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mineral
En cada uno de estos procesos y subprocesos se hace necesario diseñar un sistema que
permita controlar la emisión de material particulado, evitando su dispersión, la cual puede
generar problemas a los operarios, así como ocasionar daños en equipos y elementos que
se encuentran en este entorno.
Para controlar las emisiones existen algunos sistemas, los cuales presentan ventajas y
desventajas, tanto técnicas como operativas, de mantenibilidad y costos.
Dentro de los procesos de movimiento de mineral, los que generan mayor contaminación
por dispersión de polvo son:
– Traspaso de correas.
Sistemas de control
Para controlar la dispersión de polvo existen dos tipos de sistemas usualmente utilizados:
el de supresión de polvo y el de control de polvo por vía seca de limpieza automática.
El sistema se compone por una red de cañerías y boquillas aspersoras, que inyectan agua
en forma de lluvia fina o neblina, siendo el impulsor un sistema de bombeo y/o un
generador de aire a presión para generar la neblina. Generalmente el mecanismo de
supresión se instala en las tolvas de vaciado principales, en los traspasos y en el recorrido
de las correas de transporte que se encuentran expuestas al exterior.
El equipo colector posee filtros de alta eficiencia (sobre 99% para partículas de polvo
mayores a 1 micra) que retienen el polvo fugitivo captado por las campanas y lo decanta a
una tolva para luego ser vaciado y desechado o para ser devuelto al proceso (mediante
tornillo sin fin), en caso que el material sea parte del proceso.
El equipo colector posee además un sistema de limpieza automático que envía chorros de
aire comprimido a los elementos filtrantes, liberando el polvo, el que decanta a las tolvas.
El movimiento del aire lo genera un ventilador centrífugo accionado por un motor eléctrico.
El diseño del sistema debe adaptarse o complementarse con la estructura del sector, con
el objetivo de no interferir con el proceso. Se requiere un espacio adecuado en el entorno
donde se ubican los elementos de captación, para instalar el equipo de filtrado que, por lo
general, es de tamaño mediano/grande. Se requiere aire comprimido que alimente el
sistema de limpieza del equipo de filtrado, así como alimentación eléctrica para energizar
el motor del ventilador.
Si el material productivo posee muy baja humedad se pueden utilizar elementos filtrantes
tipo cartridge (plegados), que poseen una gran área de filtrado con un tamaño reducido. Si
el material productivo posee alta humedad, se deben usar mangas lisas como elementos
filtrantes, evitando la adhesión del polvo húmedo en sus paredes. Y si tiene características
de explosividad, los elementos filtrantes deben ser antiestáticos.
Entre las ventajas del sistema destaca que posee una alta eficiencia de filtrado del polvo
capturado. Los elementos filtrantes tienen una duración mínima de un año sin necesidad
de ser reemplazados. El sistema puede ser implementado para retornar al proceso
productivo el polvo capturado en caso que así se requiera.
Se pueden definir tantos puntos de control como lo requiera el sistema, los cuales pueden
ser conducidos a un solo equipo de filtrado, o se pueden instalar equipos de filtrado por
sectores, con lo cual se reduce el tamaño de los mismos.
Como desventajas del sistema están el gran tamaño de los equipos de filtrado, con una
altura promedio de ocho metros para los filtros de mangas y cinco metros para los tipo
cartridges. Además, para instalaciones grandes o de varios puntos de captación, el
mecanismo de filtrado requerirá un motor eléctrico de gran capacidad o varios motores,
que en conjunto sumarán una gran capacidad eléctrica instalada.
El polvo es un elemento presente en todo proyecto minero y sus operaciones. Controlar este
aspecto, permite alcanzar una mejor calidad de vida de los trabajadores, operadores y las
comunidades que están en el entorno a la faena, así como prevenir enfermedades respiratorias,
pulmonares y oculares en general.
- Debido a la importancia de este ámbito, hay diversas soluciones que buscan responder de mejor
forma al problema. Servicios integrales de control de polvo y mantención de caminos y monitoreo
ambiental, son algunas alternativas.
- Diversos productos como emulsiones, estabilizadores y supresores (como la bischofita), entre
otros, son utilizados para el control de polvo.
Alfredo Saavedra L.
Periodista Construcción Minera & Energía
Tan común como la diversa maquinaria utilizada en operaciones mineras, es el polvo que se genera
en todos los proyectos. Y es que uno de los desafíos permanentes se relaciona precisamente con el
control de este elemento, producido por diversas fuentes, como por ejemplo, en los caminos
existentes al interior de la mina, donde circulan tanto vehículos de alto tonelaje cargados con
material, como otros menores. Debido al alcance tanto de salud como de seguridad, el control de
polvo es un aspecto que las empresas mineras han ido cuidando cada vez más, pues permite
disminuir los riesgos de enfermedades respiratorias, mejora la visibilidad en los caminos y, por tanto,
entrega mayor seguridad para los vehículos, así como cuidado y consideración con las comunidades
cercanas, que pueden verse afectadas por el polvo de los caminos de acceso o por el polvo que el
viento levanta desde las laderas de los cerros.
Una de la soluciones tradicionales a este problema es el riego con agua de forma permanente
mediante el uso de camiones aljibe; sin embargo y de acuerdo a algunos expertos consultados, tiene
la desventaja de ser costosa (el agua en el norte es escasa y cara) y no siempre alcanza la eficiencia
que se necesita. Es así como en la actualidad y gracias al desarrollo de tecnologías de control de
polvo, se pueden ver en el mercado productos que se aplican de manera tecnificada y mediante
pautas específicas, todo ello asociado a un monitoreo permanente del material particulado. En este
sentido, se busca la eficiencia, poder medir cuánto polvo se genera y cuánto polvo es el que se está
mitigando.
TENDENCIAS EN EL MERCADO