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La fertilización del maíz es en !

a actualidad una
práctica ampliamente socorrida por los produc-
tores, debido a su gran repercusión en el rendi-
miento físico y económico del cultivo. Esta carac-
Precauciones terística ha llevado a que en ocasiones se exagere
su uso más allá de lo efectivamente rentable o

en el uso necesario. La interrogante sobre qué y cuánto


aplicar se resuelve satisfactoriamente con un análi-
sis de suelo, pero lo que no está claro para muchos
de fertilizantes agricultores es cómo entregar adecuadamente los
nutrientes recomendados, considerando que !os
en maíz fertilizantes, como productos qu (micos, tienen sus
reacciones propias frente al suelo y al cultivo, pu-
diendo1 en ocasiones, alterar el desarrollo o creci-
miento de las plantas.
lPUEDE UN FERTILIZANTE
OCASIONAR DAl\IOS EN Recogiendo la inquietud planteada por numerosos
EL CULTIVO DEL MAIZ? productores de maíz, la Estación Experimental La
Platina ejecutó durante dos años investigaciones
para establecer el tipo de daños que provoca la ve·
cindad del fertilizante a la semilla. Una de ellas
estudió comparativamente el salitre sódico y !a
Miguel Fernández del Pozo
urea en tres dosis: 150, 300 y 450 kilos de nitró·
Ingeniero Agrónomo M.S.
geno total por hectárea, aplicando un tercio del
Maximiliano Massa A. producto en la siembra y el resto en cobertera,
Técnico Agr!cola
cuando las plantas alcanzaron entre 7 y 8 hojas
de desarrollo. Se aplicó una fertilización pareja de
120 kg de P20s a todas las parcelas, como super-
fosfato triple.

La dosis de siembra (50, 100 y 150 kilos de nitró·


geno por hectárea) fue distribuida de dos maneras:
una a voleo e incorporada con rastra inmediata-
mente antes de sembrar; la otra, abriendo un pe-
queño surco el cual estaba separado entre 5 y 1O
centímetros de la línea de siembra (banda lateral).
Este experimento, que fue sembrado a mano a
mediados de octubre, se repitió en dos temporadas
con el maíz híbrido IN IA 160, de período vegeta-
tivo semitard(o.

En e! segundo año se realizó, a fines de diciembre,


un experimento complementario con ma(z dulce
Monarca, utilizando una sembradora abonadora
de 4 tarros. Los tratamientos de aplicación se mo-
dificaron levemente: uno mantuvo la aplicación
localizada en una banda lateral a 5 cent(metros de
Ja semilla y el otro ubicó el fertilizante exactamen-
te en la !(nea de siembra, tratamiento no incluido
en el experimento anterior. El fosfato se mantuvo
parejo.

La segunda investigación estudió otro fertilizante


que es muy usado en cultivos anuales: el fosfato
diamónico (18 por ciento nitrógeno y 46 por

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ciento P205}. A diferencia de los abonos nitroge- • Localizado en una banda, cinco centímetros al
nados, los fosfatos se usan en la zona central en lado de la 1(nea de siembra.
dosis entre bajas y medias. Sin embargo, el 18 por • Abriendo un pequeño surco donde se depositó
ciento de nitrógeno que contiene en forma ar-no~ el fertilizante y la semilla conjuntamente. Este
niacal, transforma al fosfato diamónico 'en un ensayo se sembró a mano con el híbrido 1N1 A
posible peligro si se considera que los abonos fosfa- 150, semiprecoz, a mediados de octubre.
tados deben aplicarse lo más próximo que se pueda
a las semillas, para ejercer su acción de manera Se incluyó, además, un tratamiento testigo, que no
realmente efectiva. llevó fosfato, pero todos se igualaron en su fertili-
zación nitrogenada en 240 kg/ha de nitrógeno.
Este experimento, repetido por dos temporadas,
comprendió la aplicación de fosfato diamónico en Al igual que para los fertilizantes nitrogenados, en
dos dosis: 130 y 260 kilos por hectárea (equivalen- la segunda temporada se efectuó un experimento
tes a 60 y 120 kilos de P20s por hectárea}, complementario con el h (brido dulce Monarca
distribuido en tres formas: sembrado a fines de diciembre, utilizándose una
máquina sembradora-abonadora de 4 tarros. Las
o A voleo, enterrado con rastra antes de la formas de aplicación fueron las mismas descritas
siembra. anteriormente para los fertilizantes nitrogenados.

Contraste entre el Testigo sin CUADRO 1. Efecto de la dosis y de la forma de aplicación de


nitrógeno y la dosis 300 kilos por fertilizante nitrogenado en la población y en el rendimiento
hectárea, de los cuales 100 fueron
del maíz de grano INIA 160, sembrado en forma manual
locaUzados en banda lateral durante
la siembra. (promedio de 2 años)

Número de plantas/ha qq/ha grano con


15% humedad
Dosis total 1/3 dosis total en siembra 1/3 dosis total en siembra
de N Voleo Banda Voleo Banda
(kg/ha) incorporado lateral incorporado lateral

150 68.600 67.450 152 150


300 66.800 69.700 162 169
450 68.350 67.950 166 162
o 66.300 102

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CUADRO 2. Efecto de la dosis y de la forma de aplicación de salitre y urea en la población
y rendimiento de maíz dulce Monarca, sembrado con máquina

Número de Número total de Número de mazorcas


plantas/ha mazorcas/ha de 1 ~calidad/ha

1/3 dosis total 1/3 dosis total 1/3 dosis total


en siembra en siembra en siembra
Dosis
total de N Línea Banda Línea Banda Línea Banda
Fertilizante (kg/ha) siembra lateral siembra lateral siembra lateral

Salitre 150 58.800 66.700 57 .100 63.600 37.600 46.000


300 40.500 62.600 41.500 56.800 28.200 45.200
450 12.200 42.200 12.600 42.500 8.200 32.300
Urea 150 44.600 58.800 43.200 57.500 30.300 42.900
300 27.600 46.300 35.000 46.900 24.100 33.300
450 6.500 43.600 9.500 44.900 5.400 28.600
Testigo o 62.200 61.500 32.600

RESULTADOS CON NITROGENO

Sobresale en el Cuadro 1 el enorme impacto del


nitrógeno en la producción de grano. La dosis de
150 kilos produjo un aumento promedio de 50
quintales por hectárea sobre el tratamiento sin
nitrógeno. Al aplicar otros 150 kilos de nitrógeno
se produjo un nuevo incremento de 12 a 17 quin-
tales, el que aún resulta económicamente muy Lo ocurrido con el rendimiento está explicado en
favorable. La dosis máxima, en cambio, estabilizó gran parte por los efectos producidos en la pobla-
o produjo un leve descenso del rendimiento. Cabe ción. El número de plantas fue gravemente afecta-
resaltar, también, que las formas de aplicación a do por la dosis, por la forma de aplicación y por
voleo o banda lateral no afectaron la población los fertilizantes, pudiendo confirmarse en este CdSO
de plantas que fue controlada a la cosecha. específico que la ubicación de los fertilizantes ni-
trogenados en la 1fnea de siembra es perjudicial,
En el Cuadro 2, se observa nuevamente el fuerte pues produce una pérdida de plantas que se
impacto de la dosis, pero por tratarse de una varie- acentúa cuando se aumenta la dosis de 50 kilos
dad de características muy distintas y de otra por hectárea en la siembra, a 100 y 150 kilos,
época de siembra, el efecto fue también diferente. tanto al usar urea como salitre, aunque con la pri*
Hubo un aumento de rendimiento con la fertiliza- mera el daño parece intensificarse.
ción de nitrógeno en la dosis mínima aplicada
como salitre en banda lateral. El incremento de la Si bien del Cuadro 2 se podría deducir que en
dosis a 300 y 450 kilos por hectárea produjo dis- maíz dulce no se necesita aplicar nitrógeno,
minución de rendimiento en todos los casos. El ello no es efectivo. La calidad de la producción se
efecto depresivo pareció más evidente cuando se ve afectada. El tratamiento dosis O de nitrógeno
usó urea en vez de salitre, si bien !as variaciones produjo 61.500 mazorcas, pero sólo un 53 por
debidas a la fuente fertilizante no fueron estadís- ciento fue de tamaño de primera. En cambio,
ticamente significativas. La aplicación de los pro* cuando se aplicó nitrógeno en banda lateral, el
duetos en la línea de siembra se mostró significa* rendimiento de mazorcas de alta calidad fluctuó
tivamente distinta con respecto a la aplicación en entre 71 y 80 por ciento, siendo la dosis de 150
banda lateral, ¡;orno también lo fueron las diferen- kilos la que produjo el mayor rendimiento de pro-
cias entre dosis. ducto comercial de alta calidad.

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Las fotos muestran
la pérdida de plantas
por la aplicación de
fosfato diam6nico
junto a la semilla,
en comparación
con la misma dosis
localizada en banda
lateral,

CUADRO 3. Efecto de la dosis y de la forma de aplicación de fosfato diamónico en Ja población y en el


rendimiento del maíz de grano INIA 150 sembrado a mano (promedio de dos años)

Número de plantas/ha Grano 15% humedad (qq/ha)

Fosfato Línea Banda Voleo U nea Banda Voleo


diamónico (kg/ha) siembra lateral incorporado siembra lateral incorporado

130 40.500 67.900 68.800 73 144 139


260 20.300 69.700 63.800 44 135 129
o 67.400 136

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CUADRO 4. Efecto de la dosis y de la forma de aplicación de fosfato diamónico en la población y en el
rendimiento del maíz dulce Monarca, sembrado con máquina

Número de mazorcas
Número de plantas/ha Número de mazorcas/ha
de 1 ~calidad/ha
Fosfato
diamónlco Línea Banda Línea Banda Línea Banda
(kg/ha) siembra lateral siembra lateral siembra lateral

130 73.500 77.600 70.400 7.4.800 44.900 51.400

260 59.200 67.300 59.800 62.200 40.800 37.400

o 75.500 71.400 20.400

RESULTADOS CON FOSFATO DIAMONICO La última observación pone de relíeve la importan-


cia que puede revestir una deficíencia nutritiva, ya
Los resultados del Cuadro 3 muestran un efecto que a pesar del daño que ocasiona en el número de
muy acentuado de la aplicación del fosfato en la plantas la colocación del fertilizante junto a la
línea de siembra. Posiblemente la aplicación ma- semilla, la falta de fósforo pudo ser aun más
nual exageró el daño con respecto a la máquina
perjudicial.
sembradora, porque aumentó el contacto del ferti-
lizante con !a semilla al colocarse ambos sobre el De estos trabajos es posible concluir que al aplicar
surco abierto. De todos modos, se aprecia una pér- fertilizantes nitrogenados o fosfato diamónico du-
dida de plantas del orden de 30 por ciento con la rante la labor de siembra del maíz, se debe tener la
dosis de 130 kilos, la que se duplica al doblar la precaución de no dejarlos en contacto con la semi-
dosis. La banda lateral y la aplicación a voleo no lla, porque dañan la germinación, ocasionando una
afectaron la población. El efecto de los tratamien- pérdida de plantas que afecta, finalmente, el
tos en el rendimiento fue similar a lo ocurrido con rendimiento.
la población. La loca!iLación de estos fertilizantes en una banda
a 5 centímetros de distancia de la hilera de semillas
Si se atiende a las cifras del Cuadro 4, se aprecian es suficiente para evitar los ddños cuando se usa
diferencias importantes con el Cuadro 3. La siem- dosis no superiores a 50 kilos de nitrógeno por
bra con máquina, al no dejar en tan íntimo contac- hectárea ó 130 kilos de fosfato diamónico por hec-
to la semilla con el fertilizante, permitió aplicar la tárea. Dosis de 100 ó ·1 so kilos de nitrógeno por
dosis de 130 kilos en la !ínea de siembra, sin oca- hectárea en la siembra, podrán localizarse pero a lo
sionar daño, pero al aumentarla a 260 kilos por menos a 10 centímetros de la hilera de semillas.
hectárea se produjo una disminución de plantas Sin embargo, si se requiere aplicar dosis de fósforo
que no superó el 22 por ciento y, por consiguiente, superiores a 60 kilos de P20 5 por hectárea, es
una baja de rendimiento de un 16 por ciento. preferible aplicar la diferencia o el total como
superfosfato triple, más que alejar el fosfato de las
Otro aspecto que reviste interés es que !a aplica- semillas en germinación, porque la presencia de
ción de fosfato diamónico, a pesar de no mejorar una alta concentración de este nutriente en los pri-
nl población ni rendimiento, sí lo hizo en calidad meros estados de desarrollo del cu 1tivo es de
de producto. El número de mazorcas de primera importancia fundamenta!. Además, debe conside-
a lo menos se duplicó con fosfato diamónico res· rarse que los fosfatos solubilizados en el suelo
pecto al tratamiento sin él, incluso cuando se tienen una movilidad muy baja, por lo cual deben
usaron 260 kilos por hectárea aplicados en la línea ser localizados lo más cercano posible a las plántu-
de siembra. las que inician su crecimiento.9

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