Probablemente sea uno de los fenómenos naturales eléctricos menos conocidos y con el que es más difícil encontrarse, y aunque su nombre es un poco confuso, no es ningún tipo de fuego (es un plasma), ni tampoco es una forma de rayo. El fuego de San Telmo tiene su origen en la electricidad estática de la atmósfera y podríamos deducir que es una descarga luminiscente o resplandor luminoso que se asemeja a pequeñas chispas que saltan de los objetos metálicos y punzantes durante una tormenta intensa. Los objetos de puntas largas puntiagudos o buenos conductores de la electricidad empiezan a desprender pequeños chasquidos o llamaradas por la ionización del aire dentro del campo eléctrico que originan estas tormentas. El aire ionizado es el que desprende esa luz entre azulada o violeta la cual caracteriza al fenómeno.
¿Como interpretaría este fenómeno?
Como uno de los fenómenos menos ocurrentes en la tierra ya que es muy difícil de evidenciar y son pocos los testimonios que dicen haber visto este fenómeno En la antigüedad este fenómeno era conocido principalmente por los marinos donde muchos de ellos afirman haber sido testigos de la aparición de chispas de fuego incandescente que bailaban sobre los mástiles y extremos de la arboladura de los barcos durante ciertas tormentas las cuales eran acompañadas, de alteraciones de la brújula, como si estuvieran siendo víctimas de un (encuentro en la tercera fase). Estos fuegos de San Telmo, les servían a los marinos para pronosticar o proveer la caída de un inminente rayo sobre el barco, pues suele precederlos.