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PROTEGIDOS POR EL CASCO DE LA SALVACIÓN

Luis Floriano. Efesios 6:17. Iglesia del Pueblo de Dios. 190120


Efesios 6:17 Tomad también el YELMO DE LA SALVACION, y la espada del Espíritu que es la
palabra de Dios.

Introducción
a. Captando atención: Este es el sexto estudio de la serie “la lucha espiritual”. En el primero
expliqué los características de la lucha espiritual. Ahí aprendimos tres cosas: que estamos en
medio de una lucha espiritual contra seres invisibles que nos atacan, que Dios quiere que
permanezcamos firmes de pié, y que hemos sido dotados con una armadura espiritual para
lograrlo. En el segundo estudio comenzamos conociendo la primera de las piezas de la
armadura de Dios que es el cinturón de la verdad. El tercer mensaje fue acerca de la coraza
de justicia; el cuarto del calzado del evangelio de la paz; y el quinto del escudo de la fe. Hoy
conoceremos dos elementos más de la armadura con base en Efesios 6:17.
b. El Título: El casco y la espada de la armadura de Dios.
c. El punto: La salvación es un regalo seguro que Dios ha dado al cristiano para vencer al
enemigo.
d. Contexto y pasaje: Efesios nos habla de la suficiencia de Cristo para la vida del cristiano.
Efesios 1 a 3 explica cuales son los beneficios de estar en Cristo y Efesios 4 a 6 habla de las
responsabilidades, las cuales son dadas en ocho grupos. El último de ellos tiene que ver con
la responsabilidad del cristiano ante la realidad de la lucha espiritual. Esa responsabilidad es
usar los recursos que Dios le ha dado para lograr mantenerse firme contra los ataques del
enemigo. El autor usa la armadura del soldado romano para ilustrar esos recursos. Las
últimas dos piezas que él usa para describir los recursos son el casco y la espada según
Efesios 6:17.
e. Bosquejo: Las preguntas que responderemos hoy serán las siguientes para cada uno de esos
elementos:
1. ¿Cuál es la realidad espiritual que esta pieza de la armadura ilustra?
2. ¿Qué se le manda al creyente hacer con esa pieza?,
3. ¿Por qué se le manda esto?
Comencemos pues a considerar las respuestas a estas preguntas primero en lo que respecta al
casco y luego a la espada.
I. ¿QUÉ REPRESENTA EL CASCO?
Efesios 6:17 Tomad también el YELMO DE LA SALVACION, y la espada del Espíritu que es
la palabra de Dios.
La palabra Yelmo es sinónimo de casco.
a. Descripción del casco romano.

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Los romanos llamaban al casco cassis o gálea. Había distintos tipos de cascos en el
ejército romano. Los más antiguos fueron el casco Montfortino, y luego el coolus.
Después se diseñó el casco imperial que consistía de una pieza principal hecha con
una delgada placa de hierro o de cobre conformada al contorno de la parte donde
crece el pelo con una extensión alargada en la nuca y dos piezas que colgaban sobre
las mejillas para cubrir la mayor parte de la cabeza dejando al frente suficiente
espacio para una buena visibilidad. A medida que ascendía el rango del oficial, el
casco podría tener encima diferentes tipos de adornos. Pero la base permanecía
siendo básicamente la misma.
La cabeza es eminentemente el lugar central de las percepciones (oído, vista, olfato y
gusto) y del pensamiento; en una palabra, la cabeza representa aquello con lo que un
individuo concentra su atención e interés. Dado que la cabeza coordina todas las
demás partes del cuerpo, en un combate personal la prioridad es golpear la cabeza del
rival para conseguir una derrota rápida. De ahí que el casco sea vital para permanecer
en la lucha.
b. Significado de la metáfora del casco.
Pablo dice que el casco significa la salvación que Cristo nos traerá. La salvación a la
que el apóstol alude aquí se refiere a la esperanza de salvación final y futura del
cristiano. Sabemos que esto es así por dos razones. Pablo parece estar citando Isaías
59:17.
Isaías 59:17 Se puso la justicia como coraza, y el yelmo de salvación en su cabeza;
como vestidura se puso ropas de venganza, y se envolvió de celo como de un manto.
El pasaje de Isaías en su contexto (v. 18-20) habla del día en que el Señor volverá
para liberar a su pueblo de su pecado y castigar a sus enemigos. Además, vemos que
este es el uso que Pablo vuelve a dar a esta pieza de la armadura en 1 Tesalonicenses
5:8.
1 Tes. 5:8 Pero puesto que nosotros somos del día, seamos sobrios, habiéndonos
puesto la coraza de la fe y del amor, y por yelmo la esperanza de la salvación.
Este pasaje, al igual que el de Isaías 59:17, está enmarcado en un contexto (1 Tes. 5:2,
8-9) donde se habla de la salvación que el Señor traerá a los suyos en su segunda
venida. Entonces, el casco ilustra la esperanza del cristiano en la futura salvación que
el Señor le dará cuando venga.
El cristiano es como un soldado bajo ataque porque se ha infiltrado en territorio
enemigo. Es un soldado en conquista. Por eso es tan recia la lucha, porque el
enemigo defiende su posición. Pero el soldado debe recordar que su general vendrá
pronto a consumar la victoria prometida, a someter a los enemigos que aun quedan.
Nuestra esperanza no está en el presente ni en esta tierra, sino en el futuro en el reino
de nuestro rey.
II. ¿QUÉ DEBE HACER EL CRISTIANO CON EL CASCO?
La Biblia de Las Américas (y RVR también) dice al cristiano en Efesios 6:17 que tome el
casco de la salvación.

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Efesios 6:17 Tomad también el YELMO DE LA SALVACION, y la espada del Espíritu que es
la palabra de Dios.
Curiosamente, la palabra “tomad” en griego no es la misma que se usó en 6:13 y 16
(analambano). La palabra que se usa aquí es déjomai que significa “recibir”, “aceptar”,
“dar la bienvenida”. La salvación no se toma, se recibe. Es un don de Dios (Ef. 2:5, 8,
note la voz pasiva). La esperanza de la salvación también se debe recibir por fe. Recibir
la salvación es esperarla del Señor en medio del ataque del enemigo. Los cristianos
deben dejar de dudar que Cristo los ayudará y salvará, deben estar seguros que Dios
cumplirá.
¿Acepta usted que Dios le ha salvado total y eternamente por gracia y sin mérito propio?
III. ¿POR QUÉ DEBE UN CRISTIANO USAR ESE CASCO?
a. Identifiquemos dos errores comunes.
Los dos errores comunes en cuanto a la salvación son 1) ser salvo y no tener
seguridad de salvación, y 2) estar seguro de tener la salvación cuando en realidad
estás perdido. En seguida hablaré a los cristianos que son salvos pero que carecen de
seguridad de salvación, que es a los que Pablo habla en Efesios 6.
b. Recordemos cómo opera la salvación de Dios.
i. La salvación es un don de Dios. No se puede ganar con buenas obras. Ef. 2:8-
9. Tito 3:5. Gál. 2:16; Rom. 3:28; 5:1. Solo por medio del arrepentimiento del
pecado y creer en el evangelio; Mar. 1:15; Hechos 20:21
ii. La conversión conlleva cambios espirituales irreversibles. Una persona que
recibe la salvación experimenta el nuevo nacimiento, que la Biblia también
llama la regeneración. Juan 1:12-13; Tito 3:5. Además de la regeneración,
quien auténticamente se convierte a Cristo recibe por gracia la expiación de
sus pecados (el perdón de todos ellos), la propiciación de la ira de Dios, la
adopción como hijo de Dios, el sello del Espíritu, la justificación de pecado, la
santificación posicional, y la promesa de glorificación. Ef. 1:4-11; Rom. 8:29.
Todas estas son acciones que Dios obra sin participación del ser humano. Las
Biblia describe todas estas obras como definitivas e irreversibles.
iii. La conversión resulta en una nueva manera de visible de vivir.
La persona que recibe la salvación experimenta un cambio interior tan radical
que se hace evidente en una nueva manera piadosa y justa de vivir. 1 Juan nos
da al menos siete evidencias visibles en aquellos que han nacido de Dios.
1. 1 Jn. 2:3-4. El nacido de Dios obedece los mandamientos de Dios.
¿Hay algún mandamiento de Dios que usted está desobedeciendo
intencionalmente y sin arrepentimiento? Por ejemplo, ¿ya ha
obedecido usted el mandamiento de bautizarse?
El nacido de Dios obedece los mandamientos de Dios.
2. 1 Jn. 2:29. El nacido de Dios practica la justicia.

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¿Practica usted la justicia? ¿Tiene algún negocio sucio escondido? ¿Ha
pagado sus deudas y está haciendo lo que depende de usted para
resolver sus problemas pendientes?
El nacido de Dios es justo.
3. 1 Jn. 3:9. El nacido de Dios deja de practicar el pecado. Esto
incluye el abandono de la idolatría, (1 Juan 5:20).
¿Se aferra usted a algún pecado? ¿A cuál? ¿Procura pecar menos y
cuando lo hace, confiesa su pecado inmediatamente (1 Jn. 1:9; 2:1)?
¿Sigue usted practicando la idolatría?
El que es salvo en verdad deja la idolatría y todo vicio.
4. 1 Jn. 3:14; 4:7; 5:1. El nacido de Dios ama a Dios y a los hermanos.
¿Ama usted a Dios Padre y a Cristo más que a nada y a nadie, y más
que sus posesiones y que a si mismo? ¿Siente usted un genuino amor
de corazón por sus hermanos en la fe? ¿Pertenece usted a algún grupo
pequeño donde amar y cuidar de otros o se mantiene aislado de los
hermanos casi todo el tiempo?
El que tiene la salvación ama a Cristo y a los cristianos.
5. 1 Juan 4:6. El nacido de Dios oye constantemente la sana Palabra de
Dios. (cp. Juan 8:47 El que es de Dios escucha las palabras de Dios;
por eso vosotros no escucháis, porque no sois de Dios. cp. Juan 10:27;
1 Pedro 2:2).
¿Qué lugar tiene la Palabra de Dios en su diario vivir? ¿La pone por
delante de todo lo demás? ¿Delante de sus pasatiempos?
Los nacidos de Dios oyen su Palabra cada día.
6. 1 Jn. 5:4; 2:15-17. El nacido de Dios vence la mundanalidad en su
vida, y al maligno (1 Jn. 4:4; 5:18-19; 2:13-14).
¿Ama usted el materialismo y vive pendiente de la farándula y la moda
mundana? ¿Vive en temor del diablo y cede sin resistir a sus
tentaciones?
El nacido de Dios vence al mundo y al diablo.
7. 1 Jn 2:19, 23-24; 5:1; 2 Jn 9. El nacido de Dios persevera en la fe
hasta el fin.
¿Está creciendo usted en el conocimiento de la doctrina bíblica?
¿Comprende los riesgos de dejar de congregarse y los evita? ¿Conoce
usted a algunos que se apartaron de la fe o que se fueron de la iglesia
para irse al mundo o a una secta?
El nacido de Dios persevera en su fe en Cristo.
Las personas que se arrepintieron de sus pecados y confían en Cristo
son salvas. Dios las ha hecho nacer de nuevo. Se puede ver en su vida

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un interés constante por abandonar el pecado y la vida mundana; un
interés creciente conocer la Palabra de Dios y obedecerla, un interés en
practicar la justicia y mostrar su amor a Dios y a los hermanos con sus
actos de servicio y sus actitudes amables; sin alejarse de la fe ni de los
creyentes.
c. Resolvamos las dudas.
i. Los que no ven las evidencias de 1 Juan.
Las personas que piensan que son salvas y no pueden ver seriamente estas
señales de vida en su experiencia diaria, deberían estar orando a Dios que les
conceda nacer de nuevo. Los cristianos no debemos dar falsas esperanzas a
quienes no muestran señales de vida espiritual, sino de exhortarlos a buscar de
Dios salvación.
ii. Los que si ven las evidencias de 1 Juan.
Pero aquellos que sí se han arrepentido de sus pecados e idolatrías y que
confían solo en el Señor Jesucristo como su Salvador, en lugar de estar
preocupados deben gozarse de que su salvación está asegurada no por su
propio poder para mantenerse santos, sino por el mismo poder de Dios para
guardarnos hasta el final. He aquí algunos ejemplos.
Juan 6:39 Y esta es la voluntad del que me envió: que de todo lo que El me ha
dado yo no pierda nada, sino que lo resucite en el día final.
Juan 10:29 Mi Padre que me las dio es mayor que todos, y nadie las puede
arrebatar de la mano del Padre.
Rom. 8:30 Entonces, ¿qué diremos a esto? Si Dios está por nosotros, ¿quién
estará contra nosotros?
Rom. 14:4 Quién eres tú para juzgar al criado de otro? Para su propio amo
está en pie o cae, y en pie se mantendrá, porque poderoso es el Señor para
sostenerlo en pie.
Fil. 1:6 estando convencido precisamente de esto: que el que comenzó en
vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús.
1 Pedro 1:3-5 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien
según su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza
viva, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, 4 para
obtener una herencia incorruptible, inmaculada, y que no se marchitará,
reservada en los cielos para vosotros, que sois protegidos por el poder de Dios
mediante la fe, para la salvación que está preparada para ser revelada en el
último tiempo.
Judas 24. Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída y para
presentaros sin mancha en presencia de su gloria con gran alegría.
Estos y otros pasajes nos enseñan que la seguridad de la salvación es una
verdad abrumadora, así como el hecho de que la expiación, la propiciación, la
regeneración, la adopción, el sello, la justificación, la santificación posicional

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y la glorificación legal son actos totalmente divinos e irreversibles a favor de
sus escogidos. Todos esos hechos son actos 100% divinos, no hay nada que
un hombre pueda hacer para disolverlos.
i. Las Escrituras que parecen decir lo contrario.
Si es verdad que las Escrituras afirman que la salvación se pierde por pecar,
entonces...
1) todos los cristianos la perderían porque los cristianos todavía pecan,
2) el hombre sería más fuerte que Dios porque sería capaz de deshacer la
expiación, propiciación, regeneración, adopción, sello, y justificación que
Dios obró en ellos,
3) la salvación no sería realmente por obras, y
4) las Escrituras se contradecirían a si mismas en muchos pasajes, lo cual
anularía la confiabilidad del cristianismo bíblico como única religión
verdadera.
Más bien debemos reconocer que hay pasajes de la Escritura que son
difíciles de entender, y que requieren mayor dedicación para saber como
engranan en toda la verdad del evangelio.
2 Pedro 3:15-16 Considerad la paciencia de nuestro Señor como salvación,
tal como os escribió también nuestro amado hermano Pablo, según la
sabiduría que le fue dada. 16 Asimismo en todas sus cartas habla en ellas de
esto; en las cuales hay algunas cosas difíciles de entender, que los ignorantes
e inestables tuercen—como también tuercen el resto de las Escrituras—para
su propia perdición.
El hecho de algunos abusan de la verdad para justificar falsas conversiones
no quita que la verdad sea verdad. La salvación es un hecho seguro en
quienes en verdad la gozan y deben tener la seguridad de ello para resistir
los ataques del diablo porque serán atacados.
El cristiano debe portar el casco de la esperanza firme de la salvación futura del Señor
a causa de la tendencia natural de nuestra naturaleza humana a desanimarse y
distraerse de las cosas importantes. Problemas que el enemigo espiritual usará como
blanco para derribarnos espiritualmente.

Conclusión
El cristiano que trabaja por su salvación tiene un doble problema: un problema de fuga de
energía y de atención. De energía porque vive bajo temor de perder la salvación. De atención,
porque se enfoca por alcanzar en algo que ya tiene, en lugar de esforzarse en lo que debe, que es
cumplir su misión, acumular galardones y vivir como vencedor con gozo.
Reto: Si es salvo, memorice algunos de los versículos que hoy mencionamos. Recuérdelos si
llega la duda. Si no ve señales de salvación, ore hasta que Dios obre en usted regeneración
Recordatorio: En el próximo mensaje consideraremos la espada espiritual.

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