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BIOGRAFÍA DE PABLO DE TARSO (SAN PABLO)

INTRODUCCIÓN

Pablo, llamado Saulo de Tarso, no es uno de los Apóstoles designados por Jesús;
sin embargo, en su condición de Discípulo, es el que escribió más libros dando a
conocer la ideología de Jesús, quien fuera llamado posteriormente "Jesucristo".
Sin haber pertenecido al círculo inicial de los Doce Apóstoles, y recorriendo
caminos jalonados de incomprensiones y adversidades , "Pablo" se constituyó en
el motor de construcción y expansión del cristianismo en el Imperio romano,
merced a su talento, a su convicción y a su carácter indiscutiblemente misionero.
Su pensamiento conformó el llamado cristianismo paulino, una de las cuatro
corrientes básicas del cristianismo primitivo que terminaron por integrar el canon
bíblico.
Un hombre escogido por Dios para anunciar la salvación que hay en Cristo por
medio de la predicación de la palabra a todas las naciones conocidas en ese tiempo.
I. Su nombre original era Saulo de Tarso, conocido también como Pablo
de Tarso, pero tiempo después, la iglesia católica le llamó San Pablo.
Nació entre los años 5 y 10 d. C, en Tarso de Cilicia y es conocido
como “El Apóstol de los gentiles”, “El Apóstol de las naciones”, o
simplemente “El Apóstol”. Es considerado uno de los discípulos
más importantes de Jesús, pese a que nunca llegó a conocerlo
personalmente.

II. Pablo de Tarso nació en el seno de una familia acomodada que poseían el
título de ciudadanos romanos, pese a ser muy ligados a las tradiciones y
observancias judío fariseas.

III. Dado que, según se cree, hacia parte de la tribu de Benjamín, se le dio el
nombre de Saúl (o Saulo) que era común dentro de esta tribu porque era
un homenaje a la memoria del primer rey de Israel. Pero ya que era
también un ciudadano romano, además llevaba el nombre latino de
Pablo (Paulo). Esto no era extraño, porque los judíos de aquel entonces
solían tener dos nombres: uno hebreo y otro latino o griego.

IV. Puesto que, todo judío estaba en el deber de enseñar a su hijo un oficio,
el joven Saulo se especializó en hacer la lona de las tiendas.

V. Tiempo después, una vez concluidos los estudios habituales en la


comunidad de su ciudad natal, es enviado a Jerusalén, donde se
encontraban las escuelas de los mejores maestros de la Ley, en especial la
del reconocido Rabino: Gamaliel, a la que fue enviado y donde adquirió
una sólida formación teológica, filosófica, jurídica, mercantil y lingüística
(hablaba griego, latín, hebreo y arameo).

VI. Se cree que ya para el año 30, Saulo no debía de residir en Jerusalén
cuando tuvo lugar la crucifixión de Jesús; sin embargo, se piensa que
habitaba en la Ciudad Santa cuando, seis años más tarde, fue asesinado
el apóstol Esteban al ser apedreado.

VII. Entonces, en concordancia con la educación que había recibido,


presidida por la más rígida observancia de las tradiciones
farisaicas, Saulo se constituyó en aquellos años como un
acérrimo perseguidor de los cristianos, a quienes se les
consideraba entonces una secta hereje del judaísmo. Así,
inflexiblemente ortodoxo, se cree que el joven Saulo de Tarso estuvo
presente no sólo en la lapidación de Esteban, sino que se ofreció además
a vigilar los vestidos de los asesinos.

VIII. Pero todo cambió, en el año 36, cuando los jefes de los sacerdotes de
Israel, le confiaron la misión de buscar y hacer detener a los partidarios
de Jesús en la ciudad de Damasco. Ya que, cuando iba camino hacia esta
ciudad, fue testigo de forma inesperado de la manifestación prodigiosa
del poder divino; fue repentinamente deslumbrado por una misteriosa
luz, arrojado a tierra y perdió la visión durante un tiempo. Hecho que le
dio un rumbo completamente distinto a su vida, ya que entonces, decidió
convertirse en cristiano (nombre que se le dio a los seguidores de
Jesucristo). Lo que, a su vez, conllevó a que pidiera ser
bautizado y adoptara el nombre de Pablo (según lo cuenta en el
libro de Hechos). Ya que según el relato del mismo libro (Hechos,
capítulo nueve): “Le rodeó un resplandor de luz desde el cielo. El cayó en
tierra y oyó una voz que le decía —Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?
Y él dijo: —¿Quién eres, Señor? Y él Respondió: —Yo soy Jesús, a quien
Tú persigues. Pero Levántate, entra en la ciudad, y se te dirá lo que te es
preciso hacer…”

IX. Tras su estancia en Damasco, donde, recobró la vista, San Pablo se puso
en contacto con el creciente grupo de seguidores de Jesús, dando inicio a
sus primeras actividades de evangelización y posteriormente, decidió
emprender un retiro durante algunos meses al desierto (no se conoce
exactamente a dónde), afirmando así de manera más profunda, en el
silencio y la soledad, los cimientos de su fe.

X. De vuelta a Damasco, fue violentamente atacado por los judíos más


radicales, motivo por el que se vio forzado a abandonar clandestinamente
la ciudad, descolgándose en un gran cesto desde lo alto de unas murallas.

XI. San Pablo huyó entonces a Jerusalén, donde fue visto por Bernabé, quien
lo llevó con Pedro y con Santiago, y allí debió huir nuevamente para
escapar de los judíos de habla griega que le persiguieron por sus
predicas. Es entonces conducido a Cesarea, y luego, enviado a refugiarse
en Tarso, donde se encuentra de nuevo con Bernabé, con quien parte
hacia Antioquía, donde pasan un año evangelizando. Haciendo que
Antioquía se constituya como el centro del cristianismo.
XII. De esta manera, San Pablo, se convirtió en uno de los principales difusores del
mensaje que había dejado Jesús por diferentes ciudades (nombradas en sus
Epístolas), arriesgando su vida, sufriendo persecuciones, encarcelamientos y,
finalmente, perdiendo la vida al ser decapitado en Roma entre los años 58
y 67, durante el gobierno de Nerón.
VIAJES DEL APOSTOL PABLO

PRIMER VIAJE:
Pablo y Bernabé predicaron con ardor misionero en las sinagogas, desde Chipre
hasta Anatolia, la Buena Nueva de la resurrección y de la salvación en Jesús,
fundando comunidades y curando enfermos.

SEGUNDO VIAJE:
En el año 50 Pablo decidió partir para un nuevo viaje en Asia menor.
El viaje apostólico, que duró hasta el 53, tocó Grecia y Macedonia, donde Pablo
evangelizó a Felipe: aquí mismo los dos fueron flagelados y encarcelados, pero
después de un terremoto nocturno y la conversión del celador, fueron liberados la
mañana siguiente. Después fueron a Tesalónica, a Berea y a Atenas, regresando
pasaron a Antioquía, donde por primera vez los creyentes fueron llamados
“cristianos”.
TERCER VIAJE:

En el 53 ó 54 inició el tercer gran viaje de Pablo; primero se dirigió a Éfeso, donde


se quedó tres años: aquí su predicación hizo que disminuyera el culto a la diosa
Artemisa y cuyo comercio sacro se vio afectado, esto provocó una sublevación
popular, de la cual Pablo salió ileso.

Pablo visitó con conmoción las comunidades cristianas que había fundado en Asia
menor, presintiendo de alguna forma que no las volvería a ver nunca más.

Cesarea fue la última etapa, ahí el Profeta Agabo le predijo el arresto y la prisión,
de ahí llegó a Jerusalén hacia los últimos días de mayo del 58, allí llevó los
donativos recogidos durante su último viaje.
CUARTO VIAJE: CICLO DE ROMA (27,1-28,28)

1. de Cesarea a Creta (27,1-13)


v Recorrido: parten del puerto de Cesarea Marítima, arribando en una
jornada al puerto de Sidón; desde esta ciudad , donde permanecen varios
días, se dirigen costeando entre Chipre y Cilicia hasta Mira; esta travesía
dura unos quince días. Desde Mira reemprenden viaje hacia Creta,
arribando en el puerto de Lasea (Puerto Hermoso). Presuntamente,
debido a las condiciones meteorológicas, se disponían a pasar la
invernada en este enclave, pero alrededor del 6 de octubre reemprenden
viaje con la intención de llegar al puerto de Fenice, pensando que éste
sería mejor lugar para pasar la invernada.
Sucesos: Pablo es embarcado junto a otros prisioneros rumbo a Italia. En
la escala en Sidón se le permite visitar a sus amigos y ser atendido por
ellos. Después de quince días de navegación llegan a Mira, y allí toman
una nave alejandrina, llegando finalmente a Puerto Bonito (Creta) El
centurión Julio, a pesar de las advertencias del Apóstol, avezado en estas
lides, toma la decisión de partir, tomando en consideración la opinión
del piloto y el patrón partidarios de invernar en el puerto de Fenice, al
parecer mejor preparado para pasar allí el invierno. Aprovechando un
ligero viento del sur zarpan hacia Fenice.
v Personajes: el centurión encargado de la custodia de los prisioneros,
entre ellos Pablo llamado Julio. Se nombra al ya mencionado con
anterioridad Aristarco, macedonio natural de Tesalónica; Éste
acompañaría a Pablo, al menos durante una parte de su viaje.
2. La tempestad (27,14-38)
v Recorrido: el barco en que se encuentra Pablo costeando frente a Creta
es sorprendido por un viento huracanado procedente de la isla, como
consecuencia de este viento son empujados frente a un islote llamado
Cirte. Ala deriva, fuera de su ruta intentan no chocar contra las rocas de
la costa por medio de distintos procedimientos.
v Sucesos: La tempestad provoca la deriva del barco. Éste permanece a
merced de la tempestad mientras ésta continúa durante varios días. La
tripulación del navío intenta por todos los medios mantenerlo a flote,
pero al prolongarse el temporal, con el paso de los días cunde el
desánimo. Pablo en todo momento intenta que sus acompañantes
mantengan la calma y coman, ya que estuvieron varios días sin comer.
De este modo , el Apóstol promete a la tripulación que ha intercedido por
ellos ante el Espíritu , y no deben temer nada , ya que ninguno de ellos
perderá la vida en este lance. La tripulación, en medio del Adriático
decide sondear la profundidad del mar, pero observan que es escasa y
deciden anclar la nave de todas las formas posibles, evitando , de esta
manera, chocar contra los escollos de la costa. Los tripulantes intentan
escapar de l barco arriando un bote, pero Pablo sabedor de la necesidad
de todos para salvarse indica al centurión el particular, procediendo el
centurión a cortar las amarras del bote. Finalmente , el Apóstol se dirige
a sus acompañantes indicándoles la necesidad de no seguir por más
tiempo en ayunas si es qué pretenden salvarse. El mismo toma pan, y
después de dar gracias procede a comerlo y partirlo. Todos los demás le
imitan de inmediato.
v Personajes: los ya mentados en el episodio anterior.

3. El naufragio (27,39-44)
v Recorrido: finalmente divisan una ensenada con una playa frente a las
costas de Malta.
v Sucesos: Al divisar la ensenada, deciden lanzar la nave hacia ella. Entre
dos bancos de tierra la nave naufraga , siendo desmembrada por la
fuerza del oleaje. Los soldados deciden matar a los prisioneros, pero el
centurión, queriendo salvar la vida de Pablo sé lo prohibe. Julio da
órdenes para que el abandono del barco se realice de una manera
ordenada: primero los que sepan nadar y después los que no sepan
ayudados de tablas. Al final todos logran ponerse a salvo, tal y como les
había prometido el Apóstol.
v Personajes: aparece un cierto protagonismo de los soldados que
intentan matar a los prisioneros para que no escapen.
4.En la isla de Malta (28,1-10)
v Recorrido: una vez a salvo descubren que se encuentran en la isla de
Malta.
v Sucesos: nos encontramos con el episodio de la mordedura de la víbora.
El Apóstol es mordido por una víbora que se encuentra entre la rama. De
inmediato los nativos de la isla interpretan el hecho como un signo
desfavorable para Pablo, pero al no sufrir daño alguno los nativos
cambian de opinión. Los náufragos son atendidos por el principal de la
isla. En este marco se introduce un relato de curaciones mediante la
oración y la imposición de manos. Finalmente, parten de la isla con toda
clase de parabienes de sus habitantes (provisiones etc)
v Personajes: los nativos de la isla y el principal del lugar, además del
padre de este que es objeto de la curación a través del Espíritu.

5. Llegada a Roma (28,11-16)


v Recorrido: la navegación se reanuda , embarcando en una nave
alejandrina. Llegan a Siracusa, capital de Sicilia. Desde allí costeando
llegan al puerto de Pozzuoli y, desde este lugar por tierra hasta Roma.
v Sucesos: En Siracusa permanecen tres días, en Pozzuoli una semana en
compañía de hermanos. Finalmente, en Roma son recibidos por
cristianos de esta ciudad, sabedores de que Pablo llegaba a la misma. La
situación de arresto del Apóstol entraña una cierta ambigüedad: de un
lado se afirma que éste se encontraba vigilado en una casa particular por
un custodio, pero de otro se afirma más adelante que Pablo gozaba de
cierta autonomía para realizar sus tareas pastorales.
v Personajes: los cristianos de Roma y el soldado encargado de su
custodia
CONCLUSIÓN

La conversión al cristianismo del Apóstol Pablo marcó y dejó en


evidencia el propósito de Dios para toda la humanidad.

Por medio de Jesucristo el hombre es libre del pecado y de la muerte,


está preparado para el servicio del reino de Dios.

Todas las cartas del Apóstol Pablo están llenas del amor y el poder de
DIOS.
Su vida es un ejemplo de la misericordia de Dios para todos.

“Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni


principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar
del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro”.
Romanos 8:38-39

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