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A.H.M. JONES: 1- El trasfondo social de la lucha entre el paganismo y el cristianismo.

En:
ARNALDO MOMIGLIANO y OTROS: El conflicto entre el paganismo y el cristianismo en el
Siglo IV

Justifique el marco cronológico definido por el autor.

El cristianismo hizo un gran avance en los primeros tres siglos, pero aún era
considerada una secta minoritaria, estaba confinada a la clase media y baja y tenía
poca influencia en la aristocracia. Pero pocas generaciones después de la
conversión de Constantino se convertirá en la religión del Imperio. En esta
revolución el apoyo dado por el gobierno imperial al cristianismo fue uno de los
factores principales para su expansión. Es significativo que el cambio religioso
coincide con el cambio social que llevaba al frente a los hombres de clase media y
baja.
En el siglo II el cristianismo era más fuerte en las provincias de habla griega que
en las de habla latina, lo que se debió a que surgió en una provincia oriental y que
sus primeros misioneros eran de habla griega. Sin bien la expansión hacia
Occidente se dio desde un principio, estuvo confinada a las colonias de
inmigrantes de habla griega en Roma y otras grandes ciudades. El cristianismo de
habla latina apareció por primera vez en Cartago hacia finales del siglo II, pero
para la misma fecha la Iglesia de Lyon todavía estaba compuesta por orientales
greco-parlantes y la iglesia romana continuo usando el griego hasta el siglo III. En
el siglo IV las provincias occidentales se encontraban bastante rezagadas respecto
a las de Oriente, había zona, como la Península itálica y África donde el
cristianismo estaba ampliamente difundido, pero en el norte de Italia y aún más en
Sicilia, Hispania e Illyricum, carecían de obispos a principios del siglo IV.
En el siglo IV todavía el cristianismo era una religión principalmente urbana. En
la mayor parte del Imperio existía una clara división entre la ciudad y el campo y
en muchas zonas del campo no se usaban las leguas predominantes del Imperio,
sino las propias como copto, siriaco, tracio celta o bereber. La comunicación
hubiera resultado difícil si los cristianos urbanos se hubieran interesado por
realizar misiones en el campo. El campo siempre fue conservador por eso también
el avance del cristianismo en el sector rural fue lento. Habían puesto resistencia al
cambio y se mantenían obstinadamente aferrados a su modo de vida tradicional,
incluso en los siglos VI y VII, cuando ya habían sido convertidos en su mayoría la
iglesia en Galia y en España. En occidente , a fines del siglo VI, al papa Gregorio
el Grande encontraba que en Cerdeña un número sustancial de campesinos
incluidos los arrendatarios de la Iglesia pagaban al gobernador una regalía para
asegurar su connivencia respecto a sus cultos paganos.
El cristianismo había hecho, para el siglo II, un escaso progreso entre la
aristocracia y las clases altas cultas, porque la educación que habían recibido estas
clases altas creaba una fuerte resistencia hacia la nueva fe. Es cierto también que
en el siglo II e incluso en el III hubo un número de cristianos cultos que
consiguieron conciliar su fe con las cultura clásica, aunque por largo tiempo se
perpetuo la idea que ambas cosas eran incompatibles. Además en sus inicios, el
cristianismo era una religión vulgar. Y para los miembros de la aristocracia
senatorial existía aun otro obstáculo, estos se sentían herederos y guardianes de las
antiguas tradiciones romanas y Roma había adquirido su grandeza bajo la
protección de sus viejos dioses quienes cuidaban tan devotamente. Por lo tanto
resulta muy difícil establecer en qué medida el cristianismo había penetrado entre
las clases superiores a principios del siglo IV. El edicto de Valeriano, que imponía
penas ara los senadores y equites Romani que rehusaran someterse, sugiere que ya
en el 257 había algunos cristianos entre esta clase.
La principal fuerza del cristianismo estaba dada en las clases bajas y medias de las
ciudades en los trabajadores manuales y empleados, tenderos y comerciantes.
También había cristianos entre los decuriones de rango inferior. La gama social de
la clase curial era amplísima. Mientras los decuriones dominantes en las grandes
ciudades no estaban muy por debajo de los senadores en cuanto a nacimiento,
riqueza y cultura, muchos de los miembros más humildes del Consejo,
especialmente en las pequeñas ciudades, eran modesto extranjeros o artesanos,
incluso Diocleciano llegó a decir que el analfabetismo no era un obstáculo para el
estatus curial.
Palestina es una provincia cristiana para el siglo IV, pero en Gaza la comunidad
cristiana era aún solo una minoría cuando Porfirio llego a ser obispo en el 395 y
los templos a pesar de las leyes de Teodosio, estaban abiertos y el culto pagano se
celebraba abiertamente.
El ejército, en el siglo IV era reclutado de tres fuentes principales: los hijos de los
soldados en servicio y de los veteranos, los campesinos alistados en el campo y los
bárbaros de más allá de las fronteras del Imperio; por lo tanto a principio de siglo
deberían ser mayoría paganos. Con la conversión de los godos y potras tribus
germánicas occidentales, algunos de los bárbaros reclutados deben haber sido
cristianos, pero la mayoría de los bárbaros en el siglo IV parecen haber venido de
entre los francos y los alemanes, quienes todavía eran paganos. Pero por lo general
existía una indiferencia del ejército hacia la religión quizás porque venían de otros
ambientes y nada les era familiar. Con la sucesión de emperadores cristianos, la
tendencia del ejercito debió ser cada vez más cristiana. Por lo general los hijos de
los soldados y veteranos habrían crecido en la nueva religión y los reclutas
bárbaros y campesinos habrían sido rápidamente asimilados.
Puede establecerse que los cambios sociales de los siglos III y IV fueron un factor
importante en triunfo final del cristianismo en el Imperio, cuando Constantino en
el 312 se jugó por su fe en Dios cristiano. Esto estuvo favorecido porque para esta
época el Imperio estaba de alguna manera flexibilizado, dadas las largas crisis de
mediados del siglo III, la sociedad ya no era estable. Los hombres de todas las
clases estaban insatisfechos con su posición hereditaria en la vida y las
condiciones de la época les daban la oportunidad de cambios.
La escases de mano de obra que hizo que los cultivadores abandonaran las tierras
y los arrendatarios se quejara de ello, probablemente determino la legislación que
ataba la población agrícola a la tierra en al que estaba censada, recordemos que la
agricultura era la base fiscal del Imperio. Esto también, dio lugar a una agitación
similar en otras clases sociales y provocó una legislación parecida donde, como en
la minería, el gobierno reconocía que los intereses del Estado estaba amenazados.
Otro factor perturbador fue la gran expansión de los servicios administrativos
causadas por la reorganización del Imperio por Diocleciano.
Pero el cambio fundamental establecido por Diocleciano fue a creación de la
nueva nobleza del servicio imperial, esto fue crucial para el futuro del
cristianismo, esto significaba que Constantino y sus sucesores, no tendrían que
enfrentarse a una aristocracia hereditaria y contraria a la nueva fe.

MARCEL SIMON: Los primeros cristianos

Caracterice la lógica de difusión espacial y cultural del cristianismo.

El cristianismo nace con lo que Goguel llama “la creación de un nuevo objeto
religioso” que es Jesús resucitado y glorificado. La generación cristiana inicial, o
apostólica, termina en los años 70 con la destrucción de Jerusalén por el ejército
romano. En sus comienzos, el cristianismo es una secta Palestina hasta convertirse
en una religión original y universal.
El texto de Simón va a utilizar para su investigación, Los Hechos de los Apóstoles
y las Epístolas Paulinas.
Ya hemos mencionado que el cristianismo nace en Palestina, es la predicación de
un judío cuyos primeros discípulos también eran judíos, que predicaron a su vez a
otros judíos, por lo tanto el cristianismo procede en línea directa del judaísmo.
Pero este, trasciende el ámbito israelita, luego de la primera generación el mensaje
cristiano es predicado a los gentiles y estos lo toman con mayor entusiasmo que
Israel. Luego serán los paganos quienes adopten al cristianismo: en el mundo
grecorromano es donde la religión nueva va a avanzar y concretarse.
Cuando aparece el cristianismo, Palestina, está sometida hace tiempo al dominio
extranjero, esto se inició con el cautiverio de Babilonia. Va a ser sucesivamente
conquistada y ocupada por los caldeos, persas, las dinastías helenísticas de los
Lágidas de Egipto y de los Seléucidas de Siria. Luego de la insurrección nacional
de los Macabeos va a tener algunos periodos sucesivos de autonomía relativa, bajo
los reyes de Antioquía, y de independencia casi total. En el 63 a. C. Pompeyo
convierte a Palestina en estado vasallo de Roma. Con Herodes Agripa (41-44 d.C.)
quedara definitivamente sometida a Roma.
Existían dos partidos religiosos los saduceos y los fariseos. Los Saduceos eran una
casta pues sus miembros pertenecían a las grandes familias de la aristocracia
sacerdotal, eran conservadores por temperamento y desconfiaban de toda forma de
mesianismo porque podría generar un brote revolucionario y cortar con el orden
establecido. Aparentemente tuvieron un papel fundamental en la condena a Jesús.
Seguían al pie de la letra Las Escrituras y La Torá, rechazaban las nuevas
creencia, la influencia extranjera y no creían en la inmortalidad de las personas, ni
en ángeles ni demonios. En estos y otros aspectos estaban en pugna con los
fariseos.
Los fariseos tendían a una religión más viva y personal que fuera a la vez
conocimiento profundo y práctica escrupulosa de la Ley y de todos los ritos
tradicionales. Representaban un elemento de vida y progreso, el judaísmo les
debe el haber sobrevivido al desastre del 70, porque junto con las solemnes
liturgias del Templo, habían creado y difundido una forma original de vida
religiosa centrada en la sinagoga, lugar al mismo tiempo, de estudio y oración. En
la época de Cristo, los fariseos ejercían ya una influencia preponderante porque no
estaban unidos a una clase social, como los saduceos ni a una Ciudad Santa
únicamente. La misión cristiana habría de chocar en Israel con la resistencia de
fariseísmo.
Existe una tercera escuela del judaísmo que son los esenios. Estos viven al margen
de Jerusalén y de las controversias oficiales. Su centro principal está en el Mar
Muerto, pero tienen filiales por todo el país. Se trata de una secta, o más bien de
una orden religiosa. El espíritu de los esenios llevado al máximo es el de los
fariseos, al cual posiblemente le un origen común. El esenismo no es más que una
secta como tantas. El cristianismo será una secta en sus comienzos, como también
el grupo fiel a San Juan Bautista que abundan por los alrededores del Jordán.
La mayoría de los israelitas y particularmente los campesinos, no se unen a
ninguno de estos grupos (saduceos, fariseos, esenios, etc.). Son simplemente
judíos, con mayor o menor fervor y sin una calificación especial.
El judaísmo considerado en sus formas clásica, ante el paganismo que lo rodea
aparece como un bloque impenetrable sin ninguna grieta, pero sufre las influencias
a través de los grupos disidentes y de la Dispersión, porque en aquella época
Palestina está lejos de tener a toda la población judía. En el curso de los siglos que
preceden a la era cristiana, determinaron la formación de una amplia emigración,
algunas veces forzada y otras espontanea que se dirigió hacia la Mesopotamia, y a
las regiones mediterráneas unificadas bajo el Imperio romano. De esta manera se
constituyó la Diáspora o Dispersión, cuya población es superior a la de Palestina.
El judaísmo está protegido por Roma tanto dentro como fuera de Palestina, por lo
tanto es una religión lícita de la misma manera que los cultos paganos.
Esta situación de Palestina y del judaísmo al principio de la era cristiana tiene dos
consecuencias mayores. Por un lado las torpezas políticas y la ocupación
exasperan el sentimiento nacional judío. Además existe el problema que supone
para todo judío de la presencia de los romanos, y la fiebre mesiánica adquiere
carácter crónico en Palestina. A veces se manifiesta con estallidos violentos que
pueden llegar hasta la Diáspora y su resultado final fue el del gran levantamiento
de 66-70.
El cristianismo nace y se desarrolla en esta atmosfera de crisis, en este fondo de
remolinos mesiánico y como él también es un movimiento mesiánico, no deja de
sentir las contradicciones de semejante situación. Cuando empiece a extenderse el
por el Imperio, seguirá de una manera natural la senda abierta por el judaísmo
helenizado y misionero. Recogerá su espíritu y su clientela, la versión de los
Setenta se convertirá en la Biblia oficial de la Iglesia, por lo tanto sin la labor de
preparación realizada por las sinagogas de la Diáspora, los rápidos progresos del
cristianismo serian inconcebibles. A través de ella es que el cristianismo va
allegar a los medios paganos. El imperio romano es un ámbito que se ofrece para
su expansión, será en sus límites donde se produzcan las primeras acciones
misioneras de la nueva iglesia..
La paz romana sirvió mucho al cristianismo durante los Antoninos en el siglo I y
más aún en el siglo II. Sus primero pasos se dirigieron a los largo de las grande
rutas comerciales del Imperio. Facilitó su propagación una unidad lingüística
bastante avanzada por medio del latín en Occidente y del griego en Oriente. Esta
propagación se produjo en un principio en griego que era la legua familiar de los
judíos de la Diáspora.
El judaísmo es el único que va a quedar afuera del sincretismo, por un
reconocimiento que se le ha dado oficialmente queda a parte de todo compromiso
de comulgar con las divinidades paganas. Esto mismo intentará hacer el
cristianismo y esta será una de las causas más fuerte de su persecución.
Jesús muere en Jerusalén hacia el año 30 durante el reinado de Tiberio y siendo
Poncio Pilatos procurador de Judea.
El trágico fin de Jesús desconcertó a sus discípulos que le habrán acompañado a
Jerusalén con la esperanza de ver allí su mesiánica realización. Y como ya se
mencionó, sin la resurrección, acontecida luego de su muerte, no existiría el
desarrollo ulterior del cristianismo, la fe de sus discípulos en los hechos de la
Parusía (vuelta gloriosa de Jesús) y lo expresado en las Santas Escrituras, en el
libro I de Corintios “fue sepultado y resucito al tercer día conforma a las
Escrituras; y apareció a Cefas y después a los Doce. Después apareció a más de
quinientos hermanos juntos; de los cuales muchos viven aún y otros son muertos.
Después apareció a Jacobo-, después a todos los apóstoles. Y el postrero de todos
como un abortivo, me apareció a mí” (I Cor. 15, 4-8).
El mensaje cristiano primitivo se dirige con prioridad y en sus comienzo de
manera exclusiva, hacia los judíos, israelitas de nacimiento o prosélitos
provenientes del paganismo, las grande fiesta judías que llevaban a Jerusalén una
gran cantidad de peregrinos, dieron a los apóstoles la oportunidad de transmitir su
mensaje a un gran auditorio.
La comunidad de Jerusalén, donde estuvo el cristianismo primito en sus
comienzos, estaba constituido por los discípulos de Galilea, los Doce que según
los Evangelios, fueron los más antiguos compañeros de Jesús, algunas mujeres que
le siguieron cuando vivía y su madre y su hermano Santiago.
Al principio según San Pablo, el título de apóstoles englobaba a los Doce, tenía un
sentido más amplio. Para Pablo, apóstoles son, los que partieron a difundir el
Evangelio en Israel o en el exterior. Los Doce son los jefes espirituales de la
Iglesia de Jerusalén y de las filiales que se fundaron inmediatamente en Palestina.
La fe en Cristo Jesús y la esperanza de su próximo retorno no es la única
originalidad de estos judíos cristianos, tienen ritos propios, como el bautismo la
oración colectiva y la comida fraternal que es el rito eucarístico de la partición del
pan. Pero todavía los primeros cristianos, no identifican a su Maestro como el
Dios, se comportan según la Ley como judíos ejemplares y sus ritos no hacen más
que sumarse a las manifestaciones normales de la religión judía, por esto se
entiende que en un principio la prédica cristiana tuviese una mirada complaciente
de algunos fariseos.
El cristianismo no encontró oposición hasta que comenzó a poner en duda algunos
puntos fundamentales e intocables de la Ley. La persecución verdadera se
produce al conjunto de la iglesia de Jerusalén con Herodes Agripa en el 44.
El grupo de los griegos da a la actividad el cristianismo naciente, nueva dirección:
Esteban aparece como jefe de este grupo. La predicación de Esteban en Jerusalén
le va a ocasionar conflicto con algunos judíos también procedentes de la Diáspora,
por lo que será llevado ante el Sanedrín (Consejo supremo de los judíos) donde
será acusado de blasfemia contra el templo y la Ley. Para Esteban la vuelta de
Cristo, no tendría por efecto anular la Ley mosaica, como se le atribuye en proceso
de juzgamiento ante el Sanedrín, sino que la restablecerá en su original pureza
porque para él los judíos han recibido la Ley pero no la han guardado (Hechos, 7,
53).
Para el grupo de los griegos, Cristo será un artesano del judaísmo reformado y con
esta perspectiva, la vida terrestre de Jesús no es más que un preludio dramático y
una advertencia. La Parusía completara el plan divino. Como vemos el
cristianismo de Esteban y el grupo griego, sigue siendo muy judaico.
Antes de la destrucción del Templo, el mensaje de Esteban, había quedado
superado por la predica de San Pablo, apóstol de los gentiles, quien tenía otra
concepción de las relaciones entre el cristianismo y la Ley judaica. La comunidad
de Antioquía, donde ya se había elaborado un cristianismo de lengua y espíritu
griego con adeptos tanto paganos como judíos, antes de la intervención de San
Pablo, debe su fundación a los discípulos de Esteban, quien represento un eslabón
importante en el desarrollo del cristianismo primitivo.
Las epístolas de San Pablo y los Hechos hablan de que Pablo, perseguía con odio
al cristianismo naciente de Jerusalén y de otros lugares, antes de convertirse. Al
parecer lo hacía cumpliendo un mandato oficial quizás haya sido un apóstol judío,
es decir, un enlace entre el Sanedrín y las comunidades de la Diáspora.
Pablo como nuevo converso, viaja de Damasco a Arabia en viajes de meditación y
predicación. Vuelve a Damasco tres años después y se va a Jerusalén donde se
queda 15 días y establece contacto con Pedro y Santiago el hermano de Cristo.
Pablo se va a centrar más en la muerte y resurrección de Cristo que en la vida
terrenal del Maestro. Luego de Jerusalén Pablo se dirige con Bernabé, que fue
posiblemente uno de los fundadores de la comunidad local, a Antioquía donde se
establece la célula primaria de la Iglesia de los gentiles. Pablo tiene una táctica
establecida, a cada lugar donde va se presenta en la sinagoga donde tomara la
palabra y demostrara que por las Escrituras Jesús es el Mesías esperado por Israel.
Con Pablo va a quedar condenada la Ley judía y la idea de pueblo elegido o mejor
dicha queda traspuesta: el Israel de Dios, la verdadera descendencia de Abrahán,
son los creyentes vengan de donde vengan.
La información sobre la expansión del cristianismo y sus circunstancias precisas
se encuentra sesgada. Los Hechos de los apóstoles, las trazan alrededor del 60,
pero solo se ocupan de una parte de la misión-. Los griegos de Esteban, de Pedro,
y de Pablo. Estos aparecen como protagonistas y casi los únicos artesanos de la
empresa. Seguramente hayan existido una multitud de predicadores anónimos que
no fueron registrados. La comunidad cristiana de Roma por ejemplo, no fue
fundad ni por Pedro ni por Pablo.
El cristianismo, en los años 70 está sólidamente instalado en Oriente y en
Occidente solo dispone de algunos puntos de apoyo. En todas partes se mantiene
como un fenómeno casi exclusivamente urbano y sobre todo costero. Excluyendo
a Palestina y a Asia Menor, solo mucho más tarde penetra en el interior, a los
largo de los valles y de las carreteras romanas. Fue la expresión de conciencia
colectiva del proletariado antiguo, la religión de los pobres. La gente del campo
fue de todas las clases de la sociedad, la más recalcitrante al cristianismo.
En su forma paulina, el cristianismo al romper con la sinagoga, no tiene ya
ninguna característica de religión nacional ni hace ninguna diferencia entre los
conversos de distintos orígenes.
A partir del decreto apostólico del año 44 vemos desarrollarse una amplia
campaña antipaulina que triunfa con cierta frecuencia. La detención y la cárcel
deja libre el campo a sus adversarios y en adelante los protagonistas serás Pedro y
Santiago. El cristianismo de Pedro encarna un cristianismo imperfectamente
separado de las normas israelitas y que fuera de Palestina se dirigía a los judíos
casi exclusivamente. Santiago encarna el judeocristianismo y controla la misión
desde Jerusalén. Santiago muere martirizados en el 62, casi al mismo tiempo que
Pablo o quizás antes que él.
En el 66 estalla una rebelión judía de gran magnitud. Para este momento la
comunidad cristiana de Jerusalén había abandonado la ciudad y había emigrado
hacia Pella, una ciudad pagana de Trasjordania. En los 70 la destrucción de
Jerusalén, del Templo y del Estado judío para el judeocristianismo fue fatal. El
cristianismo del siglo II procede de una síntesis de elementos paulinos y de
Jerusalén, forma inicial del catolicismo. Pero sin la catástrofe del 70, esta síntesis
seguramente habría sido imposible.

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