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NOTAS PREVIAS
Gramsci: El poder se encuentra ‘difuso a través de la sociedad civil’, no es monopolio del Estado.
Los individuos, como dice Foucault, son víctimas de un sistema de control y son también
colaboradores en la red de poder.
La dinámica del poder se construye sobre la base de la represión violenta a los subalternos, pero se
dan formas de cooptación, incorporando segmentos subalternos como participantes directos en la
coerción.
Rafael Guidos Véjar, en Ascenso del militarismo en El Salvador: El Salvador había alcanzado etapas
de países ricos en un estado avanzado de capitalismo, de tal forma el Estado Liberal en El Salvador
feneció en 1930 para dar lugar al Estado Interventor. Los cafetaleros llegaron mucho antes que las
nuevas relaciones sociales de producción de las que eran portadores se hubieran generalizado en la
sociedad salvadoreña.
Guidos Véjar: En las luchas interoligárquicas las masas populares fueron utilizadas para inclinar la
balanza de las fuerzas sociales a favor de uno de los grupos en pugna.
¿Son los grupos dominantes los únicos protagonistas? ¿Ha sido significativa la participación de los
grupos subalternos en la dominación? Hasta el presente desconocemos quienes participaron en la
represión así como la división de funciones que se estableció en los órganos represivos.
Gramsci se centra en relaciones de poder en países avanzados donde el consenso tiene un gran
papel, en países coloniales y subdesarrollados la represión parece tener un papel más importante.
Raymond Williams: la cultura popular no es producto de una falsa conciencia, sino resultado de un
proceso de interacción entre la cultura dominantes y las subalternas.
La respuesta a la dominación dependerá de las capacidades de los grupos subalternos para
convertir las respuestas en valores culturales socialmente aceptados por sus comunidades. Podría
ser un ejemplo la eficacia de la teología de la liberación en las comunidades campesinas de los 70s.
Los actores sociales se forman en el proceso de confluencia de diferentes propuestas políticas que
cristalizan en nuevas propuestas de cambio o, al menos, en nuevas concepciones del universo social.
Los colaboradores del poder en El Salvador no son las instituciones públicas como lo planteó
Foucault (hospitales) si no los integrantes del sistema represivo, el Estado compromete a la
población (con métodos violentos y disciplinarios) a colaborar.
Erick Ching, From clientelism to militarism. Los patronos garantizan una clientela electoral que se
impone a través de manifestaciones de fuerza al grupo contendiente, también integrado en
procesos similares. De tal forma, los eventos electorales, lejos de ser expresión de algún nivel de
apertura democrática, son espacios de reproducción de violento mecanismos de imposición de
caciques locales, regionales y nacionales.
Capitulo I.
Del terror al terrorismo de Estado. La formación del sistema represivo salvadoreño y al revolución
de 1885.
En 1885 cayó el gobierno de Rafael Zaldívar, debido a una coalición heterogénea de sectores sociales
bajo la dirección del Gral. Francisco Menéndez.
Sectores liberales centraron su lucha contra la aplicación de castigo físico en las esferas de las
relaciones de poder, se siguió practicando sistemáticamente el castigo.
Las leyes que regulaban la aplicación de los castigos fueron sustituidas por un código moral informal
interiorizado no sólo por los poderosos sino también por el resto de la sociedad.
El discurso positivista influenció las clases dominantes de la época, había más reocupación por la
economía que por los derechos del hombre.
Ítalo López Vallecillos: la oligarquía se originó con Zaldívar. Para los positivistas la culpa del atraso
eran los jornaleros por no querer disciplinarse y trabajar.
Mientras los indios tuvieran la tierra, el país no tendrá progreso. Con esto se creía que privatizar la
tierra obligaría a los indios a convertirse en eficientes pequeños productores o en peones altamente
productivos pues no les quedaría de otra que trabajar duro para sobrevivir. El Estado se debía
fortalecer para impulsar el progreso e imponerlo incluso por la fuerza.
Antes (época colonial), el Estado negociaba con las comunidades indígenas, mediante técnicas
particulares para cada una. Ahora había que homogenizarlas, el Estado ocupó para ello 2 estrategias:
1- Ejército Nacional.
2- Cooptación de un grupo de sectores subalternos y medios.
Antes el ejército se conformaba mediante el juego de alianzas con comunidades (sobre todo
indígenas).
El primero en crear un ejército permanente fue Gerardo Barrios (1860-1863), pero duró poco, lo
destrozaron las fuerzas Guatemaltecas en 1863 (Carrera). Hubo que esperar hasta que un grupo
dominante ganó el poder, el lento pero creciente café dio al Estado el dinero para el ejército, 1/5
parte del presupuesto era para el ejército.
Con el reclutamiento forzoso se sustituían aparatos bélicos de campesinos que cuando acababan la
lucha se disolvían. Los indios desde la independencia hasta 1870 participaban en las luchas de la
élite y buscaban una mejor posición de la que habían ocupado en el período colonial. Se organizaban
rápido y bien (mejor que los ladinos) por su cultura de comunidad. Ahora los menos poderosos ya
no podían aspirar a beneficios por contribuir en el campo de batalla (cuando se creó el ejército).
Privatizar se logró con cooptación. Según Lauria-Santiago el gobierno dio a las autoridades locales
la responsabilidad de distribuir la tierra, algunos eran ricos campesinos que querían expandir sus
propiedades. Se agravaron las luchas entre pueblo, indios y ladinos. Por ello no se pudo llevar a cabo
una estrategia de resistencia efectiva a la privatización, los indios (campesinos) fueron los que más
y mejor se opusieron a la privatización (con revueltas).
Se promovía el reclutamiento forzoso (ascenso para soldados que lo practicaban) y se cooptaron los
líderes campesinos. En conclusión: el Estado fue capaz de transformar las relaciones de propiedad
con 2 mecanismos vinculados entre sí: creación del ejército y la cooptación de un sector campesino.
La clase dominante, constituida gracias a la revolución Zaldivarista, se había beneficiado del despojo
y de la institucionalización de la coacción campesina. Los de más provecho fueron los cafetaleros
porque controlaban el crédito. Los usureros arruinaban a los pequeños productores pero también
los grandes resentían a los prestamistas, pues la constante expansión e inversión hacia inviable el
autofinanciamiento para los terratenientes, se habían beneficiado pero sentían que los prestamistas
les arrancaban parte de esta riqueza, sus fortunas eran muy vulnerables por lo que una mala cosecha
los afectaba mucho.
La ruptura de los menendistas con sus antecesores se oponía a la perpetuación de un hombre fuerte
en la presidencia. No es casual que la revolución liberal de 1883 iniciara cuando Zaldívar quiso
reelegirse. Los rebeldes proponían crear un mundo de libertades pero manteniendo inalteradas las
condiciones de trabajo en las haciendas.
Inició en 1883, conocida como revolución Onulaska por un barco de EUA con ese nombre que venía
cargado con armas. Se formó por la oligarquía rebelde en alianza con artesanos de Santa Tecla e
indígenas de Cojutepeque, pero el complot fue descubierto y reprimido.
1885- Zaldívar ganó la última batalla contra Guatemala, pero su ejército quedó muy diezmado, hubo
un batalla determinante en Cojutepeque al mando del Gral. José María Rivas.
Los rebeldes carecían de un plan coherente una vez hechos gobierno, los grupos tenían diversos
intereses.
Principal impedimento de la utopía liberal: es que era una propuesta de liberalización del campo
político carente de voluntad de reforma social. Por ello la ausencia de un proyecto que cohesionase
a los sectores subordinados, permitió a la oligarquía rebelde controlar el poder.
Los oligarcas rebeldes eran cafetaleros de occidente, por lo que los indígenas de esta zona eran
aliados de “segunda categoría” y se controlaba su cuota de poder (Santa Ana, La Libertad, Norte de
Sonsonate). Pero los nativos de Cojutepeque y artesanos de la capital eran aliados menos peligrosos
mientras no criticaran la vertical estructura de poder.
Recompensar a los indios de Cojutepeque con tierras era más fácil que a los de Occidente pues la
tierra en occidente era más beneficiosa para el café. Los Cojutes eran unos de los mejores grupos
guerreros del istmo, aplicaban “guerra de guerrillas” y tenían excelente líder, el general José María
Rivas. En 1865 lucharon contra los filibusteros en Nicaragua donde hicieron famoso su grito de
guerra “Adentro Cojutepeque”. Rivas poseía un gran talento y un sistema de dominación altamente
consensual (muy distinta a la visión utilitarista de países como EUA). Rivas pertenecía a la alta
jerarquía indígena y había vivido entre sus gentes, tenía 10,000 guerreros dispuestos a morir por él,
los EUA lo consideraban tan incivilizado como su gente.
En 1890 los hermanos Ezeta derrocan la revolución del 85, en este caso los oligarcas prefieren
perder el Estado a revivir la alianza con Cojutepeque. La oligarquía consideraba a los indígenas un
retraso para el progreso, los liberales querían destruir los fundamentos de la identidad étnica
indígena: su comunidad, el lazo se rompe en 1889.
El ejército de cuzcatlecos fue uno de los últimos cuerpos bélicos que en El Salvador se constituyó
apelando a los sectores subalternos. Estos, a diferencia de las milicias no se disolvieron al finalizar
la revolución y servían como presión, a los oligarcas también les servía pues eran el contrapeso a
un ejército formado (ideológica y militarmente) en tiempo de Zaldívar.
Menéndez rompió con Rivas cuando este se postuló a la presidencia, envió al ejército a combatirlo.
Si Rivas ganaba podría aliarse con los indios de Occidente. Menéndez triunfó contra Rivas, pero el
triunfo le costó el poder y la vida. Con ello la oligarquía financiera, que había recuperado el poder
conforme se debilitaba el pacto Menéndez-Rivas, se convertía en el sector hegemónico. Una de las
familias de banqueros más antiguas de El Salvador (Guirola) ocuparon principales puestos en el
gobierno Ezetista. La revolución había ido muriendo lentamente.
Una de as reformas sociales más importantes fue la abolición de la prisión por deudas (1888) que
beneficiaba al productor frente al usurero y al jornalero frente al terrateniente (ya no debía existir
el peonaje por deudas), pero dicha ley se convirtió en letra muerta pues este peonaje no
desapareció.
Los liberales reclamaban la tiranía Zaldivariana como una fuerte figura presidencial, por eso querían
debilitarla, (el chichicaste era símbolo de la resistencia Cuzcatleca contra Zaldívar), proponían
institucionalizar los levantamientos populares, el derecho a la insurrección de los pueblos, que el
pueblo pudiera deponer al tirano aún con violencia para evitar un alto precio en vidas y sufrimiento
de los futuros defensores de la libertad, como pasó con Zaldívar. La asamblea aprobó la libertad
ciudadana de portar armas pues consideraba una importante estrategia para impedir la dictadura.
Se creía que los asambleístas del 85 (en su mayoría licenciados y doctores) eran muy cercanos al
ejército de Cojutepeque. ¿Es mejor analizar (más parcial) los acontecimientos en el futuro (historia)?
Aún así se suprimieron las detenciones arbitrarias, las interrogaciones no podían ser de más de 48
horas y el derecho de amparo en la CSJ. Se planteó abolir la pena de muerte pero fue desechada ,
fue reservada para casos extremos, se prohibieron los palos y tormento.
La reconstrucción del sistema represivo era una de las aspiraciones de la coalición heterogénea que
terminó con Zaldívar. Buscaban una nueva moralidad, que la integridad física no sea un privilegio
sino un derecho, así se limitaba el poder de las autoridades represivas. El terror era común con
Zaldívar. Como muestra en el diario oficial la siguiente noticia: Zaldívar se encargaba de torturar al
pueblo haciendo recordar las tristísimas épocas del coloniaje. Fue en esa época que inició la
transición del terror l terrorismo de Estado.
Terrorismo de Estado: si bien la aplicación sistemática del terror sigue siendo un mecanismo esencial
para el funcionamiento del sistema, se sitúa fuera de la institucionalidad, lejos de ser aceptado se
encubre.
Los movimientos que precedieron al 85 fueron sofocados con castigos ejemplares, no hubo por
parte del Estado un intento de crear mecanismos para incorporar a los rebeldes al sistema político
institucionalizado. Zaldívar apeló al despotismo del terror para mantener el poder, que está
representado en las actuaciones de uno de sus más importantes oficiales, el general Monterrosa,
que masacró a las poblaciones de las fincas del volcán de Santa Ana.
Los oligarcas de la revolución Onualaska: Marcial Estéves,, Dr. Gallardo y Francisco Menéndez
fueron trasladados a cárceles con artesanos (en masa). Los oligarcas no fueron torturados, más no
así los artesanos. En realidad los palos y demás suplicios estaban reservados para la gente común
(especialmente indios). No se podía atentar contra un principio fundamental: el honor, esto
despertaría las luchas interoligárquicas hasta la ruptura entre gentes que si bien disputaban el
poder, compartían intereses comunes y el mismo universo social. Al final fueron liberados por
jugosas fianzas. A pesar de estar juntos en la lucha, los oligarcas siempre se consideraban especiales
en comparación con los artesanos sucios que eran masacrados, no los consideraban sus iguales,
pero esa ética en aquellos tiempos era común y normal.
Viviendo en un mundo hostil (los indios) la cohesión comunal constituía uno de los mecanismos de
defensa más poderosos con que contaban los indios, por lo que era necesario mantenerlo incluso a
la fuerza, ellos castigaban cruelmente al que violaba las normas de la comunidad El castigo era parte
de la cultura popular.
El periódico católico ‘El Dos de Abril’ centraba su discurso en 2 temas: la lucha contra la masonería,
pues aseguraba estaba bien infiltrada en el gobierno, y la violación de las garantías individuales, por
ello se sabe que en 1888 seguía la tortura como medio indagatorio. Desde entonces la Iglesia
condenaba, como en los tiempos de la TL.
Se creía que al crear un marco legal progresista se iría creando, poco a poco, una sociedad a imagen
y semejanza de la que buscaban imitar. Los Ezeta no se distanciaron de la revolución del 85 pues la
ideología liberal ya se había calado en el sector popular, ir en contra de los fundamentos que a ojos
de la población podía dar legitimidad al gobierno.
Que las clases dominantes se enfrentaran en elecciones y no en campos de batalla los protegía de
experiencias dolorosas (como la de Estevés), el Estado y la clase dominante vieron en los derechos
civiles un mecanismo para proteger a los grupos poderosos en caso de persecución y crímenes
comunes, un marco legal que en teoría comprendía a toda la sociedad fue objeto de manipulación
en aras de proteger a los poderosos.
Capitulo II.
Al interior de los grandes cafetales habían fuertes conflictos (y violencia) entre los peones y la alta
jerarquía de la hacienda.
Mr. Duke (cónsul de EUA y cafetalero) documentó la organización del trabajo en la hacienda en 1883
(momento en que tomó auge el café):
En las grandes propiedades los jornaleros estaban siempre vigilados. Una pequeña pero significativa
mejor remuneración aseguraba la lealtad de los capataces, los cuales organizaban las cuadrillas de
trabajo. Si un peón tenía bajo rendimiento se le podía castigar bajando salario o negándole la ración
de comida. La dieta se limitaba a 2 tortillas con frijoles al inicio y fin de la jornada (a las mujeres se
les servían tortillas más pequeñas), la ración era estrictamente vigilada y contabilizada. Las mujeres
estaba expuestas a agresiones sexuales, la alta jerarquía creía que la sexualidad femenina era un
patrimonio del que podían disponer. Antes los peones comían mucha fruta de las haciendas, pero
luego los árboles frutales fueron privatizados y se les castigaba por ello. Se les facilitaban cuartos en
las haciendas especialmente si tenían familia, ya que la fuerza de labor femenina e infantil era más
barata. Duke reconocía que los jornaleros eran muy industriosos, especialmente las mujeres, serios
y se conformaban con bajos salarios.
Hasta 1910 el peonaje por deudas fue uno de los mecanismos comunes de reclutar. Duke no lo
avalaba pues había suficiente mano de obra en el mercado. Pero el peonaje por deudas tenía una
larga tradición en El Salvador (era colonial). El Estado enviaba a la policía a perseguir jornaleros sin
documentos para evitar que estos estafaran al hacendado que les había dado dinero por
adelantado. Pero según algunos el peonaje por deudas tenía vacíos que los peones aprovechaban
(se escapaba); sirvió como un crédito que ofrecía el hacendado.
Peonaje por deudas: método de pago de una deuda en la que el individuo hace sus pagos a un
acreedor por el trabajo físico. Existe un sistema (legal?) para evitar que el trabajador escape de sus
obligaciones laborales.
Un obrero no podría ausentarse de su trabajo por enfermedad pues ello no estaba legalmente
justificado.
Algunos campesinos burlaban la ley, ‘quebraban’ los contratos de trabajo, se comprometían y luego
huían con el dinero que les habían dado, esto era posible por las carencias del Estado en
construcción (y su vigilancia) y debido a que los hacendados no colaboraban entre sí. Pero el ser
descubierto podía llevar a grandes penas , ya que al interior de la hacienda administradores y
capataces tenían mayor poder que los policías. Pero estas resistencias al peonaje por deudas hizo
que para principios del siglo XX la mayoría lo abandonara (tanto contribuyó?), también ayudó el
mejoramiento de la disciplina laboral. El declive del peonaje por deudas llevó a un libre mercado de
la fuerza de trabajo, pero no hizo más flexible las relaciones de clase en el campo.
‘Profesionalizando la vigilancia’
Entre 1880 y 1920 aumentó la vigilancia en la hacienda. Los ‘Comisionados’ y ‘Auxilios’ (al servicio
del terrateniente) ponían orden a las haciendas. Los auxilios eran hombres que combinaban su labor
de peones u obreros con las rondas de vigilancia, pero los comisionados eran seleccionados por el
terrateniente para ‘reportar’ a los demás, eran colaboradores del terrateniente, hasta entrado el
s.XX los cuerpos represivos tenían poca presencia en la hacienda.
A los constructores del estado les interesaba que los vigilantes controlaran el licor, la vagancia y los
juegos., tareas para la Montada y a partir de 1913 la Guardia Nacional. La obsesión por controlar
esos ‘pequeños delitos’ expresaba la inquietud que causaban las reuniones espontáneas de
trabajadores (servía de excusa para vigilar).
Al principio la vigilancia estuvo en manos del administrador, unos cuantos capataces y en algunos
casos auxilios civiles. Al inicio del S.XX surgen dos nuevos personajes que contribuyeron a
profesionalizar la vigilancia, los vigilantes que devengaban sueldo por su labor y la Guardia Nacional.
Los primeros eran tan importantes que el Estado elaboró proyectos para reglamentarlos, les
llamaban ‘policías agrícolas’, aunque no tuvieran relación con el Estado.
Capitulo III
La culminación de los procesos generados por la revolución 1885 es crucial para formar la cultura
de la violencia.
En septiembre de 1910 se informa en Santa Ana del español Florentino Díaz, administrador de la
finca de Mr. Hill, por ahorcar al mozo Miguel Hernández, que robó un saco de café. Se le condenó a
5 años y 4 meses de prisión, también se condenó a 3 colaboradores del linchamiento. El reportero
del diario oficial afirmaba que el delito estaba comprobado y el culpable pagaría por su crimen. Pero
en febrero de 1911 salió de prisión, se creó un segundo jurado que lo absolvió pero condenó siempre
a los cómplices, el sistema judicial era manipulable por los poderosos que no les importaba dejar en
ridículo la institucionalidad del país con tal de ayudar a su servidor.
El caso es particular porque superó los limites de lo permisivo, la represión se daba sin testigos pues
así los hechos no se probaban fácilmente y se burlaba la ley, al final siempre se burló pero el caso
es único.
Los campesinos aplicaban la intimidación contra los campesinos ‘orejas’. La violencia era el día a día
y hasta cierto punto normal (era bien visto por la sociedad que un hacendado amenazara a un mozo,
no sin embargo que lo matara abiertamente).
La colaboración campesina fue parte integral de la dinámica del poder. Las autoridades de seguridad
exigían la colaboración ocasional (reclutamiento forzoso). También eran reclutados por los
terratenientes en sus luchas con otros terratenientes.
Una de las metas del Estado moderno era convertir a las instituciones estatales en árbitros de la
violencia en la comunidad de los sectores subalternos. El Salvador en ello fue muy eficiente (no era
imparcial y prevalecía más la condición social que el delito), era negligente con los campesinos, pero
poseían un celo admirable para las personas de “apellido”.
El “abuso”, no sólo se practicaba sistemáticamente sino que era aceptado por esa cotidianeidad que
se esconde pero que todos viven.
Incluso los cuerpos de seguridad son violentados en su interior, pues sufren castigos para ‘hacerse
hombres’, si cometen un delito y los castigan (torturan) les sale mejor agachar la cabeza y pedir
clemencia para luego desquitarse con un reo.
La prisión es la máxima expresión del poder del sistema represivo, es ahí donde los primeros
humildes protestan por los abusos. Art. 20 Carta Magna.
Eran cínicos y descarados al defender a su clase ante la opinión pública (a través de medios de
comunicación), todavía en esos años eso era visto como normal, Ounalaska. (lo será en estos años?)
Decía que para alguien de clase, acostumbrado a la vida social, fiestas, amistades, etc. 13 mese de
cárcel eran trece años (¡). Como con la reforma liberal se eliminaron los privilegios de la clase alta
por cometer crímenes (privilegios legales de facto), recurrían a los medios de comunicación y
opinión pública.
Capitulo IV
Según Montgomery el ejército había nacido para defender al país, por eso los cafetaleros reunían a
los ejércitos privados (seguridad privada como en la actualidad, quizás el ejército ejercía un control
represivo más social e ideológico, pero el control de los verdaderos problemas de la hacienda los
ejercía la seguridad privada). Hay que analizar el ejército, sus capacidades y limitantes (limitantes
humanas), también hay que tener en cuenta a los reservistas o milicianos.
Debido al limitado papel de las escuelas en el campo, era el ejército el encargado de imponer
disciplina y transmitir desde las altas esferas de poder a los campesinos el mensaje de limitar al
sistema, pues casi todos los hombres pertenecían una vez al ejército por lo menos como reservistas.
Se pensaba con el ejército disciplinar y homogenizar al campesino, pero este siempre se resistió y
por ello el ejército fue más un instrumento coercitivo y de represión. Se reclutaba por la fuerza y los
campesinos miliciano en las plazas de los pueblos por lo menos el domingo para entrenamiento,
pero una vez terminado se embriagaban en la taberna provocando más desordenes (fracasó por la
resistencia).
La resistencia del campesinado a lo militar forjó la propia identidad del ejército, a este se le
asignaron 2 funciones: 1- Reprimir los levantamientos del pueblo. 2- Vigilar los campos y
campesinos. Para castigar eran muy eficientes, pero para vigilar no tanto, pues el soldado era
eficiente en presencia de supervisores, pero cuando se ven solos se rebelan al sistema.
En los veinte los militares casi solo se encargaban de los cuatrero. El cuatrerismo era una forma
muy atractiva de ganarse la vida (fácil), pero el dividir (en palabra) las funciones de la policía y
ejército no ayudó a la eficiencia, pues las ordenes eran confusas y había traslape de funciones, por
lo que los cuerpos represivos sufrieron roces entre sí.
El Estado creó: Policía Rural = Policía Montada y Policía Urbana = Policía de Línea, a finales del S. XIX.
Pero esta división de funciones era poco cumplida hasta la primeras décadas del s. XX. La policía
Montada tenía muy pocos agentes lo que limitaba su control efectivo en las zona rurales, los
campesinos peleaban poco con estos, pues lo hacían más frecuentemente con los comisionados y
sus auxiliares civiles, que en 1920 son sustituidos por ‘el guardia’. Para contrarrestar los pocos
efectivos de la montada estos eran itinerantes, i.e., aparecían de repente, pero este carácter móvil
les impedía el control efectivo. Hasta 1920 casi solo existían en las zonas, pero el Estado no se
preocupó mucho por fortalecerlos pue se centró más en los ‘auxiliares civiles’. La policía de Hacienda
se remonta a los tiempos de la Montada (son similares). L montada y al de hacienda son
contemporáneas, pero la primera desapareció para dar paso a la Guardia.
‘La Guardia Nacional: una fuerza policiaca con presencia constante en la hacienda’
Desde sus inicios constituyó una fuerza policiaca profesional que formó parte de la vida cotidiana
del campesinado. Su ventaja, más allá del número, era que no era una fuerza itinerante, tenía
espacios de acción bien definidos, fundada el 12 de Agosto de 1912 por Manuel Enrique Araujo. Se
desarrolló con los Meléndez Quiñonez, querían un cuerpo represivo a semejanza de la Guardia Civil
española. Institución con presencia nacional que no dependía de las autoridades locales sino del
Gobierno Central, sin embargo tenía otro doble y contradictoria función: el Estado los convirtió en
sirvientes de la oligarquía. Los hacendados solicitaban un puesto de guardia en sus haciendas a
cambio de proveerles víveres y ropa.
La Guardia Nacional era una muestra de las relaciones entre el Estado y la Oligarquía, pues no
diferenciaban entre los intereses del Estado y los particulares, lo que limitó la capacidad de
maniobra política de los estadistas. ¿Cómo se logró imponer el orden en las áreas rurales obligando
al campesino a responder las demandas de la oligarquía? Siguiente capítulo.
Capítulo V
Civiles en la represión.
Se solicitaban para combatir un gran delito: los ‘quebradores de trabajo’. Cuanta de esta población
campesina estaba integrada al sistema represivo como ‘auxilios civiles’? (dependía de alcaldías u
otros). Araujo abolió el servicio civil obligatorio debido que para los jornaleros era una carga,
posiblemente también buscaban centralizar el poder. Si la represión cotidiana estuviese en manos
de hombres que dependían de los alcaldes y terratenientes locales, el Estado no tendría un control
real del campo. El servicio civil obligatorio fomentaba el clientelismo y las lealtades individuales. Por
transición los guardias sustituyeron a los auxilios civiles y aunque esto no significó la independencia
de las instituciones represivas de los poderes locales, este nuevo cuerpo estaba vinculado a una
institución centralizada (uniformada, ordenada).
A inicios de 1930 ya estaba avanzado el proceso de sustituir las patrullas civiles por la GN, las
patrullas quedaron relegadas a patrullar el campo y labores burocráticas, la más importante de ellas
recoger información del censo agrario a publicar en 1932.
El Estado ideó también una nueva red de colaboradores que dependía de un poder centralizado: El
Ejército, se les llamó ‘auxilios militares’, la mayoría eran ad honorem y trabajaban a cambio de
privilegios.
El auxilio civil fue consustancial al proceso de construcción del Estado, eran más como una pandilla
que un cuerpo policial, pero seguían siendo necesarios, se acordó su abolición en 1912, pero como
la legalidad en el país era constantemente irrespetada siguieron multiplicándose.
La sanción moral como instrumento de resistencia (Weapons of the weak, James Scott). Se utilizan
vocablos como ‘sacón’, que significa acusón, soplón y adulador, expresa las relaciones entre al
auxilio civil y el campesinado.
Comisionado: las autoridades descubrieron que él estaba dispuesto a traicionar a su comunidad a
cambio de algunas migajas de poder, por eso le asignaron la tare de ‘dar la cara’ al campesino en
los conflictos y eran simples campesinos a los que se les asignó tareas represivas, esto les
diferenciaba de la guardia; la GN imponía más respeto, el campesino era difícil aceptar que su vecino
fuera la autoridad, por eso los campesinos eran más rebeldes contra ellos.
Como era un discurso de rebelión que podía propagarse, el castigo fue descomunal, en el caso de
Inés Perdido, cuya familia fue duramente castigada por rebelarse a la autoridad.
El robar era la recompensa de los auxilios civiles pues este trabajo no era remunerado. A través de
la fuerza y agresión contribuían a moldear el mundo a la medida de quienes en la sociedad
concentraban mayores cuotas de poder. Tenían buenas tácticas pues conocían a los oprimidos en la
comunidad (sus vecinos).
Prácticas que a todas luces violentaban la ley se convirtieron en cotidianas. En este mundo hasta los
funcionarios judiciales habían interiorizado la noción de que los auxilios civiles fueron creados para
actuar en defensa de los intereses de los hacendados.
A veces los auxilios, por temor o convicción, no atrapaban a los criminales, es más, si la policía los
seguía estos alertaban a los criminales. Un punto que señalar, al parecer los auxilios civiles perdían
los casos cuando iban solos!, acompañados de terratenientes eran fuertes, pero solos eran
amedrentados por los campesinos.
El Estado llevó el conflicto a la comunidad, por ello el campesino no era capaz de dar una respuesta
colectiva al sistema de dominación. Anuló el liderazgo de una posible respuesta pues, obligaba a
los alcaldes a participar de esta violencia, eran desintegradores.
Sólo las cofradías indígenas sobrevivieron pues se mantuvieron al margen del poder del estado (o
paralelas). El Estado además de reprimir los discursos de resistencia también ofreció: el atractivo
de poder y la efectividad de la coerción.
La negativa a la colaboración era el mejor instrumento político con que contaban las comunidades.
Fueron los poblados indígenas los que mejor resistieron tácticas de desmembramiento de la unidad
comunal. A veces los auxilios o alcaldes lideraban a las comunidades en acciones rebeldes.
CAPITULO VI
Surge una nueva idea: incorporar grupos organizados políticamente como colaboradores en la
represión de los oponentes.
Pero esta colaboración en la represión dio a los sectores subordinados experiencia organizativa y
confianza en sus capacidades para enfrentar otros grupos sociales. Estos elementos contribuyeron
a organizar a los sectores populares alrededor del discurso radical.
En la década 1910 la política estatal cambió especialmente con los trabajadores urbanos. Víctor
Hugo Acuña: “el mundo del trabajo urbano, por su presencia en el estratégico espacio citadino
asiento de la contienda por el poder, siempre fue cortejado por los políticos”. Modernizar lo urbano
y el campo sigue igual. Era necesario aislar los trabajadores urbanos de los rurales, lo cual fue
irrealizable.
Clase trabajadora: para los Meléndez Quiñonez estaba compuesta de aquello que realizaban
cualquier clase de trabajo remunerado que no fuera agrícola.
Sistema hegemónico: los diferentes grupos estarían ligados por una identidad común: ser
salvadoreños.
A las mujeres se les empezó a atribuir control sobre su propio cuerpo, pues se creía que el
comportamiento masculino dependía del autocontrol femenino. Había que someter a la mujer a la
disciplina de la educación.
“Una patria no es más que una extensión de la familia: lo que valga esta, valdrá aquella”
Los integrantes de las gremiales creían que había que forjar una imagen de respetabilidad para
mejorar su posición entre el Estado y la sociedad en general. Se encargaron de impulsar la educación
incluso por sus propios medios.
Al promover las organizaciones laborales los Meléndez Quiñonez buscaban una base de apoyo
popular contra sus enemigos políticos e inculcaban disciplina en el trabajador. Buscaban un
trabajador ideal: industrioso, obediente, honesto y ascético. Los subordinados no fueron pasivos a
este proyecto y lo adoptaron a su conveniencia.
(Clientelismo). Con los Meléndez-Quiñonez un pequeño grupo disfrutaba del poder, corrupción.
Los sectores urbanos crearon oposición y deseaban disfrutar los beneficios del impresionante
crecimiento económico de la década de 1920.
¿Cómo creó la oposición su base hegemónica? Se dice que prometiendo Democracia, pero lo más
seguro es que no hayan tenido ideas claras y las disputas estaban más centradas en específicos
conflictos de poder.
Los gobiernistas tuvieron beneficios que abarcaban desde el usufructo de los altos puestos hasta el
derecho a la impunidad cuando se enfrentaban a gente de su misma condición social. El favoritismo
del gobierno era un factor clave para que alguien se declare de oposición. (Hasta 1920, clientelismo,
+ 1920 politización)
No era nueva la idea de incorporar en el Estado a los sectores populares por medio del clientelismo,
pero si era novedosa la creación de una clientela a gran escala por todo el país.
La dinastía abrió el camino a la oposición, pero cuando esta se desbordó no dudo en usar una
cruenta represión, lo novedoso de la estrategia represiva fue usar civiles adictos al gobierno.
La tolerancia es, posiblemente, el principio democrático cuya internalización por parte del conjunto
social resulta más difícil: politización NO IGUAL democratización. Fue un proceso de politización en
dictadura.
La fuerza no sólo se utilizó para manipular los resultados de las elecciones sino también para obligar
a los oponentes a renunciar al poder.
Los conflictos electorales en oriente estuvieron muy presentes las fuerzas civiles, en cambio en
occidente los principales actores fueron comandantes, policías y guardias.
Para este entonces la mujer, considerada en el mundo occidental como un ser en esencia
moralizador y virtuoso, estaba dotado de una legitimidad particular para intervenir en aspectos
relacionados a la moralidad. Su participación política se concentraba prioritariamente en dicha
temática.
Carácter paramilitar. Se sugiere que se caracterizaron por la ambigüedad pues, además de usar la
violencia para acallar disidentes, dieron los primeros pasos hacia la organización popular. Estaban
conformados en su mayoría por grupos subalternos. Fundadas en 1918 por Carlos Meléndez y
cerradas en 1923 por Alfonso Quiñonez Molina (por su peligrosidad).
En la revolución Mexicana las clases altas cooptaron a los subalternos y formaron grupos armados
como los Batallones Rojos, por lo que, lanzando a los obreros contra los campesinos, la burguesía
tomó el liderazgo de la revolución.
La sociedad civil jugó un papel importante en la represión. El Estado era muy permisivo con los actos
violentos de las Ligas, ¿por qué?, bueno pues si la violencia contra la oposición venía de las ligas el
Estado podía alegar que no era culpa del aparato represivo sino del pueblo.
La dinastía quería atraer a los indígenas para aprovechar sus cualidades organizativas, se podían
adaptar mejor a una estructura política jerárquica. Si se cooptaba al líder, se contaba casi con la
totalidad de la comunidad (si no es que toda).
Los caciques desarrollaron un poder de más de simples autoridades locales pues su poder devenía
de su papel como representantes de especificas y diferenciadas comunidades. Las ligas eran un
espacio de reproducción de sus valores étnicos.
NOTA: De indio a campesino? Será esta la razón por la que son tan diferentes en El Salvador? En
Occidente?
Alférez = grado militar. Paje = joven al servicio de un noble o rey. Cofradías = organizaciones
religiosas que establecieron los frailes.
En las cofradías se creaban lazos entre los poderosos y los más débiles de la comunidad debido al
‘sistema redistributivo’.
El gobierno casi siempre favorecía a los indígenas en las luchas por el poder local contra los ladinos
porque ellos ofrecían sus servicios a las comandancias locales, colaboraban como supervisores y
vigilantes.
Una de las posibles causas de la rebelión del 32 es el desplazamiento de los indígenas por parte
de los ladinos en el ejercicio del poder local.
Para los indígenas las Ligas Rojas representaban oportunidad de acceso al poder local. También les
preparaban el terreno para poner en práctica una útil arma en su lucha contra los ladinos: la
intimidación.
Según Foucault, de las instituciones tradicionales es el Ejército la que cuenta con un poder más
totalizador y perfecto, unos pocos toman decisiones obedecidos por grandes masas que tienen muy
poco margen de escapar a las órdenes superiores.
Ricos y pobres, blancos y ladinos habían vivido en ese concepto de verdad absoluta inherente a la
religión (a veces mezclaban actos religiosos con políticos).
Al Estado le resultaba conveniente que los conflictos étnicos dividiesen a los sectores rurales pues
se debilitaría el poder de negociación del campesinado frente a terratenientes y el Estado.
Entre los mayores atractivos de la ligas se contaba el sentimiento de poder que la pertenencia a
esta institución creaba entre sus miembros.
¿Cómo pudo Quiñonez destruir, con un simple decreto, a tan poderosa organización? En realidad
no era tan poderosa como lo aparentaba y la capacidad de ejercer violencia no es necesariamente
sinónimo de poder. En este caso, la fuente de poder estaba en el apoyo que los liguistas recibían
de los gobernantes.
Tal estrategia de confrontación social tuvo sus raíces en la cultura salvadoreña. El chisme,
profundamente enraizado en la cotidianeidad campesina, ha sido instrumento tanto de
resistencia como de colaboración. En esto ayudó la campaña moralizadora, pues las facciones
políticas lo utilizaban para destruir a sus enemigos aludiendo a su comportamiento personal y no
a las relaciones entre la víctima del chisme y el resto de la comunidad.
CAPITULO VII
La Radicalización.
Proceso que convirtió a los radicales en el grupo hegemónico entre los subalternos. No se sabe como
el comunismo logró atraer a las masas rurales, los intelectuales no se han preocupado por rastrear
la génesis del concepto ‘comunismo’, crucial en la formación de la nacionalidad salvadoreña.
Desde 1932 el concepto adquirió una connotación negativa.
Al principio no existía una única propuesta de cambio social identificable con los trabajadores
radicales, habían comunistas, moderados y anarquistas.
Pero si bien algunas organizaciones se estaban radicalizando y habían pugnas internas, aún la
sociedad no se había dividido entre comunistas y moderados, por lo que los medios aún cubrían sus
pensamientos y reuniones con normalidad.
El Estado no puso mucho interés al tono radical que iban adquiriendo los agremiados, ya que su
discurso era demasiado abstracto para constituirse en un verdadero reto al gobierno ya que habían
referencias la explotación y luchas de clases pero generales y vagas, no aludían directamente al
Estado o la burguesía de El Salvador.
¿Cómo cooptaron los trabajadores urbanos a los rurales? Los urbanos querían atraer al campo a la
‘modernidad’ a través de la educación y ocuparon los espacios creados por el gobierno. En los
pueblos es difícil establecer un limite entre lo rural y lo urbano, por eso si una idea llega a los
pueblos esta se extiende al campo.
Aparte, para algunos la alianza entre obreros y campesinos era difícil pues estos tienden a
restringirse por su interés personalísimo y local (los campesinos).
En 1927 Pío Romero Bosque llegó al poder con apoyo de la dinastía, sin embargo ya en el poder se
distanció e inició un proceso democratizador. Esto obedeció a la presión social y la mayor presencia
burguesa en el grupo de poder, pues estos deseaban industrializar al país creían que esto se lograría
al modernizar el Estado y mejorar las condiciones de vida de los grupos subordinados, este proyecto
incluía a los trabajadores urbanos pero excluía a los rurales.
Romero Bosque debía hacer frente a la crisis del 29 agudizada por la inflexibilidad de la oligarquía,
no pudo responder a los intereses de clases media y pobres lo que llevó, en 1931, al poder al Partido
Laborista con Arturo Araujo, pero este no pudo implementar los cambios sociales y tuvo mal tino
de nombrar un gabinete incompetente, por lo que el 2 de diciembre fue el golpe de Maximiliano, su
ministro de guerra. Cuando subió al poder no se había definido el rumbo del gobierno, pero en la
revuelta campesina de enero 1932 un selecto grupo de oligarcas tendría un papel en la toma de
decisiones, terratenientes y financistas de nuevo adquirían un lugar de privilegio en el bloque de
poder.
Se encontraba en auge el tema de los derechos civiles y la represión, uno de los grupos mejor
organizados eran los artesanos por lo que el gobierno de Romero Bosque convirtió en héroe a un
hojalatero asesinado por la Guardia Nacional (Alberto Escalante, historia en páginas 250-251).
Ideología liberal-positivista (que legitimaba el poder del fuerte sobre el débil) era desplazada por
anarquistas, comunistas y masferrerianos. Esta fue la edad de oro de Masferrer, en su propuesta de
cambio estuvo presente la atmósfera moralizadora que caracterizó la década de 1920.
Comenzó la campaña ideológica anticomunista (enviaban oradores a dar charlas a los adeptos más
radicales: Sonsonate, Santa Ana y Ahuachapán).
La FRT se alejaba del discurso cívico nacional y adoptaba símbolos de la izquierda, fundaron un
periódico llamado ‘El Martillo’, ahora el discurso dejaba las categorías abstractas y pasaba a
personas e instituciones concretas del país. El Estado se opuso a organizar el campo, pero los
comunistas si lo organizaron, ya no eran sólo los artesanos los organizados, sino también jornaleros,
colonos y pequeños propietarios.
Ya para 1930 la situación política era explosiva y la represión contra radicales era cotidiana.
Stalin y la URSS veían de forma despectiva el tercer mundo? Consideraban a los comunistas
salvadoreños como macheteros? Lo que si parece es que el Partido Comunista parece débil y la
lucha de radicalización parece más bien desbordarlo.
Felipe Neri – Nahuizalco, Timoteo Lúe – Juayúa, Feliciano Ama – Izalco. Patricio Shupán.
Algunos señalan que la radicalización de Feliciano Ama hizo que los indígenas de Izalco se sumaran
a las filas del comunismo, pero otros creen que fue al revés, Ama se apropió de la ideología de sus
subordinados y tomó ventaja de ella en la dinámica política, lo que si es que quizás fue encargado
de integrar la ideología en la cultura indígena.
Si los indígenas eran aliados de la Dinastía, ¿cómo cambiaron tan rápidamente? Parte se encuentra
en la impresionante expansión de las ideas radica9les entre los miembros de la comunidad, también
que la crisis del 29 provocó que las ideas de reforma se transformaran en frustración. También hay
que analizar las relaciones entre los indígenas y el Estado, la Dinastía retribuía a este sector
garantizándoles los gobiernos locales, pero al disolverse las Ligas Rojas los ladinos ejercieron mayor
presión. Ahora los indígenas perdían los gobiernos locales y temían la represión de los ladinos (en
venganza por las Ligas Rojas).
Se recalcan nuevamente como era posible establecer fuertes vínculos en la comunidad indígena: si
el ejército o el Estado lograba pactar con sus líderes, la comunidad respondía positivamente
colaborando con el ejército o votando por el partido en el poder.
Cuando el Estado, a mediados de los 20, empezó a favorecer a los ladinos en detrimento de los
indígenas estos buscaron nuevas alianzas políticas y de ello la alianza entre los caciques y los
radicales. El poder del liderazgo indígena (caciques) se fundamentaba en la efectividad, i.e., su
capacidad para resolver los problemas comunales.
Casi todos los caciques eran hombres ricos (ej. Feliciano Ama), pero eran incapaces de solventar
problemas (ya no tenían ‘cuello’).
La crisis del 29 aceleró la expropiación de tierras, pues debido a las deudas se hipotecaba a medianos
y pequeños productores de café (se estima que el 28% de las propiedades cafetaleras cambiaron de
dueño), entre los productores más vulnerables estaban los indígenas de occidente. Los líderes
indígenas perdieron su influencia con el Estado, en gobiernos locales para mediar con ladinos y en
el tema económico con la crisis, la base de su liderazgo se erosionaba.
Para los caciques una alianza con el P.C. era la oportunidad con un partido que crecía rápidamente,
según sus cálculos el P.C. tomaría el poder o obligaría al Estado a cambiar el modelo.
Emiglio Ridaelly, italiano asesinado por los indígenas en el 32, era italiano (representaba intereses
ladinos), alcalde de Juayúa y administrador del beneficio Daglio.
Ama era rico, pero para legitimar su liderazgo con la nueva ideología se presentaba como trabajador,
además la familia Regalado le había quitado sus tierras y lo habían torturado.
CAPITULO VIII
Representa la culminación como el repentino final del proceso de radicalización del campesinado.
Poblados indígenas se convirtieron en pueblos fantasmas. Se tomaron importantes poblaciones
entre la frontera de Guatemala y Colón (i.e., todo el occidente). ¿Por qué este grupo étnico decidió
efectuar una rebelión que estaba condenada al fracaso? El levantamiento indígena fue planeado
como parte de un gran movimiento comunista que tendría lugar en todo el país. Según Miguel
Mármol el gobierno descubrió los planes y desarticuló el movimiento encarcelando a los líderes.
Pero si Martínez conocía los planes ¿por qué decapitó el liderazgo del PC y permitió a los caciques
radicalizados seguir adelante? No se debería descartar la teoría de la conspiración, es posible que el
gobierno permitiera a los indígenas llevar sus planes con el fin de dar un castigo ejemplarizante a
esta peligrosa población campesina.
Apoyar a la ideología comunista era un crimen que se pagaba con la vida. En el 32 se creó una nueva
identidad nacional basada en el anticomunismo. Otras transformaciones fueron la total
polarización de la sociedad en dos grupos: los colaboradores y los enemigos.
Un grupo de hombres se reunió para constituir el Consejo de Orden Público: Rodolfo Duke, Ángel
Guirola, Mauricio Mendi, Francisco Lima y Antonio Vilanova. Su meta era restablecer el orden y para
imponerlo manipulaban la historia.
El cambio es inevitable en una sociedad, pero esta ideología se negaba a aceptarlo. Algunos pocos
cambios eran aceptados siempre que contribuyesen a consolidar el orden (por ejemplo, tratar de
elevar la condición de vida de los humildes para evitar la materia prima de que se valen los
agitadores). Ya no se promovía la educación de los obreros para mostrarles el cambio social que
ofrecía el mundo moderno, sino para disciplinar a los trabajadores en los estrechos límites del
mundo del orden.
La vigilancia era el arma más importante para mantener a la sociedad en equilibrio, Ahora los
nuevos ‘sacones’ conocidos como ‘orejas’ eran más peligrosos que los comisionados civiles pues
estos trabaja tras bastidores (ocultos).
En el 32 la polarización era a tal punto que dividió a la sociedad en 2 grupos: los colaboradores y los
sospechosos (vigilantes y bajo vigilancia), nadie en el campo se sentía a salvo excepto los espías.
Era así como el terror desplegaba una de sus más efectivas armas, la sensación de total
inseguridad que se traduce en sentimiento de absoluta impotencia.
También el gobierno empezó la práctica un riguroso control social a través del registro y clasificación
(cédulas). Esto dio lugar a la corrupción, pues ciertos grupos ejercían su control y poder al
determinar a quien le daban identificación. Pero el mecanismo más efectivo de control fue la
creación de la Guardia Cívica.
Su génesis se debe a la iniciativa de los civiles, entre los cuales, la oligarquía tuvo un papel
preminente.
A diferencia de las Ligas Rojas, las Guardias Cívicas constituyeron una institución paramilitar,
también a diferencia de estas fueron elitistas, pues si bien grupos subordinados participaron, el
liderazgo estuvo en manos de los oficiales del aparato represivo de las clases altas y un poco las
medias. Legión Pro Patria.
Para algunos sospechosos de comunismo inscribirse en las guardias cívicas era evadir la vigilancia,
como un seguro de vida.
La clase alta había creado esta institución con el fin de ‘ayudar’ al Estado a diseñar las operaciones
de represión.
Los sectores subalternos no podían utilizar la Guardia Cívica para desafiar, en alguna medida, el
orden establecido (como si en las Ligas Rojas o comisionados) debido a la extrema vigilancia y
castigo. Incluso habían proyectos de unir a toda la población masculina y los empleados públicos en
la institución, se ve que el Estado estaba empeñado en comprometer a los civiles en el sistema de
vigilancia.
Sin embargo estos planes no se concretaron porque el peligro del comunismo desapareció
demasiado pronto, por eso el Estado y la elite perdieron el impulso, en un año la institución cambió
a ser fundamentalmente ideológica. Al final tuvieron poca contribución en la represión pero fueron
cruciales en la ideología del orden.
CONCLUSIONES GENERALES
Dos momentos de apertura y participación social que se clausuraron violentamente: la revolución
del 85 y el levantamiento del 32.