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RESUMEN
El uso de la bicicleta, y las prácticas vinculadas a ésta, otorgan una movilidad alternativa a
los demás medios de transportes en la ciudad. Esta movilidad particular genera que el espacio
urbano sea percibido y habitado de diferentes maneras, y desde diferentes puntos de vista por
parte de los ciclistas. La práctica de la bicicleta en el contexto urbano de Santiago, va
configurando diferentes maneras en que sus protagonistas se enfrentan a este medio de
transporte y se relacionan con los diferentes actores que conforman el escenario urbano. El
objetivo de esta investigación, así, busca comprender cómo la práctica de la bicicleta en
Santiago, considerando sus diversas manifestaciones, generan percepciones sobre la ciudad,
y a su vez generan una forma de habitar el espacio cotidiano. A través de una metodología
cualitativa y del método etnográfico, se busca dar cuenta de la significación que los distintos
actores le dan a su recorrido en bicicleta por la ciudad, y cómo sus diferentes vivencias,
realidades y condiciones estructurales, hacen de su práctica una experiencia prácticamente
única.
Palabras clave: Escenario/espacio urbano, relaciones de movilidad, habitar, bicicleta,
práctica y percepción de la ciudad.
Pedalling and living the city: Cyclist, practice and perceptions of the urban space in Santiago
ABSTRACT
The use of bicycles, and practices related thereto, provide an alternative mobility to other
modes of transport in the city. This particular generates mobility that urban space is perceived
and lived in different ways and from different viewpoints by cyclists. The practice of cycling
in the urban context of Santiago, is shaping different ways in which the protagonists are faced
with this transport and related to the different actors that make up the urban scene. The
objective of this research thus seeks to understand how the practice of cycling in Santiago,
considering its various manifestations , generate perceptions of the city , and in turn generate
a daily way of living space. Through a qualitative methodology and the ethnographic method,
seeks to explain the significance of the different actors give your bike ride through the city,
and how their different experiences, realities and structural conditions make practical
experience virtually unique.
Keywords: Stage / urban space, mobility relationships, live, bike, practice and perception of
the city .
1
Estudiante de cuarto año de Antropología Social en la Universidad Alberto Hurtado, Santiago, Chile.
f.vargasjara@gmail.com
INTRODUCCIÓN
La presente investigación aborda el cómo la práctica de la bicicleta en el espacio o escenario
urbano de la ciudad de Santiago genera una forma de percibir la ciudad. Esta práctica se
encuentra íntimamente ligada al usuario-ciclista que la lleva a cabo y, a su vez, genera
distintas formas de comprender, significar y habitar dicho espacio. Para abordar este
fenómeno se presentan diferentes casos en los que el uso de la bicicleta como medio de
transporte, configura las relaciones entre el ciclista y el espacio en el que se desenvuelve.
Los objetivos que guían esta investigación están vinculados con la descripción de ciclistas y
los distintos usos que éstos dan a la bicicleta en la ciudad, con la descripción de las prácticas
que comprenden el uso de la bicicleta y, por último, con la comprensión a través de los
discursos de los ciclistas, de la forma en que la ciudad es percibida a partir del pedaleo.
De esta manera, el artículo se estructura en función de los resultados obtenidos a partir del
trabajo etnográfico realizado. Así, se comienza presentando los antecedentes del fenómeno
del uso de la bicicleta en Santiago, para luego dar cuenta de la metodología y conceptos
teóricos utilizados en el análisis de los resultados obtenidos. Más adelante se plantean los
resultados de esta investigación, enfocados principalmente en tres perfiles de usuarios o en
tres casos particulares, que demuestran tres diferentes formas de vivir Santiago desde la
bicicleta. Finalmente se presentan reflexiones en torno a estos casos, de modo de comprender
de mejor manera el fenómeno investigado.
ANTECEDENTES
La ciudad de Santiago ya se encuentra, por así decirlo, repartida entre los actores que
predominan dentro de los modos de transporte y movilidad dentro del espacio urbano. Las
mismas políticas públicas en cuanto a transporte enfocadas en la ciudad de Santiago, van
recreando el espacio y la infraestructura urbana, a partir de una demanda sustentada por la
predominancia de un determinado actor dentro del escenario urbano y la significación que
tiene el conjunto de habitantes sobre los espacios o escenarios urbanos.
Las políticas públicas enfocadas en el transporte han sido un eje en los programas políticos
de las autoridades chilenas desde principio de los 70. El aglutinamiento de la gran mayoría
de la población en los centros urbanos y, la mayor aglutinación que ocurre en la ciudad de
Santiago, han generado una serie de problemáticas respectivas a la vida urbana que, si no son
debidamente atendidas y solucionadas, generan un conflicto en cuanto al significado
otorgado y al uso del espacio urbano entre los diversos actores que comparten y conviven el
espacio/escenario urbano en la cotidianidad.
Desde hace 30 años, las autoridades chilenas han dado gran importancia a la planificación de
su sistema de transporte urbano e interurbano. Esto se debe a una característica específica de
los chilenos: su concentración urbana. De hecho, Chile es uno de los 15 países con mayor
población urbana del mundo: 8 de cada 10 habitantes vive en la ciudad, de acuerdo a datos
del censo del año 2002. La concentración urbana, sin la debida planificación y regulación,
genera conflictos derivados de la demanda de uso del suelo urbano para múltiples actividades
(residenciales, económico-productivas, de servicios, de recreación, etc.) y la infraestructura
de soporte necesaria para esas actividades. (MIDEPLAN 2010: 3)
A lo largo de la historia de la ciudad de Santiago, se han presentado diversos conflictos de
carácter urbano, siendo éstos consecuentes a las necesidades que se iban creando en los
habitantes a partir, principalmente, de las innovaciones tecnológicas y de la adopción de estas
nuevas tecnologías. A partir de la primera mitad del siglo XX, se comenzó a visibilizar un
marcado aumento del uso de automóviles en la ciudad de Santiago, generándose un conflicto
entre este emergente medio de transporte, con los medios existentes en la época. Ante esta
situación se presenta el siguiente antecedente, en el cual las figuras políticas de la época
tuvieron que hacerse cargo del conflicto aparecido en las calles de Santiago, creando las
primeras regulaciones de la ciudad para el transporte urbano.
Ante la creciente importancia que adquirían los medios de transporte motorizados y la cada
vez más compleja coexistencia entre automóviles, tranvías, autobuses, vehículos de tracción
animal, animada (humana) y transeúntes, durante 1925 la Municipalidad de Santiago dictó la
"Ordenanza del Tránsito", en un nuevo esfuerzo por responder mediante un texto regulatorio
al complejo escenario que presentaba la circulación de vehículos en la capital. Si la mayoría
de los reglamentos anteriores, dirigidos principalmente a los conductores de automóviles,
coincidían en buscar insertar a este vehículo en el sistema de tránsito preexistente, esta
ordenanza trascendía el automóvil como foco de atención e instalaba el tránsito urbano en
general, como el objeto de reestructuración. (Errázuriz, 2010)
METODOLOGÍA
Como ha sido planteado en las páginas anteriores, la presente investigación se enfoca en
comprender cuales son las formas de habitar el espacio urbano a partir de la práctica y
percepción de los ciclistas en Santiago. La masificación de esta práctica conlleva una
resignificación del espacio urbano, en función a la masificación de dicha práctica dentro de
espacios asignados para otros usos, llevados a cabo por otros actores. Para abordar la
problemática planteada en la investigación, se hace completamente necesario contar con una
batería de herramientas y técnicas cualitativas que permitan comprender de forma óptima el
problema planteado.
Dentro de los principales instrumentos metodológicos que he utilizado para efectos de esta
investigación, se encuentra como principal, la entrevista en profundidad. La comprensión de
este instrumento se basa en lo planteado por Veloso (2006), en cuanto se refiera a una “(…)
técnica social que pone en relación de comunicación directa cara a cara a un
investigador/entrevistador y a un individuo entrevistado con el cual se establece una relación
peculiar de conocimiento que es dialógica, espontanea, concentrada y de intensidad variable”
(Veloso, 2006: 219).
Otra de las herramientas utilizadas, pero en menor medida, es la observación participante. He
utilizado el concepto de observación participante, como lo plantea Guber. Para la autora la
observación participante consiste en “detectar las situaciones en que se expresan y generan
los universos culturales y sociales en su compleja articulación y variedad” (Guber, 2001: 56).
Esta herramienta fue utilizada para efectuar observación en tres calles que tenían ciclovías
construidas para ser transitadas por ciclistas. Estas observaciones me han servido para
contextualizar, en parte, los relatos de los entrevistados, quienes a pesar de no usar
exactamente las mismas rutas, tienen una opinión y una forma de hacer uso de la bicicleta a
partir de la práctica en este tipo de infraestructura especializada que se encuentra en todo
Santiago.
Cada instrumento que he utilizado a lo largo de esta investigación se encuentra ligado de
manera directa a uno de los objetivos específicos planteados. El orden de los objetivos
planteados en esta investigación, responde a un orden lógico para poder comprender en
última instancia las formas de habitar el espacio en la ciudad. El primer objetivo apunta a la
tipificación y el descubrimiento de algunos perfiles de usuarios de bicicletas en la ciudad de
Santiago. Para estos efectos hice uso principalmente de la entrevista abierta o semi-
estructurada y de la observación participante.
El segundo objetivo plantea la descripción de las prácticas del uso de la bicicleta en Santiago.
Para responder a dicho objetivo, los instrumentos seleccionados son también la entrevista
abierta o semi-estructurada en conjunto con la observación participante.
El tercer y último objetivo pretende comprender a través de los discursos de los usuarios de
bicicleta, la forma en que se percibe la ciudad a partir de la práctica subjetiva de la bicicleta.
Para efectos de este objetivo se ha utilizado únicamente la entrevista en profundidad, ya que
para rescatar los discursos de los usuarios es esencial el uso de ésta herramienta.
Para poder responder a estas tres dimensiones, relacionadas al uso de la bicicleta en la ciudad
de Santiago, he utilizado tres casos diferentes, los cuales son altamente significativos, para
efectos de esta investigación, en su particularidad. Así a partir de la utilización de la entrevista
en profundidad, he caracterizado tres perfiles en base a la experiencia personal de cada uno
de ellos. Estas experiencias plantean tres diferentes maneras de relacionarse con el escenario
urbano y con los otros actores con quienes comparten dicho espacio. Estas relaciones del
individuo ciclista con el escenario y el resto de actores, genera una forma de percibir y de
habitar, en última instancia, el escenario urbano de la ciudad Santiago. Así, veremos que
existen una serie de condiciones estructurales, particulares a cada caso, que determinan, en
cierto modo, la forma de llevar a cabo y de vivenciar la práctica de la bicicleta en la ciudad.
Me fue posible comprender cómo a Don Manuel, uno de los factores que más le incomodaba
dentro de su rutina sobre la bicicleta, era la presencia de automóviles, o mejor dicho de
automovilistas o conductores santiaguinos. Esta incomodidad también era reflejada en los
momentos en que me relató su preferencia por ciertos horarios y ciertos tramos de su ruta, en
los cuales las razones principales del gusto por estas situaciones se centraban precisamente
en su relación con los automóviles:
Me gustaba más el horario (de trabajo) de noche, porque venían menos vehículos por el lado
mío. Aparte de eso por la mañana yo me iba tranquilamente para la casa, porque también me
encontraba con una temperatura más fresca, entonces el cuerpo me respondía mejor. (Don
Manuel, 56 años, guardia de seguridad)
Las experiencias personales de Don Manuel, sus aventuras sobre la bicicleta, la forma en que
se siente mientras transita en los distintos días y horarios, han determinado el uso que da a la
bicicleta en su cotidianidad. Estas elecciones sobre qué día o a qué hora usar o no la bicicleta,
determinan la singularidad del viaje de Don Manuel; estas particularidades temporales,
sumado a las condiciones espaciales de su tránsito (inicio y destino), terminan por hacer que
el viaje, la rutina de Don Manuel en bicicleta, sea prácticamente único. Solo él sabe y conoce
las particularidades del camino que recorre, mediante un conocimiento basado en la
experiencia práctica, le es posible a Don Manuel apropiarse de su ruta, de su viaje, generando
cercanía y un vínculo en general con el lugar que transita.
Fuera de estos miedos y precauciones que determinan suviaje, la práctica de la bicicleta, en
comparación a su experiencia de viaje en el transporte público, es radicalmente distinta. Él
cuenta en su relato cómo el andar en bicicleta, la práctica de transportarse en dicho vehículo,
genera una sustancial diferencia frente el transportarse mediante los otros medios de los que
dispone.
En mi ánimo, me sentía más tranquilo cuando llegaba al trabajo, cuando llegaba a mi casa
también, yo notaba esos cambios. Pero cuando me bajaba del transantiago yo como que… no
me calzaba, como que había perdido mucho tiempo en ese momento de usar ese vehículo, sin
hacer nada. En cambio con la bicicleta yo me distraía, me sentía con deseo de hacer deporte,
buscar… en la micro no me acuerdo de nada, en cambio en bicicleta tengo que andar atento,
si no me atropellan, todavía siento esa sensación. (Don Manuel, 56 años, guardia de
seguridad)
La cantidad de años que lleva Tatiana haciendo uso de la bicicleta, le han permitido observar
y vivenciar desde la misma experiencia de la bicicleta, diferentes situaciones sobre su
práctica en la ciudad de Santiago. Existe una tendencia de Tatiana a querer destacarse del
resto de los ciclistas de la ciudad, partiendo por el hecho de querer diferenciarse en cuanto al
momento que comenzó a andar en bicicleta.
Cuando yo partí nadie andaba en bicicleta en esta ciudad, nadie, en el 86’, 88’, nadie, o sea
lo único que yo veía era a los obreros que transitaban por Vespucio, porque ahora casi no lo
hacen, los obreros transitaban por Vespucio en sus bicicletas, que no tenían luz, era lo único
que se veía de bicicletas en ese tiempo. El obrero era al único que veía en bicicleta, inclusive
mira, yo entré a trabajar a la Biblioteca Nacional el 94’, debe haber sido para el 95’ o 96’…
yo le mandé un correo a la intendencia, respecto de esos ciclistas, porque la gente iba con su
bolsito, con su cuestiones al apa, no tenían luz, no sé, que les facilitaran, que les hicieran un
espacio, porque ellos iban desde el área norte al área sur y es largo ¿te fijas?. (Tatiana,
bibliotecaria)
Para analizar este fenómeno haré uso principalmente de lo planteado por Simmel (citado en
Rojas, 2012) en cuanto a la individualización del sujeto al interior de la vida urbana. Para
resumir brevemente, Simmel establece para analizar este fenómeno, una comparación entre
la pequeña ciudad y la gran ciudad. Esta comparación se sustenta fundamentalmente en el
hecho que en la pequeña ciudad, debido al número de habitantes, todos se conocen y las
relaciones tienden a apelar a la subjetividad de los individuos. Por otro lado, en las grandes
ciudades o metrópolis, como es el caso de Santiago, las relaciones tienden a objetivarse y a
enfocarse más en la relación individuo-sociedad que individuo-individuo. “La vida en las
grandes ciudades en el marco de la modernidad, caracterizada por el predomino de la
racionalidad, refleja el predomino del “espíritu objetivo” sobre el “espíritu subjetivo” (Rojas,
2012; 72). La vida urbana presenta grandes dificultades a los individuos de demostrar su
propia personalidad, la cual se tiende a diluir en un sinfín de grandes categorías en las cuales
organizamos a los actores de la vida urbana. Así existe una necesidad de los habitantes de las
ciudades de diferenciarse de los demás, de hacer notar su diferencia, para así poder escapar
y no terminar aplastados por el peso de la muchedumbre urbana.
De esta forma, el urbanitas reafirma su singularidad y se diferencia de la muchedumbre en
su “ser-diferente”, en “destacar-se” y en “hacer-se notar” (...) En medio de la muchedumbre
y de la concentración interminable de seres humanos en las grandes ciudades, las similitudes
y las diferencias entre los individuos determinan aspectos de importancia práctica al momento
de relacionarse e interaccionar unos con otros. Sin embargo, desde la perspectiva simmeliana,
las diferencias observables entre individuos tendrían mayor significación que las
coincidencias frente a las dinámicas establecidas en el escenario moderno de la metrópolis.
(Rojas, 2012; 73)
Tatiana siente aquel reconocimiento del resto de actores de la ciudad hacia su persona,
específicamente debido a la particularidad que obtuvo en su práctica como ciclista. Haciendo
uso del texto de Edgar Allan Poe, El Hombre de la Multitud (1840), podemos hablar para el
caso de Tatiana de La ciclista de la multitud, ya que al igual que en el cuento de Poe, destaca
la personalidad de un individuo de la masa de sujetos de la ciudad, a partir de una práctica en
particular que la hace resaltar del resto de aquella muchedumbre que conforma el escenario
urbano. Ella siente aquel reconocimiento y lo demuestra constantemente en su discurso al
conversar sobre bicicletas, y es que apela a su subjetividad, a toda la historia que envuelven
más de 25 años movilizándose en bicicleta. Tatiana, gracias a este constante reconocimiento
a su individualidad en la vida urbana, se siente segura y empoderada en su relación con la
ciudad. Su práctica en la bicicleta se encuentra totalmente determinada a dicho
empoderamiento, ella no solo se apoderó de su propia práctica, sino que hizo propio de su
experiencia en el viaje, a las personas que la observan y la reconocen, con quienes ha llegado
a establecer relaciones en base a la movilidad, que para ella resultan significativas. Así,
siguiendo la lógica simmeliana, Tatiana se conforma como un sujeto productor en la
sociedad.
En tal sentido, concibe un sujeto como productor de la sociedad, el que puede desarrollar su
potencial individual y expresar su contribución a la humanidad a través de la interacción con
los restantes miembros de la sociedad. (Rojas, 2012; 69)
Es preciso finalizar este perfil con la interrogante sobre qué va a pasar con aquel
reconocimiento que recibe Tatiana, en un par de años más, cuando el crecimiento del uso de
la bicicleta en la ciudad sea aún más significativo de lo que es hoy y de lo que ha sido nunca
en Santiago. ¿Que sucederá con ese exaltamiento a la individualidad de Tatiana frente a la
muchedumbre? En su ruta y en sus horarios ella ya se encuentra posicionada, pero el continuo
crecimiento de la muchedumbre de ciclistas va a hacer cada vez más difícil rescatar la
individualidad de Tatiana, más aun considerando que la ciudad, su escenario y sus actores
están en constantes cambios y las personas que hoy la pudieron observar y reconocer en sus
propias rutinas, pueden no estar en el mismo lugar el día de mañana, dejando a Tatiana sin
miradas que la observen y reconozcan.
REFLEXIONES FINALES
Los casos recién expuestos, permiten dar cuenta de diferentes dimensiones en torno a la
práctica de la bicicleta y al cómo, a través de ésta, se habita el escenario de la ciudad. Así,
los casos de Don Manuel, Tatiana y Javiera y Gabriela ayudan a comprender las diferentes
formas en que se vive el transportarse en bicicleta por la ciudad.
En primer lugar, las relaciones sociales que la bicicleta es capaz de generar, a partir de la
mediación que otorga entre el individuo con el escenario urbano, adquiere un carácter
particular en función a la propia experiencia en el viaje en bicicleta. Así a su vez, se
configuran una variedad amplia de usuarios en función a las distintas formas de llevar a cabo
esta práctica en el escenario urbano y a los distintos viajes que se realizan en la ciudad. Si
bien la práctica de la bicicleta en la ciudad tiende a ser particular a cada individuo, a lo
específico de sus rutinas y sus horarios, a sus experiencias, etc. existen factores generales que
abarcan e identifican a varios sujetos a partir de un concepto o una categoría sobre dicha
práctica. Así, por ejemplo, las estructuras sociales de género, no son una condicionante que
determine únicamente a Javiera y Gabriela, sino que es una situación a la que se ven
expuestas la mayoría de las mujeres en la ciudad. También esto es aplicable al caso de Tatiana,
donde la individualización del sujeto de la muchedumbre no solo es factible a partir de la
práctica de la bicicleta, si no que ésta es un ejemplo más de una forma de individualidad, a
partir de condiciones particulares del caso de Tatiana. Finalmente y para concluir con esta
idea, las relaciones de miedo y precaución constante que vive Manuel con los automovilistas
en las calles no son un sentimiento que determinan únicamente las prácticas de Manuel, sino
que, por el contrario, el miedo y la precaución son factores que determinan a la gran mayoría
de ciclistas en la ciudad, pero que han determinado las prácticas individuales de manera
subjetiva al ciclista en particular. Así la práctica en la bicicleta de Don Manuel, se ve
determinada en sus horarios de uso y en los días a partir de sus vivencias personales, las
cuales le han llevado a tomar esas determinaciones en su práctica en la bicicleta.
Por otro lado, es importante destacar, a partir de estos tres casos, que la experiencia de
transportarse en bicicleta se vive desde la subjetividad y la individualidad de cada persona.
De esta forma dicha experiencia, configura formas particulares de desenvolverse en el
espacio urbano en la bicicleta, ya que cada vivencia se encuentra permeada por el significado
que cada ciclista le otorga a su propia práctica. Para el caso de Don Manuel, esto es
claramente perceptible a partir de la aventura experimentada aquella noche de año nuevo en
Vicuña Mackenna. Esta vivencia en particular marcó a tal punto a Don Manuel que
condicionó su práctica sobre la bicicleta y dejó un recuerdo inextirpable de su memoria como
ciclista. Así mismo Tatiana, en todos sus años como ciclista, lleva a cabo una práctica total y
completamente determinada a su propia memoria histórica como ciclista. El hecho de ser
reconocida influye también en esta experiencia subjetiva de la bicicleta. Finalmente para el
caso particular de Gabriela, su experiencia ajena a las lógicas de Santiago, hicieron que su
vivencia personal en bicicleta en Santiago, sea constantemente cuestionada a partido de su
realidad en Talca.
De esta manera es posible afirmar que el habitar de la ciudad a partir del uso de la bicicleta
como medio de transporte, se vive por sus protagonistas de diferente manera, debido a que
sus lógicas, sus condiciones estructurales y todo lo que envuelve dicha práctica, se
manifiestan de distintas formas en la práctica ciclística cotidiana de cada individuo. Las
percepciones que cada uno tiene sobre el espacio y sobre la ciudad son determinadas por la
propia experiencia personal, que va configurando distintas formas y estrategias para llevar a
cabo esta práctica y que, al fin y al cabo, generan una forma de habitar el escenario de la
ciudad.
CONCLUSIÓN
La práctica de los ciclistas en la ciudad de Santiago, que ha sido analizada a partir de los tres
perfiles expuestos en el artículo, se encuentra determinada por una multiplicidad de factores,
que en su conjunto, apelan a la subjetividad de los ciclistas, haciendo de esta práctica una
forma particular de vivir y habitar el espacio en la ciudad. De esta forma las experiencias
personales de Don Manuel, Tatiana y Javiera y Gabriela hacen de su práctica personal en la
bicicleta, una experiencia única, que apela de forma directa a las subjetividades de los sujetos.
Así una misma vivencia puede tener distintos significados y constituir una experiencia
totalmente distinta para dos personas, ya que apelan de forma directa a la experiencia
personal, para otorgarle un significado prácticamente único.
La práctica de la bicicleta en la vida urbana de Santiago se encuentra constantemente
resignificándose para los habitantes de la ciudad en general, y es que la cantidad de ciclistas
aumenta día a día. Finalmente considero varios aspectos a profundizar para futuras
investigaciones relacionadas con el tema. En primer lugar, y siguiendo la lógica simmeliana
de la vida en la ciudad, la estética y la moda son factores que a mi juicio juegan un rol cada
vez más preponderante en el desarrollo de los ciclistas santiaguinos. Por otro lado, considero
de gran interés el estudio de las animitas o bicianimitas, de ciclistas que han muerto en la
ciudad. Creo que el vincular el recuerdo póstumo con la práctica de la bicicleta en una animita
es un fenómeno altamente significativo, ya que existe un recuerdo de una persona vinculado
esencialmente a la práctica que realizó como ciclista en Santiago. Otro lineamiento
interesante a considerar es la profundización de las perspectivas de género en cuanto al
análisis de esta práctica en la ciudad. Para efectos de este artículo únicamente me centré en
la reproducción de una práctica de acoso y violencia a partir del género, pero considero que
es posible darle distintas miradas, como el vínculo entre lo temerario y lo masculino, las
estrategias adoptadas por las mujeres víctimas de acoso urbano, entre otras.
BIBLIOGRAFÍA