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Reflexión conceptual de las categorías de la línea: Socialización política y

configuración de subjetividades

Las prácticas sociales que la sociedad va construyendo están acompañadas de


discursos previos, construidos históricamente, que generan dominios del saber,
es decir, un saber produce otros discursos y campos de acción sobre una
sociedad. En esa producción emergen elementos de biopoder que bajo el
dominio del saber, el cual es organizado por dispositivos de control como las
instituciones, regulan la propia vida en términos de la producción de un tipo de
sujeto, en donde se produce un saber y una subjetividad enmarcando al sujeto
en unos modos de pensar, decir y hacer lo cual origina objetos de conocimiento,
conceptos de enunciación, técnicas que implican unas prácticas sociales y
valores que contemplan la ética, generando la subjetividad y los procesos de
socialización.

Sin embargo, estas tensiones producto de esa regulación de la vida, pueden ser
resistidas para generar, desde el saber dado, nuevos discursos, prácticas,
subjetividades, es decir, otros dominios del saber, que es alcanzado desde una
mirada crítica, propuesta que hace parte de la línea de investigación, la cual
permite interrogarse por cómo se han producido los regímenes de verdad, en la
medida en que se salga de esa zona de confort con la deconstrucción de esos
discursos normalizadores por los cuales transitamos, en miras de reconocer las
construcciones de pensamiento en el hacer y sentir, produciendo otras formas
de pensar.

Por ende, la socialización política está ligada con la subjetividad la cual se


construye con la interacción entre la sociedad y la socialización, siendo esta
última, una constitución del sujeto que depende de su historia y se transforma a
partir de sus experiencias, lo que da apertura para pensarse en el útero social
tal como lo plantea Sloterdijk, desde la socialización primaria que parte de lo
familiar en donde lo emotivo contribuye al arraigo de las prácticas sociales de las
cuales se generan unas primeras estructuras que, en el proceso de configuración
humana, permean los aspectos culturales y sociales. Es así que, al comprender
esa realidad, transformar nuestras dinámicas y espacios de socialización se
manifiesta como la socialización es un ejercicio de poder en la que un sujeto o
un grupo social produce unos discursos para dirigir las acciones sobre otros
individuos, produce modos de decir, modos de pensar, modos de hacer y modos
de sujetar a un discurso de identidad, a un discurso de cultura, a un discurso de
moral.

Otras categorías de análisis


Epistemologías del sur.

Reinventar la emancipación social parte de una justicia entre conocimientos, tal


como lo denomina De Sousa una “justicia cognitiva” puesta en el conocimiento
que producen los pueblos, los movimientos sociales, aunque la relación
globalizada del conocimiento pone en marginación otros saberes enmarcándolos
como no existentes, no creíbles, sino descartables e invisibles a la realidad
hegemónica del mundo. Entre tanto, la justicia social tendría que darse en validar
otros conocimientos, los cuales tienen la posibilidad de reorganizar las prácticas
sociales; incorporando los saberes populares, el saber cercano producido en la
cotidianidad y en la estructura social primaria del ser humano.

Enunciar las epistemologías del sur como una categoría es una manera de poner
a dialogar con tensiones, que históricamente han existido, frente al
reconocimiento de los saberes propios dados en las prácticas tradicionales de
las comunidades indígenas en Colombia y el diálogo de los mismos con el saber
occidental; convirtiéndose en una lucha constante por establecer un
conocimiento único y universal. Estas tensiones de tipo social y educativo dan
cuenta del “interés del poder por los procesos biológicos y productivos y que
terminan estableciendo los modos válidos de la vida social y de la subjetividad”
(como se cita en Martínez, 2010, p.32).

Por lo anterior, el parto y nacimiento como práctica social de la comunidad


indígena Jiw ubicada en el resguardo Caño La Sal del municipio de Puerto
Concordia Meta, es concebido desde distintos ámbitos: rituálico, emocional y de
apropiación ancestral, constituye el saber sobre la vida, la naturaleza y el
conocimiento producido por su ancestralidad; el rol prioritario de la mujer
representa la vida, por ello, consideran que las mujeres están listas para procrear
al momento que tienen la menarquia1, significa que han trascendido de niña a

1
Ritual rezo de pescado
mujer y por ende es capaz de tener hijos y cuidar de la familia en general, desde
la perspectiva afectiva, sana convivencia, alimentación y protección

La invisibilidad de los saberes en relación al parto y nacimiento, específicamente


la técnica corporal de la comunidad Jiw, como: “que las mujeres no deben ser
acostadas sobre la espalda (en posición obstétrica tradicional) durante el trabajo
de parto”, entra en diálogo con el saber occidental en la dimensión que el marco
institucional promueve basar esta experiencia de vida desde la dimensión
biomédica. De Sousa Santos enuncia que se hace inexistente un saber o
conocimiento que no se encuentra dentro del repertorio del conocimiento
científico, este discurso produce, por un lado, que emerja una regulación y
homogenización de las prácticas tradicionales y mentes de los individuos, y por
otro, el desconocimiento del saber.

Frente a la tensión que se produce con la racionalidad que domina en el norte,


Boaventura manifiesta una crítica a esta razón indolente que se manifiesta de
dos modos: como razón metonímica que disminuye el presente, es decir, deja
afuera otras experiencias; y como razón proléptica que ve al futuro como algo
que debe ser expandido bajo lógicas del progreso y el desarrollo, las cuales son
combativas por la sociología de las ausencias y la sociología de las emergencias
respectivamente. En cuanto a la razón metonímica se identifican los modos de
producción de las ausencias, como los son la monocultura: del saber y del rigor,
del tiempo lineal, de las naturalización de las diferencias, de la escala dominante
y del productivismo capitalista; estos elementos se imbrican para interpretar las
relaciones que se producen en las prácticas sociales y educativas en relación al
parto y nacimiento, así mismo, se explica que las prácticas sociales que emergen
en la comunidad Jiw pertenecen a los saberes propios como construcción
histórica, lo que evidencia una emergencia que amplía el presente, construyendo
un posible diálogo de saberes: saber de los indígenas, saber científico, saber
social en un presente donde está el futuro de la preservación ancestral (razón
proléptica) y un futuro concreto, tal como lo plantea Boaventura de Sousa “la
sociología de las emergencias produce experiencias posibles, que no están
dadas porque no existen alternativas para ello, pero son posibles y ya existen
como emergencia” ( de Sousa Santos, 2006, p.33)
Reflexión sobre la metodología en dialogo con las categorías.

La ecología de saberes como una propuesta metodológica propone un dialogo


de saberes entre: el saber científico, el saber de los indígenas, el saber popular,
el saber campesino, el saber afrodescendiente2; permitiendo producir un mejor
conocimiento con el fin: “[…] de afirmar que lo importante no es ver cómo el
conocimiento representa lo real, sino conocer lo que un determinado
conocimiento produce en la realidad; la intervención en lo real.” (De Sousa
Santos, 2006, p 26-27).

En esta perspectiva el círculo del saber es planteado desde una mirada


metodológica, a través de hacer existente y creíble el saber producido en lo
individual y colectivo. El círculo de la palabra como es denominado por el pueblo
indígena Jiw es constitutivo de la organización política y social, siendo un
escenario de decisión, diálogo y concertación; donde está inmerso prácticas,
como la transmisión lingüística del saber a partir de la oralidad, la concepción
rituálica y espiritual y, por ende, la preservación de usos y costumbres. En este
sentido, al desarrollar los círculos del saber se evidencia una traducción
intercultural, esa traducción es producto de un diálogo de saberes lo que permite
conocer la técnica corporal del parto y nacimiento tanto de la comunidad indígena
Jiw y el saber biomédico.

Conclusiones
La subjetividad es una construcción social donde se producen formas de ser y
estar cargadas de sentido social, político y cultural que emergen a partir de la
interacción con otras maneras de pensamiento. Y es así que, la ecología de
saberes entabla un diálogo entre saberes para comprender lo que esos saberes
y conocimientos producen en la sociedad.

La ecología de saberes, como propuesta metodológica, se puede poner en


marcha en diversos contextos sociales y educativos dado que proclama generar
un diálogo de saberes donde los sujetos expresen sus formas de pensamiento,
para el caso puntual, desde las técnicas corporales del parto y nacimiento, y así
generar saberes y conocimientos ecológicos.

2 Se refiere a grupos étnicos; negros, afrodescendientes, raizales y palenqueros.


Bibliografía

Sloterdijk, P., (1994). En el mismo barco. Madrid: Siruela.

De Sousa Santos, B., (2006). Capítulo I. La Sociología de las Ausencias


y la Sociología de las Emergencias: para una ecología de saberes. En
publicación: Renovar la teoría crítica y reinventar la emancipación social
(encuentros en Buenos Aires). ISBN 987-1183-57-7. Disponible en:
http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/edicion/santos/Capitulo%20I.pdf

Martinez, J., (2010). La universidad productora de productores: entre


biopolítica y subjetividad, Bogotá, Colombia: Universidad de La Salle.

Elaborado por:
Mayra Ingrid Gómez Castañeda
Edith Yalenny Castro Hernández
CINDE – UPN
Línea de investigación:
Socialización política

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