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FIGURA N° 1
Lindgren (1922, 1933) definió el término “epitermal”, caracterizando
este tipo de depósitos minerales en función de la mineralogía de las
menas y de sus características texturales, así como en sus propias
reconstrucciones geológicas. En la definición que estableció para
estos depósitos, Lindgren incluyó numerosos yacimientos minerales
de metales preciosos (con presencia o no de telururos o seleniuros),
metales básicos, mercurio y antimonio (con estibina como mineral
principal). En tales trabajos ya se sugirió que se trataba de un tipo de
depósitos metalíferos formados a partir de fluidos acuosos
influenciados por emanaciones ígneas a temperaturas relativamente
bajas (<200ºC) y en condiciones de presión “moderadas”.
Así, en la actualidad, se considera que las condiciones de formación
de la mayoría de yacimientos epitermales comprenden temperaturas
entre <150 y ~300ºC (y eventualmente mayores), y a profundidades
desde la superficie hasta 1 ó 2 km, con presiones de hasta varios
centenares de bares (Berger y Eimon, 1983; Heald et al., 1987;
Sillitoe, 1988; Reyes, 1990, 1991)
En líneas generales, los fluidos de baja sulfuración (BS) son una mezcla de
aguas-lluvias (aguas meteóricas) que han percolado a subsuperficie y aguas
magmáticas (derivadas de una fuente de roca fundida a mayor profundidad en
la tierra) que han ascendido hacia la superficie. Los metales preciosos han sido
transportados en solución como iones complejos y para fluidos de baja
sulfuración la precipitación de metales ocurre cuando el fluido hierve al
acercarse a la superficie (ebullición).
En líneas generales, los fluidos de alta sulfuración (AS) se derivan
principalmente de una fuente magmática y depositan metales preciosos cerca
de la superficie cuando el fluido se enfría o se diluye mezclándose con aguas
meteóricas. Los metales preciosos en solución derivan directamente del
magma o pueden ser lixiviados de las rocas volcánicas huéspedes a medida
que los fluidos circulan a través de ellas.
3.1.5. MINERALIZACIONES.
Aunque hay algunos minerales comunes en tipos de depósitos de alta y baja
sulfuración, hay algunas diferencias claras en la mineralogía metálica,
algunas de las cuales reflejan las condiciones redox del fluido hidrotermal.
La arsenopirita y la esfalerita rica en Fe, ambos minerales de estados de
baja sulfuración, son comunes en los depósitos de baja sulfuración, mientras
que son escasos o raros en los depósitos de alta sulfuración (Ver tabla en
la Figura 14). Por el contrario, los depósitos de alta sulfuración
frecuentemente contienen minerales de Cu-As, especialmente sulfosales de
estados de alta sulfuración como energita y luzonita. Estas especies, e
incluso la tenantita, son comparativamente raros o ausentes en depósitos
de baja sulfuración. La abundancia total de sulfuros (principalmente pirita)
es variable, y puede ser mayor en depósitos de alta sulfuración que en
depósitos de baja sulfuración
CONCLUSIONES.
Las perforaciones diamantinas es el principal de los paso para la elaboración
de un modelamiento geológico de un yacimiento epitermal teniendo
bastante consideración en la correlación para el diseños de la malla de
perforación.
BIBLIOGRAFÍA