo justifica tal
mayor en el modelo alternativo (con prio-
circunstancia.
ridad social) que en el modelo tradicional
(con prioridad económica). Esta evidencia Sin embargo, la tendencia de la cuenta
corrobora, desde una perspectiva más ge- de resultados se invierte, de forma signifi-
nérica, la superioridad del margen financie- cativa, en el margen de explotación sobre
ro crítico ya mencionada. En este caso, un activos totales. Cuando la entidad prioriza
mayor rendimiento global de su inversión el compromiso social resulta sorprenden-
crediticia y un menor coste total de su pasi- te el peso que representan los gastos de
vo oneroso son los factores determinantes, personal y otros gastos generales de ad-
pese a la ausencia de rendimientos netos ministración sobre las cifras del balance.
procedentes de instrumentos de capital. No obstante, una política retributiva ade-
Sonia M. Rodríguez Parada, M.a José Cabaleiro Casal

Cuadro n.o 4
Pérdidas y Ganancias sobre activos totales. 2005-2006
(en %)

Prioridad Prioridad
económica social
PÉRDIDAS Y GANANCIAS

2006 2005 2006 2005

1. INTERESES Y RENDIMIENTOS ASIMILADOS 3,05 2,74 3,87 4,10


2. INTERESES Y CARGAS ASIMILADAS 2,26 1,88 1,89 1,98
2.1. Remuneración de capital con naturaleza de pasivo financiero — —
2.2. Otros 2,26 1,88 — —
3. RENDIMIENTO DE INSTRUMENTOS DE CAPITAL 0,63 0,39 — —
3.1. Participaciones en entidades asociadas 0,01 0,01 — —
3.2. Participaciones en entidades multigrupo 0,00 0,01 — —
3.3. Participaciones en entidades del grupo 0,54 0,32 — —
3.4. Otros instrumentos de capital 0,07 0,06 — —

A) MARGEN DE INTERMEDIACIÓN 1,43 1,25 1,98 2,12

5. COMISIONES PERCIBIDAS 0,64 0,66 1,00 0,87


6. COMISIONES PAGADAS 0,09 0,10 0,03 0,03
8. RESULTADOS DE OPERACIONES FINANCIERAS (NETO) 0,17 0,17 0,00 0,01
8.1. Cartera de negociación 0,10 0,10 — —
8.2. Otros instrumentos financieros a valor razonable con cambios en P. y G. 0,00 0,00 — —
8.3. Activos financieros disponibles para la venta 0,09 0,05 — —
8.4. Inversiones crediticias 0,01 0,01 — —
8.5. Otros –0,02 0,02 0,03 0,02
9. DIFERENCIAS DE CAMBIO (NETO) 0,07 0,00 — —

B) MARGEN ORDINARIO 2,21 1,98 2,99 2,99

12. OTROS PRODUCTOS DE EXPLOTACIÓN 0,03 0,03 — —


13. GASTOS DE PERSONAL 0,59 0,62 1,24 1,31
14. OTROS GASTOS GENERALES DE ADMINISTRACIÓN 0,27 0,27 0,95 0,90
15. AMORTIZACIÓN 0,07 0,08 0,20 0,19
15.1. Activo material 0,06 0,07 — —
15.2. Activo intangible 0,01 0,01 — —
16. OTRAS CARGAS DE EXPLOTACIÓN 0,03 0,03 0,00 —
El compromiso social de la banca alternativa

Cuadro n.o 4 (continuación)


Pérdidas y Ganancias sobre activos totales. 2005-2006
(en %)

Prioridad Prioridad
económica social
PÉRDIDAS Y GANANCIAS

2006 2005 2006 2005 253


C) MARGEN DE EXPLOTACIÓN 1,28 1,02 0,60 0,60

17. PÉRDIDAS POR DETERIORO DE ACTIVOS (NETO) 0,19 0,12 0,02 –0,04
17.1. Activos financieros disponibles para la venta 0,01 –0,01 — —
17.2. Inversiones crediticias 0,18 0,12 — —
17.3. Cartera de inversión a vencimiento 0,00 0,00 — —
17.4. Activos no corrientes en venta 0,00 0,00 — —
17.5. Participaciones 0,00 0,01 — —
17.6. Activo material 0,00 0,00 — —
17.7. Fondo de comercio 0,00 0,00 — —
17.8. Otro activo intangible 0,00 0,00 — —
17.9. Resto de activos 0,00 0,00 — —
18. DOTACIONES A PROVISIONES (NETO) 0,28 0,13 — —
21. OTRAS GANANCIAS 0,09 0,10 — —
21.1. Ganancias por venta de activo material 0,01 0,02 — —
21.2. Ganancias por venta de participaciones 0,07 0,06 — —
21.3. Otros conceptos 0,00 0,01 — —
22. OTRAS PÉRDIDAS 0,02 0,01 — —
22.1. Pérdidas por venta de activo material 0,00 0,00 — —
22.2. Pérdidas por venta de participaciones 0,00 0,00 — —
22.3. Otros conceptos 0,01 0,01 — —

D) RESULTADO ANTES DE IMPUESTOS 0,88 0,86 0,58 0,64

23. IMPUESTO SOBRE BENEFICIOS 0,14 0,13 0,18 0,21


24. DOTACIÓN OBLIGATORIA A OBRAS Y FONDOS SOCIALES 0,00 0,00 — —

E) RESULTADO DE LA ACTIVIDAD ORDINARIA 0,74 0,73 0,40 0,43

25. RESULTADO DE OPERACIONES INTERRUMPIDAS (NETO) 0,37 0,00 — —

F) RESULTADO DEL EJERCICIO 1,10 0,73 0,40 0,43

Fuente: CNMV. Auditorías registradas (BBVA, BSCH y Banesto). Página web Triodos Bank. Elaboración propia.
Sonia M. Rodríguez Parada, M.a José Cabaleiro Casal

cuada de recursos humanos, por una par- • Si (i*A – i*A ) < 0 refleja el coste adi-
BT BA
te, y, por otra, un elevado gasto fijo de ad- cional de la inclusión financiera res-
ministración y seguimiento por producto, pecto al que soporta el prestatario
por el reducido importe de la mayoría de tradicional.
sus operaciones activas, son dos facto-
• Si (i*ABT – i*ABA) > 0 refleja un abarata-
res que podrían explicar, en buena medida,
miento del acceso al crédito median-
el deterioro económico, que no social, de
te la banca alternativa. En esta situa-
su margen de explotación. Y lo que desde
ción, la utilidad social de la inclusión
una perspectiva estrictamente económica
se podría interpretar como ineficiencia en el financiera se ve incrementada por
control de los costes, bien podría suponer el ahorro de intereses que paga el
la necesaria adaptación de un negocio tra- prestatario de banca alternativa res-
dicional a una funcionalidad alternativa que pecto al de banca tradicional.
se compromete socialmente hasta sus últi- Obviamente, la suma de ambos compo-
mas consecuencias. nentes debe ser positiva, pues la utilidad
Presentadas la cifras más relevantes y social del crédito, para el perfil de prestata-
considerándolas orientativas de los dos rio que atiende la banca alternativa, siem-
modelos de banca comparados, se puede pre superará el coste de su inclusión finan-
afirma que, durante los años 2005 y 2006, ciera, al ofrecerle alternativas dignas de
los clientes de activo de la banca alternati- financiación. Los datos de la variable ana-
va han accedido al crédito a un precio su- lizada correspondientes a los dos últimos
perior al exigido por la banca tradicional. A años son los siguientes:
partir de este diferencial de intereses ac-
tivos, introducimos en nuestro desarrollo i*SA2005 = β2005 + (i*ABT – i*ABA) =
analítico la variable utilidad social de la in- = β2005 + (3,53% – 4,76%) = (2)
versión crediticia, denotada i*SA. En su es- = β2005 – 1,23%
tructura interna se identifican dos compo-
nentes diferenciados: i*SA2006 = β2006 + (i*ABT – i*ABA) =
= β2006 + (4,04% – 4,45%) = (3)
i*SA = β + (i*ABT – i*ABA) (1) = β2006 – 0,41%

— El primer componente, denominado En ambos casos, aunque más acentua-


β, de carácter cualitativo y signo po- damente en 2005, la banca alternativa su-
sitivo, representa la posibilidad, en sí pera el interés activo de la banca tradicio-
misma, de acceso a financiación al- nal. Por tanto, la realidad demuestra que la
ternativa a la usura, socialmente útil utilidad social de la inversión crediticia to-
para aquellos prestatarios que no son davía no alcanza el nivel de abaratamiento
admitidos en los circuitos bancarios del crédito tradicional y se basa, exclusiva-
tradicionales. mente, en la inclusión financiera de deter-
minados colectivos.
— El significado del segundo compo-
nente, cuantificable en términos de di- Desde la perspectiva del ahorro social-
ferencial de intereses activos, depen- mente responsable es evidente una remu-
de de su signo, de modo que: neración inferior a la del ahorro tradicional.
El compromiso social de la banca alternativa

A partir de este diferencial de intereses pa- Conjugando todos los aspectos (mone-
sivos, definimos la variable utilidad social tarios y sociales) del rendimiento del aho-
mínima de los ahorradores, que denota- rro, resulta la expresión:
mos i*SP , de modo que:
min
RP = i*PBA + (i*SPmin + α) (7)
i*SP = i*PBT – i*PBA (4)
min
Según los datos correspondientes a los
es decir, medimos la utilidad social mínima de años 2005 y 2006, el rendimiento total para
los ahorradores de banca alternativa como el ahorrador socialmente responsable es:
255
diferencial de intereses, aunque deducida en
forma de coste de oportunidad. Dicha varia- RP2005 = 2,26% + (0,87% + α2005) (8)
ble constata la renuncia voluntaria del aho- RP2006 = 2,10% + (1,84% + α2006) (9)
rrador socialmente responsable a la parte
del rendimiento monetario que obtendría del Pero, además de las consecuencias ana-
ahorro tradicional y que elige no cobrar, para lizadas hasta el momento sobre los presta-
aplicarlo socialmente. Los datos de la utilidad tarios y los ahorradores de banca alternati-
social mínima de los ahorradores en los dos va, la orientación del negocio bancario con
años consecutivos analizados son: prioridad social también afecta a los propie-
tarios de la entidad, minorando de forma
i*SPmin = i*PBT – i*PBA = muy significativa la rentabilidad de los recur-
2005 (5)
= 3,13% – 2,26% = 0,87% sos propios, tal como refleja el cuadro n.o 5.
Tal circunstancia no sólo se debe a un be-
i*SPmin = i*PBT – i*PBA = neficio neto mucho más limitado, como ya
2006 (6)
= 3,94% – 2,10% = 1,84% se indicó anteriormente, sino también al he-
cho de que la prioridad social condiciona la
Por tanto, el interés del 0,87% en 2005 propia estructura patrimonial de la entidad,
y del 1,84% en 2006, al que el ahorrador exigiendo un fortalecimiento de los fondos
de banca alternativa renuncia, es el valor propios ante el mayor nivel de riesgo de la
que, como mínimo, representa para él re- actividad bancaria alternativa.
ducir asimetrías informativas en la tutela de
su ahorro y aplicar sus fondos a destinos A pesar de ello, su preferencia por una
sociales, conocidos de antemano y acor- aportación de capital socialmente respon-
des con sus convicciones éticas. sable lleva a los socios a mantener su inver-
sión en la banca alternativa. La minoración
Ahora bien, el rendimiento total para el de rentabilidad financiera se ve compensada
ahorrador socialmente responsable, deno- con utilidad social que, como mínimo, vale el
tado Rp, se obtiene por agregación de dos diferencial de rentabilidad que obtendría en
componentes distintos: la banca tradicional. Denominamos a esta
— La remuneración explícita (vía interés) variable utilidad social mínima de los apor-
de su ahorro, que denominamos i*PBA y, tantes de capital, que denotamos ROES .
min
Conceptualmente, se obtiene por diferencia
— el valor del uso ético del ahorro, que entre las rentabilidades financieras corres-
medimos de forma explícita a partir pondientes a los dos escenarios planteados:
del mínimo i*SPmin e implícita y adicio-
nalmente a través de la variable α > 0. ROESmin = ROEBT – ROEBA (10)
Sonia M. Rodríguez Parada, M.a José Cabaleiro Casal

Cuadro n.o 5
Rentabilidad sobre recursos propios (ROE en inglés)
en dos orientaciones del negocio bancario. 2005-2006
(en %)

2005 2006
Variables
Prioridad Prioridad Prioridad Prioridad
Diferencial Diferencial
económica social económica social

Fondos propios
5,96 9,81 –3,85 6,40 8,07 –1,66
Activo total
ROE 13,28 4,42 8,86 20,54 4,95 15,59

Fuente: CNMV. Auditorías registradas (BBVA, BSCH y Banesto). Página web Triodos Bank. Elabora-
ción propia.

Si cuantificamos dicha variable con da- alternativa en los dos años analizados re-
tos de 2005 y 2006 se obtiene: sulta:
ROESmin
2005
= 13,28% – 4,42% = 8,86% (11) RFSBA2005 = 4,42% + (8,86% + ρ2005) (14)
ROESmin = 20,54% – 4,95% = 15,59% (12) RFSBA = 4,95% + (15,59% + ρ2006) (15)
2006
2006

En consecuencia, la rentabilidad finan-


ciero-social para un socio de banca alter- Una vez han sido planteadas diversas va-
nativa, que denotamos RFSBA, puede cuan- riables de rendimiento atribuidas a distintas
tificarse por agregación de dos partidas: facetas de la intermediación bancaria y que
implican a sus distintos agentes (prestata-
— La rentabilidad financiera explícita vía rios, prestamistas y propietarios), resulta con-
beneficio neto (beneficio económico), veniente plantear un indicador conjunto que
denominada ROEBA, y permita valorar, en términos globales, la ge-
— el valor de la propiedad socialmente neración de la utilidad social que, potencial-
responsable, que medimos, de forma mente, puede reportar la actividad bancaria.
explícita, a partir de la utilidad social Con esta intención, agregamos en la varia-
mínima de los aportantes de capital ble rentabilidad-utilidad social (IUS) todos los
ROESmin e implícita y adicionalmente a componentes identificados de rendimiento,
través de la variable ρ ≥ 0. tanto económico como social, de los propie-
tarios, de la inversión crediticia y del ahorro,
Por tanto:
resultando la siguiente expresión:
RFSBA = ROEBA + (ROES + ρ) (13)
min IUS = {ROEBA + (ROESmin + ρ)} +
Si cuantifi camos la rentabilidad fi nan- + {β - (i*ABT – i*ABA)} + (16)
ciero-social de los aportantes de banca + {i*PBA + (i*SPmin + α)}
El compromiso social de la banca alternativa

Con datos de 2005 y 2006 se obtiene, — Tradicionalmente, las entidades han


respectivamente: basado su actividad de intermedia-
ción en el compromiso económico,
IUS = {4,42% + (8,86% + ρ2005)} + canalizando el ahorro y la inversión
2005
+ {β2005 – (4,76% – 3,53%)} + (17) hacia los destinos más rentables en
+ {2,26% + (0,87% + α2005)} términos monetarios. Su prioridad lu-
IUS2006 = {4,95% + (15,59% + ρ2006)} + crativa se ampara en la discreciona-
+ {β2006 – (4,45% – 4,04%)} + (18) lidad de su actividad y en el perfil de
+ {2,10% + (1,84% + α2006)} socio y de ahorrador que predomina 257
en el sector: sensible a la rentabilidad
La expresión anterior indica el rendi- de los fondos aportados e indiferente
miento total (económico y social) que pue- a cuál sea su destino final. Esta con-
de lograr la actividad bancaria. Proviene ducta convencional premia el ahorro
tanto de la propia intermediación como de y la inversión especulativos, financia al
la inversión en su capital. A partir de esta prestatario con suficiente calidad cre-
magnitud agregada IUS aislamos, especí- diticia y genera la exclusión financiera
ficamente, el rendimiento en términos de de determinados colectivos.
utilidad social (US), obteniendo la variable
— Frente a la banca tradicional surge,
conclusiva y principal de todo el desarrollo
de forma relativamente reciente en el
analítico precedente. En efecto:
sistema formal de intermediarios fi -
US = {ROESmin + ρ} + nancieros, el modelo de banca alter-
(19) nativa (también denominada Banca
+ {β – (i*ABT – i*ABA)} + {i*SPmin + α}
ética, solidaria o social). Represen-
US2005 = {8,86% + ρ2005} +
ta un conjunto de entidades, toda-
+ {β2005 – (4,76% – 3,53%)} + (20) vía anecdótico en el mapa bancario,
+ {0,87% + α2005} que prioriza el compromiso social
US = {15,59% + ρ2006} + respecto al compromiso económico,
2006
+ {β2006 – (4,45% – 4,04%)} + (21) sin que por ello dejen de ser renta-
+ {1,84% + α2005} bles empresarialmente. Su interme-
diación bancaria, que es selectiva
y comprometida socialmente, elimi-
5. CONCLUSIONES na asimetrías informativas y procura
destinos responsables a los fondos
— Las entidades de depósito pueden
aportados. Su gestión transparente y
contraer un compromiso económi-
su dirección participativa promueven
co y un compromiso social con los
la inclusión financiera de prestatarios
aportantes y destinatarios de los fon-
cuya garantía es la calidad social de
dos intermediados. La imposibilidad
sus proyectos, que deben ser viables
de maximizar simultáneamente ambos
económicamente.
compromisos plantea, en la actualidad,
la adopción de una determinada con- — En Europa, la banca alternativa mues-
ducta de intermediación en un contex- tra buenas perspectivas y crecimiento.
to de elección y la necesidad de priori- El contexto es propicio, con influencia
zar un compromiso respecto al otro. progresiva del criterio social en las de-
Sonia M. Rodríguez Parada, M.a José Cabaleiro Casal

cisiones financieras de los ciudadanos que contrae la banca alternativa: pro-


europeos y de sus instituciones. moción del ahorro socialmente res-
ponsable, promoción de la inversión
— Y aunque, desde la iniciativa pública,
socialmente responsable, transparen-
una política de incentivos fiscales po-
cia y gestión democrática. Buscando
dría contribuir eficazmente a dinami-
un mayor nivel de concreción se rea-
zar el ahorro y la inversión socialmen-
liza una propuesta inicial con catorce
te responsables, su principal estímulo
indicadores, que evalúan el grado de
es la iniciativa individual de determi-
compromiso social asumido por una
nados segmentos emergentes de in-
entidad bancaria.
versión y de ahorro: por una parte, los
excluidos de los canales clásicos de — Respecto a su rendimiento, los suce-
financiación; por otra, los ahorradores sivos márgenes de la cuenta de re-
que se autoexcluyen del sistema ban- sultados resultan insuficientes para
cario tradicional, que no garantiza el valorar el grado de obtención de su
uso socialmente responsable de sus compromiso social explícito.
fondos.
— Se sugieren, al respecto, algunas va-
— La banca alternativa admite diversos riables que pretenden aproximarse
grados de desarrollo: desde un en- a la medición del producto o utilidad
foque integral que compromete todo que rinde la prioridad social en el ne-
el negocio bancario, hasta afrontar la gocio bancario. En concreto, se de-
prioridad social en una parcela limita- finen tres variables de utilidad social,
da. En cualquier caso, consideramos que se expresan como diferencial de
que la intermediación comprometida intereses y que afectan a distintos
socialmente debe incardinarse en la agentes implicados (prestatarios, aho-
propia actividad y vincularse directa- rradores y propietarios):
mente al balance bancario. Sólo en-
• Utilidad social de la inversión cre-
tonces la prioridad social se asume
diticia, medida del rendimiento so-
hasta sus últimas consecuencias.
cial generado por la inversión cre-
— Aunque, en principio, la banca tradi- diticia socialmente responsable. La
cional y la banca alternativa no compi- realidad demuestra que la utilidad
ten por el mismo segmento de ahorro, social de la inversión crediticia se
ésta posee frente a aquélla la forta- basa en la inclusión financiera de
leza de generar confianza y buena determinados colectivos y no al-
imagen en un sector tradicionalmen- canza el nivel de abaratamiento del
te impopular. Este aspecto le confiere crédito tradicional.
la oportunidad de poder fidelizar, en
• Utilidad social mínima de los aho-
mayor medida, el ahorro a largo pla-
rradores, medida del rendimien-
zo, que delega con mayor confianza
to social derivado de la renun-
la tutela de sus fondos.
cia voluntaria a una parte del
— Se identifican cuatro dimensiones interés pasivo potencial del ahorra-
principales que concretan el alcance y dor socialmente responsable, que
la profundidad del compromiso social expresamos en forma de coste de
El compromiso social de la banca alternativa

oportunidad, ante la evidencia de — Se llega, finalmente, a la variable con-


un mayor interés remuneratorio del clusiva de nuestro análisis, utilidad so-
ahorro tradicional. cial. Dicha variable incorpora el efecto
de los tres indicadores anteriores y nos
• Utilidad social mínima de los apor- permite acercarnos al grado de rendi-
tantes de capital, medida del resul- miento social de la entidad bancaria en
tado social asociado a la cesión de las áreas de mayor potencialidad. La
parte del beneficio económico po- rentabilidad, el riesgo pero, también,
tencial de los recursos propios, que la utilidad social son las magnitudes a 259
indicamos en forma de coste de considerar en el estudio y análisis del
oportunidad, ante la evidencia de nivel de eficiencia del negocio banca-
una rentabilidad financiera superior rio cuando éste se contempla desde su
para los propietarios de la banca perspectiva más cívica. No exclusiva-
tradicional. mente las dos primeras.

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Cómo medir la actuación de los grupos
de interés: métodos y enfoques
generales de evaluación económica
260
El presente artículo destaca la vital importancia de las distintas partes implicadas en una empresa a la
hora de analizar la responsabilidad social corporativa (RSC); incluso para analizar la RSC en el contex-
to de los negocios. En el Reino Unido, el Boletín Jurídico de la Empresa (Departamento de Comercio
e Industria 2002) indicó que es beneficioso para las empresas británicas ser gestionadas basándose
en un enfoque de un accionariado informado. Este enfoque reconoce la importancia de los implicados
que no son accionistas, como instrumento clave para aportar un valor del accionariado. Reconocida
la importancia de estos implicados, resulta igualmente esencial que la dirección de la empresa mida
y gestione su actuación. Para ello contamos con dos enfoques generales: el uso de valores moneta-
rios para reflejar el valor o coste de los implicados, y el uso de valores no monetarios. Para analizar
estos dos enfoques, estudiaremos más adelante su posible uso sobre dos grupos de implicados: los
empleados y el medio ambiente. Concluiremos el artículo señalando las dificultades prácticas y éticas
existentes a la hora de calcular el valor económico de los recursos de los grupos implicados, optando
por un enfoque multidimensional para medir su actuación sin hacer uso de valoraciones económicas.
Enpresen gizarte-erantzukizuna aztertzeko enpresa batean inplikatuta dauden alde desberdinek duten
garrantzia azpimarratzen du artikulu honek, baita enpresen gizarte-erantzukizuna negozioen testuingu-
ruan aztertzeko duten garrantzia ere. Erresuma Batuan, Enpresaren Aldizkari Juridikoak (Merkataritza
eta Industria Saila, 2002) adierazi zuen enpresa britainiarrentzat onuragarria zela akziodun informatuen
ikuspegian oinarritzea kudeaketa. Ikuspegi honek akziodun ez diren inplikatuen garrantzia aitortzen
du, akziodunei balio bat emateko bitarteko giltzarri dira eta. Akziodun ez direnen garrantzia onartuta,
funtsezkoa da, halaber, zuzendaritzak bere jokaera neurtu eta kudeatzea. Horretarako, bi ikuspegi
nagusi ditugu: balio monetarioak erabiltzea inplikatuen balio edo kostua islatzeko, eta balio ez-mone-
tarioak erabiltzea. Bi ikuspegi horiek aztertzeko, aurrerago, bi talde inplikaturengan nola erabili litekeen
aztertuko dugu: langileengan eta ingurumenean. Artikulua amaitzeko, talde inplikatuen baliabideen
balio ekonomikoa kalkulatzeko ditugun zailtasun praktiko eta etikoen berri emango dugu, eta alderdi
anitzeko ikuspegia hautatuko dugu inplikatuen jokaera neurtzeko, balorazio ekonomikorik egin gabe.
This paper begins by suggesting that when considering Corporate Social Responsibility (CSR), even
CSR as justified in terms of the business case, stakeholders are of great importance to corporations.
In the UK the Company Law Review (DTI, 2002) has suggested that it is appropriate for UK companies
to be managed upon the basis of an enlightened shareholder approach. Within this approach the
importance of stakeholders, other than shareholders, is recognised as being instrumental in succeeding
in providing shareholder value. Given the importance of these other stakeholders it is then important
that corporate management measure and manage stakeholder performance. In order to do this there
are two general approaches that could be adopted and these are the use of monetary values to reflect
stakeholder value or cost and non-monetary values. In order to consider these approaches further this
paper considered the possible use of these approaches for two stakeholder groups: namely employees
and the environment. It concludes that there are ethical and practical difficulties with calculating
economic values for stakeholder resources and so prefers a multi-dimensional approach to stakeholder
performance measurement that does not use economic valuation.

Ekonomiaz N.o 65, 2.o cuatrimestre, 2007


Stuart Cooper
Aston University

ÍNDICE

1. Introducción
2. Enfoques generales de medición de la actuación de los grupos de interés 261
3. Los empleados
4. El medioambiente
5. Conclusiones
Referencias bibliográficas

Palabras clave: accionariado, valor ecológico añadido, valor económico total, responsabilidad social
corporativa

N.o de clasificación JEL: M14, A13, Q56

1. INTRODUCCIÓN mente que hay una oportunidad de nego-


cio para la RSC y que dicho enfoque bene-
La responsabilidad social corporativa ficiará a las corporaciones, la economía y
(RSC, en adelante) es un fenómeno muy la sociedad en su conjunto. El enfoque de
debatido, tanto el terreno de la teoría como un accionariado informado, frente a uno no
en de los negocios. Los puntos de vis- informado, reconoce que, aunque las em-
ta son muy dispares: van desde los que presas deberían actuar en beneficio de los
creen que la única responsabilidad social accionistas, este objetivo resulta más fá-
de las empresas es producir beneficios cil de alcanzar cuando se tiene en cuenta
(teoría desarrollada con mayor popularidad a otros grupos de interés. Por lo tanto, un
por Friedman, 1962) o maximizar la rique- enfoque de accionistas informados requie-
za de los accionistas, hasta los que piensan re tener en cuenta las necesidades y de-
que dicha responsabilidad implica mucho seos de estos otros grupos de interés a la
más que eso. En el Reino Unido, el bole- hora de tomar decisiones. La propia natu-
tín jurídico de la empresa (véase Depar- raleza de este enfoque identifica explícita-
tamento de Comercio e Industria, 2002) mente a los accionistas como primarios y al
planteó la siguiente cuestión: ¿ante quién resto de grupos de interés, como secunda-
es responsable una empresa? El grupo di- rios. La preocupación por tanto se sitúa en
rectivo que contestó concluyó que es más la toma de decisiones difíciles e importan-
apropiado para el beneficio de la sociedad tes, ya que las necesidades de las partes
el enfoque de un «accionariado informa- implicadas que no sean accionistas queda-
do». De esta manera se rechazó el enfoque rán relegadas a un segundo plano y serán
más intrínsecamente pluralista. Además, el consideradas de menor importancia. Este
gobierno británico defiende contundente- artículo no pretende ahondar en la eficacia

Ekonomiaz N.o 65, 2.o cuatrimestre, 2007


Stuart Cooper

y ética de las teorías de los grupos de inte- también grupos de interés no voluntarios
rés (stakeholder theorie) y de los accionistas (como ciudadanos, comunidades, entornos
(shareholder theorie) de la empresa, pero ecológicos, o generaciones futuras) que no
puede hallarse más información en la litera- eligen ni entrar, ni mantenerse al margen
tura relativa a la ética de los negocios (véa- de la relación con la organización. Wheeler
se por ejemplo Clarkson, 1995; Donaldson y Silanpaa (1997) enfocaron la cuestión
and Preston, 1995; Hasnas, 1998; Jones, de la identificación de los grupos de inte-
1995; Jones and Wickes, 1999; Shank- rés desde su experiencia práctica y logra-
man, 1999; Sternberg, 1994, 1998). ron «definirlos de cuatro maneras» (p. 167),
como recoge el cuadro n.o 1.
El propósito de este artículo se centra
en reconocer la importancia que para la Una vez identificado los numerosos gru-
gestión de una empresa tienen las partes pos de interés en las distintas categorías,
implicadas o grupos de interés distintos del este artículo se centra en dos grupos con-
de los accionistas, incluso en el enfoque cretos: un grupo de interés primario social,
conocido como «accionariado informado». los empleados, y un grupo de interés pri-
Partiendo de esta base, la dirección de la mario no social, el medioambiente, para
empresa requerirá información que le po- intentar analizarlos en profundidad. Este
sibilite tener en cuenta las necesidades de trabajo, por tanto, se compone de dos
los grupos de interés no accionistas. Lo apartados que analizan las potenciales me-
que este artículo sugiere es que, si éste es didas de actuación que, bajo ambos enfo-
el caso, entonces la medición y gestión de ques generales, pueden aplicarse a estos
la actuación de los grupos de interés será dos grupos; los empleados y el medioam-
de gran importancia para la administración biente. Éstos fueron seleccionados debido
de la empresa. El siguiente apartado del ar- a la variedad y al avance de las medidas
tículo analiza dos enfoques generales para de la actuación que se dan en estos gru-
abordar dicha medición que podrían apli- pos, mucho mayor que las observadas en
carse en un marco de medición de actua- otros grupos igualmente relevantes. El ar-
ción de grupos de interés específicos. Los tículo concluye con un análisis sobre cómo
dos enfoques difieren en que uno de ellos la medición y gestión de la actuación de
intenta atribuir un valor monetario a los re- los grupos de interés cuenta con el poten-
cursos de los grupos de interés, mientras cial de informar y avanzar en el campo de
que el otro cuantifica la actuación de éstos la RSC.
en valores no monetarios.
Hay un gran número de grupos de inte-
rés que pueden identificarse. Según Clark- 2. ENFOQUES GENERALES DE
son (1994), por ejemplo, existen grupos MEDICIÓN DE LA ACTUACIÓN
de interés voluntarios (entre los que se en- DE LOS GRUPOS DE INTERÉS
cuentran los accionistas, los inversores, los
empleados, los gerentes, los clientes y los Explicado en forma simplista, existen
proveedores) que pueden retirar su partici- dos enfoques generales para medir la ac-
pación y, por ello, requieren un valor añadi- tuación de los grupos de interés. El prime-
do de tal forma que ofrezcan de forma vo- ro de éstos mide la actuación de los gru-
luntaria su respectiva participación. Existen pos de interés cuantitativamente, esto es,
Cómo medir la actuación de los grupos de interés: métodos y enfoques generales de evaluación económica

Cuadro n.o 1
Tipología de los grupos de interés de Wheeler y Silanpaa
(1997)

Grupos de interés Grupos de interés Grupos de interés Grupos de interés


primarios sociales secundarios sociales primarios no sociales secundarios no sociales

Accionistas e Gobierno y El medio ambiente Grupos de presión 263


inversores Reguladores medioambiental
Empleados y Grupos de presión Generaciones Organizaciones a
directivos social futuras favor del bienestar de
los animales
Clientes Instituciones Especies no
municipales humanas
Comunidades Organismos de
locales comercio
Proveedores y otros Medios de
socios comerciales comunicación y
comentaristas
académicos
Competidores
en el Mercado

Fuente: Elaboración propia.

en términos no financieros. Es decir, se nuevos clientes, y ambos pueden medirse


mide la actuación y se gestiona su impli- cuantitativamente en términos no financie-
cación a través de la interpretación de los ros. Además, los clientes pueden decidir
datos aportados en términos no financie- no regresar (dejar de ser cliente) por diver-
ros. Permítannos considerar brevemente sos motivos, como la rapidez del servicio/
la medida de actuación no financiera del reparto, la fiabilidad del producto, o la cali-
grupo de interés de los clientes. El obje- dad del servicio post-venta, entre otros. La
tivo clave de una empresa se puede ex- dirección por tanto debe considerar cada
presar en resumen como el porcentaje de uno de ellos como una vía de retención de
cuota de mercado y puede emprenderse clientes clave y, como tal, puede ser medi-
una investigación de mercado para con- da y gestionada.
trolar su actuación en estos términos, pero
es poco probable que ésto resulte suficien- El enfoque no financiero propicia un en-
te para llevar una buena gestión, para di- foque de medida de actuación multidi-
rigir realmente su actuación. La cuota de mensional. Quizá el modelo más conocido
mercado es una función de la capacidad sea el «cuadro de mando integral» (balan-
de retención a los clientes y del número de ce scorecard) desarrollado en Kaplan and
Stuart Cooper

Norton (1992, 1993, 1996a, 1996b). Este secundario). Dicho modelo podría ser con-
modelo sopesa las distintas necesidades cebido como un modelo de medición de
competitivas de una organización. En su actuación basado en las partes implicadas.
forma original (1992), se le atribuyó a dicho Estudios más recientes sobre el cuadro de
cuadro la capacidad de permitir a la admi- mando integral de Kaplan y Norton (véase
nistración de la empresa observar su ne- por ejemplo: 2001a; 2001b) han cambiado
gocio desde cuatro «perspectivas». Estas la orientación de este trabajo hacia una ma-
perspectivas son las siguientes: yor vinculación entre el cuadro de mando
integral y la estrategia. Además, han valo-
— Perspectiva del cliente;
rado los vínculos causales entre las distin-
— Perspectiva interna del negocio; tas perspectivas y afirman que el cuadro de
mando integral «complementa la gestión del
— Perspectiva de innovación y aprendi- valor de los accionistas, definiendo los fac-
zaje; y tores motores del crecimiento de los ingre-
— Perspectiva financiera. sos —objetivos y medidas explícitas para
clientes determinados, propuestas de valor
La perspectiva del cliente se puede cla- de clientes distinguidos, procesos internos
sificar como la perspectiva de un grupo im- para la innovación y fortalecimiento de las
plicado decisivo, y la perspectiva financie- relaciones de los clientes, y la inversión ne-
ra está relacionada con los accionistas. La cesaria en infraestructuras de personal, sis-
perspectiva de innovación y aprendizaje re- temas y adaptación organizativa» (2001b,
flejaría la necesidad de desarrollar el capital p. 156). El reconocimiento de otros facto-
humano por parte de los trabajadores. Las res, que incluyen algunos factores concre-
relaciones de los proveedores fueron incor- tos relativos a las partes implicadas, como
poradas a lo que más tarde (1996a) se lla- complementos al valor accionarial concuer-
maría la perspectiva de procesos internos da con el enfoque de un accionariado infor-
del negocio. A pesar de identificar y de- mado mencionado anteriormente.
sarrollar las cuatro perspectivas señaladas
anteriormente, Kaplan y Norton sugieren Kaplan y Norton aconsejan a las em-
que cada negocio debe diseñar y adoptar presas utilizar el cuadro de mando integral
su propio cuadro de mando para satisfa- como marco de medición de actuación mul-
cer sus propias necesidades. Sin embargo, tidimensional. Algunos enfoques sobre los
declaran explícitamente (1996a) que «no informes sociales de la empresa también
piensan que todos los accionistas tengan podrían considerarse medidas cuantificado-
ras y multidimensionales, en términos no fi-
derecho a un puesto en el cuadro de man-
nancieros. Quizás el más conocido de ellos
do de la empresa. La dirección de la actua-
sea el Global Reporting Initiative (GRI), que
ción y los resultados del cuadro de mando
se trata de una guía para la elaboración de
debería medir aquellos factores que impli-
memorias de sostenibilidad. Pero no preten-
quen una ventaja competitiva y supongan
demos adentrarnos en el GRI, ya que será
un gran paso adelante para una organiza-
analizado con mayor profundidad en otro
ción». Dicho esto, resulta relativamente fá-
artículo de este número de Ekonomiaz.
cil imaginar un cuadro de mando integral en
el que algún día se incluyan los intereses de El segundo enfoque general para medir
cada implicado primario (y potencialmente la actuación consiste en traducir las reper-
Cómo medir la actuación de los grupos de interés: métodos y enfoques generales de evaluación económica

cusiones que las actividades empresariales impactos sobre los grupos de interés en
provocan en los grupos de interés a térmi- términos monetarios e incorporarlos a los
nos económicos y financieros. Así pues, informes financieros tradicionales. Los dos
bajo este enfoque, el impacto concreto so- apartados siguientes de este artículo se
bre un implicado se convierte en un valor adentrarán con mayor detalle en estos en-
monetario. Si podemos convertir de ma- foques aplicándolos a dos grupos concre-
nera exacta, o al menos aproximada, un tos de interés. En primer lugar, están los
impacto concreto en valoraciones econó- empleados de una empresa a los cuales
micas, entonces éstas pueden agruparse Wheeler y Silanpaa (1997) identifican den- 265
para observar su efecto global. Podrían uti- tro de su tipología como grupos de inte-
lizarse dichas valoraciones económicas en rés primarios sociales. Y en segundo lugar,
los informes anuales de cuentas más tra- está el medioambiente, al cual denominan
dicionales o en informes ligeramente mo- implicado primario no social.
dificados, para reflejar una medida más
completa de actuación. Una vez traduci-
dos a términos monetarios, los impactos 3. LOS EMPLEADOS
de las partes implicadas podrían explicar-
se mediante la contabilidad por partida do- Los empleados son un grupo de inte-
ble como ingresos, costes, activo, pasivo y rés primario, sin el cual la organización no
capital. Según la naturaleza del impacto es puede funcionar, y por lo tanto la dirección
posible prever los impactos explicándolos de la empresa ha de medir su actuación.
de cada una de estas maneras, si bien los Una fuente de información de medidas re-
contables más tradicionales encontrarán levantes de los empleados son los infor-
cierta dificultad en el manejo de la subjetivi- mes de empleo o empleados, desarrollados
dad que implica ofrecer estimaciones mo- por las empresas. A pesar de la falta de re-
netarias relevantes. quisito legal para aportar a los empleados
muestras informativas de este tipo de infor-
Este apartado señala que se pueden mes, en el Reino Unido se pueden encon-
adoptar esencialmente dos enfoques ge- trar muestras que datan de hace muchí-
nerales a la hora de medir la actuación de simo tiempo. Parker, Ferris y Otley (1989)
los grupos de interés. Ambos cuantifican afirman que se pueden recoger muestras
sus efectos, pero cada uno lo hace de ma- incluso de finales de la década de 1800
nera distinta. El primero calcula la actua- y Woodward (1970), a su vez, informó de
ción de los grupos de interés en términos su uso ya en la década de 1950. Este in-
no financieros y es más consecuente con terés por los informes de empleados en el
el concepto de medición de actuación mul- Reino Unido creció rápidamente desde la
tidimensional que nos aleja de los estados época en que ASSC (1975) publicó el Cor-
financieros tradicionales. En este mode- porate Report hasta principios de los 80.
lo pueden desarrollarse indicadores clave El objetivo concreto de dicho informe era
de actuación para cada implicado que la analizar y «satisfacer, en la medida de lo
empresa identifique y utilizar una especie posible, las necesidades informativas de
de «cuadro de mando integral» para infor- los usuarios». El Corporate Report identifi-
mar sobre las decisiones de gestión. El se- có una serie de grupos de usuarios y sus
gundo enfoque consiste en convertir los necesidades informativas. Uno de los gru-
Stuart Cooper

pos identificados fue el de los empleados, fiere, el efecto directo de los empleados se
y señaló que había una necesidad de rea- refleja como un coste en la cuenta de re-
lizar un informe específico para ellos. Este sultados. El coste total de los empleados
interés por los informes de empleados de para la empresa es el resultado de los ni-
aquella época en el Reino Unido fue refle- veles de remuneración y el número de em-
jado tanto por empresas (Hussey, 1981; pleados. La valoración monetaria de los
Lyall, 1982) como por teóricos (véase por costes de los empleados puede clasificar-
ejemplo Hilton, 1978; Hussey and Marsh, se dentro del segundo enfoque, por lo que
1983; Maunders, 1984). La información de volveremos a ella más adelante.
la actuación de los empleados fue amplia-
Otros factores al margen de la remune-
mente debatida en el contenido de los in-
formes de empleados, lo cual llevó a pro- ración resultan igualmente importantes a
poner una plétora de medidas potenciales. la hora de estudiar la actuación de una or-
Más recientemente se han llevado a cabo ganización con sus empleados y viceversa.
estudios que se centran en la divulgación Foley y Maunders (1977) señalan que las
de los recursos humanos dentro los infor- necesidades informativas de los emplea-
mes anuales. Un ejemplo lo encontramos dos se dividen en cuatro categorías funda-
en Vuontisjärvi (2006), quien consideró este mentales: indicadores de actuación o éxito,
aspecto en el contexto de las empresas seguridad laboral, condiciones de trabajo,
finlandesas. Los temas más comúnmen- y equidad (entre empleados y accionistas,
te divulgados por las empresas fueron los trabajadores y directivos, y entre los pro-
siguientes: formación y desarrollo de per- pios trabajadores). Podemos echar mano
sonal (79%); pagas y beneficios (68%); par- de las categorías que hemos mostrado an-
ticipación e implicación del personal (68%); teriormente para imaginar el aspecto que
valores y principios (66%); salud y bienestar puede tener un modelo de medición de ac-
de los empleados (61%); medición de políti- tuación de los empleados. Concretamente, y
cas (55%); políticas de empleo (49%); segu- desde el punto de vista de la administración
ridad en el trabajo (38%); igualdad de opor- de una empresa, se puede observar cada
tunidades (34%); y equilibrio entre la vida una de estas categorías para valorar la ac-
personal y el trabajo (4%). Muchos de estos tuación de sus empleados hacia la empre-
asuntos se abordarán más adelante, indu- sa y la actuación de la empresa hacia sus
dablemente aportan un valioso conocimien- empleados. Los siguientes subapartados
to de estos asuntos de indudable relevancia consideran cada una de estas categorías y
que tienen que ver con los empleados. sus posibles medidas relevantes con mayor
detalle. La categoría de equidad es una ex-
cepción que será considerada como parte
3.1. Medidas específicas de del segundo apartado, ya que es analizada
la actuación de los empleados en términos monetarios.

Los sindicatos consideran la remunera-


Indicadores del éxito de la actuación
ción de los empleados como la principal
cuestión, en las negociaciones colectivas El indicador de actuación de los emplea-
(Foley and Maunders, 1977). En lo que a dos más comúnmente utilizado es la pro-
medidas de contabilidad tradicional se re- ductividad. La productividad es el ratio de
Cómo medir la actuación de los grupos de interés: métodos y enfoques generales de evaluación económica

outputs en relación con los inputs, un con- ción, ya que reflejan las unidades vendidas
cepto aparentemente sencillo según Maun- en un periodo determinado, no las unida-
ders (1984). La productividad marginal des producidas. La diferencia clave en-
mide el aumento de las unidades de inputs tre la producción y las ventas se halla en
necesarias para incrementar una unidad de la variación de los niveles de existencias,
los outputs, lo cual resulta a menudo difícil por lo que ha de ser tenida en cuenta en el
de medir. La productividad puede medirse cálculo de la producción.
según la productividad total de los facto-
El denominador del cálculo de la pro-
res, que tiene en cuenta todos los inputs, 267
ductividad es el nivel de inputs y, como he-
o según un factor concreto de producción,
mos señalado anteriormente, en este caso
como por ejemplo la productividad de la
nos centraremos en el nivel de inputs de la
mano de obra. Centrados como estamos
mano de obra. En lo que se refiere al con-
en los trabajadores, ésta última resulta de
junto de una organización o una industria,
especial relevancia. Ahora bien, Maunders
hay muchas clases de mano de obra impli-
(1984) señala que nos encontramos con
cadas en el proceso de producción. Cada
un problema fundamental a la hora de in-
empleado tiene distintas habilidades y ta-
tentar analizar la productividad de un de-
reas, y no puede por tanto ser considerado
terminado factor de la producción, ya que
una unidad de producción estándar. Esto
los outputs no se producen de forma ais-
sugiere que no basta simplemente con su-
lada sino en conjunto con el resto de los
mar las horas de los distintos trabajadores.
factores de producción. Es imposible sacar
Parker y Martin (1995) sostienen que es po-
adelante una unidad de producción sin ha-
sible utilizar simplemente el nivel de empleo
cer uso de otros factores productivos. Uno
según las horas o el número de trabajado-
de los factores más evidentes es el capital.
res, admitiendo que no hay variación en
Un cambio en el capital empleado puede
la calidad o habilidad de la mano de obra.
conducir a un cambio en la cantidad o en
Defienden que este argumento es razona-
la clase de trabajo requerido. Por lo tanto,
ble debido al corto espacio de tiempo de
para lograr entender adecuadamente los
su estudio (periodos de cuatro años). Pero
cambios en la productividad de la mano de
si no puede adoptarse esta opción, enton-
obra, será también necesario considerar
ces es necesario encontrar una forma alter-
los cambios en el resto de los factores de
nativa para medir los inputs de los trabaja-
producción.
dores. Se puede exigir el uso de los costes
El numerador del cálculo de la produc- de los trabajadores para compensar las di-
tividad es la producción, y ésta es prefe- ferencias en la calidad o habilidad, aunque
riblemente medida por unidades de pro- Maunders (1984) afirma que sin la existen-
ducción más que por valores monetarios. cia de un mercado de trabajo perfectamen-
Sin embargo, debemos tener en cuenta te competitivo (e ideal) los costes no pue-
que la discriminación y la variación de los den reflejar exactamente el valor intrínseco
precios afectan a los valores monetarios, de las contribuciones de los empleados.
por lo que éstos no constituyen una me- Pero si no puede adoptarse esa hipótesis,
dida objetiva de producción. De modo si- es preciso encontrar una medida alternativa
milar, las ventas (o volumen de ventas) no para los inputs (consumos) del factor traba-
resultan una medida apropiada de produc- jo. Puede proponerse la utilización de los
Stuart Cooper

costes de personal, para tener en cuenta Algunos de estos factores, como la in-
las diferencias en las habilidades o cualifi- formación que concierne a despidos y re-
caciones, aunque Maunders (1984) sugiere distribución, pueden ser más relevantes
que, si no existe un mercado perfecto para para la seguridad laboral pero son una
el factor trabajo, esos costes quizás no re- muestra del amplio abanico de factores
flejen correctamente el valor intrínseco de que resultan relevantes y que no guar-
las aportaciones de los empleados. dan relación con la remuneración. Pero,
como sugiere Maunders (1984), esto no
Es posible que cualquier estudio que la
es todo ya que dentro de la categoría de
empresa realice sobre la actuación de sus
la información relativa a la salud, seguri-
empleados tenga en cuenta el nivel de pro-
dad y bienestar, que es de gran importan-
ductividad. Esto puede parecer un proce-
cia aunque no necesariamente exhaustiva,
so simple pero en la práctica resulta muy
se incluyen índices de accidente, enferme-
complejo y requiere la adopción de medi-
dades laborales, ruido, temperatura, ilumi-
das que pueden «subjetivizar» los cálculos,
nación, protección del tiempo atmosférico,
como ya se ha comentado.
vibraciones, ventilación, suciedad/limpie-
za, humedad/transpiración, olores, espa-
Las condiciones laborales cio de trabajo/hacinamiento, contamina-
ción del aire - polvo/gases/humo, niveles
Las condiciones laborales de los em-
de radiación, exposición a productos quí-
pleados son a menudo extremadamente
micos, riesgos de contagio biológico, pe-
difíciles de medir en términos cuantitativos.
ligros físicos de maquinaria, etc. y peligro
Por ejemplo, los informes de Milton (1978)
de incendio.
informan de que en segundo código de
práctica realizado por el Instituto de Media-
ción, Arbitraje y Conciliación (ACAS Advi- Seguridad laboral y satisfacción laboral
sory Conciliation and Arbitration Service),
La seguridad laboral resulta del mismo
destacan cinco áreas entre las que se en-
modo bastante intangible, ya que está re-
cuentra el área «condiciones». El desglose
lacionada con el estado mental de un em-
de componentes de estas condiciones es
pleado individual y con las expectativas
el siguiente:
de futuro que los trabajadores perciben de
— Contratación. su situación dentro de una empresa y de
la propia empresa. Dicho esto, hay cierta
— Redistribución de la mano de obra.
información que tiene un impacto direc-
— Formación. to sobre estas percepciones. Concreta-
mente, la solidez financiera y la actuación
— Ascenso.
de la organización son fundamentales, si
— Igualdad de oportunidades. bien posiblemente resulten más importan-
tes los proyectos futuros tanto de negocio
— Valoración.
como de nivel de empleo. Es por esto por
— Seguridad, salud, bienestar. lo que se argumenta que los empleados
han de exigir ser informados sobre las ac-
— Despido.
tuaciones y proyectos financieros. El nivel
— Jubilaciones. de seguridad laboral que perciban los tra-
Cómo medir la actuación de los grupos de interés: métodos y enfoques generales de evaluación económica

bajadores, así como el resto de medidas de mano de obra anual» como viene expre-
ya citadas, tiene un impacto significativo sado a continuación:
sobre el nivel global de satisfacción labo-
Rotación N.o de bajas
ral. Así pues, el nivel de satisfacción de
anual de = durante el año
los empleados depende de su remunera-
o
× 100
la mano N. medio de empleados
ción, nivel de productividad, condiciones
de obra durante el año
de trabajo y seguridad laboral. Como tal,
éstas podrían considerarse medidas de
Bowey (1974) señala que esta medida
input dentro de la satisfacción y bienestar
está sesgada hacia el proceso de «atrac- 269
de los empleados. Un enfoque alternativo ción» («efecto llamada», inclinación por otros
consiste en medir el rendimiento, que en lugares) en contraposición al proceso de
este caso sería el nivel de satisfacción de «empuje» («efecto salida», descontento con
los empleados. Para ello podrían utilizar- el trabajo). Añade además que es mejor
se directamente encuestas a empleados medir el proceso de «empuje» con la ayu-
que recojan sus niveles de satisfacción. El da de un índice de estabilidad laboral del si-
problema de este método reside en el di- guiente tipo:
seño de una formulación adecuada de las
preguntas, de tal manera que se obten- N.o actual de trabajadores que
gan respuestas representativas e impar- llevan un año o más de servicio
× 100
ciales. Una segunda vía para medir la sa- N.o total de empleados
tisfacción laboral es el uso de indicadores un año atrás
o variables aproximadas. Maunders (1984)
sostiene que podrían utilizarse las siguien- Tanto el proceso de «empuje» como el
tes medidas como indicadores de produc- de «atracción» son muestras de un atractivo
ción de la satisfacción de los empleados: comparativo de una organización, por lo que
podría considerarse que el indicador de rota-
— Accidentes. ción anual de mano de obra, la cual engloba
ambos procesos, es la más exhaustiva.
— Incidencia de conflictos.
Para medir la actuación de una empresa
— Quejas.
es necesario considerar diversos aspectos
— Absentismo y escasa puntualidad. de su relación con los empleados. Podría
decirse que una empresa ha actuado bien
— Productividad/ despilfarro.
con los empleados, si éstos se sienten sa-
— Desgaste/Estabilidad de los trabaja- tisfechos en su trabajo. La dificultad se ha-
dores. lla a la hora de medir el nivel de dicha satis-
facción, ya que puede resultar problemática
— Actuaciones disciplinarias.
a pesar de intentar abordarla mediante una
Cada una de ellas puede medirse en comunicación directa. Por ello, se han lle-
términos absolutos o en relación al núme- vado a cabo distintos intentos para realizar
ro de empleados o tiempo perdido. Según mediciones aproximadas de la satisfacción
Maunders (1984), la medida del desgaste de los empleados y se han encontrado dos
de la mano de obra más comúnmente utili- opciones: bien como medidas de output,
zada es la variación del «índice de rotación bien como medidas de input. De hecho, am-
Stuart Cooper

bas pueden considerarse complementarias activos en lugar de costes y figurar, por tan-
y pueden por tanto utilizarse conjuntamente to, en el balance patrimonial.
para obtener una estimación de la actuación
de los empleados de una organización.
Cuenta de valor añadido

El Corporate Report (ASSC, 1975) afir-


3.2. Valoraciones económicas ma que, en términos de actuación global
de los empleados de una empresa, el estado de valor aña-
dido sitúa los beneficios en la «perspecti-
Como hemos señalado anteriormente, va adecuada». La contabilidad empresa-
algunas de las consideraciones claves a la rial utiliza el valor añadido (el volumen de
hora de analizar las medidas de actuación ventas menos materias primas, insumos
de los empleados son de índole monetaria. y servicios adquiridos) para pagar la con-
Sabemos que en la actualidad los estados tribución respectiva de los factores contri-
contables tradicionales muestran a los em- buyentes, como salarios y beneficios a los
pleados como costes. Por tanto, en la cuen- empleados, dividendos e intereses al capi-
ta de resultados, los empleados contribuyen tal, impuestos y el excedente restante que
a la disminución del beneficio. Es ésta repre- puede ser reinvertido.
sentación de los empleados como costes la
que los sitúa en contraposición a los pro- Burchell, Clubb y Hopwood (1985) seña-
veedores de capital, es decir, a los accionis- lan que existen dos tendencias en cuanto al
tas. Podría expresarse de una manera más valor añadido. En primer lugar, la que repre-
burda argumentando que para mantener o senta la riqueza creada por la organización y
aumentar los beneficios de los accionistas, ello «provee una base para un mejor cálculo
nuestros grupos de interés primarios, han de ciertos índices importantes de actuación
de reducirse los costes totales. A menudo empresarial, llamados rendimiento y produc-
se perciben los costes de personal como un tividad (Ball, 1968)». La segunda tendencia
punto en el que se puede aumentar el aho- expone que el valor añadido puede revelar
rro, ya que representan una proporción sig- «algo sobre el carácter social de la produc-
nificativa del coste total. Pero ésta no es la ción, algo que la contabilidad tradicional de
única manera de concebir el dinero emplea- pérdidas y ganancias pasa por alto». Lo que
do en pagar a los trabajadores. En la litera- esto quiere decir es que el valor surge de
tura de la contabilidad existen dos enfoques una combinación de esfuerzos de coopera-
diferentes que abordan los costes de perso- ción entre distintas partes implicadas. Por lo
nal, que serán analizados más adelante. En tanto, una parte importante de la base lógi-
primer lugar, estudiaremos el papel de los ca para el valor añadido es su contribución
sueldos y las ayudas y prestaciones socia- a una organización «eficaz», «cooperativa»,
les de los empleados en la cuenta del valor «armoniosa» y «democrática».
añadido en lugar de en la cuenta de resulta-
dos. En segundo lugar, hay una gran canti-
Contabilidad de los recursos humanos
dad de literatura que sugiere que los recur-
sos humanos (capital humano) y el capital La contabilidad de los recursos huma-
intelectual son verdaderos bienes de pro- nos no es un concepto nuevo; de hecho
ducción, y deberían por tanto considerarse gozó de su momento de mayor popularidad
Cómo medir la actuación de los grupos de interés: métodos y enfoques generales de evaluación económica

en los años 70 (Roslender and Fincham, cio básicamente representan «niveles de ser-
2004). En el Reino Unido, la contabilidad vicios» correspondientes al grado de puesto
de los recursos humanos fue abordada en de trabajo y salarios, y «grupos de servicios»
el número especial de Accounting, Orga- relacionados con distintos grados de ac-
tuación (actuación media, por encima de la
nizations and Society (AOS) en 1976, pero
media o bajo la media, en una determinada
el interés en la investigación disminuyó en
posición o nivel). Por lo tanto, la futura contri-
este país a partir de los años 80. Un aspec-
bución que la entidad espera de un individuo
to de la investigación de la contabilidad de
puede estimarse utilizando tres variables in-
los recursos humanos se basa en la premi- dependientes: 271
sa de que los recursos humanos son efec-
1. nivel de servicios,
tivamente un recurso escaso y que éstos
tienen el potencial de aportar grandes ven- 2. grupo de servicios, y
tajas a una empresa. Por lo tanto, buena 3. intervalo de tiempo, dadas las probabili-
parte de la investigación en contabilidad dades de que un individuo ocupe varios
de los recursos humanos busca la manera niveles de servicios durante el lapso de
de atribuir un valor monetario a los recur- tiempo observado.
sos humanos (véase por ejemplo Marquès, El resultado final es una aproximación al
1976). Flamholtz (1976, p. 153) sugiere valor realizable que la empresa espera de un
que, «más que utilizarse para el informe fi- individuo.
nanciero de la empresa, podría servir como (Carper and Posey, 1976, p. 144)
una herramienta administrativa». Por ejem-
plo, Carper y Posey (1976) observan «tres A comienzos de los años 70, se expu-
medidas sucedáneas distintas para la eva- so otra serie de modelos de contabilidad
luación del personal dentro de una contabi- de los recursos humanos, relacionados
lidad pública» (pág. 143). Las tres medidas con «variables tales como la inversión de
posibles observadas por Casper y Posey la empresa en formación laboral, costos
(1976) se basan en el modelo de costos de reposición de los empleados o el valor
de reposición de Flamholtz (1969), costos realizable neto de los empleados» (Ame-
históricos y de salarios anuales relaciona- rican Accounting Association Committee
dos con la contratación y el desarrollo pro- sobre la contabilidad de los recursos hu-
fesional. Concluyeron que la cuestión cla- manos, 1974, pág. 117, aparece citado en
ve se encontraba en dirimir cuál de dichas Flamholtz, 1976).
medidas podría ser más válida y fiable para
El número especial de AOS también re-
evaluar los recursos humanos y el modelo
coge otros modelos que intentan evaluar
preferido resultó ser el de costos de reposi-
los recursos humanos. Uno de estos mo-
ción, desarrollado por Flamholtz (1969). En
delos (Ogan, 1976) incluye siete determi-
sus propias palabras:
nantes principales de valor entre los que se
incluyen los sueldos o salarios, la contrata-
Este modelo particular examina hipotética-
mente a un individuo a través de un conjun- ción, los costes de formación y desarrollo,
to de papeles organizativos mutuamente ex- de así como la probabilidad de superviven-
clusivos o «estados de servicio» durante un cia y continuidad laboral. Cannon (1976)
intervalo de tiempo estimado aplicando pro- describió otro marco considerando «el de-
babilidades subjetivas. Los estados de servi- sarrollo de las habilidades como una inver-
Stuart Cooper

sión y no como un coste» (pág. 253). Para un área popular de la investigación acadé-
un estudio un poco más tardío en la lite- mica. Incluso allí donde todavía se utiliza
ratura acerca de la valoración de la con- el título de «contabilidad de los recursos
tabilidad de los recursos humanos véase humanos», se reconoce que no se trata
Grove, Mock and Ehrenreich (1977). En su exclusivamente de «incluir a las personas
obra se puede apreciar una «taxonomía de en el balance general». Esto es en parte
los sistemas de medida de la contabilidad debido a los problemas abordados ante-
de los recursos humanos» (pág. 223), que riormente y que guardan relación con el
distingue entre los sistemas basados en cálculo de un valor razonable, pero Toul-
los inputs (tales como los costes de adqui- son y Dewe (2004) sugieren que se trata
sición) y los outputs (tales como los costes en realidad de reconocer a los empleados
se oportunidad). como un recurso valioso para la empresa.
Y una administración dispuesta a colabo-
Sin embargo, ya hemos señalado que rar desarrolla, controla y evalúa dicho re-
tal interés por la contabilidad de los re- curso.
cursos humanos en el Reino Unido deca-
yó pasados los primeros años 80. Esto Roslender y Fincham (2004) añaden que
pudo ser casual, pero puede estar ligado la contabilidad de los recursos humanos
al cambio de gobierno acaecido en el Rei- gozó de mayor popularidad en Suecia,
no Unido, ya que tuvo un efecto directo donde condujo a la investigación de la con-
sobre las relaciones industriales como de- tabilidad del llamado capital intelectual. Los
fienden Burchell, Clubb y Hopwood (1985), detalles concretos del desarrollo de la con-
que ya han sido mencionados. Otra cues- tabilidad del capital intelectual se encuen-
tión igualmente abordada en este mismo tran más allá del alcance de este artículo,
apartado, es la posibilidad de que las pre- si bien el trabajo de Grojer and Johansen
ocupaciones sobre la validez y fiabilidad (1998) y Mouritsen, Larsen and Bukh (véa-
de los modelos de medición propuestos, y se por ejemplo: 2001a; y 2001b) han sido
en algunos casos su complejidad, podrían muy influyentes. El trabajo de Mouritsen
guardar relación con su escasa divulgación et al. (2001a) se refiere concretamente al
académica. caso del Skandia’s Navigator, el cual com-
parte ciertas similitudes con el cuadro de
mando integral citado anteriormente. Sin
3.3. Conclusiones del apartado embargo, se distingue de éste último en
su enfoque de lo humano, si bien incluye
de los empleados
un enfoque financiero, un enfoque de clien-
te, y una renovación y desarrollo. El cuadro
Concluiremos este apartado parafra-
por sí mismo se compone de un gran nú-
seando a Darwin; según la ley del más
mero de indicadores y muchos de ellos no
fuerte, los modelos de medición de actua-
son financieros; concretamente dentro del
ción que mejor han soportado la prueba
enfoque humano, encontramos indicado-
del tiempo son los no financieros. Concre-
res que concuerdan con aquellas medidas
tamente, si revisamos la contabilidad de
discutidas anteriormente.
los recursos humanos vemos que los in-
tentos de atribuir un valor financiero deter- Mouritsen et al. (2001b) se centran en
minado a los recursos humanos ya no son el estado contable de capital intelectual
Cómo medir la actuación de los grupos de interés: métodos y enfoques generales de evaluación económica

que de nuevo abarca muchos más as- ción empírica ha sido estudiar la variación
pectos que los estados financieros tradi- en el grado de transparencia informativa
cionales. Mouritsen et al. lo califican de de las compañías durante un periodo de
«formas complejas de informes que com- tiempo, sobre lo cual se cuenta con nu-
binan números, narraciones y concepcio- merosos estudios. Sin embargo, ninguna
nes» (p. 745). Resulta interesante destacar de estas tendencias de investigación ha
su conclusión: «simplemente decir que ello identificado medidas que ayuden a medir
refleja de algún modo que la diferencia en- la actuación medioambiental de la empre-
tre los valores de mercado y los valores se- sa. Esto no significa que no se haya reali- 273
gún las normas académicas no es adecua- zado ningún trabajo dentro del ámbito de
da. Cuando las empresas hablan sobre los la contabilidad o en cualquier otro campo,
estados de capital intelectual, están expre- y en este apartado analizaremos dicha in-
sando sus intereses en controlar y dirigir la vestigación.
empresa» (p. 760). Esto sugiere que a la
hora de analizar las medidas de actuación Al igual que el apartado anterior, el pre-
de los empleados no se trata simplemente sente se divide en dos enfoques generales
de valorar un activo, ya que ello no refleja la para analizar la medición de la actuación
naturaleza compleja y diversa de la relación de los grupos de interés. En primer lugar,
entre la empresa y los empleados. analizaremos el enfoque que no cuantifi-
ca los impactos mediante términos mo-
netarios (Boyce, 2000), sino que se sirve
4. EL MEDIOAMBIENTE de otros datos cuantitativos; y en segun-
do lugar, un enfoque mediante el cual los
Wheeler y Silanpaa (1997) definen el efectos del medioambiente pueden cuan-
medioambiente como un grupo de interés tificarse según los costes y beneficios, e
o partícipe primario no social. Una compli- incorporarse de alguna manera a una ver-
cación añadida es que el medioambiente sión adaptada de los estados financieros
no puede hablar por sí mismo y por eso a tradicionales.
menudo es defendido por grupos de inte-
rés especial (como grupos de interés se-
cundarios no sociales), que luchan por su 4.1. Medidas específicas de actuación
protección. Existen tantos grupos como medioambiental
asuntos medioambientales que afectan
al planeta. Quizá como refl ejo de la im- El primer enfoque identifica los asuntos
portancia de estos temas, la contabilidad medioambientales clave a los que se en-
medioambiental lleva gozando de gran frenta el planeta, por lo que algunos con-
popularidad entre los académicos des- siderarán directa o indirectamente de gran
de finales de los 80. Parte de la investi- importancia para las empresas, y des-
gación de la contabilidad medioambien- pués analiza las medidas que incorporan
tal ha intentado demostrar una relación adecuadamente la actuación sobre es-
causal ente la actuación medioambien- tas cuestiones. Gray, Bebbington y Wal-
tal o divulgación y la actuación financiera ters (1993) señalan los siguientes asuntos
(un ejemplo lo tomamos de Toms, 2000). medioambientales como los más apre-
Otra tendencia importante de la investiga- miantes (ver cuadro n.º 2).
Stuart Cooper

Cuadro n.o 2
Asuntos medioambientales

¿Crisis medioambiental?

— Disminución de la capa de ozono — Endeudamiento del Tercer Mundo


— Calentamiento global — Deforestación
— Extinción de las especies — Eliminación de los residuos
— Destrucción del hábitat — Uso de la energía
— Lluvia ácida — Hambre
— Desertización — Desigualdad
— Erosión de la tierra — Población
— Contaminación del aire — Agotamiento del agua
— Contaminación del agua — Productos químicos tóxicos
— Contaminación de la tierra — Residuos nucleares
— Contaminación acústica — Pueblos étnicos
— Escasez de recursos naturales — Pobreza

Fuente: Gray, Bebbington and Walters, 1993, p. 25.

Como puede apreciarse hay una gran nado cambio climático), si bien todavía hay
variedad de asuntos. Algunos podrían se- quien argumenta que la causa no reside en
ñalar que varios son de naturaleza social o el papel del hombre. A partir de esta lista
relacionada con especies no humanas más de asuntos, se trata de medir la verdadera
que de índole medioambiental, pero otros actuación de la empresa según el impac-
son asuntos de una gran y evidente impor- to que produce sobre un asunto medio-
tancia en lo que se refiere al medio natural ambiental determinado. Para la mayoría de
en el que habitamos. Pero no sorprende, estos asuntos, la tecnología actual apor-
aunque sin duda es ciertamente decepcio- ta soluciones, de tal manera que permite
nante, constatar que estos asuntos son al realizar medidas específicas de los niveles
menos tan relevantes hoy en día como en de inputs y outputs concretos que resul-
el momento en que fueron identificados tan relevantes para los asuntos identifica-
por sus autores, hace más de dos déca- dos. Una vez más, el marco del Global Re-
das. De hecho algunos de estos asuntos porting Initiative sirve de fuente, que dedica
se consideran hoy en día mucho más ur- un apartado específico sobre los indicado-
gentes de lo que anteriormente se pensó, res medioambientales. Éstos se clasifican
si cabe. Hoy en día por ejemplo, parece en materiales; energía; agua; biodiversidad;
que todo el mundo, incluidos los científicos emisiones, vertidos y desperdicios; pro-
que hasta hoy se mantenían escépticos, ductos y servicios; conformidad; transpor-
aceptan que está teniendo lugar un calen- te; e indicadores globales. Ya hemos seña-
tamiento global (más comúnmente denomi- lado anteriormente que no es este estudio
Cómo medir la actuación de los grupos de interés: métodos y enfoques generales de evaluación económica

el idóneo para abordar este asunto en pro- utilizarlas. Una vez medidas, se podrán es-
fundidad. tablecer los objetivos para un cambio de
actuación. Dichos objetivos podrían estable-
Otra fuente de medidas de actuación
cerse tanto por razones normativas como
medioambiental lo aporta el ISO 14031
instrumentales. Normativamente, se pue-
(ISO, 1997), que cuenta con tres catego-
de fijar como objetivo una reducción de una
rías de indicadores básicos:
emisión concreta porque la dirección de la
1. Indicadores de la situación medio- empresa considere que dicha reducción es
ambiental: siguen la pista a las con- importante para su propio interés. Instru- 275
secuencias medioambientales de las mentalmente hablando, se puede perse-
actividades comerciales. Bennett y guir una reducción porque haya implicacio-
James (1998) sugieren que éstas a nes de costes y por lo tanto se trate de una
menudo se centran en indicadores cuestión de negocio, o sea de reducción de
receptores, como los impactos sobre costes, una mejora del beneficio empresarial
el aire, agua, tierra, flora y fauna, per- al reducir el uso de dicho recurso.
sonas y edificios.
2. Indicadores operativos de la actua-
4.2. Valoraciones económicas
ción medioambiental: se subdividen
medioambientales
en 9 subcategorías:
— Input de materiales, energía y ser- El segundo enfoque general intenta tra-
vicios. ducir los datos no procesados en los tér-
— Funcionamiento de instalaciones, minos vistos en el apartado anterior, a una
equipamiento y logística. valoración monetaria o económica. Hay
— Output de productos, servicios, re- distintos métodos mediante los cuales se
siduos y emisiones. puede traducir la valoración económica de
los impactos medioambientales a términos
3. Indicadores de la actuación adminis-
monetarios. Incluyen los basados en los
trativa medioambiental: analizan la
precios de mercado de los bienes y aque-
puesta en marcha y ejecución de las
llos cuando dichos precios de mercado
políticas y programas, la conformidad
no están disponibles. Pero incluso cuando
de las acciones organizativas con los
disponemos de los precios de mercado de
requisitos o expectativas, las relacio-
bienes, algunos defienden que no reflejan
nes de la comunidad y la actuación
exactamente el coste total de los impac-
financiera relacionada con el medio-
tos medioambientales, ya que ciertos cos-
ambiente.
tes no se encuentran incluidos en la valo-
No se puede decir que haya una esca- ración. El resto de este apartado se divide,
sez de indicadores posibles de las que las en primer lugar, en un análisis de los distin-
empresas puedan hacer uso para medir tos intentos para calcular el valor económi-
su actuación medioambiental. Estas medi- co total de los recursos medioambientales
das cuantitativas serán denominadas se- y, en segundo lugar, en cómo incorporar
gún el peso, volumen o consumo y, como las valoraciones económicas medioam-
se ha señalado, cuentan con la tecnología bientales a los sistemas de contabilidad
adecuada para que las empresas puedan tradicional.
Stuart Cooper

Valor económico total to duradero de un ecosistema saludable es


más que la suma de sus funciones (compo-
La comisión interdepartamental para
nentes) individuales. La diferencia reside en
la Valoración Económica Medioambiental
que el sistema operativo produce o posee
(2003) señala que «en un mundo ideal cual-
un valor primario de “unión” o de estructu-
quier decisión relativa a la evaluación de re-
ra, esto es, el valor relacionado con el he-
cursos debería incluir todos los valores de
cho de que se necesitan algunas combi-
uso y no-uso, haya o no un valor moneta-
naciones de composición y estructura del
rio real. Los economistas se refieren a esto
ecosistema para asegurar el “sano” funcio-
como el “valor económico total”» (pág. 7).
namiento del sistema o el estado del siste-
En la clasificación que aportan (adaptada
ma (Gren et al., 1994)» (p. 495).
de Pearce and Morgan, 1994, p. 12) desta-
can lo que ellos consideran las principales Siguiendo este razonamiento de Turner
categorías del valor: valores de uso direc- et al. (2003), observamos que aunque pu-
to, valores de uso indirecto, valores de op- diésemos aportar valores monetarios para
ción, valores de existencia y valores de do- las distintas partes que componen el valor
nación. Lo que aquí se sostiene es que el económico total, no podríamos reflejar de
Valor Económico Total es la suma de cada forma precisa el valor total de los recursos
uno de estos valores. Herath (2005), dan- medioambientales. Aún así se han lleva-
do a conocer la investigación de Barzetti do a cabo grandes esfuerzos para intentar
(1993) y Pearsall (1984), clasifica la «natu- aportar un valor monetario a los distintos
raleza de los valores de los recursos medio- componentes del valor económico total.
ambientales» bajo los epígrafes de valores Parece que es relativamente más sencillo
de uso directo, valores de uso indirecto, va- aportar evaluaciones monetarias a valores
lores de uso incierto y valores de no-uso. de uso directo que a valores de no-uso.
Ambas clasificaciones son muy similares, Esto se debe principalmente a que los pre-
ya que los valores de opción equivalen a cios del mercado se encuentran más fácil-
los valores de uso incierto, y los valores de mente disponibles para los valores de uso
existencia y de donación se pueden consi- que para las otras categorías, aunque He-
derar parte de los valores de no-uso, en la rath (2005) sugiere que incluso para los va-
segunda clasificación. La clasificación apor- lores de uso directo la evaluación «no es
tada por Herath (2005) aporta una categori- perfecta y se han observado muchos pro-
zación más extensa de las cuestiones eng- blemas (Herat, 1999)» (p. 1043).
lobadas en los distintos tipos de valor. Por Si volvemos al informe IDC (2003) encon-
ejemplo, dentro de los valores de no-uso tramos una clasificación muy útil sobre los
se encuentra un «valor intrínseco», «valor distintos enfoques disponibles para aportar
de existencia», «valor de donación» y «va- una evaluación económica de los recursos
lor indirecto». Antes de considerar en ma- medioambientales. Existen tres enfoques
yor detalle los distintos métodos de evalua- de evaluación y éstos son los basados en
ción, merece la pena señalar que Turner et los precios del mercado, los métodos de
al. (2003) sugieren que el «valor económico aproximación o sucedáneos y los méto-
total» agregado puede todavía subestimar dos basados en encuestas. Los precios de
por sí mismo el «valor total de sistema». mercado pueden partir de una base de pro-
Señalan que en realidad «el funcionamien- ducción, como una pérdida de producción
Cómo medir la actuación de los grupos de interés: métodos y enfoques generales de evaluación económica

causada por un cambio del recurso medio- en encuestas. El enfoque más conocido
ambiental, o de una base de gasto, como es el de evaluación contingente, mediante
el gasto necesario para mantener o reparar el cual se lleva a cabo una encuesta para
la calidad medioambiental, que es o podría descubrir el valor que los individuos atribu-
ser causado por cambios de las fuentes yen a un recurso medioambiental. Concre-
medioambientales. En estos casos, hay un tamente, Kontogianni et al. (2001) identi-
precio directo de mercado disponible y por fican que «la variante más común de este
tanto la recopilación de datos sin necesidad enfoque es obtener el deseo del implicado
de procesar es relativamente sencilla. de pagar tanto para asegurar cierta ganan- 277
cia en el activo o… para evitar cierto grado
Sin embargo, dichos precios de merca-
do no están disponibles para todos los im- de pérdida» (p. 124). Según la evaluación
pactos sobre los recursos del medioam- contingente, las valoraciones individuales
biente y entonces el segundo enfoque ha se agregan (Hanemann, 1994) para identifi-
de hacer uso de los métodos de merca- car las curvas de la demanda de los recur-
do alternativo. Quizás las dos medidas al- sos medioambientales con las que calcular
ternativas más populares sean los precios un valor total.
hedónicos y el método de costo de viaje. Este apartado del valor económico total
Según el método de precios hedónicos, introduce las diferentes clasificaciones de
se utilizan las diferencias entre los distin- valor que pueden asignarse a los recursos
tos precios equivalentes del mercado para medioambientales. Repasa brevemente los
deducir el valor económico de los recur- distintos enfoques que pueden adoptarse
sos medioambientales. Se argumenta por en un intento de atribuir realmente un va-
ejemplo que el valor de un recurso medio- lor a estos recursos. Sin embargo no ofre-
ambiental particular podría deducirse de ce una revisión exhaustiva a esta literatura,
las diferencias en los precios de mercado fundamentalmente desde el campo de la
de las características o atributos asociados economía ecológica, aunque existen otras
o cercanos a esta fuente en contraposición técnicas disponibles (véase por ejemplo el
a las características equivalentes que no se concepto de huella ecológica sugerido por
encuentran en los alrededores de un recur- Knaus et al. (2006) y el análisis de coste-
so (por ejemplo, la contaminación acústica ventaja discutido por (2004), entre otros).
de una vivienda próxima a un aeropuerto).
El próximo apartado estudia la forma de in-
El método de coste de viaje se basa en la
corporar estas evaluaciones a los estados
premisa de que si la gente está deseando
financieros tradicionales.
incurrir en costes, tanto de tiempo como
de dinero, para desplazarse a un recur-
so medioambiental, ello implica que dicho Contabilidad y evaluaciones económicas
recurso goza de un valor. De este modo, medioambientales
cuanto más dispuesta esté la gente a em-
Se ha sostenido que las evaluaciones
plear su tiempo o dinero en acudir a un re-
económicas de los recursos de los impac-
curso medioambiental, mayor valor econó-
tos medioambientales pueden o podrían
mico tendrá dicho recurso.
utilizarse de alguna manera en los estados
La tercera vía posible para calcular un financieros tradicionales. Uno de estos en-
valor económico es un enfoque basado foques consiste en estudiar el «coste to-
Stuart Cooper

tal» de las actividades de una empresa in- minantes emitidos por la industria energéti-
cluyendo los costes que normalmente son ca. Concretamente para evaluar las exter-
externalizados por ella. Dichas externalida- nalidades provocadas por dicha industria,
des caen a menudo en grupos de interés o se fijó en las emisiones de SO2, NOx, PM10,
grupos medioambientales que cuentan con CO2, y CH4. A cada tonelada emitida por
pocos recursos con los que afrontar esta cada uno de estos contaminantes le fue
externalización de costes. Un defensor de atribuido un valor (o coste) monetario ba-
la forma de coste total, esto es, incorpo- sado en los efectos externos producidos.
rando tanto los costes «privados» como los Se obtuvieron valores monetarios de una
costes de las externalidades, es Mathews amplia variedad de recursos (Fankhau-
(1993). Mathews denomina este enfoque ser, 1994; European Commission, 1995;
«Contabilidad del Impacto Total» e impli- Maddison et al. 1995; Pearce & Newcom-
caría transferir todos los efectos de las ac- be, 1998) y se aportó un abanico de va-
tividades de una organización a términos lores. Como ejemplo, aportó una estima-
monetarios. Por lo tanto, cuando las activi- ción del daño causado por cada tonelada
dades de una empresa produzcan un efec- de SO2 emitida de entre 300 y 670 libras.
to sobre el medioambiente, este efecto de- Sin embargo, se aprecia una «amplia» es-
bería ser cargado sobre la empresa como cala en sus estimaciones que puede ser
un coste de sus actividades. utilizada en contra de dicho enfoque, ya
Algunos estudios se han adentrado en que conduce a una subjetividad o impreci-
los niveles de externalidades causadas por sión en la estimación de valores. Atkinson
la generación de electricidad. Éstos se ba- (2000) entonces utilizó estos cálculos para
san en el reconocimiento de que los costes analizar el «valor ecológico añadido» y el
privados de dichas actividades no reflejan «ahorro genuino de la empresa» de distin-
el coste total debido a las externalidades tas industrias y empresas del Reino Unido.
medioambientales provocadas. Söderholm Como ejemplo podemos ver que Atkin-
y Sundqvist (2003) sugieren dos posibles son analizó el valor ecológico añadido de la
enfoques para evaluar estas externalida- industria eléctrica británica y el ahorro ge-
des: el enfoque de «coste de daños» y el nuino de la empresa de Powergen plc (uno
enfoque de «coste de reducción». Ambos de los mayores generadores de electricidad
son ejemplos de medidas basadas en el del Reino Unido). Para hallar la medida del
mercado basadas a su vez en el gasto. valor ecológico añadido tomó el valor aña-
Los costes de reducción son «los costes
dido (como se ha señalado anteriormente)
que controlan y mitigan el daño o los cos-
de la industria eléctrica británica y le resto
tes que cumplen con las regulaciones le-
el valor del daño medioambiental causado
gisladas como un valor implícito del daño
por la misma. Esto redujo significativamen-
evitado» (p. 336). Mientras que el enfoque
te el valor añadido de la industria y conse-
del coste de daños mide explícitamente
cuentemente mostró cómo el daño medio-
«los daños económicos que surgen de las
ambiental destrozaba gran parte del valor
externalidades negativas» (p. 336).
que la industria creaba. De modo similar,
Un intento destacado fue llevado a cabo para sus cálculos sobre el ahorro genuino
por Atkinson (2000) quien analizó el «daño» de la empresa Powergen plc, hizo uso de
de salud y no salud causado por los conta- los beneficios que la empresa había obte-
Cómo medir la actuación de los grupos de interés: métodos y enfoques generales de evaluación económica

nido mediante sus actividades ordinarias dentro del campo medioambiental. Las
y le restó el valor del daño medioambien- empresas cuentan con un gran número
tal causado por sus emisiones. La industria de impactos medioambientales y por tan-
eléctrica británica experimentó una notable to hay un gran número de medidas cuan-
mejora en cuanto a su actuación medioam- titativas, pero no monetarias, que podrían
biental entre los años 1992-1996, respecto utilizarse como parte de un modelo de me-
al valor ecológico añadido y al ahorro ge- dición de actuación medioambiental. De
nuino empresarial. Es más, no se registró modo similar, a la hora de intentar calcu-
semejante mejora en ninguna otra indus- lar los valores económicos de los impac- 279
tria, si bien la empresa Powergen plc no tos y los recursos medioambientales, se
consiguió registrar un ahorro positivo has- han identificado muchos tipos de valores
ta 1996. O lo que es lo mismo; el beneficio distintos, así como una amplia variedad de
de las actividades ordinarias de Powergen enfoques para calcular estos valores. Las
no resultó suficiente para cubrir el daño conclusiones de este artículo tratarán la
medioambiental causado por dichas activi- conveniencia de estos dos enfoques gene-
dades hasta el año 1996. Aquel año el be- rales y aportarán sugerencias sobre cómo
neficio aumentó, disminuyéndose a su vez abordar este campo en el futuro.
el daño medioambiental, de tal manera que
el beneficio fue mucho mayor que el valor
monetario asignado al daño medioambien- 5. CONCLUSIONES
tal. Pero este enfoque de contabilidad tiene
dos problemas principales, que Atkinson Este artículo comienza argumentando
recoge. Trasladar aspectos concretos de que a la hora de analizar la responsabilidad
contaminación a valores monetarios impli- social corporativa genéricamente, e incluso
ca un cálculo de alto nivel, que suscita du- para analizarla en el contexto de los nego-
das significativas sobre la exactitud de los cios, los grupos de interés distintos de los
resultados. Y, en segundo lugar, este en- accionistas son de gran importancia para
foque parecería indicar que si Powergen las empresas. En el Reino Unido, el Com-
plc hubiese obtenido mayores beneficios pany Law Review (Departamento de Co-
entonces no se habría producido un pro- mercio e Industria, 2002) sugirió la conve-
blema medioambiental, ya que se habría niencia de que el modelo de gestión de las
producido un ahorro genuino, independien- empresas británicas se basara en el enfo-
temente de si parte de ese beneficio hubie- que de un accionariado informado. Este
ra sido utilizado para abordar los proble- enfoque reconoce la importancia de los
mas medioambientales causados por las grupos de interés que no son accionistas
actividades de la empresa. y los califica de factor clave para propor-
cionar valor a los accionistas. Dada la im-
portancia de estos grupos de interés no
4.3. Conclusiones del apartado accionistas, es fundamental que la admi-
medioambiental nistración de la empresa mida y gestione la
actuación de los mismos. Para ello, conta-
Este apartado analiza los intentos que mos con dos modelos generales posibles:
han tenido lugar para desarrollar dos enfo- el uso de valores monetarios para refle-
ques generales de medición de actuación jar el valor o coste de los grupos de inte-
Stuart Cooper

rés, y el basado en valores no monetarios. más problemas medioambientales que los


Para estudiar estos enfoques, el artículo que resuelve (como los discutidos en ma-
ha analizado su posible uso aplicándolo a yor detalle por Milne, 1996). Desde esta
dos grupos de interés; los empleados y el perspectiva ecológica, el valor de la natu-
medioambiente. raleza es cero o infinito (Cross, 1989 citado
en Milne, 1996), por lo que dichos intentos
A la hora de analizar el valor económi-
de calcular un valor distinto resultarán im-
co generado por los recursos aportados
plícitamente defectuosos.
por los grupos de interés nos enfrentamos
con el problema de cómo evaluar dichos
En relación a la medición de la actua-
recursos. A lo largo del artículo se han ex-
ción de los grupos de interés, este au-
puesto distintos intentos de evaluar los re-
tor concluye que las medidas no moneta-
cursos humanos y medioambientales, pero
rias son probablemente las más eficaces.
incluso los defensores de dichas prácticas
Sin embargo, el problema fundamental de
reconocen las grandes dificultades de su
este enfoque radica en la diversidad de
cálculo. Debido a su propia naturaleza, las
los factores a medir para cada implicado,
estimaciones llevadas a cabo suscitan in-
que hacen que cualquier intento de llevar
certidumbres y pueden ser subjetivas, por
a cabo una medición de modo exhausti-
lo que se puede poner en duda el valor fi-
vo resulte en un número muy amplio de
nal, al cuestionar las hipótesis realizadas
medidas a tener en cuenta. Y un abanico
por el modelo. Resulta sumamente difícil y
tan amplio de medidas dificultaría enorme-
complejo intentar atribuir un valor económi-
mente el entendimiento coherente sobre
co a los recursos que carecen de un precio
la actuación de una empresa. Si bien po-
de mercado.
dría aceptarse que su actuación es mul-
Otra cuestión planteada es si resul- tifacética, en la medida en que afecta de
ta apropiado siquiera intentar evaluar di- forma muy dispar a los distintos grupos de
chos recursos. ¿Es ético poner un valor interés y por tanto, por su propia natura-
al medioambiente o a una persona? Una leza, resulta compleja y liosa. Sólo espe-
muestra de que la contabilidad de los re- ramos que esta complejidad no se entien-
cursos humanos ha fallado, lo encontra- da como motivo para abandonar cualquier
mos en la tendencia decreciente que se intento de medición de este tipo de ac-
experimenta en la evaluación de los em- tuación, ya que consideramos que la me-
pleados. Además, desde una perspectiva dición y la gestión de la actuación de los
profundamente ecológica, se ha sugerido grupos de interés deberían representar
que cualquier intento de evaluar el medio- una parte fundamental de la responsabili-
ambiente resulta degradante y provoca dad social de una empresa.
Cómo medir la actuación de los grupos de interés: métodos y enfoques generales de evaluación económica

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El marco de la información sobre
responsabilidad social de las organizaciones

284
En los últimos años se ha observado una gran expansión en el número de informes de sostenibi-
lidad a nivel internacional y local. Los factores que la han generado son muy diversos, siendo uno
de los principales la Guía para la elaboración de memorias de sostenibilidad de la Global Repor-
ting Initiative (GRI). El objetivo del presente trabajo consiste en explorar el marco actual para la
elaboración de informes de sostenibilidad, para lo cual incide en las orientaciones proporcionadas
por la GRI, así como en el análisis de los principales rasgos de la información publicada.

Azken hogei urteetan, nabarmen ugaritu dira iraunkortasunari buruzko txostenak bai nazioarte mai-
lakoak, bai maila lokalekoak. Era askotako faktoreek eragin dute ugaritze hori; horien artean garran-
tzitsuenetakoa, Global Reporting Initiative (GRI) erakundeak argitaratutako Iraunkortasunari buruzko
txostenak egiteko Gida. Lan honen helburua iraunkortasunari buruzko txostenak egiteko egungo
esparrua ikertzea da, eta, horretarako, batetik, GRIk emandako orientabideak azpimarratzen ditu
artikuluak, eta, bestetik, argitaratutako informazioaren ezaugarri nagusiak.

Recent years have witnessed a great spread of sustainability reports at international and local level.
Very different drivers have been considered, being one of the most relevant is the emergence of
Sustainability Reporting Guidelines published by the Global Reporting Initiative (GRI). The aim of this
paper is to explore the reporting framework for the companies’ sustainability impact, focusing on the
GRI guidelines, and the analysis of its main characteristics.

Ekonomiaz N.o 65, 2.o cuatrimestre, 2007


José Mariano Moneva Abadía*
Universidad de Zaragoza
Coordinador Comisión de RSC de AECA

ÍNDICE

1. Ámbitos de la información sobre la responsabilidad social corporativa: la información 285


de sostenibilidad
2. Antecedentes y principios de la información de sostenibilidad
3. El modelo de la Global Reporting Initiative (GRI)
4. Rasgos básicos de la información de sostenibilidad elaborada
5. Principales desafíos de la información de sostenibilidad
Referencias bibliográficas
Anexo
Palabras clave: Sostenibilidad, Global Reporting Inititative, Triple Bottom Line, responsabilidad social corporativa

N.o de clasificación JEL: M14, M42

There is no business to be done on a dead jen el compromiso y la participación de los


planet. grupos de interés o stakeholders en el pro-
David R. Brower ceso. En consecuencia la transparencia de
la organización se mide esencialmente a
1. ÁMBITOS DE LA INFORMACIÓN partir de su «accountability» o rendición de
SOBRE RESPONSABILIDAD SOCIAL cuentas, que recoge el diálogo mantenido
CORPORATIVA: LA INFORMACIÓN con los grupos de interés, así como en el
DE SOSTENIBILIDAD contraste de sus expectativas en los infor-
mes suministrados.
Las declaraciones conceptuales sobre Así, la rendición de cuentas supone «el
la responsabilidad social corporativa (RSC) deber de proveer unas cuentas (no nece-
establecen como principio básico la trans- sariamente financieras) o de llevar a cabo
parencia, entendiendo la misma como el ciertas acciones de las cuales se es res-
«acceso a la información que la organiza- ponsable» (Gray et al., 1996). Los elemen-
ción proporciona sobre su comportamiento tos necesarios para este proceso son: la
social y que es permeable a las expectati- existencia de un relación, que este definida
vas sociales» (AECA, 2004, pfo. 84). socialmente y que proporcione el derecho
El instrumento esencial de transparen- a obtener información.
cia es la elaboración de informes que refle- En este contexto, la elaboración de in-
formación sobre RSC supone transformar
* El autor agradece el apoyo financiero del Mi- el enfoque tradicional del inversor («sha-
nisterio de Educación y Ciencia y Fondos FEDER
(SEJ2006-08317/ECON) y del Gobierno de Aragón
reholder») por el enfoque del partícipe
(PM049/2006). (stakeholder) de la organización. Por ello es

Ekonomiaz N.o 65, 2.o cuatrimestre, 2007


José Mariano Moneva Abadía

conveniente abordar el análisis de los me- ficado elaborado en el seno de la Comisión


canismos de información disponibles para Nacional del Mercado de Valores y hecho
hacer frente a esta rendición de cuentas público en mayo de 2006.
de una manera periódica y comparable,
El objetivo de este informe es fomentar
destacando el informe anual, el informe de
comportamientos éticos en los órganos de
gobierno corporativo y los informes sepa-
administración y gestión de las corporacio-
rados sobre aspectos sociales y medioam-
nes, pero de la misma forma que el informe
bientales.
anual, los principales modelos se orientan
El informe anual es el instrumento de in- fundamentalmente a los accionistas e in-
formación más relevante para las empre- versores (Rodríguez Fernández, 2006). Por
sas, en la medida que recoge las cuentas lo que el espectro de stakeholders contem-
anuales y el informe de gestión que son re- plados sigue manteniendo un enfoque tra-
queridos por la legislación mercantil. Ade- dicional.
más de los informes financieros, el informe Los informes sociales y/o medioambien-
anual recoge otras elementos que pueden tales separados representan un paso adi-
ser relevantes para suministrar informa- cional en la atención a más grupos de
ción social y medioambiental. En este sen- interés (Gray et al., 1996). Su objetivo re-
tido, Moneva y Llena (1996) observan que coge demandas adicionales a las de los
la carta del presidente o el análisis del perfil accionistas, ya que reflejan datos que ata-
y las actividades de la organización son los ñen al impacto social y ambiental de la
apartados más utilizados para revelar esa organización. En el marco de este tipo
información. de documentos existe una amplia gama
Desde el enfoque «stakeholder» el infor- de opciones: informes sociales, informes
me anual es un documento dirigido esen- medioambientales, informes de responsa-
cialmente a los accionistas e inversores, bilidad social, etc. Sin embargo, la acep-
por lo que tiene un impacto limitado a es- ción más extendida es la de informe o me-
tos agentes. Además, la información no fi- moria de sostenibilidad, probablemente
nanciera recogida está orientada a mini- debido a la denominación adoptada por la
mizar el riesgo sobre su reputación, por principal referencia internacional: la Global
lo que se reflejan únicamente aquellos as- Reporting Initiative (GRI).
pectos que la dirección considera de inte- La elaboración de estos informes ha es-
rés para obtener un mayor valor (Moneva y tado sustentada en la participación de to-
Llena, 2000). dos los grupos de interés relevantes para
la entidad informante (Moneva et al., 2006),
El informe de gobierno corporativo es un
por lo que constituyen la representación
documento que es habitualmente requeri-
del enfoque stakeholder de la información.
do para la empresas que cotizan en mer-
Posteriormente, los informes de sostenibili-
cados de valores, o que poseen títulos que
dad se han demostrado relevantes para las
son objeto de cotización. En España, dicho
empresas de pequeño tamaño1, aunque es
informe es obligatorio anualmente por la
denominada Ley de Transparencia de 2003
1 Son ejemplos relevante de pymes informantes en
(Ley 26/2003 de 17 de julio) y su conteni- este marco: Bodegas Pirineos, Harineras Villamayor y
do ha sido desarrollado por el Código Uni- Javierre.
El marco de la información sobre responsabilidad social de las organizaciones

preciso extender su aplicación a este sec- teamiento de los principales retos a los que
tor tan importante para la cadena de apro- deberá hacerse frente en esté ámbito.
visionamiento de las grandes compañías
(ICAEW, 2004, pfo 2.8).
El objetivo del presente trabajo consiste 2. ANTECEDENTES Y PRINCIPIOS
en explorar el marco actual para la elabora- DE LA INFORMACIÓN DE
ción de informes de sostenibilidad, y ana- SOSTENIBILIDAD
lizar las orientaciones proporcionadas por
la GRI, así como su aplicación. Para ello, El despertar de la información de sos- 287
en el siguiente apartado se realiza un es- tenibilidad, tal como la conocemos ac-
tudio histórico de la información social y tualmente, puede identificarse con los de-
medioambiental, y de sus fundamentos. El sastres medioambientales de finales de la
tercer apartado se centra en la principal refe- década de los ochenta (ver cuadro n.o 1),
rencia para los informes de sostenibilidad, la especialmente con el vertido de crudo del
GRI. En el cuarto epígrafe se lleva a cabo un petrolero Exxon Valdez. En esos momen-
análisis de los principales rasgos de los infor- tos los riesgos sobre la naturaleza pasan
mes de sostenibilidad publicados. Para fina- a ser interpretados como riesgos fi nan-
lizar, en el quinto apartado se aborda el plan- cieros por los inversores (Patten y Nance,

Cuadro n.o 1
Evolución de la información sobre responsabilidad social corporativa

Periodo Información Características

1970-80 Auditoría Social (Abt) Informe financiero de impactos medioambienta-


les y laborales

Balance Social Información sobre aspectos de interés para inter-


(Banco Bilbao) locutores de la organización

1980-90 Información social o Datos suministrados en los informes anuales de


medioambiental las organizaciones

1990-2000 Informes Informes resultantes de la implantación de Siste-


medioambientales mas de Gestión Medioambiental

Información financiera Normas de contabilidad sobre aspectos me-


medioambiental dioambientales

2000-2005 Informes de Informes que integran aspectos económicos, so-


sostenibilidad ciales y medioambientales de las organizaciones

Fuente: Moneva (2005b).


José Mariano Moneva Abadía

1998). Las empresas de sectores sensibles las grandes compañías. American Airlines,
comienzan a elaborar y publicar informa- Ford, Sunoco o General Motors son los
ción medioambiental de forma voluntaria ejemplos más relevantes entre las cincuen-
como mecanismo defensivo (Blacconerie y ta y nueve que habían firmado oficialmente
Patten, 1994) o como respuesta a las de- su compromiso3.
mandas de los grupos de interés (Moneva
Fuera del ámbito de CERES, aparecen
y Llena, 2000).
informes voluntarios sobre aspectos am-
En este marco, el papel de la Coalition bientales y sociales, destacando el primer
for Environmentally Responsible Econo- informe de Body Shop Internacional en
mies (CERES) fue esencial con la elabora- 1995 (Values Report), en el que se reco-
ción de los diez principios Valdez propues- gían elementos de protección de los ani-
tos en 1989, que recogían compromisos males. El predominio de la información
voluntarios de la empresa sobre la protec- relativa a empleados por las empresas eu-
ción del medio ambiente y las medidas a ropeas por la tradición del balance social
adoptar, tales como sistemas de gestión e (Gray et al., 1996) se modifica como con-
información de las actividades y resultados secuencia del fuerte impulso a los aspec-
(ver cuadro n.o 2). La relevancia de CERES tos de protección medioambiental introdu-
se debe al fuerte vínculo con inversores cidos, fundamentalmente, por los sistemas
orientados hacia la entonces incipiente in- de gestión medioambiental, tales como la
versión socialmente responsable2 y la tras- ISO 14001 y el EMAS (Eco-Management
cendencia que se otorga a la transparencia and Audit Scheme)
medioambiental de la organización.
En 1997 CERES en conjunción con el
En la práctica, el número de empresas Programa de las Naciones Unidas sobre
que inicialmente se adhirieron a dichos prin- Medio Ambiente (UNEP, en sus siglas en
cipios fue muy limitado y, a título de ejem- inglés United Nations Environmental Pro-
plo, ninguna compañía del Fortune 500 fue gramme) lanzó la Global Reporting Initiative
incluida en la lista elaborada por CERES. En (GRI), que constituye la primera aportación
general, las empresas que decidieron adop- a una información corporativa comparable
tar dichos principios estaban en sintonía en el ámbito del denominado Triple Bottom
con los valores promulgados por la organi- Line (TBL).
zación: Earth Care Paper Company, Eco-
El término TBL es acuñado por el funda-
print o Van City Investment Services.
dor de la consultora Sustainability, John El-
El asentamiento de los principios CERES kington, en el libro publicado en 1997 Can-
se produce a mediados de los 90 en un nibals with Forks: The Triple Bottom Line of
contexto de necesidad de legitimación de 21st Century Business, cuyo título represen-
ta una visión del mundo consumido por el
2 La inversión socialmente responsable es un ele-
ser humano4. Así, define TBL como el «de-
mento impulsor de los comportamientos de las cor-
poraciones, en la medida que la toma de decisiones
de inversión se realiza sobre la base de factores como 3 En 1996 los principios pasaron a llamarse Princi-

el impacto social y medioambiental. La presencia de pios CERES.


índices de sostenibilidad como el Dow Jones Sustai- 4 El término Triple Bottom Line aparece en una pu-

nability Global Index o el FTSE4 Good hace más rele- blicación previa del mismo autor (Elkington, 1994),
vante este segmento de inversores. pero se asienta con el trabajo mencionado.
El marco de la información sobre responsabilidad social de las organizaciones

Cuadro n.o 2
Principios Valdez elaborados por CERES

1. Protección de la biosfera. Minimizaremos y nos esforzaremos por eliminar la emisión de cualquier


contaminante que pueda causar daños al aire, al agua, a la tierra o a sus habitantes. Salvaguardare-
mos los hábitats de ríos, lagos, pantanos, costas y océanos y minimizaremos nuestra contribución al
efecto invernadero, al estrechamiento de la capa de ozono, a la lluvia ácida y a la contaminación at-
mosférica. 289
2. Utilización sostenible de los recursos naturales. Haremos un uso sostenible de los recursos natu-
rales renovables. Conservaremos los recursos naturales no renovables a través de un uso eficiente y de
una planificación cuidadosa. Protegeremos los hábitats naturales y preservaremos la biodiversidad.
3. Reducción y gestión de residuos. Minimizaremos la creación de residuos, especialmente tóxicos
y peligrosos, y donde sea posible reciclaremos materiales. Gestionaremos todos los residuos a través
de métodos seguros.
4. Conservación energética. Vamos a realizar todos los esfuerzos para utilizar energías seguras y sos-
tenibles para satisfacer nuestras necesidades. Invertiremos en la mejora de la eficiencia y de la conser-
vación en nuestras operaciones. Maximizaremos la eficiencia energética de nuestros productos.
5. Reducción del riesgo. Minimizaremos los riesgos medioambientales, de salud o de seguridad so-
bre nuestros empleados y la comunidad en que operamos, para lo cual usaremos tecnologías y proce-
dimientos de producción seguros, y estaremos preparados constantemente para emergencias.
6. Productos y servicios seguros. Venderemos productos y servicios que minimicen los impactos
medioambientales adversos y que sean seguros para el consumidor. Informaremos a los consumidores
sobre el impacto medioambiental de nuestros productos y servicios.
7. Compensación de daños. Asumiremos la responsabilidad de cualquier daño que causemos sobre
el medio ambiente, haciendo todos los esfuerzos para reponer completamente el medio ambiente y
compensaremos a aquellas personas que hayan sido afectadas.
8. Información pública. Informaremos a nuestros empleados y al público sobre los incidentes relacio-
nados con nuestras operaciones que causen daños medioambientales o que supongan peligros para
la salud o la seguridad. Informaremos sobre los potenciales peligros medioambientales, de seguridad o
sanitarios, que provoquen nuestras operaciones y no emprenderemos ninguna acción contra los em-
pleados que informen sobre cualquier condición que cree peligro sobre el medio ambiente o suponga
un problema de seguridad e higiene.
9. Compromiso de la gerencia. Al menos un miembro del cuadro directivo será una persona cua-
lificada para representar los intereses medioambientales. Nos comprometeremos a la gestión de los
recursos, a poner en práctica estos principios y a la creación de una vicepresidencia para asuntos me-
dioambientales o una posición ejecutiva equivalente, que informe directamente al director general, para
controlar e informar sobre nuestros esfuerzos de la puesta en marcha de las acciones.
10. Evaluación e informe periódico. Conduciremos y haremos pública una auto-evaluación periódica
(anual) de nuestros progresos en la aplicación de estos principios y sobre el cumplimiento de todas las
leyes y regulaciones aplicables mediante todas nuestras operaciones mundiales. Trabajaremos hacia
la creación adecuada de procesos de auditoría medioambiental independientes que completaremos
anualmente y que haremos disponible para el público.

Fuente: Elaboración propia a partir de CERES (1992).


José Mariano Moneva Abadía

Gráfico n.o 1
Representación del concepto desarrollo sostenible

Fuente: Elaboración propia.

sarrollo sostenible que compromete la bús- a) En primer lugar, un desarrollo econó-


queda simultánea de la prosperidad econó- mico armónico con los dos aspectos
mica, la calidad medioambiental y la justicia siguientes (medioambiente y socie-
social» (Elkington, 1997, p. 3). En el mis- dad), así como leal con los agentes
mo se conjuga la necesidad de transpa- económicos de la organización.
rencia de la empresa, junto al concepto de
desarrollo sostenible asumido por la Cum- b) Deben legar un medio ambiente sa-
bre de la Tierra de Río de Janeiro en 2002, ludable y equilibrado a las generacio-
que fue adoptado en 1987 por la Comisión nes venideras y considerar al entorno
Brundtland: «Aquel desarrollo que satisface natural como algo más que un simple
las necesidades del presente, sin compro- factor de producción.
meter la capacidad de las generaciones fu- c) Finalmente, la empresa como ciuda-
turas para satisfacer las propias». dano corporativo es partícipe del de-
Este concepto implica que el desem- sarrollo social presente y futuro, para
peño de una compañía no tiene que es- lo que debe evitar y reducir las desi-
tar centrado en los resultados financieros, gualdades sociales, así como elimi-
sino que tiene que operarse en los tres as- nar comportamientos reprochables
pectos considerados y representados en el en la gestión de sus actividades, ta-
gráfico n.o 1. les como la corrupción.

En consecuencia, las actividades de El resultado de una información TBL real


gestión de las organizaciones y su informa- comprendería una rendición de cuentas
ción se orientarán a (Moneva et al., 2005a): equilibrada de los tres aspectos, que per-
El marco de la información sobre responsabilidad social de las organizaciones

mitiese observar el rendimiento real de la (73%), mientras que en 2005 son los in-
organización. Las dificultades de este en- formes de sostenibilidad (68%). Asimismo
foque surgen en la práctica, donde como también se ha incrementado el número de
indican Gray y Milne (2004) es virtualmen- informes separados sobre la materia. Este
te imposible que ante conflictos de intere- fenómeno se ha producido a nivel mun-
ses entre aspectos financieros y sociales/ dial, pero especialmente en el entorno
medioambientales se opte por estos últi- español, donde ha existido una gran de-
mos. Moneva et al. (2006) inciden en este sarrollo en el número de informes de sos-
hecho y destacan que existe por parte de tenibilidad, por encima de otros países 291
las empresas una apropiación del con- (ver cuadro n.o 3).
cepto de sostenibilidad, así como, de los
Otro hecho destacado es que la mayo-
instrumentos para elaborar las memorias,
ría de las entidades que emiten informes
como la Guía GRI, que impiden una infor-
de sostenibilidad, siguen la propuesta de
mación TBL adecuadamente enfocada.
la GRI (KPMG, 2005), siendo esta circuns-
tancia más evidente en España (ver anexo),
En este contexto debe destacarse la
donde pocas entidades informantes no si-
gran expansión en la publicación de infor-
guen dicho modelo (Moneva, 2005b). En
mes de sostenibilidad en las últimas dé-
este sentido la evolución desde 2002, in-
cadas y especialmente con el comienzo
dica que se ha sextuplicado el número de
del siglo XXI. En el estudio de KPMG y la
informes.
Universidad de Ámsterdam de 2005 se
muestra este hecho, ya que en el 2002 Dada la relevancia de la GRI se aborda a
predominaban los informes medioambien- continuación un análisis histórico y presen-
tales en las 250 compañías más grandes te de la misma.

Cuadro n.o 3
Evolución de la publicación de información de sostenibilidad
(en %)

Empresas 2002 2005

Global 250 (Fortune 500)-G250 45 52


Top 100 de 16 paises - N100 23 33
Japón 72 80
Reino Unido 49 71
Francia 21 40
EE.UU. 36 32
España 11 25
Suecia 26 20

Fuente: Moneva (2005b).


José Mariano Moneva Abadía

3. EL MODELO DE LA ‘GLOBAL formes —principalmente medioam-


REPORTING INITIATIVE’ (GRI) bientales— elaborados hasta la
fecha, eran inconsistentes entre sí y
La GRI se inicia para «crear un marco carecían de la credibilidad necesaria.
global para la información voluntaria so-
Desde sus comienzos, la GRI ha ido evo-
bre los impactos económicos, sociales y
lucionando fundamentalmente por el incre-
medioambientales de las empresas y, gra-
mento de su relevancia a nivel internacional.
dualmente de otras organizaciones» (Whi-
Los principales hitos de esta evolución se
te, 1999). En este sentido, la elaboración
encuentran resumidos en el cuadro n.o 4.
de una memoria de sostenibilidad com-
prende la medición, divulgación y rendición En el ámbito técnico de la normalización
de cuentas (accountability) frente a grupos la GRI lanzó en octubre de 2006 la terce-
de interés internos y externos en relación ra guía para la elaboración de informes de
con el desempeño de la organización con sostenibilidad. Para su comprensión es
respecto al objetivo del desarrollo sosteni- conveniente examinar brevemente las dos
ble (GRI, 2006, p.5). guías precedentes.
Los principales motivos que impulsaron
a desarrollar este proceso de normaliza-
ción pueden resumirse en los tres siguien- 3.1. De la Guía 2000 a la Guía 2002
tes (Larrinaga y Moneva, 2002):
La GRI presentó su primera «Guía para
a) La globalización, que como realidad la elaboración de Informes de Sostenibi-
emergente a finales de los 90 reque- lidad» en junio de 2000, en la que se in-
ría de instrumentos innovadores para troducen elementos propios de un marco
rendición de cuentas empresarial so- conceptual de la información financiera,
bre su actuación medioambiental, siguiendo la construcción iniciada en ese
económica y social. momento por la Federación Europea de
b) La insuficiencia de la eco-eficiencia Auditores (FEE, 2000) para el «reporting»
en la nueva perspectiva del desarrollo medioambiental de la empresa. Los ele-
sostenible. Los esfuerzos por disemi- mentos conceptuales que se recogen en
nar prácticas de información sobre esta Guía son:
sostenibilidad que se habían hecho 1. Principios subyacentes que se resu-
hasta el momento se habían centra-
men en el cuadro n.o 5.
do prioritariamente en la eco-eficien-
cia, es decir, en la disminución del 2. Características cualitativas: relevan-
consumo de recursos, de la conta- cia, fiabilidad, claridad, comparabili-
minación y de la producción de re- dad, oportunidad y verificabilidad.
siduos, olvidando los temas sociales
3. Clasificación de los elementos de de-
(eco-justicia) y económicos del prin-
sempeño.
cipio de sostenibilidad.
4. Figuras absolutas e indicadores rela-
c) La necesidad de comparabilidad y
tivos (ratios).
fiabilidad, en la medida en que se ha-
bía constatado que la variedad de in- 5. Desglose de políticas informativas.
El marco de la información sobre responsabilidad social de las organizaciones

Cuadro n.o 4
Evolución de la Global Reporting Initiative

Año Hito Aspectos relevantes

1997 Constitución de la GRI por Iniciativa dependiente de las dos instituciones


CERES y UNEP con el objetivo de desarrollar un marco de refe-
rencia de la información de sostenibilidad. 293
Inicio de los trabajos conceptuales.

1999 Primer borrador de la Guía Proceso de prueba con 31 empresas, entre


para la elaboración de infor- ellas multinacionales destacadas como Bayer,
mes de sostenibilidad General Motors o Shell.

2000 Primera Guía para la elabora- Proceso de difusión de la memoria y adhesión


ción de informes de sosteni- de empresas destacadas.
bilidad Marco conceptual de la información financiera.

2002 Segunda Guía para la elabo- Presentación en Johannesburgo. Aceptación


ración de informes de soste- amplia de empresas y grupos de interés.
nibilidad Marco conceptual basado en «accountability»
con los grupos de interés.

2004 GRI entidad independiente Incremento de las entidades informativas y ne-


con sede en Ámsterdam cesidad de una nueva estructura.

2005 Inicio del proceso de revisión Propuestas de modificación basadas en la dife-


G3 renciación entre los informes y en la gestión.

2006 Tercera Guía para la elabora- Presentación pública en Ámsterdam.


ción de informes de sosteni- Apoyo institucional y de las ONG.
bilidad Marco conceptual basado en la transparencia y
la credibilidad.

Fuente: Elaboración propia.

Esta Guía se plantea como un proyecto fundamentalmente un mecanismo multi-


piloto en el que podían participar volunta- stakeholder, del que forman parte las ins-
riamente aquellas organizaciones que de- tituciones, organizaciones y expertos más
seaban poner en marcha un modelo de relevantes sobre las diferentes materias
desarrollo sostenible en su gestión (GRI, que abarca el desarrollo sostenible.
2000, pp. 6-7). Simultáneamente al pro-
ceso de aplicación se introduce una revi- El proceso de revisión culminó con la
sión, de la que se encarga el denomina- presentación de una nueva guía para la in-
do Measurement Working Group, que es formación de sostenibilidad (en adelante
José Mariano Moneva Abadía

Cuadro n.o 5
Principios subyacentes de la Guía GRI 2000

Principios subyacentes
Delimitación
GRI 2000

Entidad informativa Los límites establecidos por la contabilidad financiera son ade-
cuados, aunque deben ampliarse para recoger el efecto desde el
origen hasta el final de los productos y servicios proporcionados.

Alcance información La información debe cubrir los aspectos legales y tratar de inte-
grar los sociales y medioambientales. Esto puede generar pro-
blemas por las definiciones diferentes de entidad informativa.

Periodo informativo El reflejo de la información en el periodo en el que ocurren los he-


chos, puede ser difícil de representar en el caso de hechos so-
ciales y medioambientales a muy largo plazo.

Empresa en La previsión de continuidad de las operaciones de la entidad


funcionamiento debe tener en cuenta nuevos aspectos como impactos futuros
sobre la salud y el entorno natural, así como legislaciones posi-
bles sobre limitación de las actividades.

Conservadurismo Supone reconocer los efectos positivos y negativos desde el ori-


gen hasta el final de la vida del producto o servicio.
Asimismo, no implica reducir la introducción de nuevas tecno-
logías con efectos desconocidos, solo reconocer la falta de se-
guridad.

Materialidad Depende de lo que es relevante para la entidad informativa y para


los partícipes. Es difícil de aplicar para aspectos sociales y me-
dioambientales por la diferente sensibilidad de los partícipes.

Fuente: Moneva (2001).

Guía 2002) en agosto de 2002, coincidien- ción hacia sus partícipes, en el que el prin-
do con la Cumbre Mundial sobre Desarro- cipio de transparencia pasa a ser el punto
llo Sostenible celebrada en Johannesburgo de partida. Este principio está acompaña-
(denominada Rio+10). do al mismo nivel por los principios de glo-
balidad y auditabilidad. El primero propo-
La modificación principal en el ámbito ne que el diálogo con los grupos de interés
conceptual de la Guía 2002 es que el mar- constituye la base para la configuración del
co de la contabilidad financiera ya no es el contenido del informe de sostenibilidad, lo
principal referente y se opta por un mode- que implica una apertura de la organiza-
lo de rendición de cuentas de la organiza- ción informante al exterior, de forma que
El marco de la información sobre responsabilidad social de las organizaciones

los stakeholders de la misma se encuen- nanciera (IASB, 1988), en la Guía 2002


tren implicados totalmente en el proceso de pasa a constituir una cualidad vinculada a
información (Moneva et al., 2006). De otro las decisiones sobre qué información de
lado, el principio de auditabilidad establece sostenibilidad debe publicarse. De todos
las bases para que la información sea fiable los principios planteados, el denominado
mediante la verificación externa, mantenien- contexto de sostenibilidad destaca frente
do el paralelismo con la regulación de la in- a los propuestos en la Guía de 2000, en la
formación financiera. medida que establece la situación de la or-
ganización informativa en el entorno social y 295
Además de los tres principios básicos,
ecológico más amplio. La relación de la em-
se plantean ocho principios adicionales que
presa no debe establecerse sobre bases de
se agrupan en tres bloques que pretenden
impactos directos, sino teniendo en cuenta
garantizar la calidad, la fiabilidad y la acce-
aquellos que afectan al desarrollo sosteni-
sibilidad de la información (ver gráfico n.o 2).
ble, incluso aunque sean indirectos.
A pesar de los cambios en el enfoque
conceptual, la Guía 2002 mantiene un con- Al igual que en la Guía del 2000, en la del
junto de principios de gran similitud con los 2002 se dedica la parte C para proponer el
de la contabilidad financiera, aunque el lu- contenido del informe de sostenibilidad a
gar que ocupan es diferente. En este sen- presentar por la organización informante
tido, el principio de relevancia que es una (ver cuadro n.o 6). Se divide en cinco apar-
característica esencial en la información fi- tados, frente a los seis de la primera, de los

Gráfico n.o 2
Principios de la Guía GRI 2002

Fuente: Elaboración propia.


José Mariano Moneva Abadía

que los tres primeros son información re- troalimentación Estructurado («Structured
lativa a gobierno corporativo. El apartado Feedback Process»). De este proceso se
cuarto «Indice de Contenido GRI» es me- obtuvieron las siguientes conclusiones so-
ramente informativo para los lectores, ya bre como debían ser globalmente las nue-
que debe tenerse en cuenta que la estruc- vas orientaciones:
tura propuesta no es obligatoria, por lo que
— De uso sencillo por el elaborador y
la empresa puede desarrollar un informe de
para el lector.
sostenibilidad con un esquema diferente y
adaptado a su organización. — Minimizar los costes de transición de
una norma a otra.
El quinto apartado de la Guía 2002 (el
sexto en la Guía 2000) plantea los indica- — Orientaciones sobre los aspectos re-
dores de desempeño a presentar en el in- levantes.
forme. Frente a la propuesta realizada por
— Incrementar la verificabilidad y la fiabi-
la Guía del 2000, se produce una importan-
lidad en general.
te modificación en la distribución de dichos
indicadores, con un reducción importante — Armonización con otras iniciativas,
de los relativos al ámbito económico y un convenciones y normas.
incremento del apartado social (ver cuadro
— Atraer a los inversores.
n.o 7). Otro aspecto destacable es el des-
doblamiento que se produce entre indica- La evolución observada desde septiem-
dores centrales y adicionales, frente al lista- bre de 2002 en ese proceso aconsejaba
do uniforme existente en la primera versión. una revisión basada en la formación de
dos grupos «multi-stakeholder», el de «In-
En definitiva se produce una evolución
formación como proceso» y un segundo
basada fundamentalmente en la experien-
dedicado a los «Indicadores», siguiendo la
cia existente y, sobre todo, en el reforza-
metodología tradicionalmente utilizada por
miento de la rendición de cuentas de las
la GRI (Larrinaga y Moneva, 2002). El pun-
organizaciones, siguiendo las líneas marca-
to de partida en la revisión de la G3 esta
das por la consultora AccountAbility (Mo-
constituido por los siguientes elementos:
neva et al., 2006).
— Protocolos diseñados para los indica-
dores de sostenibilidad.
3.2. La Guía G3 de 2006
— Seis suplementos sectoriales finaliza-
dos y tres en desarrollo.
La tercera generación de orientaciones
para la elaboración de informes de sosteni- — Protocolo Técnico sobre Límites de la
bilidad de la GRI, denominada G3, se inicia información.
en el año 2005 con el fin de innovar, me-
— Documentos para la información en
jorar y actualizar la Guía del 2002. En ese
proceso de elaboración con el global
momento más de 750 organizaciones de
Compact y con la OCDE.
todo el mundo estaban registradas como
informantes en la GRI. Asimismo, se conta- — El recurso «High 5!» dirigido a facilitar
ba con unas 450 organizaciones que parti- la implementación de la Guía G3 en
cipaban desde 2002 en el Proceso de Re- las pymes.
El marco de la información sobre responsabilidad social de las organizaciones

La Guía G3 está orientada a una multi- g) Experiencia en información: primeros


tud de usuarios. No sólo las grandes em- reporters o experimentados.
presas que cotizan en mercado de valores
Es destacable la incidencia que se reali-
pueden y deben elaborar informes de sos-
za sobre la aplicabilidad a la pyme. Se con-
tenibilidad de acuerdo a la G3. Así se con- sidera que en el ámbito de muchas econo-
sidera que es perfectamente aplicable a mías, este tipo de negocios son esenciales
entidades por su: en el objetivo de sostenibilidad.
a) Orientación: públicas, privadas, ONL. La Guía G3 se ha conformado en dos par- 297
b) Forma jurídica: sociales, individuales. tes; la primera, «Definición del contenido de
la memoria, cobertura y calidad», está orien-
c) Tamaño: grandes, pyme. tada esencialmente a definir los principios so-
d) Sector: industrial, comercial, agrícola… bre los que debe fundamentarse la informa-
ción de sostenibilidad de la organización. La
e) Ubicación geográfica: países desarro- segunda parte «Contenidos básicos» esta-
llados, emergentes. blece la información a recoger en el informe.
f) Ámbito de actuación: local, regional, Deteniéndonos en los principios, el pri-
nacional, multinacional… mer aspecto relevante, en relación a la ver-

Gráfico n.o 3
El marco del reporting de sostenibilidad de la G3

Fuente: GRI (2006, p. 5).


José Mariano Moneva Abadía

Gráfico n.o 4
Los principios del reporting de sostenibilidad de la G3

Fuente: Elaboración propia.

sión precedente es que la Transparencia ya El contenido propuesto en la nueva G3


no es un principio, sino un valor o finalidad es, en términos de estructura, similar al de
que subyace en todos los aspectos de la la Guía anterior. No obstante, existen im-
información de sostenibilidad y que se pue- portantes cambios que se han introducido
de definir como «la presentación completa como consecuencia del reforzamiento del
de información sobre asuntos e indicado- papel de la fiabilidad en el proceso, con la
res necesarios para reflejar los impactos y incorporación de un indicador sobre la veri-
los procesos, procedimientos e hipótesis ficación del informe.
utilizados para elaborar dicha información y
En el cuadro n.o 6 se ofrece una com-
para permitir que los grupos de interés to-
paración de los apartados que configuran
men decisiones» (GRI, 2006, p. 8).
el contenido básico. Además del reseña-
Los principios propuestos por la G3 se do, el cambio formal mas relevante es la
estructuran en dos bloques (ver gráfico separación en dos apartados relativos al
n.o 4) que corresponden con: a) Principios perfil, uno de la organización y otro sobre
para determinar los asuntos e indicadores la propia memoria. Esto ha supuesto que
sobre los que la organización debería infor- el Índice, considerado como un apartado
mar; y b) Principios para garantizar la cali- independiente en la Guía 2002, pase a in-
dad y la presentación adecuada de la infor- tegrarse como subapartado de los pará-
mación divulgada. metros de la memoria.
El marco de la información sobre responsabilidad social de las organizaciones

Cuadro n.o 6
Comparación de los contenidos básicos de la Guía GRI 2002 y la G3

Contenido Guía GRI


2000 2002 2006

1. Declaración del 1. Visión y estrategia 1. Estrategia y análisis


Presidente o Consejero 299
delegado

2. Perfil de la organización 2. Perfil 2. Perfil de la organización


Perfil de la organización 3. Parámetros de la
memoria
Alcance de la memoria Perfil de la memoria
Perfil de la memoria Alcance y cobertura de
la memoria
3. Resumen ejecutivo e 3. Estructura de gobierno Índice del contenido de
indicadores clave y sistemas de gestión GRI
4. Visión y estrategia Estructura y gobierno Verificación
5. Políticas, organización Compromiso con las 4. Gobierno, compromisos
y sistemas de gestión partes interesadas y participación de los
grupos de interés
Políticas y organización Políticas globales y Gobierno
sistemas de gestión
Sistemas de gestión 4. Índice de contenido Compromisos con
GRI iniciativas externas
Relación con las partes Participación de los
interesadas grupos de interés

6. Desempeño 5. Indicadores de 5. Enfoque de gestión


desempeño e indicadores de
desempeño

Fuente: Elaboración propia.

Tradicionalmente la parte más relevante ducido modificaciones bastante relevantes,


de este esquema es la dedicada a los in- entre las que deben destacarse las dos si-
dicadores de desempeño, que se organi- guientes:
za de acuerdo a las tres dimensiones de la
Triple Bottom Line: económica, medioam- a) Para cada dimensión se establece el
biental y social. En este punto se han pro- denominado enfoque de gestión, que
José Mariano Moneva Abadía

Cuadro n.o 7
Comparación en la distribución de indicadores de las Guía GRI 2000, 2002 y 2006

GRI 00 GRI 02 GRI 3 GRI 00 GRI 02 GRI 3 GRI 00 GRI 02 GRI 3 TOTAL TOTAL TOTAL
Económ Económ Económ Medioam. Medioam. Medioamb. Social. Social Social G0 G2 G3

Indicadores
36 10 7 23 16 17 37 24 25 96 50 49
centrales

Indicadores
— 3 2 — 19 13 — 25 15 — 47 30
adicionales

TOTAL 36 13 9 23 35 30 37 49 40 96 99 79

Fuente: Elaboración propia.


El marco de la información sobre responsabilidad social de las organizaciones

es la información a suministrar por «in accordance» (Moneva et al., 2006). Así,


la entidad de forma concisa sobre el la G3 ha mantenido un número similar de
modo que ha gestionado cada uno indicadores centrales, pero ha reducido en
de las categorías. un 36% los indicadores adicionales. Esta
disminución se ha producido fundamental-
b) La modificación en la distribución de
mente en los indicadores sociales, aunque
los indicadores, fundamentalmente
proporcionalmente también es significativa
en dos aspectos que pueden derivar-
en los medioambientales.
se de los datos recogidos en el cua-
dro n.o 7: la reducción global del nú- 301
Una novedad relevante es el enfoque
mero y la incidencia de la reducción
adoptado para categorizar las memorias.
sobre los indicadores adicionales.
De un nivel doble —«in accordance» e in-
Una de las críticas más extendidas so- formante— se ha pasado a tres niveles
bre la GRI 2002 se ha centrado en el ex- —A, B y C— que pueden desdoblarse si
cesivo número de indicadores adicionales consideramos que cada una de ellas reci-
propuestos, que no era necesario cumpli- be un (+) si ha sido verificada externamen-
mentar para alcanzar la máxima categoría te (ver cuadro n.o 8).

Cuadro n.o 8
Niveles de aplicación de la Guía G3

Categorías C C+ B B+ A A+

Desglose Informar Informar nivel Idem nivel B


perfil apartados C+:
1.1 apartados
2.1-2.10 1.2
3.1-3.8, 3.9, 3.13
3.10-3.12 4.5-4.13,
4.1-4.4, 4.16-4.17
4.14-4.15

Enfoque de No es necesario Desglose por Desglose por


gestión el desglose cada categoría cada categoría
Verificado externamente

Verificado externamente

Verificado externamente

Indicadores Mínimo Mínimo Indicadores


de 10 indicadores. 20 indicadores. centrales G3 y
desempeño Al menos 1 de Al menos 1 del suplemento
cada categoría (3) por categoría sectorial. Aplicar
(desglosada la Principio de
social) Materialidad:
informar o
justificar
José Mariano Moneva Abadía

Este nuevo marco introduce un mayor país suministrados por las instituciones re-
rigor en el proceso de clasificación de las presentativas 6, constituyen un excelente
memorias de sostenibilidad, objeto de fuer- indicador de la salud de la información de
tes críticas en la Guía 2002 por sus limita- sostenibilidad.
ciones y el fácil acceso a la categoría «in
La función de estas recomendaciones
accordance» (Moneva et al., 2006). En este
técnicas es doble. De una parte, indicar los
sentido, el liderazgo de las organizaciones
elementos mejorables en términos globales
españolas en esta categoría hasta el 2005
de los informes. De otro, y también funda-
estará sujeto a una nueva prueba, ya que
mental, actuar como formadores para los
en ese año, eran 39 entidades españolas
responsables de este tipo de información.
las que informaban «in accordance», mien-
tras que en el segundo país en el ranking, Del examen del cuadro n.o 9 se observa
Reino Unido, sólo lo hacían 7 entidades. una cierta evolución en las principales ca-
rencias de los informes. De la carencia ini-
cial sobre la descripción de la entidad desde
4. RASGOS BÁSICOS DE el enfoque de la sostenibilidad o la ausencia
LA INFORMACIÓN DE de un enfoque macro-micro de la actividad,
SOSTENIBILIDAD ELABORADA actualmente los problemas se centran en el
uso de las nuevas tecnologías. No obstante,
Como ya hemos apuntado, los informes hay varios temas que se vienen repitiendo
de sostenibilidad constituyen un fenómeno tradicionalmente o que han aparecido con
relativamente joven (KPMG, 2005), espe- fuerza en los últimos años y sobre los que
cialmente si se compara con la información merece la pena reflexionar.
financiera regulada por las normas conta-
bles, sobre la que existen referentes claros.
a) Principios de elaboración de
Por ello es difícil establecer una medida de
la información de sostenibilidad
calidad de dichos informes. Si a ello añadi-
mos que su elaboración es voluntaria, la di- La nueva Guía G3 incide en la necesidad
ficultad para establecer una valoración se de basar el contenido y la calidad de la me-
acrecienta. moria de sostenibilidad en la utilización de
principios. Así, se vuelve al origen de la pri-
Un punto de referencia para conocer las
mera Guía, basada en el marco conceptual
principales cualidades y carencias de los
de la contabilidad financiera.
informes de sostenibilidad es el «reporte»
anual de los European Sustainability Repor- La entidades informantes en sostenibili-
ting Awards (ESRA)5 que recoge un listado dad tienden a realizar memorias tipo «box
de recomendaciones para las entidades in- ticking» sin tener en cuenta los fundamen-
formantes, basadas en los problemas de- tos necesarios para elaborarlas (Moneva et
tectados en los informes analizados. Dado al., 2006). Esto provoca que la verificabili-
que esto son los mejores informes de cada dad de las mismas quede limitada, dada la

5 Desde la edición 2006, ESRA pasa a constituir una 6 La instituciones representativas españolas son el

asociación permanente, sustituyendo el Awards por Instituto de Censores Jurados de Cuentas (desde su
Association, y los premios sólo se producen a nivel na- primera edición) en colaboración con AECA en las úl-
cional, aunque se recopilan en un informe conjunto. timas cuatro ediciones.
El marco de la información sobre responsabilidad social de las organizaciones

Cuadro n.o 9
Recomendaciones técnicas de los premios ESRA
(2000-2005)

Carencias detectadas 2000 2001 2002 2003 2004 2005 Ediciones

1. Indicadores de comparación intra-sectorial X X 2


2. Aportaciones de los grupos de interés X X X X 4
303
3. Resúmenes ejecutivos X X 2
4. Enfoque dual (impactos micro-macro) X X 2
5. Sostenibilidad (equilibrio de contenidos) X X X X 4
6. Principios de elaboración de la información X X X X X 5
7. Verificación externa X X X X X 5
8. Descripción de la entidad X 1
9. Materialidad de la información X X X X X 5
10. Análisis de desviaciones X 1
11. Compensación texto-cuadros estadísticos-fotos X 1
12. Cuantificación de objetivos X X X X 4
13. Análisis de tendencias históricas X X X 3
14. Impactos e iniciativas en países en desarrollo X X 2
15. Plan de negocio vinculado al desarrollo sostenible X X 2
16. Integración en el sistema de información X X 2
17. Internet como herramienta básica de reporting X 2

Fuente: Adaptado de Moneva y Larburu (2005).

ausencia de criterios. En los últimos años nidos, sino que lo hace sobre la base de
empiezan a aparecer explicaciones sobre las demandas de los partícipes. Por tanto,
la aplicación de los principios, como por los test de materialidad difieren de los tra-
ejemplo en el informe del BBVA 2005 don- dicionales de la contabilidad financiera, en
de se resalta la aplicación del principio de los que los porcentajes monetarios defi-
materialidad, perímetro y alcance y, por úl- nen la información relevante. En la mayoría
timo, rigor. de las memorias de sostenibilidad no exis-
ten referencias precisas a estos test, que
la nueva Guía G3 ha establecido con ma-
b) Materialidad de la información
yor rigor.
suministrada
La información de sostenibilidad no está El principal efecto de la ausencia de
basada en normas que definen los conte- materialidad es la sobrecarga de informa-
José Mariano Moneva Abadía

ción. Un fenómeno propio de documentos control por los partícipes, lo que se contra-
orientados a minimizar la relevancia de as- dice con los principios básicos que guía la
pectos esenciales. Mientras los informes información de sostenibilidad.
anuales dirigidos a los accionistas se en-
La guía G3 plantea que deben plantear-
cuentran en un proceso de minimización
se «los impactos principales de la organi-
en su extensión, las memorias de soste-
zación en materia de sostenibilidad y sus
nibilidad son grandes manuales de todo
efectos sobre los grupos de interés» (GRI,
lo que la empresa desea comunicar, aun-
2006, Perfil, apdo 1.2).
que los hechos no sean relevantes para
los partícipes. Los datos demuestran que
las páginas de estos informes superan en
d) Sostenibilidad en el sistema
muchos casos las 100 páginas y, especial-
de información
mente, en España donde superan las 200
en muchas ocasiones7. La integración de los aspectos ligados a
la información de sostenibilidad en el siste-
Por ello, algunas corporaciones han co-
ma de información de la entidad constituye
menzado a establecer consultas con los
un elemento clave para el desarrollo de la
stakeholders para avanzar en el desarrollo
misma. En este sentido, la información de
de información material y así lo reflejan en
sostenibilidad tiene el potencial para pro-
sus informes8.
porcionar información crítica para el análi-
sis de los negocios que está habitualmen-
c) Cuantificación de objetivos te ausente de los informes financieros (GRI,
2002, P. 68).
Ligado a la problemática anterior se
encuentra la defi nición adecuada de los La práctica informativa basada en la re-
objetivos. La entidad no debe limitarse a colección de información, sin la incorpora-
ofrecer su grado de sostenibilidad, sino ción real de los elementos de la TBL en los
que debe considerarse como un proce- departamentos, supone una mera acción
so. Establecer unos indicadores clave con de comunicación, sin mayor trascenden-
objetivos cuantificado y control de los mis- cia para el control de la propia entidad. En
mos, supone introducir el compromiso ne- este sentido, el objetivo final de la informa-
cesario y propio de una organización sos- ción de sostenibilidad es su equiparación a
tenible. la información financiera.
La mayoría de las memorias se limitan a Tal como indicaba la propia guía GRI
establecer objetivos genéricos y de difícil 2000 este es el aspecto con menor gra-
do de desarrollo, que se ha mantenido a lo
7 Puede verse el informe ganador de las dos últi-
largo de la versión posterior (Moneva et al.,
mas ediciones (2004 y 2005) del Premio convocado 2006) y, por supuesto, de la vigente.
por AECA y el ICJCE a la Mejor Información de Soste-
nibilidad en España, el BBVA, que a pesar de reducir En la primera Guía se proponían dos ti-
sustancialmente el número de páginas, sigue siendo pos de indicadores para realizar la integra-
un informe excesivamente extenso.
8 Puede verse el informe 2005 del BBVA, que reco-
ción:
ge un apartado íntegro a este aspecto. Otras empre-
sas como CEPSA, Telefónica y Repsol, también resal-
— Sistémicos, aquellos que vinculan el
tan este punto. nivel micro, esto es la organización,
El marco de la información sobre responsabilidad social de las organizaciones

con las condiciones sociales, econó- formato en el Informe Anual de 2004 y que
micas y medioambientales a nivel ma- ha repetido en el 2005.
cro. Por consiguiente, son indicado-
res que sitúan los principales datos
e) Verificación externa
obtenidos en los tres apartados an-
teriores con su entorno, entendiendo Aunque en el último informe de los jue-
este como el ámbito local, regional, ces ESRA, ha desaparecido la referencia
nacional o global. Este tipo de indica- a la necesidad de verificación externa del
dores trata de ofrecer la distancia de informe de sostenibilidad, creemos que 305
la empresa en los tres tipos de facto- es un elemento esencial que sigue es-
res, respecto a ese entorno, promo- tando plenamente vigente. Así, constitu-
viendo la armonización informativa en ye una conclusión básica del Structured
el contexto analizado. Feed-Back Process (SFP) de reforma de
la Guía 2002 que hemos mencionado.
— Transversales, que recogen rela-
ciones entre dos o más elementos Existen diversas evidencias que nos in-
de los tres aspectos contemplados dican su importancia para garantizar la
—social, económico y medioambien- transparencia de las organizaciones y es-
tal—. Su finalidad es la de aproximar pecialmente, la fiabilidad de la información
el comportamiento de la empresa al proporcionada (Moneva, 2006).
desarrollo sostenible de las activida-
des como una unidad de los tres as- En la práctica las empresas han co-
pectos. menzado a contratar los diferentes servi-
cios existentes para verificar o comprobar
La realidad es que actualmente no los informes. Sin embargo, el problema de
existe este planteamiento y que ni siquie- fondo es el tipo de seguridad solicitada por
ra los debates planteados en la presen- la entidad informativa y suministrada por el
tación de la Guía en octubre de 2006 en verificador (ver cuadro n.o 10).
Ámsterdam abordaron este tema de for-
ma especial. En este contexto han surgido las acu-
saciones de ausencia de exhaustividad y
Una línea de trabajo que permite avan- credibilidad (Adams y Evans, 2004; Dando
zar en la integración de la sostenibilidad en y Swift, 2003), o como indica Monaghan
la organización es la elaboración de los de- (2004) un «derroche de papel». Estas críti-
nominados informes anuales integrados. cas han dado lugar a las demandas para la
Éstos recogen en un único documento realización de una verificación independien-
tanto la información requerida legalmente, te que garantice un mayor grado de credi-
como la información de sostenibilidad de bilidad en la información de sostenibilidad
acuerdo a los parámetros adoptados por (O’Dwyer y Owen, 2005).
la entidad. A nivel mundial la empresa pio-
nera fue Novo-Nordisk, una farmaceútica A la vista de estas carencias, puede
danesa reconocida habitualmente en los afirmarse que los informes de sostenibi-
premios ESRA. Por su parte en España, ha lidad constituyen un mecanismo de co-
sido Gamesa la primera organización «in municación que aún deben realizar un lar-
accordance» por el GRI que adoptó este go recorrido para cumplir con la finalidad
José Mariano Moneva Abadía

Cuadro n.o 10
Tipos de verificación utilizados por las empresas españolas
(2004)

Sector Validación Revisión parcial Aa1000as Isae 3000

Entidades Financieras y de Seguros 4 2 1 1


Energético 1 1 2
Telecomunicaciones 1 1
Manufacturero 1 1
Construcción y servicios 2
Transporte 1

TOTAL 10 3 3 3

Fuente: Moneva (2006).

inicial establecida: ser un instrumento de en último lugar, la participación de los gru-


rendición de cuentas frente a los grupos pos de interés en el proceso.
de interés.

5.1. El debate de la regulación obligatoria


5. PRINCIPALES DESAFÍOS
DE LA INFORMACIÓN DE Desde los inicios de la moderna informa-
SOSTENIBILIDAD ción social y medioambiental nos encontra-
mos con el debate entre el mantenimiento
Sobre la base de la discusión anterior, de la voluntariedad de este tipo de informa-
puede afirmarse que los informes de soste- ción y la introducción de normas que obli-
nibilidad deben hacer frente a importantes guen a su publicación (Gray et al., 1996).
retos. En un trabajo publicado en la Revista
El debate desde el punto de vista de las
Asturiana de Economía (Moneva, 2005b),
organizaciones informantes, que se resume
se planteaban cuatro cuestiones funda-
en el cuadro n.o 11, ha dado lugar a ofrecer
mentales en dichos informes: los indicado-
ventajas y desventajas de la autorregula-
res integrados, límites de la información de
ción actual y de su alternativa, la obligato-
sostenibilidad, la verificación y los informes
riedad. Fundamentalmente se discute si la
conjuntos. Todos ellos han sido abordados
calidad y fiabilidad de la información mejo-
en el apartado anterior, por lo que en este
rará y, por otra parte, si los costes precisos
se plantearán otros retos que han surgido
serán internalizados por el mercado.
en este periodo: el debate voluntariedad
versus obligatoriedad, el desarrollo de la in- Además de estos argumentos, se han
formación de sostenibilidad en las pymes y, planteado otros desde la perspectiva ex-
El marco de la información sobre responsabilidad social de las organizaciones

Cuadro n.o 11
Ventajas y desventajas de la información
de sostenibilidad obligatoria y voluntaria

A favor En contra

Obligatorio — Credibilidad — Gap conocido entre


— Modificación de la cultura corporativa reguladores y la 307
— Flexibilidad en informes voluntarios empresa
— Comparabilidad — Una talla para todos no
— No desglose de información negativa siempre es adecuada
— Certeza legal — Escasa flexibilidad
— Fallos del mercado (teoría de la en el cambio y
regulación) complejidad
— Reducción de riesgos de mercado — Ausencia de incentivos
no diversificables para la innovación
— Ahorro de costes — Limitaciones a
— Normalización la eficiencia y
— Tratamiento equitativo de los competitividad
inversores

Auto-regulación — Proximidad — Conflictos de interés


— Flexibilidad — Sanciones
— Aceptación-cumplimiento inadecuadas
— Interés colectivo de la empresa — Infra-aplicación
— Competición global
— Recursos insuficientes

Fuente: Adaptación propia de KPMG y UNEP (2006).

terna de la sociedad (Doane, 2002). En sociedad han sido señaladas como una
general se basan en la necesidad de ga- potente palanca de cambio» (constata-
rantizar la información de sostenibilidad a ción 10) y las «memorias de sostenibili-
los partícipes de las organizaciones, y es- dad… constituyen una herramienta que su-
pecialmente sus demandas, al mismo ni- pone un paso en la dirección adecuada»
vel que la información financiera. El Libro (Recomendación 4). Por ello concluye que
Blanco de la RSC elaborado en 2006 por debe regularse la elaboración de memorias
la Subcomisión del Congreso9, apunta es- para las empresas del IBEX 35 (Recomen-
tos razonamientos cuando señala que «la dación 27), siguiendo el ejemplo de la re-
transparencia y la comunicación hacia la gulación francesa de 2002.

9
En esta misma línea se inició el Opera-
Publicado en el Boletín Oficial de las Cortes Ge-
nerales, Congreso de los Diputados, de 31 de Julio ting & Financial Review (OFR) en el Reino
de 2006. Unido, aunque esta regulación no llegó a
José Mariano Moneva Abadía

término, dado que la Ley de Sociedades A pesar de ese marco, la realidad fue un
(Companies Act 2006) adaptó el manda- escaso número de las pymes informantes,
to de la Directiva de Modernización de la por lo que tuvo que publicar un documen-
Contabilidad (2003/51/CE de 18 de junio) to de referencia denominado High 5! (GRI,
que obliga a las sociedades cotizadas a 2004) con la finalidad de facilitar la elabo-
publicar información social y medioambien- ración de memorias de sostenibilidad en
tal detallada. el sector, aunque su planteamiento iba di-
rigido a todo tipo de entidades, especial-
mente de países emergente. La High 5!
5.2. La memoria de sostenibilidad explica en cinco pasos (ver cuadro n.o 12)
en la pyme como las entidades pueden realizar un in-
forme de sostenibilidad, no aportando di-
Existe un convencimiento generalizado ferencias de contenido con respecto al de
de que las pymes no han tenido los mis- la Guía del 2002. Con el fin de adaptar ese
mos incentivos que las grandes corpora- documento a la nueva G3, la GRI ha lan-
ciones para iniciar las prácticas de respon- zado recientemente un manual dirigido ex-
sabilidad social. En este sentido, Jenkins clusivamente a las pymes.
(2006) indica que las respuestas divergen-
El número de las pymes registradas en
tes obedecen a las diferencias culturales
la GRI durante los últimos años ha aumen-
propias creadas por la estructura de pro-
tado sustancialmente y las iniciativas para
piedad, dirección estratégica, característi-
promocionarla también 10. Asimismo, en-
cas del administrador/propietario y ámbito
contramos alguna pyme que ha sido re-
local de las actividades de la empresa.
conocida por la calidad de sus memorias,
El instituto ACCA (2004) indica que los destacando en el caso español el informe
recursos necesarios para recopilar los da- de Javierre S.L. 2004, premiado en el mar-
tos y publicar un informe de sostenibilidad co de los Premios convocados por AECA y
actúan como un factor inhibidor para las el ICJCE.
pymes en el momento de afrontarlos. Por
ello, el desarrollo de normas comunes y
orientaciones eficientes pueden ayudar a 5.3. La participación de los grupos
la publicación de este tipo de informes en de interés
este sector.
Cómo ya indicaba la GRI (2002), un ele-
En la guía GRI 2002 no se contempla-
mento clave de la información de sostenibi-
ba a la pyme como un sector diferenciado,
lidad es la participación de los stakeholders
lo que parecía solventarse con la propues-
como elemento de transparencia y así se
ta de aplicación incremental (GRI, 2002,
reflejó mediante el principio de globalidad,
Anexo 3). En este sentido, la empresa des-
glosaba los indicadores que considerase
oportunos, sin establecer un mínimo, y ello 10 Es destacable la iniciativa de la Fundación para
le servía para reconocerla como una enti- la Investigación en la Salud (Fuinsa) que trata de im-
dad informante de acuerdo al GRI. El obje- plantar en las 22.000 oficinas de farmacia que repre-
senta, una memoria de sostenibilidad, aprovechando
tivo es que progresivamente la empresa in- sus características similares, así como el marco de la
tegrase al menos los indicadores centrales. fundación.
El marco de la información sobre responsabilidad social de las organizaciones

Cuadro n.o 12
Pasos para la elaboración de una memoria de sostenibilidad

Paso 1: Preparar
• Constituir un equipo, determinar los recursos disponibles y los que puedes necesitar y
desarrollar un cronograma de actividades
309
Paso 2: Planificar
• Describir la visión, actividades y objetivos del negocio. Configurar los partícipes y sus in-
tereses, fijando el alcance y límites de la información.

Paso 3: Valorar
• Identificar los indicadores del conjunto ofrecido por la Guía GRI, recopilar la información
para medir el desempeño, aprender de dichos indicadores y fijar objetivos para el si-
guiente año

Paso 4: Informar
• Comprobar la calidad de los datos, elegir el método de comunicación que se adapta
mejor al negocio, elaborar y distribuir el informe.

Paso 5: Mejorar
• Recopilar retroalimentación para la mejora, planificar los pasos siguientes y obtener re-
conocimiento de su informe.

situado entre los tres principales. En este del poder constitutivo de la GRI (Cooper y
mismo sentido, la G3 plantea el principio Owen, 2007).
de materialidad ligado al proceso de parti-
Así, pueden plantearse dos cuestiones
cipación de los grupos de interés.
esenciales sobre esta cuestión tan relevan-
te: a) el concepto de materialidad, b) los
Las respuestas de los directivos recogi-
criterios para la participación de los grupos
das en KPMG (2005) indican que la con-
de interés
fianza de los grupos de interés es un factor
esencial para la publicación de los informes a) En la información financiera, la mate-
de sostenibilidad. Incluso, existe entre los rialidad normalmente se considera un
directores de las empresas la opinión gene- umbral a partir del cual debe ser teni-
ralizada de que se integra adecuadamen- do en cuenta en las decisiones eco-
te a los grupos de interés (Sustainability y nómicas de los usuarios de los esta-
UNEP, 2006). Sin embargo, en realidad las dos financieros de una organización
prácticas de diálogo con los grupos de inte- (de los inversores, en especial). Este
rés quedan en meras formalidades, alejadas concepto de umbral también es im-
José Mariano Moneva Abadía

portante en la elaboración de me- la información por lo que es material


morias de sostenibilidad, pero hace para los stakeholders y por lo que la
referencia a una gama mayor de im- empresa considera, es un paso muy
pactos y de grupos de interés. La relevante. El borrador de norma so-
materialidad en el contexto de la sos- bre Participación de Stakeholders de
tenibilidad no se limita sólo a aque- AccountAbility (2005) pretende esta-
llos aspectos del desarrollo sosteni- blecer criterios más precisos sobre
ble que tienen un impacto financiero todos estos procesos.
importante en la organización. Deter-
minar la materialidad en una memo-
ria de sostenibilidad también implica 5.4. Una breve reflexión final
tener en cuenta los impactos socia-
les, ambientales y económicos que La información de sostenibilidad ha ad-
superan ese umbral, afectando a la quirido un carácter de elemento básico de
capacidad de satisfacer las necesi- comunicación de muchas empresas y or-
dades del presente sin comprome- ganizaciones. El creciente número de me-
ter las necesidades de las generacio- morias lo atestigua. Sin embargo, la coyun-
nes futuras (O’Dwyer y Owen, 2005). tura actual muestra importantes problemas
Estas cuestiones materiales tendrán y debates a resolver, ya que el peligro del
a menudo un impacto financiero im- olvido está presente. Puede recordarse
portante a corto o largo plazo en una que al principio del trabajo se plantea el
organización. Por lo tanto, también Balance social. También su publicación im-
serán importantes para aquellas par- pactó en el final de los 70 y principios de
tes interesadas que se centren estric- los 80 en España, pero su estrella se apa-
tamente en la situación financiera de gó al poco tiempo. La perdurabilidad ac-
una organización (GRI 2006, p. 10). tual de los informes y su vinculación con
los problemas sociales le auguran una vida
b) La ausencia de orientaciones claras más larga. Asimismo, la introducción de
para la implicación de los grupos de la Directiva de Modernización de la Con-
de interés ha generado importantes tabilidad, que entró en vigor en abril de
problemas, sobre todo, en las empre- 2006, que exige a las grandes compañías
sas con un elevado número y grupos informar sobre datos materiales relativos
de stakeholders. De las encuestas a a cuestiones medioambientales y de los
clientes, con escaso éxito de respues- empleados, proporciona un marco estable
ta, se ha pasado a otros métodos más para esta información. Pero las soluciones
complejos, tales como la creación de deben abordarse en breve y en los foros
grupos de discusión o la externaliza- más adecuados, en los que se integren los
ción mediante expertos11. Configurar principales grupos de interés.

11 Puede verse el informe 2005 de BBVA en el que

incluye los dos tipos: un «Diagnóstico de materiali-


dad» realizado por una consultora y una encuesta de
opinión, realizada por una Universidad.
El marco de la información sobre responsabilidad social de las organizaciones

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El marco de la información sobre responsabilidad social de las organizaciones

ANEXO

Cuadro A.I
Empresas españolas que publican memorias de acuerdo al GRI
(2002-2005)

Empresa 2002 2003 2004 2005


313
Abengoa SA X X

Abertis Infraestructuras SA X X X

Acciona SA X

Agbar Group X X X

Alta Velocidad Renfe X

Asepeyo Mutua de Accidentes de Trabajo y


X X X
Enfermedades

Asociación Española de Contabilidad y Administración


X
de Empresas

ATI Sistemas SL X

Banco Popular Español SA X

Banco Sabadell X X

Banco Santander Central Hispano SA X X X X

BASF Española SA X X X

Bilbao Bizkaia Kutxa X X X

Bodega Pirineos SA X

Caixa Catalunya X X

Caixa Galicia X X X

Caja de Ahorros Castilla La Mancha X

Caja de Ahorros de Badajoz X

Caja de Ahorros del Mediterráneo X

Caja de Ahorros El Monte X X

Caja España X

Caja Granada X
José Mariano Moneva Abadía

Cuadro A.I (continuación)


Empresas españolas que publican memorias de acuerdo al GRI
(2002-2005)

Empresa 2002 2003 2004 2005

Caja Laboral Popular Cooperativa de Crédito


X X
Caja Madrid

Caja Navarra X X

Caja San Fernando X

Canteiros do Porriño Reunidos SA X

Cementos Alfa SA X

Cementos Rezola X X

CEPSA SA X X

Cercanías Renfe X

Circulación Renfe X

Col.legi de Censors Jurats de Comptes de Catalunya X

Contratas y Obras Empresa Constructora SA X X

Corporación Uniland SA X

Diageo Spain X

DKV Seguros X X X

Elcogas SA X X

Empresa Municipal de Abastecimiento y Saneamiento


X X X
de Aguas de Sevilla SA

Empresa Municipal de la Vivienda de Sevilla SA X

Endesa SA X X X

ENUSA Industrias Avanzadas SA X

Estudio Técnico Gallego SA X

Euskaltel SA X

FCC Construcción SA X X

FREMAP X X

Fundación Grupo Eroski X X


El marco de la información sobre responsabilidad social de las organizaciones

Cuadro A.I (continuación)


Empresas españolas que publican memorias de acuerdo al GRI
(2002-2005)

Empresa 2002 2003 2004 2005

Fundició Dúctil Benito X

Gamesa X X X
315
Gas Natural SDG SA X X X X

Gestevisión Telecinco SA X

GlaxoSmithKline SpA X X

Granitos Triturados SL X

Grupo ACMS X

Grupo ACS X X

Grupo BBVA X X X

Grupo Cementos Portland Valderrivas SA X

Grupo CESPA X X X

Grupo ENCE X X

Grupo Ferrovial X X X X

Grupo Larcovi X X X X

Grupo SOS X X

Harineras Villamayor X X X

HC Energía X

HidroCantábrico X

Holcim (España) SA X

Hospital General de Vic X

Hospital Universitario Virgen de las Nieves X X

Iberdrola SA X X X X

Iberia Líneas Aéreas de España SA X X X X

Idecon SAU X X

Inditex SA X X X X
José Mariano Moneva Abadía

Cuadro A.I (continuación)


Empresas españolas que publican memorias de acuerdo al GRI
(2002-2005)

Empresa 2002 2003 2004 2005

Indra Sistemas SA X X X

Javier de la Cerda & Asociados SLU X

Javierre SL X X

Kairós, Sociedad Cooperativa de Iniciativa Social X

KH Lloreda SA X

Kutxa (Caja de Ahorros Gipuzkoa y San Sebastián) X X

La Caja de Ahorros de Valencia, Castellón y Alicante X X

Laboratorios Asociados Nupel SL X

Laminados Villapol SA X

Lemona Industrial SA X

LIPASAM. Limpieza Pública y Protección Ambiental SA


X
Municipal

Maderas Villapol SA X

Mango MNG Holding SL X X

Metro Bilbao SA X

Mondragón Corporación Cooperativa (MCC) X X

MP Corporacion Industrial X X

Obras Civiles del Atlántico SLU X

OHL Group X X X

Pintura y Decoración Industrial Del Río SL X

Red Eléctrica de España SA X X X

Repsol YPF SA X X X

Sanitas Seguros y Sanitas Residencial X

Siemens SA X

Telefónica de España SAU X X


El marco de la información sobre responsabilidad social de las organizaciones

Cuadro A.I (continuación)


Empresas españolas que publican memorias de acuerdo al GRI
(2002-2005)

Empresa 2002 2003 2004 2005

Telefónica Investigación y Desarrollo X X

Telefónica Móviles España SA X X X


317
Telefónica Móviles SA X X

Telefónica Publicidad e Información SA X

Telefónica SA X X X X

Telefónica Soluciones X

Transportes Urbanos de Sevilla SAM X

Unicaja X

Uniland Cementera SA X

Unión Fenosa SA X X X

Universidade de Santiago de Compostela X X

Vodafone España SA X X

TOTAL 14 38 65 82

IN ACCORDANCE 5 26 38 39

% 35,71 68,42 58,46 47,56


Incidencia de la GRI-2002
en las emisiones de memorias sostenibles

318
En la sociedad actual tanto los temas ecológicos como los sociales son cada día más importan-
tes. La opinión pública cada día está más sensibilizada, y esta mayor sensibilización ha impulsado
un cambio en el gobierno de las sociedades. En este contexto de cambio pretendemos analizar
como se pretende dar respuesta a estas nuevas necesidades que el usuario requiere de la conta-
bilidad. En concreto pretendemos estudiar el caso de las memorias de sostenibilidad. Para abor-
dar este objetivo nuestro trabajo tiene dos partes descriptivas: una revisión sobre los diferentes
enfoques adoptados por organismos internacionales, públicos y privados y una incidencia del
Global Reporting Initiative (GRI) a la hora de publicar memorias de sostenibilidad a nivel mundial,
con especial hincapié en el caso español

Gaur egungo gizartean, gai ekologikoak eta sozialak gero eta garrantzitsuagoak dira. Iritzi publikoa
gero eta sentsibilizatuago dago, eta sentsibilitate handiagoa izate horrek aldaketak eragin ditu so-
zietateen gobernuan. Aldaketa-testuinguru horretan, erabiltzaileak kontabilitate-arloan dituen behar
berri horiei nola erantzun nahi zaien aztertzea da gure xedea. Zehazki esanda, iraungarritasunari bu-
ruzko txostenak aztertu nahi ditugu, eta, horretarako, bi zati deskribatzaile ditu gure lanak: batetik,
nazioarteko erakundeek —publiko zein pribatuek— hartu dituzten ikuspegi desberdinak aztertzea,
eta, bestetik, GRIk iraungarritasunari buruzko txostenen argitalpenean mundu mailan izan duen era-
gina azpimarratzea, Espainiako kasuan arreta berezia jarrita.

In our society the ecological and the social topics are becoming more important every day. The public
opinion is more sensitive, and this bigger sensitization has impelled a change in the government of the
societies. In this context of change we aim to analyze the different ways that have been implemented
to answer these new necessities that the user requires to the accounting. In short we seek to study
the case of the sustainability reporting practices. To approach our objective work we are going to
abide two descriptive parts: in the first one we carry out a revision on the different focuses adopted
by public and private international organisms and in the second part we will analyze the incidence of
the proposal of the Global Reporting Initiative (GRI) regarding the number of reports disclosures at
world level, although we will stress the Spanish case.

Ekonomiaz N.o 65, 2.o cuatrimestre, 2007


Igor Álvarez Etxeberria
Ainhoa Garayar Erro
Universidad del País Vasco

ÍNDICE

1. Introducción: la contabilidad y la responsabilidad social corporativa 319


2. Razones para emitir este tipo de información. La teoría de los stakeholders
3. Objetivos y método
4. Utilización de la GRI-2002 en la emisión de memorias de sostenibilidad por parte
de compañías españolas
5. Conclusiones
Referencias bibliográficas
Anexo
Palabras clave: Responsabilidad Social Corporativa, memorias de sostenibilidad, GRI, reputación social,
stakeholder

N.o de clasificación JEL: Q2, Q32, M54

1. INTRODUCCIÓN: LA CONTABILIDAD rado, moderado y utilizado con responsa-


Y LA RESPONSABILIDAD SOCIAL bilidad. Los efectos que sobre la sociedad
CORPORATIVA tiene la contabilidad deben ser considera-
dos cuidadosamente, temiendo en cuen-
El proceso contable, es decir, la pro- ta la poderosa herramienta que supone la
ducción de informes con el objetivo de contabilidad a la hora de interpretar la so-
dar a conocer las actividades empren- ciedad (Tilling, 2001).
didas por una organización, es una ac-
tividad humana que busca revelar infor- El papel de los académicos resulta im-
mación para que diferentes personas portante ya que pone en cuestión tanto
interesadas en la compañía puedan tomar el dominio de la práctica contable, y que
decisiones. Por lo tanto, la contabilidad su poder sea ejercitado continuamente.
tiene la habilidad de arbitrar la manera en Uno de los movimientos surgidos en este
que las personas ven el mundo, afectar contexto ha sido la Responsabilidad So-
su conocimiento, e influir en su toma de cial Corporativa (RSC) y las aportaciones
decisiones (Hines, 1988). Este proceso realizadas desde la academia en el ámbi-
de comunicación ofrece cierto poder a la to de la contabilidad social y la contabili-
contabilidad, poder en algunos casos di- dad medioambiental. En el presente traba-
rectamente relacionados con objetivos de jo hemos considerado información RSC a
legitimar la actuación llevada a cabo por aquella que además de informar sobre las
la compañía. En nuestra sociedad este actuaciones económicas de las empresas,
poder debe ser cuidadosamente conside- también informa sobre sus actuaciones en

Ekonomiaz N.o 65, 2.o cuatrimestre, 2007


Igor Álvarez Etxeberria, Ainhoa Garayar Erro

el ámbito social y en el ámbito medioam- llega a la misma conclusión, ya que se-


biental. gún se señala en el mismo «la publicación
por parte de las compañías analizadas de
La investigación en RSC comienza a
este tipo de información ha sido regular-
desarrollarse en la década de los seten-
mente creciente desde 1993 y ha aumen-
ta (Gray y Bebbington, 2006; Mathews,
tado considerablemente en los últimos tres
1997). Históricamente la contabilidad so-
años» (KPMG, 2005).
cial analizó aspectos relacionados con la
comunidad, los empleados, el consumo y En el mismo sentido, Wheeler y Elkin-
el medioambiente. Si bien los aspectos re- ton (2001) consideran que en los años no-
lacionados con el medioambiente cobraron venta se ha producido un gran incremento
especial énfasis frente al resto de áreas, de compañías que emiten informes sobre
actualmente todas ellas gozan de similar la actuación medioambiental. Además en
reconocimiento y son consideradas par- cuanto a la relevancia de esta información
te esencial de la contabilidad social (Gray y según datos publicados por Svendsen y
y Bebbington, 2006). Mathews (1997) ana- Wheeler (2003) el 23% de los inversionis-
liza las principales aportaciones desde la tas de los países que componen el G7, a
investigación académica con objeto de la hora de elaborar su decisión de compra
establecer las tendencias existentes en la tienen en cuenta aspectos relacionados
investigación en contabilidad social y en con actuación social y medioambiental de
contabilidad ambiental en un período de la empresa.
25 años; desde 1971 hasta 1995. El au-
En cuanto al caso español, Chamorro et
tor concluye que si bien en principio el de-
al. (2004) realizan un estudio sobre las pu-
sarrollo de la contabilidad ambiental fue su-
blicaciones realizadas en España en tor-
perior a la contabilidad social, ésta se ha
no a la gestión ambiental en la empresa
visto reforzada hacia el final de la década
para lo cual analizan las principales revistas
de los ochenta.
existentes a nivel nacional (40), en el pe-
A nivel internacional, el desarrollo en la ríodo 1993-2003. Los autores concluyen
publicación de información social y medio- constatando que para el período analizado
ambiental no está siendo simétrico. Tschopp «la tendencia es creciente en el número de
(2005) realiza un análisis comparativo de publicaciones con un aumento significativo
cómo los gobiernos se enfrentan a la pro- en el número de trabajos de carácter em-
blemática de la RSC comparando los enfo- pírico publicados. Las publicaciones en el
ques de EE.UU. y Europa. El autor conclu- área de Economía Financiera y Contabili-
ye que es en Europa donde se está dando dad se centran principalmente en el ámbito
un mayor impulso a la RSC a través de la de la contabilidad medioambiental».
regulación, ya que existen países donde se
En palabras de Rodríguez Fernandez
ha establecido de forma obligatoria la pre-
(2003), los movimientos relacionados con
sentación de Estados Financieros que con-
la RSC están claramente motivados por las
tengan información social y ambiental de la
presiones fiduciarias, que en palabras del
compañía.
autor son los nuevos inversores institucio-
El estudio internacional publicado por nales. A este sentido, Fernandez Izquierdo
KPMG sobre información de RSC (2005) y otros. (2005) realizan una exhausta revi-
Incidencia de la GRI-2002 en las emisiones de memorias sostenibles

sión de los diferentes estudios empíricos el número de empresas que empiezan


realizados en España en el campo de la a poner en marcha actuaciones en el
RSC. Según los autores «es en la década campo de la RSC como en la calidad
de los noventa cuando, a partir de la co- de la información suministrada o el
mercialización de los primeros fondos de grado de sensibilización de los dife-
inversión éticos distintas instituciones em- rentes grupos de interés; y
piezan a preocuparse por la RSC».
— La baja cantidad como la baja calidad
Estos trabajos nos permiten establecer de la información que las empresas
tres grupos o grandes bloques de investi- suministran en aspectos relativos a la 321
gación empírica (Fernandez Izquierdo et al. RSC.
2005):
Estos aspectos también son compar-
— RSC y mercados bursátiles; tidos por el estudio realizado por el Ob-
servatorio de RSC (2005) donde se anali-
— Percepción que los grupos de interés
za este problema en las memorias anuales
tienen sobre la implantación de estra-
de las empresas del IBEX 35. Según este
tegias de responsabilidad social cor-
estudio «aunque el hecho de publicar un
porativa en la empresa y su capaci-
Informe Anual de RSC ya supone una ac-
dad de influir en dichas estrategias;
tuación importante, muy a menudo se evi-
— RSC y la empresa. dencia que el contenido que se transmite
mediante información y datos sobre re-
Los autores concluyen resaltando las
sultados e impactos es anecdótico y en
siguientes características de la investiga-
muchos casos inexistente. Además se ha
ción empírica en España en el campo de
evidenciado un cierto estancamiento a la
la RSC:
hora de incrementar cualitativa y cuantitati-
— El carácter interdisciplinar en el nivel vamente la información revelada (Observa-
de desarrollo de la investigación en torio RSC, 2005).
responsabilidad social;
En este contexto de filosofía RSC, don-
— El incipiente nivel de aplicación de po- de el objetivo de las empresas no sola-
líticas de RSC por parte de las empre- mente es informar sobre su actuación eco-
sas y organizaciones; nómica, sino también informar sobre su
actuación social y medioambiental, el ob-
— La existencia de un retraso importan-
jetivo perseguido por el presente trabajo es
te en la elaboración de demandas por
estudiar el caso de las memorias de soste-
parte de los diferentes grupos de in-
nibilidad —siendo el objetivo de estas me-
terés, detectándose un bajo nivel de
morias el de informar sobre la actuación
implicación de éstos en el desarrollo
económica, social y medioambiental de la
de esta nueva forma de gestión em-
compañía—. Con este objetivo pretende-
presarial;
mos analizar la incidencia de la GRI-2002 a
— La mejora de resultados en los últi- la hora de publicar memorias de sostenibi-
mos años, tanto en el número de or- lidad, y las causas que justificación su emi-
ganizaciones que comienzan a gene- sión. Para explicar este fenómeno utilizare-
rar discusión acerca del concepto, en mos la teoría de los stakeholders.
Igor Álvarez Etxeberria, Ainhoa Garayar Erro

2. RAZONES PARA EMITIR ESTE TIPO La teoría de los stakeholders se encon-


DE INFORMACIÓN. LA TEORIA DE traba ya en la controversia mantenida du-
LOS ‘STAKEHOLDERS’ rante los años treinta del pasado siglo en-
tre los juristas norteamericanos Berle y
Quizás una de las áreas que ha susci- Dodd; mientras que el primero era reticen-
tado interés entre los investigadores con- te a apartarse de la visión clásica donde
tables ha sido analizar las razones que lle- la responsabilidad fiduciaria de los directi-
van a distintas compañías a emitir este tipo vos es la de maximizar los beneficios para
de información. Según Gray et al. (1996) la maximizar de esta manera las rentas de los
Política Económica ha proporcionado las propietarios, el segundo resalto la impor-
bases teóricas para desarrollar e investi- tancia de las aportaciones de otros partí-
gar la elaboración y emisión de información cipes, utilizando su definición, otros «cuer-
empresarial desde nuevas perspectivas, pos electorales», que viene a ser sinónimo
como la proporcionada por la teoría de los del actual concepto de stakeholders (Ro-
stakeholders. La teoría de los stakeholders driguez Fernández, 2003).
pretende explicar el creciente interés res- Esta tesis se vio reforzada durante las
pecto a la RSC en el mundo empresarial, siguientes dos décadas con las contri-
entendiendo la compañía así como el en- buciones de los «enfoques gerenciales» y
torno donde esta compañía compite y sub- del «comportamiento administrativo», y en
siste, de una manera diferente al modelo fi- concreto con la contribución de la teoría
nanciero clásico. del equilibrio de la organización de March
Desde que Freeman (1984) publicó su li- y Simon, basada en las ideas de Barnard.
bro Strategic Management: A stakeholders Además el término de asociación de par-
Approach el concepto stakeholders ha flo- tícipes guarda relación con el concepto
recido en las publicaciones académicas de «comunidad orgánica de interés» de-
(Mitchell et al., 1997). Este concepto con- sarrollada en Suecia al final de la déca-
sidera que la empresa ha de crear rique- da de los ochenta (Rodriguez Fernández,
za para todos los diferentes partícipes, en 2003).
contra del modelo financiero tradicional ba- El término de stakeholders se acuñó en
sado en la creación de valor para el agente 1963, en un memorando interno del Stan-
principal o accionista. Esto es, en un con- ford Research Institute, como un juego de
cepto que considera la compañía como un palabras frente al término accionista o sha-
sistema abierto y pluralista, o stakeholders reholder, único agente a tener en cuen-
de firma. ta en la teoría financiera clásica (Mitchell
et al., 1997).
El concepto de stakeholders se centra
en el diferencial existente entre el punto de El término stakeholders definido en el
vista tradicional de la gerencia (basado en «Nuevo Diccionario Oxford de Inglés», tra-
la teoría económica neoclásica y en la teo- dicionalmente recogía una única acepción
ría financiera contemporánea), y los nue- (Mitchell et al., 1997): «Una parte indepen-
vos conceptos referentes a responsabilida- diente de la apuesta deposita en dinero, o
des y roles que debería cumplir la gerencia de las fichas apostadas por cada partici-
(Logston y Word, 1997). pante»
Incidencia de la GRI-2002 en las emisiones de memorias sostenibles

El término hacía referencia al depositario Desde esta definición básica se han rea-
de una apuesta. Sin embargo en las edi- lizado diferentes variantes. Si Freeman de-
ciones más recientes ya figura una segun- finía los grupos de interés, el término tam-
da acepción: «Una persona con un interés bién sirve para definir una nueva imagen de
o relación con alguna cosa, especialmen- empresa (Rodriguez Fernández, 2003): «La
te un negocio».... «O como calificativo, un compañía stakeholder se entiende como
tipo de organización o sistema en el cual una organización que mediante la produc-
se considera que todos los miembros o ción de bienes y servicios, desea satisfacer
partícipes tienen en su éxito». las necesidades de los diferentes grupos 323
que la integran y de los cuales depende
Pero realmente la definición de stakehol-
para su supervivencia».
der considerada clásica por la literatura es
la de Freeman (1984): «Un stakeholder de Por lo tanto, pasamos a una concep-
una compañía es cualquier grupo que pue- tualización de la compañía como un siste-
de afectar o ser afectado por la actuación ma organizativo y productivo abierto. Para
llevada a cabo por la compañía a la hora Wheeler y Shillampa (1998) stakeholders
de alcanzar sus objetivos». será «todo individuo o entidad que puede
afectar o ser afectado, o que puede llegar
La implicación del término stakeholders
a ser influenciado». Estos autores conside-
(The Clarkson Centre for Business Ethics,
ran que para las compañías existen unos
1999) es que todas las partes tienen una
grupos de agentes claves como serían los
«apuesta» en la compañía, tienen un riesgo
clientes, los empleados, los proveedores y
y por lo tanto la probabilidad de ganar y la
los propios accionistas.
probabilidad de perder, como resultado de
la actuación de la compañía. Sin embargo consideran la existencia
de otros grupos, por lo que proponen la si-
Posiblemente la definición de Freeman
guiente clasificación:
sea una de las más extensas a la hora de
acotar los diferentes grupos (Mitchell et al., Los stakeholders sociales primarios son
1997) que participan en la vida de la com- aquéllos que afectan o pueden ser afec-
pañía. tados directamente con la actuación de la

Cuadro n.o 1
Clasificación de stakeholders

Afectados No afectados

Humanos Stakeholders sociales primarios Stakeholders sociales secundarios

No humanos Stakeholders no sociales primarios Stakeholders sociales no secundarios

Fuente: basado en Wheeler y Shillampa (1998), traducido y modificado.


Igor Álvarez Etxeberria, Ainhoa Garayar Erro

compañía, y cuyos componentes son se- 3. OBJETIVOS Y MÉTODO


res humanos: los clientes, los empleados,
los proveedores y los accionistas. 3.1. Objetivo del trabajo

Los stakeholders sociales secundarios


Para poder dar respuesta a nuestra pre-
serán aquellos grupos compuestos por se-
gunta de investigación, procederemos a
res humanos que no se relacionan direc-
utilizar la teoría de los stakeholders. La teo-
tamente pero que pueden tener una in-
ría de los stakeholders puede presentar-
fluencia determinante sobre la compañía:
se desde tres perspectivas (Donaldson y
grupos sociales, grupos políticos, sindica-
Preston, 1995; Swanson, 1999):
tos y sociedad en general.
— Empírica o descriptiva: hace referencia
Finalmente, tendríamos los dos grupos a las características y comportamien-
no sociales de stakeholders que no vienen tos constatados en la realidad. Preten-
compuestos por individuos: naturaleza, es- de describir y explicar cómo se com-
pecies no humanas, presentes y futuras. portan la gerencia y la compañía en el
Dentro de éstos, tendremos: área de la gestión e información social
— Los stakeholders no sociales prima- y medioambiental (Jones, 1995).
rios que son los que afectan o son — Instrumental: alude a la utilidad como
afectados directamente mediante la instrumento en la gestión de la com-
actuación de la compañía. pañía. Se considera que es un ins-
— Los stakeholders no sociales secun- trumento tan válido o más que los
darios que son aquellos que no se re- instrumentos tradicionales para al-
lacionan directamente, pero que pue- canzar los objetivos, incluso los con-
den llegar a afectar o ser afectados vencionales (Altman 1997, Svendsen
indirectamente mediante la actuación y Wheeler 2003).
de la compañía. — Normativa: se refiere a lo «qué debe-
Los agentes sociales tendrán la capaci- ría ser». Cada uno de los miembros
dad de influir sobre la empresa, bien sea que se relacionan con la compañía
directamente o bien indirectamente, y por tiene derechos y son legítimos.
lo tanto para que su toma de decisión Jones (1995) enumera las tres dimen-
(comprar los productos, venderles sumi- siones mediante la formulación de tres pre-
nistros, comprar sus acciones, cumplir con guntas que resumen sus características:
las obligaciones públicas…) sea favorable
1. ¿Qué sucede?
la compañía les revela información en la
memoria respecto su actuación económi- 2. ¿Qué sucedería si?
ca, social y medioambiental (que influye en
3. ¿Qué debería suceder?
los cuatro diferentes grupos de agentes).
En este contexto la información revelada La perspectiva instrumental de la teoría
en la memoria debería cumplir con el ob- de los stakeholders establece hipótesis que
jetivo de suministrar información útil a los indican relaciones entre una acción y la reac-
agentes interesados y comprometidos por ción a esa actuación concreta (Donaldson y
la actuación de la compañía. Preston, 1995; Jones, 1995), y crea predic-
Incidencia de la GRI-2002 en las emisiones de memorias sostenibles

ciones basándose en la siguiente asunción Freedman & Patten (2004) examinan el


normativa: «Todos los agentes merecen con- papel de la información ambiental sobre las
sideraciones morales» (Berman, 1999). decisiones de mercado en situaciones don-
de existe una amenaza potencial regulado-
Desde un punto de vista instrumental,
ra, a través del análisis de contenido de la
se considera que la confianza entre la ge-
información revelada por 112 firmas nor-
rencia y los agentes «claves» puede pro-
teamericanas. Los autores plantean el uso
porcionar a la compañía ventajas compe-
que hacen las compañías de la informa-
titivas. Es decir, una actuación respetuosa
ción ambiental y prueban que «el uso por 325
con el medioambiente puede generar efec-
parte de las firmas de este tipo de informa-
tos financieros positivos en los resultados
ción puede haber mitigado el impacto en
de la compañía. El trabajo de Jones (1995)
bajo la perspectiva instrumental de la teo- los mercados financieros» ya que «aquellas
ría de los stakeholders busca las razones firmas con menor revelación ambiental son
subyacentes de esta ventaja, éstas pudie- las que obtienen peores reacciones en el
ran ser: «Una gerencia que se esfuerza en mercado». Concluyen que «los incentivos
tratar correctamente a todos sus agentes para reducir la polución serían interesantes
cultivará una confianza que se podrá ma- si la perdida sufrida en los mercados finan-
nifestar como reputación, y esta reputa- cieros fuera superior a la inversión nece-
ción se podrá encauzar hacia una actua- saria para poner en marcha cambios en la
ción positiva para conseguir los objetivos actuación ambiental».
empresariales». El trabajo en la dimensión instrumental
Idowu & Towler (2004) realizan un aná- comienza proporcionando un marco pro-
lisis de contenido de los informes RSC de picio para avanzar en el área de los stake-
diferentes compañías británicas (17) di- holders, para lo que es necesario que sea
vididas en 9 sectores de actividad. Los posible gestionarlo empíricamente y tenga
autores concluyen que «la emisión de in- conclusiones claras para la gerencia (Ber-
formación RSC por parte de las empre- man, 1999).
sas británicas estudiadas se encuentra en El marco proporcionado por Jones (1995)
fase inicial» aunque resaltan el gran es- implica que la gerencia que pacta con un
fuerzo que están llevando a cabo en este grupo de interés emite una señal a otro
área. Como factores impulsores de este grupo o agente de interés para que con-
tipo de informes resaltan «las influencias
fíe en los responsables de la organización,
de varias organizaciones internaciona-
o considere que la gerencia actúa de ma-
les y locales con marcos diferentes, índi-
nera oportunista. Sin embargo, la que se
ces, directivas e iniciativas etc., muchas
comporta de manera oportunista puede
de las cuales son voluntarias, probable-
ser incapaz de alcanzar estos beneficios.
mente dificultan más que ayudan en el
Una reputación valiosa para la compañía
desarrollo de la emisión de información
es aquella reputación que no es oportunis-
RSC». También resaltan la «necesidad de
ta (Jones, 1995).
una mayor coordinación a nivel internacio-
nal para ayudar a los usuarios de este tipo Nuestro objetivo es comprobar si las
de informes a buscar información evitando compañías españolas como respuesta a
crear confusión». las presiones de diferentes agentes de la
Igor Álvarez Etxeberria, Ainhoa Garayar Erro

sociedad, se comportan de una manera cluir este aspecto en nuestro análisis


oportunista (Jones, 1995) con el objetivo por lo que nuestra escala temporal
de lograr reputación por parte de los dife- comienza en el año 2001.
rentes agentes interesados en la actuación
— Por otra parte, en agosto de 2006,
de la compañía. Para lograr este objetivo
hemos optado por analizar el número de y tras un proceso de revisión de dos
memorias, si están emitidas in acordance, años, se presenta la G3, tercera ge-
y si existe una continuidad en la elabora- neración de memorias de sostenibili-
ción por parte de la compañía. De lo que dad GRI. Dado que muchas empre-
sustraemos la siguiente hipótesis: sas utilizan esta tercera versión de la
memoria en sus informes del 2006,
1. El aumento de interés de los diferen- hemos establecido el final de la esca-
tes agentes económicos y sociales
la temporal en el año 2005, para que
en la actuación social y medioam-
los datos del 2006 (memorias realiza-
biental fomenta la publicación de me-
das según la G3) no distorsione los
morias sostenibles.
resultados presentados.
2. Un importante número de compañías
Además, hemos establecido como fac-
publican sus memorias con un claro
tor de análisis, las memorias emitidas in
interés por mejorar la reputación en
los agentes interesados. accordance. En la GRI, la emisión del infor-
me es una labor progresiva. El propio do-
cumento en el anexo número tres titulado
3.2. Método aplicado «Guía en la aplicación incremental del do-
cumento Guía» permite a las compañías
Para alcanzar los objetivos de análisis pequeñas y medianas en sus emisiones ini-
hemos analizado los datos publicados en ciales, optar por una emisión que contenga
la «GRI reports database», utilizando como información básica (estableciendo ejem-
instrumento la propia página Web de la ins- plos respecto a los contenidos mínimos de
titución (www.globalreporting.org). En esta los que ha de informar este tipo de emisor,
base de datos están incluidas aquellas em- sin que el informe pierda credibilidad y no
presas que han publicado un informe (ac- deje de cumplir con su objetivo principal)
tual o previo) de acuerdo con esta guía. y vaya incrementando su contenido hasta
La muestra utilizada ha sido la correspon- llegar al mínimo que establece la guía. Sin
diente a las compañías emisoras durante el embargo, aquellas compañías que adop-
periodo 2001-2005. Las razones para utili- ten el modelo completo y cumplan con to-
zar esta escala temporal son las siguientes; dos los requisitos, acompañarán sus me-
morias con la etiqueta in accordance.
— Aunque la primera memoria de sos-
tenibilidad GRI es publicada en el año Uno de los objetivos principales de la
2002, en el año 2001 se publica una GRI es alcanzar una comparabilidad entre
primera versión de dicha guía, prime- la información emitida por diferentes com-
ra versión utilizada por un grupo de pañías, y por lo tanto consideramos que la
empresas para emitir su primera guía etiqueta in accordance en un primer paso
de sostenibilidad. Hemos querido in- para lograr dicho objetivo. La emisión in
Incidencia de la GRI-2002 en las emisiones de memorias sostenibles

accordance (GRI-2002) supone para las ta de continuidad (En el Anexo I, se puede


empresas informantes: consultar la lista de empresas tenidas en
cuenta al realizar el análisis descriptivo).
1. Incluir todos los elementos e indi-
cadores propuestos por la guía así En este último apartado además de re-
como justificar aquellos sobre los que copilar datos de la página del GRI, hemos
no se informa, complementado la información a través de
las Web corporativas de las compañías es-
2. Asegurar que se han cumplido los
tudiadas.
principios propuestos en la guía, 327
3. Incluir un índice-guía que permita a
los lectores un rápido y cómodo ac- 4. UTILIZACIÓN DE LA GRI-2002
ceso a la información presentada, EN LA EMISIÓN DE MEMORIAS DE
SOSTENIBILIDAD POR PARTE
4. Incluir una declaración del consejo de
DE COMPAÑÍAS ESPAÑOLAS
administración o del CEO haciendo
referencia a la calidad in accordance
La GRI fue constituida en 1997 como
del informe; una representación equi-
una iniciativa conjunta de la organización
librada y razonable de la situación
no gubernamental estadounidense CERES
económica, social y medioambiental
(Coalition for Environmentally Responsible
de la compañía.
Economies) y el PNUMA (Programa de Na-
Como nuestro objetivo de estudio ha sido ciones Unidas para el Medio Ambiente). Sin
comprobar si las compañías emiten memo- embargo no fue hasta junio del 2000 cuan-
rias únicamente con un objetivo de reputa- do emitió la primera propuesta. La GRI es
ción, hemos puesto en tela de juicio la de- una institución internacional independien-
nominación in accordance, y su utilización te, cuya misión principal es definir, medir,
con fines de reputación. En concreto nues- y realizar un riguroso informe que incluya
tro objetivo ha sido comprobar si las emisio- asuntos económicos, sociales y medioam-
nes son continuas en el tiempo o no. Consi- bientales, dicho informe será la memoria
deramos que teniendo en cuenta el marco sobre la actuación social y medioambiental
conceptual de la Guía para la elaboración de la compañía.
de las memorias y los requisitos exigidos
Este informe se deriva de un proceso
por la Guía a una memoria para llevar la eti-
multidisciplinar en el que han participado
queta in accordance, la información emitida
entidades sociales, profesionales, empre-
por la compañía tiene que ser comparable y
sas, universidades y otro tipo de agentes
para ello la memoria deberá emitirse conti-
económicos y sociales. Por lo tanto vemos
nuadamente en el tiempo(GRI 2002).
que la teoría de los stakeholders (Freeman,
Por lo tanto, en aquellas compañías 1984) incide en el propio acto fundacional
donde la emisión de memorias no es con- de la organización. Esta necesidad de es-
tinua, consideramos que la información no tablecer vínculos entre los diferentes agen-
cumple con el objetivo de ser útil, y por lo tes económicos y sociales interesados en la
tanto que busca una mejor reputación en actuación de la compañía va a ser la piedra
la sociedad y sus agentes. En esos casos angular sobre la que la compañía deberá
analizaremos las posibles causas de la fal- elaborar la memoria.
Igor Álvarez Etxeberria, Ainhoa Garayar Erro

La GRI pretende elevar el informe sobre emite informes in accordance por debajo
sostenibilidad al mismo nivel de rigor, com- de la media mundial (17%). En este grupo
parabilidad, credibilidad, y verificabilidad que de países destaca claramente el caso de
se espera de un informe financiero. Dotando Japón. El país asiático si bien es el mayor
el informe del GRI de estas características, emisor mundial (128, suponiendo el 80%
logramos que el informe pueda ser un com- de las memorias emitidas en su continen-
plemento idóneo a las cuentas anuales. En te) solamente una emisión está realizada in
el caso de los Estados Financieros después accordance. En Japón la incidencia de la
de muchas décadas de desarrollo normati- GRI es muy importante, sin embargo la im-
vo se ha logrado el establecimiento de una portancia que las compañías niponas dan
serie de principios generalmente aceptados al cumplimiento de todos los requisitos que
que permiten al usuario tener una imagen aconseja la guía es casi nula (Alvarez y Ga-
de la condición financiera y de los resultados rayar, 2006).
corrientes de la empresa, información que
Junto con Japón, el otro caso relevan-
además se puede comparar con la emitida
te es el español, donde el número de emi-
por otras empresas. El movimiento GRI ha
siones es muy importante (el cuarto en el
tenido la misma meta, estableciendo para tal
ranking mundial), número solamente infe-
menester un marco conceptual compuesto
rior a las emisiones de países como Japón,
por unos principios generalmente acepta-
Reino Unido y Estados Unidos, países con
dos, para después poder levantar sobre es-
mayor número de habitantes, mayor nú-
tos cimientos la estructura del informe. Por
mero de compañías y mayor PIB (total y
lo tanto, es esencial en todo este proceso
per cápita) que el español, y por encima
que el informe transmita una sensación de
de Alemania, Francia y Canadá. Pero aún
transparencia informativa sobre los proce-
más sorprendente es el siguiente hecho:
sos, asunciones y mecanismos que han utili-
El 77,42 % sus emisiones cumplen con los
zado, para que de este modo el lector crea y
requisitos in accordance.
pueda interpretar la información.
En cuanto al número de informes emi-
Hoy en día el número de memorias emiti-
tidos por las empresas españolas que in-
das a nivel mundial es de 2.255, repartidas
forman según la GRI 2002, podemos ver la
en los cinco continentes, de las cuales 248
evolución en el cuadro n.o 2 para el período
han sido emitidas por compañías españolas.
2001-2005.
Además en la parte superior de la muestra
(el 25% de las emisiones que corresponde El número de empresas que emiten sus
a aquellas con mayor número de memorias) memorias de sostenibilidad según la GRI-
se encuentran todos los países miembros 2002 ha aumentado considerablemente en
del G7 (Alvarez y Garayar, 2006). De lo que el período 2001-2005 en España, pasando
podemos deducir que existe una relación de 6 en 2001 a 76 en 2005.
entre la riqueza económica de los países y el
El primer gran aumento coincide con la
número de emisiones de memorias de sos-
publicación de la Guía del 2002, las com-
tenibilidad (Alvarez y Garayar, 2006).
pañías responden a la aparición de la Guía
Esta parte de la muestra no es unifor- muy favorablemente triplicando el número
me en cuanto a porcentaje de emisiones in de memorias respecto al año anterior. La
accordance ya que la mitad de los países mayor parte de las compañías que emiten
Incidencia de la GRI-2002 en las emisiones de memorias sostenibles

Cuadro n.o 2
Número de informes emitidos por empresas españolas
(2001-2005)

Porcentaje de incremento
Total No in accordance In accordance
de informes anual

2001 6 6 0 100 329


2002 18 12 6 300
2003 44 15 29 244
2004 63 21 42 143
2005 76 25 51 121

Total 207 79 128

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de GRI.

estos primeros años tienen unas caracte- de que la propia confederación de cajas ini-
rísticas similares (Anexo): ciará ese mismo año su publicación.
— Pertenecen a grupos españoles mul- Si bien el gran número de emisiones es
tinacionales (BBVA, Telefónica, Iberia, una característica de las compañías espa-
Eroski, Inditex). Situación que coinci- ñolas, el porcentaje de memorias in accor-
de con las conclusiones del estudio dance es sin duda alguna la gran diferencia
de KPMG (2005). respecto a otros países. En cuanto a la evo-
— Existe una gran diversidad de secto- lución del número de empresas que emiten
res de actividad (construcción, ener- in accordance, en el año 2002 son cinco
gía, banca, distribución, telecomuni- las empresas que lideran las publicacio-
caciones…). nes según esta característica (Gas Natu-
ral, Cepsa, Grupo Eroski, Inditex y Unión
Los incrementos relativos durante los Fenosa). Entre los años 2002 y 2003 la va-
tres primeros años son muy significativos riación en el número de empresas es muy
(un 200% del primer año al segundo, y un importante, incrementándose hasta 29 emi-
144% del segundo al tercero). Este incre- siones. En el año 2004, sigue aumentando
mento sigue siendo importante, aunque dis- el número de emisiones de este tipo, aun-
minuye a partir del año 2003, (un 43% y un que con menor intensidad (13 nuevos in-
21% respectivamente). Un factor que posi- formes), y lo mismo sucede del año 2004 al
blemente ha ayudado en el crecimiento del año 2005 (9 nuevos informes).
número de memorias es el impulso dado
por las cajas de ahorros a partir del 2004. El La evolución de las memorias emitidas
número de cajas de ahorro que inicia la pu- consideradas «no in accordance» es prác-
blicación de las memorias es muy importan- ticamente nula, ya que el número de em-
te, posiblemente tenga influencia el hecho presas que emiten sus informes con esta
Igor Álvarez Etxeberria, Ainhoa Garayar Erro

cualidad es de 13 desde el año 2002. Las y 2005. Podríamos decir que la proporción
únicas que repiten los tres años son Gru- de memorias ha llegado a su in accordan-
po Ferrovial y Grupo Larcovi (sector de la ce máximo, sin embargo este porcentaje es
construcción). Podríamos concluir que el un caso único a nivel mundial, en los países
desarrollo de las emisiones «in accordan- con mayor número de emisiones de memo-
ce» explica la evolución producida en el rias los porcentajes se mueven entre un 7%
cómputo total de publicaciones españolas y un 20%, (Álvarez y Garayar, 2006). Esta si-
según la GRI-2002. tuación en la proporción de memorias in ac-
cordance, nos demuestra que el compro-
Hemos valorado positivamente analizar miso de las compañías con la información
esta evolución de forma porcentual, para ob- social y medioambiental es importante.
servar la importancia de las emisiones «in ac-
cordance» respecto del total de emisiones. Pero, ¿son las empresas uniformes a
Para ello presentamos el siguiente diagrama la hora de emitir sus memorias?, es decir;
de barras porcentuales (ver gráfico n.o 1). ¿una empresa que informa in accordance
según la GRI-2002 un año, continúa emi-
Observamos un cambio de tendencia tiendo in accordance? Para analizar esta
significativa, obviando el año 2001, ya que cualidad en las memorias de sostenibili-
España ha pasado de una situación 30-70 dad hemos realizado la siguiente agrupa-
(in accordance, no in accordance) en el año ción; por un lado aquellas empresas cuya
2002 a 64-36 en el año 2003, y ese por- información in accordance es continua o
centaje se mantienen para los años 2004 uniforme desde que empezaron a emitir

Gráfico n.o 1
Memorias emitidas in accordance y no in accordance
(en %)

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de GRI.


Incidencia de la GRI-2002 en las emisiones de memorias sostenibles

el informe, y por último aquellas que no mera emisión no han continuado con ella.
son uniformes en la emisión de la memoria Los datos obtenidos los hemos reflejado
de sostenibilidad in accordance, es decir; en el cuadro n.o 3 y en el gráfico n.o 2 que
aquellas compañías que después de su pri- mostramos a continuación.

Cuadro n.o 3
Número y porcentaje de empresas que emiten memorias 331
con continuidad y no continuidad

Continuo No continuo
Año Primer año Continuo No continuo
(%) (%)

2001-2005 6 50,00 50,00 3 3


2002-2005 13 53,85 46,15 7 6
2003-2005 29 58,62 41,38 17 12
2004-2005 25 72,00 28,00 18 7
2005 23

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de GRI.

Gráfico n.o 2
Variación de emisiones de memorias continuas y no continuas
(en %)

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de GRI.


Igor Álvarez Etxeberria, Ainhoa Garayar Erro

Podemos observar en el gráfico que el diario Expansión el 18/02/2004 «Esta em-


número de compañías llamadas «no con- presa de 60 empleados y unas ventas de
tinuas», si bien es muy importante en los 78 millones de euros, situada en Barbas-
primeros dos años (50% y 46%), su inci- tro (Huesca) en pleno corazón del Somon-
dencia disminuye en los siguientes años, tano, acaba de publicar su primera Memo-
llegando al 28%. Por lo tanto podemos ob- ria de Sostenibilidad validada por AENOR,
servar claramente que la importancia de las conforme a las directrices de la GRI-2002.
empresas no continuas pierde peso relativo Bodega Pirineos es la primera empresa
en la muestra, más si tenemos en cuenta agroalimentaria española y única Pyme que
que el número de memorias in accordance posee este certificado». Por lo que podría-
ha aumentado importantemente. mos concluir, que este caso concreto, la
empresa presentó en 2003 la memoria de
Por lo tanto, teniendo en cuenta que sostenibilidad in accordance con la GRI-
para la empresa confeccionar una memoria 2002 impulsada por conseguir la valida-
in accordance supone un importante es- ción de AENOR. Además, en junio de ese
fuerzo, ¿qué razones existen para que de- mismo año la revista Vinos y Restaurantes
jen de hacerlo? incluye un artículo sobre los «Premios Eu-
ropeos de Medio Ambiente a la Empresa,
convocados por la Dirección General de
4.1. Empresas no continuas Medio Ambiente de la Comisión Europea.
Bodega Pirineos se alzó con dos de las
De las 99 empresas españolas que he- cinco categorías: Gestión para el Desarro-
mos tenido en cuenta para este análisis, llo Sostenible y Comunicación para el De-
28 no son continuas en su emisión de la sarrollo Sostenible. Entre otros aspectos,
memoria de sostenibilidad. No pretende- el jurado destacó de la bodega su protec-
mos en este apartado realizar un análisis ción al patrimonio vinícola de Somontano,
exhaustivo de las mismas, por lo que se- su promoción del cultivo ecológico y la tec-
ñalaremos únicamente aquellos casos que nología que aplica para reducir impactos
hemos considerado significativos. medioambientales».
La casuística entre las 28 empresas es Otro grupo de empresas españolas, pre-
variada. Algunas empresas únicamente senta durante dos o tres años la memoria
emiten un solo año la memoria de soste- de sostenibilidad y en el último año, 2005,
nibilidad, incluso la emiten in accordance y no presenta memoria alguna, como en el
no vuelven a emitir memoria alguna, como caso de Unión FENOSA, MP Corporación
es el caso de Agbar, RENFE, Asepeyo, Bo- Industrial, Metro Bilbao, Hidrocantábrico,
dega Pirineos, Cementos Alza, Corpora- Grupo Cepsa y Ericsson España, quizás ¿a
ción Uniland, Diageo España, Enusa y Le- la espera de la nueva generación de me-
mona Industrial. morias de sostenibilidad G3?
En el caso de Bodega Pirineos, se pre- Hay empresas que presentan sus me-
senta una memoria in accordance en el morias de sostenibilidad cada dos años
año 2003 por primera vez, pero en el año como es el caso de Cementos Rezola,
2004 y en el 2005 no presenta memoria al- Grupo Ence o Grupo Eroski. Analicemos a
guna. Según un artículo publicado por el continuación el caso del Grupo Eroski.
Incidencia de la GRI-2002 en las emisiones de memorias sostenibles

Grupo Eroski, actualmente pertene- Consideramos que el criterio y alcance


ce al movimiento GRI Internacional como temporal de las memorias es un aspecto
stakeholders Organizacional. La compa- importante para lograr credibilidad y para
ñía aparece en la Web como compañía que la memorias sea útiles para el usua-
que cumple con los criterios in accordan- rio. En el caso de la compañía no cumpla
ce en la emisión de la memoria de soste- con el criterio que haya establecido (o que
nibilidad. Además sus memorias han sido lo haya variado) consideramos que debería
validadas por AENOR como memoria de de justificar transparentemente las razones
sostenibilidad que cumple con los crite- que le hayan llevado a realizar tal actuación 333
rios GRI-2002. en las memorias sucesivas.
Sin embargo, si analizamos las emisio- Por último, quisiéramos resaltar la falta
nes de memorias de sostenibilidad emi- de coherencia y criterio claro a la hora de
tidas por la compañía podemos detectar publicar memorias de sostenibilidad en el
que en los ejercicios 2002 y 2004 emite las caso de Telefónica, ya que siendo el mayor
memorias in accordance, pero ni en el ejer- emisor español, cada filial parece que siga
cicio 2003 ni en el ejercicio 2005 emite me- una estrategia distinta, tal y como mos-
moria alguna. tramos en la tabla siguiente donde obser-
vamos que Telefónica, SA y Telefónica In-
Por lo tanto, sin entrar en mayor deta-
vestigación y Desarrollo, son continuas en
lle podemos constatar que no existe ningu-
su emisión, frente a Telefónica de España
na continuidad en la emisión, el alcance de
(presenta memorias cada dos años) y Te-
la primera memoria es de un ejercicio fiscal
lefónica Publicidad e Información (que úni-
mientras que la segunda memoria incorpora
camente ha presentado la memoria en el
información de dos ejercicios consecutivos.
ejercicio 2003, in accordance pero no emi-
Además la memoria del año 2004 no te mas memorias).
hace ningún tipo de referencia ni justifica la
Vemos que compañías del mismo grupo
ausencia de emisión en el ejercicio 2003.
empresarial no cumplen con un criterio pro-
En concreto la única referencia en la me-
pio de uniformidad, parece ser que cada fi-
moria respecto a este problema aparece
lial emite la memoria cuando lo cree oportu-
en la página sexta, donde menciona que la
no, con una ausencia de criterio claro.
memoria «realiza un seguimiento de los ob-
jetivos del último trienio y cuantificamos los
avances producidos durante el periodo».
5. CONCLUSIONES
A este aspecto comentar que la Guía
GRI-2002 en la página 41 dentro de las La teoría de los stakeholder nos estable-
notas generales establece: «4. Marcos ce un contexto empresarial y social abierto
temporales y objetivos: Como mínimo, las donde existe continuamente inter-actuacio-
organizaciones informantes presentarán nes entre los diferentes agentes económi-
indicadores sobre el período actual (por cos y sociales y las compañías. Dentro de
ejemplo, un año) y, al menos, dos anterio- estas relaciones tenemos la comunicación
res, además de los objetivos futuros, en empresa-sociedad, en concreto la revela-
los casos en los que hayan sido estable- ción de información respecto a la actuación
cidos». social y medioambiental de la compañía y
Igor Álvarez Etxeberria, Ainhoa Garayar Erro

los efectos que produce en su entorno. Si con la información social y medioambiental


bien existen diferentes modelos a la hora debido al esfuerzo a la hora de revelar una
de revelar información social y medioam- memoria sostenible «completa». En este
biental (Alvarez y Garayar, 2006), conside- caso, la evolución también es muy positiva
ramos que la propuesta de la GRI es hoy y significativa. Hemos podido comprobar
en día una de las relevantes. que el porcentaje de memorias in accor-
dance es muy importante (sobre todo com-
En nuestro trabajo hemos podido ob-
parado con las emisiones de los países del
servar como en España la evolución de la
entorno), además es un porcentaje estable
emisión de memorias de sostenibilidad se-
ya que en los últimos tres años el porcen-
gún la guía GRI-2002 ha sido muy positiva,
taje se ha mantenido cerca del 70%, a pe-
principalmente entre los años 2002 a 2003,
sar del incremento importante en el núme-
aunque en los años posteriores el creci-
ro de compañías emisoras.
miento también sigue siendo destacable.
Si bien inicialmente la emisión se concen-
A pesar de que los dos primeros fac-
tra en unas pocas multinacionales, la diver-
tores de investigación han generado unas
sidad tanto en tamaño como en sector de
conclusiones positivas en cuanto al com-
actividad aumenta paulatinamente año tras
promiso de las compañías españolas con
año, alcanzando en el 2005 una muestra
la información social y medioambiental,
heterogénea.
en este trabajo hemos pretendido anali-
En cuanto a la interactuación que la teo- zar, tal y como menciona la literatura, al-
ría de los stakeholders propone, hemos gunas compañías realizan este tipo de in-
podido observar como, en algunos casos, formación para mejorar la reputación. Si
donde la competencia del sector se con- bien esta pregunta es compleja, en nues-
centra en unas pocas compañías, como tro trabajo la hemos pretendido responder
por ejemplo el sector bancario o el sector analizando la continuidad en la emisión de
eléctrico, la publicación inicial por parte de las memorias in accordance. A este res-
algunas compañías del sector rápidamente pecto, resaltar que el 28% de las empre-
se traslada a una reacción por parte de la sas españolas analizadas no son continuas
competencia, mediante la emisión de nue- en su emisión de la memoria de sosteni-
vas memorias. bilidad. La casuística es muy variada pero
quizá los casos que más nos han llamado
Otro ejemplo claro de esta interactua-
la atención han sido aquellos en los que las
ción se produce con las Cajas de Ahorros.
empresas han emitido su memoria un solo
La emisión por parte de la CECA de la me-
año, incluso una memoria in accordance
moria de sostenibilidad genera un efecto
para luego abandonar esta práctica. En-
importante en las cajas asociadas produ-
tre este grupo de empresas hemos resal-
ciéndose ese mismo año un incremento de
tado el caso de una empresa en concreto,
cajas emisoras muy relevante.
que tras validar su memoria de sostenibili-
También hemos pretendido analizar la dad con AENOR (primera empresa agroa-
característica de in accordance. La emi- limentaria española y única pyme que po-
sión por parte de la compañía de una me- see este certificado), se alza con dos de
moria in accordance supone una evidencia los cinco Premios Europeos de Medio Am-
de compromiso por parte de la compañía biente a la Empresa, convocados por la Di-
Incidencia de la GRI-2002 en las emisiones de memorias sostenibles

rección General de Medio Ambiente de la persiguen mejorar la comunicación con los


Comisión Europea. agentes mediante la revelación de informa-
ción útil para la toma de decisiones, sino
De nuestro trabajo podemos concluir
que su objetivo está más relacionado con
que uno de los problemas actuales de la
la reputación. Un elemento esencial para
información social y medioambiental emiti-
lograr la reputación es la comunicación de
da por las empresas españolas que utilizan
la información relativa al comportamiento
la GRI-2002 es la falta de comparabilidad.
ético y su impacto social y medioambiental
En muchos casos después de un esfuer-
(Gray et al., 1996). 335
zo inicial emitiendo una memoria completa,
las compañías dejan de publicar. Este dato
Por otro lado, es positivo conocer que la
nos hace dudar sobre cual es realmente
tendencia a la hora de revelar memorias está
el interés de emitir la información puntual-
cambiando tal y como puede observarse en
mente, tal vez figurar en la lista (publicada
el presente trabajo, y por lo tanto, la mayo-
en la Web de la GRI) en vez de suministrar
ría de de las compañías revelan información
información a los usuarios.
comparable a través de los años, lo que nos
El estudio nos ha revelado que duran- proporciona una información útil sobre la ac-
te los tres primeros años un porcentaje im- tuación de la compañía. Si bien únicamen-
portante de compañías emisoras no ha re- te la mitad de las compañías que iniciaron la
velado informes de una manera continua. publicación en el 2001 son continuas, este
Posiblemente esta situación es compren- porcentaje aumenta anualmente hasta llegar
sible en esta fase inicial. Sin embargo pa- al 72% para aquellas compañías que inicia-
rece que las compañías discontinuas no ron su publicación en el 2004.
Igor Álvarez Etxeberria, Ainhoa Garayar Erro

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337
Igor Álvarez Etxeberria, Ainhoa Garayar Erro

ANEXO

Cuadro A.1

2001 2002 2003 2004 2005

i.a. no i.a. i.a. no i.a. i.a. no i.a. i.a. no i.a. i.a. no i.a.

Abengoa X X

Abertis X X X

Acciona S.A. X

AECA X X X

AGBAR X X

Alta velocidad Renfe X

ASEPEYO X

BANCAJA X X

BBVA X X X

Banco Popular X X

Banco sabadell X X

Banco Santander Central Hispano X X X X

BASF Española S.A. X X X

Bilbao Bizkaia Kutxa (BBK) X X X X

Bodega Pirineos X

Caixa Cataluña X X

Caixa galicia X X X

Caja de Ahorros Castilla la Mancha X

Caja de Ahorros de Badajoz X

Caja de Ahorros el Monte X X

Caja España X

Caja Granada X

Caja Laboral X

Caja Madrid X X

Caja Navarra X X
Incidencia de la GRI-2002 en las emisiones de memorias sostenibles

Cuadro A.1 (continuación)

2001 2002 2003 2004 2005

i.a. no i.a. i.a. no i.a. i.a. no i.a. i.a. no i.a. i.a. no i.a.

Caja San Fernando X

Caja Vital X
339
Cementos Alza X

Cementos Rezola Sociedad Financiera y Minera S.A. (FYM) X X

CEPSA X X X

Cercanías renfe X

Collegi Censors Jurats de Censors Jurats des Comptes de Catalunya

Conf. Española de Cajas de Ahorros (CECA) X

Contratas y Obras Empresa Constructora S.A. X X X

Corporación Uniland X

Diageo España X

DKV Seguros X X X

EMASESA Aguas de Sevilla X X X

ENDESA S.A. X X X X X

Enusa X

Ericsson España S.A. X X

Euskaltel X

FCC Construcción S.A. X X

FREMAP X X X

Fundación Grupo Eroski X X

Fundició Dulcit Benito S.L. X

GAMESA CORPORACIÓN TECNOLÓGICA S.A. X X X

Gas Natural X X X X

Gestevisión Televisión X

Granitos Triturados X

Grupo ACS X X
Igor Álvarez Etxeberria, Ainhoa Garayar Erro

Cuadro A.1 (continuación)

2001 2002 2003 2004 2005

i.a. no i.a. i.a. no i.a. i.a. no i.a. i.a. no i.a. i.a. no i.a.

Grupo Cementos Portland X

Grupo CESPA X X X

Grupo ENCE X X

Grupo Eroski X X

Grupo Ferrovial S.A. X X X X

Grupo Larcovi X X X X

Grupo SOS X X

Grupo Trasga X

Harineras Villamayor X X X

HC Energía X

Hidrocantábrico X X

Holcim X

Hospital general de Vic X

Hospital Universitario Virgen De Las Nieves X X

Ibercaja X

Iberdrola S.A. X X X X X

Iberia X X X X

Idecon X X

Indra X X X

Industria de Diseño Textil S.A. (Inditex) X X X X

Javierre S.L. X X

Kairos X

KH Loreda X X

KUTXA X X

Laminados Villapol X
Incidencia de la GRI-2002 en las emisiones de memorias sostenibles

Cuadro A.1 (continuación)

2001 2002 2003 2004 2005

i.a. no i.a. i.a. no i.a. i.a. no i.a. i.a. no i.a. i.a. no i.a.

Lemona Industrial S.A. X

LISAPAM X X
341
Maderas Villapol X

Mango X X

MCC X X X

Metro Bilbao X X

MP Corporación Industrial X X

OHL X X X

Red Eléctrica de España S.A. X X X

Renfe X

Repsol YPF X X X X X

Sanitas X

Telefónica de España X X X

Telefónica de Investigación y Desarrollo (Telefónica I+D) X X

Telefónica Móviles España X X X

Telefónica Móviles S.A. X X X

Telefónica Publicidad e Información S.A. (TPI) X

Telefónica S.A. X X X X

Telefónica Soluciones X

Transportes urbanos de Sevilla X X

Unicaja X

Unión Fenosa X X X

Vodafone España S.A. X X X

TOTAL 0 6 6 12 29 15 42 21 51 25

i.a.: in accordance
no i.a.: no in accordance
Valoración de la garantía de
los planes de pensiones en España

342
Algunas reformas de la Seguridad Social incentivan u obligan a los individuos a pasar desde un
sistema de pensiones con prestación definida gestionado públicamente a otro de aportación defi-
nida gestionado privadamente. En este trabajo se utiliza el análisis de derechos contingentes para
valorar garantías gubernamentales asociadas a fondos de pensiones individuales. Se consideran
dos tipos de garantía sobre la tasa de rendimiento del fondo: un rendimiento mínimo fijo y un ren-
dimiento mínimo relativo al propio sector. El valor de cada una de estas garantías se calcula para
una muestra representativa de fondos de pensiones españoles del sistema individual.

Gizarte Segurantzaren hainbat erreformak pentsio-sistema aldatzera bultzatu edo behartu du jen-
dea: hain zuzen, prestazio definituko pentsio-sistema publiko batetik, ekarpen definituko pentsio-
sistema pribatu batera aldatzera. Lan honetan kontingentzia baten ondoriozko eskubideen azterketa
baliatzen da, pentsio-funts indibidualei lotutako gobernu-bermeen balorazioa egiteko. Funtsaren
etekin-tasaren gaineko bi berme-mota hartu dira kontuan: gutxieneko etekin finkoa eta sektoreari
dagokion gutxieneko etekina. Berme horietako bakoitzaren balioa kalkulatu da, Espainiako sistema
indibidualeko pentsio-funtsen lagin adierazgarri baterako.

Many Social Security reforms either encourage or require individuals to switch from a government-run
defined benefit pension fund to a privately-run defined contribution system. In this paper, contingent
claims analysis is used to price government guarantees on defined contribution pension funds. Two
types of guarantees of return for an individual’s pension fund are considered: a fixed minimum rate
of return and a minimum rate of return related to the sector’s average return. The values for each of
these guarantees are computed for a representative sample of Spanish pension funds.

Ekonomiaz N.o 65, 2.o cuatrimestre, 2007


José Manuel Chamorro Gómez1
Instituto de Economía Pública
Universidad del País Vasco, UPV-EHU

ÍNDICE

1. Introducción
2. Valoración de las garantías sobre las tasas de rendimiento de un fondo de pensiones 343
3. El caso español
4. Conclusiones
Referencias bibliográficas
Palabras clave: Planes de pensiones, aportación definida, garantías gubernamentales, tasas de rendimiento

N.o de clasificación JEL: G13, G23, H4, H55

1. INTRODUCCIÓN inversión, ostensible tras las caídas de las


cotizaciones bursátiles en años recientes.
El envejecimiento de la población está
haciendo que los sistemas de pensiones En principio, las garantías pueden mitigar
públicas basados en el método de repar- el riesgo del ahorro con destino a la jubila-
to, como el español, afronten actualmen- ción de un individuo. Ahora bien, previamen-
te grandes compromisos no capitalizados. te a la instauración de cualquier garantía de-
Ante la constatación de que los trabajado- ben responderse algunas preguntas: ¿qué
res son cada vez más vulnerables a la in- forma deberían adoptar?, ¿cuánto cuesta
certidumbre inherente a dicha situación, nu- proveerlas?, ¿cómo deberían encajar en los
merosos gobiernos de países desarrollados sistemas de pensiones reformados? Se tra-
están animando u obligando a los individuos ta de cuestiones relevantes, dado que cual-
a invertir en sus cuentas de retiro propias: quier garantía necesita un diseño cuidadoso.
de aportación definida o defined contribu- Cabe preguntarse, así mismo, si es el go-
tion, (en adelante DC). El problema es que bierno quien debiera otorgar tales garantías.
su renta de jubilación se ve así parcial o to- En principio, no parece haber ninguna ra-
talmente expuesta al denominado riesgo de zón por la cual deba hacerlo necesariamen-
te. La evidencia empírica sugiere, sin embar-
* El autor agradece las valiosas aportaciones efec- go, que los gobiernos a menudo consideran
tuadas por los evaluadores en el proceso de revisión necesario ofrecer algún tipo de garantía (por
del artículo.
1 Este trabajo ha sido presentado en la Universidad ejemplo, para hacer las reformas emprendi-
del País Vasco, el VII Encuentro de Economía Aplicada das políticamente más atractivas al público).
y el XXIX Simposio de Análisis Económico. Agradez-
En otras ocasiones, puede que no haya un
co a un evaluador anónimo sus valiosos comentarios,
pues han contribuido a corregir errores y subsanar ca- esquema de garantía explícito, pero los indi-
rencias; cualquier error es, sin embargo, responsabili- viduos aun así la consideren y anticipen una
dad exclusivamente mía. Igualmente, agradezco la ayu-
da financiera recibida de los proyectos de investigación
garantía implícita (es decir, tengan la sospe-
SEC2001-0687 y 9/UPV00I01.I01-14548/2002. cha fundada de que, si en el futuro la situa-

Ekonomiaz N.o 65, 2.o cuatrimestre, 2007


José Manuel Chamorro Gómez

ción se vuelve realmente complicada, el go- sería sólo el 0’2% de todas las aportaciones
bierno es demasiado poderoso como para después de diez años, y caería a cero poco
no hacer nada, y acudirá al rescate). En am- después. Incluso si la garantía compensa-
bos casos, la garantía conlleva un compro- se a la inflación («garantía del principal real»),
miso para el gobierno, que conviene valorar el coste sería todavía muy bajo: el 2% de las
de manera adecuada. contribuciones a los diez años, y disminui-
ría al 0’5% de las aportaciones después de
Básicamente, un garante de una pen-
cuarenta años. La razón por la que la garan-
sión capitalizada está ofreciendo una op-
tía se abarata con el tiempo es que el valor
ción de venta (el derecho a vender algo a
del principal, ya sea nominal o real, se reduce
un precio predeterminado) a los individuos.
como proporción del valor total esperado de
Si la cartera del fondo obtiene unos rendi-
la cuenta —que incluye tanto el interés acu-
mientos decepcionantes y, en consecuen-
mulado como las ganancias de capital—.
cia, la cuenta de retiro proporciona menos
renta que el nivel garantizado, entonces la En el segundo caso, a los participantes en
opción de venta tendrá valor positivo (es- el plan se les promete que las prestaciones
tará «in the money»), la generación que se que recibirán de la Seguridad Social (SS) al
retira cobrará y el garante pagará.2 jubilarse serán al menos tan altas como una
anualidad mínima, independientemente del
El coste de una garantía depende de qué
comportamiento efectivo de su cuenta indi-
forma adopta ésta, cuánto tiempo dura y
vidual.4 Ahora, Lachance y Mitchell (2002)
qué inversiones se permiten en la cuenta.
muestran que el coste de garantizar una
Con respecto al primer aspecto, las garan-
renta mínima para un fondo que está inverti-
tías pueden clasificarse en dos categorías
do al 50% en acciones es considerable y au-
generales, según aseguren una tasa de ren-
menta con el tiempo. A los diez años, costa-
dimiento mínima o una prestación mínima.
ría el 8’1% de las contribuciones, y aumenta
En el primer caso, los participantes en el
al 16’1% a los cuarenta años. Esto contradi-
plan tienen derecho a recibir pagos al menos
ce la creencia popular de que las acciones
iguales a sus contribuciones al sistema más
se vuelven más seguras cuanto más tiempo
alguna tasa de rendimiento; una variante
se mantienen. Ciertamente, los rendimien-
concreta es una «garantía del principal», que
tos anuales brutos de las acciones se hacen
equivale a garantizar una tasa de rendimiento
menos volátiles, pero sucede lo contrario
nominal del cero por ciento3. Estas garantías
con los rendimientos totales (compuestos) a
suelen ser baratas. Así, Lachance y Mitchell
medida que los períodos de conservación se
(2002) calculan que el coste de garantizar
alargan. Ello se debe a que los ahorradores
todo el dinero colocado en una cuenta in-
están expuestos durante más tiempo al ries-
vertida a partes iguales en acciones y bonos
go de un revés realmente serio en el merca-
do de valores.5
2 Referencias útiles en este enfoque son, entre

otras, Bodie (2001), Bodie y Merton (1993), Feldstein


y Ranguelova (2000), Lachance y Mitchell (2002), Pen- 4 En el caso de Chile, si una cuenta individual pro-

nacchi (2002) y Smetters (2002). porciona una renta/pensión inferior al 25% de los sa-
3 En Alemania, por ejemplo, las instituciones finan- larios medios, el Gobierno utilizará los ingresos fisca-
cieras que proporcionan las nuevas cuentas de retiro les para reponerla hasta ese nivel.
individual deben ofrecer una garantía del principal, es 5 Algunos economistas argumentan que las ac-

decir, los ahorradores deben recibir como mínimo el ciones son realmente tan seguras como los bonos
valor nominal de sus aportaciones. o las Letras del Tesoro, y que los inversores empuja-
Valoración de la garantía de los planes de pensiones en España

Limitando ya el análisis al primer tipo, de garantía, por ejemplo, anuales? Cierta-


una clase particular de garantías DC es la mente, la garantía mínima hace a todos los
que asegura las tasas de rendimiento pe- fondos iguales si éstos obtienen unos ren-
riódicas obtenidas por los fondos de pen- dimientos inferiores a los contemplados en
siones en los que los individuos pueden in- la misma, pero los fondos pueden distin-
vertir. Típicamente, se garantiza que cada guirse entre sí en momentos de rendimien-
fondo de pensiones DC obtendrá una tasa tos altos. Por este motivo, un partícipe
de rendimiento anual mayor que un mínimo debe decidir si continúa en el mismo fondo
predeterminado, el cual puede ser absolu- o se pasa a otro (suponiendo que tal movi- 345
to o relativo. En este trabajo se explora el lidad está permitida, aunque sea respetan-
coste de garantizar un rendimiento mínimo do unos plazos mínimos de permanencia).
de los planes de pensiones para todo par- En general, la movilidad vendría determi-
ticipante en un plan DC.6 El valor de esta nada por los rendimientos esperados de
garantía se calcula utilizando una muestra cada plan, matizados por su nivel de ries-
representativa de planes de pensiones del go.7 Con respecto a los primeros, el rendi-
sistema individual españoles. miento (performance) previo de los planes
puede servir como un indicador o (proxy)
Ahora bien, ¿qué interés puede tener el
de sus rendimientos futuros. En cuanto al
partícipe de un plan en una garantía sobre
riesgo, las primas de garantía anuales po-
tasas de rendimiento periódicas? Su inte-
drían ser de utilidad para el partícipe.
rés estribaría en que, de esta manera, se
asegura unos niveles de prestaciones de- Además, las primas anuales permitirían
terminados en caso de que la percepción al asegurador ir dotando año tras año las
de las mismas se adelante con respec- reservas necesarias con las que afrontar
to al momento esperado (los 65 años) por los compromisos adquiridos. Finalmen-
alguna contingencia prevista en el plan: te, el supervisor y regulador podría encon-
desempleo prolongado, enfermedad gra- trar útil la información contenida en las pri-
ve, fallecimiento, jubilación a partir de los mas para, entre otras cosas, ir ajustando la
60 años, u otras. De manera similar, ¿qué normativa según evolucionan los aconteci-
interés pueden tener para él unas primas mientos; por ejemplo, la relativa a las posi-
bilidades inversoras de los fondos o a sus
requisitos de recursos propios.
rán las cotizaciones bursátiles hasta niveles sin pre-
cedentes a medida que se den cuenta de ello. Esta El trabajo se organiza en cuatro sec-
visión se basa, entre otras, en la evidencia de que el ciones. Tras esta primera de Introducción,
rendimiento de las acciones es, en relación al de los
bonos o las letras, menos volátil cuando se mide so-
en la segunda se consideran dos tipos de
bre largos períodos de tiempo (véase, por ejemplo, garantía sobre el rendimiento de un plan
Siegel, 1998). Otros, en cambio, matizan este tipo de pensiones: una garantía de rendimien-
de resultados y de conclusiones (véase Campbell,
2000, y las referencias que ahí se citan). to fijo y una garantía de rendimiento relati-
6 Las garantías de pensiones DC difieren de las ga- vo al comportamiento de otros fondos de
rantías públicas más tradicionales de fondos de pen- pensiones. En la tercera sección se calcu-
siones privados de prestación definida (o «defined
benefit», DB), como la proporcionada en EE.UU. por la el coste de las garantías anteriores para
la Pension Benefit Guaranty Corporation (PBGC); en
relación con esta última, pueden verse, entre otros,
Marcus (1987), Pennacchi y Lewis (1994), Lewis y 7 Agradezco al evaluador su aportación en este

Pennacchi (1999). punto.


José Manuel Chamorro Gómez

una muestra de planes de pensiones espa- En esta expresión, αS es la tasa espe-


ñoles, tanto global como por segmentos. rada de rendimiento en los títulos del fon-
La cuarta y última recoge las conclusiones do, σS es la desviación típica de la tasa de
principales. rendimiento de su cartera de valores, y dzS
es la diferencial de un proceso de Wiener
estándar. Aquí se supone que σS es cons-
2. VALORACIÓN DE LAS GARANTÍAS tante, pero αS podría, en general, cambiar
SOBRE LAS TASAS DE RENDIMIENTO de manera estocástica. Además, se supo-
DE UN FONDO DE PENSIONES ne que existe un activo que paga una tasa
de rendimiento real constante y libre de
En esta sección se presenta el trabajo riesgo, r.
de Pennacchi (1999), cuya metodología se
aplica al mercado español en la sección si- Considérese una garantía de un rendi-
guiente. Se abordan dos tipos de garantías miento real mínimo fijo igual a m, tal como
sobre la tasa de rendimiento de un fondo m = 0’02. Si esta garantía se establece a
de pensiones otorgadas por los Gobiernos. partir del momento inicial 0 y hasta la fecha
Se considera primero una garantía sim- τ, entonces su valor viene dado por una
ple de rendimiento mínimo fijo (caso Uru- opción de venta ordinaria (de tipo Black y
guay); después, se hace lo propio para un Scholes, 1973), con un precio de ejercicio
rendimiento mínimo que es función del ren- X = Semτ. Si se denota el valor de esta ga-
dimiento medio sectorial (caso Chile). rantía por H, entonces:

  8i ÀT ­ ` Ó ® - ­ `£® 
2.1. Una garantía de rendimiento  -i “T ÀT ­ ` Ó ® - ­ `£®  (2)
mínimo fijo
­“ À ®T
 - ¨i ­ ` Ó ® ­ `£® · y -…­T ®
ª ¹
El sistema de pensiones de Uruguay per-
mite fondos de pensiones tanto públicos donde:
como privados. En el caso de los fondos
públicos (no así en el de los privados), el go- `£  ­À “ ä ¿ xS -Ó ®T É ­S - T ® , y
bierno garantiza a los partícipes un rendi- ` Ó  `£ S - T
miento mínimo anual real del 2%. Por tanto,
un fondo que gana menos que un 2% en un Dado que el precio de ejercicio es pro-
año dado requiere una transferencia del go- porcional a S, el valor de la opción (garan-
bierno para cubrir la diferencia. tía) es también proporcional a S.
Denotando por S el valor actual de los
Ahora, considérese una garantía de ren-
títulos de un fondo, supóngase que la
dimiento mínimo m que comienza en algu-
tasa de rendimiento real instantánea de
na fecha futura y y dura τ períodos. Sea la
su cartera, dS/S, sigue el proceso esto-
fecha actual 0 y denótese el valor actual
cástico:
de esta garantía como H(0,y,τ). El precio
de ejercicio de esta garantía, X = S( y)emτ,
`-
 A - `Ì S - `â - (1) es proporcional al valor de la cartera futu-
-
ra del plan al comienzo del período de ga-
Valoración de la garantía de los planes de pensiones en España

rantía, S( y), el cual es desconocido en la 2.2. Una garantía de rendimiento


fecha actual.8 En ausencia de oportunida- mínimo relativo
des de arbitraje, puede probarse que exis-
te una medida de probabilidad «neutral al En Chile, a cada uno de los fondos de
riesgo» tal que: pensiones privados se le exige que obten-
ga una tasa de rendimiento real anual que
H(0,y, τ) = e –ryẼ0 [S( y)h(τ)] = es función del rendimiento real anual me-
(3)
= e –ryh(τ)Ẽ0 [S( y)] dio obtenido por todos los fondos de pen-
siones privados del país. En particular, la 347
donde Ẽ0 [·] es la expectativa en el momen- ley obliga a que los rendimientos reales
to 0 tomada bajo la medida neutral al ries- igualen o superen el menor de: (1) el rendi-
go. Dicho con otras palabras, la expecta- miento real medio de todos los fondos de
tiva se calcula bajo el supuesto de que la pensiones menos un 2%, (2) la mitad del
tasa de rendimiento de los activos del plan rendimiento real medio de todos los fon-
es igual al tipo de interés seguro, es decir, dos de pensiones. Si Ra denota el rendi-
αS = r. En este caso, Ẽ0 [S( y)] = Sery, donde miento anual medio (ex post) conseguido
S es el valor en la fecha actual 0 de los tí- por todos los fondos, entonces cada uno
tulos del fondo. Así: debe ganar al menos min[R a – α , β R a],
donde α = 0’02 y β = 1/2.9 Como salva-
H(0,y, τ) = e –ryh(τ)Ẽ0 [S( y)] = guardia, cada fondo debe mantener una
(4) reserva de capital de, al menos, el 1% del
= e –ryh(τ)Sry = Sh(τ)
valor de su cartera de pensiones, que
debe invertirse en una cartera cuya com-
Si un Gobierno establece esta ga-
posición refleja la del fondo de pensiones
rantía sobre una base anual, entonces:
bajo gestión. Si el rendimiento del fondo es
H(0,y,1) = Sh(1).
menor que min[Ra – α, β Ra], entonces debe
Puede demostrarse que si el valor de la compensar la diferencia con su capital y re-
garantía anual es estrictamente positivo, poner éste al cabo de 15 días. Si no lo
h(1) > 0, y la tasa de crecimiento real del hace, la licencia del fondo sería revocada.
fondo (debida a nuevas contribuciones ne- Por tanto, dado un coeficiente de capital
tas) es no negativa, el valor de esta garan- de c = 0’01, el gobierno está expuesto a
tía crece sin límite a medida que el número pérdidas si un fondo gana menos que
de años consecutivos sobre los que recae min[Ra – α, β Ra] – c = min[Ra – α – c, β Ra – c].
la garantía del gobierno se hace arbitra-
A fin de valorar esta garantía para un
riamente grande. Por tanto, los gobiernos
fondo dado, se supone que la tasa de ren-
debieran ser cautos cuando se plantean
dimiento de su cartera de activos viene
establecer o no tales garantías duraderas,
dada por el proceso de la ecuación (1). La
en especial si se espera que los fondos de
tasa de rendimiento media de todos los
pensiones crezcan sustancialmente.

8 Este tipo de garantía es similar a una opción de 9 Así, si Ra supera el 4%, entonces cada fondo

contrato a plazo (forward start), la cual puede valo- debe ganar al menos 1/2Ra. Para valores de Ra me-
rarse utilizando la técnica «neutral al riesgo» de Cox y nores de 4, cada fondo debe obtener al menos Ra-2
Ross (1976), que Harrison y Kreps (1979) generaliza- por ciento; si Ra es menor de 2 no hay ninguna obli-
ron en la teoría de «valoración por martingalas». gación.
José Manuel Chamorro Gómez

fondos es dSa /Sa; se supone que Sa sigue se como αv – qv, donde αv ≡ αa – (1 – β)ϕσa,
un proceso similar: qv ≡ (1 – β)(σa – ϕσa) + c = (1 – β)r + c,
siendo ϕ el precio de mercado del riesgo
`-> del proceso dza, y r el tipo de interés sin
 A >`Ì S >`â > (5)
-> riesgo.

El pago de la garantía del gobierno para


donde dzS dza = ρ dt, de modo que ρ es la
un fondo dado puede ahora escribirse en
correlación instantánea entre el rendimiento
términos de las ecuaciones (1), (6) y (7).
de la cartera individual del fondo y el rendi-
Concretamente, el valor de la garantía de
miento de todos los fondos.10
una tasa de rendimiento relativa con inicio
Tomando como base la ecuación (5), en la fecha y que dura τ períodos es aná-
considérense los dos fondos de «referen- logo a una opción europea de intercambiar
cia» siguientes, cuyos valores son X y V, los activos del fondo individual, S( y + τ), y
respectivamente: obtener min[X( y + τ), V( y + τ)]. Esta garan-
tía se asemeja a una opción para intercam-
Fondo de referencia 1:
biar un activo arriesgado por (una función
`8 de) otro también arriesgado.
 ­A > µ Ý ®`Ì S >`â > (6)
8
Así, Margrabe (1978) examina el valor
Fondo de referencia 2: de una opción de intercambiar un activo
arriesgado (de precio S) por otro (X, o V ).
`6
 ­BA > V ®`Ì BS >`â >  Resulta útil tomar el primer activo como
6 (7) numerario y normalizar el precio del se-
 ­AÛ µÛ ®`Ì BS >`â >
gundo por el del primero; se definen así
x ≡ X/S y v ≡ V/S. Aplicando después el
Estos dos fondos proporcionan criterios Lema de Itô, se obtiene el proceso que fija
(benchmarks) para determinar los pagos de el rendimiento de x y v. Existe entonces
las garantías. Nótese que el proceso de X una medida de probabilidad neutral al ries-
es igual al de Sa, pero con una tasa de ren- go tal que el valor de la garantía es igual a
dimiento menor en qx = α + c. El proceso S( y) veces una opción de compra europea
de V es similar al de Sa, excepto en que sobre min[x( y + τ), v( y + τ)], donde x y v tie-
sus incrementos son β veces los de Sa, nen las tasas de dividendo qx y qv, respec-
menos un descuento adicional en el creci- tivamente, el tipo de interés sin riesgo es 0
miento de c. En ausencia de oportunida- y el precio de ejercicio es 1.
des de arbitraje, puede demostrarse que la
tendencia de la ecuación (7) puede escribir- Ahora, supóngase que y es la fecha ac-
tual, siendo S, x y v los valores actuales
10 Si todos los fondos individuales siguen un proce- (conocidos) de los tres activos. Stulz (1982)
so como el de la ecuación (1), la tasa de rendimiento y Johnson (1987) analizan opciones eu-
media no se ajustará exactamente a la ecuación (5).
ropeas sobre el mínimo o el máximo de
Sin embargo, esta última será una buena aproxima-
ción a la verdadera media si el fondo individual es su- dos o más activos arriesgados. En nuestro
ficientemente pequeño en relación con el total. Esto caso, el valor de la opción de compra so-
es similar a la práctica habitual de modelar un proce-
so de difusión con volatilidad constante tanto para ac-
bre el mínimo de dos activos (garantía) vie-
ciones individuales como para índices bursátiles. ne dado finalmente por:
Valoración de la garantía de los planes de pensiones en España

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ª £ Ó ¹ 349

donde: taciones no sustituyen a las preceptivas en


el régimen correspondiente de la SS.11
— σ1 ≡ (σ 2a + σ 2s – 2ρσaσs)1/2,
— σ2 ≡ (β2σ 2a + σ 2s – 2ρβσaσs)1/2, Los fondos de pensiones son patrimonios
creados al objeto exclusivo de dar cumpli-
— σ ≡ σa(1 – β),
miento a planes de pensiones. Cada fon-
— ρ12 ≡ (βσ 2a – σaσsρ (1 + β) + σ 2s)/(σ1σ2), do puede integrar uno o varios planes de
— y N2(.,.,.) denota la función de distri- pensiones. Un fondo de pensiones está ad-
bución normal bivariante. ministrado por una entidad gestora, con el
concurso de una entidad depositaria y bajo
Tal como sucedía en el caso anterior con la supervisión de una comisión de control.
un rendimiento mínimo fijo, esta garantía es Por encima se encuentra la supervisión del
también proporcional a S, el valor actual de Ministerio de Economía y Hacienda, por
los activos del fondo. Por tanto, el valor en la medio de la Dirección General de Seguros y
fecha 0 de una garantía anual a partir del pe- Fondos de Pensiones, que es el organismo
ríodo y será: H(0,y,1) = Sh(1). Si el gobierno responsable del control de los planes y fon-
establece esta garantía anual sobre n años dos de pensiones, de sus entidades gesto-
consecutivos y, además, el patrimonio de los ras y depositarias, de los auditores de los
fondos crece como consecuencia de apor- fondos y de los actuarios de los planes.
taciones netas a una tasa g, el valor total de
la garantía puede crecer de nuevo sin límite Según la naturaleza del sujeto consti-
cuando n→∝ si h(1) > 0 y g ≥ 0. tuyente, los planes de pensiones pueden
pertenecer al sistema de empleo (el pro-
motor es cualquier entidad, sociedad o
3. EL CASO ESPAÑOL empresa, y los partícipes son sus emplea-
dos), al sistema asociado (el promotor es
Los planes de pensiones definen el de- cualquier asociación, sindicato o gremio, y
recho a percibir rentas o capitales (por jubi- los partícipes son sus asociados y miem-
lación, supervivencia, viudedad, orfandad o bros), o al sistema individual (el promotor
invalidez), las obligaciones de contribución es una o varias entidades financieras, y sus
a los mismos y las reglas de constitución partícipes son cualquier persona física).
y funcionamiento del patrimonio que ha de
afectarse al cumplimiento de los derechos. 11 Véase el R.D. Legislativo 1/2002, de 29 de no-

Se constituyen voluntariamente, y sus pres- viembre, y el R.D. 304/2004, de 20 de febrero.


José Manuel Chamorro Gómez

Actualmente, el 50% de la población 2005). Ello permite aventurar, en los años


ocupada tiene ya constituido un plan de próximos, un fuerte crecimiento de este
pensiones. En cuanto a la edad de los sector, consolidando la actual tendencia
partícipes, según los datos de la Dirección hacia un sistema integrado de pensiones,
General de Seguros y Fondos de Pensio- en el que una parte sustancial del segundo
nes, el 63’4% de quienes hicieron aporta- pilar y todo el tercer pilar serán de capita-
ciones en 2003 a planes del sistema indivi- lización.
dual tenía menos de 51 años. Además, de
acuerdo con los datos de la memoria pu- El cuadro n. o 1 proporciona informa-
blicada en 2002 por la Administración Tri- ción sobre la evolución reciente del sector
butaria, referida al ejercicio 2001, el 51% en general y de cada sistema en particular.
de los aportantes a planes de pensio- El número de planes de pensiones regis-
nes declararon unos ingresos inferiores a trados a 31 de diciembre de 2004 fue de
21.000 euros, y el 79% por debajo de los 2.862. Por su parte, el número de fondos
36.000 euros. Estos datos sugieren que la de pensiones, al cierre del año, alcanzó la
conveniencia de complementar las pen- cifra de 919. El número de cuentas de par-
siones de jubilación a través de planes de tícipes aumentó en 2004 un 16% con res-
pensiones es asumida por todas las capas pecto al año anterior. El número de partíci-
de la población española, cualquiera que pes al cierre del ejercicio se estima en seis
sea su edad o nivel de ingresos (Inverco, millones. Con respecto al volumen de acti-

Cuadro n.o 1
Los planes de pensiones en España

Número de planes N.o cuentas de partícipes


Sistema
2001 2002 2003 2004 2001 2002 2003 2004

Empleo 1.344 1.517 1.436 1.706 566.885 614.996 696.640 1.278.498


Asociado 183 200 212 202 92.941 88.712 88.702 79.464
Individual 658 761 828 954 5.168.114 5.829.358 6.612.317 7.236.304

TOTAL 2.185 2.478 2.476 2.862 5.827.940 6.533.066 7.397.659 8.594.266

Volumen activos (Mill. €) Flujo neto (aportaciones-prestaciones) (Mill. €)


Sistema
2001 2002 2003 2004 2001 2002 2003 2004

Empleo 18.837 21.278 23.597 25.063 2.624 2.521 682 629


Asociado 777 759 838 835 21 16 35 31
Individual 24.214 26.284 31.330 36.944 3.177 3.113 3.587 3.759

TOTAL 43.828 48.321 55.765 62.842 5.822 5.650 4.304 4.419

Fuente: INVERCO (2005).


Valoración de la garantía de los planes de pensiones en España

vos, durante el año 2004, éste se ha incre- En esta sección se calcula el valor de
mentado en 7.077 millones de euros; casi los dos tipos de garantías presentados en
el 80% de dicho incremento es atribuible al la sección anterior para una muestra de
sistema individual. Dicho crecimiento se ha planes de pensiones españoles. 13 Dicha
debido, al menos en parte, a una evolución muestra está constituida por 27 planes
positiva de los mercados de valores en de pensiones del sistema individual, los
2004. También ha contribuido al mismo el cuales han sido seleccionados atendien-
elevado volumen de suscripciones y apor- do a los criterios de antigüedad (al me-
taciones netas, sobre todo en el sistema nos cinco años de actividad) y patrimo- 351
individual y, en menor medida, en el siste- nio (al menos cien millones de euros).14 El
ma de empleo (véase la parte inferior dere- Cuadro 2 recoge la identidad de los pla-
cha del cuadro n.o 1). nes considerados. A 30 de septiembre de
2003, representaban el 47’45% del patri-
Por lo que se refiere al ejercicio 2005 el
monio de todos los planes de pensiones
número de cuentas de partícipes podría in-
del sistema individual, y el 43’34% de los
crementarse en alrededor de 500.000, al-
partícipes.
canzando la cifra de 9’1 millones; el nú-
mero de partícipes en el sistema individual, Al mismo tiempo, a fin de ganar en re-
por su parte, se situaría en unos 7’2 mi- presentatividad, los distintos segmentos de
llones. En cuanto al volumen de activos, la muestra reflejan, en buena medida, su
podría situarse a finales de año en tor- peso relativo en la población total de pla-
no a los 70.000 millones de euros; el in- nes de pensiones. El cuadro n.o 3 recoge
cremento anual se desglosaría en unos algunos estadísticos de la muestra y del
4.000 millones por aportaciones netas y sector en su conjunto. Como puede obser-
unos 3.200 millones por rentabilidad de los varse, la composición de la muestra está
activos. Al igual que en 2004, el motor de ligeramente sesgada a favor de los planes
dicho crecimiento sería el sistema indivi- de renta fija mixta, mientras que los de ren-
dual, por su mayor dinamismo. ta fija pura y los de renta variable están in-
fraponderados.
A su vez, los planes de pensiones del
sistema individual se clasifican en cinco Todos los datos empleados se han ob-
grupos, según sea la naturaleza de sus tenido de las estadísticas mensuales con-
inversiones:12 Renta Fija (la cartera no pue- secutivas publicadas por INVERCO, las
de contener activos de renta variable), cuales comienzan en abril de 2002. En
Renta Fija Mixta I (la renta variable no su- ellas se ofrece información sobre las renta-
pera el 15%), Renta Fija Mixta II (la ren- bilidades anualizadas a 1, 3, 5 y más años
ta variable oscila entre el 15% y el 30%), de plazo. Aquí se han considerado las ren-
Renta Variable Mixta (la renta variable re-
presenta entre el 30% y el 75%), y Renta 13 Una cuestión relacionada con la garantía de ren-

Variable (supera el 75%). dimiento, pero distinta, es la eficacia de la gestión en


los planes de pensiones. Ferruz y Sarto (1993, 1997)
analizan desde el punto de vista financiero la gestión
(«performance») de los planes de pensiones en Es-
12 También hay un número reducido de planes dis- paña.
tintos, más sofisticados, como los planes garantiza- 14 La excepción es SCH Renta Variable Global, in-

dos, para los que existe garantía externa de un deter- cluido en la muestra para evitar que un segmento es-
minado rendimiento, otorgada por un tercero. tuviera representado por un solo fondo.
José Manuel Chamorro Gómez

Cuadro n.o 2
Planes de pensiones incluidos en la muestra
(cifras a 30-09-2003)

Partícipes Patrimonio Rto. Medio Volatilidad Coef.


(miles €) (miles €) (%) (%) Correl.

Renta Fija
RG-UNO RENTA FIJA 111.113 461.931 –0’58 1’54 0’89
SCH RENTA FIJA 96.236 762.035 –0’08 1’22 0’07
PLAN CAIXA 1 187.926 964.213 –0’15 1’42 0’22
BBVA PLAN RENTA FIJA 117.998 642.828 0’02 1’40 0’56
EUROPOPULAR RENTA 53.514 209.106 –0’93 0’51 0’20
CAJAMADRID RENTA 46.019 355.837 –1’40 0’41 0’35
PLANCAIXA 10 AHORRO 29.731 209.092 0’06 0’75 –0’18
IBERCAJA PENSIONES 39.939 194.716 0’82 1’52 0’67

Renta Fija Mixta I


P.5P.B. VITALICIO 19.134 190.986 –2 2’09 0’96
SCH RF MIXTA 85/15 183.104 848.745 –3’9 1’72 0’92
CAVALPENSIÓN 98.144 454.532 –2’05 1’71 0’74
PLAN CAIXA 40 51.064 191.938 –3’02 1’38 0’94
BBVA PLAN 50 27.737 186.938 –2’19 2’19 0’92

Renta Fija Mixta II


IND. WINTHERTUR 40.178 448.797 –4’99 4’24 0’99
BBVA INDIVIDUAL 461.143 2.396.464 –4’94 2’69 0’92
EUROPOPULAR VIDA 228.731 1.208.171 –7’34 4’33 0’95
P.P. MAPFRE MIXTO 53.117 380.034 –4’4 3’66 0’98
SCH RF MIXTA 70/30 115.435 509.230 –7’6 3’69 0’98
P.P. CAJAMADRID 133.105 770.071 –5’07 4’31 0’99
TOTAL CAIXA CATALUNYA 126.619 261.766 –6’05 4’37 0’99
BANESTO R.F. MX 70/30 106.555 499.286 –7’82 3’87 0’98

Renta Variable Mixta


MULTIP. ATLAN. PAPPI 40 33.440 175.865 –13’1 7’80 0’95
SCH RENTA VBLE. MX 103.965 457.817 –18’6 9’07 0’94
BBVA PLAN 30 64.794 208.437 –11’4 8’17 0’98
PLAN CAIXA 20 32.915 124.179 –13’7 7’10 0’88

Renta Variable
BBVA PLAN R.V. 60.082 182.089 –23’8 13’8 0’93
SCH R.VBLE. GLOBAL 33.322 72.277 –27’6 14’4 0’95

Fuente: INVERCO y elaboración propia.


Nota:
— Rto. Medio: media aritmética de la serie mensual de rendimientos anuales reales;
— Volatilidad: desviación típica de la serie mensual de rendimientos anuales reales;
— Coef. Correl.: coeficiente de correlación entre los rendimientos reales de cada plan de pensiones y el rendi-
miento medio (ponderado por patrimonio) de la muestra.
Valoración de la garantía de los planes de pensiones en España

Cuadro n.o 3
Estadísticos descriptivos
(cifras a 30-09-2003)

Patrimonio Partícipes
Segmento
% del sector % de la muestra % del sector % de la muestra

Renta Fija 34’76 28’42 28’66 25’70


353
R. Fija Mixta I 13’91 14’01 12’59 14’28
R. Fija Mixta II 34’34 48’43 33’15 47’64
R. Vable Mixta 11’49 7’22 16’13 8’85
Renta Variable 5’47 1’90 9’45 3’51

Fuente: INVERCO y elaboración propia.

tabilidades a un año exclusivamente. Así, el tipo de interés del activo sin riesgo se
la rentabilidad al 30-04-2002 incorpora lo considera en términos reales. Con respec-
acaecido desde el 1-05-2001. Los últimos to a la tasa de inflación, ésta corresponde
datos aquí empleados corresponden al a la variación anual del IPC, elaborada mes
30-09-2003. Para cada plan de pensiones a mes por el Instituto Nacional de Estadís-
hay, por tanto, veinte datos mensuales de tica. En cuanto a las series del tipo de inte-
rendimientos a un año, a partir de los cua- rés nominal ( ya sea el de las Letras del Te-
les se han calculado la media aritmética y soro a 1 año, o el de los Bonos a 10 años),
la desviación típica (véase el cuadro n.º 2). la fuente ha sido el Boletín Estadístico del
Banco de España.
Con respecto al período muestral, éste
abarca unos años relativamente adversos
desde el punto de vista financiero (véa-
3.1. Garantía de rendimiento mínimo
se la cuarta columna del cuadro n.o 2). El
fijo (caso Uruguay)
rendimiento medio en términos reales, du-
rante este período, ha sido negativo para
De acuerdo con la expresión (2), el va-
la inmensa mayoría de los planes consi-
lor de la garantía es función de la diferencia
derados. En consecuencia, las primas de
entre el tipo de interés sin riesgo y la tasa
garantía aproximadas más adelante quizá
de rendimiento garantizada, r-m, así como
debieran interpretarse más como cotas su-
de la desviación típica de la tasa de ren-
periores que como valores típicos en épo-
dimiento del fondo, σS. En el cuadro n.o 4
cas más normales.
se muestra el coste porcentual anual de la
Los valores de las garantías aquí estu- garantía, h(1) × 100, como función de r-m
diadas se basan en la tasa de rendimiento para el plan más grande (por patrimonio)
real de cada fondo, del mismo modo que de cada uno de los segmentos.
José Manuel Chamorro Gómez

Cuadro n.o 4
Primas de garantía del plan más grande en cada segmento
(en %)

Renta Fija RF Mixta I RF Mixta II RV Mixta R Variable


r-m PLAN SCH RF BBVA SCH RENTA BBVA
CAIXA 1 MIXTA 85/15 INDIVIDUAL VBLE. MX PLAN R.V.

–0’02 2’07 2’12 2’38 4’75 6’62


–0’01 1,21 1’30 1’65 4’16 6’05
0 0’57 0’68 1’07 3’61 5’50
0’01 0’20 0’29 0’64 3’12 4’99
0’02 0’05 0’10 0’35 2’68 4’51
0’03 0’009 0’028 0’176 2’28 4’07
0’04 0’001 0’005 0’079 1’92 3’66
0’05 0’00008 0’00089 0’032 1’61 3’28

Fuente: INVERCO y elaboración propia.

Como era de prever, el coste de la ga- generar un problema de «selección adver-


rantía aumenta con la volatilidad de las in- sa»: los planes de pensiones menos arries-
versiones del plan, σS, que suele diferir de gados estarían subvencionando, de hecho,
unos planes a otros según el segmento al el comportamiento más arriesgado de sus
que pertenecen (véase el cuadro n.o 2). Así, homólogos. Por su parte, el «riesgo moral»
la volatilidad anual del rendimiento real va puede surgir cuando se establece una pri-
en aumento según se pasa de Plan Caixa 1 ma fija, independiente de la posible gestión
(1’42%) a SCH RF Mixta 85/15 (1’72%), del plan: los gestores podrían tener incenti-
BBVA Individual (2’69%), SCH Renta Vble. vos a arriesgarse en exceso, en tanto que
MX (9’07%) y, finalmente, a BBVA Plan RV pueden aprovecharse de los resultados fa-
(13’8%). Si el rendimiento mínimo garanti- vorables y endosar los desfavorables a la
zado coincide con el tipo de interés real sin agencia aseguradora. A fin de mitigar es-
riesgo (r-m = 0), el valor de esta garantía va tos problemas, parecería necesaria alguna
desde un 0’57% para Plan Caixa 1 hasta combinación de regulación pública y disci-
un 5’5% para BBVA Plan RV. plina de mercado.15
El hecho que la prima de garantía para Por otro lado, el valor de la garantía dis-
un plan de Renta Variable resulte diez ve- minuye cuando la diferencia entre el tipo de
ces mayor que para uno de Renta Fija interés real y la garantía mínima, r-m, au-
muestra con nitidez que cualquier sistema
basado en una prima igual para todos, in- 15 Pennacchi (2002) describe algunas experiencias
cluso si es correcta como media, tenderá a internacionales a este respecto.
Valoración de la garantía de los planes de pensiones en España

Cuadro n.o 5
Primas de garantía ponderadas por patrimonio
(en %)

r-m Renta Fija RF Mixta I RF Mixta II RV Mixta R Variable Muestra

–0’02 2’06 2’14 2’68 4’48 6’69 2’63


–0’01 1’16 1’32 2’00 3’89 6’11 1’88 355
0 0’48 0’70 1’43 3’34 5’57 1’28
0’01 0’15 0’31 0’98 2’85 5’06 0’87
0’02 0’038 0’11 0’65 2’42 4’58 0’60
0’03 0’006 0’035 0’41 2’03 4’13 0’43
0’04 0’0008 0’009 0’25 1’69 3’72 0’31
0’05 0’00007 0’002 0’15 1’39 3’34 0’23

Fuente: INVERCO y elaboración propia.

menta. Así, dado un valor de r, descender de renta fija pura hasta un 5’5% en los de
por la columna primera puede interpretarse renta variable, situándose la media mues-
como reducir el rendimiento mínimo garan- tral en el 1’28%. El valor de esta última os-
tizado, m. En consecuencia, el coste de la cila entre un 0’23% cuando el rendimiento
garantía también disminuye. Nótese, final- real mínimo garantizado es más bien bajo
mente, que el descenso es muy acusado (r-m = 5%) y un 2’63% cuando éste es
en los planes de renta fija, pero menos in- más alto (r-m = –2%).
tenso en los de renta variable.
Una vez calculadas las primas individua-
3.2. Garantía de rendimiento mínimo
les, es sencillo calcular primas agregadas,
relativo (caso Chile)
ya sea por segmento o para la muestra en
su conjunto, ponderadas por los patrimo-
A diferencia del caso anterior, en que lo
nios respectivos (a 30 de septiembre de
importante no es tanto r en sí mismo como
2003). El cuadro n.o 5 muestra estos resul-
la diferencia r-m, ahora es preciso dar un
tados agregados.
valor al tipo de interés sin riesgo en tér-
Como puede observarse, los comenta- minos reales. En principio, tanto las Le-
rios hechos anteriormente con respecto a tras del Tesoro a 1 año como los Bonos
la influencia de σS, por un lado, y de r-m, a 10 años pueden servir como referencia
por otro, se mantienen a nivel más agre- para obtener un tipo de interés nominal
gado, ya se refiera éste al segmento par- (i ). En promedio, durante el periodo consi-
ticular o a la muestra total. Por ejemplo, derado, éste ha sido de un 2’7% para las
para r-m = 0, la media sectorial va desde Letras y un 4’7% para los Bonos. La tasa
un 0’5% aproximadamente para los planes de inflación anual (π), por su parte, ha al-
José Manuel Chamorro Gómez

canzado el 3'3% como media. A partir de Esto es así bajo este esquema de garantía,
la expresión (1 + r ) = (1 + i )/(1 + π), resulta a pesar de que la Renta Fija pura ha sido la
un tipo de interés real que va del –0’58% al forma de riqueza más segura en el periodo
1’35%, respectivamente. En la medida en considerado: (se han obtenido rendimien-
que un tipo de interés real negativo se con- tos reales comprendidos entre el –1’4% y
sidera más bien un fenómeno coyuntural, el 0’82%), mientras que ningún otro plan
aquí se ha optado por un valor de r = 0’01. ha conseguido rentabilidades positivas en
El resto de parámetros se ha establecido al ese periodo (alguno ha llegado a perder
nivel vigente en Chile, esto es, como en la hasta un 27’6%).
Sección 2.2: α = 0’02, β = 1/2, c = 0’01.
No obstante, también se realiza un análisis En los cuadros siguientes se muestra el
de sensibilidad para ver cómo varía el valor valor de h(1) × 100, el coste anual porcen-
de la garantía ante cambios en los mismos. tual de esta garantía, al nivel agregado para
distintas combinaciones de parámetros. En
Otra variable que ahora desempeña un cada uno de ellos varía un parámetro dis-
papel importante es el coeficiente de co- tinto, mientras los restantes se mantie-
rrelación entre el rendimiento real de un nen constantes. La fila central constituye
plan de pensiones individual y el prome- el caso base (α = 0’02, β = 1/2, c = 0’01,
dio de todos los planes (que aquí se en- r = 0’01) y aparece en negrita.
tenderá como la media muestral pondera-
da por patrimonio). Concretamente, dado A la hora de interpretar los resultados,
todo lo demás, cuanto mayor es dicha co- es conveniente recordar la estructura de
rrelación, menor es el valor de la garantía. esta garantía. Así, a medida que α aumen-
La intuición es que, al ser un rendimiento ta, la diferencia Ra – α disminuye, de modo
relativo lo que se garantiza, el compromi- que es menor el primer umbral que se le
so adquirido con respecto a un plan cuyo exige superar al rendimiento del plan de
rendimiento es negativo tan sólo es vincu- pensiones. Lógicamente, en estas circuns-
lante cuando éste se desvía sensiblemen- tancias el valor de la garantía disminuye,
te del rendimiento medio del sector.16 Por tal como se observa en el cuadro n.o 6 al
este motivo, la garantía de algunos pla- descender desde cualquier fila a la siguien-
nes de renta fija, a pesar de sus bajas vo- te. En el caso base, el coste de la garan-
latilidades, puede resultar más cara que tía es mínimo para el segmento de Renta
la de otros planes de segmentos a priori Fija Mixta I (0’004%), aumenta ligeramen-
más arriesgados si sucede que su correla- te para la Renta Fija Mixta II (0’01%) y la
ción con la media sectorial es relativamen- Renta Fija (0’1%), llegando a superar el 1%
te baja (para alguno, incluso, dicha corre- para la Renta Variable Mixta y el 3% para la
lación es negativa; véase el cuadro n.º 2). Renta Variable; la media muestral alcanza
el 1’73 por mil del valor del fondo.
16 Es interesante observar que, cuando σ ≤ σ , los
S a En cambio, según β aumenta, la segun-
valores convergen a cero según el coeficiente de cor-
da referencia, β Ra, exigida como mínimo
relación se aproxima a uno, y que cuanto menor es σS
en relación con σa, menor es el valor de la garantía. al rendimiento del plan, aumenta. En este
Sin embargo, si σS >σa, condición plausible para el caso, el valor de la garantía también aumen-
plan típico (pues el riesgo individual es diversificado
por la media), entonces incluso cuando la correlación
ta, tal como se observa en el cuadro n.o 7.
es perfecta, la garantía tendrá un valor positivo. No obstante, el efecto del aumento en β so-
Valoración de la garantía de los planes de pensiones en España

Cuadro n.o 6
Primas de garantía ponderadas por patrimonio (%):
sensibilidad ante cambios en α

α Renta Fija RF Mixta I RF Mixta II RV Mixta R Variable Muestra

0 0’130 0’011 0’140 1’779 3’954 0’310


0’005 0’117 0’007 0’078 1’582 3’767 0’258 357
0’01 0’122 0’008 0’043 1’425 3’555 0’227
0’015 0’113 0’006 0’021 1’253 3’341 0’197
0’02 0’100 0’004 0’010 1’095 3’134 0’173
0’025 0’083 0’002 0’004 0’952 2’936 0’151
0’03 0’065 0’001 0’002 0’824 2’747 0’131
0’035 0’048 0’0009 0’0008 0’710 2’568 0’114
0’04 0’033 0’0005 0’0003 0’609 2’397 0’099

Fuente: INVERCO y elaboración propia.

Cuadro n.o 7
Primas de garantía ponderadas por patrimonio (%):
sensibilidad ante cambios en β

β Renta Fija RF Mixta I RF Mixta II RV Mixta R Variable Muestra

0’1 0’010 0’0003 0’0102 1’093 3’132 0’146


0’2 0’018 0’0007 0’0103 1’094 3’133 0’149
0’3 0’034 0’001 0’0103 1’094 3’134 0’153
0’4 0’061 0’002 0’0103 1’094 3’134 0’161
0’5 0’100 0’004 0’0104 1’095 3’134 0’173
0’6 0’140 0’008 0’0105 1’095 3’134 0’185
0’7 0’167 0’014 0’0105 1’095 3’134 0’193
0’8 0’174 0’018 0’0106 1’095 3’134 0’196
0’9 0’174 0’018 0’0106 1’095 3’134 0’196

Fuente: INVERCO y elaboración propia.

bre el valor de la garantía parece agotarse a al menos min[Ra – α, β Ra], por lo que el refe-
medida que dicho parámetro toma valores rente de hecho (y el que determina en mayor
cada vez más altos. A este respecto, es im- medida el valor de la garantía) tenderá a ser
portante señalar que cada fondo debe ganar el primer término, en lugar del segundo.
José Manuel Chamorro Gómez

Cuadro n.o 8
Primas de garantía ponderadas por patrimonio (%):
sensibilidad ante cambios en c

c Renta Fija RF Mixta I RF Mixta II RV Mixta R Variable Muestra

0 0’249 0’027 0’045 1’428 3’559 0’267


0’0025 0’202 0’017 0’031 1’338 3’449 0’237
0’005 0’162 0’011 0’022 1’253 3’342 0’212
0’0075 0’128 0’007 0’015 1’172 3’237 0’191
0’01 0’100 0’004 0’010 1’095 3’134 0’173
0’0125 0’077 0’002 0’007 1’021 3’034 0’157
0’015 0’058 0’001 0’004 0’952 2’936 0’143
0’0175 0’043 0’0008 0’003 0’886 2’841 0’132
0’02 0’032 0’0005 0’002 0’824 2’747 0’122

Fuente: INVERCO y elaboración propia.

Por otro lado, cuanto mayor es el coefi- que r aumenta, la brecha que se abre en-
ciente de capital, c, menores son las pér- tre el fondo promedio (Sa) y el fondo de re-
didas a las que el Gobierno está expues- ferencia (V ) se amplía. Dicho con otras pa-
to y, en consecuencia, menor es el coste labras: el umbral a satisfacer por un fondo
de la garantía; véase el cuadro n.o 8. Así, individual cualquiera crece más despacio
cuando c se duplica desde el 1% al 2%, que la media sectorial, de modo que más
la prima de garantía media se reduce des- fácil debiera ser alcanzarlo. Al ser menores
de el 1’7 por mil al 1’2 por mil del valor del las exigencias impuestas a los rendimien-
fondo. Por tanto, al igual que sucede en el tos individuales, menor es también el coste
caso de los bancos comerciales, unos re- de la garantía.
quisitos de capital adecuados pueden re-
Antes de terminar, en vista de las cifras
sultar útiles para moderar la asunción de
anteriores, cabe preguntarse si la magnitud
riesgos por parte de los fondos de pensio-
de la prima de garantía es razonable o, por
nes y, con ello, aliviar la responsabilidad del
el contrario, desmesurada. En este sentido,
garante.
una media sectorial del 1’7 por mil del patri-
Por último, como se muestra en el cua- monio, para la combinación de parámetros
dro n.º 9, cuando el tipo de interés sin riesgo adoptada, no parece muy alejada de la pri-
aumenta, el valor de la garantía disminu- ma que cobra el Fondo de Garantía de De-
ye. Nótese que la diferencia entre las ten- pósitos a los bancos, es decir, el 2 por mil
dencias de los procesos seguidos por Sa de sus depósitos. Así mismo, el Fondo de
y V viene dada por αa – (βαa – c) = (1 – β) Garantía de Inversiones, que protege a los
αa + c = (1 – β)(r + ϕσa) + c. Para β < 1, ahorradores frente a las pérdidas causa-
esta diferencia crece con r. Así, a medida das por agencias y sociedades de valores
Valoración de la garantía de los planes de pensiones en España

Cuadro n.o 9
Primas de garantía ponderadas por patrimonio (%):
sensibilidad ante cambios en r

r Renta Fija RF Mixta I RF Mixta II RV Mixta R Variable Muestra

–0’01 0’154 0’010 0’0105 1’095 3’134 0’189


–0’005 0’145 0’009 0’0105 1’095 3’134 0’186 359
0 0’133 0’007 0’0104 1’095 3’134 0’182
0’005 0’117 0’005 0’0104 1’095 3’134 0’178
0’01 0’100 0’004 0’0104 1’095 3’134 0’173
0’015 0’082 0’003 0’0104 1’095 3’134 0’167
0’02 0’064 0’002 0’0103 1’094 3’134 0’162
0’025 0’049 0’001 0’0103 1’094 3’133 0’158
0’03 0’036 0’0008 0’0102 1’093 3’132 0’154

Fuente: INVERCO y elaboración propia.

(no las derivadas de una mala inversión), planes de pensiones de aportación defi-
recibe también un 2 por mil del efectivo to- nida. Aunque con ello se reduce el riesgo
tal que han entregado los clientes a las em- debido a los compromisos de la SS no ca-
presas de servicios de inversión.17 Ambos pitalizados, los participantes pasan a es-
mecanismos indemnizatorios ofrecen una tar expuestos a riesgos de inversión, que
garantía en casos de insolvencia. La cober- no afrontaban previamente en un plan de
tura dispensada está armonizada al nivel de prestación definida patrocinado por la ad-
la UE, y asciende a un máximo de 20.000 ministración. Para hacer reformas de priva-
euros por depositante o inversor. Nótese tización políticamente atractivas al público,
que, en nuestro caso, se trata de interme- los gobiernos ofrecen garantías que redu-
diarios financieros distintos, y que también cen la exposición de los individuos al ries-
el tipo de garantía es diferente. go de inversión.
En este trabajo se analizan dos tipos
de garantía sobre el rendimiento de una
4. CONCLUSIONES
muestra representativa de fondos de
pensiones españoles del sistema indivi-
Muchas reformas de la Seguridad So-
dual. Se emplea para ello el modelo de
cial, reales y propuestas, persiguen priva-
valoración desarrollado por Pennacchi
tizar los compromisos por pensiones, ha-
(1999). El periodo de la muestra abarca
ciendo que los individuos contribuyan a
prácticamente en su totalidad el trienio
2001-02-03. No fueron años muy favora-
17 Mi agradecimiento al evaluador por señalar este
bles desde una perspectiva financiera. Por
aspecto. ello, los costes estimados de las garantías
José Manuel Chamorro Gómez

deben tomarse más bien como umbrales lación con la media de la población es rela-
superiores. tivamente baja.
Cuando se garantiza un rendimiento mí- Bajo este esquema, un primer umbral
nimo fijo, el valor actual de la garantía de- que a cada fondo de pensiones se le exige
pende directamente del nivel mínimo ga- superar es el rendimiento medio del sec-
rantizado (m) y de la volatilidad del fondo, tor menos una cuantía determinada (alfa).
e inversamente del tipo de interés libre de El segundo umbral viene dado, en cambio,
riesgo (r, la tasa de descuento). Así, por por una fracción (beta) de dicho rendimien-
ejemplo, supóngase que el nivel garantiza- to medio. Cuanto más bajo es el nivel de
do es 5 puntos porcentuales inferior al tipo exigencia (y, por ello, menos probable que
libre de riesgo (es decir, r-m = 0’05); enton- el Gobierno intervenga), ya sea en forma
ces, la prima media (ponderada por patri- de una mayor alfa o una menor beta, más
monio) ronda el 0’25%. Si m aumenta o r bajo es también el coste de la garantía. Si,
disminuye hasta ser r-m = –0’02, la prima como medida de precaución, cada fondo
media aumenta considerablemente, supe- también está obligado a mantener unos
rando el 2’5%. ciertos recursos propios, cuanto mayor es
este coeficiente de capital (c) menores son
Este patrón medio esconde, no obstante,
los compromisos del Gobierno y menor es
realidades particulares bien diferenciadas,
el valor de la garantía.
debido en buena parte a la volatilidad. Cuan-
do r-m = 0, la prima del mayor fondo de ren- Con los valores adoptados en el caso
ta fija (0’5%) es unas diez veces más peque- base (alfa = 0’02, beta = 1/2, c = 0’01,
ña que la del mayor de renta variable (5’5%). r = 0’01), el coste de la garantía es mínimo
Este efecto individual de la volatilidad se para los fondos de pensiones incluidos en
traslada al primer nivel de agregación, pues el segmento de Renta Fija Mixta, aumenta
la media del segmento se multiplica también para los de Renta Fija, y aumenta aún más
por un factor aproximado de diez. para los de Renta Variable Mixta y Renta
Variable. Se obtiene una media sectorial del
Cuando la garantía se establece sobre el
0’17% del patrimonio. Esta prima no pare-
rendimiento de un fondo en relación al del
ce muy alejada de la que cobra el Fondo de
total de fondos, el coeficiente de correla-
Garantía de Depósitos o el Fondo de Ga-
ción entre aquél y éste pasa a ser también
rantía de Inversiones, el 0’20% de lo apor-
relevante: si un fondo particular obtiene un
tado por depositantes o inversores.
rendimiento decepcionante, el Gobierno
sólo se ve comprometido en la medida en En cualquier caso, una prima media de-
que éste sea muy diferente del obtenido terminada, exigible por igual a todos los
con carácter general. Esto, a su vez, puede fondos afectados, muy probablemente
traer consigo un resultado aparentemente entrañaría tratamientos discriminatorios y
paradójico: un fondo poco volátil (por ejem- sembraría incentivos inadecuados. El deseo
plo, de renta fija) puede resultar más costo- de paliar la gravedad de estos problemas
so de asegurar que otro fondo más volátil sugeriría alguna combinación de regulación
(por ejemplo, de renta fija mixta) si su corre- pública y disciplina de mercado.
Valoración de la garantía de los planes de pensiones en España

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Journal of Economic Theory 20, pp. 381-408. Economics 10, pp. 161-185.
Cómo afectan los cambios estructurales
a la intensidad energética en España

362
El crecimiento de la intensidad energética en España frente a la moderación y descenso en otros
países europeos cuestiona la sostenibilidad del modelo de crecimiento español. El objetivo de
este artículo es analizar cómo afectan los cambios estructurales a la intensidad energética en
España e identificar los factores clave que permiten explicar por qué la intensidad energética en
España sigue una evolución distinta a la de otros países europeos. Se utiliza la metodología de
desagregación de índices para el análisis de la intensidad energética en España y se compara con
la evolución de la UE15. Este análisis se complementa con un resumen de los principales factores
que afectan a los sectores económicos y al sector residencial.

Espainian gora egin du energia-intentsitateak, eta Europako beste hainbat herrialdetan, berriz, bere
horretan mantendu da edo jaitsi egin da. Horrek zalantzan jarri du Espainiako hazkunde-ereduaren
iraunkortasuna. Egitura-aldaketek Espainiako energia-intentsitatean zer-nola eragiten duten az-
tertzea da artikulu honen helburua, eta, horrez gain, faktore erabakigarriak aurkitzea, Espainiako
energia-intentsitateak Europako beste herrialde batzuetako bilakaera berdina zergatik izan ez duen
azaltzeko. Desagregazio-indizea baliatu da, Espainiako energia-intentsitatearen analisia egiteko,
eta EB15eko bilakaerarekin alderatu da. Analisi hori osatzeko, sektore ekonomikoei eta etxebizitza-
sektoreari eragiten dieten faktore nagusien laburpena jasotzen du artikuluak.

The increase in energy intensity in Spain, as opposed to the moderation and reduction in other
European countries, questions the sustainability of the Spanish economic growth model. The
objective of this paper is to analyze how structural changes affect energy intensities in Spain and
to identify the key drivers that explain the differences with other European counterparts. The index
decompositions methodology is chosen and applied to energy intensities in Spain and is compared
to EU15 evolution. This analysis is complemented with a summary of the key factors affecting the
economic sectors and households.

Ekonomiaz N.o 65, 2.o cuatrimestre, 2007


María Mendiluce Villanueva*
Universidad Pontificia de Comillas

ÍNDICE

1. Introducción
2. Estado de la cuestión 363
3. Identificación del modelo de desagregación
4. Análisis de la desagregación de la intensidad energética
5. Evolución de los sectores
6. Conclusiones
Referencias bibliográficas
Anexo I
Anexo II
Palabras clave: Intensidad energética, modelos de descomposición, cambio estructural, eficiencia energética

N.o de clasificación JEL: Q4; Q5; O1.

1. INTRODUCCIÓN Desde mediados de los años 70 la IE ha


experimentado una reducción en términos
La intensidad energética (IE) es uno de generales en los países desarrollados. Sin
los indicadores que se utilizan para me- embargo, en España la IE se redujo lige-
dir cómo influye la energía en el grado de ramente en los años 80 y no ha parado de
desarrollo humano y de progreso de los crecer desde entonces. Este incremento
países y suele considerarse como un in- ha llevado aparejado un incremento de las
dicador del grado de eficiencia de la eco- emisiones de gases de efecto invernadero,
nomía. concretamente desde 1990 hasta 2004 las
emisiones han crecido un 48%, mientras
El indicador se calcula como el cocien-
que el objetivo para 2010 es del 15%. Ade-
te entre el consumo energético (CE) en kilo
más, el alto grado de dependencia energé-
toneladas equivalentes de petróleo (ktep) y
tica de la economía española (importa el
el producto interior bruto (PIB) en este caso
86% de la energía consumida) y los altos
en millones de euros constantes con base
precios del petróleo son cuestiones pre-
1995 (M€ 95). La evolución de la IE indica
ocupantes que se ven acentuadas por el
a su vez cómo evolucionarán las emisiones
hecho de que cada año el país necesita
de CO2 de cualquier país una vez que se
más energía por valor añadido. En definiti-
aplican los factores de emisión a los dife-
va, la economía española podría estar per-
rentes tipos de energía consumidos.
diendo competitividad con respecto a los
países de su entorno, ya que tiene una IE
* La autora agradece las valiosas aportaciones efec- más alta y creciente, lo que la convierte en
tuadas por los evaluadores en el proceso de revisión
del artículo. más vulnerable a cambios en los precios

Ekonomiaz N.o 65, 2.o cuatrimestre, 2007


María Mendiluce Villanueva

Gráfico n.o 1
La intensidad energética en Europa
(ktep/ M€ 95)

Fuente: Elaboración propia a partir de EUROSTAT (2006b) e IEA (2006).

energéticos y supone una factura medio- nado la evolución de las intensidades ener-
ambiental proporcionalmente mayor. géticas. Finalmente, se complementa este
análisis con una descripción de la evolu-
Este artículo forma parte de un análisis ción de los sectores de manera cualitativa
más extenso de la problemática de la in- antes de acabar con unas conclusiones
tensidad energética (Mendiluce, 2006) y
su objetivo es responder a dos preguntas:
¿cómo afectan los cambios estructurales a 2. ESTADO DE LA CUESTIÓN
la intensidad energética en España? y ¿por
qué la intensidad energética en España A continuación se hace una breve re-
está creciendo mientras que en el resto de visión de la literatura sobre la intensidad
países europeos está reduciéndose? Para energética. En primer lugar se centra el
ello se analizaran las principales aportacio- análisis en el debate entre defensores y
nes teóricas de otros investigadores sobre detractores de las teorías de «desmateria-
la relación entre crecimiento económico y lización». En segundo lugar, se identifican
CE. Después se describen los modelos de los factores que más influyen en la evolu-
desagregación de índices, que se aplican ción de la IE así como aquellos en los que
a la IE en España y la UE15, para poder no existe consenso. Finalmente, se citan
cuantificar cómo los cambios estructurales los estudios que abordan de forma directa
y de eficiencia en los sectores han determi- o indirecta el análisis de la IE en España.
Cómo afectan los cambios estructurales a la intensidad energética en España.

El debate sobre la sostenibilidad del cre- sagiar el «deseado desacoplamiento» entre


cimiento económico ha resurgido constan- el crecimiento económico, y el consumo de
temente en la literatura económica desde energía y recursos naturales. Este compor-
perspectivas neomalthusianas. En 1972, tamiento llevó a que algunos economistas
Meadows et al. reabrió el debate con la sugirieran que las economías más desarro-
publicación Los límites al crecimiento, en la lladas presentaban una relación entre cre-
que defendía que el crecimiento económi- cimiento económico y deterioro ambiental
co exponencial conduciría al colapso eco- o consumo en forma de «U-invertida», lo
lógico aunque se anticiparan soluciones cual se asemeja a las conclusiones de los 365
tecnológicas para la escasez de recursos y trabajos de Kuznets (1955) sobre el creci-
de prevención contra la contaminación. miento económico y el aumento de la de-
sigualdad, por lo que se decidió bautizar el
A raíz de este libro y del vivo debate que
descubrimiento como la «Curva de Kuznets
generó, han surgido numerosas investiga-
Ambiental» (CKA). La desmaterialización de
ciones teóricas y empíricas que rebaten
la economía y la idea de que el crecimien-
estas opiniones a través de la teoría de la
to garantiza la sostenibilidad resultaba muy
«desmaterialización» de la economía. La de-
atractiva para los economistas más orto-
finición de desmaterialización más utilizada
doxos.
se refiere a la «reducción absoluta o relativa
de la cantidad de materiales utilizados para Sin embargo algunos investigadores han
producir una unidad de producto econó- demostrado de forma empírica que aun-
mico» (Cleveland, 1999: 16), lo cual puede que algunos países han pasado fases de
suceder por cambios estructurales o tec- desmaterialización relativa, durante la dé-
nológicos. Los defensores de la desmate- cada de los noventa se produce un punto
rialización demostraban que en los países de inflexión a partir del cual la IE comenzó
ricos existe un determinado nivel de renta a crecer en algunos países, lo que refleja-
per cápita a partir del cual un mayor creci- ba una tendencia «rematerializadora», don-
miento económico implicaba una reducción de la curva tenía una trayectoria en forma
del consumo de recursos y de la contami- de «N» (en vez de la «U invertida»), por lo
nación, lo cual equivale a una reducción de que se sucederían episodios de «desmate-
la IE (Bernardini et al., 1993). Esto sucede rialización», seguidos de períodos de fuerte
porque a medida que las naciones se indus- exigencia de energía y materiales por parte
trializan el crecimiento del sector industrial de las economías industrializadas. Hay que
necesita más energía, mientras que el sec- tener en cuenta que el incremento de ren-
tor de la agricultura decrece. En la siguien- ta de los consumidores genera nuevas de-
te fase de crecimiento la participación del mandas y en consecuencia la proporción
sector servicios en el PIB se incrementa, y de demanda del sector residencial, comer-
como este sector en principio consume me- cial y de transporte también se incrementa.
nos energía, se produce una disminución de
La crítica a la CKA fue liderada por
los recursos energéticos, lo cual reduce las
Arrow et al. (1995) que consideraba que la
necesidades energéticas globales.
CKA sólo se aplicaba a contaminantes lo-
Estas tesis cobraron cierta validez cuan- cales a corto plazo (como el SO2) pero no
do, tras las dos crisis del petróleo, muchos para contaminantes con efectos a largo
países redujeron la IE, lo que parecía pre- plazo como el CO2. Por otra parte, estas
María Mendiluce Villanueva

teorías no tienen en cuenta el cambio es- que requieren energía y porque el ahorro
tructural de la economía mundial ni la des- de energía reduce el precio de dicho ser-
localización de actividades intensivas en vicio, lo que produce un incremento de la
energía hacia países con menores restric- demanda del mismo.
ciones medioambientales.
Por otro lado, la sustitución de unas
En definitiva la pretensión de que la des- fuentes energéticas por otras, como la
materialización lleva a un modelo econó- electricidad, con mejores características
mico más sostenible ha sido muy cues- para ciertos usos —coste, disponibilidad,
tionada. Una reducción de la cantidad de regulación y funcionalidad— favorece ac-
energía por output no implica necesaria- tividades de mayor valor añadido bruto
mente una mejora desde el punto de vista (VAB). Esta mejor «calidad» representa la
medioambiental y aunque se produzca una utilidad económica por valor calorífico de
mejora relativa de la eficiencia energética, el cada unidad de combustible2 (Stern et al.,
desarrollo económico agregado total podría 2004); por ejemplo la electricidad utilizada
aumentar el CE en términos absolutos. por el ordenador genera un VAB mayor que
otros procesos productivos y no tiene sus-
La literatura identifica como factores tituto energético factible. Por eso Stern et
que afectan a la evolución de la intensidad al. afirma (como ya lo hizo Schurr en 1984)
energética el cambio estructural, el cam- que la mayor parte de la reducción de la IE
bio tecnológico y los combustibles utiliza- viene de la mejora de la calidad energética,
dos. Sin embargo, existen discrepancias lo cual no significa que se consuma menos
entre los investigadores sobre los efectos energía, sino que ésta produce más VAB.
que producen los precios, la sustitución de
los inputs en la función de producción, los Una subida de precios energéticos pro-
cambios en las preferencias de los consu- mueve teóricamente el ahorro energético
midores y el efecto saturación. mediante la contracción del consumo, la
sustitución de inputs energéticos y la in-
Las nuevas teorías del crecimiento des- troducción de avances tecnológicos hacia
tacan el importante papel de la acumula- procesos menos intensivos en energía. En
ción de conocimientos en el crecimiento la práctica, se ha demostrado para Espa-
económico y parece razonable pensar que ña la independencia del CE ante variacio-
dicho conocimiento acumulado ayudará nes de precios entre 1964 y 1990 (Cuerdo,
a utilizar los diferentes recursos de forma 2000) y para Estados Unidos se llegó a la
más eficiente (Roca et al., 2003). Sin em- conclusión de que solamente una cuarta
bargo, el progreso tecnológico no implica parte de la mejora de eficiencia energética
necesariamente una reducción directa de entre 1973 y 1990 se produjo por el efec-
la IE, porque muchas veces la innovación to de los precios altos, mientras que otra
incurre en un mayor CE y también por el cuarta parte de la reducción fue motivada
«efecto rebote» (Schipper et al. 2000; Car- por la regulación del Gobierno sobre eti-
pintero, 2003). Tras la introducción de un quetado energético (Newell et al., 1999).
proceso innovador, el efecto rebote induce
a un mayor CE por la sensación de rique-
2 Stern clasifica las energías de mayor a menor ca-
za que produce el coste energético ahorra- lidad: electricidad, gas, petróleo, carbón, madera y
do, que se utiliza para adquirir otros bienes biocombustibles.
Cómo afectan los cambios estructurales a la intensidad energética en España.

Los investigadores no acaban de de- ta, la IE en España desde diferentes pers-


mostrar si existe realmente esta relación de pectivas: ecología industrial (Carpintero,
sustitución entre energía y trabajo o capital 2003; Ramos-Martín, 2003), microeconó-
y aunque el efecto saturación contribuye a mica (Aranda et al., 2003), medioambiental
la disminución de la IE con una renta cre- (Roca et al., 2003; Alcántara et al., 2004),
ciente, puesto que no existe tiempo mate- fiscal (Labandeira et al., 2004), relacio-
rial para consumir más energía en calefac- nes multivariantes de causalidad (Climent
ción, pueden surgir nuevas demandas, por et al., 2006), evolución industrial (Alcánta-
lo que podrían sucederse períodos de des- ra et al., 2004; Cuerdo, 2000) e IE regional 367
materialización y rematerialización a lo lar- (Ansuategi et al., 2003).
go del tiempo.
Hasta donde el autor conoce, no se ha
Por último, existen otro tipo de aspec- analizado de manera global por qué la IE
tos sociológicos y culturales que afectan a en España está siguiendo una evolución di-
las preferencias de los individuos en cuan- ferente a la de otros países. El análisis de
to a su CE. La concienciación respecto al cómo el efecto estructural, la intensidad
ahorro energético está influida en parte por intrasectorial de los sectores económicos
el grado en el que un país evoluciona des- y el efecto del sector residencial ha influi-
de los valores materialistas, en los que lo do en la IE de España y de la UE15 puede
importante es la cantidad, a valores post- permitir identificar las claves que explican
materialistas, donde prima la calidad (Pérez esta evolución desigual.
Arriaga et al., 2005). Así, cuando se alcan-
za un determinado nivel de renta, cambian Para llevar a cabo este análisis, la li-
las preferencias de los consumidores y se teratura muestra que el método de des-
puede decidir consumir más «calidad am- composición de índices es la más utiliza-
biental», aunque sea a costa de un con- do y el que mejor se aproxima al objetivo
sumo menor de otros bienes y servicios de cuantificar los efectos que influyen en
(Roca et al., 2003). la evolución desigual del indicador en los
países (véase Ang et al., 2000 para una
En los últimos años se han publicado
completa revisión de este método). Los
numerosos estudios encaminados a una
análisis de descomposición se clasifican
mayor comprensión del vínculo entre el
en los métodos de descomposición es-
crecimiento económico y la demanda de
tructural, que utilizan los datos proceden-
energía por áreas geográficas (Sun, 2002),
tes de las tablas input-output, y los mé-
para comparar los sectores claves en Eu-
todos de descomposición basados en
ropa a través de modelos input-output (Al-
índices, que efectúan el análisis a partir de
cántara et al., 2004), para calcular las cur-
datos sectoriales. Dentro de este grupo
vas que relacionan la IE con la renta per
hay una amplísima variedad de métodos,
capita y por sectores (Medlock et al., 2001)
que se podrían agrupar en dos grupos
y para analizar cómo afecta el cambio es-
principalmente, los métodos tradicionales
tructural en la IE (Schäfer, 2005), por men-
cionar algunos de ellos. —Laspeyres, Paasche, Marschall-Edge-
worth, Fischer ideal y Stuvel— y los méto-
Por otro lado, existen varios trabajos dos Divisia–Törnqvist, Vartia (también lla-
que analizan, de forma directa o indirec- mado LMCDI) y Sato-Vartia.
María Mendiluce Villanueva

3. IDENTIFICACIÓN DEL MODELO ción en los últimos años, ya que aportan una
DE DESAGREGACIÓN descomposición con un menor residuo en el
método Törnqvist y una descomposición
El modelo de desagregación de índi- perfecta en el método de media logarítmica
ces permite analizar la variación de la IE e Sato-Vartia y LMCDI. Dentro de esto dos úl-
identificar cual ha sido la aportación de los timos, el método LMCD I, tal y como lo des-
cambios estructurales (Dstr), de los cambios cribe el profesor Ang (Ang et al., 2003; Ang,
tecnológicos y mejora de eficiencia de los 2005), tiene además de su fundamento teó-
sectores productivos (Dint) y del sector resi- rico varias ventajas prácticas para su apli-
dencial (Dresid). En este estudio se introduce cación: los resultados del cálculo multiplica-
está última variable para cubrir la totalidad tivo tienen la propiedad aditiva por la que
del consumo energético final (en general ln(Dtot) = ln (Dx1) + ln (Dx2) +….+ ln (Dxn) y
los estudios no incluyen el sector residen- existe una relación sencilla entre la des-
cial, a pesar de que este supone entre el 15 composición aditiva y multiplicativa por lo
y el 30% del consumo final). En este pun- que ∆IEtot/ln(Dtot) = ∆IEx k/ln(Dx k para todo k,
to es conveniente aclarar que la agregación lo cual convierte en innecesario realizar la
de las ramas económicas en la contabilidad descomposición en los dos métodos. Ade-
nacional provoca que los cambios intrasec- más, los resultados del método LMCDI son
toriales se confundan como mejoras de efi- consistentes en agregación (a diferencia del
ciencia estructurales de los procesos pro- método Sato-Vartia), lo cual significa que los
ductivos incluidos en cada rama. resultados a nivel de subgrupo pueden ser
agregados para dar el efecto correspondien-
El método de Laspeyres es el que más
te a nivel de grupo. Por último, es un méto-
se ha utilizado en la descomposición de ín-
do sencillo de aplicación y se pueden incluir
dices de IE y además sirve de base para
con facilidad más de dos factores siempre
otros métodos (Fischer, Stuvel). Proviene
que estén correctamente definidos en la fun-
del índice de Laspeyres de precios y can-
ción principal.
tidades utilizado en economía, mediante el
que se mantiene constante una variable en Por todos estos motivos se elige el mé-
el año base y se analiza el comportamien- todo LMCDI (véase Anexo I para una des-
to de la otra variable a lo largo del tiem- cripción de su formulación) para su aplica-
po. El principal inconveniente de este mé- ción a la evolución de la IE en España en
todo es que deja una parte de la variación el período 1980-2004. Después se aplica-
de la IE sin explicar y tiende a infraestimar rá este modelo a la UE15 con el objetivo
los efectos tecnológico y estructural. Para de identificar las principales diferencias con
conseguir una descomposición perfecta respecto al caso español.
(sin residuo), los investigadores han recurri-
do a otros índices como el Fischer o Stuvel
(véase Liu et al., 2003) aunque tienen el in-
4. ANÁLISIS DE LA DESAGREGACIÓN
conveniente de que su aplicación para más
DE LA INTENSIDAD ENERGÉTICA
de dos factores se vuelve muy compleja y
poco operativa (Ang et al., 2003).
Antes de mostrar los resultados del
Los métodos de descomposición para- modelo de desagregación es convenien-
métrica Divisia han adquirido mayor acepta- te realizar una serie de matizaciones so-
Cómo afectan los cambios estructurales a la intensidad energética en España.

bre el cálculo de la IE. En primer lugar, en mente significativo por ser el período de
este trabajo se han utilizado las cifras de referencia del Protocolo de Kyoto. La in-
PIB en euros constantes con base 1995 formación contenida en la base de datos
para que la inflación no altere los resulta- utilizada es fruto de una compleja selec-
dos. Sin embargo, cuando se comparan ción y armonización de los datos dispo-
países con distinto poder adquisitivo, se- nibles (a partir de los datos suministrados
ría adecuado utilizar el indicador ajustado por el IDAE, 2006; IEA, 2006; EUROSTAT,
a la paridad de poder de compra (PPC), 2006b) así como a la subsanación de las
pero la OCDE (2004) publica las cifras de lagunas existentes en las fuentes origina- 369
PPC para los sectores consumidores y no rias (Anexo II), lo que permite obtener final-
para los sectores productores, por lo que mente una perspectiva comparada de la IE
no se puede ajustar los valores añadidos para el período 1980-2004. Los resultados
brutos sectoriales. En la comparación de se muestran siguiendo el método aditivo,
la IE agregada ajustada a la PPC, las dis- por lo que la variación de la IE (Dtot) es el
tancias entre los países se acortan y los resultado de sumar los efectos estructura-
países convergen hacia niveles similares. les (Dstr) e intrasectoriales (Dint) de los sec-
En segundo lugar, se incluye en el análi- tores y el efecto residencial y del transporte
sis el sector energía que consume ener- privado.
gía primaria para producir energía secun-
Por la lectura de los resultados se pue-
daria (productos petrolíferos y electricidad
de responder a la pregunta ¿cómo afec-
principalmente). Se debe tener en cuen-
tan los cambios estructurales a la intensi-
ta que, a veces, las mejoras de eficiencia
dad energética en España? diciendo que
de algún sector se deben a la sustitución
si analizamos el período total (1980-2004)
de su consumo final de carbón por elec-
los cambios estructurales reducen la IE to-
tricidad por ejemplo, de manera que los
tal en 12,6 tep/M€ por la disminución del
consumos de transformación no se refle-
peso de la energía, agricultura e industria
jan como energía consumida por el sec-
en la economía. Sin embargo, para el perío-
tor y arrojan ratios más favorables. Por úl-
do 1990-2004, este efecto apenas influye
timo, cualquier estudio comparativo debe
en la IE, así que los principales cambios se
analizar no sólo las variaciones relativas
producen en la década de los ochenta. El
al PIB, sino también las diferencias en tér-
transporte aumenta significativamente la IE
minos absolutos y per capita (pc). Así, se
total por su efecto estructural (6,8 tep/M€)
da la paradoja de que España, que ocupa
derivado del incremento de actividad que se
unos de los lugares más bajos en la lista
produce con la entrada en la UE y la globa-
de CE pc, tiene una IE superior a la me-
lización de los mercados.
dia, lo cual se explica porque la diferen-
cia entre la renta pc de la media europea Por lo que se refiere al efecto intrasecto-
y los españoles es superior a la diferencia rial, incrementa la IE total en 14,7 tep/M€
en el CE pc. entre 1980 y 2004, pero es sobre todo en-
tre 1990 y 2004 cuando su influencia es
En el gráfico n.o 2 se muestran los resul- mayor (71% del incremento total). Por sec-
tados de este ejercicio de desagregación tores, la industria reduce en 7 tep/M€ la
para el período 1980-2004 y en el gráfico IE total entre 1980 y 2004 y lo hace sobre
n.o 3 para el período 1990-2004, especial- todo en la década de los ochenta como
María Mendiluce Villanueva

Gráfico n.o 2
Desagregación de la intensidad energética en España
(1980-2004)

Fuente: Elaboración propia.


Nota: Dtot: Variación IE; Dstr: Efecto estructural; Dint: Efecto intrasectorial; E: Energía; A: Agricultura;
I: Industria; T: Transporte; S: Servicios; D R: Efecto de los hogares; D TP: Efecto transporte
privado.

consecuencia de la reconversión indus- electrónicos, condicionado por el fuerte


trial y la disminución o cierre de las activi- desarrollo de la actividad turística, que es
dades industriales más intensivas en ener- una actividad más intensiva en energía que
gía. Sin embargo, el crecimiento de la IE en otras actividades terciarias.
este sector a partir de 1990 empeora los
Finalmente el sector residencial y el
resultados y es la principal diferencia con
transporte privado tienen una contribución
la UE15.
significativa en la marcha del indicador.
El efecto intrasectorial de los servicios Sólo Schäfer (2005) ha incluido el sector
contribuye con el 30% del incremento de residencial en el análisis de la IE y, ade-
la IE total entre 1980 y 2004, y este creci- más, ésta es la primera vez que se incluye
miento se produce sobre todo entre 1990 el transporte privado. Esta inclusión es muy
y 2004 y se debe a las mayores necesida- importante puesto que estos dos sectores
des energéticas, en cierta medida ligadas a tienen una influencia muy significativa so-
la mayor utilización del aire acondicionado, bre el consumo energético de los países y
de los equipos ofimáticos y de los equipos son responsables de buena parte del creci-
Cómo afectan los cambios estructurales a la intensidad energética en España.

Gráfico n.o 3
Desagregación de la intensidad energética en España
(1990-2004)

371

Fuente: Elaboración propia.


Nota: véase nota del gráfico n.o 2.

miento de las emisiones en España. Es- ral del transporte es similar a la de España,
tos sectores aportan 9 y 10 tep/M€ al cre- y eso que como se explica en el Anexo II,
cimiento de la IE total entre 1980 y 2004 los ratios no son estrictamente compara-
y su mayor contribución se produce en la bles. Por otro lado, la mejora de la intensi-
década de los 80. dad intrasectorial en la UE-15 es tan fuerte
en el transporte, que anula el incremento
Como se decía al inicio, la siguiente pre-
estructural.
gunta que surge es ¿por qué la intensidad
energética en España está creciendo mien- La principal diferencia entre España y la
tras que en el resto de países europeos UE15 se encuentra en el efecto intrasec-
está reduciéndose? Concretamente en Es- torial europea que reduce la IE total en 23
paña la IE ha aumentado un 9,6% entre tep/M€, sobre todo en el transporte, como
1990 y 2004 mientras que en la UE15 se se ha mencionado, pero también en el sec-
ha reducido en un 10,8% entre 1991 y tor energía.
2004 (no se publican sus datos de PIB
Otra diferencia se encuentra en el sec-
para 1990, véase Anexo II).
tor residencial español, que como hemos
Como se puede apreciar en el gráfico visto aumenta su IE en un proceso de con-
n.o4, sólo la evolución del efecto estructu- vergencia hacia niveles europeos de equi-
María Mendiluce Villanueva

Gráfico n.o 4
Desagregación de la intensidad energética en la UE15
(1991-2004)

Fuente: Elaboración propia.


Nota: véase nota gráfico n.o 2.

pamiento y renta per cápita, mientras que Para completar este análisis se mues-
en Europa son más fuertes las mejoras de tran los niveles de intensidad energética
eficiencia, sobre todo en calefacción, tal y de España y la UE15 en el cuadro n.o 1. Se
como sucede en el sector servicios. debe tener en cuenta que las variaciones
de intensidad se han trasladado a la IE to-
Mediante esta desagregación de la in-
tal en función del peso de cada sector so-
tensidad sectorial por sectores y por efec-
bre el consumo energético y PIB.
tos, se ha podido verificar que para la
UE15 la reducción de la IE muestra signos En España, la IE de la energía es más
de encaminarse hacia un modelo energéti- alta y la mezcla de tecnologías de genera-
co más eficiente, puesto que relativamente ción eléctrica ha tenido una influencia muy
consigue crecer con menos energía e in- importante en el indicador, como se co-
cluso se está produciendo una contención mentará en el siguiente apartado. La in-
de la emisiones. Sin embargo, la evolución dustria española aumenta su IE, alejándose
en el caso español muestra un aumento aún más de los niveles europeos, y para el
de la intensidad energética, que da lugar al transporte la cifra comparable con la de la
crecimiento de las emisiones. UE15 es en 2004 un 44% superior al dato
Cómo afectan los cambios estructurales a la intensidad energética en España.

Cuadro n.o 1
Comparación de la intensidad energética en España y en la UE15
(tep/M€ cte 95)

España UE15

1990 2004 Var (%) 1990 2004 Var (%)

Energía 1.923 1.921 –0,1 1.967 1.815 –7,7


373
Agricultura 87 161 84,2 147 125 –14,9
Industria 179 201 12,8 153 146 –4,1
Transporte 785 795 1,3 696 521 –25,1
Terciario 16 25 57,0 31 27 –14,3
Residencial 25 27 11,1 41 37 –11,0
Transporte privado 20 23 14,5

Total 228 250 9,6 219 196 –10,8

Fuente: Elaboración propia.


Nota: La IE de los sectores residencial y transporte privado para España se obtiene dividiendo su
consumo energético por el PIB total. Los datos de la UE15 muestran unos ratios sobrevalo-
rados para los servicios por no incluir la rama de Comunicaciones. El transporte incluye en su
VAB esta rama y en el consumo energético el correspondiente al transporte privado.

europeo. Sólo los servicios y el residencial géticos, la disponibilidad de recursos ener-


en España tienen una IE más baja que en géticos para la generación de electricidad,
la UE15, pero muestran una clara conver- las diferentes estructuras económicas, la
gencia hacia esos niveles. regulación de los mercados energéticos, el
grado de desarrollo económico y social, las
A modo de conclusión, la IE total entre
condiciones climáticas, etc. Ante la falta de
1990 y 2004 en España crece en casi to-
estadísticas fiables y homogéneas para es-
dos los sectores mientras que en la UE15
tos factores, se analiza a continuación al-
sucede lo contrario. Por sectores el trans-
gunos de los aspectos más significativos
porte (tanto de mercancías como privado),
que influyen en los sectores, con el objeti-
los hogares y los servicios son responsa-
vo de complementar el análisis de la IE en
bles de la mayor parte del incremento.
España.

5. EVOLUCIÓN DE LOS SECTORES


a) Energía
En la función explicativa de la intensi- El sector energético es el más intensivo
dad energética no se ha podido incluir to- en energía, puesto que al transformar ener-
dos los factores que tienen una incidencia gía primaria (petróleo, carbón, gas, etc) en
en la IE como pueden ser los precios ener- energía final (electricidad y productos pe-
María Mendiluce Villanueva

Cuadro n.o 2
Generación de electricidad en España y en la UE15

UE15 España Eficiencia Emisiones


1990 2004 1990 2004 output/input kg CO2 por kWh

Carbón 37,4% 26,9% 40,1% 29,0% 0,35 0,9


Fuel 9,0% 4,3% 5,7% 8,6% 0,4 0,36
Gas 7,0% 20,7% 1,0% 20,0% 0,56 0,7
Nuclear 33,6% 32,5% 35,9% 23,0% 0,33 0
Hidrógeno 12,2% 10,2% 16,8% 11,4% 1 0
Renovable 0,2% 2,4% 0,0% 5,6% 1 0
Biomasa 0,7% 3,1% 0,4% 2,4% 1 0

Fuente: IEA (2006).


Nota: Los valores de eficiencia de las tecnologías son indicativos, según el modelo de la IEA

trolíferos principalmente) se producen unos carbón, tal y como se deduce de el cua-


consumos y unas pérdidas de transforma- dro n.o 2. En el caso de las renovables, la
ción. La mezcla de tecnologías en la gene- regulación española incentiva su utilización
ración de electricidad tiene un efecto muy con un sistema de primas y la obligación
importante en la eficiencia de cualquier de compra de toda su producción por par-
país, puesto que se necesitan menos tep te del distribuidor de electricidad. Sin em-
de gas para producir electricidad que de bargo, una mayor penetración del gas en
carbón (cuadro n.o 2). el mercado mayorista dependerá de sus
costes marginales, por ahora superiores a
La demanda de electricidad ha crecido
los del carbón, y desde 2005, del coste de
un 83% entre 1990 y 2004 en España, muy
los derechos de emisión, que no ha sido lo
superior al incremento del 30% en la UE15.
suficientemente alto como para compensar
Para cubrir esta demanda se tuvo que re-
la diferencia de coste de la generación con
currir en primer lugar al carbón, y a partir
carbón.
de 2000 a las renovables y al gas, lo cual
tiene una incidencia neutral en el indicador
de IE, como se ha visto en la tabla n.o 1. b) Industria
Sin embargo tiene una enorme influencia
Ha quedado demostrado que la IE in-
en las emisiones, puesto que en 1990 el
dustrial ha jugado un papel clave en la
53% de la generación no las producía y en
contención de la IE total en la década de
2004 ese porcentaje se redujo al 42%.
los 80, pero aumenta a partir de 1990,
Para mejorar la eficiencia en este sector, lo cual acrecienta las diferencias con la
y reducir las emisiones, se debería produ- UE15 (201 tep/M€ en España frente a
cir más con gas y renovables en lugar de 146 tep/M€ en 2004).
Cómo afectan los cambios estructurales a la intensidad energética en España.

Una de las razones de esta evolución es cidad significa que la eficiencia energética
que las actividades industriales más inten- final pasa del 36% al 56% y 100% respec-
sivas en energía han cobrado mucho pro- tivamente, como se refleja en la tabla n.o 2,
tagonismo en los últimos años en España pero esta mejora podría producirse a costa
a diferencia de otros países: la construc- del empeoramiento de la IE del sector eléc-
ción (incluyendo aquí la rama de minerales trico, que tiene que producir esa electrici-
no metálicos) y la siderurgia y metalurgia. dad a partir de las energías disponibles.
En España estos sectores aportan el 13%
del VAB y consumen el 34% del CE, mien- 375
c) Transporte
tras que en la UE15 estos sectores tienen
una menor importancia en la economía, El transporte por carretera supone un
con un 9% del VAB y un 6% del CE. Estos 80% de los consumos del sector, y sus
datos indican que en Europa se ha evolu- mejoras de eficiencia no han conseguido
cionado hacia una producción económi- contener el crecimiento provocado por el
ca en actividades de mayor valor añadido aumento de su actividad, que entre 1990
(lo que podría deberse a la deslocalización y 2004 ha provocado un 64% más de con-
de actividades intensivas en energía) y, por sumo de energía.
otro lado, que la fuerte actividad construc-
Por lo que se refiere al transporte de
tora de los últimos años en España ha teni-
mercancías, el fuerte crecimiento de la ac-
do una repercusión importante en el CE de
tividad comercial con Europa supone un in-
estos sectores.
cremento del 60% de los kilómetros reco-
No obstante, en España existe todavía rridos entre 1990 y 2004, que se deriva de
potencial de reducción de la IE industrial una mayor integración de los mercados y
(Aranda et al., 2003) pero el efecto rebote la globalización del consumo, y que supera
ha hecho que los ahorros producidos por las mejoras de eficiencia que se han con-
las mejoras de eficiencia y los bajos pre- seguido en estos años. Una de las diferen-
cios de la energía (sobre todo de la electri- cias con Europa es que existe una mayor
cidad) se destinen a mejorar la calidad del fragmentación de empresas transportistas
producto, lo que conlleva un incremento y de pasajeros en España, lo cual puede
del CE. En este sentido, resulta destacable explicar una parte de las diferencias y deja
cómo la regulación del sector eléctrico pro- cierto margen para futuras mejoras de efi-
duce efectos perniciosos, ya que los gran- ciencia.
des consumidores industriales disfrutan
Otro aspecto que podría influir en el in-
de unas tarifas muy reducidas y alejadas
dicador es la larga distancia de recorrido
del precio del mercado, lo cual fomenta su
para acceder a mercados europeos, como
competitividad internacional, pero al mismo
también sucede en otros países periféricos
tiempo, induce a un círculo vicioso del con-
y la ubicación geográfica en el eje norte-sur
sumo energético.
de transporte de mercancías, que convier-
Por último, la fuerte penetración del gas te a nuestro país en lugar de paso, por lo
y la electricidad en la industria (70% de los que se consume energía en España pero
consumos) ha tenido un efecto muy posi- se genera VAB en otros países (esta carac-
tivo en la IE final del sector, ya que la sus- terística sucede también en otros países
titución del carbón por el gas y la electri- como Francia).
María Mendiluce Villanueva

Gráfico n.o 5
Transporte de mercancías, pasajeros y privado

Fuente: IDAE (2006).


Cómo afectan los cambios estructurales a la intensidad energética en España.

Por lo que se refiere al transporte resi- cercana a la media europea, que presenta
dencial, el consumo de energía no ha pa- sin embargo una reducción del 14%.
rado de crecer (un 57% en el período ana-
Una de las principales diferencias es que
lizado), debido principalmente al aumento
la contribución al PIB de este sector es
del 54% en la propiedad de vehículos, por
más baja que en otros países (58% frente
el incremento de la renta per cápita. En
al 62% en la UE 15) aunque también el CE
otros países europeos se empiezan a apre-
es reducido por las menores necesidades
ciar signos de saturación.
de calefacción (al igual que en otros países
El incremento de la movilidad se produ- mediterráneos). Pero así como en los paí- 377
ce por el aumento de la renta per capita y, ses del norte y centroeuropeos se ha podi-
como hay más vehículos por habitantes, do aumentar la eficiencia de la calefacción,
los vehículos tienen una baja ocupación. en los países mediterráneos la capacidad
La mayor movilidad se ha visto parcialmen- de mejora es más reducida por su limita-
te compensada por las mejoras de eficien- do uso, debido al clima más cálido y a que
cia de los vehículos, aunque al reducir el existe un mayor potencial de crecimiento
coste por km, inducen por el efecto rebote por el proceso de convergencia con Euro-
a un mayor CE. Además, el consumo se ha pa que conlleva mayores necesidades de
visto acrecentado por los bajos precios de climatización.
los combustibles, que no han incentivado
Por otro lado, la fuerte penetración del
comportamientos eficientes, ni la racionali-
consumo de electricidad en todos los paí-
dad en el uso de los vehículos.
ses se explica por el crecimiento de la ac-
En España, además de la convergen- tividad y la penetración de las tecnologías
cia con los niveles europeos de transpor- de la información. En países como Espa-
te en el período analizado, se da la parti- ña donde la entrada del gas ha sido tardía,
cularidad de que se produce un aumento la electricidad se utiliza también para cale-
del transporte vacacional y que el turismo facción, lo cual unido a los consumos en
tiene una fuerte repercusión en los consu- climatización, aparatos eléctricos e ilumi-
mos totales. nación, hace que en torno al 65% de la de-
manda de los servicios se cubra con esta
En definitiva, la IE del transporte privado
fuente energética.
ha crecido un 15% en el período analizado
y no existen todavía indicios de que esta Finalmente, aunque las oficinas han au-
tendencia se modere o se llegue a un nivel mentado considerablemente su CE en los
de saturación. Por ello, el transporte priva- últimos años, el sector turístico contribuye
do se encuentra en una contradicción per- especialmente al incremento de la IE sec-
manente en una sociedad que demanda torial, ya que las actividades de hostelería y
mayor movimiento pero que soporta peor restauración son más intensivas en energía
sus efectos negativos. y además el modelo de negocio turístico de
baja rentabilidad unitaria genera un VAB re-
lativamente menor que el que se produce
d) Terciario
en otras actividades terciarias, lo cual cons-
La IE del sector servicios ha crecido un tituye una de las principales diferencias con
57% desde 1990, situándose en 2004 muy los países del centro y norte de Europa.
María Mendiluce Villanueva

e) Residencial agua caliente sanitaria e iluminación (76%


del CE de los hogares) donde se prevén
Los factores que más impulsan el cre-
ahorros del 21-37% sólo en sistemas de
cimiento de la demanda energética de los
calefacción. Pero la aprobación tardía de
hogares en España son principalmente el
esta normativa ha significado la «pérdida de
incremento de la renta per capita y el ma-
una oportunidad de oro», ya que en los últi-
yor número de viviendas y, en menor medi-
mos 6 años se han construido 4 millones de
da, la propiedad de la vivienda, el nivel de
viviendas cuyos ahorros energéticos hubie-
educación y la edad de sus ocupantes. La
sen durado toda la vida útil de las viviendas.
IE de este sector ha aumentado, frente a
En otros países está normativa se aprobó
descensos en Europa.
hace varios años y se ha podido mejorar la
La calefacción constituye en casi todos eficiencia de la nueva construcción.
los países el principal CE de este sector Por lo que se refiere al equipamiento do-
(27% en la UE15 y 15% en España). Los méstico, la convergencia en la posesión de
factores que influyen en su eficiencia son: electrodomésticos en España influye en el
el sistema utilizado, la antigüedad del edi- indicador y está motivado por el aumento
ficio y del sistema, el combustible utiliza- de los ingresos por hogar, unos precios re-
do, el tamaño de la vivienda, el número de ducidos de la energía, un mayor acceso a
ocupantes y el aislamiento del edificio. La equipos electrónicos y de comunicación, la
falta de datos impide analizar la evolución reducción del ciclo de vida de los produc-
de la eficiencia de la calefacción en Espa- tos y las preferencias y costumbres de los
ña, pero sí se puede señalar a partir de la españoles.
información censal del INE que las necesi-
dades de calefacción han aumentado des- Por último, los precios de la energía han
de la década de los 70 un 12% por el in- tenido también su repercusión en el CE de
cremento de los m2 por persona, debido las familias españolas. Según la Encuesta
a la construcción de casi 9 millones de vi- de presupuestos familiares de EUROSTAT
viendas y al descenso del 22% de las per- (2006a) se destina un 2,9% del presupues-
sonas por hogar, que ha sido compensado to familiar a las necesidades energéticas
por el mantenimiento de la superficie media del hogar, inferior al 5,8% que se destina
de las viviendas. Pero lo más destacable de media en la UE porque se consume me-
de este uso energético en España es que nos energía y los precios son más bajos.
En el caso de la electricidad, entre 1998 y
un 15% de las viviendas no dispone de ca-
2004, la demanda ha crecido un 43% pero
lefacción y un 38% utiliza esporádicamente
los españoles han reducido el gasto fami-
calefactores (INE, 2002), por lo que el po-
liar en un 32%, lo cual desincentiva el aho-
tencial de sustitución y mejora de los sis-
rro energético. En los últimos años la situa-
temas de calefacción es limitado. Por otro
ción económica favorable y unos precios
lado, la menor necesidad de calefacción se
de la electricidad que acumulan importan-
está compensando con un mayor uso de
tes reducciones han impulsado el consu-
los aires acondicionados.
mo de electricidad y el crecimiento de la IE,
El Gobierno español ha aprobado un lo que ha llevado a ciertos agentes sociales
nuevo Código Técnico de Edificación que a hablar de cierto «derroche» en el consu-
afecta a las instalaciones de calefacción, mo energético.
Cómo afectan los cambios estructurales a la intensidad energética en España.

6. CONCLUSIONES cir la IE total en el período, lo hace en me-


nor medida que otros países. El factor que
La comprensión del vínculo entre el creci- más contribuye al empeoramiento del indi-
miento económico y el consumo energético cador en España y en la UE15 es el efec-
en España es fundamental desde un punto to estructural del transporte, pero en Eu-
de vista de política energética por sus im- ropa se logra compensar este efecto con
plicaciones en la seguridad de suministro y mejoras de eficiencia, que en el caso es-
en los objetivos medioambientales. En este pañol son insuficientes para compensar el
trabajo se ha intentado identificar las cla- aumento de la actividad. Por otro lado, en 379
ves que han marcado la tendencia del in- España el sector de servicios y residencial
dicador en el pasado para comprender los incrementan la IE total, frente a descensos
mecanismos que afectarán a su evolución generalizados en otros países, pero como
futura y se ha mostrado un método capaz tienen un valor de IE relativamente más
de monitorizar su progresión. La utilización bajo, afectan en menor medida al total.
de este modelo ha permitido cuantificar los
El análisis de la evolución de los sectores
diferentes efectos y mostrar una respuesta
ha permitido describir algunas claves dife-
coherente a la evolución del indicador.
renciales del comportamiento español. Para
La desagregación de la IE nos permi- poder invertir la tendencia de la IE se de-
te concluir que España tiene un compor- bería, por un lado, promocionar una mayor
tamiento a nivel estructural similar al de participación de las renovables y el gas en
la UE15, en el que el sector terciario y el la generación de electricidad y, por otro, ra-
transporte incrementan su peso sobre la cionalizar el uso del transporte, con una di-
economía a costa de la agricultura y la in- versificación de modos de transporte en el
dustria y estos cambios tienen su reflejo en caso de las mercancías y un incremento del
las variaciones de la IE total. La principal transporte público en los particulares. Final-
razón que explica le evolución desigual del mente, se debe realizar un importante es-
indicador de IE en España es que todos los fuerzo en mejorar la eficiencia de todos los
sectores empeoran su eficiencia energéti- sectores, en particular, la de la industria más
ca. Incluso la industria que consigue redu- intensiva, los servicios y el residencial.
María Mendiluce Villanueva

ANEXO I
Método de desagregación de índices

A continuación se definen las variables del modelo de desagregación para el


año t:
Et = Total consumo energético.
Ei,t = Consumo energético en el sector i.
ER= Consumo energético residencial.
Yt = PIB total.
Yi,t = VAB del sector i.
Si,t = participación sector i en PIB (= Yi,t /Yt).
It = IE agregada (= Et /Yi,t).
Ii,t = IE de cada sector i (= Ei,t /Yi,t).
Dtot = Variación de la IE total
Dstr = Variación por efecto estructura.
Dint = Variación por efecto intrasectorial.
Dresid = Efecto residencial.
Drsd = Residuo.
La interpretación formal del modelo a aplicar1 se representa en la siguiente
formula, donde la IE (cociente entre energía (ET) y Producto Interior Bruto (YT))
se descomponen en función de la eficiencia energética (Ei,t /Yi,t) de los sectores i
(agricultura, industria, servicios y transporte), la participación de cada sector en
la economía (Yi,t /YT) o, lo que es lo mismo, el efecto estructural (Si,t) y, por últi-
mo, el cambio de IE en el consumo residencial (ER /YT), para lo que se conside-
ra todo el PIB de la economía, que es en definitiva generado por todo el sector
residencial.

/ 9
 ¤ ˆ ]Ì ˆ ]Ì , (1)
9/ 9ˆ ]Ì 9/ 9/

Si aplicamos la derivada a los dos lados de la ecuación, se obtiene:

Ì ¥ ´ 9ˆ ]Ì ¥9 ´ ¥ ´
`  ¤` ¦ ˆ ]Ì µ ¤ ˆ ]Ì ` ¦ ˆ ]Ì µ ` ¦ , µ
9Ì § 9ˆ ]Ì ¶ 9/ 9ˆ ]Ì § 9/ ¶ § 9/ ¶

1 El planteamiento del modelo parte del modelo propuesto por Schäfer (2005) y el método LMCDI

introducido por Ang et al. (2003).


Cómo afectan los cambios estructurales a la intensidad energética en España.

Ahora, si dividimos la parte izquierda de la ecuación por ET /YT y multiplicamos


por YT / ET la parte derecha de la ecuación y además multiplicamos y dividimos
estos mismos factores por Ei,t /Yi,t, Yi,t /YT y ER /YT se obtiene:

Ì ¥ ´ 9ˆ ]Ì ˆ ]Ì 9 ¥9 ´ 9ˆ ]Ì ˆ ]Ì 9/ ¥ ´ 9
` ` ¦ ˆ ]Ì µ
/
` ¦ ˆ ]Ì µ `¦ , µ , /
9Ì § 9ˆ ]Ì ¶ 9/ 9ˆ ]Ì / § 9/ 9 9
¶ / ˆ ]Ì / § 9/ ¶ 9/ /
¤ ¤ ¤
/ ˆ ˆ ]Ì ˆ 9ˆ ]Ì ˆ , 381
9/ 9ˆ ]Ì 9/ 9/

Eliminando todos los elementos posibles llegamos a:

Ì ¥ ´¥ ´ ¥9 ´ ¥ ´ ¥ ´¥ ´
` ¤` ¦ 9ˆ ]Ì µ ¦ ˆ ]Ì µ ¤ 9ˆ ]Ì ` ¦ 9ˆ ]Ì µ ¦ ˆ ]Ì µ `¦ , µ¦ , µ
9Ì ˆ § ˆ ]Ì ¶ § / ¶ ˆ ˆ ]Ì § / ¶§ / ¶ § 9/ ¶ § / ¶

/ ¥ ˆ ]Ì ´ ¥ 9ˆ ]Ì ´ ¥ , ´
9/ ¦ µ ¦ µ ¦9 µ
§ 9ˆ ]Ì ¶ § 9/ ¶ § / ¶

£ `Ý
Teniendo en cuenta que: ` œ} Ý  `Ý  y que a log x = log xa.
Ý Ý

¨ ¥ ˆ ]Ì ´
¦ µ
¥ ˆ ]Ì ´
¦ µ
¥ , ´ ·
¦ µ
© ¥ ´ § / ¶ ¥ 9 ´ § / ¶ ¥ § / ¶ ¸
´
` œ} Ì  ` © ¤œ}¦ ˆ ]Ì µ ¤œ}¦ ˆ ]Ì µ ¤œ}¦ , µ ¸ (2)
9Ì © ˆ § 9ˆ ]Ì ¶ ˆ § 9/ ¶ ˆ § 9/ ¶ ¸
©ª ¸¹

Si calculamos los incrementos de esta función,

¥ ˆ ]Ì ´ ¥ ˆ ]Ì ´ ¥ , ´
¦ µ ¦ µ ¦ µ
Ì ¥ ´§ / ¶ ¥9 ´§ / ¶ ¥ ´§ / ¶
$ œ}  ¤ $œ}¦ ˆ ]Ì µ ¤ $œ}¦ ˆ ]Ì µ ¤ $œ}¦ , µ (3)
9Ì ˆ § 9ˆ ]Ì ¶ ˆ § 9/ ¶ ˆ § 9/ ¶

e integramos la parte izquierda de la ecuación,

¥ / ´
/ ¦9 µ
Ì ¥ ´ ¥ ´ § Ì ¶/
° œ} 9  œ}¦ / µ œ}¦ / µ  œ}
ä Ì § 9Ì ¶ / § 9Ì ¶ ä ¥ / ´
¦9 µ
§ Ì ¶ä
María Mendiluce Villanueva

Si repetimos las mismas operaciones para la parte derecha de la ecuación (3):

¨ ¥
¦
ˆ ]Ì
´
µ
¥ ˆ ]Ì ´
¦ µ
· ¨ ¥
¦
ˆ ]Ì
´
µ
¥ ˆ ]Ì ´
¦ µ
·
© ¥ ˆ ]Ì ´ § / ¶ ¥ ´§ / ¶ ¸ © ¥ 9ˆ ]Ì ´ § / ¶ ¥9 ´§ / ¶ ¸
¤ ¦9 µ
© œ} œ}¦ ˆ ]Ì µ ¸ ¤ ©œ}¦ µ œ}¦ ˆ ]Ì µ ¸
ˆ © § ˆ ]Ì ¶ / § 9ˆ ]Ì ¶ ä ¸ ˆ © § 9/ ¶ / § 9/ ¶ ä ¸
©ª ¸¹ ©ª ¸¹
¥ ˆ ]Ì ´ ¥ ˆ ]Ì ´ ¥ , ´
¦ µ ¦ µ ¦ µ
¥ ˆ ]Ì ´ § / ¶ ¥ 9ˆ ]Ì ´ § / ¶ ¥ , ´ § / ¶
¨ ¥
¦
,
´
µ
¥ ´ ·
¦ µ
, ¦ µ ¦ µ ¦9 µ
© ¥ , ´ § / ¶ ¥ , ´ § ¶ ¸
/ § 9ˆ ]Ì ¶ / § 9/ ¶ / § / ¶/
¤ ©œ}¦§ 9 µ¶ œ}¦ µ
§ 9/ ¶ ä ¸
¸  œ}” ¥ ´
œ}” ¥ ˆ ]Ì ´
œ}” ¥ , ´
ˆ ©
ˆ ]Ì
/ / ˆ ¦ µ ˆ ¦ µ ˆ ¦ µ
©ª ¸¹ ¥ ˆ ]Ì
´ § / ¶ ¥ 9ˆ ]Ì ´ § / ¶ ¥ , ´ § / ¶

¦ µ ¦ µ ¦9 µ
§ 9ˆ ]Ì ¶ ä § 9/ ¶ ä § / ¶ä

para luego exponenciar ambos lados de la ecuación:

¨ ¥ ˆ ]Ì ´
¦ µ
¥ ˆ ]Ì ´
¦ µ
¥ , ´ ·
¦ µ
¨ ¥ ´ · © ¥ ˆ ]Ì ´§ / ¶ ¥ 9ˆ ]Ì ´ § / ¶ ¥ , ´ § / ¶
¸
© ¦ / µ ¸ © ¦ µ ¦ µ ¦9 µ ¸
© § 9Ì ¶/ ¸ © § 9ˆ ]Ì ¶/ § 9/ ¶ / § / ¶/ ¸
iÝ« ©œ} ¸  iÝ« ©œ}” ¥ ˆ ]Ì ´ ” ¥ ˆ ]Ì ´ ” ¥ , ´ ¸
© ¥ / ´ ¸ © ˆ
¥ ˆ ]Ì
¦
´§
µ ˆ ¦
¥ 9ˆ ]Ì ´ §
µ ˆ ¦
¥ , ´ §
µ ¸
© ¦§ 9 µ ¸
¶ä ¹ © / ¶ / ¶ / ¶
¸
ª Ì
© ¦ µ ¦ µ ¦9 µ ¸
ª § 9ˆ ]Ì ¶ä § 9/ ¶ ä § / ¶ä
¹

Por lo que la ecuación final de este modelo es:

¥ ˆ ]Ì ´ ¥ ˆ ]Ì ´ ¥ , ´
¦ µ ¦ µ ¦ µ
¥ / ´ ¥ ˆ ]Ì ´ § / ¶ ¥ 9ˆ ]Ì ´ § / ¶ ¥ , ´ § / ¶

¦9 µ ¦ µ ¦ µ ¦9 µ
§ Ì ¶/ § 9ˆ ]Ì ¶ / § 9/ ¶ / § / ¶/
iÝ« ” ” ” (4)
¥ ˆ ]Ì ´ ¥ ˆ ]Ì ´ ¥ , ´
¥ / ´ ˆ ¦ µ ˆ ¦ µ ˆ ¦ µ
¦9 µ ¥ ˆ ]Ì ´§ / ¶ ¥ 9ˆ ]Ì ´ § / ¶ ¥ , ´ § / ¶
§ Ì ¶ä ¦ µ ¦ µ ¦9 µ
§ 9ˆ ]Ì ¶ ä § 9/ ¶ ä § / ¶ä

A partir de esta ecuación final se obtienen los tres efectos definidos inicialmente:

¨ · ¨ ·

ÃÌÀ  iÝ« © ¤7ˆ a ˜ -ˆ ]/ É -ˆ ]ä ¸ ˆ˜Ì  iÝ« © ¤7ˆ a ˜ ˆ ]/ Ɉ ]ä ¸
ª ˆ ¹ ª ˆ ¹

¨ ·

ÀiÈ`  iÝ« © ¤7ˆ a ˜ , ]/ É9/ É / ]ä É9ä ¸
ª ˆ ¹

Cómo afectan los cambios estructurales a la intensidad energética en España.

Como no se puede obtener información de estas variables a nivel empírico de


forma continua en el tiempo, se debe estimar un valor entre el momento 0 y T.
Schäfer (2005) calcula este valor como la media aritmética de la proporción del
consumo energético sobre el total de los dos períodos (1/2 * (Ei,0 /E0 – Ei,t /ET) = Wi′),
mientras que Ang et al. utiliza la media logarítmica del cociente entre la energía sec-
torial por el PIB total y las intensidades totales (Ang et al., 2003):

383
7ˆ a

 ˆ/ É9/ ] ˆ ]ä É9ä

 / É9Ì ] ä É9ä
siendo la media logarítmica de dos números positivos x e y definida como:
L(x,y) = ( y – x) / ln( y / x). Utilizamos la aproximación introducida por Ang porque
cumple las propiedades antes citadas. Así, la multiplicación de los tres efectos, tal
y como se ha definido, es igual a la variación total de la IE: Dtot ≅ Dstr * Dint * Dresid.

ANEXO II
Descripción de los datos utilizados

Los datos de VAB (a precios constantes con base 1995) son publicados por
EUROSTAT como NACE 6 y han sido complementados con la NACE 31. Para
España se utilizan las estadísticas del IDAE que vienen del INE.
Los datos de consumo energético provienen de los Balances Energéticos de
la IEA (2005), pero siguiendo la metodología del IDAE se excluyen los consumos
no energéticos, por ejemplo, la industria petroquímica. Para el transporte sólo se
dispone de la división del CE del transporte privado y de mercancías y viajeros
para España (IDAE, 2007), por lo que a efectos comparativos se utilizará un ratio
sobrevalorado entre la energía total. Otros investigadores consideran el transpor-
te como un servicio (Schäfer, 2005) y los organismos utilizan el PIB total (IDAE,
2005) para calcular su IE, pero ambos métodos pueden inducir a malas interpre-
taciones. Dentro del VAB del transporte EUROSTAT incluye para la UE15 el de las
«Comunicaciones», por lo que el indicador está infravalorado.
Por último, siguiendo la metodología del IDAE y ADEME, se excluyen del análi-
sis los usos no energéticos de la energía, por lo que además de no incluir el con-
sumo no energético publicado por el IEA dentro de los consumos finales, en la
«industria química» y en el «sector industria» se elimina la parte correspondiente a
la elaboración de materias primas de la «industria petroquímica».
María Mendiluce Villanueva

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gy uses in IEA countries»,Energy Policy n.o 28: SUN, J.W. (2002): «The decrease in the differen-
367-388. ce of energy intensities between OECD coun-
SCHURR, S.H (1984): «Energy Use, technological tries from 1971 to 1998», Energy Policy n.o 30:
change and productive efficiency: an histori- 631-635.
385
387

AUTORES

ÁLVAREZ ETXEBERRIA, Igor. Profesor contratado permanente de la Universidad del


País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea, y miembro de la Comisión Permanente del Depar-
tamento de Economía Financiera I de dicha universidad. Especialista y docente en Sistemas
de Información Financiera y no Financiera. Participa en el Postgrado de Norma Internacio-
nal de Contabilidad en la Facultad de Sarriko, y en el Postgrado de Sistemas de Gestión In-
tegrado de la Cámara de Comercio de Guipúzcoa. Autor de libros y artículos en revistas
especializadas sobre Contabilidad Social y Medioambiental, y en múltiples ponencias en
congresos nacionales e internacionales. Participación en diversos proyectos de investiga-
ción financiados por el Gobierno Vasco, la Diputación Foral de Guipúzcoa, y la UPV-EHU.
Miembro de la Junta de Gobierno del Colegio Vasco de Economistas, y ponente en cursos
de formación para los colegiados. Miembro de la Asociación Española de Contabilidad y
Administración de Empresas (AECA).

BEREZO DÍEZ, Jorge. Ingeniero Industrial por la UPV/EHU. Ha desarrollado su carrera


en el mundo de la ingeniería como proyectista y director de diversos proyectos de edifica-
ción. Actualmente es técnico del Departamento de Innovación y Promoción Económica de
la Diputación Foral de Bizkaia, donde asume la coordinación de la iniciativa Xertatu de pro-
moción de la Responsabilidad Social de las Empresas en Bizkaia. Es Presidente de la aso-
ciación Oikocredit Euskadi para la promoción de la inversión responsable.
CABALEIRO CASAL, M.a José. Doctora en Ciencias Económicas y Empresariales por
la Universidad de Vigo y profesora titular de Universidad del Departamento de Economía
Financiera y Contabilidad de la Universidad de Vigo. Su actividad investigadora se centra
en temas relacionados con las empresas de participación y la «economía social». Autora
de diversos libros y artículos sobre esta línea de investigación, especialmente en las so-
ciedades cooperativas. Ha obtenido el premio «Innovación Cooperativa», otorgado por el
Consello Galego de Cooperativas en el año 2002, a su tesis doctoral. Ha formado parte
de los equipos de trabajo que elaboraron el Libro Branco y el Plan Estratéxico de Coope-
rativas de Galicia. Participó en varios proyectos de investigación relacionados con esta te-
mática.

CHAMORRO GOMEZ, José Manuel. Profesor Titular de Fundamentos del Análisis Eco-
nómico en la UPV/EHU y miembro del Instituto de Economía Pública. Premio Extraordinario
de Doctorado por el Campo de las Ciencias Sociales (UPV/EHU, 1991). Su tarea docente e
investigadora se ha centrado sobre todo en Macroeconomía y Finanzas. Ha publicado ar-
tículos en numerosas revistas especializadas de Economía. Así mismo, ha dirigido varias
tesis doctorales y participado en numerosos proyectos de investigación, públicos y priva-
dos. Últimamente trabaja en la valoración de inversiones en el área de los recursos natura-
les y ambientales.

COOPER, Stuart. Profesor Titular en finanzas y contabilidad en la escuela de negocio de


Aston. Graduado en la Universidad de Exeter con matrícula de honor en Economía y Esta-
dística. En 2002 Master de Gestión en la Universidad de Aston. Sus publicaciones y cam-
pos de investigación son las áreas de la contabilidad social y ambiental.

CORDERO SANZ, Carlos. Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la


UAM; Master Executive MBA Instituto de Empresa de Madrid; y Experto en Gestión de
Proyectos de Desarrollo por la UNED y la Organización Estados Iberoamericanos. Director
de la empresa SUSTENTIA especializada en temas relacionados con Transparencia, Anti-
corrupción y Derecho de Acceso a la Información, consultoría estratégica y de gestión para
ONG, responsabilidad social corporativa, Derechos Humanos y Cooperación al Desarrollo.
Es profesor de estas materias en la UNED y Universidad de Cantabria y ponente en semi-
narios y congresos nacionales e internacionales. Entre otros proyectos, participa como di-
rector en los estudios sobre «La calidad información sobre RSC en las memorias sociales
de las empresas que cotizan en el índice IBEX 35. A lo largo de su trayectoria profesional
ha ocupado anteriormente puestos de responsabilidad en empresas nacionales y multina-
cionales que desarrollan actividades en otros ámbitos: Auditorias y Certificación y Teleco-
municaciones

DE LA CUESTA GONZÁLEZ, Marta. Licenciada en Ciencias Económicas y Empresaria-


les por la Universidad Complutense de Madrid (CUNEF). Doctora en Ciencias Económicas
por la UNED. Profesora titular de Economía Aplicada de la UNED. Vicerrectora de Planifica-
ción y Asuntos Económicos de la UNED. Coordinadora del postgrado oficial en Sostenibili-
dad y RSC de la UNED-Jaume I. Dirige e imparte docencia en varios cursos de postgrado.
Ha publicado varios artículos y trabajos sobre el sector bancario, el sector financiero y el
desarrollo, las inversiones socialmente responsables y la responsabilidad social de la em-
presa. Miembro del consejo asesor del Foro de expertos de RSC. Ha sido vicepresidenta
de Economistas sin Fronteras y promotora y vicepresidenta del observatorio de la RSC.

ECHANIZ BARRONDO, Arantza. Doctora en Ciencias Económicas y Empresariales


(tema: liderazgo femenino). Profesora del departamento de Filosofía de la Universidad de
Deusto. Tiene amplia experiencia docente en los campos de ética, liderazgo y comunica-
ción. Miembro de la Comisión del Aula de Ética de la Universidad de Deusto. Ha publicado 389
diversos artículos sobre liderazgo, liderazgo femenino y ética empresarial. Sus líneas de in-
vestigación actuales son: ética, responsabilidad social e inteligencia emocional.

GARAYAR ERRO, Ainhoa. Licenciada en Administración y Dirección de Empresas, es


profesora del Departamento de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad del
País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea. Ha participado en congresos nacionales e inter-
nacionales con trabajos de investigación en Contabilidad Social y Medioambiental, memo-
rias de Sostenibilidad e Indicadores Sociales. Actualmente está desarrollando su tesis doc-
toral en el área de la responsabilidad social corporativa

GÓMEZ GERBOLES, Olga. Licenciada en Ciencias Económicas, especialidad Econo-


mía Regional. Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la UPV/EHU. Forma-
ción específica en Gestión de Tecnología e Innovación, Competitividad Empresarial y De-
sarrollo Regional, Formación de Equipos de Trabajo, Aprendizaje Organizativo e Inteligencia
Emocional. Desde su incorporación al Cluster del Conocimiento en 1999 ha coordinado di-
ferentes foros de intercambio de Conocimiento, Grupos de Trabajos y Proyectos en cola-
boración en áreas de conocimiento relacionadas con la innovación en gestión a través de
las personas. Como fruto del trabajo realizado en dichos Foros, ha coordinado y participa-
do en la elaboración y publicación de numerosos libros e informes:

GURREA IZA, Jone. Licenciada en Sociología por la Universidad del País Vasco (UPV).
Ha realizado el doctorado en la UPV obteniendo el Diploma de Estudios Avanzados (DEA)
en Modelos y áreas de Investigación en ciencias sociales. Ha sido miembro del equipo de
investigación sobre Responsabilidad Social Corporativa del departamento de Sociología II
de la UPV. Es coautora junto a Alfonso Unceta del libro Responsabilidad Social Corporati-
va en las pymes de Bizkaia (2005). En la actualidad trabaja como técnica de igualdad en el
Ayuntamiento de Elorrio,

LOZANO SOLER, Josep María. Profesor ordinario del Departamento de Ciencias Socia-
les y Doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación (Universitat de Barcelona). Licenciado
en Teología (Facultat de Teologia de Catalunya) y Licenciado en Filosofía y Letras. Univer-
sidad de Barcelona. Sus áreas de investigación son: responsabilidad social de la empresa,
ética empresarial y valores y liderazgo en las organizaciones. Ha publicado cinco cuader-
nos y siete libros. Entre ellos, el libro «Danone en Ultzama» premiado con el Premio MSD
a la investigación ética empresarial (2005); el libro «Ètica i empresa» recibió el Premio Joan
Sardà Dexeus 1998 al mejor libro de economía de la empresa. Director del Observatorio de
los Fondos Éticos, Ecológicos y Solidarios en España. Es cofundador de Ética, Economía
y Dirección (la rama española del European Business Ethics Network); miembro del conse-
jo internacional de Ethical Perspectives y de Society and Business Review; y del patrona-
to o del consejo asesor de diversas fundaciones y asociaciones. Fue el representante de
ESADE en el consorcio de universidades europeas que creó la European Academy on Bu-
siness in Society (EABiS). Ha sido miembro de la Comisión para el debate sobre los valo-
res, creada por el Gobierno de la Generalitat de Catalunya, y es miembro del Foro de Ex-
pertos en RSE del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales español. Ha sido reconocido
como highly commended runner-up en el Faculty Pioneer Award (2003), convocado por
EABiS y el Aspen Institute (EE.UU.). Es profesor de ESADE desde 1986.

MARCUELLO SERVÓS, Carmen. Profesora Titular del Departamento de Economía y Di-


rección de Empresas de la Universidad de Zaragoza. Responsable del grupo de investiga-
ción consolidado Grupo de Estudios Sociales y Económicos del Tercer Sector, reconocido
por la Diputación General de Aragón y miembro del grupo de investigación internacional Eu-
ropean Participation Network. Sus áreas de investigación son economía de las organizacio-
nes no lucrativas, economía de la salud, capital social y responsabilidad social corporativa.
Ha publicado diversos libros y artículos en revistas especializadas nacionales y extranjeras.

MELÉ, Doménec. Es profesor de Ética empresarial y titular de la cátedra Economía y Éti-


ca negocios en IESE Business School (Universidad de Navarra). Preside el simposio interna-
cional bianual sobre ética, empresa y sociedad del IESE. Es doctor en Ingeniería industrial
(Universidad Politécnica de Cataluña, 1974) y en Teología (Universidad de Navarra, 1983).
Graduado en Ciencias Químicas (Universidad de Barcelona, 1978). Antes de recalar en IESE
fue catedrático de tecnología química en la Universidad Politécnica de Valencia. En los últi-
mos 20 años ha escrito extensamente e investigado en las áreas de ética empresarial y pen-
samiento social cristiano. Sus áreas de especialización incluyen la ética económica y empre-
sarial, responsabilidad social corporativa, ética y espiritualidad cristiana en el directivo, ética
en la cultura organizativa y filosofía de la empresa. Ha publicado más de 50 artículos en re-
vistas y 12 libros de su especialidad. Miembro de la International Society of Business, Eco-
nomics and Ethics (ISBEE): European Business Ethics Network (EBEN); Society for Business
Ethics (SBE); Academy of Management (AOM), y de AEDOS (Asociación para el estudio de
las enseñanzas sociales de la Iglesia).

MELLE HERNÁNDEZ, Mónica. Licenciada y doctora por la Facultad de Económicas y


Empresariales de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), con Premio Extraordina-
rio. Profesora titular de Economía Financiera de la Facultad de Ciencias Económicas y Em-
presariales de la UCM, de la que ha sido Vicedecana. I Premio Joven 98 de Economía por
la Fundación General de la UCM. Ha realizado numerosos trabajos de investigación de I+D
en las FUNCAS. Ha publicado diversos artículos en revistas especializadas como Pape-
les de Economía Española, Economía Industrial, etc. Ponente del Documento «Gobierno y
responsabilidad social de la empresa» de AECA y miembro de la Comisión de expertos de
RSC constituida por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Ha desempeñado diversos
puestos en la Administración como Vocal Asesora del Gabinete del Ministro de Administra-
ciones Públicas, Subdirectora General del Ministerio de Administraciones Públicas, Asesora
del Gabinete del Secretario de Estado de Universidades e Investigación y Vocal Asesora del
Gabinete de la Ministra de Vivienda.

MENDILUCE VILLANUEVA, María. Licenciada en Dirección y Administración de Em-


presas por la Universidad de Navarra y MBA por el Henley Management College del Rei-
no Unido. Está realizando su tesis doctoral sobre la Intensidad Energética en España en
la Universidad Pontificia de Comillas tras la obtención del Diploma de Estudios Avanzados 391
acreditativo de la suficiencia investigadora. En la actualidad es asesora de desarrollo soste-
nible en la Oficina Económica de Presidencia de Gobierno. Previamente trabajó en el gabi-
nete del consejero delegado de Iberdrola y en la Agencia Internacional de la Energía.

MONEVA ABADÍA, José Mariano. Profesor Titular de la Universidad de Zaragoza y Vi-


cedecano de la Facultad de CC. Económicas y Empresariales, ha publicado numerosos
artículos nacionales e internacionales en el campo de la contabilidad social y medioam-
biental, y sobre responsabilidad social corporativa. Dirige el proyecto de investigación
SIRCARSO financiado por el Ministerio de Educación y Ciencia. Coordinador de la Comi-
sión de Responsabilidad Social Corporativa de la AECA, Representante español en el Sus-
tainability Working Party de la Federación Europea de Auditores (FEE) y Coordinador del
grupo de trabajo sobre sostenibilidad del Instituto de Censores Jurados de Cuentas de Es-
paña (ICJCE). Dirige la Comisión Técnica que evalúa los Premios a la Mejor Información de
Sostenibilidad (AECA-ICJCE) y de los European Sustainability Reporting Awards (ESRA).

RODRÍGUEZ FERNÁNDEZ, José Miguel. Doctor en Ciencias Económicas y Empresa-


riales, con premio extraordinario. Ha impartido docencia en la Universidad del País Vasco.
Actualmente es Profesor Titular de Economía Financiera en la Universidad de Valladolid,
de cuya Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales ha sido Vicedecano y Deca-
no durante largo tiempo. Ha participado en diversos proyectos de investigación y trabajos
de consultoría, así como en múltiples congresos y jornadas científicas. Autor de una exten-
sa lista de publicaciones en libros y revistas españolas e internacionales, sus principales lí-
neas de investigación son la economía y regulación de las entidades financieras, el análisis
de las decisiones financieras sobre la base de la economía industrial e institucional, y el go-
bierno de la empresa en relación con la responsabilidad social corporativa. Sobre esto últi-
mo en el año 2003 publicó «El gobierno de la empresa: un enfoque alternativo» (Ed. Akal).
Ponente del Documento «Gobierno y responsabilidad social de la empresa», editado por la
Asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresa (AECA).

RODRÍGUEZ PARADA, Sonia Margarita. Doctora en Ciencias Económicas y Empresa-


riales por la Universidad de Navarra y Profesora Titular de Universidad del Departamento
de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad de Vigo. Su tesis doctoral recibe
el Premio Club Gestión de Calidad al mejor trabajo de investigación sobre Gestión de Cali-
dad Total. Ha sido profesora de la Universidad de Navarra y, desde 1994, es profesora de la
Universidad de Vigo, donde imparte Matemática financiera, Cálculo actuarial y Gestión ban-
caria. Su línea de investigación se centra en el sector bancario, en temas relacionados con
calidad, transparencia de las operaciones financieras, protección del cliente, banca alternati-
va y finanzas éticas. Es autora de publicaciones en revistas especializadas y libros monográ-
ficos sobre temas financieros.

SALAS FUMÁS, Vicente. Doctor en Administración de Empresas y Master of Science


por la Universidad de Purdue; Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales y MBA,
por ESADE. Actualmente es catedrático de Organización de Empresas en la Universidad de
Zaragoza, cargo que ocupó anteriormente en la Universidad Autónoma de Barcelona. Ha
sido también investigador visitante en la Universidad de Stanford. Ha recibido el Premio Rey
Jaime I de Economía, la Medalla al Mérito Profesional del Gobierno de Aragón y el Premio
Juan Sardá de Economía. Actualmente es también consejero ejecutivo del Banco de Es-
paña. Autor de numerosas publicaciones sobre análisis económico de las organizaciones,
propiedad y gobierno de las empresas; creación de empresas e innovación; estudios empí-
ricos sobre la empresa española; banca y empresas.

VALOR MARTÍNEZ, Carmen. Doctor por la Universidad Complutense de Madrid, MBA por
la Universidad Carlos III y MSc Business and Community por la University of Bath. Profesor de
la Universidad Pontificia de Comillas (Departamento de Marketing) y Profesor Visitante en cur-
sos de postgrado de varias universidades (UNED, Universidad Complutense de Madrid, y Uni-
versity of Bath). Miembro investigador de varias instituciones, desarrollando proyectos relacio-
nados con la Responsabilidad Social de la Empresa. Miembro investigador de Observatorio
de la RSC, Fundación Economistas Sin Fronteras y CECOD. Su investigación ha sido publica-
da en libros, actas de congresos y numerosas revistas científicas internacionales.

VÁZQUEZ OTEO, Orencio. Coordinador del Observatorio de Responsabilidad Social


Corporativa y forma parte del equipo de coordinación de Red Puentes Internacional y de la
European Coalition For Corporate Justice. Licenciado en Derecho por la Universidad Com-
plutense de Madrid. Diploma de suficiencia investigadora en el programa de Doctorado
«Crecimiento y desarrollo sostenible» (UNED). Ha realizado diversos master y cursos en el
Centro de Estudios Financieros, Cámara de Comercio de Madrid, Centro Europeo de De-
sarrollo Empresarial, Banco Cooperativo Español, Fundación Universitaria San Pablo CEU y
Real Colegio Universitario María Cristina. En el periodo 1996-2001 fue Asesor de la Direc-
ción General de la Caja Rural de Jaén, y miembro del Comité de Dirección; y desde el 2003
es responsable de las áreas de RSC, Inversiones Socialmente Responsables y Financiación
Alternativa en Economistas Sin Fronteras. Profesor asociado de Administración y Dirección
de Empresas (imparte Sistemas Financieros) de la Universidad Carlos III de Madrid y cuen-
ta con varios artículos y publicaciones relacionadas con la RSC, las inversiones socialmen-
te responsables y la financiación alternativa.
NATURALEZA, OBJETIVOS
Y PERFIL EDITORIAL DE
LA REVISTA EKONOMIAZ

DECLARACIÓN DE OBJETIVOS

Las revistas científicas son los principales medios de comunicación científica; poseen por
ello una gran responsabilidad en el avance del conocimiento científico. Su forma de contri-
buir a él es estableciendo una política editorial definida y transparente respecto de aspectos
cruciales como son los relativos a la ética de la investigación y publicación, al proceso de
evaluación y «arbitraje» científico y a una buena gestión profesional.

La revista Ekonomiaz, fundada en 1985, lleva casi un cuarto de siglo inmersa en la comu-
nidad científica económica. Sus objetivos fundamentales son: a) la promoción de la investi-
gación científica universitaria y la divulgación de sus resultados en los campos de la teoría y
la economía empírica y aplicada, con especial atención a los de la Economía, el Derecho y
la Administración del Sector Público; b) la divulgación de calidad de los avances científicos
conseguidos en las áreas que cultiva; c) la colaboración en la racionalidad del proceso de
toma de decisiones públicas en materia económica, facilitando explicaciones, fundamentos
y datos para respaldar el diseño, la ejecución y la evaluación de las políticas económicas de
la Administración Pública vasca.

Ekonomiaz siempre ha adoptado una perspectiva científica rigurosa basada en el rea-


lismo científico entre cuyos componentes figuran la objetividad, la imparcialidad, el enfo-
que global e interdisciplinar y la contrastación empírica de hipótesis y resultados. Con el
subtitulo de Revista Vasca de Economía se ha querido subrayar que aunque sus análisis
no se circunscriben exclusivamente a su ámbito territorial natural, el conocimiento de la
economía vasca y la perspectiva del desarrollo y la innovación regional deben estar siem-
pre presentes.

La concepción del contenido de la revista se basa en la elección de un tema central so-


bre el que pivotan los artículos. La elección de dichos temas se guía por el criterio de re-
levancia en su doble acepción de importancia y pertinencia: los temas seleccionados son
aquellos que se encuentran en cada momento en el centro del debate académico, político y
social. Sin embargo, Ekonomiaz no se limita a abordar los temas candentes del momento,
con una visión a corto plazo; sino que como herramienta de prospección económica a me-
dio y largo plazo intenta también penetrar en el futuro, Por ello, Ekonomiaz trata de situarse
lo más cerca posible de la vanguardia del conocimiento planteando temas que puedan lle-
gar a ser objeto de especial interés y atención en el mundo académico y político. Además,
la revista incorpora la sección «Otras colaboraciones» donde se publican trabajos originales
«no solicitados expresamente» relativos a asuntos de interés en la economía real y la investi-
gación académica.

GESTIÓN EDITORIAL

La gestión editorial de la revista Ekonomiaz, que es uno de los elementos esenciales de


la política editorial, descansa en dos órganos: el Consejo de Redacción y la Dirección eje-
cutiva. El primero es el responsable de mantener la línea editorial, así como de la selección
de los temas centrales de investigación, del asesoramiento científico general y de la relación
con centros de investigación y universidades. Los miembros de este consejo se eligen de
acuerdo con principios de excelencia profesional y académica, y capacidad investigado-
ra, así como con criterios de experiencia en tareas de dirección, y, a ser posible, en la de
edición de revistas científicas. Las funciones de dirección ejecutiva son asumidas por un
equipo integrado por un director ejecutivo, un subdirector y tres editores. Este equipo es el
responsable del buen funcionamiento de los procesos de selección, evaluación externa (ba-
sado en un sistema de doble evaluación anónima) y publicación de los trabajos originales.

Ekonomiaz está admitida en el Catálogo de revistas Latindex al cumplir la mayoría de


los criterios bibliográficos de calidad establecidos por el acreditado sistema de informa-
ción, tanto para revistas escritas como electrónicas. Hay que subrayar que en el Catálogo
Latindex sólo aparecen las revistas previamente seleccionadas y clasificadas según crite-
rios internacionales de calidad editorial previamente probados y convenidos por el Siste-
ma Latindex.

Dichos criterios son utilizados por la base de datos DICE (Difusión y Calidad Editorial de
las Revistas Españolas de Humanidades y Ciencias Sociales y Jurídicas) que tiene como
objetivo facilitar el conocimiento y la consulta de algunas de las características editoriales
de las revistas españolas de Humanidades y Ciencias Sociales más estrechamente ligadas
a la calidad. La base de datos DICE está desarrollada por el CINDOC (Centro de Informa-
ción y Documentación científica) y la ANECA (Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad
y Acreditación).
NORMAS DE PRESENTACIÓN
DE TEXTOS ORIGINALES
A LA REVISTA EKONOMIAZ

1. ORIGINALIDAD

La originalidad que exige Ekonomiaz obliga a que el contenido de los artículos no po-
drá haber sido publicado y tampoco figurar en otro trabajo que esté a punto de publicarse
o en proceso de publicación en cualquier otra revista nacional o extranjera (en una versión
similar traducida), ya sea de edición ordinaria o electrónica. Se entiende por publicación re-
petitiva no sólo el duplicado exacto de un artículo, sino también la publicación repetida de
esencialmente la misma información y análisis, así como formar parte de un libro del autor
o colectivo.

Además, en la carta de presentación de artículos originales se debe incluir la declaración


de que el manuscrito se ha enviado solamente a Ekonomiaz y que, por tanto, no se ha en-
viado simultáneamente a ninguna otra.

De no haber una declaración expresa de la contribución específica de cada uno de los


autores en un trabajo colectivo, se entiende que todos ellos indistintamente han participado
en la concepción y el diseño, la recogida de datos, el análisis y la interpretación de los mis-
mos, la redacción del borrador, la revisión crítica del artículo y la aprobación final.

2. RIGOR Y CALIDAD

Los factores sobre los que se fundamenta la calidad exigida a los trabajos originales que
se presentan y, en consecuencia, la decisión sobre la aceptación y rechazo de los originales
por parte de Consejo de Redacción de Ekonomiaz son, básicamente, los siguientes:

— Originalidad de los resultados obtenidos o hipótesis verificadas (con distintos grados).


Actualidad y novedad científica.
— Relevancia social y epistemológica: utilidad o aplicabilidad y significación o avance en
el conocimiento.
— Fiabilidad y validez científica, es decir, calidad metodológica contrastada.
— Redacción excelente, estructura y coherencia lógica y buena presentación material.
Los originales deberán estar escritos en lengua española, inglesa o euskera.

3. ESTILO

Debe cuidarse el estilo y la claridad de la escritura, respetarse escrupulosamente las nor-


mas gramaticales y recomendaciones de las autoridades de la lengua, y evitarse las ex-
presiones redundantes e innecesarias. Cuando el idioma original no sea el inglés, se des-
aconseja el uso de anglicismos técnicos, salvo que no exista voz ni forma de adaptación al
español o al euskera, así como los anglicismos sintácticos o de construcción. Las normas
internacionales ISO (UNE, en español) son de especial relevancia y deben tenerse en cuenta
en el ámbito de la edición científica.

La Redacción de la revista podrá hacer modificaciones menores de redacción: eliminar


errores gramaticales y tipográficos; expresiones poco afortunadas; giros vulgares o enreve-
sados, frases ambiguas o afirmaciones dudosas,… a fin de asegurar la corrección grama-
tical, la adecuación al estilo científico y el estricto respeto a las normas técnicas y de estilo
de las fuentes más autorizadas: el Libro de Estilo del IVAP (Instituto Vasco de Administración
Pública); los diccionarios de la Real Academia de la Lengua Española y el Manual de Estilo
de la Lengua Española de Martínez de Sousa.

Obviamente no pueden introducirse cambios en el contenido sustancial del artículo sin


conocimiento y aceptación del autor. Dado que la responsabilidad del contenido de un tra-
bajo así como su propiedad pertenecen a los autores hasta que no es publicado en Ekono-
miaz, la revista les informará de los posibles cambios y modificaciones de significado que
hayan podido producirse durante la revisión crítica y estilística del original, previa a su pu-
blicación, y pedirá autorización para modificar el contenido y adaptarlo al estilo editorial. El
autor deberá aceptar las correcciones de estilo propuestas por Ekonomiaz o rechazarlas ra-
zonadamente.

4. EVALUACIÓN PRECEPTIVA

Los artículos originales recibidos son sometidos al proceso de doble evaluación anónima
mediante evaluadores profesionales externos, independientemente de si los trabajos han
sido presentados por los autores a la redacción sin solicitud previa o si han sido pedidos
expresamente por los editores o el coordinador nombrado para dirigir el monográfico. Eko-
nomiaz cuenta con una cartera de evaluadores de primer nivel, acreditados por su partici-
pación activa y regular en procesos de evaluación de publicaciones nacionales y extranjeras
de prestigio. El equipo de la redacción junto con el Consejo de Redacción supervisa y eva-
lúa la calidad de las revisiones y de los evaluadores externos.
5. NORMAS DE PRESENTACIÓN FORMAL DE MANUSCRITOS

1. Los originales, que podrán estar escritos en español, inglés o euskera, deberán remi-
tirse en versión electrónica (en disquete de 3,5» o en CD-Rom, en formato MICROSOFT
WORD® o compatible) a la siguiente dirección:

Revista EKONOMIAZ
Dirección de Economía y Planificación
Departamento de Hacienda y Administración Pública
Eusko Jaurlaritza / Gobierno Vasco
Donostia-San Sebastián, 1
01010 Vitoria-Gasteiz

2. La Redacción de Ekonomiaz acusará recibo de los originales, y notificará al autor, a la


dirección de contacto señalada, las posibles incidencias del envío. Para cualquier informa-
ción sobre el proceso editorial, los autores pueden contactar con la redacción en: <econo-
mia@ej-gv.es>.

3. Los originales deberán estar mecanografiados a espacio y medio, con un cuerpo


de letra de tipo 12 y con márgenes mínimos de 2,5 centímetros. La extensión máxima
de los trabajos no deberá exceder de 40 páginas, incluidos apéndices, cuadros y gráfi-
cos. En la primera página deberá constar el nombre del autor o autores junto con la ins-
titución a la que pertenezcan, además de una dirección de contacto, que incluirá tanto
los datos postales como los números de teléfono, fax y la dirección de correo electróni-
co. Esta dirección de contacto será la empleada en las comunicaciones de los editores
de la revista.

4. Cada original incluirá, en una hoja independiente, un resumen del trabajo de no más de
125 palabras en español y en inglés, un índice del contenido, una lista de palabras clave (al
menos dos y no más de cinco) y las referencias correspondientes a la clasificación del Jour-
nal of Economic Literature.

5. El texto correspondiente al contenido del trabajo presentado deberá comenzar en una


nueva página. Las distintas secciones en las que se estructure el artículo han de numerar-
se de forma correlativa siguiendo la numeración arábiga (incluyendo como 1.ª la sección de
introducción) y la rúbrica correspondiente se consignará en letras minúsculas tipo negrita.
Consecutivamente, los apartados de cada sección se numerarán con dos o, si fuera preci-
so, tres dígitos (por ejemplo: 2.3, 2.3.2).

6. Los cuadros, gráficos estadísticos y el material gráfico, en general, se numerarán de


forma consecutiva en cada categoría y siempre con números arábigos. En cuanto a su ubi-
cación en el original, siempre figurarán al final del documento, tras las referencias y, en su
caso, los apéndices; a lo largo del texto se indicará claramente el lugar preciso en el que
deberán aparecer en la versión impresa. Su utilización debe ser siempre mesurada, no de-
biéndose incluir información innecesaria o irrelevante.

7. Si el artículo incluye representaciones gráficas, se adjuntarán los datos numéricos que


sirven de base para su elaboración.

8. Las ecuaciones y cualquier otra expresión matemática deberán aparecer numeradas


de forma correlativa a lo largo del texto y con alineamiento al margen derecho.

9. Las notas que se intercalen en el texto deberán limitarse por criterios de estricta opor-
tunidad, de acuerdo con el desarrollo del trabajo. Para referenciar las notas que pudieran in-
cluirse en tablas o cuadros se usarán letras minúsculas (a, b, etc.), presentado su contenido
al pie del respectivo cuadro o gráfico. Los agradecimientos y cualquier otra información que
pudiera incorporarse figurarán referenciadas mediante un asterisco asociado al título del ar-
tículo o al nombre del autor o autores según corresponda.

10. Las referencias a la literatura científica invocadas en el trabajo figurarán tras la última
sección del artículo y bajo la rúbrica Referencias bibliográficas. Se detallarán por orden alfa-
bético de autores (no numerada). Su correcta verificación es responsabilidad del autor. Las
citas aparecerán en el texto según el formato «autor-fecha», distinguiendo mediante letras
minúsculas consecutivas si existen coincidencias de autor y año. Las referencias en el tex-
to que incluyan hasta dos autores deben ser completas, usándose la fórmula et al. para un
mayor número de autores.

11. En cuanto a la composición de las entradas en la lista bibliográfica se ajustarán al si-


guiente formato:

AUERBACH, A. y KOTLIKOFF, L. J. (1983): «National savings, economic welfare, and the


structure of taxation», en FELDSTEIN, M.S. (ed.), Behavioural simulation methods in tax policy
analysis, NBER-The University of Chicago Press, 459-498, Chicago.
COWELL, F.A. (1990): Cheating the government: The economics of tax evasion, Massachu-
setts MIT Press, Cambridge.
HOOVER, K. (1984): «Comment on Frazer and Boland-II», American Economic Review, 74:
789-794.
— 1988: The New Classical Macroeconomics, Blackwell, Oxford.
— 1989: «Econometrics as Measurement», mimeo.
— 1990: «Scientific Research Program or Tribe? A joint appraisal of Lakatos and the New
Classical Macroeconomics», University of California, working Paper, 69, Davis.
— 1991a: «Calibration and the Econometrics of the Macroeconomy», mimeo.
— 1991b: comunicación privada.
MIRRLEES, J.A. (1971): «An exploration in the theory of optimum income taxation», Review
of Economic Studies, 38: 175-208.
SEGURA, J. (1991): «Cambios en la política de defensa de la competencia y la política in-
dustrial», Ekonomiaz, 21: 32-49.
12. En el caso de que el original se acepte para su publicación, el autor se compromete a
satisfacer las recomendaciones y prescripciones de los informes de evaluación y presentar
una versión mejorada. También deberá revisar las pruebas de imprenta en un plazo máximo
de cuatro días desde su recepción.

13. Los autores recibirán dos ejemplares del número de la revista en el que se publique el
original, así como la versión definitiva en PDF de su artículo.
ÚLTIMOS NÚMEROS PUBLICADOS
33. Economía de la Participación
34. El Reparto de Trabajo
35. El Debate Económico Actual
36. Comercio Exterior: Tendencias Recientes
37. Competencia y Regulación de Mercados
38. El Dilema Fiscal
39. Medir en Economía. Lo que sabemos que no sabemos
40. Economía e Igualdad
41. Economía y Territorio
42. El Futuro del Estado de Bienestar
43. Capital Humano y Transiciones Laborales de los Jóvenes
44. Competitividad y empleo en la economía vasca
45. La Economía del conocimiento
46. Panorama de las industrias de red
47. La empresa innovadora
48. Globalización y sistema financiero: los desafíos ante el
nuevo milenio
49. Medio ambiente y recursos naturales: nuevas aportaciones
50. El gobierno de la empresa
51. La propiedad intelectual en la sociedad de la información
52. Lecciones de la deflación: Estados Unidos frente a Japón
53. La política de clusters en el País Vasco
54. El siglo XX en la historia económica del País Vasco: de la gran
empresa a las pymes
55. Inversión extranjera directa y procesos de deslocalización
56. Ciencia, tecnología, innovación y sociedad
57. Valoración de activos ambientales: la catástrofe del Prestige
58. Ciudades Región Globales. Espacios Creativos y Nueva
Gobernanza
59. Capital Social. Innovación Organizativa y Desarrollo
Económico
60. La evaluación de las políticas públicas
61. Economía y derecho de la competencia
62. La actividad emprendedora como motor de desarrollo
económico
63. Infraestructuras tecnológicas. Soporte de la Economía
del siglo XXI
64. Desarrollo sostenible y Agenda 21 Local
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• Erakunde eta enpresak: 30 €.
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