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2019 - I
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INTRODUCCIÓN
OBJETIVO
MARCO TEÓRICO
1. Orientación
2. Espaciamiento
3. Persistencia
4. Rugosidad
5. Resistencia de las paredes
6. Apertura
7. Relleno
8. Filtraciones
9. Número de familias (sistemas)
10. Tamaño de bloques
Estructuras mayores
Plegamientos
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Fallamientos
Estructuras menores
Diaclasas o juntas
Estratos
Zonas de corte
Diques
Planos de foliación
Contactos litológicos
Venillas y otros
RQD Jr Jw
Q x x
Jn Ja SRF
Las rocas masivas se caracterizan por presentar pocas discontinuidades con baja
persistencia y son ampliamente espaciadas. Generalmente, las rocas de buena
calidad están asociadas a cuerpos mineralizados polimetálicos en rocas volcánicas.
En particular cuando éstas han sufrido procesos de silicificación hidrotemal. Ignorando
por ahora la influencia de los esfuerzos, estos tipos de rocas ofrecen aberturas
rocosas estables sin necesidad de sostenimiento artificial. Solo requieren de un buen
desatado o sostenimiento localizado.
Cuñas biplanares:
El modo más simple de falla está formado por la intersección de dos diaclasas o
sistemas de diaclasas. En general, dos discontinuidades o sistemas de
discontinuidades, cuyo rumbo es paralelo o subparalelo al eje de la excavación. En
este caso, en el techo o en las paredes se forma una cuña biplanar o prisma rocoso,
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Cuñas tetrahedrales:
Bloques irregulares:
En este caso, la roca de los contornos de la excavación está formada como una
edificación de bloques que se autosostienen. Los bloques liberados por las
intersecciones de las diaclasas presentan formas complejas. La falla puede ocurrir por
caída o deslizamiento de los bloques debido al efecto de la gravedad.
Cuando los estratos tienen bajo buzamiento (< 20°), generalmente el techo y piso de
los tajeos concuerdan con los estratos y los métodos de minado que se utilizan. Esto
involucra el ingreso del personal dentro del vacío minado, por lo que es importante
asegurar la estabilidad de la excavación, principalmente del techo de la labor. Los
problemas que pueden generarse en estos casos, tienen relación con la separación o
despegue de los bloques tabulares del techo inmediato y su cargado y deflexión hacia
el vacío minado por efecto de la gravedad.
Principalmente las fallas geológicas y las zonas de corte, son rasgos estructurales
prominentes de la masa rocosa. Estos tienen una gran influencia sobre las condiciones
de estabilidad de las labores mineras subterráneas.
Las fallas geológicas y las zonas de corte representan estructuras donde ya hubo
movimientos antes del minado. Estos movimientos podrían volver a ocurrir por la
operación del minado. Generalmente, las fallas y las zonas de corte están
relacionadas a terrenos débiles que pueden estar muy fracturados o, en su defecto, la
falla misma puede contener arcilla débil o panizo. Las zonas de influencia de las fallas
y de las zonas de corte pueden ser de varios metros de ancho, pudiendo influenciar
significativamente en la estabilidad de la mina, particularmente en el caso de las
operaciones en tajeos.
Las fallas y zonas de corte pueden presentarse como estructuras aisladas o como
estructuras múltiples. En este último caso, la situación de la estabilidad de una
excavación es fuertemente complicada.
Algunos procedimientos actuales (Beer and Meek, 1982) para el diseño de tales
excavaciones, se basan en la voussoir viga o modelo de arco lineal para la
estratificación del techo y el rendimiento del estrato en el techo para luego la
evaluación considerando cada una de los posibles modos de fallo del techo. Estos son
falla del medio rocoso en el arco; falla cortante del estrato del techo por deslizamiento
en los pilares; y pandeo del tramo, para formar un punto de mecanismo de presión.
APLICACIÓN
Sobre el estrato de magnesita hay un estrato de muy mala calidad esquisto hasta 1 m
de espesor, cubierto de oro por un estrato muy grueso de arena de esquisto de mejor
calidad geotécnica. Con el fin de evitar la caída de la pizarra de margosa y la
necesidad de más apoyo, un estrato grueso de 1 m de magnesita se dejó en la parte
superior de las habitaciones para mejorar la estabilidad del techo. El diseño inicial de
la mina también recomendó refuerzo por medio de 240 kN pernos a intervalos de
techo de 3,5 m (que corresponde a una densidad de apoyo de alrededor del 2 - 2,2 t /
m 2). Totalmente cables de acero largo 15,2 mm de diámetro y 6 m de cemento-
lechada tradicionalmente se han utilizado en toda la mina.
Una serie de estudios se han realizado durante los últimos 10 años con el fin de tener
en cuenta algunos fallos puntuales en el techo de la mina. Las conclusiones más
relevantes con respecto a estos estudios se refieren al hecho de que las placas de
pernos fueron el eslabón más débil del soporte (esto redujo la densidad de apoyo a
alrededor de dos tercios de su valor nominal) y que la presencia de fallas genera una
zona de relajación que podría conducir a las inestabilidades (Alejano et al., 2008).
Recientemente, la mina ha sufrido algunos fracasos del techo y se realizó un nuevo
estudio de estabilidad. Este artículo muestra los diferentes enfoques y técnicas que se
utilizan para estimar el nivel de estabilidad de las habitaciones en la mina, la
explicación de los fallos ocurridos y el rediseño de apoyo que se requiere para hacer
frente a las nuevas condiciones que se encuentran en la mina. Con el fin de alcanzar
estos objetivos.
Caracterización discontinuidad
Pruebas de laboratorio
Una serie de pruebas de laboratorio se llevaron a cabo siguiendo las normas ISRM
para caracterizar las rocas intactas existentes en la mina. Se realizaron densidad,
resistencia a la compresión uniaxial, resistencia a la tracción indirecta y pruebas de
índice de carga punto. Los resultados de las pruebas de laboratorio se resumen en la
Tabla 2.
Dado que las características de los conjuntos de conjuntos y las rocas intactas no han
cambiado, hemos utilizado las mismas clasificaciones geo-mecánicas como en Alejano
et al. (2008) que se muestran en la Tabla 3. Sólo se han añadido un nuevo nivel de
calidad (zona muy criticada) con el fin de tener en cuenta el deterioro de la masa de
roca como consecuencia de la proximidad de fallas en las nuevas zonas excavadas.
Puesto que la estabilidad general de la mina, así como la estabilidad pilar se verifican
históricamente, la atención se debe poner en la estabilidad del techo. Para lograr este
objetivo, el enfoque análogo dovela se ha utilizado para evaluar el nivel de estabilidad
de las habitaciones fallidos y para estimar la densidad de apoyo necesario en las
nuevas salas excavadas. Además, los modelos numéricos de una habitación individual
han llevado a cabo utilizando UDEC (Itasca, 2011) con el fin de comprender los
mecanismos que ocurren fallos y la validez de las soluciones de apoyo propuestas.
Cuatro espesores diferentes de haz magnesita (0,5 M, 0,75 M, 1 M y 1,5 m), una cama
de esquisto Marly de 1 m de espesor y tres cualidades de masas magnesita roca
diferentes (tal como se presenta en la Tabla 3) se han considerado en el análisis.
Los resultados del análisis mencionado anteriormente y el apoyo necesario para estos
casos con el fin de lograr los criterios de estabilidad se muestran en la Tabla 4.
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA