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EN FAMILIAS FUERTES
El Programa de Familias Fuertes tiene como base una serie de estudios longitudinales
que demuestran que los adolescentes tienen menos problemas cuando sus padres o
tutores exhiben dos cualidades básicas: disciplina consistente y apoyo, las mismas
que representan los pilares del Iowa Strengthening Families Program (ISFP)
desarrollado por la universidad estatal de Iowa, como una intervención primaria
efectiva para prevenir el abuso de alcohol y otras drogas.
La base del programa la constituyen los conceptos de amor y límites, que a su vez
sustentan una estrategia por la cual los adolescentes no caerán en conductas de
riesgo y otros problemas conductuales sí provienen de hogares armoniosos donde los
principios son claros y han sido aceptados por todos sus miembros.
Para muchos padres es difícil establecer límites claros y demostrar amor a sus hijos al
mismo tiempo. En muchos casos los padres se encuentran más cerca de uno u otro
extremo, especialmente en condiciones de estrés.
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En esta oportunidad se entrega el Programa por primera vez a nivel universitario con
la finalidad de fortalecer las competencias de los participantes a través de la formación
de facilitadores con la finalidad que sea aplicado a la población beneficiaria: los padres
y sus hijos adolescentes, siendo el objetivo principal mejorar la salud y el desarrollo de
adolescentes y prevenir conductas de riesgo a través de la promoción de la
comunicación entre padres e hijos.
EXPERIENCIA EN EL PERÚ
Desde el año 2007 se viene aplicando la experiencia piloto de la estrategia, "Familias
Fuertes: Amor y Límites" en 6 municipios locales de Lima : Comas, Surco, Surquillo,
Villa El Salvador, Ventanilla e Independencia, ello implicó el trabajo directo con los
padres y sus hijos adolescentes, además de asesoría técnica pa la implementación en
Lima, Ate y San Miguel.
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Los resultados más evidentes en los padres fue que aumentaron su capacidad para
establecer reglas claras de comportamiento, aprendieron a resolver conflictos y a
expresar afecto, al mismo tiempo que agudizaron su aptitud para vigilar el
comportamiento y comprender los problemas específicos de sus hijos. Los
adolescentes, por su parte, eligieron mejores compañías y desarrollaron mayor
capacidad para resistir la presión de sus compañeros y grupos de pares.
DEVIDA reportó (2008) que de las 150 las familias involucradas en el programa en los
9 distritos de Lima, 64 fueron evaluadas, siendo los resultados más destacables los
siguientes: