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LA TRANSFORMACIÚN
D,EL
¡, ESTADO
TRADUCCIÓN, SEGUIDA DE UN ESTUDIO
====== ..... ======
LA NUEVA ORIENTACIÓN
DEL DERECHO pOLlTICO
====~ .. - '0' ======
ADOLfO POSADA
Profuor ea la Universidad de Madrld.
SEGUNDA. EDICiÓN ESPAROLA. CORREOIDA y
AUMENTADA, CON UN PREfACIO DI!L AUTOR
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'1
j FRANCISCO BELTRÁN
LffiRERiA. ESPA~OJ.. A y Ex·rRANJERA.
PRÍNCIPE, IS.-MADRID
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ES PROPIEDAD
¡¡DICHO¡ RIiIUVAOOI
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LA TRANSFORMACI6N
DEL ESTADO
' = = .,,, ====;'F.;,
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LEÓN DUGUIT'
BIBLIOTECA
I
PREFACIO
DE LA TERCERA EDICiÓN FRANCESA
1¡
En la tercera conferencia a6rmé que en rea-
lidad, y contra lo que algunos pretenden, el mo-
vimiento sindicalista no es la guerra emprendi·
da por el proletariado para aplastar a la burgue..
sla ni para conquistar los instrumentos y la
dirección de la producción, síao que es UD mo-
vimiento mucho más amplio. mucho más fecun-
do, mucho más bu mano; que no se trata de UD
medio de disensión ni de un elemento de guerra
social, sino, por el contrario, de un poderoso
elemento de pacificación y de unión, y que, Je-
jas de limitarse a una transformación _tan sóll)
de la cla~e obrera, se extiende a todas las clases.
sociales, tendiendo a coordinarlas en un haz ar-
mónic.o, siendo prec.iso ver en el 'sindicalismo
un movimiento que propende a proporcionar
una estructura juridica definida a las diversas
LA TRANSP'QRJlACIÓN DEL ESTADO TI
lJl
En el fondo, todas las doctrinas sindicalistas,
sean cuales fueren las modalidades diversas que
ostenten, sean c:uales fueren los medios de ac-
ción que preconicen, ya prediquen el empleo de
la violencia material y directa, ya quieran iosti·
tufr la dic:tadura del proletariado, ya pretendan
rl!generar el mundo por medio de la huelga ge-
neral, ya aspiren. por la creación de un Cocsejo
económico del Trabajo, a dar a la produccióD
económica una organización nueva, general y
fecunda, ya declaren, COn el Congreso de Amieos
de 1906, permanecer extrañas a todo partido
politico, ya Se propongan, por el contrario, con-
quistar el Poder publico y, a la manera del bol-
chevismo ruso, imponer la dictadura del prole-
tariado; toc!as estas doctrinas, mejor dicho, to-
das estas modalidades, son en el fondo una y la
misma cosa: la doctrina sindicalista, en 8U con-
juOlo, eO su totalidad, tiene como único funda-
14 LEÓN tUJGUIT
IV
La guerra de las naciones ba demostrado
que si la noción de patria ha de desaparecer al-
LA TRANSFORMACiÓN DEL ESTADO 17
,
tica nacíooalista e imperialista de Bismarck y de
LEÓN DUGUIT
v
A la vis pera de la guerra, un autor al que se
hacia el bonor de tomar eo sHio, aun cuando
segurameote se burlaba de sus lectores, M.jor-
je Sorel. se bacia el apoiogista de la violencia
y pretendia establecer su teoria, su principio y
sus limites. E1!cribia, por ejemplo: «Sólo el pro·
;r lelariado puede regenerar al mundo, porque él
es actualmente la uoica clase armada de un es-
U TRANSPOlUIACIÓH DeL ESTADO ~l
Vil
VIll
No podrla pretenderse, sin embargo, asegu-
rar que 00 hay alguna parte de verdad en la
doctrina sindicalista, tal como la formulan hoy
los dirigentes de la C.-G.·T., y singularmente su
Secretario general, M. Jouhaux.
Lo que bay de verdad es que hoy, en razón
1..\ TRAHSFOIU.l4CIÓN OI!L ESTADO 43
L'(
La nueva fórmula de la dOctrina sindicalis-
la, o, para bablar como M. Maxime !..eroy, la
nue9'a t~cnica del sindicalismo. no sólo conduce
a la aoarquia o a la dictadura del proletariado,
LA TRA.NSFORMACIÓN DEL ESTA.DO 49
BIIILIOTECA DE LA
SUPREIIA com DE JUSTICIA DE LA r.ACIOI
LEÓN DUGUIT
x
Creo haber dicho lo bastante para demostrar
la inanidad y el peligro de la doctrina sindica-
lista, sean cuales fueren las lórmulas que revis-
ta. El principio de que parte es ralso; los me-
dios de acción que preconiza no pueden condu-
cir, ni de hecho han conducido, dondequiera
que de e!lo se hizo la experiencia, a otro resulta·
do que a la miseria, la destruc..:ión, el hambre,
el dolor y la muerte.
Pero si la doctrina sindicalista carece, te6ri·
camente, de todo valor, y e'li, prácticamente, ne
(asta, si la aplicación que de ella se ha hecho ha
sido profundamente nociva, el hecho sindicalis-
ta permanece, no obstante, siendo UD hecbo
cierto y rcal, dc primordial importancia, dota·
1.0\ TRAN'5F'ORMACtÓI'f DEL Ef,UDO ~J
SE~ORAS T SEAoRES:
regimen politico.
JII
SEÑORAS y SEÑORES:
,
EL PODER PÚBLICO ES UN SIMPLE HECHO
OOfIta de .u.
(on otras aod~dades, ai luore-ce sus Doidll.d<-s lalerlore."
unidadel lupetlorea•• (Herbert Spen«('r,
Irx:. til., p'¡rinu 97 y 98. Parll, F. Alean.)
I v ... ~ elpedahrumle LA 'VoI~l1Ii dr IHIlÚS(lHre (edl·
~ión frll.uee.'l.ll. trad. U. Albert, 1903), sobre todo eu el
tomo 11, el libro (V I titlllado Dimplínll y "ferci6f1/, qu~
comleuza con estas Plllabrlll: .Mi 61010fla aporla el ¡-r1l1l
pc:ns,QllItento ,iclorioiO qne aCIlb.'\ por eellpaar cualquier
otro mftodo. Es éste el Irran pcn$amiento "l«ci~lIIl.dor..
las razas que 110 lo soportaD estin cou.~nlldu; tu que lo
cOlJsldernn como el mayor de lo. beneftcio. e$tAlI ele¡i.
das ~ra la dominación_ (p'i'. 170.)
L~61\1 DUGUrT
'"
meo polltico positivo. que debe abarcar todo el
hombre.
Es preciso anadir. además. que la contem-
plación de los auxilios concedidos a los eofer~
mos, a los anciános, 8 los incurables, es un es·
pectáculo de justicia que entnu't3 un estJmulo
para los trabajadores sociales y contribuye, por
tal manera. a aumentac su fuerza productora.
v
EL VERDADERO CARÁCTER DE LOS ACTOS
ADMINISTRATIVOS
REFUTACiÓN DE OIlJECIONES
•
'3° LEÓN DUGUIT
I Pi¡-.71.
• A esta idea liC refieren Dumerosu decisiOI1e$ del
Corucjo de E.rldo que d~$d~ hice ti~m.p<I C:OflC'edtts 11\·
demnbac:iollu por ddio. cII.1I5lldol en las propiedades por
la ejecuci6ts de obru públiell•. Cona. HII;uriou, obra dt.,
P'i. 668.
LA Tl'tANSFORM.\r.IÓN DE:L E:STAOO 11'
•••
Merced a esas nociones nuevas de la ley, de
las obligaciones negativas y positivas que se im-
ponen al gobernante, del acto administrativo.
de la responsabilidad del Estado, puede verse
SEÑORAS y SE~ORES:
•
LA TRANéFOIUIACIÓN DE.1. -ESTADO 159
•
¡.e6N nUOUIT
mente p:ilr. 266¡ XIX {I906l, pAR". 33. F.I nutor afirma,
en conclu~ióD, lo ,¡pichte: ..El la..o que he seb.lado
entre el ,iadiealisUlo '1 la .. lolel'lci. proku,rill. se DOS
olr~e ahora COI1 toda IU lucrra. A 13 violel1cia es a 10
que el sorilllismo debe 101 alto...alores morales, merced.
110 loa cuale. procura la ",I".dón .1 mundo moderno._
V. 1. carta de M. J. Sorel I lI. Dnnic} Halé",., catta que
.irve de introduccíón • la. R/fluio".. s,,, '11. tlÍol,1fu,
publicadas en un ,.olum~n aparte, ,Vouvtlftnfl Soc¡clisU,
3.· serie, 1 (1907>, pi,. 137.
t..A TRANSFORM.ACIÓN DEL ESTADO 16,
S IF.NDO
c1a~es
la expuesta la nociÓn modrrna de las
sociales, fácil es comprender el ver·
dadero carActer del movimiento !i'indicalista y
cómo concurre a una transformación profunda
del r~gimen politico. El movimiento sindicalista
no es, en realidad, la guerra emprendida por el
prolf'tariado para destruir la burguesía y para
conquistar los instrumentos y la di. ección de la
producción, No es, como pretend~n les tt'ón(;os
del sindicalismo rcvoluciooario. la clase obren
que adquiere concienda de si misma parA con-
centrar en si el poder y la riqucla y aniquilar la
clase burgue-u. Es un movimie"to mucho más
amplio, mucho más fecundo, y dírla mucho más
humano. No es un medio de guerra y de división
~oeioles! creo que es, porel contrario, un medio
potente de pacificación y de unión. No es sólo
uoa mera traosformación de la da5e obrera: se
extiende a todas las .::Jases sociales y tiende a
coordenarlas en un haz armónico.
'7' I.EÓN DUOUIT
F
~
L movimiento sindicalista viene también
por otro camino a armonizarse con la for.
ma nueva del Estado. Prepara, en efecto, la des--
centralización de los servicios públicos median-
te la formación de Sindicatos de funcionarios
que necesariamente hao de estar dotados de una
muy amplia autonomia. Y nos encontramos
ahora con una cuestión de ioterh capital '1 de
verdadera actualidad. En primer lugar. se im-
pone ya en el derecho positivo la cuestión de loa·
Sindicatos de funcionarios. Según la legislación
í!ctualmente en vigor en Francia, ¿pueden los
:uncionarios sindicarse legalmente? Sin vacilar
contesto que no: ninguna clase de funcionarios
¡:>uede sindicarse. La ley de rBS.¡ sobre los Sin-
dicatos profesionales DO se aplica a los funcio-
narios, sino unicamente a las profesiones priva-
das 1, Esto DO ofrece duda, y sigo. Pero ~qué
,
(.EÓN DUGUIT
'9'
asl, sento necesariamente ejecutados aqu<!:lIos
por grupos de individuos que tienen una ciert.a
iodeptndencia respecto de los gobernantes. e
imprimen el impulso al servido, hasta dirigi~n.
dole, pero con la intervención y bajo la vigilan-
cia de los gobernantes y de sus agentes. En eso
precisa mente consiste la descec.tralizaci6n.
Se ba intentado realizarla utilizando al efec-
to un grupo social, natural, muy antiguo, pero
muy envejecido. el municipio; o un grupo de
creación nueva y enteramente artificial, el De-
partamento. Las leyes de 10 de agosto de 1871
y de 3 de abril de 1884 ban pretendido reaJitar
UDa verdadera descentralización regional y mu·
QicipaL Pero es !sta más aparente que real; y
aun cuando fuese real, es in$uficicnte, porque
deja fuera de 51 la mayor parte de los servicios
público!.
No es ciertamente en el sentido de la desceo-
tralización municipal o departamental bada
donde se orienta nuestra organización admi~
nistrativa. La descentralización se ha produci-
do también en una cierta medida, merced a la
erección de algunos servicios publicos en esta-
blecimientos publicos, con derecho a UDa cierta
autonomia, pero colocados siempre bajo- la in-
tervención vigilante, estrecba, y a menudo pun-
tillosa, de los agentes del Gobierno'.
•
,,/8 LEÓN bUGUlT
•
LA NUEVA ORffiNTACIÓN
DEL DERECHO POLlTICO
==='''===
ADOLFO POSADA
1
"
210 A.DOLFO POSA.DA
( ,
\. ~----- -)
IV
L'DtJl, pdo,. 1,
ldem P'i.IO.
Idem, P'¡. 10.
oRrEKUCI61'1 DEL OeR!.cHO POLITICO 2S7
, L'ÉtIlI, 1, par. 6.
ORIENT .... CIÓN DEL OERECHO POLfTICO 35q
dividual...» t flEI pensamiento individual es. El
contenido de este pensamiento individual pue ..
de ser exclusivamente social. El hombre, quizá.
ha pensado en la sociedad antes de pensarse a
,1 propio; el hombre, quizá, no piensa más que
porqae es un ser social; la única realidad obie·
ti.... es quizás la sociedad: ~qué importa~ El coo·
tenido de la conciencia es, bien está, social; pero
la conciencia es exclusivamente indi .. idual» ' •
..•
Varias observaciones se ocurren al cOQside-
nr detenidamente las ideas expuestas por el
profesor de Burdeos.
cEs verdad que el análisis-de los hechos-
de la realidad social, que es nuestra propia rea-
lidad, 9ólo nos ofrece hombres, .sera en si, que
se relacioean? ~No soe tan realidad-hechos-
como 109 hombres las colectividades y el am·
biente social que htas forman~ Esos sindicatos,
en los que tan legitimas esperanzas pone el au-
tor, como luego ha de verse; las naciones que
por tal manera diferencian a los bombres, eno
,on tan realidad como los hombres mismos~
¿No ton algo, en cada caso distinto, de 108 in di-
't'¡duos~ cNo se tienen vivos al modo que éstos?
~Se puede estimar que el Estado de una socie·
- - - - - - --- --
Dopoli:tadores de la mayor fuerza, el limite que
entraña la regla objetiva de derecbo~ La aDM
tioomia entre gobernantes y gobernados, eotre
soberano y súbditos, que pareda resolverse en
la noción de la soberanta inmanente del todo
social, y en la de la aulolimitacron de Jelli M
el alcance politico
C ONVIE:'\IE ahora explicar
de este reconocimiento del ser social-ea
la realidad social--..::zl [~dol ji no por tncima, del
individuo. Quizá esta explicación nos lleve a
conclusiones de análogo alcance al de las for~
muladas por .\1. Duguit. A nuestro juicio. desde
el punto de vista del Derecho y de la definición ~
de la personalidad, no puede considerarse el in·l
dividuo ni superior ni inferior al.Estado; am-
bos sall realidades que tkllcn igual Cundamen·
to psicológico, sociológico y Nico; son centros,
núcleos de vida, núcleos expansivos que luchan,
se contraponen y se destruyen a veces, pero
que en la evolución general del proceso bistó·
rico persisten YI al fin. se acomodan en un ré'-
gimen de armonla, entre otras razones, porque
no podrian ser el uno sio el otro, como se ha
visto.
ORIENTACiÓN DEL DI!RECHO POLfTU".o l1S
I V. IlIc¡,o DII¡,uit.
ADOLFO POSA.D"
LA SOBERANfA y EL PODER
V. el trabajo de M. DUl"ult.
'9' ADOLFO POSA.DA
, E-Ipedalmeote tOlDO 1.
ADOLFO PoSA04
XII
INTERPRETACiÓN DEL SISOICALlS.\to
•
E muy en lo firme M. Duguit al conside-
STÁ
rar como una de las fuerzas de mayor al-
cancc, en la actual transformación del Esta-
do, el movimiento de concentración y diferen-
ciación sindicalista l.
~Pero este movimiento exige, anle todo, UDa
interpretación: (qué- significa y representa el
sindicalismo en si, como fenómeno sociológico,
, 'Webb, H($I(I¡" IN trad,·""itUc(II'" (traducclÓII
Irall«Wl, 1897); Pouget,lA$ 611«, 'IN &'yndkllli,ItU, LA
syN#liut; DelesaUc, Dn.$ mllh()d~. 11" $yffdic4llw",;
Griffuelbet, L'.diotf 'yndit:41t; G. Sorel, Rljtuioll''''''
ItI viol,PlU (1908 y 19J9}; Hubert-VaUerolU,~. nwp9-
,,4ft/o,"4'.",. tI ,",ti", el /,. 'y"dictUS pro/euia,u,eI..
'n p,.."a" It "''''.''6". Recaaud, ús sytldkl'll.
/tuionnfls; E. Buisaotl, Le />ar# wd41W, ti lu 'JI"dt-
',Q-
CMS OUfIrier. (1917); Cballa,e, oh. cit.; Louia, oh. cita-
da; Bou..lé, Sy"tU~al{SIM d dl",oc,o.He (1908). V. un at-
tfcglo .obre S4mlictdismo era 1ft &ridoptdill jflrl4ic,. de
Sei% , una conferl!Dcia de la Facultad de Cil!nda. econó-
micas de BUeD~ Aires (Teorlll Soc. y J-. 4,1 Estallo
1922),
2.
ADOU'f) POSADA
.
so recocer otra. mucbal maDifestaciouu delilll!ujo poH-
rico del liudil::alimo.
ADOLFO POSADA
ADOLFO POSADA
EL SINDICALISMO y LA DESCENTRALlZA-
CIÓN DE LOS SER\'ICJOS PÚBLlCOS.-SIN··
OICATOS DE FUNCI0XARlOS
• l i • • " ..
ADOLFO P08ADA
LA NUEVA ORIENTACiÓN
DEL DERECHO POLlTlCO
l.-Algunos antecedentes de la erlsIs del
derecbo pnlJtlco., , ...•..... , ..... ,. 207
n.-Extenslón de la crlals actual de la po-
IItlea...• ,. . . ..•• . . . •. . .. . . . .. . .•. 218
I(l.-El momento preeen«laD la denda pG-
HUca............................. 23ti
IV.-ElllbNl de N. DugnJt...... ......... 2·U
V.-Lu personalidad del EstAdo. La ID-
terpret.aclon de loe bechos •. '" .•.• 241
VI.-}.IIl,a aUi del ¡"dlviduallamo, del eocla-
llamo y del anarquIsmo............ 268
Vrr.-Iudlvlduo y Estado eomo realldadea y
como eentrOf de vida. El derecbo '" 274
YIIl,-La Sobaranla ye! Poder ••.••••.••••. 28I'J
IX.-La noción do la ley .............. ".. 29B
X.-La repoolabutdad del Estado........ 3tH
XI.-EJ Estado como r&alldad. .oelal. El
sindicalismo...................... 811
XII.-lntorpretaeI6n tlel alndlcallamo••••••. 821
XIII.-La algnlfteacl6n polltlea del alndlea-
llamo. El Estado y el elemento so·
tia) .....• : .•••.••.••••..•• , ..•.•• 382
XIV.-El sindicalismo y la descontralluel6n
de loa aervldoa publico•• Sindica·
toa de runclonarIOJ................ MI
XV ,-ConclusiÓn... . . ••••. .••••.••••.•••• . 864
fttdlee.............................. ......... S66
IIIIUOTECA DE LA
SUPINA CORTE C' "" ',1 lWlDI
tBtauO;r:~~ DClA
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