TEMA 01: CREER EN EL DIOS DE JESÚS

1) ¿En qué Dios

creemos?
APRENDER A VER
COMO JESÚS,
APRENDER A JUZGAR
COMO JESÚS,
APRENDER A AMAR
COMO JESÚS.
La buena noticia de
Jesús es sencillamente
que Dios se nos da sí
mismo como lo que es:
Amor.

2) VIVIR PARA EL REINO DE DIOS

a) Qué es lo más importante para Jesús? ¿a qué
dedicó su vida? ¿por qué lo hizo? ¿cómo lo hizo?
b) Su invitación no es a buscar solamente a Dios, sino a
buscar el reino de Dios y su justicia. A sus seguidores
les envía a anunciar el reino de Dios, la buena nueva
del reino
c) Otras preguntas: ¿cómo sería la vida del mundo, la
Iglesia, la sociedad donde vivo, mi propia vida… si se
pareciese un poco más a lo que es Dios? ¿Cómo sería
nuestra vida si nuestros anhelos fuesen más como el
anhelo de Jesús: hacer lo posible para que el mundo
se parezca más a lo que Dios quiere?
3) SEGUIR A JESÚS
a) PONER EN EL CENTRO DE NUESTRO CORAZÓN A LOS POBRES.
“lo que le hacéis a uno de estos mis hermanos más
pequeños, a mí me lo hacéis”. “Estad felices de convivir
con los pobres”
b) VIVIR CON COMPASIÓN. “Vuestro Dios es compasivo”
c) DESARROLLAR LA ACOGIDA. “El reino es semejante a un
banquete en el que todos estamos invitados”
d) ASUMIR LA CRUCIFIXIÓN “El que quiera seguirme cargue
su cruz y vaya a donde yo voy”
e) CONFIAR EN EL PADRE de todos. “Padre Nuestro”
4) CONSTRUIR LA IGLESIA DE JESÚS
a) No separarse
b) Aceptar su pecado y su gracia
c) Trabajar por una iglesia fraterna
d) Entender la Iglesia de diversas maneras
e) Lucidez cordial
5) VIVIR Y MORIR PARA JESÚS
a) Jesús al morir dio un gran grito. Un grito que no era
sólo de él, sino de todos los crucificados de la tierra.
Un grito de indignación y de amor a un mismo
tiempo.
b) ¿Quién puede controlar la muerte? ¿Quién puede
consolar nuestros sufrimientos?.
c) La resurrección de Jesús nos muestra el deseo de
Dios: la vida para todos. Una vida feliz y abundante. El
ir más allá de la muerte contra toda evidencia. Una
vida que brota de la fuente inacabable del amor.
d) El gozo de los crucificados que serán resucitados.
Una alegría que parte del:
1º) Creer firmemente en algo tan sencillo como que
“Dios mismo enjugará las lágrimas de sus ojos. Ya
no habrá muerte, ni habrá pena, ni llanto, ni dolor
porque todo lo viejo se ha desvanecido” (Ap 21, 4).
2º) Abrir los oídos para poder escuchar estas palabras
hermosas y estremecedoras: “Al que tenga sed, yo
le daré a beber gratis de la fuente del agua de la
vida”. (Ap. 21, 6).
3º) Acoger en el corazón, como promesa cierta y
disponernos a recibirlo: “Sí, estoy a punto de llegar.
¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús!” (Ap 22, 20)
4º) ¿Cómo será esto?. Un deseo profundo, inacabable,
inexplicable nos lo confirma: “Que la gracia de
Jesús, el Señor, esté con todos” (Ap 22, 21)
Preguntas para la reflexión:
1.- ¿Qué me ha llamado la atención de esta presentación?
2.- ¿Qué es lo más importante para mí? Haz una lista, sé
sincero.. Y contrasta con lo más importante para Jesús.
3.- ¿A qué dedico la mayor parte de mi tiempo? ¿Dónde
estoy poniendo más fuerza y energía? ¿Qué busco en la
vida?
4.- ¿cómo sería la vida del mundo, la Iglesia, la sociedad
donde vivo, mi propia vida… si se pareciese un poco más
a lo que es Dios? ¿Cómo sería nuestra vida si nuestros
anhelos fuesen más como el anhelo de Jesús: hacer lo
posible para que el mundo se parezca más a lo que Dios
quiere?