LAS PREGUNTAS PODEROSAS

DEFINICIÓN: Son preguntas con intención, con dirección,

enfocadas a abrir el punto de vista del coachee (cliente). Son
preguntas desafiantes, que necesitan de tiempo para pensarse,
preguntas que no te habías hecho hasta ahora y que te hacen
salir de tu zona de confort. Son preguntas que nos hacen
pensar en cosas que normalmente ocultamos, consciente o
inconscientemente.
IMPORTANCIA: Realizar preguntas poderosas nos acercará
a resultados beneficiosos e inmediatos. Asimismo, las
preguntas poderosas harán que el cliente dirija su atención a
las soluciones, este tipo de preguntas se orientan hacia el
futuro, hacia el cambio y vienen acompañadas de acción.
RECOMENDACIONES:
Dependiendo de las preguntas que te haces, encuentras unas respuestas u otras.
Todas las preguntas conllevan supuestos; ideas que deben ser aceptadas para que la pregunta
tenga sentido. Las preguntas dirigen la atención hacia ciertas áreas y la alejan de otras. Por
ejemplo,
 “¿Cuál es la gravedad de la situación?” contiene el supuesto de que la situación es
grave.
 “¿Cuál es su mejor opción para resolver esta situación?” contiene el supuesto de que
tienes más de una elección y de que la situación tiene una solución.
Es muy importante prestar atención al tipo de preguntas que nos hacemos a menudo para
encontrar los supuestos que hacemos de forma inconsciente. Debemos recordar que las
preguntas evocan estados emocionales. Las preguntas que comienzan con “Por qué” suelen
ser menos poderosas. Tienden a enfocarse en el pasado y no ayudan a pasar a la acción.
Ejemplos:
 En vez de preguntarte “¿Por qué tengo tanta mala suerte?” es más proactivo
preguntarse “¿Cómo puedo evitar esta situación en el futuro?”.
 En vez de preguntarte “¿Por qué me pasa siempre lo mismo? es más proactivo
preguntarse “¿Qué puedo aprender de esta experiencia?”.
Una pregunta que empieza por “Por qué” puede ser poderosa si se enfoca en identificar los
valores. Por ejemplo, “¿Por qué hice esto?”. En otras palabras, “¿Qué fue importante aquí
para que hiciera esto”? Las preguntas que empiezan con “Qué” y “Cómo” son más
poderosas. Es más probable que se enfoquen en el presente, en una situación concreta y que
lleven a la acción. Una excepción es “¿Qué debería hacer?”. Es mejor cambiar esta pregunta
a: “¿Qué es lo que quiero hacer?”.
Ejemplos:
Preguntas débiles: Preguntas poderosas:
¿De quién es la culpa? ¿Cuál es la solución?
¿Por qué hicieron esto? ¿Qué les hizo actuar así?
¿Por qué no puedo hacer esto? ¿Qué necesito para lograrlo?
¿Por qué me sucedió a mí? ¿Qué me aporta esta experiencia?
En resumen, las preguntas poderosas:
 Están orientadas hacia el futuro.
 Conducen a la acción.
 Están orientadas hacia la meta y no hacia el problema.
 Preguntan “Qué” en lugar de “Por qué”.
 Contienen supuestos positivos y útiles acerca de la situación.

LA INDAGACIÓN – COACHING
Entre el bagaje de habilidades que presenta un coach, debe de
encontrarse la indagación, el arte de saber hacer la pregunta
correcta en el momento correcto, lo que le permitirá obtener
información útil para continuar con el proceso de coaching, pero
también para comprobar ciertas hipótesis que van surgiendo
durante el mismo y que es necesario verificar con el coacheado.
A través del uso de la pregunta, el coach hace que el coacheado
se plantee circunstancias y situaciones que quizá por sí mismo
no ha tenido en cuenta, es una forma de descubrirse, de
conocerse. Como dice Leonardo Wolk en su libro “Coaching: El arte de soplar brasas”, “El
coach pregunta para escuchar y servir al otro”.
La indagación no consiste en hacer preguntas sin sentido, que nos lleven a ninguna parte. El
coach debe de ser capaz de elegir las preguntas apropiadas para cada caso y para cada
situación, adaptarlas al momento del proceso en el que se encuentra el coacheado y encontrar
a través de las respuestas dadas por éste, cuáles son las situaciones y acontecimientos que le
están provocando el bloqueo, para a continuación, poder presentar al coacheado nuevas
formas de acción-reacción ante las mismas.
A través de la indagación, del arte de preguntar, se da un proceso de aprendizaje. El coach
guía al coacheado en el conocerse a sí mismo y en el conocer cómo se sentiría si pusiese en
práctica otras acciones, otras actitudes, para enfrentarse a situaciones concretas. Se abre así
un mundo de nuevas posibilidades que estaba encerrado en la propia persona y que puede ser
muy útil para enfrentarse al mundo y a sus circunstancias.