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PARA UNA HISTORIA DE LOS POBRES DE LA CIUDAD VICENTE ESPINOZA muertos y casi 300 heridos. Pese al establecimiento del Estado de Sitio, las movilizaciones continuaron. El gobierno obtuvo facultades extraordi- narias, e inicié una ola represiva cuyos resultados fueron casi cien relega- dos, 19 mucrtos, censura a la prensa y clausura de los diarios Munda Libre, El Siglo y Ultima Hora, asi como la destruccién de la imprenta donde se producfan los dos tiltimos. Luego de diez dfas de disturbios se derog6 el alza de la locomocién colectiva y las actividades comenzaron a normalizarse. Posteriormente el pais comenzo a ser arrastrado por el clima preelec- toral, ya que en 1958 debfan realizarse elecciones presidenciales. En septiembre de 1957, la Convencion Presidencial del Pueblo designé a Salvador Allende como candidato, proclaméndolo el 25 de octubre en la plaza Bulnes. Para esta eleccion ya se encontraban nombrados Luis Bo- ssay en representacion de los radicales, Eduardo Frei por la Democracia Cristiana y Jorge Alessandri en representacién de la derecha. Los esfuer- zos del FRAP se concentraron en la lucha electoral, para lu cual promo- vid los comités electorales en un intento de inscribir a cien mil nuevos votantes. La ciudad de la industrializacion Mirar el Santiago de los aitos cincuenta es mirar hacia una ciudad que se acercaba al millon y medio de habitantes, con el 40 por ciento de la poblacion urbana del pafs. Ya hacia 1940 la poblacién urbana habfa superado a la rural del pais, y desde 1930 practicamente Santiago habia duplicado su poblacion. En 1952, solo dos de las 17 comunas que com- ponian la provincia de Santiago conservaban su caracter de rurales. La comuna de Santiago, a lo largo de esta época, prdcticamente con- geld el crecimiento absoluto de su poblacion, disminuyendo su peso relativo de 60 por ciento a 44 por ciento en 1952. Las comunas adyacen- tes tendieron a absorber el crecimiento de la poblacién de Santiago. En efecto, las comunas de Conchali, Nufioa, San Miguel, Quinta Normal, que en 1930 representaban 17 por ciento de la poblacion de la provincia de Santiago, en 1940 representaban 22 por ciento, y en 1952 practica- mente un tercio (32 por ciento). El dinamismo demografico se encontraba concentrado en las comu- nas de San Miguel, Nufioa y Quinta Normal, que en los veinte afios pre vios a 1952 quintuplicaron su poblacion, llegando a esta fecha a acumu- lar el 26 por ciento de la poblacién de Santiago. Entre tanto, la comuna de Santiago detenia su crecimiento, y el resto de las comunas mostraba si no una congelacion, al menos una tasa de crecimiento muy leve y un pe- so relativo aun menor. En suma, hasta esta época, Santiago muestra un crecimiento relativamente equilibrado —en términos de poblacion— hacia 244 los cuatro puntos cardinales, con excepcidn del sector nororiental, don- de atin no cedfa la explotaci6n agricola. Sin embargo, sin contar la comu- na de Santiago. todas las otras superahan la media de crecimiento. EI periodo revisado coincide con los grandes flujos migratorios que se dirigian hacia la capital. La crisis del modelo primario-exportador, unida a un modelo de desarrollo con hegemonfa industrial, provoc6 un gran desmedro de 1a agricultura, principalmente por la persistencia del latifun- dio, aunque también por la fijacion de precios a los bienes agricolas (como forma de incrementar la capacidad adquisitiva de los salarios urbanos). Ello actué como factor de expulsion de su poblacién, la cual se dirigié a las ciudades. Por otra parte, el predominio de la produccién de bienes de consumo final incentivé la instalacién de las industrias en las ciudades que repre- sentaban mayores ventajas cn términos de mercado. Santiago, Valparaiso y Concepcién, pero en especial el primero, fueron los grandes centros de localizacion industrial, actuando como focos de atraccion para la pobla- cion campesina migrante. La migracion campesina a Santiago cambié una pauta de crecimiento caracterizado por la densificacion a través del conventillo, por el creci- miento en extensidn, con uso de las comunas adyacentes al centro. Entre 1940 y 1952 el drea residencial de Santiago crecié casi en 40 por ciento, bisicamente a través del sistema “loteos”, consistente en la subdivision para uso urbano de terrenos agricolas periféricos. En forma simultanea a este proceso, puede apreciarse el desarrollo de ocupaciones ilegales bajo la forma de “‘callampas”. De todas formas, la tendencia iniciada en esta €poca estd marcada por la conversién del suelo agricola en suelo urbano, y la consecuente extensidn de la superficie de Santiago. Los sectores de altos ingresos comenzaron a abandonar el centro para establecerse en el area oriental de la ciudad.Los de menos ingresos fueron victimas de estafas en los “loteos brujos”’, mientras que para los ma: desposefdos la nica posibilidad era la instalacion ilegal en tierras de escaso valor comercial. Las poblaciones callampas Desde la década de 1940, el parque relativamente estable de viviendas existentes en Santiago debid enfrentar una demanda abultada, producto del proceso de migracion campesina. En estas condiciones de escasez de habitacin, y la consecuente carestfa de los arriendos, la unica solucion para los sectores populares fue la ocupacién de terrenos en forma de callampas, modo de acceso a la vivienda que desplaz6 progresivamente al conventillo. 245 Aunque la ubicacion en ‘tierras de nadie’ para fines habitacionales es una practica que encuentra antecedentes en la Colonia, en la década del cuarenta se vio acentuada; surgieron asentamientos humanos precarios en bordes de rfos y canales; cerca o encima de basurales; en terrenos desco- nectados del tejido urbano existente; en sitios eriazos fiscales o privados. Poblaciones en Mapocho Norte, Cerro Blanco, Cerro San Cristobal, Zan- jon de la Aguada, hacia el sur del Estadio Nacional; entre otras, éstas tueron las expresiones mas caractertsticas de lus asi Hamadas “poblacio- nes callampas”. Las ocupaciones ilegales de terrenos no involucraban una concerta- cion mayor previa a la instalacion, aunque si se daban formas de organi- zacion bastante desarrolladas en lugares ya asentados. Existen diversas versiones acerca de porqué fueron Ilamadas poblaciones “callampas” Una de ellas lo relaciona al hecho de que se ubicaran en sitios general- mente muy himedos. Otra tiene que ver con la operacion misma de instalacion y la forma de crecimiento por agrcgacion: la instalacion de una callampa constituia una operaci6n ilegal, la cual generalmente se realizaba al amparo de la noche. Una o mas familias, habiendo elegido o encontrado un terreno, se trasladaban a él con sus enseres y armaban su mejora 0 “rancho”. En dfas sucesivos, a veces a lo largo de varios afos, otras familias se iban agregando al asentamiento, creciendo con extrema rapidez, abundancia y sin que nadie lo advirtiera ni lo hubiera planifica- do, En otras palabras, erecian como callampas Estas operaciones muchas veces intentaban ser impedidas por la fuer- za pliblica (2). En otros casos, bastaba con notificar a Carabineros de la ocupacion para que ésta pudiera mantenerse (3). El gobiemo bien poco podfa ofrecer frente a la realidad de las callampas. En la totalidad de los casos, ante la inexistencia de politicas adecuadas de vivienda, debio consentir este tipo de ocupacion y, posteriormente, preocuparse de bus- car alguna solucion mas definitiva para los grupos involucrados. La mayor parte de estos asentamientos se ubicaban en terrenos fiscales. Aunque en la década de los 50 existian diversas instituciones fiscales dedicadas al problema de la vivienda (Corporacion de la Vivienda —CORVI-, Viviendas de Emergencia, Corporacion de Inversiones), ninguna de ellas habfa hecho un intento serio ni habja tenido una politi- ca eficiente para resolver el problema de los callamperos. El siguiente cuadro permite formarse una imagen de la magnitud que aleanzaba la ocupaci6n ilegal callampa en Santiago: (2) BS, 11 de julio de 1947, p. 8. (G)_ FS, 22 de junio de 1947, p. 11 246 FAMILIAS EN POBLACIONES CALLAMPAS (*) ‘Comuna 1952 1959 Santiago 3.250 Conchali 1.600 Providencia 452 = Nufioa 2.169 2.405 San Miguel 4.001 8.203 Quinta Normal 1.119 4316 Renca 591 1.820 Barrancas 323 Cisternas 1.106 87 Las Condes 1.296 3.926 La Florida 169 55 Puente Alto 426 1.180 Total 16.502 32.307 (©) Citado por Teresa Valdés El problema de la vivienda, Politicas estatales y movilizacion po- pular. Documentto de Trabajo FLACSO, noviembre de 1983 Las cifras del censo de vivienda de 1952 indican que en esa fecha 75.000 personas habitaban en callampas. Si se usa la misma proporcion, puede suponerse que el aio 1959 ese nimero se acercaba a Estas cifras representan entre 5 y 8 por ciento de la poblacion de § g0; no se trataba de una situacion en caso alguno minima. Resulta interesante destacar que las comunas que exhibfan mayor cantidad de callampas, coinciden con aquellas donde se concentraba el crecimiento de la ciudad. Este antecedente refuerza las anteriores afirma- ciones acerca del cardcter popular de la expansion hacia la periferia. Los casos de las comunas de Santiago y Las Condes aparecen como excepcionales dentro de los datos. El primero expresa la biisqueda de localizaciones centrales por parte de los trabajadores obligados a ocupar terrenos de forma ilegal ante la saturaci6n de los conventillos. En el caso de Las Condes, las callampas parecen coincidir con las viviendas campesi- nas de los trabajadores de terrenos agricolas del sector. De hecho, hasta comienzos de 1952 Las Condes era una comuna predominantemente rural. Los datos anteriores pueden complementarse con algunos anteceden- tes de tipo cualitativo y de localizacion, los cuales completan un cuadro 247 mas detallado de la situacion de este tipo de asentamiento (4), En 1957, el Servicio de Auxilio Social identificaba 41 poblaciones callampas en los alrededores de Santiago, ubicadas en terrenos fiscales; seis en terrenos municipales y siete en terrenos de particulares. E] grueso se ubicaba en la comuna misma de Santiago (veinte poblaciones), y otras en Nufioa (tres). Las Condes (dos) y Conchalf (dos). Del resto no fue posible establecer la ubicacion. En términos de sus condiciones sanitarias, se pudo establecer que 26 no tenfan luz eléctrica, 17 no poseian alcantarillado y 18 no tenfan agua potable. De estas poblaciones, la mas numerosa estaba cons- tituida por el Zanjon de la Aguada, donde se reunian entre cinco y seis mil familias. La densidad del Zanjon puede estimarse en unos 640 habi- tantes por hectdrea, y es de suponer que esto se repetfa en otras pobla- ciones del mismo tipo. Como puede apreciarse, se trataba de asentamientos densamente po- bludos. en condiciones sanitarias deficientes, que conformaban un cuadro de pobreza en cuanto a las condiciones de vida, a lo cual debian agregarse las frecuentes inundaciones. epidemias e incendios. Y siendo la callampa una de las principales formas que tenfan los pobladores para resolver su acceso una solucion habitacional. esta situacion se irfa transformando en un conflicto latente de mucha explosividad que, pese a las promesas y a las iniviativas parciales, terminarfa expresdndose fuera de los mecanis- mos establecidos de solucion habitacional. 2. LA TOMA DE LA VICTORIA Las familias que dieron origen a la poblacion La Victoria provenfan de un asentamiento de tipo callampa: se trataba de grupos que habian ocupado los bordes del Zanjon de la Aguada aproximadamente desde 1945. En 1957. en una franja de cinco kilometros de longitud y 125 me- tros de ancho. se hacinaban 35.000 personas, divididas en diez poblacio- nes (5). La situacion de los pobladores del Zanjon se mantuvo practicamente estacionaria durante su permanencia en este sector, y si algtin progreso se podia apreciar, se debfa a los esfucrzos mancomunados de los propios pobladores. Algunas instituciones de beneficiencia —o aun el propio gobierno— realizaban donaciones, pero ellas tenfan un caracter ocasional y sumamente reducido, ya que no cubrian mas de veinte o treinta fami- lias En la mayor parte de los casos eran motivadas por incendios, que (4) Fstadisticas del Servicio de Auxilio Social, publicadas en La Voz, 10 de noviembre de 1957, ps.

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