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Actitudes ambientales, valores humanos y

comportamiento ecológico en estudiantes


universitarios, Chiclayo 2019

LÍNEA DE INVESTIGACIÓN: Salud

FACULTAD: Medicina

DEPARTAMENTO: Ciencias de la salud

ESCUELA: Psicología

Resumen

El medio ambiente se encuentra amenazado por la acción del hombre, desatando


numerosas y catastróficas consecuencias que están modificando el balance de la Tierra.
Considerando que toda conducta se realiza en un ambiente y en este no se está reflejando
un comportamiento ambiental responsable. Desde psicología ambiental se hace necesario
el estudio de las actitudes ambientales, los valores humanos y el comportamiento
ecológico, para conocer los procesos relacionales entre el hombre y la naturaleza. Los
objetivos de la investigación son determinar las actitudes ambientales, los valores
humanos, el comportamiento ecológico y la relación de los mismos, en universitarios,
según facultad de origen y sexo. Además de validar el Cuestionario de Valores de
Schwartz, Cuestionario de actitudes ambientales y la Escala de comportamiento
ecológico en estudiantes universitarios. Para ello se trabajará con una muestra de 944
estudiantes universitarios de 5 facultades, distribuidos de acuerdo a las facultades
Medicina (158), Ingeniería (372), derecho (116), Humanidades (77), Ciencias
empresariales (221).
Antecedentes

Peña (2017) realizó un estudio con universitarios de la carrera de administración


(4 semestre o más) en universidades mexicanas (públicas y privadas). Con el objetivo
de establecer si las creencias y comportamientos proambientales de los estudiantes se
relacionan con los sistemas de gestión ambiental de las universidades. Encontrando que
certificación de la Gestión Ambiental, no tiene influencia en las conductas y creencias
proambientales de los estudiantes.
En las creencias y comportamientos se encontró que en las universidades públicas prima
una tendencia más ecocentrista que se manifiesta en el comportamiento, y se ve
reflejado en el activismo proambiental; y en las universidades privadas prima una
tendencia más antropocentrista, que se manifiesta a nivel de creencias.

En Brazil, Amérigo, García, y Cortés (2017) trabaja con estudiantes universitarios


de la carrera de administración. Con el objetivo de evaluar el poder explicativo del
modelo de cuatro dimensiones actitudinales, así como su relación con diferentes
conductas ecológicas. las relaciones entre las dimensiones actitudinales y las conductas
pro-ambientales, tales como eficiencia energética y gestión de recursos; gestión de
residuos y consumo ecológico. Hallando que el modelo resulta apropiado para evaluar
las relaciones entre las personas y el entorno natural. Encontrando que el
comportamiento pro-ambiental está negativamente asociado al antropocentrismo.
Concluyendo que el desarrollo y bienestar humano es compatible con la conservación
del medio ambiente.

Palavecinos, Amérigo, Ulloa y Muñoz (2016) estudiaron la conducta ecológica


responsable y la preocupación ambiental en estudiantes universitario chilenos y
españoles. Encontrando que el comportamiento pro ambiental de los estudiantes no
difiere por países, a pesar de la diferencia de los contextos de ambos países en relación
a disponibilidad de información y posibilidad de ejecución de conductas responsables
con el ambiente.
Los enfoques antropocéntricos y ecocéntricos se relacionan negativamente (España
apatía y antropocentrismo) y los estudiantes chilenos solo con apatía. En este caso los
estudiantes tienen una visión de igualdad con la naturaleza, pero no ven negativo su uso
para el desarrollo de la humanidad.
En relación a la intensión de conducta en los estudiantes españoles es mayor esta. Y en
relación al sexo, las mujeres presentan mayores conductas pro ambientales en la
muestra en general y en la chilena.

Camacho y Jaimes (2016) investigaron la relación entre actitudes y


comportamientos Ambientales en estudiantes de enfermería de una universidad de
Colombia. Encontrando que la mayoría de estudiantes tienen actitudes ambientales
adecuadas, pero no se manifiestan en comportamientos pro ambientales. Además, se
encontró que las actitudes y comportamientos ambientales son más adecuados en los
estudiantes de los dos últimos semestres académicos que de los primeros ciclos.

En Colombia Herrera, Acuña, Ramírez y De la Hoz (2016) investigaron en


estudiantes universitarios, con el objetivo de determinar la relación entre las actitudes
y conducta pro-ecológica. Concluyendo que existe relación entre las actitudes y los
comportamientos proambientales. Existiendo una correlación general de .749 para las
variables conducta pro-ecológica y actitud proambiental; igualmente existen
correlaciones entre las subvariables de las actitudes. Entre Valoración personal
ambiental con manejo de residuos, manejo del agua y manejo de la energía eléctrica;
en relación a la intención de conducta ambiental con manejo de agua y manejo de
residuos y en relación a la Norma Social e Información ambiental con manejo de
residuos, manejo del agua y manejo de la energía eléctrica.

En el Perú Carhuapoma y Juárez (2015) investigaron la relación entre los valores,


las actitudes y los comportamientos pro-ambientales en una muestra de estudiantes
universitarios de la ciudad de Lima. Encontrando que existe relación entre los valores
y las actitudes, la actitud egocéntrica se relaciona con la dimensión autotrascendencia,
que incluye los valores de universalismo y benevolencia.
Afirman que los universitarios que alcanzan altas puntuaciones en el valor
autotrascendencia se inclinan a comportamientos pro ambientales.

En la ciudad de Cajamarca (Perú) Rivera-Jacinto M. y Rodríguez-Ulloa, C. (2009)


trabajaron con estudiantes universitarios de la carrera de enfermería, con el fin de
determinar las actitudes y comportamientos relacionados con la salud ambiental.
Las actitudes positivas se relacionaron con las que afectan la salud y las conductas más
frecuentes con el uso adecuado de energía y agua, la relación entre actitudes y
comportamiento ambienta fue débil.
Los resultados indican que si bien es cierto presentan actitudes ambientales adecuadas,
estas no se relacionan con sus comportamientos ambientales.

Berenguer y Corraliza (2000) trabajaron con una muestra española de trabajadores


universitarios, con el objetivo de identificar las variables relevantes de la preocupación
ambiental. Obteniendo valores elevados de preocupación ambiental, los factores que
llevan a esta preocupación son factor de confort (costes de comportamiento ecológico),
preocupación social (norma social) y factor de alarma (norma personal). Que serían las
predictores conductuales más destacados para el comportamiento ecológico.
Sin embargo, consideran que no son los únicos factores para predecir comportamientos
ecológicos, es necesario analizar la relación entre las variables situacionales y
personales para el establecimiento de los mencionados comportamientos.

Psicología ambiental
Para Moser (2003) el objetivo de la psicología ambiental es “identificar los
procesos que regulan y median la relación del individuo con el medio ambiente,
poniendo en evidencia por una parte las percepciones, actitudes, evaluaciones y
representaciones ambientales y por la otra los comportamientos y conductas
ambientales que los acompañan” (13).
La psicología ambiental analiza las interacciones de las experiencias y acciones
humanas con el medio socio físico. Se caracteriza un trabajo multi e interdisciplinario.
Las características del ambiente natural y construido son producto del comportamiento
humano individual, familiar y colectivo, pero también dichas características
ambientales influyen en las conductas de las personas y de los grupos. El efecto de la
relación entre el ambiente y la conducta humana es recíproco.

Actitudes ambientales
Un enfoque teórico utilizado en estudios de actitudes ambientales es el Dunlap y Van
Liere (como se citó en Moyano y Palomo, 2014) quienes contrapropusieron al paradigma social
dominante (Pirages & Ehrlich, 1974) que sostenía una visión antropocéntrica de la relación ser
humano-naturaleza, una visión ecocéntrica, de respeto y armonía con la naturaleza. Así, Dunlap
y Van Liere postularon un nuevo conjunto de creencias asociado al ambientalismo, sosteniendo
una concepción ecocéntrica del ser humano y entendiendo a éste como un componente más del
sistema natural.
La actitud según Fernández-Cavia (2000) es la creencia o sentimiento de una persona,
en el que determina su predisposición a valorar favorable o desfavorablemente los objetos y
sujetos que le rodean y que por lo tanto influyen en su comportamiento. Para De Castro (2001)
la actitud proambiental, es el conjunto de sentimientos favorables o desfavorables que se tienen
hacia alguna característica del medio físico o hacia algún problema relacionado con éste. Para
que se produzcan las actitudes, es necesaria la integración de información, creencias, contexto,
norma social y valores.
Las creencias derivadas de la información obtenida del medio, se configuran en el aspecto
cognitivo de las actitudes proambientales, las cuales no necesariamente están fundamentadas
sobre la base de la objetividad. Estas creencias pueden orientarse en sentido positivo o
negativo; en este sentido, se puede esperar que una persona no ahorre agua porque considera
que las reservas son suficientes y dejar el grifo abierto mientras se ducha, no representa una
amenaza para el Medio Ambiente. Es importante, además, considerar que existe previa a la
emisión de las conductas, la intención realizarla; la cual puede ser definida como “La
disposición a realizar cierta clase de acción relevante para la actitud”, sin que esto signifique
que tal conducta se realice (De Castro, 2001).

Para Corral-Verdugo (2001) la actitud ambiental es la tendencia a responder


favorablemente ante la conservación del medio o ante acciones y compromisos
conductuales que favorezcan la conservación. También afirma que las actitudes
proambientales son concebidas como una forma de motivos sociales, que se manifiestan
como inclinaciones a favor o en contra de objetos, eventos o situaciones que tienen que
ver con la integridad del medio ambiente.
Para Álvarez y Vega (2009) existe variedad de conceptos y no hay una definición
precisa de actitud ambiental. La actitud es considerada como un factor que influye en el
comportamiento ecológico de las personas (Álvarez & Vega, 2009). La actitud puede
entenderse como “una predisposición existente en el sujeto y adquirida por aprendizaje, que
impulsa a éste a comportarse de una manera determinada en determinadas situaciones”
(Sánchez & Mesa, 1998, p. 13) y tiene tres componentes: cognitivo (lo que piensa), afectivo (lo
que siente) y conativo (manifestación de lo que siente y piensa).
Las actitudes se adquieren y se modifican a través del tiempo como producto de
diferentes estímulos, el componente cognitivo por los diferentes conocimientos de
medios de comunicación, experiencia, científicos que le permiten reconocer los
problemas del medio ambiente y la persona actué de manera ecológica (Fraj &
Martínez, 2005).
Dentro del componente afectivo o emocional de la actitud, se da por los
sentimientos hacia el medio ambiente, aquí se encuentran los valores que guían las
conductas de las personas (Fraj & Martínez, 2005). Los valores guían a los seres
humanos en la selección de sus conductas de protección del medio ambiente. Así “los
valores actúan como un filtro que modula la información disponible sobre la situación,
el objeto o la conducta y si es congruente con los valores del individuo, esta persona
desarrollará unas creencias más positivas hacia dicha situación y por tanto, facilitarán
la realización de la conducta” (Aguilar, Monteoliva, & García, 2005, p. 25).
Y el componente conativo referido a la intención conductual, es la disposición a
realizar los comportamientos (Fraj & Martínez, 2005).
Para López y Quiroga (2006) consideran que las actitudes ambientales son las
opiniones que se tiene en relación a proteger el medio ambiente y a la conservación de
recursos.

Comportamiento ecológico

Hernández e Hidalgo (1998) plantean el tema de la conducta pro-ambiental.


Recibiendo diferentes nombres tales como conducta protectora del ambiente, conducta
pro ecológica, conducta ambiental responsable, conducta ecológica responsable.
Existe falta de consenso de los conceptos, además de variedad de
conceptualizaciones sobre comportamiento ecológico (Pato & Tamayo, 2006).
Así para Kaiser y Wilson (2000) prefieren hablar de un comportamiento ecológico
general, “todas aquellas acciones que contribuyen a la preservación y/o conservación
del medio ambiente”.
El comportamiento ecológico también denominado conducta pro ambiental se
define como el conjunto de acciones efectivas y deliberadas que resultan de la
protección de los recursos naturales o, por lo menos, en la reducción del deterioro
ambiental (Corral y Verdugo, 2001).
También se refiere a Conducta sustentable, entendida como “Un conjunto de
acciones efectivas y deliberadas que tienen como finalidad el cuidado de los recursos
naturales (Corral y Verdugo, 2004.).
El comportamiento ecológico es “aquella acción que realiza una persona, ya sea
de forma individual o en un escenario colectivo, a favor de la conservación de los recursos
naturales y dirigida a obtener una mejor calidad del medio ambiente” (Castro 2001, p.
18).
Debiéndose considerar si la conducta se hace de forma directa o indirecta, si es
una acción individual o colectiva, si la acción está orientada hacia la prevención de un
problema o hacia su corrección y si el fin es la mejora de la calidad ambiental o si se
dirige hacia la conservación de los recursos naturales.

Dimensiones a considerar sobre la conducta ambiental

Fuente Castro (2006)

Para Do Paco y Raposo el comportamiento ecológico está referido a realizar


acciones para procurar preservar el medio ambiente. Incluyendo diversidad de acciones
como reciclaje, ahorro de energía y de agua, compra de producto ecológico, entre otros.
Y se pueden clasificar en base a grados de dificultad y reciben variedad de influencias
externas que actúan como barreras que limitan o u oportunidades que facilitan los
comportamientos (Izagirre-Olaizola, Fernández-Sainz, & Vicente-Molina, 2013).

Los comportamientos proambientales se relacionan con valores, creencias y


actitudes asociadas a la conciencia ecológica (Berenguer, Corraliza, Martín y Oceja,
2001). Para Corraliza y Berenguer (2000), dos son los determinantes de la conducta
ambiental: los valores y las creencias. Los valores llevan a la activación de los
sentimientos de obligación moral, mientras que las creencias ambientales surgen del
análisis de costos-beneficios que la persona realiza sobre las consecuencias de la
conducta. La ejecución de la conducta ecológica se determina por la interacción de estos
factores internos de la persona y factores externos.
La conducta proambiental para Fernández (como se citó en Camacho y Jaimes,
2016) es el conjunto de acciones deliberadas y efectivas que responden a exigencias
sociales e individuales y que llevan a la protección del medio y éstas conductas se pueden
inferir partir del conocimiento de las creencias que alimentan ciertas actitudes y de la
disposición a actuar en una determinada dirección.
Justificación

En las últimas décadas el medio ambiente se ha visto amenazado por la acción del
hombre, desatando numerosas y catastróficas consecuencias que están modificando el
balance de la Tierra. Siendo objeto de interés creciente y preocupación a nivel mundial
por los riesgos y peligros en la salud y la calidad de vida. Por tanto, la relación entre el
hombre y el medio ambiente debe cambiar.
Los problemas ambientales son causados por el comportamiento humano, y su
solución exige cambios en la conducta a nivel individual y social. Para ello primero se
debe comprender como los valores, las actitudes y los comportamientos se relacionan. Se
hace necesario investigar las actitudes personales y sociales, los valores humanos que
generan los comportamientos ecológicos. Existen estudios sobre estas variables, pero en
otros contextos, se hace necesario validar instrumentos apropiados a nuestra realidad
sociocultural y conocer nuestros problemas socioambientales, lo que va a permitir un
conocimiento real de la problemática.

En la investigación se validarán tres instrumentos en población universitaria, que


permitirán obtener datos válidos y confiables.

La investigación va a permitir conocer que actitudes concretas deben trabajarse,


que valores humanos deben desarrollarse, según los tipos de conductas pro ambientales
que se pretenden fomentar y en base a esto proponer estrategias para la intervención en
las relaciones de las personas con el medio. Con el fin de propiciar un cambio de actitud
en las personas y el desarrollo de valores que se relaciones con la protección y defensa
del ambiente.

Definición operacional de variables:


Operacionalización de la variable valores humanos

Operacionalización de la variable comportamiento ambiental

Limpieza urbana 4,10,14,21, 22 Ordinal

Ahorro de agua y 3,6,8,9,12,18,19,2


Comportamiento

energía 5,26,28,31,34 Niveles Rangos


ambiental

7,11,15,17,23,24, Alto 130 – 204


Activismo y consumo
29,30,33 Medio alto 124 - 129
Reciclaje 1,2,13 Medio bajo 120 - 123
Deseabilidad social 5,16,20,27,32 Bajo 34 - 119
Objetivo General

 Determinar las actitudes ambientales, los valores humanos, el comportamiento


ambiental y la relación de los mismos en universitarios, según facultad de origen
y sexo. Chiclayo.
 Validar el Cuestionario de Valores de Schwartz, Cuestionario de actitudes
ambientales y la Escala de comportamiento ecológico en estudiantes
universitarios, Chiclayo.

Objetivos Específicos

 Establecer los indicadores de validez y confiabilidad de los instrumentos


Cuestionario de Valores de Schwartz, Cuestionario de actitudes ambientales y
Escala de comportamiento ecológico en estudiantes universitarios, Chiclayo.
 Identificar el nivel de actitudes (Antropocéntrico-Ecocéntrico), de valores y de
comportamiento ambiental (ahorro de agua y energía, limpieza, activismo y
consumo, reciclaje y deseabilidad social) de estudiantes universitarios, según
facultad y sexo.
 Establecer la relación entre actitudes, valores y comportamiento ambiental en
estudiantes universitarios, según facultad y sexo.
 Comparar los niveles de actitudes, de los valores y de comportamiento
ambiental, las relaciones de los mismos, según facultad y sexo.
Metodología

Diseño y tipo de investigación: no experimental, descriptiva-correlacional-comparativa


Población:
Estudiantes de una universidad particular de la ciudad de Chiclayo., de las cinco
facultades de la universidad:
Facultad de Medicina 1354
Facultad de empresariales 1895
Facultad de derecho 998
Facultad de humanidades 658
Facultad de ingeniería 1895
Total 8098
Muestra:
Para establecer la muestra se consideró:
Margen de error: 3%
Nivel de confianza: 95%
Población: 8101
Tamaño de muestra: 944
Se consideró un muestro estratificado, para tener muestras proporcionales de las
facultades, quedando los estratos definidos:
Facultad de Medicina 158
Facultad de empresariales 221
Facultad de derecho 116
Facultad de humanidades 77
Facultad de ingeniería 372
Criterios de selección:
 Criterios de inclusión
Estudiantes universitarios con matricula regular que cursen asignaturas a partir de 6
ciclo, entre edades comprendidas de 19 a 25 años.
 Criterios de eliminación
Estudiantes universitarios que invaliden uno o más instrumentos de evaluación.
 Criterios de exclusión
Estudiantes universitarios con matrícula por intercambio, cursos libres y con asignaturas
con compromiso.

Instrumentos:
Cuestionario de Valores de Schwartz (PVQ)
El Cuestionario de Valores de Schwartz es un instrumento desarrollado para
evaluar los valores en base a la teoría de Schwartz. Este instrumento cuenta con 40
enunciados referidos a 29 diferentes tipos de personas, describiéndose a cada una de
ellas en relación a sus ideas, creencias y aspiraciones. Puede ser aplicada de forma
individual o colectiva. Tiene un tiempo de aplicación de 20 minutos.
Se trabaja con una escala tipo Likert la cual nos permite medir actitudes y conocer
el grado de conformidad e importancia que le da el encuestado con cualquier afirmación
que le proponga:
Se parece a él o ella (1 = No se parece nada a mí; 2 = No se parece a mí; 3 = Se
parece poco a mí; 4 = Se parece algo a mí; 5 = Se parece a mí; 6 = Se parece mucho a
mi).
Estudia los siguientes valores:

1.Autoridad o Poder: Se relaciona con el status social y prestigio,


control y dominio sobre personas o recursos.
2.Logro: Referido al éxito personal como resultado de la
demostración de ser competente a través de los estándares sociales.
3. Hedonismo: Implica la búsqueda de obtener placer, gratificación
personal y sensación grata para uno mismo.
4.Estimulación: Se refiere a innovar y tener retos en la vida.
Importan la novedad y los desafíos.
5.Auto-dirección: Alude a la elección independiente de actos y
pensamientos, toma de decisiones y la acción, creación y exploración
como son: La creatividad, libertad, elegir sus propias metas, ser
curioso e independiente.
6. Universalismo: Referido a la comprensión, tolerancia, apreciación
y protección del bienestar de toda la gente y de la naturaleza.
Involucra la justicia social.
7. Benevolencia:Preservación y engrandecimiento del bienestar de
las personas con las que se está frecuentemente en contacto.
Involucra la honestidad y la ausencia de rencor.
8. Tradición: Respeto, compromiso y aceptación de las costumbres e
ideas que la tradición cultural o la religión proveen.
9. Conformidad: Implica restricción a las acciones, inclinaciones e
impulsos, que pudieran molestar o perjudicar a otros y cumplir reglas
sociales o normas.
10. Seguridad: Se refiere a conseguir seguridad, armonía y
estabilidad social, en las distintas relaciones interpersonales y
consigo mismo. Incluye aspectos asociados a la seguridad familiar
y la seguridad nacional.
Fuente Arciniega y González (2002)

Valores con indicadores:


Hedonismo (ítems: 10, 26, 37)
Seguridad (ítems: 5, 14, 21, 31, 35)
Poder (ítems: 2, 17, 39)
Logro (ítems: 4, 13, 24, 32)
Autodirección (ítems: 1, 11, 22, 34)
Conformidad (ítems 7, 16, 28, 36)
Universalismo (ítems: 3, 8, 19, 23, 29, 40)
Estimulación (ítems: 6, 15, 30)
Tradición (ítems: 9, 20, 25, 38)
Benevolencia (ítems: 12, 18, 27, 33).

La versión original presenta confiabilidad por consistencia interna;


encontrándose los siguientes coeficientes: Poder (,50), Seguridad (,64), Conformidad
(, 48), Tradición (,37), Benevolencia (,61), Universalismo (,57), Autodirección (,53),
Hedonismo (,78), Estimulación (,76) y Logro (,52).

En relación a su confiabilidad en el Perú , Escurra (2003) utilizando el coeficiente


alpha de Cronbach, obtuvo en cada uno de los indicadores los siguientes resultados:
conformidad (,70), tradición (,75), benevolencia (,61), universalismo (,85),
autodirección (,77), estimulación (,72), hedonismo (,74), logro (,79), poder (,75) y
seguridad (,78). Para la validez de constructo se utilizó el análisis factorial
exploratorio. Los resultados indicaron dos factores que permitieron explicar el 76.10%
de la varianza total.

Grimaldo y Merino (2009) obtienen un Coeficiente Alpha de Cronbach, de ,731


para la muestra total y los siguientes coeficientes para cada una de las dimensiones:
Autodirección (,59), Benevolencia (,57), Estimulación (,65),Hedonismo (,78), Poder
(,57), Seguridad (,65), Conformidad (,69),Universalismo (,69), Logro (,69) y
Tradición (,53),en una muestra de universitarios en la ciudad de Lima. ). Para la
validez de constructo se utilizó el Análisis Factorial Exploratorio. Los resultados
indicaron que existían dos factores que explicaban el 51.98% de la varianza total.

Cuestionario de actitudes ambientales

Dunlap y Van Liere en 1978, construyeron el instrumento y este fue actualizado


en el año 2000 por Dunlap, Van Liere, Ftertig y Jones, como Nuevo Paradigma Ecológico
(NEP).
Se realizaron adaptaciones de Amérigo & Gonzáles en el 2001 y Vozmediano y
San Juan (2005), considerando dos dimensiones – ecocentrismo y antropocentrismo –,
cada una con confiabilidad aceptable (alfa de Cronbach 0.71), explicando un 45% de la
varianza.
Pato (2004) en base al NEP elaboró la Escala de Creencias Ambientales (ECA). La
escala posee en dos factores: creencias ecocéntricas y creencias antropocéntricas, Los
ítems de ecocentrismo se relacionaron con la preocupación por el medio ambiente y la
interdependencia entre el hombre y la naturaleza. Mientras que los ítems de
antropocentrismo, se relacionaron con la utilización del medio ambiente como
instrumento para obtener comodidad y calidad de vida.
En el presente trabajo se emplea la versión castellana del NEP-R de Moyano y
Palomo (2014) compuesta por 11 ítems, 5 para la dimensión ecocentrismo y 6 para
antropocentrismo. Basada en la adaptación al castellano por Moyano, Díaz, Cornejo y
Gallardo (2011). Con una consistencia interna total Alfa de Cronbach de 0.757.
Se utiliza una escala Likert de 5 puntos, desde 1 = “totalmente en desacuerdo” hasta
5 = “totalmente de acuerdo”.
Dimensiones con indicadores: Antropocéntrico 1, 3, 5, 8,10
Ecocéntrico 2, 4, 6, 7,9, 11

Para Thompson y Barton, (como se citó en Peña 2017) las escalas consideradas
son ecocentrismo referida a los límites de la naturaleza y el derecho de existi de las
plantas y animales, al igual que las personas; apoyando los aspectos ambientales por el
valor intrínseco de la naturaleza para ser preservada. Stokols (como se citó en Peña
2017) postula que para los ecocentristas, los aspectos físicos son vistos como fines en sí
mismos y no como herramientas. Los valores humanos acerca del medio ambiente
pueden ser cultivados, a pesar de que esto les suponga inconveniencias, falta de cierto
confort, costos económicos o disminución en su calidad de vida.

La escala antropocentrismo está relacionada con la posibilidad de control de la


naturaleza por parte de los humanos. Según Thompson y Barton, (como se citó en Peña
2017) el valor de la naturaleza reside en la satisfacción de las necesidades humanas,
porque se utiliza elmedio ambiente y visualiza al ambiente como un medio que debe usarse
para cumplir objetivos

Baremos:
General Baja [ 11 - 25] Media [26 - 40 ] Alta [ 41 - 55 ]
Dimensión 1 Baja [ 5 - 11 ] Media [ 2 - 18 ] Alta [ 19 - 25 ]
Dimensión 2 Baja [ 6 - 14 ] Media [15 - 23 ] Alta [ 24 - 30 ]

Escala de comportamiento ecológico

La escala de comportamiento ecológico de Pato y Tamayo (2006) ECE es


un auto informe verbal de comportamiento que utiliza una escala tipo Likert con
cinco opciones de respuesta. Posee 34 ítems organizado en cinco factores: a)
ahorro de agua y energía (8 ítems); b) limpieza urbana (7 ítems); c) activismo y
consumo (7 ítems); d) reciclaje (7ítems) y e) deseabilidad social (5 ítems).
La escala posee ítems positivos y negativos, para su calificación se asigna a
cada ítem positivo un puntaje que varía de 1 a 5 y se invierte cuando el ítem es
negativo (1, 3, 6, 8, 12, 30 y 31). Las posibilidades de respuesta con su puntaje en
el caso de los ítems positivos son:
1) Totalmente en desacuerdo.
2) En desacuerdo.
3) Indiferente.
4) De acuerdo.
5) Totalmente de acuerdo.
Baremo:

Niveles Rangos
Alto 130 – 204
Medio alto 124 - 129
Medio bajo 120 - 123
Bajo 34 - 119

Estos instrumentos pasaran por un estudio piloto para la obtención de la validez y


confiabilidad en una muestra piloto de estudiantes universitarios.
Bibliografía

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Equipo de Investigación
Psicóloga
Cronograma
ACTIVIDAD DESCRIPCIÓN MESES
Validez-confiabilidad piloto de
instrumentos instrumentos agosto setiembre2019
procesamiento de datos factorial, correlaciones setiembre
aplicación de instrumentos encuestas octubre
aplicación de instrumentos encuestas noviembre
aplicación de instrumentos encuestas diciembre
base de datos enero
procesamiento de datos spss febrero
procesamiento de datos spss marzo
resultados abril
discusión mayo
redacción junio- julio
preparación de material Ago-19
Congresos Jul-20
Entrega de informes Ago-20

Presupuesto
Presupuesto costo
Recursos humanos
08 encuestadores 3700
02 procesadores de datos 800
Recursos materiales
usb 30
hojas 20
lapiceros, làpices borradores y otros 50
Servicios
impresión de material 600
revisión artículo 1300
congreso de comportamiento ambiental 1500
Anexos:
ANEXO 1: Componente Ético:
DECLARACIÓN DE COMPROMISO ÉTICO

Yo Beatriz Isabel Ortega Pauta presento el Proyecto denominado: Actitudes


ambientales, valores humanos y comportamiento ecológico en estudiantes
universitarios, Chiclayo 2019 al Concurso de Proyectos de Investigación Docente
2019 y declaro expresamente:
Que mi/nuestra investigación SÍ requiere de la participación de seres X
humanos, animales o ecosistemas
Que mi/nuestra investigación NO requiere de la participación de seres
humanos, animales o ecosistemas

Al marcar la opción SÍ, me estoy comprometiendo a respetar los principios éticos que
una investigación exige.
Por esto me comprometo a explicar la manera en que los desarrollaré en mi
investigación.
Los cinco principios éticos sobre los que he construido mi propuesta de investigación
son los siguientes:
• Respeto a las personas.
• Beneficencia no maleficencia.
• Justicia.
• Integridad Científica.
• Responsabilidad.

Firmo la presente declaración en señal de aceptación.


Chiclayo,……19…. de……Julio.…………. del 2019

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Rubrica

ANEXO 2. Equipo de apoyo


10 Encuestadores, realizaran la aplicación de instrumentos de evaluación.
02 procesadores de información, ingresaran datos recolectados

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