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TÉCNICAS DE ATENCIÓN PARA

LA POBLACIÓN ADULTA MAYOR


EN LA CDMX

Manual de curso 2017


Capítulo I

Decálogo del Buen Trato hacia las personas adultas mayores.

1. Tolera y respeta a todas las personas, independientemente de su edad.


Esto fomenta una sociedad incluyente

2. Conoce los derechos de las personas adultas mayores, así como los
lugares de atención especializada contra la violencia. Informados
contribuimos a disminuir el abuso y malos tratos y a garantizar el ejercicio
pleno de sus derechos.

3. Fortalecer las relaciones entre las personas de distintas edades,


contribuye a conocernos y ayudarnos mutuamente, tomando en cuenta
nuestras capacidades, características, experiencias y necesidades.

4. Conoce los cambios naturales biológicos, psicológicos y sociales que se


dan con el paso de los años y conoce la cultura de la prevención, con el
objetivo de decidir qué tipo de envejecimiento quieres vivir.

5. Apoya a las personas adultas mayores con información clara y precisa


cuando te lo soliciten y brinda trato preferente cuando sea necesario.

6. Alienta la participación activa en las personas adultas mayores como


sujetos de derechos y estimula su desarrollo integral de acuerdo a sus
capacidades e intereses.

7. Dedica un tiempo para platicar con las personas adultas mayores que te
rodean, así como a escuchar de manera cercana y personalizada sus vivencias.
La empatía es sinónimo de acompañamiento y solidaridad.
8. Respétalos socialmente. El envejecimiento no los hace invisibles; al
contrario, reconoce sus grandes contribuciones que son fuente de nuestro
desarrollo.

9 Incluye e involucra a las personas adultas mayores en las diversas


actividades familiares con el objetivo de fortalecer los lazos y el sentido de
pertenencia, además de aprender de su experiencia.

10. La amabilidad, el apoyo y la ayuda mutua son fundamentales para


fortalecer una sociedad para todas las edades, basadas en el buen trato.

Capítulo II

Cuatro Ejes de Actuación para el trato a la población adulta mayor

En nuestro país, se destacan cuatro ejes de actuación que han sido los
principales en tanto estrategia para atender la problemática asociada al
proceso de envejecimiento de la sociedad. Estos ejes, que siendo básicamente
correctos y coherentes, desde la administración del gobierno mexicano, han
sido fundamentalmente asignados a una institución principal, lo que
constituye su principal debilidad (porque el problema de la atención a la vejez
consiste en materia de una sola institución) pero también su gran fortaleza
(porque desde su campo de actuación pueden concebirse y diseñarse
instrumentos de intervención que puedan ser probados y validados).

En México hemos tenido avances en materia de políticas públicas, planes y


programas enfocados a la protección de las personas adultas mayores, en
ámbitos en los que se encuentran vulnerables. La mayor parte de las acciones
se encaminan a establecer la igualdad en el ejercicio de derechos, tanto en la
salud, como en seguridad económica y en general, a su bienestar y calidad de
vida.

La institucionalización de la temática de la población adulta mayor en México


se remonta a 1979, cuando se crea el Instituto Nacional de la Senectud, mejor
conocido como INSEN. Posteriormente, en el año 2002, cambia su nombre a
INAPLEN, Instituto Nacional de las Personas en Plenitud, y se incorpora a la
Secretaría de Desarrollo Social, como organismo descentralizado, con
personalidad jurídica y patrimonio propio.

En ese mismo año se da un paso importante en materia legislativa, al


publicarse en el Diario Oficial de la Federación la Ley de los Derechos de las
Personas Adultas Mayores, mediante la cual se crea el Instituto Nacional de
las Personas Adultas Mayores, INAPAM, al que se le confiere la rectoría de
las políticas públicas para la atención específica a la población de 60 años de
edad o más.

El INAPAM se crea con el objeto general de coordinar, promover, apoyar,


fomentar, vigilar y evaluar las acciones públicas que repercuten directamente a
este sector de la población.

Asimismo, la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores


proporcionó al Instituto la autonomía técnica y de gestión para el
cumplimiento de sus atribuciones, objetivos y fines.

Sin embargo, en materia jurídica aún debe terminarse el trabajo del


Reglamento de dicha Ley, que provea los lineamientos y los ordenamientos
legales para el aseguramiento del ejercicio efectivo de los Derechos de los
Adultos Mayores.

Cabe destacar, que el avance en materia legislativa ha sido fundamental,


porque se establecieron las obligaciones del Estado y del resto de la sociedad,
para progresar en el reconocimiento de los derechos de las personas adultas
mayores.

En este sentido, las instancias correspondientes y la sociedad civil están


trabajando en el diseño del Programa Nacional de Promoción y Difusión de
los Derechos de las Personas Adultas Mayores, con el objeto de garantizar que
los adultos mayores conozcan y puedan ejercer plenamente sus derechos.

Este programa plantea la posibilidad de conformar grupos de adultos que sean


voceros y difusores de sus propios derechos, entre los adultos mayores.

Desde su creación el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores ha


impulsado acciones que fomentan el desarrollo integral de las personas adultas
mayores y su participación e inclusión en la esfera económica y social de la
vida colectiva.

No obstante, la acelerada transición demográfica hacia el fenómeno del


envejecimiento de la población impone enormes retos y desafíos, no sólo para
el Estado mexicano, sino para la sociedad civil en general.

El envejecimiento poblacional es resultado del desarrollo de las ciencias


médicas y sus efectos en el mejoramiento de la salud de las personas,
reducción de la mortalidad y aumento de la expectativa de vida, así como de
transformaciones socioculturales que explican la reducción de las tasas de
natalidad y de fecundidad.

De acuerdo con cifras del INEGI, viven en México 10.8 millones de adultos
mayores y según las proyecciones del Consejo Nacional de Población, en el
año 2050, el 30% de la población mexicana será adulta mayor.

Estamos hablando de más del triple en los próximos 40 años.

Es importante considerar que el envejecimiento de la población en nuestro


país aumenta dentro de un contexto caracterizado por crisis económica,
desigualdad social, una creciente participación en el mercado informal de
trabajo y una baja cobertura de los sistemas de protección social.

Por tanto, uno de los principales retos de nuestro país consiste en adoptar
políticas públicas que se adecúen y respondan al nuevo panorama
demográfico.

Desde esta perspectiva, es importante señalar cuatro ejes que determinan la


situación actual y los desafíos que presenta el Estado mexicano en temas de
políticas públicas a favor de las personas adultas mayores.

Primer eje: CULTURA DEL ENVEJECIMIENTO.

Nuestro país y su sociedad tienen la deuda consigo mismos de generar y


fortalecer una Cultura del Envejecimiento, específicamente para resarcir las
diferencias sociales marcadas por la edad y combatir el desprecio, el despojo y
la segregación del adulto mayor, que desafortunadamente sigue existiendo en
el país.
La construcción de una cultura del envejecimiento hace alusión al predominio
de la educación, la protección, la comprensión, el cariño, la aceptación, el
respeto y la dignificación de las personas adultas mayores, en el marco de una
relación intergeneracional.

En este sentido, uno de los grandes desafíos nacionales que corresponde a


todas las dependencias de gobierno, empresas y sociedad civil, en todos sus
niveles, es atender la construcción de una nación con cabida para todos, donde
las personas independientemente de su edad o de otras diferencias sociales,
tengan las mismas oportunidades para hacer efectivo el pleno respeto y
ejercicio de sus Derechos Humanos y libertades fundamentales.

Esta Cultura del Envejecimiento plantea el reto de promover y ejecutar


políticas públicas que tengan la capacidad de conciliar las necesidades e
intereses de los adultos mayores con todos los demás grupos de la sociedad
para avanzar hacia una plena integración social. Los ciudadanos que
conformamos este país somos los más interesados en la existencia de una
sociedad igualitaria. Entonces, es importante que pensemos a largo y mediano
plazo, que si sembramos semillas de igualdad, de equidad, de dignidad y de
respeto, las nuevas generaciones de adultos mayores cosecharán una mejor
calidad de vida.

Segundo eje: SEGURIDAD ECONÓMICA.

La política dirigida a los adultos mayores respecto al tema de seguridad


económica, como un componente fundamental de su calidad de vida,
representa uno de los principales retos, si no es que el principal.

En este sentido, se ha asignado al Instituto Nacional de las Personas Adultas


Mayores, el coordinar, promover y ejecutar acciones para sensibilizar a las
empresas en materia laboral para la contratación de personas adultas mayores.

Del año pasado a la fecha, informa esa institución en su página oficial, el


haber conseguido y gestionado más de 11 mil 500 empleos para personas
adultas mayores.

Desde el año 2007, existe un incentivo fiscal para aquellas empresas que
contratan adultos mayores y consiste en la deducción adicional a las previstas
en la Ley del Impuesto sobre la Renta, que permite disminuir de los ingresos
del contribuyente un monto adicional equivalente al 25% del salario
efectivamente pagado a los adultos mayores.
Asimismo, a través del Fondo “Tercera Llamada” del INAPAM otorga apoyos
económicos para proyectos productivos a fin de promover y fomentar el auto-
empleo para generar mejores y mayores ingresos económicos a la población
adulta mayor con iniciativa.

Se han implementado cursos de capacitación en coordinación con otras


instituciones públicas, como Nacional Financiera (NAFIN) y Financiera
Rural, con el objetivo de proporcionar elementos necesarios para que las
personas adultas puedan administrar mejor su dinero, elaborar un plan de
negocios o en otros casos, iniciar algún proyecto de desarrollo económico.

En cumplimiento a lo establecido en la Ley de los Derechos de las Personas


Adultas Mayores, el Instituto celebra convenios con empresas y prestadores de
servicios para obtener descuentos y beneficios a favor de la economía de las
personas adultas mayores.

De la misma manera, se realiza año con año la Expo INAPAM Empleo y


Servicios para las Personas Adultas Mayores. Este evento tiene como
propósito ofrecer vacantes y nuevas oportunidades de re inserción al mercado
laboral.

Todas estas acciones contribuyen en gran manera a la protección de la


seguridad económica de los adultos mayores. No obstante, las cifras que arroja
el informe del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo
Social, CONEVAL, alertan sobre la insuficiencia de la actividad de esta
institución del Estado mexicano, quizá porque la estrategia correcta no sea la
de atender la problemática de las personas adultas mayores con el enfoque de
una programa de asistencia social, sino como una verdadera política de
Estado, definitoria del tipo de país que se pretende construir en los próximos
años.

Esta redefinición de la orientación de un programa de asistencia, a una


política de Estado, por supuesto que no podrá resolverse a través de la
Institución (el INAPAM) que aquí estamos analizando. Lo que queda claro, es
que para la sociedad, aún hay mucho trabajo por hacer.

El informe de CONEVAL indica que 43% de la población adulta mayor viven


en pobreza de moderada a extrema y que 8 de cada 10 adultos mayores tienen
alguna carencia social, pero 4 de cada 10 ya viven en esa condición.
Asimismo, el INEGI presenta en los resultados de la Encuesta Nacional de
Ocupación y Empleo del primer trimestre del 2010, que 2 millones 252 mil
personas de la población adulta mayor en México laboran en el sector
informal y tan sólo 1 un millón 458 mil pertenecen al sector formal del
mercado laboral.

Aunado a ello, la baja cobertura de los sistemas de protección social nos exige
reformular mecanismos de provisión económica que garanticen ingresos para
todos y un nivel de vida digno. Y no debiéramos únicamente conformarnos
con generar políticas encaminadas a mejorar los niveles de cobertura de los
sistemas de pensiones; sino a la capacidad de ampliar la base contributiva a
través de la creación de empleos y la prolongación de la vida laboral de los
adultos mayores.

Tercer eje, ENVEJECIMIENTO ACTIVO.

La promoción de la salud constituye una de las estrategias de mayor impacto


en la mejora de la calidad de vida de la población adulta mayor. El INAPAM
ha coordinado y ejecutado acciones que fomentan el envejecimiento activo, el
cual se refiere al proceso por el que se optimizan las oportunidades de
bienestar físico, social y mental con el objeto de ampliar la esperanza de vida
saludable, la productividad y la calidad de vida en la vejez.

Anualmente se celebran Encuentros Deportivos y Culturales en los


municipios, estados y a nivel nacional, con el propósito de estimular y activar
la capacidad psicomotriz y favorecer la condición corporal de los adultos
mayores que participan.

Además, en cumplimiento a la Ley de los Derechos de las Personas Adultos


Mayores, el INAPAM promueve la formación de Clubes y Centros Culturales
con la finalidad de generar espacios de participación y fomentar la
organización y capacitación de los adultos mayores, al tiempo que propicia su
permanencia activa en la comunidad.

Tarea encomiable pero insuficiente, si hacemos notar que de acuerdo con


datos de la Comisión Económica para América Latina, CEPAL, menos del 2%
de los países latinoamericanos incluyen en sus metas la promoción de la salud
para la población de 60 años y más.

Por esta razón, uno de los principales retos que enfrenta México es el
desarrollo de una estrategia nacional que impulse la responsabilidad propia del
adulto mayor y de la sociedad en general, en el cuidado de su salud. Cabe
destacar, que la implementación de políticas de promoción de la salud y de
prevención de enfermedades en nuestro país, traerá consigo un significativo
ahorro para los sistemas de salud y una mejora en la calidad de vida de las
personas adultas mayores.

Cuarto eje: RETOS EN MATERIA LEGISLATIVA

Otro de los desafíos más importantes en tema de Derechos Humanos de los


adultos mayores, es que las normas legales que los protegen, no siempre se
traducen en una cobertura real.

Si bien los derechos de la vejez han sido reconocidos dentro de un marco


jurídico, lo cierto es que existe una amplia brecha entre la situación de jure y
de facto, que obedece en parte a la inexistencia de mecanismos de
exigibilidad.

Por otro lado, la exigibilidad también depende del presupuesto público, ya que
en la legislación existente, no se hace alusión de las fuentes de financiamiento
para proteger los derechos reconocidos de los adultos mayores. Por esta razón
se restringen las posibilidades de acción de los programas destinados a la
atención a la vejez para ampliar los niveles de protección de los derechos de
este sector poblacional.

Finalmente, cabe mencionar que la superación del reto demográfico dependerá


esencialmente de que logremos, los ciudadanos de este país, avanzar hacia la
construcción de una sociedad más cohesionada, democrática e incluyente,
donde exista una completa consideración de las necesidades de este sector de
la población como un asunto de agenda nacional.

Para ello es necesario desarraigar la concepción de que los problemas de la


vejez son de orden privado y empezar a tener una mayor conciencia como
Nación de que los retos que impone el nuevo panorama demográfico,
dependen principalmente de una labor y solidaridad colectiva.

Capítulo III

Propuesta de Actividad
Hemos presentado al participante, en los dos capítulos precedentes, una serie
de consideraciones de tipo ético sociales, que se refieren al comportamiento
que debiéramos observar frente a nuestras personas adultos mayores, y la
forma institucional en la que el gobierno mexicano se ha planteado dar
respuesta a la problemática de la cada vez mayor presencia de adultos
mayores como parte integrante de la sociedad.
La tarea que habremos de presentar al participante al curso, es la de
puntualmente, siguiendo cada uno de los diez enunciados del Decálogo del
Buen Trato hacia las personas adultas mayores, construir una tabla
comparativa y de reflexión, en la que el participante habrá de presentar los
ejemplos y argumentaciones que habrán de dar sentido a la tabla que
proponemos confeccionar.

Tabla comparativa y de Reflexión

De qué manera la sociedad De qué manera cubro el punto


mexicana cubre el punto, a del Decálogo desde mi
Punto del
través de los Cuatro Ejes de actuación personal e individual
Decálogo
Actuación para el trato a la en mi trabajo; en mi vida
población adulta mayor personal

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