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A partir de la siembra del Presidente Chávez se han venido creando un conjunto de cátedras

permanentes de debate e investigación Hugo Chávez. Hoy son 32 las instituciones de educación
universitaria que han creado espacios institucionales universitarios para la preservación y divulgación de
su pensamiento y acción transformadora.

Educación

Las misiones educativas como Robinson (alfabetización y primaria), Ribas (bachillerato) y Sucre
(universitaria) constituyeron el gran sueño del Comandante Hugo Chávez. Durante su gestión se
asignó más del 6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) a la educación. El 28 de octubre de
2005, la Unesco declaró a Venezuela como “Territorio Libre de Analfabetismo”. El organismo
internacional reconoció que la primera misión educativa creada en ese país, la Misión Robinson,
fue fundamental para alfabetizar a 1.482.000 ciudadanos, en su mayoría de la tercera edad, y que
hasta entonces no habían tenido acceso a una educación pública y gratuita. "Al declararse
territorio libre de analfabetismo, Venezuela está realizando su más relevante contribución en
nuestra marcha común hacia la educación para todos. Los logros alcanzados por la Misión
Robinson no habría sido posible de no contar con la voluntad política y el apoyo al más alto nivel, y
en cuanto a eso el presidente Hugo Chávez Frías merece una calurosa felicitación", fue el mensaje
expresado por la Unesco. La Misión Robinson se formalizó en el año 2003 como un programa de
alfabetización masiva que alcanzó a los sectores de la población tradicionalmente excluidos: los
pobres, los indígenas, los privados de libertad y las personas con discapacidad. La educación
universitaria dejó de ser un privilegio de pocos para ser un derecho de todos los venezolanos.
Desde el triunfo de la Revolución Bolivariana se han creado 42 universidades. Es así que el 2014
cerró con unos 200 mil egresados sistema de educación superior de Venezuela. Antes de 1999
sólo podían acceder a la educación superior unos 700 mil jóvenes. Con la llegada de la Revolución
Bolivariana la matrícula su ubicó en más de 2 millones de estudiantes. Se logró la disminución de
los bachilleres sin cupos, que antes de 1999 alcanzó la cifra de más de 500 mil jóvenes.

Venezuela se ubicó como el quinto país en el mundo y el segundo en América Latina con la mayor
matrícula universitaria, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación,
la Ciencia y la Cultura (Unesco).

La políticas de inclusión impulsadas por la Revolución permitió que la educación superior dejara de
ser un negocio y creó nuevos centros como la Universidad Nacional Experimental Politécnica de la
Fuerza Armada Bolivariana (Unefa), la Universidad Nacional Experimental de las Artes (Unearte) y
la Universidad Nacional de la Seguridad (UNES)A partir del año 2009 el proyecto
Canaima educativo revolucionó las prácticas pedagógicas en las escuelas públicas del país
suramericano. El objetivo de este proyecto era democratizar el acceso a las nuevas tecnologías y
llevarlas al alcance de todos de manera gratuita. Hasta 2010 se habían entregado 875 mil
computadoras.

EFEEn el área de las telecomunicaciones también hubo grandes avances. En octubre de 2008, el
Gobierno lanzó al espacio por primera vez en la historia del país, el satélite Simón Bolívar que
cumple funciones en materia de telefonía, transmisión de información, acceso y transmisión de
mensajes por Internet, sobre todo en aquellos lugares excluidos con poca densidad poblacional.
También ha permitido consolidar los programas sociales ejecutados por el Ejecutivo.
En septiembre de 2012 se llevó a cabo el lanzamiento del primer satélite de observación remota
de Venezuela, Francisco de Miranda o VRSS-1 (por su sigla en inglés) con el fin de fomentar la
investigación, estudio, seguimiento y planificación del territorio, así como el apoyo a los planes en
materia de prevención de desastres.

Entre 19992 y 2001 se desarrolló un proceso de consulta popular, denominado Constituyente


Educativa. Tuvo una dinámica de amplia participación y tuvo como corolario la elaboración del
Proyecto Educativo Nacional

), que constituye una propuesta que el gobierno asume como línea directriz de la política
educativa. Hacia el fi nal de la primera gestión del ministro Héctor Navarro (2001-2002), se
comienza a plasmar la propuesta de crear las denominadas Misiones Educativas. Se trata de un
nuevo tipo de institucionalidad que tiene como fi n la inclusión de los sectores populares –
tradicionalmente privados del derecho a la educación – a los distintos niveles del sistema
educativo. Dichas Misiones van instrumentándose de manera paralela a las instituciones escolares
tradicionales.3 De su creación pueden señalarse dos cosas. Primero, que la invención de esta
nueva institucionalidad apuntó a superar la incapacidad de las escuelas tradicionales para
incorporar a los sectores populares en su seno y garantizar concretamente el derecho a la
educación, consagrado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela como un
derecho humano. La segunda cuestión remite a un desafío no menos complejo. Se esperaba de las
instituciones bolivarianas la invención de una educación emancipadora. Esta fue la primera
iniciativa frente a la educación pública tradicional, a menudo reproductora de relaciones,
procesos, estructuras y prácticas para la desigualdad, la imposición y la negación de la diferencia.
Luego de una década de experiencia, se consolidaron en y desde la educación bolivariana algunos
lineamientos de la nueva educación pública que se refl ejaron en la , sancionada diez años después
de la Constituyente Educativa originaria. Tal vez ese sea el elemento que permita afi rmar que la ,
según los propios docentes, es el producto de una creación colectiva. Así nos relata un docente
este particular modo de construcción de la política educativa bolivariana:

2EDUCACION Y REALIDAD SOCIAL Profesor: César A. Guzmán Nuestra realidad histórica nos
empuja hacia la comprensión de la Educación de manera más dinámica, reclama con urgencia que
la dotemos de vitalidad, por medio de su inserción en los cambios que se están produciendo en
otros ámbitos de la Sociedad y romper de esta forma con el pasado. Para no ubicarnos de espalda
a la realidad que vive la humanidad y la civilización actual, debemos comprender nuestro
compromiso con las acciones transformadoras, que reclaman la creación de los cimientos
intelectuales y prácticos que concurran a la eliminación de la disparidad en que nos encontramos
con respecto a las Naciones avanzadas del mundo. Para no equivocarnos debemos tener una
exacta visión del tiempo, en que las Sociedades sufren las consecuencias del acelerado proceso
Científico y Tecnológico que ha permitido a la humanidad explorar el espacio extraterrestre; pero
al mismo tiempo se observan las exigencias de parte de amplios sectores sociales por mejorar sus
condiciones de existencia, en cuanto alimentación, salud, habitación y seguridad contra los
flagelos Naturales y Sociales. Vivimos para no errar, una época de cambios acelerados que afectan
los hábitos, las costumbres, las relaciones humanas, la actividad productiva, la cultura, el saber y a
la educación misma. Donde las inquietudes humanas, las esperanzas y las creencias, adquieren
una dimensión que traspasa las demarcaciones trazadas por la Historia o de aquellas creadas por
la Geografía. Dentro de las condiciones señaladas no debemos olvidar que grandes contingentes
de seres humanos, viven devorados por los efectos que les, produce la pobreza crítica, dentro de
la cual desarrollan su penosa existencia, en Venezuela alrededor de SIETE MILLONES. Sabemos que
ello es el resultado de las injustas desigualdades que diferencian a las personas, exacerbando las
tensiones en el seno de las Sociedad; en nuestro País podemos distinguir zonas de hambre y de
incultura, en medio de la más profunda depresión económica constituida fundamentalmente por
Campesinos y Marginales.

Producto de una intrincada red de factores que se entrecruzan y determinan recíprocamente,


entre las cuales se evidencian las Políticas, Económicas, Culturales y Sociales, que generan los
valores que justifican el carácter explotador de las relaciones Sociales: entre cultos y analfabetas,
entre opulentos y hambrientos, entre ricos y miserables, entre explotados y explotadores. Sistema
de relación que marca el carácter depredador del hombre sobre el. hombre y la naturaleza. Dentro
de este marco de ideas se hace necesario una Pedagogía Humanística que ponga fin a toda forma
de injusticia y explotación ejercida por una minoría de privilegiados sobre la inmensa mayoría de la
población, así como una Pedagogía Ecológica, destinada a la preservación, embellecimiento y
mantenimiento del medio ambiente, como garantía de una vida saludable. En nuestro caso,
debemos referirnos a la totalidad de la Sociedad Venezolana, si no queremos pecar por omisión, y
si de verdad se desean eliminar las injusticias que se expresan por la brutal desigualdad que se
produce en la distribución de la riqueza. Hecho que proyecta sus malignos efectos sobre la
Educación, al dificultarse la posibilidad de instruir y formar integralmente a toda la población, es
que una Sociedad enferma a causa de la injusticia, no podrá consolidar su Sistema de Enseñanza
popular verdaderamente democrático; lo cual se expresa en altos índices de analfabetismos,
ausentismo escolar, repitencia, extra edad mayor que la normal.

A MANERA DE CONCLUSIÓN La Educación debe tener como esencia fundamental, la formación de


una conciencia identificada con los principales problemas de la Sociedad, comprometida con el
destino del ser humano, atendiendo a sus aspiraciones y deseos de felicidad. Ya que una acción
educadora que pretenda ser protagonista de su historia, no puede ser concebida sino como un
instrumento para eliminar las desigualdades e injusticias Sociales., los traumas producidos por las
viejas prácticas de explotación del hombre, que ya no se corresponde con los adelantos
alcanzados por la inteligencia humana, por ser de naturaleza brutal y prehistórica aún en los
umbrales mismos del siglo XXI, que conocerá el maravilloso espectáculo de la conquista del
cosmos. Es decir, necesitamos una Educación que ponga fin a todos los procesos de manipulación
y dominación de nuestra soberanía individual y nacional. Es por ello que debemos ver el porvenir
sin pesimismo, al descubrir que tenemos conciencia de nuestras obligaciones. Posición que debe
fortalecerse con la capacidad de innovar y de crear, teniendo presente el pensamiento de nuestros
antepasados, evoquemos a SIMON RODRÍGUEZ cuando decía"¡CUIDADO! no sea que por la manía
de imitar servilmente, a las Naciones cultas, venga la América a hacer el Papel de vieja, en su
infancia". Hoy nos encontramos en una particular encrucijada histórica, es un deber de los
Educadores interpretarla, pasando de la percepción del Universo de los mitos, a la percepción de
su realidad, como condición necesaria de que los objetivos que comuniquemos tengan plena
identidad con esa realidad. De no ser así, corremos el riesgo de ser dóciles instrumentos de una
ideología que falsea esa realidad en beneficio de los privilegios existentes, que por ser fuente de
permanente generación de injusticias debe ser rechazada como forma de organización y de
Administración de los asuntos Sociales. Es evidente, que tenemos delante de nosotros el desafío
de hacer de nuestras Escuelas Instituciones capaces de fecundar una conciencia crítica, heroica,
que genere la energía necesaria para la transformación que reclama nuestro país, y superar de
ésta manera el atraso Cultural y el Subdesarrollo Económico, resultantes de centenares de años de
colonialismo y de neocolonialismo. Nuestro compromiso con Venezuela nos obliga a desarrollar
una práctica educativa que vitalice al hombre, y lo haga capaz de todas las Empresas. Tan
necesaria para la producción de valores morales que actúen como fermento de toda inquietud
humana. Estamos obligados por la circunstancia histórica que vivimos, a producir una nueva
Revolución Copernical en nuestras Escuelas. Porque gracias a ella, se obtienen resultados
contrarios a toda acción liberadora, puesto que anula en el individuo la libertad de querer, la
espontaneidad de la iniciativa y -la originalidad del movimiento, por medio de una práctica
niveladora y asfixiante, la cual reduce al individuo a la categoría de dócil instrumento. Hoy día se
plantea la necesidad de una Escuela revolucionariamente transformadora, que rescate para el acto
de aprender toda su emoción y toda su vitalidad liberadora. Cuando nadie creía en el
socialismo el comandante Hugo Chávez Frías levantó las banderas del Socialismo del siglo
XXI. Lo denominó de esa manera para diferenciarlo del socialismo del siglo XX, que tuvo su
expresión en la Europa del este y cayó bajo la metabolización del capitalismo y el ejercicio
que hizo el Vaticano con Karol Wotyla o Juan Pablo II, para devolver estos países al
conservadurismo cristiano. Chávez entendió que había que descolonizarse primero para
entrar en una fase poscapitalista. La ideología colonial aún sigue instalada en nuestras
mentalidades, las oligarquías se encargaron de construir su arsenal simbólico e histórico
que se reaviva cuando se rompen los consensos políticos nacionales. Había que levantar
nuestra conciencia histórica para consolidar nuestros sentimientos patrióticos. Dotar al
pueblo de un discurso histórico y una conciencia histórica emancipadora. Para estos
efectos reivindicó el estudio de nuestro pasado histórico tomando distancia de la historia
oligárquica. Su primera lucha: descorrer el manto del concepto del “descubrimiento de
América” a través del cual las clases dominantes nos conculcaban a celebrar con alegría el
mayor holocausto del cual se tenga noticia que los europeos cometieron contra los
millones de habitantes originarios del continente americano. Es la resistencia indígena -
dijo Chávez- contra un cruel invasor sediento de riquezas y poder. Nos llevó a conocer a
Guaicaipuro, líder indígena martirizado por los invasores, que resistió hasta lo último en el
centro de nuestro país, Guaicaipuro nació en 1530 en Caracas, a la muerte del cacique
Catuche asumió el mando en el centro del país, donde mantuvo una lucha de resistencia
férrea frente a los conquistadores, fue capturado y martirizado en 1568 por órdenes de
Diego de Lozada. Hoy reposa simbólicamente en el Panteón Nacional como héroe de la
resistencia indígena. También reivindicó a Tupac Amaru, líder peruano descendiente de
las poblaciones originarias quechuas que en 1781 puso sitio al Cuzco, encabezó un
movimiento mesiánico y revolucionario de gran envergadura Se sucedieron victorias y
derrotas, por fin traicionado fue entregado a los realistas y sometido al suplicio. Le
cortaron la lengua, ataron sus piernas y sus brazos a cuatro caballos para descuartizarlo,
pero el cuerpo no se partió. Lo decapitaron al pie de la horca. (Galeano, Las venas abiertas
de América Latina. 1975). Estos son nuestros mártires, nos enseñó a reconocerlos, ellos
regaron su sangre y nos dejaron un legado de luchas contra los invasores y explotadores
de nuestros pueblos, esa fue su prédica. Hoy celebramos el 12 de octubre como el Día de
la Resistencia Indígena. Rescato del marasmo el pensamiento y acción de Simón Bolívar,
en homenaje a su memoria de luchador revolucionario denominó las organizaciones
políticas que fundó: MBR 200, MVR, PSUV y bolivariana fue la ideología que nos sembró.
Había que bajar a Bolívar de la alcurnia donde lo había colocado la oligarquía como el
padre de la patria enclaustrado en un panteón. Bolívar y el pensamiento bolivariano de
emancipación, lucha, unidad latinoamericana y caribeña, antiimperialismo; al lado de las
enseñanzas republicanas de Simón Rodríguez y las luchas por la igualdad social de
Ezequiel Zamora se convirtieron primero en el Árbol de las Tres Raíces, que buscaban
penetrar lo más profundo de los sentimientos históricos y revolucionarios de los
venezolanos. Después incorporó el pensamiento de Francisco de Miranda y Antonio José
de Sucre, lo cual sumaría cinco raíces y hoy con el pensamiento y la acción de nuestro
comandante Hugo Chávez sería eL Árbol de las Seis Raíces, él por humildad nunca quiso
incluirse, pero reconocemos su pensamiento como un aporte a la conciencia
revolucionaria y libertaria de América. Consideró que no era suficiente poseer una
artillería de los pensamientos con un pueblo que apenas sabía leer y escribir, la oligarquía
y la burguesía habían cercenado históricamente el acceso a la educación del pueblo,
escasamente sabían firmar las nóminas del mísero salario que cuando les venía en gana le
pagaban. Impulsó una revolución educativa a todos los niveles, saltando por encima de la
burocracia educativa creó las misiones educativas Robinson, Ribas, Sucre; que permitieron
al pueblo superar el analfabetismo, continuar sus estudios interrumpidos por el peso de la
explotación y obtener sus títulos de bachilleres, de universitarios por muchos años
negados. Así comenzó nuestra revolución cultural y hoy se convierte en bandera de todos
los pueblos latinoamericanos y caribeños que luchan por su emancipación

Ideas Emancipadoras Latinoamericanas de Simón Bolívar, Simón Rodríguez, Ezequiel


Zamora, Francisco de Miranda, Antonio José de Sucre, Félix Adam, Hugo Rafael Chávez
Frías, entre otros1.Concepciones, ideas y propuestas socioeducativas y
emancipadoras.2.Contexto de la realidad educativa y socio-política actual, y su vinculación
con las ideas emancipadoras latinoamericanAS

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