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Colección Los grandes pensadores: tomo 18. 573 p.

Título original: The new industrial state.
Traducción: Manuel Sacristan

Depósito legal: M. 39.633 - 1983

ISBN: 84-7291-559-X (obra completa)
ISBN: 84-7291-578-6 (tomo 18º)

Galbraith, catedrático de una de las más prestigiosas universidades norteamericana

(Harvard) revolucionó el mundo económico con la publicación de ³El nuevo estado
industrial´. Cuestionó con esta obra la vigencia de los axiomas instaurados por la Teoría
económica y los dogmas ortodoxos tan institucionalizados en las dos décadas previas a la
publicación de este libro.
En ³El nuevo estado industrial´ el autor refleja paso a paso, el cómo y el por qué lac 

 tan defendida hasta el momento, había pasado a ser una falacia. La
continua transformación premeditada que se estaba produciendo en la organización y
tamaño de las empresas industriales, influía directamente en el sistema económico.
Según Galbraith 




 

 




 .
Esta afirmación requiere un análisis pormenorizado de todas las variables involucradas en
el sistema económico tradicional y de la alteración que han sufrido según la visión de
Galbraith.
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 finales del siglo XIX la figura jurídica de sociedad anónima estaba reservada a un tipo de
producción que requería que ésta se realizase a gran escala: ferrocarril, acerías,
construcción naval, etc. Sin embargo, ochenta años más tarde las doscientas empresas
industriales más grandes de EEUU poseían dos tercios de los activos usados en este
sector y más de los tres quintos de las ventas, numero de empleados e ingresos netos.
Esta importante aceleración en la concentración empresarial fue, según el autor, la
consecuencia del cada vez mayor avance tecnológico.
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El desarrollo tecnológico requiere un alto nivel de inversión y su completa

utilización, una demanda de mano de obra especializa, a la vez que reduce el nivel de
reacción de las empresas ante las exigencias del mercado por el aumento en el tiempo de
transformación de los inputs en outputs.
 De no producirse cambios en el sistema económico instaurado, la implantación de
tecnologías avanzadas pone en riesgo la existencia de las grandes empresas dentro de
él, de ahí que las 
&!''! &c (grupo de especialistas que forman la inteligencia
que guía la empresa y que sustituye a la figura del empresario de la teoría económica)
junto con el Estado, hayan orquestado una estrategia cuyo único fin es el de eliminar los
riesgos que un mercado en competencia perfecta lleva implícitos. Esta estrategia según
Galbraith ha degenerado las leyes de mercado reflejado en la teoría económica, a un
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!c que regula y estandariza las necesidades de los consumidores
utilizando la publicidad como vehículo identificativo de la colectividad con la empresa. En
definitiva, controla la (  .
Una vez controladas las necesidades y las preferencias de los consumidores, la
tecnoestructura tiene libertad plena para determinar la cantidad de necesidades a cubrir,
es decir, controlar la
*! . Con esto, uno de los principios de la ley del mercado: el
consumidor como poseedor del poder de la demanda tiene influencia directa en la oferta,
queda en entredicho para Galbraith.
Pero hay otras fuerzas que amenazan a la gran empresa madura y que ha sabido
eliminar: fomentando el consumo, aumentan los ingresos por la producción, será
entonces cuando la tecnoestructura consiga la financiación necesaria sin recurrir al
exterior y a su control, será en el interior a través del 
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, donde encontrará su
financiación. Esto quiere decir que ha privado del poder de decisión a los propietarios del
capital, ya que son los planificadores los que se han otorgado la función de determinar el
ahorro de la empresa.
Esta variable, el ahorro y por ende los beneficios, posibilita controlar los & ) !
&,
ya que los sindicatos solicitan los incrementos de la renta del factor trabajo en base a los
dividendos producidos. Será el ahorro el resorte que controlará el capital y las rentas de
las familias.
Hasta este momento las variables controladas por la tecnoestructura son:
demanda, oferta, capital y rentas. Próximo objetivo, control de los precios.
La ley del mercado de la Teoría económica, que recordemos aboga por la
competencia perfecta nos dice: el rasgo más característico del mercado consiste en que
iguala la oferta con la demanda c 'c !( 
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. En cuanto empieza a
producirse un exceso, la caída del precio anima a los compradores, retrae a los
vendedores y restablece así el equilibrio; y si se produce una escasez transitoria, el
aumento del precio atrae a los vendedores, retrae a los compradores y elimina la escasez.
La inestabilidad de los precios es un riesgo para la supremacía de la
tecnoestructura, de ahí que el control de éstos sea orgánico en el sistema planificador.
Para poder entender como las grandes sociedades controlan los precios hay que tener en
cuenta que son éstos la principal arma competitiva contra el resto de agentes del
mercado, de ahí que la tecnoestructura opte por llegar a 
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& con el resto de
agentes a fin de fijar los precios. Esta operación tendrá costes de oportunidad pero como
contrapartida se conseguirá una estabilidad capaz de facilitar la planificación tan necesaria
para la gran sociedad anónima. Con esta estrategia queda demostrado para Galbraith
como la ( +(, c c )
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& no es el objetivo primordial de las grandes
empresas.
Encorsetada en la colusión, la tecnoestructura busca los resortes que le permitan la
diferenciación sobre el resto agentes para así asegurar las ventas. Ese resorte se
encuentra en la "'-) , convirtiéndose ésta en una poderosa arma dentro de este
entramado de control por su influencia directa sobre el consumidor.
Por último la gran sociedad anónima depende del & 
para conseguir: regular
la (  c 
 ), regular el aumento de concentración de empresas emergentes,
obtener mano de obra educada y experimentada, etc. de ahí la simbiosis producida.
Como se puede apreciar en este somero análisis de los 30 capítulos de que consta
el libro, Galbraith demuestra como la libertad económica y empresarial ha dado paso a un
sistema económico en mano de las grandes compañías productivas y carente de todo lo
propugnado en las teorías económicas clásicas.

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Cuando jamás te has preguntado por el tamaño de las empresas y el cómo han
llegado a tener dicho tamaño. O has pensado que los precios de los artículos que
compramos lo marcan los establecimientos donde los adquieres. Y un buen día decides
sumergirte en el mundo económico en la universidad, te sorprende la cantidad de teorías
que existen sobre este tema.
Poco a poco te vas empapando de información que te da a conocer el engranaje del
sistema económico. Te enseñan que los ³empresarios´ tienen como objetivo la
maximización de los beneficios -cosa que ya intuías- que no son éstos, los empresarios,
los que fijan los precios, que son los consumidores y sus preferencias los que al acudir al
mercado regulan los precios y por ende la producción ya que la empresa se verá obligada
a ajustarla a la demanda. Que el sistema económico tiene forma circular donde la
empresa necesita el ahorro de sus trabajadores para producir y a la vez pagarles. Y
éstos con lo que les pagan las empresas por su trabajo, consumen la producción que ellos
mismos han elaborado y generan el ahorro que sus empresas necesitan para seguir
produciendo y pagarles a ellos mismos. Y un buen día llega a tus manos el libro ³El nuevo
estado industrial´ de John Kenneth Galbraith y tu campo de mira se abre.
Desde el comienzo, desde el primer capitulo te ves inmerso en una espiral que
parece no tener fin, donde el hilo conductor es la planificación de la tecnoestructura. Una
vez terminado el libro y llegada la hora de una valoración es inevitable la comparación,
buscamos la aplicación de lo leído a la realidad actual.
  grandes rasgos coincido con Galbraith , los adelantos tecnológicos han propiciado
grandes cambios no solo en la industria. Han transformado significativamente todos los
sectores productivos, a la par que ha propiciado un proceso de socialización en los
consumidores.
El nivel de capital necesario en un proceso productivo actual, requiere de una
planificación más precisa para eliminar la incertidumbre, sin embargo disiento con
Galbraith en que esta planificación no conlleve la intención de maximizar los beneficios por
parte de las empresas, todo lo contrario, la colusión lo que intenta es apropiarse del
excedente del consumidor y a pesar de que estos acuerdos tienen unos costes de
oportunidad por eliminar dicha incertidumbre del mercado, los beneficios serán superiores
a los obtenidos en competencia perfecta.
Es cierto que la demanda en situaciones de estabilidad económica es influenciada y
sufre un cierto control por parte de la industria de la publicidad y el marketing y a la
postre por las empresas, al fin y al cabo son estas últimas las que recurren a esta
industria para incrementar sus ventas. Sin embargo, coincido con dam Smith y su
metáfora de la mano invisible, que salvando las diferencias sociales existentes entre los
periodos comparados, nos decía que ésta regula las conformaciones sociales y compensa
los excesos por sí sola; es una especie de orden natural. Es decir, por mucho que se
hayan esforzado las empresas, como mantiene Galbraith, por controlar la demanda, al
final, la ³mano invisible´ le devuelve al consumidor su estatus social dentro del mercado,
eliminando los excesos no sólo de producción, que también, sino los cometidos por la
tecnoestructura actual.
Lo que si es de destacar en este libro es lo palpable que resulta el espíritu del
sistema económico actual, cuyo rasgo más destacado es el de la propensión al consumo
determinada por la renta.  título personal y teniendo en cuenta mi limitación en temas
económicos, no se hasta que punto el origen de los cambios sociales que se han ido
produciendo a lo largo del tiempo hasta co nformar la imagen socioeconómica actual, son
consecuencia de la evolución y desarrollo de la estrategia planificadora abogada por
Galbraith. O es más un proceso espontáneo del sector económico que se ha ido adaptando
a las exigencias sociales. En cualquier caso, Galbraith predijo en el último capitulo de su
libro y en forma de hipótesis lo que ocurriría de seguir creyendo en el sistema
planificador:´ Nuestro deseos y nuestras necesidades se manipularán de acuerdo con las
necesidades del sistema planificador; la política del estado estará sometida a la misma
influencia; la educación se adaptará a las necesidades industriales; las disciplinas
requeridas por el sistema planificador se convertirán en la moralidad convencional de la
comunidad«´. ¿Me equivoco si afirmo la similitud de las predicciones de Galbraith con el
panorama actual? Personalmente creo que no.

Nieves González Martínez

2º DE