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PASTOS Y FORRAJES

AUTOR: JOSE ALBERTO MILA PRIETO. Ingeniero Agrónomo. Magister


Scientieae

IMPORTANCIA DE LOS RECURSOS FORRAJEROS EN LOS SISTEMAS DE


PRODUCCION

En todas las zonas de vida y en los sistemas de producción es innegable el papel


esencial que juegan en el contexto ecológico y productivo las especies forrajeras,
como las gramíneas, las leguminosas y las plantas arbóreas, ya que constituyen una
cobertura vegetal permanente base de la estabilidad del suelo, del agua y de la
atmósfera. También son albergue de la macro y microflora y de la fauna y
microfauna, que en conjunto mantienen el equilibrio natural tan importante para la
sostenibilidad de todos los agroecosistemas del mundo terrestre.

Las gramíneas comprenden una familia botánica de las mas numerosas con 700
géneros y 12.000 especies, cerca del 80% de las plantas forrajeras son gramíneas y
entre estas se encuentran alrededor de 10.000 especies de pastos forrajeros
(Freeling 2001) . En el mundo las leguminosas abarcan 750 géneros con 19.000
especies (Graham y Vance 2003), estos 2 grupos de vegetales dotan al hombre del
mayor número de plantas útiles para sus múltiples actividades cotidianas. Desde el
punto de vista productivo los pastos y forrajes son el sustento alimenticio más
abundante y económico para todos los herbívoros incluyendo rumiantes y
monogástricos. Los compuestos orgánicos fuente de fibra y carbohidratos para los
animales domésticos y salvajes son los constituyentes normales de la pared celular
de las especies forrajeras, es decir la celulosa y hemicelulosa que forman el
complejo hidro-carbonado más cuantioso en el reino vegetal.

Foto 1. Las gramíneas y leguminosas forrajeras constituyen la base de la nutrición


animal.

Los recursos forrajeros básicamente lo conforman gramíneas y leguminosas, sin


embargo, se han evaluado otras especies botánicas que tienen un gran potencial de
uso en la nutrición animal, estos recursos se denominan forrajes no convencionales.
El reto en el mundo consiste en lograr producciones a bajo costo con el uso racional
y sostenible de los recursos naturales y de los pastos y forrajes para garantizar un
suministro adecuado de proteína animal para los consumidores y también con el
objeto de generar excedentes para la exportación y la agroindustria, obviamente esta
meta dependerá de las políticas estatales de los países productores y de las normas
internacionales vigentes sobre el comercio exterior de bienes de origen animal y en
donde la competitividad sustentada en el desarrollo tecnológico, será la clave para el
posicionamiento en los mercados dentro de un contexto de economía abierta y
globalizada.

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Para nadie es un secreto la necesidad cada vez mas apremiante de productos
alimenticios limpios y sanos que solo se consiguen con prácticas agrícolas
ambientalmente inocuas y que se basan en el empleo de minerales naturales y
recursos vegetales que como en el caso de los forrajes aportan una dieta para los
animales sana, balanceada y nutritiva. En los sistemas de producción la utilización
apropiada de las especies forrajeras garantiza un claro beneficio en la mayor
productividad ganadera y en la conservación y protección de todos los recursos
naturales y en la oferta de alimentos con un alto valor agregado, en términos de su
origen.

PRINCIPALES ESPECIES FORRAJERAS POR PISO TERMICO

Existen especies originarias de diferentes latitudes que después de muchos años se


han naturalizado en sus regiones de colonización y aún persisten, mostrando
excelente adaptación a las diversas condiciones ecológicas e incorporadas a los
sistemas de producción ganadera, éstas son:

Clima Cálido: 0-1800 m.s.n.m.; 18-300 C.


Gramíneas
Nombre común Nombre científico
Andropogon (Carimagua) (andropogon gayanus)
Alemán (Echhynochloa polystachya)
Angleton (Dichantium aristatum)
Braquiaria común (Brachiaria decumbens)
Braquiaria humidicola (Brachiaria humidicola)
Buffel (Cenchrus ciliaris)
Colosuana (Bothriochloa pertusa)
Elefante (Pennisetum purpureum)
Estrella (Cynodon nlemfuensis)
Gordura (Melinis minutiflora)
Guinea (Panicum maximum)
King grass (Pennisetum hybridum)
Pangola (Digitaria decumbens)
Pará (Brachiaria mutica)
Pasto bahía (grama trenza) (Paspalum notatum)
Pasto Climacuna (Dichantium annulatum)
Pasto La libertad (Brachiaria brizantha)
Pasto Llanero (Brachiaria dictyoneura)
Puntero (Hyparrhenia rufa)
Leguminosas
Amor seco (Desmodium sp)
Calopo (Calopogonium mucunoides)
Campanita (Clitoria ternatea)
Canavalia (frijol de burro) (Canavalia ensiformis)
Desmodio (Desmodium intortum)
Guandúl (Cajanus cajan)
Kudzú tropical (Pueraria phaseoloides)

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Maní forrajero (Arachis pintoi)
Soya perenne (Glycine wightii)

Clima Medio 1.200-2.000 m.s.n.m. 15 – 19ºC


Gramíneas
Caña forrajera (Saccharum officinarum)
Guatemala (Tripsacum laxum)
Micay (Axonopus micay)
Pasto Imperial (Axonopus scoparius)

Leguminosas
Amor seco (pega pega, cadillo) (Desmodium spp)
Bejuco de chivo (Centrosema spp)
Eritrina (poró, pizamo) (Erythrina spp)

Clima Frío: 2200-3000 m.s.n.m.; 9-150 C.


Gramíneas
Avena (Avena sativa)
Azul orchoro (Dactylis glomerata)
Brasilero (Phalaris hybridum)
Falsa poa (Holcus lanatus)
Festuca (Festuca pratensis)
Kikuyo (Pennisetum clandestinum)
Raigras anual (Lolium multiflorum)
Raigras perenne (Lolium perenne)
Raigrás Tetrelite (Lolium hybridum)
Leguminosas
Alfalfa (Medicago sativa)
Lotus (Lotus corniculatus)
Trébol rojo (Trifolium pratense)
Trébol blanco (Trifolium repens)
Vicia (Vicia atropurpurea)

PRACTICAS DE ESTABLECIMIENTO DE PASTURAS

Uno de los conceptos básicos en el uso de especies forrajeras, es la selección de las


especies forrajeras a sembrar en un lote o predio determinado. Las Especies
elegidas deben tener una excelente adaptación a las condiciones agroecológicas de
las zonas en las cuales se van a establecer, esto implica que las plantas forrajeras
deben desarrollarse óptimamente bajo las presiones propias del medio ambiente
como son plagas, enfermedades, malezas, humedad, sequía, altitud, radiación solar,
factores edáficos, etc. El pasto se debe considerar como un “cultivo” y se debe
establecer, proporcionándole todos los cuidados y técnicas necesarias para
garantizarle una larga vida útil a la especies sembradas.

El establecimiento de Pasturas es una etapa clave para obtener éxito a largo plazo,
tanto en la producción de forraje y producción animal, como en la rentabilidad de la

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empresa ganadera; si fallamos en el establecimiento los costos por resiembras o
renovaciones pueden ser elevados y bajar notablemente la productividad.

Preparación de Suelos. El establecimiento de Pasturas se debe realizar de acuerdo


a las condiciones físicas del suelo y a la topografía del terreno, teniendo en cuenta
que los pastos se deben sembrar como plantas comerciales; estos requieren de la
técnica mas indicada para obtener el mejor establecimiento posible. La disposición
de un buen drenaje natural del suelo es básico para la germinación de las semillas y
el logro de una alta población de plantas en el terreno. La preparación del suelo en
todos los casos se debe hacer al inicio de la época seca para destruir las malezas y
reducir las poblaciones de insectos. Al iniciar el período de lluvias, los residuos de las
malezas se habrán descompuesto y los nutrientes se habrán mineralizado y se
incrementará la fertilidad del suelo dando lugar a un sustrato apto para la siembra
como se vió en el tema de suelos. En áreas mecanizables se recomienda una
labranza reducida que consiste en 1 arada y 2 rastrilladas, dejando el suelo suelto,
algunas veces es conveniente nivelar el terreno. Lo importante es dejar el suelo
desterronado de acuerdo al tamaño de la semilla y después de su germinación
garantizar que las raíces penetren dentro del perfil del suelo sin ningún obstáculo. La
mecanización del suelo debe efectuarse en una condición de humedad friable, en la
cual el suelo no está ni muy seco ni excesivamente húmedo y a una profundidad de
20 a 25 cm. Actualmente se pueden conseguir máquinas que en una sola
operación siembran a una misma profundidad, tapan, afirman la semilla y abonan, de
tal manera que el laboreo del suelo es mínimo.

Siembra de Pasturas. Hay 5 conceptos importantes para la siembra de Pasturas: la


época, el sistema de siembra, los materiales de propagación, la densidad de siembra
y el método de siembra.

Época. Cuando se tiene disponibilidad de riego se puede sembrar en cualquier


época del año, en caso contrario es imperante sembrar al inicio de la época de
lluvias. En todos los casos parte del éxito del establecimiento se da por el alto
porcentaje de germinación de la semilla y esto ocurre cuando la humedad del suelo
es adecuada y el vigor germinativo del material genético sembrado es superior.

Sistemas de Siembra. Esta referido a la utilización de la siembra de materiales de


propagación con maquinaria o manualmente, en estos dos casos estamos hablando
de sistema de siembra mecanizada y sistema de siembra al voleo.

Siembra Mecanizada. En áreas planas que permiten el tránsito de equipos se


emplean sembradoras de grano que realizan a su vez la práctica de abonamiento.

Siembra al Voleo. En zonas pendientes con difícil acceso de maquinaria este


sistema es recomendable y ha sido apropiado para pastos como el Gordura y el
Puntero, en zonas mecanizables y en donde los lotes son pequeños se puede
sembrar manualmente o con voleadoras de mano, que dosifican mejor la salida de
los granos y cariópsides.

Materiales de Propagación. Para el establecimiento de Pasturas se pueden usar


semillas de tipo sexual (cariópsides o granos) y materiales asexuales que son partes

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vegetativas de las plantas (tallos, cañas, estolones, cepas, etc.). En la Tabla 1 se
incluye información sobre densidades de siembra recomendables para algunas
gramíneas y leguminosas forrajeras tropicales, tanto para material sexual como
vegetativo. Como método de siembra se recomienda el establecimiento por surcos
para lograr una pradera homogénea.

Tabla 1. Densidades de siembra y producción de forraje verde de gramíneas y


leguminosas forrajeras tropicales. Adaptado por Mila 2002.
Tipo de
Especie semilla sexual Semilla Producción forraje
vegetativa verde t/ha año
Certifi- Sin Cla- Sin Fert. Fert.
cada sificar
kg./ha kg./ha t/ha
GRAMINEAS
Alemán - - 2 (tallos) 40 95
Andropogon 5 20 10 (cepas) 40 90
Angleton 6 30 2 (estol.) 50 152
Braquiaria 3 30 2 (estol.) 60 130
Buffel 5 15 - 50 90
Elefante - - 2-3 (tallos) 140 350
Estrella - - 3-5 (estol.) 60 120
Gordura 10 30 - 40 80
Guinea 6 25 10 (cepas) 50 170
Imperial - - 2-3 (tallos) 50 90
Pangola - - 2 (estol.) 50 80
Pará - - 2 (estol.) 60 150
Puntero 5 25 5-10 70 120
Sorgo Forrajero 10 30 (cepas) 50 150
Avena Forrajera 40 80 - - 50/corte
Caña Forrajera - - - - 450/corte
Maíz Forrajero 15 25 15-20 65 90
Azul Orchoro 15 30 (cañas) 15 50
Brasilero - - - 60 110
Festuca 15 25 - 30 60
Falsa Poa 15 25 5-10 15 30
Kikuyo - - (cepas) 50 100
Raigras Tetrelite 30 - - 60 170

LEGUMINOSAS
Campanita 3 - - 35 70
Desmodium 5 15 - 30 80
Estilosantes 5 15 - 20 70
Guandul 12 15 - 10 40
Kudzu Tropical 6 20 2-3 (estol.) 85 160
Soya Perenne 6 18 - 25 70
Alfalfa 12 15 2-3 (estol.) 30 90
Trébol Blanco 4 20 - 20 60
Trébol Rojo 6 8 - 25 70
Vicia 8 12 - 15 30
Frijol Terciopelo 10 20 - 30 100
Canavalia 10 20 - 50 120
Caupi 15 20 - - 15/corte
Ramio (Urticacea) 10 25 2-3 15 80
(rizomas)

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De la tabla anterior se deduce que el uso de semilla certificada es más económica
por la menor densidad de siembra requerida; a su vez se observa que la producción
de forraje verde por año aumenta significativamente cuando la pastura es fertilizada
así mismo se aprecia que algunas especies solo se pueden propagar por material
vegetativo ya que no producen semillas o cariópsides fértiles en condiciones del
trópico por efectos del fotoperiodo.

Foto 2. El establecimiento adecuado de las especies forrajeras es un proceso


fundamental para la persistencia de las praderas

RENOVACIÓN DE PRADERAS DEGRADADAS

Las praderas del trópico están constituidas principalmente por pastos


naturalizados y nativos, especies que ocupan más del 50% de las áreas
establecidas y en general se encuentran como monocultivo o como los principales
componentes de mezclas forrajeras. Su mal manejo por pastoreo continuo
causante de la compactación del suelo, la incidencia de insectos plaga, la invasión
de arvenses y la presencia recurrente de sequías, inundaciones y épocas críticas,
han propiciado su degradación y la perdida de su capacidad productiva. Las
perdidas por hectárea por año de materia seca superan en muchos casos el 50%
de su potencial de producción. Actualmente existen alternativas de renovación de
praderas degradadas las cuales tienen como meta restituir las condiciones físicas
y químicas del suelo y la recuperación de la calidad y volumen de forraje.

Existen estrategias para solucionar la problemática de la degradación de praderas,


que contribuyen a incrementar la producción de forraje en forma racional,
sostenible y económica con el fin de obtener praderas más vigorosas,
diversificadas y persistentes.

FACTORES ASOCIADOS A LA DEGRADACIÓN DE LAS PRADERAS

Manejo intensivo. Normalmente el manejo de praderas en las regiones tropicales


se hace con sistemas que ocasionan sobrepastoreo e inciden en la compactación
del suelo, y en la desaparición paulatina de las especies forrajeras más palatables,
favoreciendo la colonización de plantas indeseables no consumidas por el ganado.

Esto contribuye a la degradación de las praderas y a la perdida gradual de su


capacidad productiva. En la actualidad el uso de pastos por franjas con el empleo
de la cerca eléctrica, ha hecho mucho más intensivo el manejo de forrajes de
ciertas zonas, con aumentos importantes en la capacidad de carga, pero con
efecto de compactación del suelo afectando las propiedades físicas como la
porosidad, la infiltración y el drenaje entre otras.

Composición química y física del suelo. El ambiente del suelo afecta


directamente la producción de las praderas. En pasturas con manejo intensivo, un
aspecto crítico es la perdida de la fertilidad debido a la falta de restitución
periódica de minerales al suelo que, no compensa ni equilibra la extracción alta de

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nutrientes que hacen las especies forrajeras en el sistema de praderas, tal como lo
indican los resultados que se presentan en la tabla 2, donde se observa las altas
demandas anuales de nutrientes mayores en varios pastos de uso común en
sistemas ganaderos de América Latina.

Tabla 1. Cálculo de la extracción anual de nutrientes y producción de forraje por


especies forrajeras de uso común en el trópico Latinoamericano (Chandler V,
1974. Mendoza, P. 1992. Sierra, O 2002.)

EXTRACCIÓN (KG/HA/AÑO) MS T/HA/AÑO


ESPECIE N P K Mg S

Medicago sativa 890 62 537 60 57 25


Lolium hybridum 432 48 400 - - 16
Lolium perenne 240 41 214 45 - 8
Pennisetum clandestinum 389 36 346 - - 14
Dactyilis glomerata 224 26 161 22 28 7
Trifolium spp 336 43 322 34 34 15
Cynodon nlemfuensis 380 64 460 53 - 28
Pennisetum purpureum 332 70 554 69 - 28
Brachiaria mutica 337 47 421 87 - 26
Digitaria decumbens 329 52 393 74 - 26
Panicum maximum 317 48 399 109 - 25

Por otra parte, después de un uso prolongado de las praderas suceden cambios
importantes en la estructura física del suelo, por ejemplo la reducción del espacio
entre partículas, lo cual disminuye su porosidad y en consecuencia la circulación de
agua y de aire, además aumenta la escorrentía, disminuye el desarrollo de las raíces
y la extracción de nutrientes que se encuentran a mayor profundidad en el perfil del
suelo; entonces las plantas pueden presentar deficiencias de estos, en los suelos
compactados el agua corre por la superficie, arrastrando partículas y materiales de
deposito haciendo evidente el proceso de erosión.

Incidencia de insectos plagas y enfermedades. Debido al predominio de


praderas en monocultivo y por lo tanto poco diversificadas, el efecto de insectos
dañinos es significativo, y los problemas, aumentan ejerciendo presión sobre la
especie dominante constituyéndose en un factor de deterioro progresivo de las
praderas, afectando la producción y calidad de forraje. Otro agravante
preocupante es el tipo de control, el cual ha sido orientado al empleo de
insecticidas con los cuales se han bajado las poblaciones de la fauna benéfica,
esencialmente los controladores biológicos, organismos encargados de mantener
poblaciones de las plagas por debajo del índice de umbral económico. Por otra
parte muchos de los pastos mejorados son afectados regularmente por hongos
patógenos, que también inciden en la pérdida de forraje, en cantidad y calidad y
consecuentemente en la degradación de las praderas. No debemos olvidar que la
contaminación de suelos, aguas, plantas y animales, por el uso indiscriminado de

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plaguicidas ha incrementado no solo los costos de producción si no los costos
ambientales.

Invasión de plantas no forrajeras. Con el uso intensivo de las praderas, la


presión de los bovinos sobre las plantas gustosas y nutritivas se hace más notorio
y la disminución de sus poblaciones, da oportunidad para el paulatino
establecimiento de plantas indeseables sin ningún valor forrajero que con el
tiempo pueden llegar a representar más del 50 % de la cobertura de la pradera,
situación conducente a la degradación de la pastura. En la tabla 3 se aprecia la
producción de materia seca del componente forrajero, representado por pasto
kikuyo y la producción de materia seca de plantas invasoras, en una pradera
degradada frente a una pradera con buen manejo agronómico. Estos resultados
indican cómo en la pradera degradada el volumen de forraje seco está
representado en un 30 % por plantas indeseables, contrastando con la pradera
con buen manejo en la que la producción de plantas no forrajeras solo alcanza el
1%.

Tabla 3. Producción de materia seca (Kg/ha) de pasto kikuyo (Pennisetum


clandestinum) y de plantas invasoras en un potrero degradado y en un potrero con
buen manejo. Sabana de Bogotá Colombia. 1999 B. (Mila, P. A. 2001)

MS Kg/Ha. Corte
Tipo de pradera Kikuyo Arvenses

Degradada 1358 (70%) 582 (30%)

Con buen manejo 5804 (99%) 52 (1%)

Efecto de factores climáticos. No solamente los factores biológicos son


causantes de la degradación de praderas, también existen factores climáticos
como las temperaturas frías de congelación y el déficit hídrico cíclico en muchas
regiones tales como, las altiplanicies andinas, que hacen que las praderas pierdan
su capacidad productiva y entren a un estado de degradación biológica y
económica. Las heladas queman el tejido foliar y la recuperación del pasto se
retrasa ocasionando una oferta limitada de forraje para los animales, además el
efecto se combina con la falta de humedad adecuada en el suelo y en el ambiente,
lo que contribuye a un deterioro más drástico de la pradera, haciéndola más
vulnerable al ataque de plagas y enfermedades, afectándose su vigor, crecimiento
y desarrollo. Con el tiempo el tejido fresco y tierno va dando paso a un material
seco, representado principalmente por tejido estructural (tallos lignificados) con un
limitado valor nutritivo que forman un colchón de estolones inertes e
improductivos, signo inequívoco de degradación de la pradera.

Indicadores de la producción animal por causa de la degradación de las


praderas. En gran parte de los sistemas de producción, la degradación de las
praderas promueve una baja oferta de forraje en cantidad y calidad, que se agrava

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en las épocas secas lo que a su vez se traduce en los descensos en la producción
de leche, carne y crías, las capacidades de carga se reducen en mas del 50%. Las
deficiencias estacionales de forraje también inducen a pérdidas de peso y
condición corporal de los animales, como consecuencia de ello se presentan
reducciones sensibles en factores de producción y reproducción de las empresas
ganaderas.

Definición del estado de degradación de praderas. En términos generales se


puede deducir que una pradera se encuentra en estado de degradación y que por
lo tanto requiere una estrategia de renovación o rehabilitación, cuando se aprecia:

- Baja producción y calidad de forraje


- Pobre desarrollo y vigor de las especies forrajeras
- Formación de material muerto o inerte (Acolchonamiento)
- Fuerte invasión de plantas no forrajeras
- Alta compactación de suelos
- Evidente erosión
- Daño por plagas y enfermedades

Labores previas a la renovación de praderas. Con el fin de tener conocimiento


del estado de degradación de la pradera se debe realizar con antelación, un
muestreo y análisis físico-químico del suelo, además de la estimación de la
disponibilidad de forraje y la composición botánica de la pradera, luego se
programa un pastoreo a ras o bien bajo, con una alta carga de animales y
posteriormente se hace un corte de emparejamiento con la implementos
mecánicos (segadoras, desbrozadoras) y luego sí, se implementan los
tratamientos de labranza vertical.

Estrategias de renovación de praderas. El objetivo primordial es restituir las


condiciones químicas, físicas y biológicas del suelo y el volumen y calidad del forraje.
Las labores de renovación incluyen prácticas para controlar los efectos de la
degradación en las praderas. Las principales alternativas que se pueden desarrollar
son:

Enmiendas y fertilización. Dentro de las prácticas agronómicas que mejor


respuesta brindan en el establecimiento, en la renovación y en el mantenimiento de
praderas, se destaca el uso de las enmiendas y de la fertilización balanceada, con
estas prácticas se consigue mayor producción de forraje en un tiempo relativamente
corto, además el valor nutritivo puede aumentar por unidad de área en términos
cuantitativos. Para el establecimiento, renovación y mantenimiento de praderas es
necesario analizar la relación suelo - planta y verificar las necesidades del suelo en
minerales y los requerimientos de las plantas forrajeras para ajustar un plan
conveniente de enmiendas y fertilización. Con base en los análisis de fertilidad de
suelos y análisis de tejidos de los forrajes es que nacen las recomendaciones de
fertilización en cuanto a fuentes y dosis. Se debe tener en cuenta que la práctica de
enmiendas y fertilización es una de las más costosas y por lo tanto se deben
considerar los factores ambientales, el tipo de pasto, la clase de enmienda y abono,
la época y método de aplicación.

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Labranza. Cuando el suelo presenta una condición de compactación, el empleo de
implementos mecánicos que permiten romper esas capas duras, promueven una
mayor profundidad efectiva, una mejor infiltración y por lo tanto una adecuada
circulación de aire, de agua y una mejor translocación de minerales del perfil del
suelo a la planta. Por otra parte el corte mecánico propicia la regeneración de
material vegetativo de propagación, como radículas, rizomas y estolones. También
con la remoción del suelo se activan los procesos de mineralización, los cuales
hacen más disponibles, el Nitrógeno, el Azufre y el Fósforo de la materia orgánica,
los cuales pueden ser utilizados eficientemente por las plantas antes de que sean
inmovilizados ó se pierdan por lixiviación. Adicionalmente la labranza en la pradera
degradada estimula la germinación de las semillas residuales de especies
introducidas, incorpora las excretas animales y controla la vegetación indeseable
(Hoyos et al, 1994).

En la labranza el uso del arado de cinceles es eficiente para romper la compactación


y restituir el drenaje en todo tipo de suelos. Una de las características principales de
este implemento es que no voltea el suelo o invierte los horizontes, como si ocurre
con el arado de discos. Otros implementos utilizados son los rastrillos los cuales
escarifican el suelo superficialmente (0-15 cm). En síntesis el sistema de labranza
elegido debe permitir una buena producción de forraje y la conservación de los
recursos naturales como el suelo y el agua, es decir ajustarse a una labranza mínima
o reducida.

Control fitosanitario. Un factor biótico que contribuye a la degradación de las


praderas es la incidencia de plagas, enfermedades y arvenses. Normalmente
cuando las especies forrajeras que conforman la pradera presentan poco vigor y
desarrollo, son más sensibles al ataque de insectos y patógenos, así como a la
competencia con plantas invasoras. Es por esto que, se debe contar con un plan de
manejo fitosanitario, haciendo énfasis en el control integrado, privilegiando las
prácticas de control cultural, mecánico y biológico por encima del procedimiento
químico. La renovación de praderas por si misma constituye una práctica cultural,
que vigoriza las especies forrajeras y las hace más tolerantes a factores bióticos. El
uso complementario de prácticas agronómicas como fertilización balanceada, riego
suplementario, drenajes y, de prácticas zootécnicas como la regulación del pastoreo,
ayudan a que las praderas se mantengan sanas y productivas.

Intersiembras. La renovación de praderas habitualmente incluye la introducción de


especies forrajeras mejoradas y es un proceso más económico que el
establecimiento de una nueva pradera. La intersiembra tiene como meta aumentar
los rendimientos y valor nutritivo del forraje en oferta y lograr praderas más
diversificadas, vigorosas y de larga duración. La selección de las especies es un
concepto primordial para lograr un buen establecimiento de las pasturas. Para un
área agroecológica determinada se deben seleccionar las especies de mejor
respuesta en adaptación, producción estacional, tolerancia a plagas y enfermedades,
competitivas, gustosas y nutritivas, persistentes y con buena respuesta en la
producción de leche y carne.

Para las condiciones de zonas andinas en Sudamérica, las especies que se


introducen en las praderas con base en pasto kikuyo son gramíneas como los
raigrases anuales y perennes, diploides o tetraploides, producto del cruzamiento
entre las dos especies. Además de las leguminosas principalmente trébol blanco y
trébol rojo.

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Cultivos limpios. En diversas áreas ganaderas se acostumbra con buen criterio a
renovar praderas de pastos mediante cultivos limpios como Papa, Maíz, o
Cereales menores (Avena, Cebada) para climas fríos y Arroz, Soya y Maíz para
clima cálido. Desde el punto de vista de preparación de suelos las labores se
reducen considerablemente, ya que el terreno se mecaniza para el cultivo limpio y
el rebrote del pasto posterior a la cosecha del producto agrícola, se espera que
sea prolífico por el beneficio de las prácticas agronómicas realizadas al cultivo
(preparación de suelos, fertilización, control fitosanitario, etc). Esta alternativa
puede enmarcarse dentro de los sistemas agropastoriles.

Prácticas combinadas. La renovación de praderas combinando tratamientos


mecánicos, químicos, biológicos y orgánicos, parece ser una de las mejores
alternativas. Se inicia con la escarificación mecánica con base en implementos
como el rastrillo pesado y el arado de cinceles, luego teniendo como referente el
análisis químico de suelos se hacen las enmiendas y la fertilización
recomendables, simultáneamente se procede a la intersiembra de las gramíneas y
las leguminosas mejoradas, estas últimas deben inocularse con las bacterias
fijadoras de Nitrógeno específicas de acuerdo a la especie de leguminosa a
establecer. La inoculación consiste en impregnar la semilla con el sustrato que
contiene la bacteria (Rhizobium sp), haciendo una mezcla que lleva como
adherente una solución de azúcar y agua ó goma arábiga. Una vez la semilla
queda inoculada se deja secar a la sombra y queda lista para la siembra. Si estas
prácticas se hacen apropiadamente la renovación de la pradera será exitosa y su
utilización podrá hacerse después de los 90 días, siempre y cuando la humedad
haya sido la adecuada.

Foto 3. La renovación de las praderas debe hacerse periódicamente para


mantener la productividad ganadera

En trabajos realizados en zonas del altiplano Andino se aprecian las bondades del
desarrollo de procesos de renovación de praderas, como se demuestra en una
evaluación de la producción de forraje y la composición botánica de las praderas
en su estado original (antes de los tratamientos) y a los 56 días de rebrote
después de realizado un pastoreo controlado (Tabla 4).

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Tabla 4. Disponibilidad de materia seca y composición botánica de una pradera en
su estado original (PD), y a los 56 días de renovada (PR). (Mila P, A. 2002)

Composición MS
Especie botánica % KG/HA
PD PR PD PR
Kikuyo (Pennisetum clandestinum) 71.8 37.75 2219.85 2444.8
Raigrás (Lolium hybridum) 8.8 38.5 272.06 4209.12
Falsa poa (Holcus lanatus) 1.2 1.0 37.01 12.4
Tréboles (Trifolium spp) 1.4 23.25 43.28 533.75
Azul orchoro (Dactylis glomerata) 0.2 6.18
Lengua de vaca (Rumex crispus) 4.0 1.25 123.6 38.0
Junquillo (Eleocharis sp) - 0.25 - 1.20
Suelo desnudo 3.4 - - -
Tejido muerto 9.2 - 284.43 -
Totales 100 100 2986.48 7239.15
PD: Pradera degradada; PR: Pradera renovada

Se observa en la tabla 4 que la proporción de pasto kikuyo pasó de cerca del 72%
en la pradera original a casi 38% en la pradera renovada y las poblaciones de
raigrás aumentaron del 9% a 38.5% La cobertura de los tréboles pasó de 1.4% a
23% y la producción total por hectárea de aproximadamente 3 toneladas, aumentó
a 7.2 toneladas es importante anotar que el aporte de tejido muerto o inerte con
284 kg/ha y las áreas desnudas con 3.4% de la cobertura en la pradera
degradada, pasaron a cero en la pradera renovada lo que es indicativo de que la
pradera se rehabilitó y que su capacidad productiva se incrementó notablemente.

MANEJO OPTIMO DE PRADERAS

La utilización eficiente de las praderas se fundamenta en el conocimiento del


comportamiento morfológico y fisiológico de las especies forrajeras empleadas y en
la planeación de las prácticas apropiadas tanto de manejo agronómico como de
manejo zootécnico, para mejorar la eficiencia y productividad de las praderas y de
los animales. El potencial de una pradera se basa en su capacidad para proveer
nutrientes en suficiente cantidad y calidad a los animales en un área determinada
sin comprometer su persistencia. El manejo del pastoreo busca el equilibrio entre el
potencial de la pradera y el potencial animal para obtener adecuada producción de
leche y carne y el mantenimiento de estos dos potenciales por el mayor tiempo
posible. Los sistemas de pastoreo más eficientes han demostrado ser aquellos
donde el animal permanece por cortos períodos en la pradera y se le da oportunidad
de un descanso apropiado a esta pradera, para obtener un rebrote vigoroso del
forraje.

CONCEPTOS EN LA UTILIZACIÓN DE PRADERA. Los atributos de una pradera


comúnmente estudiados son: Disponibilidad de forraje; composición botánica
(Gramíneas, leguminosas, malezas, tejido inerte) y calidad de forraje.

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Disponibilidad de forraje. Una estimación importante en las praderas es medir el
forraje en oferta o sea la cantidad de forraje total en base seca presente por
unidad de área en un momento dado y bajo un determinado sistema de pastoreo.
En la medida en que se aumenta la intensidad de pastoreo por una mayor carga
animal o por una menor frecuencia de pastoreo, disminuye la oferta total de forraje
hasta llegar a un punto de sobrepastoreo donde la cantidad más que la calidad
limita la producción animal. Ahora cuando la disponibilidad de forraje excede la
capacidad de carga animal entonces la pradera se madura antes de ser
pastoreada y su valor nutritivo decrece llegando a un punto de subpastoreo donde
la calidad más que la cantidad afecta también la producción animal.

La disponibilidad de forraje se puede evaluar en forma práctica y sencilla a través


de muestreos en las praderas utilizando el método del metro Cuadrado (M2), Este
consiste en tomar 10 a 20 muestras por hectárea del potrero con un marco de
madera, de plástico o de hierro de 1m x 1m se corta el forraje dentro del marco y
se pesa en verde, luego que se hayan cortado y pesado todas las muestras se
saca un promedio y se obtiene la cantidad de forraje/ha. Con este ejercicio el
ganadero puede tener una idea aproximada de la producción y por lo tanto de la
capacidad de sostenimiento de la pradera evaluada. Para el cálculo de la materia
seca, se toma una submuestra promedio de 200 gramos de los puntos
cosechados y se seca en un horno, estufa, o al sol y luego se pesa y se determina
el % de la materia seca así:
% MS = peso seco submuestra / peso verde de la submuestra X 100

Composición botánica. Mide la proporción en que las especies vegetales están


presentes en el forraje. Resulta de interés medir la proporción de leguminosas ya
que además de fijar nitrógeno atmosférico en el suelo son fuente de proteína
vegetal para animales en producción, así que la pérdida de ciertos componentes
como las leguminosas y otras forrajeras pueden afectar la calidad de la pradera
sobre todo si tales componentes son reemplazados por especies poco
consumidas como algunas malezas. Las mediciones de la composición botánica y
de la disponibilidad de forraje en la pradera no solo sirven para explicar ciertas
respuestas en producción animal, sino también para evaluar como algunos
tratamientos tales como: Fertilización, riego, manejo del pastoreo, modifican, la
persistencia de las especies establecidas.

Forraje residual. Se estima después del pastoreo y se hace una vez que los
animales han salido de los potreros, igualmente se evalúa el forraje verde y el
forraje seco así como la composición botánica, lo cual permite establecer niveles
de preferencia y consumo por los animales en pastoreo, así como aproximarse a
la definición de tasas de crecimiento de las diferentes especies presentes en la
pradera.

Valor nutritivo. En las especies forrajeras se buscan ciertas características


nutricionales como las de poseer los nutrientes esenciales balanceados, alta
digestibilidad y gran gustosidad. La calidad nutritiva está condicionada a la especie

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de planta a las partes de la misma, a la edad y a factores ecológicos como el
suelo, la altitud, las lluvias, la radiación solar y la temperatura.

Relaciones suelo planta animal. En situaciones de pastoreo se debe propender


por el uso óptimo del forraje en cuanto a su crecimiento para incrementar la
producción animal y ocasionar el menor daño posible a todos los otros
componentes del ecosistema de praderas como son el agua, la biota y microbiota
del suelo y las especies vegetales presentes. El control que se hace del pastoreo
incluye el ajuste de los días de ocupación y descanso para favorecer el rebrote de
las especies forrajeras y para el mantenimiento de una composición florística
deseable. Es primordial conocer las preferencias de los animales de acuerdo a los
periodos estacionales y las necesidades de nutrientes de las praderas para
garantizar una eficiente productividad de los sistemas ganaderos.

Producción animal. Para maximizar el potencial de rendimiento de las especies


forrajeras y de los animales los pastoreos rotacionales responden a las
necesidades de descanso que tienen las pasturas lo cual asegura su longevidad.
El uso de los forrajes como cultivos comerciales a su vez permiten un apropiada
respuesta animal al tener un mejor balance de nutrientes por el hecho de
desarrollar las prácticas agronómicas y zootécnicas esenciales para lograr
praderas productivas y nutritivas tales como la irrigación, la fertilización, la rotación
de los potreros y cargas animales ajustadas. Para tener un control del
comportamiento animal es fundamental estimar la cantidad de forraje disponible y
el consumo por los animales para determinar el flujo de nutrientes y ajustar las
dietas según los requerimientos fisiológicos de mantenimiento y producción del
hato y pronosticar el potencial productivo animal en las fincas.

Sistemas de Pastoreo. Un aspecto de sumo interés dentro del manejo de praderas


es la forma de utilización de las especies forrajeras; en el trópico por ejemplo el
pastoreo continuo es el sistema más utilizado en ganadería extensiva lo que permite
tener un número de animales menor a la capacidad de sostenimiento de la finca; lo
que ocasiona frecuentes desperdicios de pasto por subpastoreo especialmente en el
período de lluvias. En el periodo de sequía en cambio se recargan los potreros
ocasionando sobrepastoreo, lo cual baja la producción y la calidad de la pradera. En
general hay 2 factores que pesan para el manejo de praderas; el tiempo de
descanso y el ajuste de la carga animal, que son vitales para permitir la persistencia
de las pasturas sobre todo en épocas de verano

Pastoreo Selectivo. No todas las especies forrajeras son igualmente apetecidas por
el animal, ni son igualmente gustosas en las mismas fases de crecimiento, por esto
el animal que pastorea una pradera heterogénea selecciona las especies más
deliciosas o palatables lo cual es perjudicial cuando hay sobrepastoreo o alta carga
animal, con el tiempo las especies gustosas desaparecen y dan oportunidad a las
malezas de establecerse y con ello la pradera se degrada. Si el manejo es bien
programado con descansos apropiados y carga ajustada, las especies forrajeras
gustosas serán favorecidas y persistirán durante un tiempo más prolongado debido a
la oportunidad que tienen de recuperarse vigorosamente después de los cortes o
pastoreos.

14
Pastoreo Continuo. Consiste en tener los animales en un mismo potrero durante
todo el tiempo hasta que cumpla su fase productiva. En este sistema el animal tiene
mayor oportunidad de seleccionar su alimento y con cargas altas las especies más
gustosas, serán preferidas por los animales y no tendrán persistencia por el
sobrepastoreo practicado sobre ellas, las especies no consumidas cubrirán
paulatinamente la pradera y la productividad animal se verá afectada. Con cargas
bajas el animal siempre seleccionará las especies palatables y eventualmente
sobrará pasto, pero de especies poco aceptadas por el ganado las cuales al tener
menos competencia, cubrirán el área en corto tiempo y la pradera se degradará. En
potreros muy extensos los animales van buscando las mejores especies y tienen que
caminar largos trechos seleccionando el forraje por lo cual gastan mucha energía y
dan origen a caminos o sendas que por el excesivo pisoteo se convierten en áreas
descubiertas, en las cuales no se desarrollará el pasto. Las ganancias diarias de
peso por animal son mayores que en otros sistemas de pastoreo pero la producción
por hectárea es siempre menor ya que la carga que puede sostener una pradera en
pastoreo continuo es menor que la que se consigue en pastoreos alternos y
rotacionales. El ganadero utiliza este sistema debido a la baja inversión en cercas,
saladeros, bebederos, establos, etc., además requiere poca administración. Sin
embargo, la desaparición de las especies deseables y la baja productividad
animal/ha inciden en el uso inadecuado de la finca. Hay justificación en el uso de
este sistema en zonas donde el costo de la tierra es muy bajo y la fertilidad del suelo
es tan pobre que las inversiones en el mejoramiento de praderas serían muy
onerosas.

Pastoreo Alterno. Es posible mejorar la eficiencia de una explotación pecuaria


cuando dividimos un potrero en 2 partes aproximadamente iguales, de tal manera
que cuando un potrero está en uso el otro permanece en descanso, en este período
de descanso se aprovecha para hacer control de malezas, fertilizar y regar el potrero
sin uso. El pastoreo alterno como consiste en 2 potreros, la ocupación por el ganado
en cada potrero dependerá de la recuperación de las especies forrajeras deseables.
De acuerdo al pasto que se este explotando se tienen diversos períodos de
alternación por ejemplo: 14 días de ocupación y 14 de descanso o sea 14:14 viable
para pasto estrella, existe la alternación 21:21; 28:28; 35:35; 42:42 y hasta 49:49
siempre dependiendo de la recuperación de la especie utilizada. De todos modos las
alternaciones mas largas (42:42 o 49:49) serán implementadas en épocas de verano
cuando el período de descanso que necesitará el forraje para acumular reservas y
recuperarse será más largo.

Pastoreo Rotacional. Si queremos tener varios potreros pequeños (3 o más)


entonces estamos orientados hacia un sistema de pastoreo en rotación en el cual los
períodos de ocupación por el ganado son cortos y los períodos de descanso se
harán de acuerdo a la especie sembrada y a las condiciones climáticas, en este caso
las prácticas culturales tales como fertilización, control de malezas y riego se facilitan
notablemente, la inversión por concepto de infraestructura es mayor (cercas,
saladeros, bebederos, canales de riego, etc) pero la carga animal es más alta, el

15
consumo y producción de forraje es más uniforme y regulado y por lo tanto la
productividad de la finca se incrementa.

Voisin (1959) introdujo unas leyes que tienen aplicación en el pastoreo en rotación
en 4 aspectos:

1. Intervalo suficiente de descanso: Esto con el fin de que el forraje acumule los
carbohidratos de reserva para un crecimiento vigoroso después del pastoreo
y tener mayor producción de forraje de adecuada calidad en suficiente
cantidad.
2. Período de ocupación corto: Una planta cosechada inicialmente no debe
volver a ser cosechada nuevamente por el animal en el mismo período de
ocupación.
3. El pasto de mayor calidad lo deben cosechar los animales de mayores
requerimientos fisiológicos,
4. Un animal productivo (vaca lechera) para producir cantidades regulares de
leche no debe permanecer más de 3 días en un potrero, lo mejor es un solo
día.

El sistema de pastoreo rotacional es aconsejable para explotaciones que dispongan


de buena tecnología, que tengan pasturas mejoradas y se quiera tener alta
rentabilidad. Es conveniente asegurar una excelente administración y un programa
paralelo de sanidad animal

Pastoreo en Fajas. En explotaciones intensivas especialmente de leche


especializada el uso de la cerca eléctrica permite proporcionar franjas de potrero
diariamente a un grupo de animales. Este sistema obliga al animal a comer
uniformemente eliminando la selectividad, ya que el pastoreo será con alta carga
animal y el consumo será uniforme. Una ventaja adicional es que el tiempo de
recuperación del pasto será suficiente para el siguiente pastoreo. La carga animal en
la faja dependerá de la época del año, de la disponibilidad de forraje y de prácticas
culturales como la fertilización, el riego y controles fitosanitarios, de cualquier modo
en la época de verano se deberá bajar la carga para favorecer la persistencia de la
pradera; con este tipo de manejo se facilita el empleo de bebederos, saladeros y
ordeñaderos portátiles o móviles .El pastoreo en fajas suministra un mejor alimento
al animal y un mejor control sanitario del hato.

Foto 4. El buen uso del pastoreo hace mas eficiente los sistemas de producción
ganaderos. (Mila, P. A)

PROCESOS DE CONSERVACIÓN DE FORRAJES

Cada vez es mas apremiante la necesidad de mantener excedentes de forraje en los


predios ganaderos, ante las frecuentes inclemencias del tiempo y/o fenómenos
meteorológicos impredecibles que sumen a los productores en situaciones de crisis
por la imposibilidad de alimentar sus animales y lograr índices de producción

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sostenidos durante todo el año. La mejor manera de afrontar la falta de recursos
forrajeros es a través de la conservación de éstos ya sea en forma de ensilaje, heno,
henolaje o harina proveniente de deshidratación. El almacenamiento de este tipo de
alimento puede hacerse durante un tiempo más o menos prolongado si el proceso
de conservación se hace con las técnicas apropiadas y consecuentemente se
obtiene un alimento preservado con características de buena calidad.

Ensilaje. El concepto del ensilaje hace alusión a la conservación de forraje fresco


con una humedad aproximada del 70%, se prefiere hacer el ensilado con materiales
forrajeros de altos rendimientos y gran contenido de carbohidratos por ejemplo los
pastos de corte como: elefante, imperial, en estado de prefloración, maíz en fase
choclo, avena forrajera y sorgo forrajero en grano lechoso-pastoso y raigrases
mejorados de 45 días de rebrote. Las leguminosas por su alto contenido proteíco no
son recomendables para ensilar a menos que se mezclen con forrajes ricos en
energía.

Tabla 5. Dosis recomendadas de algunos aditivos y preservativos utilizados en el


ensilaje de forrajes.

Producto Dosis por tonelada de forraje


verde
Aditivos
Melaza (kg) 10 - 20
Granos Cereales (kg) 50 - 100
Maiz molido con (kg) 50 - 100
tusa (%) 3- 6
Azucar
Conservadores
Acido formico (L) 3 - 5 (Solucion al 85%)
Formaldehido (L) 6 - 10 (solucion al 35%)
Metabisulfito de
Sodio (kg) 4
Acido clorhidrico
+ Sulfurico (L) 55 - 75 (Solucion al 9%)
Correctivo
Urea (kg) 5- 6
Adaptada de: Sánchez M.L. 1991 y Arguelles M.G. 1992.

Factores importantes en el ensilaje

Grado de maduréz o estado vegetativo del forraje. Como norma general se


aconseja cosechar las gramíneas de pastoreo y de corte en estado de prefloración,
etapa vegetativa donde se consigue un aceptable valor nutritivo y buena cantidad de
materia seca por área. Se exceptúan de esta norma los cereales forrajeros que se
cosechan en fase de grano lechoso a pastoso, y la mayoría de leguminosas al inicio

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de floración. Recordemos que las plantas forrajeras cuando maduran disminuyen
notablemente su valor nutritivo incidiendo en un ensilaje de baja calidad nutricional.

Contenido de humedad del forraje. Como se había planteado inicialmente el


porcentaje óptimo de humedad es del 70% para la mayoría de forrajes. Si la
humedad se encuentra por encima del 80% en el proceso de apisionamiento habrá
pérdidas de carbohidratos solubles por lixiviación, se elevará el pH y se fomentará
una fermentación indeseable. Cuando la humedad está por debajo del 65% el picado
fino del forraje será dispendioso así como la compactación y se calentará la masa
forrajera induciendo fermentaciones nocivas. Muchas veces es mejor realizar el
presecado del material en el campo antes de ensilarlo.

Llenado y compactación del forraje. Después del corte del forraje con la segadora
se hace un picado fino del material (15 - 20 mm) y se procede a la compactación,
tratando de eliminar rápidamente el aire entre las partículas de forraje para evitar que
las células sigan respirando que se eleve la temperatura e intervengan los mohos y
bacterias butíricas que desnaturalizan la proteína, degradan los carbohidratos y
pudren el producto ensilado. Por esta razón el llenado en el silo debe ser rápido, así
como el apisonado para disminuir la exposición del forraje a las condiciones
atmosféricas. Después de haber llenado el silo se procede a taparlo muy bien para
aislarlo de los efectos climáticos como el oxígeno, las lluvias y la radiación solar.
Cuando el forraje se corta para ensilar, los azúcares se desdoblan a sustancias
simples como el agua y el dióxido carbónico con liberación de calor, elevándose la
temperatura por encima de 60ºC, de tal suerte que si la respiración es continua las
pérdidas de carbohidratos pueden ser totales por esto es fundamental controlar la
respiración tratando de que cese lo mas pronto posible para mantener un gran
remanente de azúcares y almidones que asegure a una fermentación ideal. En el
proceso de ensilado después del corte se inicia la respiración y muerte de células
que puede demorar horas si el apisonamiento y llenado del silo son lentos en este
caso las pérdidas de calidad son significativas, si la expulsión de aire y llenado son
rápidos la calidad es adecuada. Posterior a la muerte de células viene una
fermentación acética y luego el comienzo de la fermentación láctica que puede
desarrollarse hasta por 21 días (Sánchez 1991) al finalizar la actividad microbiana se
estabiliza el pH y la temperatura con mantenimiento de algunos niveles de ácidos
acético y láctico.

Pérdidas en el proceso de ensilado. Aún en los ensilajes mas perfectos hay que
asumir pérdidas sobre todo superficiales que se dan en las paredes laterales y en la
parte superior de los silos elaborados en el campo por acción del agua y del aire. En
forrajes que se guardan muy húmedos se presentan pérdidas por drenaje o efluentes
y muchos nutrientes pueden ser lavados en la fase de apisonamiento, forrajes
almacenados con humedades del 70% o menos no muestran pérdidas por drenaje.
Hay pérdidas por respiración de la planta y fermentaciones bacteriales que
disminuyen principalmente la materia seca. Los carotenos que son precursores de la
Vitamina A se oxidan con facilidad y en silos muy expuestos, las pérdidas son
elevadas, la Vitamina C es descompuesta en su totalidad durante el ensilado
(Arguelles 1992). Es conveniente resaltar que el tapado hermético en silos con

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forrajes humedos ocasiona bajas en la gustosidad del material; ensilados a base de
leguminosas pueden originar excesos de amoniaco que afectan la digestibilidad del
producto. En general las pérdidas se pueden reducir considerablemente con un
proceso cuidadoso en que se haga un rápido llenado, compactación eficiente y
tapado apropiado. En el campo puede haber pérdidas del 5-10% en el momento de
la cosecha; de cualquier manera las pérdidas máximas tolerables para un silo no
deben sobrepasar del 35%.

Clases de Silos. Existen en general 2 tipos de silos: Horizontales y verticales o


aéreos. Los horizontales Son largos, construidos en superficie y abiertos en uno o
los dos extremos. Las paredes laterales deben tener inclinación (15-34 cm de declive
por metro lineal), esto facilita la compresión y expulsión del aire del forraje. Se
construyen en ladrillo, cemento, piedra, concreto o madera, las paredes deben
quedar lisas. Los construidos en forma vertical tienen techo y por su diseño se
obtiene un ensilado de mejor calidad por la buena compactación que se logra y las
pérdidas son menores. Si son muy grandes su operación puede ser mas dispendiosa
pues necesitan maquinaria especial para llenarlos y vaciarlos, no obstante se
pueden hacer con materiales mas económicos como guadua, y no muy altos para
manipularlos sin maquinaria especializada.

Henificación. Es un proceso que consiste en reducir la humedad del forraje a un 15-


20% mediante el secado natural (radiación solar) o el secado artificial (heniles). Este
medio de conservación permite obtener un producto con un valor nutritivo similar al
forraje fresco, con pérdidas insignificantes. La henificación es aplicable a la mayoría
de las especies forrajeras ya que el objetivo básico es hacer una deshidratación
rápida de los tejidos forrajeros; lo importante es cosechar los materiales para
henificar en el estado vegetativo apropiado, por ejemplo: las gramíneas en
prefloración y las leguminosas al inicio de la floración.

Secado Natural. Una vez cosechado el forraje debe secarse inmediatamente para
evitar pérdidas de calidad. Cuando hacemos el secado en el campo debemos elegir
días soleados sin riesgo de lluvias (inicios de la época seca), el forraje después de
cortado se apila y se voltea cada 3 horas hasta conseguir una humedad del 20% a la
cual puede ser almacenado. Este método de secado es el mas económico ya que la
energía proviene del sol para reducir la humedad. En general se dice que 3-6 horas
de sol son suficientes para bajar la humedad del forraje a un 20-25% en condiciones
de clima cálido; para áreas de clima frío se necesitan hasta 2 días de labores de
campo para llegar a la humedad deseada.

Secado combinado - natural – artificial. También es posible secar el material en el


campo expuesto al sol hasta lograr una humedad del 40% entonces se recoge y se
lleva a sitios cubiertos para terminar el secado artificialmente a través de paso de
aire caliente o a la temperatura ambiente sobre la masa forrajera.

Secado artificial. De todas maneras antes de hacer el secado artificial es


conveniente dejar el forraje 2-3 horas en presecado en el campo y se trae a los
heniles desecadores, estos son construcciones que tienen un piso enmallado o

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entablado en el que se coloca el forraje extendido y a través del cual se induce el
paso de aire con el uso de un ventilador de gran capacidad alimentado con
combustible (ACPM, carbón, luz etc.). Las capas de forraje deben quedar flojas y
bien distribuidas para que el flujo del aire sea homogeneo y seque el forraje al mismo
tiempo. La temperatura de secado puede ser la misma del medio ambiente o un
poco más alta para reducir el tiempo de secado, hay que tener en cuenta que
temperaturas de secado muy altas aumentan los costos operativos y pueden
ocasionar pérdidas del valor nutritivo del producto (Arguelles 1980)

Pérdidas en el proceso de henificación. Cuando la elaboración del heno es


adecuada las pérdidas de calidad son mínimas. En la cosecha y operaciones
mecánicas las pérdidas pueden ser del orden del 6-7%, en rendimiento. La caída de
follaje es drástica en las especies leguminosas durante el proceso de secado y las
pérdidas en rendimiento y calidad pueden ser del 10% o más; debido a este factor se
están utilizando máquinas cortadoras y acondicionadoras para exprimir parcialmente
el follaje y descender la humedad con el fin de que las hojas y los tallos suculentos
se sequen al mismo tiempo; de esta manera la defoliación es mínima y
consecuentemente las pérdidas también.

Almacenamiento del heno. Una manera simple y económica es guardar el heno en


sitios techados bien ventilados sobre tamo, lo importante es garantizar una
circulación de aire permanente y evitar la actividad de microorganismos
contaminantes del medio y del suelo. El heno se puede comprimir en montones o
colgarse en cercas o en palizadas pero bajo techo y en lugares limpios y secos. Si
poseemos maquinaria se pueden hacer pacas o fardos desde 12 kg que son
rectangulares hata fardos prismáticos o redondos de 500 a 2000 kg de peso.
Arguelles (1992) anota que existen muchos aditivos como la sal común que facilitan
la preservación del heno, además de otros como los ácidos propiónico y acético que
por sus costos y manipuleo son potencialmente utilizables en grandes empresas
ganaderas.

Henolaje. Esta práctica consiste en ensilar forraje con 45% de humedad en


condiciones anaerobias (ausencia de oxígeno). Tiene como ventaja que el forraje así
conservado retiene la mayor parte de los nutrientes del forraje fresco, además es un
alimento muy palatable. El proceso se limita a cortar el forraje con 80% de humedad,
se amontona y se voltea periódicamente hasta conseguir un 45% de humedad en
este punto se enfarda conformando pacas hasta de 5 toneladas con ayuda de una
rotoenfardadora acondicionada para el forraje húmedo (45%), luego se empacan en
bolsas plásticas que se sellan y se pueden dejar en el campo hasta que se decida su
empleo.

Deshidratación. El objetivo es secar el forraje a temperaturas elevadas (90-150ºC) o


aún mas elevadas (880-1000 ºC) y en forma instantanea (segundos) el forraje se
retira de la cámara deshidratadora rápidamente para evitar que se queme, con este
sistema las pérdidas de materia seca son mínimas (menos del 5%). La
deshidratación básicamente consiste en grandes tambores rotatorios calentados con

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A.C.P.M. o gas natural, este tipo de instalaciones es costosa y se justifica para secar
materiales forrajeros de gran calidad por ejemplo alfalfa.

Peletización. El forraje una vez seco se puede moler en molinos de martillo hasta
obtener harina. Sin embargo, para facilidad de manejo, transporte y almacenamiento
se aconseja someter a la harina a procesos de presión y temperatura para granularlo
y hacer “pellets” (panelitas) que pueden ser presentados en diferentes formas y
tamaños (cubos, pastillas etc.), estos “pellets” pueden ofrecerse directamente al
animal o ser molidos nuevamente y mezclados en las raciones diarias.

Tipo de Maquinaria Utilizada en Conservación de Forrajes. Para adelantar los


procesos de ensilaje, henificación, henolaje, deshidratación se requiere el empleo de
una maquinaria mínima, estos implementos se reducen a: Guadañadora (segadora);
guadañadora-amontonadora; cosechadoras-picadoras; rastrillos hileradores;
cosechadoras-acondicionadoras; enfardadoras; equipos auxiliares para el transporte
y suministro de forraje en los establos.

Foto 5. Las prácticas de conservación de forrajes permiten el suministro oportuno de


alimento a los animales. (Mila, P. A)

LIMITANTES FITOSANITARIOS QUE AFECTAN LOS PASTOS Y FORRAJES

Las especies forrajeras en términos generales se consideran plantas de gran


rusticidad, además son de carácter persistente ya que una alta proporción de
estas especies son perennes y con características fisiológicas que las hacen
tolerantes a condiciones adversas de clima, de suelo y de factores bióticos. No
obstante es conveniente admitir que existen organismos biológicos como los
insectos, y microorganismos patógenos que por desequilibrio ambiental se han
convertido en consumidores naturales de las especies forrajeras que conforman
una pradera y que pueden causar problemas fitosanitarios, los cuales deben ser
diagnosticados y manejados adecuadamente para evitar reducciones drásticas de
la producción y la calidad del forraje, que a su vez afectarán principalmente la
productividad de los sistemas ganaderos de las regiones del trópico.

Entendiendo que dentro de las políticas internacionales está la de incentivar la


producción limpia a través de estímulos a la obtención de productos ecológicos,
entonces es fundamental el desarrollo de tecnologías de pasturas sin el empleo de
agroquímicos como los pesticidas, sino con el uso de productos naturales para el
manejo agronómico y zootécnico de los cultivos forrajeros, con este sistema de
producción se lograría tener leche y carne de óptima calidad la cual accedería a la
certificación como productos ecológicos y al aval para su incursión a los mercados
externos.

Indice de umbral economico. Para tomar decisiones inteligentes sobre el manejo


y control de plagas, enfermedades y malezas, se debe tener como principio básico
el Indice de Umbral Económico que hace alusión al porcentaje de la población del
insecto dañino o del patógeno o de la maleza a partir del cual se afecta

21
económicamente el cultivo forrajero. Por ejemplo en el caso de comedores de
follaje (crisomélidos) cuando un 10 a 15% del área está consumida por la plaga se
considera un daño moderado y es el momento de asumir medidas para el control,
también es posible contar el número de larvas, ninfas o adultos por metro 2 o por
planta y definir el índice de umbral económico. En evaluaciones de muchos
patógenos, malezas y algunos insectos se evalúa el daño a través de escalas que
por lo general van de 1 a 4 donde 1 corresponde a un daño inferior al 5% y 4 a un
daño grave con más del 40% de las plantas afectadas, los niveles 2 y 3
corresponden a un daño leve y moderado respectivamente y que generalmente
representa la necesidad de intervenir para establecer el sistema apropiado de
control.

Principios generales para el manejo de limitantes fitosanitarios en forrajes.


Existen 3 principios aplicables para el manejo de plagas, enfermedades y plantas
invasoras. Prevención, Erradicación y Control. EL principio fundamental es la
prevención ya que se pretende evitar el establecimiento de cualquier problema
sanitario en las praderas libres de dichos problemas. Algunas medidas importantes
de prevención son: Empleo de semilla certificada, uso de pastos adaptados,
fertilización balanceada, limpieza y desinfección de equipos y herramientas, rotación
de potreros. La erradicación solo se justifica en plantas altamente nocivas como
aquellas tóxicas para el ganado. El principio de control opera para mantener bajas
poblaciones de los agentes bióticos perjudiciales y se hace a través del manejo
integrado

Manejo integrado. Un buen manejo de las poblaciones dañinas de insectos.


Enfermedades y malezas depende de un programa adecuado de control integrado
aplicando oportunamente los diversos medios de control disponibles: Cultural,
biológico, químico y el uso de praderas mixtas.

Control cultural. Comprende todas las prácticas agronómicas que tienen por objeto
proporcionarle a las praderas condiciones favorables para su desarrollo y
crecimiento que puedan contribuir a darle un mayor vigor y tolerancia al efecto de
agentes fitosanitarios dañinos. Algunas de las medidas recomendadas incluyen:

-Siembra de gramíneas y leguminosas forrajeras bien adaptadas a la región,


teniendo en cuenta la diversidad de especies
-Buen manejo de praderas con periodos adecuados de ocupación y descanso
-La fertilización balanceada con base en el análisis físico-químico del suelo y la
aplicación de riego suplementario son prácticas que reducen los riegos sanitarios ya
que el desarrollo vigoroso del pasto es más rápido y por tanto los periodos entre
pastoreos más cortos.
- El establecimiento de praderas mixtas de gramíneas y leguminosas compatibles es
una buena estrategia, además que se consiguen praderas diversificadas ofreciendo
un ecosistema más heterogéneo y equilibrado.
- La renovación de praderas, afloja el suelo, mejora la infiltración y entrada de aire,
agua y fertilizantes al suelo. Con la renovación entonces se obtiene una rápida
recuperación del pasto y una notable disminución de las poblaciones nocivas de
plagas.
- El excedente de forraje producido en las épocas lluviosas se debe conservar como
ensilaje heno o henolaje para guardarlo como suplemento alimenticio para épocas
críticas.

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- Los sistemas de pastoreo en rotación con el uso de la cerca eléctrica, permite
regular la carga, los días de ocupación y las alturas e intensidades de pastoreo y por
lo tanto la utilización eficiente del pasto. Las áreas normalmente no pastoreadas
como los bordes, linderos, sitios cercanos a los canales e instalaciones, se deben
cortar o pastorear con terneras, ovinos para evitar focos de insectos, patógenos y
semillas de malezas.

- El monitoreo permanente del estado de las praderas es clave para detectar


poblaciones potencialmente peligrosas de plagas y así realizar las prácticas
preventivas y acertadas para su manejo. La asesoría técnica profesional es muy
importante para implementar métodos racionales de control

Control Biológico. Observaciones de campo realizadas en diferentes zonas


tropicales indican que existen enemigos naturales de insectos plaga, patógenos y
malezas dentro de los cuales se destacan depredadores como insectos benéficos
que destruyen formas inmaduras y adultos de las plagas. También existe un tipo de
control natural espontáneo y ocasional en las fincas que se da por acción de
pájaros, anfibios y reptiles devorando adultos de insectos nocivos en los potreros,

Control microbiológico. Naturalmente se encuentran organismos causantes de


enfermedades en insectos (entomopatógenos), tales como hongos, bacterias, virus,
nemátodos y protozoarios. Estudios de patogenicidad en insectos, recomiendan
como promisorios en el control, cepas de los hongos Beauveria bassiana y
Metarhizium anisopliae. Pruebas de campo en fincas señalan resultados muy
variables aunque alentadores sobre el potencial futuro de estos hongos para ser
incluídos en programas de manejo integrado de plagas. También se han encontrado
posibilidades con hongos endofíticos como Acremonium sp los cuales presentan
simbiosis con algunas especies forrajeras como raigrás y festuca; estos pastos
asociados con el hongo producen compuestos tóxicos repelentes a un amplio rango
de insectos, pero que pueden también causar toxicidad a bovinos en pastoreo. En
estos momentos están en desarrollo trabajos en el mundo para documentar
aspectos inherentes al comportamiento de estas relaciones endofíticas para
integrarlas al manejo plagas, sin afectar la sanidad y producción animal

Control Genético. La resistencia varietal empieza a abrirse paso con la posibilidad


de cultivos transgénicos los cuales tienen incorporados genes tolerantes a ataques
de insectos como por ejemplo el gen de resistencia del B T (Bacillus thuringiensis), o
genes de resistencia a herbicidas como el glifosato. Por otra parte varias gramíneas
y leguminosas exhiben tolerancia a plagas y enfermedades y muestran efectos
alelopáticos para ser más competitivas y agresivas en el campo por lo que no se
debe descartar el empleo de estas bases genéticas en programas avanzados de
fitomejoramiento en cruces de gramíneas y leguminosas resistentes con especies
susceptibles pero de gran valor forrajero

Control Químico. Este tipo de método debe ser complementario a los demás y
solamente empleado en casos específicos y localizados para evitar su impacto
negativo en el medio ambiente. En el caso de uso de pesticidas se deben
seleccionar los menos tóxicos y contaminantes de los recursos naturales, además
los productos químicos tienen un efecto drástico en la población de benéficos y
rompen fácilmente el equilibrio natural, hay efecto residual del producto en fuentes
de agua y en pastos lo que afectaría a animales y humanos, por otra parte los
organismos plaga con el tiempo crean resistencia.

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Si se llega al caso de aplicar agroquímicos se deben tener en cuenta los siguientes
aspectos.

- Emplear únicamente pesticidas categorías toxicológicas de baja a mediana


toxicidad.

-Las aplicaciones se deben hacer con equipos completos de fumigación y bien


calibrados.

-Rotar los agroquímicos para minimizar la capacidad de resistencia de los


organismos plaga.

-Aplicar únicamente los productos autorizados por las compañias sanitarias

- La aplicación de agroquímicos es un sistema complementario de control y no el


sistema único, por lo tanto las aplicaciones deben obedecer al establecimiento de
umbrales económicos y haciendo el menor número de aplicaciones posible.

- No se debe permitir la entrada de animales por lo menos 30 días a los lotes


fumigados.

- No olvidar que muchos de los problemas fitosanitarios son de difícil control con un
solo método y por lo tanto es necesario recalcar el uso del manejo integrado
incluyendo la masificación o socialización de este sistema a todos los ganaderos que
padecen estos problemas

- Las recomendaciones del tipo, dosis y sistemas de aplicación de los pesticidas


deben estar sustentadas por un profesional especialista en fitosanidad.

Foto 6. El efecto de las plagas en las praderas debe ser evaluado y manejado
racionalmente. (Mila, P. A)

GLOSARIO

Arvense. Vegetación que invade los cultivos y prados artificiales. En general las
hierbas que crecen entre los cultivos y la vegetación útil de las pasturas, en
competencia con las plantas sostenidas por el hombre.

Defoliación. Remoción de las hojas de las plantas que hacen los animales en
pastoreo. La defoliación puede darse por medios biológicos (insectos plaga,
microorganismos patógenos, como hongos, bacterias), por medios artificiales
(cortes mecánicos). La defoliación también puede hacer referencia a la caída
prematura de las hojas por efecto estacional (otoño), o por envejecimiento o
senescencia de las plantas.

Edáfico. Relacionado al suelo.

Endofítico. Relativo a los endófitos. Los endófitos son plantas parásitas o


saprófitas que viven en el interior de un organismo vegetal o animal

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Estolón. Tallo rastrero o aéreo que posee puntos de crecimiento para producir
nuevas plantas. Renuevo o brote lateral más o menos delgado, a menudo muy
largo, que nace de la base de los tallos y tiene raíces adventicias que se arraigan
en el suelo engendrando nuevos individuos propagando vegetativamente la planta.

Estolonífero Vegetal que muestra gran parte de su desarrollo y crecimiento a


partir de estolones. Muchos pastos rastreros o postrados normalmente son
estoloníferos. (Estrella, Braquiaria, Bermuda) como también algunas leguminosas
( Maní Forrajero, Kudzú )

Fisiológico. Relativo al funcionamiento de todos los organismos. La Fisiología


estudia los fenómenos vitales de los organismos

Friable. Condición en la cual el suelo a preparar no esta muy seco ni


excesivamente húmedo

Lixiviación. Movimiento de elementos nutritivos disueltos en agua desde capas


superiores del suelo hacia zonas profundas. Migración de arcilla y partículas
pequeñas del horizonte A al B. También se refiere al lavado o perdida de
minerales dentro del perfil del suelo. En zonas de alta pluviosidad la lixiviación
puede ser tan fuerte que conduce irremediablemente al empobrecimiento de los
suelos.

Meristemos. Tejidos cuyas células crecen y se multiplican, es pues un tejido


embrional del que se forman otros tejidos adultos

Morfológico. Concerniente a la forma o al fenotipo de los organismos

Monogástricos. Mamíferos que poseen una sola cavidad en su estomago

Rumiantes. Mamíferos que carecen de dientes incisivos en la mandíbula superior y


tienen cuatro cavidades en el estómago.

Umbral. Limite, principio, origen. El umbral económico por ejemplo es el momento a


partir del cual se produce un efecto económico por acción de algún agente biológico
o climático que incida en un sistema productivo y por lo tanto exige tomar medidas
de control.

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