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UNIVERSIDAD PANAMERICANA

Facultad de Ciencias Jurídicas, Sociales y de la Justicia


Licenciatura en Ciencias Jurídicas y Sociales
Curso: Derecho Constitucional I
Lic. Rudy Ortiz

"INTERPRETACIÓN INTERNACIONALISTA DE LA SUPREMACIA


CONSTITUCIONAL"
"Constitución Política de la República de Guatemala versus Tratados de Derechos Humanos "

GRUPO # 1.
Jorge Rafael Cruz de León – 201501085
Brenda Karina Mancilla Monterroso – 201504021
Hardi Francisco Arreaga Juárez – 201502244
Ana Isabel Auyon Pineda – 201500460
Angélica Melisa Barillas Morales – 201400941
Juan Pablo Leiva – 201505592
Mónica Gabriela Quijivix Amaya – 201502404
Jaqueline Andrea Gomez Melendez - 201500712
Cristal Dallana Cabrera Castillo – 201502195
Douglas Wallas Con Alvizurez – 201500432
Shirley Suset Con Alvizurez - 201503889

Guatemala, febrero 26 de 2016


Campus Álamos
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INTRODUCCIÓN

El objetivo de del presente trabajo consiste en dar a conocer la importancia que tiene la
Constitución Política de la República de Guatemala y así mismo los Tratados de Derechos
Humanos ratificados por Guatemala y como bien indica el artículo 46 de la Constitución Política
donde se habla de la preeminencia del Derecho Internacional y establece el principio general de
que en materia de derechos humanos, los tratados y convenciones aceptados y ratificados por
Guatemala, tienen preeminencia sobre el derecho interno esto quiere decir que tienen mayor
importancia y mayor autoridad encima de nuestra Constitución pero si observamos estos tratados
y convenciones nunca van a contrariar la Constitución es por eso que el fin de dicho trabajo que
calificara a continuación es cual tiene mayor autoridad en relación a los derechos humanos.

Así mismo veremos las tendencias jurisprudenciales de la Corte en cuanto a la aplicación de


estándares internacionales sobre derechos humanos en Guatemala, veremos cómo se identifica y
como son aplicados por la Corte de Constitucionalidad los principios constitucionales relativos a
la preeminencia del Derecho Internacional de los Derechos Humanos.

A lo largo de dicho documento también hablaremos y destacaremos el principio de supremacía


constitucional que es fundamental para la consolidación del Estado de Derecho. En torno a su
interpretación y aplicación con el derecho interno es por eso que lo analizaremos a continuación,
este se ubica en la Constitución Política de la República de Guatemala en la cúspide del
ordenamiento jurídico y la interpretación en relación a los tratados y convenios de derechos
humanos corresponde a la Corte de Constitucionalidad.

En la actualidad el respeto de los derechos humanos es uno de los temas centrales en diferentes
organismos internacionales y en los Tratados que en dicha materia han ratificado los Estados, es
por eso que vemos que la Constitución, tratados y convenios internacionales, el pacto de San José
y entre otros el fin es coadyuvarse entre sí y que no se violente ningún derecho hacia ninguna
persona ya que son mecanismos de control que apoyan a nuestro derecho interno para se fortalezca
aun mas y no se vea amenazado ni violentado por nadie.

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LOS DERECHOS HUMANOS

Antonio Truyol y Serra indica que decir que hay Derechos Humanos o Derechos del Hombre en
el contexto histórico-espiritual -que es el nuestro-, equivale a afirmar que existen derechos
fundamentales que el hombre posee por el hecho de ser hombre, por su propia naturaleza y
dignidad; derechos que le son inherentes, y que, lejos de nacer de una concesión de la sociedad
política, han de ser por ésta consagrados y garantizados.

Eusebio Fernández dice que: Toda persona posee unos derechos morales por el hecho de serlo y
que estos deben ser reconocidos y garantizados por la sociedad, el derecho y el poder político, sin
ningún tipo de discriminación social, económica, jurídica, política, ideológica, cultural o sexual.
Estos derechos son fundamentales, es decir, se hallan estrechamente conectados con la idea de
dignidad humana y son al mismo tiempo las condiciones del desarrollo de esa idea de dignidad. 126

Características de los Derechos Humanos

Lemus Orellana dice que los Derechos Humanos tienen las características siguientes:

a) Imprescriptibilidad: los Derechos Humanos son imprescriptibles, porque no se


adquieren, ni se
pierden con el transcurso del tiempo;
b) Inalienabilidad: los Derechos Humanos tienen la cualidad
que por naturaleza o ley no pueden transferirse a otro sujeto, ya que desde el principio,
todas las
personas por el sólo hecho de serlo, poseen estos mismos derechos en igualdad de
condiciones; c)
c) Irrenunciabilidad: por su condición natural o legal no pueden ser objeto de renuncia,
puesto que son inherentes a la persona y del cual no pueden despojarse de ellos;
d) Inviolabilidad: los derechos humanos no pueden ni deben transgredirse por ser absolutos,
con las excepcionales limitaciones que las leyes establezcan a su ejercicio;
e) Universales: los Derechos Humanos comprenden y pertenecen a todos los individuos por
emanar de la propia naturaleza humana, participando todos por igual;

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f) Efectividad: porque no basta su reconocimiento como principio ideal y abstracto, es una
exigencia de nuestro tiempo y un compromiso de trabajar en común para su realización; y
g) Interdependencia y Complementariedad: los Derechos Humanos se relacionan y apoyan
unos en otros.

No se puede excluir alguno de ellos, sin afectar al resto de los derechos.

Tratados o convenciones internacionales

Definición de los tratados:

El Doctor, Erick Orlando Ovalle Martínez al referirse sobre los tratados nos da la definición de
Max Sorensen quien dice que: “Un tratado es cualquier acuerdo internacional que celebran dos o
más estados u otras personas internacionales y que está regido por el Derecho Internacional”.
Adolfo Miaja de la Mugía, considera que el tratado internacional es “una declaración de voluntad
bilateral o multilateral, emanada de sujetos del Derecho Internacional”. En estas dos definiciones
encontramos también, la naturaleza de los tratados formulado por un acuerdo entre dos o más
estados u otras personas internacionales, que se rigen por el Derecho Internacional.”

Régimen legal de los tratados en Guatemala

En el ordenamiento jurídico guatemalteco la celebración de tratados está conferida al Presidente


de la República y al Ministro de Relaciones Exteriores, según establece dentro de sus funciones el
Artículo 183 inciso k) la Constitución: “Funciones del Presidente de la República. Las funciones
del Presidente de la República...(...)

Someter a consideración del Congreso para su aprobación, y antes de ratificación, los tratados y
convenios de carácter internacional”, y más específicamente al Ministerio de Relaciones
Exteriores, de acuerdo a lo dispuesto en el Artículo 21 inciso 5) de la Ley del Organismo Ejecutivo:
“Ministerio de Relaciones Exteriores. Corresponden a su despacho: (..) 5) negociación,
celebración, prórroga, modificación y denuncia de tratados, pactos, convenciones y acuerdos
internacionales.” Una vez negociado y firmado el tratado por representantes del Estado
guatemalteco se envía copia certificada del mismo al Ministerio de Relaciones Exteriores.

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Además, se envía copia del tratado a las instituciones públicas que podrían resultar interesadas en
el mismo. La opinión de éstas y la del Ministerio de Relaciones Exteriores se envía al Congreso
para su aprobación. Esto se debe a que el Presidente de la República, antes de ratificar el tratado,
debe someterlo a consideración del Congreso, por ser el organismo facultado para legislar, de
manera que con su aprobación, el tratado adquiera fuerza de ley.

El Artículo 171 de la Constitución Política de la República atribución del Congreso al establecer


en el inciso 1) que a éste corresponde “aprobar”, antes de su ratificación, los tratados, convenios o
cualquier arreglo cuando (..)” y establece a continuación ciertos casos específicos en que el
Congreso debe intervenir.

Existe cierta contradicción entre esta norma legal donde se limitan los tratados sujetos a aprobación
por parte del Congreso y el Artículo 183 de la Constitución que le impone al Presidente la
obligación de remitir al Congreso para su aprobación los tratados internacionales, sin delimitar
cuales si y cuáles no. Sin embargo, el Congreso es el único órgano que tiene la potestad de legislar;
para proveer de seguridad jurídica a los tratados internacionales, interpretándose que todos deben
pasar la consideración del Congreso, como órgano legislador, con este procedimiento se evita que
puedan ser impugnados por no llenar los requisitos legales internos.

El Congreso aprueba el tratado por medio de un Decreto, luego lo remite al Organismo Ejecutivo
en virtud de que a éste corresponde “dirigir la política exterior y las relaciones internacionales,
celebrar, ratificar y denunciar tratados y convenios de conformidad con la Constitución”. 11 El
Ejecutivo lo ratifica y en el mismo documento de ratificación manda que se publique para que se
tenga como ley de la República. Este instrumento de ratificación se envía para su depósito al
Organismo Internacional que haya sido designado para el efecto en el tratado12 (por ejemplo a la
Organización de Estados Americanos). Una vez recibido el acuse de depósito o recibo, se gira la
orden de publicación dentro del Organismo Ejecutivo.

Concluido este procedimiento, el tratado internacional adquiere carácter obligatorio, de acuerdo a


la mención que de él hace el Artículo 204 de la Constitución: “Condiciones esenciales de la
administración de justicia. Los tribunales de justicia en toda resolución o sentencia observarán
obligatoriamente el principio de que la Constitución de la República prevalece sobre cualquier ley
o tratado”.

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Particularidades de los Tratados de Derechos Humanos

Los tratados tradicionales, sean multilaterales o bilaterales, refiere Buergenthal, persiguen un


intercambio recíproco de beneficios y ventajas. De allí resulta una correlación entre los derechos
y los deberes que se han convenido. Lo mismo no ocurre con las convenciones relativas a los
derechos humanos, pues ellas no son un medio para equilibrar recíprocamente intereses entre
Estados, sino para el establecimiento de un orden público común, cuyos destinatarios no son los
Estados sino los seres humanos sujetos a su jurisdicción.

Agrega que de allí que un efecto típico de la reciprocidad, como es la terminación o la suspensión
de un tratado, por iniciativa de una de las partes, a causa del incumplimiento de sus obligaciones
por la otra, no es aplicable a las disposiciones relativas a la protección de la persona humana
contenidas en tratados de carácter humanitario, en particular las disposiciones que prohíben toda
forma de represalia con respecto a las personas protegidas por tales tratados. La Corte Internacional
de Justicia subrayó las particularidades de las convenciones sobre derechos humanos cuando, en
relación con la de genocidio señaló: En tal Convención, los Estados contratantes no tienen intereses
propios. Tienen solamente, todos y cada uno de ellos, un interés común, que es el de preservar los
fines superiores que son la razón de ser de la convención. En consecuencia, en una convención de
este tipo no puede hablarse de ventajas o desventajas individuales de los Estados, ni de mantener
un equilibrio contractual exacto entre derechos y deberes. La consideración de los fines superiores
de la convención es, en virtud de la voluntad común de las partes, el fundamento y la medida de
todas sus disposiciones.

Los Órganos del Sistema Interamericano de Derechos Humanos

La OEA es una organización regional intergubernamental donde están integrados la mayoría de


los Estados americanos. La OEA tiene su sede en Washington y actúa a través de distintos órganos.
El de mayor rango político es la Asamblea General, en la que cada Estado miembro tiene un voto
y se reúne una vez al año. El Consejo Permanente, con asiento en la sede de la Organización, está
integrado por los representantes permanentes de los Estados miembros y dirige la OEA entre los
períodos de sesiones de la Asamblea General. Aunque ambos órganos cumplen ciertas funciones
en materia de derechos humanos, las entidades con competencia específica para ese fin son la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

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Con la aprobación de la Convención Americana de Derechos Humanos, que fue suscrita en San
José, Costa Rica, en noviembre de 1969, se creó la Corte Interamericana de Derechos Humanos y
se reguló a la Comisión Interamericana, la cual había extendido de manera paulatina sus funciones,
de una simple promoción, a la verdadera protección de los derechos de la persona humana. La
Corte Interamericana de Derechos Humanos constituye la culminación del sistema americano de
protección de los propios derechos, el cual se inspiró en los lineamientos fundamentales del
modelo europeo, en cuanto a los órganos encargados de la tutela judicial de los propios derechos
fundamentales, ya que se encomienda dicha tutela a la Comisión y a la propia Corte
Interamericana; la primera como un órgano de instrucción de las reclamaciones individuales, que
no pueden plantearse directamente ante la Corte.

La Convención Americana sobre Derechos Humanos estipula en su artículo 33 que son


competentes para conocer de los asuntos relacionados con el cumplimiento de los compromisos
contraídos por los Estados Partes en esta Convención:

a) La Comisión Interamericana de Derechos Humanos; y


b) La Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Finalización de los tratados

El término de los Tratados internacionales puede ser por varias razones como:

1. Cumplimiento de la obligación estipulada


2. Transcurrido el plazo por el cual fue celebrado
3. Cumplida la condición resolutoria
4. Por acuerdo entre las partes
5. Con la renuncia de la parte o quién aprovecha el tratado de un modo exclusivo
6. Por la denuncia, total o parcial, cuando proceda.
7. Cuando se torna inejecutable.
8. Imposibilidad de cumplimiento,
9. Ruptura de relaciones diplomáticas o consulares
10. Por guerra
11. Por extinción de una de las partes
12. Por surgimiento de una nueva norma internacional no estipulada en el tratado
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Una vez ratificados y publicados los tratados internacionales obligan a los órganos estatales incluso
al judicial, a su cumplimiento.

Interpretación de los tratados

Respecto de cómo se deben interpretar los tratados, se debe considerar la opinión de juristas
expertos y tomar en consideración el Artículo 31 de la Convención de Viena sobre el Derecho de
los Tratados, asimismo, en caso de falta de claridad, se utilizan métodos alternos como:

• Interpretación auténtica: basado en acuerdos entre los mismos Estados contratantes sobre
el significado del Artículo en su totalidad o del contenido del tratado
• Interpretación Judicial: En donde un tribunal interpreta el tratado aplicando
normasuniversales. Para que sea obligatoria debe preceder la manifestación expresa de
acatar el fallo
• Interpretación unilateral: realizada por un órgano de uno de los Estados

La normativa legal

Guatemala, a partir de la Constitución de 1985, tiene el orgullo de poseer un sistema de protección


de los derechos humanos bastante aceptable, tanto desde el punto de vista del derecho sustantivo
como del adjetivo. Son ejemplo de lo primero la propia Constitución y los tratados internacionales
1 vigentes sobre la materia; y de lo segundo, la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de
Constitucionalidad. Así, la norma fundamental establece, entre otros, los siguientes principios:

a) que los tratados sobre derechos humanos tienen preeminencia sobre el derecho interno;
(Art. 46 CPRG)
b) que los derechos humanos no identificados en el texto constitucional son igualmente tales,
c) que las normas del derecho internacional general de los derechos humanos son parte del
derecho positivo guatemalteco. (Art. 44 CPRG)
Tanto la Constitución como los tratados vigentes, ofrecen una gama de derechos que va desde los
individuales, a los colectivos: económicos, sociales y culturales, al igual que sobre pueblos
indígenas y medio ambiente. Por su lado, la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de
Constitucionalidad, desarrolla los mecanismos para hacer efectivos tales derechos sustantivos,
regulando el amparo, la exhibición personal (hábeas corpus), la acción general de

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inconstitucionalidad de leyes, reglamentos y disposiciones de carácter general, así como la acción,
excepción o incidente de inconstitucionalidad, en casos concretos.

La jerarquía de la Constitución y de los Tratados y Convenios sobre Derechos Humanos en


el Derecho Interno.

Consideremos un problema central que suelen discutir los constitucionalistas: el de la validez de


los tratados internacionales cuando están en pugna con la Constitución nacional. Cuando se
producen estos aparentes conflictos entre el derecho interno y el internacional, afloran tres posibles
posiciones acerca de la relación entre unos y otros: el monismo nacional que sostiene que la validez
del derecho internacional depende de su concordancia con el orden jurídico nacional; el monismo
internacional que sostiene la posición opuesta según la cual los derechos nacionales obtienen su
validez del derecho internacional; y el dualismo que sostiene cada sistema tiene una validez
independiente.

Teoría monista:

Para los monistas el derecho interno y el derecho externo forman un solo orden jurídico. Los
exponentes de esta teoría son Kelsen y Jellinek. Los monistas dicen que existe una interconexión
entre ambos sistemas es decir entre el Derecho Internacional y el derecho interno y donde se admite
la posibilidad de una incorporación automática y directa de las normas de derecho Internacional
por los tribunales judiciales y las autoridades administrativas internas.

Larios Ochaita, refiriéndose a la Escuela Monista dice: “En caso de conflicto entre el Derecho
Interno y Externo algunos afirman que debe prevalecer el Derecho Interno, otros que deber ser el
Derecho Externo. Aquellos que sostienen esta segunda modalidad lo fundamentan en la
imposibilidad de que exista oposición entre el Derecho Interno y el Derecho Externo; sin embargo,
sobre estos algunos sostienen que sí puede existir la posibilidad de oposición, pero que en tal caso
la oposición tendrá solamente efectos internos y ser provisional hasta que el o los Estados afectados
soliciten su derogación y deberá obligatoriamente adecuarse al Derecho Internacional.”

Teoría dualista:

Aquí el Derecho interno y el derecho externo son dos órdenes jurídicos distintos e independientes,
con fuentes y ámbitos de validez diferentes, no coincidentes y por lo tanto sin conflictos entre sí;
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en él cual las normas internacionales obligan a los individuos sólo cuando han sido aprobados por
los Estados a través de su órgano competente que las ratifica, incorporándolas a su sistema jurídico
interno.

“Se demuestra que los individuos no pueden nunca ser obligados ni beneficiados por las normas
de Derecho internacional; solamente el Estado es el obligado o favorecido por ellas, en sus
relaciones con otros estados. Para que el individuo sea alcanzado por la norma de Derecho
internacional debe ser transformada en disposiciones de Derecho interno, sean leyes o medidas
administrativas, concluyendo que esta teoría Dualista mantiene en el orden interno la supremacía
constitucional.

Teoría coordinadora o conciliatoria

La autora Loretta Ortiz Ahlf, añade una tercera corriente que llama “Coordinadora o Conciliadora
que describe así: “Dichas tesis parten al igual que las monistas, de la unificación de las distintas
ramas jurídicas en un solo sistema, pero se diferencian en que las relaciones entre ambas son de
coordinación y no de subordinación”.

La jerarquía de la Constitución y de los Tratados y Convenios sobre Derechos Humanos en


el Derecho Interno.

En Guatemala, conforme al artículo 183 inciso o) de la Constitución Política, al Presidente de la


República le corresponde celebrar, ratificar y denunciar los tratados y convenios DE
CONFORMIDAD con la Constitución; al Poder Legislativo le compete su aprobación, de
conformidad con los artículos 171 inciso I) cuando dice: aprobar, antes de su ratificación, los
tratados, convenios o cualquier arreglo internacional; el artículo 183 inciso k) que preceptúa:
Someter a la consideración del Congreso para su aprobación, y antes de su ratificación, los tratados
y convenios de carácter internacional, igual mención merece el 172 de la Constitución. Lo
primero, con la característica de que el Presidente de la República no es el Organismo Ejecutivo
sino únicamente ejerce sus funciones, ya que de conformidad con el artículo 182, último párrafo
de la constitución Política, el Presidente de la República juntamente con el Vicepresidente, los
Ministros, Viceministros y demás funcionarios dependientes integran el Organismo Ejecutivo; con
lo que se podría inferir de que el Presidente de la República, siendo un integrante del poder

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constituido no está facultado para darle a un tratado o convenio internacional de derechos
humanos, el carácter superior sobre la Constitución ni igual jerarquía con la misma.

Es de hacer mención que el artículo 175 de la Constitución, cuando estatuye que ninguna ley podrá
contrariar las disposiciones de la Constitución. Las leyes que violen o tergiversen los mandatos
constitucionales son los tratados y convenios sobre Derechos Humanos ya que únicamente hace
mención a la ley y no a los tratados y convenios, ya que éstos tienen ese carácter y no el de ley.
Lo contrario de lo expresado anteriormente, lo constituye el artículo 272 inciso e) en cuanto a las
funciones de la Corte de Constitucionalidad, y establece: emitir opinión sobre la constitucionalidad
de los tratados, convenios y proyecto de ley, a solicitud de cualquiera de los organismos del Estado.

Hay que hacer resaltar que éste último artículo habla sobre la constitucionalidad y no sobre la
inconstitucionalidad; a lo que el primero puede interpretarse que un tratado o convenio, ya sea de
carácter general o de Derechos Humanos, para que sea válido debe estar conforme con el contenido
de la Constitución. Algo más, es de ver qué carácter tiene la opinión que emite la Corte de
Constitucionalidad; a lo que Mynor Pinto Acevedo destaca que se debe de entender por opiniones
las sentencias, autos, dictámenes y demás actuaciones. Entonces, de acuerdo con la Ley de
Amparo, Exhibición Personal y la Constitucionalidad, en sus artículos 142 que estatuye: Contra
las sentencia de la Corte de Constitucionalidad y contra los autos dictados no cabra recurso alguno;
y el 185: Las decisiones de la Corte de Constitucionalidad vinculan al poder público y órgano del
Estado, y tienen plenos efectos frente a todos.

Por lo que no se puede concebir que exista un contralor superior a la Corte de Constitucionalidad;
y es más, ampliando el comentario de Kelsen cuando expuso que hasta dónde el gobierno de un
Estado deba o pueda limitar la libertad de acción de su Estado mediante tratados internacionales,
es asunto político. El artículo 43 de la anterior ley menciona conceptúa: la interpretación de las
normas de la Constitución y de otras leyes contenidas en las sentencias de la Corte de
Constitucionalidad, sienta doctrina legal que debe repetirse por los tribunales al haber tres fallos
contestes de la misma Corte.

Vale preguntarse si la constitución es Derecho interno o no lo es, si no lo es, es derecho externo,


entonces ya no sería constitución; pero como la Constitución organiza al Estado de Guatemala y
es de donde se originan las demás normas, entonces, es derecho interno, ahora bien, como agrega

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el autor antes citado, que la sana crítica razonada supera a la lógica formal aunque se funde de ella;
es probable pensar que la interpretación que la Corte de Constitucionalidad hizo al artículo 46, lo
hizo en base al principio de la sana crítica razonada que es un método científico que se le concede
al juez para valorar la prueba.

El rol de los tribunales nacionales como garantes de la plena vigencia de los derechos humanos,
hoy en día es clave conjunto de normas sobre derechos humanos que tienen origen internacional
pero que, debido a haber sido incorporadas al orden interno, gozan de aplicabilidad en él. Esa
aplicabilidad proviene de dos factores que actúan complementariamente. El primero es la
suscripción y ratificación de la norma de origen internacional por el estado de que se trate. El
segundo es la vigencia que a estas normas reconoce el orden jurídico interno, usualmente mediante
una expresa disposición constitucional.

Agrega Pásara que la incorporación del orden interno puede valerse de cuatro formas, atingentes
al rango que dentro de este orden se otorgue a las normas de origen internacional, estas formas
son:

I) Rango supraconstitucional, que ubica a las mencionadas normas por encima de la


constitución nacional;
II) Rango constitucional, que las coloca en el mismo nivel de la carta fundamental;
III) Rango supralocal, que sitúa a tales normas por debajo de la Constitución nacional, pero
por encima de las leyes ordinarias;
IV) Rango legal, que les reconoce el mismo estatuto que la ley ordinaria. Una
interpretación textual del artículo 46 de la Constitución Política, refiriéndose a la de
Guatemala, llevaría a pensar en una ubicación de las normas de derechos humanos de
origen Internacional que las situaría por encima, incluso, de la constitución.

Sin embargo, la interpretación del artículo dentro del conjunto del texto constitucional lleva
a pensar que la constitución sí prevalece sobre estas normas, dado que según el artículo 272,
e) corresponde a la Corte de Constitucionalidad: emitir opinión sobre la constitucionalidad
de los tratados, convenios y proyectos de ley, a solicitud de cualquiera de los organismos del
Estado. Y finaliza de la siguiente forma, si bien esta facultad está referida a los tratados en
general y la preeminencia establecida por el artículo 46 se contrae a los tratados y

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convenciones en materia de derechos humanos, parece razonable interpretar que tal
preeminencia opera sólo sobre el resto del orden jurídico, pero no sobre la constitución
misma.

Además de la interpretación anterior realizada por Pásara al artículo 46 de la Constitución, también


al artículo 2 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos se le puede hacer otra, de
acuerdo a como sigue en su apartado siguiente: los Estados Partes se comprometen a adoptar, con
arreglo a sus procedimientos constitucionales y a las disposiciones de esta Convención.... El
Diccionario de la Lengua Española define ARREGLO m. Acción de arreglar o arreglarse. Regla,
orden, coordinación, Avenencia, conciliación. Fam. Amancebamiento. Con arreglo. m. av.
Conformemente, según. La interpretación sería que las autoridades guatemaltecas se pueden
comprometer sólo hasta donde la Constitución se los permite. Amén de que los constituyentes, o
no quisieron comprometerse o no llegaron a ningún acuerdo a la hora de aprobar el artículo 46 de
la Constitución, ya que lo correcto habría sido que al final del mencionado artículo se pusiera sobre
la constitución y no derecho interno. También es probable pensar que los constituyentes
interpretaban la palabra derecho interno no incluyendo a la Constitución, porque, repito, irían a lo
concreto.

Un análisis más profundo del Artículo 46o. en el orden jurídico Constitucional guatemalteco.

Consideremos el análisis al Artículo 46 de la Constitución Política de la República de Guatemala.


Por la importancia que tiene tanto para quienes están en favor o bien en contra en materia de
derechos humanos, los tratados y convenciones tienen preeminencia sobre el derecho interno, pero
no sobre la Constitución.

Sin embargo, un análisis del tema que tenga en cuenta lo dispuesto en el Art. 272.e) de la
Constitución, hace llegar a otra interpretación. En efecto, esta norma atribuye a la Corte de
Constitucionalidad la competencia de “emitir opinión sobre la constitucionalidad de los tratados”.
Se refiere a todos los tratados y respecto a todos ellos se plantea la cuestión de su posible
constitucionalidad... y que en el artículo 175, relativo a la “Jerarquía Constitucional” se dispone
que “ninguna ley podrá contrariar las disposiciones de la Constitución”. Basándome en estas
normas y en la consiguiente interpretación contextual, me inclino a creer que los tratados sobre
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derechos humanos en Guatemala, continúan situándose bajo la Constitución, pero tienen
preeminencia sobre la ley ordinaria y el resto del derecho interno.”

Ante lo expuesto por Héctor Gros Espiell se confirma con lo que expone el Doctor García
Laguardia quien dice que “La supremacía de la Constitución implica, entonces que en la cúspide
del ordenamiento jurídico está el ordenamiento constitucional, establecido como decisión política
por el Poder Constituyente y solo modificable como tal decisión de éste.”

En base al orden jurídico guatemalteco enmarcado anteriormente con respecto al principio de


supremacía se puede concluir que el orden jerárquico como bien lo expresa Gros Espiell sería:

1) Constitución,
2) Tratados ratificados sobre derechos humanos,
3) Tratados ratificados sobre las restantes materias y leyes ordinarias,
4) El resto del orden normativo interno en la posición que resulta del sistema constitucional
y administrativo guatemalteco.”

Ante esta posición del Articulo 46 es importante traer en mención la controversia que se mantiene
a la fecha en relación a las reformas introducidas ( Decretos 14- 85 y 81-96 del Congreso de la
República) al Artículo 201 del Código Penal en relación a la pena de muerte en el cual se planteó
que el mismo contraviene los términos del Pacto de San José, porque en esta reforma se están
ampliando la aplicación de la pena de muerte a hechos no tipificados en el Código Penal en su
versión realizada al momento en que entro en vigor la Convención.

Ante esta situación se retoma el Artículo 46 de la Constitución en donde se establece que en


materia de Derechos Humanos los tratados y convenios aceptados y ratificados por Guatemala
tienen preeminencia sobre el derecho interno, y como El Pacto de San José, el cual constituye una
Convención sobre Derechos Humanos la cual fue aceptada y ratificada por Guatemala, se ha
creado polémica también sobre este pacto en cuanto a que si tiene preeminencia sobre el Código
Penal en el presente caso y además sobre la legislación interna y si existe preeminencia sobre la
Constitución, la cual y en base a lo desarrollado se puede decir que los citados Decretos del
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Congreso de la República que contienen las reformas, contravienen el Pacto de San José, ya que
si los tribunales de la República imponen la pena de muerte a hechos no tipificados como delitos
cuando entró en vigencia el Pacto de San José, se estaría incurriendo en una ilegalidad ya que el
pacto conforme al orden jerárquico que anteriormente se desarrolló, se encuentra seguido de la
Constitución por lo que es parte del ordenamiento interno de Guatemala el cual tiene preeminencia
sobre la ley ordinaria y el resto del derecho interno, y que de contravenirse lo dispuesto podría
originar responsabilidad internacional para el Estado de Guatemala.

La interpretación Constitucional

“Linares Quintana nos proporciona siete reglas de interpretación constitucional:

1. Debe siempre prevalecer el contenido finalista o teleológico de la Constitución, que es


garantizar la libertad y dignidad humanas;

2. Debe de ser interpretada con un criterio amplio, liberal y práctico;

3. Las palabras de la Constitución deben ser interpretadas en su sentido general y común, a


menos que sea claro que el creador de la norma se refirió a un significado técnico-legal;

4. Debe ser interpretada como un todo, como un conjunto armónico;

5. Hay que tener en cuenta las situaciones sociales, económicas, y políticas que existen en el
momento de realizarse la interpretación;

6. Las excepciones y privilegios deben interpretarse con criterio restrictivo, y

7. Los actos públicos se presumen constitucionales si mediante interpretación pueden ser


armonizados con la ley fundamental.

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Con ello se dice que una sana interpretación constitucional se asegura un buen funcionamiento del
gobierno otorgándole a los ciudadanos cierta tranquilidad, ya que los errores de interpretación
constitucional perturbarían la vida del país.” Epaminondas González Dubón, ex magistrado
Presidente de la Corte de Constitucionalidad, citando a Mauro Cappelletti en el Segundo Encuentro
de Corte y Salas Constitucionales en Santa Fe de Bogotá, Colombia, febrero 1994 quien dice: “La
justicia constitucional es la vida, la realidad y el porvenir de las Cartas Constitucionales de nuestra
época. Por consiguientes, advertimos nosotros, asegurar la supremacía de la Constitución mediante
procedimientos eficaces, es el más vigoroso desafío que tenemos por delante los jueces
constitucionales de
América Latina”.

ANEXO.

Tema: Pena de muerte


Expediente: 30-2000 Fecha: 31/10/2000
Apelación de Amparo

Antecedentes:

Alfredo Carrillo Contreras fue sentenciado por el delito de plagio o secuestro por el Tribunal
Tercero de Sentencia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente del departamento de
Guatemala, el 30/03/1998. Sentencia que fue confirmada por la Sala Cuarta de la Corte de
Apelaciones en resolución del 19/10/1998. El abogado Mario Alfonso Menchú interpuso recurso
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de casación por motivo de forma y fondo el cual fue declarado improcedente el 26/11/1999 por la
Corte Suprema de Justicia, Cámara Penal; por lo tanto acudió a la Corte de Constitucionalidad
quien otorgó el amparo el 31/10/2000. Ya que al momento en que se aceptó y ratificó la convención
antes citada, solo se imponía dicha pena por el delito de plagio o secuestro cuando moría la víctima,
y siendo que en el presente caso no falleció el ofendido, se está violando su derecho a la vida y se
le está aplicando una pena desproporcionad al daño causado Artículo 4.2 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos. Derecho a la vida, y Artículo 201 del Código Penal.

“(...) Incurre en arbitrariedad la autoridad judicial que frente a un problema de elección del
precepto, opta por la aplicación de la de menor fuerza normativa. Concierne, entonces, a la justicia
constitucional la reparación del agravio que pueda resultar a derechos fundamentales de la persona
derivados de la aplicación indebida de una norma sujeta a la preeminencia o supremacía de la
garantista. ...Guatemala...reconoce la validez del derecho internacional sustentado en el jus cogens,
que por su carácter universal contiene reglas imperativas admitidas como fundamentales de la
civilización. De esta manera, el artículo 149 dispone que normará sus relaciones con otros Estados
de conformidad con los principios, reglas y prácticas internacionales con el propósito de contribuir
al mantenimiento de la paz y la libertad y al respeto y defensa de los derechos humanos. Esta
prescripción, no obstante su carácter unilateral, constituye un vínculo jurídico internacional. ...los
preceptos constitucionales de los incisos b) y c) del artículo 142, que tienen como referentes al
derecho internacional y a las prácticas internacionales. En cuanto a la fuerza normativa que los
tribunales deben observar, se señala el principio de que la Constitución prevalece sobre
cualquier ley o tratado (artículo 204), exceptuándose todo lo que se refiera a la materia de
derechos humanos, que por virtud del artículo 46, se somete al principio general de que los
tratados y convenciones aceptados y ratificados por Guatemala tienen preeminencia sobre
el derecho interno.

...Sebastián Soler expone al respecto: "Delitos complejos son aquellos en los cuales la figura
jurídica consta de la unificación de dos infracciones, cuya fusión da nacimiento a una figura
delictiva nueva, superior en gravedad a las que la componen, tomadas aisladamente." (Derecho
Penal Argentino, La Ley, Buenos Aires, 1945, página 285). ...que el delito sancionado con pena

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de muerte en el artículo 201 del Código Penal antes de la vigencia del Pacto de San José era un
delito complejo en cuyo tipo configuraban dos conductas punibles:
a) el plagio o secuestro de persona y b) la muerte de la víctima. Que un delito (plagio más muerte
de la víctima) es un delito distinto del otro (plagio simple), aunque no hubiese variado el nomen,
pues en el primero se perfila la protección de un bien jurídico superior: la vida. En cambio, en el
otro, el bien protegido es la libertad individual. Negar que existen diferencias de sustancia en los
tipos penales simplemente porque la figura no se introdujo en la descripción sino en la penalidad,
podría significar una vulneración del principio de legalidad que no admite la extensión analógica
de los tipos de infracción.

...el carácter vinculante del derecho internacional de los derechos humanos receptado
convencionalmente por Guatemala y la teoría del delito como indicador clave para la
aplicación de la normativa penal.

Asimismo, la sentencia de 17 de junio de 1999 en la cual, al resolver sin lugar la


inconstitucionalidad del artículo 201 del Código Penal, reformado por el Decreto 14-95 del
Congreso de la República, expresó: "la norma, tal como quedó definitivamente, en concreto, en
cuanto a la frase que reza "y cuando ésta no pueda ser impuesta" no fijó necesariamente la pena de
muerte para todos los casos de autores de plagio o secuestro, pues distingue situaciones en las
cuales aquella pena máxima no puede aplicarse, en cuyo caso procede la de prisión de veinticinco
a cincuenta años. Estas situaciones pueden ser, entre otras, las prohibiciones establecidas en el
artículo 18 de la Constitución y las que procedan en virtud del principio de prevalencia de tratados
y convenciones internacionales sobre el derecho interno, de conformidad con el artículo 46 de la
Constitución"(Expediente 110-99, Gaceta 52, página 35).

...tomando en cuenta que el Derecho está sustentado en conceptos, o sea, supuestos de razón, (por
ejemplo: delito simple y delito complejo) más que en palabras aisladas, y teniendo presente
mutatis mutandi la sentencia del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas de 23
de febrero de 1995en que dijo: "las disposiciones comunitarias pueden invocarse ante el
órgano judicial nacional y dar lugar a la inaplicabilidad de las normas nacionales contrarias
a dichas disposiciones" (citada por Manuel Juan Vallejo, La Justicia Penal en la
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Jurisprudencia Constitucional, Dykinson, Madrid, 1999, página 108), resulta que el acto
reclamado (Sentencia de veintiséis de noviembre de mil novecientos noventa y nueve de la
Cámara Penal de la Corte Suprema de Justicia), violó los derechos del postulante por
inaplicación prevalente y preeminente del artículo 4 numeral 2 in fine de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, que, en cuanto a la pena de muerte, reza: "Tampoco
se extenderá su aplicación a delitos a los cuales no se la aplique actualmente". La Corte de
Constitucionalidad, ....I.

Otorga amparo a Alfredo Carrillo Contreras y, como consecuencia: a) lo restablece en la situación


jurídica afectada; b) deja en suspenso, en cuanto al reclamante, la sentencia de veintiséis de
noviembre de mil novecientos noventa y nueve por medio de la cual la Corte Suprema de Justicia,
Cámara Penal, declaró improcedente la casación que dicha persona interpuso impugnando el fallo
de diecinueve de octubre de mil novecientos noventa y ocho que emitió la Sala Cuarta de la Corte
de Apelaciones en el proceso penal promovido en su contra;

c) para que este fallo adquiera efectos positivos la autoridad impugnada deberá reponer la
sentencia dejada en suspenso, emitiendo la que corresponda coherentemente con lo que
quedó considerado en la presente resolución, en el sentido de que el delito de secuestro o
plagio no seguido de muerte de la víctima no tuvo prevista pena de muerte en el artículo 201
del Código Penal vigente al momento en que la Convención Americana sobre Derechos
Humanos vinculó normativamente al Estado de Guatemala.”

Comentario:

En esta sentencia, la Corte de Constitucionalidad entra analizar lo siguiente: en primer término, el


marco jurídico constitucional en relación con el derecho convencional de los derechos humanos;
en segundo lugar, la producción legislativa en orden a la teoría del delito para determinar sus
elementos integradores en relación con la previsión constitucional del Artículo 17; y, como
conclusión, si en la función judicial de realizar el Estado de Derecho hubo o no colisión relevante

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entre la norma interna y la norma convencional de derecho internacional de los derechos humanos,
y, en su caso, cuál es la jerarquía que al respecto debería observarse.

Bajo este criterio la Corte de Constitucionalidad aplica el Artículo 46 de la Constitución al aceptar


que la norma de Derecho Internacional prevalece sobre el derecho interno, en materia de Derechos
Humanos, es decir que la Convención Americana sobre Derechos Humanos tiene preeminencia
sobre el Código Penal no así en la Constitución. Por lo que no puede aplicarse la pena de muerte
que establece el Código Penal en su Artículo 201, ni hacerla extensiva a delitos que antes no
estaban sancionados con esa pena.

CONCLUSIÓN

 El derecho internacional en materia de Derechos Humanos si tiene rango

supraconstitucional en Guatemala, según lo establecido en el artículo 46 de la Constitución

Política de la República de Guatemala, ya que con ello se busca el desarrollo y ampliación

de los derechos humanos y no su limitación, según las leyes vigentes al momento de la

ratificación del Pacto de San José.

 En los casos de violación a los derechos humanos, solamente se puede hablar de

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consecuencias para el Estado de carácter reparatorio, ya que el Estado no otorga estos

derechos, por lo tanto, tampoco los puede quitar por ello su obligación es reconocerlos y

defenderlos para que no se violen.

 ¨Ninguna ley¨ comprende las leyes decretadas por el congreso de la república y las leyes

decretadas por el presidente de la república, para mantener la supremacía de la

constitución sobre las leyes ordinarias y extraordinarias. Pero, la supremacía no es total, a

causa de la preeminencia del derecho internacional. El artículo 46 de la constitución

estableció el principio general de que, en materia de derechos humanos, los tratados

y convenciones aceptados y ratificados por Guatemala, tienen preeminencia sobre el

derecho interno. El principio general hay que entenderlo en sujusta dimensión. El derecho

interno lo encabeza la constitución política; aun así, ses reconoce la preeminencia del

derecho internacional sobre la constitución en materia de derechos humanos, pero,

siempre que el derecho internacional no entre en conflicto con el texto constitucional,

pues al plantearse algún conflicto, los tribunales de justicia, deben aplicar el artículo 204

de la constitución, gracias al cual, los tribunales de justicia, en toda resolución o sentencia,

observara obligadamente el principio de que la constitución de la república prevalece sobre

cualquier ley o tratado ( que puede ser de derechos humanos). El derecho internacional

prevalece en tanto no contradiga o tergiverse las disposiciones constitucionales, y en tanto

el asunto no sea planteado en los tribunales. Al platearse, el juez terminará con la

preeminencia y establecerá la supremacía de la constitución

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