El primer hecho que llamó mi atención, y el que a mi parecer provoco que se
encontrara en dichas circunstancias, fue cuando decidió quedarse con sus padres. Él ya tenía listos los pasaportes para irse junto a su esposa a Estados Unidos, sin embargo sus padres no tenían manera de salir, después de reflexionarlo, llego a su casa donde había un pedazo de mármol en el cual estaba inscrito el mandamiento que dice “honraras a tu padre y tu madre…”, por lo que para dar paz a su espíritu decide quedarse. En un primer instante, me pareció un acto sumamente noble, pero después de analizarlo por un rato, recordé que hubo alguien (que valía por dos) que se vio envuelta en esta situación, sin verdaderamente tener porque: La esposa de Frankl, era una mujer joven y sana que, además de todo, estaba embarazada. Ciertamente es casi imposible decir como actuaríamos en una situación así de extrema y al ser humanos, la mayoría no podríamos cargar con la culpa provocada por abandonar a nuestros padres. Seguramente ella, por amor a él, decidió quedarse, pero eso no evita que yo piense en las cosas que pudieron haber sucedido si la decisión hubiera sido otra. Claramente, este lamentable hecho aporto cosas positivas por parte de Frankl a la sociedad y a la psicología, pero, eso no evitó que le diera mil vueltas al tema durante horas y sintiera algo de incomodidad y un extraño sentimiento de dolor al pensar en su esposa. A pesar de las atrocidades por las que tenían que pasar día a día, ellos no perdieron la necesidad de apreciar las cosas bellas, incluso más que cuando eran libres. Recuerdo que cuando leí Los Miserables hubo una frase mencionada por el Obispo de Digne que llamo mucho mi atención la cual más o menos decía que lo bello vale tanto como lo útil o incluso más y es que, es tan humano buscar la belleza, a veces más por consuelo, pero aun así es parte de nosotros. Recuerdo que él menciona que a algunos de sus compañeros no les importaba perderse la comida con tal de ver una de las representaciones “artísticas” que se llevaba a cabo en el campo o que podrían olvidarse de todo en su tiempo libre y correr a ver una bella puesta de sol. Tal vez algo que nos caracteriza como humanos es que podemos reconocer la belleza, en una ocasión un maestro nos dijo que no podemos negar cuando algo es bello, puede que ese algo no nos guste, pero no por eso deja de ser bello y en nuestro interior sabemos que lo es. Además de la belleza, el también menciona que constantemente pensaba en su esposa y mantenía conversaciones con ella en su mente. Explica que realmente no importa si esa persona está viva pues el amor trasciende al ser físico, él dijo que ella estaba realmente ahí, con él. La mente es tan poderosa que puede hacer este tipo de cosas para defendernos de la realidad, como cuando cuenta que todos creían en un principio en el que tenían presente la Ilusión del indulto. Otra frase que me atrajo en cierta manera es “Los mejores de nosotros no volvieron a casa”. Esta frase está ligada a lo que él dice sobre que “al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas –la elección de la actitud personal que debe adoptar frente al destino- para decidir su propio camino” Existen ciertos factores externos que determinan la posible manera en la que vamos a actuar, pero los humanos no somos totalmente determinados, tenemos “libertad interior”. A diario se daban ocasiones para actuar de una u otra manera dentro del campo y esto era lo que desidia si te rendías y eras un juguete más del destino o conservabas tu verdadero ser. Él pudo comprobar que aun en circunstancias extremas el hombre tiene la libertad interior de decidir quién quiere ser y seguir siendo un ser humano. Es así como podemos explicar porque algunas personas eran capaces de arriesgase o inclusive morir por otro, aun bajo esas circunstancias. Un dato curioso es cuando dice que más que felices por la liberación se sentían vacíos y era como si fuera una cruel ilusión. Me cuesta pensar en que simplemente un día te enfrentes a que todo lo que tenías, todo lo que amabas y todo lo que creías simplemente desaparece. Creo que lo más cruel es volver a ver a aquellos que tu considerabas tus amigos, tus compañeros y que simplemente te dieron la espalda, no hicieron nada para ayudarte a ti o a tu familia y la única respuesta que te dan es que no sabían lo que hacían o que simplemente no podían hacer nada al respecto. En un pasaje cuenta como se reencuentra con un colega que también estuvo dentro de un campo, al pasar por un campo de espigas este empieza a pisotearlas, él le dice que se detenga, él le contesta que porque ha de hacerlo si le hicieron más daño a ellos. Durante todo su libro, Frankl resalta un punto, sobre el cual después basara la Logoterapia, que me pareció interesante y es el hecho de que los reclusos que tenían algo por lo que vivir eran aquellos que sobrevivían y los conocidos como musulmanes, que eran aquellos a quien la esperanza los había abandonado, más tarde que temprano morirían. “Quien tiene un ‘porqué’ para vivir, encontrará casi siempre el ‘cómo'” ese “porqué” podía ser un ser amado al que ver, un sueño inconcluso o incluso una obra por terminar. Incluso aunque no estemos en una situación tan extrema como un la que se vivía en un campo de concentración, todos necesitamos algo porque vivir. Si la persona carece de ese algo, pierde entonces las ganas de vivir. Cada persona tiene sus propias razones para vivir, por lo tanto el sentido de la vida de cada persona es distinto. En una parte dice que puede ser que más que tú le hagas preguntas a la vida, la vida te haga preguntas a ti. Puso como ejemplo a la gente cuyo sufrimiento es inevitable y pareciera que su vida carece de sentido, pero más bien ese sentido es su sufrimiento en sí, porque nadie más que él puede sentirlo y por lo tanto ese es el sentido de su vida. Pone el ejemplo de un paciente terminal de cáncer que está próximo a morir y él está agradecido con la vida, porque alguna vez vio a un héroe en una película el cual aceptaba su muerte con dignidad y a él se le estaba dando la oportunidad de enfrentarse a la propia con igual dignidad.