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HORA SANTA

Parroquia de Nuestro Señor Jesucristo Rey del Universo.

Hora Santa 5.
EL JESÚS DEL SAGRARIO
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Pedro García, Mi Hora Santa Eucarística, Claretian Publications, 2006 .

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Oración preparatoria: Señor Sacramentado, Divinidad escondida, nosotros te
SAN ALFONSO Ma. DE LIGORIO adoramos. Nuestro corazón se te rinde todo entero. En tu
— Señor mío Jesucristo, que por amor a los hombres estás contemplación, desfallecemos de amor. No te ven nuestros
noche y día en este Sacramento, lleno de piedad y de amor, ojos, pero te adivina nuestra fe. El Ladrón te reconoció en
esperando, llamando y recibiendo a cuantos vienen a visi- la cruz; nosotros te reconocemos aquí, y como él te deci-
tarte. mos: "En tu Cielo, ¡acuérdate de nosotros, Señor!". Tú que
— Creo que estás presente en el Sacramento del altar. Te vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén
adoro desde el abismo de mi nada y te doy gracias por to- CANTO
das las gracias que me has hecho, especialmente por haber-
te dado Tú mismo en este Sacramento, por haberme conce- Recuerdo y testimonio...
dido por mi Abogada a tu Madre amantísima y haberme 1. San Enrique Ossó dispuso que el Sagrario tuviera siem-
llamado a visitarte. pre flores y que derramase un poco de perfume. Era frase
— Adoro a tu Santísimo Corazón, y deseo adorarlo por suya: "En el culto del Señor, de lo bueno, lo mejor". Lo vi-
tres fines. El primero, en acción de gracias por este insigne sitaba siempre al mediodía, "porque es la hora en que está
beneficio de la Eucaristía. En segundo lugar, para desagra- más abandonado".
viarte por todas las injurias que recibes de tus enemigos en Y repetía a las almas confiadas a él en su convento:
este Sacramento. Y finalmente, porque deseo adorarte con "Habéis de procurar que os encuentren siempre en la habi-
esta Hora Santa en todos los lugares de la tierra donde es- tación o al pie del Sagrario". Dirigía a todos certeramente:
tás sacramentado con menos culto y más olvido. "¿Tienes alguna pena? Vete al Sagrario a contársela a Jesús
— Me pesa de haber ofendido tantas veces a tu divina bon- Sacramentado. ¿Estás con alguna tentación? Vete al Sagra-
dad en mi vida pasada. Propongo con tu gracia no ofender- rio. ¿Necesitas consuelo, fortaleza y luz? Vete al Sagrario".
te más en adelante. Y ahora, por más miserable que me
vea, me consagro enteramente a ti; renuncio a mi voluntad 2. El santo Padre William Doyle, que pasaba horas y horas
y te la entrego por completo, con mis afectos, deseos y to- ante el Sagrario, se lamentaba: "¿Por qué Jesús me hace
das mis cosas. sentir tan vivamente su soledad en el Sagrario y sus ansias
— De hoy en adelante, haz de mí, Señor, todo lo que te de que alguno le acompañe, y al mismo tiempo llena mis
agrade. Yo solamente quiero y te pido tu santo amor, la manos de tantas cosas que hacer?". La devoción a Jesús
perseverancia final y el perfecto cumplimiento de tu santa Sacramentado "es un tesoro tal que no puede comprarse a
voluntad. costo excesivo, porque, una vez logrado, asemeja esta vida
— Te encomiendo las almas del Purgatorio, especialmente al Cielo como jamás hubiéramos podido esperar".
las que fueron más devotas del Santísimo Sacramento y de
la Virgen María. Te encomiendo también la conversión de Canto para la reserva del Santísimo.
todos los pobres pecadores.
— Finalmente, amado Salvador mío, uno todos mis afectos
y deseos a los de tu Corazón amorosísimo, y así unidos los
ofrezco a tu Eterno Padre y le suplico, en nombre tuyo, que
por tu amor los acepte y escuche. Así sea.
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Es Jesús el primer habitante de nuestra ciudad y el primer CANTO
miembro de nuestra parroquia, y no entra en ninguna esta-
dística. Como si no existiese. Lo malo es que esto le pasa a Lectura del Evangelio según San Juan.
veces conmigo, ¿no es verdad?... ¿Lo tengo en cuenta de Les dijo Jesús: "No se turbe su corazón. En la casa de mi
veras? ¿Le manifiesto con mi visita diaria que creo en su Padre hay muchas mansiones; si no, se lo habría dicho;
presencia entre nosotros, que pienso en porque voy a prepararles un lugar. Y cuando me haya ido y
Él, que le quiero?... Tengo tiempo para mil entretenimien- les haya preparado un lugar, volveré y los tomaré conmigo,
tos, para muchas visitas, para tantos amigos y amigas, ¿y para que donde esté yo estén también ustedes. Y adonde yo
no me queda un ratito para Jesús?... ¿Adivino la alegría voy saben el camino"... Y dirigiéndose al Padre, dijo:
que le causo a Él cuando le dedico un pequeño espacio de "Padre, quiero que donde yo esté, estén también conmigo
mi jornada, y la Gracia y las gracias que yo me llevo cuan- los que tú me has dado, para que contemplen mi gloria, la
do me retiro de su presencia?... ¿Hay algún tiempo mejor que tú me has dado, porque me has amado antes de la crea-
empleado en mi vida?... ción del mundo", PALABRA DEL SEÑOR.
CANTO
MEDITACION
PRECES "Mis delicias son estar con los hombres", dice la Biblia so-
Rogamos ahora, en la presencia del Señor que nos acom- bre la Sabiduría eterna (Proverbios 8,31). Juan nos asegu-
paña, y le pedimos: rará al principio de su Evangelio, al hablarnos de la encar-
Aviva nuestra fe, Señor Jesucristo, y escucha nuestras ple- nación del Hijo de Dios: "Y echó su tienda de campaña en-
garias. tre nosotros". A Juan y Andrés, que le preguntan dónde tie-
1. El amor te impulsó a ti a quedarte en el mundo a la vez ne su morada, les contesta: "Vengan y vean". Jesús está en-
que te ibas al Cielo; haznos vivir ya en el Cielo a la vez tre nosotros, está con nosotros, pero, a estas horas, aún se-
que estamos en el mundo. guimos oyendo el reproche del Bautista: "Está en medio de
ustedes, y no le conocen" (Juan 1, 14. 38. 26) Mirando al
2. Haz que nuestros corazones estén fijos allí donde están Israel peregrino por el desierto vemos cómo Dios habita en
los gozos verdaderos; a fin de que, por las cosas que pere- el Arca, colocada en el campamento, signo visible de la
cen, no peligre nunca nuestra salvación. presencia permanente de Dios con su pueblo (Éxodo 40,1 -
34).
3. Tú que gozas en estar con nosotros tus hermanos, que El instinto cristiano, guiado siempre por el Espíritu Santo,
necesitamos de ti; guía nuestros corazones a los hermanos ha adivinado en todos estos pasajes bíblicos una imagen de
nuestros más necesitados, que no desdeñemos su compa- la realidad que vivimos en la Iglesia. El Jesús del Altar que
ñía, y que les ayudemos en su pobreza y en todas sus an- es nuestro sacrificio, el Jesús del Comulgatorio que es
gustias. nuestro alimento, ese mismo Jesús es en el Sagrario el
compañero de nuestra peregrinación.
Intenciones libres. Sin ningún mandato suyo, la Iglesia ha entendido el querer
Padre nuestro de Jesús y mantiene el Sacramento en todas las iglesias
con nosotros, para que nosotros le hagamos constante
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compañía y sea Él, en todas las circunstancias de nuestro Jesús, que tienes tus delicias en estar con los hombres.
caminar, el verdadero imán que nos atraiga a Sí para lle- — Quiero estar siempre contigo, Señor.
narnos de sus bendiciones y de sus gracias. Jesús, que eres el Arca santa del Israel de Dios.
El Catecismo de la Iglesia Católica, haciéndose eco de este — Quiero estar siempre contigo, Señor.
sentir cristiano, lo comenta así: "Por la profundización de Jesús, que estás como desconocido en medio del mundo.
la fe, la Iglesia tomó conciencia de la adoración silenciosa — Quiero estar siempre contigo, Señor.
del Señor presente bajo las especies eucarísticas. Por eso, Jesús, que nos invitas a ir a la morada de tu Sagrario.
el Sagrario debe estar colocado en un lugar particularmen- — Quiero estar siempre contigo, Señor.
te digno de la iglesia, de tal forma que manifieste la verdad Jesús, que pasas los días y las noches esperándonos.
de la presencia real de Cristo en el Santo Sacramento". "La — Quiero estar siempre contigo, Señor.
visita al Santísimo Sacramento es una prueba de gratitud, Jesús, que nos llenas de tu amistad cuando te visitamos.
un signo de amor y un deber de adoración hacia Cristo — Quiero estar siempre contigo, Señor.
nuestro Señor". Y pide con palabras vivas del Papa Juan Jesús, que nos colmas de gracia cuando estamos contigo.
Pablo II: — Quiero estar siempre contigo, Señor.
"Jesús nos espera en este Sacramento del amor. No escati- Jesús, que oras con nosotros al Padre cuando vamos a ti.
memos tiempo para ir a encontrarlo en la adoración, en la — Quiero estar siempre contigo, Señor.
contemplación llena de fe y abierta a reparar las faltas gra- Jesús, que eres el compañero de nuestra peregrinación.
ves y delitos del mundo. Que no cese nunca nuestra adora- — Quiero estar siempre contigo, Señor.
ción Jesús, que en tu Sagrario eres nuestro amigo y confidente.
CANTO — Quiero estar siempre contigo, Señor.
CANTO
Hablo al Señor. Todos
Mi Jesús del Sagrario, (Todos)
nunca pueblo alguno ha tenido sus dioses tan cerca Señor Jesús, que en tu Sagr ar io me esper as par a llenar -
como tuvo a su Dios el pueblo de Israel. me de tu amistad, de tu gracia y de tu fuerza. Por amor te
Esto que el profeta decía entonces, ¡qué lejos se queda quedaste con nosotros, y sólo con amor se corresponde
de la gran realidad que vive dichosamente tu Iglesia! dignamente a tanta dignación tuya. Atráeme a ti. Encadé-
Aquí estás conmigo, Señor. ¡Aviva mi fe! name a ti. Sólo así haré que mi vida de la tierra sea como
Aquí te tengo presente, Señor. ¡Enciende mi corazón! la que tendré en el Cielo.
Aquí me estás haciendo compañía, Señor. ¡Que vaya a ti! Madre María, tu casita de Nazaret fue un Sagr ar io en
Que cuanto más me acerque yo a tu Sagrario, el que Tú y Jesús compartíais la vida entera. Así quiero yo
más adentro me encierres Tú dentro de tu Corazón. estar con el Jesús de nuestras iglesias, como Tú en Naza-
Contemplación afectiva. Alter nando con el que dir ige ret: en silencio respetuoso, en adoración silenciosa, en con-
Jesús, Dios que te hiciste hombre por nuestro amor. templación incesante, en charla familiar, amorosa y confia-
— Quiero estar siempre contigo, Señor. da.
Jesús, que echaste tu tienda de campaña entre nosotros. En mi vida. Autoexamen
— Quiero estar siempre contigo, Señor.
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