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El rol de la Medicina Familiar en la sociedad del siglo XXI.

La familia como institución social fundamental ha sido modelada a lo largo de la historia


por los diferentes acontecimientos de carácter social, político y económico que sufrido
la sociedad. El modelo tradicional ha ido sufriendo cambios que han flexibilizado la
estructura familiar, lo cual ha representado para la medicina el reto de adaptarse a
dichos cambios para brindar acompañamiento integral a los individuos y a la familia
como unidad fundamental de desarrollo. Es así como la medicina familiar ha cobrado
un rol central en la sociedad actual puesto es la rama de la medicina encargada de estas
tareas. En este resumen se hará (en primer lugar) una breve revisión histórica de la
estructura familiar, luego un pequeño análisis de la función de la medicina familiar y,
finalmente, presentar algunas situaciones y ejemplos en las que la medicina familiar
cobre especial relevancia. Todo esto con el fin de argumentar que la medicina familiar
en el siglo XXI tiene un rol muy importante en la medicina y en la sociedad.

En el siglo XXI la familia como institución y unidad social fundamental persiste. Sin
embargo, las transformaciones que la han moldeado son evidentes. A tal punto que hoy
ya no se puede hablar de ‘la familia’, descrita bajo estrictos parámetros estructurales
como los del siglo XX sino que el concepto mismo abarca una amplia gama de
estructuras que conforman un hogar; entendiéndose este como el ambiente de
desarrollo de la familia. Factores esenciales en la transformación de la familia han sido
la consecución de derechos y libertades sociales y políticas de minorías como las
mujeres y personas de distintas orientaciones sociales. Es así como la familia
postmoderna incluye también personas del mismo sexo, con o sin hijos propios y/o
compartidos, e incluso monoparentales. Otro de los factores que ha configurado la
familia actual son los avances en la medicina de la reproducción, la cual ha permitido
separar las paternidades y las maternidades entre sí, lo cual ha llevado a la
individualización de las relaciones en la familia.

Estas transformaciones estructurales de la familia no solo han cambiado el rol familiar


que se tenia desde antaño, sino que también ha cambiado aspectos paternos
individuales, en donde podemos encontrar hoy en día madres solteras que han optado
por una independencia familiar y económica que las ha llevado a la autoeficacia,
entendida por la autonomía, para la toma de decisiones informada y el
empoderamiento alejado del temor de asumir la crianza del o los hijos sola.
No obstante, a pesar de estos cambios estructurales, el núcleo familiar no se aleja de
conservar las funciones bien especificas que le permiten alcanzar los objetivos que le
corresponden como institución social para satisfacer las necesidades afectivas de sus
integrantes, compartir colectivamente los deberes, los derechos y los recursos
inherentes a ella y fomentar las normas de convivencia.

Hasta el momento se ha hablado de los cambios de la estructura familiar. Ahora bien,


otro de los aspectos que hay que analizar son las funciones del núcleo familiar. Estas, a
pesar de toda la evolución, han permanecido (por lo menos en términos generales)
inalteradas en lo que respecta a su responsabilidad de “satisfacer las necesidades
afectivas de sus integrantes, compartir colectivamente los deberes, los derechos y los
recursos inherentes a ella, y fomentar las normas de convivencia”. Esto hace que
mantener el funcionamiento de la unidad familiar sea indispensable para la sociedad
puesto es la familia la primera institución de inserción social. Es allí donde la medicina
familiar comienza a cobrar relevancia en los cuidados de la salud desde y para la familia.

La medicina familiar nace en la segunda mitad del siglo pasado debido al


fraccionamiento en la atención de las personas en medio de un modelo de salud
puramente curativo, lo que se evidenciaba en el creciente número de especialidades y
de especialistas. Es así como del trabajo mancomunado entre médicos, individuos y sus
respectivas familias se da el origen de la medicina familiar que tiene como objetivo el
mejoramiento de la salud no sólo de los individuos y las familias sino de la comunidad
en general. Los resultados de este trabajo interdisciplinar dentro de la medicina son tan
destacados que hoy en día se ha establecido en los distintos continentes alcanzando en
cada uno de ellos distintos grados de desarrollo y logrando integrar otras disciplinas
como la medicina interna, la pediatría, obstetricia y ginecología, cirugía y psiquiatría.
Esto le ha permitido establecer una cohesión funcional que ha decantado en un auge
vertiginoso en las últimas décadas.

Una de las mayores responsabilidades de los médicos familiares es la de ubicar el


contexto y los recursos disponibles para dar resolución a cada situación específica. Es
así como la medicina familiar ha tenido un desarrollo asimétrico en las distintas
regiones y es en esto donde guarda grandes diferencias con otras especialidades
médicas, puesto que a pesar de basarse en conocimientos universalizados su aplicación
exige un profundo grado de especificidad, haciendo que el grado de complejidad de la
disciplina aumente. Por tanto, la tolerancia, la capacidad de escuchar y el
discernimiento son habilidades y herramientas que un buen médico familiar debe
desarrollar.

El enfoque de la medicina familiar es sistémico; esto es, su visión de la salud es una red
de estamentos con estrechos lazos de interdependencia, lo cual obliga a la integración
de la medicina. Es decir, la medicina familiar reunifica las áreas de la salud que las cada
día crecientes especialidades ramifican. Por esto es necesario que los planes de
aplicación de la medicina familiar contemplen ejes horizontales, verticales y sistémicos
como se ha hecho en Brasil, en donde desde finales del siglo pasado se han hecho
esfuerzos por implementar sólidos planes de salud pública a través de la medicina
familiar que permitan una inversión eficiente de los recursos públicos en salud que se
vean reflejados en el aumento de la calidad de vida de la población. Esto ha hecho que
en el país los indicadores sociales y los estándares de vida hayan mejorado
significativamente en las dos últimas décadas de este siglo.

En síntesis, la diversificación de la estructura familiar así como la creciente demanda


de asistencia médica que contemple las distintas dimensiones constitutivas del ser
humano en su integridad, han exigido la aparición de una disciplina médica que se
encargue del cuidado de la salud de los individuos desde la familia. Por tanto, uno de
los mayores retos para la medicina en el siglo XXI es la articulación de las distintas
especialidades y su aplicación en los distintos entornos sociales.
SALUD FAMILIAR

EL ROL DE LA MEDICINA FAMILIAR EN LA SOCIEDAD


DEL SIGLO XXI.

DRA. FANNY LAMBRAÑO

Estudiante.
JUAN PABLO DE LA OSSA DÍAZ

AGOSTO/2019

MEDICINA III - GRUPO B


UNIVERSIDAD LIBRE SECCIONAL
BARRANQUILLA

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