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"¿De qué trata el Trabajo?" ¿por qué hemos de trabajar sobre nosotros mismos? .
¿Por qué hemos de observarnos a nosotros mismos?, ¿Por qué hemos de
apartarnos de las emociones negativas, de la consideración interna, y de todas las
cosas semejantes?
Estas son preguntas que debemos plantearnos n nuestro trabajo gnóstico
cotidiano
¿Por qué, las personas de edad o las jóvenes, han de trabajar sobre sí mismas?
Les puede andar bien o mal en la vida, pueden ser felices o no en la vida, por lo
tanto ¿por qué habrían de trabajar sobre sí mismas? Esto nos lleva a la pregunta
fundamental: "¿De qué trata el Trabajo?
¿Por qué el Trabajo existe en la vida y por qué ha existido siempre en diferentes
formas, en diferentes disfraces, religiosos o no? ¿Por qué he de hacer lo posible
para observarme y separarme de las emociones negativas? ¿Por qué no he de
difamar? ¿Por qué no debo decir a una persona lo que pienso realmente de ella?
¿Por qué no he de gastar mis emociones negativas a todo lo largo del día sobre
todas las personas con quienes me encuentro? ¿Por qué he de hacer otra cosa
además de comportarme como lo hago naturalmente? ¿Por qué he de intentar
cambiar mi conducta hacia la vida, hacia la gente, hacia las circunstancias y
eventos? ¿Por qué no he de odiar cuando tengo ganas de odiar? ¿Por qué no he
de matar cuando siento deseos de matar? ¿Por qué no debo decir siempre lo que
me gustaría decir y comportarme como deseo comportarme?
Ahora bien, este Trabajo se refiere al despertar del sueño. ¿Qué es este
sueño?
Cuando usted está dominado por una pasión se comporta de cierta manera.
En ese estado de pasión puede hacer incalculable daño por lo que dice y lo que
hace. Me gustaría hacerle la siguiente pregunta: ¿Si está dominado por esa
pasión y se comporta según lo que le hace sentir esta pasión, está usted
despierto o dormido? ¿Está usted hipnotizado? Tal vez luego comprenda que dijo
cosas injustas o las hizo, y se pregunte por qué se comportó de esa manera, pero
mientras usted estaba bajo el hipnotismo de esa pasión pensaba que todo lo que
decía o hacía era justo. Cuando la pasión se extingue es probable que sienta que
se extralimitó en lo que dijo o hizo. Digo, es probable. Esto significa que en la vida
ordinaria comprende hasta cierto punto que estaba dominado por el hipnotismo —
que estaba dormido—. Lo que lo hipnotiza y lo hace dormir es la pasión. Al mismo
tiempo justifica al punto esta pasión y su comportamiento cuando estaba
dominado por ella, diciendo que era perfectamente justo. Sí, el auto justificarse
hace que usted siempre tenga razón. La gente cuya psicología es más grosera ni
siquiera se da cuenta de ello. La gente cuya psicología es más fina siente una
punzada de remordimiento. Pero se justifican instantáneamente a sí mismos —se
colocan en una posición justa— pero muy pocas personas comprenden que no
pueden confiar en sí mismas en los momentos de pasión.
Ahora bien, el Hombre dormido es un hombre, una mujer que están siempre
gobernado por diversas pasiones y estados de ánimo. La gente se pregunta en
este Trabajo, cuando oye decir por primera vez que todos estamos hipnotizados,
que no comprende en primer lugar cómo pueden estar hipnotizados por sus
pasiones. Dicen que saben siempre lo que están haciendo. No se dan cuenta que
no son libres sino que están gobernados por diferentes clases de pasiones. Son
muchas las pasiones que actúan sobre la vida para mantener a la humanidad
dormida. Mientras la pasión siga obrando sobre usted, usted está dormido y en
ciertos casos hasta puede asesinar bajo la influencia de las pasiones que actúan
sobre la humanidad. Este es un ejemplo de lo que significa decir que la
humanidad se mantiene dormida. Este es el origen de la propaganda. Todo lo que
se propone el Trabajo es deshipnotizar. Es el deshipnotismo del hipnotismo de
vida.
¿Cómo puedo demostrarle a una persona a quien han hipnotizado que está
hipnotizada? Si encuentro la forma esta será la de demostrarle al homínido que
está hipnotizado.
La vida externa nos hipnotiza con sus eventos. La guerra, por ejemplo, es un
evento típico. El estudio de los hipnotismos de vida es muy interesante, en
especial cuando se lo aplica a uno mismo y se ve hasta qué punto se está
hipnotizado en todo momento. Lo que se desea sinceramente hacer según uno
mismo es muy diferente de lo que se hace según la intrepidez de la vida. Todas
estas cosas nos mantienen dormidos. Pero lo que nos mantiene dormidos más
que todas las cosas son nuestras querellas domésticas, nuestras dificultades
domésticas, nuestro creer que los otros son conscientes. Por regla general un
hombre hipnotizado se casa con una mujer hipnotizada y luego su vida de casado
consiste en vencer su autohipnotismo, y si no están en el Trabajo, habitualmente
fracasan. Un hombre espera de una mujer cierta imagen y una mujer espera de
un hombre también cierta imagen. El mayor hipnotismo de la vida estriba en que
se piensa que se encontrará la meta en la vida. Cristo fue tentado por las metas
en la vida:
"Y vino a él el tentador, y le dijo: si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. Él
respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la
boca de Dios. Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, y
le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está:”A sus ángeles mandará acerca de ti
y en sus manos te sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra”. Jesús le dijo:
Escrito está también: “No tentarás al Señor tu Dios. Otra vez le llevó el diablo a un monte muy
alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo:
Todo esto te daré, si postrado me adorares. Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito
está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás.55 (Mateo, IV-3-10.)
Ahora bien, es sabido que en la vida hay que poner mucho cuidado en el trato con
la gente y nunca decir lo que se piensa realmente de otra persona. Todo ello
significa que todos somos muy sensibles a cualquier clase de crítica, y significa
que la estimación que nos tenemos está muy equivocada y que todos nos
forjamos alguna imagen ficticia de nuestra propia persona. El Trabajo denomina
"Yo" Imaginario a esta imagen ficticia. La persona que se deja dominar por el "Yo"
Imaginario no soporta ninguna clase de crítica que pueda ofender lo que imagina
ser. El objeto del Trabajo es hacernos más profundos, porque todo lo que es
valioso está muy por debajo de lo que imaginamos ser. Si no soporta ninguna
clase de crítica —¿y quién puede soportarlo?— entonces significa falta de
autoconocimiento, nunca haber aplicado el Trabajo a su propia persona y no
haber empezado a trabajar sobre sí, nunca haberse observado sinceramente, y
por tanto usted es una persona que en la vida está profundamente dormida. Una
persona así no comprende aún de qué trata el Trabajo. El objeto de la
observación de sí es hacerme más consciente de lo qué soy realmente, de lo que
tengo en sí mismo y no entiendo. Pero es un hecho notable que después de
muchos años no haya podido observarme realmente a sí mismo. La
autoobservación es ver la vida desde un lado por completo diferente. No es la
corriente observación externa que prestamos a las cosas de fuera, cuando
miramos a través de nuestros cinco sentidos, sino que es el empleo de un nuevo
sentido, de un sentido interior, que llamamos el Yo Observante (Samael habla del
sentido real de la auto-observación), que mira interiormente a la clase de
persona que se es. Por ejemplo, si lo acusan de alguna cosa, usted tiende a
justificarse. No mirará hacia dentro —y esto es exactamente una de las cosas que
el Trabajo nos enseña: observar el auto justificarse y no identificarse con él. Pero
supongamos que usted ha estado en el Trabajo en un verdadero sentido (y aquí
ha de recordar que desde mi punto de vista puede haber estado años en el
Trabajo y empero no estar en el Trabajo) conocerá por medio de su conciencia de
sí, su autoconocimiento, que esas acusaciones pueden ser perfectamente justas
—esto es, que esas cosas están en usted. Reaccionará entonces muy
diferentemente de un hombre mecánico bajo las críticas de los otros. Se dará
cuenta que le dijeron la verdad. Entonces la verdad que sabe acerca de sí mismo
corresponderá a la verdad que alguien ha dicho de usted y las dos no le causarán
mucha pena, porque encontrará algo de congruente entre lo exterior y lo interior.
Recibo ahora cartas en las que la gente ha empezado a observar por primera vez
algo en ella misma. Por lo general se sienten muy asombradas y creen que se ven
enfrentadas con una seria tarea de autodesarrollo. Diría más bien que han visto
por primera vez la necesidad de trabajar sobre ellas mismas. Han descubierto por
la observación lo que todos sabían acerca de ellas y criticaban francamente con el
único resultado de enfurecerlas o deprimirlas.
Debemos descubrir lo que nos hace negativos y aceptar el hecho que ciertas
cosas nos ponen en ese estado. Desde el punto de vista del trabajo, tenemos que
trabajar ahora sólo en este ser negativo, no buscar otra causa. La culpa es
nuestra porque, de manera general, si soy negativo, la culpa es mía. Sé que esto
es difícil, empero es lo que dice el Trabajo. Alguien dijo recientemente en una
reunión, al tratar de describir la enorme enseñanza y campo de autoobservación,
que si por acaso le sirven un desayuno mal preparado, desaparecen todos sus
sentimientos de felicidad. Pero esto no basta. El Trabajo es más grande, más
amplio, que una cosa tan nimia. Como ejemplo de observación es mejor que
nada, pero es de muy poca monta. Dicha persona ha de observar ahora hasta qué
punto es negativa bajo tales circunstancias, porque el observar tal reacción se
debe a alguna actitud, a alguna imagen, a algo que espera y da por sentado.
Mientras se mantiene esta situación, semejantes personas no serán capaces de
un acentuado desarrollo de ser. Se verán impedidas por su pequeño ser, sus
pequeñas actitudes, sus formas de expectación, por lo que les es debido, y así
serán gentes muy difíciles, probablemente exigentes, sin darse cuenta que todos
los impedimentos están en ellas mismas por tener tan reducido enfoque de vida y
tan exagerado egoísmo. Basta ver con cuanta facilidad la gente pierde los estribos
—no hablo aquí de ser criticado, la cual es una cosa mucho más difícil. ¿Acaso la
mayoría de la gente no se agita fácilmente? Se les rompe la cinta del zapato por
la mañana y en seguida maldicen a alguien; no encuentran sabroso el desayuno,
y pierden la cabeza, el diario no llega a tiempo y se enfurecen, parten y toman el
tren enojados. ¿No carecen de importancia todas estas cosas y son absurdas?
¿Es acaso el Trabajo y su extensión? ¿No creen que el Trabajo se ocupa de algo
más importante que todo esto? Recuerdo que una vez dije a modo de comentario
que si se quiere saber hasta qué punto una persona tiene ser, le basta reparar en
qué momento pierde los estribos o se vuelve negativa, porque significa que ha
llegado al final de su ser. Por esto el Eso-terismo hace tanto hincapié en la
paciencia, porque la capacidad de soportar pacientemente las cosas y en especial
la capacidad de soportar las manifestaciones desagradables de otra persona, es
un signo de la calidad y el desarrollo del ser. Cuanto menos una persona puede
aguantar, tanto más pequeño es el ser.
Ahora bien, para regresar a la cuestión de ser criticado —estoy de acuerdo con
todos los presentes que es muy difícil hacer frente a las críticas. La más ligera
crítica negativa, en especial de los allegados más queridos, le estropea a uno el
día. Esto significa simplemente que aborrecemos no tener razón y pensar que en
nosotros hay algo de malo. Ahora bien, el hombre que por medio de la auto-
observación ha ampliado su conciencia no será tan sensible a las críticas porque
ya conoce en la práctica que no es perfecto —un enorme paso. Todos habrán
oído decir que este Trabajo enseña que el mundo es tal como es porque la
humanidad no es propiamente consciente. En otras palabras, los hombres y las
mujeres en este extraño planeta están sumidos | en un extraño estado de sueño.
El objeto de este Trabajo es tratar de despertarnos y ello quiere decir que hemos
de llegar a ser mucho más conscientes, primero para nosotros mismos y luego
para los demás, pero ante todo debemos ampliar la conciencia de nosotros
mismos mediante la observación de sí.
Mienten, se comportan mal, dicen cosas emponzoñadas, pero no admiten que les
hagan lo mismo, aunque no escatiman las críticas a los otros a este respecto,
pero si amplían su conciencia mediante una sincera autoobservación, criticarán
cada vez menos a los demás, y a medida que la conciencia se acrecienta, serán
cada vez menos vulnerables a las críticas. Se darán cuenta que también mienten.
Pero si nunca se han observado correctamente, no saben aún de qué trata este
Trabajo y si bien en la práctica de la vida mienten, deforman los hechos, los
tergiversan, fingen, hablan maliciosamente, y todo lo demás, y dañan a los
demás, sin embargo, es tal el estado de sueño en que viven en este mundo, que
no lo admiten en su conciencia, y si por acaso los critican por las mismas cosas,
se justificarán y jurarán nunca haber hecho tales cosas. Esto es lo más extraño.
Por otra parte, si un hombre se observa sinceramente, se dará cuenta que: "Tú
eres el hombre95, y desde ese momento toda la vida cambiará y estará bajo las
influencias del Trabajo. Ya estará en el camino de ser un hombre consciente en
lugar de ser un hombre dormido que, desde el punto de vista de este trabajo, no
es nada sino un fracaso respecto a cualquier autodesarrollo. Trate de no ponerse
bajo las influencias de vida, que no lo benefician sino que lo usan. Puede servir a
la naturaleza o a este Trabajo. Ha de estar al servicio de algo. La única manera de
servir al Trabajo es hacerlo. Si hace el Trabajo, se pone bajo las influencias del
Trabajo y éstas solamente pueden cambiarlo.
Ahora bien, en una oportunidad dije al Sr. Ouspensky: "¿Por qué no fuimos
creados perfectos —por qué somos así?" Me dijo seriamente que esa no era la
idea, el plan del Universo. Ser creados perfectos significaría que no tendríamos
que trabajar en absoluto sobre nosotros mismos. Ser creados como organismos
autodesarrollantes es una cosa totalmente distinta. Cuando comprendemos que el
Universo es un experimento en autodesarrollo, la concepción del Universo cambia
y se convierte en algo audaz. Me dijo: "Si nos hubieran dado la plena conciencia
intelectual, entonces conoceríamos todo. Pero tenemos que luchar para lograrlo.
No hay evolución mecánica: sólo hay evolución consciente", y señaló que no se
puede acrecentar la conciencia por medios mecánicos. "Tiene usted que llegar a
ser", dijo, "más consciente de sí mismo, que desarrollar una creciente conciencia
de sí mismo. La evolución mecánica indudablemente existe, y existió durante
prolongados períodos, pero esto nada tiene que ver con nosotros. Pero un
hombre puede llegar a evolucionar mediante cierta clase de esfuerzos y si hace
esos esfuerzos sinceramente por medio de su propia comprensión, su nivel de ser
cambiará".
Ahora bien, esta visión de la vida está respaldada por una gran fuerza. Las
gentes, como es sabido, tienden todas a quejarse de la vida. Todas piensan que
las circunstancias externas habrían de ser mucho mejores, y otras cosas
parecidas. Pero el Trabajo no enseña esto. Dice que las circunstancias en las
cuales hemos nacido son las mejores para trabajar sobre ellas. La forma particular
de Segunda Fuerza —es decir, la fuerza de resistencia— que se opone a nuestros
deseos, es apropiada para mí, y si trabajo sobre ella, una vez que he comprendido
el Trabajo, producirá algunos resultados, Es inútil decir: "Si sólo hubiera nacido en
mejores circunstancias, con más dinero". Todos, ya sean ricos o pobres, están
situados en un lugar en que tienen la posibilidad de desarrollares a sí mismos. Por
eso muchas gentes dicen: "Si sólo hubiera conocido el Trabajo antes". Están muy
equivocadas. Si reciben este Trabajo en las manos y en especial en sus
corazones, hallarán entonces que las circunstancias en que nacieron es aquello
mismo que les da fuerza si trabajan sobre y contra ellas. Como saben, el Trabajo
dice que hemos de trabajar contra la vida. Quizás algunos de ustedes ya han
descubierto lo que significa esto y otros tal vez se identifiquen con la vida y las
circunstancias de vida, y por tanto no ven lo que se quiere decir aquí. Así muchas
gentes dicen: "Si sólo". Pero ¿de qué sirve decir: "Si sólo", una vez que se
comienza a comprender que se nació como organismo autodesarrollante y que es
imposible desarrollarse salvo mediante esfuerzos conscientes contra las
circunstancias de vida?
Y les recordaré otra vez cuál es la idea total. La idea total del Trabajo y la idea
total de la enseñanza esotérica tan lejos como se remonta la his
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tiempo todo será lo mismo. Será receloso como antes, querellador como antes,
tan negativo y trastornado como antes. Y esto se debe a que no se produjo
cambio alguno en él mismo. Así atraerá la misma clase de eventos, la misma
clase de situaciones.
Así el Trabajo dice que no nos conocemos a nosotros mismos. Dice que no
conocemos nuestro ser, la clase de gente que somos. Por lo tanto el Trabajo se
inicia con la observación de sí. La observación de sí significa muchas cosas. Pero
su dirección general radica en ver qué clase de persona es uno mismo. Desde
luego, la mayoría de las personas están muy seguras de conocerse a sí mismas
perfectamente. De hecho, nunca piensan o creen que lo que les sucede tiene que
ver con la clase de personas que son. Ven las dificultades exteriores, pero no
tienen idea alguna que muchas de esas dificultades exteriores son debidas a la
clase de gentes que ellas mismas son. En suma, se dejan a sí mismas fuera en su
experiencia de vida. O, para decirlo de otro modo, dan por supuesto que son
buenas, agradables, que tienen buenas intenciones. Nunca ven que tienen la
culpa de los que les sucede. Por el contrario, echan la culpa de lo que les sucede
a otras personas, no a sí mismas. Esta es una de las cosas fundamentales que el
Trabajo ataca mediante el método de la auto-observación. Usted no es la persona
sencilla, agradable que piensa ser, la persona bondadosa y justa. Todo ello es
imaginación y pertenece a lo que el Trabajo llama "Yo" Imaginario. Es este "Yo"
Imaginario, cita imaginar acerca de nosotros mismos, lo que el Trabajo ataca
mediante el método de la auto-observación. Usted ha de atacarse a sí mismo, no
a los otros. Mediante la auto-observación llevada a cabo según lo que enseña el
Trabajo se logra gradualmente un sentimiento por completo nuevo de uno mismo.
Ya no se es más el tierno niño, la tierna niña, que fueron tan mal tratados por
todos. Por medio de la autoobservación interna se logra comprender que todo se
debe al "Yo" Imaginario, a lo que uno hasta entonces había imaginado ser. Y así,
como dije, el sentimiento que se tiene de uno mismo comienza a cambiar y esto
significa al punto un cambio en el nivel de ser. Cuando se inicia este proceso,
cuando esta transformación interior comienza, entonces se descubre que muchas
cosas que solían enfurecernos o amargarnos o deprimirnos ya no tienen más
poder sobre nosotros. Ya la vida no tiene más el poder que antes tenía sobre
nosotros. Las cosas con las cuales solíamos identificarnos, que nos trastornaban,
que nos hacían perder los estribos, ya no tienen más el mismo poder sobre
nosotros. ¿Por qué? Porque hemos empezado a efectuar el cambio de nosotros
mismos. Y así nuestras reacciones a los siempre recurrentes eventos cotidianos
de la vida comienzan a cambiar. Se sigue llevando la misma vida externamente,
se vive en la misma casa, pero ya empezó a producirse el cambio en uno mismo.
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que, tal como lo hemos dicho, prescindimos de ella en todas las situac No nos
incluimos en la ecuación de vida. Prescindimos de nuestra X —ei de uno mismo—
y la X sigue siendo una cantidad desconocida. Y ocurre si todas las huestes del
cielo estuviesen esperando en el más profundo si para ver si algún hombre o
mujer comienza a estudiar esa cosa descon llamada X, y así encaminarse por la
senda de la evolución interior ha( nuevo significado que es el único que explica
nuestra existencia en este nificante planeta. Ahora bien, ese factor X, que falta en
nuestra ecuaci vida, sólo puede volverse cada vez más activo y equilibrante
mediant autoobservación directa. Así al principio es menester observar a qué s
meja uno, cómo se comporta uno, y así sucesivamente.