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En esta perspectiva, una de las grandes tareas de las instituciones educativas

en la actualidad es propiciar la visión compartida sobre un desarrollo global que


sea ético, signado por la autonomía personal y colectiva; siendo su fin, la
participación ciudadana y el medio, convertir a los estudiantes en sujetos activos
de cambios y transformaciones; los cuales para su concreción requieren de
largos y secuenciales procesos de aprendizaje, enriquecidos con la práctica de
valores humanos de tolerancia, solidaridad, comunicación, justicia y participación
democrática; ente otros. La consideración precedente conduce a una visión
universitaria de la formación ética más compleja y rica en términos de procesos,
mediante los cuales los seres humanos o estudiantes, viviendo juntos en una
determinada comunidad se vuelven cada vez más agentes de su propia vida,
ciudadanos participativos; impulsores y generadores de calidad de vida en sus
semejantes; dimensiones estas, básicas, que se articulan con las habilidades de
pensamiento, la reflexión activa, capacidad creativa y resolutiva de problemas,
capacidad dialógica y de asociación, acceso a la información requerida; en
términos de desarrollo humano o ético.

Interés superior del niño y la niña. Él Código de Convivencia de la escuela


“Ciudad de Guachapala” estará orientado a satisfacer el ejercicio efectivo del
conjunto de los derechos de los miembros de la comunidad educativa, poniendo
especial atención a los derechos de los niños, niñas y adolescentes; que nos
impone a todos los actores, el deber de ajustar sus decisiones y acciones para
su cumplimiento, para apreciar el interés superior se considerará la necesidad
de mantener un justo equilibrio entre los derechos y responsabilidades de niños,
niñas y adolescentes, en la forma que mejor convenga al ejercicio de sus
derechos y garantías.

Corresponsabilidades Deber del Estado, la sociedad y la familia, (en este sentido


también de la comunidad educativa) dentro de sus respectivos ámbitos, adoptar
las medidas políticas, administrativas, económicas, legislativas, sociales y
jurídicas que sean necesarias para la plena vigencia, ejercicio efectivo, garantía,
protección y exigibilidad de la totalidad de los derechos de niños, niñas y
adolescentes.

Igualdad y no discriminación. El Código de Convivencia considerará que todos


los niños, niñas y adolescentes son iguales ante la ley y no serán discriminados
por causa de su nacimiento, nacionalidad, edad, sexo, etnia, color, origen social,
idioma, religión, filiación, opinión política, situación política e ideológica, situación
económica, situación académica y comportamiento, orientación sexual, estado
de salud, discapacidad o diversidad cultural o cualquier otra condición propia o
de sus progenitores, representantes o familiares. Se garantizará espacios de
seguridad y aceptación para niños, niñas y adolescentes viviendo en situaciones
de mayor vulnerabilidad (adolescentes embarazadas, víctimas de violencia,
personas viviendo con VIH SIDA.

Participación. Todas las personas de la comunidad educativa, en especial los


niños, niñas y adolescentes, tienen derecho a una participación activa, libre y
significativa en la vida educativa, en especial en la formulación del Código de
Convivencia, así como también participar para respetar y disfrutar de los
acuerdos que consten en él.

Interculturalidad. Los Códigos de Convivencia reconocen y garantizan el derecho


de los niños, niñas y adolescentes a desarrollarse de acuerdo a sus parámetros
culturales y en un marco de la interculturalidad, siempre que las prácticas
culturales no conculquen sus derechos.

Prioridad absoluta. En la formulación y ejecución de los Códigos de Convivencia


y en la provisión de recursos, debe asignarse prioridad absoluta a la niñez y
adolescencia, a las que se asegurará, además, el acceso preferente a los
servicios educativos y a cualquier clase de atención que requieran. Se dará
prioridad especial a la atención de niños y niñas menores de seis años. En caso
de conflicto, los derechos de los niños, niñas y adolescentes prevalecen sobre
los derechos de los demás miembros de la comunidad.

Ejercicio progresivo. Los Códigos de Convivencia deben considerar que el


ejercicio de los derechos y garantías y el cumplimiento de los deberes y
responsabilidades de niños, niñas y adolescentes se ejercerán de manera
progresiva, de acuerdo a su grado de desarrollo y madurez.
Referencias bibliográficas

Cornejo, Boris y Venza, Ángela (1998). Responsabilidad Social: una empresa de todos. Quito.
Editorial Fundación Esquel. Cortina, Adela (2004). Ética mínima. Introducción a la filosofía
práctica. Madrid. Editorial Tecnos. García, Víctor (1998). Pedagogía visible y educación invisible.
Caracas. Editorial Quinto Centenario. Glaser, Barney, y Strauss, Anselm (1967). The Discovery of
Grounded Theory: strategies for qualitative research. Disponible en:
http://faculty.babson.edu/krollag/org_site/craft_articles/glaser_ strauss.html. Consultado
12/07/2013. Martínez, Miquel (2010). Aprendizaje Servicio y responsabilidad social de las
universidades. Barcelona. Editorial Octaedro/ICE-UB. Morin, Edgar (2011). La vía para el futuro
de la humanidad. Barcelona. Editorial Paidós. Traducido por: Petit, Núria.

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