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Se puede procurar armonizar los arts. 42 y 14 inc. ñ de la LTC y el art. 1394 y concs. del
Cód. Civil y Comercial sobre las siguientes premisas: a) No existe prohibición alguna para
que el titular de la tarjeta autorice el débito de los resúmenes en su cuenta corriente; b)
tales débitos sin embargo no deberían tener efectos novatorios, pues el titular podrá
impugnar eventualmente los saldos hasta 30 días después de recibido el resumen.
I. Generalidades
Una de las preocupaciones más importantes de los administradores y emisores de tarjeta de crédito es la
posibilidad de contar con mecanismos ágiles para recuperar rápidamente los créditos en mora. Se considera que
ello beneficia a todo el sistema, por cuanto la alta morosidad produce un incremento en las tasas de interés por
financiación, lo cual perjudica también a los usuarios. Es por ello que la Ley de Tarjeta de Crédito reguló la
cuestión armonizando el interés de los administradores y emisores con el interés de los usuarios, quienes
requieren procedimientos que no limiten excesivamente su derecho de defensa, como así también el interés
público en el correcto funcionamiento del sistema (1). De este equilibrio surgió que la Ley expresamente
prohibió la posibilidad de ejecutar en forma directa las deudas de tarjeta de crédito recurriendo a las llamadas
cuentas corrientes instantáneas [art. 42 de la LTC (2) y art. 14 (3)] o a otros mecanismos utilizados en la práctica
para tal fin [art. 14 LTC (4)]. Por otro lado, es obvio que para obtener el cobro de las deudas de tarjeta de crédito
se puede recurrir al procedimiento de conocimiento (ordinario o sumario según los montos), que incluso es el
señalado por la ley cuando se ha "perjudicado" la preparación de la vía ejecutiva. En tal caso se deberá acreditar
la celebración escrita del contrato, la entrega y recepción de conformidad de la tarjeta y acompañar los
resúmenes de cuenta de donde surjan los consumos reclamados, gastos y comisiones, como así también los
intereses aplicados, discriminando los financieros de los punitorios (5). Es lo que establece el art. 41 de la LTC
cuando sostiene: Pérdida de la preparación de la vía ejecutiva (6). Sin perjuicio de quedar habilitada la vía
ordinaria (en rigor la vía de conocimiento), la pérdida de la preparación de la vía ejecutiva se operará cuando: a)
no se reúnan los requisitos para la preparación de la vía ejecutiva de los artículos anteriores; b) se omitan los
requisitos contractuales previstos en la ley; c) se omitan los requisitos para los resúmenes establecidos en el
artículo 23 de esta ley (7), El inc. a) se lo ha considerado innecesario, porque resulta obvio que si no cumple con
los requisitos establecidos por la ley para la preparación de la vía ejecutiva, ésta quedará "perjudicada". El inc.
b) se refiere a los requisitos establecidos por la ley de LTC en cuanto al perfeccionamiento del contrato de
emisión (arts. 6 y 7 de la LTC). Se ha criticado (8) la redacción de la norma en cuanto a su amplitud e
imprecisión, por cuanto aparentemente bastaría que no se respete la obligación de una clara redacción o la
tipografía exigida, para ya no contar con la posibilidad de habilitar la vía ejecutiva. El inc. c) establece que no se
podrá preparar la vía ejecutiva cuando los resúmenes acompañados no se correspondan con las precisiones
establecidas en el art. 23, señalándose que lo propio ocurre cuando no se cumplan las exigencias del art. 6º de la
LTC, las referidas al art. 7º, como así también la existencia de impugnaciones, en la medida que afecten la
liquidez, exigibilidad (9) y determinabilidad de la deuda (10) .
II. Ejecución del saldo de cuenta corriente bancaria donde se incluyen saldos de tarjeta de crédito
Existen dudas tanto en doctrina como en la jurisprudencia sobre la posibilidad de ejecutar por vía directa el
saldo deudor de una cuenta corriente bancaria no instantánea o no operativa, donde se incluyen entre otros,
saldos emergentes del uso de tarjeta de crédito (11). Actualmente un sector de la doctrina y jurisprudencia
considera que no es la vía idónea para la ejecución de los saldos del uso de tarjeta de crédito (12). Dentro de esta
posición habría dos variantes: a) la que considera que se debe rechazar in totum la ejecución (13) y b) la que
estima que se debe rechazar parcialmente la misma, excluyendo del saldo deudor, la deuda proveniente del uso
de tarjeta de crédito. Dentro del primer grupo Paolantonio (14) considera que, si bien pareciera de la lectura del
art. 42 contrario sensu que se puede ejecutar la deuda por medio de una cuenta corriente operativa, lo cierto es
que tal posibilidad se encontraría vedada a la luz de una lectura sistémica de las disposiciones de la LTC. "Ello
por las siguientes razones: a) la ejecución directa con base en el certificado de saldo deudor de cuenta corriente
(art. 793 Cód. de Comercio) convierte en letra muerta todo el procedimiento de impugnación de la cuenta o
resumen (arts. 26 y cc de la LTC), b) la ejecución directa elude el procedimiento de preparación de la vía
ejecutiva, el que comparte el carácter de orden público de la LTC (art. 57 LTC)". Concluye sosteniendo que la
cláusula que autorice el débito y expresa o implícitamente la ejecución posterior del saldo ha de considerarse
nula por violación a lo dispuesto en los arts. 3, 14 de la LTC y 37 de la ley 24.240 t.o. En igual sentido Chomer
(15), quien si bien afirma que podría ser viable asentar en la cuenta corriente el saldo de tarjeta de crédito, lo
que está vedado al emisor es extender luego el certificado de saldo deudor en cuenta corriente en cuanto
contenga o exprese lo adeudado por el uso de tarjeta. Considera que la LTC modificó la ley 24.452, que permite
incluir en la cuenta saldos de otras relaciones jurídicas en cuanto esté expresamente acordado entre las partes.
En concreto afirma: "...si para el mejor gobierno y administración del sistema, conviene asentar los saldos de
tarjeta en la cuenta, nada será criticable o nulo, en la medida de que ello así se haya acordado entre las partes,
Mas el emisor no podrá aprovechar el beneficio que resulta del Código de Comercio (art. 793 y ss.,) para emitir
el unilateral certificado de saldo deudor en cuenta corriente bancaria y ejecutarlo directamente si en él se han
asentado saldos de tarjeta. Porque esa práctica contraviene lo expresamente por el art. 14 y 42 de esta ley".
Considera que tal visión (en referencia a la opinión de Muguillo) no es aislada y ha sido sostenida por la
mayoría de la doctrina (16), en tanto prestigiosos autores coinciden en que procede evitar el ejercicio abusivo de
la prerrogativa instituida para extender unilateralmente certificados directamente ejecutables. Del Cerro (17)
coincide con las opiniones antes mencionadas afirmando que "Si se permitiera que el certificado de Saldo
deudor contuviera en su seno un débito por tarjeta de crédito, se violaría el orden público protectorio que
construye la ley de tarjeta de crédito. Para dar algunos ejemplos, tenemos que: a) la ley de tarjeta de crédito
permite el pacto de intereses, pero establece una tasa máxima para los intereses moratorios (art. 16) y los
punitorios (art. 18). No hay límite legal en la cuenta corriente, b) la ley de tarjeta de crédito prohíbe la
capitalización de intereses (art. 18 y 23 inc. ñ (18)). En la cuenta corriente está permitida la capitalización (art.
1398 CCyC), c) En la ley de tarjeta de crédito el plazo de prescripción del reclamo por la vía ejecutiva es de un
año y de la acción de cobro ordinaria de tres años (art. 47). El plazo de prescripción de la acción ejecutiva para
el cobro del saldo de cuenta corriente es de cinco años art. 2560 CCyC), d) en la ejecución de la tarjeta de
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en una cuenta corriente abierta a nombre del usuario y la emisión del correspondiente certificado de saldo
deudor, ya que esto se encuentra expresamente previsto en el último párrafo del art. 793 del Código de
Comercio y en el art. 42 de la ley 25.065 (27). Drucarrof Aguiar (28) criticando un fallo de la Sala C de la
Cámara Nacional en lo Comercial, que desestimó parcialmente la ejecución en lo referente al saldo emergente
de la utilización de tarjeta de crédito, sostiene que: "no hay prescripción alguna que impida un acuerdo de partes
consistente en que el saldo de una tarjeta de crédito sea debitado en una cuenta corriente por su titular cuya
finalidad no esté limitada a tales débitos. La ley 25.065 sólo veda que se convenga en el contrato de emisión la
apertura de una cuenta corriente cuyo único fin sea debitar allí los saldos de tarjeta (art. 14 inc. h), como así
también si se hubiera abierto dicha cuenta a dichos fines luego del contrato (art. 42 LTC). Fuera de estos dos
supuestos, considera que, tratándose de una cuenta corriente que incluyera entre sus múltiples finalidades del
débito de saldos de tarjeta, no habría disposición de la ley 25.065 ni en el CCCN que impida la ejecución del
saldo deudor mediante el certificado respectivo emitido de conformidad al art. 1406 del CCCN (29). En igual
sentido Petraglia (30) afirma que el tema de la preparación de la vía ejecutiva reviste interés únicamente para el
caso de que el saldo deudor no haya sido ingresado a un cuenta corriente bancaria. Ello, en tanto esta posibilidad
existe en nuestro derecho a pesar de la prohibición del art. 42 de la LTC, siempre que la cuenta no se haya
abierto a ese fin exclusivo y que exista pacto expreso en los términos del cuarto párrafo del art. 793 del Cód. de
Com. (31). Barreira Delfino (32), comentando un fallo de Cámara que consideró que el certificado de saldo
deudor de la cuenta corriente bancaria que sustenta la ejecución es hábil, atento a que no se trataba de una
cuenta instantánea o no operativa, por lo que admite la habilidad del título ejecutivo. Afirma Barreira Delfino,
que sin embargo, la Cámara se equivoca al disponer la detracción de las operaciones provenientes de la tarjeta
de crédito y sus intereses, por no ajustarse a los requisitos previstos en los arts. 39 y 42 de la ley 25.065.
Considera este autor que si el titular de la tarjeta de crédito autorizó el débito del resumen de su tarjeta en la
cuenta corriente bancaria, lo cual resulta favorable para él, prestó su conformidad de cambiar el mecanismo de
pago de la tarjeta de crédito por el propio de la cuenta corriente bancaria, asumiendo libremente sus costos, pero
también sus ventajas, como ser evitar que la tarjeta de crédito pudiera quedar impaga, en mora y exigible.
Concluye entonces que no existe ningún impedimento para la ejecución de deudas de tarjetas a través del
certificado de saldo deudor en cuenta corriente bancaria, siempre que ello hubiera sido autorizado por el titular.
Por último, de las posiciones mencionadas se podría considerar que algunos autores admitirían la posibilidad
de accionar ejecutivamente, pero se debería discriminar correctamente en el certificado de saldo deudor, cuál es
el saldo del uso de la tarjeta, especificando los cargos, comisiones, gastos e intereses, y en este último caso
discriminando los intereses financieros de los punitorios, los cuales por disposición legal no pueden
capitalizarse (33). De no procederse de esta manera, según un criterio jurisprudencial y doctrinario, si bien no se
debería rechazar la ejecución, si correspondería el rechazo parcial de la ejecución o el recálculo de los intereses
de los saldos de tarjeta de crédito (34).
Nosotros consideramos que se puede procurar armonizar los textos en cuestión (art. 42 y 14 inc. ñ de la LTC
y art. 1394 y cc. del CCCN en base a las siguientes premisas: a) No existe prohibición alguna para que el titular
de la tarjeta autorice el débito de los resúmenes en su cuenta corriente, b) tales débitos sin embargo no deberían
tener efectos novatorios, pues recordemos que el titular podrá impugnar eventualmente los saldos hasta 30 días
después de recibido el resumen. Por otra parte, a dicho débito, si fuera en descubierto no se le podrían aplicar
los intereses pactados en la cuenta corriente, sino los propios del sistema de tarjeta de crédito. Tampoco se
podrían capitalizar los intereses punitorios, pues ello se encuentra vedado por la LTC. c) En el caso de cierre de
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la cuenta se puede no procede el rechazo in totum de ejecución, sino solo de los saldos provenientes del uso de
la tarjeta de crédito, es decir, en todo caso sería procedente el rechazo parcial de la ejecución d) El rechazo
parcial tampoco sería procedente, a nuestro entender, si en el certificado se discrimina correctamente y en base a
los requerimientos legales, cuáles son propios del sistema de tarjeta, de los de otras relaciones o de la cuenta
corriente en sí. Además, se debería acompañar o hacer constar en el certificado de que no se ha denunciado la
pérdida o extravío de la tarjeta ni se impugnado el saldo de la misma.
III. Preparación de la vía ejecutiva
El art. 39 de la LTC prescribe que "El emisor podrá preparar la vía ejecutiva contra el titular, de
conformidad a lo prescripto por las leyes procesales vigentes en el lugar en que se acciona, pidiendo el
reconocimiento judicial de: a) El contrato de emisión de tarjeta instrumentado en legal forma (35). B) El
resumen de cuenta que reúna la totalidad de los requisitos legales. Por su parte el emisor deberá acompañar: a)
Declaración jurada sobre la inexistencia de denuncia fundada y válida, previa a la mora, por parte del titular o
del adicional por extravío o sustracción de la respectiva tarjeta de crédito, b) declaración jurada sobre la
inexistencia de cuestionamiento fundado y válido, previo a la mora, por parte del titular, de conformidad con lo
prescripto por los arts. 27 y 28".
Tal como se ha señalado, la LTC ha admitido, receptando el interés de los agentes emisores de contar con
una vía procesal rápida para lograr el recupero de los créditos y ponderando también el interés de los usuarios, la
preparación de la vía ejecutiva en base a documentación apta para verificar la existencia de una deuda líquida y
exigible (36). En igual sentido la jurisprudencia ha afirmado "La ley 25.065 otorga a las entidades emisoras una
vía relativamente ágil (preparación de la vía ejecutiva) para el recupero de los resúmenes o liquidaciones
impagas, pues el pago oportuno e íntegro del usuario sustenta todo el sistema operativo de la tarjeta de crédito, y
es la tutela de ese crédito y la propia defensa de ese funcionamiento lo que moviliza hacia los cobros forzosos
con habilitación de vía ejecutiva; lo cierto es, que para su procedencia se requiere cumplir con determinados
extremos previstos por la ley, que tienden a mitigar la situación de quien está en inferioridad de condiciones
negociables el usuario de la tarjeta de crédito y comportan una tutela al interés público también comprometido
dentro del propio sistema. Dres.: Cossio Courtade. Registro: 0004547301.
Se ha enseñado (37) que desde el punto de vista procesal el título ejecutivo previsto en la LTC debe
calificarse como incompleto y complejo (38), por cuanto la vía sólo se habilitará una vez que se integre con la
documentación mencionada en el art. 39 de la LTC, es decir con: a) El contrato de emisión de tarjeta de crédito
instrumentado en legal forma, es decir, celebrado por escrito y firmado por el titular, debiéndose relevar a
nuestro entender si cumple con la disposición del art. 6º de la LTC. b) el resumen de cuenta, que debe reunir la
totalidad de los recaudos o datos establecidos en el art. 23 de la LTC (39). En este sentido es interesante
recordar el fallo de la Cámara Civil en Documentos y Locaciones (40), anterior a la vigencia de la LTC, cuando
sostuvo que: "...dichos resúmenes deben contener ciertas menciones que efectivamente permitan al usuario
efectuar un adecuado control de los cargos y gastos, además de permitir la oposición expresa o el tácito
consentimiento de la cuenta liquidada. Entre aquéllas no pueden omitirse el detalle de las compras o pagos
realizados (nombre del comercio o servicio oblado, fecha, monto y moneda de la transacción, y el número de
comprobante), saldo anterior debido, cargos generados por intereses cualquiera sea su índole, último pago
realizado y cualquier información que en definitiva permitan al usuario y a la propia entidad emisora conocer en
forma acabada el estado de cuenta generado por el vínculo creado por el contrato de tarjeta de crédito". En el
caso se consideró que los resúmenes de cuenta acompañados no contenían siquiera mínimamente los requisitos
apuntados anteriormente. En el resumen que se utiliza de base para iniciar la acción no se detalla consumo
alguno, sino los cargos generados a raíz del exceso de límite de compra, intereses moratorios y punitorios, un
cargo administrativo y sellado. También puntualizó que: 3) Resúmenes posteriores a la mora: "Hace a la
experiencia común que para acreditar el importe del crédito que se reclama al demandado resulta necesario
adjuntar los resúmenes sucesivos a partir de la fecha en que se configuró el primer incumplimiento de pago
hasta la fecha de la baja de la tarjeta, para acreditar así cómo se ha ido formando el saldo deudor que se reclama,
para que éste no aparezca como arbitrario. Sin embargo se afirma que la presentación exclusivamente de los
últimos resúmenes, donde ya no aparecen los consumos efectuados y no pagados no resultan idóneos para
acreditar el crédito demandado, "ya que no sólo no se cumple con los recaudos precitados, sino que pone al
deudor en estado de indefensión por cuanto le impide analizar el detalle que compone su deuda y eventualmente
cuestionar algún o algunos ítem, sino porque también impide formar criterio al juzgador sobre su realidad
económica y razonabilidad, máxime cuando en el caso de autos los quejosos han negado la deuda y han
impugnado el monto (Cámara Civil y Comercial de Tucumán, sent. Nº 431 del 26 de octubre de 2000 "in re":
"Banco Integrado Departamental Coop. Ltdo vs. Gani, Ramón Hugo y otro s/ Cobro ordinario". Este criterio fue
ratificado recientemente por la Sala 2 de la Cámara de Documentos y Locaciones (41).
Además de los recaudos referidos, la LTC en el art. 39 exige dos declaraciones juradas del emisor: 1) sobre
la inexistencia de denuncia fundada y válida, previa a la mora, por parte del titular o adicional por extravío o
sustracción de la tarjeta de crédito; 2) sobre la inexistencia de cuestionamientos fundado y válido, previo a la
mora, por parte del titular, de conformidad a lo previsto en los arts. 27 y 28. En el primer caso la norma apunta a
evitar la preparación de la vía ejecutiva por saldos de tarjetas que han sido denunciadas por extravío o
sustracción, siempre que lo reclamado resulte indubitablemente imputable al titular. Es por ello que la ley exige
que la denuncia sea fundada y válida. Es destacable que la declaración de inexistencia de impugnación debe
recaer por la inexistencia de denuncia de extravío o sustracción, tanto del titular como de los adicionales. En la
segunda declaración sólo se refiere al titular, pues el usuario adicional al no estar obligado al pago, carece de
legitimación para tal fin. Tampoco se encontraría legitimado si se hubiera constituido en fiador, codeudor o
principal pagador. La impugnación debe realizarse mediante el procedimiento previsto en el art. 26 y concs. de
la LTC y es un valladar a la preparación de la vía ejecutiva, mientras no haya sido resuelta por el emisor. Es por
ello que la doctrina apunta que la referencia a fundada y válida "se satisface acreditando el rechazo de la
impugnación realizada, o su carácter extemporáneo" (42).También se señala que la ley no ha determinado quién
debe suscribir las declaraciones juradas, bastando, según Paolantonio, con una única firma del gerente del
emisor o de un mandatario con facultades suficientes. Por otra parte, consideramos que no es necesario que se
realicen dos escritos separados, bastando ambas manifestaciones en un solo escrito. Petraglia (43) analiza la
cuestión de las posibles conductas del ejecutado en el proceso preliminar o diligencias preparatorias o trámites
previos, para dotar de ejecutividad al título. Al respecto menciona que reconocida expresa o tácitamente la firma
del ejecutado del contrato de emisión o determinada la autenticidad mediante dictamen pericial, el contenido del
documento se tendrá por reconocido, preguntándose qué sucede con el resumen de cuenta. Al respecto
menciona que hay dos posiciones. La primera, compartida por él, que afirma que el art. 22 de la LTC prescribe
la obligación del emisor de remitir el resumen mensual detallando las operaciones registradas. Los arts. 26 y ss.
prevén la posibilidad de que el usuario impugne los consumos registrados, lo que debe realizar dentro de los 30
días de recibido el resumen. Afirma que la jurisprudencia ha dicho que la falta de recepción de las liquidaciones
mensuales emitidas por la entidad no obsta a la ejecución del saldo y que la oposición del ejecutado no puede
basarse en la impugnación de los consumos —cuestión que debe efectuarse en la oportunidad prevista en el art.
26 de la LTC—, sino que se encuentra limitada al cuestionamiento de la forma extrínseca del documento, es
decir, a los recaudos que para su emisión establece el art. 23 de la LCT, pues dicha falencia importaría la
pérdida de la vía ejecutiva. Otro sector en cambio considera que el desconocimiento de los resúmenes por parte
del ejecutado determina la improcedencia de la vía ejecutiva, sin perjuicio de la posibilidad de cobro en un
proceso de conocimiento.
Luego comenta que las conductas posibles y atendibles del ejecutado serían: a) impugnar el resumen por
carecer de alguno de los requisitos establecidos en el art. 23 de la LTC y/o b) impugnación del resumen por ser
diferente al efectivamente enviado, lo cual deberá ser acreditado por el ejecutado.
IV. Prescripción de las acciones de cobro
Conforme al artículo 47 de la LTC "Las acciones de la presente ley prescriben: a) Al año la acción ejecutiva
y b) a los tres años, las acciones ordinarias (44). Se ha señalado (45) que la LTC se aparta del régimen general
en materia de prescripción, por cuanto determina un plazo distinto según el proceso de que se trate. Si es
ejecutivo a través de la preparación de la vía, la prescripción es anual. En cambio si se recurre a la vía de
conocimiento, es trienal. También se señala que se omite un dato relevante en la materia, como el dies a quo o
inicio del cómputo de la prescripción. Por otra parte aclara, en posición que compartimos, que las acciones que
se refiere son las emergentes del contrato de emisión y de incorporación del comercio al sistema, mas no otras
acciones que pueden emerger del sistema como, por ej., las acciones del usuario con el comercio; o de aquél con
el administrador del sistema; o de este último y el agente emisor en las llamadas tarjetas bancarias. En estos
casos el término de prescripción será el general, según el tipo de acción, que establece el Cód. Civ. y Com. Por
otra parte, en virtud de la aplicación de la ley 24.240 t.o., consideramos que el usuario puede también recurrir a
las acciones de consumo, por violación a las normas de la referida ley, en cuyo caso el término de prescripción
será el establecido por el Cód. Civ. y Com. Si la fuente es un contrato de consumo, se aplicará el plazo genérico
de cinco años previsto en el art. 2560 del Código, tratándose de resarcimiento de daños derivados de una
relación de consumo... deberá aplicarse el plazo trienal del art. 2561, ya que al haberse derogado el plazo
previsto en el art. 50 de la LDC (texto de la ley 26.361) —en lo pertinente a las acciones judiciales— (en virtud
de lo establecido en 26.994, Anexo II), debemos aplicar el régimen de prescripción previsto en el nuevo Código
Civil y Comercial (46).
Respecto del "dies a quo" la Cámara Civil en Documentos y Locaciones Tucumán, afirmó: "El deber de
prestación que pesa sobre el deudor se torna exigible al vencimiento del plazo estipulado que consta en el
resumen de cuenta. A partir de esa fecha el acreedor actualiza sus poderes de agresión patrimonial y está
facultado para reclamar compulsivamente su realización. Surge el interrogante siguiente: ¿El "dies a quo" debe
computarse desde el vencimiento del último resumen emanado por la entidad emisora de la tarjeta, consten o no
en el mismo operatorias del usuario con terceros proveedores o desde el vencimiento del resumen mensual
donde se acrediten operaciones con los proveedores?" (47).
¿Puede un agente emisor repetir los resúmenes de cuenta mes a mes, para de esta manera prorrogar el inicio
del plazo de prescripción? La respuesta es negativa, tal como lo ha afirmado la jurisprudencia y la doctrina (48).
(1) Conf. Cámara Civil en Documentos y Locaciones Sala 3, de Tucumán, S/ cobro ejecutivo Nro. sent.
377 fecha de sentencia 09/08/2013: "En el caso de las Tarjetas de Crédito, la ley otorga a las entidades emisoras
una vía relativamente ágil (preparación de la vía ejecutiva) para el recupero de los resúmenes o liquidaciones
impagas, pero requiere que se cumplan los extremos que ella indica. Con ello se ha querido dotar al sistema de
una mínima regulación que comporte una tutela del interés de las partes intervinientes, pero más aun una tutela
que se extienda al interés público también comprometido dentro del propio sistema (vide MUGILLO, Roberto
A., "Tarjeta de Crédito", Ed. Astrea, 1994, p. 89) para lo que se estableció además de la supletoriedad de la Ley
de Defensa del Consumidor, la declaración del art. 57 de que sus disposiciones son de orden público.
(2) Los saldos de tarjetas de créditos existentes en cuentas corrientes abiertas a ese fin exclusivo, no serán
susceptibles de cobro ejecutivo directo. Regirá para su cobro la preparación de la vía ejecutiva prescripta en los
arts. 38 y 39 de la presente ley".
(3) Véase CNCom., sala F 12/07/2016 — "Banco Santander Río S.A. c. Gonzalez, Viviana Alejandra s/
ejecutivo", LA LEY, 2016, 431; DJ 26/10/2016, 77; RCCyC 2016 (octubre), 135 AR/JUR/47265/2016: "Los
saldos de tarjetas de crédito existentes en cuentas corrientes abiertas exclusivamente a tal efecto —'cuenta
instantánea'— no serán susceptibles de cobro ejecutivo, esto es, por la vía del art. 1406 del Código Civil y
Comercial, pues para ello la entidad emisora deberá preparar la vía en el modo indicado por el art. 39 de la ley
25.065". Y la CNCom., sala B 21/06/2016 — "Banco Credicoop Coop. Ltdo. c. Tantera, Héctor Alejandro y
otro s/ ejecutivo" LA LEY, 2016D, 320, con nota de Miguel Á. Romero; DJ 19/10/2016, 55; RCCyC 2016
(noviembre), 178 AR/JUR/43316/2016, afirmó: Si el ejecutado alegó que se incluyeron en la cuenta corriente
saldos de tarjeta de crédito y el banco negó tal extremo pero no acompañó el contrato de cuenta, corresponde
admitir la excepción de inhabilidad de título y rechazar la ejecución, máxime cuando la entidad no acreditó que
se trate de una cuenta que involucró la realización de múltiples operaciones y no de un supuesto vedado por el
art. 42 de la ley 25.065.
(4) Como las que impongan compulsivamente al titular un representante [inc. g) del art. 14 y en general las
que permitan la habilitación directa de la vía ejecutiva por cobro de deudas que tengan origen en el sistema de
tarjeta de crédito inc. h del art. 14]. La jurisprudencia de la Cámara Civil en Documentos y Locaciones Sala 3,
de Tucumán, Nro. sent. 329, fecha de sentencia 24/07/2013, sostuvo al respecto: "El pacto de ejecutividad de los
saldos de las tarjetas de crédito resulta proscripto en nuestra legislación. De su letra expresa y de su espíritu
surge claramente una limitación al art. 793 del C. Comercio al excluir de su ámbito de aplicación los débitos
originados en consumos de tarjeta de crédito. Y si ampliamos la hermenéutica con criterio sistémico, y
relacionamos la LTC 25.065 con la Ley de Defensa del Consumidor, nº 24.240, lo que es un deber para el juez
atento el carácter de normas de orden público de ambas, observamos la coincidencia entre ellas, cfr. arg. art. 37
inc. "b"; art. 65 de la ley 24.240, y art. 14, incs. a, h, art. 57 ley 25.065 por ejemplo.
(5) La Cámara Civil y Comercial Común Sala 1, de Tucumán, Nro. sent. 129, fecha de fentencia
20/04/2016, sostuvo: "Para la procedencia de la acción en la que se persigue el cobro de una suma de dinero
proveniente del uso de una tarjeta de crédito, resulta imprescindible la prueba del contrato de emisión de la
tarjeta y su entrega al cliente, la adhesión del usuario y la prueba de los consumos que componen el importe
adeudado. Que en el caso, lo único que ha demostrado la parte actora, es que las demandadas solicitaron un
crédito. Ahora bien, no consta acreditado en la causa que dicha solicitud haya sido aprobada. Tampoco se
demostró que la solicitante y la codeudora de dicha operación hayan suscripto el contrato de adhesión del
contrato con cláusulas predispuestas que caracteriza a las contrataciones de esa índole, ni que hayan solicitado la
emisión de una tarjeta de crédito. Al no incorporarse el contrato de emisión de la tarjeta no hay manera de
acceder a las condiciones generales presuntamente estipuladas por el emisor. De modo que no existe pacto que
permita conocer cuál fue la tasa de intereses compensatorios y punitorios supuestamente convenidos, el monto
de las comisiones, etc. La ausencia del contrato priva al proceso de uno de los elementos constitutivos de la
pretensión, y la falta de contestación de la demanda no alcanza para superar tal omisión. Es jurisprudencia y
doctrina concordante que para acreditar el importe del crédito que se reclama —saldo deudor del uso de tarjeta
de crédito— resulta necesario adjuntar los resúmenes sucesivos a partir de la fecha en que se configuró el primer
incumplimiento de pago hasta la fecha de la baja de la tarjeta, para de ese modo conocer cómo se ha ido
formando el saldo deudor que se reclama, de modo que éste no aparezca arbitrario.
(6) La Cámara Civil en Documentos y Locaciones Sala 2, de Tucumán Nro. sent. 123 fecha de sentencia,
19/04/2016, sostuvo: "La actora adjunta un instrumento titulado 'Liquidación de préstamo solución' donde
reconoce recibir la suma allí indicada de la Entidad Emisora de su Tarjeta Naranja. Dicha deuda encuadra en lo
prescripto por el art. 1º de la LTC (inc. a). Por tanto resulta necesario que los gastos, cargos y compras
efectuadas por el titular de la tarjeta y que se afirma fueron reconocidos por el titular de la tarjeta, sean
detallados acabadamente para acreditar la deuda impaga que dio motivo al instrumento base de esta demanda.
Además, en virtud del carácter público de la norma, que los intereses aplicados, su tasa, capitalización o
cualquier otra pauta estipulada, no importa un abuso o una pretensión que afecte las buenas costumbres
comerciales. En el 'sub lite' el accionante al modificar la demanda la funda y solicita únicamente preparación de
la vía ejecutiva para que se reconozca la firma inserta en el documento citado ( 'Liquidación de préstamo
solución') Por lo considerado y de conformidad a lo expresamente indicado por los incs. a) y c) del art. 41 de la
LTC, entendemos que la pérdida de la vía ejecutiva dispuesta por el juez de grado se encuentra ajustada a
derecho, al omitirse los recaudos formales previstos en los arts. 39 y 23 de igual texto. Finalmente, interesa
añadir, que si bien la ley 25.065 otorga a las entidades emisoras una vía relativamente ágil (preparación de la vía
ejecutiva) para el recupero de los resúmenes o liquidaciones impagas, pues el pago oportuno e íntegro del
usuario sustenta todo el sistema operativo de la tarjeta de crédito, y es la tutela de ese crédito y la propia defensa
de ese funcionamiento lo que moviliza hacia los cobros forzosos con habilitación de vía ejecutiva, lo cierto es,
que para su procedencia se requiere cumplir con determinados extremos previstos por la ley, que tienden a
mitigar la situación de quien está en inferioridad de condiciones negociables, en el caso, el usuario de la tarjeta
de crédito.
(7) En el ámbito local la Cámara Civil en Documentos y Locaciones Sala 3 de Tucumán. Nro. sent. 347,
fecha de sentencia 22/09/2016, ha afirmado que: "El resumen de autos no contiene el monto del pago mínimo
que excluye la aplicación de intereses punitorios (inc. n), ni el monto adeudado por períodos anteriores, con
especificación de la clase y montos de intereses devengados (inc. ñ). Por lo que sin mayores abundamientos
cabe coincidir con la sentencia desestimatoria de la reposición impetrada, en que no se cumplen los recaudos de
admisibilidad de la preparación de la vía ejecutiva y concluir en confirmar su rechazo conforme art. 41 inciso c)
del ordenamiento legal de marras.
(8) PAOLANTONIO, ob. cit., p. 130.
(9) Ver Cámara Civil en Documentos y Locaciones Sala 1, de Tucumán, Nro. sent. 449 fecha de sentencia
01/10/2015: "Estamos en presencia de un título complejo al que la ley le asigna carácter ejecutivo siempre que
se haya cumplido el procedimiento previo de reconocimiento judicial reglado en los arts. 39 de la Ley 25.065 y
503 del digesto procesal. Y conforme a las constancias obrantes en la causa, el procedimiento se cumplió
plenamente respecto a la deuda reclamada por la accionada en tanto que —la demandada— fue citada en debida
forma, y no compareció al reconocimiento por lo que se hizo efectivo el apercibimiento dispuesto en autos,
habilitando la vía ejecutiva a su respecto.
(10) PAOLANTONIO, ob. cit., p. 131.
(11) Según DI CHIAZZA, Iván, Supl. Doctrina Judicial Procesal 2014 (mayo), 05/05/2014, 11 habría tres
posiciones: a) la que considera improcedente la excepción de inhabilidad de título, b) la que considera
procedente la excepción de inhabilidad de título, y c) la que considera que si bien no es procedente la excepción,
en caso de incluirse deudas emergentes del uso de tarjeta de crédito se debe proceder a un recálculo de los
intereses. Esta posición sería en rigor una variante de la primera.
(12) En tal sentido la Cámara Civil en Documentos y Locaciones Sala 2, Nro. sent. 53, fecha de sentencia
29/02/2016, sostuvo que: "La facultad otorgada a los bancos de crear un título de ejecución forzosa, mediante la
expedición de un certificado de saldo emergente de la cuenta corriente bancaria, tiende a permitir que la entidad
recupere los débitos en forma rápida y sencilla, situación ésta que no estaría configurada en la causa, al tener
que efectuar una operación que deduzca al reclamo, la deuda por tarjeta de crédito y por el crédito automotor.
En igual sentido la CCiv. y Com. Junín, "Banco Provincia de Buenos Aires c. Rico, Gustavo Raúl" del 13/03/09,
citada por Lubat, sostuvo: "...una interpretación en sentido contrario al tenor literal de dicha norma, por la que se
admitiera la habilitad de certificado de saldo deudor de cuentas corrientes bancarias operativas que también
incluyan deudas por la utilización de la tarjeta de crédito, desvirtuaría ...el procedimiento legal, disminuyendo
las garantías establecidas en favor del usuario.
(13) Véase al respecto CCiv. y Com. Mar del Plata, de fecha 29 de mayo de 2012 in re "Banco Santander
Río SA c/ Venuto Juan y ot. s/ Cobro Ejecutivo" (registro 106 F 577/582, comentado por LLANES, Carlos, Sup.
Doctrina Judicial procesal 2012 (diciembre), 01/12/2012, 11 AR/DOC/5404/2012, donde se hizo lugar a la
excepción de inhabilidad de título in totum, afirmando: "...ante la circunstancia de integrar, al menos en forma
parcial, el saldo deudor de cuenta corriente que pretende ejecutarse deudas provenientes del uso de tarjetas de
crédito, es que corresponde declarar la inhabilidad del título en ejecución".
(14) PAOLANTONIO, ob. cit., p. 133.
(15) CHOMER, Héctor Osvaldo, "La tarjeta de crédito uy la cuenta corriente bancaria. Una promiscua
relación, prohibida por la ley 25.065", LA LEY, 2009F, 81, AR/DOC/3725/2009.
(16) Cita igualmente a RAPONIURTUBEY, "El crédito en descubierto en cuenta corriente bancaria",
Ábaco, p. 165, MUGUILLO, ob. cit., ps. 142/143; PAOLANTONIO, ob. cit., p. 66; BOLLINI SHAW
GOFFAN, "Tarjeta de crédito", p. 83, BARBIER, "Contratación Bancaria", p. 500, MOEREMANS, "Cláusulas
abusivas en materia de contrato de emisión de tarjeta de crédito", LA LEY, 2001E, 1249; LORENZETTI, "El
derecho privado como protección del individuo particular", en Revista de Derecho Privado y Comunitario Nº 7.
(17) DEL CERRO, José Manuel, Sup. Doctrina Judicial Procesal 2016 (marzo), 07/03/2016, 39, AR/
DOC/3750/2015.
(18) Nosotros pensamos que la LTC sólo prohíbe la capitalización de intereses punitorios, mas no de los
compensatorios.
(19) SCBA, 21/03/2012, in re "Pierangeli, Adolfo Oscar y otra c/ Banco de la provincia de Buenos Aires s/
Revisión de cuenta corriente bancaria y de tarjeta de crédito", citado por Del Cerro, nota 9.
(20) DI CHIAZZA, Iván G., LA LEY, 2010E, 1, AR/ DOC/5593/2010.
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(21) En igual sentido LLANES, Carlos, en Sup. Doctrina Judicial Procesal 2012 (diciembre), 01/12/2012,
11 AR/ DOC/5404/2012, cuando afirma que "Deberá entonces ...tenerse presente que, aun entendiendo que la
prohibición contenida en el art. 42 de la ley 25.065 se extiende también a los saldos emanados de cuentas
corrientes operativas o regulares ...la inhabilidad del certificado de saldo en cuenta corriente bancaria por la
introducción de saldos provenientes del uso de tarjeta de crédito podrá ser parcial y limitada al saldo
proveniente del uso de la tarjeta crediticia, ello a efectos de no incurrir en el mentado 'dispendio procesal' que
implica sin más la promoción de nuevas acciones para reclamar el mismo crédito".
(22) DI CHIAZZA, Iván G., Sup. Doctrina Judicial Procesal 2014 (mayo), 5/5/2014, 11
AR/DOC/1001/2014.
(23) CNCom., Sala F, 18/05/2010. En igual sentido CNCom., Sala C, 14/02/2012, "Banco Santander Río c.
Rosso M.", y CNCom., Sala C, 4/10/12, "Banco Santander Río c. Romano Fariña J.".
(24) Véase igualmente ALVARADO ROMERO, Miguel, "Saldo deudor de cuentas corrientes bancarias y
deudas de tarjetas de créditos", LA LEY, 2016D, 319, quien, a los argumentos citados por otros autores, agrega
el del abuso del derecho. Afirma que LTC ha querido, sin ambages, dar al usuario de tarjetas de crédito
instancias prejudiciales y judiciales que lo habiliten a debatir causalmente y con amplitud probatoria la
procedibilidad de los débitos aplicados sobre su cuenta de tarjeta de crédito y/o débito y/o compra. Y la elusión
del régimen tuitivo a través del débito en cuenta corriente (con la finalidad de acceder ipso facto a la vía
ejecutiva) constituye de por si un abuso, en tanto contraría sin ambages los fines tenidos en miras por el
legislador al sancionar la LTC.
(25) Se basa esta posición en que: a) la limitación del art. 42 de la LTC se aplicaría solo a) cuando la cuenta
corriente hubiera sido utilizada "exclusivamente" para debitar saldos negativos por el uso de tarjeta y b) el
análisis de la conformación del saldo es inadmisible en nuestro régimen legal que prevé únicamente considerar
las formas extrínsecas del título. Este pareciera ser el criterio de la CNCom., sala D 09/06/2016 — "Banco
Santander Río S.A. c. Muschiato, Angel Roberto s/ ejecutivo" RCCyC 2016 (julio), 173
AR/JUR/35284/2016, donde se dijo: "La sentencia que ordenó detraer oficiosamente ciertos montos adeudados
por tarjetas de crédito del certificado de saldo deudor en cuenta corriente emitido por la entidad bancaria
ejecutante debe revocarse, en tanto el examen del título revela que cumple con los requisitos legales
correspondientes —art. 1046, Código Civil y Comercial; art. 793, Código de Comercio—, ello sin perjuicio de
lo que pueda resolverse ante eventuales planteos defensivos del ejecutado". También la CNCom., Sala D,
"Banco Santander Río S.A. c. Heredia, Salvador Ramón", 13/3/2009, La Ley Online, sostuvo que: "Debe
desestimarse la excepción de inhabilidad de título opuesta, en la ejecución del certificado de saldo deudor de
una cuenta corriente bancaria, con fundamento en que el mismo no habría sido emitido con sujeción al art. 42 de
la ley 25.065, pues dicha cuenta no fue abierta exclusivamente para el débito de lo adeudado por la utilización
de una tarjeta de crédito, habiendo sido utilizada para operaciones de diversa naturaleza". CNCom., Sala D,
03/03/2008, "HSBC Bank Argentina c. Taiariol V", C3aCiv. y Com. Córdoba, 26/06/2012, "Banco Santander
Río c. Valdez P."
(26) LUBAT Gustavo, "La ejecución de deudas derivadas de operaciones con tarjeta de crédito a través del
saldo deudor en cuenta corriente bancaria", DJ 03/11/2010, 1, AR/DOC/5544/2010.
(27) Señala que así lo habrían entendido los tribunales (CNCom., Sala D, in re, "Banco Santander Río S.A.
c. Heredia, Salvador Ramón", 13/03/09, al afirmar que (en la ejecución de un saldo de cuenta corriente cuyo
saldo deudor integrado por deudas de tarjeta de crédito era una de las denominadas "operativas") ...ningún
elemento agregado a las actuaciones conduce a la conclusión de que se trata de una cuenta corriente abierta en
virtud exclusiva de un contrato de tarjeta de crédito, subsumible en lo previsto por el art. 42 de aquel cuerpo
legal. Por el contrario, de la documental acompañada por el propio recurrente en fs. 17, surge que la cuenta en
cuestión fue utilizada para operaciones de diversa naturaleza (entre otras el libramiento de cheques), lo que
demuestra que no fue abierta exclusivamente para el débito de lo adeudado por la utilización de tarjetas de
créditos. Tales extremos son suficientes para juzgar inaplicable en la especie la ley 25.065; 42 y concs.
(28) DRUCAROFF AGUIAR, Alejandro, "Ejecución del saldo de cuenta corriente bancaria. Una
controversia abierta", LA LEY del 03/06/2016, p. 6; cita on line AR/DOC/1586.
(29) Esta conclusión sería concordante con la jurisprudencia anterior al nuevo Código, entre ellas de la
CNCom., Sala D, 13/3/2009, in re "Banco Santander Río S.A. c/ Heredia, Salvador Ramón", LLOnline, AR/
JUR/8343/2009 entre otros.
(30) PETRAGLIA, LA LEY, 07/07/2015.
(31) Afirma que así lo ha sostenido calificad doctrina citando a GÓMEZ LEO FERNÁNDEZ, "Tratado
teórico práctico de derecho comercial, Depalma, Buenos Aires, 2004, t. V.
(32) BARREIRA DELFINO, Eduardo, "Débito de tarjeta de crédito en la cuenta corriente bancaria", LA
LEY, 2016B, 396, AR/DOC/742/2016.
(33) Véase fallo CNCom., Sala C, 17/06/2009, "Banco Itaú Buen Ayre c. Cisco, Hugo O.", LA LEY, 2009
F, 81; AR/JUR/28228/2009. Esta pareciera ser la opinión de MUGUILLO en "Intereses Aplicables al usuario de
tarjeta de crédito", LA LEY 29/06/2016, cita online AR/DOC/1615/2016, cuando afirma que "El débito
efectuado, emergente del resumen de la tarjeta de crédito, por el hecho de incluirse en una cuenta corriente
bancaria, no podrá generar los intereses propios de esta cuenta, de modo de alterar y violar los límites de la ley
25.065, pues de lo contrario se modificaría unilateral y privadamente el régimen de tutela y de orden público en
que se halla inserta en la normativa del sistema de tarjeta de crédito, entre ellos la imposibilidad de capitalizar
intereses (art. 18 in fine y art. 23 inc. ñ). Tampoco tal débito podría impedir la posibilidad de impugnar el
resumen respectivo de conformidad a las pautas de los arts. 26 y ss. de la LTC.
(34) Tal es el criterio sustentado en los casos "Banco Santander Río c. San Esteban, Diego", CNCom., Sala
E, 07/08/2013. En igual sentido CNCom., Sala C, 17/06/2009, "Banco Itaú Buen Ayre c. Cisco H.".
(35) Ver Cámara Civil en Documentos y Locaciones Sala 2, de Tucumán, Nro. sent: 220 fecha de
sentencia 27/05/2015.
(36) Por existir dudas sobre la exigibilidad de la deuda en el caso de decaimiento o caducidad de plazo, la
jurisprudencia local ha rechazado parcialmente la ejecución de un saldo de resumen de tarjeta de crédito en los
siguientes términos: Cámara Civil en Documentos y Locaciones Sala 1, Nro. sent. 274, fecha de sentencia:
02/08/2016. "Cumpliendo el resumen de cuentas presentado con tales requisitos en lo que a este importe
concierne, la declaración de inhabilidad de oficio dictada con base en la falta de exigibilidad de la totalidad de la
deuda será revocada, disponiéndose en sustitución llevar adelante la ejecución parcialmente y por el importe del
título. De esta manera la resolución a la que arribamos encuadra tanto en los citados art. 23, 39, 41 y concs. de la
ley 25.065 de Tarjeta de Crédito, como en los arts. 484 y 485 de nuestro Digesto Procesal.
(37) PAOLANTONIO, ob. cit., p. 125.
(38) Véase al respecto PETRAGLIA, Tomás, Sup. Act. 07/07/2015, LA LEY 07/07/2015,
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AR/DOC/2147/2015.
(39) Ver fallo de la Cámara Civil en Documentos y Locaciones Sala 1, de Tucumán, Nro. sent. 460, fecha
de sentencia: 14/10/2015, donde afirmó: "La norma específica (art. 39 de la Ley de Tarjetas) no exige que se
acompañe toda la historia de los consumos realizados, sino sólo la correspondiente al resumen que se pretende
cobrar en el proceso ejecutivo. En el caso, el resumen indica claramente que se trata de la primera cuota de un
total de... correspondientes a un saldo impago refinanciado, con lo que se cumple acabadamente con lo normado
por los arts. 23 y 39 de la ley específica.
(40) "Caja Popular de la Pcia. de Tucumán c. Molina, Armando C. y otra". Véase MOEREMANS,
"Importancia del resumen de tarjeta de crédito para el cobro de deudas emergentes de la utilización del sistema",
LLNOA 2004 (junio), 1131.
(41) Nro. sent. 170, fecha de sentencia: 11/05/2016.
(42) PAOLANTONIO, ob. cit., p. 126.
(43) En su trabajo sobre "Reconocimiento o desconocimiento de documentación prevista en la Ley de
Tarjeta de Crédito para la preparación de la vía ejecutiva", LA LEY, 07/07/2015.
(44) La Cámara Civil en Documentos y Locaciones Sala 1, de Tucumán, s/ cobro ejecutivo, Nro. Sent: 77
Fecha Sentencia: 22/03/2016, sostuvo que: "La Ley de Tarjetas de Crédito, nº 25.065, en su art. 47, dispone:
"Las acciones de la presente ley prescriben: a) al año, la acción ejecutiva. b) a los tres años, las acciones
ordinarias." En el presente caso, habiéndose preparado la vía ejecutiva e imprimiéndose dicho trámite, el plazo
de prescripción es de un año. Dres. Fajre Cossio Courtade (en disidencia).
(45) PAOLANTONIO, ob. cit. p. 145.
(46) Véase CONDOMÍ, Alfredo Mario, "Código Civil y Comercial: prescripción liberatoria en materia de
consumo en sede judicial", 9 de diciembre de 2015, www.infojus.gov.ar, Infojus.
(47) Nro. sent. 113, fecha de sentencia: 06/04/2016.
(48) Véase CURÁ, José María, "Sobre el cómputo del plazo de prescripción respecto de la obligación
nacida del uso de tarjeta de crédito", LA LEY, 2010 D, 625 LLO, cita online AR/DOC/5361/2010, quien
afirma concordando con el fallo que glosa, que el mismo "ubica su punto de inicio una vez que la obligación se
hace exigible, haya o no mora. Criterio coincidente con el de Chomer, al decir de modo claro y contundente que
la prescripción liberatoria opera por no ejercerse un derecho, esto es, por la inacción del interesado en
reclamarlo. En el singular, el plazo de prescripción comienza a correr desde el momento en que el crédito que
surge del resumen queda firme, es decir, desde la fecha de vencimiento del plazo de impugnación o de rechazo
de la misma por la emisora. Consecuentemente no ha de tomarse como día inicial para el cálculo de la
prescripción la que el accionado recibió el último de los resúmenes continente de mero cálculo de intereses, lo
que significaría tanto como dejar librado el comienzo del plazo de prescripción a la voluntad potestativa del
acreedor, a través de la introducción de nuevas liquidaciones continentes sólo de aditamento de intereses, salida
que, a todas luces, resulta contraria al fundamento de la prescripción. Solución que, finalmente hace primar una
rigurosa y ajustada aplicación del instituto de la prescripción, a favor de la seguridad jurídica, frente a la
inactividad del acreedor y la reprochable conducta del deudor incumplidor de sus obligaciones" Véase también
Cámara Civil en Documentos y Locaciones, Sala 1 de Tucumán. Nro. Sent: 77 Fecha Sentencia: 22/03/2016.