Sei sulla pagina 1di 2

1

1858/1911- 2019
MUSEO DE CIENCIAS NATURALES Y ANTROPOLÓGICAS
“JUAN CORNELIO MOYANO”
Unidad Asociada al CCT - CONICET

LOS HUARPES

La mayor parte de la información que se posee acerca de la etnia huarpe proviene de fuentes
españolas. Esta documentación ha resultado de gran valor para intentar reconstruir una etapa
de la vida regional; sin embargo, los estudios arqueológicos han ido avanzando cada vez más,
aportando datos fundamentales.
La región que habitó el pueblo Huarpe abarcaba por el norte, desde el río Jáchal-Zanjón, en
San Juan; por el sur el río Diamante y Atuel, en Mendoza. Su límite oeste estuvo dado por la
cordillera de los Andes y por el este, casi siguió el límite actual entre Mendoza y San Luis.
Aunque en el Cuyo prehispánico se empleaban diversas lenguas como la cacana, allentiac,
millcayac y puelche, las más generalizadas pertenecían a las parcialidades huarpes. En la zona
de la actual provincia de San Juan los huarpes hablaban el allentiac y en la de Mendoza, el
millcayac.
El nombre de “Cultura de Viluco” ha sido tomado de los primeros trabajos de arqueología por
los cuales se identificó a este grupo a través de los restos materiales hallados a principios del
siglo XX en el departamento de San Carlos (Mendoza), en la localidad de Viluco; de allí que
se hable en Mendoza indistintamente de “Cultura de Viluco” o “Cultura Huarpe”.
Los huarpes se organizaban en grupos vinculados entre sí por lazos de parentesco. Cada aldea
dependía de un cacique el cual era considerado el propietario de la tierra. Los jefes con un
patrimonio mayor, eran los dueños de los valles fértiles, aunque también existían los huarpes
que el europeo bautizó según su ámbito geográfico, como “algarroberos”. Ellos habitaban las
zonas más secas, ocupadas por bosques autóctonos de algarrobos y chañares.
Según los cronistas europeos, los huarpes eran enjutos y esbeltos. Las mujeres se pintaban los
labios con pigmentos vegetales de color verde, lo que acentuaba su atractivo. La organización
social giraba en torno a la familia, por ello la institución del matrimonio se encontraba muy
reglada. Si un joven deseaba casarse, debía comprar a la novia con bienes o trabajar para la
familia de la novia por un lapso de tiempo fijado por sus futuros parientes. Una vez casados,
la joven esposa pasaba a formar parte del hogar de su marido. Si éste moría, con el objeto de
proteger a la viuda y a su prole, el hermano del difunto debía casarse con aquella, para
protegerlos.
Los huarpes creían en una divinidad central llamada Hunuc Huar, adorando al sol, la luna, los
ríos y los luceros. Las prácticas rituales mortuorias relacionaban la orientación de la cabeza de
los difuntos hacia la cordillera, en donde decían moraba la divinidad.

Prado Español y Av. Las Tipas s/n – Parque General San Martín.
(5500) Ciudad. Mendoza. Argentina
TELEFAX: 54- 261 – 4287666
E-Mail: museomoyano.educacion@gmail.com/museo.moyano@gmail.com
2

1858/1911- 2019
MUSEO DE CIENCIAS NATURALES Y ANTROPOLÓGICAS
“JUAN CORNELIO MOYANO”
Unidad Asociada al CCT - CONICET

Cohabitaron con los incas que se extendieron por el territorio durante el reinado de
Pachacutec Inca, en el siglo XV, pero continuaron desarrollando y perfeccionando sus obras
de regadío y cultivando fundamentalmente maíz, porotos y quinoa. La caza y la pesca –zona
de las lagunas de Guanacache- constituían prácticas muy arraigadas. En zonas de lagunas,
construyeron balsas de juncos atados, que impulsaban con una larga pértiga Según el padre
Alfonso de Ovalle, eran grandes rastreadores y cazadores, siguiendo a la presa cercándola y
trotando hasta cansarla, sin comer ni beber, durante dos o tres días.
Poco se sabe acerca de la vestimenta, restantes costumbres o prácticas musicales, aunque se
distinguieron por la manufactura de sus cestos y contenedores de fibras, de acabado tan
apretado, que impedía la pérdida del líquido.
A principios del siglo XVII, las ciudades de Cuyo debieron proveer constantemente de mano
de obra indígena a Coquimbo y La Serena, Chile, de allí la gran destrucción de la etnia. Esto
queda demostrado con la existencia en Chile del título de "Protector de Huarpes de Cuyo" que
pronto debió unificarse en una misma persona, como "Protector de Naturales de Santiago".

Bibliografía:
- MICHIELI, Catalina T. 1993 Los Huarpes protohistóricos. En: GAMBIER, Mariano.
Prehistoria de San Juan. San Juan: EFU.
- HEVILLA, María C. 1999 San Juan (Argentina): El papel cambiante de una frontera.
Iberoamérica ante los retos del siglo XXI. Número extraordinario dedicado al I
Coloquio Internacional de Geocrítica (Actas del Coloquio) Scripta Nova Revista
Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales. Universidad de Barcelona. Nº 45 (36).

Nota:
La información se actualiza permanentemente según las investigaciones que se lleven a cabo.
Ante cualquier duda, no deje de comunicarse con el Museo Moyano.

Prado Español y Av. Las Tipas s/n – Parque General San Martín.
(5500) Ciudad. Mendoza. Argentina
TELEFAX: 54- 261 – 4287666
E-Mail: museomoyano.educacion@gmail.com/museo.moyano@gmail.com

Potrebbero piacerti anche