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ACCIDENTE “PEGAY HUYE”

Se denominan así a los hechos accidentológicos, en el que uno de sus


protagonistas, se ausenta del lugar -con el objeto de ocultar su participación en el
hecho- cualquiera sea el vehículo en que se conduzca (camión, ómnibus,
automóvil, moto, bicicleta, etc.) y el motivo de su huida (susto, temor,
ocultarse,. etc.).

Anoticiamiento, inmediatez y preservación de los indicios en el lugar del


hecho

Los trabajos inmediatos que se llevan a cabo en el lugar del hecho se


circunscriben exclusivamente (en Chaco, Argentina) al personal policial de servicio
y destinado -básicamente- en las unidades de emergencia (abonado 101 o sus
análogos) como así también a los hombres de esa Institución asignados a las
Unidades Preventivas, Comisarías, Subcomisarías, Destacamentos, puestos
Camineros, etc., ya que serán ellos los primeros en recepcionar el aviso del hecho
accidentológico.
Esta gente debe estar lo suficientemente adiestrada como para que su
intervención eficiente al tomar conocimiento de la situación, permita -en el menor
tiempo posible- brindar el auxilio correspondiente a personas que pudieran
encontrarse lesionadas como consecuencia de ese hecho, realizándose a través
del requerimiento de auxilio de ambulancias (vía telefónica al abonado 107, radial
o similar).
Además, -vía radial- en forma inmediata, debe transmitirse la novedad,
aportando los datos con los que se cuente (generalmente aportado por testigos)
con la salvedad de producir la ampliación correspondiente al contarse con mayor
información sobre el particular.
Esta comunicación debe realizarse, con el fin de que el personal en
circulación y especialmente quienes estén destacados en los Puestos de
Controles Camineros, den cuenta de algún vehículo (demorándolo
preventivamente) que por cualquier motivo (especialmente daños de reciente
data) pueda inferirse como sospechoso.

Otras de las diligencias más urgentes a llevarse a cabo, también lo


constituye el anoticiar y dar la intervención del caso, al personal de Peritos,
especializados en investigaciones accidentológicas, quienes en la Provincia del
Chaco, se encuentran destinados en la División Criminalística de la Policía, a
efectos de que se constituyen al lugar del hecho y lleven a cabo sus tareas
específicas.
Al arribar al lugar del hecho, los agentes de emergencia o de las
Unidades prevencionales de la jurisdicción, sólo deben tener por misión: socorrer
a personas lesionadas, como así también preservar tanto las inmediaciones como
el lugar mismo del hecho, a efectos de evitar que los curiosos de siempre o
personas inescrupulosas puedan servirse de elementos que a posteriori resulten
necesarios para la investigación del caso.
Asimismo, deben disponer del ordenamiento del tránsito o desvío del
mismo, si ello fuera necesario no sólo para asegurar el preservamientodel lugar y
sus adyacencias, sino también para que los Peritos lleven a cabo su labor, con la
mayor seguridad para sus humanidades.

Psicología del conductor

Paul B. Weston, en su libro “Dirección y Control de Tránsito” –al


respecto- indica tres categorías bien definidas, a saber:
1) El conductor aprensivo, temeroso, impulsado por el pánico.
2) El irresponsable: descarga su responsabilidad.
3) El furtivo: sólo accidentes de daños menores a la propiedad.
Se incluyen en el primer grupo, a aquellos conductores que huyen del
lugar, con el afán de ocultar otras situaciones aún más graves, que el accidente
protagonizado; incluyendo a aquellos conductores en estado de ebriedad, o que
manejaba sin el registro o cobertura de compañía de seguro obligatorio, ó era
acompañado por persona/s en situación de infidelidad, o se encontraba huyendo o
era buscado por algún delito y/o en situación en que se encontraba escapando de
otro accidente que recientemente también lo había tenido como protagonista.

En la segunda división, incluye a aquellos automovilistas en la que el


conductor asume roles tanto de parte como de juez, no admitiendo ningún tipo de
responsabilidad en el hecho, sino por el contrario atribuyendo la total
responsabilidad del caso al otro conductor, alejándose del lugar en situación de
víctima ofendida.

El conductor furtivo, -adjetivo: que actúa a escondidas- en la que se


incluye a aquellos conductores que huyen del lugar con posterioridad de haber
causado, daños en paragolpes, parrillas, defensas, etc., como así otros daños
menores, considerándolo como parte de su actividad diaria y de riesgo de
cualquier conductor que deja estacionado su vehículo en lugares públicos.

La última acotación en este sentido, se encuentra referida a que en


virtud de que el protagonista de accidentes de “pega y huye” al ser sólo -
generalmente- un trasgresor ocasional y no un delincuente profesional, no es un
experto en ocultar los daños producidos en su vehículo y se encuentra -
habitualmente- dispuesto a colaborar cuando es descubierto; asimismo los daños
en el vehículo pueden ser constatados con relativa simpleza aunque ellos hayan
sido reparados en fecha de reciente data.
Individualización para atribuir responsabilidad

Teniéndose en cuenta el epígrafe anterior, puede llevarse a cabo la


siguiente subclasificación:

a) Cuando los perjuicios causados por un conductor “pega y huye”, se


refieren exclusivamente a daños materiales de cualquier propiedad -es decir sin la
existencia de personas lesionadas- se torna sumamente imprescindible su
individualización, a efectos de producirle formal reclamo para el correspondiente
resarcimiento económico personal, a través de su compañía aseguradora y/o
acción judicial civil.

b) En los casos en que un protagonista “pega y huye” -además de


producir daños materiales en el otro rodado- abandone el lugar dejando de ese
modo al otro conductor y/o a sus acompañantes como víctima/s de lesiones de
distinta naturaleza, importa localizar al fugado no sólo a los mismos fines y efectos
del caso anterior (a)) sino que el aparato judicial del fuero penal le imputará -
prima facie- los artículos 90 y 91 del Código Penal (lesiones graves y/o
gravísimas respectivamente) e inclusive podría imputársele las previsiones del
artículo 106 del mismo texto legal que tipifica el “abandono de personas”, si así
correspondiere según las características del lugar y posibilidades o no de
asistencia a brindarse; mientras que en los casos circunscriptos al artículo 89 del
Código Penal, que prevé lo relativo a las “lesiones leves” resulta necesario formal
denuncia del caso, para recién originar la acción penal correspondiente.

c) Una tercera situación podría producirse con un conductor en un


hecho accidentológicode “pega y huye”, cuando de la colisión propiamente dicha
o como causa de su abandono se produjera el deceso de una o más personas, en
cuyo caso también resulta imprescindible identificar al responsable del hecho, a
efectos de lograr el resarcimiento económico en faz administrativa y/o causa
judicial en el fuero civil; mientras que en sede penal, el fiscal de investigaciones
intervendrá con carácter “de oficio” para el esclarecimiento del caso y en
definitiva lograr la aplicación de las previsiones del artículo 84 del Código Penal,
que establece lo referente a la figura penal tipificada como: “HOMICIDIO
CULPOSO” y/o eventualmente el agregado de la pena establecida para el
“abandono de personas”(art. 106 C. P.).

INVESTIGACIÓN
Relevamiento del lugar

Cabe recordarse la importancia de la preservación del lugar del hecho


propiamente dicho, al igual que sus adyacencias -pues mucho dependerá de ello
el futuro éxito de la investigación- no obstante lo cual resulta aún de mayor
trascendencia el pormenorizado trabajo del personal policial competente en
Accidentología, designado u ocasionalmente de guardia y en apresto para tal fin,
los cuales en la Provincia del Chaco, se encuentran destinados en la División
Criminalística, aunque eventualmente puede producirse la incorporación de
Peritos particulares designados a propuesta de parte cada vez con mayor
protagonismo (Peritos Accidentólogos y-/ó Licenciados en Criminalística) a costas
del/los damnificados y/o algunos de los interesados en el litigio.
En la intervención propiamente dicha -y a prima facie- se deberá llevar
a cabo un reconocimiento integral del lugar, a efectos de localizar -sin mayores
precisiones- los indicios que pudieran localizarse, sean producto del hecho
accidentológico u otros que pudieran presentarse de modo confuso.
Además puede recabarse información del personal policial de la
comitiva de prevención como de potenciales testigos; todo ello como complemento
y referencias varias del caso.

Ya en su laboratorio propiamente dicho, el especialista policial en


Accidentología realiza un croquis (a mano alzada en el lugar del siniestro y
representado a escala en su laboratorio) del lugar, en el que se consignará con
precisión (medidas de por medio) cada uno de los indicios que fueran
localizados, debiendo tomarse como referencia -amén de los puntos cardinales-
elementos fijos que pudieran localizarse en las inmediaciones, además deberá
consignar -con total precisión- la denominación del lugar, la fecha y horario en
que se hace presenta, como así todos y cada uno de los elementos que podrían
servir para el esclarecimiento del hecho, sin desechar -a prima facie- los que
inducen a dudas, respecto de la relación o no con el siniestro acontecido.
De igual manera el Perito a cuyo cargo se encuentra el relevamiento del
lugar del hecho, deberá dirigir al fotógrafo, entendiéndose por ello al hecho de
indicarle la escena y/o indicios a documentarse con la futura ilustración fotográfica.
Asimismo, indicará a la prevención interviniente los distintos elementos
que a posteriori -pero en forma inmediata- podrían ser de utilidad para
individualizar al rodado involucrado en el “pega y huye”.

Con ese asesoramiento, el personal policial y/o fiscal de investigación


penal actuante, con la presencia del testigo y con la inclusión en acta respectiva,
procederá al secuestro de dichos elementos. Luego de lo cual, -siempre en forma
documentada -se entregará al Perito a los fines pertinentes.

Investigación de campo y búsqueda de vehículos sospechosos

Una vez concluidas las diligencias realizadas en el lugar del hecho


propiamente dicho, se inicia otra fase del proceso investigativo al que podrían
atribuirse dos situaciones bien definidas, a saber:

LA TAREA DE CRIMINALÍSTICA:

a) Por una parte la silenciosa pero minuciosa e imprescindible tarea del


personal de la División Criminalística, que tendrá por misión aportar la información
con la mayor exactitud posible sobre la marca, modelo, color, etc., del rodado que
se había dado a la fuga.
Esa tarea, puede llevarse a cabo-indistintamente- por el que interviniera
en primera instancia, su relevo, otro o varios en
forma simultánea, pudiendo encomendarse en ese caso, a uno: investigar sobre
las laminillas de pintura, a otro: sobre vidrios, a un tercero: sobre micas, restos de
parrilla o algún otro objeto que fuera hallado en el lugar.
En todos los casos enunciados, debe tenerse como base de las
averiguaciones, los restos de cada uno de los elementos hallados en el lugar, con
los cuales, en las casas especializadas pertinentes se les informará sobre el
motivo de su presencia y la importancia de contar con la valiosa colaboración (en
general se recepta muy buena predisposición de parte de los distintos
comerciantes para brindar información).
Esos comerciantes especializados, aportan toda su experiencia y cabal
conocimiento de su profesión al examinar cada uno de los restos exhibidos,
corroborando la información aportada, recurriendo a los catálogos de las distintas
fábricas y una muestra del original y/o su similar, en caso de que dispusieran de
ella.
Una vez reunida la información sobre todos y cada uno de los restos
hallados en el lugar, se estará en condiciones de aportar las mismas al personal
de la jurisdicción y/o alguna comisión de investigación pertinente, como a la
fiscalía interviniente.

Dicha información, se circunscribirá a la marca del vehículo, modelo,


color y toda otra circunstancia que pudiera facilitar la individualización del rodado
buscado.
EL TRABAJO DEL PERSONAL DE LA JURISDICCIÓN Y/O COMISIÓN DE
INVESTIGACIÓN:

b) Estos, siempre deberán llevar a cabo las tareas investigativas y de


inteligencia, en coordinación, conocimiento y/o indicaciones de la Fiscalía
interviniente -quien en definitiva será la responsable de la investigación-
iniciándose prácticamente desde que se toma conocimiento de la situación, por lo
que en este caso puede indicarse que las averiguaciones pertinentes se inician
con anterioridad a lo consignado en a), no obstante a ello se prosiguen en forma
paralela a ésta, en procura de localizar potenciales testigos, que pudieran aportar
cualquier indicio sobre el particular, sea sobre el rodado propiamente dicho y/o
sobre otras cuestiones, tales como sentido de circulación, características físicas
del conductor (a veces paran, bajan, miran y después recién huyen), cantidad de
ocupantes, maniobras realizadas con posterioridad a la colisión, calzada, sentido
y/o cardinal de referencia utilizado para fugarse.
Toda la información recabada se analiza conjuntamente con la aportada
por la parte técnica (ver a)) y se circunscribe la búsqueda con mayor precisión,
ya sea en la vía pública, playas de estacionamientos públicos, privados y/o
particulares, como así en talleres de reparaciones y alertando a casa de repuestos
cuando el vehículo es de determinada marca y/o se tratará de buscar reemplazos
muy particulares y característicos.

Localización/es de vehículo/s sospechoso/s

Cuando se individualiza algún rodado, que presenta características


compatibles con el buscado, deben llevarse a cabo las diligencias
correspondientes para brindar las garantías constitucionales a su conductor y/o
propietario e inmediatamente darse intervención al personal de la División
Criminalística de la policía.
El o los Peritos destacados para tal fin, examinarán el vehículo en
cuestión y con los elementos que hayan sido secuestrados en el lugar del hecho,
establecerán o no las correspondencias de esos indicios para el móvil objeto de la
comprobación, todo lo cual deberá documentarse fotográficamente.
En caso de no corresponder al rodado en fuga, se procurará su menor
demora posible; sin embargo de arrojar resultados positivos el examen,
inmediatamente se lo pondrá a disposición de la Justicia, quien dispondrá sobre el
particular, en diligencias a sucederse.
A todos estos fines y efectos, cabe tenerse presente un antiguo
precepto enunciado por Edmund Locard: “...EL TIEMPO QUE PASA ...ES LA
VERDAD QUE HUYE...”

CASO VERÍDICO/CONCRETO

A efectos de una mejor y mayor comprensión del marco teórico


consignado, seguidamente se desarrollará un caso verídico/concreto de “PEGA y
HUYE”, en el que se localizara e identificara al vehículo fugado.
El accidente con desenlace fatal de un ciclista, sucedió en el año 2.003
en la Ruta Nacional Nº 11, en horas de la medianoche en las afueras de la ciudad
de Resistencia -Chaco-, caso muy complejo debido a lo despoblado de la zona y
la oscuridad reinante, lo que originó la inexistencia de testigos.
De igual manera, se llevaron a cabo las primeras diligencias,
confeccionándose, luego, la representación gráfica de los indicios hallados en el
lugar y las posiciones en que se encontraban los mismos.
Con ello, pudo inferirse que ambos rodados transitaban por la Ruta
Nacional Nº 11, hacia el cardinal Sur, haciéndolo el ciclista por delante y sobre el
sector derecho de la calzada, por lo que el vehículo embistente debía poseer los
daños por el impacto sobre el sector de su frente, lado derecho.
Asimismo, se efectuaron las copias fotográficas de la toma realizada
sintetizándose las siguientes circunstancias:
En las primeras dos fotos (1 y 2), se documentan –en forma
panorámica- las características generales del lugar del hecho:
Seguidamente, se ilustran las características generales, zona de
impacto y deformaciones permanentes (daños), desde uno y otro lado de la
bicicleta:
Averiguaciones respecto de los elementos hallados

En el lugar, pudo localizarse y secuestrarse, bajo formalidades legales,


un importante y particular resto de pintura, presentando bordes irregulares (ver
foto 1), color éste que también fue constatado en el sector inferior de la base del
asiento, encontrándose además- restos de micas, vidrios, marco de faro y una
paleta de ventilador de radiador, con olor característico a gas oil.
Resultaba interesante, también, el hallazgo de un pequeño trozo de
mica en el que se leía la marca “Fo…”.
Con estos elementos se puso en práctica la búsqueda del vehículo en
fuga (por un lado el personal de Criminalística y por el otro, las demás Unidades
Policiales).

En lo atinente a Criminalística, se recurrió -como de práctica- a los


reconocidos comerciantes colaboradores del medio, recabándose al respecto de la
laminilla de pintura hallada, que había sido utilizada originalmente en las
camionetas F…. F-100, modelo 82/84 (opciones éstas, para lo que debía tenerse
en cuenta, que podría tratarse de un vehículo repintado y/o reacondicionado con
ese material) y respecto de la paleta del ventilador que efectivamente era utilizada
originalmente en los rodados de esa marca y modelo, del tipo “gasolera”.
Asimismo, dicho colaborador, informó correspondencia con la marca y
modelos mencionados, en cuanto a los vidrios, marco de faro y restos de mica,
exhibiendo los catálogos pertinentes.

Del mismo modo, aportó una muestra del faro de posición y giro, sobre
el que se superpusieron los restos hallados, a fin de establecer las pertinentes
correspondencias, lo cual puede apreciarse en las siguientes dos ilustraciones:
En su afán de contribuir con el esclarecimiento del hecho, pero al no
contar con el original del marco de faro del sector derecho de ese tipo de
camioneta, el comerciante exhibió un original del lado izquierdo, lo cual puede
apreciarse en la siguiente ilustración:
Apariciones de vehículos sospechosos

La información recabada fue puesta en conocimiento de la Fiscalía


interviniente, como de la Seccional Jurisdiccional, retransmitiéndose
inmediatamente -vía radial- a las demás Unidades Policiales, a efectos de
intensificar la búsqueda sobre una camioneta F…. F-100, color roja, modelo
82/84, gasolera, con daños en suparte frontal, sector derecho, debiendo presentar
básicamente la rotura del marco de faro, unidad óptica y mica de posición del
mismo lado, desprendimiento de paleta de ventilador del radiador y restos de
pintura de color roja.
Fue así que el mismo día -un par de horas después- una Seccional
distante a unos 20 kms. de esta Capital (Resistencia-Chaco) y a unos 30 kms.
del lugar del accidente, daba cuenta que un mecánico del pueblo había sido
consultado sobre la posibilidad de hacer algunas reparaciones sobre un vehículo
con las características del buscado.
Destacado personal policial vestido de civil en dicho taller mecánico,
esperó y aprehendió a un sujeto que regresaba en busca del auxilio portando un
ventilador nuevo para radiador.

En camino al lugar donde se encontraba la camioneta, su titular


transmitió dos distintas versiones sobre lo acontecido:

1) Que había colisionado a un caballo, pero que como no era de la zona


no podía brindar mayores precisiones para localizar el lugar con precisión.

2) Que había tenido un problema mecánico y los daños se produjeron


con/contra el rodado que lo remolcara.
Individualización, examen y documentación fotográfica del vehículo
protagonista fugado

Posteriormente, se dio intervención al personal de Peritos de la División


Criminalística, quienes relacionaron los elementos secuestrados en el lugar del
hecho, con algunas faltantes de la camioneta examinada y al arrojar resultados
positivos, se puso a disposición de la Fiscalía, tanto al rodado como a su
conductor.

La identificación de la camioneta y/o relación con el hecho investigado,


puede apreciarse elocuentemente en las siguientes ilustraciones fotográficas, en
las cuales, en las dos primeras, se documentan tanto los daños e impacto sobre el
lado derecho, como el sector opuesto apreciándose la inscripción “diesel”:
En las dos siguientes ilustraciones, pueden apreciarse, la total
correspondencia de la pintura encontrada en el lugar, respecto de la faltante en la
camioneta, en cuanto a su color, tamaño y diseño, ídem en marco de faro y mica:
En las últimas fotos, se visualizan, tanto en primeros planos, los restos
de mica, como así el radiador que ya se encontraba reparado y un ventilador (de
radiador) nuevo.
Con los análisis realizados de las evidencias localizadas en el lugar del
hecho y las coincidencias mencionadas, pudo concluirse y establecerse
fehacientemente que este vehículo/camioneta, fue el que impactó a la bicicleta,
causándole la muerte a su conductor y huir/abandonar el lugar del hecho.

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