Estamos involucionando.

Arialdo José Jiménez Quintero

1065817362

Comunicación social – periodismo

Se supone que el tiempo ayuda a que las cosas mejoren, cambien para bien,
evolucionen o se transformen, y la idea es que sea siempre para algo positivo. Sin
embargo, lo que sucede en el planeta tierra es lo contrario. La naturaleza como la
conocemos está cambiando pero para mal, gracias a la plaga que más ha enfermado
todos los ecosistemas, nosotros los seres humanos.

Desde niño, siempre he admirado con sentimiento de nostalgia todo lo que me rodea,
desde el ecosistema natural hasta aquel que ha tenido intervención del ser humano,
como ciudades o pueblos. He analizado entornos sociales como la familia, la escuela,
el trabajo en ciertas áreas, todo con el fin de comprender lo que me rodea, lo que nos
hace únicos e iguales, lo que nos une como seres vivos.

Siempre tuve la impresión de que precisamente el hombre estaba evolucionando, esto

acompañado por los aprendizajes en la escuela. Los avances tecnológicos, los cambios
sociales, la facilidad de acceso y de movilidad, el libre flujo de información y
desarrollo, son algunos de los aspectos que me hacían creer que todo era para ser
“mejores”. Pero la cruda realidad golpeó mis pensamientos cuando empecé a notar
que a medida que el hombre hacía algo para crecer en “calidad de vida”, solo estaba
siendo egoísta, preocupándose solo por sí mismo (esto aun así es discutible debido a
todas las cicatrices que han quedado en la tierra por culpa de las disputas entre los
seres humanos).
Al ser humano, en la búsqueda de lo que considera como mejorar, no ha sido consiente
de las repercusiones de sus actos hacia los demás seres vivos, y mucho menos hacia
el hábitat en el que se encuentra. La tala masiva de árboles para convertirlos en
herramientas diminutas que sirvan para sacar residuos sólidos de los dientes, es una
actividad que pasa incluso como estúpida y que no justifica tal atentado hacia la
naturaleza, esto como por poner un ejemplo.

Por razones tan extremas como la anterior, o tan sencillas como no colaborar en
nuestro entorno para promover el uso eficiente de los recursos naturales, la
reutilización para evitar el malgasto o el reciclaje para aprovechar los materiales que
pueden convertirse en algo con el mismo u otro uso; es que considero que estamos
involucionando.

Intelectualmente se supone que por el contrario, estamos evolucionando, cada vez la

tecnología es más avanzada y sorprenderte, facilita la vida humana y ha tenido un
crecimiento exponencial en menos de medio siglo. Pero así mismo ha crecido el
deterioro de la tierra, han escaseado los recursos naturales, se han cambiado
ecosistemas e incluso otras especies han desaparecido por completo.

¿No es ilógico que, si lo que consideramos como una acción instintiva del ser humano,
o de cualquier ser vivo, es el sobrevivir, no estemos haciendo otra cosa más que
condenando la vida que se supone estamos mejorando?

Es por esto que debemos actuar, mientras aún podamos, para generar conciencia sobre
lo que está sucediendo, ser más inteligentes y realmente entender la importancia de
preservar, mejorar y apoyar el desarrollo de todo lo que nos rodea, sin pensamientos
individualista o egoísta, considerando las necesidades de todos los seres vivos, e
inclusive considerar la existencia del planeta tierra como aquel ser que más necesita
protección, respeto y objeto para la verdadera evolución.