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Autores
CLAUDIA APONZA
JONNY GUERRERO
TUTOR
Para entender un poco más sobre esta economía del cambio climático y sus consecuencias lo
podemos ver en el video: La economía del cambio climático en América Latina y el Caribe, el cual
podemos apreciar masa fondo el concepto. ......................................................................................... 4
Estrategia integrada del BID para mitigación y adaptación al cambio climático y de energía
sostenible y renovable - EsCC ............................................................................................................ 9
¿Bajo qué condiciones es posible concebir una plataforma duradera de acumulación de capital
que sea compatible con el mejoramiento del ambiente y con la buena salud de la biósfera a largo
plazo?
El capitalismo verde estaría soportado por dos pilares. El primero consistiría en una serie de
mercancías y procesos de producción que serían menos dañinos para el medio ambiente. El
reciclaje y la mayor eficiencia tecnológica serían principios rectores en todo proceso productivo.
El segundo sería el del mercado como herramienta para reparar los problemas ambientales
existentes, desde la concentración de gases invernadero en la atmósfera, hasta los daños a los
objetos físicos que puede ser apropiado y valorizado como cualquier insumo del proceso de
producción capitalista. La noción de capital natural sería un componente de esta visión en la que
el crecimiento sería compatible con la conservación. Lo anterior quiere decir que la economía
tecnologías que permitirían, entre otras cosas, reducir el componente energético en la ecuación
de costos totales.
(ATTAC, 2014)
El cambio climático es uno de los grandes desafíos del siglo XXI debido a sus causas y
consecuencias globales y a la magnitud de los esfuerzos necesarios y simultáneos para amortiguar
sus impactos negativos, adaptarse a las nuevas condiciones climáticas y llevar a cabo los procesos
de mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Estos hechos estilizados buscan contribuir a un mejor diseño, instrumentación y evaluación de las
políticas públicas referidas al cambio climático en el siglo XXI, de manera que permitan la
transformación del actual estilo de desarrollo y la transición hacia un desarrollo sostenible. Además
del prólogo y esta introducción, se incluyen nueve tesis y siete desafíos que definen las
características del cambio climático en América Latina y el Caribe.
Para entender un poco más sobre esta economía del cambio climático y sus consecuencias
lo podemos ver en el video: La economía del cambio climático en América Latina y el
Caribe, el cual podemos apreciar masa fondo el concepto.
En los últimos años, el problema del cambio climático ha captado un nivel de atención sin
precedentes y ello se tradujo en una movilización internacional para concertar acciones
destinadas a mitigarlo, en un dinamismo en materia de innovación tecnológica para contar
con las herramientas que permitan paliar sus causas y en una preocupación creciente por sus
posibles consecuencias negativas sobre el desarrollo de los países.
El gran reto del siglo XXI para América Latina y el Caribe es contribuir a la preservación
de un bien público global como el clima lo que promueve a la vez un cambio estructural hacia
un desarrollo sostenible que permita alcanzar una senda de crecimiento económico baja en
carbono con inclusión social y preservación del medio ambiente.
Aun cuando América Latina y el Caribe generan tan solo un 5% de los gases de efecto
invernadero (GEI) del planeta, los efectos del cambio climático pueden ser devastadores para
la región. l desafío de reducir dichas emisiones es pues importante y requiere determinar una
estrategia de desarrollo sostenible bajo en carbono para la región, con acciones de mitigación
y adaptación de carácter urgente.
A nivel global, las ciudades contienen a más del 50% de la población, consumen dos tercios
del total de energía consumida, y concentran la industria y la infraestructura, entre otros,
transformándolas en las principales responsables de emisiones de CO2. Por lo tanto, al
momento de visualizar y definir una estrategia de desarrollo sostenible bajo en carbono, se
hace necesario referirse de manera particular a las zonas urbanas. Dada la gran presencia de
primacía en América Latina, esta situación nos lleva a concentrar nuestra atención en
metrópolis de la región, muchas de las cuales corresponden a mega ciudades, o ciudades en
vías de serlo.
El Reto “ El planeta tiene un problema por las emisiones de gases invernadero El tiempo es
limitado para resolverlo Tenemos que actuar conjuntamente Colombia puede hacer parte de
la solución”.
Establecen alianzas entre sí para fortalecer fondos de inversión climática (Fondo de Tecnología
Limpia y Fondos Climáticos Estratégicos) y promueven la implementación de políticas públicas
relacionadas con este tema,
Al igual que el Banco Mundial, el BID comienza a definir un marco estratégico para esta
prioridad10, definida como la Estrategia integrada del BID para mitigación y adaptación al cambio
climático, y de energía sostenible y renovable
En 2010 se destina a esta estrategia el 25% del presupuesto general del Banco, en el Noveno
Incremento General de Capital.
La creación de estas políticas persigue que los países de la región accedan al financiamiento de
acciones enmarcadas en estas políticas por medio de mecanismos como MDL y MVC (Mecanismos
Voluntarios de Carbono).
Energía Sostenible y Cambio Climático (SECCI), creada por el BID en 2007 y cuyo fondo busca
promover el acceso a fuentes de financiación en más de 20 países e integrar acciones relativas a
cambio climático en las operaciones del BID
Otros fondos que buscan la promoción de acciones enmarcadas en el fomento a los mercados de
carbono y la creación de marcos políticos que promuevan el acceso esto son el Fondo de Tecnología
Limpia (CTF), el Fondo Estratégico sobre Clima (SCF) creado por Banco Mundial y los bancos
regionales a raíz de la intención de la CMNCC de fomentar entre los organismos multilaterales el
financiamiento de la mitigación y adaptación al cambio climático, y el Global Enviromental Facility
(GEF).
A modo de ejemplo cabe mencionar que el Banco Mundial en los Foros Mundiales de Agua llama a
la sociedad civil para legitimar sus políticas de privatización que construye con el Concejo Mundial
del Agua. En el caso de la estrategia del BID en cambio climático el sector de la sociedad civil a ser
llamado para legitimar, dar facilidades y participar en la implementación de las políticas en cambio
climático está conformado por las grandes organizaciones internacionales no gubernamentales de
carácter conservacionista.
la Estrategia integrada del BID para mitigación y adaptación al cambio climático, y de energía
sostenible y renovable (EsCC)
Energía Sostenible y Cambio Climático (SECCI) creada por el BID en 2007 y cuyo fondo busca
promover el acceso a fuentes de financiación en más de 20 países e integrar acciones relativas a
cambio climático en las operaciones del BID, con lo que se pretende hacer un lavado verde de su
accionar debido a la huella de carbono dejada por más de 20.000 millones de dólares invertidos en
el sector de energía (Bank Information Center, 2009: 3), multi-donantes que inició con 25,3
millones de dólares, al que contribuyen los países miembros del Banco, principalmente Reino
Unido, Alemania, Japón y España, el fondo de capital ordinario de SECCI, financiado por el
presupuesto del propio Banco que inicio con un monto de 20 millones de dólares y en 2009
aumentó a 40 millones.
2. Facilitar el diálogo entre el sector público, privado y la sociedad civil para alcanzar los objetivos
nacionales y de la región.
4. Integrar objetivos en materia de cambio climático en todas las operaciones del BID14.
Líneas de trabajo
5. Escalar inversiones, llenar vacíos de financiamiento y apalancar inversiones del sector privado.
Medidas de adaptación Se considera que estas serán la prioridad ambiental, económica y social, por
lo que deben integrarse en la planificación nacional y sectorial. El diagnóstico de la estrategia
señala que el impacto del cambio climático se presentará con mayor fuerza sobre algunos sectores
esenciales de la economía, como la agricultura, la gestión de los recursos hídricos y el desarrollo
urbano, en los que habrá que proteger las grandes inversiones en infraestructura. Contempla además
acciones en relación con la infraestructura de energía, transporte, turismo, salud y gestión de
riesgos. Medidas de mitigación Se considera que existen acciones no contempladas hasta ahora y
que para incluirlas se requiere crear nuevos marcos políticos que generen los incentivos económicos
necesarios para emprender acciones en su dirección. Es el caso de las políticas de eficiencia
energética impulsadas desde el banco y el fomento de energías renovables. Además de ello, se
centra la atención sobre la mitigación de emisiones en los sectores energético y agropecuario y
profundiza en las emisiones por cambios en el uso del suelo, debido a que estima la deforestación
como una de las principales causas de emisiones en la región y resalta aspectos críticos relacionados
con ella, como el valor de la tierra, los derechos de propiedad y tenencia, rentabilidad de las
actividades agrícolas y forestales, acceso a los mercados de carbono y la tenencia de la tierra por
parte de comunidades indígenas y rurales en acciones enfocadas a la conservación de bosques.
En el marco de la propuesta de desarrollo bajo en carbono y como componente del BID que
corresponden a reformas de 3 ámbitos,, la política de agro combustibles y la política de eficiencia
energética para fortalecer las fuentes energéticas renovables que son aquellas que una vez al ser
utilizadas se pueden generar de manera natural o artificial, y en tecnología limpia que persigue una
estrecha relación entre las políticas de cambio climático y el fortalecimiento del sector energético
que pretende adecuar un marco institucional y legal en el ámbito nacional ya elaborado en Mexico,
Colombia, Peru, Trinidad y Tobago y Guatemala, apoyado en compromisos que adquieren los
países para su fortalecimiento institucional.
En el marco de estas acciones se pretende que los países de la región pasen de un enfoque de
proyectos a un enfoque basado en programa y sectores, en Colombia por ejemplo se creo la oficina
de Mitigación del Cambio climático del Ministerio de Ambiente, vivienda y Desarrollo Territorial.
FORTALECIMIENTO DE LA BANCA COMERCIAL Y DE DESARROLLO EN EL
FINANCIAMIENTO CLIMATICO.
Las reformas de política en cambio climático se orientan a fortalecer los mecanismos financieros
para atraer la inversión hacia las medidas de mitigación el BID adopta una serie de estrategias e
iniciativas que deberían cambiar el acceso al financiamiento con programas que proporcionen la
capacidad de ampliar esos proyectos en condiciones comerciales tal enfoque para la participación
del sector privado, además de la necesidad de establecer un marco político y legal que posibilite
fortalecer las propuestas y mercados, y la entrada de agentes privados y públicos en las políticas,
para canalizar recursos hacia actividades de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
El programa Planet Banking se destaca que el DID en la colaboración con el instituto del Banco
Mundial y el programa de las Naciones Unidas para el medio ambiente en el marco del programa
prestando el apoyo técnico a bancos comerciales como Bancolombia en Colombia, Continental en
Peru e Itau en Brasil.
Para el caso de Bancolombia el BID presto capacitación a más de 100 miembros de su personal,
además de esto, se han emprendido seminarios regionales en los que se destaca el combate al
cambio climático como un nuevo escenario de actuación en los bancos de desarrollo.
ANALISIS CAPITALISMO VERDE
Tras la revolución verde, llegó el capitalismo verde, que no es ni más ni menos que considerar la
naturaleza como un gran depósito de recursos infinito y dispuesto a ser explotado por los seres
humanos sin más miramientos ni objeciones. Obviamente, esto lleva a una profunda degradación de
multitud de ecosistemas, como vemos con los agrocombustibles o los cultivos de soja para pastos.
En la selva amazónica, por ejemplo, ya se ha deforestado una superficie de selva similar al territorio
de toda Alemania. En el Cono Sur, donde la soja se extiende con voracidad, se están perdiendo
nutrientes a marchas forzadas por la agresividad de este monocultivo, al tiempo que el suelo y el
agua son contaminados por el glifosatos y otros agroquímicos. La producción de aceite de palma,
principal insumo para la elaboración de biodiesel, responsable a su vez tala y quema de las
hermosas y ricas selvas de Indonesia, genera el triple de gases de efecto invernadero que los
combustibles fósiles. Son apenas tres ejemplos de las bondades de este capitalismo verde.
Este nuevo invento, creado para hacer realidad el ansiado desarrollo sostenible (por otro lado, una
evidente contradicción de términos) afirma que, en virtud de las nuevas modalidades de reciclaje y
de la innovación tecnológica, las mercancías y los procesos productivos son cada vez menos
dañinos para el medio ambiente, por lo que todo el contenido deese centro comercial que es la
biosfera puede ser expropiado, apropiado y valorizado como cualquier mercancía. Y ahora llegamos
al quid de la cuestión -y a su razón de ser-: el mercado es la herramienta ideal para reparar los
problemas medioambientales existentes. La solución, pues, pasaría por la privatización y la
mercantilización de la naturaleza. Ni más ni menos. Un disparate mayúsculo que la gran industria
nos ha colocado con lacito incluido. Abordaré el tema del descarado vínculo entre capitalismo verde
y estrategia neoliberal en los siguientes capítulos. Por lo de pronto, bastan las palabras de Alejandro
Nadal: “el capital verde no es la solución a los graves problemas ambientales y mucho menos a la
creciente desigualdad. Es una justificación ideológica a la necesidad de asegurar la continuidad de
una relación social de explotación clasista.
Como el capitalismo ha demostrado tener siempre una gran capacidad para el cambio tecnológico,
se entiende que ahora también encontrará la solución adecuada. Así pues, en virtud de un tecno
optimismo profundamente irracional -un descargo de conciencia, más bien-, la economía capitalista
generará una serie de tecnologías que permitirán, entre otras virtudes, reducir el consumo energético
y material (ignorando el famoso efecto rebote o Paradoja de Jevons, y desafiando, de paso, las leyes
de la termodinámica), arreglar los desaguisados ecológicos y todo ello creando un flujo de
inversiones que permita la introducción masiva de las innovaciones correspondientes. La realidad,
por el contrario, es que, con una política macroeconómica orientada a cuidar los intereses del capital
financiero (pues los capitalistas necesitan de expectativas de ganancias) y una inversión energética
y material enorme en sectores industriales claramente perjudiciales (automóvil, siderurgia, minería,
agricultura y ganadería industrial), la capacidad transformadora del sistema capitalista va a estar -ya
lo está- fuertemente debilitada.
Pienso que en lugar de estimular el crecimiento infinito de la tecnología, dependiente, como digo,
de minerales básicos y, dicho sea de paso, con unos balances de carbono muy negativos,
deberíamos apostar por hacerla más accesible, producirla con menos recursos, emplearla de otro
modo y diseñarla de tal forma que los dispositivos de los que se sirva puedan preservarse largo
tiempo en funcionamiento. El problema es que la tecno ciencia sigue empeñada en crecer, en
aumentar el PIB (un pésimo indicador de bienestar) y en hacerle el servicio a un capitalismo
verde que no sólo yerra en el intento de conseguir esa pirueta imposible del desarrollo sostenible,
sino que es, como han demostrado los hechos, claramente incompatible con la reducción de la
emisión de gases de efecto invernadero, con la disminución del empleo de energías fósiles y de
agua, y con la preservación de la biodiversidad. Si a esto sumamos el agotamiento acelerado del
‘almacén’ de materias primas y recursos no energéticos del planeta, la amenaza parece ya bastante
más que seria.
(Campo, 2018)