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Corte restringe despido en

trabajadores que sufran


enfermedades.
La Corte Constitucional sostuvo que
los trabajadores que padezcan
enfermedades no podrán ser objeto
de despido con indemnización en su
favor, aun cuando no hayan
acreditado su discapacidad, pues
basta con la disminución de sus
condiciones para laborar derivadas de
su trabajo, para gozar de la protección
por parte de las autoridades.

El trabajador que padezca una enfermedad médicamente diagnosticada la cual lo incapacite para
desempeñar sus funciones laborales, tiene el derecho a conservar su trabajo cuando no haya
una justa causa”, precisó la Corporación mediante la sentencia de revisión T- 2515631.
La Sala Séptima de Revisión de la Corte aclaró que si bien en Colombia es legal la desvinculación
del trabajador sin justa causa siempre que este reciba una indemnización, existen limitaciones para
el patrono cuando al empleado lo aqueja algún tipo de afección física.

Entre los límites a esta facultad el empleador para despedir a los trabajadores sin justa causa, se ha
determinado que las personas que se encuentren en estado de debilidad manifiesta gozan de
la estabilidad laboral reforzada, Como la ha reconocido la Corte terminar unilateralmente la
relación laboral en razón a una limitación física del trabajador, constituye una discriminación, puesto
que ‘a las personas en estado de debilidad física manifiesta no se les puede tratar de igual manera
que aquellas sanas”, indica la sentencia T- 1022 de 2007 retrotraída por el alto tribunal como
argumento del fallo.

La Corte se basó en la sentencia T- 198 de 2006 para determinar que este tipo de derechos de
especial protección en materia laboral cobija tanto a los discapacitados como a quienes, no habiendo
acreditado esta condición, hayan visto disminuidas sus capacidades de trabajo por dolencias o
desmejoramiento en sus condiciones de salud.

Basada en tales argumentos, la Corte Constitucional amparó los derechos fundamentales a la vida
digna y la estabilidad laboral reforzada de la ciudadana Rosa María Burbano Saavedra, quien había
sido desvinculada del Hospital Occidente de Kennedy III Nivel – E.S.E., quien vio mermada su
capacidad laboral por actuaciones que, a juicio propio, estaban relacionadas actividades propias de
su trabajo en esa entidad.

El alto tribunal adicionó algunas medidas al fallo emitido por el Juzgado Dieciséis Civil Municipal de
Bogotá a favor de la tutelante e instó al accionado a renovar la orden de prestación de servicios que
mantenía vinculada a la mujer en la aludida entidad de salud “hasta tanto se presente una
recuperación integral y la ARP determine que no padece una incapacidad parcial permanente”.

A través de la misma sentencia, la alta corporación hizo un fuerte llamado de atención a las
llamadas cooperativas de trabajo asociado porque, según dice, muchas de ellas están “falseando”
la verdadera relación existente entre el patrono y el obrero, con el fin de reducir las garantías y
derechos que el primero está obligado a ofrecerle al segundo.

Las cooperativas asociativas de trabajo no pueden ampararse de manera aparente en la Ley que las
regula, para desconocer derechos fundamentales de sus asociados. Por mandato legal, están en la
obligación de cumplir con la legislación laboral en asuntos de seguridad social, maternidad,
adolescentes trabajadores y estabilidad laboral reforzada de los sujetos de especial protección
constitucional”, concluyó.
(ESPECTADOR, 2010)

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