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1968 y la Teología
de la liberación
Carlos Arturo Hernández Dávila
Etnólogo y antropólogo. Escuela Nacional
de Antropología e Historia, México.
A
partir de los años 70 del siglo xx, cientos
de comunidades indígenas católicas, de la
etnia maya-tzeltal, fueron desplazados a la selva
Lacandona debido a la falta de tierras de
cultivo. Acompañados por diversos equipos de pastoral
de la diócesis de San Cristóbal de las Casas, en Chiapas,
México, los indígenas recibieron, a mediados de 1975,
la visita del obispo Samuel Ruiz García, calificado
como comunista por los sectores ultraconservadores
de la Iglesia mexicana y considerado un representante
de vanguardia de la Teología de la liberación (TL) en
su país. Reunidos en asamblea, el obispo recibió una
severa queja de sus feligreses:
Ustedes llevan ya quince años trabajando entre nosotros,
pero se van y nos dejan abandonados. Ustedes tienen
acaparado al Espíritu Santo. Dennos al Espíritu Santo
que cuida la comunidad y no dependeremos de si ustedes
están o no entre nosotros.
Esta demanda entrañaba la exigencia de los
campesinos mayas para abrir la posibilidad de que
el orden sacerdotal fuera conferido a algunos de
los líderes comunitarios, hombres «completos» (es
decir, casados) y dispuestos al servicio continuo de
sus comunidades. Estas habían vivido un proceso
de expulsión, desplazamiento y colonización de un
54 n. 95-96:
Carlos Arturo 54-61, Dávila
Hernández julio-diciembre de 2018
territorio hostil, lo que les había impulsado a iniciar guerrillero Ejército de Liberación Nacional, cae en
una lectura comunitaria de la Biblia, especialmente del combate en las montañas de Colombia, lo que levanta
libro del Éxodo, en donde los catequistas encontraban simpatías y condenas por igual, y sobre todo abre
sentido a su propia experiencia histórica (Ali Modad camino para la figura del «cura guerrillero», o del
Aguilar, 1999). Desde entonces, esta diócesis ha vivido cura simpatizante o militante, camino que seguirían
diferentes momentos de convulsión: entre 1982 y 1985 posteriormente otros sacerdotes y varias religiosas
las comunidades mayas mexicanas (de las etnias tzotzil, en Guatemala, Nicaragua, El Salvador, Argentina
tzeltal, Ch’ol, tojolabal) recibieron a miles de refugiados y México. En los años posteriores, los sectores
mayas guatemaltecos (de las etnias m’am, chuj, tzutujil, conservadores harán de este tipo de personaje un
quiché) que huían de la guerra civil desatada en su blanco favorito, agregándole el calificativo de «rojo».
contra por los gobiernos militares que los acusaban Un año después de la muerte de Camilo Torres, Ernesto
de ser bases de apoyo de las guerrillas. Posteriormente, Che Guevara corría la misma suerte en Bolivia, y se
la diócesis fue la sede del levantamiento zapatista convierte inmediatamente en la imagen primordial
que en 1994 cimbró a México, y que fue leída como del guerrillero rebelde, vencido por el imperio, aunque
resultado no solo de la pobreza, la miseria y el hambre más vivo que nunca en la memoria popular, no solo
ancestral, sino como fruto del adoctrinamiento político de izquierda sino en la de muchos cristianos para
del obispo y los curas marxistas en aquella agitada quienes «el hombre nuevo» guevariano era sinónimo
región. En 1999, una matanza, a manos de un grupo de «hombre liberado» por el anuncio del Reino de
paramilitar, de casi cincuenta indígenas que realizaban Dios. Más allá del sentido profundo de la vida y muerte
plegarias en su capilla en el pueblo de Acteal, reavivó del Che, debemos destacar la inmediata apropiación
la certeza de que la paz y la justicia estaban aún lejos iconográfica de aquel por parte de algunos grupos
de estos pueblos. cristianos, que lo presentaban «muerto y crucificado»
Samuel Ruiz murió en 2011. En 2016, el papa por el imperio, consecuencia de una rebeldía que lo
Francisco visitó su tumba y reivindicó públicamente su asimilaba a Jesucristo.
legado. Pero Chiapas sigue viviendo bajo la violencia Siguiendo con nuestro recorrido podemos evocar
que producen el narcotráfico, la posesión de la tierra, que entre 1967 y 1968 se formalizó en Argentina
la minería, la extracción de recursos naturales y, sobre el movimiento conocido como «Sacerdotes para el
todo, los desplazamientos forzosos de comunidades Tercer mundo», integrado por curas cuyo trabajo se
enteras. Pero estas situaciones han encontrado una desarrollaba sobre todo en las llamadas «villas-miseria»,
feroz y combativa resistencia, justamente por parte de y a partir del cual se gestó una corriente conocida como
las comunidades católicas que cuatro décadas atrás «teología del pueblo», antecedente directo de la TL
reclamaban que el obispo y los curas abandonaran el (Paz, 2003). Igualmente, en 1968 siete sacerdotes, tres
monopolio clerical del Espíritu Santo: para los pueblos religiosas y casi doscientos laicos, pertenecientes al
mayas, la TL no fue un movimiento intelectual, sino movimiento «Iglesia Joven», tomaron, el 11 de agosto,
una forma de volver católica (esto es, universal) a una la catedral de Santiago de Chile, lo que sería el inicio
Iglesia intolerante a la diversidad. de otro movimiento de mayor envergadura conocido
Los organizadores del extraordinario simposio que como «Cristianos por el socialismo», pilar estratégico
nos convocó a La Habana para discutir sobre el año de impulso a la Unidad Popular que gobernaría ese
1968, mirado desde nuestro plural y global «hoy», país, con Salvador Allende al frente desde 1970 hasta
tuvieron a bien incluir un espacio para reflexionar 1973, año del golpe de Estado pinochetista (Chiodini,
sobre el papel de la TL y sus diversas articulaciones en 2013).
los años previos o posteriores a tan emblemática fecha. En este ambiente tan caldeado, en septiembre de
Una reflexión integral sobre sus orígenes, desarrollo y 1968 (solo un mes después de la toma de la catedral
consecuencias en los países de América Latina desborda de Santiago) Pablo VI se convertía en el primer papa
los límites del espacio disponible en este texto, por lo en visitar América Latina, justo en el contexto de los
que nos enfocaremos en ofrecer una lectura que ayude debates internos sobre el papel de la Iglesia ante la
al lector a pensar sobre el problema de la larga duración injusticia «estructural» en el subcontinente. Esta visita
que supone una división entre cristianismo popular y tenía como fin inaugurar la segunda conferencia de
cristianismo de élite en América Latina, y cómo esa obispos de América Latina en Medellín, Colombia. Y
división y sus contradicciones fueron agudizadas en el 2 de octubre el Estado mexicano —ante el silencio
la década de los 60 del pasado siglo. de la jerarquía católica— acometía una terrible
Si bien iniciamos este ensayo con un ejemplo matanza contra los estudiantes en huelga, si bien para
mexicano, viajemos en el tiempo a otras regiones entonces la Provincia Mexicana de la Compañía de
de nuestro subcontinente. En 1966, el sacerdote y Jesús se planteaba cerrar su colegio más prestigioso y
sociólogo Camilo Torres, ya como miembro del lanzarse de lleno a la atención de los pobres urbanos,
de manera acrítica, categorías como los «explotados» que privilegió el desarrollo de las burguesías y las
con «los pobres evangélicos», la «lucha de clases» con élites en detrimento de obreros y campesinos, produjo
la «liberación» y el «Reino» con una sociedad de corte también un distanciamiento entre un pueblo sediento
socialista. Nuevamente cito a Tahar Chaouch (2007): de justicia y una jerarquía católica cada vez más
El argumento, presente en muchos textos de la Teología acomodada en el restringido círculo del poder político
de la liberación, es siempre el mismo: los teólogos e y económico. El desencanto de muchas comunidades
intelectuales «profesionales» aparecen siempre como hacia el modelo explotador que generaba «ricos cada
los traductores transparentes de las experiencias del vez más ricos y pobres cada vez más pobres» permitió
cristianismo latinoamericano. El contexto intelectual también la aparición de críticas académicas, artísticas
de producción de la Teología de la liberación, como tal,
no suscita ninguna interrogación. Esas experiencias, que e intelectuales a dicho modelo. Y si bien, primero
involucran a clérigos y activistas laicos, son, en última tímida y después abiertamente, muchas comunidades
instancia, las del «pueblo» o la de los «pobres» que han cristianas de base empezaron a demostrar una
encontrado aliados en la Iglesia católica. Tampoco se abierta simpatía hacia una reflexión que privilegiara
cuestiona el contexto social y religioso de sus dinámicas. el camino de abierto desafío a las estructuras de
Se postula en un plano muy ideológico y sin ningún
análisis preciso de los actores y de los procesos sociales dominación, denunciándolas como antinaturales y
involucrados, y afirma que el «pueblo» y los «pobres» son —en clave creyente— «no queridas por Dios», las voces
los verdaderos «sujetos» de la Teología de la liberación. autorizadas del modelo de un catolicismo intransigente
(433) y conservador, cuyas características eran, sobre todo,
Estos años son de confrontaciones dialécticas: su antiliberalismo y su hostilidad hacia «el mundo
capitalismo/comunismo, pobres/ricos, explotados/ moderno», se dedicaron con denuedo a censurar a
explotadores, etc. Y en este ambiente, dos hechos un catolicismo popular alejado o irrespetuoso de la
político-militares son un punto de arranque de varios ortodoxia. Como hemos visto, el problema es que el
movimientos en ese sentido: el primero es el ascenso catolicismo popular se define por su heterodoxia y
y posterior derrocamiento (por medio de un golpe sincretismo.
de Estado) de Jacobo Arbenz en Guatemala, en 1954; Sin embargo, una respuesta contundente a la
y el segundo es el triunfo, en 1959, de la Revolución tensión Iglesia/mundo moderno provino desde
cubana. Específicamente el caso cubano también fue Roma, en un movimiento que cogió por sorpresa
un momento «fundante» de la TL. El jesuita Roberto a los muy conservadores (en su mayoría) obispos
Oliveros Maqueo (1977) sostiene: latinoamericanos y que desembocó en la convocatoria
y desarrollo del Concilio Vaticano II. Durante sus
Veíamos someramente que las luchas de emancipación se tres años de duración (1962-1965) los obispos
realizaron a principios del siglo pasado y se concretaron congregados, además de los expertos y teólogos
a destiempo en los diversos países latinoamericanos. Con
vaguedades y dudas, se tomó como proyecto histórico consultados, abordaron directamente el papel de la
el del Estado moderno, que ocultaba la realidad de la Iglesia y el «mundo», afrontaron problemas como los
dependencia de las potencias industriales nacientes. En desafíos de la modernidad, el ateísmo, los sistemas
Cuba se concreta la marcha hacia el socialismo que en económicos, la injusticia, la liturgia, el papel de la
diversos intentos había fracasado en el continente. Este jerarquía y de los laicos en la construcción de un
proyecto histórico tiene como característica el buscar
tener como criterio último de bien común, el bien de orden de justicia y paz, etc. Pero el Concilio definió
las masas populares. Aquí radica el giro de 180 grados muchos de sus paradigmas a partir de las experiencias
de los proyectos anteriores. Por muy variadas causas, de las iglesias del llamado «Primer mundo». Cuando
los proyectos favorecían y bendecían la instalación en el en los documentos emanados de Vaticano II se
poder económico y político de una minoría cargada de leían las palabras «mundo», «libertad», «política»,
privilegios. El pueblo existía para ser explotado. (15)
«democracia» y «justicia» como nociones necesitadas
Además, estos años fueron un tiempo propicio para de ser evangelizadas y transformadas cristianamente,
la ruptura de paradigmas dentro de las sociedades los parámetros para su aplicación estaban más cerca
latinoamericanas que veían con desconfianza los efectos de las realidades europeas que de las necesidades de
del llamado «desarrollo estabilizador» sobre mayorías los países emergentes; no sin razón, el episcopado
cada vez más empobrecidas. El liberalismo económico, latinoamericano fue considerado como representante
Referencias
Ali Modad Aguilar, F. J. (1999) El presbiterado indígena uxorado.
Una invitación del Espíritu «en esta hora de gracias» para la
consolidación de la iglesia autóctona de San Cristóbal de Las casas
y para la catolicidad de la iglesia universal. Tesis de grado. Ciudad
de México: Universidad Iberoamericana.
Boff, C. (s. f.) «La originalidad histórica de Medellín». Servicio
bíblico. Koinoina. Disponible en <http://servicioskoinonia.org/
relat/203.htm> [consulta: 22 febrero 2019].
Boff, L. (1982) Iglesia: carisma y poder. Ensayos de eclesiología
militante. Madrid: Sal Terrae.
CELAM (1968) II Conferencia del episcopado latinoamericano.
Celebrada el 28 agosto-6 septiembre en Medellín, Colombia.